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TIERRA ADENI2C

Territorio indígeccí
percepción del eriiurno

Alexandre Surra!lií.s
Pedro García Hierro

Editores
1

TIERRA ADENTRO
Territorio indígena y percepción del entorno

Editores: Alexandre Surrallés y Pedro García Hierro

Copyright: Lo- autores y el Gritpn Internacional de


Trahajo sobre Asuntos Indígenas
(IIAjGIA)- 2004

Prodiicción editorial: Alejandro Parellada

Diseño d e gortada: Greclna Lai-idclt


. en base a dibujos del artista
huanbisa Gerardo Petsaín

Impresión: Tl~rr[iG~.rificaEdlcci~tion- Lii-iia, Perú

ISBN: ST-997311-60-1
ISSN: 0108-$927

Los editores de este li!iro q~:orerliosn<yradecei.ri tos nic!orrs, qicc coli 5::
profcsioiliilidnd e iiiterés Iinii ficilitndo ciiori~ie?iieiit' ::ila:rn tnrc-n.
Tniiibiéii qllereinos dnr lns grariiis n los tradi~ctorrs,Rosn Álvnrez,

1 1)
I G
GRUPO INTERNACIONAL DE TRABAJO
SOBRE ASUNTOS IhrDIGENAS
Clajsenrgade 11 E, DK 2100 - Copenhague, Dinarr.a:ca
Tei: (45) 35 27 O5 O0 - Fax: (45) 35 27 05 07
E-mail: iwgia@ii\.gia.org - Mlek rrrwrr,.iw.gia.org
1
l1
Rohcrto Ali~nrez-Orgni,Geiliiiin Crlig~,ctny Rugcr Snnsi, por el t:a!~a,io
de c ~ . c e I ~ ~ql~ejinil
~ c i n rcnlizndo. Q ~ I Y ~ C Ingrndeccr
I I O S asiniisriio a Gred-
iin Lnridolt por poiier iiii poco ritlarte en estas p:ígiiias, o Pin Tniii!:lrriiii
por ln correcció~tde te>-¿oy '7 Atrjnrldro Parellndn de ZWGIA por el
eiit~lsinsi?ioniostrndopor i~iiestroproyecto.
Introducción
Pedro Garcíri Hierro y A!ex.nt~Erc'Sitrrtrlléc ................................................ 9

PARTE 1: Cosn~os,nzturaleza y sociedad

Idas cosmologías Lzdígrnas de la Amazonía


Philippe U~ccot'n............................................................................... '. . . . . . . 25

PARTE il: árnh't


c~ os

,
El tio y el sobrino. E: rentesco eiitre
l.>?

los seres vivos según lo; Yagi:a

El crecimiento de las larni!ia~y d e los 6rboIes:


!a percepción del bosquc de los Huaorrtni

Mapas Carnal~s.El terriiorio y la sociedad Yaniinaíva


.,
Oscnr Cnlouia Soez .................................................................................... 121

Eorizontes de intimidad. Persona, percepción y espacio en ,,,,

los Cai-ido.shi
Sendas de unión eiitie niui-ido~.El espacio Tsachila
Moriiscrrot Veiiiiirn i Olirr ..................................................................... 7 63
Pedro García Hierro y Alexandre Surrallés
La geografía y la concepción de la historia de los Nasa
Jonr!i:r iin:~poport ......................................................................................173
a
l . A l ripiicnr Iiis r?i.ipo.ziiioi:es de esia parte de! Coiliiciiio,
Escribiencio la historia en el paisaje: espacio, Ics ~-Iiip;rio.~dr17crÓ11i-ecptircr In iiiiport1711ci17 e c p ~ c i 1 ~ 1
rniiología y i-itual entre la gente yancsha qirc ~ X I I i. i~ i ~~!ii::,rn$I/ ilnlorcs espirituaies de ros pirr-
iiics i!ila.twidos rc,::isi~> sir i.rl,icióii ccli I n . i i e ~ r no, ~t2-
rrtiorios, o coii aiiilios, se,yiíri los C:750S, q:rr oc1ip~711O
lcti!iznii deL71gii!i17iiinrier17, y t i 1 pfiiticfilnr, los rtsprctos
PARTE I I I : El terreno de la acción C O ~ ~ ! C !de~ ~c75n I Orcl:rciÓi~.
S

Territorialidad, eínopolítica dt.sarro!!o: 2. L;i iifiiiznciiíii drl t6i-iiriiio "!icrrns" rii los o;iíclrlos 15
A propósito del nioviniienio indígena y 16dcberd iiiciirlr:d ccjr:iep:ode i~rritcrics,iii que citbre
en la .4nmiioi-iía brasileiia In toinlidnd d ~ liil~itai
! d c 1;7s re~gioiies[;líe !os piic.blos
:riferesiidos ociipo!! o ~i tilizaii uie a!giri:n otra ii:n:icrii.

-lerritorio ccmo ci:erpo v ter-iiinrio Con\~eiiio169 OIT sobre I'ue1ji0:- Indí,OeiiaC,


Artículo 13
9
cor;;o naturaleza: idiálogo inte;cu!turnl? a
:3
Territcrioq i;;digenas: tocando a Ins puertas del Derecho
Ptdro G,ircíI~Hitrro ................................................................................ 277
D espuSs cie varios decenios de acción poiítica para legitiinai los reina-
nentes de sus territorios históricos, en el inarconormaFivo y simbólico
de 125 sociedades nacicinaies cioiirle se encuentrnn, los pueblos inciígenL+s e
deben respozder n la pregunta "¿y niiorii qlir'?". Esta pregunta, ~ l a i i t e a d a
por ii~s:itiiciont.s11persocas qiii i;;iii seguido este proceso, presupone que,
e
Reseña d e los editores .............................................................................. 307 eii térmiiios generaies, la titiilación de las tierras indígenas estáacep-
tablec~eiiteavaiuada j: que esa pririlera etapa (In de la cansolidi?ciÓ~~ del
derecho sobre el territorio) se puede coi~sidera:, en principio, suferacia. La
respuesta, no obstante, parece ob\ria. La legitimidad de las iierras asegurii
el pleno disfrute d e uii ri:oriiis i~iz~eitdi
ciiya coiitiiiuidad y evolución autó-
noma ha estado diiraiiteii~iichotiempo bajo amenaza. Pero, jcs realista esa
a
respuesta?, Les cierto que, con su título en mano, los piieblos y coiriimidades , a
indígenas podrán, ahora sí, dcse:ivolver SLIS visiones tc.rritoriales para
actuaiizar los iiiodel~sproducti~vospropios, las redes sociales latentes y la a
coil~~~lementariedad de i~iteresesen qiie se basa su idea de territorialidad? a
Hay que einpezar por decir que las tierras indígeiias Icgikiinadas duran-
1 •
:
te estos aiios no lo son en cantidad y caiidad aceptable. En inuchas ocasio-
nes no soii terriiorios o hrítiitats inkegrales, sino tierras superficinles, archi-
piélagos comiiiiitnrios oespacios iiiargiiiaks. H.iy kanibién que añadir qLie
'1 e
3. al rccoiiociiiiiento jurídico i;o le ncoiiip;ih~i~ rnecanisn-ios de segiii-idad L! @
F..
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capaces de controlar la mentalidad coloilial con la qiie las soci~dades Para intentar responder a estas ccestiones es necesario tomzr eii cl_iej?ta
rlacio~.ales asumen su relacióii con los territorio,^ indígenas y sus li¿ibi:a!i- que la legitimación de las tierras iiidígenas se ha producido 2cn:ro d e
tes originarios. Pero, además, sobre el es~aciot'ei-ritíirinliiidígena exist~ii a;i.,rcosjiiridicos construidos sobre concepciones espacialesirec~.iciiter,icn-
hoy día inucl-ios otros espacios sobre los qiie se coi-istruyiliiic'ieniidadcs !- ie coiitrapiiestas a aquellas que resultan de los procesos cuik~alc-sd e
vinculaciones sinibólicas al teriia tivas, en los que se iejeii rc.lacioiies sock?!cis c~r~strucción del espacio Ctnico de cada pueblo coma siijeto singular. Si el
especificas y sobre los que existen regiilacioncs e intereses niuy di.fere:ik<s nia:co jurídico da cuenta del estado actual de in correlaciónde fii-rzas ~ u . 2
z los de los pueblos indígenas. Muy especialmente est6i: las ci:-cun?cripcio- están en juego sobre una cuesti0r. determinada, en io que re_;pectüa los
nes administrativas del Estado, desde do:?de éste ejerce sil poder poliiico, territorios indígenas las coszs han avanzado lentas desde las ~ririwrñs
con sus ámbitos de adininistración descentra!izada, siis rescr\;as r'.i.eas invasioiies en iierras nniericanas. El derecho es una fuerza de iñ~acid:$i
iniangibles, su asignación de propiedacles, coiicesionss y dereclios a sil:: cbocida inusitada eii ciinnto se refiere a este y otros niuciios te::;a5. Y si la ..
aliados, o con su pcculiu~distribiición de los servicios pr';blico:: sobre la tenacidad de !os diferentes nioviniieritos iridígenas Re forzado !ogrd2s
base de criterios de costo-beneficio que, a r1.i vez, ejercen presiún sabre las incospechables hace cinco di.cxias, principaliliente en lo disctirsir-r,, i.1
tendencias de la ocupación espacial y sobre la cciifigurzción del propio visión coloiiial de los ordenamientos nacionales se resiste :. d ~ los r pasos
territorio indígena. Pero tanibiPn están los territorios de la empresa y el nece.5arios pa:a "descoionizar" la perspeckiva jurídica v alcanzei conieii-
niercado (locai, regional, nacioiial, glcbal) que se organizan de aci~cirloa sos interciilturales que permitan desarrollar ~r~oc',elos altemati\;o de \~ii:ci.i-
S U S propias finalidsdes, r ~ c o n s t r u y e n ~elo espacio d2 ac:ierdo nl rol qiici lación cie los diferentes pueblos cori sus entiir:-ios.
asi:;ii,m a !os recursos loca!ec. Hay que reconocer que los pueblos indígenas han realizacjc &iran:e ili
En esta confusihn IG; pueblos indígenas corren el peligro de perder C: paceso LIII esiuerzo de conciliación ji:ridica miicho más ger?eroso que el
coi~trolde sus decisioiies espaciales y convertir sus territorios tit::latlo en propiciado desde el aparaio norinativo esíata!. Los iiicií~;eiias,Yzrn coi;:?-
"espacios-objeto" listos para sil aprovechainien:~por el resto de !ot; ac7cii- guir asegurarseun destino, hnn ido integraiido y adapiancio a la icgalir'ad
? sus iiistituciunes utilizando, inti~itivanientey en la rncdid; de io posibic,
te. con los que inLeractüan.\'e.: en este piinto 311nciese concentran i-i?i~ci.ii.s
de ias iiiterrog.;ntes que surgen d r s p u k de la t i t u i ~ i 6 !r;~qiie coirip!ic~i-i la-. ofertas que en cada coyunliira parecieron propicias a la dciensa d e 51-1s
ia respuesta a ün dilema taii siinple como el de "¿y nkorl7 qiiL:?'' que, en ese intereses territoriales. Algunas de cstas opcio!ies, ob\;iarne~ltc,izn sólo iian
coi-itexto, cobra iin sentido niievo. No es una iiiterrogaiite planteada sobre triiido por finalidad ganar tiempo a la csprra de copntt1rr.s nds propicias.
la base de una cói-iioda seguridad :erritorial sii:n iin "alrora que'' p!antmdo ER pocos casos se ha buscado aceptar o iar. siqiiiern co~nprendi;de p a r t e
sobrc. iina nueva incertidi:mi>reliisiórica, sobre 1s ct~ncienciade la super- de las organizaciones iiidígenas la lógica subyacen te a instikuciones cainu,
posición de los diferentes espacios e intereses, de !a conflicti\;idad entre por poner un ejempio, la propiedad :i\,il rornaiia. Si se hari iiiteresacio Zn
ellos y sobre lanecesidad de optar entre di\'ersas forinas de ente1icit.ry ejercer csta institución, siguiendo el ejemplo, no hz sido por okios atribiitc!~qcepoi
:a territorialidad. Locierto es que el resultado, para los piieblos i;idíg*i-ias,c! ru "seguridad Frente a todos" (que ofrece u-ia lógica qu? busco ~rokcg.:;se
abandonarse a lógicas externas en la planificación o gwtion d e sus !erriic- de la agresi..ridad cie les "duefios de Ici !egiti!nidad0 inás qi:e aislar uii
rios, es con frec~iencialapobreza extrenio (e11!érniinos reales, no e!l térininc!:: espacio que, precisamente se conskii>-een base a relaciones socidles cci; ici
estaciísticos), la aceleración de 10s procesos de depredación de s.11s . recurso:;, "otros", sean vecinos, aniniales, vegetales u otros seres d-el'entoriio). :Vo
e! despojo de SLI patri:noiiio coleitivo y, eii iiiiichos casos, la disgregacióa o obstante, en su necesidad de adaptarse T. cada marco lega! cuyuntural,
el desplazamiento fuera de sil espacio territorial. Así, coi1 cierta asiduidad se niiichas cie las visiones e iiistituciories teriitoriales ii~dígenashan ido des-
viene producieiido un t i á ~ ~ s iinesperado,
to y a meiiiidoaceierado, de ia 1ii:eva y<irtiiandosu carácter, de niaiicra qiie las actuales tierras tihil3das ::ieiie;i
condición de propietarios a<gariosa la de pobres rurales. a ser e! resiiltado de toda iina larga historia cie pequcíios o grar.cles enfrerl-
Esta priinera pregiinta, por consigiiiei~te,encierra otras ii?iicliaspregu:-i- taniientos, así coino d e arreg!os, reniincias, resignaciones y adaptaciones
tas ii-iis: ¿las sociedades nacioiialcs han ~.lcanzadola iixadi~rez11ncesi-i.-ia hasta hacerla confusa incli~sopara los mismos ;-ioblndores.
para tolerar primero, compatibilizar después y respetnr por úItiino el ejcr- Por otra parte, la necesidad de constriiir fuerzas a!rcdedor de irisiones
cicio cotidiano de las diferentes concepciones territorixles de cada pi~eblo coi:iil.r,cs con capacidad ::iovilizadora ha generado :i11 disciirso ierritc-griai
esencialmente homog6neo qiie define ante las sociedades no iiidigenas iina li
1 que lo iritegra?iLa interciilturalidad es aplicable a1 árnbito cie lo terriko-
ria!?iEs posible para el Estado asuniir una persper:ti?:a alteriiativa a 12
visiói-i oiicial imperante qiie sitúa !os reciirsos territoriales legitimados a
1,
pretensi6n consistente jiistificacia en e! plaiio de lo ecai6gic0, a p ' j a d a eil
!a plataforn-ia de Los dereihos liiimanos coi1 argiimentos históricos y c ~ ~ l t ~ i -
favor de los piieblos iiiclít;eiias cuiiio bicnes, por f i i i , e11el i-iicrcado? rales. Ai concliiir los proctlsos y tratar de aplicar ese ciisiiirso a 16 realidad i?
y a i¿ concepción ter:itorial de cnda pueblo, los líderes del moderno niovi- concwto d e los r?plicgiies d e la frontera cultiiral y como efecto d e los
miriito liar1 encontrado muchas veces dificultades para traducir esa visión q~!rbrantainientos del tejido social en que se niaterializai~los valares e
c o m h en argiunentos específicos, convincen tes y dinamizadores y así orien- institi!cioncs d e cada puctiio, tencan éstos las causas que sean, internas o
tar esa r-iiieva eiapa que se les exige afrontar como consecuencia lógica d e exlernns. Uiiai'iiisis deeste tipo podría orientar estrategias pasa ~.isualizar
l a concliisión de siis procesos d e titulación. Lo cierto es que muclios d e esos el fi:tu;o d e la adininistraci6rLvuso de Ics territorios enel contexto moder-
procesos ieflexivos, In?pu!sados como "planes d e vida", iniciativas d e "or- no. >?os ref~rirncsa L I ; ~proceso interno que propicie el "aflorainiento" d e
denamiento ierri:orialr', p!anificación d e la "gestión territorial" u otros ios ii:idos que entorpeiien el fu:-icionamiento satisfactorio d e la gestióii cit.
similares, han servido para revelar, ante los propios pueblos indígenas, los los territorios. Dirl-(ode otra forma, entre la conqyista jurídica y la 2estiSn
estrngos piod.icicios no sjlo en su territorio sino en su propia visión terri- d e los reci.irsos tcrritoriales en el escenario globai se precisa una estación
tori;..I tras los contlicto:, d e hecho y conceptuales, por los que h a n tenido intermedia q i e peimi tn la recuperacijn del control del punto de vista.
q~it':rar;sitar parn iograr la legitimación d e sus actuales propiedades. Por Por n ~ e s i r otrabajo er,común como asesores d e la organizacióc regioi-ial
SL: par'Le, nii~g:irio cit. los modernos ii~strumentosd e gestión d e recursos iiidí~eiiad e San Lorenzo, e n ei Alto 4xazoiias peruano, y por :!.e<tkk
parece ser d e grai, ayuda a la 110i.i cie intentar que afloren aquellas viziancs experiencias i;roiesionales distintas, los editcres d e este libro habíamos
e n que se basaron 12s decisiories ieriitorin!es en el pasado más próximo. Y biiscado en z-iuci-ioicicaslones orientar nrnunientos iurídicos cobre la base
es que e! enfoque puesto en los recy...desprienta la visidn territorial. Los d e ciesi-ripcioiies ,inircpolót;icas. .4sí, frerLtea la inju-sticia de las atribucio-
l!rirnades "rtscu:sos" --el agua, los , , r ~ o s ,las cataratas, los animales, pero nes de derechcs pi.opietarios a c ~ l o n oys ganaaeros por desbrozar aigunas
tzmblt;n 12s personas, !os espíritus de! bosque y cada pequeño insecto- son !íectA;.e~.so ceycar con espino unos potreros, hechos posesorios deíinitivos
~ s i i ~ i c seres
r o inkegrantes d e u n espacio d e relación que a su vez les ideii- df ac~ierdo3: C(ídigo Civil, analizábamos la fuerza comparativa d e deinos-
:ifica en e! nii:o y les zikúa en la historia, en el medio ambiente, eiI la Ií.;iión d e los iopograilias miienarios quebalizan los territorios d e algunos
ecorio:nia y eii la soci-dad. Ese espacio d e relacijn no es un espacio repar- pueblos o los n i t c s y riko cie limites de otros; e l tratamiento !egal d e las
ticiu en zoi:as d e uso. Desde esta ~ e r s p e c t i v ael territorio indígena, lejos d e c~ncesionescli. caza deportiva lo jiizgábamos desde la perspectiva de tantos
conctit~iiri:11a extensión geoinétrica enmarcada en Iiitos físicos que separan pucbioz doíidc- aiiimales y hombres son parientes muy cercanc;- donde l
;

\; deliaitan, no 2s otra cosa que la conso!idación d e u n teiido muy especifico cada lino d e ellos, vivos o 1,; no, piiede traiisformnrse eri cl ctro; los lín:i:es
y sii-i,oiilard e \:í;~c;ilossociales entre los difereiikes seres que constikuyen el rorr[unales, ril2:-xigulares, deiinitivos, ios contemplábamos a 13 liiz de!
entcisi-io, eritre oirns, !as personas hiimanas y sus sociedades, cada uno con plano-mano que se abre y se cierra que nos presentaban algiincs piirblos.
siis intereses y ni-cesidacirs, qiie se vinci!lan en u n espacio determinado. En Y como 6stos, cuintos ejeinploc.
12ir.bién bajo estas perspectivas fuimos dándonos cuenta d e que m ~ -
7-
es!< :;~c:idi, el discurso po!ítico "indígena" ú~iico,que insiste, con acierio,
en Diierenciar la visi011ciccidenti?l d e una naturaleza-objeto que jiistifica su chos logros territoriales iiidígsnas podrían volverse contra la visión d e los
aprcyiaci611, si1 doiiiii-iaci6i-iy s u explolación y una visión indígena dende titulares si esac.cnnquistas ji!:ídicas (como la del título deprcpiedad cmnu-
l a nztu:n:czn e! !-iombre comparten relaciones esistenciales exigiéndose nzl) hacía;, i~lvidarsi! ::tilidad iiictrurnental d e simples etapas estratégicas
rccipr~cidac!y respetos r,litiios, debe ir ahora al encuentro d e las visioiies .. trzn t.? a :in ~~dt:~i;l!l?ifiito estatal i ~ s a p a az e comprender tina racionalidad
partiii!larei: qiie sin diida ni:trieron este discurso político. Si a la hora d e i territorid dife:.ente a la de!a propiedad ininobiliaria. En el Perú, por cjem-
i a s lucli2s tí.rii:oria!cs fue necesaria la iinidad discursiva para fortalecer la
unidad política, a la hora de retornar, en el día a día, el ejercicio de la
k-
i
plo, el título d < prs!,iedad comunal rio permite ia titiilación de supsrficies
extensas. P.luchas ritiilariones han dividido iin territorio ei-i varias :reas
kf~rritorialicialies inpo:ti:nie un retorno a lo específico. Al aplicar ese dis-
c u r s o a rea1iciai;c.s co:icretas nos encontramos con una gran variedad d e
f-i coni~:iin!es conc, ui-ia estrategia para adaptarse a las directrices del Minis-
terio de Agricultlira. Si, iina vez tituladas, se reci:p?ra !ii p e r s p ~ c t i v ,q~u e
[
posiliilidadcs er? cua:ito e refier! a las características d e la vinculación inspiró esta estrategia, todas esas fainilias y comunidades niantencirán u n
I
n-iaterial ); sir;19ó!ica d e i:!~puel-rlo coi-i su territorio. L aprovechaziiei;to eficiente d e los riciirsos coinunes y siis reiaciones socia-
En c.1 acriial ;rocc.so de recoi:stitución organizativa d t !os pueblos indí- les con siis parientes, 113hr;,3r,os o no. Pzio si por razones externas, como el
genas, la buen? ;obc:.iiaiiza del ierritorio cumple u n rol filndamentnl y apoyo de !os programas sociales 3 coii-iuiiidades individuairs 0 la adscrip-
miictios d e los pro!?ieni~s que hoy s e presentan a los diferentes grupos ción d e plazas de pi!esios piíblicos u otras similares, s e impone la lógica
debe:-i ser coiiicnip!ado. t.:nibién ri la luz d e la evolución d e las pautas d e una p r o ~ i e d a dinn.iobilin:ia zonificada y exclilyente, iniiy pronto keii-
e s gobit::iai~ la relaciói~consu territorio. El avance d e la J ~ g r a -
c ~ i l t ~ i r a lqk!e ., d r á i ~serios ~ r o b l e i n a ssociales uiia profiii?.da crisis respecto a su calidnci
dacirj:; iie Inc recursos ierriiiiriales puede \?crse entonces corno el resultado d e vida y su integi.iciad cuih~ral.
Llegamos ento~icesa la coi-;clusiór?d e que, en esta etapa Intermedia, drairiática que la de otras regiones del continente, por el simple hecho que
podíaii ser de mucha importancia Ics aportes de la antropología a los el proceso de cc~lonizaciónes más reciente.
programas territoriales de los ?iiebl~sindígenas'siempre que fueran ca- El libro está coinpuesio de tres partes. Una primera, titulada Coslrios,
p x e s d e sugerir miradas alternativas a la visión n-iedio arnbientalista nntiii-a!ezn y socieiind, donde se abcrdan algunos ejes centrales de la re!ación
predominante, fijada en el menejc cie 10s recursos, y de ser útiles para la de los puebles i~idígenascon su entorno. Una segunda, Ánibiios, doncie se
gestión territorial de cada pueblo específico en esta nueva etapa. No presentan siete eiti:dios de caso de relaciones indígenas con el entorno, el
pretendemos obviamenke ~iistituiriina reflexión que solo los pueblos in- espacio y el territorio. Una tercera, Ei terrel~ode la ~ccióii,donde se trata de
dígenas pueden hacer. Simplemente proponelnos algunos métodos para la situación de la territorialidad indigena en América del Sur frente al
, objetiirar elementos de estas percepciones distintas del entorno para poder Estado y otras irstancias no indígenas relacionadss con el asunto.
trabajar en el maiiejo del territorio sobre otras bases. También se irata de Así, la primera parte reljne dos trabajos que Fropoi-ien iiociones, gene- ,
demostrar que toda esta diversidad y comp!ejidad de las relaciones dc los ralizables al coi-ijui-itode los puebios arneriiidios, que pod;.ia ser muy
1 pueblos indígenas con su territorio, más aliá de una visi611 utilitarista, Gtiles para .!a compresión dr: ia percepción iiidígena del entorno y del
implica que todo acoso territorial significa un agravio a las persoiias que territorio. Philippe Desccrla nos sugiere una nueva definición ¿e la noción
forman estos pueblos. Es por esta razjn, entre otras, que hemos titulado clásica de aniinismo que se ha corivertido en un concepto fundamenta! para
el iibro Ticrra fiu'riit;~.'Tal y como lo define el Convenio 169 de la OIT, las comprender las relaciones q u e eskablecrn las sociedades coit:!as clenientos
restricciones, vioizciones y reii~iccioi~rs, jnrídicas o d e hecho, del derecho de ia biosfera. Según este auto;, la: ccjs1i1010gí;tsanimirias consideran que
a la integridad !erritorial de ios pueb!os: indígenas atacan froi-iialmente los la mayor parte de animales y plantas están incluidos en la comunidad de
derechos fundanientales de las personas que pertenecen a estos pueblos personas. El dualismo que opone nat~iralezay cultura, propio de Occidente,
puesto que se les obiiga U renul-iciar a la visióii que es fundaiiicnto de su es desconocido entre los indigenas de la Aniazonía. También lo es entre los
dignidad, expresión y esceriaris de su idci-itidad y fuente de los recursos pueb!os indígena; 6el Canadá subártico, que vivcn en ~ 1 1 1ambiente abso-
S c i i h r a l e s jr materiales que gara1;tizan cti reproducción. Es por eso q s e el !utan-iei-ite distiiitc, por si fuera aecesnrio precisar que estas f o r i n ~ sde
Convenio, cuondo sefiala que "los gobieriics delierríii respetnr 1i7 ii?ipor:nricin relacionarse con el el::orno no están determinadas por el tipo de ei~sistenia.
especi~,'qiie para 1ti.i c:iltiirn_;y ilíi10rt.s epiritirnles de los piir.hlos ii~teresoclos Unos y otros confieren a los animales atributos idénticos n los seres huma-
reu!sf~ sil relncióil coi! las tierrnj o territorios, y eli ynrtic!ilnr, los aspc.cios nos (iiitencionalidaá, conciencia de sí, emociones, etc.). Vna a e las conclu-
co!ccii;:os de esa r~locióii",está ubicai-ido el derecho al terrikorio d e los qinnes a !as q ~ ele ai?!or l!cr~u
-.-u a es que tin:o para !os püeT,!os d e l sur corno
piiebios i n ~ í g e n a por
s encima del dcrecho n la propiedad, aún incluyén- los del !-iorte del continente rimeiicano, lo quela ciencia "occidenta!" cieno-
d d a . Lo está ubicando en el centro de los der-chos c~nstitucionalesde mina natura!eza f(~rina parte dcun vasto conjunto de interacciones sociales
carácter fundacionai !la dignidad y el bienestar de 1; persona humana) y en el que el hombre no es inás que un actor entre otros muchos.
e n el meollo de los derechos h u m a ~ ~ ofiindainentales:
s la identidad, la El s e g ~ n d okexto de esta primera parte, de Eduardo Viveiros de Castro,
religión, la culixira, la vida, la sali~d,la libertad. Tanto respecto a cada se ha convertido en un hito para la ai-itropologíii ei-i general descie su
individuo como a los colectivos, de los que formn parte coino integrante primera versión e11 port~iguésdel año 1996. El autor examina í'ste aspecto
d e ur! determinado p~ieblo.Los textos que aquí presentan-ios son una del pensainiento, comúii sil muchos pueblos an~erinciios,que Ilnina "peis-
inuestia de esta re!oción con;p!eja dc los indígenas con su territorio y por ~ectivismo",según el cual e1 mu;ido está habitado por diferentes tipos de
lo mismo una llamada de akenciónpara que los estados sean coi-isecuentes personas, hiimanas o no, que eprehendeii la realidad según sus piintos de
con los comproiliisos que adoptar.. vista relativos. Es decir, en conaiciones normales, los humanos se ven a sí
Para la elecciór. de los textos publicados en Tierrnndeittro, heinos tomado mjsnios como humanos y a los animales como animales. Ahora bieii, lcs
" decisiones difíciles porque constituyen solo pequefias muestras d e la pro- animales depredadores y los espíritus ven a los huinnnos como animales
ducción de cada autor, miicl-ios de los cririles tienen irarioslibros deiiicados de presa mientras que 10s aiiimales de presa ven a los l-iuinar,os como
al tema tratado. Heinos intentado sobre todo privilegiar u~aciertadiversi- espíritus o coino aniinales depredadores, aunque cada uno de ellos se vea
dad d e experiencias tanto de tradiciones in!electua!es y países donde ios a s í misnio como hur~iano.Dicho de o!ro modo, una subjetivación radica!
participantes ejercen su profesión, cilmo de pueblos indígelias y teiiias se produce en este peiisamiento donde toda especie se constihye como
tratados. La presencia nutrida de.trabajos sobre la Ainazonía no se debe pers0r.a humana desde SLI propia perspectiva. El aiitor aiiade que solo el
solo al sesgo introducido por los editores, interesados en esta árm. El chaniáii está capacitado para tiascei-ider si1 propia perspectiva relativa y
territorio en esta región desudamérica reviste sin duda una diiiiensiói-iii-iás acceder a otros puntos de vista. Si la ciencia moderna busca ser objetiva y,
por lo tanto, es a través de la objetivaciói~que se accede a! coi~ocimicntr?, describir esto, el universo del parentesco se convierte eri un paradigriia
para el ciiamanismo todo sería subjetivo y la subjetilzaci0n sería la n-iai-icra idóneo de referencia y es por esta razón que los Yagua lo utilizan.
d e llegar al conociiniento. 1 i a u r a Rival por su parte explica la relación que un grupo cie la X n a -
Al animismo y al perspectivismo, dos formas re!acionadas y campie- zonía ecuatoriana, los Huaorani, establece eiitre s ~ percepción
i dci creci-
ncntarias de describir los modos indígenas de identificar a los no-htimancs miento d e las plantas y la orgariización de su vida socia!. Los '- J iuaoran~
y de ielacionarse con el entorno, se le opone la ideoiogía segGn la cual la identifican dos procesos distintos .de crecimiento y rnaduraci6n, que les
natura!eza existe; es decir que la existencia y desarrollo de c i ~ r t aentidades
s sirven para clasificar las especies vegetales y categoriznr los principios
se d e t e a un priricipio que es ajeno a la voluntad humana. Ei conjunto de sociales, así como para.expiicarse por qué su sociedad xrive ciclos ¿e p,tz
estas entidades conforma el ámbito de lo natural, dond? nada o c x r e sin y expansión s e g ~ i i d de
o ~periodos d e giierra y grave crisis dt.mográficr?.La
Liiia cama; pertenece a la ciencia de desvelar las leyes de estc oyder, prede- auiora sos.tiene desde uii piinto de vista etnográfico q i x izs caractcrísficas
tcrmiiiaí!o. Como que esta idea de naturaleza er el principio recior de toda sociales se derivan de la experiencia de los procesos biológico^, de la que
prác:lca cicnffica "ocridri~tal",las otras fcrni;?s de entenderías reiaciories Soii resultado directo; tesis opuesta, por consig~~iente, a la tcoria di:a!ista
con las otras especies como el animismo o el perspecti-isirLO pueden siis- de la relación entre nahraleza y sociedad, para la que la "nntiiraisza"
citar la curiosidaB, pero serán corisideradas como maneras erróneas cie aporta rep:esentacio:?es simbólicas qi?e explican la vida social.
concebir el enturno. Eso distorsiona todo ii-itento de acercarso a Linn icrda- Estos dos artículc.. nos miiestrari concreiamente para do? grupos Zistlri-
dera coriuiilcación iiite;cultural y especialmenie ciiando ésta se rt?fiere a las tos que la sociabilibad es el marco rie refziei~ciacie les relaciaiie:: co;i e1
relaciones de los pueblos indígeiias con su hAbitat. U:? paso rera avai-izzr entorno, de manera que e! territori..), in6s allá cie zna exien.si61-ipar?. Ii.
?ii este b i 6 l o ~ o seria considprar a los ii-isiriiinentos epi~temológicos1. ccn- sabsistericia y la reproducción social lixitadi! al c r u p locd qi:e ejcrce e!
O.
cs;,.tos ana!ít.:cos de las ciencias ainbienta!@s, sociales o jurídiczs como coztrol d e este espacio, pertenecería al ámbiio de :o social.
herederos ¿c una visión particular, hisiórica y cu!kci:a!z?~nte aeier:ninzcia, T-
esto tiene unas conseciiencias considerables prira la ;e~rrscntaci!j:i
\- pcrdo tanto tan válidos o tan relativos como las idezs inciígenas. Esto tanto jiirídica como de gestióri ambiental. Ya iio se trata cie dei'endc-: erpa-
~ o d r í a . , p e r m ~ ut icr acercamiento a formas alternativas dc considerar el
l/i
J cios susceptibles C.e pro-seer reciirsos, sino de c!~l.-.i?de:-!a integrikii! ~k Ei;e
entorno coi110 el aiiimismo o el pcrpecti~ismocon una rnuev?. miraba, q:ie sociedad que se extiende inds ailá de 1:i h!;ina!1ldad ;7a:.1 iiirl~iiia ;os oircis
perii?ita a la vez desarrollar una autacrítica de ias liniitaiiai-les de lo. iitiles seres del entornu. Éstos, convertidos en pcrso:?is por lrti eit.c:o; de ~ C t a
que einpleemos para abordar el di6l.ogo interci~liural. ; sociabilidad global, rio serían para el derecho c ~ n s ~ ~ ~ ~ cbjitos
d i ~ ~ ~ r i u
La segunda pirte del !ibro, que henios titulado A~t:i:ifos, es:: conipvesta de derec1;o siiio sujetos del n i i r ~ oa1
, igaai q::e los hunianus. i<c,cstanio;
por siete~~tlidios de caso concretos de formas de rclacior,~irseconel entorno "1ya x111ylejos de ia idea revolucioii~riade !a extensión. dc iierecl-ios1:u;xanc)s.
y el territorio. Según los temC:sqce cada iiiio de estos textos zborda -ara un a tos animales propuesta por los 1:-iovirnienio.i de protecci6n d r los aniii-ia-
p~lebloinciígena disiirito, esta parte puede aún subdividirse en tres: tina !es, que ios indigsnas ejercerían de hecl-io en sus terri'xins. Fi, cciiio pro-
~ r i n l e r adonde se trata de las relaciones con los elenicntoc del entorno iiiulga el convenio 169 de la OIT, la ley c : ~ n ~ u e t u d i n aes
r i ~ley
~ nxional en
(p!antas y animales en particular); uila seg~indaque versa sobre Iris concep- !os territorios indígenas y si en e s t ~ cirens
s tanto los h~iinanorcoiiio ior no-
cioi?es de! espacio; una tercera donde se abixda las forii-ias de inscripción liurnanos son personas, por lo tanto todo los elemenlos Uei entcrilo s i n
del tiempo eii el territorio. persoiias tambiCn desde un punto d e í.ista jurídico.
Roiuiie Cliaumeil y Jean-Pierre Chauinei! nos hablan de la inenerz corr,o La concepción del espacio y del territorio e,sel ieina dc Iris !res tcxtos qi;e
los Yagua de la An-iazonía peruana emplean el parentesco como lei-iguaje siguen. El trabajo deOscar Calavia S6ez nos poiic ante la parado;; ?c. cómo
para relaciofiarse no solo entre humano. sino coi? todas las espeíics vivas, la titulación de las tierras de los Ynmi11an.a bra;il,$ios, coi;.;ideraiir! c~o;%-
allimales y \regetaJes. Entre los Yagiia el ser hainai~ono :iene iiii rol prepon- lica, no ha estado acornpañzda de la seguridzii qiie las r,c?iesidades de este
derante í:re:~tea los otros seres del entorno, sino que coi~vivecon ellos e11 @i!po se elicuentren garantizadas y iniicho inenos futuro conio tal. E!
iii-ia simhicsis general que es concebida bajo !a foriria de la sociñbilidad. autor arguye que de hecho, diirante estos decenios iir ii:uiaciói-i, nunca se
Porque no es tanto la descripción comparada de las inorlologías de plantñs ha peiisado er. lo qiie podría ser la terrikcrinlidad 1;an-iii-ia~va.Parn !(,S
/ y ani:nales lo que está ei-i el fuiidan-ientode su sistema taxonómico, sino las k'aminav~a,~ o c inclinados
o a una vida demasiado sedciitaiia, el terriiorio
11 forrnis de sociabilidad que las especies establecen con los pi.opio~Yagua,
la manera de o:ganizarse eiitre ellas, los hrjbitats que frecuentan, en defi-
no es una extensiói-iprimera dentro de la cual h:.y qne establecer las rela-
ciones sii-io al contrario. A partir cie un an6liiis del siste:na d e noiiiinacióii
i~iiivn,las conductas ii-itei?cionalesqiie preseiitaii lcs scres \-ivos. Parn coleitiro y dc las relaciones sociales c!ue sc estabieci'n tntre 1 1 . ~diferentes
segrnei-ites sociales, el autor considera qüe,sin embargo, la idea de espacio A occidente y de tierras m i s bajas a más altas por la presión colonial que
rio está exenta de 12 concepción yaminawa, siempre y cuando ésta se corres- tiene sil correspondiente inscripción en el paisaje d e lugares sagrados. En
po:-ida con el plano espacial de la fornia que toma la red de relaciones resuiiic!~,una l-iistoria espacializada que coiifierc al pasndo iznediatez,
sociales: ui-i cuerpo social que se contorsiona según los avatares de la ta:-igibilidrd y ctplicabilidad en los conflictos por el territorio actuales, como
historiz y que debe dar cuenta hoy de la presencia indígena en la ciudad. ti.riikoria1c.s eran las dificultades d-1 pasado.
De forma similar, Aiexanare Surrallés pone de manifiesto la plasticidad I)c forrna similar que los Nasa y al igual que otras sociedades sin
del territorio y del espacio para los Candoshi del norte de la Arnazonía escrit~ra,los Yanesha de la ceja de selva peruana concervai-isu memcria
peruana. Para t.110 intenta describir las bases sobre las que se h~ndamenia ti-istórica por medio de narraciones y representaciones de mitos, tradicio-
e! espacio canooshi, empezando por describir las motivaciones y la anato- nes, ri:'ciierc'.c.s,ritos;" prácticas corporaler. Fero, segú1-iel trabajo de Feinai-i-
mía interna ael sujeto perceptivo frente a este espacio. De este ejercicio surge do Crintos-Granero,en la sociedad yancslia todos estos mecanismos conflil-
una perspectiva que empieza en los espacios internos a e la persona para yen c m iina I~rácticamnemónica ixayor: la de "rscribir" la historia ei-i el
abrirse al mundo sin la discontinuidad objetivadora propia de la "episte- paiszje. Esta "escritura topográfica" constituye para el autor unsisten:~cie
niología moderna". El resultado es im espacio vivido inás que concep- proto-escritura basado en "topogranias", elementos aisla~~os d d poisnje
tua!izado donde lo importante no es cartografiar una extensión estática iinbuidcs ¿e significado histhico i través de mitos y ritos. Con~i~iriados ae
sii-io percibir ?:n entorno dinimico y poder iiiteractuar con los e1er:entos n:?iiera secue:iciai o i-ia-seci~encial,estos eiemeritoc se con~:ier:eii en "to-
qu2 :o componer,, a su irez dotados de subjetividad. pcgrntos", es decir, e:i ui-iidad?~iiarrativas inás largas. I'or niedii, de esti
Por su partc, 3fontserrat Venkura i Oller analiza la espaciaiidad de los ii-ie~a:~i~mo inneniilnico el pueblo ya:iesl-ia !ia coi-iser~izdo no sc?J,~
la riie~:io-
i sachila de Iac tierras bajas occidentales ecuatorianas, interesándose por r!a de la co:isagra:ic:i de s u territorio tradiciorial en tiempos n-i'ticos, sino
los raiilincs que surcai-itanto el paisaje terrestrecomo las otras dimensiones también la rjr su despojo y prcfanadói-i en tiempos mSs resientes.
de la cosmologia. LOpropic! del espácio para los ,Tcachila sería la posibi- Estos dos artículos sobre la iixcii?ciói-i de la historia en el esp:i.cio nos
iiiind de estebic.cer vínculos a través de pasos intercomunicadores. Esia deii-iuertian de una foriiia rotundn que el t~rritorioes m%sque uri espacio
vol un::^ de trazar \iias hacia la alieridad i-io se limita a una fiiosofía sociai paya la superviv?nia. Ei :e:ri torio indígena guarda la mexoria dci piieb10
..
ao~ertaa otras ciilluras como ya se ha descrito para otros pueblos ame- que lo ocupa y ec Ir? fueiite de sil identidad. Estos sitios neii:oiiales i!ustrrín
rindios. SS trata sobre todo de un espacio ~ o r ~ c e b i dcbmo
o un sistema de igiialii-ente que el territorio iio es una superf cie for~nadapor puntos cqui-
nexos que desde el territoria\lividose extiende por toda la geografía cono- vs!cntes, sino una extensión s i ~ ~ u o formada
sa d e prominencias y pico: de
&>le pzra ten6i.r lazos con otras culti~ras,por el conjiinto dcl ecosisiei~ia iiiiensidad que coi-icei-itranvaiores especia!rnenie oig-iifiiativcs parz los
p2i.n viiiciilarse coi1 los no-hiimanos y, finalmente, por todo el cosn-ios pueblos qiie!o habitaii.
coricebiti!e para poder transitar entre ni~indos.Estos trps artículos sobre las i Lá tercera parte del libro, El tcr;.aic ile in accióij, reúne ires ri-íltixiones
concepciones del esp.?cio nosm~iestraiique el territorio no es una superficie i sobre In relació~eiitrc :erritoriz!idad iiidíge:la y cntomopolítico y adminis-
de espacios ciausurndos por sus límites: el territorio es un ámbito dinámico f trativo, e! Estado e n particuiar y sus ~gei-iciasde gestión ombie~tal.Sin
y versátil, rc8ejo de las kainas muitipolares de interacciónsocial, que forma . er,ihargo; cada unr. de estas contrib~cioiiesse interesa por aspectos distin-
sistemas coiicéntricos a partir de Ics puntos de iiit-erisid;:d generados por tos y se concentra e.n experiencias distai-ites cntrc sí. Para Hruce hlbert la
ei s ~ j e t :ciiie
) vi1.e este espc;cio,poi siicuerpo perceptivo y la red social doncie vresióii de la "fror,tera" desarroi!is:a snbre las socielades amerL7dias dt.
se r i ~ c ~ r e i ~ i r a . "
1-n -4niazonía nt>solo afectz el sisteinz productivo de estas íilkin-ii?~, tarnbi6n
La dimei7sion histórica de! territorio es tratada por las dos últimas igiiifica iniportactes niutacio~ieseii las coordei-itidas sociales y siink16licas
contribucici-ies de esta partc. El trab~jodeJoam-ieRappayort es uno de los de sus territorios. I,as identidades coleciivas q¿ie s e asientac sobre C S ~ R S
primeros 'cri ii-iteresrirse en este tenia en América ael Sur. En este estudio coorder.adas se vcn en consccuer-iciaasaltadas por grai~desducias. De esta
sobre ios Kasa de las tierras altas del sudeste de Colombia, tainb::ipn cono- maner,:, el enclavamiento territorial sumñdo a una identidad incierta pre-
cidos coii-ic P a h , la autora nos habia de cómo la l-iistoria de esta sociedad cipita estos grupos a un:. diniinica de "resistencia adaptatir?," que se
sin escritura se registra en ia geografía a través de uiia sacralizacióii de : convierte poco a poco eii un? dimensión crucial de s u re~roducciói-i socia!
ciertos i~igaresque sirven d e linderos para la defensa del territorio. Estor y cultiiral. Se corr-ipron-ieteii,por esta vía, er. procesos de reconstrucción que
?
sitios sagraaos permiten asiinismo trazar la cronología de iina 1-iis:oriaque depe:-iaei-itanto de los repertorios de legi:iinación impuestos por 10s estados
1 n o e s recordada por ios N a ~en i términos de sucesióii temporal de acoiite-
cimientos. Es eri cambio ui-ia croiiología de un ciesplazamieiito de oriente
desarrollistas y las orgaiiizacio:-ies de solidaridad como de sus propios
reciirsos políticos y siiiibólicos. Este artíciilo analiza esta dialécticz d e
e
recoinposición identitaria y territcri:.! a tri.vés del rnoviiniento indígeiia
e
conformado en la Ainazoi-iía bri..si!ei?a dc.spiiés de !as múltiples ii-itervei-i-
esta libre determinación y d e formas efectivas d e ejercer espacios d e aiito-
nomía, lo priniero que se ciebe combatir para inejorar las distintas fórmulas •
ciones por !. contra c.1 desarro!lo qize ha conocido la regióii desde los ai-ios
1970. Ei a i i t o ~]!ama la a tei~cióncobre los riesgos que cor,lle\,a el p;ogresivo
legales en las que se anipara el territorio iniligei-ia 1e;;itiii-iado en los distin-
tos países, es eii la prcteiisión del Estado d c segiiir poseyendo el u s o eco-
( a
deseritendimiento del Estado d e la ciiestilír. territorial indígena, dejando a
las ONG y otras ageiicias d e desariol!o líi ~esti6i-iprivada d e este asunto.
nóniico de los recursos e~isteiitesen estos espacios segú~;s c conveniencia •
En ese sentido, Albert sefiala que estz libercrizaciór, Cel inaiiejo del terri to-
y contra los tratados ii:it.riiacionales que en i ; i ~ c i ~ ccasos
s l-ia aciimido. E1
territorio iridígeiia necesita del derecho un trñtamiei~toii-iterculhiral cuya
O
rio puede ciebili tar fiierteinente el con troi de siis recursos en e! niorrento en figura política sea un tratnmienko con;titucional, con todo lo qiie esto con- 8
que los pceblos indigenns se encucntrei-is ~ n i e t i d oas la presión del mercado lleve para la definici5ii de los iundanienkns d e los e s t a d ~ saniericai;os.
sin ninguna restricción ni prc:ecciói-Ld e p r r e de lo administración pública Estos tre.; últlmos capítulos nos indican qiic la siti:aciOn d e la terri-
Otro riesgo, no menos ii;ivoi'tai-ite, es i;i necesidad pre8ada d e consecuen- torialidad iiidígeiia e n e1con:cxto polfi-ico-adiliiiiistrati\~o aciual, d o n d e Ics
cins nocivas qiie los pueblos,iii.díg~i-ias puedai-i tener de dar muestras de $11
ideiitidad adaptándola a la i m a g e ; ~ciiitiiralista y ec~iogistaque de e!los se
grandes esfuerzos para 13 tikii1íl~iVi-i1.a han ierminacio ;:d e lo qiie s e trata
es de ia gestión d e estos espacios, est6 someiida n un; tripie paradoja: e
espera, para czpiar recursos e r ~una sitiiación de libre competencia entre
pueblos irdígenas y -tras coit.ctividades.
después d e asumir coi-i !as diticiiltacies que todos conocenios los compro-
n-iisoc inherentes a la kitulacióii d2 tierras ind;genas, los eslados se desc!i-
e
juan .i\lvaro Esheverri, a cci:tiii:.iacirj~?, revisa la iiocióii d e territori? *-@** -. -- Uenden progrcs:yamei:ip d e sii rol cieiitro Cel niarco :ieolil.era! que rigc 1z @
usaclz i~abitueln-ienteeiiles u!anes d e ordenan-.iento territorial y el'tjercicio .política actual d e la rnayoria dc lcs pais-S del contiaenfe. Xiicira bien, c3ic
d~ ~!stahlecimiei;tc d i áreas gengrdficcs rvn sigiiificados asignados que lcs 1 desentendimieiito no incl~iyeel dcrecho qiie el Estacio sc reserva sobre
acompaña, a ~ a i t id-ina r expeiiencia c'.e geltien territorial en la A;r.azorii! algunos reciirsos, en partici:iar yaceiite.; en e! subcuelo,jiisianieiite aque-
co!oiiibiai-i:.. E ~ t eauto; propone ui:z d~~linici6i-i d e territorio zlkernati1.a 110s que preseíiti!n un I I - ~ o > . c ii-it<~i&
ezoii5n-iico. Porúlkii~io,eI? es!a co).iiri-
llamada "iio-areolzr", donde io importante i-ic son los atributos de cada 9-
)~
tura sin regiilaciones, los ~ u c . b l o sindigcnac deben cie hacer frezte a la
3
zona, %o la: i.elacioncs que cl espacic crt.2; es decir, no se trataría de i i i i gestión de lo m55 ir5gil,\ri!lriernble y poco íc.iit;i!,ie de sus territorios con la @
te:i.i:ofi~ i O I i c 3 un coiijuii!u d e Oreas sin;? (-or;-iola ixtenjión de un tejidc \ ayuda d e agencias ccji-i las q u e e l diálogo ei;: rcplet:, de malentendicios y
relacional. El buen manteniiiiiento d e !os cai-iales d e r e l a c i h perinite 1ir.a , c~i~tradiccioncs, ei-i u1-i sisteina d e libre corripe:ei-icia el-ikre colectividades
3
gesticín del territoriodonde 1os.difere:itesdgentes.ii~-iplicadospuederi resol-
$ . S
para captar reciirsos. 2
ver sus gifcrencias a través l e ur. inteican;bic) de intereses. Esta noción d e
territo$alidad, inspirada e n In qiie los pu2bios iiiciigc-nas proponen, en- t i
El conjunto d e las contrii,ucioncs presentadas en Tir~rnadci~fronos 1le;-a,
a marera d e concli:sión, a cnas i-onsiclerrciont~sgenerales. Este \-olumen o
cu2ntra ci-i la corpora!iriad su lei-igiiajr?:piilci6n vital d e cuerpos (indivibua-
les y sociales) qiie establecen c ~ i i a i e sa niedida que s e cesariolian, relacio-
Ni
b1 pretende ampliar la visiíin sobre 1s ti.rrito:.iaiidc:d indigena inostrnnac tcda m
nándose con otros cuerpos sociales y naiiirales; c.! terri :orio es este espacio
J
1 la comp'lejiaad cie una proLileinStica ioi;~les e co~ifroiiian~ e r s p r c t i v a s
culturales distintas. EII tiste srn!ilio,esta coinpilacibn 1-10smuestra que un2 •
doi-icie los apetitos de unos y citroc se plasniai;. La g~.stiónterritorial es la \O cierta antropología, aciisada a veces d e ser demasiado abstracka y d e esta:
b~ici-iagestión del coriiui-ito de estas pu1cic)i:es ri través d e !a relación.
6
El trabajo de Pedro Garcfa Hierro, para tc.ri:iinar, ncs hace un repaso d e Q a! margen del comproiniso político, p i ~ e d epropoicionzr las bases d e una
puestri en ciiestión conce1iti;ai radical: la ar,tropolo,gia ejerce así s u verda-
las condiciones d e desarrollo j;:riciico del cc;n:epto d e territorialidad indí- dera vocación humanista. 1-on-iarseen serio el discurso indígena y elevarlo
gena establecidas por la rclarióii. d e futrzas e x i s t ~ r ~ ten e , la coyuntura al rango de una verdadera filosofío critica, ciiyn e,~p!icitacióiireqiiera d e
actual, pritre e! Estado naciona! coil-io ún!io ente soberano y los pueblos toda la poteiicia d e u n peiisai~iientoabstracto, :;o es estar al margen d e las e
ii-iciígenas,a partir dedifcrei-ites rspei iericis pero sobre todo d e la peruai-ia.
Mientras a lospuebios indígenas no se 1 ~ ireconozca ; lz libre determinación
coyiinturas polílicas; sí es, por s~ipiiesto,u n comprcmiso vital para con
estos piieblos qiie d a n confianza y liospitalidad a los que nos interesamos a
colno p:ieblos, el ccncepto d e territorinliciad se ei-icuentra sometido a las por ellos y que esperan aigo ni65 d e la aiitropolo:,ía que la constatación d e
paiikas del cierecl-iocivil d e l-ierei-iciaco!onizi en América dcl Sur, donde la su aciiltiiracióii si no d e su disoliición (dado e! interés q ~ i csuscitan hoy
propiedad privada para el uso exclusivo de uii indi\xid~o-con fines iner- temas como la eniigraci6r., la n-iovilidad o !a Ldquisiiió~ide pautas d e
cantiles- ccnstitii\~estiiuridainento primero. Estn concepción está implícita conciucta "occidt~italec").Otras ideas en coinúii aparecen del conjui~tod e
en su aplicaciói-i, disiorsionando coinylctsmei~teel sentido del vínculo estas contrib~icioiies.El territorio s c ~ í i nla perccy:ci6ii iiidísei-ia no es u n
. integral que los piieblos iiidígei-ias establecen con s u liribitat. A la espera d c medio anibieiite susceptible d e dotar d e lo iieccszrio para : supervivencia, L.l
e
a
Plulippe Descola
CailCgc de Frr:ilce, Lnboratoirr d'ni~tirropologiesocinle, Poris

T a ciirnhre d: Bio so'crp el medio ambiente ha contribuido a reforzar la


L idea, qi:e ja exirtkt, de LIP. vínculo difuso entre las preociipxioner
ecológicas coiitenpor;íneac y !as inkcrro~antesrespecto a1 destino de la
Arnazonía. Parn !a oyi2iór. púbiicí. occidental, lo mismo qiie para los rne-
dios de comunicación, la selva amazúnica y sus habitaiites han cambiado
radicaimefitr de iinagen. E! iiifierno verde de los años 1960 ha pasado a ser
el pulrnón de iiuesrro p!aneta y su principal reserva de biodiversidad. En
ci:anto a las tribiis misteriosas e inqiiieksnter a las que, Iiasta hace poco
ticmpo, se respoiisabilizaba de la deszparición de exploradores tales como
Faxvceit o .!iTa;:frñis, se lian cci~vertidoen sociedades d2 sagaces botánicos
y de faiii!acólogos. Avatar más reciente de la figura filosófica del buen
sa:xrc;jc., !a Amczon:n eiicarila actua!inente, mis que ninguna ot;a r q i ó n d c
la T i e m ; ES:? punzante nostalgia que experiilienta el rn~indoindustria-
lizado por "ii i~iodode vida eii el que el equilibrio enhe el hombre y la
naturaleza debería haberse conservado en wrfecta iirinonía.
Como en cudquie: estert.oiipol esta visión de la Arnazonía rio rarzce
toialn?er.:e de fundamento. Es cierto +e, actualmente, la idea de que esta
región sería la ?iltima y !a m i s vasta selva tropical virgen existente sclbrela
faz de la Tierra ha sido, en gran medida, batida en brecha por los trabajos
de eco!ogía histórica (La\lallée 1996). La abundzncia de los suelos antro-
pog0nicos y su asociación con bosques de palmeras )? d e frutales sil: dst-res
~ i en esta región, la distiibi!cirín d e los tipos de selva y de
s i ~ g i e r e que,
vegetación es, en parte, la resultante de varics rnilerLios de ciiupación por
pobiaciones cuya presencia recurrente en los mismos Ii~gaiesha modifica-
do el paisaje vegetcl. Estas coiiceritracioiies artificiaies de ciertos reci!rsos
vegetales hdxhan inAuicio en la distribucicín y la deniografia d e la- especies
anirnnles qiie se nlinientaii de ellos, a pesar de que la nahiraleza ainazónica
es realmente i~iuypoco nntiiral ya que puede considerarse corno el prodiicto
ctilhiral de una manip~ilasióniiiuy antigua de la fauna y d e la flora. Aunque
invisibles para un obscrxiador no aavertido, las conseciiencias de esta aii-
tropización estin lejos de ser despreciables, especialmei7tr en lo qiie se
refiere al índice de biodivcrsidad, mAs alto en los sectores de -elva an-
t~opogénicosque ei-ilos de selva no modificada por e! hoinbre (Ea!ée LG93).
Hecha esta reserva, hay que decir que es cierto que las poblaciones
ii~dígeiiasde la Amazon;~y cie las Guyaiias lian sabido aplicar m a s
estrategias de uso de los recursos que, ami transforinando de modo diira-
dero elei-itorno,P.? alterabzn, en cainbio, sus principios de funcionamiento sociabilidad sutil en los que, día tras día, se van conciliando tinos seres que
ni sus condiciones de reproducción. Los estudios ecológicos y etnoeco- únicamente la diversidad de su aspecto y la falta de leiiguaje hacendistin-
lógicos efectuados desde hace unos treinta añds han mostrado la fragilidad tos de los humanos. Pero las formas de esta sociabilidad difieren según se
d e los diversos ecosictenias arnazónicos y también la diversidad y exten- trate 62 ~iar\:asO de animales.
sión del szber y de las téa~icasdesarrolladas por los amerindios para sacar Diiefias d e los huertos a los que dedican gran parte de s ~ tiempo,
i las
partido de! entorno y adaptar!^ a SUS necesidades (Balée 1994, van der niujrres se dirigen a las plantas caltivadas como si lo hicieran a nifios a los
flan~i:~en IB2). que conviene lleviir con mano firrne hacia 13madurez. Esta relaciónmater-
Se ha zpuntado la idea de que, más allá de los conocimientos técnicos, nal torna como modelo explícito la tutela que ejerce Nunkui, espíritu de los
bo:5nicos, agronómicos o etológicos puestos en ~rácticapor !os indígenas h ~ e r t osobre
~ , las piaiitas quc una vez creó. Los hombres, en cambio, coii-
e n sils actividad~sde subsistencia, era el conjunto de sus creencias religio- sidern:~a las presas de caza como cunados, una relación inestable y difícil
sas )i de sii mitología lo que debía considerarse conio una especie de saber que exige respeto mutuo y iircu.lcpección. En efecto, los parientes por
ecológico kanspuesto, canlo si se tratara de tin m o d e l ~metafórico del fun- uniones coi-stituyen la base de ias alianzas políticas, pero son también los
cionamiento de su ecosistema y delos equilibrios que deben respetarse pars adversarios más inmediatos en las -muy frecuentes- guerras de vendetta.
que este ~3cosisieinase mantenga en un estado de homeostasis. Contempla- .Así, pues, la oposición entre ccnsanguíiieos y aliados, las dos categorías
das desde esta perspectiva, las cosmolosías amazónicas comtituinan trans- recíprocainente exc!usivas que rigen la clasificación social de los .i?chuar
posicionss siíri!$!icas de !as p;opiedades objetivas de Un entorno especíii- yorientan sus relaciones con terceros, se encueiitra gn los cnniporlamientos
ro. .4i nienos en su arquitectura interna, serían el reflejo y el producto de la prescritos hacia ios no humanos. IJa:ieiites consanguineos para las muje-
adaa tación -por io d e n i s , lograda- a un medio ecológicocomplejo (Reictiel- . - parientes por aliaiiza para los hombres, los seres de la naturaleza se
,,e>,
Dolnatoif 1976). conv.ierteii total:ner.te enconipafieros sociales.
La iciea es seductora. En efecto, a diferencia del diialismo más o menos ~Queciaalgfin lugar para 111 naturaieza en una cosnio!ogía que coi-ifiere
estanco que, en iiuestra \lisió11 del mundo, rige la distribucióii de los seres, a !os animales y n las p!antas ¡a inayor parte de los atributos de la
liunisnos y no hunianoc, c.n dos campos raciicalmeiite disti~itos,las cos- !i:iníanidad? Por otra paric, ;puede mencionarse coinc espacio selvático
moiosias amnzónicas despiiegnn iina escala de seres en la que las diferen- esta selva apenas rozad2 por lcs Acliuai, a la que, sin embargo, 6sios
cias entre hoinbres, plantas y animales sor. de grado y no de iiiituraleza. Los describen como un iniiieiiso jardín cultivado cuidadosamente por ui-i
Achuar de la Amazonía ecua toriana, por ejemplo, dicen que ia mayor parte espíritu? Lo que nosotros lla~tiamosnaturaleza es aquí objeto de ui;a
d e piantas y de animales poseeii i?n alma (ívahn) simiiar n la del ser 1 rrlacióii social. Al convertirlo eii una prolongación de! mundo familiar,
huinano, facul:ad que los alinea entre las "personas" (ae~ifs)e n tanto que 1 se corivierte eri algo verdacierameiitcaoméstico liasta en sus reductos más
les colifieie conciericia reflexiva e intencionalidad, les capacita para expe- 1 iiiaccesib!es.
riinenlar emociones y les pcrmiteintercambiar n~ensajescon si1.siguales, así ¿Significa esin que los Achuar no iccoi~oceríanninguna entidad nahiral
como coi1 los miembros de otras especies, entre ellas los hombres (Descola en el niedio que ocupan? No cornple:a~ne!ite.El gra.ncoi?tiiiiririn social en el
1986). Se recorioce ai :unknn la capacidad de vehicuiar sin medi tación sonora . .-. que se inczcian huinciiios y no hiimaiios iio incluye todos los elementos del
p e n ~ i n i e n t o ys deseos liacia el alma de un destinatario, modiíica~docoii entorno, aigunos dc los cuales, carentes de alma propia, 110 se comunican
ello, y a veces liasta ignoidndolo este último, su estado d e ániino y sil con nadic. Así, la mriyor parie de los iiisectos y de los peces, las Iiierbas, los
corrportaniiecto. Para ello, el ser h u m ~ n odispone de una amplia gama de rnusgos y los helechos, los guijarros y los ríos permanecen en e! exterior de
encantniiiienios niágicos, los nllertt, gracias a loscuales puede actuar a la esfera social y del juego de !a iiitersubjetividad. El-, su existencia rriaqui-
distancia no sóio sohrc sus congéneres, sino también sobre las plantas, los nal y geii6rica corresponderían, quizás, a lo que nosotros llainanios "natu-
niurnales, los espírjtus y cierios artefactos. Para los Achuar, los conocimien- raleza". Por consiguiente, jes legítimo continuar einpieando este concepto
tos técnicos so:i indisociabies de la capacidad para c.ear u n niedio iii- para designar un segmento del n i m d o que, para los i\chi?ar, es iilcompa-
tersiibjeiivo en el que se ainplian unas relacioiies reguladas d e persona a rab!ementemás restringido que ei nuestro? Por otra parte,en el pensainien-
persona: entre el cazador, los animales y el espíritu señor d e la caza, así to moderno, !a naturaleza solamente tiene sent<dopor oposición a las obras
1 como entre las mujeres, las plantas de su liuerto y el personaje niítico qiie huinanac. tznto si a éstaslas querenios llamar culhira como si las coiside-
engendra !as especies ciiitivadas y ccntiníia, hasta aquel momento, asegu- rznios sociedad, historia o espacio antropizado. Una cosinología en la que
ráiidoles su vitalidad. Lejos de reducirse a un lugar prosaico proveedor de la mayor par:e de los aiiimalis y plantas está11 incluidos eii una coinunidad
??J aliinei~tos,la selva y los desbroces para cultivo son escenarios de una de persoiias con las qiie cociparten, total o parcialmei~te,facultades, com-
t
portamientos J. códigos morales o:dii~ariamenteatribuidos a los hombres cosmologías amazónicas iin carácter decididamente no antropocén!rico, en
'

iio responde en moao alguno a los criterios de tal oposición. tanto que el punto d e vista de la humanidad sobre el mundo no es ei de iina
Los Achiiar no son un caso excepcional en el mundo arnazónico. Algu- especie dominante qiie siibordina a todas las demás a su propia reprnduc-
nos centenares de kilómetros niás a1 norte, por ejemplo, eii la selva de la ciói-i, sino que es inás bien el que podría tener u11 tipo de ecosistema !:as-
Colombia oriental, los Makui-iapresentan una versión todavía más radica! ceiidental que sería conscieiite de la totalidad de las iiiteraccicnes que se
de una teoría del mundo decididamente no diialista (Arhem 1996)..4I igi:al desarrollan en su seiio.
qiie los Achuar, los h?akuna categorizan a humanos, planfas y aniinales Vol\remos, piies, a la pregunta iniiial: esta concepción sistcniática d e la
coiiio "gerites" (tlinsn) cxyos principales atributos -la mortalidad, la vida biosiera que parecen tener tantos pueblos de la Ainazonía 'seria una coi,-
social y ceremonial, la intencioiialidad, el conocimiento- son absolutamente secuencia de las propiedades de su entorno? En efecto, los ecólogos deíiiien
idénticos. En esta coniiinidad d e seres vivos, las disiinciones internas se 13 selva tropica; coino un,ecosistema "generalizado" que se caracteriza por
basan eii los caracteres particulares que el origen mítico, los regímenes una enoime~diversidadde las especies animales y vegetales, conibiii:~ti~
aiimeniarios y los modos de reproducción. confieren a cada clase de ser, y con un escaso efectivo y iina gran dispersión de los individi:os de cada
n o en la mayor o menor proximidad de tales clases al paradigma de reali- especie. Ininersos en una monstruosa pliiralidad de formas de vida que
zación que ofrecerían los Makuna. La interaccibn entre los aiiimales y los raramenke se encuentran reirnidas en conjuntos homogéneos, los indigt.n::s
serps hunianos se concibe también en forma de iina relación de aliaiiza, ainazóniccs quizás habrían sido incapaces de abarcar como an todo esii
ñi:nque ligeramente diferente del modelo achiiar, puesko que e! cazador, cong!ornerado dispar que solicita perinaiientemeiite sus facu!:ades se:;si-
trata su caza como un cónyuge potencial no como un cuiiado. Las cate- bles. Para resumir: al ceder por necesidad al esp~jisinodelo di;;t.rso, 110
gorizaciones ontológicas son todavía más plásticas qiie en los Achiiar, iiabrían sabido disociarse de su entoriio, incapaces de ciisceriiir, detr6s de
debido a Ia facultad de n:e:amorfosis que se reconoce a todos: los humanos la multiplicidad de las rnanife~tacionessin,oi?larss de la iiaturdez,~,s n
pueden convertirse en animales, los animales er, humanos, y el animal de profunda unidad.
srin espe:ie transformarse en animal de otra especie. Por tanto, 13infliiencia Es a ur,a iiiterpretación así a la que podría in\vilar~ios la obserl.~~ciór,
:axoiiÓiziica sobre lo real es siempre rel.~tivay contextiial, y el trucqiie heciia por Claiide Lévi-Strauss (1962a: 28-11cuando sugiere qiie !a sc!ca
permanente de las apariencias no perrnite atribiiir identidades eskablt>s SI
:ropical es, quizás, el único entorno que brinda apoyo a1 conccpio de "ino-
los componeiites \.ivos del entorno. noindi\:idiialidad", es decir, a la atribiisii'n de características idiosincrti-
Er, regiones forestales de las tierras bajas de América del Sur se han sicas a cada individiio de una especie. En un medio tan diversilicaiío, es
descrito niuchas cosmoiogías análogas. A pesar de sus diferencias, todas ~ o s i b l qile
c fuera inevitable que las relaciones entre individiios, a ~ a r e ~ i t e -
estas cosmologías tienen una característica c o m h : no establecen ningana niente todos distintos, primaran sobre la construcción a e macrocategorías
distinció:~csenclal y tajante entre los humanos, por una parte, y iin gran estables y exclusivas entre sí.
iiúiiierode especies animales y vegetales, por otra. La mayor parte de las No obstante, la existencia de cosmologías m ~ i parecidas
y elaborada.; por
entidades que pueblan el inundo están iinidas unas a otras en iin vasto pueblos que viven en uii inedio coinpletam~ntedistinto cons!it~ryeel priii-
c n i l t i i l l ~ u ~animado
:1 por principios iii-iitariosy gobernado por un régimen cipal argirnento en contra de esfa inteipretación. Es el caso, por ejemplo,
idénticode sociabilidad. Por otro lado, las características atribuidas a estas de los indígenas d~ la región subártica del Canadá, cpe, contrariarnenke 1'
entidades dependen menos de una definición previa de sil eseiicia que de los de la selva tropical siidamericana, explota11 iin entorno cociderable-
las posiciones relativas que ociipan unas respecto a otras en función de las mente uniforme. Las características del bosqiie boreal son exact~iiiente
exigencias de su metabolismo y, especialmente, desu régimen alimcntario. inl~ersaca las de la selva arnazónica: en el ecosistei-iia"es~ecializodo"del
L o que distiixgue a una especie cie otra es aquello de lo qiie se nutre y las primero coexisten Linas pocas especies, cada una de las ciiales est6 repre-
especies qu.e se la coinen, la comunidad cada vez diferente d e aqiiellos con sentada por un gran número de individuos. Y, sin embargo, a pcs ~r . de !a
los que entabla competencia en la cadena trófica; en suma, iina sociología homogeneidad de su inedio ecológico, los piieblos siibárticos no lo consi-
a e ia predación miitua niás qiie i ~ ncatálogo de rasgos inhrnsecos. La deran como i i i i caicpo de realidad autónoriia opiiesto a las certezas de la
identidad d e los humanos, vivos y muertos, de las plantas, d e los animales vida social.
y d e los espíritus es coinpletamente relaciona1 y, por tanto, está sujeta a Es especialiiiente en su concepto del mundo animal, donde los indíge-
mutaciones o a metainorfosis según los piintos de vista que se adopten, ya nas del bosqiie boreal i~~~iestrai-, la mayor convergencia (Bri~htmaii1493,
q u e se considera que cada especie piiede percibir a las otras según unos Désveaux 1995, Speck 1335, Tanner 1979). Lo rnisino que en la Ainazonía,
criterios y necesidades propias. Este liiperrelativisino perceptivo da a las la iiiayor parte de los aiiiinales se conciben coiiio pcrsoi-ias dotadas de uii
alma, lo que les confiere atributos absolutamente idénticos a los del ser nos. Evidentemente, a causa de los caracteres objetivos cl- su ecosistema, y
humano (por ejemplo, la conciencia reflexiva, la intencionalidad, la \;ida especialmente de las pocas especies vivas, esta red de interrebcio>es i-ioes
afectiva o el respeto hacia unos preceptos Plicas).En este aspecto, los grupos tan rica iu compleja como la de los pueblos de la seiva tropical; pero 12s
que forman el conjimto cree son especialmente representa tivos. Según ellos, estructuras de una y otra red son totalmente análogas, lo que exciuye que
la sociabilidad de los animales es parecida a la de los hombres y bebe de la segunda sea el producto de una adaptación a un entoriio ilids diver-
las mismas fuentes: solidaridad, amistad y deferencia hacia los ancestros. sificado.
Éstos son los espíritus invisibles que presiden las migraciones de la caza, Lejos de ser específicas, las cosmologías amazónicas vi:ziien 3 lunire a
gobiernan su dispersión y se encargar?de su regeneración. Por consiguien- una faniilia más vasta de conceptos del mundo que tia establecen rii.~guna
te, si los animales difieren delos hombres es únicamente por su aspecto, una distinción tajante entrena tural~zay sociedzd, y que i..acen prevalecer coma
simple ilusión de los sentidos, ya que las envolturas corporales distintivas principie organizador la circulación de los flujos, de las ider.tibzdcs y de
que generalmente muestran no son más quedisfraces destinados a engañar las sustancias entre entidades cuyas caracteristicac dependen nienos de
a. los indígenas. Cuando visitan a éstos en sueños, los animales se revelan una esencia abstracta que de las posiciones relativas que ccupan unas
tal como son en realidad, es decir, baio su forma humana. Hablan también respecto a otras.
el1 las lenguas indígenas cuando su espíritu se expresa públicamente du- Cuando se intenta ca!ificar estos sisteii-ias,es inevitable recordar uria
rante un ritual IIanado de la "tienda temblorosa". palabra. Una palabra sobre la que ia a n t r ~ p o l o g í ~conteniporánea
i ha
Sería erróneo ver en esta hui.~).?nización.de
los animales iirt simple juego corrido un velo púdico quizá porque recuerda coi-i deni~sia2acrudeza los
rnenial, una especie delenb .fajemetafórico cuya Gtilidad iin iría n;;!ci-10 más antiguos debates d e esta disciplina sobre la cuestión del erigen d e 12s
allá del cu~nplimiei-itode unos ritos o de la narracijn de unos mitos. lncjiiso religiones y las supuestas diferencias eiitre e1 pznsainiento priir!iti\.o y e!
cuando hablan en términos muy prosaicos de la batidá, de la muerte y del pensamiento científico. Esta paiabra es ani:-iiisn~o.zntrc otras cosas, el
consumo de la caza, los indígenas expresap siii nlngunii ainbigiiedad la aiiiniismo ES la creencia de que los seres "naturales" esiárt dotados d e un
idea de que la caza es uila interacción social con entidades p~rfectamente principio espiritiial propio y que, por tanto, es posible que Ics hombrcs
coriscientes de las coiivtnciones qiie la rigen Aqul, !o mismo qiie en la , cstíibkzcan con estas eiitidades iiilas reii,cione~esyecia!es: reiacionec de
inayor parte de liissocieciades de cazadores, es la manifestación del respeto protección, de seducción, de hosti:idad, de alianza o de intercambio de
a los animales lo que ga~aiitizasil coimiveiicia. Poi tai-ito, hav. que
-
evitar :t servicios.
las masacres: matar, pero limpiamente y sin -ufrimientos iriútiirs; tratar con Sobre el animisil-io así cntei-idido, la an:ropología contemporineñ ha
dignidad huesos y despojos; no ceder a las farifarroi-iadas ni tampoco
mencionar con demasiada claridad la suerte reservada s las presas.
Aparte de estzs señales de consideración, sin embargo, los relaciones
cor! los animales puedeii expresarse en unos registros más específicos. La
1 mostrado una enorme discrecióri, sin duda a causa del gi2i1 cambio 62
perspectiva introducido por Claude [Rvi-Stra~ss(i962b) en el análisis del
toteniismo. Rehuyendo explicaciones psicologizantes, evulucioi-iist2so uti-
litarista~que intentaban dilucidsi el nexo inístico y psr5cipativo que, se-
seducción, por ejemplo, que coi-$figurala caza a imagen de una amante; o gún se creía, existía entre ui-i g r u p ~de filiacióii y la planta o ei ar-iimzl que
la coerción mágica, que anula la voluntad d e iiná presa y la obliga a le serví2 de epónimo, Lévi-Strauss demostró que e: llamado ic,iemicrno 110
aproximarse al cazador. Pero la más corriente de estas relaciones, la que era r i á s que una lógica clasificatoria que utilimba las discontinuidades
mejor destaca la igualdad entre hombres y animales, es el vínculo dean-iis- empiricamente observables entre las esprcics, con el fin de organizar 1111
tad que el cazador estrecha a lo largo del tiempo con un miembro singular orden delimikador de las iii-iidades sociaies.
d e una especie. El amigo de los bo~quesse concibe a la manera de un animal Plantas y animales ofrecen un punto de apcyo al pensamiento clasifi-
d e compañía y servirá d e intermediario cerca de sus congéneres para qiie catorio y, a causa de las cualidades serisibles contrastadas que s u discoll-
éstos se pongan sin disgusto al alcance del disparo del cazador. Una tinuidad morfológica y etológica exhibe espontdxiea~nente,se co!ivierten el1
pequeña traición, sin duda, pelo que no entraña conseciiencias para los signos nptos para expresar 1netafórican:ente las diferencias necesarias para
suyos, ya que la víctima del cazado: se reencarnará poco des-ués en un la perpetuación d e la organización clái~ica.Esta interpretación recobra la
animal de la misma especie, siempre que sus despojos hayan recibido el explicación sociocéntrica que habían propuesto D~irkheimy Mauss (1903)
tratainien!~ritual prescrito. l
en su famoso ensayo sobre las clasificacioi~espriinitivas: no es la orgai-ii-
Así pues, al igual qiie los piieblos de la Amazonía, los de la región
siibártica conciben su eiitorno a ia manera de iina dei-isa red d e interre-
zaci6n cldnica la que proporcioiia el modelo de la ilasificaciún d e los seres (
de cada niedio, sii-ioque, por el contrario, seria las diferencias perceptibles
lacioi-ies regida por principios que no disciiininan a hiiinanos y no hurna- entre éstos las que ser\.irán para conocer las diferencias entre los clanes.
Al resoli-er de una manera magistral 1z ci~estióiide! totemisnio, la de- práctica científica, se Iia convertido par2 nosotros e11 un supuesto e n
mostración d e Lévi-Strauss contrib:iyó a qLrese olvidara cliie l.: nbjctivación cierto m o d o "natural", que estructura nuestra epistemología y, espccial-
de los no humanos por los humaiios podía conLebirse de otro niocio q u e n o mente, nuestra percepción d e los otros modos d e identificación. Por con-
iucra i~iediiinteun dispositi\.o clasificatorio. Al-iora bieii, cl aniinismo es sigiiiente, coiisideradosdesde u n punto d e vista naturalista, el totemismo
también iina fom-ia de objetivació:~social d e la- sntidacies qiie nosotros jr el animismo s e n o s aparecen como representaciones iiíielectud;liente
dei~oininailiosnatiirales, eii tanto que coniicre a tzlec entidades no sola- interesantes, pero fundamentaln-icnte talsas, como si !:!eran siinriles ina-
mente una? disposiciones aiitropccéntric-s -e-; decir, la condición de per- nipulaciones simbólicas d c este campo especííico d e fe:-ión-ienos q u e !!a-
soi-ia, a ineiiudo dotada d e palabra y posredora d e los afectos humanos- A mamos "naturalezri". Sin ernbñrgo, si s e intenia Sacci a'ustracci5n d e este
sino también L~IIOSatributos sociales. la jer~rqiiiade !as posiciones, d e los supiiesto, c o n s t ~ t a m o ques la existcncla de la nati!raleza como u n c a m p o
comportan~ientosbasados en el parentesco, el respeto hacia ciertas normas a i ~ t ó ~ i o myao no es u n dato bruto d e !a experiencia, como tanipocu lc) s o n
d e coi~ductay la obedienci:. a ccíciigos éticos. Estos atribiitos socia!es pro- los animales que hablano los víiiculos d e filiaciói: en+:.elos l?c>niSresy los
ceden del repertorio de cada ciiltura, que caracterizar6 sus relaciones con guacarnayris. Y todavía más: no existe iiiriguna jiistiíicaciún objeti.;a q u e
los diversos segmentos dcl entorno en funci6nde los inodos desociabilidad perniita afirmar q u e los huinanos forman una comunidad d e organismos
localmente dominantes: ios diferentes grados d e parei;tesco consanguíneo, totalmente distinta d e ios otros coniponentcs bióticos y ailióticos del en-
el parentesco po: alianza, la autoridad dei jefe sobre iiii p i p o local o del torno, tal como pcnsan-ios, y que 110 hay que co:il;iderzr qu? ios hurnancs,
1ier:nano mayor sobre !QS niencres, la ai;iis:ad ritiial, la hosiilidnd codifica- las ?lantas 1-los animales forman una cor;,ui:idad jeraiquií:ada d e perso-
da, etc. nas tolalmente distinta d e los minerales. la! como tier~dri-,a Densar , mi?-
E:) rste sentido, el animismo p~ied.2ser visto no corno ,111 sistema d e chas sociedades d e todo el niundo. Allí doride nosotros introd;ici:nos ei
categorización d e las plantas y d e los animalvs, sino coiiio u:\ sistema de lenguaje articulado la bipedia como criterios decisivos d e la hiimaiiidzd,
categorización d e los tipcls de rr!ncic!i~s«!:e los huinanos mantienen con otras culturac prefierenopar por cztegcrias r d s globalizad.oras basadas
los no huinanos. Los sistemas ;iníii?icosticnen, Fue=,una siil-ietría i:iversa en la dniniación, la iocoinoción aukóiíonia c la presencia d e rastras par-
a las cl~sificacionec:totthiica: eiiti2ndidzs en el iei-itido d e Lévi-Strauss, eii ! ticulares, como ia deiitición o la repiod~icci6r.isexuada.
tanto que no utilizan las rclaciccs difei.ei:ci?.!es entre los no lium,inos para ! No obstante, la idea de qiie la "nahiraiezz" es in-ia constrl-~cciónsocial e n
or~ienarconce- tua al ni ente la sociedad, sino que, por el contrario, se sirven Í perpetuo aevenir plantea un reto fonnidable a 12 antrop<:!o$a: 'heinos d e
de las cntcgo:ías eleriientales que estriictiirzn la vida social para ordenar
concepk:~a!iliente la relación de los hombres con las especies vives y, por 1 -restringir nuestra aniSiciúi>. de describir de Id manera inss fiel yosi'o!e !os
conceptos específicos que de su eiitomo han construido cierkas sociedades e n
derivación, las relaciones entie c.stas especies. En re-ume::, en los sistemas
toiémicoc, los no !ii.iniznos so;; tratados como signos, y el: los sistemas
aiií:nicos, corno el tkrnino de tina relacitn.
i épocas diferentes, o bien debemos biiscar cnos principios de orden qiiepcrnii-
taii comparar la diversidad ernpiricn, apa.reii!--.ilicn:e ii;huia,dc ini COI, ~pie;~js
de naturaiezaadtura? Por nu parte, me miies:io reticente a adnptar, eii esti,
.?,sí entendidos, ai~iniisnioy totemismo constihiyen lo que a iní ine maieria, LLM posicióii relativista, ya que, enke otras :azo;ics, tai persptctivñ
gi:staría Ilaniñr lnodos de identificñción, es d ~ c i rmaneras, d e definir las .. - supone lo que conviene establecer. En electo, el rcla6vismo tiene como corolario
fronteras propias y ajenas. Considerar1osco:no manifeskaciones 1egítin:as implícito la creencia en Lma naturaleza iiniversni que poseería en todas psrtes
del intento d e llar u n sentido al miindo suscitar<, sil: d u d ~ .dificultades
, las piopiedades y la:: froiiteras que nuestra propia cidh~rnles atribuye, y sobre
d e toda clase, especialmente a causa de iir.os supiiesios qiie derivan d e la cual se desplegaría una proiiferzción de sistemas del i n ~ n d oespeci;.les
n ~ i e s t r opropio m o d o d e identificación, es decir, del natüriiiismc;. Ei n a t ~ i - definidos por unensamblaje a:.bit~ariod e síri,bolos cuya funciói-iseifa cotiificar
ralismo es, simplemcnke, la c:ee~icia de qiie la iiatura!eza existe. Dicho d e este s u s t ~ a t iiahiral
o coi-isideredocomúii a todos. Desde este piiiito dsvista,no
otro modo: ciertas eatidades deben su exiskeiicia y su desarrollo a 'iin solamente ia causa niisnia de diferencias e!i las ioncephializaciones dei ani-
priiic:pio extralio a los efectos d e la voliintad hiimana. Típico de las biente s i p i e sin ser explicada, sino que tailibién, y a pesar d e todas las procla-
cosmologíns occideiitales desde Platón ;1 Aristóteles, el naturalisrno pro- mas relativistas, resulta lrnposible escapar de! ctnoceiitrismo, es ciecir, de!
duce uii campo ontoiógico especílicc, un iugrir d e orden y de iiecesidad privilegio concedido a la única cultura cuya definición de la naturaleza sirve
eii el que nada ociirre sin iuia caiisa, tanko si esta causa s e refiere a una de patrón implícito para medir todos los otros
instancia trascendei-ite como si es inmanente a la textura del mundo. En ~ u p o i i g a i n o spues,
, que existen estriickuras inuy generales qiie organi-
la medida en que el iiaturalisino es el priiicipio rector d e n ~ i e s t i apr»pi,i ," . 2a-i la manera en q u e las personas constri~yenrepresentacioi-ies d e su
cosmologia que inipregiia tanto nuestro seiitido coiiiúii conio nuestra medio físico y social. ¿Dónde hay que enipczrira biiscar para hal!ar indicios
* Las cosinologías indígcíias de la Ainazonía", de Pliilippe Descolz, ha sido
1,

d e SU existencia y d e s u inodirs opernildi? El punto d e partida que m e ha


parecido niás sencillo es el siguiente: u n rasgo característico de todas las publicado previameiile cn rl ii" 175, pp. 60-65, 1997, de la revista Miirido
Cieiitijcico.
coi~cept~ializaciories úel medio es que éstak se basan e n u n referencia1
aniropocéiltrico. Esta propiedad cenera modelos e n los que las categorías
y las relaciones sociales sirven de plantilla mental para ordenar el cosmos,
o bien modelos en los ciic las ciiscontiniiidades entre no hun-ianospermi-
Bibliografía
ten pensar las discontini~idadesentre h ~ i l i a n o s ,o, también, modelos
conio el n e s t r o en el q u s la naturaleza se define negativamente como este Arhem, K.
segmento ordenado Lie la realidad qne se desarrolla independientemente 1996: "The coslnic food weh. Human-nature relatedness in the Northwest
d e la acción humana. En todos los casos, es decir, tanto si opera por Arnazon"-en Ph Descola y G. Paisson (eds.), Mn:irrc niid Socieiu: n~itliropo!o~icnl
inclusión c a n o pcr e x ~ l u s i ó ila~ ,objeti~~aciónsocial
d e los n o hiimiinos no perspec!incs. Loiidres: Ro:;t!ecige.
puede disociarse de la objetivación d e los humanos. Ambos procesos se 6alée, U'.
basan e n la coiifiguiaci6n d e las ideas y d e las prácticas que, dentro d e 1993: "Indigeiious tr;!nsform-tion of Amazonian foiests: an exanple froili
cada sociedad, deline los conceptos de tino mismo y d e los demás. Ambos Maranhio, Brazil" L"1io11ii1re126-128, pp. 231-15-1.
1990: Footprinls of tl:,. joresl: k;ri"npar Etliriohotiiiiy. Nuev:. York Columbia
procesos iinplican el trazado d e unas fronteras, la imputación d e iinas University Press.
identidades y la elaboraci611 de mediaciones culturales. Es lo que yo he Bateson, G.
derioininado modos (!E identificación. 1977: Vers iirie I;:dlo~iede I"csl7rit. París: Le seiiil. 11973 Steps t o n ecolo,-j (cif iiiilid.
S i i ~einbargo, si qiieremos acaber con el dualismo y ccn el debate estéril Londres: Fontana].
entre uiuversñlismo y relalivisrrio qiie, en definitiva, no es inás que una Brightman, R.
reliquia de la dicotomi; i~aturaieza/ciiltura,es.i:ecesario dar un paso más. 1993: G.r~i$~ilPrej;: Roc!: Crer Hii111(l11-.4tiiii:nIReln!iciiciiip. Reikcle):: biiiversity
Ir r n á ~allá dei duaiismo, hacia una aribropología pienamenic n-ioius:a, iíiipli- of Ca1ifi:riiia i'ress.
Descola, Ph.
ca Cejar de trñtar a sociedad y a cultura, lo misinci qiie a 12s facuitades 1986: Ln rintirre do!ii:.zti.;?irr.Syi111~ol;ri:ie
rt p*.n:iis diiiis 1"éco:og;c des iicii;!nr, París:
hui-iia!ias y la naturaleza fisica, como sustancias autónomas einstai-icias Editions de la htaisoii de:: sciei:ces de l"honin?e.
causales. Esto permitirh abrir la vía a w a verdadera comprei-isión ecolíigica Désveaux, E.
d e la coristiti?ciÓr~d e las entidades individiiales- y colectivas. Es en este 1995: " Les Indieris soiit-ili par rialure rrspectueux de la natcre ? .4rithropos "

sentido origiiial de ima ciencia de las relacioiies, cuya feciu-ididad han de- 90, pp. 435-444.
mostrado ya Gregory Bateson (1977)y Claude 1,évi-Strauss, donde la ecolog'a Durkheini, E. y M. Mauss
puede inspirar a ias ciencias sociales :v. humanas, y no bajo las especies del 1903: Aiirrée soci~!ogiqlrc.6, p. 1 .
Lava!lée, D.
ticterrniiusmo gco,gáfico simplista quc se l-ia apropiado indebidamente d e la 1996: M:rririo Cic.rlfífico173, p. 920.
expxsión. Tanto si existen por sí mismas como si son definidas desde ei Lévi-Strauss, C.
exterior, tanto si son producidas por los hon-ibres conio si solamente son 1962a: Li; pciisée snirvnpe. París: Plon.
percibidzs por elios, tanto si son materiales como iimateriales, las entidades 1962b: Le Tot<;~iii~nic oiijoirrd'liiri. París: Presses i:rti\rersitaires de France.
q u e coiistih~yei-iniieskro iiniverso solamente poseen ui-i sentido y una ideri- Reicliel-Doln?atoff, G.
tidad a tr.ivSs de las relaciones que las instituyen como tales. Ahora bien, a 1976: "Cosmology as Ecological Analysis: a Vie\v froiii tlie Rain forest", Zdnii
pesar d e que estas eiitidades son, por derecho, casi infinitas, las relaciones 11,pp. 307-31s.
Speck, F.J.
que las unen no lo son; únicamente difieren los contextos históricos y cultu- 1935: Nasknyi. Tlic Snvnse Hiriiiers ofliic Lnbrndor rcl:iiisir!n. Norniaii: Lrniversity
rales dentro de los cuales se achia~izaflo no estas relaciones. Una antropo- of Oklatioina Precs.
logía no dualista debería fijarse como campo d e eshidio este proceso de Tanner, A.
actualización, los eiementos a los que se refiere, así como las circunstanias 1979: Briiigiiig Ho~iieAiii~ilnls.Rrlfgioiis Idcoloy!y niid Moae ofProdirciion oj' Adis-
y los contextos que lo hacen posible. O tnssirii Cr?e Hiiiitcrs. Ct Joilr.: Mcmo:ial Uiiiversity of Neivfoundiands.
I Van der Hamnien, M.C.
1992: El iiii;ric7jo[le/ riiirrido. Nnfirrn1c;n y sociednd eiitrr los Yirkirbo de lo Ai~inzoiiín
coloiiibinii.~.Bogotá: Tiopenbos.
-

a
Eduardo Vi~reiroide Castro
h?irsec Nacioi~lil,Río de ]niieiro

Ln rrlt:!ioidizd del espacio y de/ tie~iipolln sido iii~ligi~iodo


coii~o
si depeildie~cde ln eleccióii dc.1 obserandor. ES pcy,kitniiii~i~te e
!cyítiaio iiiiil~riro1 obserilndor si élfncilita lns explicczcioiics.
Pero !o qiif ! i e i e ~ i l n i l es
i ~ ~el clierpo de! observlidor, iio sir e
l?i~?it~. -
o
A. i\ Whi tehead
< .

A s í p i e s , ln reciprociiina' de e r s p e c i i v n s que i , :sidere ln rn-


*e
rircteri'srica propio de? pellsniniei~toiilítico pireU'e rei;tii~di~nr
1 1 1 1 llo~liiniode nyl!coci6ri tl~iiclloiiids vczslo.

:
i
i ' E. 1terna de este e c a y o es e1 aspec:~del pensn-iiento ameriiidio en e! qiie
se mai:iGestn su "ciinlidad perspectiva" (j.rhei11 1993) O "relatividiid
perspectiva" (Gray 1996): se trata de una concepción, común a iniichos
piieblos del continente, segúii iz ciial el inu:ido e s 6 habitado por diferentes
especies de sujetos o personas, humanas 1. no-humai-ias,ciue lo aprehenden
desde piintcns d e vista distintos. Las pren-iisas y coiiclusiones de esta idea
son irreciuc;ibles (como mostró Lima 1995:425-38) a nuestro concepto co-
rriente de relativismo con el que a primera vista parecen re!acioi-iarse, pues
se disponen, justz~nente,de modo exactamente ortogonal a !a oposición
. - entre relanvismo y ~uiiversalismo.Esta resistencia del perspectivismo ame-
rindio a los térmii-iosde nuestros debates epistemol6gicos pone en entredi-
O solidez y posibiiidad de extrapolaci6n d e las divisiones orit016,'01cas
C ~ la
que los sustentan. Ei-i particular, como nlucl-ios antropólogos ya !-ian con-
cluido (aiinqiie por otros inotivos), la distincióii clásica entre Naturaleza y
Cultura 1x0 puede emplearse para explicar aspectos o ámbitos de C~SXIIO-
losías no-occidentales si11 someterla antes a una crítica ehiológica rigurosa.
Ei-i el caso presei-ite, esta crítica exige la disociacióri y redistribución de
las ciialidades atritiiiidas a las dos series paradigmiticas que tradicional-
monte se oponen bajo las etiquetas de Natcraleza y Cuitura: universal y ,
:: particular, objetivo y subjetivo, físico y moral, hecho y valor, dado y cons-
- truido, necesidad y ecpontrineidad, inmanencia y traccendeiicia, cuerpo y
espíritu, ai-iimalidad y l-iiiri-ianidad,y otros tantos. Ese barajar las cartas
conceptuales nie lleva a sugerir el teiiuii-io iiirillii~ntiirnli~!~~~~para seiialar
uno de los rasgos que diferencian el peilsamiento amerindio de las cos- de que las "condiciones" no soii normales. Los animales depi-edadores y los
mologías "rnulticulhiralistas" modernas. Mientras que éstas se basan en la espíritus ven a los humanos como animales de presa, niienl-:as cpe los
implicación mutua entre la unicidad de la naiuraleza y la multiplicidad de animaies de presa ven a los humanos como espírihis o como anin-ialesde-
las culturas -la primera garantizada por la ii~versalidadobjetiva de los predadores: " El ser humano se ve a símisno como tal. L. Luna, la serpienke,
cuerpos de!a sustancia, la segunda por la particularidad subjetiva de ics el jaguar y la mzdre de la viriiela lo ven, sin embargo, como iin tapir o u11
espíritus y de! significado2-,la concepciói-i amerindia supondría, por el pecan', a los que ellos inaian", senala Baer (1994: 224) a propErito de los
conirario, una unidad del espíritu y una diversidad de los ciicrpos. La Machigueiiga. Viéndonos como no-hiimanos, es a sí mismos s quienes los
cultura o el sujeto serían aquí !a forma de lo universal; la naturaleza o el animales y los espíritus ven como humanos. Ellos se aprehende11 como
objeto, la forma de lo particular. ontropornorfos cuando están en sus propias casas o aldeas y consideran sus ,

Esa inversión, quizá demasiado simétrica para ser algo más que una propios hábitos y características como una especie de cultiira: ven su aiiineii-
especiilación, tiene que desarrollarse en una interpretación de las acciones to coino alimento humano (los jaguares venla sangre coino cer-teza de mc-iii-
cosmológicas arnerindias fenomenológicamente rica, capaz de determinar Jioca, los muertos ven a los grillos como peces, los urcbús ,:en ii :os gusanos
las condiciones de constitución de los contextos que se podrían ilamar de !a carne podrida ccrno pescado asado, etc.), sus atribiiios corporales
"naturaleza" y "cultura". Recombinar, por !arito, para a contin~acióndes- (pelaje, plumas, garras, picos) como adornos o instrumentos cul3lraiec, su
sustancializar, pues las categorías de Naturaleza y Cultura, eri el pensa- sistema social conio organizado idénticamenke a las insfiiuciones hii::-irinas
miento axerindio, no solo no t,?nen ios misrnos'conteni'dos, sino que Lar:- (con jefes, chamanes, ritos, reglis inatrinonia!es, etc.). Esse "ver co:iio" <e
poco poseen el mismo estatuto de sus aniiogos occidei-itzles; rsias categn- refiere li teralmente a los percep tos jrrio analógicarncritc a los coi-iccpios,pese
rías no sefia!an regiones del ser, sino coiifiguraciones relacionales, perspec- a que, eit algunos casos, el énfasis caiga más en el acpecto categorial del
tivas cambiantes, en resumen, puntos de vista. fenómeno que en el sensorial;de cuaiquier modo, los cham~ncs,~.t~es:ros de!
Como esta c!aro, creo que la aistinción natura!eza/cultura d-be ser ! esq"enia6smo c6smico (Taussig 1987:462-63)dedicados a ~omur*~?ca:.!. . r iO~ i i -
sometida a critica, pero no para ccncluir que tal cosa no existe (ya liay lnr las perspccti\:as que solo ellos atraviesan, estdn siempre alú para irais-
de~nasiadascosas que no existen). El "valor esencialmerite ai~tüdoliígico" ! formar en seiisibles los conceptos o en inteiigibles las ii~ti:icio!?es.
q u e Lévi-Strauss (1962b:327) le atribuyó será, aquí, entendido como u11 En resiimen, los anima!es son gente, o se ven como personas. Esta
valor esencijlniente comparativo. La floreciente industria d e :a crítica al
ca:Actei occidentaliza~itede todo d ~ a l i s m o
i-ia propusnado el abandono de
niiesira hereixia inteleckual dicokómica; el problema es bien real, pero las I concepción está casi siempre asociada a la idea de que la forina rnñ terial d e
cada especie es LEI envoltorio (iina "ropa") que esconde i.ina forii-iaiiiternz
huinana, normalmente visib!e tan solo a los ojos d e la propia especie o de
cont~apropiiestasmotivadas ctnológicaniente se han rediicido, !?asta ahora,
a aspiracioi-iei post-binarias más \lerba!es que propiamente concep:unles.
Prefiero, entretanto, relativizar nuestras diferencias, con-.parái-idolascoi1 las
diciinciones que efectivame~teoperan e11 las cosmo!ogías ainerindias.
i ciertos seres transes~ecíficos, conio los ciiarrianes2. Esa forma internñ es ei
espíritu del animal: una intencicnalidad o cubjetividau forn~aiixenteidén-
tica a la conciencia h ~ m a n arnaterializable,
, por decirlo así, ei-iGr.esqiierna
corporal humano, oculto bajo la niáscara animal. Tencirínnios ei-itcr~ces,a
- -- primera vista, ui?a distinción entre una esencia antropornorfa de tipo espi-
ritual, comfiii a los seres aniil-iados, y una apariencia corporal variable,
Ferspectivismo propia iie cada especie; esta apariencia no sería un atribüto fijo, .' cirio una
"ropa" iiiteicambiable y- desechable. En efecto, ia iioci6ri de "ropa" es una
Inicialmente, esta reflexión fue motivada por las abundantes referencias en de las expresioiies privilegiadas de ~iretnrriorjosis(espi'ritii, iniiertos y cha-
la etnografía amazónica a ui~ocoiicepción indígena según la cual el modo manes que asarnen formas animales, bestias que se transforman en otras
o s a tos aniniales y a otras subjetividades que
en que los seres h u m a ~ ~ ven bestias, hiimanos que iniiavertidame~iteson con-~ertidosen aniinaks)''<, y 9 i ~ -
pueblan el universo (dioses,espíritus, muertos, habitantes de otros niveles ceso omi-iiprecente en el "mundo al;an:ente I-raiisforinacioi1a1"(Iiiviere
cósmicos,plantas,fenómenosme:eorológicos, accidentes geog~Aficos,obje- 1990) de las cultiiras arnazónicas'.
tos e instriimentos) es radicalmente disti~itoal modo en que esos seres veri Esas concepciones son consignadas en varias etiiografías srirsirieri-
a los huinanos y se ven a sí misinos. canas, pero, en general, haiisido objeto de referencias breves y parecen estar
Típicamente, en condiciones nor~nales,los humanos se ven a sí misnios miiy desigualinei~teelaboradas en las cosmologías estudiadas'. Sambikii
como hunianos y a los animales conio animales; en cuanto n los espíritus, se encuentran, y con un valor quizá todavía inás definido, en las ciil:uras
3 g e1 hecho de ver a estos seres,normalneiiteinvisibles, es ya un signo seguro de la zona septentrional de América del Norte y Asia, y inás raramentecntrc
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alsiincis pueblos cazaiiores-recolectores tropicales d e otros coiitinentesh.En cr!aiido lo encontrarnos en la selva, resulte ser el disfraz d e un espíritu d e
América del SLU,las srriedades iicl noroeste ainazóiiico ofréceii u n desarrollo naturaleza completamerite diferente. Recordemos, por último y eii especial,
más con~pleto(ver Ar1ien-i 1993 y 1996, al que Se debe en biieiia parte la que si hay una noción particularmente iiniversal en el pensailiiento e
caracterización precedente; Reicliel-Dolmatoff 39%; S. Hugli-Joi-irs 1996).
F r r o soii las etnografias de Vilaja (1992) sobre el cai7ibalismo wrari" y la de
amerindio, es la d e un estado origii-iario de indifere~iciació~i
F* aiiinialtis, descrito por la mitología:
entre hunía:-ios

L i n a (1995) sobre la episteniología jiiruna las que hacen aportacioiies más
directamente relacionadas con el presente trabajo, pues sitúan !a cuestión cie
los puntos de vista no-humanos y d e la naturaleza relaciona1 d e las cztego-
(¿Qué es u n mito?) - Si se le pregiilitara a
proiiaiilr
f i n iildio anlericiirlo, rs riiicy
es iinnhistoria del tienlao e n el olie iloii~brcsv
r j ~ ~resyolidicse:
t. •
rias cosmológicas en el marco más amplio de las manifestacioiies d e una ani,nrilcc ' todnvh iio re distiiigilíari. Esa dt;/i!l;cióil i ~ i ;ynrcce 1111iy
ecoiiornía general de la alteridad (Vi\,eiros de Castro 1993,1996a)'. prof:ir~dn(Lévi-Strauss y Eribon 1988:193).
Se inpoiien algunas aclaracioiies previas. En primer lugar, el perspec-
ti7:ismo rara 1-ez se aplica incluyendo a todos los animales (aparte d e Las narraciones iníticas están pobladas d e seres cuya forma, noil-iSre y
englobar o t r o seres), parece incidir m á s bien en lar especies d e graiides comportamiento mezclan uiextricablemente atributos humanos y rio-hiima-
depredadores ';carnívoros, como el jaguar, la serpiente, el urubú o la arpía, iios, eii un contexto común d e intercomunicabilidad idihtico al que define
así con10 ci; !as presas tipicas d e los hiimanos, como el pecarí, los monos, el miuicio intra-humano actual. El perspectivisrno anieriridio tiene, pues, e n
lcs peces, !os venados o los tapires. Pues uno de los aspectos básicos, quizn, el mito su lugar ~ e o m é t r i c opor , asídecir, donde la difertncia er:tre puntos
e! aspecto cor-isiitutivo de las inversiones de perspectivas, se encuentra en de vista es al niisino tiempo anulada y esacerbacia. En ese discurso nbso-
los esta:iitos relativos y relacionales d e predador y presn". La ontologia luto, cada especie de ser aparece a los otros seres como se aparece a s í n1 15nia '.
znazcí:-iicn d e la depredación cts u n contexto pragmático !I teórico muy -como hilmana- y al mismo tiempo se comporta manifestaiido ya s u i ~ a h i -
-:opicio al peripectivismo. rdez.;i d i s t i n t i ~ ~yadeíiiutiva d e aiiiinal, planta o espíritu. Er. cierto niodo,
En seg~ii-idolugar, la "personeidasi" y la "perspectividad" -la capaci- iodos los personajes que pueblan la mitología so-i cliamai-ies, lo cu.11, dt.
daci de ocupar irn punlo dct visia- son una cuestión d e grado y d e sitiiación hecho, es afirniado por algunas culhiras an-iazónicas (Guss 19S?: 52). Di,-
m á s clu? propiedades iijas distintivas d e esta c nqilella especie. Algunos iio- curso sin siijeto, dijo Lévi-Strausc dei mito (19&:19); disciirso "sólo sujeto"
huri-ianos actiiaiizan esas potencialidades d e modo inás conipleio que otros; podríainos igualniente decir, liablando no d e la cniinciacióii del disciirso,
al~;ui-io~, ii:cli:so, las manifiesta11 con una intensidad supei-ior 1' nuestra sino d e su eniiiiciado. El mito, piinto d e partida u:iiversal del perspec-
prcpia especie, y, s n ese sentido, son "más personas" que !os humanos tivisino, habla d e iin estado del ser e n e l que los cuerpos y los nombres, las
(Halloiueil 19hO: 69). Por otra parte, la cuestión tiene una cualidad n l?or/r- almas y las accioiies, el )lo y el otro se interpenetran, sumergidos cii iin
ri::~!esencial. La posibilidad de que u n ser hasta entonces insignificante se mismo medio pre-subjetivo y pre-olijctivo. Medio cuyo fin, justameiite, la
rc.vc!e romo iin agente pr~soponióificocapaz d e iiiterveiiir eii los asui-itos mitologia s e p r o p o r e contar.
huinni-ios está s i e i i i ~ i eabierta; la ex17eriencia personal, propia o ajena, es Este fin, t a ~ i b i é ieni eI sentido d e finalidad, es, como salieinos, la dife-
más decisi::~ que c~aicluierdogma cosrnológico sustanti\~o. renciación entre cii!kura y naturaleza ai-ializada e n la moiiiimeiital tetra-
Por io demás, no siempre ocurre que se atribcya alma o subjetividad a los logía d e Lévi-Strauss (1964,1966, 1967,1971). Sin embargo -yesto ha sido
reyrest'niaiite'; indiviiiuales, empíricos, d e las especies vivas; hay ejeinplos r2lativainen:epoco destacado-, este proceso no nos informa d e una dift'ren-
d e cosinologías qiie iiiegan a tocios los animales pos-niíticos la capacidad d e ciacióii d e lo humano a partir d e lo animal, coino es el czso en niiestra
la ciii-iciencia ocleciial~;~~ier otroatributo cspirihial'. Por otra parte, la noción mitología evoliicionista moderna. Lo coildicióli o r ~ g i i ~ aconrlin l a /111i11:71:os
$4
d e espíritiis "diieiios" de los animales ("h~ladresd e la caza", "h4a~strosd e ani;lznles n o es 117 (~iliiiiolidild,si110 la /ilililntiidnd. En la gran división inítica, n o

los t>ecaríes",eic.) goza,como es sabido, di: eiiorme difusión en el continente. es tanto la cultura la que se aparta d e la naturaleza como ésta la que se d e j a
Estos espíritus-niaestrac, invariablen-ieiitc dotados de una intencionalidad de aquélla: los mitos cupntan cómo los animales perdieroii los atributos
análoga a la hiiinana, funcionan coi110 hipóstasis d e las especies aniinales heredados o niaiitenidós p o r los humanos (Lévi-Ctrauss 1985: 14,190;
n las y.ie estfin asociados, creando iin campo inier.;iibjcti\,o h~mano-aiiinial Brightman 1993: 40,160). Lo5 humanos son los que continuaroi-i iguales a
incluso a!lídonde los animales empíricos no sonespiritualizados. Tengamos sí mismos: los animales son ex-humanos, y no los huiliaiios e x - a ~ i n a l e s.' ~
tarnbiPn en ciienta qiir la distinción ei-itre los animales dotados d e alnia y los En algunas etnografías amazónicas se encuentra claramente forniulada
espíritiis-:1-iaetr0s delas especies iio sieinprecsclara o pertiiiente (Alexiades la idea d e que la hiin-iaiiiclad es la materia d e l p b l l r n l priniordial, o la forma
1999: 194): t i i iii-i,siei-i~prepucdc ocurrir qiie lo que parecía sólo i i i i 'iiiiinal original d e prácticailiei-ite todo, iio sóio d e los animales:
h wiitología dc los Crinrpn es, 1.11 grnli uiedida, la Iiistorin dr cónio, irno un lado prosopomórfico invisible es una premisa fundamental de muchos
n iri10,loj C::nipnfiiero:~ irrc~ersiliievi~rite tr~iisforrirndose11los prinie- aspectos de la práctica indígena, pero pasa al primer plano en un contexto
ros r~presclitniitc; dr i:iz~ers[:r especies deniiinin1t.sy plnntas, asíconio particular, el chamanismo. El c h a m a ~ s m oamazónico puede definirse co-
de cilcryos cclest-j o [fc ac~iíi'-oir!es~~'~griíJicos. [...] De este niodo, el mo la habilidad que tienen ciertos iiidividuos de cruzar deliberadamente
desarrollo d ~ r~17iaeraofire
i ir11 proceso de divcrsificriciói~y la I;:rmnni- las barreras corporales y adcptar la perspectiva d e subjetividades alo-
dcti es la si~siniici~z vriir~ora'fnin pnrtir de ln cirnl elliergieroii, si iio especificas, con miras a dirigir las relaciones entre éstas y los humanos.
todas, milciins ci:tegnrínj de seres y cosas drl i~riiílerso;los Caliipa de Viendo a los seres no-humanos como éstos se ven (como humanos), los
hoy son los drsc~na'iciitesde los Cnnipo ai~cestrnlesqire escnparoli n ln chananes son capaces de ascmir el papel de interlocutores activos en el
trr;ns,fornincilí?i(Weiss 1972: 165-70). diálogo transespecífico; aciemás, son capaces de volver para contar la his-
toria, algo que los legos difíciimenke pueden hacer. El encuentro o el inter-
Así, si nues!rñ antropclogía pop~ilarconsidera que la humanidad se ha cambio de perspectivas es un proceso peligroso y tiene mucho d e arte
elevado sobre sus orígenes animales, normalmente escondidos por la cul- politica, es decir, de diploinacia. Si el "multic~ituralismo"occidental es el
tura (habiendo sido en otro tiempo "completainente" animales, seguinios relativismo como políiic,?pública, el perspecti~rismochamánicoamerindio
siendo acimaies "en el fondo"), el pensamieiito indígena llega a la conclu- es el muitinahiralismo como palítica cósmica.
sióricontraria de que, habiendo sido enotro tienipo hiimanos, los aniinales El chamanismo es un modo de ackuar que implica un modo de conocer,
y otros seres del coc-íncscontinúan siendo liumanos, aunque de'modo no un cierto ideal de conocimiento. Ese ideal se encuentra por varias razones
1 en el poio opuesto de la episie:nología objetivista favorecida por la moder-
evidente. I
En resiiiiieii, para lcs ainerindios "el referencia1 común a todos los seres . nidad occidental. En esta últiina, la categoria del objeto nos proporciona el
d e la na tiiralcza no es el iiumvre en cuanto especie, sino la humanidad en ielos: conocer es objetiva; es poder distinguir en el objeto lo que le es
cuanto coiidicirjn" (Dsscola 1%6:170). Ccnviene destacar esta distinción intrínseco d e lo que perter-.ece sl sujeto cogriosceiite, y que, conio tal, fue
entre la especie y la coiidiciOn hunianasli pues tiene una conexión evidente ii7debidoy / o inevitabiemi-:,:e poyecrzdo sn ei objeto. Concicer,así,t.sdes-
con 1;: idez de !as ropas ail.ii-r,ales que esconden Liria "esencia" humanñ- subjeti\;izar, esplicitar la parte rlc! s:ijctopresentc en el cbjeto,de modo que
espiritiiai com8:i, y con el piiible~iiadel sentido general del persprcti~'lsnio.
'
se pueda reducir a un inini!;io ideal. Los s1;jt.t-os,igual que lor objeios, r ~ ; l !
vistos como resiiita~itesde procesos de ohjitivarión; e1 sujeto se constitu\..
o reconoce3 sI:~~ismo en los objetos queprodi!ce y se conoce objetivamentt
Chamanisrno cuando consigue verse "desde fuera", como un "eso". Nuestro juego epjs-
temológico se llania objetivacibn; lo que no fue objetivado permanece irreal
El pers~eciivisinoamerindio cs:á asociado a dos características recurrentes y abstracto. La forma de! Otro es la cosa.
en la Ainazcnía: ia valoriziición simbó!ica de la caza y la importancia del El chamanismo amerindio pa:ecc guiado por el ideal inverso. Conocer
charr.anisino". En cuanto 2 la caza, debenios subrayar que se trata de una es personificar, tomar el punto de vista de aqiiello~qiie deben ser conocidos
. -- - - -de aquello, o mejor, áe :?u$!; pues el conocimiento chaniánico se dirige a
resonaiicia siniiólica, no de ur,a dependencia ecológica: liorticultores esnie-.
rados ion10 los Tiikano y los Juruna -que además son princips.lmente pes- iin "algo" que es en verdad uii "alguién", otro siljeto o agente. La fornia del
cadcres-no difieren fundarnentalniente de los grandes cazadores de Cana- Otro es la personal5.
d á y Alaska en cuantri a la importancia cosmoiógica conferida a la depre- Para usar un vocabulario en boga, diría qiie la personificación o subjc-
dación animal (ieiiatoria o haliéutic3), a la subjetivación espiritual de los tivación chamánicas reflejan una propensión a iiniversalizar la "actitud
aniniales y a la teoría de qiie el universo está poblado de intencionalidades intencional" destacada por Dennett (1978) y otros filósofcs modernos d e la
extra-humanas dotadas de perspectivas propiasi3.En ese sentido, la espi- mente (o filósofosde la r~ieiitemoderna). Para ser más preciso -dado qiie los
1;:-üalizaci6iide las planias, nieteoros e instrumentos tal vez se pudiera iridígenas son perfectamente capaces de adoptar las actitudes "física" 11
coiisiderar secuiidaria 3 ¡a espiritiializñción cie los animales o derivada de "funcional" (op. cit.) e!i sii vida cotidiana- diría que estamos ante un ideal
ella. El animal parece ser el prototipo extra-huinaiio del Otio, manteniendo epistemológico que, iejos de intentar reducir a cero la "intencionalidad
una relación privilegiada con otras figiiras prototfpicas de la alteridad, ..,:
.*>-
ambiente" a tin d e llegar a una representación absolutamente objetiva de!
conio los afines". r ' . ~ . . mundo, toma la decisión opuesta: el conociinierito verdadero tiene coino
Se trata de una ideología de cazadores, pero es también y sobre todo una : meta la revelación de uii niáxinio de intencionalidad, a través de un proceso
ideología de chaiiianes La nocióii de que los iio-hiimanos actuales poseen .. . sistemático y deliberado de "abducción de la agencia (qcric!y)"(Gell1998)' .
- *.e
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e
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Antes dije que el cliamani~nioes un arte 1731íticii.Ahora diga qi!(i es que Animismo O
e s u n 17rtepolíticaIh .Pues la bueiia iiitei~pretacióiic1iani;íiiica es aqiiella que
consigue ver que cada accinteciinieiito es, en realidad, i!iia uccióii, uiia ex- E! lector habrá advertido que mi "perspectivisrno" recuerda la iiorióri de
presión de estados o atributos intencionales d e algún agiln:e (ibíd.:16-18). "aniniismo" recientemente recuperada por Descoln (1992,1496) para drsig- a
El éxito inierpretativn es directamente proporcioiial al orcicn d s ii~.teiicio- nar el modo de articulación d e las series naturai y socia! que serk simétrico
nalidad que s e consigiie atribuir al objeto o iioenia" . Un ente o i i i i estado e inverso al totemismo. Afirmando que toda coriceptualización de los no-
de cosas que n o se presta a la subjetivación, o sea, a 13' deieriiiinacldn d e humanos se refiere siempre al ámbita social, Descola distingue :res modos
s u relación social con el siijeto cognoscente, es cliñmanísticaniente i n i g -
nificante, es u n residuo epistémico, uii "factor impersonai", 1-esictente al
dc "objetivacióií de la naturaleza": el toteinismo, donde las diferencias entre
las especies naturales siriieii pard orgaiiizar 16gicaiiienie ei oixien inteii;a a

