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CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL

¿Cómo debo entender la expresión "conocimiento del bien y del mal" de Gén. 2: 17?

Quizás tengamos claro lo que Dios dijo en el relato de la creación, pero lo cierto es que
esta frase ha originado muchos debates.

Entre las más comunes, aparece la teoría sexual, cuyos defensores argumentan que el
verbo "conocer" aquí se está refiriendo al acto sexual. Los que así piensan, señalan que
después de comer del árbol, Adán y Eva se dieron cuenta de que estaban desnudos. Esta
interpretación supone que el conocimiento acerca del sexo corresponde al exclusivo
dominio de Dios.

Esto no es lo que indica el relato bíblico (véase Gén. 2:18-20).

Otros sugieren que la frase "el bien y el mal" corresponde a una expresión
idiomática utilizada por la Biblia para indicar "todo", es decir, la totalidad del
conocimiento. En cierto sentido es similar a la frase "cielos y tierra", lo cual indica la
totalidad de la creación de Dios. Para ellos, conocer el bien y el mal querría decir, ser
omnisapientes.

Es fundamental decir que el contexto no admite la citada interpretación. Adán y Eva no


llegaron a ser omniscientes como resultado de haber comido del fruto prohibido; aunque el
Señor dijo que ellos habían llegado a ser "como uno de nosotros" (3:22).

Otra interpretación establece que el conocimiento del bien y del mal consiste en la
capacidad de distinguir entre lo que es moralmente recto o equivocado. Me parece
muy inconsistente que Dios no deseara que Adán y Eva desarrollaran su criterio o juicio
moral. El hecho de que les haya dado una orden o mandamiento, implica que el Creador
les había dado capacidad para discernir.

LO QUE LA BIBLIA DICE AL RESPECTO

Ahora, consideremos lo que dice el relato con relación a la frase en discusión.


 Primero, hemos aprendido que el conocer el bien y el mal es una característica de
Dios.
 Segundo, naturalmente Adán y Eva no estaban al tanto de este tipo de
conocimiento. En ningún caso esto fue una deficiencia; simplemente fue la forma como
Dios dispuso este aspecto.
 Tercero, en el relato dicho conocimiento conduce a la ruina de las criaturas, a su
extinción, el retorno a la nada, es decir, a la muerte.
 Cuarto, los seres humanos pueden hacer mal uso de este conocimiento, pudiendo
marginarse de los amorosos límites o parámetros establecidos por el Creador. Esto es
considerado una actividad ilegal.
Cualquier interpretación de la expresión "conocimiento del bien y del mal" debe
concordar con la realidad provista por el mismo contexto. Sólo haciendo un análisis
de la totalidad del relato registrado en Génesis es posible descubrir el sentido o significado
de la frase.

Esto permite establecer que conocer el bien y el mal implica reclamar para nosotros una
autonomía completa y absoluta con relación al Creador. Es un intento para eliminar todo
sentido de confianza en cualquier otro, incluyendo a Dios.

Los seres humanos no pueden decidir por si mismos qué es bueno y que es malo, sin
considerar la voluntad revelada de Dios.

Únicamente Dios es totalmente autónomo al punto que no necesita dar cuenta de nada a
nadie a no ser a sí mismo. Para nosotros como criaturas este tipo de existencia es
imposible. De hecho, para ser persona, por definición necesitamos responder ante el
Creador. Cualquier intento de existir independizados de Dios traerá como consecuencia la
total extinción. La serpiente llevó a Adán y a Eva a hacerlos creer que ellos podrían aspirar
y experimentar (llegar a conocer) este tipo de autonomía, y continuar gozando de la vida
separados de Dios. También los hizo pensar que podrían vivir en rebelión contra Dios sin
tener que darle cuenta de nada. Esto es lo que el Señor quiso decir cuando expresó que
Adán y Eva eran "como uno de nosotros, conocedores del bien y el mal". Daremos
mayores detalles.

Necesitamos avanzar un paso más en nuestro intento de comprender lo que el


escritor bíblico estaban tratando de comunicar. La misma expresión "bien y el mal"
es utilizada otra vez más en el Antiguo Testamento en relación con el verbo
"conocer".

Ahora es importante determinar si el uso apoya, modifica, o rechaza nuestra interpretación.


El texto dice: "Y vuestros niños... y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo,
ellos entrarán allá; a ellos la daré y ellos la heredarán —la tierra prometida—" (Deut. 1:39).
La frase está expresada en un sentido positivo. Los niños, por no conocer el bien y el mal,
y por depender totalmente de sus padres, no son autónomos. Una vez que crezcan y
tomen responsabilidades, entonces llegarán a ser independientes de sus padres.
Obviamente, incluso aquí la frase expresa o por lo menos sugiere las ideas de
independencia y autonomía.

Dios garantizó para nosotros la libertad pero no la independencia con relación a él.
Nuestra existencia depende de la relación que tengamos con él, y si a pesar de esto
reclamamos autonomía, esto equivale a rechazar el don de la vida que nos ofrece
libremente.

El conocimiento que Dios condena es el que tiene en mente rechazar o rebelarse en


contra de la revelación de su voluntad. Volver a centrar en él toda nuestra búsqueda de
conocimiento, es llegar a ser o actuar como los niños.

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