TEMA 3

LAS NORMAS DE CONVIVENCIA

EN EL CENTRO ESCOLAR
El alumno ha de aprender a convivir, y es por ello que en los centros
escolares tienen realmente importancia las normas por las que se regula la
convivencia de los grupos de personas que en ellos interactúan.

Por tanto, se deberán tener en cuenta, entre otros factores:

- Los derechos y deberes de sus miembros.
- Las normas de convivencia.
- Los sistemas de resolución de conflictos.
- Los mecanismos de participación en la toma de decisiones.
- El reparto de poderes y responsabilidades.
- Los criterios de distribución y utilización de espacios y tiempos.
- La participación del alumnado como herramienta para disminuir la
conflictividad en las escuelas.

Por ello, las normativas de convivencia han de ser renovadas y actualizadas

periódicamente, para aumentar así su efectividad, debiendo participar en ello el
alumnado del centro. Gracias a esto, el alumnado se sentirá más identificado con
las normas que se establezcan, pues su participación en la elección y elaboración
de normas dotaría a éstas de una mayor significatividad y acatamiento por parte de
los estudiantes, aumentado su eficacia en la regulación de la convivencia del centro
escolar.

3.1 ¿A QUÉ AFECTAN LAS NORMAS DE CONVIVENCIA?

Podemos afirmar que, las normas de convivencia y los reglamentos de un

centro educativo pueden afectar a:

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 - Los derechos y deberes de niños y niñas.
- El respeto a los demás y el respeto al entorno.
o La gestión de los espacios de la vida colectiva de la escuela
(servicios, pasillos, patio, comedor, biblioteca, etc.).
o Las actividades en la escuela y fuera de ella (talleres, salidas,
visitas, etc.).
- La ayuda mutua y la solidaridad.
- Las sanciones.

Los alumnos, la mayoría de las veces, no son conscientes de sus derechos y

de sus deberes. Unos ejemplos de algunos de los derechos y deberes que tienen en
su centro educativo, son los siguientes:

Derechos:
- Expresar sus opiniones:
o Realizar críticas y/o propuestas.
o Hablar sobre lo que le interesa.

- Tomar decisiones.
- Equivocarse.
- Ayudar a sus compañeros.
- Hacer actividades que le gusten.

Deberes:
- Respetar las reglas:
o Respetar a los demás, al docente, las instalaciones del centro
educativo, etc.
o Tirar los papeles a la papelera.
- Respetar el trabajo de los demás.
- Escuchar y atender en clase.
- Jugar pacíficamente.
- Pedir permiso para ir a alguna parte.

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3.2 APLICACIÓN DE LAS NORMAS DE CONVIVENCIA EN LA ESCUELA.

Las normas de convivencia propuestas y elaboradas en común se aplican

mejor o peor según los centros de enseñanza. Podemos determinar diferentes
factores que intervienen a la hora de respetarlas:

Se respetan mejor cuando:

- Están elaboradas por los alumnos de común acuerdo con los docentes.
- Se recuerdan de forma permanente con un cartel y en el momento de las
transgresiones.
- Los alumnos están implicados en la aplicación de las decisiones
tomadas.
- Las sanciones relacionadas con las acciones perturbadoras y conocidas
por todos se aplican con justicia.
-
Y se respetan peor cuando:
- Los docentes y los alumnos las olvidan.
- Los docentes no aplican lo que se ha decidido.
- El personal docente tiene una actitud diferente en relación a su
aplicación.
- Los alumnos se burlan de las sanciones y los docentes no solucionan el
asunto.
- Los recién llegados no comprenden las normas de convivencia.

Así, los alumnos demuestran que la gestión participativa de la vida escolar

es, sin duda, un elemento favorable para el respeto de las normas, siendo su
implicación en la elaboración de las normas de convivencia un factor positivo,
aceptando éstos de buen grado las responsabilidades cuando se sienten apoyados y
acompañados por los docentes y por toda la comunidad educativa.

3.3. APLICACIÓN DE UNA SANCIÓN.

Las consideraciones a tener en cuenta en un centro educativo a la hora de

aplicar una sanción serían:
- Las sanciones emitidas varían considerablemente de una clase a otra.
- Un alumno no puede ser privado de la totalidad del recreo a título de
castigo.

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 - Los incumplimientos del Reglamento de Régimen Interno de la escuela y,
en particular, cualquier atentado a la integridad física o moral de los
demás alumnos o de los docentes dan lugar a sanciones que deberán
darse a conocer a la familia.
- Todo castigo corporal está estrictamente prohibido.
- Un niño con un comportamiento o actitud momentáneamente difícil
podrá ser aislado durante un tiempo muy corto, el necesario para hacer
que vuelva a un comportamiento compatible con la vida del grupo.