.
coiiociiliiento preciso. Hiielga decir que n~iestraepisten;ologíz nbjetivista de la sociedad, esto es, donde la relación entre nntiiraleza y ciijhira es d e
tonin el caming opuesto: consider;l la actitud intencional tiel seiitido co- tipo metafórico >-estámarcada por la d i s c o n t i i ~ ~ i d airitra
d e interseriai; el
n i ú n como una niera ficcion cómoda, algo qrie adoptamos c u ~ i . i d oel aiiirnisnio, donde las "categorías elementales de vida social" organi~ari!as
coinportamiento del objeto d e conocimiento es demasiado complicado relaciones eiitie los humanos y las especies iiaturales, definiendo así una
continuidad d e tipo sociornórficc: enire nnturaleza y cultura basa& en la
p a r a ser descompuesto en procesos físicos elemeiitale~.Unr. expiicaciCn
científica exi7p~tstivadel mundo debe poder reducir t o d t ~ , c c i ó na una
.
j atribución d e "disposiciones humanas y características scciales n los seres
naturales" (id. 199k87-SS): y ei iiatrira!isino. tipico Le las iosnio!ogfas
e
cadena cie eventos caiisales y estos, a interacciones materialmente deiisas
occidentales, que suponeuiiii dualidad ontoiógica enírcnatcraleza -ámbito
(riada de "acción" a distancia).
En definitiva, si en el n ~ i i n d onzturalista d e !a i n o d e r ~ i d a du n sujeto i
1
de la necrsidad- y cultura -ámbito de la espontaneidad-, regiones separadas
es uii objeto insuficientemente analizado, la convención in:erpretativa
amerindici sisile el principio iiiverso: iin objcto es u11 sujeto iiicnm:,le-
1
t.
por una discoiiiin~idadmetoiiimica. El "modo anímico" sería caracierís-
tico d e las sociedades en las que c.1 anima: es el "ceniro estratégico de la e
tarrimte interyrefado. Para esta última, e i preci:;~saber persoiiifi..i,:, pnr-
i
ohjetivación d e la naliiralczc7 y de su socializaci0n" (ic!.i992: li5), i o i ~ eno e
que t xi prcciso personificar para s ~ b e r13 . objeto d e la iiiter?re;ación es la
@
la América iiidígenz, donde reiiiii soDer'~no en las moríoiocías sociz.1es 9
despro:.istas d e segmentaciCiii interna e!nborsdi. Pero este "modo aníinicu"

tt'
ccintra-interpretación del objeto'": Pues ts!c? debe o ser esparidido hasta
alcarv,ar su plena forma inteiirional -de espíritu, d e animal e n su cara se puede preseiitar eii coexistencia o combiriaciúi~coii el tote:nisino, doiide @
)!
humana- o , como niínino, haber c!einoi,tradu s u relaciói. cun L ~ I Isiijcto, es síexisten esas segiliei~tacioiies,como el? el caso de los Bororo y s n dua1isi:io
decir, ser determinado corno algo qiie existe "en 13 proxiniiclad" d c un oroe/ bope (Crocker 1985). ,>
agente (Gell op. cit.). En lo que respecta n esta scgiiiida opció:~,la iden d e
q u e los agentes iio-hiirnanos se perciben a sí ~iiisniosy su compurtaiuieiito
La teoría d e Descola es uii ejemplo más de!a insatisfacción gencralizacici
con el énfasis unilateral e n la metáfora, en el tuteinismo y en !a lógica
e
bajo la forma d e la cii1ti;ra hmliiiaria deseiripeiia iin papel crucial. La clasificatoria que niarcaría la imagen Iévi-straussiana del pensamiento sal- 8
vaje. Esta insi..tisfaccióii IIT. s~iscitadorecientemente varins tenlativas de
traáuccióii d e !a "cultura" pcira los mundos d e las siibjctividades extra-
lilirnanas tiene coino corolario la redefinici6n d e varios eventos 11objetos - exploración d e la cara oculta de la luiia estructuralista que triitabaii d e 8
"nat~irales"como indicios a partir d e los c u a l i ? la ~ agencia social piiede rescatar- el sentido rzdical d e conceptos como "participacióri'. y
ser abducida. E! caso in6s coriiún es el de la transfocm;..ción cie ñ l ~ que, o "animisnio", apartados por el intclectualisi~iod e Lévi-Straiissx' . No obstari-
para Icis humanos, es Lin mero hecho siii m65, ea bruto, en u n iiiveiito te, está claro que muchas de las propuestas d e Dessola (conio él sería el
artificial o coniportamiento niiiyci\rilizado desde el plinto d e vista d e otra p r i r n e r ~en admitir) ya estaba11presentes e n la obra d e aquel autor. Así, las
"categorías elenientales d e estri;ct~:raci~jii d e la vida social" que organizan
especie: lo qiie Ilaniamos "sangre" es In "cerveza" ciel jaguar, lo que
teiici~iospor un barrizcil es para Ics tapires una gran casa cereinonial, etc. las relacioiies eiitre"hu:nanos y no-liunianos s o n eseiicialniente, en los e
L i s objetos artificiales poseen iiiia ontología ziiibigua que iio carece d e
interés: son objetos, pero apuntan iieresariainente a u11 sujeto, pues son
casos aniazónicos discuticlos por Descola, las categorías del parentesco y,
en particular, las categórías d e la coiisaiigi.iiiiida0 y d e la afinidad. Ahora
a
conio acciones congeladas, eiicarnaciones materiales d e una bien, en El Peiisfiiiiieiito Snlrlrijc podemos leer la siguiente observación:
intencionalidad no-i~iaterial(Gel1 1998: 16-18, 67). Y así, lo q u e unos
1lamai.i "natt~raleza"bien piiede ser la "cii1tura"de los otros. H e nquíuna ..l: : , E?ltrr las pobIacioi7~>~doi1Cl~ ~ O J Z ~ S y 117s~-;/7eiinli-
Ir7.5 C ~ ~ ~ ~ C I I C toth~iicns 1
leccióii que IA antropología podría aj>rovec1iar". zncio~ierfiiiicioi?nIrs
ticiirii i l i i i.cl~dil?ii~~iito
I?IIII/r~~dilcido,si 110 rsthii I
coii1~7lrtnii1critc
nirscrit~~s,
los ititercniiibios ii~nll.itirotii;i!es piieiieii ~71.c- i'.
a
a
4
porcionnr Ir11 inodelo directnnzeiitr nplicnllle n ln nirdincióli de nntlirnlezn tivas" utilizan las fuerzas naturales. So10 pueden existir relaciones socia-
y c ~ ~ l t i r r(1,évi-Strauss
n. 1962b:170). les, es decir, relaciones contractuales o instituidas entre sujetos, dentro d e
i la sociedad humana. Sin embargo, y este es el problema del naturalismo,
Esto es una prefiguración concisa de lo qlie inuclios etnógrafos escri'uieron ¿en qué medida son esas relaciones "no-naturales"? Dada la uiiiversali-
después sobre la función de la afinidad coino operador cosmológico e11 la dad d e la naturaIeza, el estatuto del mundo humano y social es profun-
Amazonía. Al siigerir, además, la distribución complementaria de ese damente inestable, y, como muestra nuestra tradición, permanenten-iente
modelo de intercambio entre naturaleza y cultura y de los sistemas oscilante entre el moi-iismo naturalista (dos de cuyas manifestaciones
totémicos, Lévi-Strauss parece apuntar a algo muy parecido al modelo : actuales son la sociobiología y la psicología evolutiva) y el dualismo
anímico aquí discutido. Otra coincidencia: Descola menciona a ios 6ororo ontológico naturaleza/cultura (cuyas expresiones contemporáneas son el
como ejemplo de coexistencia entre animisino y toteinismo; pero podría ciilturalismo o la antropología simbóiica, entre otras)'" SC-i embargo, la
haber citado también el caso d e los Olibwa, donde la cohabitación de los afirmación de este último dualismo y de sus correlatcs (cuerpo/mente,
sistemas tótelil y i~inilido(Lévi-Strauss 1962a: 23-33), que sirvió de base para razón pura/razón práctica, etc.) no hace sino reforzar el carácter d e
la oposición general entre totemismo y sacrificio (id. 1962b: 295-302), se referencia1 últirno de la noción de Naturaleza, al revelarse descendiente
puede interpretrir directamente en el marco de la distinción totemismo/ : en línea direcia d e la oposición teológica entre esta noción y ia de
aiumismo2'. Snbrei-iaturaleza, d e etimología transparente. Pues la Cultura es el xombre
Voy a centrar mi comentario en las- diferencias entre ani.nismo y natu- moderno del Espíritu -recordelnos la distinción entre Nnfiiriuis~eliscllnftrli
ralismo, pues es un buei-i punto de partida para la aprehensiói-i de la !;Geistec:viscei~scl~nfte~l- o, al meiios, el nombre del compromiso ii-(cierto
dilerencia característicz del perspectivismo ainerindio. Tomo las diferen- entre Naturaleza y Gracia. Por parte del anin-iismo, sería tentador decir
cias en un sentido ligeramente diferente del original, pues creo que la que la ineskabilidad está en el polo opuesto: el problema es administrar
descripción del nahiralisn-iomoderno e n términos exclusivamente de "dua- la mezcla de cultiira y naturaleza presente en los animales, y no, como
lismo ontológi~o"es algo incompleta. En cuanto al totemismo, me parece entre nosotros, la combinación de humanidad )- animalida(: qiie conski-
a:i fenón-iei-iol-ietero~bneo,más clasificatorio qiie ontológico: no es u11 sis- tuye a los hun.iar,or; la cuestión es diferenciar ;zna 1-~atcralezaa partir dei
Leii-iade rclncioiics entre natiiraleza y ciiltiira, como los otios dos i~-iodos,sino socio~norfisniouniversal, y un cverpo "particularrr.ei-itc" humano a partir
piiramente Iópicas y dife:ei-icia!es. Quedéinoi-ios pües, por
d e correlr~cioii~.s de un espiritu "piíbiico", transespecífico.
al-iora, con el animisino y el naturaIisn-io. - Todo esto esti miiy bieil; pero, jes reali~~eiite posible, y sobre todo
El animismo se puede definir como una ontología que pos tul?. el carácter interes~nte,definir e! aniniismo como una proyección de las difereiicinc
s,)cial de las relaciones entre las series humana y no-humana. El intervalo y cualidades propias del mundo humano sobre e! mundo no-hcmano,
entre naturaleza y sociedad es en sí social. El naturalismo se basa en el esto es, como un modelo "sociocéntrico" donde las categorías y relaciones
axioma inverso: las relaciones entre naturaieza y cultura son en sí natura- intrz-humanas son usadas para trazar mapas del iiniverso (Descola
les. En efecto, si en el modo aniinista la distinción ncituraleza/cultur es !996)? Esta interpretación proyectivista está explícita en algiinas versic-
iiiherei-ite al mundo social, pues nun-ianos y animales se encuentran in- . - i-ies d e la teoría: "si los sistemas totémicos tonian a la naturaleza como
mersos en el mismo medio socio-cósn:ico (y en ese sentido la naturaieza ri-iodelo d e la sociedad, los sistemas anímicos toman a la sociedad como
foril-ia parte de una socialidnd englobante), en la ontología naturalista la modelo de la nat~iraleza"(Ariiem 1996:185).El problema aquí, obviamen-
misma distinción es inherente a la naturaleza (y en ese sentido la sociedad te, es evitar una proximidad ii-icómoda con la acepción tradicional del
humana es un fenómeno na tural entre otros). Para el aniinismo, el polo no- término "animismo" o uiia reducción de las "clasificacioi-ies primitivas"
niarcado es la sociedad; para el naturalisn~o,la naturaleza: estos polos
funcionan, respectivamente y contrapuestos, como el momento de lo univer-
sal d e cada modo. Animisnio y naturalismo son, por lo tanto, estructuras
' a derivaciones de 1s n-iorfología social; pero también lo es snperar otras
caracterizaciones clásicas de la relaciónsociedad/naturaleza, en paíticu-
lar la que debemos a Radcliffe-Brown, en su primer arki'culo sobre el
asimétricas y rnetonímicas (lo que los distingue del totemismo, estructura to temisn-io" .
metafórica y sin~étrica)'~. Ingold (1991,1996)mostró cómo los esquemas de proyección metafórica
En nuestra ontología natiiralista, la articulación sociedad/naturaleza o d e modelización socicil de la naturaleza escapan al reduccionismo natu-
es natiiral: los humanos son organismos como los otros, cuerpos-objetos ralista para caer en un dualisino naliiraleza/cultiira que, al distinguir entre
en int~racción"ecológica" con otros cuerpos y fuerzas, regulados todos una naturaleza "realinente natiiral" y Lina i-iaturaleza "culturalmente
por las leyes iiecesarias de la biología y de la física; las "fiierzas produc- coiistriiida", se revela como una típica aiitinon-iia cosinológica, viciada por
la regresión al infinito. La noción d e modelo o analogía siipoiie una niciói-i d e los extranjeros como pertenecientes al ámbito extra-humano. El
distinción previa entre u11 d111tiiio en el que las relaciones sociales son etnocentrismo no sería as<el triste privilegio de los occidentales, sino una
>-
constitutivas literales y otro en el que son representativas y nietafóricas. actitud ideológica natural, iiiherente a los grupos humanos. El autor ilustra
E n otras palabras, la idea de qiie hiin-iai~osI\ aniinales están relacionados la reciprocidad universal d e tal actitud con una anécdcta:
p o r iina socialidad comúi: ciepeiide contradictoriainente d e una discon-
tinuidad ontológica anterior. El aniinismo, interpretado como proyección El1 10s Grniidcs Alztilins, nlglinos mios despli2s del dcscltbrinzierito dc
d e la socialiciad humana sobre e! niundo no-humano, no pasaría d e A~i~éricli, ri1i-ilIrcs los espnlioles clli:ifl¿~flli
coiilisiorics de iriuesiigaciórz
metáfora d e una metonimia, permaneciendo cautivo d e una lectura pi-irn ncrrigitnr si los irldios feníntl niriill O 110, éstos se dedicnbnri n
totéinica o c l a ~ i f i c a t o r i a ~ ~ . nl~bgnra :os Slnncos 911e capiirrnl~an,pnrn coiiiprobnr, despllés de 11nn
Entre las cuestiones q u e quedan p o r resolver está la d e saber si el pncicil tt' obs,~ri1ncicíi;,sr slis cndlííicres esinbnrz o n o slijetos a ln pirtrejac-
a n i n ~ i s m o p u e d edescribirse coi1io U i i USO figurado d e las categorías del ciórl (Lévi-Cirauss 1932:384).
Snibito hu:liano.-social para concep;ualizar el ámbito d e los no-liuma-
n o s y sus rslacioiies coi-i ei primero. Esto obliga a indagar hasta q u é Lévi-Strauss extrae d e estü parábola una iección paradójica: "El birbaro es,
piinto el perspectivisrno, que podría considerarse como uiia especie d e m i s que nada, el hon-ibie que cree i.n la existencia de la bar'uane". klgiinos
c o ~ o l a r i odel "animismo" de Descola, expresa realmente ~ 1 i - iantropo- arios más tarde, volvería a con!ar la anécdota d e las Antillas, pero subra-
centrismo. jQuC significa, al iiii y al cabo, decir q u e .os animales s6n yando 1s. asimeriía d e las perspectivns: en sus investigaciones sobre la
personas? Iiumaiiidad del Otro, los blancos rc.ciirríaii a ias ciencias,sociales; los indí-
Oira ciiest<ói~:si e1 animismo consiste en atribuir a los animales las genas, a las ciencias naturales; y si los primeros llegaban a la concIi?sión
rnisiliac facultades serisibles de los hoinbres y una misma forma d e subje- de que los I:idígrnas eran tiiiimales, los segundos se contentaban coii des-
tividac!, es decir, si los anirnñles son "esencialmente" humanos, jcuál es confiar d e que los blancos f~iesendi;linidades (ici.1955a: 6243). ",4 igrio-
entonces la diisrencia entre los huiiianos y ios ai~imales?Si los animales rnilcc &o!P", concliiía el 'iutor, la última actitiid era más digna d e seres
son gente, j p r ~ L I Cno nosvcn como gente? ¿Par qué, justamente, el pers- humanos.
pectivismo? Cabe tambi6n preg:iiI:ar si 1.3 noción d e forinas corporales La anécdota reve!z algo más, c o n o veseinos, Por ahora, ol~serven-io~ qie
coc:ii-igei~tes(la "ropa") puede explicarse, d e hecho, eii tér:i-iinos d e uiia su "tema" general es sin?ple: los indígenas, igual que los invasores euro-
oposici5i-i e i ~ t r capariencia )I esencia (Descola 19S6:120; Arhem 1993:122; peos, ~ ( i i ~ s i d e r a bque
m solfi.cl grupo al que .
pertenecían encarnaba la
-

Rivisre 1994; S. Hugh-Joiics 1996). iiumanidad; los extranjeros estaban a1 otro lado d e la frontera qiie separa
Por último, si ei aniniisn~oes iin modo de objetivación de la naturaleza a los humanos d e los animales y espíriius, la ci:iturz d e la naturaleza y la
e n el que el dualismo naturaleza/c~i!t~ira no está e n vigor, ;qiié hacer con sobreiiaiura!eza. La oposicic'in i~atiiraleza/cultura, o ~ i g e ny coiidición de la
las abundantes ii-idicacioiics de la centralidad de esta oposición ei-i las posibi!idad d e eh~ocenkrismo,aparece ccmo ununiversal d e la apercepción
cosrnologías surainericanas? 'Se trataría sólo d e otra "ilusión totérnica", social. EI: resuineri, la respiiesta a la pre:;uii:a d e los investigadmes espa-
ciiando no d e una proyeccicíii ingenua d e nuestro diialismo occidental? LES . iioles era afirma tiva: los salvajes, r e a l n ~ n t etienen
, alma?h.
posiibe hacer 1111 uso a e los coiiceptos d e Naturaleza y Cultiira que fiiera En el tiempo en que Lévi-Straiiss escribía esas líneas, la estrategia para
algo inás que sii-iópticc, o estos serían solo "etiquetas genéricas" (Descola hacer valer la plena humanidad d e los salvajes, y así hacerlos indishiig~iibles
1996: S?) einpieadas en las I\/lito!igicns para organizar los inúltiples contras- de nosotros, era moskar aue ellos hacían las mismas distinciones a u e noso-
tes sen~dnticosdz los mitos americanos, irreductibles a iina dicotomía única tros la prueba d e qiie ellos eran rerdadeios humanos es que coi~+idrraban
y fiindarnental? que sólo ellos eran humanos verdaderos Como nosol~os,ellos diqhnguíaii la
cultura d e la naturaleza, y tainb6n creían que los Nntiiruoik~rson los otros
La universalidad de la distinción cultural eilke naturaleza y cultura atesh-
Etnocentrismo giiaba la uiúversalidad de la Cu1tii:a coino hTahiraleza d e lo humaiio
1 Ahora, sin embargo, todo ha cambiado Los salvajes ya n o son eknocén-
En un texto muy coi-iocido, Lévi-Strauss observa que, para los salvajes, la
humanidad terinina en las froiiteras del grupo, coi~cepciónque se demos-
;, -
I
m -<e
h i c ~ ssino
, cosmocéniricos; e n lugar d e tener que probar nosotros qiie ellos
sonhumanos porq~iesedistinguend e los animales, ahora se trata d e probar
traría de forina ejeiiiplai en In gran difiisióiicle auto-etnói~imorciiyo s i g i ~ i - - c1:ánpoco humanos somos iiosotros que opoiiemos liuinanos a iio-liiiinaiios
5 ficado es "¡os humanos ve:cladcros" y qiie in2plican por lo tanto LiiIa defi- . de un n-iodo que ellos nunca liicieron par2 ello+, iiat~:raleza y c~ilturason iil'
Sucede que esos no-humanos situados ei-i la perspectiva d e siijetoi-io solo ni crcnr i r t i iiirri~dool~jetiuopor iiledio de S I L ~cfividadprlíctico, al
s e "dcnoiiiinan" gc!ite, sirio qiie se 1-en iiiorfológica y cultiiralinente como triibojai 117 ir[ifiri.nlczn iilor~(íiiico,el hoiilbre se priiebn a s í inisiiio qirc
llio~riillos,como exp!ican 10s clia~iiaiiesy repiteii los legos". La espiriluali- c.5 i~iraestlecie coi~sciciife ... Sin dridn, 10s nr~iiilnlesIniizbién protiii-
zacióii simbó!ica de los animales implicaría su liomiiuzación y ciilturali- ceri ... Pcro ir11 1iilit11~1 sdlo pro~ii~ce 10 qiie ilecesitn i?ii7;ediofoiilei1t~
zación imaginarias, con lo qiie el carácter antropocéntrico del pensamiento /1ot.n síti;isiiio o pnra sir prole. Prodirce ~ri~ilaternliileilte, ~ilientrasqiie
ii-idígena parecería ii-icuestionable. Pero creo qiie se trata de also totalmente ri /iom!,re prodiice iriiivcrsnliiieii!e ... Uiz oi~inlnlsólo se prodiice a s í
diferente. Todo ser que oaipa victiriaineiite el punto d e irirta d e referencia, ri~is~iio, riiieritros qire el-lioiilbre reprodiice todo de ln ~lntlirnlezn ... U11
estando en posición d e sujeto, se aprehende como pertei-ieciente a la l-iiima- ni~ii?:alforii~rilas coso'; de nclierdo coi1 el pntrórl y las necesidades de
njdad. La forii-ia corporal humana y la c ~ i l h ~-los r a esqiieinas d e percepción 511 es;7ecie, rliciltros qlre el Iioliibre prod~ice de nciierdo coi; los
)I acción "encorporacio~"~'en disposiciones específicas- son atribiitos pron- p,ífro:ies de ot1.o~es;?ecies (Marx 1644 [1961]:75-76 apud. Sahlins
ciininales del mismo tipo qiie las autodesignaciones que acabamos d e co:liei-i- 1996).
lar. Esqueii;atisir,os reflexivos o aperceptivos ("cosificacioiies", seiisii
Strathern 198S), tzles atiibutos son el modo mediante el cual todo agente se Sca lo que fuere lo q ~ i Marx
e quisiese decir con esta proposición d e que el
apreh~~i-ide 1. i-io ahibutos literales y coivititutivos d e la especie humana hoinbre " ~ r o d u c eui~iversalmente",lo interpreto como si afirmase q u e el
yroyertados metafóricamente, o sea, impropiamente, scbre los no-!-iumanos. j hon?bre es iin animal universal: una idea interesante. (Si el hombre es el
E ~ o airibuio;
s scn i m a n e n t e s al Q b t o 8e \-isba y se mwveri coi1 él. El se; animal universal, entonces las demás especits animales ¿son, cada iina,
h i i n a n o , i-iahiralmente, goza d e la misma prerrogativa, y por io tanto, como 13i:nisnidades particulares?). Aunque eso parezca coincidir con la noción
dice la cngafiosa tauto!ogía d e Baer (ver sirpro), "se ve a sí mismo c o ~ n otal". i amerindia de que la humanidad es la forina universal d e la acción [ogeiicy],
Dejéiiioslo claro: los aniinales y otros entes dotados d e alma 110 soii el juicio de hzlars es, en realidad, su inversión absolutz. E1 dice que !OS
s~ijetosporque soii iiiimanos (disfrazadosj, sino al contrario: son l-iii~?-ianos 1 humanos eiicden ser c~ialquieranimal, que tenenios más Ser que cualquier
porque soii siijetos (potenciales). Esto equivale a decir que ln Cliltirrli es irr 1 otra tlspeiic; los indígei-ias, al contrario, dicen qiie cualquier animal p u e d e
~iii:itrn!cio del Siijcto; es la iorina por In cual todo agente experimenta s u t
: ser haniaiio, que e n u n animal hay mas Ser d e lo qiie parece. 51 Hombre cs
propia naturaleza. El animisino no es una proyección figurada d e las cua- ! iii? ai3irnal iiniversal e n d o s sentidos totalixente diierentes: la iiniverriiiidad
lidades liiimanas s u s t a n t i ~ a sobre s !os no-hiimanos; lo que expresa es una
>L es ankropncéntrica e n el caso de biarx )Iantropo~nórficaen el caso indígena.
eq:iivaleiicia real entre las relaciones que iiurr~a.ias>.no-hiimznos ~ ~ i ~ n t i e - i Ne afirmado antes que se debe eiiteiider qiie e1 aniinismo rr,ai-iifiesta la
nei-i cc~nsigomismos: los lobos ven a los lobos como los huxnanos ven a los 1 equivalencia 16gica d e las relaciones reflexivas q u e cada especie, incliiida
l-iuinnnos, es decir, como liumanos. Claro qiie el honibre puede ser u n "lobo la humana, ticile consigo misma. Consideremos este párrafo d e Marie-
p a r a el hombre"; pero e n otro sentido, el lobo es iin hombre para el lobo. Fraiicoise G u é d o i ~sobre la cosmología d e los Tsin-ishian d e la Costa N o -
Puesto qi:e si, coxno he sugerido antes, la condición coinún a hiimanos y roeste:
~ i ~ i n ~ acsl elas hunianidad, n o la animalidad, es porque liriiiioriidod es el
i~on-i!~re d e la forma general del Sujeto. . - De ricitcrilo coi7 los mitos priilcipnlcs, el niiiiido, pnra el ser hirmi7il0,
A la atribución de conciencia e intencionalidad d e tipo humano (para ticiie el a s p ~ t ode iran coinrliliiiod lliintniln rodrnda por 1ii1 cínibito
n o hablar d e !a forma corporal y de los hábitos ciilturales) a los seres no rspiritirnl que ir~cllryeir11 refilo o11iii1oldni~detodos los seres oiílcii dcl
hiiii-ianos se le siic!e llamar "antro~~ocentrismo" o "antropomorfismo" indis- ncirerdo COII S715 c~~r~icferísticns e iiltcrfiereii el1 la vida de los otros seres.
tii-itaniente. Creo, sin embargo, que debe entenderse qiie estas dos etiquetas Coi1 tado, s i )los troilsfori?in'seiiios e11 1111 niiinini 4 1 1 1111 snlii1ói1, por
designi?ii actjkides cosmológicas antagónicas. El e\~olucionicmopopular eje~?iplo-,descirbriríaiiios qire 1o~ei1tesoli11ói1 es, pgro síiiiisnin, lo qrie los
occidental, por ejemplo, es ferozmente antropocéntrico, pero noine parece q u ~ seres hiii~inrlossol1 paro iiosotro~y ~ I I P poro
, 10s ~ ~ i j i i i ~10s
i i liiíi:ii7ii0~
~ ,
s e a par:icularmente aiitroponiórfico. Por otro lado, el aniinismo indígena se flpflrecrnioscoii~orinx-iioq [espfritirs], o tfl1 vez coiilo osos dcz~orfldnres
piiede calificar d e antropornórfico, pero, desde liiego, no d e antropoc6iitrico. de soliiiarrcis. Ese proceso de troducciór~ofrouii7sa vorios iliveles. Así,
Pues si una legión de seres diferentes a los humanos son "l-iurnanos", entoi-i- por ejeiiip!~,111s /rg)ns dcl nlgodoiiero qiie coci~en el río Skt>cilnson el
ccs i-irisotros, 10s humanos, no son-ios tan especiale?. El viejo i-iarcisismo snlnióri de ln griiite salriióii. No sé lo qire los soliiioi~esserí[ri~porn los
primitivo es iina liabiaduría. Para encontrar i i i i verdadero caso d e i-iarcisis- hojas, pero so.ipcclro qirc Listus los veii coiiio los snliiioi~esnos vcil a nosotros
ino, es necesario ir a los modernos. Al j ~ \ ~ eIvlarx, i i por ejeiiiplo, que escribió (1984:141).
sobre el "l-ioii-ibre"(es ciccir, el Horiio :ojliciis) lo sigiiiente:
Por lo !arito, si !os salri?onesparecen a los sidrnoi~eslo qiie los humanos coiitrario, que solo ~ x i s t iriin e representacióii ciel mundo verdadera y justa.
parecen u !os hun-iai-ios-y esto es el animismo--, los salniones no parecen Si eriipi-ziramos a ver, por ejemplo, a los gusanos que infestan wi cadáver
a los humanos, n i los humanos a 30s salmones, y esto es el corno p c r s asados, como les pasa a los urirbús, sólo podríamos llegar a !a
perspectivismo. Pero entonces, qüizá el anirr.ismo y el perspectivismo ten- concli:siiii d e que algo zi-ida rnal en nosotros. Pues eso significaría qüe nos
gnn tina relación inás profunda con el toteinismo que la prevista en el e s t d b z n ~ transformando
s en urubús, lo que iio constai-iormalmei-,teen los
modeIo de Descoia. 1,iancs de r.adie: es: co:no mínin~o,un síntoma de enferrnedaci. Lñsperspec- ~ ~.
il'rtr que k s aa!ri:naks(u okosseres no-humanos) se ven corno humanos? tiviis se tienen qUe mantener separadas. Sólo los chainancs, que soi-i como
Piecisamcn te, sugieio, porque los humanos .. ~
los ven como animales, viéndose S andró~inosen cuanto a ia .especie, vueden hacerlas comunicar, y eso e n
a síniisrnos coino hcrrtanos.LOSpecaríes zo se pueden ver como pecaríes (ni, condicion?~especiales y controladas".
quizás, ezpecdar que los humenos y otros seres son pecaríes bajo sus ropas Pero aquí se plantea una ciiestión milcho más importante. 'La teoría
especificas) porque así es como ios ven 10s l-iun-,anos. Si 10s humanos se ven i pespectivista ameri~diasuF)oIieefectivamente una xniiltiplicidad de repre-
irjrno hurl-ianosy son \listos como no-humanos (coino arin-ia!es o espíriks) sciiiacir;ilos sobre el inismo :nii~-~do, como afirma Arhem? Basta considerar lo
pcr tos no-humanos, entonces los ani.males tienen qiie verse necesariamente quedicen ias etnografízs para ver que lo que ocurre es cxactamecte lo
como humanos. Esa :orsióri asimC.trica del animisino perspectivista ofrece un contrario:todos los seres ven ("representaii") el mundo de la ?nisina inxera,
corif?as:e inte:esar,te con la simetría que mueska el toternis.nri. Zn el primer lo que c a ~ ~ t les i ael t?iu~i~io que ellos ven. Los animales utilizan las misn-ias
caso, una cori~cilaci6nde identidades reflexivas (unhumano es para sí mismo categorh y valores qiic.:los humanos: sus miindos, conio cl i-~uel;tro, girzn
como iui de!errninado aiuri~alpara sí mismo) sirve de siisrrzto a la relación en lorno a la caza y !a pesca, a la cocina y las bebidas ferrrientadar, a las
entre la serie humana y la serie animal; en el segundo, iina corre!ación de - primas crczadas y a la suerra, a los ritos de iniiiaci611, a los chamanes, jefes,
ciiferencins (m !iiimano difiere de oko humano como un aiuina! de otro espíritus, etc. (Guédon op. cit. 142). Si la iuna, las scrpiciites y los jaguares
anirnalj articxla cstas 20s series. Una correlación de diferencias produce iina ven n los h u i x a ~ o como s tzpires o pecaríes, es porque, coino nosotros, los
eshichirc!;in-iékicz reversible, núent~asqi:e una ctcrrelación de idi.i-itidadec. prirnercs comen tapircs y pecaríes, comida propia de gente, cl? persmas.
produce la csisuctura asiinétrica y preridoproyectiva del ai?imismo. Esto So:> ~ o d i í nser así, pues siendo gente en sil propia casa, los no-hirninnos
ocurre, creo, porque lo qiic ei riiiiinicmo afirn:2. despiiés d e todo, no es tanto ven las coses coilio las ve "la cente". Pero !as cosas qirr cl!os vei-:sor. otrzs:
!a idea de que los aninizles son st?iirj!i~iirsa lo5 Iitrtiiiriios, sino la de qiie el!os Qq!,,:l,z.- -nncL--.-
.-.,,s.. . ...- ... ,.- . .,. .----
... -. - -.1.- z,. ,2- - -. . .
.;-.cerveza d e mandioca; ;o
i o r i ~ nos<;;ros-
o scn d+!rci:irs dc s í iiiicttio: i ~ diferencie..
i es inrema o inten- quc. para las ajn;a> de los muertos es un cadáver putrefacto, para nosotrGs
siva, no e::ic.:iia o extt-n-5ivz. Si todos tic'nen alma, nadie es idéntico z sí es la mandioca noliéndos~; !o que venios como un barriza1,para las tapires
niismo. Si todo puede ser humano, nada es i-iumanoinequtvocamentc. La es unn gta" C E S ~cereno!iia! ...
huinñiiiciad de íorido vuelve yrobieniática la hunianidad de forma. La idea, a primero vista, suena ligzrarnentcl contia-intuitihra, pues cuari-
do empezan;os a reflexicner sobrli ella parece transformarse ensu contrario,
como ecesas ilu~ior.esópticasde fondo y figura.Gerald 'vLTeiss,por ejemplo,
. describe e! mundo d e los Campa como "un miu~dode apariaicias relativús,
doi-idelos diferentes iipos de seres ven las m i s ~ i a cosas s de modo diferente"
Ida idea de iin ml.ii~doen ei qiie existe una niultiplicidad de posiciones (1972:170). Una vez más, esto es verdadero en cierto sentido. Pero lo que
subjetivzs nos lleva a per.aar en la noción de relativismo. Y de hecl-io,en las Weiss no consigiie "ver" es que e! 11-cho de que diferentes tipos de seres vean
descripciones de las cosmologías ari-ierindiasson frecuentes las menciones las nusmai cosas de diferente inodo es solamente una corisecii~nciadel hecho
diiec tas o indirec tas al relativismo. Tomemos, por ejemplo, este juicio de Kaj de que dif~rentr.,tipos de seres ven cosa5 difer~ntesdel mis1110 inodo. Pues,
Arkiein, einúgrafo de los Makuna. Tras haber descrito miniiciosainente e1 iqii6 se coixiderin "las rr.isnascosas"? jMismos con relaciSii a quién, a qué
universo perspectivista de este pueblo del Noroeste amazónico, Arheni especie? El espectro dela cosa-en-sí ronda la formulación de Weiss.
concluye: la noción de múltiples puntos de vista sobre la realidad implica El p ~ r s ~ e c t f a i s i tiio i o rs i ~ nrc!ati~,iiitlo,si170 uti nlulti:in!iii~nlisi~~o. El rela-
que, en lo que respecta a los Mak~rra,"ciialqiii!~rperspectiva es igzrnlitielite LA,,.y. .,."*..J r.; t i i f ; . zii . ~ , ~ i i i i ~ ~ ~ ~3u ~~ p
1 v h l i d i y wrSnCrn", y que "iio existe iliin rrprcseiltocbii ucrdndern y correcto dcl
..
..*.-
,.-.,,
.,A.~UL

taciones subjetivas y parciales, que inciden sobre una naturaleza externa,


~ .dL!,L(~
, ~
~ ,~
ii~versidad
~ ~- ,
; ~ de represen-

1~~;r>iu'o"(l?93:124; ia cursiva es iliia). ; - uiia y total, indjferenke a la representación; los a'meri:-)dios proponen lo
Arliem tiesie razón, por cierto; pero sólo en cierto sentido. Piies es muy apuesb: una unidad representativa o fenomer~ol6girapurail-ienteproriomi-
probah!e quc, en lo que respecta a los ::ii~liniios,los Makui-ia dirían, niiiy al nal, ap!icacia indifereiitemente sobre una diversidad real. Una sola "ciiltu-
na) a las serpientes, murciélagos o bolas de fuego de que se alimentan, la Pero si decir que los grillos son los peces de los muertos (ver \Tiveiros d e
autora se da cuenta de qiie el perspecti\;isnio indígena no es exactamente un Castro, 2002: cap. 1) o que los lodzzales son las hamacas de los tapires
rela tivismo cul tural: I
equivale realmente a decir que Nina, la hija de mi hermana Isabel, es mi
sobrina -e1 argumento de Renard-Casevitz-, eiitonces, d e hecho, no liay
El iilito qlrrinrr qiie csis!rrr :rorinns irnnscrrltrrrnles y trai~snnciorlnles ningún rela tivismo. Isabel no es una madr? pnrn Nina, desde elpirnto de uisin
rii u i ~ o rcil t0di7j pflr.fes. ESRSI I O Y I I I ~ dtteri~l~ilorl
S 10s i)11srnosgllstos, de Nina, en el sentido usual, subjctivistr7,de la expresión. Ella es la madre
¿?R/O:PS dietéticas y los iitisi~zo~
/ o ~ d i s g ~ i s t olo.s<, i~:ijti~oj proIribicio~~esO
de Nina, es real y 0bjetiva:nente su madre, y yo soy, de hecho, sil tío. La
nuersiones. (...) Los ii~nlenfcildidosiníficos son resllltodo de visiones ; 1
, es interna y genitiva -mi hermana es la madre de alguien de quien . -
desfasndns, no ~ f ~ g l l s tbkrbnro~
os O de 1111 1 1 siiilpropio
~ del Irilgiinje (op. yo soy tío, igual que los grillos be los vivos son los peces d e los muertos-, y
,
cit.: 23-26). 8 ,
no i:na conexión externa, representacional, del tipo "X es pez para al-
i. , guien", que implica que X es só!o i.eprece1it17docomo Fez, sea lo que fuere "en '

Pero eso no impide a la autoin ver aql.ií algo perfectamente banal: jí mismo". %ría absurdo decir que, como Nina es hija d e Isabsl pero no mía,
/
entorices ella no es una "iiija" pnrn rilí, pues de hecho ella es una Iiija de mi
Esn piiestn eiz prrsprctií~a(niise en perspective) es solo ln aplicacióil y ; hermana, precisamente. En Procesj ntid R-lity, lYhj tehead observa: "La ex-
trasposicibii de prhcficos socialrs ?inivcrsnlcs,tnles col~loei hecho de qire presi6n,'niundo red' es como 'ayer' o 'mañana': cambia de ser.tido según el
10 ~ i l n d ~y ec01 yrirfre de X sor1 !os sircgrga de Y... Ln íinrinbilidnrl de 10 pwito de vista" (apuci Latour, 1994:197j.A s i pues, un punto cie vista no es
dciloii7iilncióil e71fi:?zcióii d ~ licgn:
l orrrprdo explico córno A pirede ser una 'opinión subjetiva; no hay nada de subjetivo en los conceptos de "ayer"
rrl nzismo tic~rizpopcscnh parn S y serpir~?!fe paro Y (op. cit.: 29). . y "mañana" como tampoco lo hay en !os de "mi madre" o "tu hermano". El
mundo real delas diferentes especies depende desus puntos de vista,porc;ue
El prcblema es que esta generalización cie la relati\.idad fiincional p r o ~ a el "mui~do"está compuestc)de diferentes especies, ese1 espacio abstracto de
d e la vida en sociedad, aplicada a las diferencias intertlspecíficas o inter- !
divergencia entre ellas tri ciiantn puitos de vista: no hay pur.tos de vista
genGricns, !lene la consec~iei~cia ~aradójicade hacer be la cuihlra humana sobre las cosas, son!as ccsss y los sercos los que son puntos d e vista (Deleuze
(niachiguenga) algo n.iturs1, es decir, absoluto: todo el mundo come "pes- 19%: 203). La cuesti6n a@, por lo tanto, no es saber "chmo ven el nlundo
'
cado", nadie come "serpiente". los monos" (Cheney y Seyfaith ?99G),sino que r n ~ ~ se ~ expresa
do i~ través d e
Por otra parte, la analo~ia~ u e e s t a b ! er ~
a s ~- v i Ft ~
parentesco y lo que los diferentes iipos de ser consideran pescado o serpien- Imaginemos que todas las "susiancias" que pueblan los mundos ame-
te, es riiuy interesante. Hagamos un experiinento mental. Los términos de rindioc sean de ese tipo. Supongamos que, así ccmo dos individuos sori
parentesco son relacionantes u operadores :ógicos 2biertos;pertenecen a la hermanos porque tienen los misli-,os pedres, fuese11 coesp~cíficosporque
clase de nombres que definen algo por sus relaciones con otra cosa (los tienen el niisino pez, la inisrna serpiente, la misma canoa, etc. Entendere-
liiigüistas seguro que 5enen una etiqueta para esas palabras, tal vez "pre- mos, entonces, por qué es ten frecuente en las cosmologías aniazónicas
dicados de dos lugares" o algo así). Y, por otro lado, conceptos como 'pez" . .- - - - relacionar por afinidad a los aniinales con los humanos. La sangre de los
o "6rbol" son sustaiitivos "propiamente dichos", cerrados o bien circuns-- hiimanos es ia cerveza de mandioca del jaguar exactamente igilal que rni
critoc, que se aplicñi~a un objeto en virtud de siis propiedades autosubsis- hermana es la esposa de mi c u i i a d ~y, por las mismas razones. Los nume-
tentes y autónomas. Ahora bieii, lo que parece ocurrir eii el perspectivismo rosos mitos an~erindiosque ponen en escena casamientos interespecíficos,
indígena es que siistancias designadas por sustariti\.os :amo "pez", "ser- describiendo minuciosamente las difíciles relaciones entre los yernos O
piente", "hamaca" o "canoa", se interpretan como si fuesen relacionantes, cuñados humanos y sus suegros o criñados animales, no hacen otra cosa
algo a mitad de camino entre el nombre y el pronombre, el sustantivo y el que combinar las dos analogías en una sola. Vemos así cómo el pers-
dektico. (Hay, supuestainente, una aiferencia entre nombres de i~nfr!i-01 pectivismo tiene una relación estrecha con el intercambio. No sólo pluede
kiirds como "pez", y nombres de cosas artificiales como "hamaca" - ver más ser tomado c o n o una modalidad de intercambio (la "reci~rocidaddepers-
acielaiite). Algirien es padre sólo porqrie existen otros de quien él es padre: pectivas" d e nuestro epígrafe) sino que el intercambio mismo debe ser
la paternidad es una relación, mientras que la "pecificiciad" o la definido en estos términos, como ii~tercniirbiodepersprctivas(Strathern 1988,
"sei.~ei~tiid" es una propiedad intrínseca d e peces y serpientes. Lo que 1992a, b).
sucede en el perspecti\,ismo es que algo tniiibiii~es pez sólo porque existe Tendríamos, así, una ontología íntegramente relaciona1 en la cual las
algiiieii de quien este sigo es pez. ': siistancias individualeso las formas sustanciales no son la realidad úlfin~a. L-
Aqiií no habría distinción entre cualiiiades p r i ~ ~ i a r j ay ssecuiidarias -;,o; pilcJen hablar, sino que s o ~ i o ~erfectaiiiente
s capaces d e ei-iteiider lo que
citar una distincióii filosófica tradicior~d-,ni entre "liechos br~itos"y "he- djcl.li; ahora bien, lo q u e ellos qirieriii: decir con lo que dice:i, ya es otra
chos instit~icionales"-porcitar la diialidad propuesta eii u n libro reciente historin Las mismas representaciones, distintos objetor;; sentido único,
d e Searle (1995). reicrcncia~múltiples. El problema de los indígenas iio es iin problema
Hablemos i i i i poco de este libro iie Searie. En él, el autor opone lo que fregeano.
liaina hechos u objetos Sriitos. cuya realidad es i n d e p ~ n d i e i i t ede la coii-
ciencia, como la gravedad, las nioiitaíias, los árboles y los aiiiinales (todos
los nntlrrnl kiiids pertenecen a esta clase), a los objetos llamados El cuerpo salvaje
institucionales, cuya existeiicia, idenfidad y propósito deri\,aii d e significa-
dos culturales específicos atribuidos a ellos por los humanos, coilio el La idea d e que, e n las cosmologías ainazónicas, e! cuerpo aparece como el
inatrinionio,el dinero, las hachas o los ordenadores. Notemos qiie este libro gran difereriá~dor,es decir, como aquello que sólo une a seres del misino
s e titula Tlic cor~stri/c:iol~ O ~ S O C rc,~!ity,
~ C ~ 1;1 ~' T0i i socini
~ coi~strirctioilofreoli:y, 1
tipo en la meaida e n que los dis!iagiie ?,e los demás, peimite reconriderar
como el d e Berger y Liickmann. Los hechos brutos 110 son cor~.struidos,los j bajo una nlieva luz algunas ciiestion~sclásicas d e la e t ~ ~ o l o g regioiial.
ía
hechos institiicionales sí (incluyendo las aiirmario~iessobre los hechos i.
t De este modo, el fema ya antigiio de la iinpor!ancia d e la corporalidad e n
brutos). En esta versiún modernizada del viejo dualismo natiiraleza/culti~- i las sociedades amazónicas (Seeger, Da Liatta y 'diveiros d e Castro 1979)
ra, el relativisrno ciiltural :ralciria para los objcios culturales, al tiempo que
el iiniversalisn~onatural se aplicaría a 18sobjetos nnt~iralec.
1 adquiere un fundaniento cos:nol6giCo. Es p:;sible, po; ejemp!~,eiitender

Si por casi~aliciad Searle se tropeznse con mi exposiciói-i del pers-


pectivisrno arr.eriiidio, diría probabier,ic?:ite que lo que estoy dicieiido es qiie
p a r d o s indígenas, iodos los h c c l i o s s ~ ~dc
n tipo niental o institucional, y que
!
1
me;or por qué las categorías d e identidad -individua!es, colectivas, étnicai
o cosnicil0gicas- se expresari tan frecuentenenke por medio d e idioriias
corporales, en particulara través d e la alimentación y del adon-io colporal.
La prepriaiiciz sinibólica universal d e los regíinei;es alimentarios v culina-
i
todos,ks objetos, ii-ccl~iso los irboles y lcjs peces, son conio el dinero o 1')s
canoa's, en el sentido de qiie sci única realidad (en c ~ i a n t ociiriero o canoa?,
n o eii cuanto pedazos d e papei O de madera) se debe a los significados y
i rios -de la "crudo y lo cocido" mitclógico 1. I6vi-sh-uussinno a la idea de 10s
Piro d e que su "comida legí!!yiia" es lo -;:e los Iinir, literalmeiite, diferentes
de los 3!ancos (Cbw 1991); d e las ahshne~icizsaliincnticias definidoias d e
usos que los humanos les atribiiyeii. Ess no sería sino u17 re!ati:.isnio, tina los "grupos de sustancia" dcl Brasil central ( S e e ~ e r19EOj a la clasifickción
forma inclui;o extrema, absoiuta de rt.lativis~?io. - - básica de 10s seres por sil régii11e1.i zlinlciiti~io( h e r 1994: 88); d e la prodiic-
~ n e f e c t ouna
, de las coiisecuencias de la ontología anímico-i,erspecti\ra tividad conceptual u e la coinensalidad, la seiiiejanza cie la dieta y la condi-
amerindia es que 110 existen hechos natiir~lesaiitónomos, pues la "iiatura- ciónrela tiva de presa-objeto yprediidor-si!jeto (.dilaca 1992) a la onuupresen-
leza" de unoses la "c~iltiira"cie otros (ver sirp1.n). Si la fcírmula d e una regla cia del canibalismo como l-iorizonte predicativo de toda relación con el otro,
constitutiva o d e un lieclio institucioi-ial es "X er como y e n el coiitexto C" sea matrimonial, mandrcatoria o guerrera (Viveiros d e Castro 1993)- esa
(Searle 1969: 51-52), los hechos i ~ d í g e n n sqiie iios interesa11 aquí son, uiuversalidad manifiesla jiistamente la idea d c qiic el conjiinto d e maneras
realmente, de este tipo: "Sangre es como Cerveza de mandioca e n el contesto ,+.- . y procesos que constituyen los cuerpos es el l u q r donde einerge !a diferencia.
Jag~iar".I'ero esos hechos institucionales (los "Y" d e la fórniula d e Searle) LO mismo podemos decir del intenso uso semiótico del .ciierpo e n la
son aqui universales, lo que escapa a la alternativa d e Searle, donde los definición de la identidad personal y en la circulación d e los ..ralores socia-
l-ieclios brutos son universales y los insti!ucioiiales, particu!ares. Es i ~ n p o - les (Tiiiner 19.35). La conexión entre esta sobre-exploración del cuerpo
sible red~icirel perspectivisrno a u n tipo d e relativismn cons~ruccionista (sobre todo d e su ruperficie visible) y el escoso recurso, e n el socilrs ama-
( q ~ i definiría
e todos los liechos ccnio d e tipo iristitucional y concluiría que zónico, a objetos capaces d e servir coino soporte d e relaciones, es deciy, u n a
son culturalmente variables). Lo que teneinos aquí es iin caso d e i~iiiz~rrsa- situación en la que el intercambio no está mediado por o~jetivacionesnla-
lisiiio cirltirrnl cuya coiiirapartida es iin relntit.isnio ~lntilrnl(tomo Iri expresión teriales densas como las que caracterizan las ecoiioinías del don o d e la
d e Latour 1991:141). A esta diferencia frente a naestra asociación d e la mercancía, f u e sagazm;nte destacada por Turiier, quien inostri c ó m o el
naturaleza con 10 ui-iivers.il y de la cult~iracon lo p a r t i c ~ ~ l es a r a lo que yo cuerpo hiiinano debe aparecer entonces como prototipo del objeto social.
llanio inultiriat~iralisiiio. Pero el enfasic amerindio en la construcción social del cuerpo n o p u e d e ser
Todos recordan:os la frase d e Wittgei-istein: "Si un león pudiese hablar, tomado comoculturalizacion d e un sustrato natural, sino como producción
n o seríaiiios capaces d e enteiiiierlo". Ésta es uiia declaración relativista. d e un cuerpo distiii tivainente ii~irnano,entiéndase, naturalniente h u m a n o .
Scgíiii los indípnas, diría yo, los leones -en este caso, los jaguares-no sólo Este proceso parece expresar iiiia \.oluntad i;o tanto d e "desaiiimalizar" ei
cuerpo por SU marcación cultural, como de pnrticiiinriznr 1/11 cfierpo torinz:fn
ra]es, sexuales y alimenticios -y no como herencia pasiva de una esencia
dr?lrnsindogcliérico,diferenciándolo de los cuerpos de otros grupos huirianos
sustanciai-,la teoría de la memoria que inscribe ésta enla "carne" (Viveiros
así conio de otras especies. El cuerpo, por ser el espacio de la perspectiva
de Castro 1992a: 201-207), y, más generalmente, uiia teoría del conocimien-
diferenciadora, debe ser diferenciado al máximo para poder expresar ésta
t, que sitúa a éste en el cuerpo (McCa1li;in 1996). La Biia'lrtiy amerindia
conipletamente.
incide en el cuerpo antes que en el espíritu: no hay cambio espiritual que
51 cuerpo humaiio puede considerarse como lugar d e confrontación
110 pase por una transformación del cuerpo, por una redefinición de sus
entre humai-iidad y animalidad, pero no porque soporte una naturaleza
inclinaciones y capacidades.
animal que deba ser escondida y controlada por la cultura (Riviere 1994).
El carácter elaborado más que dado del cuerpo, concepción que exige
Es el instrumento fundamental de expresión del s~ijetoy, al mismo tiefi-ipo,
diferenciar a éste "culturalmente" para que pueda servir "naturalmente" de
el objeto por excelencia, aquello que se presenta a la mirada del otro. Por eso,
diferenciante,tiene una evidente conexiónconla metamorfosk interespecífica,
ia objetivación social máxima de los cuerpos, su máxima particularización
siempre presente en las cosniologías amerindias. No &be coi-
expresada en los adornos y la exhibición ritiial, es al mismo tiempo su
prendernos un pensamiento que considera a los cuerpos como los grandes
máxima animalización (Goldman 1975: 178; S. Hugn-Jones 1979: 1.41-142; i diferenciadores y afirma al mismo tiempo sil posibilidad de transforma-
Seeger 1982 cap. 1 y 2; Tumer 1991b.,1995) cuando están rec~ibiertosde
i i ción. Nuestra cosmología supone la distintividad singular de los espíritus,
plumas, colcxes, grafismos, máscaras y otras prótesis animales. El hombre
rituzlniente vestido de aiumal es la contrapartida del animal sobre-
nat~~ralinenie desnudo: #-.¡ priiliero, transforniado en animal, revela para sí
i pero r,o por eso declara imposible !a cornunicación~aunqueel solipsii;n-io
sea un probien-ia cor.stante) ni desacredita ia transformación espiriiunl
inducida por procesos como la educación o la conversión re!igiora; en
mismo la distintividnd "natural" desu cuerpo; el segundo, desnudo de su
realidad, precisamente porque lbs espíritus son diferentes es por lo que la
forma exterioi y revelándore comc humano, muestra la similitud "sobrena-
conversión se hace 1;ecesaria (los europeos querían saber si los indi,nenas
ti.zia1" de todcs los espíritus. El modelo d e espíritu es e! espírihi humano,
tenían alma para poder niodificarla). La metamorfosis corporal es la con-
pcro el nod de lo de cuerpo son los ciierpos animales; y si la cultura es la
trapariida amerindia del tema europeo de la conversi611 espirit~lal.
forma genérica del yo y la naturaleza del él, la objeiivación del sujeto para
La relativa escasez de ejemplos ii?equ;vocos y elaborados de posesión
s í niismo exige la singularización de los cuerpos, lo que nzturaliza la
espiritual en el sisteina amerindio del chamanirmo puede estar, pcr lo
ciiltura, esto es, la "ei-ico~ora",mientras q ~ i ela subjetivación del objeto
iar!to, asociada a la preeininencia del teina opuesto, !a metsmorfosis iorpo-
jinplica la comunicación de los espírikus -lo q.ue culhraliza lo naturaleza,
ral. E1 probleino de la conversión religiosa de los indígenas podría tambiéli
es decir, la sobrenaturaliza-. La problemática anierindia de la distinción
recibir alsuna luz de esta reflexión. La experiencia indígena de la "ñcul-
naturalrza/cultura, antes de desaparecer en nombre de una común socia-
turación" parece centrarse más en la incorporación y encorporación de las
lidad aiiíil-iica humano-animal, debe por lo tanto ser releída n la luz del
prácticas corporales occidentales -alimentacián, vestuario, sexo inieri!nico,
perspecti\7ismo somático.
el lenguaje como capacidad somática- que en la idea d e una asimilacián
Con-i,-,aygiimento importante a favor de la idea de que el niodelo de cuerpo
es?iritualX , Las teorías aiitropoiógici?~sobre el cambio socioculniral tien-
son los cuerpos anima!es, recordaría que no liay prácticamente ningún cjem-
. -- den a rechazar, no hace falta decir que con razón, las ideas eh-io-genéticas
plo, e n la etnología y enla mitología amazónicas, de animales "~~istiéiidose"
occidentales de que e1 mestizaje y !a asimi!ación racial conducen a la
d e humanos, esto es, asii~niendoun cuerpo humano como si fuera una ropa.
pérdida de distintividad étnico-cultural. Por el contrario, los procesos de
Todos los cuerpos, iiicluido el l-iumai-io,son concebidos como vestiinentas o
acnltiiración se definen en términos de cambios ideológicos, esto es, conio
en~oltorios;pero nunca se ve a los aniniales vistiei-idoun ropaje humano. Lo
procesos esencialmente mentales que afectan antes que nada a las "creen-
q u e s e encuenira son humanos vistiendo ropas aniixales y volviéndose an?-
cias" nativas; la aculturación se piensa a imagen de la conveisión religiosa,
males, o animales desvistiéndose de sus ropas animales y revelándose con-io 1
justo como la"cu1tura" se piensaa imagen de la religiói-i. Consecuentemen-
humanos. La form.; humana es como u n cuerpo dentro del cuerpo; es el
te, y por más que concegtos como el de Iinbiiils traten de matizar esa tendei-i-
cuerpo desnudo prin-iigeiuo, el "alma" del cuerpo3'.
cia, los cambios corporales producidos por la aculturación se interpretan
Es importante observar que esos cuerpos amerindios no son pensados como consecuencia d e los cambios en el plano de las "representaciones :.
1 bajo el modo de el krci~o,sino de lo iiecho. De ahí, el énfasis en los métodos
colectivas", antes que coino su causa. Creo que los indígenas piensan de
d e fabricacián continua dejos cuerpos (Viveiros de Castro 1979),la concep-
forma diferente, incluso porque su "pensamiento" está diferenten-ienteaso-
ción del parentesco como proceso de "aseinejan-iiei-ito"activo de los iiidi-
viduos (Gow 1989,í991) debido n l liecho de compartir los fluidos coipo-
Advirtamos que la i~~etamorfosis
amerindia no es un proceso tranquilo, La noción d e rneta~iiorfosisestá íiitiinameiite ligada a la doctrina d e las
y mucho inei-ior iii-ia meia. Si el solipsismo es un fantasma qiie amenaza ropas riniinales, a la qiie nos heinos referido a q ~ i varias í veces. iCón-io
pern-ianenicr;-ienteniiestra cosmología -reflejando el iniedo de no recono- coiiciliar la idea de q ~ : eel cuerpo es el espacio de la perspectiva dife-
cernos en niiestroc seinejantes, puesto que estos en realidad no lo son, dada rei-iciador.?con el tenia de la nparieilcin y de la L ~ ~ ~ recordado ~ ~ ~ ! i 7 ,sien-ipre
Ia sii-igularidad po!encialinenteabsoluia de los espíritus- la posibilidad de para in!erpi-etnr el anin-iisnioy el perspecti\;isrno?hlc parece que aquí hay
la inetamor?csis expresa el temor opuesto, el de no poder diferenciar ya lo un e c ; i i í ~ o ~
importanie,
o que es el de ton1.ar la "apariencin" corporal coino
h~in?ai:ode lo animal y, sobre todo, el temor de ver el alma humana que inerte y falsa, la "escncili" espirituiil como actitra y verdadera (ver las
persiste bajo el cuerpo animal que se come (Goldnian 1975:183; Frightman observacioiies defii-iitivac de Coldmai-i 1975: 63, 121-25, 200). Yada más
1493; 206-SS;Erikson 1997: 223)". Esto se traduce ei-i una de las rccurren- lejos, creo yo, d i lo quc ios ii7dígenas tienen en niente al hablar d e los
cias etnográficas lnái; importantes del perspectivismo: 13 humanidad ante- cuerpos ci.~ilioropas. A10 S r trntr: t ~ i i l o'fe qirc el C I I I T P O sen iiiin especic ~ i eropo,
rior de ios i:i-iirnales se siiiiia a su espiritualidad actual oculta por la forma co1::o (ir qitr i i l i t i 1.op 1111 ti)o 1irc111'rpo.NO o!videmos que el1 estas socie-
vivibie para pioducir ui-i extendido sistema de restricciones o precauciones dades se inscriben en la piel :;igiiificados eficaces y se iitilizan máscaras
alimentariz~,que kai-i cronto declara incomestibles ciertos animales míti- animales (O por lo nienos se conoce su principio) dotadas del poder de
crimente coi?~iistancia!esa !os humanos, co~iioexige la des-si?bjctivación : transíoriniir iiietafísicamente la identidad de sus portadores si se usan en
cl-i:imanís:ic~ del ai-iimal antes de coiisumirlo, neutralizando su espíritu, I el coi-itexioriiiial apropiado. Se.viste u-ia ropa-máscara inác para aciivar los
transustanciando su carne eii vegetai o reduciéndolo semái-iticamente a poderes de otrv cuerpo que para ocultar uria esencia h u ~ n a i xbhjo una
i
otros ai:irna!es menos prósimos'de ios humanos -todo eso bajp pena- de J
apariencia ai:imalU. Las ropas animales que los chaii-ianes utilizan para
veiigar.za en forma de eiiferrncciad,concebida coino contrapredación cai-ií- i derplazarsc por el cosmos no son disfraces, sino ii-istrur.-ier?tos:se parecen
bal. llevada a efecto por el espíritu de !a presa convertida en depredador, a los equipos de buceo O a los trajes espaciales, no 3 las máscaras de
en una inl~ersióiiniortal de perspectivas que transforma lo h ~ i m a n oen
aniil-ial4".E! f;~ntasinadel canibalismo es el equivzlente amerindio del pro-
ii cn~i-ia~al. Loqiie sc pretende al pone-se una escafandra es poder fci:cior.ar
con10 LIII pez, rcspirai-ido baja el agua, y no esconderse bajo una apariencia
b!erna de! soliysisr;-io:si este deriva de la inseguridad de que la semejai-iza ! estraiia. Del mismo I I I O ~ U las, ropas que, en lcs ariiniales, c~ibrenuna
ei-itr? dos cuerp0.i sarai-iticc.la comunidad real de los espíritus, aquel sui-
pecha que 1.: sen-iejrinzade los espírihis pueda prevalecer sobre la diferencia 1 eseiica" interna de tipo hilrnano no son meros disfraces, cirio su
~quipaiiii*iikodistinkiro, dotado de las inclinacioiiss y capacidades que
real de 10s ciiei-pos, y que todo animal qiic se come siga siendo, pese a los
esfuerzos c~-iamanísticospara su des-subjetivación, humano. Lo qiie no
impide, naturaln-ien!e, qiie tengamos entrenosokos solipsistas más o meiios
i algünas sociedades ainerindias sean, deliberada y más o
radicales, i ~qiie
1 definen a cacia nnio~ill". Es verdad que "las apariencias engañan"
(Halloweii i96U; Riviere 1994); pero mi irnpresiói-i es que las narraciones
amerin;iias que tratan sobre las ropas animalcs mses!ritii tanlo O más
interés ei-iio que esias ropas hacen que en lo que escondeli-' . Además, entre
i:n ser y sl: apariencia está si! cuerpo, que es iiiás que ;Sta -y las mismas
rncnos literalil;c.nte, caníbales.
En el canibalisnio amazónico, lo que se busca es precisamente la incor- narraciones rni?esirnn cómo ias apariencias son siempre "i;i~srnn-iasca:i,-
poración del aspecto subjetivo del enemigo, que es, por eso, l-iiper- dar." por i1i-i coiliportair,icnto corporal iiiculierei-iteion ellasU. En resumen:
subjetivado, y iio sil des-rubjetivacióii, como en el caso de los cuerpos no hay duda d e que los cuerpos son deseci-iables e inteicambinbles, y que
ai-iina.les (l7erViveiros cie Castro, 1992a,1996a, y Fausto 2001). Como ya he "tras" ellos están las siibjetividades formalmente idéilticas a lo huinano.
dicho, buena parte del trabajo del chamán consiste ei-i trai-isforniar a los Pero esta idea no eqi.iivale a niiestra oposiciói? entre apariencia y esencia,
aniinaies muertos en ~iierpospuramente naturales, desespiritualizndos y sino que sólo manifiesta que la periuiitabilidad objetiva de los clierpos está
así susceptib!es de ser consumidos sin riesgos. En contraste, lo que define fundada en la equivalei-icia subjetiva de los espíritus.
a los espírihis es, entre oiras cosas, el hecho de ser supremamente Otro tema cl6sico d e la etnología suramericaiia que podría ser interpre-
incoinestibles; eso los transforma er. comedores por excelencia, o sea, en taco en este iiiarco es el de la discontinuidad sociolSgica entre ios vivos
aiitropófagns. Por eso, es común qiie los grandes animales depredadores y los muertos (Carneiro'da Cunl-ia 1978). La distiiición fundamental entre
sean 12s forinas preferidas de los espíritus para manifestarse. Asíseei-itieii- los lrivos y los muertos pasa por el cuerpo y no, precisamente, por el
1 d e , además, por qiié los animales de presa ven a los h~imanoscomo cspí-
ritus, por qiié los deprcdadores nos veii como animales de presa, y por qué
espíritu; la inuerte er una catástrofe corporal qiie prevalece corno elemento
diferenciador sobre ia común "animación" d e los vivos y d e los miiertos.
los ai-iiii-inlei:coi-isiderados incomcstibles s~ielei-iasimilarse a espíritus. Las cosmologías anierindias dedica11 igual o mayor interés a la caracte-
44 rización ciel inoclo iin que los ii-iuertos ven el ri-iui-idoque a la visión de los
. animales y, como en el caso de éstos, se complacen en subrayar las dife- misma especie: muerto,espíritu o animal. Quien responde a un t ~dichoí por
rencias radicales con el muiido de los vivos. Los muertos, en rigor, no son un no-humano acepta la condición de ser su "segunda per.wnaU y al
humanos por estar definitivamente separados de sus cuerpos. Un muerto, asumir, a su vez, la posición de yo, lo hará ya como no-humano. (Sólo los
espíritu definido por su separación de un cuerpo humano, es atraído chamanes, personas multinaturales por definición y oficio, son capaces de
Iogicameiite por los cuerpos aiiiniales; por eso morir es transformarse en circular entre las perspectivas, tuteando y siendo tuteados por las agencias
animal", como lo es transformaseen otras figuras d e la alteridad corporal, extra-humanas sin perder su propia condición de sujeto). La forma
especialmente los afines y los enemigos. De esta niariera, si el animismo arquetípica de esos encuentros sobrenaturales consiste, pues, en la intiii-
afirma una continuidad subjetiva y social entre humanos y animales, su ción súbita de que el otro es humano, entiéndase, que él es el humano, lo
complemento somático, el perspectivismo, establece una discoiitinuidad que automaticamente deshumaniza y aliena al interlocutor,'transforniáa-
objetiva, igualmente social, entre humanos vivos y liuiiiaiios muertos. (Las dolo en presa, en animal. Y éste sería, en fin, el verdzdero significado de la
religiones basadas en el culto a los ancestros parecen poshilar lo contrario: inquietud amerindia sobre lo que se esconde bajo las apariencias. Las
la identidad espiritual atraviesa la barrera corporal de la muerte, los vivos y
los mi~ertosson semejantes en la medida en que maiufiestaii e! mismo espí- j aparien'cias engañan porque nunca se puede estar seguro de cuál es el
punto de vista dominante, esto es, de qué mundo esta en vigor cuando se
ritu: ancest~alidadsobre-humana y posesión espiritua!, por un lado y aiuma- interacda con !os otros. Todo es peligroso; sobre todo, cuando iodo es gente,
lización de los muertos y metamorfosis corporal, por el oiro). y nosu>os tal vez no lo seamos.
uesp& de haber examinado el elenienio diferenciador del perspechvismo
arnerindio. sólo me falta atribuir i3ia bmción cosmológica a la unidaci
transespecífica del espíritu. Aquí es donde creo qtie se puede prciponer una
definición relacioiial de la categoría de "Cobrenaturaleza", hoy ya en descré-
dito, pero cuya utilidad nie pareceincuestionabie'~ Aparte de lo cómoda que
i Nota final

Es importante prestar ateiición o1 hecho d e que los dos p:lntos d e vista


resulta para etiquetar ánibitoc cosmográficos del tipo "liyper-!iiniiios", o para cosrnológicos aquí compsracios -a los que he ilamado "occidental" y
definir imñ tercera categoría de eiitidades ii-itencionales-pues decididariieiite "amerindio"- no son "composibles", desde i:iirsfro punto de vista. Un
Iiay varios seres en las cosnioiogías indígenas que no son ni humanos ni compás debe tener una de sus piernas firme, para qUe la otra pueda girar.
animales (me refiero a los "rspíihis")-, esa noción puede servir para designar Nosotros'hen:os escogido como soporte la pierna c o r i e s p ~ n d i r n t eá la
un contexto relaciona1 específico y m a cualidad fenomenológica propia, dis.- naturaieia, dejando la otradescribir el círcu!o de la diversidaci cultura!.
tinta taiito de la intersubjetividad característica del Inundo social como de las a Los indígenas parecen haber escogido la pierna del conipás cósmico
relaciones "interobjetivas" coii los cuerpos animales. correspondiente a lo que llamarnos "cultura", sometiencio así nuestra
Siguiendo la analogía con la serie pronon~inal(Benveniste 1966a,b) se ve "naturaleza" a una inflexióii y variación coiitiiiuas. La idea de iin cnm-
que entre el yo ref!exivo de la ciiltura (generador del concepto de alma o pás capaz d e mover dos piernas al mismo tiempo relativismo fina-
espíritu] ?el él con valor iinpersonal de la i~aturaleza(iiiarcador de larelacióii lizado-sería acígeoniétricamerite contradictoria, o fi:osófican?er!te ines-
con ln alteridad corpórea), hay una posición que falta, la de! tií, la segirrldo . . - table.
-
pcr.w!?o, o el otro tornado corno otro sujeto, cuyo punto de vista sirve de eco Pero no debemos olvidar eii prinier lugar que, si bien las p u i ~ t a sdel
latente al del yo. Creo que este concepto pciede ser de ayiida en la determi- comprís están separadas, las piernas se articulan en el vértice: la distinción
nación del contexto sobreiiatural. Contexto anormal en el cual el sujeto es entre iiaturaleza y cultura gira en torno a un punto donde ésta todavfa no
capturado por otro punto de vista cosniológico dominante, doiide B es el trí existe. Este punto, coiiio Latour (1991) tan bienargumenió, tiende a mani-
de una perspectiva no-humana, la ~obreiiofitrn!ez~ es lo forriin del Otro corno festarse en nuestra modernidad solo como práctica extra-teórica, visto que
Si~jtto,implicando la objetivación del yo humano como un f i í para este Otro. la Teoría ;S el trabajo de purificación y separación del "mundo del medio"
La sitiiación sobrenatural típica en el muiido ameriiidio es el encueiitro, de la práctica en árnbiFs, sustancias o principios opuestos: en Naturaleza
en la selva, de un ser huinano -siempre solo- y un ser al que se ha visto al y Cultura, por ejemplo. El pensamiento amerindio (todopensam:3ento mito-
principio como un mero animal o uno persona, que se revela como :in práctico, quizá) toma el camino opuesto. Pues el objeto de la mitología está
espíritu o un muerto y que J~~iblo con el hombre (la dináinica de esa coniu- situado exactamente en el vértice donde radica la separación entre Natii-
nicación está excelenteinente analizada por Taylor (1993aI)". Esos encuen- .. -'. raleza y Ciiltura. Eneste o r i ~ e nvirtual de todas las perspectivas, el mcnri-
tros cuelen ser leí'ales para el iiiterlocutor que, subyugado por la subjetivi- miento absoluto y la multiplicidad infinitá son indisceriiiblcc de in inrno-
dad no-liuiiiaiia, se pasa al lado de ésta, transformándose en un ser de su vilidad coiicelada y de la unidad impronunciable.
3 Ciizndo están reiinidoseii siiialdeas en la si.l\.a,p. ej., los aiiiinales s e qliitail la
Eii seguiido !- Ultiino lugar: si los indígenas tienen razói-i, la diferencia
ropa y asiitiieii s ~ figiira
i huiiiaiia. Eii otros casos, la ropa sería transparente z
e r i t r e ioc d o s p u n t o s dc vista 170 es iina cuestión cultural, y m u c h o ineilos los ojos d e la propia especie y d e los chamaiies Iiiinianos.
de mentalidad. Si los coi1trastes entre reiativisrnd y perspectivismo o entre 4 La noción-de "ropa" corpoial ha sido docuiiieiitadn, entre otros, en los
inultii'iilturalismo y riiultinaturalismo fuesen leídos a la luz, n o d e n u e s t r o I\lakuna (Arheni 1993), los Yagiia (Chaiinieil 1983:i25-127), 10s Piro (Go\r
relativisino mulriculiiiral, sino d e la doctrina indígena, e s forzoso l!egar a corn. vers.), los Trio (Riviere 1994) o los AlLo-Xinguanos (Gregur 19/7:321;
l a conclusión d e q u e la reciprocidad d e perspectivas s e aplica a si misii-ia \'iveiros d e Castro 1977: 182). Es probabIe1nen:c una noción panamii~icana,
y q u e la diferencia e s d e m u n d o , no de pensariiiento: con i:n gran re~diinieiito,p. ej., en la cosmoIogía k\\.akilitl (GoIdniaii 1975: 62-
63, 124-25, 182-86,227-28).
5 Cf., ara algunos ejeniplos, Faer 199.1:102, 119-224 (hlaciiiciienga); Grenand
Q i i i i í Iiqireri!os a desci~brir,iirz dín, qiie, tnrlto erl el peilsni~~icrlto 1980: 42 (Wayapi); Jara 1996: 68-73 (Akuriyó); Oshorn 1990: 151 (U"\va);
inítico coiiio eli el prizsowiierrto cielltfico, oycrn ln n~isrrlnlógica y qire Vi\.eiros d e Castro 1992a: 6s (Araiveté); M7eiss 1969:158 (Cai~ipa).
el ho17;!~esiempre iln pensndo bierr. El progreso -si es qiif poderrzos 6 Cf. p. ej., Saladiil. d' Anglure 1990, Fienup-Riordaii 1994 (Esquiinales); Ne1sa;i
nplicnr el térinii~oeir ese coso- no tendrín erltorices ln cor~ciel~cin pol 1953, ivlcDonel1 198.1 (Koyiikon, Kaska); Tanner 1979, Scot: 1939, Sright:;ia:i
tentro, silio el r711111íjo.doridr ~iizo111r171orridnddotndn de ficlrltnrles 1993 (Cree); Hallowell 1960 (Ojibwa);Goldman 1975 (Kwakilitlj, G~iédoil1934
constolztrs se ericontrnrío, erz el deci~rsode S I L larga i~istorin,~ ~ r i t i l i ~ i o - (Tsimshian); Hoelscher 1989 (Haida). Para Ciberia, cf. Haniayori 1390. Cf. final-
~ n r l l corfioi~tndo
:~ coi: niiezios objetos (Lévi-Ctrauss 1955b.255). L I mente Howell 1984, 1996 y Karini 1981, para los Che\x,ong y h?a"Re!is6k d e
. . 5talasia.-E! est~idiode HowcJl d e 1954 fue u10de ios primeres eii dsdicar m i s
" ~
- I atcn.cióna~.t~iiia.:Ccncepcion& se*niejantes también Iiieroii doc~inientadasen
"Perspecti;,i:rno y multinatiiralismo en la América indígena", d e E d ~ i a r d o Lin3 cosmología melanesia, la de los Kaluli (Schielflin 1976 cap.5).
\'i\,*~irosde Castro, es la tradiicción del portiigii6s realizada por Rosa Á l ~ a r e z
y Rcger Sansi del capítulo 7 del libro del niisnio autor A i1icorist21icifidi1 ri1iii.i
seliiageiii (S20 I'aulo, Cosac y Naify, 2002, pp. 345-400). iE 7 Cf. Viveiros d e Castro 2002, caps. 2 y 4. Las nocioiles de p r s p e c t i i ~ ay puilto de
vista tienen un pape! decisi\,o eil textos qiie escribí anteriormente, pero e:;
el!os su foco de aplicación era priiicipalineiite la diiiiinicz intra-h~iniaila,eiL
~articiilarel canibalisiiio tupi, y sil significadocasi siempre aiialítico y rbstr,icto
Notas 1
;
(\'iveiros de Castro l442a: 2/5-51, 256-59, 19?6a,200? cap.4). Los estudios d e
Vi!aqa y d e Lima rrie deiiiostraroii que era pcbible gerieralizar esa: nociones.
1 Las p6giíias qiie siguen tienen sii origen en ~ i i di61ogo
i con Tiiiia Stolze Lima.
La primera versión del principdl de los articiilos aquí refiindidos (Vivciros cie
i S Cf. Renard-Casevitz 19Y1:10-11;\'ilaqa 1192: 49-51; Arheni 1793:Il-12; Ilo\~.ell
1996:133.
Castro 1996cj fiie escrita y publicada al niisnio tieiiipo que el estiidio d e Lima
sobre el perspecti\~ismojiiriina, al ciial remito al lector (Lima 1996). El ensayo
d e Latour (1991) sobre la noción de modernidad fue una fuente d e inspiración
iiidiíecta, pero decisiva, par" esta primera versión. Meses despiiés d e haber
i 4
10
Overiiig 1985: 219; 19Só:245-46; Viveiros de Castro 1992a: 73-74; Gaer 1994: 84.
La iioción d e qiie el sujeto -los Iiornbres, los indígenas, r:ii grupo- que
distingue es el término históricamente establede la distinción entre el "yo" y el
"otro"-los aiiiniales, los blancos, los otros indígenas- aparece tanto er; el caso
publicado e! artículrj d s 1996, leí un viejo tex+.Jde Fritz Krause (1931; citado eri d e In difere~lciacióninterespecífica como en el d e la s~.paracióiiin!ra-espcífica,
Doelscliir 1959: 212 n.10) donde encontré ideas ciiriosamente convergeriles con como se puede vei en los diferentes mitos amerindios d e origer. d e ios alancos
nlgiinas de las aqiiiexpiiestas y qiie comentaré en otra ocasión. Pero la verdadc- (Cf., p. ej., DaMatta 1970,1973;s. Hiigh-Jones 1988; Lí.\,i-Ctra~iss1991; \'iveiros
ra coincidencia del artítciilode 1996 -ignorada entonces- se prodiicía con la teoría . - de Castro 2000, 20C2 cap. 3). Los otros fueron lo que somos, y no, como
desarrollada por Roy Wagner en Tlie i~ii~eritioti of Cirltiiri: libro que leí quince creemos nosotros, ellos so11 lo que fiiirnos. Y así se coinpreiid<~ l o pertinenie
años antes (en 1981, año de sil segunda edición) pero que se borró complet.1- qiie puede ser la nocirjii d e "sociedades frías": la historia existe, pero es algo
nieiite cle mi nieinoria, seg~irainentepor estar por enciiiia de ini capacidad cie qiie solo siicede a los otros, o por s u causa.
coiiiprensión. Al releerlo en 1998, comprendí qiie algo había asimilado, despiiés 11 La distinción es en6logn a las d e Wagiier (19S1:133) o Ingold (1994), entre la
dc kodo, piiesto que había reinventado ciertos pasos criiciales del argunieilto de hiiinanidad como especie (o liiriiroi7kiiiri)y la liiiniaiiidad corno ideal moral (o
LVagiier. Peter Goix,, Aparecida Vilaca, Philippe Descola y Micliael h'ousernan iiiiriirlriity).
ccir:tribu!.eron, como siempre, con sugerencias y comentarios en diversas fascs 12 La relación entre chaniaiiismo y caza es una cuestión clásica. Cf. Chaumeil
dc la elaboración del testo. Por fin, el desarrollo en curso de las tesis aquí 1983: 231-32 y Crocker 1985:17-25.
esp:!cstas (Viveiros de Castro 2(!02) deben a las Iiices de Bruno Latoiir y Marilyn 13 1.a importancia de la relación venatorio-cliamanísiica con e! ni~iiidoanimal en
Strathern miicho más de lo que es posible c ~ i ~ s i g r ieri
a r este iiiomento. sociedades ciiya ecoiiornía se basa en la horticultura y en 113 pesca inás que en

I
2 "Esa es la lógica de i i i i discurso comíinnieiite conocido como 'occidental' cuyo la caza, suscita problemas iiiteícsantes para la Iiistoria ciiltural d e la Amazoiiía
iiindanierito ontológico reside en iina separ.xciói1 de los ánibiios subjeti\,o !J (Vi\,eiros d e Castro 1946b; 2002 cap. 6).
objetivo, el priniero concebido coiiio iniiiido interior de la niente y del si&- 14 Cf. Erikwn 19S.110-12;Descola 19S6:317-30,Ariiein 1936.Téngaw en ciieiita además
iiificado, cl segiindo, corno iniin<io exierior d e la niateria y de la siistaiicia" q ~ i cen
, las clilhiras de la Ain.izoiiía occidental, en especial en las qiie consuiilen
] (Iiigo!d 1991: 356).
aliicU-i6genos,la perso1lificaciói-idelas plantx parece-er al mei-iostan relevante coino oi-itológicaen las cosmologías tupi, asícomo el carácter directamenie social (y no
la de los arknlaies y que, eii áreas conlo el Alto Xuigii, la espirihiaiización de los solo ciasifisatorio) de la iriteracción de !os órdenes hiinianos y extra-hiin;nnos.
U-stminentosdesempeña una hmcibn cosmológica de pruiier plano. 21 Para iina discusión ccnjunia d e los pares totemismo/sacrifico y nrol.ll)ope, cf.
15 Olxervo qiie ^e niudc de explicar el contraste no solo es seniejante a la célebre Viveiro.; de Castro 1991: 58, 91 n. 2.
oposici6:i en3e "do:i" y "mercancía", sino que entiendo que se trata del ~i~isino 22 Digo q u e esas estructuras son asiniétricas porque, en el caso del n a t u -
contraste, f o ~ n u l a d oen kérnunos no-ecoriomicistas. "Si, en una ecoiiomía mer- ralisno por ejemplo, !a noción d e naturaleza n o necesita de la noción cie
cantil, las c o s a y las personas nsunien la fonna social de la coca, en la econom'a del cultiirz para ser deíiaida, p?ro no viceversa. En otras palabras, en niiestra
do11asumen la forma social de ia persona" (Strathem 19SS:lW;cf.Gregoiy 1932 41). o n t o l o ~ i ala interacción ~iatiiraleta/sociedad es natiiral porqiie la distin-
'N. del T.: El aiitor emplea "agencia" con el valor del término inglés "agency" ción mirina es visia .como "c~iltural",es decir, coi~striiidn,y por !o tanto,
(propiedad o cualida?! d e ageiite; el que hace) qiie en español, fuera de los sirbordii!fldn (cf. Searle 1995: 227: "No podría haber una oposición entre
círculos de filosofía y cieiicias sociales, es un término todavía poco común, y he cultiira y biología porqiie, si la l-iiibiese, la biología ganaría siempre"). E:)
creíbo con\'.nieiite aconipafiarlo del ing!@s "agency" y "agei-it". las ontoloCins ameriiidias, por el contrario, tal interarción es social porqiie
16 La definición teórico-antropológica de "arte" como proceso d e abdiicción de la la distii)cion es considerada como natural, es decir, d~~riii. Aquíes la categoría
agencia fue niagistralrr.ente expiiesta por Alfred Gel1 en Ar: lir7dngri7ry (1998). d e naturaleza la que exige Lina definición previa de la cult~ira.(Para la
17 hft.refiero aqiiial concepto de Dennett sobre la TI-ordenalidadde los sistemas difertlncia entre lo "dado" y lo "innato", cf. h'agner 1981 j r sil aplicación en
intencioi-iaies. Un sistena intencional de segundo ordeii es aquel en el que el 'diveiros d e Castro 2092, cap. S).
cbservador atribuye no solo creencias, deseos y otras intenciones a1 objeto 23 Cf'. Stcatl-iern 1980 y 1:atour i991, para esa ineshbilidad; er! fyialik 2000 se
(91;mer orden), sino tarnhih creencias, etc., con respecto a otras creencias, etc. enciientra una bueiia expcsición popular de la teiisidn en:re nionisz-,o y

1
La tesis cognitivista más aceptada sostiene que solo el Hoi~rosn}ii<~iis demuestra dualisnio e:? la coiiciencia nioderiia.
intencionnlidad e1-i or-l¿ii igiial o superioi a dos. Obsérvese qiie mi principio 24 Cf. Radcliffe-Orowr 1929:130-31; i o n d r , eiitre otros argiiinentiis dignos d e
cli.irnan;stico de "ribducción de u;-i miximo de agencia" s e contrapone, evi- mención, se distinguen los groccsol: di. persorljficncióii de las especies \- fénó-
dentemente, a los dognlas d e la psicología íisicalista: "Los psicdlogos Iian menos naturales (que "permiten coiicehir la naturaleza coiiio si fuese una
reciirrido fre~iiei-iteiiiente al principio coiiocido con cl iiombre de 'crin011de la sociedad d e p e r s o n ~ stransiorii..indo!a
, en un orden social o mor2l"j coiiio Ii.1.;
yarsiinonin de Lloyd h-forgnn', qiie puede coriiiderarie coino iin caso particu- qiie re encuentran erilre los Equiinales o .Aiidamaneses, de los s i ~ t ~ ~ idc i~ni
lar de 13 n3\-aja de Gccaiii. ESY priiicipio postiila que se debe ;tribuir a un c!nsjficiicióii d e las especies iiatiiraie:, con-,o!os que se enci.iciitran eii Australia
organismo el mí:-iimo de irteligencia, coiisciencia o raciorialidad siificientes y que configiiian iin "slstenia de solidaridades sociales" entre honibre y
para ciar ciienta d? su conportarnieiito" (Derinct op. cit.: 274). En efecto, la 1:atiiraleza. Esto reciicrda mi:clio la distir.ción anirnisirici/toterniimo dc.
niaraca del chan-iári es iin instrumento de tipo en:erar>:ente diferente de la Desco!~,así como la diferencia iiiniii!fo /:ótciii esti:diado por Lévi-Straiiss.
navdja de Occan-i;esta puede cervi: para rscribird:tícii!c~s d e Ibgic-a,pero no es 25 Piei-iso que el argunie::to de lngoid es elociiente, pero, en ú1ti;na i:ii:aiicia,
muy buei~a,p. ej., para recuperar almas perdidas. insatisfactorio, especialmente en sil momento proposicioiial, qiie no disciito
15 Conio observa hlarilyii S:ratlierii a propósito de un régimen episternológico aquí. Dejo para otra oportunidad la fundariieiitación de este juicio.
parecido al anierii-idio: "(Esta) coiivei-ición requiere que los objetos de iiiter- 26 Nótese que la ciiestión qiiiniei-itista t.s la versión teológica del llamado "pro-
yretacion, ii,LinlanL~s o r:o, sean enie~ididoscomo otras personas; er. efecto, o1 blema de las otras mentes", qiie trae d e cabeza a los filosoior; desde los
propio acto de ii-iierpretación presupone ia "persoi-ieidad" (persoiihood) del que orígenes de !a modernidad.
ert5 siciido interpretado. (...) Asi pues, lo que se enciieiitra haciendo in- ... 27 El mismo Lévi-Strauss ilustra esa traiisforinación en un espléndido párrafo d e
te:prerac;vnes son sienipre contra-interpretaciones..." (1999: 239). SLI homenaje a Roiisseau: "Einpezamos por separar al hornbre Ge la aatiiialeza
19 Wagiier (l9Sl) fiie uno d e los pocos que supo Iiacerlo. y situsrlo en un reiiio soberano; creínios liaber borrado así su caracterí~tica
20 Para c,iieáarrios en el 2nibito americanista, recordemos, e n h e otros: el rechazo niás inc~iestionable:que antes que nada, es i!n ser vivo. La ceciiera ante esa
de Overinc (1985) del privilegio de la metáfora a favor de uri literalismo re- propiedad común abrió el camino parii todos los abusos. Niinca como ahora,
lativista que parece apoyarse en la nocióii de creencia; la teoría de la sinécdque después d e los íiltimos ciiatrosiglos de sil !iistoria, piiede el hombre occidental
dialéctica como anterior y siiperior a la ai-ialogía nietafnrica, prop~iestapor darse cueiita de cómo, al arrogarse el derecho d e separar radicalmente la
Turner (1991b), aiitor qiie, conio otros especialistas (Szeger 1981, Crocker 19S5), hiimai-iidad de 'la animalidad, concediendo a la priinera todo aqiiello que
ha intentado refutar las interpretaiioiies del dualismo naturaleza/ciiihira de los negaba a la segunda, abría iin ciclo nialdiio, y qiie la misiiia frontera, c0r.s-
Je y lo3 Bororo en términos de iiiia oposicióii estática, privativa y discreta; el taiiiemente retrasada,'le servíü para separar a ii!-ios lionibres de otros y para
concepio de "diialismc triádico dual" o de "dualismo dinámico" de Peter Roe revindicar, en beneficio a e niiiiorias cada vez m i s reducidas, el privilegio d e iin
(1990):qiie el aiitor considera ima característica distintiva del arte y pensaniiento hiimanisnio qiie nació ya corronipido por haber ido a buscar en el amor
aniazóiiicos (lo que seguraniente sería siiscrito por Lévi-Strauss: cf. Viveiros de propio sii principio y su coiicepto" (1962~:53).
Castro 2002, cap. S); o cii propia recoiisideracióri (Viveros de Castro 1992a ) de la N. rlrl T.: en portiigiiés del Srasil, n s ~ i i f e(la goiite) se i i a como pronombre
üifereiicia entre-toteinisino y sacrificio J b luz del concepto deleiiziaiio de pcrsonal de primera persona del pliiral, sustituvei-idoal más tradicional (y más
70 deveiiir, qiie trata de explicar la ceiiirelidnd de los procesos de predacióii portiigiiés) tiós, es decir, cqiiivale a "nosotros" en español.
il
25 Una \.ni-idnte d e ese rcchazo d e la aiito-objeti\raci6n ononiástica se encuentra eii 3S Ver el desarrollo reciente d e esta siigerencia en Vilaca 1999.
aqiielios casos o nionicn:os e:? qiie, cuaiido el grupo en posición de sujetose toma 39 "El mayor peligro d e la vida radica en el hecho d e que la coiiiida del Iioiiibre
como parte de iina pl~iralidadde grupos aii61ogOs, el térmiiio aiito-referencia1 consiste casi por entero en aiiiias" (Birken-Smith citando a 1111 chaniáii es-
sipific;.. "los o!r~r;",siendu iisado priniordialiiiente para identificar a lus griipos qi:inial, apiid Bodenliorn 19SS:lj.
de los c~ialesel sujeto se excl~iye.La altemstiva a la sihjetivacióii prononiuial es 10 C'f. Vivciros d e Castro 1578, 2002 cap. 1; Crockcr 1985; Overing 1955, 1986;
una ai::o-objetivación igiialmeiite relacional, donde "yo" sólcl puede significar "el Vilcica 1992; Arheiii 1?93; S. ffiigli-Jories 1996, entre otros miichos.
41 Petcr (;O!\. (coin. pers.) afirnia que los Piro coiicibeii el acto d e vestir una ropa
okro de! otro": cf. el lrci;:/nr d e los Achiiar, o el iii?ic~rlde los P a l o (I'aylor 1985: 165;
Erikwn 1990: SO-@). La lógica de 11' ai-ito-etnonimia nati\.a exigiría ui eshidio como un ~il;iil;irili ro;?n. Lo más importante no sería, como lo es entre iiosolrus,
el !ieclio de cubrir el cuerpo, sulo el gesto de rellenar la ropa, activar!a. En otras
er;pp:ífico. F a r ~
otros cascs ilustratii~os,cf. Vilasa 1992: 44-51; Price 1987; Viireiros
p:labras, el hecho de vestir iina ropa modifica más a la ropa qiie al cuerpo que la
de Castro 13922: M-55. Para iin snilisis esclarecedor d e un caso norteaniericano
\.Is~?.Goldman (op. cit.183) obsenra qiie las m6scarns kwnkiiitl se "excitan"
parecido a los am.izóiiicos, cf. M: Donnell 19%: 41-43.
diiran:e e! gran Fistival d e Iiivicmo; y Keiisiriger (1995: 225) reciierda qiie, pira
29 Dice Taylor sobre el concepto jíi-?aro d e rcioknii, "alma": "Esencialinente, wakan
!o5 Cüshiiiahlia, 1'3s pliiriias de los pájaros (usadas como adorno corporal)
es aiitocoii:icncia L..] una representación de la reflexividad L.. ]. Con todo, icinkn!i
perteneceri n 13 cat-goria de Los "remedios".
cs con:ún 3 niiidias er.tidacies y de ningiiiia niaiiera E I atributo~ exclusivaniente
12 '"Ropa', e11 ese sentido, no significa meramente una cobertura del cuerpo,
hiim.?no: hay tantos ;conic.mi cnmo cosas a las que se pueda, contextualmente, pues sc refiere tambit;n a la hat'.ilidad y iapacidail dc desenipeñar cierias
atribuir rt~flexividad"(1993Li: 650j. tsress'' (Ri:riere eii Koele~vijn1987: 306).
3U "Este es el F,indrirnento del perspectivismo. No expresa uiia dependencia con 43 RiviPre (1934) ofrece iin mito iri:eresrn& en el qiie qiieda claro que la ropa es
respecin 3 un s¿ij&todefinido previamente; al contrario, será siijeto aquel que ! nienos forma q:ie fiincióii. Uii siiegro-jaguar o'rrce a sil yerno hiirr.,:rt~>i.ei,iis
acceda al piinto d e vista ..." (De!euze 19%: 27j. La fórmula de Saussiire (de la 1 d e feiiiic. Eice el mito: "El jaguar dis~0ní.ide t a m ~ i i o sdiferentes d e ropa.
ni65 piire-itirpe kantiana) está en el priii~ipiodel Corrrs (1916: 23). Ropz par? czzar tapires, r ~ i p apara caza: pecaries (...) ropa para cazar agiitíes.
31 C.F.p. ij.Brox;'n, sobre los conceptos aguaruna d e íunk~irl,alma hiiiiiana, y nriit.;,
.~ericin?"o aln1.i d e entes no-h~imanos,qiie el autor estima fiiiiciainental-
I Toda.; esas ropas eran más i>mcnos diferentes y tucizs tenían garras". Ahera
:ente riiiiria;itci. i1efi;~iendoanibos como "iina esencia rculta y permanente
qiie, cuor.ido cc hace visible, tiene la forina )- las caracterísiicas d e iin ser
1
L
bien, !os jagiiares no cari1bi.n de tan-,año para cazar presas de tamnños
diierentes, scilo can~biar.rii comportamiento. Esai ropas deliiiito estiii adap-
tadas a siis iiinciones específicas, y de la forma-jaguar lo iíriico qi:e qiieda, piies
hiini~ric'(19SF: 54-55),
32 Tradi?z:o el \.erbo inglés :o c~rlboiiyy siis derivados, qiie Iioy en día gozan d e ! i.s 11; iiiiico qiie i~iipcrta,5011 ias garras, e! insi;iiiiiento d e sl: funcióii.
44 C'oino observa Fia:iip-Riordan (1944: 30) a propósito de iris lnitoj esq:iimal~s
una extraordinaria popuiaridad en la jerga a1itrop~7IÓgica(ci. Tunier l?%!),por
el neo!ogisnio "er.ccirpor;ir", puesto que ni "encarnar" ni "incorpoi-ar" son
i
L de !rancf«rínaci6n aniniai: "Los visitanies hvariabiriiienre re\relaii i u i<j<ntidad
aniinzl por alsúri rasgo peculiar de sil conip~rtaiiiientoduraiite lz visita ..."
realmenrc. a c i ~ a i a d o s . ,
33 En el misnio espiritii d e Arlieni, Sigiie Ho\\.ell afirnia "los Chervong son
I 45 Ex. ~cli\vzrtzinan1988: '265 (Pannra); Vii.i:a 1592: 247-55 (Wari"); Tiiriier
1?95:1.52 !Ka:la~ó);Pollock 1585: 95 (Kiiliilaj; Gray 1946:157-78 ( h i . ~ k m b u t ) ;
relati~islas;para ellos, czd2 especie es diferente, pero igual" (1996: 133). Eso illexiades 1999: 134, 175 (Es<'Eja); VJeiss 1972: 165 ( C a i n ~ a ) .
!ami-ien es verdadero; pero, probablenientr, sería m i s verdadero si invir- 46 La nsción esti c!esacreditada desde, por lo menos, Diirkheiir,. El a r g ~ r n e i i t oeii
tiés?irios eI é:?fasis: cada especie es igiisl (er el sentido d e qiie no existe iin S U contra es más o menos el siguiente: c0n.o los "priiniiivos" 113 tienen el
piinto de vis:a absoliito, independieiiteniente d e toda "esl~ecificidad"),pero coiicep:n d e necesidad natiiral, es decir, d e la Naturaleza conlo ánibitct regu-
diteren:? (piics tal igiraldad no significa que 1111 tipo d e ser dado pueda asuinir lado por las leyes de la físic?, para ellos iio tiene sentido hablar d e SO-
indiierenteiiieiitc: el piinto 3 e vista d e otras especies). brenaiiiraleza, pues no existe iin ámbito siipra-físico d e csiis.?lidad. Puede ser.
--
. "El pucto i,e vista está en el cuerpo, dice Leibniz ..." (Deleiize 19SS:16j.
%
33 Par" nusokios, la rspecic hiirnaiia la coiidición humana coincideii nece-
Pero muchos de los que objetan este coiicepto continúzn empleando la noción
de iiahraieza para designar un ámbito d e las cosrnologí~~s indigenas y no
sariainerite eii extensicíi;, pero la primera tiene primacía ontológica; por eso, tienen grandes prob!einas con 1.a oposición Naturaleza /Ciiltiira, ya sea conio
n r g x la con~liciónliuinana a los otros teriiiiiia, niás tarde o más teniprano, en distinrióii si!p~iestarii~nte "émica", ya sea corrio divisoria ontológica "éiica".
i;na iiegación de sii coespecificidad. En el casa indígena, es la condiciíín hii- Corno obser\.é anieriorinente, inuchas d e las f~incioiiestradicionales d e la
mana lo qi:e tiziie preeminencia sobre la especie humana y esta es atribuida a Sohrenatiiraleza teológica fiieroii absorbidas por el moderno concepto d e
todo ser qi:e afirrnc. participar de l a primera. Ciiltura. Por últinio, si a 12 oposición Naturaleza/Ciiitiira se le piieiie atribuir
36 L?piiieba n ruriirnria d r la hiiición suigulark?ciiira del espíritu e:inl:i.ska cos~nología u n "valor esencialmente metodol6~ico",¿por qiié Ia noción d c Sobrci~aturaleza
está en (iw, ciiandose qiiie:e iuuverszlLz~;lo,no tiay otro rmirjo-:a sobre;iahualez.? :lo kendría tambiér. derecho al niismo 1:abcns corpirs?
está hoy iiiera ili=juego- sirloel de ideiitific.ir10 coi1 la estructiira y e! funcionamiento 47 Los Achiiar, est:idiarios por 'Taylor, recomiendan u n método d e protección al
dci cerebro. E1 espírihi solo p~iedecer iiniversal (natiiral) si es cuerpo. eiicontrarse u11 iruinircÍi, ~ i i ifantasma o espíritu, en La selva. Al i~vianclise le
37 Rec»rdernos ig~iilliiici~te que ias célebres máscaras dobles d e la Cosia Xor- .. debe decir: "iYo también soy una persona!...". O sea, debe afirniarse el propio
orste nortrniiiericann, cirando tienen una cora Ii~iinanay otra aninial, I? pL:nto de vista; cti;rndo el Iiiiiiiaiio dice que 61 tanibit.11es iina prrsoiia, lo que
4 p-imcra es, iiii ~riaL~leiiientc, la cara ociiI!a interior. est6 ciicieridri cs ~ L I el
C e j el yo, iio el otro: la verdaciera Fersoiia riq~iísoy yo.
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EL T ~ OY
EL SOBRINO.
<
EL PARENTESCO ENTRE LOS SERES VIVOS SEGÚN LOS YAGUA -'
i

Eqiripe de rechcrchc eii etliiiologic ariiirii~diciiiie


~intioiiulde la recIrercI~~>
Criiti.~ scielififiqlie, Pnris ,

y sociabilidad eiitre el l-ioinbre


E ste texto trata de las formas deinter~cción
y su ei-itorno,tanto social eonio natural, y está basado enlos nioteriales
recogidos entre los Yagua, sociedad indígena d e ia Amazonía peruana y
coloibiaiia formada por unas 4.000 personas. El estudio del ui-ii,~ersb
taxonómico yagua
. - pone de manifiesto la nociónde "pariei~te"comc idioma
E! general de !as relaciones entre las categorías de seres vii;os, h i r ~ ~ a nya 5s 0 -

t . humanas (animales y vegetzlcs), asi como dcntro de csda una Se ellac.


Como es sabido, el conociiniento de estos modos de inieracción y sociabi-
lidad entre las especies y dentro de cada una d e ellas resulta fui-dxrie;itai
para e~iteiidcrde qué forma se perciben en cstas c:iltiiras lar i ~ l a i i o n e con
s
el otro y con el territorio. De aquí surge la idea de que ei ser humaiio,
concebido cono sujeto que exisif entreotros, niás que actuar de manera
independiente sobre el entorno lo "integra" (Ingold 2000). l'or io ia:-ito. rio
habrá que extrañarse dsl ési to de la noción de parentescc aplicada a los no-
humanos en sistemas socio-cosrr.olúgicos que, coino el de los Yag~ia,reúnriii
los diferentes elementos que componen el niundo viviente en un riiismo
esquema general forjado ante todo sobre Linas principios de tipo orga-
i-iizacional (comportamientos sociales, aiimentnrios, características ecoló-
gicas o asociaciones morfológicas) más que piirnmente ciescriptivo (jara
2002). Este estudio se acerca así a algunas investigaciones actuales que
prefieren las dinámicas taxonón-iicas(intra e i~iterespecíficas)como base cie
reflexión para abordar las cuestiones de identidad y de territorio 2n estas
sociedades y se inscribe en el marco de los trabajos que venimos realizando
desde hace varios años con los Yagua.
En efecto, en un estudio anterior titulado Dlr rL;yktn[ fi I"1riiiiiniri (Chaii-
meil, 1959), ya expusimos las líneas maestras d e una teoría yagua sobre el
mundo vivieiitebasada fundamentalmente en uria doctrina de 12s esei-icias.
Este estudio revelaba la existencia de un sistema clacifieatorio de dimen-
sión cosmológica en el cual se ordenaba11 las especies siguiendo u n cuil-
tinu~ili~que asociaba a los vegetales con los humanos por medio de animales
intercalados. En ese sistema gradual del paso de lo "simple a lo complejo"
creín-iosver la expresión de una dinámica evolutiva entre organismos vivos
centrada e11 torno al eje iiaturaleza-cultura. Por otra parte, esta concepción
eiicontraba eco cn 10s mitos, e! chaiiiaiiisiiio y la ideología d e la gestación- pájaros ri'pn'fí, nionos Iinsotí, peces kiicjn', serpientes kóiidí, iniectos iirkniií.En
~rocreacióii. el nive! taxonóniico iiiferior, las clases se ramifican en "especies" cii\.o
Se trata ahora de hacer iinn 11110\1a aportaci6Íi a esta teoría, pero abor- nombre rífc es equivalente al que designa a los clanes yagua, ririiz (cf. irifrn),
d a n d o otro aspecto del sis:esiia kaxoiióinico ).agua, el relativo al parentesco por ejemplo: iteiini.ii, especie-tapir; R:c~liiiirbi,especie-jaguar; 6trkoi:~, especie-
d e los orgaci5iiios viiros.En efecto, !os Yagua postulan q ~ i los c seres vivos loro. No obstante, a diferencia de los humanos que practican la exogamia
iliaiitieiien entresirelaciur~esde parentesco, amistad o eiieinistad,coino los clánica, se supone que los a:iimales se reproducen dentro d e su Bfc. Así,
h~iinanos.Ha~idricoiirt,eii iin artíciilo pionero, ya Iiabía establecido una desde el punto de vista de los Yagua, las categorías clánicas y las especies
correspoiidencia entre la forma en la qiie algunos melanesios trataban el naturales se oponen por la exogamia. Por últiino, algiinos n'fe se subdividen
ña ine y sus clones y la foríria en qiie estos misnios melanesios se conipor- en "suDespeciesU;eil\criibre d e tiase cie ia especie va eii esc caso precedido
taban entre ellos y con los deiiiás (h'audricourt, 1962). M u c h a proposicio- por iin determiiiant~que especifica la subespecie. Por ejemplo, en la cate-
n e s eniiiiciadas en este ariíiul:) .sobre las relaciones hombre-naturaleza goría de los jaguares n:~ilii~ibi, eníon1ra11-iosnniallinibi, "gran jaguar" (oiica);
i b a n a encontrar eco c.n las tierras bajns ainazinicas y e n otros lugares. Por i Rilni.iili~ilbi,"~ag~iarvenado" ( p ~ i mj;a iinCniiirliOi, "jaguar-tapir" (vapanuina);
el momeiito, sin einbargo, nos liemos lii~iitadoen el texto a los datos taxo- p?si:iinibi, "jaguar jcqiirño" (ocelote); !:orlinil.i, "jaguar d e agua" (iiutria
nóiiiicos necesarios para la demostración. Í gigante); opoiiin:bi, "jaguar mediano" (perro salvaje, Spirafilos)o inciusr, SO]«

El ~iniversotaxonórnico
. .
i~iiilb;,el perro dom5stico. Los Achuar d e Ecuador tienen el iiiis:noprii;cipio
ciasificatorio (Descolz, 1936:iCiS).
A este prinier tipo de clasificacióii vieneii aañadirse otros, coii freciieii-
. ci, m i s pertinentes para las prácticas indígenas, que redistribiiyeri las
De inaxera genei.al, para !os Yagiin, toda materia (mineral, vegekal, aninial especies según criterios morfológiccs, ecológicos (aiiimales d e las salinas,
o hiiiiiana) eská dotada de vida, animada por un misnio principio vital, de !os palmerales, de los li~garesd e tala, d e las riberas, etc.), etológicos (los
i ~ ~ i : i i i c !-era
~ se ccn\.ierti e;: iriiininiada cuaiido este principio la abandoiia. solitarics; los que se desplazan eil manada o en yareji?, los que anda9 por
1 ,?'
Scgún la coricey1:iónii1dígcca, el ~ i - i m ecriterio r para la difereiiciación eiitre el suelo, se ciielg,in rii los 5rboli.s, \:iielnn lejos o cerca, viven en el ?gud O
105 graiicies Ainbitos del miindo viviente está eii relación precisamente con eri e! suelo, en profundidad o en superficie, etc.), las formas de reproducci!i-
l a s forinas de ciistribiici6n d e erta energía xrital: generalizada e indifereii- o tambi.t.n los hábitos alinientarios. Estas clasificaciones traiisversaies ser-
ciac!a en el miindo niiiieía!, diferenciada por especies en el mundo vec>etal virán, coino vanios 3 vcr, para organizar las relaciones d e parentesco O cie
y la t<i~ina inferior, e indii.idiializaci,i (con la aparicióii d e "almas") en la
fauna siilerior (rirLiinalespredadores sobre todo) y el hombre. Se pasa así
d e un concepto iiiuy abstracto de energía vital como principio general al d e
f rivalidad entre las especies.

alnia coino la entidad más iiidi\~idualizada(Chaumeil, 19%). Pasemos Clasificación vegetal


a1.iora 2 las clasi~icacionesbol6nicas y zoológicas. : A diferencia d e los aiiiniales, iio existe, que sepainos, ningún tériiiino de
. origeii único para designar lo vegctal en general. En efecto, los Yagua
oponeii en el nive!, más alto de la taxonomía v ~ g e t a idos catesorías d e
Clasificación aniinal plantas: to7oa2nrn, las plantas silvestres (iilntn'diioizrin, "que crecen solas"), y
1-0s Yagiia dispoiien de un termino de origen único, foiui?i, para referirse al iln'fnsnr!?, las plaiitas cultivadas. En la clasificacióii botánica se enLimerail
coiij~intod e animales, kérrnino qiie a veces hacen corresponder con la cate- s liaiias, réjií, y por últiii.io las hierbas,
prin:ero los árboles, iiii~ir;J e s p ~ i é las
goría ni:lti!1li "caza" aiicquc evidentemente no todos los aniinales constitu- ioihi. En el nivel taxonóinico intermedio, los vegetaics (silvestres y ciiitiiva-
y a n objeko de caza para el lioilibre. Etimológicaniente, fo;vii'i designa a 10s ' dos) se dividen en especies iítc. y " s ~ b e s ~ e c i e s segíin
", el mismo principio
aniirtales de ia sel\,a (foho, "se!va primaria"), pero en sil acepción usi.iai que los animales. Los cultivos se reparten además eil "plantas d e iiomhre",
engloba tanto a las especies salvajes, falinsc, " ~ n a i i a dd~e la selva", coino a ~oiliiiriifarn, "plailtas de niiijer", ic~otoró~ltnru,mientras que las especies
10s familiares (prc'genitiiras de aiiinlales niiiertos eii la caza) y a los aiiinia- sil\~istresso11 foiiniiii~!~ iitnra, "plantas d e los dueñcs d e la se1v;i". Las ,
1c.s ciom6sticos (de introdiicción reciente), Ilainando a estas dos últiinas '
primeras reagrupan ~ i o s s oir:odo los cultivos "néreos" (plátaiios, maíz, caria
c?tegorías con el inisiiio tériiiino ~ i ~ i ~ ~ i i i"manada : ~ O ~ l ~dc~](?S
~ , huniaiios". . . d e azúcar, piñas, etc.), las segiindas esencialmente los tiibérciilos bajo tierra 1
i
P o r otra parte, los Yagiia clasifican a los aniinales en grandes clases o (inandioca, iiame, patata dulce, colocasia). Las plantas d e olor penetraiite i
%
6 "forin'is de trida", soiii-io~ i i ~ ~ r n í f eterrestres,
ros to;oii.i (taxóii de origeii iinico), y sabor aiiiargo, i i i i ~ ~ ~coc;tituyeii
in, una clase aparte, la d e las ilniieíc1nP~;m, 1 .3
"plantas-pocier" (masculinas), entre las que figuran las alucinógenas, siíiio; prentesco d e los animales
las medicinales. piítn, y las venenosas, ~~ioritifl.
Otras clasificaciones transver- ~ l i l o grandes
s inamíferos, el tapir no tiene iiingljn priente terrestre, pero
sales ordenan el universo vegetal por criterios como el tamaño, el aspecto es primo, Iintieiiíurri.i,del inaiiatí pues ambos doininai~en s ~ i si- s (ed'los res-
leñoso, la presencia de espinas o de re:ina, la forma de las hojas o el hábitat, pecti\ros (selva / río) por el tamaiio. Ei tapir es tzmbiénainigo, sni:ikietal~;b~~~?,
y otros. Por últin~o,segúnlos Yagua, algunos vegetales no carecen totaltnenre de todos los animales que frecuentan ias salinas porque "abrevan juntos".
de la capacidad motriz (como las plantas trepadoras, :olió:il). Por otro lado, las dosespecies comunes de cérvidos (e1gris y e1 rojo), amigas
del tapir, son primas dehido al coior diíerente de su ropa. En el ámbito de
. . - . - .. b s ene-mgo-;, itr iiikie!a~~ib~C,.fig.umn !a&dos.e~pecies de pecnries (de collar
Relaciones entre especies y de labios blancos) que se "odian" y "ludiai~a inut.rte" debido a sil olor
incompatible (el pecaríde collar no soporra el olor penetrante de! pecarí de
Como henios dicho, se siipone que los animales y vegetales (los minerales labios blancos). La repíitación de can&al del jaguar (Felis oilcnj lo designa
están excluidos), igiial que los hiin'anos, niaiitieiien entre ellos relaciones como el eiiemigo de todo.; !os ..niinales z 10s que acecha en las cercaiiias de
de parentesco co:icanguLzeo, de amistad o dz hostilidad caníbal según los las salinas para drvorarlos. Llega hasta prncticar el "endocanibalisma"
casos. Vamos a analizar ahora estas :.elaciones tratando de dediicir, para con el yanapurna, su pariente del :nisino n'ie y que tiene prácticamei>ie la
cada una de eilas, los parámetros y los niveies taxonómicos pertinentes. inisma fuerza. Su poderosa corpiilencia le hace ser el abuelo, i;alrépíi, del
Las relaciones de parentescoaentre especies se expreszn por un -go ocelote y el tío, I!fll:i20,cicl puma (c.1 alej~inientogei~ei-acionales proporcio-
masciilino eii la terrr.inología consanguínea sig~iiente(los Yr?gi:a tienei; nal a la diferencia de tarriafio entre espccies). Es asíconiü, entre los roedoresl
iina non;e!-iclatura de parentesco de ti-o dravidiaiio): llntieri = hermano; el paca es el tío del agutí, quz a s ~vez
i es tío del piiiichnna, de menor tani;;i,o,
Iifliierim:rPi = primo paralelo; linllieo = tío paralelo; Iini:di~i1ir~i~ir2i
= sobrino de manera que este últiino Ilairia a1 paca "abue!~".L31. niisnio ii-ioJo, entre
paralelo; Ilnliépa = abuelo rásí = nieto. Solo falta en el cuadro la relació:~ ias especies de los hormigueros, el oso hormiguero es tío del bí:ir:n<iiia, inis
de filiación directa padieihijo, lini!efifl~:iii;iii~, la que coiiririra la uiiión pequeño. El primero (tcrríioiñ) se gana la amiíiad dc?lp~caríporqüe r:on su
consaiigiiínea n-iás fuerte. lengua verinifori~iedes~iloja;! ias horn;iga5 hlyrliiicr; que 11ace:i las ~:%iiciiis
¿as relaciones de amistad entre espccies se desigrian con el término del pecarí,mieiitrasqiiecl segiindo (arl~orico!ajsehzcc a!iiigo del coa; ípara
sni~iki~tniilbiu~, "aliados, ainicos", "con c!iiieii se habla"; las que expresan hacer isna bueiiri pareja en los árbiiies. El cijatí, sitilacio t.i~:;.clos mo:;os, no
hostilidad, con el términri ~ i eiiikir~ii:i7iliioi',,
"enernigos" "con quien no se tieiie, sin emhargo, r-iiiigún !?ariei:'.e en esta clase sino alguiios ainigos 1.
habla". El: el ámbito social yagua, la primera reiacióii indica la alianza sobre todo, un eriemigo: el tayra (o ninnco, incluido en los n-,anos) qiic
política entre griipos (inclu);ei~dolos afines); la segiiiida, la rivalidad y la disfruta persiguié~doio.Por s u zipt.cto "caníl,al" ei te!.ra se acerca a los
gL1CTii-i.Recordeinos que los Yagua han practicado hasta los años 30 una félidos, por lo que no debeexh-aílarnoi saber que es pyirno del perro salvaje,
giierrr! intra e interéinica con toma de trofeos, a! menos paro los enemigos rrpotliiiibi:"jaguar n:edianol', de tariiai:o parecido. El mono aallador, p o r su
"pr6sin1os;' (Chaumeil, 1994). De esta forma, los Yasila haii ca!egorizado parte, es el decaiio (abuelo) de todos los rnoiios y amigo de !os animales de
unos grados de alteridad social (srgúii e! eje pariei~tes-amigos-eiienigos o, _ _.-. las sniinas con los que festeja la llegada de la nueva ,is:ación. l i a sabido,
si se prefiere, el eje consongiiíneos-afines-extraños) qiie aplican a las espe- . sobre todo, entablar fuertes relaciones de arnistad con el rnoiio arafia y el
cies nntiirales en términos idénticos y a los qiie correspoliden formas espe- mono lanoso (o choroj hasta el puzio d s fnrmar un [río iiiscpaíable (son
cíficas de trato y de relaciones sociales. En lugar de considerar esta concor- frecuentes los intercambios entre maiiadas). El saimiri trata coino ?obrinü
. al niono capuchii~opor lucir ainbos en el p e í h uri mechói? de pelos blan-
dancia taxonóiliica como iiiia niaiiifestación @eun sociocentrismo al modo
de Durkheii:~y Mauss (1968:22*-230),habría que hablar inds bien, después cos. Las dos especies de titíes (o pichicos, "bocn bl~iica"y "boca sucia") se
de Levi-Strauss (i963: 183-185),de una "taxonomía global'' que integra los l~amanhermanos porque soii casi idfnticos; talnbiéii son amigos d e l saki
niveles biológico y social en un mismo esquema clasificatorio. (huapo negro) y del uakari (huapo rojo) con los cua!es "se pasean y juegan".
iCón10 se expresaii concretanienle estas relaciones y cuáles son las El ouistiti es nieto de iÓs grandes inoiioi. por cii rninúsciila t211a, pero se
clóses y los eleinenios qiiii ponen en juego? En aras de lci claridad, tratare- acerca a! tití, su tío, por el grito. El kinkajou (o chosna) y el mono de noche
inos eir primer liigar de los animales, despurisde los vegetales y a continua- (Aofiiso inusrnuqui) son priinos porque practican !a caza nocturna, auncpe
ción abordaremos el sistema clánico. En efecto, éste pone en relaciói: a los por su tainafio tengan una relación de tío-sobrino. Se puede ver que, coii la
l-i~iniaiioscon Iós dos ámbitos precedentes por inedio de una serie de térmi- excepcióri del tayra (un mus~tlido),todos los iiionos se relacionan por
nos y de atribiitos específicos. pareiitesco o por amistad. Eri los quelonios, la tortuga niata-iiiata, de aspec-
tc, antedilii:;iano, goza del rango de decana d e todas las demás tortugas pacíficas d e tipo tío-sobrino o d e primos, según el grado d e semejanza
fluviales, que son primas entre sí. morfológica d e las especies (en lo referente al tronco, la hoja, el friito O el
Los pdjaros han elegido al catatoa, d e eiicantadores trinos y largo vuelo, hiieso). Destaquemos igiialmente que dos "especies" inorfológicarneiite muy
dciai-,c de los suyos. En uii plano m6s prosaico, el cóndor y el buitre se Fróxiinas, pero "iia silvestre y la otra cultivada, se califican de carnales
orgmizaii eii torno a lo podrido, lo que les hace ser parientes (tío y sobrino) (hermanas o primas según los casos). Además, en la mayor parte d e los
17 amigos del gavilriii. Los tres son además enemigos d e los demás pájaros casos, tiei~er.un mismo nombre de base. Por ejemplo, el "pupiiña" cultivado
); de ~ l g ~ i i ? animales
os terrestres. E1 gavilán en particiilar es acusado de plírr (Psctrisgnsipricsj ser6 el primo d e su homólogo silvestre tcil'ripiír~,mien-
"traidor" por hacer el juego a los cazadores, a los que avisa con sus cantos tras que el yagé rniilnriirjlí (Bonis:erio,vsis cnopí) será el hermano d e s u equi-
de la proximidad d e caza. Los p6j;iros Peii~.'lopr,Tiirnriziis y Aditir son amigos valente silvestre toraiiiniiirj~í,pues son prácticamente idénticos. Algunos
por el tarnaiio por el color del plumaje. Todos los pájaros qiie \.i\.ei~cerca a
árboles res!i!taii ser parientes por el uso, sobre todo ciiando sirven para la
de Ii!s lagos y se alinienta:~de ?ececillos soii parientes o ainigos (garzas, fabricación d e los niismos objetos. Así es como el "pucunn-caspi" (Poiítcrin
Yascoiws, savacoiis).Igiialmente, los tiicanes son todos primos p c r la forina ' ,
sp.), ia "?ma madura" (Irinrteasp.) y el "motelo-caspi" (no identificado) so11
y el tsmciño ¿el pico, y amigos de los loros, qiie son primos entre s í por sil
12ico gancliiido. Sin embargo, el !oro es sobrino del giiacainayo por la dife- 11 primos pues con s u tronco rectilíneo hacen los Yagiia las cerbatanas. Por
otra paste, n i i s ~ n oparentesco une a las plantas herbáceas que crecen en
r r i ~ r i nd e tamaiio. De manera general y al contrario del gavilán, el pájaro
Peii~iiop~, y el tron'petero (Psopliia) son amigos y cómplices de los animales
c~:<;idosd e día, pues tierien la costumbre de avisarles de la proximidad del
í mata. En ios vegetales cultivados encontramos los n~isinosprincipios d e
asociación qiie los ya citados, con una atención especial a los &fuentes
modos de siembra o d e trasplante. Entselos tubérculos,la msndiocn amarga
cxador.
Lair- !os ~ e c z s ,domina la relación caníbal, con la piraña, 12 nutria
("jaguar d? agiia"), el caimán y el delfín (emisario d e la anaconda eii los
l
1
es enemiga mortal d e la mandioca dulce, a la que "contnmina" híicicindoio
tóxica como ella. Piir este motivo, los Yagiia tienen niucho ciiidau;, d e
separarlas bieii en sus jardines.
ini tos), riicmigos todos ellos d e los tieniás represc:itantcs acuáticos. En la
iliikologia, la piraña esta asociada a los Witoto y Bora a los qiie los Yagua
i! Después de este breve aiiilicis, resulta claro q:ie las rel,?cioi:es de pnren-
tesco en los animales se manifiestan sobre iodo entre i.sjecirs -;"siib-
c1:tsificaii ei,tre los comedores de "crudo" y contra los cuales afirman habe: especies" denko d e un mismo ótc~yniás rzramente entre clases (por ejemp!~,
librado eii oiro tiempo una guerra total. hluclias especies d e peces son manatí / iapir, tayra /' perro de monte). Sin embargo, puede darse e! caso
a J e , á s primas o ;irnigas e:ltie ellas, yíi sea por la forma de las escamas, In d s qi:e algunos nim males no tengan n i i i ~ ú ipariente
i dentru d e su propia
msrfología, el tamníio, el color o la deiitición (en este aspecto la piraiia goza, clase (ver el coatí). Las relaciones d e amistad se expresanmás aiiipliaiiiente
como era de esperar, de una superioridad aplastante). Por últimc, ya hemos entre animales que frecuciitan u n inismo lugar (en pariicular las salinas),
destacado la relación d e priinos que mantienen el tapir terrestre y s u eqiii- se ayudan miituamente (oso liormiguero / pccarí), cohabitan pacíficamente
v d e n t e zcuá tico, el manatí. (tamzndíin / coah3 o andac y juegan juntos (tití / saki / iiakari) cualquiera
c p e sea s u rítr o s u clase (los pájaros penélope y trompetero. Esta relación
-- hzscicnde las grandes categorías animales, Fero no opera eii el interior ael
El parentesco en los vegetales hfe donde los aniiliales son o bien parientes o bien enemigos. Las relaciones
En !a categoría d e los grandes árboles, 10s d e madera niiiy dura ociipaii los d s hostilidad se ejercen entre clases (iiiiitre / aiiimales), dentro d e tina
priiiieros ptics[os por proiesarse un odio sin límites; se "provocan" en misina clase (piraiia / peces), pero también piieden estallar entre aiiiiiiales
luchas fratricidas para ver cuál sucumbe primero. El gigante "lupuna" parientes procedentes d e u n mismo hte (ver el endocanibalismo jaguar /
(Cliorisia sp.), daiacio d e anclios coiitrafuertes tabulares, es sin diida el m i s yni~apiima].P o d e n ~ o esquematizar
s las líneas d e extensión de estas reiacio-
fuerte, pero el árbol estrangiilador "renaco" (Ficuz), con las raíces adventi- ' iies de la forma siguiente:
cias niás desarrolladas, piiede desafiar a menudo y vencer a veces por
estran~ulamieiitoa c~ialquierbrbol. El robusto "hiincapú" (.hliiiqlrni.tir7), Aniinales clase 1 eiitre das-
einpleado como pilar en lz: construcción de las casas, resiste bieii los ata-
/ qucsdei Mn:~i/kflrflydel Brosiiiiirnr (madera d e Brasil). El tipo d e conibate que
Parientes
11 !ibran los grandes árboles se Ilaiiia ódir!/ir y no toti, término reservado a la
Amigos
1:iclia cntre ai>i:iiales o liuiiiaiios. Las palmeras, qiie foi-inan tina subclase
I
4 ideiitificnda por el siifijo - i i s i , iiiaiiiiei~enciitre si iiiirs rilaiionrs iiid.;
Eneinigos -----
!
E1-i cuanto a los-vegetales, ei-icontramos sensibleinente las niisinas rela- lejos") que designa a los enemigos formales. En este caso, Iiil~nii~ii.il
se corres-
ciones de parentesco y de hostilidad entre "subrspecies" yríte, con la excep- ponde con la categoría Iistia~un,"pñriei-ites".,cuyo nombre !uspai:izadoytli~i,7
ción d e la relación de amistad, que no aparece en ninguna parte, lo que no podría ser e! origei-idel nombre actual del grupo (Yagua); ésla es al niel:os ia
tiene nada de extraño si tenemos ei-i cuenta las escasas capacidades nio- hipótesis más plausible. En el i;ive! taxonómico intermedio, las relaciones
trices atribuidas 3 los vegetales. Sus luchas, por ejemplo, scncisien en entre grupos yagua se expresan a través de las ca tegorías cláiucas. En efecto,
estrangular o abatir al adversario sobre el terreno (como se abate un árbol), la sociedad yagua está dividida en grupos patrilineales, ririn, lo-zlizzdos c n
no en perseguirlo como !-iacen los animales. Ahora bien, es precisamente oko tiempo, se,^ parece. En i-iuestrasdiversas estancias liecios obtenido !os
sobre estos criterios de movilidad cornos e entablan las relacio~esde aniis- nombres de quince de ellos, pero la lista no es ni mucho menos ex11ausfii:a:
tad: el hecho de caminar o jiigar juntos basta para ello. Asi pues, los vege-
tales, con su escasa movilidñd, se ven "privados" de amigos. guacamayo rojo apzuiriri árbol de cerbaiaiia riiBtitiriirrirz
i guacamayo negro xnrlnkntiatie
De manera general, lar especies emparentadas pertenecen a 12 categoría árbo! ~ n ta-ni3
a ta ;7:.íiiiiil.i~7
de lo "idéntico", con una gradación que va demayor parecido -pero sin que
i tucán ??oiuarin árbol c ~ p i r o n afisi7iiirrii~
sea igual (hermano, primo, tío / sobrino) - 2 nienor (abuelo / nieto). Cuanto
mayor es la diferencia, n-iás aumenta el nivel generacional. Así pnes, la
reljciiln de carnalidad prodiice afinidades de comportamienio, de c c s t ~ m -
b : ~aliinei-itarias, de aspecto o de uso, iiiiei-i;ras que ia reizc7ói-i genera:.
1
I
cacique ?i:ozcnririn
n-iurciélugoritntlrrin
ardilla i?12katirriil
mono arañz. k!iotnrin , -1 . -
árbol lupuiia 1izi¿ririi7
árbol cedi-o-macha ko5i::arriiirin
liana (genérico) ~Q/iíl.i!i
.
iirin¿~;~yaiiiiarCa
_l.'
7nri:aiz:;rit7
cionai hace que intervei-igai-imás bien cuestiones a
iaciafio enrle lás espr: n-iogo aullador kaizdcri,?
cies ernparentadas. Er, ei sisien-ia clasificatorio, los Ar,igos, iinidos sir:
einbargo por lazos de buena convivencia, de coinpliciciad,de íIdelidad y de Según el mito de origen d e ios clanes, fue a base de golpea: 3 p:. vsotcar un
trato, se encuentran it-idisciitible~neiiteriiás alejados, iniefitras que los Ene- amasijo de detiiius veg~tñ!escomo los mellizos iníticos c x a m n a lus ?iie-
migos, a menudo n-iás próximos, son aiiimador por el odio, 13 incompati- b!os yagua llurnándolos FOr el non-ibre 3 e diferentes espccirx :cbgeti..le.s o
bilidad de carácter o de ohr, 12 iraición o el ca~iibalismo. aniinales. Es decir, los Yagua nacen desde el pri~icipio"claiúz~Uos"-ii;
Por otra parte, entrea!gunos ai-iii-iinlesy algunos vegetales existen aso- especies 1:ahrales. Si bien en la actualidad no se ve iiiilgúi: indicio de
ciacioi-iesde tipo alegórico establecidas excliisi:.amtiitc durarite la época de jerarquia cldiuca, parece, si11 enibaigo, que el clan del gtiacamayo rojo
celebracióri de los grandes r i i ~ sNo
. obstante, no equi\al&i-iexactamente z. ociipó en otro tien-ipo un puesto domiriante (Cliiiuineil, 1994).
las relaciones de parentesco quenos in teresan aquí si noespcrque i1np1icai-i C;lobalinei-ite, el sistema clánico funciona de ¡a n-iaiiera siguiente: los
analogías del inisn1.0 orden. Por ejeriiplo, al tatú se le llama i~ír:ti~i,"piña", claries se agrupan en tres categorías na tuialcs (pájaros, vegetales, aniizales
debido a 13 semejanza entre e! caparazón del mamífero y la piel escamosa terrestres) formando dc~s"mitades" ex6ganias.
dei fruto; al mono aullador, ;riiii~zi~iijí"ayahuasca",porla analogía e,-itrelos
gritos agudos del n-ioiio y las visiones terroríficas producidas por el !jiii~i~i~- vegetales tazua¿rirri
riopsis canpi, etc. Pueden existir ocasionalmenie relaciones rnás sisiemA ticas ..- pájaros r+dtí --------
entre vcgeta!es y aniinales, sobre todo si se trata de u1-i anil~ialque se animales toiuiri
alimenta fundainentalrnenie de lcs frutos de una especie -debetal concreta terrcs tres
(ver inás adelante el tucán y e1 Artiol de cerbatana).
Veamos ahora lo que ocurre en lo que concierne a los seres l-iuinaiios y Tradicionalmente, las alianzas ii-iterclánicas sólo tienen I i i ~ entre r dos
en concreto a los Yagua. clases: pájaros, por un lado, y vegetales y animales texestres, F o r otro.
\
Aunque las mitades nri se nombren de i-iianera exp!ícita, el análisis d e lus
térniii-iosempleados para designar ias tres categorías naturales sugiere un
Relaciones entre grlipos sociales: el sistema clánico reparic: entre mitad "cocida" y initad "cruda". El téri-i-iino q u e cubre la
categoría pájaro, rppiítí, deriva ei-i efecto, de arepri, "coccióii", "iuestr" (pero
Los Yagua se autode!ioininan fiiliniiiíi10, "nosotros", "la gente", pero esie
-- tainbién"riacirniento") y en la mitología, los hiimanos deber! la adquisición
..,. .
\

término tiene un sentido mis general puesto que significa :ai~-ibién"ser >y:
del fcego a u11 pájaro (el colibrí). En el nivel de las represc-:i-itacione ehio-
:.
liumano" y p o i ccnsig'iiei-ite engloba a los no-Yagua. Sin embargo, cii
sentido estricto, ñriio~iiiuose opoi-ien i i ~ i , i z r i i i i r (literaliiiente "los que vi\-ci-i
. ciédicas, el origen de las qiieinaduras se atribuye a uii p5jaro ioi-i cabeza
de fuego (Cl-iauineil1933:279).Otros mucl-ios ejeinplos podrían coiifirn-iar L
".'
la asociacióii eiitre la faiiiia aérca,el fiiego y la coccibn. Encambio, las otras tos clinicos se "alinienton" mutuamente gracias a las zlianzas repeti-
d o s categorías naturales vienen marcadas coii el prefijo to, qüe designa ei das.
elemento selva, lo "salvaje" y, por extensióii, lo "criido". .4deinás, algiinos Por otra parte, los Yagua extienden su sistema d e denomiiiació!i clánica
c l ~ n e asociado;
s d e cios en dos se psoiiíben toda clase d e niatrirnonio entre T. otros grupos no-yag~ia,generalmeiite considerados hostiles. Si:i embargo,
ellos, ya sea dentro d e una misnia clase (par ejemplo, ayaliuasca / nrdilla ninguno d e ellos pertenece a la clase pájaro d e la que los Yagua parecen
<vegetal / animal>), !-a sea entre clases (por ejemplo, ti~i5ii/ árbol d e reservarse la exclusividad. Citemos a los clanes d e la palmera bncaba,
cerbatana <@jaro / vegetal'). En este últiino caso, la esplicaciijii que dai; tóliriria, y d e la liana torcida, siSp11/rin (ambas localizadas al norte del
los Yagua tiene qiie ver con e! hecho d e que el tucán se alimenta d c los frli tos territorio yagua); el del cacao macambo, ~iinsádiriria(identificado con los
del árbol de la cerbatana (Poicterin sp). El páj,iro trepador se percibe eiito:ices Marubo d e l Brasil); el de la palmera hungurahui, sir?i?siiirio; el d e In
"idén:ico" a la especie que lo alimenta. Por otra parte, la clase pája:o sc horniiga ciiruk.iiinse, titídirn (situada en las fuentes d e l Ya-:ari-niiriin) !;
desdobla en "subespecies" qUe se diferencian por el taniaiio o por el color: el d e la horiniga sitaracuy, sihntnrnsa (representado como u n grLipo de
pigmeos errantes], etc. A poco que esos grupos hayan existido realinente
cacique qrande: tnpríiidierin (cosa que algunos ponen en duda), su pertenencia clánica los sitúa e n
pequeño: r?io;cilriria una relación d e intercambio virtuai con la clase pájaro y, por 18) tanto,
miirc?<!ago g ~ a n d e :rifatirriri i d e aliados potenciales. Por e1 contrarjo, los grupos con los q r e los Yagua
dicen no mantener ningún tipo d e intercambio s o n excluidos di! registro
iucán
pequeño: iinicliiri~in
grande: iiozc~ariria
I
I clánico. Es el caso especialmente d e los Mayoriina d e l río Ya\rari (fron-
pequeño: siyórin I tern entre el Perú y el Brasil) llamados koiidn!i~~ifiiilltí,
los "saivajes nirriios
aulladores" y i-io knridnria, clan d e los monos aulladores (esie úiiiriio

.-, ,
guncamayo rojo
giiacaiiiayo "negro"
:
:
apilrrit7
íc~nrii7FfiiiclXi'/ri~7
I: representado e n los Yagua).

Nada ni~torizaa pensar que las "subespecies" pájaros hayan funcionado Relaciones con las especies epónimas
coiiio subclancs eii sentido estricto: parecen ser i n i s bien iz expresión de Hsmos visto q u e la categoría clánica ririn correspofide e n el registro
Una diialitlad interiin ui:e reproduce, eqiii!ibráiidola, ia de ! 2 mitad OpLiVs- natiiral a la d e itiz ("especie"), con la diferencia d e qiie 1z priniera r s
ta. E: modelo clánicc global paede entonces representar5e así: exógama mieniras que a la sc?gunda se la considera endíigaina. Sin
embargo, los Yagiia dicen mantener reiaciones d e parentcsso próxiiiio
con las especies epónimas. La relación es d e tipo tío / sobrino paralelos,
mitad "cocida" mitad "cruda" linhrM /l~n?idin~~iiíi-irCi,
perteneciente a la categoría d e lo idéntico pero
excluyendo una filiación directa con el epónimo qiie ociipe, además, !a
posición genealógica infei-ior (sobriiio). A s i p ~ e slos
, miembros riel c!an
están e n sitiiación d e primogenitura (hermano d e padre; con rpspecto a
la especie paratotéinica. Dos i.i~oti\:osal menos h a y para esto. En la
niitología relativa al origen del inundo, tooi~slos seres vivos que habia
en él estaban coiiiundidos eii uiia sola y inisina liuinanidaci prin-iordiai,
pájaros vegetales animales terrestres sin distinción d e especies. C o m o consecuencia d e las faltas coiiietidas,
o d e losexcesos d e celo poco afortunados, u n a parte d e estus seres
E n el nivel local, se enc~ientraleóricameiite el iiiodelo biclánico que, en iníticos se traiisforinó e11 aiiimales o e n vegetales, mientras qii? la otra
su fórmula ideal, cuenta con la repetición d e l a s alianzas matrinioniales parte conservó sus faciiltades primeras. Segúii la concepiiúri yagua, esta
eiitre dos mismos segmentos cláiiicos pertenecientes a cada cna d e las traiisformacicín cii especies iintiirales es Liiia consecuencia, 113un estado
I
mitades. El griipo local tiende así a reproducirse dentro d e lo idéiitico origiiiario. Eii seguiido lugar, hay diversos elementos hiiniaiios (almas,
fori-iiando una unidad endócaiiia en el seno misino del modelo exo- cariies) q u e vuel\:en a la iiaturaleza después d e la muerte d e uii indivi-
gáiiiico. A diferencia tic1 ejemplo del tiicin, citado anteriorrneiitc, que d u o (teiiia d e la iiaturaleza iiecrófaga) y "aliiiientan" a las especies
92... toma si11contrapt?rtida los frutos del irhol de la cerbatana, lus xgiiicn- naturalel;, sobre todo a los aiiiiiiale~,segúii L I I I ciclo d e traiisforniacióii
qiie quedó demostrado en un trabajo anterior (Chaumeil1989). Por tanto, Siguen considerando s u s enemigos, iiii~iilililr Es interesante señalar q u e
en cierto modo, ios animales, y en menor medida los vegetales, dependen 10s mitos, 10s Yagua asocian a los Witoto con las gentes " p i r a ñ a "
d e los huinanos para reproducirse. I (caníbales) y a 10s Maj.oiiina con "gentes-tami~"(Chaumeil 1983: 1.57)
A este respecto es iiiteresante saber que !os Yagua no observan nin- si~ ~ o l v e i n oa ls modelo clái-iico global, eil.contranios, pero esta vez sin
guna prohibición aliinentai-ia con respectoa las especies epónin-ias, pero la d i s t r i b ~ c i ó nen tres ciases s?n olvidar q u e los Y a g u a s e
respetan a una parte de éstas como emblema clánico. A los miembros del con la mitad pájaro.
clan d e la ardilla, por eiemplo, les encanta a d o r n a r su vestido con las
pieles secas del pequeño roedor, los del clzn d e l guacamayo rojo lucen
en los brazos largas y tornasoladas plumas del pájaro mientras que los pez-cani"oal
del tucán llevan en el pecho las pluinas caudales d e esta ave. Corno pájaros
seiialó Lévi-Strauss (1962: 141-142) a propósito d e los Ticüna, vecinos Mayosuna tamiz (vegetal)
próximos de los Yagua, lac especies paratoiériiicas se dividen aqui en
parte c o n s m i b i e y parte ernblemática. Por otro lado, cada entidad c!á- Es posible que este sistcina d e tres clases, que s e podría aplicar a otros
nica disporle d e a t r i b ~ i t o específicos:s nombres individuales, repertorio , terrenos (el d e la coi1strucci6n del espacio, por ejeinpio), sirva de m o d e l o
d e cánticos, danzas y pantomimas, pinturas faciales y corporales a base general para pensar en !as relaciones cori el otro. Eil este sistema, las clases
d e G L ' I I I~I ; ~I ~ JS T~~ C O ! yI ~ d e E ~ S I orello~;n
I (negro sobre fondo rojo), todos en seencile~itrzne n situación de com; ii.mentariedad o cie oposisi6npoter?cia-
estrecha relzcii>n con la especie epónima o recordando una d e sus ciia- les, dependiendo del tipo a e relaciones qiie esrablezcan eiiire sí ios g r u p o s
lidades carzctc.~ísticas.El riste!na clánico yagua establece así una doble - sociales y que se puede representar en torno a! eje d e los intercambios d e
hoinología entre, por i:na pnrte, las especies naturales y los grupos la manera siguiente:
sociales colocados c n una relación d e consanguinidad y d e "carne"
compartida; por otra. entre las diferencias marcadas en el nivel d e las
especie:; naturales p o : L:I: lado y los grupos sociales p o r otro, pcro
Hiimanos Yapa
además con ia esoganiia.

Relaciones interclánicas e interétnicas

Los Yagua asocian a la noción d e ririo la de "carne" S ~ r z ~ l ede


, sustancia
coi>-ipartida. Esta definición del clan coino sustancia aleja, a1 menos
teOricaniente, toda velc.ii?aci d e giicrra interna (los conflictos intraclá-
nicos se canalizan a través d e la brujería ii~terpersonai).Del niismo
modo, los clanes con iniercari-ibiosreg~ilares forman iin bloque solidario
políticainente en torno a ur! clan dominanie (teóricamente pájaro). Por
Parientes

Enenugos
más raramente

----- --
-
-1
Como puede observarse, las tablas relativas a los ani!i-iales, los vegetales y los
humanos se cubren en gran parte e in!..:gran un modelo taxon6nicu, g l ~ b a l&te
proyecta el universo d e los seres vivos (excepillando, desde luego: el .irlo
.
I
I
1

el contrario, los clanes sin intercambios y, p o r lo tanto, alejados espa- ', lo

cialmenie, podían entrar en conf1ic:o abierto, aunque actualmente no se mineral considerado bajo el signo de lo indiferenciadoj en tori~oa un eje d e
conocen bien las inodalidades exac!as de !as guerras interclánicas. En varios niveles (dos para los vegetales, tres para los aiiiniales y ins hiimai~os).
efecto, los grandes n-io\,iiiiientosmigratorins d e la primera mitad d e este Uno de los puntos interesantes es que las clases socia!es ocupai-i a q u í
siglo han provocado alteraciones proiiindas e n la organización social una ascendei~cia"genealógica" sobre las clases naturales (la relación es d e
d e 10s Yagua, d a n d o lugar, sobre todo, a iina gran atomización clánica. tíos sobrino), lo que d a a entender que los Yagua concedeii un predoniinio
Eri el nivel siipraétnico, los Yagua mantenían, y siguen mai~teniencio a lo social sobre lo biológico, tanto ei-i sii sistema d e categorizaciijn c o m o

i
1 en parte, relaciones d e intercainbio con varios grupos vecinos, miiy en sus relaciones con el medio y con el territorio. Pero no debido a u n
1 espeíialinente con los Ticuna y los Cocama del Amazonas. En cambio, esquema previo a toda clasificación del mundo \liviei-ite (pues las relacioi-irs
afirman no haber mantenido en el pasado iiingiiiin forii-ia d e intercan-ibio entre los liombres presiden e1 reparto lógico d e las cosas), sino en virtud d e
con los Mayor~iiiadel río Yavari y los Wi toto del río Putuii~a>.o a los q u e una relación d e orden ontológico entre los huii-ianos y las especies naturales p:
expresada por medio de !a noción d e "pariente". Así, más alld d e ld diver- EL CRECIMIENTO DE LAS FAMILIAS Y DE LOS ÁRGO~ES:
sidad tangiblede las especies y cie los principios qiic las rigen, el anilisis qiie •
ofrecemos eriestas piginas nos ha 1Ievado a ii:i modelo global d c integración LA PERCEPCIÓN DEL BOSQUE DE LOS HUAORAN!''
de! ii-i~indo\ri\.iei-ite,poiue!-ida a la vez de relie~.e,por si hiera necesario, que,
para abordar las nocior,t>sde territorio o .le icien:ii!ad cn estas c~i!hirns,es
necesario toinar en coi-isideración estas formas d c interacción que asocian
íntiinaii-iente categorías sociales y categorías espaciales. O

* •
El tío y el sobrino. El parentesco entre los serei vivos s e ~ ú nlos Yag~ia",de
C ada vez es n-iayor el número d e investigaciones que ponen d e manifies-
,I

Boruiie Chaunieil \- Jeaii Pierre Ciia:~rneiles la adaptación de i i r i artíciilo en


írancés titiilado "i'oncle et le iie1.e::. La parentt d ~ vivant
i chez les Yagiia
to que las ii-iteracciones de los seres huinaiios con su medio a r h i e n t e
natural constituyen el fundamento d e las prácticas sociales y la explicación
e
(.4ma:onie péruvienne)" aparecido en ei ]o!irrini dc [o sociéti des .4rii~!rici1iiistes
78 (2), pp. 25-37, 1992, traducido por Rosa Alvare:.
d e lo social. Los esiudios recientes efectiiados por Bird-David (1992a;b), •
Bloch (1992a;b), Descola (1992) e Ii-igold (1993a; 1 3 9 3 ) r e p r e s e ~ t a nesfuer-
zos teóricos distiiitos, pero en cierto modc con-ipaiibles, por expiicar las
e
* Nota
creencias aiumistas y concebir las relaciones socides tomando co111.0 refe- ' *' e
Nuestro agradecl~iiieiitoa A. SurrallSs por s ~ in\.itación
i a publicar este texto
rencia !a experiencia d e los procesos t>io!ógicos. ~ a ~ ' c i i f e r e n c i area!es
entre estos autores (que, con excepción de Blocl;, se centran e n la relación
s
e
en este volumen. entre seres humanos y animales), pero también suficientes semejanzas co-
mo para que res~iltem u y útil compararlos. Descola, p m ejeinplo, comporte
con Bird-David el interPs por los sín- bolos ; las rep~esentaciones,pero 9
cuando trata de desarrollar 111; modelo i.siructuralista d e corisiante3 cul- 3
Eibliografia
turales (incol7c-tientes), su plzntciimiento no es n-icy distante de! d e Bloch,
que, como pionero d e 13 ant-ropología cogriti\.a, busca n-iodelos mentales no
!D
lingtiísticos. Bloch e !ngold coinpnrten iin ti-iCocjue claramente materialista $9
Cliaurneil, J.P. contrario a !as representaciones simbólicas c p e divorcian la percepció:: d e la
1933: Voir, srríioir.,po~riloir.París: Editions d e 1"EHESS. acción e ignoran las formas no inediatizadas de conocimiento. Por último,
1989: "Du vcgéral a I'huinaiii", Aiiiio!es de 1ri Foiii:i~tioiiFysseii 1:pp. 15-24. tanto Bird-David como Ingold, aunque no ciiicciden en cuariio al mejor
I I ~ I I vol. 1 (F. San tos y F.
1994: "Los Yagua", G i i í i ~r:iiogri~fici7[de Id A I I I ~ ~ Z Cp~rirnllr~, modelo teórico para explicar la sociabi:idab peculiar d e las sociedades igua-
Barclay, eds.), Liina-Quito: Abya-Yala-IFE.4,pp. 181- 307.
Descola, P. litarias, la relacionan con la percepci6i-i del critorr,~natural como ":l-ieciio a
1986: Ln i;ril:iri. r:otiics:ir~rrr. Sy:i:ilol:s~i!c c t prnris di7i;s l'c.'cologicdi,s Aclrilnr. París:
Editions de la klaison de Sciences de 1"EIomine.
donante" ( ~ i z l i i i ge ~ ~ ~ i r o l l e i l l c l iEn
f ) ' . otros tCi.miiios, pese a sus diferencizs
teóricas, estos cuatro autores poi-ien de relieve que numerosas sociedades •
Diirkheini, E. y kfaiiss, M. cazadoras-recolec:or;is y horticiiltorns consideran que objetos ~ a t u r a l e sy a
(1903) 1968: "'De qiielq~iesíoriiies priinili:.ej de classification", Essnis rie so-
cioiogir. París: Editions du Seuil, pp. 162-230.
seres humanos conc-tihiyei-iiin inismo árnbit? social, y que la corresponden-
cia entre ciertas características d e la organización social y la experiencia d e •
Haudricourt, A. G.
1962: "Domestication des aninia:ix, ciilture cies plantes et traitement d'aiitr~ii",
la vida orgái-iica debe ser parte primcrciial de! ~ c á l i s i sai-itropológico.
El consenso d e estos autores i-i-ie sirve como punto d e partida para
e
L"I-ioiiiriie 11 f l ) , pp. 10-511.
Ingold, T. oponerme a las teorías reduccionistas o dualistas d e la relacijn entre nn- •
2000: The perccption of tlie Eiiviroiinient. Essays in Livelihood, D\velliiig alid
Skill. Londres y Nueva York: Roii tledge.
turaleza y sociedad, y proceder a una nueva conceptualización d e !a natu-
raleza e n la que las categorías naturales dejen d e verse exclusivaineilte
e
Jara, P. e
l
como metáforas d e las cntegorias sociales (Hastrup 1989; Picl-iards, 1952).
2002: "Tlie meaning of Noniinal Categories ainong tlie Caribs of the Cuianas", Al reconsiderar e n términos de acción, experiencia práctica y yercepciói-i la
Aiitliropos 97, pp. 117-126.
Ltvi-Strauss, C.
relación d e los seres l-iiimailos con la naturaleza, ésta deja d e ser u n niero e
?! reflejo <icla sociedad. Asípiies, se podría objetar el fundainento con q u e se sy
1962: Lii }~rii?i;r S I I I I : ' , I ~ ' . P'1rís: Ploii. ,--
sostiene que el totemismo es una rcpresentación metafórica y una objeti- árboles, Bnctrisgnsipnes (comúnmei~teconocida como chontadiiro o pijuayo)
vación conceptual de la naturaleza. Desde la publicación de la obra maestra i y la balsa, expresan el carácter cíclico d e la sociedad huaorani y d a n sei-itido
de LPvi-Strauss, se ha entendido l-iabitualmeiite que la identificaciói~de a los ciclos d e desirucción y crecimiento a través d e los cuales se reproduce.
personas con animales y plantas es una manifestación simbólica d e iina
taxonomía mental que tiene s u origen en la "necesidad cognitiva d e enten- i
der" (Lévi-Strauss 1962; Morris 1987: 270-91). Para Lévi-Strauss n o cabe i La percepción huaorani del crecimiento
duda en cuanto a que el interés d e 10s seres humanos por las especies
vegetales y animales (y s u manifestación ritualizada, totémica) s e debe Para los Huaoiani d e Ecuador, el crecimiento y la maduración s o n temas
fundamentalmente a u n ii-iterks intelectual por la diferencia y la analogía, de permanente actualidad. Como estos indígenas son más cazadores-re-
o sea, por la codificación d e las discontinuidades. Así pues, el conocimiento co!ectorcs5~que horticultores, deciican mucho tiempo a merodear por el
concreto que tienen los seres humanos del mundo en qiie viven carece de bosque, explorándolo minuciosamente, recogiendo lo que necesi tan p a r a e1
sentido si no se transfiere a u n nivel abstracto en el que pueda servir para día y observando los recursos potenciales con miras a su iitilizaciói-i ulte-
clasificar y ordenar lo social. Dicho d e otro modo, la experiencia práctica rior. Constantemente comprueban el grado d e madurez d e Ics árboles fru-
d e animales y plantas o la comunicación con ellos es improcedente para tales, el número de monas preñadas o d e nidos d e aves, y estos temas se
arizlizar las creencias totémicas, pues éstas deben considerarse u n código so~neiItancon kodo detalle en el camino de regreso a la vivienda. Tal interGs
lingüístico para pensar el m u n d o d e la naturaleza únicamente rii la i!!i>r:idn por e! crecimiento:í la m a d ~ r a c i ó nde las plantas n o obedjce e:<clusivan-ie;i-
c!i ijiii. se p u d dijereiicinr
~ d ~ . ili ~ ~ l i i dclilti~rnl
o de los Iiliiirailos. Este es el dua- ie a una gestión pragmática d e los recursos, sino tainbiPn al aiitt~ntico
!ismo ontológico (liumanidad frente a zinimalidad, ciilkura frente a riattirk- . deleiteestéticoqueexperi~nei~tan a! contemplar 13vida vegetal, en especial
leza, o intelecto frente a afectividad) que Ingold ha coinbatido sin tregiia, el crecimiento d e las hojas nuevas, relacionado d e modo explícito con
atendiendo a las interaccioi~esconcretas y personales por medio d e las determinados aspectos del desarrollo físico d e los seres h u n i a ~ i u s .Las
ciiales !as formas de vida hiiii-ianas y no humanas consti:ii:,.ei-i u n úi~icn nociories d e crecimiento y maciuración se aplican también a toda la pobin-
miinclo social. Para !ngold (1991; 1Y92), los animales puede]: "servir para c i h El crecimiento cie ésta, y la prcsperidaci y deczderiria d e los grlipos
pensar", pero ante todo "sirvei-i para relacionar", de modo qiir nos cer~tra- !ocales, son asuntos del Inayor interés, y la dinámica del grupo social sc
remos e n cl conocimiento bnsado en lz percepción y iio e1.i la representación. conceptualiza en relación con los huertos del bosque y no e1.i f~incióiidel
El nuevo aridlisis que ha efccti:ado recientemente Bloch be la sociedad '
periodo vital d e árboles aislados. Como se verá, tanto los g r i : ~ u ssociales
d e los Zafimai-iiry (1992b), pese a utilizar u11 niodelo completamente distin- como los huertos del bosque seajustana dos normas distintas a e creciinien-
to del d e lngold, supoiie también iin intento de concephializar las relacio- to y regeiieración.
nes sociales en f~inciói:d e los procesos materiales y las prácticas cotidia- Los Huaoranii sun-iai-iui-ios 1.200 y viven entre los ríos Napo y Curaray,
nas. Los "modelos mentales centrales" d e Bloch d a n lugar a una forma d e en la parte ecuatoriana d 2 la Amazom'a. Aislacionistas acériin-ios, han
saber culti!ral no basado en la representación, similar al conocimiento evitado hasta hace m u y poco todo contacto sostenido y pacífico con el
priíctico d e Ingold, basado en la percepcicín y la acción. Según Eloch, los , .. exterior5. Su territorio es característico de buena parie del bosque liú11iedo
objetos i-iakurales 110 funcionan como metáforas d e los procesos sociaies, de ia Amazonía occiderital, salvo que, debido a u n a media pliivioinétrica
"porque las relaciones sociales s e viven coino nahiiales" (199%: 130-2). bastante alta (unos 3000 m m anuales), las estaciones prácticamente no
Para este autor, el proceso d e crecimiento y maduración, que afecta por igual existen. Al igiiai que eii muchas sociedades ainazónicas, Ia terminología del
a todos los seres vivos, constituye iin ejeniplo particularmente elocuei-ite de parentesco es dravidiana, y el matriinonio preferido es el que s e celebra
cómo los seres hiimanoc obtienen un saber práctico d e lo social a partir d e entre primos cruzados bilateralmente. Las viviendas tradiciorialcs - donde
\
su experiencia concreta de! iliundo que los rodea. residen de 10 a 35 personas - están típjcamei~tehabitadas por ui-ia pareja
Siguiendo a Bloch, trataré d e niostrar cómo la percepción que iieneii los poligínica d e inás edad, sus liijas casadas y S.LIS hijos solreros. Estas iini-
Hiiaorai-ii cie los procesos diierei~cial!?~ d e ci.ecimiento que s e d a n en su dndes de vivienda, ai;nque son autóno~~:as y se encuentran dispersas en
medio, el bosque, así como algui-ias relocioncs simbióticas i i ~ ~ p o r t a n t e s una zona relativamer~teextensa, mantienen relaciones con otras d o s o tres,
existentes eiitre vegetales, aniinales y seres huinanos, informan s u concep- con las que esiablecen firines alianzas. Cada uno d e estos grupos locales,
tu?.lización d e la sociedad. Me referiré brevemente a la experiencia inaterial hiiooiiloiii ("nosotros-humai-ioc"), se esfuerza por preservar un nivel óptimo

que tieneri estos-indígenas del bosque coino "i1-iedio donniite", antes d e de endogamia y estabilidad autirq~iicarricdiante u n a f,ostilidad sostenida 1
E ] cxamiiiar cómo las propiedades específicas de dos especies importantes d e y conirolada hacia todos los demás, llamados Iiirarm~i(liteialmente, los L-'
"otros", es decir, Ics "eiien-iigos"). La sociedad disfruta de paz cuando los los botáiiicos como especies pioi-ieias, es decir, primeras coionizadoras en
griipos d e !1110<7111011iestán uiiidos en torno a parejas d e Iiermnnos y herma- clnros y desmontes naturalei Las d o s florecen $dan frutoa unos 20metros
nas casadas entre sí ( u n caso especial de inatrinionio entre primos criiza- del suelo del bosque, . y atraen a grandes
. - concentraciones de animales. La
dos) y los riiatrin;onios endóganios estin asegurados, pero cuando la esca- balsa es el prii-i-ierárbol quecrece eii los claros del bosque, pero ~ n a d u r amuy
sez d e consortes, las divisiones internas y los desacuerdos sobre alianzas deprisa y inucre en ui-ia generació~-i,en tanto que el c1ion;aduro tiene un
matrimoiiiales obligan a g r u p o d e I!l;i;oriio:ii a nuevos aliiieamientos polí- crecimiento lento a la s o ~ i b i ade los árboles de rápido crecimiento y se
ticos con los I ~ u o n i ~Ini ,vio1e;icia y la destrucción n o sólo rediicen a niveles reproduce en los niisnios boscajes durante niuchas ieneraciones.
alrirmankeir?eiite bajos ia población, sino que pueden llegar a provocar la La balsa" crece a tal velocidad que alcanza los 12 metros e n menos d e
desaparición de grupos enteros. tres anos ( ~ i c h a r d 1964:
s 381).~ o n s i c u e n c i a de
s s u rápido crecimiento so11
Antes de examinar con m6s detalle e s t a características sociales, es la textura blanda y la baja deiisidód d e su madera. Los Huaordni afirnian
menester explicar cómo yercib?ii IosHuaoraiil los procesos d e crecimiento, que las balsas iiecesibi'n ni~ichoso! y se iziueren a la sombra; q u e maduran
qiie s e basan fiindamen:~lmenteenla esperiencia humana del crecimiento, muy deprisa, auiique sus bosquecillus n o duran más de ur-ia generación
la maduración !. la reprodi:cciói; propios de tres especies distintas de \ Tras la floracil'ln, sus abundantes frutos a traen a ui-ia multitud d e aves, que

.
árboles. Aunqiie s1.i cntendii:-iientcde 13 ecología del bosque húmedo parece 1 dispersan las reriii!ias en zonas m u y extensas. Esas semillas, al igual que
no tener-límites, Treskan especial atención a unas cuantas peculiaridades,
totias e!!.is relacionadú~;coi-i el crecimit.nko y la edad, que son las caracte-
1 las de otros árboles oportunistas d e vida breve, perinanecenviables durante
varios años J. se encuei-itrriii en grandes caiitidades eri todo el siielo del
¡
rísticas distintii7i.sde tres tipos difereiikes d e árboles: los más altos y sobre-
salientes d e lii bóveda (como Ceibri peiitrflridn o Ccdrela oiior.ntn),los d e rna- t bosque, esperaido qiici se p ~ o d u z c a naberturas e n la bóveda. La caída d e
los grandes firbolc:; prcvoca unaumento repentino de la temperatura y del
dera blanda (por ejemplo, Ociiro~i~nlfigopils
dc la fartilia de Iac Arccsccet7e (Bncfrii; gnsipnci).
o Cccropiri spp) y ciertas palrncras I nivel de luz ycc?permi:en a !as semillas germinar, y los arbolillos crecen
rápidamenie (Colliiis 1990: 61-5). En comparación con el chontaduro, la
N o cabe diid2 cie q c e !cs n-i6srespetados y co~neiitadosson los enornies balsa tiene un uso n!cylimitado. La madera sirve únicamente para fabricar
irbo!e>c;~iee?riergei>dela bii\.eSri ! ~ ! C : I P nJi:ii.).l a fascinacihn queejerce~ise
d-be a que n-induran niii!- despacio, pero en s u día llegan a ser los Arboles
m5s altos del bosque. hliora bien, sil creciinieiito depende de deterininadas
t dos objetos eseiiciales: cl eqripo para encender fuego y 1ñ orejera? ,i~i-ioy
otros 3 base d e riiadeza de balsa-de -
palmera.
- LIAs adeldntc demostrare que
la iomplei-iieiitariec'iad de nl.adera d u r a !;ixadera biai-ida eii los objetos y
coiidiciones, y pueden perniaiiecer mucl-ios aiios ccnic arbslillos ii-iina- mitos reviste uJ7.n p : i importancia sirnbólicn.
ci~iros(Iiiri~id!ii?).l o s llaacrani señzlan muchas vecesel retraso que llevan La tercern especie d e árboles iniportante para los Huaorcini, Bnciris gn-
esos árboles, ii~siqtiendoen que s u forina ii-iniadiira es sorprendenterriente sipnes (chontaduro), es ai-ia placta controlada, iiicipieniemente domestica-
distinta de sil forma adulta. Otra característica de estos y oti-os irboles da6.Se cree que es un cruce d e dos especies silvestres (Gi~ileliriatliicrocnrpn
jóx-enes a la qiie son muy sei-isiblesson las hojas niievas, suaves y relucien- itlsiyiiis) y que procede de algún lugar de Ecuador o d e Ia región
y Gt~ilr~riin
tes, cuyos delica2os colores distiiitivos - rosa pálido, púrpura o rojo, o, del Ucayali (Bzllick 1979: 11-29; Clernent 1963). Existen riiúltiplcs varieda-
c u a n d o son Vcrd~s,d e uri tono muy claro, casi amarillo - contrastan con cies inás o nieiios alteradas gen6ticamente e n relación con el estado salvaje,
el Xrercie intenso y u~iifcsriiirde las hojas plenaincnte decarrolladas. Aunque c m troncos inás o menos espinosos o lisos, y frutos que van del rojo ana-
n u n c a se dice d e manera explícita, la peculiaridad de estos grandes Arboles ranjado al verde amarillento. Esta palmera se reprodiice por propagación
qiie parece tener más iiiiportaiicia es que inadursi-i y empiezan a florecer de las semillas, d i las que cada fruto contiene sólo una, ielativainente
entre los 40 y los 60 años, yiidiendo vivir hasta 200. Es decir, re reproci~icen voluminosa y pesada. Su carne ieculenia, oleaginoca y con mucha carotina,
a la ednd inás a i a ~ i z a d aa qiie puede llegar el hombre, y sil existeiicia contiene el doble de proteínas que la banana y más hidratos d e carbono y
equivale m i s o riienos a la d e cinco generaciones hiiinanas. Estos irboles proteínas qUe el maíz (1.Jervi;-,a11 1990: 136). Debido a la presencia d e una
tambi6i-i despiertan adi.iiiración, además d e sii longevidad, por su cardcter enziii~a,sólo se puede coiner una vez hervida o cuando está m u y madura,
solitario (iio crecci~en grupos, sino muy disemiriados por lodo el bosque) casi ya putrefacta. Los EIuaorai-ii n o han cultivado deliberadamenle esta
y p o r la ii-iaiafia que los ~in\.iielve,ya qiie albergan a numerosas especies planta, pero sus actividades culinarias 1;ai-i favorecido s u gcrminación y
vesetales y aniinnles, y una masa drlianas y plantas trepadoras los ayuda : propagación9, al proporcionar a las semillas la teinperatiira necesaria para
a crecer y a rcsistir las einbestidas del vieiito. b - que germinaran. A causa de la poca luz y la baja temperatura q u e reinan
Los otrosdos tipos iiiiporkantesde Arboles, el chontadiiro y la balsa, soi-i a nivel del suelo, si no fuera por la intervenci5n del I-iornbre, las semillas
especies de ia zoi:a interiiieclia cle la bóveda. Aiiibas son bien conocidas por capaces de gerininar serían insuficientes para la s~iper\.iveiiciad e la espe-
cie. El árbol llega a su madurezsex~ialentre su quinto y séptimo año de vida. La modificación corporal más importaiite es la t r a n s i c i h del n i ñ o que
Un árbol adulto produce 13 racimos cargados d e frutos, cada iino d e los gatea, fi.qi11. ifioririga ("en proceso d e envejecer"), a "joven", piqii27.lin boteopnte
cuales puede llegar a pesar 100 kg (Duke 1977: 50; Ballick 1079). Uii árbol d~cni?~lin (literalmente, "empezar a tener edad suficiente para andar p o r uno
totalmente desarrollado nude de20 a 25 metros de altura y pertenece a la zoiia misino"), situación que se prolonga hasta la perforación d e las orejas j- las
intermedia d e la bóveda. Sii crecimiento, incluso en comparación con el de c e r e m ~ i nupciales
~a~ que más adelante s e describen. Dicho d e otro rriodc.,
otras palmeras, es lento, y su madera es sumamente diira. El tipo más coriien- ~ a m i n a r hablar
, y comer carne se consideran tres adquisiciones simultá-
!e se llama tr;cle en la lengua d e los Huaorani, que significa a1 pie d e la letra neas que marcan el principio de la autonomía personai y pueden es tirnu-
"madera duraui0. larse mediante la aplicación de-plantas cie rápido crecimiento". U n a \;oz .
' süprrada la fragiiia'ad d e la nueva vida humana, la mayor preocupacióri
d e los padres consiste en acelerar el proceso decrecimiento d e sus hijos. Por
Crecimiento individual y energía vital esta razón, s e flagelan suaveil-iente coi1 ortigas y brotes d e ciertcs drboler
piernas y brazos d e los pequeños, que h a n d e aprender a caminar y parti-
Qiúero examinar en esta sección im aspecto primordia! del saber cultural de cipar gradualmente en las actividades orientadas a la subsister.cia. Los
los Huaorani: su expiicaciQnde! creciniiento l-iiimano.inforninn sil conceptua- niños sólo empiezan a llevar el cordón distintivo d e algodói-i e n torrio a la
lización de éste percepciones sensoi+alesque asimilan la mad~iracióncorporal ciniura cuando pueden caminar solos. Eesde ci.ialquier punko d e i ~ j s t ai,o r
a la eiie~gíavital contenida Pn hojas y brotes, y el proceso de envejeciiiuento al niños huaorani son su~mamenteindependientes y aiitosuficien?<.~s, y 1~
inarclutamienlo de las pianhr. La aburidante e n ~ r g í ad e !as ~ l a n t a de
s creci- autoridad brilia por si1 ausencia.eri las relaciones entre adultos y niñus. í o s
miento rápido se emplea para estimular el desarroilo ficiológi,:o a e los niiios adu!tos n o tienen ningún sentido d e supprioridad jerirquica ni r o a esce-
que empiezan a andar. P. medida qiie van creciendo, uiiñ ediiii~ciónno auto- sivamente protectores (Rival 1992: caps. 5 y 6). Los Huaoiani rnidcn ia
ritaria procura que los niños se conviertan en individiics ind~pe:-idientesy independencia por la capacidad d e traer alinieiitos para "regalar", o sea,
aiitosiificientes. Aliora bim, al llegar a la pubertad se estima iicrcesaria una para comparlirlos con los demás !~nbitaritesd e la vivienda. La participa-
inter*.ención rii~ialque les pemute acceder al matrimorio. ción d e los niños en las actividades d c subsistericia sc siiskae el1 b~ieiin
He aludido ya a 13 admiración que sienten los Hiiaoraiii por las hojas medida al control d e los adiiltos, pues siieien ir a! bosque eri griipoc, y !os
nuevas. Existe u n amplio repertorio d e canciones qiie evocan intermiiiable- d e mas edad enseiian y vigilan a los más pcqiieños.
mente los colores, la textura y el aspecto de las hojas nuevos y s u belleza. La siguiente fase importantede maduración para ambos sexos s e alcan-
Por ejemplo, la letra de una canción dice que "los árboles con hojas twnitas za cuando están listos para dejar d e "ser independientes", esto es, c~::iiido
crecenbieri" !;que "es estiipendo vivir donde existen esos árboles, piies sus se los coiisidera bastante maciuros para casarse y tener desccndc.:icia. Do!;
hojas, dulces para comérseias, nunca tocan el suelo del b o s q ~ r " Otra
. habla ceremonias marcan la trascendencia d e esta transición: la perforación r i b r l
de w-ia persona "tan hermosa e ingrávida como una graii hoja nueva d e la? orejas y las ceiebraciones nupciales. En algún momen1.o d e s u ricio-
mecida por \.iento suave". Estas canciones ilustran la rs;recl.ia asociacibn lescencia, hay que preparar a chicos y chicas para que Ileveri en las orejas
existente entre "nuevo" y liermoso, asociación que reaparece en uiia expre- el marcador Éh-iico distintivo d e 10s Huaorani, una cuña d e madera d e balsa
sión con la que a meniido se aliide a los niños, i!iriCeiign iiiii~iiior?gilibapa, que d e 5 crn d e anchura. Varios hombres d e la misma vivienda (por lo general
se podría traducir por "tiene hermosura". tios d e inás edad) se abalanzan d e pronto sobre el adolescente y 12 perforan
a' asociación eiitie las criaturas y las liojas nuevas no se debe íinica- las orejas con uiia larga aguja d e madera d e chontaduro endurcciija ai
mente a su belleza, sino también a su vigor y gran vitalidad. No obs:ante, fuego. Eri los meses sig~iientesse vaii introduciendo en los orificios discos
hay que proteger el vigor de las criaturas y garantizar su rápido crecimiento d e madera d e balsa cada vez más grandes, hasta que adquieren el tamaño
adoptando una serie d e precauciones. Los dos progenitores, desde unas deseaao. Se espera d e los adolescentes que oculten su sorpresa y silfran el
semanas antes del parto hasta seis ineses despuési', respetan varios tabúes dolor en silencio, mientras escuchan los cantos d e sus parientes adultos y
alimentarios destinados a acelerar el procesode crecimiento y favorecer una las miijeres, en los qiie los exhortan a trabajar bien, a cazar y recolectar
buena conskitilción iísica. En la mentalidad ¿e los Huaorani, los bebés están diligentemente y a traer a casa aliinentos suficientes para regalar. H a n de
conservarse sanos, ser fuertes y coiner bastante carne d e mono para p o d e r

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dotados d e iina energía intrínseca, pero su vigor depende de la lactancia,
y las madres jóvenes declaran explícitainente su necesidad d e alirrientos
niitritivos (carne d e niorto 11frutos d e palniera, por ejemplo) para producir
una leche rica y ahuiiciante.
marchar varios días por e! bosque sin cansarse. La sorpresa y el dolor deben
provocar eii los iniciaiidos una reacción d e cólera (pii)", manifestación
típica del vigor y la fuerza del varón adiilto. A medida qiie los lóbulos se
1
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inflaman y duelei-i, 10s adolescentes - los \varones sobre todo - deben mos- los ancianos y la caída de las hojas. E11 ciianto uno o d o s d e sus hijos están
trarse cada vez más agitados e irritables. La p a z y la tranquilidad sólo casados, cada cual eilipirza a prepararse para la muerte iiitroduciéiidose
vuel\ren cuando los orificios adqiiieren el tamaño adec~iado,auiique la astillas d e niadera de chontaduro en los dos lados d e la xiariz. La madera
rerforación en sí no s e olvida nunca. los protege d ~ i r a n t el
e viaje quc han d e realizar hasta la otra orilla del Río
Se habla de modo explícito d e la perforación d e las orejas como casfigo Rapo (sinibólicanienterepreseritado como uiia boa gigantesca) para llegar
por desobedecer, aunque esta idea de "castigo" n o debe entenderse al pie al país d e los muertos. Si no füeia por esas astillas, el cuerpo se quedaría
d e la letra, sirio más bien como iin anuncio - una orden - por el que los atrás y sc pudriría.
familiares varones ya crecidos fuerzan a los jóvenes huaorani a ser adultos. Dejandoaparte estaúnica referencia a la muerte individual y al más allá,
En este ritual, estruchirado por la coerción \.iolenta ejercida sobre los jóve- hay cscasísirna elaboracióii ciiltural sobre la decadencia y el en\-ejeciinien-
?es en proceso d e maduración (Bloch 1992a), el creciiniento adquiere un ; to. No oSsta:ite, inerece la pena irñalar que s e afirma qne las inadres h a n
seiitido más simbó!ico. El hecho de que laítguja q u e se emplea para perforar riiíwjecin'o cuando los niños cumplen dos o tres aIios. Así pues, se coiisiciera
10s 1ót.ulos d e las orejas (sede d e la obediencia, o sea, d e la aceptación y la
l
q:ie la inaiernidad deteriora, y se dice d e las mujeres - en particular d e sus
conformidad) sea de un árbol de niadera dura y creciiniento lento tiene tanta
significacjón como obturar los orificios, una vez agrandados, con bellos i pccl-ios - qiie "cuelgzi-i" como hojas caducas. La vejez parece ser uii tema
tabú. Se estima que las personas son ae~iiasindoz~it.jl~s para seguir viviendo
diccoc de madera de balsa, suaves y livianos, pintados cori arcilia blancai .'.
7.a madera de balsa,.$rbol d e crecimiento rápido, representa la vit5lidad $e 1 cuando sus riietos se cason y están a punto d e ser a s u vez padres. Antafio
se aban~ionabaa ias pcrsoiias ancianas, sobre toao a ¡as que habiai-Len\?iii-
s nscesitan luninosidad y calor y daR sombra a ios pimpolios '
las ~ l a i i t a que dado, y se las dejaba inorir. Actualmente, en las aldeas sedentarizadas.
cric palmera, pero que mueren al cabo d e iina sola generación. Asipiies, las anci,-.iiosy ancianas viudos viven como pueden, y es evidente que nadie ies
orejeras de :liadera d e balsa sigiiifican la continuidad (son u n marcadcr presta atención.
étnico de primer orden) y, coi110 parte del rito premarital, sinbolizaii la
continuidad social. Cnnsiderado desde este punto d e vista, el ritual cie
~crforació~-i de las orejas .;iene a completar el proceso d e crecin-iir'n:~
niad~iraciór;de los adolecentes, al combinar los efectos cornpicn-i,xit;irios
I Creciniento lento, continuidad y relaciones sirnhióticas

C o n o ya se I-ia dicho, el desarrollo fisiol6gico d e los seres humanos obedecc


del crecimiei-ito reproducti\lo, lento, y del crecii;iieiito rrípido, perr; de ui-ia
cola generaciói!. La \.ida conyugal el nacimiciito d e ütr-(1sniíios i-io pueden a In misma energía vital qiie hay en las hojas, los brotes y las plantas-ác
p ~ o d u c i r s eantes de que los jó\~eiieslleguen a una edad siificiente para crecimieiito rápido, pero la inaduración social d e los adolescentes requiere
casarse, gracias a la fusión de estos dos principios d e crecimiento. la aplicación d e i i i i tipo distinto d e crecimiento, el "crecin-iiento lenio".
La ceremonia nupcial (el einparejainiento d e los rn~icl-iachosy mucha- Aiites d e examinar el nc-xo qiie existe entre la regeiieración d e los Iiuertos
ciI;?s liiiaoliiolli "madiiros") es la cukninación lógica d e la ceremonia de d e palmeras d e chontadiiro y la dinámica social d e los griipos ci ? Ii~lnoii~oiii,
perforación de las orejas y adopta asimismo la forina d e uii " a t a q l ~ ~ iiies-
" \;oy a insistir en !a relación entre crecimiento lento, la madera dura cle
perado. Los matrirnoiiioc; se celebrar, en el curso d e ceremoi~.iasl:.batorias, . chontaduro y la continuidad de las generacicnes.
haliándose reiinido todo el grupo de Iiirnoiiioiii.Los iniembroc n-iásancianos Los puntos del bosque doiide se encuentran todos los huertos de cl-ionia-
del grupo regioiial (que son los abuelos reales o con fii.ies d e clasificación duro soii conocidos, pues cada uno está asociado con d e terminados grupos
cle los futiiros esposos) s e apoderan de la niiichaclia y del miicliacho a los de lictnoiiroi~i,y se consideran d e m o d o explícito como fruto del quehacer d e
que quieren emparejar y los obligai-ia penetrar eii iina parte iiitrincada del los antepasados: iiloiiito iiierii~ir-iqiii iiiniii (pertenecen a nuestros abuelos).
bosque, donde se los ata juiitos por los pies y se los obliga a compartir un Al igual que otros niuchos grupos amazónicos, los Huaorani sedeiitarios
enorme tazón d e la bebida ceremoriial, mientras todos los parienies casados plantan árboles d e chontaaiiro en sus liuertos y alrededor d e sus viviendas,
los rodean y entonan los cantos nupciales. aiinque al parecer i-io lo hacia11 antes. Coiiviene sefialar qiie c ~ i a n d oias
La iíltiina fase de la niaduraciói-i, el envejecimieiito, se aseineja a la fainilias iio est5n d e aciierdo con el jefe d e la aldea y la a l ~ a n d o i i mpara irse
yriinera, e n el sentido 9 e que se trata de un proceso individual. La piel de a vivir coi1 parientes siiyos enotros asei-itaniientos (actitud rara y pe!igrosa),
1 los ancianos, al igua! que las Iiojas cadiicas, pierde su s~iavid,.dy sii brillo. destruye11 nic.tódicaiiiente todos sus árboles d e chontadiiro, pero no asi s u s
Varias caiiciohes y expresiones inetafóricas haceii alusión a las hojas que : plantaciones d e banana y mandioca. Más aún, cada cual distiiigue los
caen, aiinque las imágenes son niei-ioselaboradas que las que s e refieren a árholcsde chontadiiro que lia plantado él misino osii familia d e los huertos
las Iiojas nue\.as y n o se establece un paralelismo directo eiitre la inuertc de Lraclicioiiales q u e sigiieii visitaiido cada allo y que iiidicai-i dóiicie se eiicoii-
. traban ios asentamientos de generaciones anteriores. Estas visitas se man- Eri la estación e n q u e el ciiontaduro da fruto es cuando se vi\-e c o n m á s
tienen n o sólo porque el fruto d e chc~ntaduroes u n alimento d e prinier intensidad el nexo que uiic a las generaciones actuales y las p a s a d a s ,
orden, sino trrnbiéii porqiie representari u n vinc'llo iniportantísimo entre puesto que los antepasados abastecen con abundencia a sus descendie~ites.
las generaciofies pzsadas y presentes d e "nosotros-hunianos". Es ese vín- Se acusa a los monos y a otros aniiliales q u e comen este fruto d e "robar"
culo el que hace del bosque un "inediu donante", ya que los vivos, al recibir un alimento que pertenece Iegíiimarnente a ios seres humanos, p e r o c o m o
aliii-iento del pasado (se estima que los friitos son el resultacio d e las acti- asíengordaii y s e reproduceii, hay que permitirles participar de la g e n e r o -
vidades y de la existencia d e las generaciones anteriores), garantizan la sidad d e los antepasados. Los munos tienen u n territorio limiiado, y sus
alimentación de las generaciones veiuderas gracias a sus actividades pre- familias se reproducen paraielamente a lashumanas, aunque más d e p r i s a .
senies d e c o i í ~ i l ~ i i o . Si estos aniriiales fueran niaiiraiados, por ejemplo, no dejándoles bastantes
Los Hilaorani hablan d e los l-ii?ertos de cl-iontaduro con gran aniniacióii frutos para comer, podrían rolm [OSsemilias y con ese robo se acabaría todo.
y alborozo, pues son para ellos fuente de orgulio, seguridad y diversión, el Por concipiente, la relación simbiótica q u e u n e a personas, a n i m a l e s y
signo material y c o ~ c r e t od e la contin~iidad.Duran rnns que las vidas pdnieras es percibid; corrio necesaria para asegura: la renovación y el
humanas. Cuando los cruzan, recuerdan a los fallecidos, por lo general uii crecimiento.
.ili>ueloo bisabuelo de algiii;o d e ios n i ~ m b r o ds e inás edad d e !os grupos La caza proporciona nuevas pruebas a e esta simbiosis entre h o m b r e s y
q u e salen a recolectar frutos. Como cstos huertos se forinan nitichas veces monos. Antes d e la introdiicción d e !as armas d e fuego, a mediados del
a partir d e semiilas cieposiiadas e n torno a hogares que llevan niucho aecenio d e 1970, sójo se prxticaban dos tipos d e caza: 1; de especies d e la
tieinpo abandonados, suele hr.bcr resto:~domésticos(fragmentos d e ollas de bóveda (nioiios y algunos p6jaros) con cerbatana y la de pecaries de collar con
arcilla o d e hzchas de piedra) medio desenterrados, otra confirmación más l a i v ~ s n i u ylargas deniacieral Es importante selialar que, aunque !as a m a s
d c que "los abi?elos0 vivieron allí. Aunque los huertos bien arraigados estén fabricadzs coii el mismo material - madera de chontaciuro endurecida
podrían a ~ i t o p e r p e t u a r s e1;i
~ ~dispersi8ii
, d e las semillas ocasionadu por la al hiego -,la prác6ca d e la caza coii certri,.tari;-i, así como s.] sigruficación,
iiiterve:icióii hiirnana con!iibu>,c cvidenteiuente a s u reproducción. suponen algo sis!emáticamente apesto a la caza con vcii;~b!o.
El calendario d e los Hiiao:.aiii aporta uiia prueba I?IAS d e la imporiancia hlatar j1 cazar son dos c o s a bien distintas fin 12 inente de los Huiiurani.
ciiltural del choritad~ii.~ y d e cómo el víncu!o establecido entre distintas No se "mata" a ios animale: d e la bóveda, se !os caza, a diferencia d e los
griieraciones d e "iiosotrus-h~imanos"- inaterializado en los huertos de ai~imaiesd e presa, cuino el jaguar o el águila ren!, qiie no cazan, sino i n a tan.
chontaduro - c u r n p l ~también una función primordial eii la reproduciiCii Cazar, o~iiigiii:ciiq:ii yo,-quiere decir "recoger" (literalmeiite, "traer c a n l e
d e los monos. E! afio está dividido en tres estacioiies, que no corresponden, muerta ii casa"), y salir d e cacería, ooiite go, "ir a sop!ar". La c a z a es
como e:-, culturas arnnzói-iicas, a la posición caiiibiante d e los reia:ivamente a t i u ~ ~ d a nen t e el territorio d e los Hiiaorani; pájaros y i n o n o s
astros, sino a iina serie d e procesos de inaduración relacionados coi1 los proliferzii en todo el bosque, sil- territorios sol: limitados, y sil comporta-
cicios d e fructificcíión de! c h ~ r i t a d u r o 'La ~ . primera estación, o "estación miento, dictado eii gran medida por sus hábitos aliinentarios, predecible.
del fruto del choiitaduro", \-a d e eneru a abril. Viene después la "estación La caza con cerbatana, actividad más bien individual que obliga m ~ i c h a s
d e los rnoiius gordos", que se terinina en agosto. Tainbiéii los h ~ i n a n o s , .. - - veces a trepar a los árboles, la practican los hombres, y ocasionalinente las
cc:nio !os inonas, engordan con esa dieta de temporada, y se r;en al pensar mujeres, diiran:e sus frecuentes correrías por el bosque, y representa la
q ~ ; esus ciierpos se vuelver, más grandcs y blandos. La carne de mono fuente m á s regular d e apro\~isionamieiiiode carne. Hablando d e cazar
adquiere uncolor amarillento y resulta más blanda y apetitosa. Dicen que monos, los Euaorani afirman que no Vasta el impulso de la flecha enveiie-
casi se deshace en la boca es tan deliciosa de comer "porque !as hembras nada, que es el curare lo qiie liznta al animal, como si trataran de minimizar
esi6i-i ahora prefiadas". Sigue a tsta la "estacióil del algodón sal\laje", eii el nexo d e causalidad eiitre cazar (el acto de soplar) y matar (la m u e r t e a e i
la que reina la abundancia d e hipok, eleinento esencial de los pertreclios de mono). Además, no sacrifican a las crías d e las monas cazadas n i s e las
caza1'. comen, sino q u e !as guardnii como "mascotns" y les dan de mamar.
Los ineses d e fcbrrro a abril suelen ser los de mayor movilidad, y los De hecho, cabe considerar las viriendas d e los Hiiaorani, atestadas
grupos d e hiio~ii~iiii convergen en los lugñrec; donde están madurando los (debido a las actividadcs recolectoras y al LISO d e la cerbatai~a)de a n i m a l e s
1 frlitos. Durante estos meses, su priiicipal preocupación consiste en encon-
trar u11 e q ~ i l i b i i oentre sus ganas de celebrar espltndidas ceremonias liba-
torias' 9 la necesidad de dejar frutos suiicicrites para que los monos coman,
..
adoptados y prodiictos del boscjüe, coino una prolongación de la relación
siinbólica resumida por los huertos de chon!aduro que maduran e n los
lugares d e aiiiigiios asentainientos. Las viviendas son una prueba c l a r a d e
I
ei-igorden y se i-~prodiizcaii. que iio hay oposicióii espacial entre los espejos doinesticados y los salva- L-
Corno ya sabemos, los Hilaorani pasan buena parte d e su tienipo tragan-
@
jes, ni entre los animales del bosqiie y los habitai-ites d e la vi\-ienda. 1.3s
i~iascotasno son animales domestjcados, si120 r?i?orfrid~i,y, coino tales, do por el bosqiie, unas veces recogieiido alimeiitos en un radio inferior a 5 e
reciben el misino trato que los mieinbros de ld faniiiia. Xlosp,?jaros y moiios
se Ics daii bananas y fitros frutos para coi-iier,y a las 6guilas reales, niOiiOS
km desde la \;ivienda comiinal, otras alejándose de ella hasta iina \reiiitci~a
de kilóirietros. Consideran estas correrías por cl bosqIle satisfactorizs y •
cazados; a su muerte son enterrados decorosnnieiite. El h ~ 1 1 ode que los productivas e11 la medida en que regresan con los producios necesarios.
Suelen pasar inás tieriipo subidos en los árboles qiie e n el si:elo, v recogen
e
lionibres y miijeres niaduros seconviertan en cliainanes adoptanc!~a "hijos
d e jaguai-" ilustra también el fenóineno inuy extendido de la adopción, grancantidad de frutos y semillas germinddas, alin~entoniuy apekitoso que 8
a u n q u e simbólica en este último caso. se encuentra debajo d e ciertos árboles. Muchas especies seiniciiltivadac "se
Como ya se ha diclio, !a caza con venab!~,actividzd esporádica, colec-
tiva, ruidosa y saiigrierita, se opone a la caza c o ~ cerbatana.
i De heclio, !a
cultivan en el bosqiie", para tenerlas siempre a niano e n las expedicioiies:
por ejeinplo, vides para envenenar a los peces a orillas d e los ~iach:ielos, •
primera se Ila~na"matar" (topl~cil\ J I L C I I O IAunque
I ~ ~ ~ ? ~no
) . eséste oi !ugar para árboles frutales en determinadas pistas d e caza, y bananos 1- ~ 1 ; i t ~ r ien
13s claros nahirales que sirve!? d e base para 1;is cacerías.
os
e
explayarse sobre la asi~nilaciónde la caza con venablo a la guerra (v6ase
Riva! 1992: cap. 2), es iniportante sefialar que los \renablos son d c madera Los cultivos de 10s f-luaoraiu, e n compaiación con la norma ei:horticul-
tura, reqiiieren u n mínimo d e esfuerzo h u a ~ a n cpoquísima
, tei:l::l;>gí,i y

de chontaduro. Por un mito que explica el doble origen de la inadcia muy
d u r a 1' los venablos mortales, sabeinos qiie antes d e ql2e.d nijo del rol lec ningún conocimiento m8gico. Pese a q ~ i las e tbcnicas sor, ixxy eleirien:ejes, @
iriformara de la existencia de las palmeras choiitad' &-los Hiianrani ~ i t i - sin chamiceras y con iina tala mínima d e árboles, se dice qiie ei cul!i\,o d e
lizaban madera d e balsa para fabricar sus venablos, pero éstos erni-i denia- I-iiiertos, "hacer algo fatigoso en el bosqiieU,dataiito trabajo y obliga n tantos
siado rcmos y blandos para matar, d e modo que, indefensos, llevzban un.+ esfuerzos y padeciinientos como transportar pesadas cargas. >.nt;is de que @
existencia niiserable, a merced de "caiu'l~ales"y eneiriigos podei.osos. Es empezaran a encontrarse cada vez riiás ficil~iieiiteuterisilios d e i~ietala
partir del decenio d e 1930, los claros del bosque se desbrozabaii con liacliñs
a
evidente que este mito presenta los venablos d e cl-iontaduio cnnio iin ele-
mento ~sencia!para preservar una identidad f t1iii.i propia y 12 coiitinuida~i. de piedra, y los huertos se ciiltivaban y lirnpiabñi; de rnalzs I-iieibns con m
de los grupos d e Jiiino~i~otii. machetes d e bambú. Las vix7iendascoin~irialesse coiistruia~ien 1ñ cin-ia d e
las colinas, donde los claros narurales del bosque son niás frecüentes y los
9
@
;
huertos inás ficiles d e limpiar.
. Manihot esculenta: la fragilidad del crecimiento rápido En los huert» se~ciiltivafundzment3lnente :nandioc¿., qtie es lo qi:e ;@
y la expansión social significa exactai?ic~nteel iionibre que tienen en Hi~aoraiii,rj~!~Iritr~:!*~ri. Las
variedades d e esta plaiita se distinguen yriiicipaliliente por el -' -11 1~01.
tivo d e las raíces y la velocidad d e su crecimiento, y la mayoría d e las que
rela- •
Ya he indicado al principio de este a r t í c u ! ~q u e los Hii~or'mitienen iina
l~isióndel bosqiie-que viven corno "medio donante"-propia de cazadores- c ~ l t i los ~ ~Huaorani
~ n producen raíces comestibles en 4-15 nitses. Aunque
recolectores. Trataré ahora demostrar qiie la coi-itiniiid?.ddelos huertos de conocen las variedades sil\restres d e la mandioca y pretenden qiie sus a
chontadcro y las iimhiosis eii clue se basa puedeii expliczr mejor s u COI?-
fianza e n el bosque y sil desinterés por los ciiltivos contiiiuosm. Aunque no
antepasados las transplaiitaron a los huertos cuando no existía11las varie-
dades domesticadas, es evidente que hace muchisimo tiempo qiit conocen •
son fundainentalinente horticultores, ciiltivan Moiiiliot rsci~l~rztn (mandioca la mandioca dulce2'. Noobstante, di\:ersos factores indican que :a iiorticul-
tiira huaorani es incipiente y estA niuy poco desarrollada. Eii prin1.cr lugzr,
@
dulce),y \.o); o referirme ahora a la ~igiiific~,cióriespecífica decstr? rictividad,
explicando pririiero 12s peculiaridades d e la gestión de recursos qiie prac- sólo conoceii variedades de mandioca dulce, a1 parecer las d e raíces más •
tican los Huaoraiii, resuinieiicio sus pricticas de clilti\.o ; aiializando, por
úI\imo, las fiestas libatorias rituales eii fiinción de una siii~bologíadel
dulces y jugosas de toda la Ainazoní.1, a! punto que niucl-ios se las conien
crudas en el misrno Iiuerto. En segundci Iiigar, ignoran los preprrralivos
a
crecin~ieiito.Sostengo que la gestión de 10s recursos, el cul!iv~d e los 1i~it.i-tos coinplicados queaplicaii ciiltivadores expertos co,.!o los Shuar jr los Que-
y las libacioiies rituales se organizan segtín la niisnia I6gic;i c~iltiiralqiie
distingue el crecimiento leiito del crecimiento r6pido. De modo aún nihs
chiia, O como los Tukaiio, que cultivan man~iiocaamurga. ii-iclu~c~
actualidad, la mandioca sesuele hervir simpleinente y machacar eii cl agua,
eii ia

F
explicito, 1~ mandioca dulce se ideiitificii con la balsa, por caracterizarse 16mismo que la banana cocida, bebida principal d e los Huaorani. No se
ainbai por u n creciiniento rápido y no reproducti~o.Esta identificación deja que fermente mucho y s e convierta en una bebida alcoliólica fuerte, ni
explica la resisteiicia a cultivar de estos iiidí(;enas (muy rara e11 la Aiiia- siquiera cuando se le añade la saliva. En tercer lugar, los l-iuertos sieinpre
'!'? zr)iiía), así co~iiosu asociación de la horticultura con la gi~erra. liaii sido de diinensiones coriip~rati\:aiiieiitemodestas (15 i i i x 18 m) y 4
a
4
apenas bastan hoy para el coiisiiino diario cie las fainilias sedentarias. Examiiieinos ahora la preparación rit~iald e las raíces d e maradioca y el
!;icluso en las a!deas coi? escuela, que es donde más se necesita la maiidio- sinibolism~de las ceremonias libatorias. Buena parte cie cuan:o vainos n
ca, sólo u n tercio aproximadamente d e las fairiilias c~iltivaiili~iertosy dan decir s e aplica tambiéii a las ceremoi~iaslibatorias e n las que se consumen
de conier a los que no lo hacen, d e conformidad con la obligación de bebicias d e iriitos d e palmera o banana, con la diferencia d e que las q u e se
compartir propia de la relación tradicional 1:uésped-anfitrión (Rival 1992: celehrrin coii cerveza d e mandioca son más formales y ritualizadas. Cuanko
172-89). inayor es el número d e invitados, mayor es la plantación y m i s si. dejan
Todas estas observaciones confirmaii que los Hilaorani hacen u n uso crecer las raíces. El motivo es d e io más obvio y pragmático, pero rnereie la
esporádico d e la inandioca cultivada, orientado a la celebración d e fiestas pena destacar las implicaciones sociales y culturales de. ese mayor creci-
y n o a !a subsistencia. Pueden pasar meses siii ciandioca, y, cuando deciden mieiito. Como más adelante s e explica, la inandioca dulce, a d e m á s de
c:iltivarla, es con la finalidad expresa cie organizar grandes ceremonias facilitar una 'nt-jor iniegración social, satisface una pasión culhral p o r la
libatorias en las que participan parientes lejanos y aliados, a diferencia d e abiindancia y la plenitud. La decisión d e celebrar una ccremo~iialibatoria
las fiectas con liebicia 110 alcoliolizada d e chontaduro, a las que sólo estiíii de maridioca sueie depei:der d e un matrimonio, yile s e convierten e n los
invitados los "nosotres-humanos". Como alimento festivo que recrea artifi- "amos d? la fiesta" y dirigen todas las faenas preparatorias. La mandioca
cialmei?te la ihui~danciad e !a temporada de friitos d e esa alm mera -- don recogida se apila en una saia d e fiestas especialmente construida p o r los
de generaciones znteriores -, la mandioc: puede servir para limitar la niieriibros cle la vivienda d e la pareja. Las raíces se asan ligeramente a la
fragnientzción d e 12 sociedad Iiuaorani en griipos relacionados d e lliino- brasa sin pclar y, una vez peladas, se entierran en c i i hoyo por espacio Ce
!l?O!~i. diez días, d~iraiitelos cuales los "amos" tienen qiie seguir uiic dieta espe-
Antes de ocuparrios de esta ciiestión, es preciso examinar h e \ - e m e n t e la cial y someterse a una serie d e restricciones: no pueden salir de la s a l a d e
relación que existc entre el cultivo d e ~liandiocay el crecimiento d e las fiesias y nadie puede penetrar e n ella; detien descansar y coiner exclusi\.a-
plantas e n térniii~osmás generales. La maiidioca se conoce ccrno "la cosa rneiite mandioca hervida; las relaciones sex~ialesqriedan ispiesail~eiite
quevive, es \-idau)-la raíz como "cosa conies:ib:e". Ilay indicios d e que los prohibidas. A io- diez ~!in.s,cuando la mandioca desprende Lin olor "i:iter.-
EI~iaorai:i piensan que!a mandioca propaga d e modo parecido a la ba!sa. so y dulce", se saca la pii!pa del hoyo, se inrichaca, s e mastica )- ;e pcizrda
pues, al igual que ésta, aprovecha lri luz abuildante que pcnetra por las en recipientes d e gran tarnafio.
aberturas de la bóveda para crccer !. i-codilrar rnuy deprisa. Los Huaorani Para los Iiuaoraiii, la traiisformación que experimeiita la mandioca Fara
f a v o r e c ~ nla ciispersián z b i i n d ~ n t cdi. la inandioca m i s que s u reproduc- la fiesta es uii cambio d e raíz a fruto, y dicen qiie, al sacnrin dcl1io)-o, cs "tan
ci6n irr sitii, a la niancra de los liáhitos alinientarios d e ias ave5 que conti-i- dulce como un fr~:to".lo qi:e t i m e sii iciportancia, linbida ciientn cir !a
bu~rena diseminar 3rnpl;;mente las semillas de balsa. Esta forma d e eiiten- omnipresencia d e los frutos en todas las dernás fiestas libatorias. El hecho
de: la propagación explica bien por qiié los 1 luaorani apenas arrancaii las d e que a veces se llan-ii a !a pareja que organiza la cerciiionia ni~i;ellt.,
malas hierbas d e los huertos y niinca utiliz.an una misrna parcela m á s de expresiói? que literalmente significa "del árbol", refuerza la idea d e q u e esa
ciia vez, szlvo hoy en día en las al~leass;ldeniarizadas. Arrancar las nialas k n i a transforniaciónconvit.rte las raícesde mandioca en ii-iitos. Esa e x p r e -
hierbas y iitilizar el mismo huerto varios a17os iinplican todo u n sistema d e sión, que liabihialmente se aplica a los s a n d e s árboles solitarios t a n a d -
proC?ucción agrícola tot,:lmente ajeno a la pieferencia de los Huaorani por niirados, significa tambiéii "persona importante" o "jefe", e igualniei7 te se
las actividades d e extracciói~.Otra práctic?. ilustra bien la asociaciói~en!re dice en ocasiones d e los cahecillns d e grupos doinésticos o g r u p o s d e
la iiiandioca y la baisa: se azotan con grandes hojas d e balsa los i-iianojos La íntima acociacióii entre árboies, frutos y fesk~josse p o n e tani-
I~iiaoii:oi~í.
d e tallos listos para plantar, con objets d e revitalizarlos transfii-iéiidoles la bién de manifiesto en la coinparación d e sí mismos que haceii los in-iitados
ei~ergíacic crecimiento rápido de esta planta, a! igiial que se hace, como ya a ia ceremonia con los pájaros concentrados en u n gran árbol cargaclo Ce
se ha dicho, coi; los r,iños pequeños. Es eviaente, pues, que 18 mandioca frutos. ~ i i r a i i t etoda la noc!ie cantan:
pertenece a la categoría a e especies d e crecimiento rápido y vicia corta. La
~reiere:icia por plantarla en Icc c!aros i~atur~iles que abre 13 caída d e los Nosotros liililroilos s017iosCO:I:O pkpros, o1 ig11n1que ellos tii$r~ltcli,?ns
grandes ártio!es sobr~siilienteses otra prueba más d e la estrecha relacióii iipirrniidci iicistfi 117 lí/fiilln QOtn. Coa17 ciri:l un ii io sityo. Así vioiflil
establecida entre la maiidioca y la balsa, ya que arnbas necesitan la ayari-
cióii repentina de la luz y uii iiuevo espacio para desarrollarse. Por esta
iilresíros ni:!rposados, y osíoiviii~osi~osotros.
i
id
misma razón, Mniiihot esciilciitn difiere d e Bnclris gnsipoes, que sólo puede
crecer a la sombra.
Es iniport'inte insistir, teiiioido prcseiiti nii p r o ~ ó s i t oeii 2ste artíciilo, en
la experiencia y las prdcticas concret?~dvla vida diaria más que en el saber
1i2'
ritual relacionado con la bebida, motivo por el qilr !ne ccnt1.0 niás en la ii-iteiicioiies persoi-iaies antes de entrar en la sala e incorporarse a la fiesta.
alegría y la satisfacción que prodiice a los Huaorai-ii consuinir a raudales Estas alianzas no se pueden reproducir con tanta facilidad como las que
zumos de frutas "como pájaros ei-i un árbol co1-i friitos" que ei-i analizar el se dan entre parejas de I-ierinaiiosy hermanas que casan a siis hijos. Cuando
simbolismo y el sentido metafórico iimegables de pdjaros y fri:tos. Sea ciial comentan la dificiiltad de casarse fiiera de! griipo - - d e Iilrnorlioili, los Hua-
fuere el significado de las metriforas qce emplean ti independientemente de orani aluden a veces al liecl-io de que los huertos de nundioca no duran,
toda profunda interpretacióii sin-,bólics. q:ie quiera ciarse a esa experiencia dai-ido así a entender que los niatrimonios ei-idógamos sí, a semejanza d e
ritunl, las ceremonias libatorias soii ante todo y sobre todo la forma de los huertos de choi-itaduro.
compartir la temporada d e frutos. En esencia, la fiesta consiste en ofrecer Los huertos d e mandioca sirven para una sola cerernoi-iia libatoria, lo
la abundancia como si fuera natii-al y en qiie los invitados sean puros que obliga a abrir nuevos desmorii-e>y r: replantar continuamente. Como los
consumidores, coii-io los pájarcs atiborr6ndose de friitos en temporada. desn-iontecson de pequefías dimensiones, apenas mayores que los claros' .
Cegún los botánicos, dos tercios de ias plaiitas fanerógamas que existen i naturzles del bosqiie, y quedan abandonados ininediatai~iei-ite después d e
en el mundo crecen únicamente en los trópicos, donde, grricias a la extraor- $ la cosecl-ia, la balsa y otros Arboles pioneros los invaden enseguida. En'
dinaria diversidád del bosque húniedo, se l:a desarrollado la conipleja red menos de tres ahos, el crecimiento del bosque secundario coi-ivierte en
d e relaciones entre polinizacicín por las aves y plantas con flor2'. La mayo- realidad tangible la asociaciijn nietaíórica entre los ainos de la fiesta v uri
ría de ellzs se valen de pájaros, mnrciGlagos y monos para dispersar las 1 ,
gran árbol con frutos, entre !os pzrticipai-ite en el festejo y los pájaros, y
semillas (Collins 1990:70-2). Los Fiiiaorani, con su profundo conocimiento entre el prcjducto de los h:ierio:; y ios friitos. EILcierto sentido,'los huertos
del bosque que constitU);e su 1:-iedio y, en particular, de las costiin-ibres de mandioca facilitan ei desarrollo cle la balsa y de los árboles pioi-ieros a
alimeniarins de los animales, no sólo saben qiie la reproducción de las . los que pretenden imitar. Por otra parte, los huertos de chontadurc s i g ~ i e n
plantas depende ei-iterainei-itede éstos, sino también que los polinizadores dando friito, aliineiitando a los descendientes de aquellos a los qiie deben
y dispersorsr de seinil!ac: "hacen su trabajo" al conier hasta saciarse y su existencia y perinitiei-ido 12. re~i.c.duccicíiid e las familias de monos.
'
deyperdigarre después en todas direcciones, 3c niocio que, hagan ellos lo Tainhi6ii los huertos atracii a ioc a~iinales,sobre todo a tapires, \ r e i - i a dy~ ~
que hagan, adeii-ids, dcrante 1i: fiesta, 21 con~liiliiruna taza tras otra de grai:des roedores, pero iradicionalincnte los Hunorani no comen sil carne.
zumos de iriita cuniylen la inisnia funcióii polinizadora que las alres repro- Asipaes, a diferencia delos liíiírrtos palmeras, ios de r-i-iai~dioca no ciear-i
duciendo el iilirirri~~. Si se da por sentado que aliiicii~no se dice únicameiite una sinibiosis ei-itre seres hiiinanos, animale:: y plantas.
d e ~i1-iiidi\,idiio o zna parej'i, sil70 que es i!na deiiominoci6n zplicai)le c piiede ser a e corta diiración, y
Ade11-,6s,!a coiifiai-iza el: los jefes ~iiiic~iic
la totciiidao del grupo de Irliiioiiroiii, se entiende iiiejor toda la significación la violencia puede acabar con ellos como el rayo derriba los árboles más
que tiene la transforn-,acihi-ide las raíces de n-iai1.dioca ei-i fruto y se perciben altos y sokrecaliei-ites (tielir nl:~:r),que arrastran en sil caída los árboles
las diferentes coiiseciiencias sociales de las ceremonias en las que se con- próximos y dejangrandes claros en la bóveda del bosque. Por eso aicei-i los
sume fruto de cl-ioiitadiiro y las ceren-ionias libatorias de mandioca. Huaoraiii que a los periodos de paz y crecimienro sígiieii siempre otros de
Así coino los huertos d e choi-itaduro represeatan la contii-iuidad social destrucciói-i y casi extinción. Los nl:irciic dan con profusión, pero su abun-
d e nexos ei-idógamos ceritrados eii parejas de hermanos y hermanas casa- dancia ofrecidñ no es taii segura ni fiable como la cosecha estacic.iia1 d e los
dos ei-itresí, los I-iiiertos de mai-idioca representan la expai-isión social }; las friitos de las palmeras de los antepasados.
nuevas alianzas ~natrimoiiialesfucra de lo: líinites cle los Iiiinoriioiii. Estos
huertos so11siiiói-iinios de xna n-iaycr sociabiliciail, del crecimiento de la
prole y la proliferacióii de !as familias, y estdn asociados coi1 períodos de Conclusiin
estabilidad, paz y abundancia, eii los que las familias "enemigas" se reúnen
para festejrii-y celebrar inatriinoiiios, y ei-i los qiie no hay enemistad, coi1-i- He tratado de n-iostrar en este a r t í i u ! ~que ei crecimiento es uca nociór.
bates ni muertes. Felicidad se dice "«:ra ronda de zumo de i-riai-idiocareímos primordial en la mei-iialidad hiiaorani. Estos indígenas, al igiial qiie todos
alegreriiente", lo que muestra que la mandioca es e1 fui-idaniento específico los indígenas ñinazóni,-os, viven ei-igriipos localesa~itónomosy se dedican
d e la hilaridad coi1 aliados poiencialts. Estas aiiaiizas son azarosas y hai-i a la caza, la pesca, la recolección y la l-iorticiilt~ira,pero esta afirmación no
1 d e ser estrictaniente coiitroladas y dirigidas por jefes poderosos. El carácter ,
.'
.
e múltiples maneras d e entender y organizar 1
significa gran cosa, ya q ~ i hay
poiíticn y la peligrosidad cie las cereii-ioi-iiasIihatorias de n-iaiidioca se pone r. estas actividades. Por ejemplo, muchos aborígenes d e la región tiei-iei~una
d e manifiesto ei-i la obligación de los invitados i~-iasciilii-ios de cla~.areii iin visión dual del iii~ii-idoen la qiie c~iltiiray nat~iralezase oponen ( ~ ~ é a s e ,
troiico de palii-iera, a sil llegada, ciiatro o cinco lai-izas cargadas con ?LIS ~ . g i .Sceger
, 1981),y trunsforiiian inatcrial y sii~-ibólicameiitc su ii-icdiocre-
a n d o espacios domesticados - huertos y viviendas - e n oposición a los lico o metafórico? No me propongo discutir a q ~ i el í simbolismo de los
espacios salvajes. Como ya he dicho, la horticultu~a- y i-iiásconcretamente hechos sociales ni el carácter innato d e los símbolos. Mi íiiiica intenciói-i,
el cultivo de la mandioca - es u11 arte sumamente Complejo entre los Shuar más modesta, es subrayar simpleinente que el crecimiei~topertenece ante
(Descola 1986) )-los Quechua (Whitten 1985), dos grupos de indígenas cuya todo a la esfera del saber práctico o, por decirlo coii palabras d? Atian, del
produccijn agrícola ha abastecido durante siglos a inisioneros, coinercian- sentido común "al que se deben los datos sobre fenómenos que los i i i d i i ~ i d u o ~
t t s y viajeros, y qiie en la actun1id:td mantiene11estrecho contacto con los corrientemente perciben" (1990: 252). Percibido, experimentado y concephia-
Huaoraiii. Estos, sin e~nbargo,son muy poco aficionados a la horticultura, lizado, el aecimiento es un saber sobre el mundo y, como tal, es un conocimien-
y sus planiaciones d e mandioca, cultivadas para dar fiestas y n o para el to perceptivo no mediatizado que ordena las reiacioner sociales entre seres
consumo diario, introducen escasísimas transfoimaciones reales o simbó- humanos, así como entre éstos y otros organismos vivos. Pero el crecimiento
licas en el bosque. Por otra parte, sus huertos d e clioi~tadurotienen s u ha pasado a ser también un símbolo e u-icl~isou n rihial. Una vez f o n i ~ a d oel
origen en relaciones siinbióticas yerpeiiiadas por e! consumo )I no son concepto,sbinterpreta e i m a e a y se v~ielvea construir, por e!;ci-ri:lo, e n fomia
plantados. Desdcun punto d t vist3 botii1ic0 (Clen7,ent 1992: 70-li, ia man- dela energía vital transmitida por simpa tia a losniñoso iacon~p!ement;iriedad
dioca dulce y el chontaauro son especies doinesticadas, pero los Huaorani d e maderas d ~ u ays maderas blandas. Evocado metafóricainei~teen el c ~ u s de o
no cultivar1 por inedios tradicionales ninguna d e las dos. La doi-iiesticacián las ceremonias libatorias, origina !a sazón dei fruto y se coi~vieitee n inadura-
n o sólo implica control, intervención y transformaci611 planificadas - tle- ción. Transfonnado en una propiedad abstracta y vaga que puede sacarse dc
nientos.todos ellos contrarios a su idea! d e abi.indanLia nat:rra! y "medio su contesto orgánico y aplicarse al ordeii"social, e! crecimici-ito adquiere iina
donante" -, sino que presiipoiie, además, ia dependencia d s pli,ntas I-uyo perspectiva más evocadora y si~ibtjlicaque concepi-uai, cori?o c::ai-ido 10s
crecimiento es m ~ c h más o rápido en comparación cor: el desarrollo h~inia- huertos demandioca, de rápido crecirnicn to y elevada ~ r @ d u K i ó sin-.;ri
n, para
n o y !os procesos d e maduración. propiciar nuevas alianzas politicas y matrimonios exógamos. ARora Bien, este
Además de aclarar las estrategias qiie los Huacrani aplicaii a la gestión tipo d e simbolismo perdería todo su p ~ d c rsi a 1 p r . a ~faniilias y rtlgijnos
d e los recursos, el creciiniento, que es tanto una propiedad d e 1: s.ida wcial árboles no crecieran más despacio que iirros. O
coino iin proceso vital, explica tainbibn por qué las fñri;ilias )-ics grupos
sociales pasan por ~ i i i o sciclos de desarrollo cortos y otros largos. Si bien
el crecimiento afecta evidentemente por i g i i n l a tocias las iormac d e vida, ello Notas
n o significa forzosamente que ios procesos h ~ i m a n o sse conccp?,ialicen en
función d e categorías vegetales, rii que el crecimiento s e emplee como me- 1 El trabalo sobre ei terreno con los Hiinorani se realizó entiti ci;ero de 3 989 y
junio de 1990, con el apoyo de la Fundaciún MTei>nerGren ~ z r ia a Investiga-
táfora para describir los procesos sociales. Media!ite sil participacióiiactiva ción Antropológica y foiidos adicionales de la Liiinean Cocii'ty de Loi~cires.
y directa en el rnui~do,los Huaorani saben (es decir, perciben) que los Esie artículo se basa en una ponencia presentnda por ~irimc,ravez en xio-
árboles crecen y maduran segúri ritn-ios distintos y, basánc!ose eii ello, vieinbre de 1992, en el semin.trio de aniropología de 12 Esciicla tlt. Cccnomíñ
establecen una distinción fui1dainent:I entre los organismos \riv«s que de Londres. Deseo dar las gracias a los participantes por sus aportaciones y
crecen despacio y perdurancomo griipo, y los que crecei-irdpidarnente, pero críticas, en particuiai a H. Reid. Estoy niiiy agradecida a hl. Blosh, G.T.
desaparecen. Según esta distinció~~, el procescl de desñrrollo d e los huertos I'rance, T. Ingold (que propiiso el títiilo del artíciilo), H. M:,ore y P. i?iviere
d e chontaduro, que crecen y vive11 eri unn escala teniporal propo:cio~:ada por sus n~últiplesy valiosas siigereiicias. Debo iin agracieiiiniento rnuy
especial a Hastiiigs Donnan y a algiinos lectores anónirnc:; qiie me propusie-
al paso de las gei~eracioneshumanas, es paralelo al d e los grupos d e ron algiinos cambios de redacción. La responsabiiidad d e prodticto final cs,
I i i r n o ~ i ~ o i Esos
ii. h~iertos,que so11 la materializacibn del quehacer h i n a n o desde luego, mía.
en el pasado, se reproducen gi.acias a las relaciones duraderas establecidas 2 La expiesióii se hizo popular al piiblicarse el artíciilo de Rird-David (1 993) en e!
por la ei-idogamia y la celebración d e fiestas. Ei-i la medida en que su que sostiene que los pucblos ieco1ec:ores y cazadores "consideran sil inedio
creciiniento y el de los griipos locaies forman LIII proceso conkiiiuo e inter- ambiente como donaiite" y qiie "sii sistenia eco:iómicc se caracteriza por
conectado, la historia de los Hiiaorani y la historia iiat~iraldel chontaduro mocios de distribución y relaciones de propiedad que se coiistriiyen in6s bien
coinciden. el> fiinción del don, como en el seiio de la familia, que en fui~ciónd e la
Con esta explicación de lo que represetlta el creciinienlo en la meiite y reciprocidad, como eiitre parientes" (i990: 189).
3 "Recolectores de siibsistencia", qiie responde bien a la norina indiferenciada
e n la prdctica de los Huaoraiii vuelvo a mis observaciones iniciales. A la de obteitción de alimentos !; materiales en el bosque, podría ser tina deno-
vista de las numerosas pruebas que l-ie aportado, cabe preguntarse por la miiiación 1115s adecuada. La caracterización de los seres !iiimanos pni sus
ca tegorímntológica del creciniiento: iTiece u11sentido concept~ial,siinbó-
actividades de siibsisteiicia Iia prní-ocado serios probleinas termiiiológicos en aniazóiiico podría deberse a la iiitervencióil del liombre (por niedio d e una
Iz .Aii:azonía, si bici los especialistas en la región suelen definir a las po- planificación conscieiite o iuin gestióii iio deliberada de los recursos).
blaciones con las qiie trabajaii coirio cazadoras y liorticultoras. Ahora bien, la 10 La palabra es uiia combinación de t~,r(duro)y n!iiii'. En el vocabiiIario d e los
mayoría se resistiría iiiuclio a coiisiderar a grupos aniazónicos inarginales, los Hiiaor;ini, el término iiii:ii. es poiiséniico, pero su sicnificado central es "rnade-
Huaoraiii por ejemplo, ccimo "cazailo:es-recolectores", y sosteiidría que la ra". Basdiidose en iiumerosas pruebas seiniiiticas y Iexicográficas, Wiikowski
iiteratiira scib:e este tipo de sociidsdes no es aplicable a la Amazonía (Lévi- y col. (1961) Iian sosttinido que el concepio d e niadera es anterior al d e árbo!, y
Straiiss 196s; Laihrap 1973; Arcaiid 1981). Su actitud nie parece iiiia reacción a qiie sólo r~cientementese ha convertido "árbol" en una categoría en sí. Atrari
las infi~ie:iciasdeterministas y ei.o!ucionistas d e las primeras tipologias cultli- (1993: 278) ha criticado este punio de vista, afirmando que el tamaño (los
r a l e sudamcric~nas(con el concepto d e "devoliición culhiral", por ejemplo) árboles son i:iás allvs qiir ios hunianos adultos) y no la madera es la caracterís-
d e algunos estiidiossobre los cazadores-recolectores. Esta postura implica, sin tica determinante de 12 forma biológica "árbol". Me parece que la forma d e
embargo, una eucesj\.a uniforniidad culti!ral y iio permite explicar suficiente- pensar < e lo+ '-liiaor'iiii da prioridad a la madera, aiinque por razones diferen-
~r.ei;tc Izs variaciori~rciilturales entre grandes horticultores coino los Sliuar. tes a las qiir avanzaban Wikkowski y coi. En primer lugar, se reconoce e!
Canelos Quechiias, Napo Quechiias y Tukanos, por iin Ladc, y recolectores d e creciinieiito s o ~ ~iini o proceso similar en hombres y árboles, qiie se diferencian
alimeritos qiie se desplazan miiclio ni&, coino los Xuaorani, Ciiiva, Sirion6 o por sil longevidad. En segiindo lugar, las características determinante5 de las
hlaku, pcr otro. palnieras - su niadera dura y sus frutos abiindnntes - se atri'ouyen a s u
Fornia adjeti~alde;ivada del siiskaiitivo Iiirno (persona, ser humano) y -ri~iii creciiniento con~pardti\~aiiiente lento.
(indicador de p!iiral). 11 Un Iiooibre que deja ue comer determinadas carnes durante el enibarazo de una
' 5 o~tzl ve7 do+ scbgrupos sigrieii protegiendo su aislamiento ahsoiiito iiii~jerreconoce SU patcmidad y In hac? pública. 9 cree que lo< tabúes que pesan
oiiiltindose, desplaz8ndose ionstanten-,ente y maiando a ciiantos tratan d e sabre i.i carne?!L ciertos mi;iiales protegen al feto o al niño de la diarrea, esto es, de
forzarlos a reiaciorlarse. Conocidos como "Aucas", \.ocabIo quecliiia que la lic,ir.fc~cci6~?,
xegii-rindo así el fortalecimiento o "endi:recimiento" del cueTcr.
sigiiifica "ia!\.aics", Iiablan uiia lengiiu emparentnda coii el Ssabela, un len- 12 Véase Chaiinieii (19SS) para iin anñlisis 2 fondo de la visuaiizació~i antro-
giiaje único *! sin clasificar qiie Iia sido confundido con el dialecto zaparonno poniórfica d e ios charnanes d e la energía vital. Cliaumeil sostiene que la noción
(Riva! 1?93: 50-7).Xiitaiic~vivían próxinios a los Ziparo por el sur y e l siideste, d e poder el: la ,4mazoní<igiiarda e+trecl;a relaci6:i con la capacidad de coiitro-
pero i.sfos fueroii diezmados por la esclavitu6 y las enfermedades diiraiite el lar la enrrgia.
pei.iiido de j r o ; ~ e r i d a ~iiel cauriio (Whitter. 1978; R+e\:es 19%). Ciiaridii los 13 Se trai~icie ii:ia en-iocióii c~:ripIeja, ~ i e z c l ad e rabia, odio y bravura. Eii los
-iiiper\'ivientes rñp,iro enco:itraroii refiigio entre los iiidígenns d e la ~?isl:!~ilii? Iioi~.b:es es s i g i o d e fuerza iiioral y deterrninaci6n.
(Cniielos (2'ix:iua y Sl!iiz.r) a principios de siclo, los Hilaorani se extendiei-o11 11 Para ji!s Ii~:ao:nili, es In Iliivia, di7iilit>,la que dsposita la arcilla blanca, dili, eii los
por siis territorios abaiidoriados. Eii ia acfiialidad \,i\.en rodeados poi iiidí- cauces p..~-oi>raFUiid~rSe !ratr d e iin elernento esei>ci.ii.Las miijerer fabrican
gcnas que:li:ia de las tieiras bajas y colonoc blancos qiie se han desplazado con ella ;iiar:iiit,rs para i i ~ . r \ ~ldi rcarne - el aliint.iit<iprincipa! -,y en tiempos d e
gradualmente hacia el cste, te:laericia que se Iia acelerado de modo espec- giierrn se bebe, niezrlada con agiia, como sustiti.iivo de la coniida. Así pues,
tacul:i!. desde i l ziige del petr6lt.n a coiiiieiizos del decenio de 1970. una capa d e arcilla remi:e al dnibito dorriéstico (las rnarinitas y la cocciói:) y a la
Los Hiizorani :ienen \..iriris ?alabras para referirse a las distintas especies d e siiper\,ivencia (la bebida que se consiinie en la liuida).
Ochronia y Ccrrqgia. Liainari a tina ~oco~i~liiri. (el árbol que \,iene y va), a otra 15 Los e5pcciali;tas no se ponen d e acuerdo sobre este puiito. Clenient cree que B.
!i;ii~iii~iEIii!L.
11irBi:r~.(arbolillo tierno). gn~ip7tsrio piiede sobrevivir inuclio tieiiipo a1 abandono (1992: 75).
Los Hiiaorani niinca iian :iti!izado madera d e balsa para constriiir balsas. -
16 Descola (1966: 82) se:?al;?que los Achiiür, cuyo cale~idrirlosebasa en la posición
Sorteabaii los ríos, y ciiando se veían obligados a atravesar uno, incliiso muy d e los astros y qiie acogeii la estación en que fri!ctifiia el cliontaduro como un
cargados con Liiiltos, preferían doblar árboles en cada orilla y atarlos uiios a p,eriodo d e abiii;dancia, no parecen conceder a este iruto pariiciilar importan-
otros formando i i r i arco. cia simbó!ica. Sin embargo, !os Sliiiar celebran todos los años la vuelta d e la
CI~.iiieiitsostiene que 8. gnsipncs es la única palmera doriiesticada d e Amhica. estacibn d e los friitcs de esta paliiirra con coiriplicados ritos de fertilidad en
Iia ideiitificadc al nienos diez clases ("las clases inorfológicanieiite distintas torno a los ciiales se estriictiira su calendario.
desarrol!adas por seres hunianos en diferentes zonas geogrificas"), algiii~as 17 El knpok, especie d e borra iitilizadn coii~orelleno y como pluma, facilita el paso
de las ciiales presentan 1111 aiimeiito d e peso del fruto prósinio a 50009/0. d e las flechas a lo largo del interior acaiialado de la cerbatana. Es interesante
Basáiidose el: las rriodificaciones siistaiiciales por él observadas en deter- señalar que el k y o k se obtiene en grandes cantidades del árbol más sobresa-
minadas variedades, llega a la conclusión de que hace más de 12.000 años que liente de la bóveda del bosqiie, Ceii~opefrn~idn.
se viene coiitro!ando y cultivando B. gnsipnes (Cleineiit 1992: 75-6). 18 1 2 bebida para las ceremoiiias se prepara extrayendo las semillas, machacando 1s
Poscy (1955;I4VS), qiieiia trabajadoin~ichocoiilos Kayapodel ceiitro de Brasil, ha pulpa y iriezcláiidcla con agiia, sin dejar qiir feriiienke y se convierta en alcohol.
coiii~iriicadoirna iiiforiiiacióii ecológica similar. Para él está claro que los Kayapo . . 19 Sólo secazabaii con regularidad rstos tres tiposde ;iniciales, y los Huaorani d e
- .
no se liniitan a adaptarse a sil niedio a~nbieiitenatural, sino qiie lofflbrirnii;así, por cierta edad sigiieii niaiiifestaildo la mayor repiignaiicia por la carne d e tapires,
ejcniplo, crean y iiiniitieneri parcelas de bosqiie eii la sabana. Basáiidose en estos agiitíes y capiliiiaras, presas freciientes de la inayoría d e los piiehlos amñ-
hallazgos, siigiere qiie la asombrosa diversidad ecológica del bosqiie Iiúincdo zónicos. Alinqiie los Hiiaoraiii conieii sin asco alimentos iinportados coino
arroz, azúcar o avena, e incliico toinan café, jamás se les ocurriría probar carne Chaurneil, J.P.
de vaca, cerdo o ni siquiera tapir. 1988:El poder vegeial :iaeo!ogía del poder en una sociedad amazónica. Manus-
70 La diferencia queestablecen lngold (1993.3)y Bodenhorn (1989) entre "trust" y crito.
"confidence" no es aplicable cii este contexto, porque los Hiiaorani no eiitien- Clement, C.
den la abundancia natural como el resultado de relaciones morales entre 1935: "Dom~sticationof t!ie Pejibaye palm (Bactris gasipaes): past and present".
personas o entre pe:sonas y animales. L'no y otro término ponen d e relieve sil En Adz~n~ices iii rcoiioiiiic b~tiirly(ed.) M. Balick. Nueva York: Botanical Gardens.
habilidad y su saber, así como el quehacer, la habilidad y el saber d e la 1992: Domeskicated p a h s . Priricipes 36. pp. 70-8.
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d e siis aliisiones a la geiierzción rriiterior está ausente toda idea de sanción d e 1990: Uie lnst rniii.fi~rests.World cor~senotioiintlns (gen. Ed.) M. Beazle. Londres.
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21 Según Lathrap (i973), la domesticación de la inandioca e n la Cuerica del 1986: 01 rintiire doiiikztiqiie. París: .Mz,ison des ScienLes de ~ " ~ o i n m e .
Amazonas se produjo entre 5.000 7.000 a ñ p - a . c . Es la planta nutritiva más 1992: "Socicties of nature, and 'he nature of society". En Corrceptirn1i:irig socit?y
iniportante de las r e g i o n c ~tropicales. (ed.) A. Kiiper. Londres: Routledge.
22 El bosque hiimedo d e Ecuador es especia!m{nte reputado por su abiindancia Duke, K.
d c plantas polinizadas por las aves (Frofesor Pranse, Director del Rezl Jardín 1977: "Palms as energy solurces: a solicitation". Pririciprs 21, pp. 60-7.
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ir1 Eclrndor. Urbana: UiiiQ.-of A 1 respecto d e los territorios indígenas brasileños suele pensarse qiie
hay poco c,iie decir y demasiado que hacei; que conceptos y aigiimen-
tos está11 claro^., y qfie no l i ~ ymás que llevarlos a la práctica. A Frinler'i
Witkoivski, S.R., C. Brown y P. Chase.
vicia, ei caso de los Yaininawa parece ser, precisamente, un triunfo -nienos
19.31: "'iVliere do trtes coiiie from?" Mnii (N.S.) 16, pp. 1-14.
coinúr; de lo que s e quisiera- d e la aplicación d e las leyes eri vigor y del
i reconociniiento d e los derechos indígenas expreso e n la constitución brn-
sileiia de 1958.
! Los Yaminawa s e distrib~iyenactualmente, en el estado brasilcfio d e

li
Acre, en trece peq~iei-iasaldea; agrupadas en siete liigares diferentes. Dos
de ellos, la Tierra Indígena (T.I.) Ivlamoadate y !a T.I. Cabecrirasdo Acre, son
territorios reconocidos y garaiitizados por las instituciones oficiales. h ? ~ y
cerca de Gstñs persistenaiguiios otros peqiieños asentamieritos m u y senie-
1 jai;:es, aur.que d e ocupación informal, en los ríos iaco y Purús.