3.4 ¿QUIÉN JUZGA Y SANCIONA?

En la mayoría de las escuelas, son los docentes quienes juzgan y sancionan.

Por lo contrario, en las clases cooperativas son los alumnos los que participan en la
reflexión sobre los conflictos, en las infracciones a las normas elaboradas en común
y en la búsqueda de soluciones. Pero la transferencia de esta práctica al ámbito
general de la escuela plantea un problema, ya que los docentes temen instituir un
lugar colectivo en el que todo el mundo tendría que responder de sus actos y
gestos y que podría convertirse en un «tribunal popular» que no respetara los
derechos del alumno.

Es conocido, que en pocas ocasiones son válidas las posturas extremas, y

esto lo podemos comprobar en el marco de las normas de convivencia. No son
válidos, en este caso, ni el desarrollo de una disciplina demasiada férrea que
coaccione al alumnado y disminuya sus ganas por participar en las actividades
escolares, ni una postura demasiado permisiva, que desmotive al alumno y le
aporte una imagen del docente que nunca debería percibir. Ni una, ni otra postura
contribuirían a crear un buen ambiente escolar, pues lo correcto será siempre que
el docente muestre a sus alumnos la autoridad necesaria a la vez que su
comprensión, cuando sea necesario, enseñando a los estudiantes cómo adaptar
sus comportamientos a cada situación determinada, siempre de forma adecuada y
factible, y promocionando a la vez valores de respeto, igualdad, comprensión, etc.

Se podrán utilizar medios de participación al respecto como: comisiones de

convivencia, junta de delegados, asambleas de aula, etc.

Por consiguiente, todo esto anterior ha de contemplarse en el Reglamento

de Régimen Interno (R.R.I.) del centro, el cual no ha de percibirse como un

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mero código de sanciones, sino más bien como un medio para comunicar qué
principios y objetivos persigue el equipo docente, ofreciendo la posibilidad de que el
alumno se forme como persona libre, crítica y reflexiva, que elabora y escoge sus
propios valores en el respeto a los demás y aceptación de las diferencias
individuales, cuidado del medio que le rodea y de los bienes colectivos sociales y
culturales. Este R.R.I. ha de ser evaluado periódicamente para conocer sus
resultados y para hacer cambios si fuera necesario, siempre por el bien de su
mayor efectividad en la consecución de un buen ambiente escolar, el cual a su vez
propicia un correcto proceso de enseñanza–aprendizaje.

Por lo tanto, desde los primeros días de comienzo del curso escolar, los
alumnos deberán ser informados de cuáles son los principios sobre los que reposará
la vida del centro y las relaciones entre las personas, qué derechos y libertades
podrán ejercer, cuál será el ámbito de su participación, cómo se tomarán las
decisiones y cuáles serán los límites del poder del que dispondrán colectivamente.

3.5 ELABORACIÓN Y APLICACIÓN DEL REGLAMENTO DE RÉGIMEN

INTERNO.

Podemos considerar que el Reglamento de Régimen Interno de las escuelas

es un texto jurídico. Por lo tanto, ninguna de sus disposiciones puede contravenir a
un texto superior pero, al estar adoptado por el Consejo Escolar, tiene fuerza de ley
dentro del centro educativo.
El reglamento debe precisar los valores y los principios que fundamentan la
vida en el centro educativo, y, concretamente, aquellos relativos a los derechos del
alumno y al respeto mutuo entre docentes y alumnos.
Asimismo, define las normas de funcionamiento y los derechos y
obligaciones de todos, garantiza las libertades públicas y hace observaciones o
pone límites a su ejercicio.
Debe permitir al equipo docente, responder a los conflictos, infracciones y
transgresiones que perturben las actividades, pero también debe ser reconocido,
por parte de los alumnos, como un texto que garantiza el ejercicio de sus
libertades, en decir, un referente al que pueden recurrir. Por lo tanto, es importante
que puedan participar en su elaboración y en las posteriores modificaciones.
Las normas de convivencia, en relación con el Reglamento de Régimen
Interno, organizan el día a día del ejercicio de las libertades, las relaciones y el
funcionamiento de las actividades, en las aulas y en los espacios comunes. Las

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normas se discuten y se elaboran, adoptándose éstas según el procedimiento
previsto en el reglamento. Tales normas se imponen también a los docentes, los
cuales deberán acatar con rigor las leyes comunes establecidas.
Pero la norma puede evolucionar, siendo esta negociada, creada y
modificada. Toda la comunidad educativa sabe que puede proponer, según un
procedimiento determinado, enmiendas y modificaciones ante una nueva
necesidad.
Por último, expondremos un ejemplo de unas posibles normas de
convivencia que podrían ir incluidas en el RRI (Reglamento de Régimen Interno) de
cualquier centro educativo:

(A) LIMPIEZA Y MANTENIMIENTO.