.-
!1 Tierra indígenalrío Aldea 1
I
Pnblaciijn 11
Cabeceira d o Rio Acre íii:anaia 70 habitante:;
Cabeceira d o Rio Acre Sito Lourenqo 52 habitantes
Cabeceirii d o Rio Acre Igarapé dos Paic3s 29 habitaiites
Maiuoadate (Rio Iaco) Betel 70 íiabitaiitcs
Mamoadate (!iio 1 x 0 ) Cgjubim 42 habitantes
Rio Caett; Riienos Aires 36 habi t:. ! I :?S
Rio Caeté EAtreina 30 iiabi tanies
Kio Iaco Guajard 67 habitantes
Rio Iaco Asa Branca 10 bak,iiantcs
Rio Piirus SZo Paulino 61 habitantss
Iiio Puriis Cainpucfi 45 habitantcs
Ciudad - Bras;lCiia Saniaúina 11 habi tantes
Ciudad - Rio 3ranco Di:rersos 30 habitantes

1. Total ' 1 ( 553 habitantes 1


(F~r~~iitr
C O I I ~ I I II~r I O2001)

Elreconocii~iientod e las dos áreas oficiales se consiguió, d decir verdad, sin


grandes inovilizaciones o coiiflictos. Este se benctició de u n clinia propicio
creado p o r otras rei\~indicacioiiesindígenas, de una coyui-itiira política haber garantizado el futuro d e los Yaminawa, y ni siquiera parece haber
favorable y priricipalniente de Ia falta d e grandes intereses blaiicos e n el atenciido a las necesidades presentes.
!ugar; iambiéii, claro está, d e la agilidad política d e los 1íde:es yami- E! CRSO yaminawa demuestra -y n-iucl-ios otros casos a lo largo y aitcho
nawa, el apoyo decidido d e organizaciones pro-indígenas y el d e los del Hrasi! lo demostrarían, también, a partir de otras premisas- que el
propios agentes d e la Fui-idaciio Nacional do Indio (FUNAI). La T.I. Ca- territorio indígena sigue siendo una cuestión abierta a u n cuando s e haya
becciras d o Rio Acre, d e c ~ i y o habitantes
s provienen la inayor parte d e Iiecho, repetidainente, lo q u e se consideraba suficiente. E1-i los casi treinta
los datos q u e serán aquí expuestos, fue considerablemente a ~ i m e n t n d a años que va durando ese proceso, dígase la verdad, se ha pensado poco, o
en 1992', al incluirse er. ellz los intersticios que restaban entre ella y nadz, en lo que podriamos llamar "noción yaminawa d e territorio".
otras áreas de protección oficial, incluyendo la T.I. Mainoadrite, con la
que acabó formando un área indígena continua.
Ese triiinfo de! que vecgo heblando se ha visto empañado, sir. embargo, La sedentariedad inestable
por el iiso precario que los Yaminawa han dado a su territorio. En Ca-
beceiras d o Rio Acre, por ejemplo, los Yaminawa han ejercido u n control Los laminawa son Diien ejemplo d e lo que suele llamarse piicblos d e la
muy limitadosobre s u 6rea: antes d e la recientereocupacióndel Igaragé dos tierra firme, O interfluvio amazónico. Cazzdores y horticultores de roza -
Patcs, una jornada aguas ür:iba d e Sáo Lourenqo e Anaiiaia, sólo re cultivadores de yuca y mucho más d e plátanc-, la disrnincción de ia f a m a
c~coiitrabaen la pequelia franja fronteriza ron e! territorio "blanco" que o de la íertiiidad del suelo ocupado los !levan acdesplazarse en iiitervalos
forin~iiestas iíltimas. Eso no pisa d c ser un caso límite d e la tasa d e cortos. regulares 11d e escasa amplitud. También, hay que decirlo, a retorn::r
ocupación común d e las área: indígenas ei-i Brasil, que se entienden como ioiitinuamente a los mismos enclaves, lo que n o impide que los blancos
territorios de raza y trinsito tanto como d e asentamieiito, ni hii supuesto vecinos los califiquen erróneamei-ite como "n6madas". I,a tendericia a abrir
inayores problemas dada la bajísinia densidad demográfica d e la regiói~, las rozas e a selva secundaria, formada por árboles d e rápido crecirniei-ttc:
t.specia!mente en el lado peruano de1afroiitera.Nada garantiza, sinembar- coí..:o las embaiibas (Crcr-opiií),es tul factor más -si es que no :-ale n-irís la
go, qae esa falta d e presióii sobre el territorio perdure indefinidainente, pena tomarlo como índice- d e esta tendencia a los cortos plazos. Los huer-
sobr? todo si alguna vez prosperan ias ohras de la carreterñ RR 317, y con tos aL3aridonados se reutilizan pocos aiios después, 11entre taiito suelen ser
ellas el proyecto seculzr d e un'? carretera trai;soceiiiica, que atraería iin visitñdos para apro\lecliar los árboles frutales que quedan en ellos. Lo
flujo considerable d e co!oncs. .Más grave PC el hecho d e que incluso e n c.s.3 inismo ocurre conlos lugares d e habitación, con.la salvedad d e que e n este
franja la presencia yaminau.a .en ii-iuy rala, debido a Lir: n:n\.imici-ito perió- caso se hace necesario evitar aquellos que haii quedado convertidos en
dico hacia la ciudad, que ausenta constantemente 3 una parte iinportante cementerios por la muerte d e alguno d e sus owpantes.
del grupo, o debido a las repetidas separaciones de segnientcs del grupo En Sii conjiinto, los desplazamientos "vegetativos" son cortos nuiiqiie
qiie se hait instalado en otras áreas, en algiinos casos después d e penosas cons:antes, probablem~i?telo hansido siempre, y hai-i ido ciisminuyendo su
permanencias en la ciiidad ( C O ~ ~ ~11.M2001). O alcance en los últimos decenios. Hay en ello una clara difereiiciñ con e!
Este úI timo proceso ha llevado a la creación de los otros asentarnientos .. periodo previo a la pacificación d e sus relaciones con los blancos, que hasta
..-..
que íipurzn enel cuadro. Las dos aldeas del río Caeté, oc~ipadasa mediados los afios cii-icuentz los forzaban a huidas constantes y sobre iodo a alejoi.se
de los aiios 50 con el patrocinio de la FUNAI, órgano oficial d e la po!ítica d e los cursos fluviales que permitiesen un míniino d e navegación -y los
indigcnista brasileiia, se encuentran en iina situacióii muy coinpleja, pues expusiesen así a ari-tenazas externas. En términos gelieraies ha habido un
a pesar d e 110 ser objeto de disputa, su historia sealeja en exceso del inodelo ligero desp!azarnien!o hacia el este, desde la región del Purús peruano
que sir;!e habitiialmente para legitimar la posesión indígena, es decir, la doiide se situaban aCn eii los años 50, l-iasta la localización actual. La
oc~ipacióninmemorial o tradicional. Las alternativas posibles dividen a los asistencia ofrecida por las instituciones oficiales brasileñas, interesadas en
iridigenistas, que se inclinan sea a tramitar por la vía común el reconoci- fijar ?oblacloi~esindígenas en su frontera cuanci'o no se disponía de pobla-
;nicnto como "t;adicionales" de las niievas tierras, sea a proponer su com- ción alteriiativa, lia jugado un cierto papei en eska tendencia'.
pra por el gobieriio delestado del Acre, lo que supondría lri novedad de iina Al repasar la memoria yaminawa, principai objeto d e la iiivestigaci6n
reseivz indígena ajena a la órbita federal brasilefia'. Fli cuanto a los asen- que renlic6 entre el!os entre 1991 y 1933 (Calavia 1995), llama la atención
tamiento~ürbanos, exponen a sus habitantes a gravísirnos problemas d e la escasez d e topónimos vernác~ilos.Saivo raras excepciones si11 especial
1subsisteiicia, salud ysegiiridad, a los que nos referireiiios inis adelaiite. Eii relevancia, todos los topónimos del pasado son topóninios brasilelios, y lo
E\ siinia,el éxito legal delas rei\:iiiáicaciones territoriales indígenas no parece rnisn?o puede decirse d e los nombres actuales de las aldeas, en gei-ieral
heredados cle ocupaiites blancos. Esto nos reniite a iii: tópicc)d e 12 eL;?ología sobre todo aiidan. El detalle a e11cjo::o que toi?i.in eii las i1ar;aciones
de las Tierras Bajas: la fa!ln d e prohiididad d e la iiiei~-io:ia,q ~ i eii c generai los desplazaniientos ("inarcliaron iina hora más", "aiicillviercn 21-1 día
7 ,
se l-iace notar e11 la gciiea!ogia, pero que, conio~eiies!e caso, puede exten- entero", "cainiilaroii uii día 1n6s", pasaron dos, tres días -o sr:riai~as,o
derse a la :iiponiinin, y ceiierar i i i i e ~ p a c i o"aiienado", qiie adeinds prese~ila iiieies- camiiiando"), qiic podría pcrecernos a prinicia vista iin rirnpiri
e s a niisma r;ifracci0ri i7d i!!fjtiit~1171 de ~ i i niisma
~a coroqnfí.7 que >c puede recurso p:i-i! e i i a ~ ~ eil i ~i P I T .iinri-ativo,
~O sir\,? también ;>ara caliiicai. a !cis
identificar e n taittas regioiies de la Aniazoi7.i~(Renard L a s e v i t ~15'13;Car- persoiiajes. 1.0s dramas iniiafan-~iliaressuelen ociirrir en iiii c;lm?an?er.to
i-iciro da Ctiiiha 199s): en toda.; partes eiicontrarcmos 1111 ;;?,r,:.i, ~ i IKu c 2! que i e !la ido a caíitr o pescar, fi1ei.n cie la a!dea. Trayectos iii:iT,-(ircspciner;
Blanco, un Apiií o iin Ceringal Petrópolis. La tierra yfiiliinaiva est5 ligada en cuiik~:u21 pruiaj;oiii.sta con aiiz,di;s cuy;:s ccistüri~bi.rcsde>i:iici:cer?, o
a iiiia i ~ i ~ m o rcorta,
i a a la biografía d e los vivos; ciireci. de "i~-iniiui~-ienko::", casi desiniexten, sil co:i(.?iiiÓii h~lnz.ci;!(c01l:n ese cx:izl:o cll.ie C Ü ~ Plaja-
d e hi tos siiig~laresque sirvan coiiio refc.rei7ciaspern?a~iente:e ii-ieqiií\.ocas. : rilioc coi:f:in~ii~:ndoloscoR s i mona arefia, y z! qiie cietat. riisrñarse l o q1.ie
Testimonios del pasado y procedentes cle poblí..cioi:t.~ vecina:: [Calavia i es cri~xiciar:ird2ideni).Destinos m6s '.iis:a~i!c:: so11c! biancn tle ex~eti:cloi?c.~
2001; 77) hablaii dc inarcas ieriitoria!es que los Yan1ii;nli,a instn!.il.an eii 1 d e giiei-ra contra uii pueblo csp~cifico,o poncn en ccin:ñ;to a1 h6io< C C Ilos ~

1
playa:: o eii carniiios para desaconscjor el paso a e\-ei:tirales iritiiisos, o iit. líi;litri d e su murido. De ~ s t \.ahto e i-epcirtorio de odi-ea5 í?~.krcsai<ii6 bes
senderos anchos abiertos en la sel\.a en las que, segiín >e sabía, los Yaiiii- narrari~r;csque com~..iitar~ b~-c~eii-ieiitf:.
na\va atacaban a toao aquel queiii: f ~ i c s "desniido",
r io que sliciere iin tipo La priiwra ( ~ i i t o72 d.-. iiii co!ecciSn5) pone en escflia i:n gr!ipn de
de frontera más niaLizada. Erñs n-iarczs teri.iioriales -por lo dci~ifis,extre- l i c m b ~ c squc sale en busca de ~ i e c l i aparai iincl-ids v l e n\;rr.::tii;:: por ün
~ aie:?o a; nir:i-#¡entei-izL?i:iir,l de Ii~s'i'ainiiia\i:a.L'no ijle ?]!o:
grariri'o, c o i i ? !a!
marilen!e perecederas:'flecl-i~~s clavadas en s i suelo, sendi.ri~s:cm~:eníxi
i
~ i e n s n j e pz!-a
s el eneinigo, y no- tiaii llegaclo a travCc. de 61. k.?:-o iIo ron el-i
a i ~ o l u t omarcas cn la propia rnc.moria.
Este panornina se ve compensnc!c>, es \-erciad, por la rii~cczade la.;
1 i e í.2 aLin;idoix!tlo p v i i t ~oL-rc.q,
s ru5r,dos hosiiles, e11iin islc:~cen n:i~;iiode
!a cririic.n:e, p2ro acaba por encor.tíar a!li misi~io,L..:jo 12 ñpar~e.iciaeje
ser:,7Ienies acii<licas, ri pnricrite.; S r s:i inlsriio nonlbre, de:c;?:orcs d e las
ii-iforinaciorie respecto de les piieblos con los ql-ic !CS Yainii?~i\val-iz:i
convivido a io lr?rgodc ese tieinpo: la auiei-icia d~ topír!iiz-ic'; es el otro l a i ! ~
d e uiia sobreabiiiidniicia d e einíjnin-ios. Los !ligares d c la r:~,einorin \-a-
11 n-i;ciifact-~!'~sd e mei:! v tejiaii; \-,.icl*;e ?sí a 1 1 ;..ltiea ricc: y c a p z de
vcn:,.ai.se d e quienes habían qiierido perderle.
Lci sc.giindn (mi:@ 38) cneiita Ici peregriiiacióii de iii: hombre qL!e sc
iniiiaiva no so11 suinariameiite eqiii\:aiei-ttes ino:: a ctros: ellos sie:npre se pierde :ras i i i i iii<l:le fr~isirado,i la n!d.!a de inr eiianos Nau.ziiakaii~o.
definen coino Iiigarzs ";iI lado d e los S1iipil.o !;los Pi.ro", ü "entre los I'iro !311sc:iii2o ei cai:!iiio d e \-::cltii, va r e c ~ l a n d oci; iiiz i:icrnda.i d e czsi todos
j: lc~sCatini-ia" o ju11:o a los "hSnskai-ini\.a, los Si?araiia\ca y los h!arinawa". 105 anin1a1c.s nia),orec de la mitología ca;i.ina\ii? -!as aiincondas, los pe-
La desc-iedida proliferación d e et~iónimocque se t!Scer\.,i siernpi-c.e11tre le.; caríes, ei j:ijoi:ar-, donice:l?ieri:-ciiiiia pero nca!h i i e ~ i p r emnstrái-idc?se:iii
grupos Pano, y iiiiiy espccialiliente eii el subcoiijcnto de los grupos "l:a\\~iji' hii¿.rped inoporliino. Acabará encontrar ido ii::a paric:ite ii~ii~inna casada
e s para los etnólogos i:na fiienie d e coiif~isi6n,pero para l o Y~z-iiiiaii~a es con uii rnon?.:~docaiiíi?a!, coi1 la ~ i u ehuirá ;,ur fin en un írsgico retorno a
la forina peculiar de su erudiciói-il~istórica. Cndaasentaniiciito,cacin niigra- c a a ; ei-i todo ino.iier-ito, sus aiiÍi:rioncs, o los aiiiinaler 2 ios que yreguntn
ción se re!,lciona ciii-i la czptura, la huida o 1.1 guerra ccr. algún gr;:po con e n el calnino, le asegurzn qiie su casa es:J cerca, lc iiidican i i i i ! i i : ~ r t ~
nombre propio. . pr6ximo que él mismc, lia seimbiado, el sei1dt.ro por donde ncab~íde pasa:
¿Pero es2 preemiiiencia d e las gentes sobre las marcas espaciales iio S U niiijer.
, y Ilariameiite, a :ina negacirjn de la territoriaiidad?
c q ~ i v a l d r í alisa El tercer m i t ~(11:ito 43) es el d e la visita 21 piiebio ~ i !ri, c en el qiir se
rt.coiioce si11 dificüliad e¡ inisrno argiiinentc de narracicces qiic e?. oi-ras
niitologías refierrii una visita al ciclo. Nos habla I P u n SrUpo d e hombres
L a extensión y e l escenario d e los mitos q u e ven todas las tardes ~iparecertres niiijeres jóvenes, caiikancio siempre
la inisnia csnción. Las oyen 12s \.eii coi1 toda iiitidez, como si rsi!ivjc.sei-i
N o nos aprésiiremos por esti: camino. U i ~ arniradasuperficial a la nlitología allí ii?iinio. Repitieii(:,-r una cumparación qiie los Yaiiiinav;,i, corno otros
-el cainiiio real de ciinlqiiier indagacióii sobre los Yaminawa, nai-radores pueblos d e !a regihn, aplicaii n las viz,ioiies cl-i,i:;iár:icas, b s t.en "coino si
hábiles y teóricos poco asiduos4-iio nos revela iin conji!nto d e relacioi~.es fuese en le televisión". l'ero cii realitiad, exactz:rier,te isual qi.ie las figuras
ei-i el vacíe, sino trarlias itiiierantes, en que las relacion-s sociales son cii - d e la televisión, están lejos. Una y otra vez, los hon-ibres se avei-itiiraii en sil
1 esencia relncioi-iesespaciales. La acción es sieinpre de~;eiicadc.nac!apor u112 busca, pero andan i! aii&:-i ciiiraiite iii'is o scinanas sin l l c ~ a hasta r ellas.
4 partida o una llegada; los ileroes niat,:n, niiieren o se trarisforinaii, yero Finaiinei~te,dos iieriiianos dciider: ;:e;-sistir eil e1 viaje h.ista alcanzar la
tierra cie Iri, cueste lo que cueste. Se cargan de provisiones, o abren rozas en su cuerpo, si nos referirnos al no-chamán) mantienen su extrañeza.
en el camino, y al fin de meses de travesía Ilegana la aldea de las muchachas Lugares-sujeto, y no 1ugarc.s-objeto: si nuestra n~cióiid e territorio está
maravillosas, un lugar ideal, en el que, torpeniente, los héroes desverdician ai-iclaclaen la objetivación -idealmente en la petrificación: piedras miliares,
la oportiinidad de coiisegiiir una vida eterna, fácil y sin dolor para los cerros, murallas- del espacio y de la memoria, ella se piercie necesarian-iente
humanos, cuando dan respuestas inadecuadas a las preguntas del Señor en una geografía cuyos componentes son vivos, móviles y dotados d e ii-iten-
d e Iri. Finalmente, viielveii a su aldea, esta vez con sorprendente rapidez, cionalidad6. La propia inorfologí~de la región, podríamos decir ceciieiido
apenas a tiempo de avisar de iin diluvio llegado desde Iri. En este relato a un cierto romanticismo paisajisic, ayuda a ello, con lu eitienia mutabili-
podemos notar que los Yaminalva han abatido y proyectado en la tierra ia dad desus conipoiientes-rápido crecimierito de la cobertura vegetal, varia-
n;ayor parte de una mitología celestial qiic otrora podía estar más dcsarro- cióii-del curso o !as niárgeiies de 105 ríos y la falta de forniacioiies pgtreas
Ilada; pero vemos sobre todo cómo se conder!saii, en iinn fóriliiila simple, o de puntos d e vista elevados quc sugieran percepciones privilegiadas del
las nociones sobre el espacio que se presentaban de modo inás abigarrado espacio-. Convengamos: eso no es sólo un paisaje, sino una percepción del
en las otras narracioiies: 12 lejanía extrema no es sino la otra cara de la paisaje que, pese a todo el proceso coloi-iia! extendido sobre la Ainazoi-iía,
inmediata proximidad, la ida es virtuaimente infinita, la vuelta es instantá- depende aún de la mirada de sus primeros habitantes.
nea. Ya liemos visto cómo ios oiros htroes encuentran hcrinancs más allá Si invertimos el sentido de esta comparación, la vicia co5diar.a cie los
de los límites del mundo conocido, o per el contrario se eskenúan en u:: Yanunñwa, coino aprendí muy a iiii costa, FVOCZ taint>lén el perpri::i;iti
vagabundeo interminable alredccior de su propia liabitación. iilobiie de los mitos, con la salvedad de que, en generol, el 1-i05e h a cun-
vertido ahora en la vía priricipal d e coiri.ünicación, Ilcvandii prácticninen-
te al abaiidoiio los "varaderos" que serví;in antes ?Ara la coiiiunic~ción
Territorio imaginario, territorio real cntre aldeas o entre rhs. Basta tomar no!a del rnodo en que se describen
o anuncian los viajes, el tenor de los saludos y las des~edicias("he llega-
Pasar decse espacio mítico al cotidiaiio no requiere demasiados esf~!(-rzos. do" ,nnos van-ios"...), la prolijidad, tan sorprendente entre gentes t a n puco
La imaginería y los escciiari»s de los re1a:os Soii conocidos y poic) nuine- esc!avas del reloj, con la q u e se enuini.ran las horas jr los m i n ~ i t o sque
rosos. Ei-,c u a ~ t ao la primera, i-enenioslos-redadcr2s o las presas habi!ua- separan a los viajeros de tal o cual caserío, pl;~)rao rápido. A lo largo ac
les del cazador Yamina\\.a, qiic el \.¡ajero iiiíiiío, durante siis ai-idaiizas, una travesía que se i¿ilciila coino trayecto c(-in:iniio, surgen en rea!idad
tiene la oportiinidad de conocer en SL casa, coi1 cosruiiibr~sseinejantes a continuas visitas a paricnies yniiiinawa, a ?eri.nguf:iros o a "perurinos" -
las F e le son familiares. E n l:!gar de describir una lejanía poblada de coii-ibre que frecuentemente se dn a :os vecinos ?vlanchii:eri, de leiigua
nionstruos, el viaje repliega lo ignoto sobre lo ordinario. ara~vak-.Estos altos en el cainino pueden reducirse a un saludo, pero
Tampoco la geografía de los mitos propone novedades: el interior de la niuchas veces se aizrgan mediante ui;a ii:vi:aciiin a comer o event~ialmen-
selva, los ríos y los peqiieíios lagos del interfluvio, peqüciias aldeas sin te a pernoctar; y aún a faltZ d e anfitrión, no ialtai-i paradas para pescar,
nornbrc, designadas segun el piieblo cjiie las ociipa O segen el parentesco para perseguir un anii:ial descubierto o inkuid~a ia orilli.,,y, si hay s:ierie,
establecido con ellos. En el límite, los ~raiidesrías y la ciudad, ésta ausente para prepararlo y consumirio. Pequeños cazpaiii~ntosp i d e n ñlargar
de los mitos, pero on-inipiesi.nte en las visiones ciiarnái-iicasobteriidas con durante varios días la ida o la vuelta. Los viajes, para d e s z s o s i e ~ odel
la ayuda de la ayahuasca. etiiógraí'o que haya tenido !a pretensión de observar a lcs Yainina-i.va en
Esta aliisióii pasajera 21 clianiaiiisiiio no es ociosn, pues es un b ~ i e n "sii aidea", consti:iiyen lo inás extensc; (y también lo más intenso, por la
motivo para subrayar qi!e lcs viajes niíticos y los viajes c2iamánicos se convivencia mucho más estrecha y continilada en medio del camino), dei
ajustan a un giiiói-iequivalente. Unos y otrcs pueden ser buenos ejemplos cotidintro de los Yaniina\va7. Elios han sabido incorporar como nadie ese
de esa epistemología que ha sido apropiadameiite foriiiiilada como Iscrs- axioma de la poética del viaje según el cual es la ruta, y no el destiino final,
p ~ t i ~ ~ i s (Viveiros
tlio de Castro 1935),y que, aiinque liabit~ial~eiitc.
referida lo que verdaderamente iri-iporta?
a i.in inodo de entender !a reiacióii enfre sujeto j, cuerpo, puede aplicarse del
mismo modo a la reiación entre los liigares y el espiritii de los Iiigarcs. Mal
1 que pese a su propio exotismo, el perspectivisnio es extremaiiiente desfavo-
1 rable para la objetivación de diferencias exóticas: lo que el viajero de los
mitos y'~niinawahace es, corno el cliamán, relacionarse coi1 s~ijeros-1ioinó-
La selva urbana

Ese destino final suele ser hoy por hoy la ciuciad, cuyo interes para los
l
1
-- logos a él eii ú1:imo t6riiiino- que sólo para quieii perinanece en SLI aldea (0 Yaiiiii-ioii~a
ntormciita e ii-itrip a fiincioiiaiios o inilitantes del indigenisino 1~
Aunqiic los Yaniina\va no dejen d e aducir buei:os !notivos pr$:iicos Itinerarios sociales
para esos éxoaos -la atenciói-i niéciica, e! cobro de pensioi-ies-, éstcs resulta3
kifíci1c.sd e creer sin una fe profunda en esa raz~qiipr6ctica. Familias enteras Los vi'ijes !;aniiiiait:a, nparei-itemeiite tan "ai-icí:~iicos"-coi-isec:iencia y fac-
se aesplaznn, exponi6iiriose n la deci-i~itriciói-iy a coiitagies y e ~ f e r n i a n d o tor d e sil desagrcgacióii-, soii a su ino~!o taiiibi!ln \liajc.s csiriic~~irarites: no
reg~il;irinei-itc,p x , ~ acon-ipañar a iin único p a c i ~ n t eo para ci!c-iplir algiiii tanto porque ayudei-i a inantenc3rvi\:ar las relacioi-ics con los parientes, sino
trán-iite. Y cuando faltan cstosmo~i\~os,. no falkapor elio quien esté dispuesto sobre todo porque actualizan el cuadro dc proximidades y distancias que
a cinpr-encleri i i i camino penoso para ir "a pascar" o a "vivir en la cii.idad". d a n sei-itfdo a esns r e l a c i ~ i i ~I,os s . Yaininiiya dirpoiieii d e e 0 5 niodos
idos Yaiiiinai\.a n o kienen, a 170 se? en el c2s9 d e a!gunas elites inciigei-ias . . priiicip,al~sde dp>~i:ibirst. cnil-io conjunto. El pi-iiiiero evoca, cori a!g~~i-iiis
\rinculadas 2 las OXG n a la burocracia de! Esiacio, un proyecto de \,ida variacioi-ics, P! ~ n d e i c ql-ie ! arras ~ ' t n o ~ r a i í -p:.eíereiiteli-icnte
as sobre liis
concreto en la ciudad. Siis visita.:, ina~igurad:iso iniiltip!icadas e11 la +oca K. asiiia~l-6,
: cf. Kei-isi:igi.:r 1995, Des1ia);es y Kriit-dieim 1982,1. tarnbiéi-i
e11que la co!35oraciiín con CINC y IL'N.4! lic\;cí a a!giu-io.i lideres vaininarvz sebie Inr 1,1atí5 c!:. E:.ikst)ii i99;i- han converiido e17 referericia para c: con-
a !a cindad, iio 5011 enszyos de prol~~tar;zacióc d e irÁnsfiigns Uc uii interior ! iii:;to p i ~ i ien
~ :sí~ikcsis,si? irair? de dos ini:aScs iii-iiaas por los inkcircambios
deprimido; en SLI transci!rso; los l'aniin:.wn iio preterden "~rbanizarse" i n-iatrirnonia!::~ clcponcntcs p o l ~ r e sde iina dunlidad de trascendencia
sino mantener, en lo posi'sie, Lina adaptaci6n iirbanl3 de su inodo de vicis ! gr?iicral. Eii el caso de les Y,?i~i:;ab:;i dc?: r',i Acre, son dos etn¿iiiii.io~,
>Cixii;aiva;. Ya~\lai-ii,tv,:., !os qiic t:iiinplcr-i ese r-vipei de n-,Lisdeszxogániiias.

i'
habitual. Eve;;k;ales ingresos por k2bajos iio c~ialikicadoscisián inuy lejos t'
d e conipensar el aui-iiento vertigi~icsode 12s nwesidades en un-inibito en El seg~!r,clo,taiiiDi+ii prcscnic ;!e fo:i:-ia i ~ i i (?s n:eiios cxplícit:, eri la m a p r
que, para 2scZndalc cie !as Ynrnii-iai~a,es necesaiio cornprnr inciuso e: pzr:e cie 1-56 iiksrcit~ra<f. por e;t::npij> !<orr\,aii,~ff 1984 o Carid Nñvcira
terrei-io cioiicie se \:a a coiictriiir iina car;:. En 12 c;:-:dad, los Yamina\i.a re i993- presei-ita a 1~:sYa~:iii~nwa
A
ionio ~ : !,-oiijünto
i potericiaiiiienle iriterini-
eiicurntran c1amorc;an;ente ii?solventcs para hacer frente ñ los gastos q:ie
exige la mera si!biisiei:cia. Despr;$s d e obtener lo posible d e la FUNAI, o
it nabir de b::i.cios y.:agaii?ciitcpa:rilini.i;res (tambitin iorninaos coi1 el sufijo
-iiaiva), quc s e inezclrin o agrcgan a 10 liiigc de la I-iistoria. Estos dos
de los "líderes" instalados eii la ci;id:d, reciirren a la n ~ ~ n d i c i d aad üiia , :nodelos, diialista ypluralist:i, incorpccaii ..:i; cierto bics d c género. Furroi-i
versirín si:hurbi:il d e la econoniia ex:-r;..cti\.a,pescando el? el rio o e!-i las las n~iijereslas qiie i n i s claran-it.nte me refirierin:: ~1 modelo di:ai; 1.1 plura-
ci"ebradas FOCO feci~iidasy a mei:udo g:a\leiiicnte contaminoda~de la iiciad dc griipos !inwz tici:e u n i ~ i g a prefert~nkc
r en ej discurs~ide los hom-
periferia, o recogitindo ;iiaterialer o ii:c!iisv aliii-iei-ito en los basurc.rcs. La brcs. A!inque ii:ir datos, miijr 1 e j ~ds e la dei-isiciad ideiil d e iuia ebiografía,
n:3yor parte del tirnipo, rlea~libi:laii,bebeii("es dificil que te in:.itei-i a conici', deban ser :om?.do,c coii nigui?;i pr~icici-,cii, esia dictrih~iciónd e los i r - i ~ d i ? l o ~
pero c~ialquierainirita ab?be:." con-iceilos dicen) o siinplenientese dctieiiei-i es coiisisten:e r o n siis otrus airihiitas: la d.iiiiY,(-ib;~s e s n n;it:,des subra)ra
largo iicn;po e11 la \~isitjncie las calles. 1iisis:o cii estos detallc. - q ~ i cdcide la es!abiiidrid, la alianza 1, I;ts oh1igs;ioiic.s de Ii,s inariiios ei; relaiiríii con
la época \ : e mi trabdjo d e cainpo se han ~on.,~eriicio en tópico de la piensa las familias d e siis esposas. En cuai-itc ai cincielo pluralisla, priv:legia la
local y d e los i:-ifc!rines oficiales a su respecto- para qiie no se racioiiaiice adscripción d e cada n-iieiiibro al griipo del p d r e , subr-aya la cohesióii del
indebidan-ieiiir esta apríjxiniaci(íii a In ciudad como una alternativa a las grupo local y c k i p:-otagoi-iisilio s iús giupcs de 1it.rninnos ciiya solidariclad
cerenciris d r l a selva. 1.0s Yamii-ia:va siielen oponer 3 S U miseria en la . . t i m e si; nion~eiitccii' gloria eii las ;ieieris q ~ i e ~ c a b a n p r o ~ ~ o c la
a i escisiói-i
ido
ciiidad la a!~~:nc!a~-icia d e a!inientos y otros rpcursos de la aldea, e incliiso cie esos niisrj-ios grupos locales. Pero, ciinipli~ndola nisn-ia paradoja qiie se
g~:sbiid c imaginar la íi-inyor autosiificieiicia d e qiie go~~iríai-i si actuasen ei-icuentra en los rliitos, i s e!i:re estos griipos coi:isex!ic'os eii "extranjeros"
" 2 ! moilo de los antiguos", i:sando iitenqilios ccráil-iicor, cultivando a!go- por uiia rifia, q u e >e ei:cuei-itran aiites « aespiicís :as- espcsas o los conipa-
don u tnbaco, prodiiciei-ido bebidas ferineiikad;~~ a partir de la ~iianciiocaO fieros para i l i i i ~ i : c \ ~asc.ntamieiito.
o
cazalido son arco y flecl-ia. A u n sin recur~ira estos iaealcs iiativi:;t::s, Las constaiites seccsioiics )~aii-iiiia\~a re 17311 entcnciido en los medios
irnp:-oba!,les hoy por hoy, parece claro que el flujo co'inercial y de servicios indigeiiistas, a lo largo d e t.:;tc.s - I ~ O S ,piimero como iiilzi I i ~ ~ i di ae Ins
S-ría posib!e a ui-i costo n-i~icl-iomenor, con-io lo inuestrai-i en la prictica exaccioi-ics d c los bldnsss, despiiés comcl r i i i resuiiado d e los conflictos con
~ u e b l o s \ ~ e c i n (Kaxina\vá
os o Aslianinkaj,~incluso algunas familias y?.iiii- otrus ~itiiias(Ma~?cl-iineri, en parkicular). Más recienteineilie se l-ian teriido
nawa cuya relación con el c-iiindo cie!os S i n c o s es inucho inás reticente y ei-i c~ienkalas dtia\lenencins ii-iternzs, poniéndose el acento e11sil poteiiiini

! seIecti\7a. Esos i:iaji.s yaminawa qiie a prinieva vista pueden parecer fatales
iiici!rsioi;es en e! sisten-ia mundia! son, m i s hieii, como los d e s u s h6roes
ii-iíiicos,viajes 'ilrededor d e su propio universo.
disgregador, qiie eii iíltinio tC:-n-iii~o podría Ile\rar a 13 total disolüclón dei
grLi.0. No s e suele teiicr ei-icuenta su otra cara: e! reagr~ii;aiiiieiito que suele
sesuir a cada escisióii -el seciliento :.lieli!c ira a ha5it;ir con otro, c atríie
terceros coiitiiigeiitcs l-incia sil iilieva localización-, y lo :.:le es inás, el valor
i
que esos desgajamientos tienei-i, corrido u11 cierto tiempo, para el estableci- Para que la relación pueda reciclarse y no s e pierda, debe d e hecho
nieiiio d e relaciones inatrin?oniales. A difereiyia de lo que ocurre por coii\-ertirse en algún i-iiomento, como hemos visto en el caso yaminawa, e n
1
ejemplo entre los Kaxina:vií, donde el Frivi~egiobiscursi\~o de lo diaiiietral un no-pariente, y así i111tes O después en un aliado y ei-i un pariente próximo.
favorece o, por lo menos, pone ei-irriiner planc políticas ma trinioiiialts que i, Así, un mapa ideal del territorio yaiuii-iawa debe abrir, por siipuesto, u n
unen reiteradamente las dcls mit.?des. los Yamii-ia~ra~ i i e l e nexpresar una espacio parala con\li\ieiicia y !a reprodacción d e yr;r.q, el cuerpo social, pero
norma coirip!eja d e n-iati,iil-ioiiioy u!-, énfasis e11 In corporalidad comú1-i d e debe también evitar una distancia excesiva d e los h'a7.va, n o sólo p o r q u e !os
los co-residenles que rrstriiige las opciones de niairin-ioiiic ei-idogii-iiico.La bienes o servicios de Éste ~ e n i i r i e c e s a r i osino
~ ~ ~sobre
, todo porque e s en e l
dista:icia, que es el olvido, corrige entonces ese exceso de ixiipedi~nentos, 1, trayecto hacia esa exterioridad donde el cuerpo social ciimple sus ciclos. N o
.." .-
haciendo qiie los lionibre:: se v ~ ñ i casados? c m grnn r~giilaridadcori "ex- RXy)i~?'acoiri'iinidad deíi:iUde'írfi~ii.iritorib, sino;-par asídecirto, tin ter^-
tranjeras", sin salir sin e n i b ~ r g ode i i i i áriibito mi:y rcducido en términos i torio dentro do iin sistema d e lazos y frnnterzs sociales. El t a m a ñ o !;la

i
genealógicos. localizacitjn del territorio yaininav,,a no s e deterniinan hoy por l>oy p o r u:,
~i mismo pa:iorñIil.a se cbticiic, dc modo ;ii':cm i s simple, si iios cietene- uiiibral ecológico (las rrfercnrias espaciales \: las fiientec de s~ibsistencia
mos n o en !os agrupamiei;tos, sino t n lñs cat-gorías que los califican. En y a n i i n a ; ~pueden
~ ioializarse, dei~krodeesa vasta región, casi el; c i ~ a l q u i e r
ese caso nos encoi-,tr;?rcn~o;;con iios o tres t6r:ninos: en priilier plai-io, !/:ira lucnr) siiio sociológico. ]'ara algii:-ioc paeblos vecinos, ia paz con l o s blan-
("ciierpo", i i i i l6rmino de valor pronoriiiiiai que d e s i ~ i i aal sc((socia1 :;que cos. la instalacián d e Clites inc:!ígei-ias e n i ñ ciudod, y por tanto e! despla-
connota el continu!) ii-itci.caniL>iode su'~~stnnciñ:: i-iiitritivas o gcii6sicac que zariiiento a giari d i s i ~ n c i acie! punto d e enciieiitro con e! exterior, 11an
lo fundaniei-iianj 1. 1in;~~i-i ("extranjera" o "~nt.~iiigo""). Eti vi.ii.icipio, ~ : i i . i ;Y siipiiestc: poco i ~ i i ; ,cpe
~ ja ;bcrt?lr3 d e :i:ia enibaj;id;i; a r a 1"s Y:%i~?iria~:a
i ~ ~ i o definitios
n, c o i coiiiraste lnii tilo, rcciibreii !í~i!;i ia ~5tcriide lo humano. . !ian supiit:sto i1r.a distc:-isiói-i oolorom d e 511 espzíio socia!, de e s e mapa
Si heinos diclio "dos (1 tres" es poi-quc el tercer termino, yia!.íiii:.íi? ("otro carnal i!c su.¡etos-lrigares. Un ~iargaciientorl~s~ri.porcioiiadi7 quc se ii;tei?-
cuerpo"), como ya ha sido bici1 dicho por Keifenhcin: (19/2), rio !!esa a :a IIciiar con escasos xnedios (!ernogr6ficos financieros.
conskituir i;na categoría; e< más l-1iei-iun 1r:psiis qiie pone e n ciietión la Aiinqiir no e:peciain?cnte exigentes, los i-eqiiisitos del espacio social
exliaiistiviclad d e la dicoton-,ía !;!ir.; y ?!,i;i)ii o ?!!e, p:'r decirlo de otro rrioci!,, )ln~iiina:-:a tierien pocni posit:iliciades d e ser ntciididos dentro d e l atina]
nos reciierda que esa Ei\.isibii i!i.iinetrai puede re~:eiarse,si es vist<ibajo otra proceso de ciistribucii!n cicI territorio. Con el rccor-iociniiento y la tieinarca-
luz, como ui-ia estriirtiira roncénti.ica, del n i i n i o inoclo «:!e e! so!ec;srnr> ción de territorios indigeiias tradicionales, e! iildigei;isni« brasilei-io -1,. e n
"más ig~iaique otro" rios reciicrda los yresupi!estos jerárquicos qiir :it:i-ien es:o seis \rersioiies ~sficia!cs o radicales no difieren sino en los matices- -
sii giiarida e a e1 seno :ie 1í.s iclt.ologias igiia!itarias. Yirri? pilccie desicnz:. espera atrmcier los deccos de uiiñ ncoixixnidad indígena'' d e niantenerse
estrictamente al ~ r i i p od e cn- rt.(;iiien!es, o piicde anipliarsc rara ciesipar jiinta, Ec pcrsislir d e ~ c i i e r d o6 nod de lo^ propios d e vid* y de c o r i ~ c ~ uu13
ii
a todos los habiai-ites de la lengiia, o .itoaos !üsii-idios. ?,:irrii pueiit.seiinl;ir ...
L'~Lonablc
., aislamiento dcl miindo d e los bl?.i-ic~is.La sciciedad nitcional I-in
solo a los blai:co~, O incliiir ii otros indios, o a ciialqiiier c?irc. Pero estas asumic!o (e:: exceso, como no dejan de sugerir los sectores "z'nti-iiidígenas",
sístoles y diástolec no so:: mecrínicas ni iii.!ni;t61;1-a';, y eri e! espacio qiie para ios que cl resiiltado es sicnipre "nucl-ia tierra para poco indio") esos
media entre e!!as se abre esa tier;a d e nadie muy pciblada dcl yir:i:ii:s;n, , .. criterios "indígei?as", prir ii:ia parte "ecol6gicos" -1unzres tradicionales d e
aliados d e niis aliados, o fnmiliare. peral desconocidos, o eiwmigos de a:is caza y pescii, zonas d e ciearnb~lacióno de r e c o l e c9c,: ~ ~espacio ~, a,qrícola
e me ha:. iiia~;ilt:s:a¿o por 10 i)ronin SU ;?i?iistild Este jiiegc~,
eiien-iicos q . ~ rio suficiente para la regeniraiióii d e si~elostratados a base de tala ); quex-ria-
tan rico en \.irtua!idades,. ac. uii eje Ciiamctial y iii-I eje cor:céntricc, 2s como )i por otra "simbÚlic~s"-(lugnriissagrados, cenienferios, sec!es históricas).
bien sabemos coniún -para iio i!?ii\:ersaliznr aquí inás que l- necesario- a Hoy por hoy resulta 1711i!' FOCO visible 15 ainpiia mediiia en que, c o n csa
!a mayar parte d e las sccieciades arrizz6nicas (Vi\.eiio~de Castre 1. Fausto trai-isacció:~,Ins sociedacies indígenas han asuniiclo u n concepto s i i - i ~ ~ é t i c o
1993).Pero lo que importa aquí es el cc;iitaste de los akributos que organi- d e territcrio, que exige toniar l n extensión como dato a partir del cuni se
zan las relaciones entre esos dos ejes. El eje dizint~irales capaz de coii-ipriiiiir conforman las relílcioiies, y no al contrnrio, con10 podría haber o c u r r i d o
todo e! iiniverso en una duaiidad de piirientes y 110-parientes;a pa:tir de previainente. El espacio sociológico yaniinri~vaq u e liemos estado descri-

1
1sicndcl
' -y qiir en poco se diferencia del que podría identificarse e s a m i n a n -
/ los nombres persoiiales ligados a 1;s xnitades, o cicl iioiiibie de 12s propiris
niitzdes, ciialquiera piiede, eii principio, situars? en c?iaiqiiier aidea, iiiclii-
so ei-ilredesconocidos, sabieiicio cudl es su lugar, coilic mt.ie::tra!-i idei.lnieii- .-:
d o otras miichas sociedades aii-ierindias- es visto no como u n a d e las
posibles acepciones d e la territorialidad, sii-io más bien como sil aritítesis,
1 Le los mitos. 5-icuanto al coiicéi-itrico,no puede efcctiiarsesii: una cctciisióii :-iost?ndo e la dicotoiía de ; S snnp~i~i; solis, tan ier~neal;ie en i i
taiigihir: e: decir, uiipariente distair:irsy dehe ser i i i i p a ~ i e i ; ta~diitaiicia, propia liistoria occideiita!, se eiitatiza en i i i i proccso que prevé la apropia- :"
ción y privaiizaciiin esl-iaiisti\.a del territorio". Si el caso !van-iinaizra ce reiinir iiiformaciones Iiomogéiicas J; actiiales sobre los Yamina\\.a d e tres
prescrita ha:;ta hay n-iisi:io coii-ioii-isoliibie es porque eii él no se ha llegado países \-ecirios pero mal coniii:iicarios ine i i ~ ~ p i dtrazar e i!n cuadro 1118s
a !a definición de ese espacio :leo-indígena aiieciiado para una comunidaci general; peropiicdo, con la ayiida de iin L>re\.edossier aii-iableinente cedido
" p r e c o l ~ ~ i ~ ~ bautorreferida,
ina" con sil Aren \;¡tal y su ~ini\,ersosiinbólico por La1:ra Pbres Gil y kliguel Carid Na\.eira, ei-i trabajo d e campo ei-i esa
ci:cl-ii-isciiLo de modo v . 8 ~ o menos generoso. Contra lo que suele repetirse, regián (Pérez Gil y Carid 20031, subrayar que es precicameiite la siiiiaci6i-i
con e.\;esi\.'? coniociidad, es la cüi-itiiiuidad cie ciertos modelos antiguos, y aquí descrita, es decir, la inovilidad ligada a la constai-itc recon-ibinación d e
i-io la pérdida de 1,i c:iltur.i, lz que condena a los Yamii-iawa a sus des- los grupos, la que les o t o r ~ auna c i ~ r l al-ioiiiogei-ieidad,o la que conr tit:i)-e,
xrenturns subur'brtnas. Esta dificiiltad no se presentaría, o se presentaría a1 por asíc!ecir10~ e,lreffirenieioil-iún de! tériliino yamina\va, siii iinportar .las
:I-ienoj d e a r a fcri!in. si 10s Yan-iinaica f i i e ~ c nefecti\'ailiente nómadas o si fronteras".
presen1asei-i iina oi~aniz?cióna-territorial excl~isi\~arneiite basada en vín-
cii!os de saiigr?. 1-legarín p:,r-otro lado a ima cierta norm,ilizaciói-i si, según 1
- -
-

el .;?rc!vectci
, c:ipiesi: er~iinaasül.iiblctirecieiiternente celebrada por u n númr- / Río
1'Aldea
. _ _
Población
1.0 el-ecido de Y~lir.ina\zvii (Coii:inho 2001; 12), éstos se aplicasen en Sisnii-
nbii sil n-io\-ilic!~iY en "ie~petn;a siis jefes", es decir si el papel político 1 Raya. S7 habitantes
d e los jefes +pe irddicionaln-ienie se concentra en atenuar las disputas j Pablilla
511 41 habitai-ikes !
. 11.75s~ic'siunes, en fortaiecrr la coresiacnciz y, en fin, en inonopülizar en la 1
I~osiblolas rdaciones í.jn ~ .exierior-
1 alcaiizase i.l iii\:el qiie tiene en pobla-
ciones indigeiiac \-eciiias. í-:c?;:a el día d e boj., estas intenciones no han
/ Cari Pablo
Coroi~eiPurtiiio
iloradillo
55 habitantes
41 habitantes
79 habitantes i
1
paszdo iiui-icn :, !3 prdciica. Zaricodu 76 habitantes [
! 13~11-ado 53 habitanles I

Lo que se l-ia dicho cii cc:e ai kíiuio depeiide dc mis propias informaciones Las alcica )~ai~:i:ia\\-aclc! Perú (dé las qiic c! cuadro adjiiiita enuixera só!o
~especkode los Yaminar\-a d e la aideii Czbeceiras do liio Acre, aunque lo las i;:e S:. ciiciient:.ai>cii la cuc1:ca de¡ !u:-u5) son el escenario de tin coi-is-
coi-iside~o\7iiido, eii tzrniinos jienerales, para el resto d e los grupos va- tai-ite vaiir+-i de i::di~iduos o lamilias, de fresíteiites escisloiier y reen-
!ninarz:a. ? l o paciría ser de otro modo )-a que no hago siiio co:isidcrar e; cuei-iiros, que, cisn-io ei-i :as mitos, ~ ! u e i i zocurrir
i~ entre sujetos si11 \-ínci~ios
a ~ p e c t gte;-iiioridl de l.:.na configuraci6n rriuy común entre las sociedades gi.nenl6gico:: (coinü li>sYamir,a\z~adel Alapuy;i y lo? del Piirús) qiie calcu-
an?azúniras. Si :ii\,iese q i i precisar
~ el alcance del etnóniino "Ya!ninawa" ini-i sil relaciói-i por niedic del noilíbre. La diferencia enlre su caso y el
c0rrl.i-í~el r i c s p de pecar por exceso -"Yaminawn" es iin nombre que se brasi!efio ccrre por cucntci &!a rl-iayor intt~r\~ei-iciói-i de los órganos públicos
h,i dacio 1' n:uchos grupos "sal-gajes" d e la región en cuestión, n o necesa- 5' d e las 9IGG en Erasi:, pero 110 se dcbe exagerar su alcaiice. En Perú, no
riamente \rincclados por :1; !engiia o la genealogía- o por defecto, ya qiir menos que e11 BTT..s~!, ~IIC~~VO a Ll .~ a t ~ rsei ~ciibordinan
s a la firme continui-
sería posible encuadrar Cei-itro d e una misma categoría a otros grlipos dati tiel mo.:imiei~t:,, los\;iajcs se col~raiiun tributo pesado, y losYaniina\i~a
conocidos por deriomiiiaciones diferentes, como los Sl-iaranahiin o los Ya- expresan la paradoja de "no poder vivir ni jui-itos 1% sepiirad«s", tal vez
wan,i.wa o Katl.ikin3 del río Gregorio. Desde el plinto d e vista d e los Ya- porilue e11el espacio en que elios piensan eztac dos situaciones i-io piieden
iiiit?,-irviidel Acre, exisie continiiidad con una parte d e los Yan-iii-iawape- discriiliinarsc. de p!ei-io derecl-io. a
ri!aiios -:os del P~irús- y con los boiivianos. No hay, por el cont;.ario,
iiinguna vinculación con los Jaminawa de la aldea acreana de Igarapé
Preto, en 1;i cueaca del I~i:uá, y eilo se puso d e manifiesto en una sitilaciÓ1-i Notas
' interesanle, cuai~dose consideró recientemente la rnudanza, a la aldea de
aquellx, deuno de los segmentos errai-itec del griipo del Acre: la coincidei-i- 1 Llevé a cabo e!? esa área el trabajo de carnpo correcpoiidieiite a mi te.sis de
doctorado (Calavia 1995), defendida e17 la Uiiiversidadede Sáo Patilo, con el
cia del i-ioi:-ibre no fue un argumento válido para losinteresados, que, fuera11
ciiales fueran siis desa\~ene;-iciascor. los p a r i ~ n t e s no
, quisierot-i ir a un apoyo del Niícleo de História Indígena e dolndigenismo la fina~~ciacióii de
la FAPESP. El resiilt;tdo de l a ainpliacibi: rcfcridn fiie u11 perínietro d c 170
Iiigar tan alejadode ellos (Coiitiiiho 2001;16). La considerable dificultad d e
kilórnetrcs, con. un área totaI d e 76.680 ha., algo nieiior qiie la T.]. Ma- Bibliografía
nioadate.
2 Po; lo general, en Brasil los Estados so11 iiistancias administrativas i-niicho más Calavia Sáez, O.
desfa\rorables para las reivindicacioiies iiidigenas, que sólo tieiien eslxranzas i995: O iicrilrf o tc7riil~o iios Yoiriiiiiiíi~o.Eliiologin e Iiistorio iios Ynirzirio;i~!7do Al!o lZio
de resoluciúii en el ámbito federal. El estado d e Acre, sin embargo, ha d r d o por Amo. Tesis doctoral en antropología. Universidade d e S50 Paiilo.
tios veces conseciitivas i i i i triiinfo aplastante a iina coaIición d e izqiiierda en la ?0!)1: "LOS Y a m u i a ~ ~ arites ~ a , y despiiés de la paz. Contacto, guerra e identidad
qiie tieiie una presencia destacada la llamada "Alianca d o s Povos da Floresta", iiidigena en e1 siidwste ainaz6nico". hhidios Latinoarncricaiim I ' o m 2 1 ; p?. 7383
que reúne siiidicatos d e seringiieiro+ y moviíiiiento indígena, siipoiíe una (en prensa) "Nabva, 1-iiawa: O socizl por paradoxo". lllio. Floria~iópnlis:PPGii.S.
excepción favorable a este respecto. Cariti Naveira, M. - . .. . . . .

3 Los militares periianos lian liecho algo parecido en s u frontera en el río Frt.:i 1999: Yníc~niinii~i?: dn Sricrrn il f i ~ t i r . Disertación d e Mnestría. Florianópclis:
(Pérez Gil y Cnri~i2003), lo qiie d e cualqiiier modo iniplica SI riiisnio tipo d e PPG AS-UFSC.
desplazaniiento hacia el este. C ~ r n e i r oda Cuiiha, M.
4 L ~ n q u esta e iaracierizacicn dependa d e los otljetivos d e iiii investigacióii y dp i99S: "Pnntos d c vista sobre a floresta ainaz61iica: xainanismo e :radiiqao".
los rumbos qiie ella tuniii, nodejñ d e sintetizar iui aspecto pecuiiar d e la sociedad
yamina\oa,-conio pude comprobar eii una bre\.e experiencia posterior entre los
Ya\~;ana\va de¡ ría Grcgorio, por lo demás tan próximos liiigüiiiicn ~iil-
i1 :bloiin, ilio d e Janeiro 4 ( l ) , PP. 7-22.
Coutinho, \V.
201i:: R['l8i!ciiiü di1 Vin~~ir:. .Arcns de. ocrryn~ioii~dígeiiooiiido' ~ i ñ orrgirlril.izr:dos iio
niralnente. En este caso, la exégesis d e la historia y de la cii:hiríi soii ir11 di::airso ACTI'c sil; ;lo A!i:i?~ü~ltljI~isjrii(.ñcf.l.ec!ltiz)n 72. 67/DAF. Brasilia: FUNAI.
qiie precede y supera al :elri!o, qiio a si! vez se ofrece d c iiiodo muclio m65 F Eeshaye.; P. y Keifenlieini, B.
reticente seirctl:'~: los 'i'a\~aiiawa,por cjenplo, Iiablan de ias carncteristiiat: 1932: 1.n i ~ i i i q i l i ~(le
; l l"ni!:re chrz lrs K~sIiii?n7c~o. Tesis dcctoral. T,'nivt.r.:it; d e
ide;ites d e s u te~ritorio,u expiican su recelo ante los ciirsoi flii\'ialtl:, nia!.oiri. 5 Paris '\']l.
5 La niiil-ie:ación d e io': relatos se refiere ai apéridice de C a l z ~ ~ 1935.in f . Erikscln, I'h.
ó Ida subjeti\.ación se extieiide a lo qiie e n térininos natiiralistos cons!iti!).e cl 1936: l..:sr!p drs oiéirr. A/lor!li(nge d i i corps ct riíiiirirqi:os~setliiliqilr's cjiri 1i'c ti.<
exkreiiio d e la objetividad: la geoiogia. L'JI mito Yariiinn\.:a (mitn 38) hal-!;: de; d ' A?ii;7:i::!ic. Paíis: Peeters.
sectiestro d e iiii grilpo d e miijt.res p o r iiiios barrancos-espiritii (i;n;iii!!i/~i:r), K e i i r n h e i ~ n B.
,
qiic no soii sinip!emente, noia beiie, "espíritiis d e los harrrnco.;": ei barru!icu- 1990: "Na\zra: iin concepl c!é d e I'alterité chez les rano". Paris: /oirrr:ii! ric~10
espiritii es a! inismo tiempo iina habitación idéiitica a la hl.iniai>a i.: fvii::~
>3 Soci1,tS .!c.< Ai!i~~ricniiisfrs, ih ;pp. 79-91,
asumida por iina humanidad olrri. 1992: "ldeiitilé et alterité cliez les lndiens Pano". I'aris: ]oiiriiiiI iic Süsic/P i i ~ s
7 Hoy qiie decir asimismo qiie la vida en !a aldea es taixbién, a! fin !;a1 cabo, ur:? .~,iricricsiiisil~s, 76 (2), pp. 74-93.
contiiiiinciói~en ecc'ila reducida d e los desplazaniientos: i i i \ . i iiirli,:cciü!: del Kensinger, K.
estado d e los seiidrros qiie unen dentro d e ella los diierei:teq raserius F;.ojlor- 1995: Horil reo! pcople oirglit lo !im. UIL,Cnsliirroliiro o/ Eostcrr:: llcrii. \V:+\feland
ciona e1 mapa riiás fiel de 13s relaciones eiitre siis i n i e i n b r o ~ ;i i i i cnr:ii!:o Fress.
tomado por ia inaleza equivale a iin pronósticc~d e secesicr. próxirna. Mc Calluni, C.
8 Cf. Ui;a descrirción análoga a k t a , en McCaliiini 1995. 1995: "A1:cridade e sociabilidade Kaxinauá. Perspectiva+ d e iima antropoiogia
9 !>a iiteratiira sobre grupos pano ha tratado asidiianieiite el cc,iicepto iic?ri~a. Cf. d;i vide diSriar'. SZo Paiiio: l i ~ ~ ~ ~Brosilriro i s l f l de CiPiicios Socriiis, 13 (3Sj.
Keifed~eini1990, Calavia en prensa. , ,
Pt,rez Cil, L. y Carid Naveira, iM.
10 E todo caso, la iJ~~;-.aiida d e estos bienes y servicios se debe, niiicho inds que 2003: Tpi-riiorinlidod Ynii:iiii7ic~i(ms).
a su ~iiciencia(mil); relativa, en las condiciones en qiie t.ll;i se da), ai heciio Rr:nard-Casevitz, F. M.
simple pero enorme d e qiie e!las soii á e o:.igeii iiawa: el cxotisino es iiii va!or 1993: "Giierriers dii sel, sairliiiers d e la paix ". L"Horiir~re,126-128, 25-43.
en si, comparable en su fo:ma pero superior en sil intensidad al q u e i;osotros Komanoff, S.A.
niisiiios Teconoceiiins. 1984: Mnt~csAcii7p:iitioris iii llie Przriiz!ioii Ar>inzoil. Tesis doctora!. Cí>lumbia
11 Los territorios indígeiias son pronio\~idosen Brasil como territorios sobre- Un!\-ei.iiiy. UN1 Aiin Arbor.
determinados a la \.ez por f:onteras espaciales, por fronteras genealógicas (!a l'ownslev, G.
deni~rcaciónterritoriai suele ir acoii~pañadapor una clara restricciún de les 1968: lrl.,fiso/orch>r niiii pot!rriiz o/ rlroiige in Yniiriiinliiiii society. Tesis doctoral
ixestizajes) y por froiiterascul:urales (la ociipación debc amoid'irse a patrones L'iiiversit! of Cainbíidge.
"tradicioiiales"), lo qiie está i:iiiy lejos d e ser uiia tradicihn iiidígei:a, pero tieiie Viwiros óe Castro, E.
sin e:nbargo iniicha :azóri d e ser como iii<ca alternativa a la .il?rupi~ci611 1995: "01;l?oiroines ro:iiio:óyicos c o pi:rspccfii~isiiro ni~ieriiidio". h.fi7iln, 2 (21, 215- 1

i
1
privada i:ni\lersal.
12 Esos datos son collerente- tambiéii con las informacioiies algo anteriores de
To\i.nsle!. (198S), y con las memorias recogidas por este, qiie piieden tal \,ez
retratiaerre a los iiiicios del siglo XX.
.
7.14.
Viveiros d e Castro, E. y Fausto, C.
1993: ,'La P u i s s ~ n c eet 1"arte. La pareiité'daiis les basses [erres d'Aiiitriqiiedii
s u d " i'fioiiiriie, 126-17s; pp. 1-11-170.
1Qi?
HORIIONTES FE INTIIi\IDAD. PERSONA,
PERCEPCI~NY ESPACIO EN LOS CAEIDOSHI e
--- -- --
-
p.
--
-
. - .- -.---.-.--p. - ..- ..
- -
'm

M iiciio se lia escrito sobre la rel3cióníntima que los diiercnic.5 puebios


inciíjienas pstzb!t?cei-i con su tcrrilorio eii cl i ~ ~ a r ccic
visioiies piir!ic~ilares.En niucl-ias menos ocasioi-ie ';ti lia iiiteiitndii dczcri-
o s u s cosnio-

bir ioiicretaineiite en qiié consiste esta relación. Cuai-ido sc. !mhec!-:o, a


me!-i~:cic:se hace refcre;-icia a z«:-icep!os e ~ o t & i c oqiie ~ :-i¿?d. tio~iei-,::iic. \.e:.
con la cu!tiii.a indiger-ia y m~icliocoz7 los tópicos qiic se tienen (.:c :-lla.
Coi?occdores ~upues:oscicl ~ ? i i i i - i c i íinciígei<a
> in\:ncan a cspi;-itiii iG~i~-iicol;,
macires d e la t i ~ i r acomuniories
, pa~i~iiii\~ersaics a través tic ia tcin-,?. :..z
alilcinógei-ios ): o:ros extrzños coi-iceptos y enticjades am~ar:$iic'.osc!e11 11.);
~stereotiposiolclóricos típicos d e !a rclasióii eii!re ei ii-idígei;a y : :. ii~,rr-a,
coi-i c: fin d e Ii3citiil-iaiidcoiogías rie toriu tipo, casi siei:-i1~~ prolii:idriir,c.!-itr
reaccioiiari~c..Alggurias d e las inteiprctacioi~esric los a i - i t r c l ~ 5 i o gsoii ~~
ineiorsi r:!ro solo porqiie SQli ~i:"s discretas, jiracinc. a! ~IIL!:.:: qi!?, =o; s~ic':.!~!
ci; I ' Y ~ C~ : . i o ,e~i\::ielce cl trr:b,ijo cici:tífico. Cst;i~.!i~i.ici;qiie r~,-.~ir:ii-
a cm-
cept9s cc!rn!i ci d c )7fn.sa:l-iicnto pre-16gico, cr?ei?cia y,:1-i55 rd?iei-ir:.oic??te,
si::iiis.lisino ii~i.táfo:a, prira d a r cuei?ta dc estas cosiiioiogí;s. Sin e:nlz~;:o,
coi: c~i;,I:l~iierade estos térii-iinos se está degradantio ii-i-i:,!iiitaii?e::ie ci
p e ~ ~ w ~ ~ ; i c ii-idígciia
.iito a! rango d e los pensaii-iieiiküs dc~~i:,iii?s:lii.\: qi!c
recorciar qiie toda iivtáfora estA en contradicción coii la !6giici, q u e es iina
anoiii~1;asein>.ntica o iii-ia ir-icoi-igrucncia, comc, c!i::?i-i los espeiialiatr~(!<:
esta nociiii ci. Kleihe: ??9?). La preg~iritaqiie pudría:i>t>':1i;ic.e;es: ;: ., . crái-~
nuestras prcpiai: presui~cioiiesd e ai-itropG!ogos i;o el pcn:,;:::iieiito iii~ií-
g w a ; los qiie resüitan ii-iccir:gr~ieritesai ser eifva'iio~al rango d e
i:iet;c!enguajz explicativo d e loda cosmo\.isión? ¿Kv :;c?;ía niejo: iiiti2i-itz.r
explicar las cosi:~oio;ías indígei~ascuestiuii:incio iiiic;s:l-o p r o l i o aparato
coiicei1 tila!?
(ie las ideas F . ~ S p r o f ~ i i d i iiiscrilris
t e!, 1,1 mancrn, "occi1ie1-i-
ta!" decle~cribirla rcalidad es la dicotciinía radical entrc ci sujeto :1 cl objeto;
:ic;iiic i ~ is~ijetocs capaz d e posec.: ii:ia re;7i-c.sei-it,<~iói-i dtrl n~.uciin la a
,re!lesi:.idad i-iecesarir!para sitiiarse eii él coilio persoii;, individtializad;i,
~ i \ ~ Iíinitcs
u 5 estáneztablecidos por la siliieta d e su c::cipo. fii ioi:iigLiidad
l
1 a esta "persoi13-iiidi\rid~io"si. cnciiei-itraii sus semejaiiLcs coi1 los que con?-
pzrtr sobre iodo la facultad dcl Iengiiajc, qiit. conii5te pi.ecir::i.n~i~te eii hace:.
iii:ers:ibjeti\~n csia repi.c.sci-i:nii6i1 rcf1esi;a dcl iiiunilo coiiii; úiiico escape
al solipsismi,. Toclo ello coi1fori:ia las facultades propias y excliisi\~.,isd e la !;rus socicdades eran objeto dc la 11a turalcza. Las caracierístic~s!lzrticiila-
coiidición humana, ni65 al15 de la ciial se extieiidc la i-iat~irn!eza.Es decir, :es d e esta re\.elaci¿<n h a n permitido asic-iisri-io la eclcsióii d e L!I:~ e:iio-
iii-i can-ipo o11 tológico partictilar donde todo acoi~i-cesigiiieiido las Ieyes d e logía regioiial qiie 110 cne en la peri.pectiva, -siendo e n iicrtn iorrnn
la causalidad al rnargec de la \ ~ o l ~ i n i ñ1-iuriicii:a
d y que solo 1.i objetii:idad paralela- que se pieseiita como opuesta ai naturnlisi~-io.h4e rt.!iei-o a 10s
perniiie conocer. Espacio objetivo d e ordeii iniiiiito rej;ido qiiizá Fc;r iin e i ~ k i!an-iados estiidios d e coztacto, tnnibifn coloniales u d r aiii!+ii;a!:iói-i,
trascei-ic!ei-ital o por la ii-iiiiaiicncia d e una necesidad ineliictable, la nr,tii- doiide s e pretende d a r c~ieiltad e las dii-iáil-iicas sociales ind~icicl-iasp(;1-
raleza l>~iede mostrarse bajo Liiia ayiarici~ciacaólica, pero escoi-ice inei-ita- los efectos del contexto histórico p social i-iacioi~ald o n d e e s t a poL.!ccii.i-
óic-ir-,elite un sistema, cuya inte!igibi!idnd la ciencia debe esclai.ecer. E! nes s e encuentran, ignarñndo la percepci6n q u e ellas m i s m a tiene11d e
r!a t~:rnli.qino;como bien lo 11~iilaniado D<~scola (este \loliin:ci~)es el-i cciiis~- iodo esto. Paraieln al nnturalicn-io, en coiiseciiencia, por cciiii;r?a!-iir I n
'
c~ieriiiauna ontoiosía erigicia e11 epis:cniologia. que encusritici "nabLir.ai" idea segíin la cual estas ~ o s i e d r ~ i l eo11 s el objeto d c 4iri,íii?icn:, cjiic Ic.5
siis prcpios preccip~icstos,ccoino pc?r ejern;,lo qLie existiria parn toda tradi- excecleii y que, por í o n s i g ~ i i e ~ tlae ,g!osa +el d i s c ~ i r s oi:;dígei:a tiei:;. i i 1 1
ci5i-,cultüral una distinción entre sujcto y objeto, conlo iCiCcscrita. Cnii S O ~ C ir;terks limitado.
hacer ei e ~ f ~ l f r depreccii-;,?ir
zo deesta dicotomía, cierto' aopect(l$ 10 qiic Por todolo dicho, empezaré por ui-in skitecis de ia liistoi-in dela cciiiyht~iiibn
podriaíl-ios ilaniar el ~cii,<?n;ientí, arne~iiidiodcproi-ito z:?<>ieciii-i fácil:iieil.i-e I
cielos eshidios aniaz6iikas y cómo esto: p~ec!ci? dar lul$;li.? 1" y ~ ~ i .'!c ? 1ii ~ h
l c s , a i;.i? ei 5i.ijri~y ei muiido se enciiericr'iri iiistrib:i;dns
~ o n ~ ~ w a i s i b dcbido j~crcepcióricomo herraixicnta de c~ncciiiiiento.Eleri-ieiit07 ::e :i:ia :i:ü-i:,
iin ii7aneia muy diferente. 3 - 2 ~icclic>, la adi-i~.iracitj~-i
por este ~ ~ e r ; . ~ ~ i i i i idiet : , caildoslii de la percepción serán expuestos a conti:iii;ici6n pa1.3~-iio,-;r,:;c:iCii
ia ;i-iíi;tica eso:+;rica y !a dí?rconíi:tnza de un aiiáli.;i- racio::~ili~t,i:iiiiii.idí; es el paradigil-ia doi-de los proceses de ~c?rcc.piiói-i v acao:i. , s-L-i:i':c:.:i::~!? ;.:ri,
I
pro\-iei-ici-idel desalío ii-i:i!ecliir,: irresoluble de qiierer aborc!,ir el di~iiii-so 1 fraiiq~ii>ar aquellos d e siihjetivación jr ~L~jetivizzcitn. Fsle seid el i?:iio ;.:.O lo
iiidígfiia ';ir1 un ci\c.siio:iniriiei\lo p:evio de los ioncclt?s iiia~~~ejiiinos F ! ~ er;pacic; \i de¡ !crri:o:.ii;.
zi In dci.;rl:pción de 13s nocic;;ies c ~ i i d o s cicl
píiia coixpreiiderlo Porque taiitci Ir; n-iisiica conio el i.ncic-~!i.ii.iiiitj;-io FT~-,s-
den de ia dualidad en cu~stiói-i,con todo cl cqii:voco ~ L Iesto F >Li,!oc<,;
cl !iari?ado "peitsaniic?i-i!o mficico" p ~ i e d eser e!:ciiiliado de iin Ji?!ogi, de- Antropología jl percepci6n eri IE Amazonía
scrdos, d e i:r, gran maleiitenciido.
EII este artíiiilo !lie tj:opni-iSo descriilir r!cmeii!as c!c u2-i iii-ii~i~raci La ai-itroyología de las socicdades indígenas 2~la5 rierrn5 k j n r ?c. i ? 1 ~ i : 6 i i ~ ~
. ,
disc11:~1\:~ intci-i:ando liacer nbctracción d c estn di:a;i,l;icl e:i !.i ;,ii.ciida de del 5:ir se hn convertido e11 estos últimos .?nos ei; n::a iiii 1 ~ s cf:;~li)gías.
lo posible. Sobre la base i1e ini inateria! c'c cu:iipo ~ ~ i o g i coi1 d o los Candosl-ii rcgicii~a!esnias \,igorosas. La crónica d e ecie in:i~réscieciei~ie5.2 i-emonia ,;.
del .91:0 kinazoi~ns,quisicrñ inostrar ~611-io el disc~irsoiii:!igeiia escpj-8;: a ires décndac atrás. I-1:isL-a !os aiios 70, In Arr.zoi-iía ind::;ei:a h,il?ía sic!(>,
1,i dicokori~íasujeio/ok?jeto, o si sc prefiere, a la dlcoic~i-iiíade i;! si~cicilad.+ Lin lado, el terreno cie prediiesción cie iiiia ecoiogía cui!ur;il dnndc: ic> s(:ci.il
.
i-<: r1 7,iii.'il~za,
~. precisameiitt. allídoi~cieesta idea sería a priori :)ií?zciifícil de era deiermiii?dnpor la ni..turalezni y, por otro, d e u n icl~ali.;;aosoci~~lo-is:;;
c. ,-;cebir, a saber, e11 1,i nocii.i de! espacio. doi-ide la socjc.dad era concebida como una i;oción a pririri del .:nAiisi.;
Este eje:.cicio no piiede ser :.ealizndo si r,o :oniai-iios eii c r i o iu qiie lo5 c;.;iogrttfico coi-icreto'. Lii iii-iagen quii esla ani.ropología p r c p o r ~ i o n ~ i bd zc
iiitiígcnas dirc.11, por rar:.dójicus que p::edi.i-i parecer sus eiiuncir?dcs. Esto la An:azonía era la cie ~ 1 1 1árt3a ciiliurai cub7as soci(?d<:í,ies, ~ilreii~iiin;!,l-;.
sLi?O1ie 1.11: dobie esfuerzo: cicscribir este discurso, pero poiiic!irii ci: tiiida a!iisic?ricas,aparecía11 coi1io iircai~;:s17 fosilizadiis en 14tic.in1~0.Ect:>s cstii-
per::::iiiei-ibc. las l-ierrainiciitss cpistemológicas y ana!í:icas 1iabiti:altls. SI- dicis 1-10 liacían en :enlidad sii:o reflejar los vestigios d e ~ i i - i : ~largr! t:.,-idiíióii
xi?ltáiicaiiiei-ite debenius encont;.ñr espacios donuc la iiii?!odologi'i. nrí fcir- de! peiisail-iiei~toeuroixo que, d e una iiiancra o de c.ira. c<:i-i.sideriii~~ al
jada se dcicii\!uel\~ade una íorina par:icularinente fccunda para explici tnr indígei-ia ainazói-iico c01~1osiijv:o pasi\.n de sil destiiio. Ciei-to es qiic cs:n
clt.rn.ntos dt, sigiiiíicado de esie disciirst). Por ejeinplo, 1s preei~iii-ienciade supuesta incapacidad para aíroi-itar la liisioria se veía rorroborada por i:i-i
¡a percepción, que piiede aparecer con-io uii: alicrnatiia ¿i la dualiciad estad3 u e aparente letargia politicn, q~irluspiicblosi?i-i:a~ó:,iiisriicistrabai-i
s::jc.to-objeto, coii?o 111c?strar$1115s aclelaiite. en comparación a la 'tiifbl.ilei-icir! de Ins s~iblc~~acioiics ccii~,~ii::lt..s \. m:,;>-
Aspcctos d~ ci.ie píocecier se cst8+iidaiido al inicrior dmi:nzicierta antro- rnienios revol~icici~arios -;!e inarcaroi-i el !'r!,ui cie ifi 2c..+co!ciiiit;;ción y el

1
7-oiogia que se c'ic.sarrolla Amazuinía, gracias a su propia e\ioluciüii. riacimic:~todel terccriiiii:iciisino en iodo e1 plai-ieta. Tocio ?;:o hacía d e la 1
Es(;?cs e! í s ~to i d e la c~iiinoiióniiitelecbiiaí producida por cl enciiciitri! coi1 Ar-iiazonía iina resi611 eic.1 iniinii» iiiargiiiada \:, par~?lelaiiienie,:in h c a
piebloc ii-idígmiassiijei<i: d e sri Iiistoria, ciialiclad liarta entoiices velada ci!ii~irnicoi1 iiiia iiií~~ic~-;tia n-iiiy n-iargii-iai en ei conjiinto i.;c la ieiii.~i<í!i
'
I; 1
13"
. - por una aiiti$iin tradiciiin iiatiiraiista .;!e \:ai,ioc sit;!oc: doiidc el a.i-iazcíiiicn aii tropológica. --..
1 1 1 1
12 ~ni-!ir L ~ C Iiiltiiiio cuarto de sislc~i;;ice i~-riirciiíiii i i i hcclio que ic-rca\.a coiiio A. Secgei-, R. DA?\latia ); E. Vi\~cirasde Castro 1,111blicaii eii 1979 uri
e:;ie estado de cosas icciilar: cl ~~ariiiiieiiti~ cie !as p r i n r e r ~ sorgaiiizat:ionei ar:íciilo cíoiide propoiicniiuboriiai- la s:~cio!ogía ai~iaxciiiic;ia blarlir cic las
iiidígeiins niiia;:ií::icas. Esta: or:;tiiiizacio:ies r.:(:!ainaii, bajil for~?ias disti~i- ' pcisoi-id y,1116s coiicrctaiiic.i;te,
teorías ii?.d.íge~:ns ($e la i ~ i ~ i ! i . ~ i c ~ di óei la
taa, cl dcrecl-ii~(ir !o.; pl.!~:blos ii7d'.;gc!.na:; n sc; actores \.i;io. de sii propio tic. lac. for:ii,:s cic. ii-atar el r ~ i c i . p cciln cl fin d e attapt,ir los i;~is!:ii:iic!itos
deveiiir. ES:G iiciie una iinl:licaci(iii óirciia 50b?e el trabajo d e 1,i nriiropo- tecíricos d e los q u e se di.ipoiiia ei-i ac;ut.l riiorneiiio a la i7atx.!ra!c7a cii. csttis
I,>gíci,CIUV i l , proiiio
~ i l c . 1 dar
~ ciiciit'~d c estos discur:os iridígciias f(isjados socieddes, cuya inoi.fología r12iiste al anilisis eii razón d e ';ii riéiiil g:-,idi~
~rcciszti:icnic~ci>iiirala l;c.pncwi~(le1 ciisccrsc] "occidental" o "co1oiii;il". de instit~icio:iali.~.acióri. Estos n~itoresadeiantai7 la idc;; LICqiie i,is cu!ti!ras
Si~iitiltá!ieaini-:iiti.,el niíniero d e aiitro~cíiogosque empiezan trnbajus $e de las tirir~isbajas d e Sudamérica ostableceii r c s r e ~ ~ r t c ; e i i t ~ i c i ¿ i ~ ~ c s c i i i t ~ i r a -
les ;.: .. - ..
caii?yo c i ~ l atierra:;
i baja? aii:i-ici;!a los í.es::lt;idos en téii;iiiios de artículos , susbiicticn3 sfiCl5lc~<sot~re la repi-óiliicc'ióiide pierisoiias ;ii;ir; qci. stibre
); i1-ionosrafí.3~no :;e dejan eipernr. E.-;tosantropt5:ogos disfrutan, adem;ís, la for!i:a<lión y- repr~duccifjnd e
($2 uIia ii-irjor fa;inóció:i v. iiin\.or . grncqo de j?rofeciviializaci6n qiie 10:; d e la Desd:: 10s ir.il;aj~s,pir;!~~~rc~s (A!!>c.it 1925; Carniii.o dn C.tiiilin !97S;
,
,g(?~?crzici(x! ;7w~:e&~iir~'. !>or ~ o ~ I s ~ ~ L ~10s P . [ c , de caiíipo :ion r u s ,
I I : trabajos Crocker 1.977;C.Iliigh-Joiies 1979; C. H~igli-Joiies1979; Tiiyloi 1955;Vi*i ili:;-
pi-!.;liiiigndos ics diitos mejor c~iitrci~!aiici
>; y coinl~aradoscon!c,s estiidios 1979; Vi\.eiros de Castre 1979), iin i-iGr:iei.o con<ic!craSlc de arHciilo; y
d c ~liisti~i-i;:~ v lie 1iiij;Gísric~qiic tniiibiCn e:npic~ai: a des~rroilarscpalilati- noiiografias cj111'a,topiaii esta persl>ecii\7a se haiiido pu!,iic~iiclo noklarcci?
i:-,r?~r:itli.Si 1-i-sta los arios 79 se hahfnii escl-iio iinas .50inonografíar, cs!a qtietesta ;-ropiirsta esté agotrida. En ciecko, so!o cn lo qiic cr~rii:c~:nen la
An?azal.;ia occiciciital,doi-ide he dc.iarrull;.dü i~:iirabajo de cc!ni)o, 12:; L-cr-¡en-
cicra ?e Iia n:i;iiiplicndo p r ci:atio ell los dos c?icct.iiiospostci-iorcs y sigue
el? driniciito i ~ c ?c;i . día-.
-.' . tes ii:c>i;Og?~fí,?~ dti Pli. Eriksc;;? (1'196j, J.F. Coi:lard (19%), 1'. Go\v ( ! 991 j y
1-2 t;:,li;ia c:'ri !a iii,irgiiiaIizació!-i de 12 Ainnrcinía pasaba por ci?f;.entni. D.Knraiiiina- (?u97j, o los ;rtícul«s sc~brelo5 grupo:: ji\,aro cic A. C. Ta!;l~ir
e! pr~b!c1?1;1 q l C ~ ~ c f i ;ici-iptar
? i ~ las !icr;.a:i:i,en:ac episteiiio1ógicn.s liereda- (19921, l 9 G , 1996, 2001!) inuec;trai: iio si310 !a cInri\;idciicia con la que si.
iii?:; d r s:!i~c.iiatc,-;ri:ici~i-ificc~s ajcrioi a !o. iiue~-ci-fcnórnenos c in:<tit~.irio:ies piaiiteo cite . -
;?rog:ai:ia, siiio irii;~!>i4risu frcuriiIida:_i.y ac!tialidi?c!.
qLiC ;?\:jar-~~:.iii. Es ??;ir, a ~t..;rir iii, ~4:ii. fiiri.iicii r;>rii.lcdcl 2r.;i_nal tc6rico del l->ebi,riua !a coi?~plejid.?dq u e estos t>st;iciic!s :n:icsi:.aii resy.!.icto a iñ
ccii ii~:r..to d e i:i <ii.-rii?!i:i.i,conci:ptos :ni?q CO!?I(C ief~i?eiitosocia! 0 liiiait., :>or ror;.~oi.alicl;ici.: a su scl2cií,!i ci.r; otros nspectos ~ i la e ci.li L~ir;?,512 est2 desa-
.,
cjcin~;Io,I'iitroii tclr.!z,doi: por In etn<-i;ratín ;ifrica:ii$!ri 17.7ra explic;ir i i i i ; i b rrollaiidci iin prcr;sn!na paraleic ci.::tr;?do en el knijmeiin íir 1;: ptr<i.j?f:l:)!i
for-r:i,icjoiics 5 ü ~ i ' i l i irspecificas
~ de acjui:lia ;ni.:< tiei n?imdo. Dt, !a nii!i?.n [,a r;:ziii; ii(i1 i~it5rG.5 c:ecic:iit, pc;r ia ~ercepciS;i:p ~ i e 9 ei c i i ~ una
r i~xpii;;ci6ii
. .
m.Tiierz, Id> :~OC~CPC:: de ca::ia \ - d ejerarqi:íaroii !ragl-ridiis para con:piei~dc:- s ; I : ~ ~ :1,:c : ,'i)p;c: ;i1%1 ruerpo es ''i~.::ti~.'' 1, "p~ri:ii?ir"roliiv 1:) ,1iiriiir71i!a
ft?i-ióinr:n05 soiioi6i;icos q ~ i e;ipar~iciien el :;~ibco:rt:iiciite iiidico, piir ci:ar feno:nenolog:a ci la uiicolc~gí~? cii. 1:; pcrcepcii:.i?. Se podría decir pur ciii15i-
otro ejeii-iplo.Si bit.iit.stos conccl3io.;dr:bei? i~ioslrarsticapacicic?desplicati~~a g~iieilieq u e 1;) p!.ecíniric.!icia d e !> corj_~oiriii~idd en la .4nia;.niii;: reclniiia la
para scr ionsi6;.ra;!(is cnnio conceptos a:i.~líticos por In ,~iitroy>i~logía t.:; priniacia d e 13 ycsccpcióii, p:.ieFio qiic si p~idiéraiiosddt.i:i!-el iiicrpo ci?
gcl:ii.ral, c.: igui.iirit.nie cierro que el problema para uii? antropología regic~i-ial lo ~ i , í aesrriicial, a pariir (le la ;icciúri qiie le es p:~;,ia, d e h ~ i ~ ~ : : i ~cii:-1c1:iir
?i~i.
nncitinie es prccisanicnte redefinir estos conceptos hereciados y creiir otros qiie esta es piira ): simplcriien!i: 1a ~ccicíiid e percibir'.
niicvi;secnntio la re;ilidad se resista a cin ni,?:.coepis~emol15gicopiedctt.r;iii- Deniro d e cste iiiie~6s:por la percil~cióii11710.icii.q:i q!it. iia aparecido
cadc:. De tst': ii:anerz, los csh.idios a~nnaónic:,~ ofrpcen iiuevas prohiciiiáticas c'iitre los aiiiazonistai e:i es;os últimcis chos teiieinos -.1n,7 di\rt:r:<:;!ari d e
y, 1 0 : coiisiguient~~, perspectivas originales para r~solverlas.Coiikribucioiies ei:foqiies. Por uii lado, los trnbajos recientes de :?.C. Tn);:ur (1993b, 1996,
q u e iio sólo n!:-ae:r ia atención, sino q ~ i ejerccii c ui-ia influencia cada vcz nids 2Ci00), !a tesis d e G.H. Sliepai-d (1999j o a!q,ícnas d e las cciii:iibucioiies del
acciiiaada si;b!c la etnologírt de otras rr.gioiies y continentesi. Aljiunos au- volunieri editado pcir J. Overiiig y A . I.'nsses [2CiOC) que t r a t a i ~inlís hieii del
tole.: liablan i!icluso de 12 intlexióii an;azóiiica en la teoría antropológica, al siijekri
. -~'erceptivo,s1.!s seiisacioiies y s u s afectos. Fcir o!ro l,iiic,, en irives-
i g ~ i a lque ai-iterioririeiite se hair!ó de la',supuesta iiúlotióii africana o tigacioiies ni65 iiiteresadas e n las consec:ienciai d e tener u17cipt:rspecti\ra
inclaii6sica. perceptiva al anriiizar los disc~irsosii;dígc*i;as sobre el cosinos 11 las
La f~ic:i:cprinci13nl de retlexióii crítica para la aiitropología aifinz6:;ica tidades qtie lo pueblan (ver, por ejei-nplo, Arlitim 1993, 11?',6, Cliauiiiei!
sLirgri e i el ~ i~iii::ii:riic! ci-i q ~ i s e i qi3ie;e:i describir sociedades ciijzasestrae- 1989; Descola 1986, 1992, 1/93, 19962, 19%b, 1. ,01; Liiii?. 1990; i<ival
1' ttirris iio pareccn, a primera vista, organizarse alrededor d e i!-istituciones 1993; Viveiros de Cas:ro 1992, 199S)h.i\ho:a Sic.!?, 1 ~ que 7 iine a todo.; esics
ql-iti 2t.ti!ia:~la iiaiuraleza del \iínculc) si>cial d e integración co!s.cfiva, al trabajos (tan ciispares cr, ii-ispiiacioiies teóricas, á;-eas d e es:~idioy olije-
! cc:itr;irio dc ii?siitucio:i~rcoino la jcrarq:iía de casta en la iiidia o las ti:.css iiitelcct~iales),su rniiiin-io cuniún deiioiiiiiiacior, es la \.oluiiti.d d c
! sucici!.i~icsda lii;njr>seii .Africa, por si,i;iii coii 10; iiiisiiios ejeiiiplos. Es así situar el siijeto p ~ ~ . < e p t i \ i e! o ~centro
ii de la rtitlexicínai-itrupol6giia,coiiio
paso ineluctable para comprender las teorías locales d e la persona, de lo sor. Así, los dos coinponentes más importantes de la persona, :~niiotsi,que
social y del cosrnos. -.e podría traducir por cuerpo pero que hace referencia a la sustancia q u e
En base a este análisis del estado actual de la e\~oluciónde la antropo- lo coinpone, y rioni, concepto traducido como "alma" por los misic>iieros
logía ainazónica, pretendo realizar una síntesis de estas orientacioi~es.Ec.ta pero que designa la intencioi~alidadque anima a la persona y da forma a
consiste en tratar la corporalidad como punto focal de la percepción de SE cuerpo, interaccionan a través del corazón.
perspectivas. Dicho d e otro modo, si lo que parece l-ieurísticopdra coiiipren- En tanto que punto focal d e la percepción, el corazón deterinii-ia d o s
aer a las sociedades ainazónicas pasa por las nociones de corporalidad y planos, como cualquier otro punto foca1 de unsisteina sensible (una carnara '

de percepción, lo que propo!-igo es examinar las implicacionesde tratar el fotográfica o iin ojo por ejemplo): el plano exterior encontacto con el m a n d o
cuerpo coi110i~igarde la percepción'. Para abordar este programa, la pri- ); el plano inteiior contenido en el cuerpo perceptivo. Las relaciones, cultu-
niera considernción a tener encuenta es que, por las herrainieiitas analíticas raimente estabilizadas en los discursos que se establecen entre ei piinto
que tiene a sil disposición, y por la naturaleza de su objeto de estudio, la focal y estos diferente.; planos las llamo cstados. Estas relacioiics s o n ires:
aiitro?ología no puede hablar demasiado d e la percepción en síinisma. Ella la del p u i ~ t ofocal con el plano interior (los estados d e ánimo), la d ~punto
l
puetie, en cambio, describir las teorhs locales de la percepción y c6mo éstas focal con el plano exterior (e1 estado de cosas) y la reli-iciói-ientre las relñ-
se iiircriben en el cuerpo, analizar la afectividad derivada de estas teorías riones precedentes (el estado d e hecho).
'
en la~interaccionessociales y examinar la Iógica d e la variabilidad de todl3
esto, expresada por ii.5 diferentes sociedadcs. También puede, 21-i iin segun-
cio momento, exa~niiiarlas iii:piicancias que estos disiursos ejercen sobre Los es:acios de ánimo
los instriimcntos teóricos Iiabitiiales de la antropología, tiadicionalmente Los es:íinulüs que el corazón recibe del exterior encueritrari r~sona:~cia ei-i
dejada de eskoi te:nass. su ii~teriory es por ello que este órgafio da cuenta d e In :.ida iniei.ior
subjetiva, tanto de las aptitudes intelectuales como de ias faciiltadc.; aiec-
ti;.as, ámbitos que ei-i r e ~ l i d a d113 son distiiiguidor por ;os Caiictosíii. i,c~s
Afectos, acción y percepci5~er: los Candoshi ertadiis qiie estor estíii:ulos suscitan en ei foco de ia sensibili6ad los liamo
las estados d e animo.
Un trabajo de carnpo de casi tres anos en la Alta Amazonía con el pueblo Los Caildoshi, en efecto, considera11 que scílo en el corazón se sití!nii los
Candoshi ine ha permitido llcvar a la prftciica estar; ideas. 1.0s Candosl-iis dif~rentcsestridos y incultades q ~ i ei;orotrii iiíimzi-i'airrosp;íquicas, inclil-
sc eacuentran estdblecidos sobre los af!uei-ites del Pastaza, al norte de la venda ndc-.misotros procesos d e or~ii:i-in?;s samd tiro. Este hecho f~:!-icir;mci-i-
Anrii~cníaperuana. Con una población cercana a 2.000 personas, este tal de ia ehiopsicoiogía cando:;!~i se expresa en la gran cantidad de cxpresio-
grupo indígena está estrechamente relacionado coi] los Cha;va y cultii- ries cuyo sijeto es e! corazóii, iiingiili. Estas exyresiones liócei~irefert:::cin a
ralrnt.nre 1 1 7 ~ )F~~ ~ X ~ I TalI Oconjunto éli-iico jívaro. todos los aspectos de la actividad interior de ta: iiianera que iina disi.ncio11
La iioci6i-icentral de la teoría candoshi de la percepción es la de corazón, se hace concept~~almente imposible. B~.jola rúbrica de lo qiie no5otros con-
iiiagir!~en leiig~acandoshi. Los Candoshi afirman, sin ambigüedad, que - sideraríamos actividades afectivas, tencnios !as si~iiei;:e+expresiones cumc
ven coii el corazón. Incluso en los suefios direi-iver con el corazón. ?..lngisli ejeii-iplos(entre paréfitesi.; la traducción literal): ilingicli kniiin (coraz6r. .Li~:!ce)
es tainhiéi-iel punto de convergencia de los diferentes e!einentos que forman el sujeto !lo tiene ningún problema; i~lngiclikisn (corazón jubiloso) ei sujeto
la persofia, y esto por una razón simple: el corazón no solo precede ia tenía un problema pero ya se resolvió; iiingicli iiiniltsrítnrii:li (corazón fecj) pena,
ontogénesis sino que impulsa el proceso d e desarrollo tanto físico conio preocupación por la inuertede un familiar, pcr ejemplo; iiingicli sii!:!~ntoi:it~riii~n
social de esla. En efecto, se cree que el principio vital pre-embrionario se (corazón curado) expresa el alivio después de la soliiciói-i d e u11proi::eina;
ericueritra en la sangre, bajo la forma de un coágiilo sanguíiieo. 1)espués d e liingicll tsi!!~17t8iiianiiin (corazón furioso) expresa cl estado colérico. Se piieden
ser introducido inediai;te el esperma en el útero de la mujer, einpezari citar cnnio ejcmplos d~ estados psicoromáiicos iii/:gicli tsiyntnrn (corazón que
progresivamente a desarrollarse. El primer 6rg;ino que se crea diirante la desaparece) para expresar un e.tndo de desfallciiiniento teinpural G In muerte;
embriogénesis es el corazhn. De hecho, es el corazón que gracias a siis iiingicli tit tit! tit ono1natopc:ya cie los latidos del corazón; i!ingicli !/iic!-í?i!!nniiirr
latidos impuisará este proceso. Corno la diferencia entre desarrolio bioló- (corazSn reparado) para expresar el restabieciniiento de una enfermed~.d;
gico y social de la persona iio se distingiie conceptiialmente, el einbriói~se '..
.
. ,
,
i1117;yidiyootnritn (corazúi-i en falta) para hablar de la percepciói?. d e iiiia
con\~crtirien uiia' criatura y fsta evolucioi-iai.á 11asta cc)~i\.crtirseeii un patología. Las actividades intelectuales tienen kainbitn el corazóri coino lu-
1-1. ad~iltosocialrneii te lieclia, tei-iiei~dosiempre el corazcí~icomo iiúcleo iinpiil- gar, coino lo deiiiiicstran los siguic~itc?~ ejeiuplos: 11in:;icii l 1 l ~ i l i ~ ~ ~ J ~ i ! i ~ ~ 7 l i l ~ 7
. (ci~razCiirclai-i:~.~giicaiicio) p~1i.adecir qiir se eqiiivoca o i1ii7gó,7ilniii:i171iiii q i i ~ 1.a propia vida cie iiiis ;7ersoiia y, en particular, s u dcterinii-iacióii para
q ~ i i > i ilc~ix!-:.c!-icicr
-c o caiiiprcndcr. El corazón es el centro taiiibi6ii rie las i:iiplicarse e n los as~iiit:!sqiie le co:icici.iieii, le carrihiiin el corazr'Jii, rcior-
ci.ia!i;l,i,ies de i'i ~~ersoiia!iilail: iiii7picli X-iijlo~o(coraz.611graiide) p x a cali- ziiid010 o clebilitáiido!c:. La fornia concrctn en q u e esto pasa se ;>uede
ficar a ~ ! ~ ; ; i i r : i i d.-tc:iiiii?ado, i ~ i p n ie i:ife!i:;entc; iirrigicii j1,7kilii (coi.azóii descriklir a pni tir dc' los ritiiales más importaiitcs rea!izCido!>or l«s ca:i-
p e ~ ~ u t ~n:itc<!iii?io
50) clc 1.1 ai-itcrioi.;/iifigiilrcioiii (sin corazóii) para describir dos?ii: los i:!i7~Biiiniiiiri7.I'ara todos los cíiiibiios iniportiiiites ex:steii e.itas
el ~ ; i j t ! k ~ Ci i i Y t i ~~i>iidi:;!r!
carece d e seiititici. prácticas rit:iales: para la c1.11-ac-ióii d e patologías, para f,!:-orccer la (.?La y
la f~!.tilidadu e Ins rozas, ?ara r:icjorar las relacioiies co:iyug.ll~s y larcii-
.-'
,. ....tales engeneral, et-c. Coii.el tiii de.niostra-r en-qiié.cmrsisten e<*tnsritcr iros-
, E!.estrid« d e C O E J S ceiitrarenio~eii el ll~flgÓi!;iii?llii7 para la 13úsqiiecia c!? visi<:iies r;i-iliili~i, consi-
Los !~ri;:c';~icis q:ie c<:;ifor:iian la persona "va~iotsi","1-arii" 1: el corazón derado el in6s iii:pc-rtaiitc. ). qiit. dc~icribireinosi t ~ ~sucictainciiie.
iy
"iua~i:l:", no son pii-ihutos excliisi\.os d e la pcr~oiiaiiuniaiia. Aii:n!a!es 1.0priniero~liiepodeiiios decir r s qiie este riti;;il cs coinpartido r o r to~los
p e x ] txnbiéii ve;r:ales, ien6iiienos mctenrológico s... puedrii post?er estos los ,iriipos jívar3. Existen vaíiacic.~iiccentre ellos pero sol:) mi i?lg~iii!ss
prii;cipios, I:t-cii,) qiie den~i.iestraque para los Cai~doshino existe uiin aspectos formair5. L?.vcrsióii cdndoshi dfirnia [lile r-ni1 tres !o5 n ~ i o n i e ~ ~ : « ~
dL,[;:i.,iG;i
t :.
m qiic, ciriitilccc~i~ i líiiiitc
n oiitológico a la nociór: cle pc.rsona. En eii la vida d e i!na persona pa:-a iniciar uiia búsqueda d c \,i:;ión 17:i i t ~ ~ali :
todo ccico, 'ste 1:::iite ::o se coirc.sponde coi1 el de la deiiniciói I d e Iiui~ai-ii- i fin de In adolescencia, para adqiiirir una prinieia \ri::i(iii: p . 2 ~ art>ciipera: el
rl;,~: ~:i-i;>.~tirszl.r,:-<ivi,~ cii:l peiisaiiiicnto occiclen:al, qiie inciuye solo n los 6ninio de~k71ifsd e lii~berexp:iesto 1,i vida en cl c-oiites!o d e las giicrra; ):
~i-iiein!.;i;.; sir 1: ejyccic ?iiiriiai?a.En realidad. In diferc:icia d e especie'., o i vendettas, o despi~>c, de u:i ?ario, por ejrinplo; sieiiiprt. c!iic Iiay q:!ii arries-
!
meji:i. L;ir:iio, i z Jilir~liiiiil:di01 foló~icad e cuerpos, n c es el sigiiii de una I la ;.ida ). eii par;iciil:lr antes d e eniolarsi. en iina c'xpedició:? gtiei-iera
~iiit'rtrici~i d e cieiiiia iiiio r!e i:iia distinta iiibcnsidad iniei:cioiial, es dccir, 1 O antcs <leparir. Ei: cualqiiirra de cst~issiti:acioiies ? o s liombres ini:jerf:s
i
c?e unz, ilifere:;ci,j eii 12 c,ipaciriad d c pei-cibir de nciiinr. L.as fiicultades canrlorh~tl:iiprendcii iina s c ~ c r abstii3encia
a alirnentaria y sexiial ~~;i:biiia-
a!:?iii\.;is \. !ai di:;;?ci~;io:?tls para la accióii linccii qiic Icin ciierpc aci-quiera i da m n la ir~niadc naii!íticos. en ~ i i iugar i api?r.taJo d(: los aii.nfni:i,:i-[tos
iii:.~ $rt~i.liiiii,iti;ifrjr;;ia. Para !o:, Caiidc~$lii es!n diiereiiii,? t . rxprcs,i por ia:xiii;ii-es, sieiiiprc eii i:ri re!,iti~-onis!;imie~ic~, iiu!iil::e a<:omix?""dos d:: ,.iii
lii fuzria a e !;:-tlx!i;ersc: roi. 1;: i?ri!i~oiidc:'.incii: qlic n!iiestin c n ser: 1.3' ni en;^)!. El oiijeti;.c) c.> con5eg;iir 1 . 1 3 ~r.ic;icíi: donde i i r i a i i c i ~ n oestereotipo
,
i
sig!:o> p n ~ ~ i e'N : i la ;:.iw!jióii di. ciciitaciurn i: otro 6-gano ;ioteiicin!iii.cnle
ngresi.. o (coi:in c::criit!s; ~i:i?t;,!aiic::t.ic, etc.!; iin: zraii ~n\.ci-ga~1iri.a o i.in,i
i de i i i i g r m guerrwa o dc uii 2ina d e casa t,jcriiplar, apaie;:ca ofrecieiids uii
incnsaje d e l«iigc\.idnci a: \:isic,i.~nrio.E: piinier sij;:?o cie la iiirniiit:nci;i d e
I
~7irad-ipeneiraiitc.. 3 jrii~r~jiií,i íiti esta socicdnd litl!croclit;i cit. l-iiiinaii».: \ - esta visión w r i n uria:: ii1:cígei-ir.; terroiíficns q;ie dejai.An ??,:;o a 1i. a p i i -
IICI 1i:i;naiicis e e:::aSc.zadn l ~ c L.] r jaguar. Enli-e los liiimariu::, l o ?;raiidcs
~ ción, eil geiicrai. c!c un aiiiii-ial.El :i;?o di. aiiini;il y si.1si$:-iificaao dr?pci~cieri
;;uc:í.ei-c~r; soii los qiie ii-la)-01- aptitucl tiei~c'ii.Estos seres prirei;iinciites soii de las capacidabe.~c;iie se le a ti-ibiiyen eii el áinbito reqlierido pdr e! prac-
ios q u e poseen e! coraziji-i iiiás griinde, que les otorga cal~acidndessuperio- ticaiite: iin jngiiar, si se biisca ii::a a;,titi!c! para la gi1er.a; cn riltón, si se
res c'ic iii:er.icciUii e:i ri ii~iiiidoiiiolcieaiido iin cuerpo acorde a estas facui- busca tener u n parto fácil, etc. Frente a esias visiories e! practicante ;:odebe
tacies seiii,illlc.s 1:12!'ciI.!i5. Si LISresonaiicias del in~iiidoscibrc. e1 cornzt5;i lar atemorizarse. Es así Coi;>@de pionio aparecerá el er-pcctsg clcl c:iciano !. le
lic llnmxio "esta6o.i d e Aiiiin:~",toclo lo qiie apareceen el c o i ~ i ~ ~scnsibic cto dirá que va a vi\ ir i~iuchtitieiupo y que no se precjcupe por las I-irc:instan-
ciit!-c. cl coi-azGii y c.1 i:iiiiido lo llaiiio "es!ado d ~ 3las cosas". c i a a las que debe liacer fr-ei-[teciii el fuiiiro. El a n c i a i ~ olt, oii-ecer5 iina Sola
de Iiiz que el visionario iii:;erir5. Esta bola iie luz se ii;st;ila:.6 ci; cl cnrazó!?
para dotarle de capacidades d e r:erccpcic,ii y acción rciiriv,~,iias.El yracti-
Los estadc~sd e !ieclin caiite se reii~corporarAa la \.ida ordiiinria ),no contará i:aJa d e su expericn-
E31 taiiiaiio del c~.>:azói-i,o io qiie es lo inisino, la poteiicia que posee para cia. Siii einbargo, no podrá disimular iina actitucl m á s vivaz y ui:a niayor
pt"ci!iir y ;t~:tuar, esdeterminantc para dar cuenta del peso especiiico de disposición a responder ccin deteritiinoción a los desafíos po: ios ciiales lia
::iia perrc-in. Ha)-persc~i-ias,conio la torti~sa,qiie tiei)eii:in corazón peqiie- e!nprendido la lx'sq¿iéda d e la \:isió!i. Esta riucva aptiiud 1211 sí misrna
i i c ~y por lo tanto i i r i iiivel bajo de ii3tci-i::dad clcb animación, en ei sentido caiiibia el esciiiario <le10s heclios, ,:anibia lo qiie llamo 105 r,s:ndol; dc lic.<lio,
d e iioixio d e alrna. l'or el coritrario, n!ri,s tipos d e seres tiene11 iin gran , pGi<lLif?la iioticia ric su i-il.ii.\,a disposici511 sc e í:eiiderA ripidamciite afec- '
coi-az6ii qiie los lince iii6s \lalientcs y dctt.rrniiiados. Ahora bien, tal y coino taiido a todo sli ei;torni, soci~!.Por cjemplo, si d e lo 41:' se trat,: cs de I
ci:a!iii>i c's;~(:i::eiiclo esto:: contciiidos, ~,ocIi-íaparecoi. cl~ic.toda especie tiriic
LI 11La:iiafio \; ti~odi'corazónprc;rietcriiiiii~;lo. E i i rc.ilidticl e:;tci iio es cxaclo.
8 prepararse pai.i i i i i coiiflicio, la iioticia aieniori7,;ir:i a siis riiciiiigor, a la
inaiier~id e Liiia giicrrii psicc->lógic;i,1lt.gai:iio iiic1~i';cia disciaciirlot; d e eiii- !.! i?
1
i
prender una acción bélica. Hay quc añadir que la estructura, secuencia y la percepcióii, proporcionáridoles nuevas capacidades perceptivas, a tra-
fii..alidad explícita del rihial de búsqueda de visión nl-iltniiies similar a todos vés de determinadas prácticas que actuarían sobre la iriteraccióri e n t r e l a
los otros iiingóiiic~nilinpracticados para otros cainpos d e actividad donde no iiiterioridad y la exterioridad.
existe riesgo mortal. Coi110 indica la forina verbal que sir1.e para nombrarlos, Dentro d e la óptica definida por estas proposiciones, la noci6i-i del
y que podría ser traducida como el actuar dcl corazón (rc~cordentosque la espacio representa u n reto particularmente agudo puesto que siipoiie e l
raíz rirng designa el cora~ón), cutos ntuales pretei-idei-iadquirir una p o tenciación campo por excelencia d e aquello objetivo. Dos posibilidades se ~reStliitalI.
d e las ca;>acidades perceptivas akribuidas a este órgai-io para hacer írcnte L2 primera consistiría ei-inegar, desde el punto d e vista d e un ejercicio q ~ e
a los deiafíos d e 16s hechos d e la vida. Lo que Gene* c n común para pretende hacer abstraicióii d e la dualidad sujeto-objeto,-la existencia ¿sl
llaii-iarse de la misma manera es, en definitiva, que explolnn todas iaz espacio como concepto analítico pertinente; el espacio no existiifa sin la
interaccinnes posibles con las eiitidades que forman el cstnilo lic cosos para objetividad. La segunda posición consiste. en asumir este terreno cie re-
que invada17 y recombiiieii los rst:i[ios tie iiiii~ioa traves del corazón, cor, el flexión clásico d e la ai-itropología,no tanto para deniustri-r por 1,1 reci~iccidn
fin d e adquirir poder, o lo q:ie es lo mismo, nuevas capacidades d e acción ai absurdo sil no pertenencia en el marco d e mis postulados, s i n c p a r a
y percepción que posibilitarán ui-i nuevo estiiiio iic llrciio. Dicho suciiitamcii- intentar llevar lo más lejos posible la descripción d e !ñ imbricaci6i-i del
te: el ritual hace surgir del sentir las capacidades d e actiiai-. srijeto en su espacio. Esta posición es la q u c desarroliii en 12s siguientes
Las consideraciones teóricas que ha11 servi~ioCOT;~O inii~ciucci6na es!e páginas.
aiticiilo y la experienria etriogi-áfica parliclilarccn 19s Czi-idoshi me pernilte
proponer algunas hipótesis con carácter general. Ijna prirnera idea es cpie
debe existir en las teorías aiitóctonas d e la pei-soiia ~ r i puiito
i foca1 d e ¡a La siibjetivación del espacio'0
pe:.iepciói-i, corno míninio. Este o estos pui-itc;cfucaies deben cstarsituados
eii el cuerpo o guardar una relación con la corporn!idad, por iii:,ro l-iecho
(31
Si existe un punto medular en 1; percepción caii~iosliidel espacio territorial,
., este es 12 residencia. Lz casa cc~nstikiiyeel cc:itro de1 sistema topog,i.áfico,
d e q u e !o prupio del cuerpo es percil3ir. Cc d:-br:r;a explorar, 2 coi-i:ii;uacic:-,,
ci algui-io de estos p~intoseii particular es concebido coiiio el !.i~irleodc 12
noción cic persona al preceder a! einbriói~en e1 proceso ai1togen6tiso. Por
eska inisnia razón, se puede esaii-iinar si, por el hecho <le sc: co:-isidc.r;ido
1 a partir del cual los Candoshi organizan sus actividades. MAs allA de la
casa y de los círculos ~oi-icér~triccs dcl patio y d e las cl~acras,s e extiende
el bosqtie, ii~ngiiia.Esie íiltimo est6 niuy lejos d e consicierarse con-io 1111
núcleo d e la persona, este priiito es el I~igard e con\.erge:icia d e los ciiic- e s p x i o n o doméstico op~iestoal área socializada de la casa. E11 realidnd,
rcntes coinponentes, alribuios o priricipioc (lile, habit~ialnimtese picnsa el bcisque, a pesar d e su a p a r e n k nomogeni.idad, es percibido t a m b i é n
eti ai-itropo:ogía, conforniai-i tal persona. E17 caso d e que s!.:!:-ivarios lc,s dividido e11 espacios concéntricos, los cuales, a n~eciidaque se aleja11 de!
l~igaresen la anatol-iiía corisiderados focos depcriepción, se rjetle an,iiizai cenkro constituido por la casa, se vuel\,en menos socia1ii:abos y n - i k iidiric-
el rol d e cada uno en este ámbito de an6lisis. Ei-i tanto que pu71tos focales pitos. Las áreas d e recolección intensiva, n-iuy cercailai, a !a casa, c o i ~ s t i t u -
d e percepciói-i, que determinan por consiguiente una interioriciad donde jien e! primer círculo coi-icéntrico forestal. Liiegs vienen las graii.des cxten-
resuena el entorno percibido (una interoceptividad sería uri i6riiiino m,5s sioiies dedicadas a la caza y la pesca cotidianas, las cuales a ~ i e i ~ r : c i í ,
preciso), estos puntos deberían constituir el !ugar d e dichas nctividades coinciden l~arcialnientecorr las d e unidndes dom6sticas vecinal;. h . 1 5 ~al%,
subjeih~as.La configuración cic estas actividades nos orientará sobrr las se encuentran áreas más alejadas y nienos .;«nocidas e n 18s c ~ i u j e s~f
categorit.,~ctnopsicoiógicas y sur. contenidos. D e inanera con-ipleirienta- realizan las expediciones d e caza d e varios días d e d~iraci6n.Compuestas
ria, estos puntos perceptivos definen una exterioridad (uiia d e iii-io a tres hombres, generalmente heril-ianos y cufiados, ucoinpa5ados
exteroceptividad) quc, lejos d e u n espacio objetivo disociaiio del s~ijc7to por SUS esposas, estas expediciones tienen como ohjetivo ~iciiii-iularun poco
(coil-io sería el caso para el sujeto inteiectivci), eskablece una coi-itinuidad d e cariie o d e pescado, sea para el comercio, o seh para ofrecer a los invi-
entre el sujeto y su entorno. La prin-iacía de la percepción supone, eii tados con ocasión d e las jori-iadas d e trabajo colectivo. Hay que aiiadir i:
efecko; una disolución Oc la fractura entre el indi\:id~ioy e! inuiic!:-,, con lo estas áreas los territorios pertenecientes a los ;larientes próximos. Duraiite
q u e esto significa para los ail.á!isis aiitropológicos d e o t r x aspeckos le la las'visitas pcriódicas que las familias hacen a sus parieiites, los C a n d o s h i
1 cosn-iología. Derivada directc..niente de ia propcisición precedente, pztrrcr tienen la oportunidad de reconocer los esr:acios que rodean el itinerario. 1
perfilarse iii:a teoría sobre el seiitido d e la accicíi-i ritual al meiios eii ¡o que
concicrnc a los ritos que practican adquirir coparidades de acción o, dicho
di,otra inaiicra, poJc.-r.Estos tratarían d e canibiai el o l o s p i i n t o focale.: d i
Asin;isnio, una vez llegados a la resideiicia d e su': anfitriones, acoínpaña:1
a los cazadores localcs, actividad que les perini te descui~ririiuevos territo-
rios. h46s allá d e estos espacios rclati\,amei-ite conocidos, se esliei-i~leel L-1
1
doi-iiii;io de 1: .:iiiciiaza !;d e 1.1 lios:iliiiatj, iin te;-ritorici por e1 cl:ie uii vqta i'iLilal?i-aes descoiiocido por los inciígerias. Puede :.ci qii<i Ici7;;o iili
c;tzadoi. gciici-ili:neiite no oi;n avi'iit;ii.a!-se. (ii'ir:t'ii liiigiiístico ajc!ioa 10s dialectosCaiidoa, poiqLic t i l'astaíu atl-al-ii;-

[,o5 líiilite- mapa cciitraclo en el sujeto prieden ser frlcilin~iite 1-iirias froiitc.ras liiigüísticas desde sii arigen aiidino 11-' 1 1 ~. 51; ~- ~. confixcii-
3
&etcr;iiiii:.ci;cjs por ci c~lriociiiiieiitoque iin!) i-oscc clc los iioiiibrc:; (le Ici; cid cciii e! XItirañóiiH.Sin cnibarco, se pi:ede c:;pc.culai .;oilrc. cl oi-!ge:i
c~irs(;qcie asi~,pori1i:e 1;i tcipo!ij!iiia cnndosiii pi.6cticaineiitc. sc r c ~ i ~ i aios ce etirii~lógicode Pasiazi -así coiiio sobre la ::ei.sii>n Pasiaza dei casit.ll,iiio--
iioiu!.;.e- 10s ii~iii;c.rosos:íos !' litgos clue atravicsdii el país. Cada iiiio poi SLI siniilitud a la pnliibr'i ~i!i';.!lnto,nombre dtt iiiia sucitc de nio!~:sco l1
tic.nr i i i i iiciin!~re propir> escliisi\:o: no hay clos ríos i i i dos !agos deiioiiii- t o ~ ~ @ ~ ?ileli r i ibrazo
o dcl 17,istazaqut' cst6 coiiecta~iocoi1 lar . i g u ~ iii.1 s 1;:;
n;idoc; di. 13 :;iism;: rn~!.ncra,sieiiiprc ron diferentes así se !:ate del iii6s 1li1~1a~:lii.
. ,
pi2,;i:e:Zio !-iacl:i!i.lo. . k i i f i i s i ~ i!a~ ,to!,oiiinii,i de- los ríos grandes quc a!ia\-¡c.- Na tiiralrncntc, e! coiiociiiiieiit8de cata to;ioniiiiin sc iiiriesl-ancie esti-e-
5.311 135 íi-on!t.r;:5 étnicas y lii~giiíiticas se iiiaiitieiie J., aunque 10s tbriniiio> cha!iiciite coi1 el connci!~iiei-itopráctico del país. L?IIci1~1Ci0~lii es (_".pazd e
SC' trz~i~:~c;i:;, iiempre rciiser\.aii cl i-i?i~nio ~.ii;iiificado.LOSd t ~ i i accideii-.
á~ nombr,ir t o d o los ríos \- todas las l~giiriasque lc son prós;.- .,,i .15
.. Tcro a
! c s ii,!;i~i-nle+,c~n.icla- ca;arCite.;, r,".pidos del río, las loma:, o iin á:b«! inedidn que ae va alejando del coraz6ii dc esta :op-~rafíaegocentr?. ..ii,i,i.1
.;ribresiili:.i?:e, ir.cibcii 1.117 noii-.ibi-ecii ciiaiitci piinto d e refereiicia descripti\:o. iiúniero dc ríos con nonihre coiiocido \z disniinuycndo. L)e 12 scogii,fín in;:s
El ~cr?rici~i:iiie:i:r.~ de estos iio11ibrt.s qiicda norii-ialinente rc'siriiigido a los leja~.a,el C:aiidoslii scílo corioce el nombre de lcs gr~indc?sr;i:s y dc. 1~1s
:iiii.ii?\\:o~ d:: la fariii!ia qii.2 hL1l'itacii 1,is cr~rcaníns,y iio pueiic!~5i.r coiisi- grandes lagos qiic son de ciomiiiio general. S i trata, t i i fi:i, de i i r i a r ~ i > t . ~ i e
deraiius p r ~ i ~ i ~ n i coti:? c i i t ~~ a r i de e ia topuniixia. d? tela de arafiri centrada alrededo: del hogar i.;!iiil;,ir.
!::; fii~.i<:i-.r.cocasio::t.s, !a topoi-,in;ia <!ela red hídrica se iiicl'irn e:i 'Ei corijunto de !a geografía coi-iocida 5. potencia1:riciite colicc-it~leformz
;ir?<cdc;tnsqiie :ieiicn al rio cciiio esceiiai.io, de manera qiie el ric toind ei la tiri-ra, t ~ p o l r i dL.l.igar
~. destiiiadoa ser 11abitafiopor 1ai-~uii\,ir~idacl ~ct.~iai,
:?c!;;brc. 'le1 pr:!tagoi~iit'i de! c u ~ i i t oL;i . ,~b~inclaiicia d e ui;a especie aiii- 12 tierra :lo sieiiipre lia esisiido tal cnirio es. Y no c-. !,l. ú i i i c ~ ti'sr:: t ~ i ~ t r i i ; i c .
iiiítl c. vcgct,-.i en s ~ iriberasi es iair;biCii una buena razón para iiombrnr (2: De l:ecl;o, fs.l;l;a?ii~iiki,3 a;:,;;-ecido en uii iiionit.i~!o~ielt:~miiiado, cimergiei:d{;
r j , coi1
~ el (ici;,?n;iii?tivo e!: esta e.;pecie. Otros no!7ib:i's C C ~ I T I O\!,?2inbdri~, de! aziia, e ifuni:nei;lc c.:: posible cliie dcr:ipa:-czca i ! ciia ~ sir:;;ii:a bi:j;? !AS
3!1ta~,?o X$ai::;i !>o tic.nc.13ijnri cx111jcnci6iideterii.iiiiaii,?. Cunrido se p:i3- ~it:!~":;, pi:~!sfi"9:.1"! i ~ i i i i i c ies
~ cc.iisider;?dc>ccz?in u!-.a i:;i,-.?!:ri.;i:tca cn
:;:.iní;~a 105 :::.::doslii ?,i.iercadel oi-igei: de ist«s noiuL~rt~s, re>iioiideii qiii2 pC¡':~.l~11i~iltc: ~?eligrnd e nfii:ii.agio. l,a ~.,i.ecaiicc!ac 2:; i,?! c1::e czc!,i i::;ii!!icj? cíe
.;o!] 5e;ici!l;jiiiente i~ii!:;bres de río:. 1-0s ii<:iiii.5r-s clc los ríos 1' ia$os :iiba tic.rra aiiiiiicia iin paso c;is l i a ~ i 12 ~ i inmcrsi611 iiic!uck;ihic? Ce ?si;: baI5:i
.; .-.
, , ip~:tnii;?; e c ! tt,rri:oriij cai.idi?siii pertcncc.t!ii al primer ~xi;lQ. .?S,:, cl c!i;.c$icici¿i :, podrid,-..Se ~::dr;a decir oSiic.esiii iiliat;ei~titl C O h P i 0 5 rc3fiej;l !.1
1 io:nl?re tiel ;-iL: Chap:ri provieiic r!r i i i i lioi?ibre jo\.eii 1~ca1-1icnte c>i?aiiio- renlidaii física y ~,eci~r.ífii:;id e la región. r ' i i electo, e> posibl<i q:ic esta
r n d o i:c. ~ i - 1r,1iichaclia
2 qiie ~ i \ . i aen las agiias abajo del río. L:! historia repi~si.iitacióiidel iiiuniio no sea qjeiia a las gmrticulai-id~desdel te::itci;io
c~i!2i:t> que Shapuri ib.1 cada dí;i n vi:;itar a la ~niicliaclia,perc: i l C p»C?ía Cp..iidos!ii, co~iipiiestobe vastas regiones inundadas que recii::i.tiari el r~iiiii-
scr \,¡sin poi los ?;idres de ella. Un día decidió acercarse 2. !a casa de sil d r ~iiiítico todavía balbuccaii!e y apenar eiiiergido del a g i i x
e:ini~ic,:.atia,cscoiidiéiidose Iiajo cl a;rin y lle\~a!icdosoL:re la cabeza iiiia Ida regiói~Caridoshi es15 ubicada geo;6gic;iinenteÍ2 en uii rjstenin d r
h:ia g:.a:-,de del árbol clioroiia (C(~iropiiiS??.). Este siste!iin d e cni::iifla~e depósitos que conforma11 u n abani2o aluviai cis ap:.o>tiriiadaii:cfite 6G.000
resiiltó tiiliesto: el aiiior de C l i a ~ i i rlt,i obligabci a pasar días enteros en el km'. 4.travesado por el río I'astaza, e: aluviíi.-l e t 5 conipucsto porstdii;ieii-
ngl.!a, doii~ic.finaliiie~itemurió a coiiseciieiicia d e las picadiira:: di? la tos volcáiiicos pro\~criieriteiiie los vailes andinos ccuai(->riaiiosqiie circi:íi-
a ; i g ~ ~ i !ci7,~:).i;,!:n
a (jl:rcf rc;)I~oi.~::; L ~ ! ! , C ~ I . I C I I C ) .El otro graii río q u e desemboca dan los volcanes Cotopaxi, Saiigay, Tiii:giirahria, ,4ltar, Chimbor,;zo j. C3ri-
cnei lrigoRimachi, ei Chiiiiida, tamhiéii toma el iioiiibre dc uii hoi-nbre CILI? huairazo, dreiiados por el ciirso siiperior d e este río. Ciinndo el I1a+iaza
n~~::ri,> d e uiia cnferiiieiiad desconocida eiiaqiiella zoiin. E1 lago Riiiiachi, alcaliza la Il?.iiura, rodea este abanico para forinar ~ i i talle ? qiie se eskrtbclia
F<ari>oslia Mcoosa eii iandoclii, recibe sil noiiibi-e d e oiro persotiaje, a lo largo d e 130 km., a Iravés d e a:itiguos sedimentos. Dcspiiks e n r n m h s
Kai.ocsha, qiie fue asesinado por arma de fucgo muy ccrca del lago. hacia el siir l i a s ~ as ~ coiifl~iencia
i con el Marafión, atra\.et;rindo dinnietral-
Moosn, qiie e- el aiitigiio iioii-ibre del lago, responde risiiiiisno al nombre mente los terrenos nliii-ia1t.s. A lo largo de sil Iiistoria, ei Tastaza ha c;iiti-
drx Liga person,? que pe:eció ahogada duraiitc la crecicc:c nítica que dio biado varias veces d e curso. Actualineiite, cl brazo princip.?! toma la direc-
1
m
origc!; al 1liili;ichi. Moosa ea 'ideiiidi el noiiibre gni6rico ~itilizadoac:iial-
i-iicn:i para desigiiar un "1;igo". Por el contrario, el nombre tiel río m d i
ción Cur/Sur(;este, '1ue i~iipideu n buen drenaje ~eiic.ra1
tado hacia el Sureste, obstriiido a sil vez en siis rartes clistales por la 1
del abanico, oricn- !

!
/
- . ~-
graiiiie de la r c ~ i o i iel , Past;iri íPasrarñ cii e s p d ~ i ~ eje
ttrritorio, no iiiaiiticiic n:ii~i:iiiviiiciii« ioii la ~.)iioiiiistica.E! sentido di:
l ) , lioiigitiidiiirl del ~t~cliiiiciitaci6n del Maraiibii. El resultado es iin paisaje foriliado por L!iiii
serie de alle les bloiliiendos, los d e los ríos seciiiidarios que dere:;il;cicnii e n !!!?
i,
la ribera Oeste del Pastaza, dando lugar a iin centei-iar d e lagos y pantai-ios -ilencio. Dan cuei-ita asin-iisino d e barcos que desaparecen en ln oscuridad
q ~ i ed a n un aspecto diliiviano a la región ocupada por los Candoshi. de la noche. Se afirina que al alba se piiede esc~icliariiicluso el canto del
Hasta la fecha no existen estudios de la vegetaciiín d e esta pantanosa oallo. Los Candoshi temen que si sil con-iportainiento degenera, la tierra
regihil. Piiedo afirmar sin eiiibargo que se encueiltran todas las categorías rearcionará d e la inisma ii-ianera qiie en los viejos tienipos. De liecho, algu-
fisionóniicas de la vegetaci6i-i d e los palitanos d e la Ania~oiiíapcruana, nos ii-idígenas influenciados por Lii-ia ola ini!ei-iarista difundida ei-i toda la
propuestas por Kalliola y al. (1991). Eii la parte mejor drei-iada se cnciien- Ainaziinía, pciisaban que ei-i el aho 2090 Dios huiidiría d e nile\-o la tierra.
tran pantanos forestales (como cintiiroiies transicionales circuridaniio paii- Si esto hiibiera pasado, la huinanidad actual \wlvería a transfori~iarsee n
. . arbustivos) y aguajales.. Los
.tanos .
aguajales, es decir,-los p a n t a o s en 10s . -~.. ... las diferentes especies. acuáticas. - . . . . ~ . . ..
-

que la palniera Mniiriiii1t7cxiiosiies predomiiiaiite, ocupan cnorines esteii- Este i~-iui-idosub-acuitico ese1 d6niiiiio d e los tkoci. Población aiie ha6ita
sioiies del territorio, particularmente en su iado sur. Existen tan-ibiéri pai-i- las prof~iiididacicsd e las aguas, probabieiuciite desccndientesdc los que S r
tai-ios herbáceos en Iiigares cercanos a los ríos perinancntemei-ite iniii-ida- sLimergleron en lo< tienipos d e la inundac.ói-i, los tsogi Llenen apariei-icia
dos. Esta vegetación cubre extensas siiperficies sobre las cuales la navega- Iiuniana pero con la cabez.3 y las extremidades volteadas. Su vida cc: m ~ i y
ci6n es posible, pese nl riesgo de eiicoiitrarse totalinerite bloqueado eii j similar a la de la l-iiiniai-iidad. Viven eii sus casas, se casan, tienen hijos; las
medio d e una l!ani~ravei;etal flotante. Esta \.i?grtaciói-iacuática, conforma- ! costumbi es d e los tsox: son uiia reprodücci6n cie las d e Los Caxicioslii, r o m o
i
d a prii-icipainiente por grainiiieas conio P~?.q?fl/iiiii rLJpruq. Ec/iiiliii~ofl polys- el reflejo de sil propia imagen sobre el agua. Las cliícrentes ht2riamientas y
tnciiyli puede flotar duraiite las crecienkes en las par'es
. .
inds alejadas de los i el riiobiliario d e esta sorprendente poblacióii las c o n f ~ r m a nciertos ai-iin-ia-
cursos activos de los ríos. Estas con-iiinidades t-c~e:ales, apareiitemenlt. a les acuáticos: el quelóiiido clinintli (Podociirii!is icilfilis) sirve d~ hanquiko, la
la deriva, per1nanecei.i norinalrnente arraisadas <ii siibstrato, iiicluso ciiaii- anaconda islíriyn (Eiiiisstes iiii!riiiiis) de l-iamaca, la raya kfldinz:ci (Potniiiotiy-
d o se trata de aguas prof~indas.Son estas islas vegetales, que se desplazan 50t1v.)d e sombrero y el pez toslirrbi~~!nc.lii (Asti.oldc:iirc ninilroi) de calzado.
cua\.erncnte i'n la siiperiicie del lago Rimachi, !zs qiie podría:^ haber ii-irpi- Todos estos animales sir\~ei-i, en efecto, a los esp;ritus del agua, cie la rnisnia
rricio la idea d e que la tierra se desplzzri d ~ !igiial nianeiG. inaiiera que los pei ros los hoinbies. Uii epiien6inc:io d e este iiiuncio sub-
Si bieii la gran iniinriacióii, o e; ciiliivio, F iin tema niuy diF.ii-idido en zca5ticoesei arco iris, también rrr:ibi? el ncn:brc de :.s?j'i. de i g ~ i amodo
l
los niitos de fiind;~cióii de las 1-zri<iscuituins artiazónicas, 6stas no se que los colores r~itii;inte,~ del prisina que aparecen di- vez en cuando, coiiio
preocupai de especificar el liigar clondese des.-rrollan estos acoritc.ciniirii- iin reflejo t e i i i h l ~ r i i s ~en, la siiperficie d e las agiias, coi-iit.cueníia de la
tos". 1.0s Ca:i~losi-iipiensan, sin e:nt>ar;o, que la iiiineísión d e la tierrci refiesi6i-i de los rayos solares.
antigua y la emergencia de la tiprrn actual tii:.ieron 1ii:);ir sobre el lago Adein;is d e tsi7/70iiis/1y de sil reprociuccion siih-acu.ítica, exiskc, s r g ú n
iiiiuaclii. Se piiedeíi, en efecto,t3ncoiitrar .iestigios d e vida h u i i i a ~ asobre las los Coiidoslii, oti-a tierra.dei-iominada I;niiilin, qiie est6 iibicada en cl cielo,
playa5 d e arena, vcctigios qiie aparece11 en el lago c~iaiidobaja el nivel dc en 111-1 liigar indeterininado pero hoy difícilmente accesibic. Los ~.t.ia!os
las agiias durantp la ~:;tncióiiseca. Segúii 10s niás ancianos, aiitigiios pila- niíticos aseguran que aiitiguamei-ite se podía volar hasta este m u n d o sobre
res d e casa que resisten a la hiimedad graciiis a In calidad d e la inndera la espalda d e u1-i ave podercisa. Seglir, estas historias el ave p u e d e recla-
utilizada, haii sido vistos hace i!nos decenios. Es cierto qiie existen iodavín ,
mar la vida d e uiia madre a caxribio del viaje porque las posibilidaies d e
restos de cerániica sin niiigiii3.a relacicín coii la cerániica I-iccl-iaact~ialmente, llegar a116 son m u y ii-icierras ya que el lugar está muy alejado. Se dice q u e
carioiies oxidados de viejos fusiles y otras huel!as clc una c u l t ~ r ahoy en día a\.es con-io el cóiidor, por ejemplo, iio iian cui-iseguido alcanzar el iugar.
desaprecida. Todos esto:, restos soii geiieralmente llan-iados tso,qi. Las Aun si uno logra llegar hasta el pasaje entre los dos rn~indos,e s preciso
historias espontdneas referidas a la desaparición d e esta cultiira qiie se todavía atravesar una abertura semejante a enorines tijeras qtie s e abren
identifica como la huinaiiidad niítica, ase\.e;aii que esta población no Fa- intermitentemei-ite y que resultan fatídicas para los qiie se vean atrapa-
raba d e toinar iiincclto (cerveza de mandioca) y d e tener relacioiies inces- dosI4. El colibrí, que piiede permanecer suspendido en el aire y lanzarse
tilosas; por esa razciii la tierra se liiindió. Aiitiguaniente, era c-iiicha la gente rápid;:niente, es u n o cie los in6s dotridos para atravesar eske obsLáciilo. En
qiie \.¡\lía foiinando una!lokta, es decir, una ciudad, en lengua qiiecl-iua. Esta c-uai-itoal pasajero, para criizar esta p ~ r e r t an o debe eii ningún caso iiiirar-
gente se transformó eii grandes cainianes siiniiitr?(Melaiiosiiclii!s iii,yr~),en la.En caso coritrarin, corre el riesgo d e quedar alrapado y d e cor-iveriirse
grandes peces pnyitsn (Arnpliiiiili g~,yiis),en iiiainíferos aciiáticos í~fl1;~71iii~l~il1,7 en ave.
(Mn~ifltiis fl111~~ricai111s)
y en las otras especies de gran tainafio qLie piieblan Desde la tierra tsnpoi~i.ili,p ~ i e d verse e a los liabitantes del miindo celeste
act~ialiiieiiteel lago Se puedcii todavía esciiclinr, diceii los navcjiaiites, los bajo la íoriiia d e peqiiehas estrellas aic,jadas y de debil iiiz, !lainadas tsri-
i-uidos dc sil ida cutidia:ia ci:aiido uiio airavicsa ci lago de noclic y el; giwlii. Estas esti.i:llas soii lindas iiiiicliaclias, tvci<isidénticas, que llevan una L?
\-ida iiüri!inl eii sil iniii-iiio. i;i\.c;i coi1 11oi;ibi~c:: tal? poderosos c y ~ i ( ide sil.: Adeiliás deestss coordenadas qiiedefinei-i uiia pei-spectil-a~~ti-i~Lai~-iei-i-
~ s sal-os y dc siis voces, irue~o.. Dciitro dc si:s cniar estos ~ p i -
b ~ c 5;ilei-i te egocei-itrada,e! conjunto del tcrritorioest6 deniarcado por L : I Ired ~ ili<ii.(~-
ri tus tiene11 grande'; jarra- ollas I-iirviciites; coiiici-i lar\-ar d e color iicgro. gráiicn qiie detern~ina,en últinia instaiicia, la visi6i-i global del t'sp(:io
E! ina! olor qiie allí icii-i,i es airil-(iiido al iiecl-lo d e qiic 51: trata cl(,l 1iig'ir territorial. Éste está, eiiefectc, dispiiestoei;lotcs d e tierras fiisiiorrnes :.eccr-
dsi-ide la:: alii-i;ir pesri-iancccn dcstiii6s: dc. la n-ii;e;-te.De liecl~cl,ciia~idose tadas por una siicesiói-i de ríos k o ~ o-o i~iíi:ii.isi s e trata d e peqi',i.i-iasque-
;-

escucha cl ruiioproloi-igaclc del triicno (i/::i:iii~i-ic:iiidoslii), se !l-ata dc estus bradas- qiie transitan desde el norte hacia el siir de acuerdo con la ürien-
eipíritiis qiie hacen her\rir 5x5 ollas para c»sin.ir cahez'-is d e jar;ii;ir, ln tación general de la red hidrográfica de la regiíin. Así, coa relacicíii n i3
ccimida qiic ofrecen a las alnias d e los eiifc.i-iiio.~.Si estos, en s u agonia, corriente d e agiia, se designa el río arriba por tooslio y río abajo por tiísli:op!,
siiei:,aii qiie h - 2 p - iesta co:nida, ili;iei.eii al inst,~i?te1- sil aiiiiri coi~iienzael : -. - qiies~;er~rrespondenlógicame~-itecon.~na coni-iotñci6ii cardina! res~cc!-i\.r
viaje !iacia esta otra tierra. ! de ldoi-te y Siir. Los espacios interflu\~ialesde tierra íirme se denr>:~i:i>an
Tsnpoi~isli,i;i tierra di. liis almas, y t.~o&ri, no son las fii-iic-a- ticrrris liabi- oj~oipi.El t6rn-iino ~posj~i, qiie se p ~ i e d etrndiicir por " c c ~ ~ t r oc" "inpiiio",
tadas. Existci? adciná? ¡as tierras de los G:ancos llegan d e n-ii~y1ej:is. I f ~ e d t ' s e visto
: comc cl p n t o d e anclaje entre la dimenqióii toposr6íic.;. y
Ail'í, de la ini+ma ii-iaiicra q:ie e11 i5o;:i.i
concibe ~ i Inaiiera
e
koiiidl7, el ambizriti. naliiral se
miiy L!:ferei-ite al d e isnpoi!i~li.Sin embargo, todos los
prrso1-iajt.s iiiiticos, la': especies aniil-iales, la flora y scjlire L~idola+relacionci
cosi,:les S C I I ~f;~ida~~ieiii'-ii::~ei-ite
ids>n!icos:
1
1
i
la dirnensiún ~itiiacional!~ egocei-itrada de la que se i-iablo 1:íic;is arriba, \;;i
qiie :;c utiliza en los d«s contextos. Aderi-iás de su significiido tl.ipográfic~~,
ovospi da cuenta también :.ii~to del centrv !ineai ~ o r i i odel ceiiti-o
bidiil-iensional o tridiiiie~-isiori:ilde cua1quii.r tipo Ce ccca, desee c! ;:~uiiio
! d e 1-ista del observador.
.;*,parte deesta topografía local basada enla hidrografía, es 13 t:..ij.c~tcria
La espacializaciói? del sujeto cotidiana del sol 13 que engloba todos los otros lu\re!es L ~ Eci-f'l ,..,.-iici6n del
espacio. Dada la latitiid del territorio candoshi, n-iuy cercazia de: pcr;rli;.:ro
I'<ir? c u ~ i i c a la
r topo;raf;a dcl ~ii-~;\.erso, la i c i t x d i c a p a s siiperp7.ii.sras iio ecuatorial, el sol diirante todo el día atra~.iesael cielo itij-mando ii:i se:l:i-
ti..aaiicc fielinc:ite la reprczsciit;iciiii: caiiiioslii del cosilios". C n día el clrciilo rv-ikr o menos pcrpeiic!iciilar z! siielo. Dicho d e ntrri fc.;;i:a, al i;$vtiic.
cjs; hacía ~.liiiiji> a :a idea qLic liis aliiia; i.eiideri e11 i;ii ?i:ii:.as piiczto día, rl sol se enciienti-a i7ii el zeriit absoiiito. Esta linea, quc circui.-: 6r.E-te
qíie I>iiUi::ii-i en !a h151.c(! i cclesie ,ki:;iiii,;, rcciiiícuino reskiiie:tz u ~ i s(iiisisa
Z r i~-itcreiiulidr,~i. hfiq interloaitor~~-. ~ s e c i i ~ i r cciue
ei il;undo en c: que l;a?,itan, no rsiciei: c!16 arriba. 1":ra ello.;, i-1 iicci?o d e
c
~ i i las ,:;:rias, 21 igi1.i; I ~ u ' - i
$
n Clcs!e pasando por la \:ertical, rccihc cl r.amb:i. d e iiiíi:i;;íl.o y sons:i:i;ye,
p.?r ; ic:
~ j parte
e
~ ('aíidos!ii, el eje. principa! 2c sil repre>ci-i:acióR tia1 E: j:a~ii). T P ~ C
dei znnrj !/,inko ,ibi "al15 doiide sale el sol", un t6rmii;o cilipl~aiilo
< < _el ~ emiinrlo correspoiiiiiei?te a la bó\:eda celeste no sea iibicab!e arriba pa:.a denon-iiiiar el p~iiitocardii-ial "Este", y llcga hasta el znnri yÓi:niiic-lio
d c i.<;;iiol!i.i./!no co~istitiiyei!na paradoja porqiie las referencias q i ~ se i ~ v c n "ailfi doi-ide el sol re oculta", que desigi7a el "Oeste". El "Norte" y el "Siir"
p a r a ubicni-se en ia tierrz no sor1 Iris inisil-ias que las q!ie cariografían el recibe11 sin ernbargo unsolo nombre, lo qiic den-\i;es!ra la gran importancia
ci>s;nos.E1-i efecto íiqari, qiie significa "asrilia", "encima" y tanibiéii !a tie itaíiisciro en reiaciór, a otras referencias posibles. Estr t6:.il:inv cninún es
rt!:iira, solninerite coiicicrne a ia ynrtc d e la atiiiósfera atraves,idd por las znnri pd~lcíclzign'ro,literalmente, "a!l5 donde el scll atraviesa". Si piirc!? en-
a v e s v los a\-ioi-ies. De hecho, íí~iirise ric'fiere a la parte siiperio: d e lo.< . tonces con-iprender la diferencia cualitativa entre el eje E s t e - O e ~yi ~el Eje
árboles grandes qiie piieblan el Sosqiie, a116 iio:-ide e! Iiiiino d e 10: resc- Norte-Siir, cionde este ültiino es visto simpi3inentc como u11 espacio siivor-
tores qiieda si~speiididotras el priso d e los avioi-ie;. Pai-a iin Ca~-~dos!ii, la dinado al primero. En realidad, ei ejc Norte-Siir n o se puede considerar 1111
i d e a cle qiit. el a2111 atniosférico o el cielo estrellado piicdaii encoiitrxse eje rcs~iltaciod e iina polarizaciói~,sino ni5s bien corno u n horizonte n o
e r i ui-ia relación d e coi-itii-iuidad diineiisional con esos espacios rrcvrridos (ieterii-iinaiioalrededor de i t s í i i ~ i ~ o .
p o r 10s ciistraído~vuelos de las aITcsno tiene iiiiiclio sriitido; y la idea d e Las nocioiics topcyrríficas candoshi no se limita11 al d o ~ i i i n i oexcl~~isivo
q u e eatarcintinuidaLj piieda e>ctci-idersel-iasta ii~cliiirla tierrl d e las al:;-ias d e la reyreseiitación de! espacio geográfico. s e puede peiisnr que orpnizai-i,
o iz d e c;:os ii~ui-i~ios initicos, todavía inei-ios. Pasa lo mismo coii :sripoo.ili~, niás al15 d e ~ i isimple
i balizaje del cosiiios, ur? escliienia más abstracio y más
q u e q ~ i e r ,decir "debajo" v "riL~:ijo".Coii-io indica su raíz, este :Grn-iiiio se genei-al qiie rige la percepción del e s p c i » . :i-iglobando la !ota!idad de la
refiere a!;, siiperficie de 12 tierri tsnp«iiislr y 110 a la existencia d e un iniindo visión del mundo y revelando, d e uiia rnancra pariicularinente elegante.,
p o r debajo. Loslocativus qi1e seiiaiaii ia derecha (11Ólsc7iiógclli) la izcliiierda profui~day sintética; el estilo d e esta sociedad. Es eii este sentido ai-iiplio y 1
{iiB':ii~ó$clii)tierici-i,conlo los :Ci-iiiii1.o~ ai-iteriorn;ei-itc cie5ci.i tos, u n liso I:\I.I!' vago qi:e utilizo el tériiiii-io "geometria c?ndosl:iU. Así, en i-elacii~ia la
cc->i-icreto1. liiiiitado al espacio qiic circii:~;la inmediatainci-ite al s i i j ~ t o .
* ;
gron-ietiíi ciiclic~iaiia,el espacio caiiilosbi es prtjbablenirii:r co:it!iiiio y I!
tridimensional, aiinqiie su anchura sea iiicluidn e n sii longit~id;pero por \'isiói-i del mundo no objetiva porqiie, rticís a116 d e la geometría, ífsiiisnro se
enciilia d e todo no es ni infinito, ni Iioniogt'neo y todavía menos isótropo. infiltra e n todo el etlios d e la colecti\.idad. Encarna la rigurosidad tan
Si se concuerda en decir que los Candoshi conciben el espacio conio 1111 apreciada por esta sociedad; ciiando se pide a los Candoshi qiie definan
medio continuo, siis propiedades varían no obstante según la orientación este término, hacen iin gesto enérgico sefialando el recorrido del sol Este-
que s e considere. En efecto, este espacio no posee, conio eii el espacio Oeste, pero expresáiidolo con una actitud severa que denota u n sentido d e
euclidiano, el carácter común a todas las líneas rectas o a todos los planos la aiisteridad y d c la disciplina. El término coi~notala rectihid ~ n o r a le
paralelos en los cuales un punto puede tender hacia el infiiiito. Ei1 la intelectiial, la calidad de lo que es recto, verídico, en expresioiier; tales como
geometría caiidosl-ii, los p i i n t o ~no son todos idénticos, ni tampoco lo son ifí~i~i~~~o,t~i!)~tnirinnriirl("decir la verdad") o fisí~isnrokn~~iiíiiii?iiit;i~ifl
. - .. . ("dar '
las líiieas que pasan por u n mismo punto.El espacio candoslii está orien- ;iiforniacioncs correctas )I pondekidas"). .¿a trayectoria del sol uhica al
tado hacia iin punto donde todas las líneas convergen. Una línea recta es Cnndoshi en el mundo ofreciéndole el fiiildamento d e sil geometría y, p o r
d e liecho un \.ector orientado hacia el Oeste. Y si en la geonietría ericlidiana tanto, d e s u percepción del espacio. Puiito d e fuga d e Lin iiniverso sin
se adinite qiie una línea recta, y sólo una, i;incula dos piintos, e n la geome- perspectiva, la eclíptica orienta la realidacl a la vez física y moral d e la vid*
tría candoshi pueden pasar entre dos puiitos un nfiinero infinito d e vec- en t.<npoi~isli,d e tal mancia qiie la froi?tera entre la interioridad y l a exterio-
tores. Por lo demás, ciiandouno llega al territorio candoshi, iiiiiguna pers- ridad d e v i e i i ~u n cilerpo sensible, y aquella entre el sujeto y el objeto se'
pectiva 2eon:f trica sc ofrece al observador, salvo en las coinunidades que \1~ielveporosa, incluso iiiesistente.
*
buscaa iinit2r les pueblos d e los inestizos. Hasta parece que es espresamen-
te evitada. Los áiigulos rectos d c las casas, impuestos por la ertriictiirñ del
armazón, son caniiiflados por la parte seniicirciilar constr~iiclaen las 'los
extreiiiidades, eliniinando por !o tanto la posibilidad d e crcnr ~ i iFiinio i de
1 Persona y espacio a modo de conclusión

fuga. Por e! contrario, las casas d e los piieblos inestizos, prúxiiiias al tcrri- Las conridc-raciones realizadas a lo largo d e este texto conciernei-i mil?
torio cariciojl-ii, eitdn ciis;~uestase11 forma de par~lc1epí:edos perfcctns a ~ s p e c i ~ , i i : i ~ !ai ~loc
t ~ estudios sobre io que e n antropologíri se h a \,enicio
ambos iador d e iiiiñ a\.eiiida rectiiínea y úliica. El espacic, c;l:~~ioslii no es 1iaii;aiicio la níici6n d e persoi:a, desde que h4. hl;liiss en SLI célehre eiisayc
ni estAtico rii ortcgonal; al contrario, e5 orginico. Si se reprcsent;~!a geoíi:e- prvpwicra P S noción ~ con10 ui?nuevo campo anaiítico Fíi:1uestrí: dircipli-
tría e~iclidianacor;;o iina cuadríc:iia, la c~omciriacandosi:i podría se;. iia. N o se irata sin ~ r n b a ~ +l g o lector lo habrá comprei1dido- d e l a iioción
iniaginada corno iii:a fig:irn fusiforilie coiistitriida a partir de u11 cje y d c dns clárir?, dc 1ier:-ona 11ifirr.1,pzra retuinar el tér:nino de Maiiss, rcpresentación
polus, con lus polos restantes pro\~iiiieridc(:e la tensión d e esos dus polos co1ecti:~a de! estat~itosocial del iiidividiio, sino d e iina persona adherida
principales. En tres dimcnsioiies, la geoiiietria candoslii p ~ i e d ser e il~istsada al mundo, una persona qut. percibe y actúa. Como ya l ~ dicho, e esta impli-
por la iixagen d e iiiiniíisciilo, d e la niisma iiiaiiera qiie la estriictura dc uii cación d e !a persona sei~sibleen el m u n d o supone qiie estd sometida :!
cristal p ~ i e d erepreseiitar ia geometría eiiclidiana. est<idoscan~biantes,reflejo d e los estímulcc qiie recibe d e la realidad, al
De esta manera, cu;.ndo los cazadores caii~inaiipor el bosque, siempre mismo tiempo que indisociablen-iente disuelta e11el entorno. Esta persoi;a
s e ubica11 en función d e la posición del sol. Si iiiio camina frente al sol (znnri - que se dediice d e rni propia experiencia ehiogiáfica iio es otra q u e la q u e
tosrírii'ro) o d6ndole la espalda (zaflri kóshiirlracli), se puede saber si se trata ya vislr:nibrarci11 autorcs coino M. Leenhardt (1947) o el mismo E-Iallo\vel
d e 1;: niaiiaiia o de la tarde y si el ri:n-ibo d e la caminata \,a hacia el Oeste (1960) cuando, persiiadidos por los discursos d e los indígenas c o n los qiie
o hacia e! Este; pero esto 1-10es posible si uno se desplaza sigiiieiido e! eje irabajaban (que, dicho sea d e paso, se encontraban eii ias antípodas uíios
Norte-Siir, aún criando se dicc, en este caso, qiie uno Iia caniinado con "el d e otros), alertabaii que la idea d e persona en otras ci.ilturas podía iricliiir
sol sobre la oreja", 1nnrii7 kifríitiín~ocli.Es imposible, sin embargo, esplicitar, otras en tidades que la persoiia liiiniana. Di.sde eiitonces toda una corriente
salvo con una perífrasis qiie llaga referencia a la hidrografía, en qué direc- d e pensainiento en antropología s e ha dedicado a desinlegrar, a desiihstan- :,
cióiise ha caminado. Si caminar en la direccióii Este-Oestepuecie ser deiio- cializar y a restablecer la continuidad existeiite entre la persona y el entor-
tado POS dos diferentes expresiones que permiten precisar la »rieiitaciói~ no. Una de las últiniis gra:ides tentativiis en estesentido es la r e d i z a d a p o r
seguida, carriiiiar en el eje Noitr-Siir sólo se puede denotar por ~iiiaúiiica M. Stratliern (1988) piegiiiitándose sobre la pertinencia d e la iioción de

I
expresiói~común, ya q ~ i ela dirección no piiede ser indicada fiiera d e ese persona en Melnnesia. I'ara esta autora, Ia idea de persona en tanto qire
sistema d e referencia. iiidividiio, es decir, entidad indivisible, integrada y limi tada por oposición
La pobreza seinái~ticadel tje Norte-Sur contrasta con la i~ocióiiifiiiiiir-o, a las otras, no es aplicable al concepto rnelanesio d e persona. Para ella, !a
qiie cln cuenla del caricter f~:s!ifcriiiede la " \ ~ i r ; i c í i idel iiiuiido" caiidos!ii.' persona ci1 Mclaiiesia sería un conjrinto d e relacioiies a la iiiiageii de aclue- .!?
11;iii qiie cciinpoiieii la socieiiad: uii iiúclca cliie rjbjeti\.a 1.clnciriiit~~ 1. la- <!a a e i l t e r a ~ n c i ~parte
te del canipo rie obser\.aciríri. La \.isiijri e.; d e esta iiiaiiera
e
i.o:1ocei-. Si la i ~ l e ade pcrsoi~aioijada ;.or 12 ~iir)~Icriiidnd i15 "iiidi\.,ii.inl", la iiiiradida p o r d iiiiiiicio :y, ~Líbiiaiueiiteya iia r c descril-e la i ~ i s i t i i i ~ b j e -
p ~ r s c > i iiici:?i~c~ia
~a es ',di\ idi:a!". Alic~raLiieii, c;~:cdii L ~ I Ipi-~L~lcnia c-1-i1ci~1~1 o coi;io diría hlerleaii-Poiity, e l retoriio sobre .si d e lo
ti\.a d e l i i l ~ i ~ i dsiiio,
r :de c 6 i ~ i o;iborc!,i:iicis desde 1' ;iiitrc.:p:~logia ciii,i pcr>oiin "Ci\.irii;;il".
r ~ ~ o l i . -el \;isible. O
Coino wiiala N. Biríi-Ea\:ic-i (l?C'S: 5/21, c ~ ; i i ? dse
! ~ ~ i i ? ~ ase
i i otoma
,
e "incii\.idiializa" a 1111 se,].
concieiicia d e 21 en tniito cliic ''61 misiio", ~0111.0iii?;: c.i?iidad
e
singular T aislacln. Eil caiiibi!), si S? ''ili\.idii~li~d'' <i LII: ciLil~iiilirii~.i~, I:C $ 2 Notas
puede siiio toniar conciciicia <le la relaci611 ~li!etii?iie conmigo: ccíino nie .. -
. .
linbln y m e i.scuclia, cóilio le liablo \- le cscirchíi, eic. D:cri<: ~ : ~ o t r o i i i ,
e.fi,it
3
,'
"'
o, ei tr,5n~o~CfA;i5~Co'dEE~~;¿fefi~~.~rs
. . , , . . . . -
(19713 ~ Tcic~arrofIa
F las te;is
solo se p u e d e d a r c~iciilad e Lin "di\.id~io"a trn\-6s iic la tierccpci6:i di. sii de la ecologí; ci~ltiiralesbozadas por T. Sie\<,,ir~! (1?.18), detc.~ini~iisnio natura-
presencia. .A falt;: de ~ i i i a~ : ~ t i c l a<dj i i ~ : i l i !y~ aisl~cia,!o q u e un(? p u e d e lista que se l>erpet~iará ccii-i los estudios de sociobiología i-,i:niana en la región
(Ciiagncin 1988).
a i ~ r e h e n d ces,r en rea!idad, la presi,iici;i d e dos ciicr;wi percc,;iti\-o.<,& dos
En los trabajos de P. Ciastrcs, por ejeniplo, donde todo es sosirdad, aiinfliie no
p u ~ i t o ds e \-ista. Eii 1'1 4:~.iazoi?í.-1, qiiiza iio exactari~eiited e i?. n~isir,;iiinaiicra :ina sociedad constriiida a partir dc.1 aná!isi> de las particiii,irida;ies coi;crrlas
q u e en hIelanesia:", la i d r a d e iiidi\.id~iaiitiad1\13p c ~ n i i t zcxp!icar la ioii- q ~ i ofiecr
c la elnografLi, 5iiic i i i i ~sociedad coiiio noc~iínfiloshfica ab>trc?cla, tal
ccipciJn local d e la Fersoiia. Cii.i:ido propongii qiic lis!. qiie cx3iniiiar el y co11ioera concebida por los fiiósofosclasiios qiii. rcfl<xiqiiaron al coiiipá~de!
cl.ierpo !;la persona C!I jit?n!>r¿ilcoino Iiigar rle i ? ueicepci611, n?i p ~ < ! p Ó ~ i h . , , desc~ib:iiniento int-leit~ialdri " nuevo nilinda " i; S L : pob:sJcres.
~
iio e s solo intentar i~:i:preiider las c i ~ t o l u g i indígeiins ~s eii r . ~Jivei-sidad,'
i Diversas rontriliuciunes que ai~al!zai-ila liistoíia, In e;.oi~!ciiín \; el inip;ritodr !a
~ i i i oka~nbit?iiresol\-er L:N parzdoja c~lii~:ei~io!(.\gic q u e sursil a paiti.; riel iningen dcl iiidígeiia aniazóniczi v iiil la driirono!r>gía aniaz6~icns;i l-ian ido
publicando desde qiie se constató est? " re\.:>l;ición" reyiiinal. !,as qiie ~;.ias
n-iomentc en q u e la Fcrsonu, eii tai:tci qi:e iii~ii;-ikinci,cies;ii:~nrcce.
ha11 influenciado eslas páginas, son el tratidjo d . A.C. Ta)*lor(IYC-i),c-1 arlic!ilo
El e s p x i o !-ei entorno t?ri-itiirial e n i i ~ iu::i;.erso doiicic la ;.erio~ia de J'. Descola (1985)doiii!r ahcirda el inipuctc de! iiat~irñlisnioer: 1'1 in:2ge:1 c!cl
ii14i.i.id~i;lizada no existe, ; i r j 11i:ede11 scir ~j:i:-er~,:!id\:acomo uii ca!?;pi> d c indtgrna coiiio sujeto pa5i1.o d e su viii~ri:!)ca:11:r7i. ia int:oci!iii!Ji-i d e i'.
ohje\i\,idaC r u ) a csiensicíi?, di: !,i.riis;~:;i i iii<i;:!:r,i C L I Pi:ii nii,;?a, sería Fri3coii- Desrola y A.C. Taylor (19%) al niínier.: d ~ t ~iic i ela rt?*.iq:a i'.;ioiii~ir!-,dedicaci~
ci'bidn por. L!n sujeto t;ascei;Jt.iitr.i. Ei ~ . ; p ~ i i oeri, es!e coiit!:xío, sc1lo se precisanieiitc a pre~eii:~ircsto:; a1.anct.c co;iiv el i((i:lo s1epbr:cii -Lic. este
pl-iecir (.!,ir coino :in siste:?ia cle o r i ~ i ~ i a c i G;?:>.r;l :; e ~ p ! o r a r [ I I I iyiedic; c:: \ oiiimen iiidica ( L l i r~.i!iaii:c;r~ 1.i siiioj?sis (!L. E. \'iIrc.iro:: de
r?? i'.A.ii~;?~o~it~j,
ilii?dii~ic;ii:onstan!e. Es 701 tt.<La i.c,,~I(r: qlic il: pcrct~j?~ilji: c;~i:d:i:;iii (iei Castro (1906) dondp de.;cril-e \: analizo r:o so!!: 13 ;!i!:.i)p:-i*iqia si!.:) taiiibi:'li
.,
Icis dporics d r la prel-iis!o:-ia, 1.1 histori.1 y la ?c:,li,gin I~iimaii,?i c i : cq:*: regtoii,
c..s,?acio tiilirre d e la ~ e o ! u e t r í aeuclidiana. Si e.;ta 171 IS i ; ~ s c r i bici i~i caiij::nlo
t. tuniando coiiio Iiilo coiitilicior la ciicotoniía eiitril natiirnleza y socieda~i,tel6n
d e I E ~ ~ Oq!ie S goL>iern~.ii el ~Iesplicgiied e uii e.;racio .ibsti.acto eiltei-idido cic fundo del trahajo de !as ciencias Iiumanas ri-i la Amazonía.
cu111.o u n a siiperficic- iiifiiiiinriiente exlens,i, la "~;i.oinetría iaiic:lcislii" s e Un ejemplo podría ser el uso de iiocioiies corno animisnio, reforni~iiadopvr
coriforiiia t o n ofrecer !:I can:iiia~~te los eleirit'iitos q ~ i cle perirnitt~iide<;e:ica- Descola (1992, 1996b, este voliiiiien) ' z partir d e una experiencia aniazónii-a, o
d e n a r la dialécticz ei'itre la ycrcepcióii 1: la acci5i1 necesnria.; para al.ailj:ai. perspecti\;is:nc, s~irgidotainbiéii de la ~ : i f r o ~ , o l o gde í a esa área Faia dar
e n este mec!io ainbiente,nlgo perieciai~ieiiteciicar para aq~ie!!os i>iii3:~osolo c~ie:iia de ontol~gíasindígenas de oir.1~regiones, fuera incli!so del coi:tjnente
vi:?en d e la se1l.a sino, sobre todo, viven crin 1;i ici\,a e n sil irrciduciihle americano, como las de! norte de Asi.1 (Pedersen 200;). El perspectivi~niiies
iiria ideología autóctoiia qiie considera que las especies huniaiiac ! iiíi Iiiini.7-
coniylejidad y i-iiiitacióii periiiaiieiite.
iias consideradas sin einbarso personas desdc una pcrs:.,ectiva aiiimista, íi;,rp-
En óntropología s e habla de la "\,i>icii dc! iiiiiiicio" d e t'?l o c ~ l a colec- i ]->elidenla realidad de la ii;isrnii i~lrniapero desde ciift.rei?te; p~iiitosde vista
tividad, a e s u "cc->siiiovisióii".La iiocióii d c "visiíln ciel niundri" parece sin relativos (ver en particular el ariíc~ilode E. Viveiros de Castro c i..le tiata
crnhargo coiiiportar la idea que éste s e cnciieiitra !.~ioLjct!\-ado p o r el ojo del e?pecíficainente sobre estc tema explorando a I ~ ~ i n de a s si!^ toiisec~iencias
observador. El niuildo s e ei~coiitraríai r r e ~ i i ~ d i a h i c i ~ i esnr pt ea r a d o d e l s u - epis te~-i-iológicas).
jeto soiiietido a la pasi\lidad d e 13' ci~i:ici.ri;~i~cióri. Esto iniplicaría q u e la En todo caso, el intcrés por la percepción tamhiSn se e s t i oando a nivel general
ciia!idnd iiiteri-ia d e este s ~ i j e t oiio cuiicierne e n liada s u perspeckij-a iiel en aniropologíii (la obr,: de T. liigold ?U00 coi~stitiiyesin iuJ.1 cl inayor
expuiienie) y, co:iic en la An-iazonía, esto piicde e x ~ l i c a r s por r la iri:porta~icia
i-.iiiiido. Eii efecto, eii ailti-opoiogía a nieiiiido s e describe, p o r iin lc7.dc,lo:;
qlie el cuerpo ha toiiiado en la antropología de estos últimos deceiiius.
1 coii-iponentes d e la persona y, por otro, la cc~siur>log;n;pero r < ~ i a ~ ~ -se c~i~te E! anin~isnioy el peispcictivisrrio an-iazóriicoa¡ que lit: hecho referericia ante-
iilleiika d a r curnta d e anibos a la vez. Las reflcsi:~nes \: elenici~tosde citiio- riormente se eiicoiitr,irían sit~iadosen el ceiitro d e este interés.
graffa esi.,u";tos e n cstc tt31tci iiitciit:iii loninr e n cüeiita el cc;i.6itei. Este prosraiiia de iiivestisacióii que presento aquí d e niaiier,i sintética hci sidc? i
.!?! i ~ i ~ i i s ~ ~ ccie i ~ la
~ lpcrsci~i'i
ile con eiitc~i-iio,~1~ tal I I I J I I ~ qiie
(31 ~ C ~ e¡ ojc> t o r ~ n c
! ,;-
desarrollado eii alg~iiiosartículos (Surrallés 199S,2000a, 2000b, 2003b, 2003c) niuy similar recogido d o n d e inr Cliayah~iita,griipo vecino ineridioilal d e tos
y, más exhaustivaiiieiite, en un libro (2003a), de d o n d e también extraigo los Caiidoqhi, cuyo idioma pertenece sin e ~ n b a i g oa tina familia lingiiística distiix-
aiiálisis etiiográficos realizados en este texto. i ta, la cnhuapana (Ochoa S i g ~ i a s1992).
S Porque, conio lo deniuestra el mero interés que los antropólogos manifiestan 14 El teina d e las puertas batientes proviene d e un paradigrna inítico compartido
por la percepción, si esisten diferencias ciilt~iralesa nivel perceptivo o, dicho de y diC~i:i.dido,e n la inisiria forma, eii varios lugares d e América; sii contenido 1-,a
otra maiiera, existen difereiicias ciilt~iralesaiites d e ser concebidas por la sido analizado por Levi-Straiiss (1971) e n las MylIioIagi17i1rs.
cognición, se tambalea u n o d e los pilares sobre los que se Iia constituido la 15 Si la idea del cosinos concebido como una serie de capas superpuestas h a sido
antropología diiranie la segunda mitad del siglo pasado, imponiendo una a menudo utilizada r n la ehlografía amazónica para describir las representa-
revisión d e las nociones epistemológicas d e base, como estructura, sigiios, ciones iiidígcnas, ciertos auiores, como Vive-iros d e Castro (1992:59-60), expre-
sistema, espacio social o relación, usadas a ineniido coino lengiiaje ordinario san s u malestar frente a la fiabi!idad d e esta imagei-i.
p o r e1 antropólogo. Esto e s un tenla que desborda el niarco d e este artic~ilo, 16 Vcr a este respecto las coiisideraciones d e E. Viveiros d e Castro (19QR)s o b r e la
pero que he abordado en alguna medida en otro trabajo (5~irrallés2003a). idea d e que pala los anieriiidios, 1. en particular lcs anazúnicos, ei ~ ~ u i i dt eo
9 Autodenominado knildonzi ókniirionz y conocido también bajo el término iii,,- vista crea cl sujeto, demostrai-ido este carácter eniinentenic.nte pciccpi-ivo d e
' roto, este griipo Iia sido objeto d e do; pub!icaciones antropológicas aiites de ? ~ . un est~iiiiocomparado entre Ainazonia y
las o n t o l o g í a s ' a i n e r i c a ~ ~ ~Para
empezar ini propio irabajo d e campo (Amadio 1983,1985; Amadio y D'Einilio Melanesia sobre c ~ i e s t i o n erelativas ~ a la concepción d e persona, ver e l !ii.ro
1983). Conio en otros grupos d e la región, una rígida di\.isióil s e x ~ i a ldel editado por T.A. Gregor y 13. Tiizin (2nOi).
trabajo preside las acti\*idadesd e s~ibsis!encia,relaii\.amei-ite al margen d e la
economí? nacional peruana. La caza v la pesca al arpóii sigiien constituyendo
las acti\.idalies ecoiiómicas niasc~ilinaspor excelencia, y la recoiección y la
hortiailtiira, las lenieninas. La casa, normalmente construida a uiia cierta Bibliografía
distancia de las casas \.ecinas, ese1 centro d e operaciones para estas actividades
y el eje d e la \,ida social en general. Lste rel'itivo aislamiento esti tempzradio, Alber:, B.
sin eiiibargo, por u r i ~ sredes inter-domésticas que asocian de diez a veinie i9Ss: Tr:lípj di>jni:? i ~ i i i iic~ scc1:drcs : Rrprt~~r!~ii~!~oir de !ri i~:n!i:~iie,s!;;l>r!i~~r~tiicl
resideiici~s,diztribiiidzs sobre iin espacio relativanienle circunscriio; redes c: ¿cPiici pí)!;ti!i:!~ ~ I i c ICS
i Y,~::n,iii~iiii i i r i Siid-Es! IP.!irrzoi:ii. Bll'si!iriiii,~,l.Tesis d e
forriiatias a parti: d e la aliaiiza d e dos gr:iposde 1:rrniaiios ciasificatori,- Jcc:o:ndo. Parib: lJrii.:ei.sitt; de Paris-X.
'Oq 'lL!e
se ha:i casado entre S( conio i i i i medio de corisiit~iir1azc)s de solidaridad lilas Arnadiu, N.
alli d e la coii~anguiiiid~id. s dirigidos por iin jefe, que coiiipar-
Estos g n i t ~ o son 1963: :';.os hluiato: ni;a síntesis hij!órica", .d.i1iii;oi~íi7 I?cri':i!:.in, 6 (i?), ?p. 117-
te en cierta medida e! poder ron otro jefe. Este poder bicéfalo f s el reflejo d e la ,131.
coiilposición diia! d e los grupos locales. LTiia veintenn d e estos grupos ~ x i s l e n Arnadiib, M. y L. D'Eriiilio
aciiialniente, algiinos de los cuales h;in ciisnirii~iidoel aislaniienio rcsidencial y 1983. "L.a alianza .ciitre los Cindoshi M ~ i r a i ode! A!to .4iriazr-iiias", .41ii,;z31?~,7
se haii coiicentrado en peq~ieiiosnúcleos poblacioi~alesfomentados por 11s j:cr!i~i~n,5(9), p p . 23-56.
niisiunes y la necesidad d e acercarse a las escuelas q u e el Ministerio de Educa- Arheni, K.
ción per~i;iiiodispone en la zoiia. Una tensión considerabls, que a nienutio se 1993: "Ecosofía Mak~i.ia"ir] F. Correa (d:r.) Ln cc*looIiiii?~nniindn.Ec~~logíi, nlferiin-
convierte en abierta liostilidad, preside muchas veces la relación entre ellos. TI t!zv el Irbph-o Iiiíiiic,iic co!c:ribiiliio. B q o t i : lnst;t:~!o Cnloii-ibinno (le Ai-irroyo-
chanianismo es asiiiiismo regido por esta lógica d e oposición entre grupos. De
Iieilio, la filosofía social caiidoshi se fundaiiieiita, como la d e otros grupos d r l
__ -
- !,
logia, Fado FEN-Colombia, Fondo Editorial CEREC, pp. 105-122.
1996: "Tlie cosniic food web. Human-nature relatrdness in the N o r t h ~ ~ r e s !
coiij~intojíbaro, en uiia ideoiogia que considera la siistracción d e persorias, .Amazonr', en !'i Desiola y G. Pálsson trds.) Nnfirreniid Socit1i3.Aiitii~oj~o!ogici7!
s~ibstaiiciase identidades d e otros grupos coiiio la condición para la reprod~ic- prrsprctiars. Londres y I\T~ie\;aYork : Ro~itledge,pp. 185-203.
cióii del grupo local (Siirrall6s 1992,20OOb,20033). Bird-David, N.
10 Ciertos elciiientos d e ini aii61isis presentados previamente en Surrallés (2001) 1999: "'Ar.iniism' Revisited . Personhood, Environment, a n d !<elationai Episte-
sigueri el modelo eiiipleailo por Descola (1986) cn la descripcibn de la coiicep- mology", Cilrrenl Ai~!liropoIogy,50, pp. 567-s91.
ción del es!mcio y del cosnios de los Acli~iar,etnia perteneciente a la laniilia Carneizo da Cuniia, M.
lingiiística y vecina de los Candoshi. 19?P: 0 s riiorlos c o: o:iIr05 . i i ~ i i f ln!in/isis ido sis!~liinfliil~>rflrio e dn )!o(-ñc~dc pessoo
11 El afijo -ei?lsi (transformado e n -n:i o -m!sirve para forninr todos los nombres entre os ilr(:ios Krn1io:Cao Paiilo: Hucitec.
d s ríos en jí\.aro-sliuar (Pii. Descoia: com~iiiicaciónpersonal).
12 En lo que refiere a la geomorfología d e la regio11Caiidoslii, iiii fuente principal 1988: "Life Kiitories, rilood Revenge ar:d M'arfare in a Tribal !'op:ilatioii",

I S ~
Iia sido Rasaneii (1993).
13 Ver el trabajo d e E. hlargery Peíia (199737-43 1997), a propósito d e la difereii-
cia eiitre Iiiia coiicepcióii local y iiiia coiicepcióii ~iiii\.e:sal del dil~ivio,en ;a
rnitologia aiiieriiidia. Ver, asiniisino, Iñ presentación !'el anilisis d e uii niito
Sciri~~e,
239, p p 98-5-992.

1989: "DLIvPgétal il'li~ii;iaii~",


,iiirio:cs dt3 (fl Foiíl;iti~iiF!/ssr~i,4, pp. 15-24.
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s,

1
L a comiinicaclCn qiic los Tsacl~ilarstableceri eri s u s enciien:rns iorti;iioi
e s estrictame:ite retórica. 1.a precisiói-I sobre el desiiiio dei cnn?ii;aiite
-par6 arriba (fi7clii)o póra ;?bajo (pc!rchi)- n o posee n i n ~ ú valoi- n ii-tfr:i.~ilati:,o
1093h: "Des fantómes sttipéfiants. Langag? et c1oyance dans la pensée achiiar",
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l'alliaiicedan~les ritueisdecliasse aiix teles des Shuar Uivaro) de I'Eqiiateur", eii F. sefialaran el ciirso d e los ríos y actiialmente p a r e c e n rnarczr el s ~ i ~ t dr i d ~
f3éritier-P.usé v E. Coupet-Rongier (e<.) LL's C O ~ I I J ~ ! ~ X ~ [ Lde ; S ('nltiniice. Ecoii~liiiii,, 13s caniiiios, s o n los d o s ejes q u e definen el miirido d e ios Tsachii;i, p ~ ~ c b l o
;,oli!it!iii: 2: foiidi~~li~,i;i~ syriiiloiiqiifi. Voli~i~ie1V. París: Editionc des archives ccn- iil?icado en u n a suerte d e c r w e geogrdfico y cultiiral entre !': a I t ~ i r n1. !,i
terii~oraiiies,pp. 7-7-10.5 llni?~ira,la inontañd y ¡;S tierros bajas, la sicrrci y la ct:sta. Pero i ~ t iliici- z
;99ú: "The soxl's Sad!; and its statrs: aii an~azociaiiperrpecti\.e on khe natiire oí cninbiv Ii~giiísticoict6ricc? rio ts taii vacru d e corit(:iiiíi~i coxic arare:;ta. Eri
t ~ e i iiluri;aiir',
i~ ]oio!i:il o;':iic Royiii Xii:liro~ic/c~icn! iiistitii:i,, 2 (2): PP. 201-215. o t r o trabajo (Vei.i;iira 2000a) heii-ios espiicsto e! carríctc: pacífico dc l a s
2000: "Li.sexe de la proie. izeprésentatioiis jivaio di1 lieii de parentc", L'lioiiii!~~,,
~ c l a c i o c e siiiterétniciric estr-iblecidas por l a s Tsachila. Ei diiiogr! q , i - ?re-
:51-155,
Viertl er, II.
..
- !,D. 3!W-334.
iiidir? este icxto scría u n i::dicjo 1x5scie este cornporta~:ijeiito. Sin e::-Liit.rg~,
1979: ",\ iic>~do de pessoa entre os Boroio", Rcirtiiii do h ' f i i ~ h'nciotin/,
o 52, pp. 20-23. c>steobjeto tampoco agota s u significado. Q u e el Pnfasis s e ei;cuentre el?ci
Vivei:cc de Castro, E. o. s e n t i d o d e la marci-ia n o s c o n d u c e a otra ref?cticín, m á s pcrtine:itr a ú n eri
1979: "A fabi-icacáodo corpo iia sociedade xinsuana", Boklir~idoMiiseo Alilciorioi, 32, el s e n o d e una sociedad que s e ha desarrollado precisailiente a p a r t i r de!o:-:
pp. 4'249. dcsplazai1:ientos y d e los intercar?-ihios e n t r e los A n d e s . la A m a z c n í a y l a
1-92: Froiii tiir Eiiciri!~'.~ Poiiit of Vinci. Hiiriinriitymid Diiiiiiity iii flii A!iicizorti~iiSoc¡i~t~/.
Costa. Las páginas q u e s i g u e n describen el lugar q u e los caininoi ori!paii
Chicago j; Loiidres: Tlie Gniversity of Chicago Press. _ <-'
..-
e n la vida y la visióii del uiiiverso tsachi!a, p a r a c o n ello iliiskr;ir Ia conit31?-
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,41itirrc!~o:ogj,25,?p. 179-200. cióii indiferenciada d e s u cosmoiogía respecto a uiia i'r;in!era c u l i u r a l q u e
1998: "Cosn~ologicalDeixis aiid Anerindiaii Perspectivism", ]oiirrinf of firr Rey! la riiodernidad h a establecido eiitre iiatiiraleza y cultura, eiiire los r n u n d o s
Aiii1i:~opoio~icoi liistiti~ti~, (1d.S.)4, pp. 469488. anin-ial, liiiiiiano y s o h r e i ~ atural.

I Los caminos de la historia

Los 'Tsacliila, conocidos coi1 e! t j r m i n o coloilial d e C o l o r a d i ~ ps o r s u <.>S-


tu:nbre d e pintarae el cL!erpo y el cabello d e i o ~ co o n achiote, nnl+taii h.:
tierras bajas occidentales d e l Ecuador y s u l e n g u a , el tsafiki, p e r t c n c r e n! '
,
g r i i p o lingiiístico sur-harlxmx-i, el m á s srircfio cie !a coiitiovertida i a i i i ; i a
niacio-chibcha. Actiialmeiite cstáii oigaiiizndnscn ochocoiiiiiiias, c c w c r r - 1
ca d e doc 11111personas, ) 511 mríxiinn t~ieritcd e r e c u r w s cs la a g r i c ~ i l t u i n

4
E
4
"s
históricos registrados como sus representaciones espaciales esthn viiiciila- nes que mencionan determinadas características topográficas sitúa11 tnni-
dos por medio de los ritos d e iiii calendario anual. bién los l-iechos históricos en el solsticio d e invierno o en el d e \:erai-io. Así
puec,jos referenteshistóricos se organizan por medio del ritiial eii u n orden
nuevo qiie corresponde al calendario anual y que iio necesariamente remite
Las relaciones visuajes a la croiiología. Un ejemplo claro d e ello es la relación eiitre Alto de Tama,
donde se cree que nació Juan Tama, y Vitoncó, donde vivió. Estos dos
Tierrlidentro es una región montañosa, y muchos de los recintos sagrados puntos, asociados en el relato mítico, guardan también una r e l a c i ó ~ a s t r o -
para los Nasa s e encuentran en la ciimbre d e una montaña. Desde una d e riómica entre sí: Alto d e Tama es el punto donde, mirando desde Vitoncó,
esas ciiinbres, el observador puede ve: otras iniichas montafiar, a l g ~ i n a ds e aparece el so1 en el solsticio d e junio. Otra niontafia próxima, C h i ~ t a es ,
las cuales son también sitios sagrados, con los que las aldeas o los lugares conocida con el nombre d e "Madre d e las Lluvias", porque las n u b e s qi:e
tie residencia están relacio:1ailor también. Como algunas moiitafias d e se forman en torno a su vértice, lristas desde Vitoncó, indican el coinierizc
irnl~oríaixiahisiórica obstruyen la líiiea de visión d e ui-ia comiinidad, del invieri70. Chuta es u n centro d e peregriiiación, donde se rejiiie\.an
coi?stitii)~endosu horizonte y a menudo los límites de siis doininios, n-iii- ritualmente los gobei-naaores del cabildo (Rappaport 1985),vi:?cula!?do así
clias dc esas cirnas son lugar de celebración de ritos que define^: a esa a los dirigentes políticos nasa conteniporáiieos con si: progenitor rnitológi-
iomiinidaci. Incluso si una aldea y :?na montaña, o una montaña jr otra, : co, q u e vivió en Vi toncó. Es tos recintos sagrados serán rememorados, pues,
puecien no guaydar una estrecha relación cronológica, la relaciói-i visiia! y en iin ordei-i más dependiente del calendarid anual qite d e una croiiolog:a
geográfica entrí- ellas da iin carácter d e ini1iedi;itez a la relación entre sus refiejada eii aiios o épocas.
reierri::i's históricos. Biien ejeriiplci dti-ello ese1 ivlon!e Chunibipe, en l n parte i La eslrrcl-ia relacióii existenie entre el espacio y el tiempo se p o n e Igiial-
mente cie manifiesto e n otras actividades no rituales. Berna1 Villa (1954)
n-irrii:ioiial d e Tierradentro, desdc donde la gran cacica Angelina i observa, por ejemplo, qiie los Nasa se refiere11a las extensiones c!e terreno
Giiyiiriitía contemplaba sus dorninios y fundó el resgru.irdo colonial d e
To~oiinn.Existe tnn-ibiin la creencia d e que cl Rlonte Cl-iuiribipe es ui-i jefe
i por 14 núrrierci de cosechas que v a n a producir, ya que estos i n d i i ~ ~ ~ a s
tl-.
pij'io petrificzdci, transformado en nioiitaiia tras S U derrota por los i n ~ a s c - practicaii la agriciiltiira d e chaniiceras.
res espaiioles. 1.a montafin sc encuciitra en los coniii~esnieridioiinlcs d e
Togoiina, ni5s ai16 dc Inr cuales los iacicliies de 1.1 coinii~uJaC;I-ioi- te^% d e i
1
Calderns expiilsaron ;i los in:;r.isorcs pijao. Ui-io (le los cai?dillosn-ifticos d e [.a recr>r?slrucciónd e la cronología
Calderas desapareciti en 1112 lago detrás del hloiite Chun:bip?. Desde sil i
ciil-ia se puede ver el Piieiite d e Ciietai-ido, donde hubo una matanza cie Los Nasa organizan los referentes históricos segúii diversos modelos co!ie-
Nasa liberales durante la guerra civil del decenio d e 1950.Así, en una sola rextes. definidos tanto temporal como espacialmente. Si In insercibn de la
ciimbrc están codificiicios dii7orc.o~referentes histcíricos correspoi-idientes a I~istoriae n el espacio físico, al vincular referei:tes d.. periodos ciistii-itos,
inoinciitos dislii-itos, relacioiiados todos ellos por l-iabersr prodiicido en el achía a!terando ei carácter cronológico de la narración, el exzn1ei.i d e los
rnisii-io si!io o por haber serlrido 6ste con-io punto de referencia visual. La , .- movimienios d e los percoiiajes mítico-históricos en el espacio revela que
relaciói~eiitreestos referentes no es cronológica, siiio espacial o te1,ritorial. este inisn~oproceso de espacialización d e la historia reconstruye también
la cronolog<a original.
En su estiidio sobre la mnemotecnia en el mundo occidí?ntal, Yiites
El calendario (1966) explica cómo los griegos de la época clásica uiilizabai-i los edificios
como auxiliares n1nenióiiicos, de forina que lar características arqiii:c~ctóiii-
De modo similar, e! calendario ritiial reorganiza ei-i un ordeii nuevo los cas se convertían en depositarias de hecl-iosque se podían remen-iorar en un
referenies históricos viiiculados con recintos sagrados. La inayoríri d e los orden fijo correspoiidieiitr a1 orden d e las característic~sdel eiiificio. Har-
sitins sagrados de Tierradri~troest6n relacionados de algún inodo con el wood (1976) se extiende sol~reeste ejemplo cuando analiza la oigani;. acicín
solsticio de diciembre o ei de junio, o coi-i fencínienos atinosféricos debidos d e episadios míticos en las Islns Trobriand en el interior y a través d e la
geografía sagrada, y sostiene qiie el orcleil teniporal de estos episodios s e
( a1 calnbio d e estacióii. A veces se celebra11ri tosen estos sitios coincidiendo recapitiila en la geografía: la direcccio~ialidadd e los sitios inítico-liis tóricos
coi1 estas fechas; en otros casos, es eii estos meses cilando los Nasa iiiiciaii
una serie de cereinoiiias relacionadas con el sitio, e n las que se representan encuentra sil correspondencia cii la cronología d e los i~-iitos.Esta relacicíri l
~51 10s l-iechos históricas qiieeii 151se prod~ijeron.I'or iíitiino, diversas narracio- eiitre liipii. sagi-ado g cpiiodio mítico no es estática; el niito es iiiia simple li:?
caii:ino dc v~ielta.Sin embargo, sigue siendo muy recomendado iio dejar caminos que han jugado un rol clave en la tradición tsachila: el camino d e
Iiue!!as que podría11 a\.isar a los seres no deseados q u e algiiien anda en la plata seguido por u n nifio y una niña para subir al cielo, convertidos en su1
selva. De la misma manera que la srig;i-idad dei cazador permite a u n y luna respectivamente; y el camino q u e marca ei intrincado recorrido del
Tsachila reconocer la especie que lo ha prt:cedido en sil marcha -iii-ia presa sol, bajo permanente ameiiaza de ririiie kela, el jaguar d e la cscuridad, q u e
perseguida, ~ 1 1aniina!
1 peligroso o iin mal espíritu-, la interpretaciór. d e las lo obliga a obtener presas de caza cotidiananwnte, antes del mediociía. La
hiiellas encoiltradas eii la selva o cerca d e los espacios domesticos forma luna también posee un camino, menos elaborado en la mitología, ai q u e
parte todavía del conociiniento de los indígerias selváticos, habitiiacios recuiren los chamanes durante las curaciones que necesitan s u iresciira
coino los Tsachila a pre\-enir p r a defenderse, eventualmente por la huicia, para las enfermedades relacionadas con el calor.
antes que atacar. Así, las huellas hunianas q u e desaparece11 d e golpe algu- Urio d e los cainii-ios fundamentales para la vida de los Tsachila es el que
nos metros m i s allá de su aparición, o que nparecei-i d e forma interinitente, condiice a tsabo aynii, la madre d e las estrellas. La madre d e 12s est~eila:;,
son claros indicios del FnsGpor la zona d e iiil~n~i oko, el espíritu rojo, temido tarnbiéii coi-i~cidapor jelcleti zila tsabo, !a estrella mayor, tiene ~ i n s;i-,i,ii.
1
pcr "1 liábito de chupar la sangre de los humanos u ai-iimales. Aclualriier,te, misión. 1'0i.un lado, ha otorgados las mujeres tsachila ia capacidad d i ' i::ji.:!,

las I-iuellas siguen presagiando buenas o malas i-ioticias y 10s Tsacliila y son las tsniliiii iinkn tsnbo, las estrellas pequeiias q a e brillan e-í\ ci~irmnii-,en--
3' "
i
conservan ui1a extrema erudición respecto a la dirección y el sentido del
desplazaniiento d e sus autores. No envano la precisión ei-i la identificación
de las huellas se ha extci-idido a las do los zapatos y tiotas de caucl-io, hecho
i ,~
-
to, las que tejen sin reposo el !iii sil;, la liana de! conocimiento, qutl o!orgii
a ! o s . ~ & ~ n . éhcapacidad.de
-.- ZF -,
P'OT ~fi$lih,
s s e el-mundo dc los s p í r i tcis.
c o m ~ i ~ i c a rcon
la m a d i u d ~ i ~ s ~ e s t r e cbnsideracia
ll~s~s 1; giiardiaiia ;!e Izs
que permite reconocer, a e regreso a casa, si hubo visitas durante ir? a1:sei.i- enfermedades, y es por el cainino q u e une la tierra a s u ir!undo p o r dciritle
cia, dc (1uiéi-ise trataba si estas personas regresaron o esperaiu:: al jele de: las enternedades llegan a los humanos. Cuando iin chnmán desea c;ius:r
hogar. el mal, traza u n camino hasta fs(ib3i7!/~iique perc-iite a la ei-ifermedzd ~ e g c i r
Ei tsafiki posee Lln \.ocabulario muy específico en lo que concierne al s u curso. Cuando otro chaináii trata d e ciirarla, deberá, con la aycdn 61:5,us
espacio y las ii!~iiaciones, e11 el que los objetos por situar 5011 IT..::~ a i?-i~qiicio espíritus auxiliares, borrar did-io caciino.
relativos a determinados ~ u i i t o des referencia. El sentido de la oricntaciói-i I
rsóclxila está ordenado en torno a ]LIS clenicntos cie la natiiralczn y a s1.1-
reieiciites axi,iles básicos: los ríos y sus puiitos de refei-ertci;l-arriba :,:abajo El mundo de los mciertos
((~7cliiy PL>/~c~I¡),
e~*eiitualnente oriente y occidente- J. el soi -yo i~liiio(allí
doiide i e :,!c)ne e1 sol) Y y o lnrio (al!í :ionrlr sale el sol)-, siendci los dos Pero existe tcidavía iin camino que tarde o teiiiprdno todos los Tyackii!a
primeros !os más utilizados. A pesar de sil origeii, debemos reiterar que los deben recorrer: es el cainiiio d e p i p i ~ f l el
, que conciuce al miiniio de ios
cail-ijiios y las pistas que atraviesan las coiniirias o que parte11 de ellas, muertos. Cuando la enfermedad es irreversible, ios chaii-iílnes d i c r ! ~qiit:!
ahora siitistituyen e:i biieno medida aquel referente d e los ríos, pue: perri-ii- piycllko piyn iiiitlii, "el camino de los muertos asoma". El ritual tradici~:nal
ten seiialar con la misma precisión los dos niveles espaciales por excelei-i- para enviar los muertos a pipozun, tr:ikn erckn, concentraba el P S ~ U S ~ ZU1-O 10s
cia, arriba y abajo, que antaiio guiaran SUS rutas. , . chamanes en la preparación d e u n camino agradable a las allilas dc Ins
ni~iertos,con el fin d e mostrarles las bellezas de! mundo al q ~ i edebían
llegar, piporua, y hacerles así ol:.idar ia tierra y sus allegadi-)Sí i i v c + ~1.0:.
.
Los caminos en la mitología chamanes cnviaban los muertos ei-i canoa a través d e este camino inn1i;teriai
que pocos l-ian descrito como u n río, pero que podría tratarse igualmente d e
Los caminos forman parte integrante de los ii-iitos tsachila y d e toda si; u n soplo d e viento, representai-ido eii ciinlquier caso su esencia, u;-ia vía cie
cosinología. Guían el recorrido d e los eleiiientos d e la naturaleza y cie'sus coni~inicaciónque une dos mundos. Fuera del ritual teiikn erekfi, qtie se sig;ie
espíritus, permiten el aprendizaje cliñniánico y unen el ri:undo d e los hii- practicando en algunos casos, este caminu es representado materi,ltl:neiitc
manos con el d e los seres sobrenat~iralesciurznte las sesiones d e curación; en el rnomento
..
de los en tierros. Antigiiameiiie, los muertos eran entsriados
ui.~::, finaiinente, tsnbo n!jnii, la ii-iadre d e las estrellas y giiardiaiia u e las bajo la casa del difunto, qiie era despiiés abandonada. Alrecirdor d e r::#.i
en:'ermedades,ala tierra, y la tierraal miii-idu delosmuertos. Eii la ii-iitología dedo, cuidadosainente colocado encima del corazón(feiik!i), se ataba u n hild
tsacl~ilaexiste un complejo d e relatos referentes al período de la osc~iridad d e algodói-i (fzriko sili) unido por el otro extremo al tejado. La liana ciel
lr a la soluciriii qiie perinitió a los chaii-ianes reciiperar el sol. E11 todos los corazón, o liana de1 alina, guiaba ei-itoi-icesel alina del muerto, ahora deno-
iiii:os de es tc corp~is(Nc2tiirikn, Yo iiliiii 7'rL7clii,Yo kolii), ei-icontramos dos minacin telikn, por el can-iino d e /iipoiiiii. La dtsiorilposisión de! hilo era el
resguardos y disfrutando d e cierta autononiía política a través d e sus coi-i- Los historiadores nasa siguen interpretando los l-iechos posteriores a la
sejos de resguardo o cabildos, pero la 1ecislació.i colombiana l-ia debilitado independencia en función d e la experiencia colonial d e esos héroes cultu-
esta institución, tanto por lo que respecta al poder bolítico de las autorida- rales o personajes históricos. Fundiendo en u n solo conflicto, conocido
d e s indígenas como a las din-ieiisiones tie los terrenos comunales. conio l a - ~ u e r rdae los Mil Días5, la guerra d e iiidepci-idencia !- las guerras
El relato de los Kasa d e su propia historia se ajusta a estas líneas civiles del siglo XIX, los relatos orales destacan la colaboraci6ii d e los Nasa
generales, pero .se centia eii 1111tipo de liéroe cultural sobrenatural, el cacique, con los jefes militares coloinbianos -y la pérdida
- de s u s territorios a causa
siguiei-ido su acceso a1 poder 1; sii caída uiterior. La r:arración lustórica d e los d e este encuentro d e dos culturas diferentes y dos programas p o l í t ~ c o s
Nasa se centra más en ias instit~icionespolíticas y las relaciones sociales que distintos. Según los Nasa, los usurpadores no llegaron a salirse del todo con
e n los hechos en sí, cond~i-isanclofrecuenteinenie acontecimientos muy pro- la suya, porque ellos ocultaron los títulos originales nacidos c o n ios caci-
longados en el tiempo en forma de sucesos catastróficos aislados. Estos qiies, documentos que validaban sus derechos territoriales. Al-iora bien,
referentes ~iistóricossufren modificaciones suti:les,d e m o d o que la coi~ciencia privados d e estos títulos, cuidadosamente escondidos en lagos de la mon-
histórica de los Nasa se centra efectivaniente más en "loque habría ocurrido" taia, los Nasa carecían d e defensa y n o podíaii proteger s u s propiedades
q u e cn lo qiiercalm~nie~ c i i ~ r ihlás
ó . iinporiante aíín es que los Nasa sitúan territoriales. Así pues, está claro que, segúri la visión histórica d e los Naco,
sil archivo histórico en lugares sagrados disen-iinados por toda la zona, que los caciques perdieron su poder en tiempos d e la República.
sirven a la .Jez de iiukrunientos nmenio:éaiicos para recordar la lustoria' y Aunque los Lítiilos lian desaparecido y,.los caciques se h a n debi!itado,
como líxites fronterizos, claraniente delimitados, d e los resguardos. Los los Nasa pueden recurrir en biisca1Cle ayuda a s ~ i héroess culturales eri los
relatos hislóricos d e los Nasa, al wmitir a referenií.~topográficos dispersos, t ~riomeritosciiÍiciles y citan casos, por ejemplo, d e apariciones sobrcnairríi-
so11 fraginentarios, con~pue:;iospor episodios que pueden ser autói-ionios o I les eiivi,~daspor los caciques para ahuyentar a visitantes 1-10 ii~rlígenasde
bicn guardar relaci611 cor. ctros por rnedio d e la observación visual y del sankiiarios y terrenos con tesoros enterrados. En otros casos, los solciados
movimiei;to en e1 espacin. Eii este capítuln exainino los distiiitos n~ediosque atacantes recibieron u n castizo físico d e los héroes culturales sobrenatura-
peril?iten agrupar esos ~pisociior:en :inñ c~c~nologíz. t ieu.
T~idi:sestas 5:isiorias se cuc;itaii d e ri-ianera infuiinai, sin iiii-igiíi>tipo de
l estilizaciór.. A;inq:i~ alziiiias adoptan 1;i forina de relatus con ui-ias líneas
Cronología y narració::

La historia oirl de los ?<asacs una elahoraciói-i bs.sacla e n hientes coloniales


Ii argur,icntales cohereiite~,o(:-as son meras referencias bre1.e~a acoiitcci-
.:nieiitos hist6sico~,,ii;io;mación contenida c!1 una o dos frases ( v t a s e Cohci-N
19S0, Price 1983). Cuaiqi:ie:a puede pronunciarlas: aunque nlgui-ios iiidi-
cscritns, !os iítulos de resg~iardos,en los que poden-ios oír la voz d e los
caciques d e l a co1oii;a (:?rciijvo Central del Cauca, Popaydn [ACC/P] 1881,
1383) coi-itándcnos cómo llegaron al poder y cónio se niaiitiivieroi-ien él. La
historia o r ~esl ?ara!ela a los docurnen:os coloniales y cuenta el nacimien!o
d e los caciques en los torrentes de moiitaña4. Los títulos coloniales aluden
I -.
viduos son conocidos por sus dotes d e narradores, no se los considera los
iínicos capacilados paza narrar gestas histijricas. Miiclios d e los mejores
narradores son activistas políticos que vinculan los I-ieclios d e la historia
nasa con la pr~ocupaci6i-iactual por defender el resguardo inoderno. Este
carácier difuso d e !a tradición l-iirtóriczise debe a la faltz?d e una autoridad
a Don Juan Tairia y Calaínbás como el "hijo delas estrellas del Torrente de clara y única desde la indel?endencia. época posterior a ésta se ha
Tania" (ACC/P 1883: 2182~).Según relatos conteinporái-ieos, los titulos caractei.izado porln presencia d e n-iúitiples autoridades indígenas, dotadas
coloiniales de :esguardo apai.icieroi: junto con los héroes culturales mi- d e ui-i poder pasajero cii virtud d e s u fuerza militar o elecciones. Estos
tológico~,a los cpie sirvieroi-i di) almoliada mientras flotaban aguas abajo. dirigentes n o han sido autónomos enriingún sentido d e la pa!abra, aciüaii-
El cacique surge para salvar al pueblo nasa d e los invasores, entre ellos los d o brísicameiife como i::termediarios entre los habitantes d e la reserva y el
vecinos Pijao y los Giiambiano, me~icionadostambién estos ú!timos en los Estado. Una sola historia oficial es imposible sin Una autoridad superior
títuios colonia!es como 1ospeo:es enemigos delos Nasa (iliid.).Los choques autónoma; antes bien, son muclias las hi:;torias que se crean roii áninio d e
d e los Nasa con los españoles, descritos coino actores violentos de la liis- devolver a los indígeíias
- la aiitonoinía perdida. Este es un eje!nplo claro d e
toria frente a los Nasa, inás civilizaci¿is, son muy parecidos a sus choques la i!:~portancia que tiene una comprensión cabal de la relscion entie las
con otros p~iebiosindígenas. Para detener los avances d e los eiiropeos en coniiiiudades indígenas y el Estado para poder entt.-ider realmen te la con-
SLI territorio, los caciques escalan nioiitañas muy altas y delimitan los cepción i n d ~ ade la liistoiia.
liiideros del resguardo. Uesp~iksdesaparecen eii las lagiinas d e altura, Los relatos de los Nasa se piiedeii catalogar en do> grandes grupos los
donde se los piie~lecoiivncar en moii~ciitosde apuro. qiie s e icfleren a los rJciqucs mitológicos en tieiiipos piccoloninlcs y colo-
3 \:er los mitos denominados 7'c.to iiiiiiii (cainiiio d e Qiiito) (h17 y M24) e n Navas d e Pozo, Y.
Veiitiira (IOOOa), Toilio 11. 1990: Ai~giiiiinrcncii 11. siglo XVI, Qiiito: Abya-Yala.
4 El mito acliii.ir que dio origen a Ori61i nos ofrece un bello ejemplo: d o s Salomon, F.
Iieriiianos ac!iiiar huyen de siis padres adoptivos río abajo, en Lina balsa, y 1986: 8'~~irnt>o-Nan: la vialidad indígena en el iioroccidente d e Picliiiiclia )- el
montan d t s p u s s al cielo po: iiiias caíias d e bambú; allí, ellos forinar6n las trasfondo aborigen del camino de Pedro Vicente Maldonado", Ciiiti~rn,Kc~i~i~iri
IJl&yadesy la balsa se convertirá eii la coiistelación d e Orióii; el padre adopti-90 dc,l Bnrico C~iitrnlriel Eciinifoi., Vol. VIII. nr 210, pp. 61 1-626.
les persig~icdesde entonces sin cesar bajo la fornia d e la estrella Aldeharán 1997: 'l'iiiilbos, Ni'yiins y Tsncliiln o 'Coior.ndos' diii-niiir ln Calor~inEs;inñoln. Efiio-
(Descola l?S(.:S?-S8); varios g : i i ~ ~ o2Liiicos
s del Chrico, eii el Paraguay y A;- liistorin ii~1Noroccid~iitedc Picliiriciis, Qiiito: Abya-Yala.
geiitiiia, creían igiialme:ite posible alcanzar el niiindo siiperior montando por Surrallés, A.
iiii árbol que unía la tierra a las regioiies iuiiares (~ipol!etti1996:342); J.-P. 2003: AII cocirr drr sei?s. Isrccptioii, (!Jc'~!ii~iti', {ictio!i clie: les Cniii:o~l~i,P a r í s :
Chaiiineil detalla la reprrien:acióii del rniindo d e iin chainán yagua, doiide una CNRS-b1SH.
lianz iiiie Ia 'gcnte-sin-ano" a la tierra (Cliaiimeil 1982:49); LPvi-Straiiss, a lo Ventura i OIler, M.
largo d e las hlitológicas, nos aporta numerosos e!ririplos d e ello :ara las tierras 1995: "En el canino. Los Tsachila eii el conipiejo étiiico d e la selva occidental d e l
bajas sudamericanas. Fiiera d e la Amazonía y del C h c o , mucho más cerca d e los Ecuador", eii Álvarez, A. et al. Prirrio riiclir:iitro de iiiz~cstisadorrdc. iri costn
'rsacliila, siis vecinos Chaclii relatan i i i i niito fundador, el d e Tutsa, doiide iina i cci~i;!oriniinrii Eiiropn, Quiio: Abya-Yala, pp.433-465.
liana está eii la base d~ la \.ida eii si: ioiij~iii!o: la liana de la palma :ea¡, qut. une I
1999: "Langiie, inythcs, cliamaiiisnie - une \:ieille iiistoiie: repré~.entntionsd u
dos c.~derias,sírribolc) de los dos lados d ~ niiiiidc,
i era reinemorada aiitaíio por I passé et d u coiitact interetlinique daris I'occideni fq!iatorien", 8ii!lrliii (ir :17
los jdvenes esposos el día de TLI niatrii~ionio(S4edina 1997:59).
'5 Este aspecto ha sido analizado coi1 &tallo eii Ve;!tiira (1999 y 2000b).
6 Este tenia ha sidc desar:ollado, eiiire otros, pc:r Dt,scola (1992, 19C6),Surraiiés
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lieriiianos acliiiar hu!.en de siis padres adoptivos río abajo, cii una balsa, y 1986: "Yunibo-flan: la vialidad indígena en el riorocciden:e d e Picliiiiclia )- el
montan d e i p ~ i c sal cielo po: iinas cniias de bainbú; allí, ellos foriiiaráii las trasfondo aborigen del caniino d e Pedro Vicente btaldonado", Ciilfiirn, lic,il;~!ii
Pléyades y la balsa se convertirá en la constelación d e Orióii; el padre adoptivo drl Bniico Ct,iitrnl ifrl Eciiailor, \fol. Vlll, n' 242, p p . 611-526.
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sejos d e resguardo o cabildos, pero la legislació~icolombiana l-ia debilitado independencia e n función de la experiencia colonial d e esos héroes cultu-
esta ii-istitucióii, tanto por lo que respecta al poder bolítico d e las a~itorida- rales o personajes históricos. Fundiendo en un solo conflicto, conocido
d e s indígenas como a las diniei-isiones de los terrenos comuiiales. como la Guerra d e los Mil Días5, la guerra d e indepei-idencia j- las guerras
El relato de los h'asa d e su propia historia se aj~istaa estas líneas civiles del siglo XIX, los relatos orales destacan la colaboración d e los Nasa
generales, pero se cei-ihñ en ~11-1tipo de héroe cultural sobrenatural, el cacique, cori los jefes militares colombianos y la pérdida d e sus territorios a causa
siguiendo su acceso al poder ; sil caída ulterior. La narración lustórica d e los de este encuentro d e dos cii!turas diferentes y dos prograinas políticos
Nasa se centra más en las institiiciones políticas y las relaciones sociales que I distintos. Según los Nasa, los usurpadores no llegaron a salirse del todo con
, e n los l-iechos eii sí, condt.iisa~-iciofrecucntemenie acofi tecii-iiientos muy pro- la suya, porque ellos ocultaron los títulos origii-iales nacidos c o n ios caci-
longados en el tiempo eii fornia de sucesos catastróficos aislados. Estos ques, documentos que validaban sus derechos territoriales. A h o r a bien,
refcrei-ites l-iistóricossiifreii nioditicacioness~itiles,d e modo que la conciei~cia privados d e estos títulos, cuidadosamente escondidos en lagos d e la nioii-
histórica delos Nasa se centra efecii\wnente más en "lo qiJe habría ocurrido" : taña, los Nasa carecían d e defensa y n o p0díai-i proieger sus propiedades
que c n lo que realmente oc~!irió.hlás iinportante a í ~ es n que los Nasa sitúan territoriales. Así pues, esti claro que, según la visión histórica d e los Naso,
su archivo histórico en liigares sagrados diseninadus por toda la zona, que I los caciques perdieron su poder en ti einpos d e la República.
sirven a la vez de iiusi:rrientos nuiemo:éaucos para recordar la lustoria3 y A u n q ~ i elos títiilos han desaparecido y,los caciques re h a n d~hi!itado,
como límites fronterizos, claraniei-iie delimitados, d e los r e s p a r d o s . Los los Nasa pueden recurrir e n buscaBe ayuda a siis héroes culturales en los
relatos liis:óricos cie los K;isa, al reiniiir a referen1í.s topográficos dispersos, 1 iriorncriios ciifcciles y citan casos, por ejemplo, d e apariciones s o b r ~ i - i a ; ~ r i ~ -
so11fraginentarior, conipiie:;i.oc por episodios que pueden ser autíinonios o I les enviadas por los cnciqiies para ahuyentar a visitantes no inilígenns d e
bien giiárdu; relación ccr. ctros poi rnedio de la »bsen.ación visual y del santuarios y terrenos con tesoros enterrado^. En olros casos, los roldados
iriovinii~i-~to en e1 eapaci:,. En ~ s i cea p í t ~ l o e ~ a i n i10s
~ i odistintos medios qiie atacantes recibieron un casfigo físico d c los héroes c ~ i l t ~ i r a lsobrenatura-
es
permiten agrupar eios ep~soaiosen iinn cronología.
Tnc':?se s t a >!istorias se cu2;itan d e rnanera inforinal, sinniiigúii tipo cic.
estiliz~.ciór,.Aunq;ie algiinas adoptan 1íi forina de relatus con u n a s líneas
~.rgu?:ii.iitaies col:ereii;e,s, c k a s soii meras referencias breves a acontcci-
'xicntos históricos, ii;ioiinación contertida cn iina o dos fi-ascs (\-base Cohci-1
Lr? historia ~ i dde
l los Xzsa es una elaboraciónbasada en fiien!es coloniales 1960, Price 1983). Cuaiqi;iera pnede pronunciarlas: aunque cilgiiiios ii-idi-
escriti,~,!os iítulos de resgiiardos, en los que podenios oír la voz d e los vidiios son coiioci~lospor sus dotes d e narradores, 110 s e los considera los
caciq~iesdela colonia (Arc!-iivoCentral del Cauca, PopayAi-i [ACC/P] 1881, iínicos capacilados para narrai gestas hislóricas. Miiclios d e l o s inejorci
1333) coiitái-idcnos cómo llegaron al poder y cómo s e nianti1\7ieroi-ien él. La narradorrss son activiskas políticos que vinculan los hechos d e l a historia
historiir oral es para!elz a los dociimenkos coloniales y cuenta el nacimiei-iko nasa con la prccjcl;pacidn a c t ~ i ípor~ l defender el resguardo inoderno. Este
d e los caciques en ios torrentes de montaña'. i o s títulos coloniales aluden ' -- carácter difuso d e !a tradición liistórica se debe a la falta d e una autoridad
a Don Juan Tama y Calñmbás como el "hijo de las estrellas del Torrente d e ciara y única desde la independencia. Ida época posterior a é s t a se ha
Tanin" (ACC/P 1883: 21192~).Según relatos conteii-iporáneos, los titulos caracterizado por In presencia de múitiples autoridades indígenas, dotadas
coloniales de resguardo apai.rcieroi? junto con los héroes cu!turales ixi- d e un poder pasajero en virtud de s u fuerza militar o elecciones. Estcis
!ológicos, a los p e sirvieroi-i d e almohada mieiitras flotaban agiias abajo. dirigentes no haii sido autónomos en riiiigún sentido d e la palabra, aci~ai-t-
El cacique surge para c;al\r;ir al pueblo nasa de los ii-ivasores, entre ellos los do brísicanieiite como ii: termediarios entre los liabi tantes d c Id reserva y el
vecinos Pijao y los Giiambiñno, nieiicionados también estos últinios en los Estado. Una sola histcria oficial es imposible sin iina autoridad superior
tit~ijoscoloi-iialescorno los peores enenugos delos Nasa (ii~id.). Los cl-ioques autónoma; antes bien, son muchas las hi:;torias qiie se creaii con ániirio d e
d e los Nasa con los españoles, descritos coino actores violei-itos de la liis- cievol\~era los indígeiias la autonomía perdida. Este es iii-i ejeinplo claro d e
toria frei-ite a los Nasa, más civilizadcs, son muy parecidos a sus choques la ii:;püitai-icia que tiene ui-ia comprensiói-i cabal d e la relación entre las
c o ~otros
i puebios indígenas. I'ara detener los avaiices d e los eiiropeos eri coniuiudades indígenas y el Estado para p d e r entender r e a l ~ n e n t la e con-
s u territorio, los caciques escalan montañas muy altas y dclimitaii los cepción india d e la historia.
liiideros del resguardo. Desp~iésdesapareceri en las lag~il-iasde altura, Los relatos d e los Nasa se puedei-i catalogar en dos grandes g r u p o s : los
dondc se los piiede ~oi-i\~«car en inoiiiei-itos de apuro. qi:e se refieren a los caciques mitológicos eii tieiiipos precoloniales y colo-
czii:iii~ de vuelta. Sin enibargo, sigue siendo muy reco~nei-idadono dejar camiiios que han jugado u n rol clave en la tradicic51-i tsachila: el can-iino d e
h~ie!!as que podrían avisar a los seres 110 deseados que alguien ai-ida en la plata seguido por uii nifio y ui-ia niña para subir al cielo, coi-ivertidos en sol
selva. De la inisrna manera que la sagecidad del cazador permite a un y luna respectivamente; y el camino que marca el intrincado recorrido del
Tsacl-iilareconocer la especie que lo há precedido en SLI marcha -iii-iapresa sol, bajo permaneiite amenaza de iieiile keln, el jaguar d e la oscuridad, que
perseguida, iiii anima! peligroso o un mal espíritu-, la interpretación de las lo obliga a obtener presas de caza cotidianamente, antes del mediodía. La
l-i~iellasencoi-itradas en la selva o cerca de los espacios dom6sticos fornia luna también posee un camino, menos elaborado en la mitología, ai que
parte todavía del conoci~nientode los indígerias selváticos, l-iabituacios recurre11 los chamanes durante las curaciones que necesitan su fresciira
coino los Tsachila a prevenir para defenderse, eventualmente por la l-iuida, para las enfermedades relacionadas con el calor.
, antes que atacar. Así, las huellas hunianas que desaparecen de golpe algu- Urio de los caininos fundamentales para la vida de los Tsacliila cs cl que
nos rnetrosmás a116 de su aparicióii, oque aparecei-ide forma intermitente, conduce a f s ~ b nynil,
o la madre de las estrellas. La madre d e 12s estieiln:;,
son claros indicios del paso por la zona de 1111111i1oko, el espíritu rojo, temido tanibiéi-i c o n ~ c i d apor jeieieii ¿un tsobo, la estíeila mayor, tiene uii.: % ' . ~ ) i ; i , ,
l
por SLI hábito de chupar la sangre de los humanos u animales. Act-ualí~ie~te, misiói-i.13ui.unlado, haotorgado a las mujeres tsachila iacapacidad L.!<: ;:,j..:,
!
las liueilas siguen presagiando buenas o malas iioticias y los Tsacliila y so11las f?;nizii~i110.h tsnbo, las estrellas pequeñas quebrillan en el firn-iaii:eri--
1
conservan ui-ia extrema erudici6n respecto a la dirección y el sentido del
desplazamiento de sus autores. No en vano la precisión e11la identificación
de las !?uellasse ha o&tei-idibo2 las do los zapatos y botas de cauc!io, hecl-io
que prniite reconocer, ¿ie regreso a casa, si liiibo visitas durante ia auseri-
1
¡

iI .
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to, las que tejen sin reposo el iiii sil;, la liai~ade! ccjnocimiento, q~i: o!orgu
a.
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1
cha+in.cl5
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,
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& $cipacidad.de comu;~icarseconel-mundo de Ics ?spírjt!is.
.
Pói JricYíadb, la rnadwd'~i'&>strellases cunciderada 1: giiardi2ti.3 i!c ins
enfermedades, y es por el cainino que une !a tieriíi a su niiindo por doricit.
cia, dc quiéi-ise trataba )-siestas personas regresaron o esperaros al jeir de: las enfermedades llegai~a los humanos. Cuando iir~chamái-i desea caiii,:r
hogar. el mal, traza un camino hasta /sflboi7!/nii que peri:-iite a la e11fermedt.d s e ~ u i r
Ei ksafiki posee L:n vocabulario muy específico en lo que concierne al su curso. Cuando otro cl-iainái-itrata de curarla, deberá, con la aycurc 6~ i u s
espacio y !as iihi,ac~ciiic~,en el ?de los objetos por situar so11l:.l:y a l ~ i ~ ~ i i ~ i ~ espíritus a~xiliares,borrar dicho caciii~o.
rcla!ivos a deterniinacii~spuntos de referencia. El sentido de la orientsciói-i
rsachila está ordenado en torno a los cleii?cntos cie la naturalcz? y 3 sus
I
(fpc1liy p(>I~cl~i),
;.
retei~eiitesaxi.iles básicos: los ríos )r sus pi:i:tos de referertcin -arriba abajo
evei-itualmenie oriente y occidente- y el soi -yo i~:ii~o ía!ií
El mundo d e los rntiertos

dolid? i e Fone el sol) y yo Ini~o(al!í donde sale el sol)-, siendo los dos Pero eriste todavía iin camini, que tarde o temyrai~otoclos los T.;achilú
prinieros !os n-iis utilizados. A pesar de su origen, debemos reiterar que los debe11 recorrer: es el cainii-io de pipoi~ln,e! que conciucc al miindo de ios
cnniinos y las pistas que atraviesan las coiiiunas o que parteii d e ellas, n-iuertos. Cuando la enfermedad es irreversible, los chanianes dice!? qUc!
aliora ciibstituyei-ieii buena medida aquel referente de los ríos, pues pern-ii- piyciiko piyn nziii~i,"el camino de los muertos asoma". El ritiiiil tradicional
teii senalar con la n-iisnia precisión los dos niveles espaciales por escelen- para enviar los muertos a pipozc~o,t~:iknerekn, concentraba el esfuerr o í?elos
cia, arriba y abajo, que antai-io guiaran SUS rutas. chamanes en la preparación de un cainirio agradable a las alirias dc los
miiertos, con el fin de mostrarles las beilezns de! niuníio al q ~ i edebían
llegar, pipozcla, y hacerles así olvidar la tierra y sus allegados .J~V<:'.;. 1.0:
Los caminos en la mitología chanaiies enviaban los muertos en cvnoa a través de es te camino inniakeriai
que pocos han descrito como un río, pero que podría tratarse iguaime:-ite d e
Los caminos forman parte integrante de los mitos tsacliila y de toda su un soplo de viento, representaiido eii ciinlquier caso su esencia, utia vía de
cosrnologia. Guían el recorrido d e los eleinentas de la naturaleza y de'sus coniunicación que iine dos miindos. F~ieradel ritual teilkn erckfi,qiie se sisue
espíritus, permiten el aprendizaje cl-ian-iánicoy unen el ri-iundo de los hu- practicai~doen alg~inoscasos, este camino es represenkado materialrneiite
rnaiios con el de íos seres sobrenaturales durznte las sesiones d e curación; en el inori-iento
..
de ios entierros. Antigiiamenie, los muertos eran enttirracios
ui-ic::, finaiinente, fsnbo ~!/oII, la inadre de las e~tiel!asy guardiana cie las bajo la casa riel difunto, q ~ i eera después abandor,aiia. Alredidor de I.:,I
1 enfern-iedades, a la tierra, y la tierra al m~ii-idode los muertos. En la mitología dedo, ciiidadosainentecolocado eiiciina del corazón (feiiki;),sealaba u n hi!d
1 tsacliila existe iin compl2jo de relatos referentesal período de la oscuridad de algoción (fc~iikr:sili) unido por el otro extrerno al tejado. La liana de!
y a la soliiciióii qiie pern-iitió a los cliaiiianes recuperar el sol. En todos los c o r a z ó i i , ~liaiia del alina, g~iiabaenioi-icesel alma del muerto, ahora dcno-
!h% 11ii:~sde este corpus (A'c,iiic~itn, Yo iiiiiii Tsnclii, Yo kelií), eiicontranios dos niii-iada icilkn, por el cainiiici de /iipoivii. La descomposición de! liilo tia el
hist<íricosregistrados con-io siis representaciones espaciales están viiicula- nes que niencionaii determinadas características topográficas sitúa11 tnm-
dos por irredio de los ritos d e iin calendario anual. bién los Iiechos históricos en el solsticio d e invierno o en el d e verailo, Así
pues, los referentes históricos se organizan por medio del ritual en u n orden
niievo qiie corresponde 21 calendario anual y que 110 necesariai~~ente remite
Las relaciones visuales a la croiio:ogía. Un ejemplo claro d e ello es la relación entre A!to d e Tama,
donde s e cree que nació Juan Tania, y Vitoncó, donde vivió. Estos dos
Tierradentro es una región monkar?osa, )r niuchos d e los recintos sagrados puiitos, asociiidoc en el relato mítico, guardan también una relaciói~astro-
para los Nasa se enciientran en la ciimbre d e una moiitaña. Desde una d e nómica eiitre sí: Alto d e Tama es el punto dande,mirando desde Vitoncó,
esas ciiinbres, el observador puedc 1.er otras inuchas montanas, algunas.de aparece el sol eii el solsticio de junio. Otra montana próxiina, Cliiita, ES
las cuales sor1 tanibién sitios sagrados, con los que las aldeas o los lugares conocida coi1 el nombre d e "Madre d e las Lluvias", porque las nubcs qi:e
d e residencia están relacionados también. Corno a!gunzs montaiias d e se forman en torno a s u vértice, \.islas desde Vitoncó, indican el coil:ienzo
importaiicia i-iistórica obstruj;en la línea d e visión de iina comunidad, del Invierqo. Chuta es u n centro d e peregri~iación,donde se rei-iiievan
coiistitiiyeiido sii horizonte y a n-iei-iiidolos límites de siis dominios, inii- ritiialmente los gobernaáores iiel cabildo (Rappaport 1985), viiicula~idoasí
chas de esas ciiiias soii lugar de celebración de ritos que definer. a esa a los dirigeiites políticos nasa contemporáneoscon si: progeni tor ii-iito!Ugi-
iorn~inidad.Inc!uso si una aldea 11:ina montaña, O una montaña y otra, I
co, que vivió en Vi toncó. Es tos recintos sagrados serán ren-ieiriorados, pues,
puccien no guafijar una estrecl-ia relación croiiológica, la relación visua! y en iin orderi más dependiente del calendario anuai que de una ci-oiiologia
geográfica entre ellas da iin carácter d e ininediatez a la relacitn entre sus reflejada eii afios o épocas.
i-eferei.:c:shistóricos. Buen ejer~iplode ello es ei Monte Ch~cilbipe,ei-i la parie La esirrcha relación existenle entre el espacio y el tiempo se poíic igual-
i
~iieric!ioiial d e Tierradentro, desde donde la gran cacica Anpclina 1 mente de manifiesto en otras actividades no rituales. Berna1 Villa (1954)
C;iiyun-iú~co:iternplaba sus dominios y fundó el resguardo colonial d e observa, por ejemplo, qiie los Nasa se refieren a las extensiories cie te:reno
1 por el iiúrnero de cosechas que van a producir, ya que estos indíger;as
Togi,iinn. Exiqte Iaml>iéiila creencia d e que el Xlonte Chuil-ibipe e s u n jefe
pijaclvetrificncic;, trai-isformad:~ eRrrloii:aiia tras sii derrota por los invaso- l~racticai~ la agriciiltiira d e cl?amiceras.
res espaiiole:;. 1-a moiitafia se enc~ie1-i:r.iei-i los confines incridionnlc~sd e
Togoiina, niás all,i de Ics cunies lo.; iaciqiies de la coiniinidaci iiorteiia d e
Cnldcras expulsaron n lo5 ii-i::asores pijao. Uno tle Inr; caudillos n-iíticos d e L.a reror?strucción de la cronología
Calderas deyapnreció en un lago detrh-; del Moiite Chu~1:bipe. Desde ru
cii:ia se puede \.er el Piiei-iie d e Cuetando, donde hiibo una niataliza cic Los Nasa organiza11 los referentes históricas según diversos modelos cohe-
Nasa liberales durante la guerra civil del decenio de 1950. Así, en una sola rectes, definidos tanto teniporal como espacia!niente. Si la ii-iserción dc la
ciimbrc están codificacios diversor referentes históricos correspondientes a 1-tistoria Pn e! espacio fí-,ico, al vincular referentes d e periodos distii-itos,
ilioinei-itos distinto.;, relacioiiados :ocios ellos por haberst. prodiicido e n el actúa ñlternndo ei carácter cronológico de la narración, el wan-ien cte l o
misi~iosi!io o por haber servido éste coiiio punto d e refeieiicia visual. La moviinientos d e los perzoi-iajes n-iítico-históricos en el espacio revela que
relaci6i-iciitre estos referentes no es cronológica, sino espacial o territorial. este misn-io proceso de espacialización d e la historia recoiistriiye t a m t ~ i f n
la cronología original.
En sil estudio sobre la mnemotecnia en el mundo occidental, Yates
El calendario

De modo similar, e! calendario ritual ~eorganizaen un ordeii nuevo los


1 (1966) explica cómo los griegos de la época clásica utilizaban los edificios
como auxiliares ninemóriicos, d e fori~ia qiie 1.1'; características arqiii:c,ctóni-
cns se convertían en depositarias de hechos que se podían reinemorar en un
referentes históricos vinculados con recintos sagriidos. La n-iayoría d e 10s orden fijo correspoi~dieiiteal orden cie las características del edificio. fJar-
sitios sagrados d e Tierradentro están relacionados de algúi-i m o d o con el wood (1976) se extiende sobre este ejemplo ciiando analiza la orgnnií ncicíri
sclsticio d e dicienlbre o el de junio, o con fenómenos atniosféricos debidos d e episodios míticos cii las Islas Trobriaiid en el interior y a través de la
/ al carnbio d e estacióii. A veces se celebraii ritos en estos sitios coincidiendo
con estas feci-iai; en otros casos, es en estos ineses ciiando ios Nasa inician
geografía sagrada, y sostiene que el orilei-i ten-iporal d e estos episodios se 1
recapi tula en la geografía: la direcccio1:alidad d e los sitios mítico-históricos l
Lii-ia serie :;e cerenionias relacini~adascon el sitio, eii las qiie sc reprcsentan encuentra su corrcspoiidencia en la cronología d e los niitos. Esta relación 1
3 los liec]i«s Iiistóricos que r1-i 61 sepi-0duj~1.oi-i.
Por íiltin-io,di\.ersas narracio- eiitre I ~ i g a sagrado
r !:episodio iiiítico no es estática; el mito es iinz siiiiple IL2
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natioiia; de la reclierclie scieiitifiqiie et Maison des scieiices de I'hoinnie. de Rnrceloiia
U l i i i l r t ~ i lA~itoiio~lin
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L a cornunicacidn q u c los Tsacl-iila establecen erx sus enciien*cs fort.,ijti,-,
e s estrictamente retórica. 1.3 precisióii sobre e l destiiy.o Oei cnnsiiiñiite
-par%arriba (fi.cl:i) o pñra abajo (u~ii.ciii)- n o posee n i i ~ g ú nvalor ir.iioi-n1z:ii.o
1993b: "Des faiitómes st~ip6iiants.Langage et croynnce dans la pensée achiinr",
i.'Hoi,inlr, 53 ( 2 4 , pp. 429-447. e n uii m e d i o geogr6fico surcado d e ríos q u e tienen SI. ;jri~ei-ici7. iriot-i-
taiins y SLI dcstino tierras abajo, ri:mbo al iliar. Feilii y pr!i,ciii, q u e oi~t,i,fi«
199.1: "Les hons eriiiemis et les mauvais parents. J x traitement synihcliq~iede
l'alliaiice dan' les rihielsdechasseaux tetesdes SIi~iarUivaro)de I'Eqiiateur". eii F. s r i i a l a r a n el ciirso d e los ríos y a c t ~ i a l m e n t eparecen iliai.c:i ei s e a t i d o d r
t3éritier-b.ug+ y E. Co~ipet-ltougirr(ed.) 12s co)ii~iI~.xitts de /'nlliniice. Ecvii~~iiii?. 13s caminos, s o n los d o s ejes q u e definci, el m u n d o d~ ios Tsdchil;~,pucL~lo
;ioli:;!?iie c: ~oiirleiiisrits~yirii~oliqli~s. Vo/iiiir~>
IV. París: Editions de. archii~escori- ubicacio en u n a sncrte d e cruce geogrí,f;cr! 1. c~iltiirolentre !z, a l i ~ i r a1. +,!
ieiiiporaiiies, pp. 73-105. lldi::irn, la inonta5.a y i;is tierras bajas, la sierra y la costa. Pero eq:e i,!!í.i-
1996: "The sool'c bodv 2nd its stntes: an an:azonian persyecti~~e on the natiire of cainbio lingüísticii i c i í r i c o n o cs t a i ~\iaci:i de coiit~.i-iidocouio ripa~íi:;ta.Eri
t,t.inf.l-L:i~-,~~i", /oiir!i;i! o~tlirRoyiii Arl:liropologicn! Iristitii:~~, 2 (2j; pp. 201-215.
oti-:7 traYajo (Ven:ura 2000a) h<i~-iose::puesto e! caráctcr p a s í i i c o dc l a s
?!100: "Le sese de ia proie. iteprésentatioix jivaro d u lieii de parenté", L'110:ir:rir.
rcliicioi-ies i i ~ t e r é h i c aesfiibletidas
~ p o r los T5achila. E1 disiogc! q4i.2pre-
1.51-155, gp. 3-9-334.
Viertle:, H. iiidiii este testo sciría u11 ii:di~io ~ n d ds e este compoi-ta~?:ierito.Si:? e:-:-,i;;.rgc;,
1979: "A I : ~ ; o de pejsoa entre os Boroio", licl?tini do ?Miisco Kncioiinl, 57, pp. 20-29. este objeto tail-ipoco agota s u sigiiificadn. (2uc el 6nfasir 92 e n c u e n t r e cn cl
Vi\'eiroc de Castro, E. 8. s e n t i d o de la marclia n o s conduce a otra retlcxicín, m6s pertinente alili L.II
1979:"A f,ihricJCaodo corpo iia sociedade xingiiana", Boletii?id0MirscoA'~7~i0i:~l, 32, ei s e n o d e iina sociedad qiie s e h a dcsarroliado prciisainen te a p a r t i r de!():;
pp. tC-49. desplazamientos y d e ios intercambios entre los A n d e s . la A n a z o n í a y la
1942: Fro:ii tiir Eiifiiiy's Poijii ojVirrii. Hirriitiirit!/fliid Diíiiiiily iii nii AirinzoilisriSocii3f!/.
Costa. L a s páginas qiie siguen describen el liigar q u e :«S cainii-io? oci!pnii
Chicago y Londres: n i e University of Chjcago Press.
e n la Irida y la visi611 del uiijverso tsachika, p a r a c o n ello iiustr~irla c o n í p p -
1996: "Ii-i~agesuf Naiure aiid Society in Am~zoniariEtlinology", Aiiitiinl Rez~iciiioj
tliiflirc!~ologq.,25, pp. 179-203. ció1-i iiidifereiiciada d e s u cosinoingía resFlecto a uiia i::in!era c u l t u r a l qiie
199% "Cosmoiogical Deixis aiid An?er'uidiaii Perspectivism", ]011rr1171 of tI11>Rop! !a nioderi-iidad h a establecido entre iiaturaleza y cilltura, eiitre los !nuiic!os
Aii:li:~o;iolo~icnl Ii~sfi:irte,(N.S.) 4, pp. 469-433. aiiinial, h i i m a n o y sobrei-in tural.