- Los alumnos deben colaborar en mantener la limpieza del centro. Cada
uno es responsable del buen uso y pulcritud de su mesa y silla, y todos
los alumnos de un grupo, del buen estado general de su aula así como
de las parcelas de pasillos, taquillas y servicios aledaños.
- La suciedad fuera de lo usual de cualquiera de esos ámbitos implicará la
obligación de limpieza por parte de los responsables (pintadas en mesas,
paredes, papeles en el suelo, servicios, etc.).
- Del mismo modo, serán responsabilidad de los alumnos del grupo
correspondiente, los desperfectos de cualquiera de los elementos del
aula o aledaños no atribuibles al desgaste por su uso normal: cristales,
persianas, mesas, sillas, pizarras, luces, armarios, tablones de anuncios,
papeleras, cisternas,...
- Es función del consejo de grupo dar parte en Consejería de la suciedad y
desperfectos anormales que observen en su aula o aledaños, tanto si el
deterioro es cometido por el curso como si no, a fin de proveer la
reparación o limpieza correspondiente, así como delimitar
responsabilidades si las hubiere. Los auxiliares de control controlarán
diariamente el estado de conservación de las aulas y el mobiliario e
informarán por escrito al Equipo Directivo de las incidencias.
- Las faltas podrán ser objeto de sanción por medio de una amonestación
escrita a los alumnos responsables y, en el caso de reincidencia, podrán
ser consideradas como conductas gravemente perjudiciales para la
convivencia.

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 - Se considerará conducta gravemente perjudicial para la convivencia
romper elementos de la instalación eléctrica o de seguridad
contraincendios, salir a las terrazas o sentarse en las ventanas.

B) USO DEL ASCENSOR.

- El ascensor podrá ser usado por todos lo adultos que trabajen en el
centro. Su uso por los alumnos queda restringido a aquellos que tengan
una limitación física, temporal o permanente, que les dificulte el uso de
las escaleras.

C) EVACUACIÓN DE ENFERMOS Y HERIDOS.

- Los enfermos o heridos cuya lesión se produzca en el centro deben ser
trasladados a un centro médico o a su domicilio según las circunstancias.
- Si la lesión se produce estando el alumno en clase, el encargado de su
evacuación será el profesor correspondiente.
- Si el incidente se produce en cualquier otro espacio del centro, los
encargados de la evacuación serán los profesores de guardia.
- En cualquier caso el centro proveerá los medios de transporte
adecuados.

D) DESALOJO INJUSTIFICADO DEL CENTRO.

En caso de falsa alarma que obligue al desalojo del centro con pérdida de
tiempo de clase, se procederá del siguiente modo:
- Una vez desalojado el centro según el correspondiente Plan de
Evacuación y establecida la falsedad de la alarma por los funcionarios
competentes, se retornará al centro.
- Se retomará la actividad del centro educativo en el mismo punto en que
se abandonó a causa del desalojo, a fin de no facilitar la coartada de
quienes quieran suspender un examen o tengan cualquier otra finalidad
no educativa.
- Quedará a criterio de la Dirección del centro la flexibilización de horarios
del resto del día a fin de no prolongar en exceso la jornada lectiva.

E) JUEGOS.
- No se podrán practicar en el centro juegos violentos ni de azar.

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F) VENTA Y CONSUMO DE TABACO Y BEBIDAS ALCOHÓLICAS.
- Se prohíbe la venta, distribución y consumo de tabaco y bebidas
alcohólicas de acuerdo con la LEY 5/2002 sobre drogodependencias y
otros trastornos adictivos.
- Artículo 30.6.b): En ningún caso se permitirá la venta, suministro y
consumo de bebidas alcohólicas en los centros educativos de enseñanza
primaria, secundaria y especial, así como de enseñanza deportiva.
- Artículo 32.3.c): Se prohíbe la venta y suministro de tabaco en los
centros educativos de enseñanza infantil, primaria, secundaria y especial.
- Artículo 33.1.d): No se permitirá el consumo de tabaco en los siguientes
lugares: los centros educativos de enseñanza infantil, primaria,
secundaria y especial.
- Artículo 33.5: En cualquier caso... estarán convenientemente señalizadas
las salas o lugares destinados a fumadores y que en ningún caso podrán
ser zonas de convivencia entre profesores y alumnos, en el caso de los
centros docentes para menores de dieciocho años.

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