I Los caminos de la historia

Los Tsacl-ii!a, conocidos coi1 e! tPrrnino colonial d e Colorados p o r si.]cos-


t u m b r e dt; pintarse el c i ~ e r p oy el cabello d e rojo c o n nc!-iiute, hahi t a n iar:
tierras bajas occidentales del Ecuador y s u lengua, el tsafiki, pei.tenc.-ce a! i
,
g r u p o lingiiístico sur-hart)acoa, el inás sure50 cic !a c o i i t r o ~ ~ e r t iian-iiiin
d,~
macro-cliibcha. Actiialil-ientc están organizados ci-i ocl-io c o i i ~ u n a sc, o n c t r - I
1
i ,( o
ca d e d o s mil pc:soi-ias, y s ~ n-ifixiinn
i tiiei-ite dc recursos e s la agric~ilt~ii-,i Lx
* "La geografía y la concepción de la historia de los hTasa", dejoanne Rappaport
propios referentes topográficos e n torno a los que estriictura s u s relatos
i-iistóricos locales. Pocos Nasa so11 capaces d e interpretar sil historia e n un es la traduccióri del inglés realizada por Roberto Álvarez-0rgaz del capíttilo
"Geography and historical understanding in indigenoiis Colombia" de! libro
sei-iiicloregional más amplio, valiéi-idose del sisteina regional d e geografía
Wlro iirrds flir pnst? Iiidigeiro~rsvnli~esnrid nrclinroiogy edi tacio por R. Laytori
sagrada para construir la paiil-iistoria d e los Nasa, porque só!o conocen (London y New York, Roiidledge, 1969, pp.84-69).
unos cuantos sitios sagrados próxirnos y a siis héroes ciiltcrales localcs.
Ellos mismos se confinan e n el plano local, donde los sitios sagrados son
inmediatamente observables. Este aspecto de la concepción d e la historia Notas
d e 10s Nasa puede verse como u n obstáculo al desarrollo d e iina Vayor
coi-iciencia histórica, y d e hecho ha obligado tanio a los abscr\.adores conio 1 Los estiidios previos a la redacción de este articulo se efectuaron entre 2978 y 19Sil.
a ]os propios indígenas a iiiteryretar la historia nasa como una serie de patrocinados por 1.i F~mdacicínde investigaciones Arqueol6gicas Nacioiialr.~,el
historias d e unidades territoriales sepzradaso. Banco de la República (Bogotá) y, por espacio de cuatro ineses eii 19P4, gracias a
Ei-i decenios pasados hubo un iiitentn de trascender esta rcgionalización una subvención de la Wenner-Green Foundation foí Allthropo!ogicai Research y
d e la conciencia histórica entre los Nasa. La solución fue i;ria serie de mapas una beca de verano de la Uni\.ersidad de Maryland, Condado d2 Galciií>:-e.L.i
que abarcan la totalidad del territorio nasa e ilustran gáfican-ientc los liver- in\-estigaciónsobre el tivrrerio se realizó básicaniente en Tiei-radei~tro, Cai!ca. :.a
investigación en archivos se llevó a cabo en el Archivo Cerikrai dcl Caiic-i, el
sos liecl-ios históricos p e s e produjeron en el paisaje (Bo11i!la 1982). Archivo Nacional de Coloinbia, el A rchivo Fiifidaci6n Colombi:, NPUtrii, in Bibiii-
Lkia consecuencia iiiteresante del rimplt._ode estos mapas es la creación I
teca Nacional de Colombia y la Eiblioteca Luis Áiige! Arai~go.ijeseo pr prt.55; nii
de un escudo de armas nasa, e n f 1 clueiinri mano sostiene a U:I gobernador gratiiiid al Instihito Colombiano de Anll-opologír por pcri11i:irmc reiil:zni. i:i;.::--
de cabilclo, sohreimpresa eii un cfrculo con iina cadena de i:~ontafias ?P. su i tigaciones eh~ográficasen Colombia. Con niotivo de ésta.;, desde 297s !¡asta 1980
iiiti.rior. El círculoi~cprese~~ta,seg~ir~alirmriii, los!inderos de los i.esguardo;
(Álvaro Velasco, com. prr:;.). Ida cadena de c~oiitafiasrep~i.serifasin lugzr
II me ayiidó en mis pesqiiicas Gustavo Legarda. %f;a Bo:ero me ,+!.iidci en niis
búsquedas de archivos y bibliografia diirante el verano y el oti:i;o de 19S:+. Esta
a d u d a s las cumbres szgradas d o n d e reside la iiiformaci:ji-i hist6iica. La I contribución es el fruto de constantes debztec ccn iniz colc.gas. D.? ~Ilo:;,-i:iero ¿a:

1
especialmente las gracias a Catlieririe Ailen, Lríc!or Da!iiel I)oiilii.?,X!nrh i'elesz
mano qiie sostiene al gobernador podríii ser 13 de J L I C L Tan];¡. i - ~ acti\.istas
i Findji, Jonathan Hill y Deborah Poole. Por Cltinio, todo ini agraCcciri;ientc~a ios
iiasa Ilcvan este esciido a sus reuniones políticas, v debe e n t e n ~ l c r r ecc>nicl ;<-.so de Caideras, jainbaló, Can los;, Tc~~:iiiia y Vitc)i:có por s i apoyo, sil
iina aplicacióii regional del ritual traciicional de ie~:o~:acidn t-ic i ~ i sjiuber- colaboración y las horas de debate.
i~ailoresdel cahilclo, ceremoi~iaqiie genei.almen:e tiene 1iii;ar cii si!ius de 2 En la época del prinicr cc>ritacto,los Nasa oci~pahanla \:ertientc oriental dc Iri
importancia local. Los d e s p l a z a i i ~ i e ~ t espaciales
os con este sínibolu, a la cordillera v no se exteiidierori por la vertiente occidenta! hasta lo? siglos >:Vil y
vez trddicioiial r iimovador, d a n una sigi?ificnción regiunai nids nnil?lia a XVIII. De hecho, 10- Nasa de los tieinpos de la Conquista se nseiila;.cn en tierras
las geografías sagradas Iocales cjiie codifican ia historia d e cada resguarcio m,ís bajas, eii las proxiinidades iie La Pinta, e inc!~ir,ose tcnia a los ii;bi:.iii tes de
Tierradentxu~oruna avanzadilla ruralde los Nasa de 'La Plata (Vt.I:sc» 1979; para
o grupo d e resguardos. Innovación sencillísima, este nuevo símbolo permite in análisis de la historia colonial, ver Rappaport 15S2).
a los Niisa seguir iiiterpretai.ido el pasado a su inrinera deiitro d e uri nue\.o 3 Ecto renute a la mnemotixnia de Im griegos de la AiitigGedad, basada en la iihicaciCii~
contexto regional de mayor aniyli tiid. ilieiital de las ideas en puntos distiritivos de la arqiiittrhira (véax Yates 1966).
Cahe a f i r i ~ ~como
ar coiiclusión q ~ i la e historia para los Nasa obedece a 4 Para una exposición más dptenida de las historias de los caciqiies, vé.-iseBerna1
una organización espacial, tiene iina esplicaci6n croi~ológica,y las alusio- Villa (1953, 1956)y Rappaport (1980-1,19S2, 1986).
nes a ella s e encuentran e11referentes geográiicos, en vez d e aparecer direc- 5 La Guerra de los Mil Días fue iina más de la larga serie de giier:as civiles qiie
tamente e n cl orden d e la narracióii. A u n q ~ i eeste tipo de análisis histórico causaron estragos e11la recien creada nación colombiana. Esta gi:e:ra, qiie ftie
la última del siglo XIX y, por taiiio, la niás reciente en el recuerdo de ius :\riis<t,
difiere bastantedel europeo, n o iiiipide a los Iuasa uiilizar s u m o d o propio ocupó los últimos días del siglo X I X y los primeros del XX.
de interpretacióii histórica conio un arma mi!; eficaz para resistir frente a 6 Un ejeniplo interesante de este tipo de coiitradicción es la serie de títulos de
iina iiacióil que oi.dena su narración de la experiencia temporal según uii resguardo garai-itizñciospoi el cacirlue de l'itoyó y Vitoncó, Donjuan Taina y
i;?odo rliás cronológico (o Iiistórico, can rnayií.;cula). La concepci611histó- Calainl~6s.Eii una crónica, Tnma siirnia Iiabe: Iieredado el cacicazgo d e SLI tío
r:ca d e los Nasa confiere al pasado ininedia tez, tangibilidad y apljcabilid~d guambiano (ACC/P 1881);pocos años dezpiiés, en otro títiilo, sostieiie que ha
a preocupaciones contemporáneas relacioi~adas,con-io la historia, con pro- nacido de las agiias del Torrente de Tama y que ha cniicegiiidc~el cacicazgo
bleinas territoriales. gracias a SLIShazafias inilitares (ACC/P 1883).
7 Es ii~teresantesetialar aquí el paialelismo entre el relato de los [\Jasa de la
eliinii~ació~~ de i i i i desti.iictor iiiítico y el inito original de los Deszina, qiie
,,:
esplicz e! \,i:.jeagn~q3rriL.a d e la aiiaconda prii~iordialcreadora d e lasconi~iiii- Price, R.
d;ities dc::ana (Reicliel-Do1i:iatoff 1972). Estc parecido c? los 5íiii!~i>losiitiliza- 1983: Fifil-fiiri17:tl?c IikIor.icr~1íjisioii o/ n i i Afio-Aiircric!iri pccilil~..Haltimore: jolin
dni: e11los relaros iio indica falta de conteiiido en elloci, siiio que ponc de relie\.e Hopkiiis Uiii\:crsity ['ress.
< ~ i ilos
e c~-iiicc.;~tos niítico.< [i~ic.di.nser\.ir de valiosos Iiiarios c o i i c e ~ ~ t ~ i apar:
les Rappaport, J.
d ~ .e!iti~lo
r a ! ~ ! sprocesos históricos. 1980-1: El niesianisino y !as traiisforniacioiies d e idcoliigías n i e s i i n i i ~ icri
.,
S L:,ta i.iisi?:n n;:r:,iciori rccapitiila cii i i i i ritual d e la ci>rii~iiiidad occidental Tierradcntro. Rc~ílisinCoioiiibinrrn de A~iitroyo/ogiii23,365-413.
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9 Las pri~icipa!rsdi\.isiones d e la nación N?>>, a la \.ez coi1 iiiia base histórica >- 1995: l?istor!., inyth, and tlie dyiiarnics o i tc::itorial mantel;-nce ii? >!ya-.
-. . . . .. .. .
;!~la dc~finici~ín c<.ncept~ialen la act~ialidad,setTaran;'jrrrndentro rii iina parte dentro; Coloinbia. Ariiiiicn;~~t/irio!@,(i2:t12 (i);27-45.
cii;.kciiti-ioiial !. otra riic.ridinna1 entre las que se estieiide una c'ideria d e altas Rappaport, J.
i:ioniaiias, !. :isti!ig;:eii la totalidad ~ i l'ierradei-ilro
e d e la vertiente occidental Tlieir idea o i ci\:ilizaticn and ours: I'áez historical conscioiisness. hlaniicrito
kie la cordiii?ra. separ'id~ d e Tierradentro por el pbranio. Estas di\.isioiies inédi:~.
erari la bnce ne los c ~ c i c a z g c icoloiiiales,
~ horas d e \.iaje las separaii, !'cada Ileichel-Do!niatoff, G.
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ESCRIBIENDO LA HISTORIA EN EL PAISAJE:
ESPACIO, MITOLOG~AY RITUAL ENTRE LA GENTE YANESHA*'

Fernando Santos-Granero
Si;iflisoiiil?i:Trovicill ~"\.wnrcii 1iisfiti;tz

u n radiante dia d e septiembre de 1977 mcy temprai.0 por la mañana,


emprendí lo qiie iba a ser ufia iiiarcha de tres días desde la coniunidad
yanesha d e Yorenaco a la d e Muerrato, pasan60 por las c o m u n i 2 a d e s de
1 1-Iuacsho y Yoncollinaso, todas ellas en las nsiribaciones crientzles d e !os
1t Andes Centrales del Perú (ver Figuras i y 2)L.Micon-ipafierod e \+!e e r a un
hor~ibreyaneshade mediana edad llamado Franciscoque iba río abajo para
! visiiar a unos parientes, cazas y pescar. Cuando salicios, ii.3 sospechaba
I
que esta excursión iba a ser L i i I viaje fascinante a lo largo del paiszje d e la
i historia y la mitología yanesha.
Poco después d e salir de Yorenaco por 12 carretera d e colonización

i construida en la d6c:..da d e 1370, pzsaii~osporuna coliii¿j d e pendien!c.s


suaves en cuya cunibre nie dila Fi-ai>.iisioq:ie cic!aban liis cirnientíx cie un
viejo ternp1o;lierrer;a yanesha. ?.,le cor.ió que ci: su base toci;ivía s e p o d í a i ~
ver los restos del horno e n el qi:e se kmdía ei luor~o.Unas horas ::esp:iés,
cerca del poblado colo~iod e Z:iriz~as,ine selialó el sitio dcl :íltirno ieiuplo
l ahaiidoi-iado en ia década d c 1959 tras la iniierte del
va!iesl:a, el c ~ a f~:e
sacerdote oficiante Aiites d e ilegar al ase~:iariiieiito d e H~iz.cdio,pasrimoi:
pos ui-i pequeño lago iocalizodo en un sitic, Ilaiiiñcio Cacasafio. Francisco
m e contó que allí se ocl.iltó el dios guerrero Yaio' Caresa (nuestro abuelo
Caresaj tras haber sido derrotado por los h.liielltpeii, aii:i~uopc~S!ocarií-
bal qiie solía incursionar río arriba a lo largo dei Palca7.a para atacar lcs
asei-itainientos yanesl-ia del valle del Cacazú.
Pasarnos aquel!a noche en Hi:acsho y a l día siguiente nos encamiiia-
mos a Yoi-icollmaso por la margen del-echa del río Cacazii. I'roritci llegh-
inos al firi d e la carretera y toi~-iamosun viejo sendero. Al cabo 6 e un cuarto
d e hora aproximadamente, Francisco m e coiitó que justo al otro lado del
río estaban las ruinas d e la casa en la q:ie hnbía muerto sil a b u e l o . Me
contó q u e el: ese lugar a ú n s e podía ver el gran cántaro pai-a almacenar
masato (bebida fermentada d e yiica) d e su abuela, iin kipo d e vasija q i ~ e
, las mujeres yanesha 1:ai-i dejado d e hacer hace mucho fieinpo, a s í c o m o i . 1 ~
pslnieras d e pij~iayoy los arbust»s de coca sembrados p o r su ai~i.~elo.
Antes d e llegar a Yoncollmaso, Francisco me eiisrñó el sendero qiie Ile\ra-
ha al antiguo asentainiecto yanesha de Asopeso -ahora habitado princi-
p a i n ~ e n t epor gente Asháiiinka- a lo largo del cual él y su p a d r e habían
alidado ci:ando 61 tenía doce aiios. Y a coiitin~iaci6nf ~ i ee v o i a n d o los
reiucidcls fL7liies dc aqiicl viaje, la primera caiiiiiiata largn qiie había dos breves e interii~,itei~ tes en el siglo XVTI y d~iranteuii periodc? iiiis l ~ r g o ,
Iicclio i~!iitoc SLI yadre. d~ 33 aiius, en el siglo XVIII. Despii6s de diifrutar cie uii iiittirvaio de relati\.a
Al :?:a ~i:;iii~iite inii\. tcmpraiio ccliaiiic)~a alidai- hacia iiiiestro Llestiiio. a1.1to:ioinía política entre 1742 y 18.17, el pueblo yaiwslia fue c i n c t i d o
L l e g ~ i n ~ :i:i,'.i:
s allá del i~igardoiide el río Yi:i~cullmaz de~einbocaeii r! ii~ievaiiientea prciiones ioráneas, esta vez por parte de diverso.? gobiernos
Cacsizó para liegar a i i i i p~iiitollarirido O'innclipuetso, d n i ~ d eel río sc del Perú ri.publicano.
c.;!rt.c!i,; ); coi-I-epoi- e n t ~ ccolii~nsescarpada-.. Francisco dijo q~ii.allí c.:.> Tal conio .sidecpreiide d e la e~~iciencia arqiieológica, liiigüística e bis-
cioi-ide unto' C ~ r e s a e! , dios giicírcro, ato.-t~iiiibraba a apostar a siis giiar- tt>:ica, la coiicl~iistaespafiola no fue el punto de partida d e la hi$toi.ia i l ~ l
dins p ~ i i aiii!yr.dir la cnirada de los ca!:lnales inuellcpen cii territorio !.a- pueblo yaneslia, la cual es mucho más antigiin. Lejos d e ser tr,inquila, 1'1
n c h - . Me inos:rcí lo graii piedra c.n la q a e los antigiios Yaiies!ia sol;nn tiisto;ii!;aiii.slia Iia siiijniíij. agit~~da,'ca~acteriz:indose pur migraciones dc .
ciuei"" iios csdd\;erez de Ins cal-!%alesniuellepeii a !os qiic liabían matado. larca disiaiici,? (desde las tierras bajas liacia las estribacionei. di. los Andes
M6s,il:6, siguii.:idc río ahaj,o, me hizo \:er varias piedras gr'intles, aiari;,idas v d e nue\;o ]lacia 13s tierras bajas); clioques culturale- m u y fuertes (coi-itra
). p~ii.ln:;qile estzbnn en el lecho dcl río )- m c explicó q ~ i eran e 101; c~ierpos el imperio ii-,~;.., la coroi~aespañola y cl estado peruaiio); guerr'ir fietcnsivai.
d e !cs giierreroi yanesha iniiertos a nianos de los caníbales niiiellepcii cii y ofensi:~as (contra los pueblos de liabin pano del río Ucayali, los p~ichlos
el ataque m e! #queéstos iinalrneiite derrotaron a Yato' Carcsa. A niediodín acdincs v-cinos, lo'; e:;paiioles y. los peruanos); y cambios mn;eri=?lrsre\.o-
.
I!ig;ii-io:; a iinri ~ q w i i a c 2 s c " c allamade
a Sa're~.Mi con-ipaíiero me informó lucicnaiioa ita1e.i como !a adopcióii de las técnicas d e fundición >.!ojz del
quc las losas planas por las q;?caia el agiia con fiierza era el ]ligar doilde 1:iei~i-oiipieiididiis d e los niisioiieros franciscanos en el siglo XVII1). Pese o
s c !?:.tifa ocu;iacio una antigi~adivinidad llamada Yato' Ror (niiestro ab~ielo que la iiistoria «el pueblo yancslia es una de las i:iás conocidas y docui~ien-
'>
i w i f , y que pur ese nioti\.o el Agua d e lii cascada tenía la propirdzd de t5dzr cic 1,; An-~zoníaociidelital, se sabe inily poco de la f.irlila ei-i q ~ i cla
~ v s l o i i g n r!:i \.ida h:iniaii2. As! piies, nes baRacios bajo la cascada Cii'res ~;"ite y¿~iicsIi~i recuerda transmite su Iiistoria'.
r!

~ i i t ? Ces I l e ~ n ra j;ucstro dcstinc) timi, PI aseritaniiento d e hdiierrato. SU h a escrito II~.~IC!IO sobre "cónici recuerctan las sociec!ades" y, más
~;.;,??i?iiii2.5Coii~io6 s t 3 no :~i?roiidr ni!lgí!!i i?i0d0 e s c e ~ ~ c i o i ~da~iicr ~a n - cs!ii~cíficn;.;:ciite, rohre cóiiio recuerdan los inicr:ihros d e 1;-,ssorit.dndessil-,
. i-. i ~eitadía eii cumiiiii~l'adesy;i!?csiia. D:ir;iiitemis doi pei-indas de Irabajo
t r? ' -t:-Iertoi escr:tor. se distingiiec t:-es nod dos d e tsaiisniisii;i-: i!c
cle ia:nFo eii c7oríiiiiiicini.'es yci!ies!ia (i977 y 19S.?-l?S4), cioriciccjiiiera i1L.e ii;i~>rn:~:ciU::his:cjric: 1: íie expresióii de la conciencia hi-tbriia dciii>i~,tifo
fuese, e:-i a::\3!:;~5~-i!O !: pie, por ~nrrcternso sí.nde;.oc qiie atr,i-,.esaLiaiisi: de p:iel>los: e! :ii(~dcmítico, incluyen !o mitos, riarracioi-tes ri'iriesy prrícti-
,
te!-ri:orici traiiir:ic?iiai, r.;i-: coiii;>añei ,is ~~aiics?ici
iban sefi<?la!i,iodifereni25 c x rii~i:ilt.s (i-ii!l i%S, 1996); la tradiiióil ora!, eii la ~ L I C!,?S n.irracioiies
sitios. o e:e~:iciiios clcl iiíiisije: y asociYi-tdoloi 3 ~cvritt>cii..iientor;
;>retí.:.itos 1:iiric.i~ociiprii? i i i - liigar secundario (V~.iiiiial?SS); y lo:; a c t o re;)resciita-
)-a fi~e:.anper'c:~i.a:cs, his:úricoso míticos. Esti nrtic~iloconstjtiiye i i i i intcn- ti\:c)s ( ; ~ c f i ~ n ! ~ d tales
i i l r )coi;ici
, ceremoiiia~coi-tnieniorativas y prArlicas coi.-
to por conlprc,ni!cr iai irnpliiancias d e estas conexioiies. por;iles (Cciu7.erton 1939).l?eciciiteniente, muchos autore. (Bender 1963;Feld
)r Bnsso 1997; Fricdlaiid y Uudrii 199.1;Hill 1989, 1993; Rappnpoi-t 1989;
Iiennid-Cacc~itz);Doiiius 1.923;Ccb.ama 1995)han destacado la iii~poriaiicia
del paisaje como otro inedia de consemar y transirii!ir la i~iemoriahis!órica,
L a s ~;uebai arqi!eolC>gii~~s ii;diczn q u e los 'í,~:icshn arahiiacc-liablai~tes tanko en las sociedades sin escritiira como en aquellas c l L i r la tienen. El clbjctu
t:ii-ii~raron:í~2rr;l;a de.sdc2 la cueiica del río Aniazonas antes d e establecer- de este artic~ilo exylurar este ternd a partir del ca:>oyanesha.
sc eii !o q ~ i eIi-brin d e ~ o n \ ~ c r t i r cii
s e s u terriior-io "tradicional" (iatlirap Desde ;ni punto de vista, eLpuci5lo yanesha -al i:;tial que otro: p ~ l e h l o s
1'370). Dcbido a su ~itiiacióriestratégica y n la esisteiicin de irnpoi.taiites si11 cscrit~ira-cuiistr~iyesu tiistoria a través de niitos, tradicioiies nralt?~,
redes conic.rcia!es (La thrap 1963; Tibesnr 1/50), el piiehlo yaiicsha conipar- reminiscencias pcrxon?.lc.s, rituales y 1i6hitos corporalcs. Eii e! caso ya-
tc elementos ciilturalei con los piitibloc aiidiiios y ainazónicos. Las intlueii- nesha :c~diis estas prbc;icas confluyen en una inodalidad d e iiiscripriun
cias aniliiiijs iii.i!iitiesi;in eii p~éstnmos1ingü:sticos del q i i e c l ~ ~(M!ise
ia inayor: la d e "escribir" 1'1 historia en el paisaje. N o es riii intciicicín afirmar
1976~; en eldesarr;)llii de i i i i cninplcjo religiocn carricterizado por la preseii- q u e 1'1 p~iebloyaiieslia desari.ol!i un sisteina d e escritura cn uii sciitido
cin dc tcnip!cs, líderes sacerdotaics y sitios sagrados de pcregrinajc (Sai~tos- estricto, sino más bien que !a práctica de inscribir la bistoria en el paisaje
Granero 1991; Sriiitl; 1977); y eii la incorporación de iriipo:-tniites ~iiotivos constituye i11-1 sirienin de proto-escritura común a muchas sociedades sin
ai1dinc.s n sl.i mitol»gín )r si: saber astrdiióiilico (S,ir.tos-Grdiicro 1% 1, !392). escrit~ira, oero oiit iambién se eilcueiilra eii sociedades letradas. E ~ t sis-
, ,
e
Aclicioiial~nciiti.,la geiitc ):aiie~li;ilin aclol-tado elenientos c!.istiaiios dc 1')s tecia de escritura, al qiiehc dacio el nuinbre de "escri t ~ i r atopogrifica", es15
mi.;ic~nci-osria!ii:iscaiio.;, cjuiciie>iiiteiitaron cvaiigtlizarlos diirnnte pi.río- bnsado eii la existcnci;i d e toposramas y topografos (110 coiit~iiidircoi1
topógrafos), es decir,,elemei-itosdel paisaje que en forma individual o inte- la pr6ctica d e escribir la historia en el paisaje. Este tipo d e escritiira to-
rrelacionada están imbuidos d e sig~ificadohistórico. Estos eleineiitos del pog~áficatambifn se cnc~ientraen otras sociedades rinieri:idias, tales coino
paisaje actúan coino rnecai~isinosmnémonicos o i~iemorísticosq u e pernii- los pueblos iiasa d e Colombia y wakiiénai d e Vcnez!iela. Sostengo que,
ten recordar e\-entos y procesos históricos, particularmente aquellos en los aunque este sistema d e proto-escriiura ccnstiti~ycu11 medio iinportante d e
q u e la dimensión espzcial es central. A fiii de analizar cómo e1 pueblo preservar la merrioria y la conciencia histórica en sociedacies sin escrihira,
yanesha escribe s u I-iistoria e n el paisaje me concentraré e17 dos d e estcs de ninguna manera coi-istituye una modalidad d e inscripción exciusivn d e
procesos liistórico-espaciales: la ocupaci6n d e l!, q u e habría d e convertirse las sociedades simples y no estiatificadas, sino que también se encuentra
en sil territorio ~adicioiiale n tiempos prehispánicos y e1 proceso d e despojo presente e n sociedades jerárquicas e incluso puede coexistir con "sistemas
territorial y desplazamiento físico al que se han visto soinetidos en las de escrikura verdadera".
,
,
épocas colonial y repub!icana.
Comienzo mi aiiáiisis con u n breve recuentodel ciclo d e ii-iitos ~ L I riarra P I
!
!as andanzas !. hazafias d e la di\,inidad solar Yornpor Ror y s u s hermanos La consagración mítica del territorio yanesha :

I;l-ierniaiias al final d e la seg~indade las tres mas en las qiie los pe~isadorcs
).aneslia dividen la historia de s u pufblo. Según í-stos, en sil recorrido por l La saga del nacimiento, liazaí-ias ascensión ai cieio d e la divinidad solar

1
la tierra ari!es de asce:ider al cielo, la diviridad solar fue c r ~ a n d oirnpor- Yonipor Itor (nilestro p a d r so!) ~ y la divinidad lunar Yaclior A.i-rorr ( n ~ i e s t r a
tnntes hitos del paisajr. Estos sehan coii\~ertidoenoiarcadores centrales de niadre luna) se menta en nuiiieroson niitos que constib~yenel riúcico cc:ntrnl
territorio tradicional yaneslia. A partir de c.viciei~.ciaarqueoIAgica, propon- de la mitoiogía yaneslia. Según e! mito, antes d e qiie n x i e r a n Ro:- y si?
go quelos acoiiteciiniei~tocd e la saga d e 'íompor Ror, recordados eii mitos hermana Arrorr, los cielus estaban goDernados p o i 'í'onií;.iir Rrct, u n a d i y - I -
e insc:ri;os en el paisaje, reflejan 1n migración real d e los prnto-Yanesha, o nidad solar nialPfica. En aquc! tiempo, las mujcrcs no parían iiijoc 1iorr;~tlcs
ancestros d ~ p11eb10
! yaiiesha, desde las tierras bajas aniazónicas hacia las sino lagnrkijas, :.nonos y rnadei.a podrida. El n~cimienfci1>rodigioxod e Rcjr
laderas orientales d e lcs Xntles. S o s t e ~ g nqiie los peiisadores yaiic-slin r i?.r:orr inaugi.iri:j iinn iii1eV;i e r d~e naci.nientos d e niiios normales >. di.
i:itc.rprctari e1 ;>roccso d e ocu;>acicín d e !o q u hd~ri'a
~ de convertirse en su oidt.11bioirígico (Can!os-Giniiei-o 1991: 54-67); sil ascerisióti a los cieiov y la
tcrritoi.io t:aciiiioiinl conio iin acto d e "coiisagrnci6ii"; F C I T ~ Iellos los to;>c!- derro!a de 1' divinicjad so!ar arite:-ior inauguraroii la er;: liisiijrica act:ial.
granins y topograio; que. recuerdan este proceso sori lugares d e creación y, Clomo \?el-emos,lo: ncckios qui. ocurrieroii eiitre estos d o s aconkecin-iieiitos
en al~unoscaaicis,d e ve~cración. I iwircaron "esta tierra" (niic pols;,:) ,:amo el terri:o;io vai?eslii5.
A coi:tiiiu~iiónpreienti.) brevemente los hito.; más ii-nyor:aiites del Inrgo Los mitos cueiitaii cóinu Yonpor Ror, en SLI cziiiino n Cheporepen, ilna
proceso de despojo Lei-riturial que ha siifrido e1 puelllo yanrsl-ia desde 1847. colina en el valle del I-Jnancabainba descie la que él, sus herinanos y l-.er-
El más iecieii:e cveiito en este proceso -la iinpleil-,entación por parte del manas debían ascei-ider a! cie!oh, recorrió esta tierra, primero río arriba er.
gobieriio peruono d e iin anibiiioso proyect:i de desarro!lo cololuzacioii dirección norte-sur siguiendo la cuenca del Palcazu-Cacazú l7 después río
ciurante la ~ iiineia
i 11-ii:ad d e la década de 1980- tiivo por objetivo la constr~ic- abajo en direcciói-i sur-r,orte sigiiieiido el curso d e los ríos C1:orobainb~-
ci6n de nuevas carreteras de colonización y la continuación d e lar ya exis- tiuancabaniba. En aquel tiempo, la tierra estaba habitada por divinidasies
tentes, tales corno la Carretera Marginal. Las presiones externas resultai.ttes de las c a i e g o r í ~ "abiielo",
s "pa~ire",y "l~erinano,"pero tanbien p o r espí-
d e este proceso han sido interpretadas por muchos Yanesh;, a !a !uz de los ritus ~~lrlli~ñoti~ii, dernonic)~ poderosos, las foriiias huiiiaii~s~ r i m o i d i a l c de
s
ni tos andiiios solli-e!ospislih~ccs.En su reinterpretacióii de esta mitología, los las plantas y arumales actuales, y los ancestros de los actuales Yancsha,
pishtacos son seres ninligiios con apariencia d e "gringos" empleados por la todos los cuales a ú n tenía11 forma huiliana. Según el mito, micn:ras caini-
eilipresa constructora d2 la Carretera hlargiiial para matar a lion-~brcsy naba hacia Cheporepen, Yompor Ror se fue enojando por la conducta d e los
i~i~ijeres yaneslia y enterrarlos en sitios especiales a fin d e consolidar las serescon los que se iba e:-icontrando. l-lnciendo uso d e sus pcideres divinos,
carreteras y puentes qLiE se encontrnban eii coiistrucción. Mantei-igo que la Yompor Ror fue transformándolos er: piedras o eri los animales y. plantas -
g-nte yariesha ha interpretado el nctuñl proceso de ocupación y transforma- que la gente yniiesha conoce en ia acti!alidad.
ción d e sus tierra.. coilio ii:i acto r ? prof;i.naciÓn,
~ concibiei~dolos nui.uos Dice el mito que Yompor Ror coniei-izó a andar río arriba desde el bajo
1 topogrnmas rreados a lo largo del iiii~mocoinosiLiosdeiniierte y deshiiccióii. Palcazu. Después d e carniiinr río arriba a lo largo del rio Cacazú, llegó ai

1 Por últiino, interito demostrar que los mitos, traciiciones orales, reixiiiis-
ceiicias persoiia1es;iiios y prdciicns coi-poralci por niedio d e los cila!es e!
pueblo yaiieshn constrii1.e ~ L historizI encuaitran sil máxii-iia exprcsióii en
valle de Enelias, donde s ~ i p oque Yoinpor H u a r , uii jove!i al que él había
criado, había tenido relaciones sexuaies con s u esposa, Yaci-ior Coc (nuestra
niadre coca). Ei-if~irccidopor el engaiio de Huar y la iiifidelidad d e Coc,
11
k!!
i r q ~ i e r d a Allí . se eiicontr6 con Clieiom y lo traiisfornicí en la peqiieiia
goloiidriiia cliir siiele ai-iidar cerca d e las casar; de los Yaiiecha. Eii la
Figura 1
nciiiaiidaci esta qiieL3racia se Ilama Cl-ieson~aso(quebrada de la gn1ui:dri-
iiajs. Yoii:;i«r Ror sigiiiú si1 cainiiio hacia el iiorte. Sc ci.~coi~tiaba iwscaiido
ri; un pec;iie:io aflue:ite dei río Sciiita Cruz ciiaiicio pasó por allí iin griipo
d e iiajci-os. V c i i i a n c a r ~ d o scoi~ch.iniairoypescado aliuniado que hahían
recolectado ). pescado cii el valle del I'alcaz~i'. Ror pidió a iiiio dc! los
iioiiibies, . - -c.p.e se 1lainab:i. lvl?~ar,un.~~oco.de.pcscado y clia~i~airo, a 10-qirc-. .
.. -.
el lioiiibre se iiegii. Cuandc h:la t3r conienzó a suhii ~ i n colii;a, a Yoinpoí Ror
~ r i t ó siiombrecanfuria
~i y a trav6s dela fuerza dcciipa1ab;-a lo ti-,-nsfciririó
cn iiiia g ~ a ipiedra i blaiica qiie to~lai-íaes 7,risiblc eii la inargcn derecha del
río. Estii l ~ i g a rse conoce actiialiiiente i o n el iioriibrc d e Cnncllo y la grari
piedra blanca con el de Matarpon. hlás adelante Yompor 1:or si. enc~iili-cí
coi: ctro griipo de viajcrosq~ietainbiénveriía del valle dcl Palcaz~:tra)~eiido
chamairo y uiia gran variedad d e loros. i-.i divinidad solar ¡e pidicí a
Huacanipiú, ur:o de los viajeros, q u e Ic diera i i i i loro, peso Hcacanqiiiú se
negó. Iior sc ei~fureciócoii los viajeros ;. los transforri-id eii pitdriis, las
! ci;ales el1 la actualidad se ven en la margen izquierda del río Santa Cruz,
! juiito al 1~3%;' Ila:~iacloMesapata.
A coi~tinuaciónYoinpor Ror dejó la cilenia del río Paucartñn-iLio y se
,. .
i : i í i ~ i ( I :!lacia el .:alle del CI:~i.~bni;iba.Llegd nuiiailuc~l?:-a<$?. grñi73~,~Ioiidt:
1 se encon:rí'~ coii L l a i ~ i a p e (oir: ' i'y:lc:cie d e !oro) a quic3n tia::síoi.iiicí cri e!
i ñv~q r ~i? 2i1 ac:uslidad iieva este noinbre. T'iir ~ s t as ~ z ~ It"ti3 ; , río, c;iie
! df~~i.111i70ca eii el C:hontahaiiii?a para iormar t.1 rio Ch~\robaniba,i e coiloce
1 ac:i!rilr,ieiitcl sc>íi el iioinbr-t. d e TLl:iiizq:iesoi". Por eiitunces, Yonipor Rrir
e~:~i!>n i-iiti): iiii-ioso.Ciiando llt'g6 a 12 cjiiebr:!da 1la:iiada CJuellr-so (~p.ebra-

i
Ycmvor I < ( i : dec.ci!a;tizJ el iLierjo d e su esposa y dicyersó siis niirnihros da d e p!a ta)" exp~ilcóa los h,-ibitanies del luga:., que hu\.eroii despavoridos
eii todds 12s direccic3;ic.r;.De ellos crecieron los aibust05 dt,cc>cacu);as !lajas pedcirreindose de n-iicdo. Por este motivo, ciiiho lugar se llama aliora Te-
ro1isLin-e la geiite yaiiesl~aact~iaiil-iei~tc. Entertido del eiifacio c',? Yoinpor J!esoih (lugar doiicie la geiite se pedorreó). V á s allá se ei~contr;icon Ca-
I<or,Huar inteiitó escapar ai cielo. Pero Ror, disfrazado d e su niiijer Yachor iiiareinpue' el; i i i i pequeiío arroyuelo y lo transforinó eii la gran niasip~s:i
Coc, lo ciiga5ó y lo planih firmeiiiente e11 csta tierra d e modo qiie H ~ : a r ~ L I ?"sde eiito~icesllei7a ese ~ i o m b i eEste
. arroyo se ioiyoce aliora coi? rl
t~ivieiaque soportar e! peso d e los cielos por siempre jamás7. ilonibi-ecit. C;ii-iiarernpes (arroyo d e la niariposa). A contiiii~aciónse eiico:i-
r sigiiió caminar,c!o hacia las tierras altas de fvleiraro, di;nde
' í o i n j > ~Ror tró cor. iin poderoso espíritu ~ii!~ilnliotrii llamado O'patcciiaya, qi8ieiilo retí.5
oyó ~ I I Sil C ~,,cI.~I:;~IIo
Yonipor Yom!lere lo esperaba iiiipacicnte en e! ;,alle del I~icliar.Yompor Rorganó la bakaila obligaiici(; al ecpíritii a oc~iiiai.sc.~a:-a
Cliorobaiiiba. Cuando llegóa In deseinbocailiira ciel río Pñiicartarnbo, tomó siei-iiprc eii el lugar llainado Anio'cho.
la dir-ecci:íii ser--ii»rte. Dos kiiónictros iiids allá del actual p~iciitr~ o b r .el , h16s alld, yeiido ríoabajo por el río Chorobainba,Yompor Rar se ei~coii-
río I'a~icartanibo (cii el lugar llamado hlataiic), se encoiitró con Onefict. Este tr6 coi1 d o s lioni!?res, I'ueshestor y Arsarpen, qiiiciies estabm conducieiido
ii7tei1tóhuir del enfurecido Y ~ m p o Ror, r pero sin éxito. h!ei!iantc si: pode: río abajo todos los seres aciiáticos qiie 61 nabía cre'ido. Estaban colaiido el
di\,jna Yoriipor Ror lo coii\.irtió en seiior d e los actuales l?einoilios oi!t,i^i?i. agua coi1 u11tamiz i.etiondo pnra capturar a todos los peces, iiicli!so los ::iás
5igi:ieiido sil cainino, Ror 1ler;h a una quei~i-adadoiic!? se cncoiilró ro1-i dirniiiii tos. CiiandoYompi~rRor les piegiiiitó por qiiS hacíaii eco, le coiitcs--
Quer, la forma 11~:n-i;iiia prin;igciii.i clc :lila especie d e lc:o, y lo traiisfo:mó taron que qiierían vaciar el río para aduefiarse d e todas 5ui. criaturas. La
e n e1 ave que conocemos actiialn-iente. Iíoy eii {iia esta quebrada se cuixoce di\..iiiid~dsolar sc erifiireció poi. sil codicia y los transfoi-inó eii piedras;
con el nombre d e Queroso (qiicbríida del loro). todavía sc l o s p ~ i c d e \ encl ~ ~ r i-í«juiito coi1 su tainir, todos ellosc!iii\~ettidos
Y ~ n i p o clior sjgiiió río ;irrib;i a lo lai-go del río Salita Criiz, iin afl~ieiitc e11 l2ic.cli.a. T.,o inisi~iooc~isri:ícoi1 uii lií)ilii3r~~ ~ L I c.<tab;i
C coii~l~icieiidci i-íu
clc.1 río I>a~icn~.tan-ibo, Iiasta ~liicllegcí a iiiia q~icbradai i t i i ~ ~ t cli
i a 511 iiinrgi~n f
i
abajo y hacia el otro iado de la Cordillera de Yaiiachaga a todos los seres formó a las formas hiimaiias priniordií..les d e las plantas y animales dán-
. terrestresque la divinidad había creado. Yornpor Ror le preguntó al hombre: doles la fornia y los noinhres que tienen en la actualidad. Finalmente, la
"Opana, hijo mío, ¿por quéquieres vaciar la tierra que yo he creado?". Y por ascerisión d e la divinidad solar inarcó el final d e la socinbilidad entre
el mero acto de llamarlo Opana Iiizo que enm~idecierapara siempre (opr?rr dioses y seres humanos: Yompor Ror subió al cielo seguido d e casi todas
significa mudo). Por esta razón, la queb:ada en la q u e lo encontró Ror se las demAs d~vinidades,las cuales se convirtieron en las estrellas y conste-
llama ahora Opanrnasoi2.Los narradores yaneslia dicen que si no hubiera 1;icioiies actuales (Santos-Granero 1992).
sido por Pueshestor, Arrarpen y Opana, la parte alta d e s u territorio (los ! Esta especie d e seguiida creación no fue el tipo d e aconteciiniento
valles d e Chorobamba y Huancabamba) sería aliora tan abundante en peces seráfico q u e recuenta el Génesis bíblico; fue la creacióii violenta d e un
y animales d e caza como la parte baja (la cuenca del Palcazu). dios e~icolerizado'~. Sin embargo, fue gracias a las accioiies d i v i n a s y
Cuando Yompor Ror coinenzó a andar hacia el lugar desde el cual iba
i:
transformadoras d e Yoinyor Ror que el espacio n o marcado d e la era
a ascender T.[ cielo, sus hernianos mayores -Yoinpere, Yompiier y Etetar- y ankerior se convirtió eii oiiepntsro (esta tierra), es decir, e n el "Lerri torio"
sus respectivas hermanas/mujeres decidieron precederle. Ciiando Yoiii- ! marcñdo y consagrado d e la gente yaiiesha actual. Como veremos a
pere alcanzó la quebrada actualmente iiamada Opanmaso junto con sii
l i e r m a n a / m ~ ~ jYachor
er híamss (nuestra madre masa to), su lujo clasifica-
torio Ycnio'nas!ien Senyac (nuestro herinano Ce~iyac),y otra di~.inidad
I coiitiiiuación, Ií! consagración del espacio mítico en territorio yanesha
justo antes de Ia ascensión de Yompor Ror al cielo concuerda con lo q u e

I.~cnor31amadaYepañer Senyac (nuestro cunado Cenyac), se paró a descan-


- 3

sor y a esperar a su hermano menor Yompor lior. Ciiant-li~este llegó tras


j snbemos sobre la ruta nigratoria que sigi:ieron los Yanesha histijrjcos
v proto-históricos.

haber convertido en pit2dras a los hombres mezqiiirios, todavía seguía es-


tando furioso; discutió con SLI hermano Yoinperc y comenzó a luchar con 1 La ocupación prehistórica del territorio yanesha
él. 'íompor Ror ganó la batalla y convirtió en piedra a Yornpcre, su ~ u ~ i j e r
? s u hijo. En la actualidad piiede verse a estas divinidades bajo la forma de
grbiides pcñnscoc, c n la rriargeri derecha del río Cliorobainba.
1 5ty,úii Lathrap (147!i:i0'2\, desde el año l 5 G O a . c . Ii,ista el 639 d.C., l a par!e
alta dcl r-;o Pachilea est~ivoocupada por pueblos de li~blriar,il!urica >lí!i.-
Antes o dezpii6r de estos lieclios (los iiarradores I;» eitári de iicuerdii
:;obre el orden de estos acon teciiiijentos), Yonipor lior con\.irtib a sii iicrnia-
no-Yompiier eii tina niedra pcqrieña y pulida. Tras haber cc!ii\rertido e;i
1I te:iecii.i?tcs a la tradicihíi Nazaratequi. Laifirap siigierf q u e esto-; p:!&loc
1-iílhi?.:i !ni;;aao desde el cmso medio del Amazonas, pri;nc.:n hilcia e!
I.Tcdv~.liy mRs tarde Lacio el Pachitea. Haciz el z!io 650 d.C.,i'l alto Pcichitea
piedra a sus do: hermanos, Yornpor Ror coiiliiiuó su camino siguiendo el fiie invzdido por 10fiN~neiiii ijiiicnes, según Lathrap, eran "iinn rain;i d e
curso del río Huancabainba hacia Cheporepeii, la colina desde la cual iba la oleada de piiebios de habla r a n o que invadieron toda Ir+ cueiica de!
a ascender al cielo. Sil tercer hermano, Yoinpor Etetar, había llegado niites Lrc;i);ali por esa +oc-a" (1970:135). La p r e s e ~ c i ad e !a geiite iiaiieini en
y l o estaba esperando. Cabiendo qiir Ror había coiiveriido e n piedra a sus zoiia duró poco. Los sitios d e este período tienen como ú!timo coinpoiiente
citros herniaiios, Etrtar estaba enojado y desafiaiite. Ciraiido llegó Yompor uii estrato de desechos q;ie dejaron los piieblos del co~iip!ejoEiioqui; ~ : i s
Ror, las dos divinidades comenzaron a luchar. Sieiido dioses, los dos her- estilos cerániicos sugieren que estos puc-blos eran dtisceiidieiit~sdirectos d e
manos centelleaban como fuego, se derribaban el u n o al otro y al caer los creadores d e la tradición Naznratequi. Dice Lathrap (19/'0:1.35):
rodando fueron quemaiido todos los cerros de los alrededores. Por este
nioti\i.o, los cerros d e la zona de Huaiicabamba so11yermos y est6n cubiertos "El Iicclio d r , 7 1 1 ~el con;pi~íjoE~70ql1i5 1 ~ 1el ~;l!i?izoy 71.1h5~.~fi::~!i~d:!
ií:iicaniente de pastos altos. Yoinpor Ror logródcrrotar a Yocipor Etetar y, co~iipl~jo certí~iiicoeii ln iolia ocirpndn lznstn lrnce iiriry poco j7ur 105
A petición d e este úliinio, lo convirtió en un ser mitad piedra y mitad Al!iiieshn (Yilnrslrn) hose probnlile q11e 10s bns~irolcsc~io17iiip ~ ? ~ i r scJr
;ri
hurnano. Finalmente, cuenta el inito, tras haber veiicido a todos sus lierina- ntribiiidos a los A!ii~irshnproto-liistóricos c Iiistóricos".
nos,Yompor Ror ascendió al cieloeii medio de una grandiosa celehraciíjn.
La ascensión de Yoi~iporRor a los cielos marcó el inicio d e la era actual Las pruebas a r q ~ ~ e o l & g iaportadas
ca~ por Latlirap parecen s e ñ n l a ~q u e ln
mediante 11:12 serie GC ruptiirac. Senaló el fin del gobierno d e Yoinpor Rre t ruta por la que los proto-Yanesha li~,garoiia ocupar su territorio fiie a lo
sobre !a esferaceleste cluc seencuentra iiiniedialainei~tearriba de esta tierra: liirgo del eje Ucayali-Pachitea-Paicaz,~. Estos se vieron obligados a seguir 1

"4. -
Yoiiipcr Flor obligó a la inaligna divinidad solar a trasladarseliacia iiii cielo
superior dcsde doiide nunca inás podria perjudicar a la gente yaneslia.
h4arcóla sepnr;icióneiitre personas, plaiitas); nniiiialrs: Yonipor I<orti.aiis-
estii ruta debido a Ins presiones ejercidas por los pueblos de habla pario. La
historia oral y paisajística yaneslia coiiicide con esta ~ccoiistriiccióiiay-
clneol6gica. Segiín esta tradicicín, la frontera noreste del tcrriiorio y i i c s h a
i
!!2
7- zoiia fue i i ~ i a"tierra de nadie" qiie separaha al piieblo yai:esha íie 5lis
Figura 2 1 ciieiiiigos paiio-haL)laiites localizados inás al i ~ o r t e .
! TLa peregriiiaiión de Yompor Ror antes d e s u asceiisión al cielo s i c ~ i la
e
~nisiiiaruta que los Yaiicslia protv-históricos. Según e1 mito, Xor veiiia d e
la p-rte tiaja del valle del Palcazu en direccióii norte-sur 11:ista que alcai-i;:ó
la desenibocad~iradel río Paiicartan-ibo y la forniidahle barrera de las estri-
bacioiies oi-icntales de los Andes. Desde allí coiitiniió rí:, atajo a !o Ini-gi-I
d e 10svalles del C11oroLxiinba y Huancaban-iba, siguiei-iclo Inse~tribaiioiies
cie los Andes en dirección sur-norte. Las a n d a i ~ z a ds e Yonipor liur rnarca-
ron lo que de lieclio era el iiíicleo del territorio ysrieslia en la época d e
co~itactocoii los espafioles. En la iiiedida que la niitoIogía yane:iia refleja
In ruta niigratcria y las ZCl!ias ocupadas por lo:; Yaiieslia proto-histiiricos,
no es d e extrafiar que 12s zon?.s m6s marcadas en térini:ios riiiiico-espacia-
les sean aquella? eii las qiit fi1;aliuente se estab!eció :n gel: te \van:-sha:los
ríos Socaz );Cacazú (fuentes del río Palcazu); Ios viii!es iii:e:conectzdos cie
i
Eiieñzs, Villa Rica y Yiirinaki; las kierias altiis d e Meiraro; e! rurcn bajo del :

1 río P~.ucartanbo;y el eje for~iiadopor los vailes Chorobamha. Hiianca-


baniba y Poziizo. En contraste, ia cuenca dcl rio Paicazii aparece ir.enos
inarc~idaen t6rrninos ~nítico-espacialer;.Esta si ti:aci6n canil~ióradica1ii:cn-

11 te después de n?ediador; del siglo XIX, cuaii60 el ej6rcito periiano recaiiquis-


tií la región y coinrnzó a debalujar a la gente );iiiic:.hn cio :.u territorio.

si'eiii'~i~iti~S;i ,301-ideel rio Cacazíi d!:seii:Lioca en e1 ? ~ l c a r i ! 2, l i i doncic. cl i


cilos siicrrrro Y.ito' Cari.5~(ver !a iir7r~aciÓi1de1i;i ;-ní;~,in:,i.i!Av 1977: a1.o.;- El despojo histórico de! terrilo:io yaiieslia
taba ;I 5x5 g~.iardia:: J7,iraii-.ipeí4ir qcic ]ti<cz~i?~~?!í~; :;iilel!cl~?:;;~!~c:ra:ilo? i
a:.r,i;t;i~nientos\~aiie>l:a. Cs iii~iypsoba'u!e qui' ; i ~ si.!iir!lepcii i:~.ciiciunadc:;
e11 1s iiiitología !-ariesha wari los nctiiales Casliiho o !jni, 1111 pueiiio d e ha512 ! La invasión dei territorio yoiiesiia por parte dei ejerciic peruanc eii 1847
p ~ i s ofin a u n período de nias de un siglo d e autonomía, !ogra(in tras la •
e
pana q.~ieocfip:la margen izquierda del alto Pacliitea i\:qi!e hasta la c;$cailj.
d e 1960 praciicaba tina forinn do end«caixiD;i!ii;rno (Fraiik 199-1:307).El río
Cacazú c!che de hnher sido el Iíiliite extrerno siir d e la expansión ac los
i rct>elió!i pan-indígeiia de juan Saiitos Ataliuallpa e n 1742. La derrota mi-
iikar d e los p n e s i i a en 1547 ii-iarcó el inicio del proceso gratiual pero
inexorable d e colonizaciG~-,d e s u territorio. I . , x presione:: c o i o n i z ~ . i l o r a ~ •
p ~ i e b l t de) ~ haS!a palio a !o largo del eje Ucaya!i-Pachitea-i'alcazu.
Los datos Iiistóricos confiri~~aii ec ta hipótesis. Los soldado.;, misioiiero~:
provenían d e dos fucos: la guarnición iiiilitar d e Saii Rarnó:?, filiidada e n
1647 situad? en el límite suroeste ciel territorio y a ~ c s h a ,y la cnInnia

)r viajeros qiie 1-i.itari,n e1 va!ie del 1'alcar.u e11 c! siglo X i x iiíl e~iic~iiir,-irol? ale~i~:ina d e Pozuzo, funáada en 1856 y ubicada en s u lirni:? noroeste. 1.3s e
liiia gi.>n poli1;icióri indígeiia ei-i la jrc>iia.Los pocos hii1~it;iiitii~ i:id:;eiias
q u e iiiei icioiian so:? en sil nia!,oría Asli,!iiiiii<a o Caiii!~ass e ~ i í nl a i fiicntei;.
oleadrisrle colonos procede~ites d e estos dos cciitros aci :iarciii co!lio pii~za::
qiic fiieroi~ejerciendo iina crecieiite presión sobre la gei-ite qi:e habitaba e n •
E n 1886. ciia:ido cI exp!orador fraiic2s Olivier Oi-riiiiaire (lS"?j visitii. a el corazón dei territorio ):ar.e?Iia. e
G u i l i e r i i i ~Fri?iitzeii -por eritiiiices cl único co1o:io tiroies tiel \-alle del Pal-
cazii- éste le dijo que cuaiiclo i.1 s c !iabín estaLileci~1oe:i la dcsi.i?i!7ocaciiii-.
d e l i-ío Clicicliiirras en 18S0, s6lo Iiabía eiicoiitraíjo a doce !ai;iiIi;is '1:,li6-
ninka. En ia $poca de ia visita d e Ortiiiiair.e,Fiai-itzai había Ic:gracio ri!ui~ir
i Entre 1847 y 1880, lagente yaneslia fue desaiojndd d e la iiiayor p y t e cie
la mai-gim iziliiierdo del río Cl-ianchamayo, en la poición surocstc d e si!
tcrri tr~rio,y d e los \.alles de Poz~izoy Hunncabnniha, en la porci6ii noroeste.
Ei~ihc.1880 y 1900,lo que quedaba del núcleo d e s u terri trjrio :L~P ciciipado

LE
a s u alrededor a icsciita fanti!ias ashániiika y yanesiia. Sin e i ~ ~ b a r gla:; o, casi totalinentc por ni:evas oleadas d e coloiios. Corrio resu:tado iie la f i i i i -
fair,i!ias yanr>sliaque vi\~ícincon é! iio eran origiriaria'; dc la zoiia, sino cie d a c ~ ó í id e ia misión de Quillazíi en 1881 y del poblado coloiio de Oxri-
( los \-a1li.s del C.Iiorobaniba )- H~ianca!~aiiiba.La baja ciciiii;lad ~oLik~ci«ii?l O p111pa en 189i, la gente yancsha fiif desalojada casi totalnicnte de! valle
i~í,
a-.
/ d c l \aI!c del I'als,~zcipo:- esa époc:. siisici-e qiic. por uri largo tvl.iocio, csLi f
del C1-iorobanil~a. Tras la creación de las iiiisioiies d e Saii ? i i i y dc S1i::aro !<):
e
e
e
(1686) y Sogormo (1896),tarnbi6n fueron desplazados de la niayor parte de comunidad yanesha de H~iacsho.La falta de recursos económicos había
las tierras situadas en ambas márgenes del río Paiicartambo. Por último, en obligado al estado periiaiio a parar las obras de consirucciói-i de la carretera
1891, con ei establecimiento en la región d e IaPeruvian Corporation Com- urios kilómetros más allá de este acentarniento. Durante s ~seguiido i nian-
pany, empresa británica dedicada al culkivo de café de exportación, la gente dato, a inicios de la década de 1960, el presidente Fernai-ido Belaiínd.
ya~ieshafiie expulsada de la zona del alto Perené (Barclay y Santos 1980: anunció su decisióil de poner e11 marcha un gran proyecto de colo!-iización
47-50; Barclay 1589; Santos-Granero 11 Barclay 1995). y desarrollo -1 Pro;~ectode Desarrollo de la Selva Ceiitral- qiie afectaba a
Desplazados de gran parte de su territorio tra<licional,lagente yai-iesl-ia 12 mayor parte del territorio yanesha. El Proyecto Especial Pichis-Palcazc,
se retiró hacia la cuei-ica del río Palcazu. Esta zona poco poblada, que incluido dentro del proyecto más amplio d e la Selvc Ce:-itral, s~iporiíala
anteriormente había sido ui-ia especie de tierra de nadie entre el pueblo construcción de nuevas carreteras de penetración y la contjiiuaci6n de la
yaiieslia y sus enemigos pano-hablantes, se convirtió así ei-i una zona de llamada Carretern Marginal, que corre i?ndirecci6ri norte-slir a lo largo d e
refugio. Muchos asentainientos yanesha actuales ubicados eii el valle del las estribacioi~csorieritales de 1.3s P.rides. Ciiando comence ini scguníJo
Palcazu fueron h~nciadosdiirante la primera mitad del siglo XXpor gentes trabajo de-campo en mayo de 1983, hacía ya dos años que se vciiít! traba-
desalojadas de sus zonas originales como resultado de las ~~resiones colo- jando en la contin~iaciónde la carretera La Merced-Fuacsho -lino de los
iiizadoras. Este fue el caso del asentamiento de Camantarmas, fundado en tramos de la Carretera I\<arginal- la cual, por entonces, ya I!egaba al asen-
la década de 1940,por i~iigrantesyaiiesha de la zLina del alto Perert6, y el tamiento de Miierratoi4.La cni-istruccióii de la carretera corría a cargo con-
, dcl asen;amiei-ito de O:nas, fu:idado en la década de 1960 por desccndien- juntamente de la eimpresn Villasol S.A. y del Batallón de lngei-ueros Ollan-
tes de iamilias pneslia cnigiiiarias del valle del Chorot>i~ml?a (Sai~tos-Gra- taytanibo riel cj6rcito periiano. La enipresa Villaso! tenía su campainento
nero :1091:177-1K2). En sil retirada, los desplazados yanrsiia s i g ~ i i ~ r o n , principai junto al asentarnieiiro de Mimrnto; el Batallón estaba acanipado
aunqiie en direcciói~opuestn, l.? mismn ruta por la cual LD día and~ivieron eniin liig,~rllaniacio Maiecgo, a initad de camino entre los aseiitaniientos
siis dioses )7 sus an!!,pi.iaácis. de Yoncollniaso y P+f~:i.rr.ato.Ademds había :rarios piieitos de guardia
A partir de 1940, se acelcri?el proceso de ciesnlojo debido a la cor-istr~ic- asociados a los :rabajos de coiis:r:icci0ii dc la ca1:retci.a: uno poco m á s allá
ci5i-i de niievas iarreierns de colonización qiie tri.jeron nue\.as oleadas de del ai;entan:ieiito cie Huacsllo, iu:ito ;i la desernt~oc;.:i:ii.ade! río Y~incii!l-
c~luiiosñi-idinos. l?urante las décadas siguientes, la ge:ite '~anesha fue :naz, y otro jriito an:es del asentail?iei?:oi!e hliieriato. La seae del l'royecto
einpujada cada \.ez riiás río iibL3jo.A principios tic? la décadz dz 1980, cie un Especi~lPichis-Paicazii estzba eri e! p o ~ i a d ocr\iono de lscozazíi-i, eri la
tot ji de veil-itiocho asentamicritos ynneslin, ca toree esiaban si tiiados al n-iargei-iizquimd"ne1 i.io I'a!cazi:, sdondci la cai.re:era ~iiíiii:o hahín Ilcgado.
iiortci cie la deser~ibocar!u:n del río Cacazú (Barclay y Santos i980:iO-71). Para cuando llegiié, eii iiiayo de 19871, el paisaje entrelos asentarnicnic~s
Coinu hemosvisto, 6staer;i la antigua frontera entreelpueblo yaneslia ysus dti Iluaísho y hlucrrato había cambiado de n-iai-ieraespectacular desde mi
vecinos pono-hablantes. Dc estos catorce aseiitamientos, dos estaban sikiia- viaje de 1977. Los cctnstsuctores de la carretera habían diiiainitailo vario::
dos ci: el alio I'achitea y dos en 1!: bajci Pici-iis, la zona originaria, según cerros, aigunas veces socavando s1.1~ laderas y otras cortando las e!e\lacio-
La thrap, de !os Yanesl-ia proto-históricos. Por ironías del destino, la gente nes nihs baja:; Pn d a . Para evitar la coi-ictriicciúnde uii gran núil-,ero de
yaneslia, que había sirio cxpulsada del alto Pnchitra alrededor del aií.0 750 puentes, la carretera haFía sido constr!~idaa lo largo de :a margen ci~~,eci-ia
d e iiuestra era, fue íorzada a regresar a dicha zona al rabo de 1.200 años. del río C ~ c a z úC
. o ~ ~consecuencia,
io el viejo sendtlro por el ciial y o habia
En iris páginas aiiteriores he exan-iinado cómc el pueblo yai-ieslia ha iainiiindo había sido destruido y much«s de los hitos del paisaje q u e
escrito en el paisaje la historia de la ocupsción y coiisagr;iciói-i de sil terri- Francisco me habh inos:rado en mi car?iinata de 1977 ya no se veían.
torio tr~dicioiial.A continuación examinaré cóno éstos coi-iciben S U retira- Algiinos de los que aún erai-i\~isibles,como 1ñ cascada de Yato' Koi-,habían
da forzosa de este territorio y cómo los \liol?i-itos sucesos que han dado sido dafiados o iniiy alterados por las obras de la carretera.
origen a esta niigración tambiéii estdn sierido escritos en el paisaje. P. los diez días cie mi !legada, oí la primera versión de que estaban
ociirriendo cosas extra5as a lo largo de Iit carretera. Estando en h4~ierrato
fui una nocl-ie a pesca? con Lin an-iiso. Éste estaba iniiy ner\rioso, carninaba
La profanación conternpniánea del territcrio yanesha eii silencio y ri~ovíaSLI linterna en todas las direccioiies. Cuando le pregunté
I! por qué estaba siendo tancauteloso me contestó que ya no era seguro pescar.
En 1977,cuando hice iniprii-i-iertrabajo de campo en comunidades ynnesl-ia, e11 la niargen derecha de! río -por doride pasaba la carretera- porqiie los
la carretera de coloi-iizaciói-ique salía del poblado colorii, de La Merced y pislitacos a1-idaba1-ipor la carretera "cazaiido personas para cortarles el
pasaba par los poblados de Villa Rica y Eiieñas ya había Ilcgado a la cvello". hl5s aun, dijo que antes de qiie la carretera llegara a h4~1errato k!
todo
"cs taba cileiicio", !,que !os pish tacos habían liechn ;ii ap,jrici(i:i jiii-ilo cc;ii oficial del ej6rcilo qiie tralxijaba en la carret~riihabía aconsejado a los
lcis consti-iictores de la carretera. h?e sorprendió oír estc~porque los pisl-i- :iiienibros d e la coinunid;id qiie no pasearaii j~intoa !a carretera p a s a d a s
tacos son seres iiialignos caractcristicos del foikiorc andiiio ). hcistn ciitoii- !as 4 11e la tarde, porqiie los trabajadores de la ciiipiesn Vi:!asol estaba11
c e s nunca había esciicliado a la gente yLi!ie<!-,nhnlilnr tic c ~ l l ~ ~ s . i d o y podían iliatai. sin cliierer a q:iii,nes pasaran por allí. "1
~ ~ i ~ a i -.srijiiios
Eii ei folklore andiilo, los pisl-itncos -tnml;lCn coiiociclo:: por 1' noiiibre que me contó esto interpretaba las palabras del oficial conic) iina ad\:erit.i~-
q-,iecliiia d e r~nkliilo el térn-iiiioespaliol decorka-ciiel!os-s(2n scrc3siiii.l\ ados cia coiitra los pishtacos contratados p o i la enipiesr. Viilasol, y entendía la
qiie atacan a las personas que ai;daii por liig3res solitcirio.; parn t:acarle5 frase "caz'indo sajiiiol;" mino un eufeinismo por "cazando gente". E!,
:a grasa ); e:np!earla en djversos fines. El priniero ei-i irieiiciciri:ir estos sei-es Muerrato me iriforicaroi-i t a m b i h que uno d e lcc; ingeiiicros del P,ataliói-i
f u e el cronista Cris:óbal de Molina l-i'icia 157L'. En su c:6:1iia, hlcili!;a Ollaritnytailibo había avisado a la gcrite del pueb10 ii:ie no ai-iciiiviera p o r
informaba qiie los indios nndinos habían coitienzado a e:,iiar n lcis españo- la cai-retera al anocliercr i ~ antesi del aiiiaiiecer porque ~ u r l í a nsufrir ata-
les, acusándolos ce! niatar gente par21 sacarles la ;.rasa, s ~ i p t ~ e s i a i i i ccon t~~c qLies de los p i s h t a c ~ s ! ~ ,
el fin de cura;- una cxtrafia cnferinidad qiic s6lo afeci;ib2 a los espaiioies Más tarde, lus rumore:: se estendiero:: río abajo. Me coiiraion histiria::
(Ansión lYS9:69). Ei-i 1723, estos seres -por entonces identi:icados con los sobre la presei.icia de pisiitacos en los iisentaitiienioc de Canir?iitarxii.as,
sacei-dotes- aparecieron por primera vez como cortadorc.5 de ~ . ~ i e l lcon o s el Omas, Coi~~piierechnias y Er;perar,so, Lodos ellos: ubicados a lo lzrgo del río
r i o ~ n b r de e rln,joh- (Ansihn 1989: 70). Desde entonces, la figiira del pislitaco l'alcazii y siis alliientes d e la maí-gcn izqi:ierda. En jiini,! dc i9j.3, eii :ina
a s í como I;is iiitt;rpret2cionec popiilari~sdi. siis actividades han ido trnns- visita a Carnantarix-S, m e ncoiisejaron q ~ no e viajairi solo i:orqiic ios qiic
fcl; ináiid<ficpara adaptarse a niievas cii-ciinrtaricias y coi-itextol; 1:istóricos. trabajaba:: parii la empresa Villaso: en -1 tr'11xca c!e la carreieia que iha d e
p:,L-1-ianaz n Iscozacín ei!al?ari ma tíirilio gente para "n:;uaniar" ios pliei-i!cs
Segúii tlmión (19S?:9), el pisl-itaco cs 111-1 personaje asociarlo siempre con
Lo-; p ~ d e r o s o sTiene
. los rasgo-; físicas d e iin gri:igoi' J., iiiinqu.? d»!ado iic q:ie se estaban ioriskruyeiido en cl irari-io richaiiaz-iJuer:c Be~ii;l.;-:),a.En
poderes n-iigicos, no es ni i:n e,\píriti: ni iin sc; dcl otro iiiuricio, si170 u11 'Iiier:ato nle ~.:<plicaroii qiie los con:truciorc: n c c ~ f i t a ' o ai!n~ i tot.-.l de oc!:r,
li~.,ínbiecic cari-ic 1: hiicso. ;- - C y';ra son,?rta:- cil.do pueii~ii.
,,,L.. 11,- -,... p'-~rc;Lc~,:
~i,?: iir:o de s32>;>i!;?rys.Coi-1~2
Di?rai-itci o 61'3.;y nicses sig:!icnttiq, cs;~ic!ií. inr?!i!;?;.i-ribles liiat:?ri-, de !~,-ii>i,-i:i ~ I ~ i r i i f i c a i i o c ~ ~ i ~i:i~clic>s
f r u i : pueii!r,L-en c:inibiic,irí;nm-:d i la c ~ ~ : . T L -
in C?LIL>liacíaii li?c pishtacoi en ün c,itci-iso leiritoiic $..le iba !Si>Lic. Fi~incsho tera, ncresi!abs;i mnt;ir ,: iniicha gc nie. El fral>aiod r h s ~,ir:iiicsi!iei~ipitiz.-
a (:un;p~~:ecl-imn:;. Los re!ato> :,ob;e las nc!i\yií!ades d e los !;ishins:o,: se. c!o; p(01'!i. ~ i n j ~ i . e\'i!!,iso!
sa COII~I:;~~';; precis~m.ei?/:;.ci-i ;;.-i..?7li~a? ir? prü\,i-
r,:iiaii la inisn-ia dirccciói-, río abr,jo qiie la c;i:r;-ter:~ex: co:i:.trl.icció:i. 'i'od-is siC,ii di. !~,eiitc!.ara si?po: tnr ios ~!:?:-iI,?q ~ro~-~ct,~.~.ij."" k'onc"l!:~iaso ;13.(-.
[ ~ijeron,
l.. adciiiás, qi:e los ~ i s i i t a c ; )decupitaban
~ a la ~ e n t t ' 1- q ~ : er n a t a k ~ ~
LI

1;s ii;fnr:-n:iciones coincidían en qiie 11:s pisl2tC!coscrsn grii~gc?~; cian lui:y


peludos y tc'iiían pelo 1:irgo y barbas 11irsii;ris; soiíaii lievai másc;ii-ns y y lus ponían d e pic eii los 1-ioycsd c ~ n d ede5í;iii descansar los pi!arrs cdrl
capas; gei-ieralmeiite iban en grupos d e dos o tres juii!o a la carretera y cerca pii~>nte. DespiiS~,y ~7ar.1asegurar que sostu\.iieran ei p:rei-ite íiri?-iénii~iite,los
ciii los li11,7ro-;y puenteslh;y p < ~ . i í airi ~rápidameiite por el buzque, pero con eiriprrpitb'r!-i e : ~fsrrnol "para que se ir:antencan fuertes y Srmes y i ~ se o
fr~~cuciicia iban en autoinóvil para persrgiiir .i riis \,íctiirins. Fiiialrricnte, , poiigari
toAos coi!-iiidían eii que se dedicaban a cazar a los cnrniriarltes sulitarios y Tanhifr-i c.:. j1.iiii0, o: eii la corniii-iidad d e Y o i - i ~ o l ~ mqct.
a s ~ia empi-esa
IC'S cortabnn el c:iiel!o para alguno d e lo: sigaientes fii-ies:(1) sacarlss ia gra::a l Villasol haL+ :nniado a ii~iichossoldados pertenicient2s al c::n-ipariiento dc
y exportarla fuera de la zona e inc1:iso íiiera dcl Perú parti usos diversos; ( 2 ) 1i blatengo del Bataiión Ollantaytambo a fin d e "nlimcntar" Lin ( c r r c niii!i
"ag~iantar"los ciiriientos de hiiaros y piientes; y (3) "alinie~tar"a Ics cerros rocoso cliie teriíz xna iadeia vertical rii~iyescarpada s:>brcla rna!:jicn dere-
para et8ita:- Oerruiiibes y hiiaycos durai-ite el proceso d e coiistriiccióii de la clia del río Cacazíi-río debajo desde !a desemvocadurn del'iunc~iliniaz-.Los
carretera'-. Los qiit. cui-it;ibanestas ius!orias no sieinpre e5tabai-i de acui.i.dn i constr~ictoresle la caxreter'i había:: tardado ca.;i un ano í.nfcío c!2 dinarni-
eii los tipos de Fersoiiasqiie los l~ishtacospreferían atacar y n-iatar: algiinos 1I tal- y t.ocavai. la ladera para constriiir apenas un tramo d? ties kilórnt.tros "
de carrt1ter,3. La geiite nie contaba que !os seres espirit~ialesqiis vivían e n
decían q ~ i sólc c nt'!raban a :os estranjc1-os; otros, que tambiéii aiacaban a la I los cerros estaL2an :nuy erlojados por estas actividn6i.s. Debicio a ello pro-
gente ya:ieslia. Pero todc~s! ~ ri ~ \ l , ~ tcc~ii~cidiar:
os t.n repreqei1tar a los pish-
t ~ c o como
s eiiip:eados deVill~.!.vl,la cil-ipresa co:~structornde la c<iri.etera,o, vocaban aerrunibei it-iasivos qiie inataban a niuclics trc:bajridcres y enterra-
1' en aigiinos casos, c!el h~íiiústeriode Obras Públicas. ban mucha niaqui~~aria costos;\. Mis rinligos yanesl-ia decíari q u e los cerros
exigían que se les aiin-ientara con seres h u r n a i ~ o spara iio provocar inás
i\~cístarde, ei-i el misiiio 11iesd e m y o , me informaron que ~1:)spisl-itacos

2(X'i
...
1 habían scgiiido con liiitcriias a un micii.~biod e la coniiiiiidail d e Yoii-
cc)ll!iiaso q"r cstatxi caznii~iojiiiiio al i-ío. T,iiiibií.ii ine contaron que iin
derriiriil2es. Eso explicaba, a su i ~ i o d ode ver, por qué los i.'.
taclos por la eiiipresn Villasol estaban mniai-ido cii-iles y soldados: allí
~ i s h i a c o contra-
s
i
i
doilde se producía uri derrumbe, los pishtacos mataban y enterraban una obtener votos o expropiar tierras o recursos; presiones para iiiducii- proce-
o dos personas a fin d e evitar más accidentes. sos de aculturación o modernización; y n-iucl-iasotras. N o extraña, eniorices,
Más adelante río abajo, e11 rl asei-itamiento d r mas, los rumores sobre que ei-i 1987, cuaiido Perú esiaba sufriendo la peor crisis d e sir historia
la presei-icia de pishtacos a r n e n z a r o n en agosto d e 1983, cuando apareció repubiicana debido a la violei-icia ejercida por Sendero Lun-iinoso y el 1.10-
en Esperariso u n joven miieikc y con el cuerpo tasajeado d e la misma vimiento Revolucionario Tupac Ainaril (MIITrI),se reportase la apariciór-i
manera en que las mujeres yanesha preparan el pescado y la carne de caza de pishtacos en imuchas d e las regiones asoladas por la guerra, taiitc e n
para salar y ahumar. E n los siguientes días se avistaron pisl-itacos e n los zon;is rurales como urbanas (Ansión 1989).
alrededores deCXnas, enCon-ipuerechmas,nuevamente en O ~ n a sen , la zona En las comunidades yanesha las presiones desde el estado llegaron bajo
del ríochispa unavez inás cn Oinas. La gente decía qiie los pishtacos eiai-i la .forrr:rid e u n vasto proyecto de colonización y desarrollo, cu).a e x ~ ~ r c c i c í n
m u y peludos, iban vestidos de negro, llevaban máscaras, capas y cascos e inás visibk f u e la construcción de carreteras y cuyo resiiltado más prcvisi.
iban armados'? En estz zona d e la parte baja del territorio yanesha la gente ble amenazador era el clesp!azaniiento forzoso d e la pob!ación yanesha.
identificaba a los pishtacos con los funcionariosdel Estado q u e trabajaban 1-05 eveiitos ocurridos ri lo largo d e este proceso d e despojo territorial y
para el Proyecto tspccial Pichis-Palcazu, cuya sede estaba ubicada en desplazitniicnto físico, ir-iterpretados a la luz d e 12 mitología d r Ios piih-
Iscozacín. Secári mis amigos, los qiiz visitaban la sede del Proyecto eral: t x n s y conceptualizados come actos de profanación, hieron "escii tos" e n
e! paisaje bajo la forma de sitios maligiios de sacrificio -sitios de e;ltierro
mágicamente "an-iansados" jrdespojados d e defensas por los funcionarios
ciel Estaiio c!iie vivían allí, qiiienes más tarde les cort&an el c~iell?,hfis
! percibidos como lugares d e mueri? y destr:~cción.
amigos yafieslie no esiaha1-i seguros sobre qué hacían c o ~ los . visitantes 1.
rniierios, perosugerian q u e "podría ser para sacarles la grasa yexportzr!a".
Las historias d c la prcs.nncia dc pijhtacos en territorio yanes!?a estnbai-i Escritüra y 1ecti~:'ade ¡a histeria en el paisaje
claramente asociadas con 11' puesta ei-i marcha dei IJrcyecto 5speciz.l Pichis-
l'alcazu y la cofi~trucciói-ide ca:.reter?s y puenies, es decir, con el proceso Ei.: una obra rccicntc., I-riiiii;inj~en:iii'Mr.!;ioiy[E! pcisaje y la r:ic.rnoria], <.;i:non
d e 1moúcrnizncií5i-ipropiiindo por el eciado peruano. La geiite yariesha es . ,alga (1993:Ijaiirinn c;~it."ci lxiisaje c:c: t.; tra!-iajo d e la iricntc", cr-ile:-idi~;n:?o
S-!.
conscit.iite r i e que las carreteras constl.tuyen un arn-ia cie dcs fi:o:;. Por ui-i por el!<? q ~ i los c paisaje5 silii cl r e s u i t ~ d odc. la :i~<i<iii
1-iiirnana schrt. dite:.-
lado, debido a s i l c r e c i e i ~parlicipacii>i:
!~ en ia i.conoinía d e mcrciidn, regio- i~iinn~io:, si tios naturales a lo I;i:.;:o dei tiempo. Es "1-ii.iestrapercepci0;~mode-
na! y nacioi-ial, necc.iian dinero para coaiprar ios prociuctoc. n-iariuiriciiira- l.it.:c!rii la 1311~.iria:.ca ia tiifererici~entre fila!-zria priii-ia ): paisaje" (Schaiiin
dos q i ~ en
e !a actualidad co~isidt!ranimprescindibles paia SLI subsistencia. '194'5:in).Conio r n - ~ i l t n dde ~ ~li: acsióii y perccpcicín liuiriaiias, el paisaje se
Erieste sentii-io, lasi,irretrras so;; iinav~ntajaporque facilitan el transporte cr?::vi~rte e11 portador dt: la "carga de la historia", y siis vistas están "cons-
d e sus productos hacia Ics mercorios regionales. Por otra parte, saben qiie 1suidas t'into por los esiratos d e la meinoria coino por lcis capas d e roca"
las carreteras traen consigo c?loiios, inadereros, comerciantes, soidados y (kl-iama 1995:5).Scliaine rernonta los origenes de este fenómc~i-ic? a "1~)srli,is
fui-icionarios del Estado, es decir, geiitc qiie saquea sus tierras, exp!iita d e la n ~ ~ t i g i Mesopotamia"
ia y afirma que es "coetáneo de 13 í>scritcrar'
. econúinicaniente a las c u n u i ~ i d a d e syanesha y disminuye su autonomía (1995:7). F: autor iio se cxticndc en esta afirmacióii qiie segíiramente deriva
sociopolítica. En innyo d e 1953, la carretera había llegado j ~ i s t oa h4ue;rato. de la predilecciór! que por lo genpral :ie~-,i.nlos historiadores por las fiientes
Aurique Iris autoridcidestardaron inás de iin aiio ei; autorizar el t r a n s ~ ~ o r t e escritas, así como de su particuiar objeto d e t>shidio,a saber, los paisajes e n
privado a lo largo de la carretera, ei mero hec!-io d e s u apertura sigi-iificó u n la tradicric5n occideiikal. En todc caso, si la rel;ición entre paisaje, iner~io:.ia y
rápido aumento d e los :or-itactos con la sociedad regional y nacional. conciili~ciahistórica es iriiportante e:? el contexto de las sociedades occiden-
La literatura reciente sobre los pisl-itacos (knsión 1969; M'achtel 1994) t a l ? ~leti-adas, lo es aCn 1116s en el contexto d e las sociedades sin escriturti,
indica que ésics shn parte (?e un fenómeno exteiidido v que l-ian sido en las q u e el paisaje no só!o rvocn la mernixia, sino q ~ i cpor , el hecho d e que
reporfailos por poblíidorcs riirales o urbano-niarginaies qiie están experi- !a historia se escribe cn él, el paisaje sc coizi~i~i-fe en inemoi.ia.
i~iei-itaridoci\rnbic>:<acelerados. Mis auii, tal como afirina Ai-isibn, las his- El putibio nasa de las iierrzs altas del siiroeste de Coloiribiü y el pueblo
torias sobre las aparicioi-irs d e pishtacos e s t h siempre asociadas a prrsio- ivakuénai d e las tierras bajas de Veiit-riiel~sirvcii d e c j e m p l o p r a coiifiri~inr
nes ejrrcidas por un poder rxteri-10, ya sea el Estado, la iglesia católica u
otras orgai-iizaciorit.~ e instituciones que intentan, y tienen los medios, para
cste argurriento. Al estudiar cómo se trai:smite la ii-ieinoria histórica entre la
%enienasa2',Joaru~e Ihppapc>rtafirniaqucéstos "sitúansu registro histórico
en sitios sagrados diil?crsos iTor toda la rcgióii, los curiles sirven coi110 ine-
i
iniponer su voliiiitñd sobrrl cstoc sectores de !a sociedad. Las prcsioi~es
sl puedeii ser de diitiiiios tipos: iiiteiitos por coiitrolar la niaiio d e ~1bi.a. ~ a i i i s ~ nrnneiiióiiicoc
r~s para rl~corilarla Iijstoria y coi~ioclaros niarcadore.: d e ."'1
12 froiitcra de los r~scuasc!osjcoiiiiinidaiics ii:dígeiias,"' (19S9:85). Eitos ciiíii lingiií~tica",10 ciinl caincieriza a io.; "sisienlas cle cscritiira 1 crdadern"
sitios piiedeii tener siguficaiio sintbi>licoa nivel !oca] de los resgiiarcios o al iegún la defiiiiciiín dc G o ~ d (1993:17). y h'16st-ici~,lo que yo Ilaiiio "eicri:iirn
nivel m i s gerieral del griipc? étnico. regúii Rz,ppaport, en ambos cnsos, los to~>ogi~íiica" liiiede ser di,tiiiid~c!.:mo u11 "iiiccaiii:;iiio i ~ i i ~ e i ~ ~ i í i\.i idceo
sitios sr>.~rndos ".;L.II riieiicioiiados eii 1iis:orias orales y soii objetci d e pcrcgri- identificacióii" del tj11oqL!e Gcl!? (iS1;i) ;i!rii.u> c a lc,s sistcl-il;is piftí,l;icos
nncioiies y riti:nlel;'' (i9S9:S7). MLs sur., tal conio ii-itornia hfyriam Ainparo de prolo-escri tura.
Espinosa (1945),l m prnsadcires nasa se v c i ~a símisilios como iiivoliicrndos Cnbe hacer acluiotrn disiiiiciríii. iilientras q ~ i e:i e !os sisteinas pictóricos
e n iin proceso coxiiii~tecie " s ~ n i l r a iiistoria"
r a ha\.& dc siis iriigr,icicii~es ~ l ?SCI~O-cscitiira
c qiie dc~:csil.e Celb, ei l~;ecai-iisnioninciii6i-iico d c i~:c~i-
y la ocii~aciónde tierras que están rnss allá de su territorio tradicioi~al.Sin tificacicj1-ice basa en la exiiie:icia J e "piciogrciiiws" o signos i',ibLijados,e:,
la escri tiira t0~70~iá.Ficít 5:1 Cm'? en iiiios geogrbficos rrsiil:ai~tc:: d e la accicín
~ri:bargo, segúi? Rappapcrt. n15s que recontar los hechos lus!dricos como
tnlrs, estas historias aluden al "desarr-0110 d e 12. jnstitiiciones ii-iilígeiias", de ,<eres huiiiiiios o si;;~uliirir,niios. Estos !i i [(>S,~i los cunies dcnomiilo
ciirnpliendn e! i ~ i u \pi..igmílico
- objeii\.o de "recorc!ar 12s fi.c?nieraspoliticas" " ~ o p o ~ r a i n a s son" , eleiiiciitos del paisaje que h;in ailq~iiridosu configura-
\: i?:i ci3i-itribiiira la defei-isa cie s u tc-ritorio (l?F9:S7-SS).
ciiíii actual co;:io roivec,:enrin dti lni actividatjcs transfori~iacior;i~elts scrcs
Al igual qiieel pueblo yanedia, el ~ueL~ir> \vaku6nai, ouc.!-iabi!n las tierras liiiiiianoc- o supe:.l~l-i!naii¿rs.Ejeri,p!os d c !oyogi.;iiiias iieciios por screr hu-
bajas de Veiic-aueja, Co1o:;ibia y Bidsil, es iiiieii-ihro d e !a fafnir,iiia liiigiiísticn ninnc~sson 10s iestos de vicjzs edificacioiiei, liiic.rio. ni?anc!<,r:;?dos, [iill~bas,
ari:huaca. Segun Jonatliail Hi!! (1993.44). el noii'brnniiento ritual d r I~icares iiiiiinr, sl~iideios,PUE!I~CS o aiitigiios campos de i?ataila2'. El-:coiitraste, los
en los cantu:: sagrados iiiiíiibi~qiic iec~i~.ntart la s c g ~ i n d acreacióil. mítica del topogramas a triii~!idosa !a ñciiGii d e se;es cobrei-ia!i:i-aies son el7. ~7i~iici.nl
C-
~ i ~ i n crefleja
l o la cuncici~ciaIiiskírica i l ~ pas;?doque
l tiene la senic. wak..:í.ilai, eie:llcnlos nnt~iialesque .je_;iac?i~ cn cl paissir iiebido ;,sLi aspc;c:" extl-nor-
especiali?icniee:i lo qiie sc' refiere a las relaciones políticas con otros pueblos. dinario y? S C pclr ~ rii f:-lr~iin,tarnañ(2 o ccior, lo c ~ i asegilii i los pei-isaciores
L«s guardidnes de los cai:tos in5likai iisaii los nuriibrcs d e sitios, especies yaneslia coiistirii\re Lina priieba dr. que no son reaii:-ieiitc .'::at.drnle.;r'. >4ien-
n ~ l t i i ~ a lobjetos
~ s , c liit«s seagráficos para "constriiir i;na conciencia lhistítrica t-2s la escritiira r~ictojir58i~: ~ : basa
2 r!i signos liccl-io? por ser- !iLirr,;li~i>s
Q L L C !.rcl?:-: 1.; lll::;;:,!ria CGSii < L; a8:ojik~~:i).i-,i~~~~;~:]::, la
loc. otrc:: i'oii.neos". ; :.!r ri;eciio d c ltis pil:iti53i üe "I~fisqiic~da de noni!>rc~' t{jp,>sTAficasc.
y "aci1:iiiiiaci6n dc rioiiihrc~",ios ~~.arai;iic:sde lo.; cantos m6lih;ii dil~iiiai-i b , ? .c:il ~ air:L):ii: el c?,r5clc;.:.je s ~ ? ~ i C?~ l!j-~~:ri c ~ i ~ t ~ :c::spt-L-.::~,ctl,~
. t ~ , j o ~ eje] klL?,saje
.c.
q:? : I ? Z ? > ~ ~ ! ?~ >t ? ~c r~< ~T<e i I ,c-yt>t!, ¿1!::<il.; [lpc~(-le il-lter~,:a .'
i : ~11-iatiii
i rrilt!co del i:-ili~docl: centro re rnciicnLra el: iil~~~r,z,,!í:sar
L..-) d~~iJ.i,, .,
..i-icinii -obi-~2?a!iirai:la
s?rg~.h:sil ini!o!ogía, enií>r~::/ 7 ~ : ~ k\rakiici:-iai.
632 .i~ tr:t:~~i.~i-it~?~ c!?c i i~~~ii i~:i~~~l~~.jcinci
~x i o ser li:lnia;-:,i p l l picdr;l; ,-i ii.lc?lldi,j cie
Scgiin 11i1! i1993:.?fj, erie ;napa reficj:i con grnii ~:.~,cisiCn r!o scii,i 14 ce:ro.i c:~!~ic,i-f,.i,< di :i~as.1~ i - c c!?
. !iir!iio di? ii;Ia 5a:.:lj; ci.it;-cdie5es ;- 511 iralis-

6is::-ibi:ción de!i~q:lifere~:tc.s gr::i>oc de!;?. leng7.1~i n a -i p ~ i \,ara! ~. e ,:iacn en fmnc:ci6!-~ en \ í151C15pcijoiii<!m:::; o lci ?~~~-.sf~j;~li~a~:i!jii d ~:1i1 , ~ l e l l l ~ ni &
~z~,lr~;,
los iiciiipos ]3rehispinicos, ::iiio tambiGii ia dc los ]?ririci;iales clanes !va- tal cr)ino i i j W cnscada, eii el cscrj:~iditeiliistico d e un ser dixlino, A]
k:iéi-iiii. h4ái importante aiinr el innpa qiie clnerge d e los cantas ~nálikai iliia r;.,i!illad trascei~dentnln I:c:cí-siiinados e!eine::t(is eje] p i s a j e , la gc:ife
incclrpora 1;: presenria d e los invaso:.es b1a:icos. Estos cantos nari-a11la )'ai-iesli3 Lsarisioriiia estos cieiiicii tü.; ii;! iur?l-i sohresnlientes en signos q u e
iibic;iciói: d e los asc~ntaniienio: poikugucses españoles y las rutas cl-~iela
>J
reciierda~iheckcs p;is:ldos. El: -te seiitido j-, 17-P a sils djfereiici;is,pie-
gc::tc. kvakuenai se vic: obligniia a recorrer tras l-iahcr sido esclavizada o ..- tosramas y tupogran-ias ticnci: ,:TI coina.íií la propiedad d e scr variai-itcs tie
cuaiido volvió a sus tierras tras iwobrar la liberrad. Según Elil!, esto prueba "uila escritiira taqiiigriiicn i;iiien15iiicn qiie in!enta trncr n la inemoria, o
q u e , lejos de coi-igelar SLI h!s!oria eri ui-i o r ~ i e nmítico estákicc~,e1 pucblo indilcir, forniirl.-tcioncs Iingiiisiicas" (Goody I~/:;:I?).Sil, t:li~jla:.~;~, Como
wzkuénai ha incorporado la cspcriericia de !a don-iinacióii colonial occi- vercl-lliosi1-;á5 acli.:aiilc, !os ic,k~c?gran-ins iaiiihiGi7 tie1~icil-iuna dililelisi6;l 2'-
detitai en "represcntacioncs narsaiivas del origen cle la historia y la sacie- h a d a (y~r;;Lii.~iini!zic.).
dad hiii:-iaiin" (1993:?59). Pc.r ii7edio d c éste y o:ros rit~ialer;,el piicblo Al iy;:i;iI que los ~ic!i?gi.,ini;;i;, los topogra~i:ss son signos q ~ : etiriicn
wakuériai ha producido lo que Hil! ]:a llairiado una "historia ainbieiital". signiiic~idopor sí ii~isinos e\l<,iaii una sola cosa, hecho o iciea. Cciilo cil
P.unq~ielos pl.ieh!os yaiieslia, nasa y \v;ikuénai constriiyen 5x1 l-iistoria el caso d- los pictograiuas. q,.ie coinL~innd~7s de nI<iiieraorclciiada se ~ o i - i \ ~ i ~ r -
p o r medio de mitos, trndiiioi-tcs oiales, recuerdos persoiin!es, riios y pie-' tenen " p i c t ~ ~ r r f o slos " , !op«griiinrls taiiibitín ~ u c d e ico!iibiii;+rse i d e diver-
ticas corporales, todos cstos elernenkos se fusionan c m la yrdctica iie escribir sas maneras convii-tiéiiiio>casí ei: 10 que yo llaiiiaiía "topugi-afos". Éstos
la histc~rlaeiiel paisaje. La inscripciói-i del paisaje qiie se observa eii pueblos ~ e d r i ser ? definidos cocio signos del paisaje que "est5ii el? cposiciiíi~r> I1
como el Yaceslin, Nasa y Wa kiiéi-iai~ i consti o tiiye, sin embargo, u n sistema conjiincióii con otros s i ~ ~ i so~sn i e j a l l t e ~tosmando " ~ i i "sisten~a
i seii:iótico 1
de escritura en sentido estricto, es decir, "la ~inicínsistcmákicn ciiti-c.i?ii mis aniplio' (Goody 1993:s) Ejeiiiplos de csie tipo son los dieciséis ( o ii7á~) 1
sigilo y 1111 sonido" qiic. ;7esii1ite "la tr~iiisci-ipciói~ exacta dc. una foi-iii~i:a- to~o:raiii;:s que i-cciieiciiii la saga J c Yoiiilior liar o l(1s tres ((1iii.íi) topo- I?c5
gramas que recuerdan las hazañas d e Yato' Caresa en su lucha contra los aquellos imbuidos d e significado mítico, ya sea positi\,o o iiegati\ro, tal
canibales n~ilellepen:~. €1; ambos casos, una persona que recorre el sendero coino lo demuestra la existencia d e sitios d e consagración y deprofariaciíjn
por el que anduvieron estas antiguas divinidades pudde "leer": y de hecho eii la tradición yanesha. Así, en las sociedades sin escritura es a traví-S del
lo hace, SLIS historias, ya sea parcialmente (lcyeiido los topogramas de poder legitin-iador que emana d e la naturaleza sagrada de los initos calmo
forina aislada) o en su totalidad (leyendo los topogramas en s u interre- determinados elementos del paisaje sor1 "historizados" de nianera co!ect;-
lación). Según Rappaport, éste también es el caso de la gente nasa cuyas va y, e11 gran medida, permanente, convirtiéndose dc este modo en verda-
narraciones históricas, "asociadas a referentes topográficos dispersos", deros topogranlas y topografos en el marco d e una geografía sagrada.
están "compuestas por episodios que tienen significado por sí mismos o Los acontecimientos q u e estos topogramas significan son recordados n o
pueden ser relacionados con otros episodios similares por medio d e la sólo a través d e narraciones míticas, sino kambiéii por medio de actividades
observaciónvisual y el moviiniento a través del espacio" (1989:85). Rappa- rituales. Entre los hitos del paisaje creados durante la era anlerior a la
por1 afirma que estos "referentes topogáficos", que yo llamo topogramas, ascensión de-la act~ialdivinidad solar, el sitio tic Opaiii~iasoo Palniaso -
están a veces relacionados de manera cronológica, es decir, seciiencial, pcrc donde Yompor Yonipcre y sus coinpafieros fueron cori\.e:tidos en p i e d r a -
que más frecuentemente "el uso del espacio como marco d e interpretación p ~ s aó ser u n importante centro ceremonial y d e peregrinación. Según e! 1'.
rompe la cronología d e !a narración oral, creando nuevas relaciones e n t r i Na\-arrí, (i924), en este sitio había u n temple que fiinciorió tiasta prii-ici:-iics
referentes históricos" (1989:SS). Este sería el caso de aque!lo.i topogramas d e 1520. El templo consistia e n uii edificio rectangular coi! tcclio d e paja
que codifican ''una variedad d e referentes hist6iicos que o c ~ r r i e r o nen - dentro del cual se eiicontrabaii las dos di:;iiiidndec d e pic.3rrr i:iás grrincie;,
diferentes é?ocds pero que están relacionados por haber tenido lugar e n un Y o ~ r ~ p Yompere
or y SU inujer Yachor Mamas, niieiitra.; iiiia tcícera di\rini-
n-iismo siiio" (RaFpaport 1989:SS). También sería el cnrjo d e aquellos topo- dad de piedra más pequeña, Yeino'nasheii Seii)-ac, se encoiitrabn atucra dci
grainas "recordacios en unorden qiie corresponde más a los marcadores del recinto (Nsvarro 1923:16). Navarro (1921:15) informa que las cc.reirio~iias
cnlendario anual que a una cronología marcada cn alios o eras" (Rappaport 1! ceIehrad,~scri el templo eran oficiadas por i:ii briljo que actuaba como
1499:SO). En otras palabras, al igual qi:e les "mitemas" d e Lsvi-Strausi sni~rdc!~. Afirmaba, ddcniás, que a la' ceremoairis ceiebradas en h o n o r d e
(1?69), los topogramas p i e d e n ser cornbiiiadoc y recoiiibiiiadcs, ya sea en 1 las divinid;ides d e piedra asistían gente.> que \*eiib!-i d c lugares pr6siinc;.i
térmiiios teinporales o espaciales, a fin d e gencrar iiuc\.as asociacioiies O
historias que pueden ser utilizadas para ilustrar, exp!icar, legitimar o cues- il !ejaiios, y que ti.n;ari consigo ofreiidas ~ i YLicti,
e niafz, carne y r e s c n d o
aliumddo, hojas d e coca, c11ñn:airo y izasato (N;;\larro 1?24:17). Aunque el
tionar nuevas situaciones liistóricas. t~':i?p!ofiie abai-idonadopocn .?nies d e 192-!, la gt:nte yanesl-ia (pie \.i.:ia eri
Entre la gentde yanesha, se puede distingiiir tres tipos d e topogranias de
acuerdo a los niedios a través de íos cuales se los h2 imbuidt; de significado
histjrico: reminiscencias personales, tradiciones orales colectivas y narra-
ciones míticas. En la breve iinrración que l~ag:, d e mi caminata d e 1977 se
i loc. asenkamieiitos vecinos siguió depositando ofrendas be hojas d e coca,
cliarnairo y cal a los pies d e !os dioses d e piedra d e Palmzso hasta por lo
inenos la década d e 19702<.
Algunos d e los sitios qiie se hicieroii sign'ficativos la e r j actual, tras
p~ic&en siicontrar ejeinplos de cad;.. UiIo d e ellos. Sin embargo, a pecar de la ascensión d e Yon-ipor Ror, tanibikn fueron objeto de ritiiales coleciivos.
la importancia d e estos tres tipos d e topogramas como medios d e preser\:ar Así, por ejeniplo, la tuniba d e J ~ a Sai-itos
n A t a h ~ ~ ~ l lelp líder
a , d e In re\ruelta
la información y la ixeiiioria histórica, los mismos sólo se convierteii en mulMnica coiitra los e ~ p a ñ o l e que
s tuvo lugar e n 1742, ;t. con\rirti6 cii uii
poderosos mecanismos n-aernó:iicos c u a i ~ d opasan a ser sujeto d e narracio- imporrante centro (:ereriionial qüc. era visitado una vez «1 ano por peregri-
nes míticas. Eii efecto, a peFar de q ~ i algunose rasgos del paisaje adquieren nos yaiipsha y asliáninka hasta fiiies del siglo XIX (Saiitos Grawro 1991;
origjnalmente significado histórico a través d e los rec~ierdospersonales y Siliith 19i7; Varese 1973). El Cerro d e la Sal, situado eii Ins fronierx d e los
t:adicioiies orales colectivas, es sólo ciiaiido estos rasgos se han sacra- territorios yaneslia y as!iáninka y ,:travesado por una ancha \:eta d e sal, era
lizado d e aiguna manera por medio del mito que los topogranias y topo- visitado una vez al alio diiraiitr la estación se??. por gente yanesha, asii5-
grafos adquieren significado co!ectivo y una mayor resistencia frente a la iiii-ika,conibo y piso procedentes dc las tierras bajas aniaz6riicas ypor gente
fuerza erosiva del Lienipo y el olvido. Las meiiio:'ias persoiiales las compar- d e las comarcas andinas vecinas que iban a extraer sn! o a obtenerla ine-
ten sólo unas pocas personas y por tanto tienden a ciurar poco tienipo. Las diante iniercainbio. Según el mito, el Cerro cie la S.i! era ei Iiigar en el q u e
) tradiciones orales colectivas parecen tener una vida i ~ i i slarga. Sin emlxir-
..2..
Posonn', la persona-sal primordial, fue convertida c!i la sal coi~~estible que
go, los casos d e los pueblos yanesha y nasa sugierenqiie la niayoría d e estas los y3nesha conocen actualn~eníe.La gente qiie ibn a extraer el ii-iincra!

.i ú1 timas se reilioiitana lo suiiio a iin siglo atris. Los úiiicos 1-ieclioshistóricos


qque SE C O ~ S C I \ I ~ IaI través de la escritura topográfica por más ticinpo son
dejaba ofrendas d e hojas d e coca, cal ychaniairo para la divinidad. A u i i q ~ i e
yn iiadie extrac inii-ieral del Ccrro d e In Sal, Cste sigue sic.iidu un topogi-cima
ixii:. ii?~i,ortantc',110 ydl(! )?ara la :;ciite )raiici;lia siiio taiiibiéri para !a gente andiiins a 17riiicipios d e 1;: era col<ii:ial. A su \ ~ zliill , (19S9:llij i..tirilia qiie
as!i&-,;iii<a(I(ci;arci-C;iii,\.ik 1993). Ya se.? l),ij(i la fnrilia cie las ceremoiiias existen priicbas ctii01i;~;ic~s !. !iiigiiisticas dc qiic el pi~c'blo\v;huéiiai, a s í
religinsiic-ic]cl.:.~<jai eii el teinplo de I'alinaso, los i.i;unles c o i i m e i ~ i o r a t i ~ ~ ~ s conic) OtrnC griipos \ i ~ ~ i i i Ud ie lidbid ,ir,iii~i;iia,:iivo contncto coii piieblos
iiiliiL>r,iL-lii~cn1: i~1iiii)n :ieliisii 5n;itcjs Atnli~iallpao lo>sacrificios ofrccidos ~~iiecliiia-!iah!aiiti.scie lo: ~~.i-ides dcí iiorte v cciitrnies.
en Ce.yl-c'1-
t.91 511, la arcicíii situni si,lbr;iya la iniportniiiia de detcrinina- La eicl-itiiia t~ipogr5ticap.irece h2i;er sicic~bnstaiitc coiiiúii eii Ins sc7,:ic-
d o s fopc):;r;iliins, a la vez qiie prcsen.a la iiie:nori,i c\c los aciinlccii:iieiitos ~ i a d e crtrati!icadns
s dc los Aii(!es, tal coino ~qucdac\~i.ida~ci;idíi ;.(->l.el zi5-
pn~adi:s.ESa ti.a;-ts d12la lla:.i-aSii)il iie iiiitos y la acci(jn rit~ialque la geiitc? teiiia C ~ P[L'IIIICS, e1 sistc!iia ~ I T S < ~ ~iieC Corgaiiizacií,n so~ic!--i;pníiaI.Scsílii
yai~cslincscrii~fla iiictciria en el paisaje, transforinzli~3r> así el espacio crudo Zcideina (1977,i9S9), cn ticinp«s iiicaicoi el cspacio qiie rddeatia al Ciicco,
y .<ir1ir;arc:.r '.:fin toF«grafía i ~ l i g i o s ariiic eiicapsula la memoria histó- !a capital iiriperj;i!, conre:-iía 328 / i i i i i i . : i ~U sitio<;s a ~ r a d o -cci-ios,
s pied:.:~',
rica. ~iiai~antiales, :u~i:bas, criificios, erc.- organizndvs eii 41 liiií:ar iniaginai-i,is
ii.:ii:cii:i! ln e-critiira tofo~i-6iicaiio ofrccii las iiiíilii~lie~ \ciitajas d e LIII que partíaii d~sCI<b: ei Teinplo del Ccil coiiio los radios d e i i i i n :iiecia. C a d , ~1.iiio
sistc!iii, de cscribiir:i \.eraa!lerri, para piiehlos co:iic el vaiiesha, nasa O d e eilti. cequen:<taba d.;cciado con i i i i grupo social diicrci:te, iin,: ;?nii,isn
\~:,.ikiiC:iaila rniir;i: cie+eiiipcfia Lina fuiici6n criicial en la preservacijn de o nyllii d e cicrcen~eii:ia Ii~cao ii~-Iiic;i.Los i~igarcss a ~ r a i i o c,linrados s en
]a incnii>ri'i de 10 q?!? clicz co!:sideiari aconteci:iiieiilos hirióricos importaii- Lin ceqcie t c i i ~ ~ ~ i ~ s i g i i i f iriiíticoi,
c ~ i d o l;i.;tórico paralos riiieinbros del gi-iipq
tt,s. 1'0:. ineclio de iiiia ccnibir:aric~ii d e narracioiies míticas, actividades a los cu¿~!csdiclicic I~ign;t.!sestaban adscritos. Eii iiiiici~cisc;iscis, los ceqiies
ri:i~aic.:;!;rec;ii:rcioc. yersnnalk.s, eikos p~ieblosinantienen \-ivo el significado inc!iiínn los 5iiios doiide 1:)s aii;c~acndosde los griipos t.~icuec!iJii 1izbIai.i
!i:~nf,;-!~o de c,rir topi)grainns y !íii?i~~~.afos. Para los h ~ i i i b r e sy in~1jt:ri.s eniergido pi-i ki12lll~Cis ~ i ~ í t i(%i.ii~ieriin
c~s JS;PI:479). Los nii~rnhrosdc cad,i
yaiics}ia qiii; \.inj?.ii a 10 la:~i, du los e i i d e r r ~ del s bosqiie o de las i-iiirvas gi.iip> >e ciica:.gn'v;!ri dc inanleiicr Ins Iiiiacas dt. s ~ t-cT'iiii, i \! cjec1.i tn:. I<ii

c;ilrc;ei-,is, lCishitos del yaiwje coiiipendiaii s u li;.tc;ria, sin más. Diclios debidas cer~3:lic~iii~is ritiin1t.s a lo largo de un cnlczdario .ir~~ial. Z~iicicilia
, ..
!iit~,-,gcci:;raiicos no sólo piiedcii ser leícios, siiio qi.ie la iiiforinncikn que (lC1S9:iCS,475) in,iii!ieiie q ~ i e10s ccqucs ta;?;biCii actu~ii->aii cor::o "lí!icas
cnnlic.i;cl:cie ;l!;:;i.r.n t;:i:z.~jgi.6ficap,,iede cci- !:-al-isniikida a 1\15 gsi~ci-,iciones iil-fi,--i.;"
r .- C . C~IC II::!;~:;a! cspi.itzdar c';i;!!;lccci~ co::!.icto ~~i:..~ial ei-[re 131;
silcr:si\.as. i.,i'.-j!" q i : ~:'!,;c!c i.n fiiw ru;x)y3lllx';'. t<'t30$iafcis e:; ijlle difei-ei-itcs! ~ L I c~~ i~i c~1 ¿~ s~c is~ i i i ; ~ ~.~LC:.:!L~C
~ i i í a i ~íJLi:~iei~ia
. ií:!o afirma q i i ~rior ,
ilic:Llsa n:liic]iii- ;\\!e ;':: ia aít:i:.lid;id csii~níiiei-a dc las ticirras !.aiii-ciin r!ie~?ioi';cl si~ici? ,a ti? c,:i)i!es los iricnc "ii7i?p,raioii i,: his!oi.ia v la i(y7t;rciíí;'
.,
!!9,;9:4i;3), 10, d ~ t u qs ~ i apí~riri
e
,ci$.,lr!i c;iciidi, i-cii;il!;iici~$iwr \:iejos Y' ju::e;lcs igunln;diiic. Lo? íIiliillc;5
p:iotir;l: :;o q ~ i y ! .e11i ~ , i i ; c 511sJetallei ¡os ijiitos en ic7.i; qiic i e r!'ciicli;ta el
.r(-.ligioia"
-
p?rt?ceiiindicar fii-ii~eii-iriltí?
105 li7C?s!>raitic;iixrLUi:Íi Í,?ri::.<i i!e <s\liiti.rii:op0$16:ic2- 1 S :; ii~iacas
,:,tic
tei:ían
c>:.ii;cn cl(: e.<;iis hitcs del y.ais,!jc, i-,erci cuiiocen !a trriiiia geiiei';!l d e sus el cíir6ctcí de tupc;r~iíiias, niii?iitrar iliie ir>i ceqLies ~~ii~titl.iiriii !ijs topo-
I ~ i ~ k o i1.irccoi?occ:i
.~~ si; sigiiificacio. grcifosq u e podíaii \,isiializarsti): "lr~erse"tiestic cletern~.iiiados"miradores"
O pu:itns altos d c obcerva~ióii.
Descie ini p ~ u ide t ~vista, la ap;ii.ici6ri di>sistemasd c e s c i i t ~ i r \,el-da6cr.a
a
Alcance y persistencia d e l a escritura topográflca i?o iiiiplica Reccsa:.i:;iiie~:te ~1 despiazniiiie~itod e la <~qci-itiira topogi.dfiiii.
En sociedades leti-adus,di->iidclel proceso dealfabetiz,icióii es aún liiiiit~do,
Aiiiic,i:e Sosk!lEO qiic la escrit~iralopográfica cs uiia forinn eie proto-escri- formas d e estc siqteina dc. proto-cscritiira persiste11jiiiilo coi1 los sixteiiiris
tiira ci~.:acte!-:'sticnd e pnrlo r_ieiios algunas sociedades siiiescritiirn, 6sta nci hcgeiii6iiicos deesci-itiirn \-ei-(!,idera. Así, í3oi ejeil~pio,cii la tradicioii occi-
e s si: ;bso!~llo escliisi\-a di. sociedades siiiipics, p c q u e i i ~ sy coi1 escasa den!?! existen varias insiancias d e e s f ~tipo de iiai-rnciuaes topogr6fici..s ~ i e
estratificncicíri si~cial.De !i:~lio, r s inLiy probable qlie cl desnrrollo de 10s 12s c ~ i ; ~ l 1;ei s n-15s conociZa tis la d e la I'a~icíii d e Cri:;to. Ezitre caiiilicos !.
sis;c..:iar <lee~critiirn1~7~ogr;íiica cii csia:; sociedades r3i.occda d e FLI coiitac- ~ r t o d ~ x opei-o s , tambi6ii eiitre losproteslanlcs d e la fe anglicana, la i'nsióii
to coi, ]as socii~:!ade:; co:nplejns y ji.rásqtiic,is tic las ticirrns alkas aiidiiias. d e Cristo coiistitiiyc uii segriieiito cie 1in2 nzrraciiiii iniit; I x g a q u e recueiiia
Eii rferto, el dci!omiiiacior coinúii d e las tres sociedades arriba ilieiicioiia- la vida d e Jc~iicrisio.Coiiositiri ianihiéii corno Vía Cri:cis, o Caniiio de ia
d a s es qiic st.:ii í~riginariasd c 13 Aiiiazoi1ía pero liaii mliikciiido relaciones Criiz, esta i::irraciiiii cikiita los e\lentos qiie t~i\fieroii1iigz.r en Jeriisaiéii
hist6ric:ic c m diverso'; pueblos aiiciiiios. E:i el caso )raiieslia,c o ~ n oht.iiios entre el ixoincnto eii qiic Jesucristo fue coiiiicnado a nilicrte por Poiiciij
visto, iiay ?.iiiplia ~\~icic:.ici;i d e qiie esta interacción ha teiiids i.iiia iarga 13]latas y su entierro tras sercr!icific.~iIo.Loscatorceex,-ente?. 1iiecoriÍ«ri1inii
'

esta narración soii conocido:; colno ¡as estaciones del Vía Crucis y estsn
1 dui-acióii. Eii cuaiito r,! pueblo nnsa ,Iiappaport (19'3?:90-91) aiirma que en
tieiiipi>i al~icrioresal coiitacio ron Ins cspafiolcs; site ~ i v i acii !as ticii2S
Liíijar tl-:)pic;il(x.-al este de 10s Aiidcs ); ~ L I Ci-iii~i-nroiia 1'1s tirirras altar
asociados dcternii:iadiis l~igarespor ¡os q u e pasó Jt'sucrisio en sii
cainiiin desite cl prctoi-io hasta el iiioiilii Cnlvai-io, doricie i ~ i cii:cifiíadci e \i
cerca de donde fue enierrado. En la actiialidad, estos hechos sor. re-presen- ai-icestros del pueblo yanesliii a niedida qiie fiierun estab!eii6:ios rn lo
tados anualirlente eii Jerusalén, donde miles d e peregrinos siguen las cator- que liabría dc convertirse en su territorio tradicional. En el caso rizsa, e l viaje
ce Estaciones d e la Cruz a lo largo d e lo que tarnbigii se conoce como la Vía del cacique mítico Juai-i Tari-ia, marcado por una sucesión d e lugcris sngrn-
Dolorosa. dos que dieron origen a niuclios aseiitamiento:; y resgi?a~doscoritirnpará-
Si comparamos la narración de la Pzsión de Cristo escrita topográ- neos, sintetiza lamigración dei pueblo iinsa de este a oeste y desde 125 kierras
ficainei~tecon aqiiella registrada en los E\~angelios,e s evidente que al nie- bajas hacia las tierras altas a inicios de la era colonial (Rappatiort 1989:Ol).
nos seis d e los catorce eventos narrados en la primera i-ic aparecen en esta Por último, en el caso wakiiknai, el nc>mbraniicnto rihia! d e Iiigarec: e n l ~ i -
ú l t i i ~ i a ' ~S~igiero
. que esto se debe a que e n las épocas teniprznas del cantos inálikai qiienarranla ::eguiida creaciónmitisa del mundo reconstruye
cristianismo, cuando el nivel de alfabetización era a ú n bajo y restriiigido la distribución espacial iie los grupos arah~iaco-hablai-itcs en In í-pucn d e ;;)S
'
a las é!ites, la niemoria de los hechos de la Pasión d e Cristo se coriservó, primeros contactos con los europeos (Hill1989:19; 1993:44). La existeiicia Qc
tanto por niedio de la escritura verdadera -los Ev;mge!~osqiie muy pocos mikos hmdricionales que hacen las veces de historia o d e Iiskorihs qi?e haccn
podían leer- coiiio de la escritura topográfica, consistente en este caso en los las veces de mitos fiiiidacionaies no es eri a5soluio ajenii a l;i tr.adicióri
topogramas d e la Vía Dolorosa que la mayoría enalfaheta sí podía "leer". l occicieiital, basta pensar en las historias el: torno al Rey Arb.iro, i;uillerrno
Mientras qiie la escritura d e la Pasión de Cristi? en l < j Evar?gelios
~ "iijaba" j 'Tell, Juana deArco,clCid Campeador oI-'ocal-iontas. La in:pcrtaili;a c!c es:;ic
los hechos recordados, la inscripción de estos mismos ht.clios en el paisaje I narraciones no reside en su fidelidad a lo que "reaÍmen?e" ociirrirí, s i n o e;?
permitió, con el Faso del tiempo, uiia mayor elaboraci6ii. No fi!e hiista Iiiiber p a s ~ ah ser uiia pa:te inkegraiiti d e la conritiricií; Iiistói-iia di? 12
mucho despiitís, cuando lose\.eiitoi; de la iiarracih escritz :opográficanien- identidad de los piiebios qi;e las conservan y transmiten.
tr se registrarol: por iiieiiio cle la escritura verdadera, qiir estor eveiitos Más importante aiin es el heclio qui- la gei-itc yaneslin ha t.::-pleado el
qiiedaroii fijados en la iradición de la igieqia católica, oriodoxa j: angli~:iiia. niisiiio nreccinisno a tra\tés del cual ha preseri-;ido lii ii>.eir.urinde la coi^,:;,:.-
En esie caso, sin einhargo, es la versión d e la Pasión d e Cristo escrita gración d e su lerritorio tradicionol a comiei~zosde la !'rt:scnt:. cr3 ji,;-,:
tcp~grificarrie~ite, inás que la versi6ii escrita en los Evarigeiios, la q u c ha escribir la historia más rccicnte de :;u despojo. Ei (31itiei.i-ode 1 ~s~iput!st:is s
prevaiecido en la niemoria d e nii!lones di: criitiznos. I\luc!ios ~:r;stianosa \.íiti!??,is de 10s pisiitaccs en los ciiiiit.:itií~de !os puciites 1-en los sitic5 d e
lo lai-goy a:&o de! ;ni:n($o sigiieii recordaiido o re-present;iri~iolos evento< derr1.1ii-itiesha dacio origen a ~ i u e \ ~ hitos
o s ge~!gr~í.iiios cr? lo i i i i c ' .;1.i(iiia dii:
d e la versi6n topográficii nieciiai-itevisitasa los sitios e n Jrrusa1í.11cri doiidc ai-:tigui.)territorio yaiies!ia. Ecios sc linn cor;vt.rtido en l-iitos d,i protar13ciúii,
supue~tamc.iiteocurrieron estos hecl~os,reproducici-do el camii:~de Cristo terror y retirada. De esta niaiic?ra, a pesar d e ia !?:;iJ7or ~~r:icipi:iió:-ivi: 12
en rtplicas a peqiieña escaia dei Vía Ciiicir,, o )iacierido iin recorrido siin- ecoiion-iíc nacioii~il,las nucJrai Iclrmas c i i organir;iiiÓn ~oiíiicn,ia cc!livt'r-
bólico d e las catorce estaciones del Vía Criicis tal como éstas aparecen siónniasiva a1 cristiaiiisiuc y !a aliabctizació:~d e casi to!ios los n;enoi:cs cie
reprcsentad;;~pic togrificamei~te,o por cruces iiiiinei~adac,a lo larjio si?las 30 aiios, la gente yancsli.3 sigue escribie1;do s ~ historia
i cii el paisaje. Aúii
paredes 1a:eraies de sus iglesi'is. es deniasiado proi-itc. para saber si los sitios i-esii!:íiiites :lis las activii!adcs
d e los pishtacos se convertirán eii verdadc:c:s iupogr;%iiias,de i ~ i o d oq::c
una abiieia yaiieclia que viaje por la carretera c1i.i-itru d e cii.ii afi~tspueda
leerlos y contar a su nieta cómo se constriiyó 1;: carretera y qué i-iei-110st.s:in
asociados a la m i s m ~Por . el irio;i?ento: sin enibargo, los :iucvos k!it:is han
Numerosos topogranlas y topografos atestiguan el hecho d e qi:e el pueblo entrado eii la coi-icieiicia históiica d e !a gente yanesha coiiio expresión di.
yanesl-ia ha "escrito" su historia enrl paisaje. Estoes particularmente cierto la ir.vasión de s u territorio por agentes foráricos. La Acrópolis cie Ateiias
e n el caso de aquel!os e\,e.:tos históricos qiie han tenido u!ia impoi-tante atestigiia la oc~ipaciónturca y su dete:.ioro. El ca:i;po d e co!icentraciiíii Qe
diineii:iióii espacial. El más importante eiitre estos.ha sido la ocupación y Auscliwitz, trai-isforniado en niüseo, constitiiye uri testiinonio d e la muerte
apropiación de sil territorio, proceso recordadc a kravfs d e la saga de la d e millones d e judíos durante la Cegiirida Gi~crrah,liindial. Ei ;.:itit;~:o
diviiiiciad solar Yon-ipor Ror. Aunque estas narrncio~es,y los topograxias oliscr\ratorio astronóniíco ~ i1-iiroshiina,
s I lcstruicio por la boi11l.a at6riiica d e

y lot-mgrafos a través de los ciialer han sido escritas, iio transmiten el tipo 1945, nos reciierda el horror d e las arinas de dqstr~cci<in ii;nsiva. Di.1 rnisiiio
d e iiiforn-iación histórica considerada deseable en el coritexto d e 12s sacie- ni.odo, los sitios en que las víctinias d e los pishtacos han sido ~ntci.i-iid,?s,
dades occide:itales, sí parecen reflejar algiinos hechos pasados coi? asun-i- ~erniariecencoino signos d e profai-iación de! territorio yaiii?sha, pero t-ani-
/ hrosa precisión En el cazo yaiiesha, el peregrinaje eii direccihii norte-siir- bien conio símbolos de rt.sistencia y coino rccordatorios d e :o q ~ i ciii.inca
debió liaber ocurridu.
1'1 norte de la divi:iidad solar Yumpor Ror reprodiice la riitri qi;e sigiiieron los
, ,ir.r,:.., iliii:~i~iala 1ii.ini-i;i cii el paisaje: cspatio, ii?iti>logíay ritiia! ciitre ia qcwte de las s,'gw; 111ásfrecuriiteriieii!c. los iiiilns cciri cciritados indi\ idii:illiic:ite cii
\-,il-,c.!ia',, i:c. rel-iia~:do S,iiitos-Graiier[i, os la tradiirricíi~del iiiglss reali7'ida circi~~is!a~lci,i~ especificai coii fiiies dcterrniiincio,. No cibstaiitc. al ,~ii;rlizar!a
i r c . I<o>aAi\.n:cz d'i 21-tíiiilo"\,Vriliiig hislory iiito tlie land.;iskic: spacc, iii\-ti?, niiiologia \,ane.>Iia c i sil
~ coiij~i:ilo,se liacii evidciitt., jiracia:; a! LISO por pcirtc. dc.
! i!Llr?]
!1: i-~;!l!eln;?9r.;:\ Ai!iazoiiia" piiblicacl~~ cii la re\.ista Aii:t,i'iri711iii!~lú- Ir5 i:arrrido:cs de fra-es t'ilrs roiiio "aiites -o dcsp~iés-de qiic eqto o titi-,,
/ , q t &:::.,O 25;2)~ 7 ~ i:S-!4$,
1 . I?gS. qxara", i!ue la griite yaiieslia concibe SUS initi~siiiis iin~oi.tcintFs coi:io ui-dci;.i-
u-i cro!i.:icí:;icanier.tc. Este cs el c ~ s do e ~ G Sii:itos cliie ciieiitan !o3 e\,eiitos de 13
\ ida de la ~iivii-iidaJsolar Yvniprir I:or eiitrc sil ri,iciniicnto 1. sil ascciiii6ii ;II
di.
cieln. L i iigiiiciite iinrrnciói~~ ~ r o c c ddee las \.t.rsicjnes i-esi:;;iiii,i<d e o!~iii-tos
eitcis mitos proporcionadas r o r Siiiith (1977-7-90) y de las !raiiscrip;i;~iii.: d c
iinn o ni55 \.c~r:ioiir?i de cada lino d e 10s niitos qiic coiiipoiien la sag;! cie 'i'o:rip;ii
1'2 zc.l;!c \.a;l-sI:a, ci7;iiiciJa c.n 10.; sifilos >;VI1 ~ 1 ~ 1 rneciiankc 11 ei nombre de
Itor quc grah6 eil 1983-1984.
Aii?:<c j-dc5&er! ';!$lo XIX eii adelante ioino .4iniie9shajo Liiin do sil:: \.aria:itc.~), 6
],,: rcc!iazC>doí;ltlinanie.i-i[c csli ehicíiiinio foriiieo cii fa..-01' del téi'miiic i c i i i rl A i igiial q::r la saga a n d i n ~cic los hcri:ictiios d e Ayai, la saga d e Yoiiipor lior
ciiei;:a ;as iiazañas d c ciiatru parejas divina.;:
c ~ l l t::e . ;!ii!oc!zsi;~i;iii.Yriiir-1::. e! aiaI sigiiiiica !iteraiinerite "nosotros, la gcntb?".
Y o i n p ~ >'vrii]-1ci.e
r -. Yaclior hlariias
1 ~;-I,Iprir;ier.i \.?r.i!!ii ciL: ciie artíciilo fiie leida -auiiqiic no por e! autor- 511
j : l l : ~ ~ j < ) .'S;icrpd L.,JIIc~~, l-Iireaten~\cITcrrit~ries.Contesti'd Laiidscapes in Yompoi Yornpiicr = Yaciior Capac-1ii:an
,L,onipor Iretai = 'íashor Coc
T<2iivc Sw:i: Anliiric'3" ~ r ~ , i n i ? . a tpor h Ki?j !.r!~em, 5:cpiien Hug\? !oiic5 ).
1;: !;iic. R;l,;..iror: ,: con nio!i\ro del 4s" Coiisreso 1iiierii;iiional d e Aiiiericaiiiit;is Yoinpor Jior = Yachor Arrorr
La iniic~!c.gíayniiesha esclara al afirmar qirc las parcjns I?oi/Arrorr~.Yoinr!:re/
1 , f . Est,>)- niuy agradecidoZ! O!g;! F. Luiar~s.janits
hlanias e:..? ~irnuIt5;~i.i.iircn:e heriiianus y esposo.i; es:o iio es tc!n c i ~ r or;; ci
rp;-:-;indez.lpa!.,-I>ierreChai.imeji, Bai-t!i~lo:iie\\~ Ilean !-hliclielle hlcltiiile!. pcr
. . .;
, - .7c:;ici i,r;n7.?r p,s:rc:d~r p i sils íI!~!es~bservac~o:ics
,
y ;liger~iicias.Tairi-
<:asod e las parejas Etctar/Coc (13 n-ia).o:ía d e los ~iriri~idores
Coi er.i liern-iaii,i ). iiiiljrr d r Yonipor lb:) 1, YonipiierjC,ipx-1;i:rin (a!,-uiiuc
dice11 qiie L.aihr;r
b:.y, :l?L: ;:ls:,g;,i p;r.:cir.i,>i- -1 iiic: prtici!>aiites de la Rciiiiibii A?.;!i>-Fraiicesa d c
riarradoris ciiccil qiie Cap;i~-liiidiiera hcrinnil;i üe t.oiripuer, pero iio jiccii au-.
.A,ni,~zanisid.;(Azi?!.-Le-FÉrvn, 19?5) por si15 ectiniiilaiites romcii- 1 -
, . ;i;brk: .i?~ielc?i-ii?o biirrador. 01~3F. Liiiares asiiitii6 aiiiahlriiiciiiii 13 ailri:i5:; fi:e;a S:) t~spclsaj.
7 Lii :;i veriilii; d e este niiio :ccciyia'ci por 5iiiit:i (1?77:8E), Ycnipor f ~ i ~ i . iep,ir.nci', r
t.:: :l>rrc,s:r ;iii ili~!+';t,ii 13 \fe:-iiGi; tii-al cir es!e ai-ticiilo Y, >N,;e!ii~,le e-;~.?..
....?..:::1e!>:.: . : g ~ ~ ~ l ; e : ~Este.:,; i,l r;i caniivio, cozii? kiii) ii,c lo: hc;ii:;:;~<is de Ycmipoi- Rc~r.Srir(i.i ei1.i \ - n r ~ i , ? . : ~ ,
>.:,L ; ~ ~ ] . i~i12i:i%3.;1!t~n~:a,!c~:icItc 2 lima .4!,.2~2z O '
iriiiiiirns Iiicli~b~:i, Ror \, Fi~;nriiiieni;iroii 1::s Iricit3r:i; ~ i e vnlit.
! c3ei li;iio Ei?ciías
--,,ciiL>i::c ciz<,ic.ii,ii: dt,i arirriiio 31 castellano.
-:::o lt>:~iii.arí.j por q:ié ~ i o ye1-i iií'! cita roi13 iio ti?iic ci:L>t:rt~ira 5oicoc::?, ~ i l i í <(le
)
-1 ]'<ii2 i,r:'b,.;.'.~r":l Cii?.t~&<.":o de anci-,iiiia[(>,\os iioiiibrcs d e i i & a.;ciita~i~~c'r.~,(?~
~ , j l : l i ~ ; : i C:~iL,~i,:i,>nadL>~
j~,i~~ ~ : (FI~.
i te) 10 no stiii loq c~tjci.111~1~:itt~ rec~o:io~:::!?~ dp2l.l!CC C O l l l ( > LlIla 7(~1;32 c3.!k;c'1L! \ ' ~ S 7 d 5pa;~;l<~¡e>.
6 Lii i;l a:~:i,i!ida~iel río (3lii:rwiii~sose lla~iiaC!i~iriiiiiazíi.
.cr! '1 E5tjii<:pc.ri:fino. iili z . i s i i : ~ i i ~caso?, ~ los ii,ini!?rc.s ci:ndo> crtdi: escrit<isI?~:'I.;
3 El cl-amairri, Ilaniado i!i<~iiiiic~r en \,anes!ia, e s i i i i ilcjiico n:iii- ;ii:iai.go qiw se
iic ac.iir;dii ,:<,:? la oitcF;r:if;a \.aiicsha que. con la espaiiola; ci? «:ros, lic pr?sciit?-
i~:asti:a iuiito con lar kojas iic cor.1 y la cal. h.íierilras qi;e la cid Iiñcr prt>cipit.ir Iri
do ~ , , ~ [ l - , ' tradicioii;iies
pr~~i !.anes!ia eii vez d o lo? ri:ievos; pcr illtiiiio, el1
dlilii?iita ran!idad d e cocaína contenida cii las hojas de coca, tii ilisi!iaiiii piodii-
. i i ~ ~ : n f i s c a <les i ~ he
i , ~'ii-sto iin i-ionih~-P yai-ie.;!i,! ficticio. Por t.! toiitr¿!rit>, ?."A ce el i-fecto iie eii~iiilzrirt.1 juso de !a coca.
Ir,:; pri11cii.ale: ríos, c~~rdil!er,ic; ), zo::as, Iie manteiiidc los i:onibre? espniiolc- o
70 Eii la aciunlidad el rio Llaniaqueso se llania Yaniaq~iizii.
;,aii:,sl;a con cirtogr;iiia es]~~Fiolo.
11 Eii la ac!iialirl~del arroyo Qiiciloso se Ilania (Juillapíi.
3 ;:::tici18i,~pi%l.tcr.riiorio "irL1ci¡cioiiai.' la rcgibii qiiC oclif'aha puehl0 ~?ile~!i;i 12 En la actiialidad e: artoyo Ctpaiuiiaso se llania Paii~iazíi.
e;: ir\ :?PoC.a$.t. 511s prirncroi. toniactos coi? lo.: coi~qiiistaciorcseipnlioirs.
13 La primera crca~iíinfue la iie Yato' Yos y s u ninligiio Iiei-i:iai~oc1;isilirútiirio
.: ;,l.; fiientes niisioneras di: 1;is épocns colonial !. repiihlicana, la< incíi:
Yosopcr, qiiiimcs, en uiia iirra coinpett.r,cia,crcaroi. a la S*ntt. yaiie.h;, ;t.: co:iio
i;nport.illt<!: las de A1i:i;li (19751, Ciirdoba )-Salinas (l%!,/j, lzagiiirre (Í9?7-
a l.:.: fclrinas Iiiimana.; prinior<iialcs d e to~ioslos sei.es ben6iiioi ;. rii.ii<fii~s,
23j v i<odi.igiieí. Tt.i->a(:; f.;. Entrc los rs;iidios c o i i l r n i ~ ~ » r á i i e~o L~ I traia1-i P
ij!aiiiar, ;iiiini~icsY niiiier-ales qiie hoy eii día Iiabitai) en "esta tierii".
d]r&;,l O i!i,$irectam~ritcd e la iiistori;j del piirblo !~.~iit~rlia, e.t.íii los de Eartlti!
14 L)cqcle Mucrralo I;icarrt!!era dcliW bit~iriarse:c: ti..iii.io l'iciianaz-!.,i~'racíi: ciirbín
(iqpq,), Gnril,~!. Santos (19S2, ), I..rliiiertz (IOk9), Ortiz (1967, 1969, l??gi,
pasar a 10 largo del río Palcazir, iiiicritras qiie el tianio r'ir1ian.i- "ilcrlo Ber:,iii-
i<cii2..i-j-~a+i.itzet al. (iodí:, 195)3),Santos-Gi.ancio (195C, 1955,19S6,1987, l9S8,
dez debia r-,tra\lesar 13 ccjrdillera de 5,in Matías y seL;:iit iiacia c: :íi) i'iciiis. Eii
l"'j],1??93), Salitvt;-Gr,iiie;o :,,Uarcl,i). (iY'95). Sniith (1974, 19773, Tibwar ( l c ~ ? ~ .
iiiayo d e 1'385, c! tramo 1~1iiaccli~1-bliierrato d e !ii iiucva c;irreter.i aiín iio 11,ihía
1952) Vare% (1973).
sido iriaugurado oiicialmente. Por este iiioti\;o, los í~nicoi:veliíciilos riiril r5t;?Lai~
Al igiinlque inayor parte dc' iai niitoln~íasaiiiaztjiiicas, la mitoiosía !.:iilciIl.l
aiitoriza~losa pasar por la misma eraii los del Eatallón Ollanta).t,iiiibo y los de 1a
e-t;i riarradcl orlderi ciii;iol;igico. E;? t?riiiii!os gencraics, sc pi~ecieafirin,lr
enipresa Villasol S.A.
q ~ todo v ,iJulto yniiesliz. ha oíJu todas las iiailacioiies, eii i i i i ñ 11 otra \~ei-5i(lli,
1.5 En el Perú, el t6rmiiio "gringo" es us'ido por las cl,isc*s riiedias y altas p.ira
q ~ cL,i,f»rri:aii
e 511 niitoli?gía, 11cro sói« puede iiarrdr iiiias ilota:;. I\lu!' pClc;:i.
desijiriar a los h l a ~ i c o110 ~ liiipanvs, !-por los sectores iiidíóenas y caiiipesiii<ir,
1 \.ices !iis iiari.ai.,,rt... \.aiicslia ;iieiitaii los iiiiio$ e11 i>r~!(liic r o ~ i ~ i ó g i cd~ í,i!l!(i i,
? l ? .! para dcsigiiar a todos los tilaiicos, Iii-l~arioso rio.
16 Los huaros ion fiiniciilares horizoiitales priniitivos que se iisan para cruzar los Bibliografía
ríos.
17 El asesiiiato y entierro d e personas a manera de sacrificio para convertirlos en Amich, J.
fuerzas espirit~ialesque "soporteii" las cstr~icturashechas por seres I-iuniaiios 1975: Historio di, !ns i?iisioiics del corii~~iito dc~Sniltti Roin iie Ocopn. Lima: Milla
(p~ierites,diqiies, fuertes, te~iplos,etc.) iic es una práctica cscepcional en la Batres.
Iiistoria d e la humanidad. f-liibert y M a ~ i s hari s Ilaniado a estos ritos "sacrificios Ansión, J. ed.
d e constriicciói-i" (196465). Eri i i i i artícii!~inédito, Uchiyamada informa que 1989: Pislitncos. De ccrdilgos n stlcnojos. Lima: Tare.
antiguaniriite en Kerala, India, ios terrateiiientes d e la casta superior ordirnaban Barclay, F.
el sacrificio de "escla\,os d e la tierra", quienes eran enterrados con los ojos 1989: L7 ColoriNi del Perrrii. Cnpitn! iii~!" y ecoiio7irífi cnfitrilei-61eii ln coi!figrirr7cióil
ahiertos bajo los diques d e los campos d e arroz ")>:ira que éstos fiieran fuertes" In r~yióiiiir Cli~iiiillili~~nyo. Iqiiitos, Períi: Centro d e Esiiidios Tcológicos d e 13
(1995:2-3). 5 g í i n los informantes d e Uc1ii)~amada..este tipo d e sacrificio hacía Aniazonía.
~ ~ o s i bqiie
l e el slinkti (poder místico) cie las \.íctir,as einanara d e sus ojos abiertos Farclay, F. y S a n t o s F.
y soportara lcs diques desde abajc. 1980: La conforinación d e las ~ o r n u i ~ i d a dnakivas es Amilesha: Iza IegnlizaciSii
16 Algunos Yaneslia escépticos sosteiiían qiie estos aiisos estaban destinados a de u n despojo territorial. Aiiirizoi~ir~ P~>rlinii!z3(3), 43-74.
evitar qiic loi coiiinneros yaneslia \?eran cóiiia el personal del ejGrcito estaba Bender, B. ed.
extrayendo madera i!t.galintnte ¿e i:is coni~uiidadrsy tiansportáiicicla por la 1993: Diriiiscripc. Politics iiild iJerspectiz~rs.Oxfsrd: Eerg.
noche a los aserraderos del poblado coioilo ile La Merced. Como e\(idcncia de Conner:oLi, P.
esto seiialaban el coi-1:in~iotrbfici: d e cai;iioi;cs que pasaban por in carretera
- - 1989: Hoiir Sociefirs Ro?~eriil~rr. Can-ibridge:Canibrid~:oUnive!-si!y Píesz.
durante todas ¡as noclies -lo c ~ i a era l un iircl-.~incuestionab!c. CGrdoba y Salinas, D.
IY !Iasta duiicli. sé, lo perite yñiiesha ncj ukiiiza f«:niol (forniaideliido) eii nuigii:;a 1957[1651]: Cróiiica fro::ciiairin !ic 1,is proí:!izcins del PL'I.I;.Lino G . Caiicdo, ed.
d e s:is acti\,id;ides, por !c) qiie creo que diclio término debe Iiaber sido int:odu- Was!:iiicton DC: Acadeiny of Ainerican Franciscrin tlistor):.
cido e n la zona juiito con el resto cie las creciici.?~en tomo a los pislitacos. Espinosa, M. A.
29 Si :cnenios en cueiita q;;e dos años :ii,ís tarde se teníz evidencia coiifiabie d e que 1995: "Sernbraiid« Iiisloria": Trcis iiaii.aiioner i';iez snbre ierritoric~.Eii ii4c!:ici-
los coniandiis ins~!:gciitcs d e 5endi::-c Li!irii;iori! j- el Xloviinieiitu í<e\:oliiiic,iia- 7in.s. 1~~~1;iii:iz:io liiteriincior:ti! L!L' Etiiciiis!orin :?L.! Xorte dr:/ i<c.!iiir!or u Sicr (ir,
rio ?'LI\>AC A::izru (klRTA) habían ci:tr.-i<io rii c! va:!c del Paiiaxi.: iieode ei iic?ri..v Cnic~i:r!:iii.Giiido Baroiia 6. y Francisco Ziiit.izga, t?d-. p. 279-.Xl. Csli, C::!on;-.
esle respccti\'rii!ieiite. no s u í n extr:i!io suyc?:-ter que I i i ~piqlit~cos\risiul: por bia: Editorial c!c la I',iciiltad d e 1iy.iiiianiiiades d e In t j n i ~ ~ r s i d adel d :,'?!le.
coinliiieros !xriC<ha e11 i9S.3 1i:ibicraii sido gi.iipos dc a v r r i z ~ d ad e una cie c5:as Feld, S. y Bassn, K. eds.
oíganizacion?i: d ~ s t a c a d o ipara explorar la zniis. 1997: Sei1st.s <fP!iicr. School vf Americnn R~?e;lrcliAdvariced C;emin.ir Series.
21 .N dcl E.: Los Nasa cr3:i ,?niericir~i-iicnieronocidos ccmo I'aer )- es así c«i;io Saiits Fe, NIVI: Scliooi of P,inerica:: Rescarcli Prez..
figiira~ie n el artículo dc J. I ¿ a p p p o r i !iYY'+) --testo tr':d:icido en este vnl~ii-i~in Frank, E.
usaiido el ehicíriimo actual- citado ::or F. Saiitos-Grariero. Este iitiliza tai-iihith 21 1993: Los Uni. Eii Giiín Etiio,yr~f!rndc ln Altn A!:inzoiiLi, vol. 2. Fernando 5aiitos-
ii.ri-iiiii« Paez en la \-eaión origuia! en inglés, pera por razoiies d e coherencia
-~~ Granero y í'rederica Barclay, eds. p. 130-237. Quito: ¡'ac~i!;~tiLatinosi?ieric.:~~a
Iicnios empleario el térii-iino Nasa. de Ciencia: Sociales-Sede Ecuador/Tnstiti;:o Frei:c& d e tislijdics Aiidiiic s.
22 A ~ i n q ~se i e podría considerar qlie los pe:rnglifoscalzan mejor en la categoría d r Friedland, R. y Deirdre Roden, eds.
iopogranyas d e factura humaiia, ios cxcl~iyode nii aiiálisis iai:to porque 5. -?:os no 1994: NoíiiHrre. Spiie, 'fir?ie niid Mon'rrriify. Ikrkeiey: Uiii~-ersityoí Califoriiia
pareceri ser iiiiportantes para la gcnte yanislin, coino porque mc iiiicrtlsa m55 Press.
coiiio se iiiscribe el paisaje de rnariera rimbólica a tra\eés de i~iitosy iitos q ~ i e C;elh, I.J.
cóiiio se los ir-cribe d e iiianera niate:ial. 1974: Forms of Wriiing. En Eric!jcloptrriiin .5rittoiiiciz, vol. 19. L52dición.
23 Digii "o ni6s" porqiie t7sposible qiii- Iiaya otros topogramas asociados con estas Godoy, 1.
r h s iiarraciones que yo no he podido registrar. 1943: T11c Iiitcfncc betioctzil t l i ~Wittol 1;itii tiie Oril. Cambridge: C a n i b r i d g r
24 Eii 1973, JZichard Chase Siiiith !?977:229) prai?c~vióla restaiiración del sitio Universibj I'rcss.
sagrado de Palmaso entre la gente yaiiesha que vivía en las comi:iiidades Hiil, J. D.
ceri:aiias y participó eii Ir; primera ccrenionia colectiva celebrada en hoiior de las 1989: Ritual Production of Eiivironniental Hisiory anioiig tlie Araii.akriii \%'a-
di\fiiiidadesde piedra desde la d4c;ida d e 1920. kiiéíiai o í Veiieziiela. Hirinnil Eiology, 17(1): 1-25,
2.5 San blnteo ); S;?ii Marcos regis:raii ¡os n;isnios siete eventns de la l'asi6n de 1993: Kcepers of :Iie Sizcrcc; ::~lin!its. Tlie Poetics of Ritiiol Po;:li;r iii Ai!inroiiin:r
,( Cristo. San Liicas añade olro; miri-itras que Szri Juaii rediicr el núinero de
evriitos a seis.
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?:. L o n c i ~ p~ N:ie\,a s 'fork: Ro:!iledge (la trad~iccióiicastellaiia d e este arkíciilo Vaiisin;, J.
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l ( r n ~ s d - C a r e v i t z F. , h.1. y Dollfus, 0 . 1"i~''
79%: Gevgrafíc de Lilgiiiiosiiiitus y creencias. Espacio:; sii:ibólicos \, ;ta!idades !Yatchcl, N.
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1980: I;ic!i!~i~ 1i1~iiii p~il,b!o. :;I'iit(>sis /i;stÓri~~~~ dc? 111 etiiín A I ~ I I I L$~i~~/ /~X\'// sI ~ , 01
XIX. Tesis ric Liccriíia:ii~a.Lii;~.;..:I'oiitificia Uiii\;c,!.sidad CatOlica del 1'er:i.
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7
TERCERA PARTE
TERRiTORIAIIDAD, ETNOPOL~TICAY DESARROLIO: A PROPÓSITO DEL MO:'iti\IEliTO
IND~GENAEN 1A AMAZON~A BRASIIENA*~

.._ . - - . -~
. . - . , . .' . . .-

E 1 cerco establecido por la "r'rontera" del desarrolio (carreteras, t c l o ~ i z a -


ción agraria, granj~isd e cría, explotaciones mi:ic:-as y foi.e:;ta!e:;, etc.1 n
Iíix sociedades anieriiidias de la Aniazonía soi-~icte!as cooi-denacla:; iiilcio-
sin-ib<ílicasde siis territorios y las identidades colectivas que las sct;:ieiiei~
a alteracioiies taii iniportantes coino las que exprriinentan 51:s si!;tc.:~i;is
prod~icti\~os. Es así coi110 el confinamiento teri-itorial y Ir; ii?certiduiiibre
ideiititaria precipitan a estos grupos hacia iinn dii~ámicnde "resi.qtcnci,i
adaptativa" Wern i987) qiie se cor,vierte poco a ~ c c en o uiia dir,i~risiÓi-i
crucial d e su i-eprodiiccióri soci<~l y cultural. F-ntablaii, Po;. ?::te íii(!dio,
procesos de reconstrucciói-i quc dependeii t;:nto d e los repcrtoi-ios de legi-
tirnaciói-iin-ipuestos por los estados desarroi1adort.s 1. Ins « i ~ ; i i i i ~ i ~ dc ci ~ i i ~ ~
oii~ir!ridzdcomo de ::LIS propios recur~os~olítico-simbrílici~s. La.; rei!c:xl,?-
nes que sig~;e:in coi-itiriii,iciciripropoiienni:a!iz~i- e!;!?Ciia!I%tiid (!c. r x o i n -
~ ~ s i c J 6 iidt.iiiit~ria
-i \: tt:i.iiiori,ii a trr;\.és del ejrniplo tiri ~ii<:v:irnii.::L:-~
Íiiii;-
se:l.¿t que se hh:. torciadr) cii ia Aiiiazoní;! brnsiiifia tr?.: 1;is Iiiiri!.?s dc las
mú!tiplr:; intt.:vciicioiiei cie cicsarrullo y di. "contra-cics~~:rc~lli~" c , L :ha~
concicicio la regiC:: cit. Ii.,:, aF.05 73 a los años; W.

Desarrollo amazónico y "tierras indigenas":


la saga del "Estatuto del indio"

Se sabe qiie despiifs del golpe d e Estado militar cie 1962;la Aiiiazoiiía
brasileiia2 fue el teatro de vastos programas gii!~ernamciii.-ilcs(!e ii?!ccra-
ción geopolitica, ociipacióii deniográfica y desarrolio eco:iói-riico. Erta ?o-
lítica de penetración se inniiifestó esc~icialmenremediante la crención d e
redes de cnni~iiiicacióii de transporte, la apertura d e b'ises niiiitarcs, ia
>r

aplicncióii de programas de colonización, la edificaci0ii de coniplejcs 11i-


droeléctricos y ia atracci611 dc grandes inversiones del scctor miiiero, ngro-
pastoral y forestal (iiiediaiite la concesión de ayudas fiscales y créditos
si~bvencionndos).-4 partir de esta reestructiiración a gran es!:aln, la regiói:
se abrió a u n período de inteiisa coi-ripe:eiicia p o r el coi-itroi del e s p ~ c i oj.
10s recursos que clespiiés ha escapado aniplia~nc~ite ai coiitrol de sus iiii-
ciadores y qiie lioy cii día eiifreiih a inúltiples actores ccoiióiui~.os:cl inisnio
Estado (cspcci;iliiieiitc nicdiaiitr el ejí.rcit» y las eiiipresas púhiicas), !os;
grandes gaiiaderos, las grandes enipresas y los bancos, los especuladores, pririiera vocación era reducir los obstáculos para la irnplantaci6ii d e pro-
las einpresas forestales, las ccimpai-iías miiieras, los buscadores d e oro, los yectos d e desarrollo e n las tierras indígenas de la Ainazoníñ. La primera
pequeños agricultores y los cainpcsinos sin tierra 3 . versión del "Estatuto del Indio" fue presentada en el Parlameiito el1 octiil-ire
Ahora bien, en la Amazonía brasilefia Iiabitan 170.000 indígenas (sin d e 1970, ai inisnio tieinpo que una convención entre la FUNAI y la SuDAM
contar lns indígenas "aislados" y urbaiiizados), repartidos en 160 pueblas (Superintendencia d e Desarrollo d e la Amazonía) para asegurar in "paci-
que representan el 61% de la población indígena de! país4 (y aproxiniada- ficación" d e treinta grupos amerindios a lo largo d e la rrtta Transania-
mente el lYo d e la población total d e la región). En ella se encuentran, en zói-iica. Su texto instauravarios mecaiiisnios d e expropiación legal: despla-
pírticxLar, las einias más importantes, coriio los Makusl-ii del estado dc 1
zamientos forzosos d e pueblos p o r motivos d e seguridad na<:i«na! o de
Rt~raiina(15.000 personas) o los Tikuna de! estado d e Aniazonas (23.000 obras pUblicas; derecl-ios d e exp!otación minera concedidos a empresas
aersoiias). Pero, sobre todo, esta región incluye m i s del 98% d e la exteiisicin publicas e n los territorios indígenas; dereclio- de alquiler d e tiesrzs agríco-
cif !c;s tcrritorios indígerias del Erasil, o sea UI: archipiélago d e 371 "tierr;,~ las indígenas por la FUNAI, etc. Sin embargo era iiecesario comer\-ar eii
i
indígerins" qiie represeiitan 957.664knl.': 11% d e la superiicie del p a i ~(más 1 , est8 reforma u n marco jurídico y retórico "proteccionista" q u e c o i i j c ~ a r aa
qiie la sriperficir total de Veneziit.!a, 912.050 kni2)y 19% de la superficie de t la vez la ideología inciigenista nacional (a la sonihra mítica del Mariscal
Rondon), el peso político d e la Iglesia católica y la buena voluntad d + los
la "Amazonía legal"'. Por otra parte, Iacdistribiición d e estos territorios es f
tai qiie a veces constiiiiyen iina parte miiy significativa de los citados a los ii proveedores d e foridos internacionales (de los que el "milagro hrasilciio"
dí.pendíajl". El "Estatuto del Indio" coníi~irea las sociedades aittóctoi;;s
q ~ i pcrti3necen.
c Este es el caso particular de! norte arnazónico, cio!14? repri-
scni:.~el 20% de la exteiisi6ii i'ie Psrd y e1 47?;) c e l a d e Xoraiina (Cli\~ci:a i del país una iJentidad gei~érica,la d e "cí>niunidndes iiidígenas", iildi-
1994:??.';)c. 1-inalliiente, eslc~sterritorios e ~ t á iai meniido sitiia~iosrii rcgic- f s x i a b l e cic iIn esiatuto de siinicapacidad legal. Los "indios o sel\.icol;i.;"
ilcs ji~i::ihles" en ~1 p l a o ecoi~óinico(regiones mineias) y / o t'i-I el plano
"f.,X

ge<:poiii-ico(zonas f~o:Itcrizas).La si:iiaciin {!e las tierras 1-aiiomaxi,sorne-


tidnr; desde f1r.c- iios decenios a ins prcsi<>ii*.s corijunkab dci lol.!~yr.ii:iei-o,
iI sonconsidcrados corno me.noresbajo la iiitela del Estado qiie, pc;r tarito, les
debe asistencia (jiiridica, sai~i:asici, económica y educativa) por meciiaciiín
d e una administración especializada, la FUNAI, hasta que se reaiicr su
,,.u1corpora.i6n a la coinanidad nariíj~ial"en tanto que prodiictores agríco-
~ic.13s biircadores d e orr) cl-indcsti~~os y ,!e los ini!itares, const;ii:.;c, . por
.
las, pcir "einsiicipción" indi\~idualo colectiva. El "Esta t ~ i t ocicl Iiicí' io" les
rsttas do:; 1-azc.~ies,a;:-, caso ejenipl~r.Estc tci'rikorio indígciia de 96.649 k i ~ i - ,
rc;>a:tid<:e n a o s e s a a o s (Roríiima y Atnazoi-iasj y a d o b ~ i i oa 10 la!-go d~9i:!I
km a la iiontcra sc; ;le Vciiezticia, tienc 39 cí~iicesionesJ- /SO ioiici:i:dcs
dr prosii~cciónniirirra, su crnt:-o estd ifi-L.aiiid~ por 3.li00 buscadores d e oro
íI iniponr igiialnieiIte uii nue\,o réginlen d e :erri:orinlidacl ;itribuy<í.niiolesla
o c u ~ ~ a c i óy xel ~lsufructoexclusivo d e espacios colecti\,os específicos bcl-io
la forii~ade "tierras (Nreac) reservadas" ("restir~~~as", "parques", " c o l ~ ) : ~ i a s
?; :;u recr~i:oiiriiientclesal, a pesar d e haber sido honiologado por un decreto agríco!¿~s"y "ter:itnrios federales") d e los que el Estado conscrva ia propie-
~i;~.~si~ieiicial
de rnnyo d e 1992, es tc,tlax.ía coiisiderado coi??otina "aintiiaza dad, dcfiiie los líniit~.sy debe garantizar la integridad.
par:: la sobcrnnía nacional" por el ejército brasileiio7. E1 "Estatuto del Indio" cons:ituye la b x e acimiiiistrativa y legal a partjr
.F\ pesar de la debilidad den~og'6fica rielas poblaciones coiiccrnidas, es de ia cual la identidad y la territorialidad de las sc)cieciades iiidígenas sori
soLxe todo ~ r a c i a as la prob1ci:iática territorial que la cuestión indígena ha .- definidas e n el rnarco de! Est:jdo brasileiio ciesde liace1116s d e dos d<.ceiiios.
adq~iiridot.1 lugar, a menudo coi~?~iderable, qiie ocupa en la escer,a política Es e n referencia a estas disposici~nes(reivindicadas, re\risadas o nianipii-
v ineciiátisa del desarrollo a~nazónicoen e! Brasit. Así, ciesde los aiiss 60, lacias) que se articula la "cuestión indígeria" en el país ?; que se organiza
los gobicr:ios inili!ares si. han esiorzado por instaurar un niie\,o dispositivo el camp:, político en el que se oponen "anti-indios" (facciones [civiles o
iiic!ig-enls'a d~it:nailoa resolver el espinoso problema de las "tierras iiidí- inili tñres] gubernainentales y parlanien!arias asociadas a iix,ersos intere-
genas" cii c1 rsno de sil polítit-.I de in!eg:ación de la Ainnzonía. Para ses privados), "mo\rimiento indígena" ( o r p n i z a c i o ~ ~ eino-~i!:zacioncs
s, 10-
eri-ipezar rntificaroii, 6.11 1966, lcl Conveiicióii 107 de la Orgaiiizaciíln Inter- cales, líderes embleináticos, iiidígenas electos o funcionarios, ctc.) y "pro-
nacionnl del Trabajo (01T) sobre los p~ieb;risiildíge!ias. Después crearon, indios" (Iglesia católica, ONG de s ~ l i d a r i d r dsectores
~ progresistas (12 ia
en 1.967, uria iIi:ex:a administración de asiiiito!: iiidígeiias, la Fi!i:Liii(-no Na- administración y a:;oíi~c.iolies d e uni:;er-,jtarios, de abcgados, e t c . ) " . El
cioi~nido :!:dio (FUNAl); creación aún m a s ~irzciiiteen ciianko qiie e: C ~ r í i i ~ o texko d e eske Es:ntlLito está siendo revisado ciesde 1991 eii cl par:ain~ii:«
1 Cr ?r1?irfao nos fiidios ($l>l)estaba nianchado por ~inescándaiointirnacional
.. .
brasilei-io para ponerlo en conforinidad con la nueva Coiistitución (szpre-
sión d e la tiite'ia y d e la poiítica d e asimilación) y act~ializarlo(dere<:h»sd e
/I qiic denunciaba las presioi-ics y expoliaciones coinetidas por s ~ i ci~iplea- s
propiedad iiitelec(uales y protección del med!o ambiente). Sin e ~ n b a r g ot?ste,
dcs en contra de -10s i~-~iiígt.r.as\ Finaimri-itc proiniilga:i~n, cii 1973, Liiin
'
- 1 i:iicva icgislaciiín iiidigeiiit;ta, el "Estatiito del Indio" (Le), 6001)', ckiya
22: proceso d e rrcoiistriicciói~todavía no ha ierniiiiado (octiibre dc 1997) y por
t;iiito las dici.oiicioi;e.; di.¡ Est,iiutcl cie iC'73 contii:ha sisiido \ ipcilic:., d e iiiia tiei-raiiidígena que f~ieraui? o b ~ t ~ í c i i l o ~losiiitereses
~ara ecoi~óii~icos
sielijllre q ~ 110c ciiiic;i cii coi-lrad iccic;i; coi? la5 iie la Coii>ii!i:iiciii de p">!icos 1) privados qiie s e qiiisician ia~oi-ecer(Cariieiro cln Cuiiiia i9S4).
1YbS".
3 - 7
(
A pmar d e la llegada ~1 poder de i i i i gobierno civil e n 1984 y la cieacibii
El .irtíciiIo 63 ciel ' Est~i;ii«dci Inclici" prc\.eí;: cuiicluir e¡ r::gi>ti-ii IeE;al d e LLII iiiinistcrio d e la reíoriiia agrarid ( i ~ . i ~ i i i / I r j .fiiiiifi[íi.io~i,
i los militares
toi-as la- "tjel.r2~iiici;gei~as"del p;ií:: e11u11 yl?.~i!decinco ;iiii>.; (;?ara coi~tinuaroiiejcriiciido eiiire I>asiidoressii i l o ~ i i rsobre l?. ciicstiGri di. izs
el fili dt. 19;s). En 19s!, 16 ri'i:iiii?iiti.acicí~~iiidi~,>iiistri no Iiahi'a !-,iti[icado tierras iiidígciias al bioq~iearla inayoría de 1;s deiiiarcacioi-les eiI ilirso
13 deliinitacií,:i d e ili5s ,i:i 251; cit. cskc-ii; icsriLoi.icc (C>!i\-e;ra19S5: 77j. (0lii.eira y Alineida 1985).D c s p ~ é s\~ulvieioiia la csieii;i poií!ica d ~ i r a i i t e
E1iti.e tantu los coiil:ictos i;-i:c.i-ékiiici,'; por la propiedad d c las tierras si. la " N i i e ~ aI?epúblic-" (Albert 1487) y proi-i~i:lgnror,, ci: 1987, L l i i ttrccr
hjbianniulti~iicadnen tocio el p2:. y "11pod~osmnici\.in?ic~iitti inoio )T pro- decreto que acent~ií,elcoiitrol del Coiisej~) dc Sc.g:i:ii!nd Naciui:al sobre los
iiidio "por la den;arca;iGi: de las iit:rriir i~iclí:;iii:,:;" había eiiiersitio hnjn e! territorios iiidígciia~,eii prirticiilar cli lo qiie co:icicri-,e a las r e g i ~ r i e sho:i-
iilipulcfi de la Iglesia catcílica progre::is!a; iliuviinienio c;i\-zs rt.i\li:-~dic~cio- terizas 'Y
ries se apoyaban c!irec.:ailiente eii las dispo:,ici!-iiiss \- la retiirii, "proteccio- h4ds tarclc..la Constitución progresista d e 198s la e!cccilii-1 presidsi~cial
ni-;tas"dc.l "E';tatiito &e!!ndio"". El aui-i;ciito &Ipocier yoiíticü 7 inedidiicci por siitragio iii-iiversal eri 1989 (ia yrimera c;esc!c 1950)n~o~iificaron medi,l-
de es[;\ 1noi'ilizaci6:-, se incrcmen!ó iiiin iiiis ciianrio cii ten:.íiica jcgnii-la naniente csta covii7iiura ~iolítica,io que ¿~escm!:ocó e11la promiilgaciíiii d e
sobre la propiedad c!c Iris tierras sc f u c cor:\;irticiidcl poco a poco ti1 L L ~ Iir(:]-!te uii cuarto decreio d e aplicricióri del artículo 19 del "Estatuto del Indio" pri
d e o p ~ s i c i 6 nI)rivilcgiado a !a ciickadura :iiilii;ir sobre 1,i ciiestióii ci;;i.;.ria 1991. Este decreto, cjue ;,rc\-e;a ia prirticipcic.i6nind:gena otorgaba d e
((;ol,:.c todo, en raz6r,rle la inm~:nida(-id e los lídcslis indigi.nas, ;,is:-c;scoino niievo u : ~roi i ~ i i p o r t a na: ~ia FUNAI ([)asada dt: la depcr,dt~iiciade! hlirlis-
in,o;iores de cc'.ad, re::p?ct~a la "Les; d e cr:gurii?,atq.iiaci«n.ii"). ter-ici de! Interior al dr Jiisticia el3. 1990j, ~vrinitii,uii trierio avance en tl
Coii In in;cncjó;i d e iiciiiianttilnr esta k;i;áriiica, el E.iia(i~ib~;isile!l~) rrcon(~ciniiciito iegri: il:,las Lierias indí!;:,ii;s hasta liiiíile-: d~ 1094 (gobier-
e!:tabiA entonces i!r-!: larga ici.ie í ! r ni,ii:i~iil,icic~i!esd e las i 1 6 ~ i s ~ ! lCcl <t~ no d c Collar y de Franco), \; estu a pt.sar de i.r,:iar t.t i:ta!i\,as de ii:l.rie;rir,cia
' ,,->,.,!u
s . b to dcl iiidic", a pai.:i!- iic ias c~in!~.; e! n:nvi;;;ieii!o ;iil:ígí.i~aL-üii.; nii!itai ;./'o par1a~i:eii:aria (la ina\-cisía pi-o~ciiici~.:csde la , ~ i i - L ~ . . , , . ~ c i r i i L i ) ' ~ .
, * .
trl:fa 51.1 lpgi(~:i~ii!~Ll. '41 prj:lcipik] iil t!?!1[:1 ;:;-,:~,>:~e;Lli; ~ c ! ~ v ? L I -~-c,iiip¡~i?ICil.
' F.ili<~liil~';ik~,
, el ~oL-niernuc i *Cnrdos1i,
~ elvgi:lo :: fii~alcsd e 19:-1, e;, bi;:scct de
[aria c',c "criiz.nc~r;iii6;1"cie !os iniii~~.!;:.; cn 1975; tctsto qi:e conferia <ii api!! OS p ~ ~ l a n i e n i a r ai:iazói-iicos
io~ ji;ir,? l:e:.nr a 1;::~:; tC-i-:~,i!ios ~ i rcior-s
sje,-uti\.o t,] r,icier '+(? ~iis:r~ic:ír.1- (1ffit;i~; L2.s "ci~iiiiinid~ides i:iLi~~,t~;?a:ii-itc- inns i:ro-ii3eraier (dcspl.:<í-S?u rcc!er:ciiíi~),!i3 pi-oii:irl;;;:do t.1: 1990 Lin ;le-
gradas" a la :iiteia del E ~ t i t i opcriiiitie;:ti~.,
, 2 : : í : an3,ilar sil> ciert~ciIi!5:?:.i.i- cretu q1.ie!~1idi!icaFor r1i:iiita \,e?.el ir,iniiti.aJinir,isli.,ti\-o rie rii~~-~;r;rcacii,,-~
torialeh coieiti:.os v someter a siis iíc!ercs .i1 <e~.echocoinúi.. Lv5 arríciiios d e las tierras indígeiias, abriei:do, iie niievo, u n ainpllo espacia :r la iii!ei-.
del "E;tatuto de1 Iiidio" TIC vaii dcl 3 ai 11 aeiiii:a!i u:] p~ocetiiiiiici?tc ierericia d c Ic?sinterest2s pril-ados loral-s jn;ii:ci-3s )-i?chiviit2si i i r , ~ i e b i e s ) ~ ~ .
jiil:i,i:ll tic en-iancipaiifin i~iciii,idi:al co;cc!i\-a, pero !7 drl~i;i!iii;~rir ii!r Las dirposicioiies transitorias de la Conskiiiición i ' c 1968 iija5i.ii ::ii p!,~zo
,,ltcirs:itios. Esta estrritegia iie escac;otro jiirídico, abnndoiiadci bastanic. de cinco anos para lleirar a biicn tírr:ni~ioei ;>roce:;(>c!e legaiiz3cihn d e ¡as
rc<pidaniei:t~. no hizo ixás que increnie!-itar el proceso de ino\~iliracii;ii tierras indígenas del país jartíailo 67). Quince aiios drspiiés dt.1.: ~ x p i r a -
iii6ígi.n~y pío-i!idí,ociiri, dáiiclole uiia di:iieiis;ón nacionzii'. citii del plazo q u e había sido fijado por el "t.;tntuto dei !r.di~"(1978), &te
E;, los afio'; 0~11i.1itase dier«ii otra serie de iniciativas \rarics clestiiiadas iia llegado Ge nuevo a s u fin sin l-iaklerse cuinp!ido (1997) y es i?-.u)-puco
a deteiier el r;;ic;i~irnieiiiode rccoi~c~iiista tc.1-ritiirilil iiidígena. l\ri.ís s~itiles, prohablt. que el conjuiito Ce deinarcncio~ies;qhornologacionrs * i i ::.:ispeiico
esta \fez sc ce~itrarunen e1 trdii~iteadiiiii;isira:i\~ocie Jclin~itaciónd e 13s se liayaii cuncluido de a q u í al fii~alriel niaiisiato del 1,i-esidi.i:tt. Sardoso
tierras iridigenas, su_;tra):,:ndoa la FUNAT, qiie se había viielto deiiiasiado (1998) -incl~isosi ac;iielias qiie son cconórnica y p o l í t i c a i ~ i~l ~i ~; i~~~"<en- os
\7iili1crablr~políticaiiieiile, sus iircri.c!~;ativast'ii la !iiateria (Oli\;eira 6 Al- sibles" ticiii.n algiinas po5ibilidadc.s cir: Ilel-arse n tt;rmin». Se podría con-
iiieii:a 1989: 4<'-5@)". Esle tr6i-iii:e adniiiiistraiiizo,previsto por el a:tíc::lii 19 cluir aqiií coi1 algunas cifras inquietanies: veinticiiico anos desp1.1i.s de la
del " E ~ t a t ~ idel
t o Indio", era defiiiidu por Lii7, decreto d e aplicación de 1976 pron~ulgaciij~i del "Estatiiio del Jndio", GIS%rle las 565 "tierras ii~d;geiin-"
qne c~)!ifiabasii re~~oiisabilidati 3 1.i adii:inistr;?cicín iniiigei~ista.En 1?S3 del Hrcijll n o disponeii'todavía inás que de u n a prc:tcccióii legal .
precaria
.
iin nuc\ro decreto transfirió chta i-:~~t~<iiic~abi!i(i,id a un grupo iiiic1.- (tierras scjlnrnentc "cie¡iinitar!a:": l?,3?ó) o prácticaiuciiie nu1a (tierra.; "a
i!-.i:iic:erial dirigido po: cl htiiiistei-iocici ,n!erioi. y el Miiiisterio de Agriciil- identificar" o "idei~tificadas":33,7'/0).Is Por otro lado, ¡a inaj~oríñd e elias
tiii.a, cstc filtinio directai;icrite ligado a ia ;i~itoridaddel Coiisejo d e Segui-i- (legalizaiias o no) -64'% s e g i i l ~la FUNAI'" ssoii objeto d e varia.; forinac de
dad N a i i ~ i i a i .Las disposicioiiss del dcci.eto del S3 dieron al giibicril~ invasióii y explotaciiíri cioi16inica iio-iiidígc*nas (forestales, l-riiiieras, agrí-
i~iilitai-los mri;ios para rar.i!izar o iniodificar todo iiossier ilc legniizaci6n colas, hiclrocli.c(i.icci?,elc.). Estas cifras, políticariienic ii-iovilizadoras, inciri-
ce1-i no obstante a subestimar el impacto del iriovin~ientoiiidígena y ~ r o - dades indígenas. La hibridación discursiva es pues una condicirín estriic-
illdígei-ia en el proceso d e reionociiniento legal de las tierras indígenas e11 tural d e la expresión del movimiento indígena cuyas coiistruccioiies e h i o -
el Brasii. En cariibio se aprecia niás su amplitud ciiando se evalúd el creci- políticas beben anipliamente taiiio de las fucntes d e la ieti5rica i i i d i g c ~ ~ i s i á
m i e l i t ~eri número y superficie d e los territorios que p o r o a poco se coiiipro- oficiai (jurídica y adniiiiistrati\~ó)conio d e las del imaginario politici; (cu!tu-
lllctieron ei-i este trániite de legalización desde finales d e los alios 1970: cn ralista, comunitario y ecologista) d e los diferentes componentes d e la soli-
1951 la FUNAI reconocía la existencia de 308 "tierras indígeiirs" (lile i daridad no gubernamer-ita12'.
cubren 400.000 km', en 1996 el gobiprno l:rasilciio coil.tnba 554,que repre-
sentan 917.000 km"'.
! Indigenisnio oficial e indianidad geriérica
Paralelamente a esta duplicaciói-i d e la silpe;iicie d e !U$ "tierras ii-idige-
nas", el campo políticoin teretnico se ha desarrollado coi-isirlerablem~i-itcy ! Los grupos indígenas del Erasil, a Fesar d e la extrema variedad di' !as
diversificado después d e las priiiieras "asan-iblcas indíge:ias" succitridas coorderiadas sociales y simbólicas d e los e s y a c i ~ que s o c . ~ l p ! \enc,;miiian
~
por el CIhlI e11 1974 y la nio\-i1iz;ición naciriiial coritrz el decreto d e "eniai-i- II todas sus rei\~ii-idicacioriesculturales y territoriales tiacia las c3tcgorias <le
cipación" d e 1976. Hoy ciicnta coii unas 104 c?r;.anizacioiies ii-idígei-ias(ia "comuiiidnci" y d e "tierra indígena" heredadas d e las Uisposicioncc <le1

1
mayoría ainazónicas) apo:vadas por una treiiitena d e asuciaci.snes pro- "E~tatiitodel Iiidio" d e 1973 (más tarde d e 1;;. Coi-i~ti!:.i~i6ii d e Icj8Sj~s.
ii~dígenac(Iiicardo 1996b)" que, in6s aild de si:s cnpacidacies d e n-ioviliza- impiiestas por el Estadoa y su r.dministrnciÓ~: indigc~nisia;estas e s o d e -
cióil y d e alianza nacionales: se apo>ai: (financierii y pvirlica:::eii~e) e11 iiiia linicioncs h;iii sido retornadas y ieiiiter~iretadaspor u n co!itrarli:;ciirio d e
coiilpleja red interriacion~ilde ONG especializadas en 10s derechos de las legitimación que,, desde cntonces, estaljiece la rea!idri~l rociai (i.*i vii-iiiica-
minorías, la pro!ect iEn de! medio ambiente cl desarrollo local (principal-
meil:e enIos E-.t;iciosIJiucios !. enEuropa del i-ioric),)-c:i inilltirlci; coiiexio-
l ciones y n-iovilizaci~nesjde! "niovimiento indigena" en i a esceria puiítica
nacional. 1:isirunici-ito d e una redil-isiór: éinica y tcrriturial i..! ser\.icio cie!
i-ies coii ios sectores c.oncririiidos d e las organizaciorics niultilateralcs (iiis- desarrollo amazónico (la FGNAI c!cp!,!-i:iía dc! i:?inisteric: del Ii?ti.rior hii.;ta
titusiones d e la ONU y e i ~ r o p e ~ ioi )las age!ici~~c
de cori;ler;ici6n dc cie:.lo% l99O!, e.stas caiegnrí~5hnri sido el objeio de ui: cit:sp!.-i:íar::;ei-it~~ecri-at6siio
paiscs (Austria, .Alemariia, Canariá, Nor~ifvgri,lieino [:nido, clc.;". que!ai ha con\,ert!do en 1-cicreiitesd e uii~iiiidianidac! ~~riGi-ic-a de re.;isteii-
cia basada en uria cx-licrie~iciaconiún cie eupic?iliaciüi; i;ec;i,cii,i-i de ia
jiisticia. Así, l.: polllicr. de asi,~i:acii.r-iirientitarin !;:errito:inl ciel Esl;iil~e
, I ica:
Contra-etnicidad y etnopot't' ha\-uelio co:itia s u F r o p i ~ni ~ : a bajo
r ia íci~!:inde iin disi:;!rro :!ez,firinaci6ii
del indigenismo oficial af indi!r;eriisrno no-gubernamerital éLr,ica y d e reivi;~:licac~ónlegalista qiie sc- ali:ric.iit,? sin ccsar de ios ciir-
f~iiicioii~iinienioc ~1 d e 1,i duplicidad dei ir!iiigeni:.iiio ofiri;i!. Y es en g r a n

Este rrc»rdatorio histerico pone ei-i el~idenciaIac complejas 1-eiacioi-iesque parte el sistema d e "puestos iiidígenas" d e la FL'NAI, i!bicados en la ri-ia-
mantiene la génesis del "movimiento i i l d í g e ~ i a "brasileiio
~~ tanto coi1 la yoría de los territorios i.-idígenas del país", el que ha constituido ei ci-ir;«i
planificacióii :le1 Estado desarrollicta en Arnazonia conio con cl aumento práctico ¿le esta dialCctica d e iniposici6ii y d e viielta al revt?s de !as ciispci-
d c p ~ c i e rd e los actores inilitantes n o g:ib?rr.aii-iei-itales, la uiia y e! otro siciones del "Estatuto del liidio". Corrca d e transmisiói; del indigenisino
asociados a la creciente mundializac16n ecoiióinira y n-iediá tic? desde fiiia- oficial en el terreno, este sistema hít perinitido iiicil!car sil!; categorías y
les de 1~)safios sesel-ita. !.as estrategias ideiititarias y territoriales ame- retórica a ur: vasto conjunto de ii-iterri-iediarios ixdigeiias (eni:7:e3dos o i-ioj
riildias se inscriben en esta coyuntiira política global que ha sil?citado su qiiienes, a partir d e rsie apreridizajtr y d e su reinterpretaci6n no-gi?bcrna-
naciiliiento, establecido siis posibilidades y defiiiido su inarco d e accióii. inental (y a iiienudo d e uiia escolarización ~nisioi-iera),cC~n.;titiiir5n1116s
Estas estrategias no se puede11 coniyrei-ider f~ierad e cste contexto. Así, la tarde el vivero d e líderes Iocaies y 11;:-ioi-iales de! moviiiijeiito indígena
"cuesti6i-i iiiciíge~ia"no ha podido constiti:ii-se en iaiito que coirsi7 leg,<tima eincrgente3'. '

e n e1 seno cie uii espacio píiblico ii~cioiialy después internacioiial sino a En la A n i a ~ o n í aCrasiieiia e! rPgimen iiict~>titario y kerritoria! dt.1 "Esta-
partir de una apzopiación indí:;eiia d e los sistenias de norinas (legales) tcko del Indio" se inipiiso a grupos c o ~experieniias
i I-iistóricas ciiya d i v e r -
d e valores (simbólicos) de ios protñgonistas qiie dominan este espacio25. sidad puede reducirqe. esquemáticanieriie, a dos grai1dr.s tipo^: por r?na
Estos códigos de legiiiniación, tanto si ernailai-i de una con~truccióiiesi-a:al 1 partc aquel!os grupc3s q u e no habían coiiocido n-irís que coiitactos esporá-
coino no g~ibernaoientalde la indianidad, constituyen la base de iicgocia- dicos o limitados coi1 la "frontera" regional ];asta el peiíodu del desarrolio
ciói-i ideal ypolítica a partir de la cual han debido redeli:-iirse-bajo la forma aniazónico d e Icis afias 70 (caso de los Yaiiciinan-ii,d e los LVaiíipi ci d e los
2261 d e "~iiicrriisii:oe.;trati.i;icol':'- la al teridacl J, la tcri-itorialidad d e las scicic- K,i!fapó); por otr", 10s grupos sonictidos, dcsiic finalc:; del bislo XIX, a la
iiicii,qciiistns !tiiira~la;i; fin,iles cie los iifios 711 a 3i.o ?iisito de 1'1s tici.rnL;
c,~lroFiaci;'ii de !o.; co!iic.;~i-inteci l i i pi.o~jii!o5:i,i?.:k?.1ei", i.1-i ~~!?il'cicii~i'i f k
') ,lo ( ] L l r L , ~ - l ~ a
l ~p'irti: , 2ñc:: 15![)-2G, cc;li :'l L;:kcl¿ic~ciillaciti SY]
l ~ < ~(:,e~ )1~3s ka!-,i!:ci, \\,ai,ipi) \,niio:nniiii, ~.iirgieroi-i S! )bi-c.la escci-ia política ií;terétnica,
a fiiiajcs d e Ins 350s 80.al;unos li!it.ies-síiiil~olostales coir:o l'a!-aki 1.
(;i]to roliinoes,! o ;i!ii ncliiclla, n:& tci;az, dc. ins iilisioiies c,iiólicai y ~';-cIIT-
R.101ii (h).i:p6), I-)n\ i j<(lpeiic~\~d (I'~iic2niaiiiijo \VL:ii%rfii (\\'aiZpi),i~-iiei-itr¿is
qiie 1 s or,yaiiizacioiies ha!-;ijl6 y í\ai,í:~i Iiali ?ido crendas recienteil-ici~te
L,

I ; r ~ d de
A

~ s ti.,!iisformaci6ii boc~i,ii,toLias ,.slai socicciniie:; cr kini~ (1393-?5j T i e los Yaiinitiai~iisol-i todavía ret.re.;ciitado~ e s e n c i i l l i ~ i e ~ i t ~
de pcr una 6.i~; L%iolidaridaii (!a Co!i:issiioP!.ó->'~ii~,~ii;liiri d e SZcj P'iulo).
c ~ l c o I l t r ~scjjnetidn:
;~o -0,. "l.~;a!iito di.1 ¡i?i!io" n L:II iilisiiio c<l:i?,iii:>dc
L71

Ya heni;ic. \.i.qto cómc; 121 einergrncia d e los EICI\-iiiiientos~5t~iicos e a la


klms"p~cti\~a el1 lcgiiiniaiifil-, de lac. espacios c;:ic c~ci!pah;rii(iii:~vc'itido~
cri .'ticrrac, il-i,Ji;cl~ns") r1-i !a defiiiici6n cic la.: ic!t:iitiiirides ccilecti\.nc que
Aniazn~ií,ql u a i l e ñ a es aL;:e iodo atribiiible a !a anil:iiacióii d e i , ? ~ii-iter\.en-
cic>neTdel Estncl~y a1 rcfuc:rzo d e siis funciniies en esta rcigi¿li. Dt.biiio a
cstclb!ecian ellos (coii\-!:rtid;is e11"~iiitur~!::" ): t i i "crin1uriidadc:j ii~rlíge-
iias").Toda<c-s;n>si>cied;i;lesl-iaii sido f c r ~ a d a as aii:o-ol.jct!\.a~~ea travi.:: sil ;?olítica d e desari-ol!c! 1, a c:i reforrca ii-idige:list,i d e los años Ti;, el Estailu
del prisii,n di: iina :!-iisi;>fiii-idiailidacl gc;ic,:-ica y dc ün;i rnicitia tcriitorin- brasilcrio s e !la ~ i i c l i ni i i i actur ccntral eii iz coiist:-iiccióii y :i-iov!iizacicí~icit.
lj,J,ad ahsty;icta defir,ij.is 1' ~ X C 1F~ g .dii! l E ~ t n d oY . t..itc c ~ i m h odc ideniidaiies locales, tan\o la tliiiimica d e eupropiación ierritorial (lile
pc.rs;>(:cti\,a se]i': Licino<ir;icic~ hii iilédiio ~ n r !0sg1.11~705
a soiri(>tido.; ! ~i?l!' ha siiscitaclo coil-iop o i forinas tie it.conocic?ientu legal co;-iferid-: a siis
CI\

d e los cc,ll~ercit?:-itt.s ril->t.reticis cori:<i;>araac~i.ie!losque aiíi-i estaban


(i:!:;.i.z.)
1-íctimas(constitiiidas r.11 i i i i archipi6iago resi<.!ii>;t<c "comunidñdes" lr de
0 qiie cr,in si.rni-ilidcyrii,i:ei-iies.: o era, r i identrint.i:te, piiia i~
:tierras iidígenss" dci-iiro del iz:.pncio riaclona!). Este ~roc:.sc: eskai;~!de
se3:i1dos, qlit. inicri!ij.iii L I iclerikiilad coiccliva e!: zspacivs territor~nles recalihracióii ffmica terriii:iizi al s c r ~ i r i de c r?usvcs formas d r aciipación
1 . eccii-ióii?icano era realineiiie i-iiicvu en !7,Aiiiaroii;a. 5c supoiiín que c! SP1
:bier!-i>s cil\;d ocupac-lc;ii 5.; .c~i:i:i!,:i>a cn ri;!ei-r31icia :t ~ C ' St i c ~ l - i ~ de o s 10s iI detx'n ocii;)nrse c!:>ello desdri s:í f~:!id'~citi!ien 1918:sr;bi-e iodü pdr ii-iterme-
oríg.?r;ei v los !iig.irrs (!e ~l1-1a c;;ei?fircifínmíiica':'. i'cro lu fuc iriaii2i6n para
los pi.iliie:os, cilya socieda<iy terri\oriali:ia,i 5:. iiaL~ir,i-ii el:om!r~iidu cii ci ! dici de SLIS iiirpeforins r:g,.io!1:7i:; del An:riro:idc y ({e!; Pará; pelo ski nu,ia
sc:lo de doi;iiliio.; í3:e.;tn:c- ~ri\.~d!ir., coii;:ikL?iirl:!s @o: 10s j'dr&,-i a p'rtir 31i;iili2 1,lT iioiít-ica.<i7iík'iii;i.: i!c 19s año< se:ei?:,! lo \~cilvifrona c!csl:leul- o,
C d l i Ll:17 fl3,~:rL!?~
ain!~~'til< ii',?~liL¿i5.
e;:,gtr()! cl:e::tci:*> cal\:[v2sr,,! dt'l~!?<> $ 4 . ~ ~ cii2125 . ., 110 tc!;í;il? r?:l-,gi>l-.d ,- la :lniazoiii.i la ~i.c~::ci>.cin
i-.ii del C.?: ha siido sip:??,lrc :i:;:;tz:ltc. rcl.-ji;ci-
prr\irlrllcia el cicri.:: t.s~a:i.~i-,.1:ii nür:;ia> ~ ~ ! í . i i ci~i :;.tfii.:;. .s 199r;: i2S
d2!.s, E] ,..;:,L . - I P ~ O cie ";jiiostos i:idígenasWdc su p;.i:;?i?ra ~/;.;~~:~iori:i i.~;viotrn!,
130)'.
I,z jiic.renlt. r ; : f ~ : , ~ ~(:i,?( ípn s t o ~de?!?c~ii-;ti:i>lt;? dc siici:~<íi~ir.; c.:? relacicíii i qiie fiih:-fc~ires e>kadr)sact1:31~sLe !a re~ió:irJ<,rte (i?c~raiii..a, A;>ii;:onas
al "Es[aiuto dl.j :lidiq" de !9/1; i ~ tcniclcr : 1116si7iei-ique ver C?!? cl :;:.?do d~ Acre), era d c seis eil 19;3 (sobre t i i i total d e 26 eil e! pn:('?j, a l c d i i ~ a i i di!I-,
~~
pel-icja i i ~ t l ~ r c ~q,~,.! ~ l tll?.n
~ l r;?()di<l<~
~l i1itj~i!17,a1SUS i l I \ ~ i ~ pZ1 ~ ~:\ ~i ~~~ O ) l i!l l~l l c i ~
niáxin~ode diecinueve ~ ' 1 7103V (sobre 67j, red:.ii;e;-iu,--,<en ,.:i;ce el? l " ~ . ~
y i!esvi;ir Iris diifnsicjone< de] Estatiito T.!~er-,~icio d c u n pri?).fcio social y (s(;bre lo?), doce en 1951 (sobre 97) paia í.ol,:cr a riiic\re en 1962 (sobre
Fiolftico Froilio. Así, la iiiter\.c:icióri de ?a EUNAI ei-i !as rcqiciit.~ani::- 111)"". A modo d e comparaciin, en estcs 1ii:iiiios ai?.r>silah!; quince pidestoi
d e IrkFUNA1 solo e11 territorio yailonia~ii.Per nki(j ludc?, ci .;?1 no ha lega-
~ \ ; l - ~ i c > s contacto antiglio (Jui-115-Piiríis,alto Soiimees, a!to liío Kegrii)
i.Ai>ii:,?;nt.!?te si;;-ió l?la!ic:o 11 d r iiiarco n los i~?ovimiei-itosind:ger.;is d e lizado en total inás v e nui.Lie tierras i!xi:gzi:as en cst,: ij~iiieri~~a lizsjictorin;
rt.ivilidic.acitjl~territorial, c ~ U a\,ez inAs org;ii-iizados; inc~viniieiltosqiic se Lierras q u e por otro lado eran considrradar. r-násccnio rescr\,a.: ( 1 rnai-in ~ íi-
obra qi:e conio vcrdaderns rcserlras territori3lcs (0lij~eir;i1953: 17-l?). Su
rebelabai1 a id 1-ez contra Iris ioriuas de e~poliaciiínhistcírica~prcjpial: de
estas 1eg:oncs v coiilra ;iqiieilns q u e inctnurnbari 13s i-iiitivas coiidicioii~sde siiperficie rota1 se eleva'ori a 5.113 !-iectárens; las iiprias iri:?í;t.iias d c la
0ciipaciG.i pcoiióriiica d e las ii-iisiilas (a1 st~iviciodt> las C L I ~ I C Sel "Estatiito resihii i?oite amazijil.ica son !ioy en día oficialn-ientc estimad^; t.?-: 1b5.467
tiel indio2'jiakiín i d o pi-ecisan-iei-i~e pronliil:;ado)"5. ?TQ)I, el ni;ivC~i- i-iúniei-o kin2 (PR 1996: 12).
d e ori;anizacinnt.$ indígenas (I-read;s ei;:re j984 !395) se c1icntai-i entre lieconocer la parte que tieiieii la:; políticas piíbljcas d e "desiirrollo 112-
estas "pri>;-ii-!z:;3-,"ailiazh:-,ic;is: ocho p , r a J L ; ~ ~ I ~ - P L(Acre), ~ : - L ' I~ iSl ; ! I : . c > para g cional" ri-i la enicrgencio dei rnoviii-iienio indígena ei-i la Ainazonía br;isi-
p1 í,lto síj]i;il+l; y n o ;flciic,s d e vc.i:;tiocllo para el ;:lko Río Nei;:o (iiiiid~ci- 4 Iciia i-io sjgi~ificade 11infilii-ir?iodo qiir su dinámjca social y poiítica se liiliite
n lii sin-ipir: reiit:'!izaci6i-i estr~lf!!;icn de lo5 símbolos a:-igiiados por el iiidi-
rias).+".1_;.,5de:t,ci>»s te] ritci:.ia)c~ci? los gr:ipos ciiyo cai-i:acio 110 Se ~~~~~~n-
sific6 ha5kL,,!os afi05 713, h , ~ nsido deieiidid<,spor i,iteririediario~iiiiiitantc.~ geiiisi;?~oiicial. La ctiiici !:id rcivilidic,ida nimca es rcd~:ctil->lc,aq.~í,a la
j
(ant!-ol-7ólogo~, n~isioncrost. ii-idigenirtas), aiites de ser rci~~liidicadcis lar etiijcidad impiiesea. A t . .nr de la violencia que 5~iirt.nlas suciediicies i
aigu17u"ícjt.rcs elilblpi~i6[icos(aiios SO)'' y fiii,?lmei?te por las or:;ai-iiz<icic:- icilí:;ciins por 11' i.iiexiiín, iris fuc?rzas para reconstruir siis referciitc5 ir!ec- i
i 1
n c s ili:,íEcnas (afiosC!l\j. Dc ?:;e inodL>,dc.;pi?c;s d c 13s crii1ipaiíri.sdi. ! ' ; S ONí; titaiics y !eiritori.iiei a l a j ~ i zdel'is exodeiiniciuiies de! Estado desarrolli>ta i
L .-
c t o autbnoilio y dentro de una
lo hacen sizlnpre a partir d e ~ i i ~i r o ~ ~ esocial na" dentro del espacio públ!cci a la vez iocal y global del desarrollo aina-
perspectiva simbólica que les c i iropia. Así, 105 inarcos d d iiidigeiiisrno zó1úco.
oficial son a la \Tez tlps~~iados por la ~liiialnicainisiiia d e sii La primera fase d e esta articulación d e los indígenas con el tercer sector
reUtilización. ES cierto qLic nos ericont~amoj entonces lreiitc a u11 desplaza- de las ONG 2s contemporáiiea al a:imenio en potencia d e la interveiici6n
n,icnto táctico del discurso de la "~tiiificaciCii"estatal, pero ig~ialil-iri~te ); del EStado en la ~ i n ñ z o n í ad, e la expaiisiiír: de 10sintereses econólr,icos
sobre todo, frente a u n adeíanto F)olitico y' CLI!LLIKI! d ? SUS ~ S C ~ ~ E S ~ O ~ C S el Estado favoreció y de la reconstrucción de! dispositivo indigenista qiie
hegeinónicas y asimiladoras. el n ~ i s m opoder público asoció a esta expansiói-i. Tomó forma baio la inicia-
El caso d e los \Yaiápi, entre otros, podría pruporcionar aquí el ejernplo tiva d e los scctores progresistas d e la Iglezia cntólica brasjlefia, jnspiratlos
de este proceso. A parti; del :na:-co adiiiiiiist~ativsy legai irr,puesto, estos al misino fieinpo por la trai?icióii revisitada d e los primeros evaiigeiizado-
ilidígenas definieron y cipliini;aron ellos mismos el es:iiic!o :erritorial que res (sobre.todo jesuitas) y por la "tcnlogín d e !rt liberación", eii el espacio
deseaban se ]es reconociera y del cual qLierianexp!iisar a 10s Suscridores abierto por el Conciiio Vaticano !I (19ii2-1965) y !a Conferencia Episcoyal
de oro blancos (~~ri;ripeil,os). Despu6s corisoiidaroii esta ieconqllista nIC- latinoa~l~ericana d e Meiiellíii (1968).
diar1te ilna estrategia d e e.uplotaci611artesanal y ailtónoi~ade 105 parajes Ansioso d e renovacióii pas toral ;y d e so!idaridad concreta co:i los indii:s
aliríferos Je J a región; cxplokaciCn qiic legitimaron Pri la eSCt'ila pOl2ico- (rllcor~inp70eoniigeli=~-idorn), este nuevo inoviiniento ri-iisioiiero cre6 las d o s
niediática naáo1121.e internaci~i-,;la partii deuii discursu ini!enarista * sobre primeras asociaciones indigeni~tasno-gubeniainentales drl Brasil: la @p,41\!
la crcaciói~o~ito!~gil'a dei ~ini\rcrso;.la "pod:ediii~bi.t' de 1: tierra" ]sor la
i (0p~'rflpio Ailrliieto), creada eii 1.069(iiria organizñción de vniiuitarios jaicos
bcir,ued;i (le oro lnecaliizado d e lcfi gniiiii;>~i:osjliikiii-Ciailriis 1959,1990, l cercaiia a las poblacioiles más rnarginaclas, sobre iodo ii-idígeilac), :, el
lg?g), por otro lado, esta {órmiila etilop~:lí!ica con ü n fiiertt coinpaneilte "Consejo indigenista rnicioriero" iC!h4lj, creado el1 1972 bajo la tiitela de la
mitiiral e idenkitario no es ciii ningrLnaixaiiera vatrimonio d e 10s gi.upOS Conferencia Episcopal Brasilena (CNBB), de la que se volvió i i n ' ' ~ r , ~
-.ai-iisirio
reciellten?ente "cori:ac\adc;s" pficsioqiiese t?: :ciiei~traiguaiinente entre anexo" eii 151774'.Apoyado por los voluntario:; d e la OI'AN jsobi.2 todo e11
las e b i a s cuya csperienci;\ hi:;ttiricil con 105 b1aiii:is PS niiic!i» m65 ai-itigiia la s&niazonía), el Cl_??I( ~ o i ~ ~ l i tal~ priiicipio
iid~ por una cecrct;iria 1; i11i
(auli si los ]ideres emblcm6!icos siirdidos de !os ~ r i n l e r n s+e h i i especia- "eqi~ipomchjil") lanró, a p i - t i r d e 1973, iüia cnci:erta nacional sobre la
"
]izado rnjs e11 ello que !as orcailizacioiie~4'.1? ~ i ? ~ S C n L a fTi I P ~ ~ Ua~!OS
O sitiiacióii d e los iildígcnas acoiiilxhada d e u11 au:liento regioil.al v n a c i ~ > ~ i a i
d e "éiiciiciikros de estiidio", " a ~ a n ~ b l ede a - la pastoral iiidige1;i~ta" (desti-
seg:indos)'".
liadas a insliluriorializarsiis seccioiies regionales), "dsa:::bleas de jefes
iiiciígriias" ( i 5 reiiiii<iries Fati-E 1974 y :L9iii3)i2 y otros ' ' e n c i ~ c ] ~1 t dei
~- i : ~
Indigenismo no-gubernaíneniaJ e liibridaciones etiio~>olíticas CIiLII". Esta proliferación d e reiiiiiciries y deba tes en el st.iio del i n d i g r i ~ i ~ ~ l i o
La collstrLlcci6nde las relacioncsde fuerza y uc sentido que está~.eiilabase misionero estaba centrada sobre todo en la cuestión de las "tierras indíge-
d e la del mo\.i!nlento indígena eii la krnazoii<iino se aliinen ta nas" y en la "coi;cienciación" de los indigciias en reiaciói? n las c!isnosjcio-
solo de ese cara a cara dcl Estado con las sociedades, co~~vertidas cn "co- nes del "Estatiito" d e 1973 coiicebidas corno "u11 arma para sil dcieíiso y
inunidades indigenasr1po: la niisiiia iiiteri;enci6c y Iegisiacii;n dt) éste. s i n . . para la reivindicación d e sus dercclios". La ejec~ici011dti esta "ai,.;cpl-o-
toinar cueii:? un tercer tkmino -que lo v~ielvede hecho posible-, el jiicgo mociGn indígena" debía ciesenibocar, al fina!, en "una libre oigaiiizncióri
dinj(.c-icc? ei~krepoljticas píiblicñs y etnicidades políticas restaría i ~ c o m - d e !os líderes iridin,eiias para qiie piidieraii, sin niiiguna tutela, luchar por
preniib1a r.1 giro d e 1.1s categorías indi~eniskasi l paso coiicreto de S i l los derechos y los inlereszs reales cle sus j3iieblos" y eri la creación " d e 1:iia
imposición estatal a su apropixió!i indígrna- está directanieute ligado, en federación indígena" (la dirección ciel CINiI se inspiraba entoi~cesdii-treta-
efecto, 2 la inter\.enciÓii de un "tcrcer-scctor", tl de !OS actores del indi- mente, parece, de la experiencia d e los inovimientos indígenas coloi~ibiario
ga-,km0 no-gubernainenial. Es gracias a las "alian7ñs" que han c a ~ t r a i d o y ecua t o r i a ~ l o ) ~ ~ ,
con sus inkeriiiediarios inilitantec, a nivel regiciiial y nlás tarde nacional e El dinaniisnio de los mieinbro~del CJMI y el de siis "asa:.hleas d e jefes
internacional, qiie los líderes ind;geiias arnaz~5nicosIian podido adquirir indígenas", progresi\:aiiieiite extei~diclasal co~ijüiltodel país, estiivieroi~e!i,
progresi\ranientr 10s iiistru:iieiitos d!icursivas 10s apoyos sociales iiece- el origen de la vir~ilenciapolítica y la \~isibi!idad nirdiatica renial-caSles de
/ sasifii para e] des\rio politico y simb<>!ici,del indi~ei-iismooficial. 1;s me- las luchas indígenas de la segunda mitad ¿e los años 70; luchas e n las
cuales los grupos ainazóiiicos iio tardaron eii tomar iin papel protagonista.
1 diallke su asociación políticu-pedagógica coi, 10s cstratcis sucesivos de C S t e
n ~ u \ ~ i I l ~ de
i e solidifidad
l~t~ qilc los liiirrcs Iia~iapieirdido 10s refirr!ites )1
las estl.ategias i1iclispcnsah1r.spara la construcci6ii d e iiiia "causa iiidj:;t'-
En septiembre de 1977 tiivo lugar la piiinci-a "asainblea de la pnstoral
ii.idigeiiista" de la sección regional norte del Clhll (estacios de lioiiilciiiia,
1
12
'
Acre, Aignzoiias y 1Zoraiili;i) y 1979 fue di.clai.ada "Aiio de liic!ia por la E l - x i i , que l-ia :L?iid;d<), dc esta niaiiera, reforzar e] \*alorsocia]d e sil5 reil.jll-
dcniarcacicíii de!as ticrrns iiid;!;eiias t ~ ki:iazoiiín":'.n E1i 1980, eii iiiia lisia dic~Ic~oiies
.: y ariipliar t.1 ,ilcance de siis reii-aiisiliisir)nes politicas nncio.ialec.
~ l f1 (, zonss de coriflictos inn!.ores cciisadz>spoKiiri boletín del ClhII bajo (y, hasta cierto PliiiL??,,iiit~iiiaci~i~iiics)~'.
el títL!ici "i.or; f r r i i f e lde i:ata!i,q", iiiie\.e cciiccrriíaii ya n 1:i Ainnto~iía-".t i 1 kIc110:;JCdo.<a~icisdt.s;>iiGs db? !a ~ a n c c l a c i ódel ; ~ pro!.ccto de "cmall-
1975.~79 conflictos m i s tiuros Iiabían tciiido lugar e11el i i r (C~iarnni!; iip~~cicín". iI'~i;:i, h e r a c l c . 1 ~tiini~?iicacit. las asambleas dcl CIkII, la priniern
haiilgnnc), en el noreste (Xocó, f,ariri, Tupiiiiqiiiiii) !- en ei Gr;isil ceritral or:;aiii7aciói? iiicii~eii,;i:~cioi1a1.1'1 iitiiiio ' i i ~ Narocs s l!ii];yei;í,s (UNIr\iDj. La
i,Xa~'llite]. illicinti\:a :(?.f Yta ci-caij6ii ilie loni,dd;i iiiicid]mente en abril d e 15180 el,
[..a ~ c d a g o ~ po!íticn
ía ci.1 CIX4I en torno al "Estatiito del Indio" y su ~isilin,po~.p;!rtc de iiii p q u e i i ~ grupo dccst~id.ianies-iiidigcnac,origiiia:
ap5)io i3gís:iro 2 las re~ifiioniscic. los I;deri.s indígenas esiahIeciero11, a lo rios C.t>Ih4atc Grí::;in (Tert,ii.4,Xa\7aiite, Rororo) 1: de Ba[iía (pataxó Tu>rgj. 1 7

Inr:c, de este período, los ciiiiieiitos históricos del nioi-iniieiito indígeiin eii Ei: jiir:io, In UNiNG siiiria una "refuntiacióii" (bajo las iiiiciales UNI),
el Brasil. EaLe "rofit,-:i-iii~igi.iii.i;iio"i~iisio-ieroconstiLiiy6, adeniií+,i i i i fe!.- ca:isnda pcir iin jiriipo d c líderc; tcrena en uiin asaiiibiea celebrada en
in-nto ideoljgico \. polí!icc! c,ipita! Farn in en-ierseiicia de ~ii-,a"cauaa iiidí- Cailipo Gran& (h.la!u ( ; r o ~ o ) ' ~niites , d e ser ra tificada por Ici ciecimocuarta
grin:ir' a ni\:el n~cioiinld ~ i i ~ i ne1 l eperíodo niás ciuro de la dictadiira i~iilitar "c;samblea de jeips iníligercas" d d ClMI, y desputs preseiitndn durnri tc Lina
b:.niileiia 1. d? su indigtinisirio ile "seg~iri~lnd iiacioi~icil"("Acto Iiistitu- coi?ferencinp;íb1ici: (' Creación d e la Federació1-i I1idígeiia Brasilefia") eii la
cifili,~!5" j p 191% diri.cci6ii di: la FIJNAI por ciilitares i n 15'70-79). La t1ue p.?rtisipabri L i i i rcprese:itaiite de la Federacióii Sliiinr (CEDI 19S1: 38-
ii~pv;li:,:~cicii-ici\.:] en fuvor d e los iiidígerias, al priiicipio esencialmeii!c 391'' .
re,<::i;i~ilj~a 10s c í ; c u I ~ acadeiiiicr~s'"
.~ acreccnkó de esta manera s u base '3c.i:de su f01-iii;icióii, la GNI siifricí uiia opnsición decidida d e l n FUNAI
social rc!lltica e:, la medida c n ciue se desai-rollatl~nlas luchas indígciias !;del h f i i i i ~ t r rdel
j ~ Ir!te!-ior, insiig~dos por el Sc!.ili~oNnriolinldc IliJo~.i~iii~.iic
apoyíida-. por ei C1h.l: y cii funi:ióii d e si: iinilacto sobre la prensa. (seguriciiid nrili~cir),),sus ri.prescntaiites tueroii el blanco de las m i s \-aria-.
Este preceso ciiiiiiinc'j, a filiales de los alios setenta, debido a 1111 m o v - das t~ritativas:;e ir~:tii!~iri~ción:~. Estas operncioi;e's. que iyrsisti~r0i-i:ise
i?iieiilo riaciiii:nl di! ~ r ~ i t i l ioiitra
in cl decrei<~ d e "eniar.cip~ici6:i"f o r ~ a d n inuciaroii eii ciiri:t<?sdcl i:.;!h;ijo, iio fiitlroii siificieiites para c o r i ~ !asr ca;?a-
d c :os i!:i-i.í;;en.i: elaliorado por cl gobieriio del gc"im'ii Geise!. Esta mo\:i- cida2c.i de n!l~:\~ilii:r~ciói~ de la i~;gaiiizarión(a\ii~iiblcnsl»caitjs, ic;;io~ii..ies
.- i )*nacionales)'", i ~pai-a i h1c~~:ieil.rel ciesarroilo cle SLI prese!ici'i eii !a esc.en3
lizc:ri6ii, Iaiizad2 a fiiialt?~ de 1976, a partir de1 aniiiicio d e eitc proyectc) I
li.,gisl.iti?.ci,alczriz6 r:i iri5sii~ioap«:;c?r, cii 1978, en la víspera ii<:su pro- !;oIitica J. meciiáii,:a iia~i:iiiiil.Así, a p s a r d e su cai.iícter i:itoririal y de sil
~ i J ~ id, = ci:in t.!e!.\.esceiisia :!.!í:ica y nic.di6iica ~ro-i~-idigei;a
. ~ ? ? ~ ! i ; ~ zdenir(; iiiestai?i!id:.ri (i~~ii-~czi iii? iiiit~tucioiiaiiza~fa, ni taii siqüiera ofi~i~ilizaci~?), a
S;:, ;i~ecedi>ntes en i.1 Bi-,iii14'.SLIrciiiarcable arnplitiid marcó la conjiinsión pesnr de sus disi.i~si«iiesi i ;teriiai (de rivalidades a traiciuiies, de presiden-
d e l nacii.lite rno\.imieriic ii~ciígeiincon los sectores inteicctiiaies nias com- c i a ~a ~oorciinaciciirs)y cie sil dependencia logística coi1 las CINC, iiidi-
yroirieiidos con In r~sistixiciaa !a dictadurn militar declinante, coino gei~ist~is.", la UXl 1 7 SUS iídercs (sobre iodo hiinrcos Terena, Alvaro Tuk,:iio,
!os ;ibcigados, los periodistas y los uni\iersitarios4\ ccuyas "relacioiies inter- Lino Rliranha y desput'r Aiitoii Krennk) aseyiiraroii eficazmeriLe la reprp-
i>acioiiaissW(asociarioiies indig~nistas,sociedades erutiitas, insiitucioniis sentacióri político-sirnbólicii d e la indianidad generica ciuraiite el procsso
r.:oíesic;::nics) fueion ig~ia1ir:eiitepiiestas al ser\:icio de la causa. (le dei:i~ciatizscií,n qiie coi-idiijoa la Coristitucióii d e 1968 (Ricardo 1996b:
Aiitr la a m p l i t ~ tinesi2trada
i d e esta rno\~iliz:.cióii,el gobierno acabó par 91).Perono lo hiii?ron SOJOF. \Jarios "líderes eniblemitiros" t-i ni t~. i' e apor- n
apiiizar su pro!-ccto de "einai~cipación"en dcieiiibrc d e 197Sq9.El ino\.i- taron, al lado o fuerc.de la UNI, iiiia ci>iitribiiciiín dccisiva al desarrollo d e
m i c ~ i t :e
o cstructuró entonces en iina trcinieiin de asociaciones pro-iiidíge- i la "caiisa indíí;ei?a" diiraiite este período, c o i ~ oMário Juriina (Xa\,aiitej
-dd c1:arto Tribiinal Russell (1953) a la diputacióii (1982-1985)-, o R a o r ~
nas activas en todo el país-os Eitt;diirierc.ii:i~ú'cnpoioilo jtidio-ciiyo objeti\.o f

f u e 12 sijporiisi~jnd e la política iiidi,oenistn oficialw. Estas orgariizacioiics (Kayapó) diiraiire el proceso coiistitucional (1963-1988).
constihiyen, desde eiitoiiccs, u n ~ c t opolítico r iieierniii-iaiite(y en cornpeten- A pai-\irde 1988, la nueva Coiistitución i~iodificóconsiderablcnleiitc las
cia con e! CI$/ii) ai lado del i~ioviiiiieiitciinciígeiiabrnsi!eño. Convertidas en reglas di-] juego político inierei-nico recoriociendo las "com~~iiidades" las
"ON(<", hoy son 26 (e>rcluyer-idoesta vez las nsociac iones misioiieras)", 13 "orgaiiizaciones inclígeiias" coino partes legitiinas para defeiider e n justi-
niayorír: cspeciali~adase:, iii-ta regiún, un griipo y / o uii tipo d e iiiter\-en- cia siis derechos e in te;-eses,bajo la supei.visión del il~inisteriopúblico pero
cióii: ec?ucación,ccología, .alud o doc~iineniaciónpolítica (ISA lIY6: 4.1). La fuera d e la Lutela d e la FUNAi (artículo 232). Se asistió ~iitonces,desp~1i.s
m~iitiylicaciónde la acción pionera del CJbfT a t r a e s dela apariciónde esta de la batalla coiisLitucionaií', a uiia .siipresión progresiva d e la UN, qiie sc
red nacional de orgai~iz~~cioiies d e solidaridad, constitiiyó, sisi disciisión, Iiabía :r~ieltodeiiiasiaiio genérica c informal, eii beneficio d c iitin l r o l i f e r a l:
2% iiria etnpa decisiva cn la r:;iisolidacióii del nioviniicnto inciígena en cl ción d e 01-ganizacioiii~s localcs, qiie dispoiiíaii d e esta tiitos regisirados, d e :L!::-.-
directivas electas y de cuentas bancarias liinpias. Esta dinriniica había que no serían más 'de la FUNAI' o controiadas p o r otras instituciones q i e
comenzado ya tímidamei-ite eii la Aniazonía antes de la nr.reva Constitu- trabajan en la región" (Tilkin-Gallois 1996: 268).
cióii, con la creación del "Coiisejo tik~ina"(alto Solih6es) y de otras siete Este paso d e la acción reiviridicativa hacia el esfuerzo por ~ i i s t i t u i los
r
asociacioi-ies indígenas entre 198.1 y 19S7 (alko Solin16es )[ alto Río Negro). servicios ii-idigenistas oficiales, que parece característico de las " n i i e ~ ~ a s
Pero se desarrolló realiiiente después d e 1988. En 1991, el núinero d e orga- organizaciones indígenas", no s e puede atribuir solamente a ellas mismas.
liizaciones inclígei-ias amazónicas liabía pasado ya a 29 (sobre 4s para todo Las ONG iridigenistas, d e hecho, lec precedieron ampliamente en e s t e ca-
ei país) y se contaban unas 71 en 1996 (para un total nacional d e 109)". n-iii-i~,ofreciendo uii n-iodelo y un "apoyo" a s ~ i si~iiciati\las.La APIhlA
Estas organizaciones son en su mayoría locales (piieblo[s], cuer-ica de ~ 1 1 - i .nació así enel.rnarco de la muy.eficaz-ayudapdítico-logística aportada p o r
río) o regionales (UXI-Acre, Consejo Indígena d e Roraima-ClR, Federación el Cciitro de Trni~cilliol!ldige~lista(CTI, Sao Paulo) a las deinaildas e inicia-
d e Organizaciones Indigenas dei Río Negro-FOIRN). A menudo tam t1i6ii.se tivas ~vaiápibajo la forma d e un complejo conjunto d e "proyectiis" apoyil-
constituyeii en referencia a i i i i "pueblo iiidígesia" o a una categoría profe- dos por varios financian-iientos iniernac~onales-la regla hoy en dia p a r a
siona! (ageiites d e r;alud, profesores, estudiantes, colectores del látex, etc.) todas las Oh'G pro-indí~enas". Desde 1992, el CTI in:;taló con los M'aispi
~ i i prog!.ñnia
i "ecológico" d c lavado del oro, iiiicinlinei-ite con la a y u d a d e
e1-i ei interior d e iiiia etiiia. Se c~ientatambién con algunas a s o c i ~ c i o n cd~e
"miijeres ind;geiias". Ui-ia estr~icturad e coordinacián -la COIAB (Coor- la Secretaria brasileña del medio ainbiente (SEMAM) y d-. . desde
0s k>~lks,
drilncño dcis Or,yfioiii:ap5fi Ii~tií~ftins dr7 Aii~azóiiiaBra.i-ilcirri)- fue creada en ! 1993-9.1, coi-i la d e la CoinisIóii Europea ('Tilkin- Gallojs 1996, CTI 1997)".
1939 para servii.lec. de-marco federadur. Esta coordinación suscitara, en I E;: 1994-96 los Wniapi realizaron la deinarcaciói-i d e sus tierras bascír-iiiose
abril de 1991, i a forniaci6ii de una nue1.a rnpre.sentación iriciigena nacio-
i en rin coi!tra!o de cooperación firmado por el CTI coi1 !a GTZ (agencia d e
nal" -el C.4TJOIB (Coi!:;cll:o Articiiin@o dos Pouosr Orgniiirric¿ec 11~dís~~1117~ cooperación del gobierrm a l e n i á : ~ ) Para ~ ~ . compensar el sistema educaiivo
do Erasil)- que no llegó a ser rralii-icnte operaciona!, coi-i la ayuda del CblI, local coi.rompicio pos el c!ieiite!ismo, el CTI iainbiénproinueve la formación
~,ns:aabril d e 1995, dei-itro de la campaiia coi-idiiclda contra el decret.s del d e los profcsorer waiapicon los fcndos det Miristerio de Ed~icacién(MEC),
gobiernu d e Cardoso sobre la dei~iarc'~ción de Iris tierras indígenas (ISA d e ia X!;i!!jc:.czt r'olr)id:7tio;1d e hrc~riiegñv de NOIiAD (agei-iciride la cciope-
1996: 95-99). racion li~:ii~.ga) (Kahn 1996, CTI 1937)4.
Las primerns orgmizaciones indígenas de los aiios S0 :;e consti',u>~ei.on El irnpc!:;o lolítico y el apoyo logfstico aportado al inovil>iielitoji:díge-
p;Lr;i IiLicer17ale:, frente a iin Estado hitos siempre dtiicier-ite o abusi\:o, las na por la riid de ~i~ilitai-ites no-gubernanientalc- (misioneros o laicos) ha11
-
reivindicaciones territoriales, sanitarias, ediicativas !;econóniicas (le 10s peri;ii!ii!o, has:a ci?rto prii-ito,paliar SL! cieslrent.ija cstructul.d!: Ir: debilidad
g r u p o d e !as c~ialeseniai-iaron. Las d c Ins arios 90 parece que se forn-ian demográfica y 13 dispersióii geográfica de las sncicdades c p e represcnt-i:.
m i s bien para captar y gestionar financianien!os exiernos buscando coili- Es:a ayuda externa le ha dado los n-iedios para frc.nz.r y, a meiiudc, f r u s t r a s
pe11s;ii- los servicios d e u1-i indigenisnio oficial Iioy reducido a sil inris las presiones ejercidas cii coniún por el Estado, las aiitoridndes incales y los
mínima expresión. Estos foncios, proporcioiiados por ONG del norte y, cada intereses privados sobre las tierras iiidígenas y sus recursos iia turales. Pero,
vez infis, por agencias d e cooperación bilaterales y mull-ilaterrtles, eran obvianierite, el papel del iiiciigenismo i:o-giiberi-ia~iental no se reduce, eii
h;il~itiialmeiitecana!izadns For las ONG de solidaridad locales. El>. cstc este contexto, al d e una simple l~ierzaauxiliar. Su ii-icideiicia es tna-ibién
seiltido, estas n~iel-asasociaciones indígenas tienden a convertirse en or- lecisiva --conlo espejo identitario y horizonte itleológico- en el corazón
garizacioiii:~<?eservicio y de "etnodesarrollo" inás qiie en organizaciones misrno de los procesos d e reflesividac! ciiltiiral );de liibridacicín discursi~:;-i
de rei\~indicaciónpolítica (Kicardo 199óh: 92). Es posible ademis q u e un a partir de los cuales la inovilización indígena construye su legi!in-iidadh5.
aumeiito rcciente del ritrno d e s ~creacióri
i esté i.elacioi-iadocon este cambio: Si el disciirso de los líderes iiidígenasn-ioviliza recursos sinibólicospropios
delas 47 organizacioi-ies amazói~icascuya fecha defui-idación se conoce (de (mítico-históricos,rituales y cosn~ológicu.),solo puede liacerlcs alcanzar el
71), nueve fueron creadas en 1938-89, diez en 1990-1991,nueve en 1992-93 estatuto deen-iblen-ias ehiopolíticos a :rav&s delprlsi~iade: iniaginario iiidi-
y diecisiete en 1994-1995.Evoclueinos aquíel caso de los Mlai?ipi,qiie parece genista militante (integi-idadcultliral, solidaridad comunal, "eco-espirit~ia-
i!ustrar per:r?ctainente este fenóiiieno. En agosto de 1994 estos ii?dígeiii?s lidad")'*. (Lo que no le impide, en seiitido inverso, reelaborar !-..S referencias
crearon un "c:onsejo de a!deas waiapi" (APINA). El antropólogo q ~ i es e ei del repertorio reiviiidicativo no-gubernan?ental a partir d e su lógica cul tiiral
asesor define así los resortes de esta creación: " /( ....) / como miiclias otras específica6'). Las demandas indígenas se riicuentian pues generalrnei-ite

! asociacioi-ies inclígenas, el AI'INA siirgió por intereses inás pragmáticos


q:ie directnmeiite políticos. La preocupaciói-i d e los M'aiápi era sobre roda
procurarse f o r ~ i ~directas
as de captación de recursos 1, de sei-\ricios básicos
acompañarias de importaciones discussivas que n-iuestran, esericialnici-i:e,
~ 1 1 x 1combinación d e tres grai:des registros d e legitimaciói-i (ideiititaiia,
político-ética y ccológica) resultado de los\~aloresdel iiidigenisnio ~ i i i i r ~ e r -
a
sitaiio, religioso y asociativo. De manera ili~e,aiii-ique debe sii iiio\rilizaci6ii 11:iiincióil d c 12s in6s i.ccitiites (liiSY/1995) atcstigiia tle este criiiibiri 'le
y s u yerfil iegalisb al coiitcxto de 1;i tuteld estatal, frente a 1'1 desaproLlaciGii rc:iiibo: iiiitifliio ~ii~.?!ilici;~nlo~;iri c :\Ic,io Airil~ii.irii~, Assoii,i~,inIíiii,7 1~.41ii!~ieiit~, 8
q u e esta provoca y a la negligeiici~d e su ejercicio; el i n o ~ ~ i r n i e iiiiíiígciia
it~~ ~ J ~ P L < l ' ! ~ l~'C!ll'l'~!l
ll~; C jff('i0 ~ ~ 1 1 1 ¿ ~ ~ i ' l !¡lic¡~l~O
, " ~ ~ ~ . , las i i i ~ l S? i i i t i p i c ! : , , ~ s o c ¡ ? ~alL ~ ~ s

social gracias a uiia aproyiaciói-i ( m i s o iiio\,ii-iiiciitoiic dviiioci-atizacitii~ile los años 1970, iio han dcjtido por cllo
solo riiiiquista ~ L resciiiocirniento
I
riiei?os compleja y i-iiás o iiieno.; consciei-ite) del universo ideolócjc<>d e si15 de a~iiiiilarestas exigencias cariiL~iai.idos~i oritntacicíii 1eSalist.~iie izqiiier- •
c12s por c1 "etiiiiilesarrollosc~sleriible"(cuino 1.i sector ii~digei-iiitr! dcl CL>II/I.O
e
.*.
;jiizdos 1.10-guL7ernaiiieiitales.
El priinei-o d e estos registros prestados fue coiistihiido a partir de la I~-iiii~i.iii~o di7 D~)~-iiiil(>ir!.ij.ii~(> l~!Jói~~i!iig~g-ZEiIl di, S Z o I'al.l!o c ~ i i i ~ e r i i di\n o
ciifusión social de 10s trabajos sobre el coi~tactoiiiter6hiico y la etnicidaci iri.iii:ilj? Socioiir1ii~i~~r~ia!-15,4) o c;ii-iibiandos.i. ~ l i .p l e ~ c i idt\oin!tire te ( c ~ r i la
~o
. .. . Crfi'y' _
qi~tedominaroii la antropología brasiieiia desde 105 aÍios 60. Las eiir;ei'.an-
z a s d e K.Lardoso d e Oliveira ejercieron uiia irifl~iei~cia particiiiiir en la
*.. l- CJ*ic3rnc-%~
t >
.31?c1ii&i7ioiT\~eriiiia'enOL~~!~¡:r~;j.,io
A'::kii~i-iiFi.I-Ioy, e.ka.5 OXG iiiicr\-icnvii cada \.cz iii,ís coiiio s~istitutrisdel
~ r i f l l[~irriii?rr
, ~ ii!~~i?zo~iifl
a
ior~iaciiiiidel iiio~~imieiitopro-indígena d e los anos 1970, ya futira inisionnl iiic'.i::i~iiii:iio o f i c i ~(derniircncioiie.i,
l territoriales, a y ~ ~ riiSdica, da scri.iciris
v para a p ~ \ ~ los
0 I?ic~"".Esta i~if!iiei:cia se anipiió ndeiiiás ai indigenismo ofici?i, por la
presencia de sus discípulos y colegas d e ia u~ii\,ersidadd e Brasilia en el
c~liicritivc~si a i . prc,\-ectos econ61iiiccis iitilígciiaj ("altcrn,;ti-
\-as", "cuiiiui?ikarIos", "s«steiiibles"). Todas son t i 1 gran parlc: r$epciidicn- •
"Conscjo indigenista" de la FUNAI, pero, especialrncnte, gracias n 1i:~s"c~ir- tec. d c !os ~ i i i a r i a i e ~ i t iiiteriiacioi-iales,
os Iiasta hace iioio riifis bien 110-
;.liiberriain-iitnles, pero ~ L I desde C, ios aiios 9ü, tie[ieii geiieraliritnte u n
sns d e Iiiiiigenisriio" que regularmente inipartieroi; a los futuros "jefes de
,ii~i:.sto" a e esta instit:~cióii~. El srguiido d e estos registros se fnrn16, en 1ci c i r i g ~giibcriiamerital,
i bilateral ? / o iii~i!:ila tesal. !v:~iclins tamLbit;ii depcri- m
iiiicina $poca, a partir del discurso d e de1:iiiicia de los latifiiridios, d e la deii caíia inis cic !os créi!i:os piíblicos nacionales (locaies o fcdera!e,q).
rsc1us:ún social v d e las ilegalidades del Estado procedentes a !a vez di? la Siix p r ~ \ ~ c ~ d odrec foiicios > pi-i\.ill-.gianen general las iiitcr\;e:icionec d e
Iglvsin catolica .progresista .
-con su fuerte dimensión cori~ui;itarista- v d e
Ics miii tat,tes de izqiiier~iaprocedentes d e organizacioiit.~pi-ofesionalcs y
1 iii:snri-i)llo local "~ostenilbie"o los proyectos trri-itorial?~,i i i é d i c ~ os educa-
tivcs dotados d e iinportaiites coi~iyciientesa m h i ~ i i t a ! i s t ; i s ~ ~ .
8
sindicoles, de ~ 2 : t i d o y pn!íiicos y de:noviiliienios sociales "alieriiati\.:is"'". E! !-i:cwi:iiicii to iiii!igi~iia,confroiitado a los iiiie\:os pai-,íiiiet~ 0- ideológi-
?9
La in-ipoi':aci6n di.estix referentes di5ciirsi:-os !a expresi6i-i pi~líticaiiidí- c0.c \7!<->gi~:ico~
: i trird6
ii:.ip~ic~stos por la ,~cciríri~lesiis
e:? iiicoi-porarlos c: c ~pi.opia i
aliad55 iio-OiiLiri.ii.i:ce~ik~~les,
dii~ániicii.Asi, lo. ~r;iiic!cs tenias del
2
ac,iia y LU a:.ti;1il~.ció;.i coi1 las fuerzas de apovti i~o-g~iL~eri~.:riici~.ta1es del ~
C>

n ; ~ ~ ~ ~ i n i , iiiidígcna
c n t o- parece1-i cl5sicas ei-i An~Crica latinci (1-cbot 1394). ccologisxo anic3z6nit-oeiico:iki.aron r$pida::it.r-itc sil liigar en ei d i s c u r ~ o :@
.
El tcrcero cie.e+tos registros se formó a finales de los años 19SO. a ;-;ii-tii. polit-ico ric. los lid[ ri.s indíger-~cs scsí1i1 m o d a l i d ~ ~ i \rctriaL~les
dc sil c:<peyicnciaclt. contacto )r cie 5.i foriliacióri (o segfiii los ;or,tt.xtos d e
es cn I~iiicióii $3
dc.la riieciiatizacióri ~ n ~ i n d ide a l las ciiestioi-ies del medio ainbicntc global
(ef?c.to iiivernaciero y selva tropical, biodiversidad y desarroiio sostriiible); c:i~iiiciaci<í:i).en LiiIa amplia gaiii?. que \,a iiesde la iiiaiiipiilítcióii d e este- @
~ntdiatizacióiique coiisagró la aparición d e una nueva cosinología "eco- reotipos lrciiiii,y~:;&re la nat~ii-alczay la niadre Tierra hdsia hintesis "cco--
gestora" de la que los indios y la A~nazonla,síinbolos clásicos del estado cllaniánicas" cornplej:~. Este pi.oceso de reinvenciói: "ecui(ig~zítda"dh? las
d e riatiraleza origirial, proporcionar011 la garantía einb:miática. La época diféri\i~ciascl.ilti.iraies se maiiificsia ho):prác:icamente eri todas las deiiiaii- 8
tnnil~i6nesk;!:o marcada por una inuy fuerte ezpansi6n de la5 ONG (en
pnrticiiiar ecologistas), de tin refuerzo considerable d e su peso en ln c,r,cena
da. ter:-itorialt~se iderititarias an~azoriicas,sin que p o r ello s e hayari ~.!inii-
nado capas di.ic~irsi\:asd e iiila i~iásviejainspiracióii (legalist*~,ciiltii- •
del dc::arrollo ir-iternacioiialy irie un auinerito del reconociiniento poiíticg de iaiis tas, "izq~iiei.ciistns"). e
los "pueblos autóctonos" por parte de lar. orgaiúzacionesni~i~tilaternles Esta diiiáinica l-ia periliitido, desde fii~alesde los niios SO, iiiultiplicar la

.
(ngen-
ciac de 1;:s Naciiines Uiiiii,is y Unión E~iropea)". Esta coiijuncicín d e factcres aiidieiicia del ino\;imiento indígena biasileiio en prriporcic)nes hasta eiitoii-
propiilsó. e11 a l ~ ~ i iaiios,o s lo "ecol6gicarneiite sostenible" al rango de leiigua z ces in6dItas. Iiegioiial d e 1974 a 1977 (de la ~ r i i n e r a"asn!nblea d c Iídtrc~s" e
vehicular del desarrollo y del repertorio d e l~gitiinacióndoininarite d e los
actores políticos l o c i l e ~Taii~l->ii.n
. abrió Lin iiuevo espacio instit~icioncl.iy
3 al proyecto cie "ei~ia~icipdcióii"), iiacioiial d e 1978 a 1988 ( d e ia "ci!ianci-
pacicíii" c!ifei.ida a la i:ue:.a Coi-isiit~ición),este i:-ioviinieiito h a p n n d o •
económico t~ansnacional-el universo del "desarrollo local"- forinaciii por la despi16s,ensii vcstieiiteecnlogista y air,azóiiica, iina diniensitjii iiiternaciíi-
coiij~incióiide las intt.r\;encioiies y firianci'imientos proporcion;idos por las nal que será consagracia por la "Cuitibrc de In tierr;ir' d e Río de laneiro

1.
ONG, las organizaciones multilaterales, las agencias d e coope:aciói~ billi.te- (19921 Frente a u11 indigenisino oficial inorib~iiido,hoy los grupos indige- .

rai:.s, las aciministraciciies ambientaiistas y las einpresas "verdes". nas Lxscaii c'ida vez más los iiiedior; qi.ie Ics perniitaii taiito su ai~tononiía
Este niievo coi-ifextonioriificóc«iisideraL~leinc~i te el disciirso y las pr6c- eccii~óinicacoinc>~ L ritirinacióii I pciiítira cii ei can?po ii-istituciriiiai, a I;i \lez 1
t3! tic3s de las Oh'G que traba~abaiicon los indios dc la Amazoiiía. La dc.110- local y giohal, del "drsa:riiili> so.tc~:iL~lef'. Dc alií la tciidciicia gcneraliciiia i? @

a
a
- a la creacióli de ONG iriJígeIias corno mónadas idenkitarias ~ i i ~ e c t a i l ' e ~ ' ~ ~ cióii~ o l í t i c asocial
, ); económica en la rnidad:í, Se dehe tdrri-
o,ticilla~as a las redes Y fiiiiiicieras de este niiei'o bién que la selnpiter~a Ciicstióii de la autenticidad dc tajes
silredaii ii,er~r,cablemc~~~e ~iominion o - ~ ~ i l i e r ~ ~sector ~ ~ l ~~ ~n"t i~c 1o ~f (rc)i!labilracioiies-q~le son, otivianieiite, sea cual sea SIi grado de sofistir,-
cooyeracj~il b i l a t e r ~yl ayuda iiiultilaiera!. cióil, tal, igstrulnel1talizadas como iiicoriscientes tal, col,struidas cc,;lo
silbjetivas-i,o es más que iin falso debate. ;Cómo autores podfian, d e
Iiccbo, no ser Para nada trihiiiarios del imaginario q u e ponen a s u dispo-
sición su bíisciueda de legitimación (Bayart 1996: 164-66)? ¿ycb:iio no
~ t ~ i ~ i decologismo
ad, Y ciudadanía
\'er gilel?jos d e reducirse a recreacio~iesaIienantes de síl~lisiilosa la imageii
para comprender inejor mecanisino~Fo~ítico-aiinbólicos!'los iiltereses qiie 'le "los tienen 10s otros, ~oIlFtitll\.en,aicontrario, los d e repro-
socioecon~il,icosql;e son lo base dela"i.coLogiznci~i1"'.de la b711753!i7-ación dlicciói' de un espacio cllltui-ril diferenciado delitro d e
acklal dei mo~-iI,iiento indígciln en la Arnazonía brarilefia, intentaremos
a ~ z u i l ode
s siis aspectos fi~i~damen:alcs Iiacerlo1
"
'?"' Ihn con\'ertido en ui-iil realidad irreversible
1993: 20-.21)?7h
si]
g]obalizació;i
(~~],i~],~

de 19s Kayapó qile ion, desde hace una décadif la Sin e l n b a r ~ osii estas nuevas ideiitidades étniras son politicome:,te ne-
inirgahlc eilrella medidt,ca y política dc esta diiibi11ic.i Esti o ~ c i ó i tendrá ' ce5nrins para @rantizar el recoiiociniiento social de los indígenas -y as; la
la ieiltaja (y los lílnitesi d e resaltar ciertos prOCeSo' <1UQ.alm<I1Ie'e~'iediiii 1 pcrn\a!'e:;cia deslls ~o!ectividades- no son cultilrnj&ente siificienttris pnrn
en otros ~ r i i p o : : , a ~ a z ó n i ~a oveces
~ , ~ r e ~ ~ lmenor ~ t a cn o i n ~ l e ~ i - e s ~ i i c a rlas socjcciades que las rci\7indicar\. En ,general p r O d L i c i ~ o\,s
! liic~ilaclas Por una "iíancuardia" de líderes iildígenas, éstas no soi, tzllto
d;itl o intensidad.
e1 resliineil de 10s i~ni\~crsos siinbólicos di. d o i i ~ eniaiian
? como i;iS
1; ..-
o s idciltitariasqlie utilizan
para s u i.ci\~indicacióll,Iilveranlen:e, deiien-
~ ~ ~ ~ locales ~ y eropoiffica
~ i ~ global ~ í a s
I ' " ~ v ~ ~ ~ a~Sil5 sociedades Se origen, di. tradilcciones
El ,nodelo d e p ~ l i a t r a c i ~ecoii~l,lica
ii d e la X72r~0iii-d e 10' azos 60-70 boracias '-1uf las \ . i ~ e i \ ~a~!zl i17etCOi:ii,,rei.~sible~!V[egítilnas a iCi5t7j(S5 de las
a,oc is fic,lla inieyCiOliL.~ pli!3li~.i~Y capitales niiltin~ciolialesIli. ! !'i>biaciones "de b;lst.", gcnerclinen te iilonoliiIg;iei ~arlii~ial.iz~ldns
se abrió e! caillirio a la 1 n l 1 i l d j 2 ~ 1de ~ ~los~ 1~~o~~~~~~~
~~ con la cscflin ~oiíticain:erC!tilica. Ay<, la \.isibilld,id lmedi~tic2d f estas
repioliales en niaieria \ieln:iioí~. y d e nicjio anlhieiile qLle se desariilllarb coi:it:.:icciones ijelltitririds no iiebp liacernus olvidar lli la lógica sinlbólica
las décadas si,2i,ic11tc5 (Fi~hti. 1994: 276-7s).La "cil.l.jliiíl1 iníiíse- la proceden dentro d e ciida ~ocicdacini las lIiedia&c,l~.es cultiira,c:;
6urci q ~ ~ e , ~ ~ ~ ? ~ l~i e c~c ~~~ r i~para a s ~ qiie
~ susci:pl~
- ja nd!-iesi,f,i7,
na,; .ilnnzónicn re forIi:; asíenilna ayen.2 política y me~jiática
melltenacional al inicio (indigcnisn1o militar oposición d.emoir5 Para iliislrarbreveineii:e este J L I ~ djnlrctico
~ O entre ,-h,jcidad ,
no-gub@r1iar.iciitaI>' tradiciónespecíflca,); entre !r>:~rlers e\;ocaremos hicveiriEn te Lli.,
y carii~llo,l~?ys,
ccil\,irtió r ~ p i d a m e n l ene triiisll~cioi>al (ii~di~eiiirlno
,,desarrolle, posteniblelJ),~ll~ilersos e11ese contexto, !os líderes indígenas aconteci:rliento capital cie la etiiopoiítica ecologista d e los asos86 la
a tradiicir las deiiiaiidas de 511s ZrllFoS a <le Aillñzoníabrasilcfia: la reiinión de Altalmira, o r g a n i ~ ; ~ del,a febrero(.le 113~3
tui,ieion q9e
i,iipiies~ai ,ill iiidisiiidad ciiltilralinente audible Y P ~ ! ~ ~ ~ ~ - ~ en- estado de Pará por los Kayzpó ~~~~~~a el proyecto d e cc,nsiruccióil ,jc.
'

lina serie de d i q i 1 ~ s el
rllente eficaz en uilí, doble escena: una escciia 1 0 ~ ~en 1 , doilde Xingú. Esicis diques alnenazaban con suli,erfir
,>l discilrs17 lc!gaiista (ciiidadsi~íaY derechos colectivos). Y lllia Pai d e t~rriiorioy el d e otros g i i i p ~ c n d i del g ~ área.
~ ~ ~P ~ ~ ~ . ~ ~
global, doilde reiiia cspccialmente el iiiia~iiiarioe i i i o - e c c l o ~ i ' ~ ~ tados Pcr una C(>ill~.ii:ía ;,úbiica (E/<~troiior/c,l,(debía17construirse a
nocimientos natiirali:;ta~y "eco-inistjcislno"!. 'In ~'é"t"n1(.) del Barico h.liiridia1~.El ciicuelltro reilnió a lilics quirlie,itos

,,indianidadde c ~ l n p r o l l ~ iys ~su" discurso h t e r o g t n e o col'stitii- K a ~ a Y~ aó 1111 cfntel1ar de iiivitados de ciiarpilta etllijs\ diferentes, L~~
yen hoy, por dependientes q l ~ esean, los iinicos instrunlelitos políticos i' Pnrt'ci~'"1tesl1o indígenas -periodistas, ciiieasiac, fotógrafhs, reprrcl i t , n -
a *lano qlie tieneil 10s gruk3os inilígeiias para legitill-iar 51i de OíVG (iildigeiiista~,ecologistas, ! i i i ~ ~ i a n i t Políticos
~ ~ i ~ ~ ) loca-
,
tel,cia social delltro de 111, espacio nacional qilt? 105 rscliije d e d e sii iris- '"S y extra11jeroc8rcpi.~sc.nta~~ics d e varias nd:ilinictraciones bra5ileñns:L.
taLlración fieiite, a l ciirl no toiíaii otra opcióli que 1" DUefla. larebr'iiíil casi fa* nlimerosos ioino l o ii:díge!-sc (400 pers«nas aproxil,lz-
o la isiI,,i~ici~i iiidiridiial. Eii este sentido. ieioi de trar'ilcir dameilte).
( lnilel,ari~la
1 .,,, ciirpacion particlllaiirta, estas identidades Iifiri~+os reflelAli lrtás birii Diirailte cinco días, las protestas Y rt.ivindicacicine5 de los lídcres ka-
1 ill,n ,,ctciciciñdjc a,,ertiiraJ, qlie, si bien iiivoco i~iiacierta cspccificidad yapó (declaraciolles tribiii~a conferenciar. de p-eilsa) flieroli forniLil,l-
i3i! llist6ricñ y ci,ltiil-al, i.clliciila pii~icipaliiieiii~ iiiia \'oluntad de Fariicip"- . :E (en Porki'~ii6s),5: in~~11dial;neiitt. ~cie\.is;id~i~,
e n los ti.i.iliino5d e Liii
-2
?,

,. , .I
d i. .x- ~ i. i i ciiltiiralista
o y ?cologiita : l ~ i t ! fui~.cioiiahacoiiin rspc.1-aiilo !lo!;ticii ;~rodiicti\.ocon ui-ia iiitci-isiticaci61-i(ecológiiaiiieiitc cic1ii-~~:!.:ici.a) de s ~ i
cii,stiiiniio a c-iis difaxri!iitrs ovciites, a salrei-,otros iiidígcnac- >- l?laiirr,. Si11 acero al iiiercado );, por oi'o lailo, d e asociar sil L~íiiqucCi,i(ie l ; u ~ i c i : i ~ i ; ~ ~
emhcirjio, coiiio coriirap~iiitoa estos iiiterc;ii:ihios iiiterc~iltiii-alcsy bajo la coiiiercialer (socialnieiite clc.;estal,ilizad~~i.,i) a iiii~~r«ye;tii ,lt<ri.crt)diiicitin

exotiz'icióii iiiciiidtica del cnciienti.~,?>tu-.iiiismor Iíde:.cs iio cicj'i:.oi? cii) ~ ~ i ' i u r i"ti-aciiciorinli~LI".
il \:ii!vaiiios a la hiiloi-ia rciiciiio 'le los Ka!.npó •
p,ir<i il~!strarcsta iloble pni-otiojn.
traL>ajar (en sil lelisun) para la realizacicín de iin rito coleeti\-o qiic dLil~a
sciiticio al ciicii?:iti-o para la iiiayorín cie los Ka).;lpó pr~eelitcs,czsi exclii- La iiia\-oría di: estos iiii1i;eiias i~iantieneactividnilcs iie :.iiiristr!icia
8
S;\-aiiieiitc.inoiioliiigiies, y que hizo nsí posible .su nio\.ilizaciíín ac:tiva c11 t1-ac1icioi;alcs (I-io~kiciilt~ira dc ;ola )- qLicina, caza, pcscz 1. rrco!ccció:i) ac;
coriit) i.iiiz coiiceyciGn de la iiitcr~lepeiidcncineiitrc sociccinci \- ii;#:ilio iicitu-

este accinteciniieiito político-ideiilitario. La opciii-i d e eitc rito riv ei'i, c.\~i-
dei-iteilici-i!e,iiiiiifcreiite. Tenía q ~ i \.cr c con la " c e r e ~ ~ o n deli a i3iaiz iiue:.ou
(Barliijiiiiiokn!, que, entre estcis iriciígeiins, coiistrii!-t. y ren~icl-nla init.i.il*
~ ~ l ~ q i i c r ~ p f l iali (i: n~ v ~ ~ i p ~ ~ ~ ¿i~;ircd5c?cTr
t ~ : i i ~ e : i 't~~11i~;iiicc~
~1
sinibólicos evoc;idos a propckito de la reuiiicín d e .Al taiiiirn (l'l.!;i!er 1993h,
c:ii 165 Ct',: ~ i ~ i i ~ i.j k. . .*
ppndttilcia cnsi,-iolrígica aril-ioniosa eiitre la produccicíli d e la ocialidad 2[)00)". E t o no ha e\-itaclo que iin ~iL:~,iiiero de jó\.ci!es: 1ídc:trs ka'.ipó ? e x -
1..i ~..i l i i a ~ i ~ 12~ iriiciaci0n innsciiliiia Y fciiiei-iina) )I la ay:rnpiacicín cicl larizado.: en los aiios 70 (eritrc clios Payakñ, qL:e cci-6 rl pi-iiicipi-,ii:iio:-di-
ciedio natural (por la hoiticiilt~irad e la selva). Adei1161;, el caiiipanie:~to nadcr di: la re~inicinde Altziinira) 1iegoci;ira ilegalriiei-it~,dtirai~teiLiciécacin
. .
doii<ie1:)s K ; ~ ) r a p ó\.i\,ieron e n Altaniirñ había sidi>establí.cido ci~ii,;)iilia
r6plicC?de uiia de s ~ i aldeas, s !a fecha del aconteciinienio linhía sido esco-
~ i p ~ t n tconcesiones
?,
desil:; ~ : T u ~ c ~Estos
ci? la\.aciu d e oro 1, explu tació!i i'oi.i;,<:alcn las lirri-;:s
s ' ~ .co~itratosftieroii firmados inirin!i:iei;te para co!iqiii.s- •
gida I , - S L ~S'-II ~caleiiciario cereinoi'iial ); el rito seleccionadn es el úi-ico q u e 1
:ar cicriz a~itorioiní:ifrente a la super\.isióii dc: la FUNAI,pera, :aílihii.i-i,
sil.; qiiiiice coiniiiiidades (aproxiinadaineiite 4.000 personas) celebran al par.i L.eiieÍi~iarsed e lasin\-asic;nes territoriales yi.ie j7a i ~ se o pcidi'iri iixpcijii
i-iiil;iiio tien?jio7'. cii el estado de las relaciones d e fuerza de la t;;?oca. De.;p!i(.s de eso, !o.;
La rea!izacióii de la "cerenionia del maíz n~ievn"asiimió a i í par? estos 1 criiitr;itos f;icilitari-111el camino a uiia csrriipci6ii ;iei.soiial n gran escaia,
i
ii-:dí;enas, f:c:ite a -LIS interlocutores blancos, !3 f o r n u de u n manifiesto I caiisan(!o grave5 desigiialdades aocialrs deniro de !a; c!"iccki..:iriades eri
soci«e¿ológico en acción""; manifiesto ciiyas prc~i-iiisi?.;siri-ibólic?~t o ~ n r o i i
l

j
C L I ~ noriibre
L ~ habían sido siiscri:os y iin expolio d e lo; reciir5c.s ilr si1.5 9
t.¡ .;eiiiiiio ci;i-itraiio exacto d e la percepción qiie teiiían del pro!-ecto hidru- i '-rritorios que p r ~ \ ~ o serias c ó degradaciones ckco16fiicas(13 con!~i:iii~:acitjn
clCctric-,i, a s;!iicr, iin dispositi\,o de exiraccióii sobre el ii;cilio iial~iralq ~ c ' I
cic los ríos por el iiierciirio y ia defuresi;iciói-i ~eneralizciia)(li!ri-isr 1nc.cif.).
3
i
dchía coiiducir a i i i dest;iiccióii social. Haciendo posible la al-,aricióii iic i Ciii ernbai-go, . pesar (y, eiip,;,rke, a causa) de s u eiiiiii,iii.r:iriii?ntc; espectc- @
este iieo-ritiial, la creatividad política y siiiihólica d e los líderes kayal:;ó i c~iiary dc si:s n!~iisosfinai-icieros, estos 1íde:-es jug2rciii Iin payc! iIrrisi\'c: li3
perinitió al griipc exprcsdr coleciivar:iriiite S L oposición ~ a los diques de 13 i coilio ~:ii.diadoresiiilerbhiicos eii la dinimica d e c~iiaiicip;~cicin politicn y
co:npai7í,i Ilctro!ici;tc en los terininos ciiltilrales que eran coii~lircnsi?~les 1 rec~iiqiiisiaterritorial qi:e cimoció sii griipu a lo largo e!' este ~ e r i o d c i e
p a r a todo? y iiirectameiite apropiados al tipo de amtinnza qiie pesaba scihre i reciente cle s u historia. Ue la i)iisma mariera qiie los beneficios esiraidos de
sus coi-itr;itos depredadores apoyaroii, a pesar d e (ypor) sil dilapiclaci!ir-i •
sil tcrriiorio. A! coiitrario, e s articulaiido la ritualiznción d e esta ecología
t
'
cosmológica (en kayapó) cori la expresióii poli'tica d e s u ctnicic!nd eco- o.stentiitoria j2 clieiitelista, las iniciativas esenciit1i.s de la oitsi-isI\~aetiio-
logista (en portiigii6s) que estos lídcres consiguieron dar a! enciientro de i p~líticakayapó e n la escma iocal y nacional. Estos {olidos cilntril.:i)icroii
Altamira s u impacto inedi6tico mundial y, por lo tanto, su i>ot;ibleeficacia
¡ as: a rii ebrategia d e rerfirinacióii cultu;a: (enclie;itros intcrcoxiiiiiiirios. e
ecti.atégica (e! pr6stzmo del Banco hl~intiialfue siirpendido). escuela: bili~lyiies,tiocit~iientaciónd e vicleoj, a ci! [oiila i1!,1 crir.trol de !as
14 irifraestr~icturas d e la FUNAI en su territorio (puestos, ciispensorios, siste-

"Eco-etnicidad" y ciudadanía
Lejcs de disociar etnicidad y tradicitiii, los grupos aniazónicos elahoransiis
ilueros diccuisos identitario? a partir d e uiia clialtíctica coniplcja entre la
i
j
mas d e radio, trarisiiortes fliiviales, d e tierra y aire, vigilancia terri~uria!)así
coilio a sil brillante activitiad d e iol~hyi!igpolítico-niediitico irelite a la?.
autoridaiiec políticas brasilbbl-ias, en particular dura!~teel iiroceso coi-istitu-
ciona! (Tui-i-ier 1993a v b).
*e
reiri!erpret~icióiico~i-iológicade los efectos del desarrollo y la aiiko-o!.jei:- Esta cstratcgia pnracibjica, q u juega ~ co.istaiitcinic~ii:f a iina especie <!e
tivnciSii cu!tural a ir:;\-Ss clrl prisii?a de las categoiías indigenistas (oíicia:es ":esistencia iniinétiia" (Auge 10SQ), entre altci,idai? i-iegociada j. coiitiiii~i-
1
1 y no-guberna:iieiitalcs). Podeiiios e.icor?trar i ~ i i fntis-ii!iifaii¿iis
r una tentativa
de ríiitesis siniilar en siic est;.itegias econóiiiicas Ésta, sin enibargo, toiiia
la foriiia de iina paradoja ciiyosintrrrese~,ecjiiililirio y resultado son iii~iclio
dad c:ilt~ii-al,erttre territorialidad coiniinitarin y lógica coiiieicisl, s r iia 1
cicmostrado tan eficaz a nivei territorial como a i-iivel político. Los Kayapó
Iirin obteiiido la legalizacióii cIc una reserva tei-ritoria! d e 100.003 k11-1'
1
l e
!d ii-ins i n c i ~ ~ i oPor
s . 1111 l i i l i ~ se
, esfiieriaii por coiicilinr s u i-ivjn ii;oiielc (i:ia!.or qiic la siipeilicie de Iii)itiigal), varios d c riis jefes 1i:iii sititi elejiicioi b!
eii los coi~cejosmunicipales d e las localidades cercanas a s u territorio, sil Sus proyectos también se orien tan hacia el desarrollo sostcnihle (agricultu-
movilización eri el parlanieiito bra5ilefio tuvo 1111iinpacto decisivo en la ra, productos de la se!\.n, lavado de oro no containiiiaiite) 5; el ecotiirismo.
for:nu!ación progresista de los derechos iiidígenas en la Coi~stitiiciói~ de Esta organización se beneficiará, además, d e las ganancias de la v e n t a p o r
19SS y s o n actualmente el griipo indígena inás aiitóiionio y más fanioso ciel suhiista cle las cortezas del árbol d e la caoba tomadas diirante !a expulsión
Brasil". de los silvicultores d e las tierras del grupo. Solo aiiadir que, ~ o c aon t e s d e
Este resultado ejemplar 110 debe sin enibargo eiiiiiascarar la gravedad de la apariciór. de estas asociaciones, otros grirpos kayapó habían c r e a d o
s:i coste social ); eco!ógico a iiirel local. Las desigualdades econóii:icas y pequcfias coinpaiiías d e ecodesarrol!~(explotación del aceite d e la i i u e z d e l
la degradación de los recursos toinaron tales proporciones el3 las aldeas Brasil) e11 asociación con la coinpañía inglesa d e cosn-iética Tlie B o d y Shup
(13 A 'itirc Trndilrg Coiilpoi~j-presidida durante un iienipo por Pa;;aka- y
kayapó que terminar011 provocando, a finalesde 1994, una verdadera rebe-
lión contra los líderes corruptos de los anos SO; levantamiento conducido la IJliknilii Trndiiig Coil1p~~1iyi~.
por una nueya generación d e jó\:enes kayapó asociados a los antiguos jefes Este paiiorama, inevitablemente re~urr~icio, permite si11embargo apreciar
tradicionales (Tiiriier 1995a, 2000)%.Esta "re\~oliicióiikayapó", apoyada !as capacidades d e adaptacióii econóinica dc los diversos grupos )r h c c i o -
por iina denianda legal del Mii-iisterio I'úlilico, provocó !a cancelacióii de nes kayapó, los cuales, para garantizar s u reprodiicción snciai y s u nuto-
la concesiones niineras y forestalej i l q a l e s eii lai tierras del grupo, a pesar iiomía política cii u n nuevo coiitexio comercial, han jugatlo ccin t o d a s las
d e las tentativas de cliantaje d e los políticos y de los comcrcian:es loc:-iles. opciones estratégicas dispoiiibles: ael espo!ic ecoiógico al ~ i ~ s a r r o i sos- lo
1
tei-ible -1-1 vei-siíin asocia tiva o gercnciai, iiacional y / o ii;tei-~iricional-
En enero de 1992 la medida entró en vigor ec el conjuiito dcl tcrriicirio
kayapó, a e ~ c e ~ c i ó i i algunos
de liigares perifGricos, constitiiidos a ineiiuclo i pasando por el reciclaje d c algunos fondospúblico~".Este prcceso q u e les
en feiidos personales de los líderes desti tl.iidos, doncie el lavado de oro y 1;i ha permitido retornar la iiiiciativa es tanio nias importante si s e comparr:
taia de niadera coiitiriuari a peqiieF,a escala (Turner 2900). con la sitiinción d e subordiiiación a la que i u e iiianisnido este g r u p o p o r
S1iuestionamiento de lus contratos mineros y fo:-esta!cs conducc hoy a la adilIinistraciúi: iridigenista hasta ios aiios 70 (luri-ier 19914). Sir1 cinhar-
los Kayapó hacia iiiie\:a.i opciones económicas al riiisino tieriipu "políiica- SO,Cif la niisnia inantx-a que se ckbrr-1inoderni los éxito:: l:;?y;1~6d:;' l o s a]i05
m e i ~ t corrcctar"
e \ "socia-ecológicnm~iitesost~iiibles".5 ~participacjhn
i cii SO por su%:ostes sociales y ecoiógicos, es iiiiportanie resiii~arla o;-ieí-itacicíi-i
proyectos dc etnodesarrollo y la bíisqucda de !os fondos d e ayuda necesa- reciitnte d e esta etnia hacia el desa:ro!lo soste~iibleeii el cci~iteuti, cic. siis
rios." les liaii Ile\,ado rccieiitemente, co:~io a otros g r ~ i p o s ,a dotarse dr. lirnitcs económicos y políticos. El nicidrlo d e las asociacioiit.~-e111~~~i*es;~s
asocjacio~ieslegalizadas. Estas asociaciones son tres. La FI-ii-iiera,!a Asso- k a ) , a ~ de ó los años 91) ~ria~ii'irsta. deliccho, ui~ciertoiiiímero de ~ro'olc:mas
cinyiio Ipri'iii.c, lia sido creada eii 1'393 por los Kayspó del Xingú qiic, nn ( i ~ i i i i i i i eparece
~, ser, al feiiiiniei-io de las "ii~!e\.as orgaiiizacior~~s ii-idígc-
1iabiti.ndosir beneficiado de !as ganancias niineras J. forestales d e los aiios nas" en su c o i j u i ~ t o ) .
SO; 11~11precedido a los otros grupos kayapó en el n ~ o \ ~ i i i u e nde t o las ONG Nos podenios pregui-llar de entrada por la disparidad a iii\;el d? r-cncli-
ii-idígenasla. Esia asociación adi~iinistrai i i i centro audioi~isualeqiiipado iniento que sus proyectos econóinicos ofrecen frenic: a los coi~iciernbitir
coi? bienes cedidos por una eilipresa japonesa (I'ai~asonic). En 1995 lia beneficios de las explotacioiies mineras y forestales ilega1i.s. El ent~isiasii-ci:j
eiriprendido la constriiccióii de u n centro de ecoiurismo (finai-ciadopor las aciiinl por los proyectos "sostrnibles" se podsía agotar rhpiiiarriente si n o
g;inanci;isde un depósito y el alquilei de tierras para el ganado) y tiene pos fiicrari capaccs d e respoi-ider a ias aspi~acioncsfinaiiciei-as d e !a generación
objetivo einprerider proyectos de desarrollo sostciiihle (agric~iltu!a,prodiic- eniergente (;lieiios d e treinta aiios) q\ie akpoya por ahora estas iiiiciaiivas. E!
tos del bosque) 1-a segiiiida oi-ganización kayapó iAsi;oci;~~;io Gcy-Noii ha rctoriin al pillaje d e los recursos comiiiies sería entoi-ices ii~coi-itei-,ible,con
sido fuijdada por los Kayapíi-Xikrín del Catete eii 1995.1-iciiecoilioprimc~r las coiisec~~encias ecoiióinicas y sociales que se pueden imaginar d e s p ~ i é s
objetivo gestionar uri pi-r:yeito d e explotn,:ióii forestal " a l t e i i i a ~ i ~ opara
" de la evaporación d e estic reiilas natiii-alec. También nos podenios p r e g ~ l i i -
cerrar u11 pcríoiio largo de contratos ilícitos y i1evastado:~escon los comer- tar por las x ~ ~ i e vforlllas
as d e i~iiiltidependencia(nacionaies e ii~terriaciona-
ciaiites cle madera locales. La Aszocinyiio R~,p-Noicuenta, para ello, ccn la les, no-guberrianienkales y giiberiianieiitales) yiie induce e! riioi~tajcfiiian-
ayuda téciiica y icgal del li~stifirfoSocio iliiiili~~iitn!,iina ONG cir-. SZc i'auio c i x o y comercial offsliorcde la niayoría d e estas "eco-iriicii:tivas". En efeclto,
(Gian11i:ii 1996)". Siis estatiitoc iiidican que se propone proinovcr oi:ns el riesgo de q u e ter:niiieii por fo~nentarla foril~ociiínde eiiclaves ciconóil-iicos
acuerdos y proyectos con las instit~icioiiesiiacionales e interiiacionalc.~, suhvencioiiados, situados al niargendeliliercado real y sometidos a1 clien-
I1 ~ ~ ~ b y~i~o-~iibei'iiaiiie~~taIi?s
~ ~ ~ ~ ~(15Ai1996: i 396).
~ La ~ icicera
t ~oiga- l ~ ~ teiisi~?od e las or~aiiizacioi1c.s(indigrnistas o indí:genas) reclistrih~iidoras

2-12 /
iiizaci6ii kayapó (Piiliitali Ario~i~iqóo Xoi;io:oic) iiiubic<iiIia vidi] fiiiiriada eii
l W j , este vez 17oilos Knyap6 del estado d e l'<irá (los "rebeldes" de 1991).
d e los fondos d e las ayiidas, no es ii~sigi~ificaii!e.
palmn, en lo C ~ L W n iieopalci-n~lisii~o
En esta perspectiva, 1;:
1
sc rcficrc, sc la lleva la c«inj?a"a Tlie 'L!?I
lj,idy s]i<ip,i:]iciite !-iiiiim iii\>c~l.sioiii~jii C ~ Clas "f~.iiiiii~yiiiiii:>iii:jc.~"kaynp6, iiiilihr, sería io;iialiiicii:c Frcoiiipantc eii efccios ~ L ' I . \ . C ' ~si- coiili-ibiix-er,i
SO~
q ~ i ejerce
c i i i i coiiti.,.>ltotal d e siir. acti\.idades i-iirinteni~l;?~ a so!l7e dt3 "~71-CS- a tina cla:.i~icacióii pi-o;resi\.a d e la ciiiJ,iiiniiía d e los ii1~iigc.n.:~ se::íiii !,LI
:;iiiiu~"!- <>tras"Jonaci«nc.i" ],ni-s p n d e r sacar ~ i n nconsidei,nb!e sniiaiiria apti:~:d político-siii~hóiicapara captar los rcsiirsos iiel coriir!cjo :r2iis-
d e "eco-cxo tit:nio" p ~ i b ~ i c i t ; i r i u ' ~ ~ . nncional d e l "desarrollo local"; reciirsns que, dpsdc eii:,.iriccs, sc ioii:-cr!i-
Pcro el ~ s p c c t oiixíi: ~ r c o c i i p a i i t cr!r esta orieiitaciói? hacia el chiodcsa- rían t i ; iina vc!rdndcra "reiita idenl:inriaV.

+
ri-0110 ii~ul~ii;iib\:eiicio~indo e s in~iuclaL~leineiite qiie aceiiiíin ~ i i i dinciliicióii
~i
* "TerrItcrialids?d. ctiiopolítica y c!es;i;ri>lio: A ~ r < > ~ j sdei
c 1 e ~ del Estado en lo qi:? coiicieriic a
c:-i.cic.~itc.d c 13s r ~ ~ ~ ~ o n s a ! 7 i l i i i t ilegales i t o:novin:ii:iito iiidi-
los ser\!icios dchidos a lar; cciiii~iiiidadesin~líge~in::12 FUNAT a:. gena en la aiiiazoiiía LxisileRa", d e Friice Aibert es la trad~iccicinuc! fraiic6s
realizada por Gein:na~Crl!giicti dcl a i i i c u l ~'~'i'errit~:~a[itt.,'~~t~iii,i~:oiiiiq~:~. ct
i i < ] nscgLii.a ningíiii iipo d e siisteiicia a 10s K;i!';ip6 d ? f5ta tendeii-
~ ~ c x 1'?9L).
développenieiit : a pr~n~ms di1 nioiivpmeiit iiiiiicn el, .4rilaroiiie t-r-i.,iliir,iic. "

cin a la rctirad,~del iiidigeiii.siiio oficial liace teiiici.qiie d !fiobi~?riio!~i~.si!cfio


I puLilica~iaen la revista C~iiricrsi:~*sflniii:~iqii?j lntiiies,ii"i.7' "r~t 3.1i 7-2 10, I?ji. El ‘.?.ii7ir
si. r i ~ i ~ o v c c l di ee las inicia:¡\-as a c t ~ i a l e sdel niovimiciitc-i iiidíjic!ia y pro- n v i indica qiie iii-!aruiiiIniiacióri de t!ste<,rticuIoha sidol?~iblic~id~ en el 2001 io;:~ : i
í!;i!ii;c.na cii [o qiie concieriie al dcsnrrollo l«cal pal-a apolrai- iiiin pri!.a- títiilo "~~sco~iatioiis amériiiciieniies rt iií.\~elo;>pcrrientdii:.?ble en Ain~izi'ni~
1
tizacióii 11-iezqiiinad e la "ciiestióii i i i d í ~ e n a "(iii a p e r t i i ~ aa i;i 0'c:C y a !os bréailieiinc.", eii l<cc!icrcl;i.s;i~i!i;riii~!ii,ili~~~ nc' 31 ( 3 ) ;.p. 49-53
,ti( C_)ii1.!iL,c
fiiiailciai~~.ie:itos ii~ter-:i,cionale.s"cco-iiídigcr.i::tas" cs sin 13iid;i interpre- i
!:!lile esta direcciijii)"l. L1c;itro cic cs:a liipótesis, el Estado iio ieiiciria m i s t
iliic lagocitar p o c o a p o i o 12 i;irol;\gía aii:ogei.c.nci,ll y iiiiii:icii!iura!i~~ai:cl i Natas
inciigciiisiiiu no-gi~beriiai~ir.iitc~l p a r a apoyal. In iiitrociiicciSii d c iiiiii pojíti-
1
1 Este tmtu parte d e tina coini~riicaciónpiesc:-;txU~,er, el ~:o!~iquio";.e ::ir:itoire,
;-a clc i!;i:,i.c,ct r . l i l ~e. n !a que las ONC; h. las agcncizs d e dcs,irriiI!i~trndrdii
licn oii CrcntiGre? id en ti té^. coilfliic. ett~nicqiirb,ciijc::~ei ;eiu:i:po.i;;ici~si i ' i i i -
i l ~ i "ce g u r x 1"' ~i 11iigar los servicios qiie !a ley lc ini;3oiir i;dl.~llli¡~31.;1 !$as i :oria1csr' ergniiizado por e: 0rs:oin (deparia!:i;.nto Sur) y 12 LTni\-ersiiiiitide
"ci>niiinidncics i n d i g e i ~ a s " ~. ' par-í>I\i (Laboratorio Esgacio yciiltüras) del ?a!< <ieo:!.:bri de !9üi ?i? 7ar-Is.
Esta orie::tación neoiibcral ii,icia Liiin yolíiica d c geikión d ~ : l e g a d a!: Xgraiiezto a hl.Agier (Orst<>ni), G. .4iidrelli, (l::Aj, D. C ' i ~(Un;\ri,:cidod
i ~ d:.
!iii~l!i~~iL>\.c.rici<>iir?cia de la c:iiiciiiac! dciitro d c uii Tiiarco iiaiii:iii;al debilita- j; S;:i I'ablo), C. Geffi'v (Oritoiii), C. Grnc (!HE.+j,L), ::. !.tila (í:r.!oi~i), 1'.
i Menge: (EI'HE), F. Pdiitaieoiii Ricai-di' 11?.4), C.,!. Ric.irii~>(!54)T. , Tiirner
do, ackualizacióii local d e uiia lógica m u n d i a l de globalir.acióii iccinúiliica
(Uni\.eriidad iic Cliiciigo) J~ E. Viveiros d e Csstro (hliis~iiNacidnai) ;30r si:
y d e fragiiicnt;~ci6~i
" c~iltiiral,abre, ob\-ianieiiie, ii,~ir\:üsf,ictorcr d e iiicerti.
di:iiiL>i-epar;' f:1ituro d e 1ar;svciedacic~ii;c.!ígcii;rs: e n e! fir-?si!.No!<,'II:os ij~!?
1.7.; Iiiiiitacinlies econcíinicas d e los pro!-ecio:; U? e:i7odeiCirrolla (k3ajii renta- i
Icctiir.a critica ile las \.ersiciiies aniericre~d.- c;!: irtiiiilil.
2 LJ " Ainazoiiia legil " coi~pi.rndelos seis esiadns de la rrglaii ii3rte del país
(Ania!G, Fa:;, l<iirairna, .4inazoiias, Acre y liondñnia) así conia e! i1urk.o
1,ilidad y ~ n u l t i d c ~ e i i d c n c icorren a) el pcligro dc fa\-orectir la rlit:iigua di2 lo.; estado del Tocantiiis, el oeste del M~railhSoy cl iiorte <ii:l tv!ato Ciu5::o. E5:a
s e r \ . i c i i s ~ > ú t l i c osiiya
c siistitució2i no se16i-i capaccs d e iinajiciñi. in6s a116 rcgi<jri adrniiiistrativa ciibre alrededor d c 500.631.óS0ha (casi el 59% dc la
d e iiiia riiicro-escala "deiiiostrati\v" (saliid, rdiicación, defensa ter~.itorial, sirperiicie del país) delns qiie un 83%est6n ctiiiic:!,is deseli~dtrnpical;.eiresto
;i;c.). Pt.cordeiiios qiie el niodo de atriliuir los financiaiiiie~~Lo'; so11 la [le di\3ersostipos dc sabana. La poblaciíin no iili.ijiena de la Aniazonía binsile-
ña se ele\.a a cerca de 17.903.000l1abiiaiiit.s (da:os IRGE IcjYh).
i.>.isi.del c~tnblecimieiitodc. estos pi-o),ecios es al mis1110 tierlipo preccrio y
3 Ver, sobre la iirierugrncidad coiiilicti:al del pruccsi; de oriiiiiciIi; iii: la Air;a-
d c ~ i g , ~ ipuerto
al q:ie depende,ge~ic.rai;neiite,d e la "cuota idciiti tnrir?" varia- zonía brasileña y 1'1 pérdida d e coiitrol de las políticas pí:h!icds de áesarrollo,
b ! c < I r ic:s gri:pos iiidígenas (o la de siis Iítleres) e n la iiiirada del iniaginario Cieary 1993 v Léna r i n / . 1994 (igii;l!niente Becker 1040, Lflia Oii\,?i;a l 9 ' ) iy
c ~ i l t ~ i r a l i s t1:a ccologista d e los p r o v t ~ e d c i r ede ~ fondos (con !t?riciiiici;i 2 Scliniink y Wood 1992).
perjiiciicar a ios g r u p o s iio-amaz,ói~icos y, eiitie estos últimos, a los grupo: ! 4 Los indígcii:~ di. Brasil se c s t i m ~ nen ?,90.00!, pcr2;oi;:is (excepto iridígenas
iii<:nos " ~ r a d i ~ i ~ ) i i ; i ] c s "Pocleiiior;
)'". s~ibi,a!-ar~ i i los
c dcrcclios territorililcs 3 i s l a ~ ~ yo siirbaiiizados), o sea el O,?'!& de la pohlncióii iiariona!. Se rcpar!cn eii
i:ldíi;cnns se \rolver511 t'?iito 1115s\ > i ~ l i ; ~ ' r a bnl e10s ~ i i i t f r ~ q e sC C : ) I I ~ : I ~ ~ C O ~ 210socic.dLides(liOleiig~ias) d e lasciia!es Ir, moycría son " niit.ro-sociedades ":
ai clientc,iisnio politico local c»:iio las a u t o r i d a d e s píib1ica.q rvi!ar5!7 sIiS 73% d e eiias li~neiiiii:a pob1a:ióii qiir 110 sobrepasa 13s niil pr3rYoiias,e! 34% n o
sobrepasnii siq~iiera-las7iiO persoii;is. Solo r,ueve cuciiloii entre 5.300 y L.CI.000
i-rsponmkilid,7tics legales (den:arcación de las tierrd; ), pr:;tec:;iói- d c 10s
personas (1;. Pantaleoni Ricardo i997: 31-32), IL)ii documenirl cfici*l rt.cicii:e
reciiisocj soiiietiendo sci ejercicio ri 121 dispoi1ibi:idad d e f o i i d o ~ii:ici-i:-cio- (I'R 1936)d a las ciirasiiiis elevadas: 326.000 personas y 216 etiiizs; h i i i detallzr
~ i a i c (pílblicos
s O n~-p~iberiiamc:iitnIcs) y a la ino\~ilizacióiid e Ins capai-iiiñ- . "V.
no obs:aiite en qiií. basan estc cálc~ilo.
cier. privadas ( O N G locales). En coi~c!usicii-i, si el iiripulsi! actiial d e > 5 En Grasi! hay 563 territorios Indígenas qiie ciibrcn tina super",icii. total iie 3.000
-'

1 r i o c i a c i o ~ ~ edt ;c cii~odcsarso!l(~ cii 1,i Ai~iazoiiíaLiraiilefia p i c c l e parc1ct7i' 9-12 Icrii2 (11'7% d ~ tciritorio
1 iiaiioiiai). Estor territorios disfr~itand e iikiiacio-
1
. - .~ yi-oiiicicdor, s o b r e ioclo coiiip,ir;iao coii lo.; aiioi iicfisos dcl inciigciii.;iiio
ncs legalec. iii~i).iii:'cr';as, qiic \.;III dc la si~iiplt>idciitificaci6!l i:iicii:l l i c i ~ t , la
i
homologacióii definitiva (F. Pantaleoni Ricardo 1997: 31-32). El doc~irneiito 21 Preociipados por Iñ Iioiiiogeneidad h e n ~ o rtoniado aqiií las cifras oficiales para
oficial ya mencionado (PR 1996) da, esta vez, cifras ligernn~entciiiferiores: 554 1981 (Oliveira 1995:71) y 1996 (PR 1996), cifras pcir lo tanto dilerenies de l a s del
territorios y una siiperficie total de 9.47.011 km2. ISA citadas preccdi,nteiiieiite en el texto.
6 La población indígena es mayoritaria eii varios municipios de los estados d e 22 Solo siete de estas ONG indigcnistas datan rie finales d e los años 1970. Las
Rorainia (Nornianciia) br di. Amazonas (Sáo Gabric! da Cachoeira, Tabatiiiga, organizaciones que surgen d e la Igiesin católica datan respeckivaniente d~ 1969
S i o Paulo de Olivenga y Aniatura) (Andrello s.d). (Opcriif" A~icl~ieta-OPAN) y 1972 (Coi:s!.ii:ci Iir~íi~~c~ii.;tn
Missioiirírio-CiMl).
7 Sobre la situación d e las tierras yanomarni ver Albert 1950 y 1992, CCI'Y irpdntc 23 Eii kriit y Scliwar!znia:; 1992 s e encuentran algrinas indicaciones sobre las
n"88-90/diciembre 1YY6, iin91/febrero 1997,92/abril 1997,93-941niayo-jiiilio fi.ientes d e f!nanciainiciito y d e apoyo po!itico ii-itrrnncioi-ial de las ONG i i ~ d i -
97, ISA 1996: 66. genista5 brasileiias.
8 Ver Souza Lima 1995sobre la formación y la historia dpl SPI (f~indadoel; i418): - 24 Volvenios a recordar q?ie esta expresitii1 abarca iinn coiii~lejagalaxia d e
sobre su extinción y la creación d e la FUNAI, ver Davis y Meiiget 1981. rn~\~ilizacioiies y actores que mereceriaii iin esiiiUio eii profundidad: organi-
f
9 Para un análisis detallado del " Estatuto del Indio d e 1973 ver Oliveirñ I'lSi.
" r zaciones Irgaliiadns o no {local~:so rc.gioilale:, Gtnicas o profesionales, cultura-
10 Sobre la tradición indigenista brasilefia, ver Soiiza Linia 1191 y 1995. Sobre las les, fenieiiiiias, elc.), niovilizaciones l c c a l r ~coy~iiit~ii-ales,
líderes eniblen-,á-
negociaciones político-jiirídiras entre la PresidciicI3 d e la República, la FUNAl 1 ticos y / o políticos, "indígenas funcionarios" (de ia FUNkl o de otras adminis-

i1
y la Iglesia católica alreciedor del proyecto rlcl "Estatuto dcl Indio" entrc 1970 traciones públicas), indípei-,as e11ejercicio dc ~iianiia!cspoiitic<:s iocaics, rtc.
y 1973 ver Boli~:iri~ ilo CIlMl n"54lniarzo 1579: 5-7. 25 Sobre las rclacioni.~.entrc rriirsc, e ~ p a c i opúblico y coinyro1;~isonioral ver
11 Los coiiiponeiites d e cada iino de estos tres polos ("aiiti-", "pro-" e "iiidíge- Boltanski 1993: 53-56.
nas") soii evidentenieiite rnis complejos de lo que a q ~ i se í ha evocado. Por 26 Expresión tcmada d.: C. 1affrelc)t (a p:op!>siio de los riaciona1isr:ios hii:dú) i~;n
otro lado, es:in etravesados por mliltiples c¿.ntiictos d e iiitereses y / o diver- Bayar! 1996: 50.
gencizs est;atégicas (periiianentes o co!-~iiitur;iiesl.
12 La comisión especial d e la C á m a i ~d e los Cipiitados encargada d e esta
revisión aprobó, en lrj9-1, dcsyiiés de un largo proceso d c ~oiisiiltay iiegocia-
i 27 Sobre las iiociones cie hibridiiciGri disciirsiva e imaginario politico ver I3iiy;tri
1996: 73-117 y cap. 3.
28 Ver Seeger y Viveiros d e Castro 1979.
ción (?obre todo con las O.h:G iiidigenistas y la lg!esia católicz,), iin pro\.ecto 29 175 puestos y once "dc!e~acionc-S regionales" e n 1977; 351 ri~ir3tosy 46
d e "Estatuto de las Seriedades Indígi>nasr'conipiiesto dc 17- ,:rtic~ilos(\.t.r "admiiiis;racioi?e'. regioiiaics" cii 194'4
Sanlilli 1996). La circi:iación par1ament;iiia del proyecto !ia sido pai-alizada 38 Iii\~ersainente,en 1,ii iniias qiie t ~ i a p a sl i ~control d e la FCINAi, e . el iiidi-
por el aciiiai gobieriio d e Cardovo (ISA 1996: S). Scbre lor derechos iii~ií;eiias genisiiio iniiitante de los misioii~ri,:: y sil rrabajo d e "conci~:iiciación" a e le':
y la nue\.a Coii-titiición brasileña d e 1988 ver Carneiro da Ciinlia 1990 y "líderes i~ic!ígen.is"qLiienes se l i ~ nnios:r;l~~c conio ~1c.cisivose:? la i~:culcaciciii
Fabris (ed.) l/1.? d e las iic1rInas y concepkos del "Estatuio del Indio". El 5iiitratn iildigenisia y / o
13 Sobre !a ~iio\.iliz.:cióii iiidígeiia e indigenisia d e los anos 1970 a:recÍcclor d c la i:iisio!lero d e la mayoría de sils portavoces es ~ t i icispt.c:ci dcier11ii~ail!edc!
cuestii;ii de las tierras indígenas ver?resi;ind 1979,CPI/$l' 19S1 1,Aibert 1982. i:io\,imier.to iiidígenci eii Rrasi!.
1.1 Sobre este inoviniienio nacioi-ialcontra la "er,iaiicjpación" de las tierras iiidíge- 31 L5 tex (scriii~n,bii!ilii;), fibrzs de palma ( j>l!iji;bn),nucz d e Pará (crictiiilro)
nas ver 19s dosi-iers reuiii~iosen Ci'i/SP 1979 y Niii~rr(~iidnjir. Bo1:~tiiiliiii CPl/SP, 32 Ver, sobre I;i región de J~iriiáy l'uriís: Iglesias y Aqi~iiio1956; sobre el alto
n"1/1';79 así como el fiolrti~ii do Cili4l nn54/niarzri 1979 (Cndi~rrio 1- Sotini6es: Oliveira 1988; sobre el alto R:o Negro: \?'riglit 1992 y Meira 1996;
E11ifl1ici~lr7~ño). sobre los Kayapó: Turncr 1992b; sobre los Yanoriiaiiil: Albert 1486, y sobre los
15 Para uria recnpi:illación de los decretos sobre el proceso legal de demarcaci6n \Yaiápi: Tilkin-Galli:,isI9Sh: rap.5.
d e las tierras indígenas en Brasil ver 1% 1996: 66. 33 Ver, por ejcmpio, Di-eyf~rs(ed.) 1974 y Clastres s.f.
16 Ver Albert 1992 sobre el caso ejempl'ir d e 13s tierras yaiio:riami cn 1988-19S9. 24 La iiitrrveiicióii del C?J, cu:iido 1i:vo !ugzr, Iiizo 111iiy poco, por impntei-icia o
17 Sobre iodos tstos iemas ver :SA 1996: 6-!-S1 y Barbosa Ranios 1596. por ccniplicidad, para modi:icar este sis:í.rn'i. Los rnisiorieros han coi?tr,irres-
18 Para iiiia croiiología de la gestaciún di: este qiiiiito decreto (ii"1775) y un tado inás eficazmente la explotación patcrna1is:a d e los ronieriiantes pero
balaiice de su primer aiio de aplicación, ;.í.r,respeciivanier;te, ISA 19?6: 76-80 y paraiiistaurar, a base de foiidos públicos, feudos teocrAticos igiia!niei;te
F. P.in!nleoni Ricardo y h.!. Saiitilli (ecis.) 1997. destriictores. (Ver tiolrtiili Jo ClMl iin6S, diciembre 1980: 24-25 y Cardoso <le
?9 C á l c ~ ~ realizado
lo a partir de ios dato.: d e F. Paiitaleoni Ixicardo y h4. Santilli
(eds.) 1997: 31-31 L.as cifras oficiales soii baskai-ite tercaiias: 554 ticrras indíge- m - Oliveira 198S: 23 sobre e! alto Río Negro).
s' Ver Iglesias y Aqiiiiio 1996, sobre la resión de Juruá-l'iirús, Oli\'eira 1390b
nas de !as qiie iin 50% estarían en situacióii d e recoiiociriiicnto precario (26%) sobre el ,ilko Coii~nñesy i3ucliillet I990 sobr? e! altc Negro.
o prhctlcamenie niilo (24%) (PR 1996). Las 371 tierias indígenas aiiiazóiiicac. se 36 Segíii-IRicardo 1956n : 92-93 (Qiindro riiiz ~::yniii:n<O~,iiiidiseiins !registr/id~isci~i
reparten en 33,h% "icientificadas" o "por identificar" y 16,2°h "deiiriii!adas" (o C J ? ~ ~ T).; O ]
e a 49'8% en sitiiación viilnerable). 37 Socializados en su grLipo antes del perío\lo de contacto iiiteiisivo, estos "lide-
20 Scgúi: su Direcior d e Temas Agrarios, en Liiia entrevista en el jo~-ii~il ifr Brii~ilin res eriibleináticos" conoceii igcaliiienie bastante bien la lengiia y el ~iniverso
(i5/11/92). político d e 1;i sociedad doiiiii-iaiite. Esta íiptima a:;ociaciOii tntre capit'11 siinbó-
246
-., lico (expre:;ividad c~iltiira!)), ptricia inierftiiiia (estrategia c!iiopoli:ica), Ics
cc>iififr?iiiia gr~ii)~:i?il~iIicl,i~i ilicc! i5tfca (cc13iosíniL~oloscle la iiidiaiiida~laina- 51 Dos orgai7izacioiies pro:t,st,inles: 1ECLH y GThIE (tres representa<ioiics 1,v.i-
j e s l i i ~ : ;el~ estilo inds niistero 1'1 ~iidieiiciaa iiieiiiido m i s local de
z ó i i i i ~que les) y dos catcílicas: Clh.li (21 :c~rcsc~iitacioii,.clocales) y OL1.4X (trc: rt,pxscii-
la, organizaiioiies \ r d e iiis "líderes iiiilitaiites". : tacioiies loca le^).
35 ?' .~Jeni3s,SUS acti\.iciades sii,iiipre Iian cstadci iii~rcad;..;por !a !alta tie i~ieciios 52 1.a c~iiileiiade Brasil p r r el c~ixrtvtii!.iiiial I?ii:~cril(!<otterclani, 19Pilj 5 ~ ) L ilo:: r~
o ir? c ~ ) r r u ~ c i ódi ~
i .;LIS
i f i i i i i i ~ l i a r i c(ver,
~ p3r C J C I I I J Oiiveira
~ ~ U , 19% ). L4rii.a dereclioi- de los aiiierindicis -y el ecc51iiialo <lela proliiLiici6ii del \.¡aje d e h,lirio
1991: par,i cl alto Soliiiiocs y el a l t ~!tío ~ Ntigi.01. Juriiiia a este eiiciieiitro por parte de la I'LjidHI- cons:itiiirdii, desi-ii6s d e la
39 \ivr Sdiiza Liii~a199.5: anexo, ciiidros -1 y 7. caiiipaña coiitra el decreto d e "eiiiaiici~~acióii" <!e 1 9 S , i i i ? ~ ! nile\-:; inciirsi61i
40 Sc e;iciiciiitraii sitii,icioiies del riiisnio estilo ciitrc los K a \ . ~ p ó(Turner 1991b. internacional de la ciirsii6ii iiidígei;~brasileria. Se iciiiird q ~ i ees;!t.rar Iiasta
1Y92h, 199.3a) 0 los iaiioiiinrni (Albe;? 199.3). Par3 las regiones del alto I<ío finales d e ios aiins 19SO v a ia inediatización iui.indial d e !a Aiiiazonia para cll.ie
Negro, a l i o Soiiin6rs y jiirui-Piirús ver los artíc~ilosd e Wiipljt, Oli\~eira esta ciii-rieiisióii toine nia:,-or or!ípIitiid.
!~lcCaluniin eii Ai1iei.t y Ramos 2002. Ver tamL7i:;n Ferraz 199'3 sobre 1s;
C;avi?.o-1'aihate)e. "piici:icadns" eri Ics afios 4í.i 1. i::ilizaiios pür el SI"1 conio 52 Las priiiieros dos caiididatos ['ara la rieaciiii y prfiideiirii, d e la LTSI e n 19FO-
niano de obra en la rec»!~ccit~i:d r nuec*,s Cr'i Par;:. S1 serán Tcreria, tío (Doniiiipci Ve:issin;o ivlarcos! y sr.!~rii.io(hlariano Miircos
41 5cSre la i~iyortaiiciad e esta ii:!erveiiriiiii d e la !,qlesiri cat,jlica en el origen del alias Marzos Terena) (véase CED! 19%: 92-93), Lus Tc;ci:a sol: !lo- iiiio d e los
riioviiniento indígciia en Brasil ver Leitc 19S2, Cliapiro 19S3 1. Ortolan Matos g n i p o s iiiclígeiias iiids :igriiiic~itivo~ del Lrasil(15.D110pe::;orias!. Sr ~iiciientran
1 9 V : cap. 2. eiitre los priiiicros iiidígeiias ~ i : ?ejercii.roii f:.iriciiiii~sd e a!to iii\.el en la
42 Orlaiido Ma tos (1997) proporciona iina lista S e 57 a~.cir,:t>i~as iiidígeiias locales: adriiinictración iiidigeiiista o eii ciirgos ~leckosi«c.iles d ~ i d 1/67 c !,?sier y d e
rt.:;iiilia!es !. nacionales entrp 1074 :, iSS.!. So!,:e el i;iovii-r.iento do las asani- Carvalho 1994: 121, nota 2).
bless in:iC;enai proiiiovi:las p~urel CIhtI, ver 13sn!: 1985,Ortolan h4ztos 1997: 51 Sobre el p:oceso, cori~plejoy coriilictivo, de id i~iiidacir>nd e la UN!YE./LrNl
cap. 5 as<como la cciecciáii de! Go!i3iiiir iic! C!k,,íi no !-76 (1972-liiP1) y la del ver Ortoian Pllaios (1997:cap 7) q,iie;i analiza tres versioricr; ciifcri.n:cs.
diaric dc: Cihll ?'o:.i:~!tiii: que !o k,i. r?r:ipIdz.ido. 55 Ver P~rr!iitiiri,abril 1451; CEDl 1992: 63-75.
43 Eoi,~!r!t: :i» CIAll !i02O/abril-nia):o 1975: i'l Eiiroiiti.~rlc Eifrldos sobri. P,istorn! 56 Una secciói: d e la UNI-Norte (r".niaro:iía) fi3e tiindatii. eii j~iiiiod e 1982 1i.s.
Jiiii,gerii::~i (Po:to Vc!lio); n026/niarzo 1976: 1! E!iso!it:.o o!: RL;-ioi~nlClMl A'0i.t~. ~il6Sdcielpriiiier "Eiic:;eiitrc iiasioiial de ~ ~ i c l ~i!iJi~eiias" los !~.ij<i l.? dii?i<ión
li:v;\/islo Grosi~;ii"2?/1nd\ c. li;76: 1,y 0:(0!aii &latos 1077: 95. d e i~idigeiiasTiikaiio, SaIbré y hIir,:n!:a.
43 a~lldti~:: ::n CIj.ll no57/j!.i!in lij73: 21 v n " l i ,'octiiL?rrí 1377: 45-49. 57 C:ic.rtas rciiiiioiic.~d e la !JNI d e 10s años l9Sl-S; li!er,.lii ii,o\.r.das a cabo gracias
45 Apurin5, Tikiuía, hlaiiiixi, S;!l@rG,!':ii.akan,lL, K ~ y a 7 B41, G::rctire .1, Saya;.ci drl a la4 doiiaciones d e las crgr~iiizaiiiiiiiiicaritaiiv.;s c,inalix.:da~ pu: el Clbíi
~ I t oXiiigú, Nai.ik~\.ara s. Siiriií, Poi~.tiir;,:a CIM! ii"06, aso.-to-reptieiiihrr 19SC. 9. (CEi?I 1983. !M). I1t.ro I:i E':; se desari-iilló srihrc, :odi: a partir d e 14d.3, coi1 la
46 Ver, POi ejemplo, el doc:iiiic!ito corilra e1 antevrcivectc7 . . de! "Estatiito del ayiida d e ONG liiircic!ai ciel ii~sviriiiziitoiadigc!ii:;;a d e l i i aiics i 9;s-79.
Itidio" fi:niado por $3 aii:rupCl!ogos, sociólogos e hlstoriadorc.~ei-i !J 23 5.S Ocho indígeiias Iiabíriri :.ido caiididatcis a la asai:iblr.a cu:istitii!.c.:?ie, d e ios
reunión aii~iald e la SFI'C (Soci~.dnli~, Sriicii~in?r)tirn c I ' r o g r ~ s17:!~ Ci2ilcin) de ciiales cuatro eran líderes amaz6,nicos prereritaiios por la UN1 v el partido (le
Ciiritiba er? 1971. los trabajadores (Yaiionianii, biiik~iri,i'iikano ;,. Yzwaria~vn!. Conio iiiiigli-
47 \'a el ira-rcsioi>arite c.i-~~sc~~ilrio cie Cuclaracinriec, re~iiiiviic.~ y riiaiijfesl;icioiies n o s d e ellos fiie elegiclo, la UN! realizó un triihajo di. 1oI~b~;iii~~ sobre los
e;.; toiiio a iste proyecto en 1977 y 197s (lioi~~lir!~ (!o Cli~ll,ii"51!rnarzo 1979. 11- parlaiiientarios con la ayuda d e alg!ii?as S N G , especialiiien!e le1 Ceiiiro
13). Ecirn:i.i!iso d~ L)OCIIIIIPII t n ~ ñ ~ ~ ~ ' i i i f ~ r idl ri ~1)i Coi:~issño
ño, Pró-1ilii;o i e $50 I'c:~ilo,
46 Pur !a mediación dc siis orgaiiizaciones proíesionalei: C)rri~,riidos Ali;ilignrior rio d e 13 A(..iocioyiioBinsiltirn ile A!itr:,~iolapir?y de la Coord:,rinpo Nncioiifil do':
H!.nsil, A~socinitíoI;i.8?qil<.i!.,; dc lrr~pr~,iisn, Associnpio 8::-isilc~irn Airfropolo~in, Gcólo~~os.
Associo~ñoh'nc,'oiinJ doc Cii.i;tisfii> Socinis, Socicrinric Bi.::siI~,irn p7r.n G Progrssso iin 59 Estos datos geiierales pro\zieiien d e Iiicardo 1996b. !.as cifras aniazóriicas
C~~JIL.~~I. coiicierrit.ii a ciiiso estados d e !n r+xgiónnorte: Acre, P.mi+zciiias, itoraima, I'.q:.i
49 En l!)Sl, la FUNAI intentará, efivaiio, relaiizxr S L I pru!.ecto de "einancipaiiOn" y Arr1ap.í. La palina se la lleva sir. diida el alto Río Negrci coi: 23organizacioi~t.s
iiiezclzndo grotescos "criterins cie iiidiariidad" o "indicadores de integración" locales asocindas en iina Fid~.r,iciio riiis i3i;yniiizny6r.; !!ii!(;~$::ns iiil Rio ?v'~~<fro
(CEO1 1982: Sl-84). Esta inici.~tivaapiiiitaba, de 111112\:0,tanto ii los dercciicis (FOIICN) y 33 asambleas celebradas eii 19'24-1495 (1SA 96: 139j.
territcrriaies iiidígcnas conio a la eriiergencia tle líderes iiidígeiias dr eiiverga- 60 Ya habíaii Iiabido iniciativas efi;i>era<en este sertiido (c:c:)mp.~tidor>sentre c,l!ns
d ~ i r aiiacioiial como hlárir, Jiiriina (futuro dilliitado) y Marcos Tcieii;, jl'resi- y con la COIAB) llevadas 2 c,abo a priiicipios d e los ;illos 90 por aiitisiios
?ente de Ia recieii!e L!iiiio d i l i No(5c.s liítfí,i.iiii~). presidentes d e 1s. UN1 (hlarcos Terena con "cl comité liitrrtriba! 530 años d e
50 3.3 ~,rgaiiizacionts(Coiriisi&~sPró-IIIL!;~,Az.orii7:.6rs P:ns!~iriiiis !e' Aiic;io no Iirriio, resistriicia" para IaCurnbre d e l a Tierra cle Río;Ailton KienaL con la "Einbaja-
e:c.j, iiicliiyrncio !? OPA!< e! CIMI, se rci.iiiiero!i 211 13SO para crear i.111 d a d e los piiebl«s de la selva").
Srcretari~doIjccii tivo de las Eiiiirlndcs <iCApnio 17 I.ii/tn ~'ii~ikoin (Orto!aii hla!cis 61 l~icliicoen las regiones de cciitacto aiitigiio, coino el alto Soliiiió~s:la i-ecieiite
1997: 201-209). Las asociaciuiies laicas ii1.i~activas iio sobrepasaron pi-obahle- rieinarcacióii d e ciertas tierras tikuiia fiie realizada gracia.; ?. Lin aciierdo rjntre
mente la qiiiricciia. (Ver CEUI 1981: 47-51), el Criltro A.li?piiin (C)N(; local) y cl Vi~,iir~n i~ir!ifrif<,j~rD~~í~c~!o/iiir~~il niid Coo-
pi3:.i7fioii (1993); Lin pi-oyccto dc "etnode~arrollotihiina" lia sido igicaIriit.iite
1, gi~/cs-i/ is o gi-ii~lif~c ci11t11roIrt~l~irtli, t11e ht~giiriiiii~ys 010 j?rogr~~ss~tl~- fii;iir~,. I ~ / / I C I I
realizado por esta ONG (1992) con el apoyo de la WM'F (ver Oliveira 1996,
o/lirr p~ojiicsdo it, it is o si~11o/ciiltiirol dcciidciicc, o jnctiiioris r~.ciiji~~rllfio~i, ~O/I;LII
Riheiro d e Alilieida y Freire Brasil 1996). j ~ ".
62 Esta iiiiciativa ha sido coiiipletada en 1996 por uii proyecto d e recuperación de
z o n a s degradadas fiiiaiiciado por elMiiiisterio dci hledio Anibiente ("l'royec- !
--
//
cciii oltly briirgfoior-:li !IIL~ siiii111os1-n o/o d ~ pns/ d
sobre el proyecto liidroeléctrico del río Xiiigií, ver Santos y d e A n d r a d e 1988;
tos Deinostratiros para la Amazoiiia-PDA"). ¡ sobre la «rgniiizac:óii del eiiciientro d e A1:aniira ver Tiiriier 19S9 y iyC?b así
63 Este acuerdo movilizó a varias institucioiies giibernanientaler n o gliberna- i como Fisher 1994.
mentales: CTl, APIO (Asciciación d e Pueblo:; Iiidígeiias del Oiapoque), Depar-
! 78 FUNAI, 1iistit:ito Brasileño d e Medio ambiente, Ministerio d e Relacioi,ee exte-
j
iainento de geodesia y cartografía d e la Universidad d e Pcrnaiiibuco, FUNAI riorer, Miiiislerio d e Minar y Energías, E!ctroiiortr.
79 Sobre la etnografía del encuentro d e Altaniira ver Tiirner 1991b y 2000.
(Brasilia y local). Fiiecoinpletado en 1996 por iin proyecto d e perpetiiación d e i SO " A drorlrirtizntioii o,f t l i ~ . ~ ' i i i ~ i r ~ i ~ .~~ lia~ li ~: ~(oc, ~s~Kn,yil/~Ó
~~I c i ~ l f t i 111
? ~tlic
~ s~>i.ilice qf R
la deiriarcación (plaiitacioiies a lo largo del trazado) a través d e iin contrato
FUNAl/CTI/PNUD (Programa de las Naciones Unidas p;ira el Desarrollo). Koynj~ó7>crsioii(ift~iir~iroriiiieiihr! nc!iílirrir" scgGi: lo formuia Tiirner 2000.
64 Este Frograma d e e d ~ c a c i ó ncontó ig~alnieiitecon el apo)-o del Iiistituto S! Sobre el.sislcnia prodiicti\:o K.i!;a@ ver Hecht 1. Posey 1989 y Werner lc1S3. Por
Regional d e Desarrollodel Estado de Amapá (IRDA) y d e 13 Fundación Cultii- otro lado, la etiio-ecoiogía kayapó ha sido eii gran niedid,i r~iitificadapar,i sartiti-
r;il Vitae (520 Pau!oj. cio de !a pasi6n ecciiogista de finales dc iosaiii)s 80 (véase id crítica d e Pdrker 1992
65 Sobre el roi de los antropólogos eii este proceso ver Turner 1991a y Albert 19931.
i997. S2 s g ~ i : el Código forestal brasilcfio. las !¡erras indígelins soii igiialnier-ite zonas d e
66 Lo qi:e s r puede coiistatar aiiii con mayor evidencia, e n la piiesta eii escena coiiicrvació:i ecológica.
n:~diAticii de ios ornani?nios y posriiras d e sus inter\~eiicioiies(ver, por S3 Sobre la cpopeya ks).,ipó d e los aiios 1980-90 ~ ~ (aparte e r d e los tr-ahnj,,i cie
eje;i;pio, Tiirnc; 19922 sobre el caso, partiai1a:mente sofisticado, d e los Ka- Tiiriier): CED! i9": 310-i5, Fisli?ir í'394, Cchiuik y Wooii 1932 cap.9 e 1Sh 19'36:
y'p"). 404-412,
67 \'c.r Albcrt 1493 sobre el discurso ¿e Davi Scipena\va Yaiio~nami. % Es uitereraiite rei;i!tsr aqiií qiie ijta re\-uelh sc forni!? a partir dr mecdriismcis
(4 Ver Rui:.eii 1992 y Oitolan h.íatos 1997: cap.?. R . Cardoso d e Oli;.eira trataj6 eii sociaies tradic:ionales: oposición <j? !as fieneraciol~cscoiiscciiti\~a;eiit l sistciiia d e
el 51'1 t ~ 19.54-58,
i pero f u e a io largo d e las décadas siguientes, cuando estti\,o ,.l..~iscs
. de edad e identificacióii d e generacioiies alterii.?~ en el sistema ccreiiiorúa!
e n el Muri.c Sacionai y d e s ~ i i é eii
s la Uriiversidad d e Brasilia, qiic desarrolió (7'iirriei-19952: 100).
:,LIS trahaj!.j 5ohi.c i.i i~eii:iiI,i;! Stnica (5o:iza Lii:ia 1933: 20-21. Cardoro d e S5 Coni!) !as foiidos dcl G i deski:iados a la deiiiarcatiói~d e las ticrras i?i~j:<genas eri
Cli:-pira l'ii;,<.21-33 :. Ca:;tr,, Faria 1992: 10-11). Brasil o ¡os d e 0x5, agencias d t ~coopera~:ióri, ort;aiiizacior?ea riiultilater~ilei,
69 Rlvli.!ti 1991: ?S,.!.R. K.inios, coniiinicaciiin persona!. Tieiiita y cinco "indi- aci;ni:iiiiracionei; rnecl!oaii~bient~!csr cnipre.sns "verdrs" qiie coiisti!u!:cii el
gcnistss" proqrt's'ts sm'índestituidosen l9SOde la FlJKAI. Habíaii forinado con;>lcjoiiiiii-idiaLdel ciesarrol:~Isinl/sos!eiiib!e.
poco antes iiiiz ncociaci6ii, li 5ocieij,lfi~, Brris:luin? i i ~ ~ ! ~ i ~ i i ~ r iqiic
i i s t participara
n~, S6 L'A-sorio~'.o Ip!~.i!refiie fiiiidnda a iruciativ~del direc!or ka;,apó dcl "P.iic1~1edel
cn el nio\~iiiiient~ iio.giibcrii,tiniiital pro-inc!igena a principios d e los aRos SO Xingú" adriiiiiist~.ai!opor la FUlc'A!. Salvo aviso coiiir.?rio, las iriiurz-:;ici«iie:
(ver Ortolari !.lalos 1997: í91-56). sobre las nsoii~cioiii!~ kn\.apó inincionadas :iqiiívieiiei-i de Tii~iier19953 y 2M)O.
i(!Vcr 5i:iger )- Frant (eds.) 1980 y Sclierer-W'arren l @ h l . S? Li 1% obhivo fofidoi; d e 11. Secretaría rie bíedio Aiubieiit? (SLMALI) pnrn los
71 Schre la expaiisióii de las ONG ver Ceriiea 1968 y Priiicen y Finger (eiis.) 1991. cshidios preli!niiiare. d e este proyecto. Los Xikrín del Cateté reciheii, \.ia Iri
S e ~ ú r iel Banco hdiinaial, 14 % del financiamiento del desarrollo niiinJi,il IUNAI, iina lenta pernianeiite proveniente d e i n r i coinpaiún riiiiieia del Estado
provieiic. actiialriiente d r las ONG (Sanco Rlundini 1996). Sobre el rc.coiioci- (lo Corripn~~liiii 'Vril~ti3 Rio Doc~),ver Gi'inuuu-Vida! 1946: 3?l.
.- SS Ver Tiirner 1995b y 2CY10 sobre esLa asociacióii I<a>a;x'~coi1 Tlie Rody S!iop (e
mienio dc los "piebio; a:itóctoiios" y el estatuto d e actor del desarrollo local
conferido a 1.35 ONG iiidigenas e iridigeiiistas por las oi-gaiiiz,?cioiies mul- ig~:~IiiienteAimcira, Ferraz y Stocker 1995, Corry 1993 y Shiilte-Ti.iickliolí y
tilaterales, ver ;Vari de Flit3rt (ed.) i994 y Sliiilte-Tencklioff }- Horner 1995. T-lorner 1995).
72 'Ver Ariit y Sch~.artziiiai; 1992 sobie el inipiilso d e la ecologia global en la S9 :?ajo la forma d e sa!arios y subsidios de !a FUNAI, d e rciita d e la Vole do Rio Doce,
Aniazonía. etc.
-m
,;i Siii por lo tanto cii3reii la niitología del "Ecoiogically Noble Sal-age" (Redford
90 Ver Tiirner 1995h y Alnieida, Ferraz y Shcker 1945. I'or otro iado, iin je!e ka).apó
1990) q u e hace las delicias d e siis apoyos ecologist~se inciigenistns iiiternacio- acab6 d e i n a i i d ~ i n l olegalnieiite n la eriipresa por liso publicitai-io abiisi\.o de s u
nales, especialmente en los Estados Unidos y eii Caiiadá (Coiiklin y Grahain imagen ("Air.a:coii chief siies Dody Sliop", Tlic Gi,oriiiiiil 3/3/96),
1995, Cewar 1995). 91 E: "indigeiiisni:: d i enipresa" (minero e t~idr.ielí.ctri:.o) de los afios 1930 eiitrti icis
7.1 l'lantaciones d e fruta en las zoiias d e rot~iraciónd e las aeliiiiitarioiies de las Kayap6-Xikrí~i(c:iiit:alu FLINP.l/Vo/iiirrioRio ijocr) y 10s Wainiiri-Ah-uari (FL'nTAI;
, reservas terriiorinles, ediicacióii iiiedioainbiental, rehabi1ii;izióii del tiso de lcis
pla1ita.í medicinales, etc.
P f l r o i ~ n p m y~ ~FURP.I/Eli7!ro!!ortr)
~~~~o
ii-idiseiiisiiio oficial hacia lasiibcontratacióii.
prefigiira i i i i poco est.1 liiie\,a orieiitacióri del

75 Ver Le Bot 1994 y h1ic\,iorka 1993 sobre este aspecto positivo d e la etiiicidad. 92 Se está realizaiicio iina reforii:a de la FL!NAI qiie parece que reciiiciri gradiiaLiiicn-
76 Snlilins (1993: 7-S) siempre a propósitc) del Rcn~ciiiiieiitoy de sil reiiivcriciói:
1 te este cir~aiiisiiioa 111iaestr~ictiirad e riipe:~~isióii d e proyectos asociados con las
250 d e la aiitigi1~~1~1ci.
"\\'!II~II11:1r0j~~~,1115 ~ I I ~ tr~riiilioiis-iilitii /IIC 7-1irk511t ! l i ~
~ I I T J ~ t111,ir OKG y ascincias iiileriiacioriaies d<: dcsarrollii (\+ase el tiociiiiieiito del Clhg!:
. .. .
i
FL'NAi ~..i:.:~,+oriii,i C.<i/!i!:, rlcl ? / ? / T i ) . Ei:a rctirada del FIriado fiiera de
':;.d!ií;L~rii!ii~~ Arrit, R.A. y Schwartzmcn, S.
los tci-ritorios i:it!;<cíias ,iiic !.:i 110 10s:-.i aciii~;iiistiardiriit<i.ilici~t~ \ - CI distaiiiia- 1992 Liiii iirt<~cio urp;;iico. Trt~!z.qi{fio iin Ar~',i:ijiii,i 1, fliif!iic~iit1iii5iiio, Río d c ]<~iieiro:
miciito coi1 iui indige:ii>iiio asiiiiil,icioi. lier.irrol1ista paca el ciial !-a iio tieiie lo>
:1
1Zocco.
;iicdicis reiiierda d;i-ciiaiiiente a I,i sitii.iciiíii niejicaiin (Fa\-rel1I?O: 119-121).Eri lii:; AugP, M.
p s s c COI! un iii,ii,eiii>.i:ic o i i i i ~ d;!-il
; <:Sta política d e >i~bio:itia:ariciiiril~rt.,al 19S9: "La force d u présent", Ccriiliiriiici-i1:io1i4 49, pp. 43-55.
re\.&, iiiia ptrsibili~!,idd e iiiti?i.\.t.iici<jride lmja iiitei:-id.ld ti11 las regione:: di)iide el Barboca Railios, A. d e
i3tadi.i tenia poca i:i!?iit;ii:in s,x-ial (\.>asi~ Gros 1937). 1996: "O Coiigresso Nacioiin! e os direitos i i i ~ i í ~ c n a s eii: " , lloí~o_i liidQ:~~ii,i.siio
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1983: ")\'j.:y do the Mekraiioti Trek?" en Aifnptii)~Rcsporiscs I$ .hl;:fiit' /ii:ifl- Varios factores iiicidieron en la precipilnciór, d e i!na poiítica d e prii!ec-
:oilinilr;, R.S. tianies y W.T. Vickers (eds.),Nueva York: Academic IJreis, pp.
cióii c u l t ~ ~ rJ.a lrilcoiiociiiiiciito ti:~ritor¡al tan ir.asiva - q r i t d e !irciio cons-
titiix-e una fo!ítica d e prolccciói-i ;:nit>ierital nl segregiti. e?!ns íiii:piiri~ ,irea5
Wieviorka. M.
199;: Ln rii:il:oo.liiic
a /'~:~>reiiíw.
A'nlioii,ilisn,r, popriii~r~i~
r,fliiiiciti, París: 1-2
lid~iiaiiaspos pueblos iiidígenas a la poi;ibi!iciad fiitu;.a d e sii cicil!~aci6r,
v titiiiaciiíii-. Siii ei-di.'~r a aiializar el peso q~it:i~iviercini n c tcirrs estc.riiíjs
M'orld Bank d c r i \ T a d ~iies i i i i $1 o a~li~iciitn!istad c defeiisn dz los tiereclioi; ~ i - c::iiiio1:;1~
1996: TIlFl,Vor!,i Bi7ilk's12arftic~i?ii¡p
1 ~ i t . hA ~ o i i g o ; ~ ~ ~ r r i t or~fliii?~lfioi!s,
i~~trf~i! \'VAS- 6iiiicas eri los orgaiiisn-10s d e fii-iai?ciacióiii i i teri-iacioi>.?l,el iieclio es qiie las
cirgailizacioi-ies indígcrias que esisteii hoy eii la Ainazoi.iía i~!oi:ibi,ii-ia
VJriglit, 1;.
1992: "Histeria indígelin do noroeste da AniazOnia. Hipótrses, qiirs:hez e tuvit.ron s u origen en est!proceso d e recoiiociiiiici-ito y tit~,!. -
c.cióiid e tierras
prrspecti.,.as",sn fiis:á,.io ,/as jii,iios i i u Br,nsi!, h4.Carneiro d a Ciinlia (ed.),Sao c«lccti:~as. Eii el cas:, del IZesgliardo Predio Putiii-la;:«, cI 1116sg r a i i s e del
Paulo: Coi:itu!&ia cias Letras/Fapesp/SMC, pp. 253-266. país con cerca d e seii inilloiies d e iiectAreas, por ejc.inplo, se pie5~>11!ni.oi-i
conflictos d e intereses dentro deliiiisn:~Estado coloiiibiai~o.l,o q u e lio,;'--s
1Zesguardo estaba titu!ndo a favor dr. iin barico estatal (ia (3aj,i d e CrPdilc
Agrario, Ind~istiia1)rMinero), que Iiahía adquirido stis dereclioc por ccriipr?
e n los afioxciiarenka a los lieredrros d e l ~coinpaiiía i caiichcsa per.l:aila Casa
Arana, de ingrata recordación eii el período del auge ca~ic!iero.Ese t,anro
jra había iniciado iin a:-ribicioso "plaii de desarrollo" para (rsta área selvg-
tica, el cual se vio frustrado coi1 la titulación a fiivor d.. s u s niás u n t i g ~ i o s
pc-iseedores-1~)sindígerias sobsevivieilkes de las masacics ~1 trabalos forzh-
dos bajo aquella i n i s ~ n áeriipresa ca~ic1iei.aa priiicipicls dcl siglo veiiiie.
El hecho del reconocimiento fue a!tamerite sigiiifií.ati:ro y pr.c>;.eyí; a
estas poblacioiies nativas LII-I leiig~iajcpolítico para artic~ilarel i e n i i d o d-
esas organizaciones indígenas que surgieron eii la década d e los oshentki
): se \~inieroi-icoi-isoliclai~do eii In dií-cada sigi1iei:te. El téril-iino "territorio"
ha sido Lino d e los téi-~~?iiios cLi\.es <lees? iiiievo lciis~iajeétiiico-político. Sin
de' jclrología i:lar.xistn rtii'olucio~inria.E5tot; úItii;ios ei~arbol:.b;~!-i la cunsig-
i:;i t i t i "1~1 Iiiclid j?i. 10 f/'ci'l'ii"; eiitc.ii~lici,i''la tic.i.ya" conlo cl nii.ciio
l~:-o~l:icrióii fiiiidnineiit~lclel cni~ipeiiiiac!~, ciij.ocoiitro1 había eltic rc.;i:i,Lx.
Eii ia ideol<i$l,ide i ~ i i ~ i i e i dlosa , puebl<i.. iiidigt.iias craii nsiii~i!ztlo.;ii?n
el c,i:?ipc.:iriado y c111icl pioletai-iado er, gencral. fil desac~iescioq ~ i niai-có e
iiiia :.ii;?tiii.a eiitrc las rei~;iiidic;icioiicsiiidígenas y las reiviiidicnciuiic~dc
ci,::-l, 5~ di(\ ~ireci.~amci~tc alrci!edor cie subra?-nrla diferencia eiit;c la l~iiihn
"por la tierra" tlcl caiiircsi~iaclojr las rei~-i!i~iicacioie h~~.itn?.in/,.sjiidígc-
ii.ii;. Es!ci co:~cepciJ:ipai-ticiilar dc terri:orio hizo cal-sera cii cl inoviiiiiciito
i:idrsiiiz, ::sriciial 1; I i i i adquirido ima coniplcjidaci ~1 siitileza iiniia c',e>pri:--
ciablc:; q:ic lo kis!.:ncian taiito del sciitido nieramente pn!íti:o-ii:ric~Iiccio-
ii:11 (con 1.1 ciia!, equi\~oc.adaiiieiite, tici-ide a \.eces a eq\iiparnrse,, ~roii-ioc<el
ieiikid(i dcr territorialidad aniniri! y del scr~iidoreir.-iiiiiicn!orio cle !,i tic>r?!i.
ckjrnr-i i??ec!io d e pri>diicciÓi-i.
L,os tci-ritoiius asídefinidos, auriqueal-iarcaii áreas de \íi;'j~7iiC;;,;>r~d~ic--
La seni6ntica de "territorio"
tivas y d e eutracclcíi-id c recii!sns, piied;n iiic1Gr otrai drc;.s nr:-i-,i.ces;!ria-
E:? ez;.<!:?~j,1; c:, S " . l ~ ~el? . ~]as Iciisi;as i n d o ~ i , i r o p ~ a??~, d ~ : l i urecoiiocci-
- r:ieiiici li>:nd,is a Id r ~ p r o ~ l ~ l c c ic~coiiómica.
ííii Aui-ique cstri i-iocidii icrritoiial
.;e ,irroxiiiin a la <!e territorio iiacional el; !a i;iedid,? qiic. rq?r~,sri-,,:;i
ník-i>ciui;i.5 ;~;t~;-lc.i;,lc:; 12 iigci<jiicie Lcrritorii~.í'or iinn pcirie,"tci.i.it~.~-
p ~ ~ t r i i i i o i ~coiecril:o
io y defiiiidor d e la ideltidad (iiacionnl o t'tilica;, c;t.
iiii

, .1 , ,,~, e:: ,.lii 5c.:itido ~ ~ ~ i ~ í t i c ~ i - j ~ ~ r i ~-c.d ienkit'iiclc


... ~ c i o i ~ ~cci!no
i ! , e! cqpacio
mci,:7r'íiicL,q;!? Llciinr !. dc,liriiii;i 1~ sot~ci.niiiade L ~ I I pod,,r pcilit!io. 1.2 difereiicia eíi uii ksllecto crucial: un territorio Fol;iico-j~~risciiccioi~al cm?
il
jLlri~;;l~cc;,.~T1 t c ~ l - r ~ l cl.iltíz
> r ~yr(>t(~t<!,ica
,~,~ d t ~10:; tii?i>ii3osI ; ~ O L ~ C I ' < 'e5
~ > e!
~ k~'!'r¡-
rieiine priinordialinerik por ui-i lírr.ite cerrado y preciio, eii taiiio ;:?!e ! I I I
. 3
i i J c i c l ~ , L ~ j ,L ~ c i ~ ~ : ~ ~ >, iO~U ~ pcil~);~~;io
1111 c ~ L j o ccri-a~.i~> .c ,i rroi~,:t~u,l.;.
~ E3 ií!:iit? territorio iiiciíjiena, i:i:nqiic. puede ilrgar a deinarcarse v limitarse, se cii.iine
i?ifkdnto llOr Sil:; f r . 0 1 i t ~ i!-!iii?ites
2~ conlo por marcas geográfica!; t;iie s&a-
rrcciicl \-coillr.jctnc.: p] c!i.inp;iiodeci:;i\ 0 d e ci:ta 1 1 ~ i ~ i ~ i 1 ~ 7 i > i í i i ! ~ i , ) - t ~ ' 1 ~ 1 ~ i t t 1 i . j ~ i ! :
inii la li~az61-i d e Lin griipo I?uinaiio a iin paisaje y uiia Iiistori,?.
e+i-qjc ic?. e.;:aLios n;-:ci$~iialcs qiic Ljc~nl,irc-~il:;ti;ii-c!;iil Si.!!. j~~!l:?l.?!; CGxI --tstr! noción Jt. "territcirio" qiic ya iiribía~liechocarrera d c s j e lo? anos
t-,,iri-c,;i. f;iicclc -,. c j ~ r ~ i ; c! ljn~s,t ~]J.; e::critura- predi,!l¿s q ~ : ?i ~ i d i ? d ~ ~ : -
Setciiin e n 13 z ~ i i anciiiia ~i col«i~il?ianase incoi-poru al léxico político cle
i;,piiic iit>fiin~,ij !os ii~idpros.C ~ C ?i i i . ~ ¿ pi-e)pi~:ci~~:i.
i
pslli.pc 5 ~ i n ; j ~ de ~ \ 1;)
j ; iioiiiíii
~ ;t. icrritorio sc cleriis di?:;ts cieii;iji;
1 , s ii,-iij(!i~ic.sorga~:izcicioiics i~id:gen;is nrnazóiiicas en ios oc!;c<iitn !;
iiatili,ll~\~: )- ~ 1 pCjyticii!;:~
1 ii~ !a etoiogii? (i.1 c,stilr[io c i ~ 1c~iiipc~I-iainieiitc: iiovcri ta.
nrli;iinl),~ , ; ~ l tcrr;to:.io í, se ciitieritie c,>i?loIri dcfciisa d e uii eq.,icic, d~iicii.
Este p~.oc*:iocoiiicidiií con la p - o i n u l g a c i ~ nde iina nucva Coiistitii-
9Li:? i i l c ~ i ; ~ i d l i ~ c$pc.iie se ri.prociiice y obticiic siis reccrios. !~:'!'¡til-
o~iiiia cicíii i'oliiirn t.ii !491 ql.ic deciara a Colonibi:~corno :n i país "piiii.iStiiici;
,-jnii!jiiLj se dc.fii-,c.piy sc-finles:marc'is clc. ciciipnci6ii, i~.iccir>~icis freiila n l ( i ~ y m~1ltici.i1~:iiinl",rectpnoce las Ieiigiias indii;enas como !t:iiguas oficiales
iilt!.ii 3 5 , co,1?!'. rpnlL-so ritii,lizndos. 1-05 "tcrrit!,rios" aií ciciiiiidil.; "en siis terri:«ri~.s" eleva a raiigo constitiicioiial :os Rcssiiai-dos iiid(::c-
FiicLj<.ii e.;:~?~ i ~ ) ~ l l l pero i ~ ~1;1-,,3c ~i rni i~d s, cspilr-¡es par'deil d~lil-ti;dilci-~'ri- :ias -~~cla:Siiciolos"iiic.iiihargablei,, iii~xequiblcse ii~iprcscriplih!es". Pei.\,
!p., tciiitoi-inliLja~lei. r;olire ii:~:. iiii'.iu,! 5rc.n Kcncr-ailiiobic!l :;?a C ~ i i i i ~ C ~ C n ~ i ~ adernds dc esto, !a iiueva Coi~stiiuciónpuso en priiiit'r plano el ;i5iiiit0 ric,l
por los i-,lii;;ilj.; rpci;].:;,:).;, cocsi.;tcijíiri c i ~ n ; i d ocii;3;i ~i i i iiic!;ilc dit'vi-ciitt;.; 0
"~eor~lciiaiuiciito te~.ritoi-in!"del país, que $igiiiticati,~!a redcfinicióii de
i.e!;iciori,;cdp c a n l ~ ~ c i : ~ c ~ l - ,Los i ; i ;tcri-ito:-iii.;
~i~. así ~lctinidci.;ní, Liciiri~ Inz- Eiitidarics Territoriales esisteiites (Dc:piirtaniriitos j. kliii~icipio::)y la
fr-i,Litc;as;!~:.;,~;ic:llecic.iiiarcad,is y piieciei? concebirse coi110 rcdcs d e i i i - rreaci6ii d e ni:evas Entidades (Pro\-iiicias, Rcgioi-ies y En ticlades Terriio-
rialcs Intlígei~~is). Esto ;ihr!;i la posibilidad d e pron1ovi.r !c.s Iic~;giiartlotc,
cl:oi, ,quLs ~ ~ ~ t ! . : y y ~ ~ ? i '\:. ! coiii\>it,?ii
i con otr¿?sredec..
i'ji bii211cyt:..; dos nci!:cio;it:.; coil;!,artcii elc.i~icri!ssCoii cil sei!tid» iibilj- c-specia1i;:cntc los r.i.icro-.l<cs;iiardos ainazói:icos (cli.ic Iiastii cntoi;ctissó-
zaiio c i ii.1 \cilsilaje d e la(; rc.i.,~il~dii;icii>:les iii$ígi~:as,iiinguii.1 di' 1'15 cI(:> 10 coiistitiiía:i iina forii-icide la prupicdad del suelo), hacia estas Ei~tidnc?(>-
sc cc:r:.c:i~iliirle esacfainenic.U1 ii:;o del t6i-i:iiilo teirito:io p0i. ('1 iliO\'i- Teri-iko:jnlec Indígeiia:; que tciiíaii i i i i estaiiito d e autoiiomía política )I 1
adniiiiistrati~.a.Hnskñ la fcclin (2CG3), In Ley Org51,ica d e Orclciiaii:ii.iit~~
iiiieIlLo iiidí;;tna pr-cscnln iiiia lii.;tori,: poictica pauticular, ;ii ineno.; cii
Co!iilii!,i;i. 51.1s ai~[t~rc~,j;l;lLc~ II-,~'; n,itniilc:. ticiieii oriscii cii 1,is -.diii.i-ci;~ia'
l'erritorial, qiie cielicrín li,;bei-se ayI-ohneji, psoiito despiii's cic !n (:riiistitii-
cipl l ~ l c ~ \ ~ i ~l ~l ~~ $~ í <li:! ~~ L~>,~Il C licfe!
~~ a~\ l ~c ~C,.)II
i ~lcis i ~ i ~ \ ~ i i i ~ ~i i~i ~~. ZiL l! Ll ! t~ C~ I '~~ ! < ' ción, i?i; I:a 1ic)diiio biii-tir i i i i tr5n:i te exitoso cii t.1 Coiigrc>se~, a 1.1csai-iic. un I.2.'
ilúmero de propuestas de Ley avanzadas -alciiiias d e ellas con activa Estos p1ai;es de ordenamieiito territorial van iisualincnte acompañados
participación del nioviniienio indígena-. d e mapas coi1 alguiias dcliniitaciones indicadas en ellos. Estos niapas
Sinembr\rgo, lo que aquínos interesa no son talito los avatarespolíticos sirveii para sefinlar sitios histiíricos o initoiógicos o eii tcs teri-itoritiles le<al-
\ jurídicos d e los asi:iitos territoriales eii Coloinbia. sino los efectos de todo
niei-itedefinidos (Departamentos, h,lunicipios, r\c.sgi.iardos, Parq~ies).Cuaii-
ésto en !a semántica, nutrida de estos factores, del coricepto de territorio en do s e inteiitan "zonificaciones" nuevas (deslindamiento d e irea5 d e g r u p o s
10s piieblos ailiazónicos. específicos, O d e áreas "sagradas" o reservadas), &as tieiiei~un carrícter
La Constitución, primero que todo, inhodiijo elconcepto de orde!lnlliietito tentativo o acccsorio y no responden al ímpetu ccntr;il del plai:, qi:c es el
territorial. Esta expresión t e n í ~poco sentido en el leiigiiaje político colorn- ordenamiento d e relaciones, más que la zoiiificación d e óreas geográficas.
biano antes de 1591; el ordenamiento territorial se confundía coti la "zorii- Estas maneras d e hacer "ordeiianiieiito territorial" Fiarte11 de una nociór!
ficaiiLínambiental", una tarea tkcnica basada Fn la discrimin~ciónd e áreas d@rcr~fi.dc"territorio". Siibrayola paiabra "diferente" para liaceri~otarqiie
a partir de conjunto de atributos físico-bióticos-c! más recienteincinte a no se trata nieranientede una diferencia "cu!tural". N:>r s tanto cl~ieésfii.;ea
tina concepción peculiarmeiitr "indígetia" dcl ordeiinniieiito Ic~rritorial,
partir de los datos d e rensores reaiotos-. 4 partir d e la Constitucióii d e
1991,e] 0rdeiian;iento territorial comcnzh a ser conccl,ido, en canibio, conio si110i ~ i á sbien qtie los indígenas lian articulado d e eska inancir.,i esa rioció!~
un asLll;to político q ~ i poníac en juego el re»rde:ian:iento de las circui~scrip- de ~erritorio;pero d e n i i i g u ~ amantizi es "peciiliar" o c~~!ti~raliiieii:e espe-
cjoncs ?lectorale, la distíibuci6ii de rccursos, conipetencins y jiirisdiccio- cífica: es diferente porqiie es otra niaiiera -710-nr~,olnr- d c coiicebii el t6,ri.i-
]les y repreeiltaba niievas posibi1id.idt.i: d e a~:tonoinía\r aci-eso a recursos torio. La.; tareas de zonificación 11ordenaniento ~ c ; l i t i c o - a d n ~ ~ i i t ~ n t i , - ~ ~
p i ~ r a~ g i o n e y
s zrctilres iiiarginales -i:iciii;~eiido, obviamente, los pueblos requieren una iioción areolar d e territorio: "tt.rrihorio" es {iná-eagt'ogi-$fica
indigenas. a la ciial se le asignan sigi~ificadoso a trihiitos (car,icterístjcas Íísicas, jii:-is-
Es!oc: dos -té.cliico y político- de! oidenarniento territorial han dicción políticn, forinas d e propicdnd, estatuto legal, eir.). Ei; can:i>io ia
\,eiiid,, confundit;ndose y [raslapándose eii los diierentes disciirsos 'rdeci- noción no-areola1 ("incitgeiia") d e territorio se c.onrihc e11 1111 inodtilo i.(zic,-
sienes, ppro domi~iaiidopreferenteiiicnte la icier: d e que e1 orde:iaii!iciitc~ cioirnl: conio tejido, iio cunlo Areas. Si la iiociói>ai.eofai.'?ei e i ti;,-i;i:
~ sc LIS!;,
tcrritnrin}es (unJairient;tlmelite ui; :;siint« d e aoii?íicacióii dc: áreas. bien a la representación in.lp;is hidii;ivnsií~ii~lés, la ncjci&i i . , ~ - n , . , : n l ~ ~
Las jcje,s clnd a q ~ lpre'entamos
í surgieron de Liiin participíició~~ como ajiista mejor a iinn represei-Ltacióiimc~tli~lada coinii ~ i i c:!i.r;,o
i vivie:i:-c qi;?
consultor antl.oy610go eri la iiiiplcmentoci61i de un C>ii\-eniode co-gest ióii sea!icicnta, se reprod~icey tcje re:zcioi-,cs coi-ic>troscutirpos. Lli aqiiírc~:!]ta
para n;mcjo ('.e Lln irea sup,:rp~:esinentre el Resg~ihrcioPredio Piitu- . coherente que el "[erritorio" sea frcc~ie~:ten~ente ri!.ires:;ci:tado, en la': \:crsio-
Iliayo, qiie arriba mericioiiainos, y e! F'nrcpe Nacionii1 Natural Cal-iuiiiarí. nes "indíptii~as",por ejei:ipl», como iiiia i:iatoc;i (rue:.pi>d e iii,.ijc~jo qiie los
La >ificuitad de 1i;lc~rencontrar dos conccpcioiies d e maiiejo territorial riiiiales y cereinonias (intrrcamhji~seiitre grlipo" rci~íaciijn)sean ci1tc:iiii-
coil:o 12 qlie se hace evidente eii los planes de :r,aiicjo d c los Parques dos coiiio manpjo (ordenamiento) tcrriic~i-ia:.
(basadc;s en las metodoiogías d e zoiiificnción ainbiental) ).las coiicepiiones En L I I ~nrtíciilo que escribí cor. Iiodiigo Uotero (aot:,l.a y I<cl-ic\.cri-i20~121
iild{gel\as de l>ii;nejoter:iforial nos llevó n plaiiteiir:ios "e! territorio" desde sobre la l>oliticaterritorial en la UAESPNN del hliiiisteric-j dpi h:li.dio /X1n-
Lin plinto dc cista distiiito, que iiñniarnas territorio no-íireolar. biente, propoiieni»s aplicar esta noción territorial no-arcolar a i,is pcilíticas
territoriales d e la UAESFh'N eii relacióii ccn e1:;ianejo de áre.:sproiegitiits
siipcrpuestas coi1 Resguardos indíg~nzis.La nocidii inst:.umi>ntal de tcrri-
Terrilorio no-areolar torio que proponenios parle de uiia !«:-iiii~iaciónbácicn: "territorio" es eii-
telidido, primero que todo, coino apetito, puisión vital, drsco. Para c.nteridc~r
si revisalnos los "plznes de ordenamieiito territorial" que I~ianelaborado cómo, de esta iiocióii fundainet-italnidcrio-areolar, se piiede llegar a "te-
rritorios" espresadus como cspaciosgeogrificos,ecl-iamos mano dci il-iodc-
a1g~:i~miganizacioiies dc grupos iiidígeiias zinazónicos (ver, por ejemplo,
]os coiiteliidos en Vieco et al. 20001,notamos que el ejzrcicio de zonificacibii lo de creciiniei-i:~d e LIII ser vi\,iente. Afirii-iamos entonces qlie el pri~rier
está ipjos cie sersu preocupación central. El a s ~ n t oiciitial de estos ploiies, Irrritorio d e toda criati~raS el vieniré r:iaLerno: iin mar s<iliiii;de cio-ide !a
el1 contraste, es la 1egiti:nación étnica del g r ~ i p oO grLrpos, la reprodi.icciói? criatura obticiic su aliinenko y satisface sus dcscos. Coi: la rupt~i:n del
1 tielcolectivo (ed~icación,sal~id,economía) y la relación con otros grupos 11 iiac~niieiiio,el territorio del bebé devierieel cuerpo de sli iiindre, y sobretocio
1 coi, el resto d e 13 sociedad. Los lianiadqc "plaiies cie \.ida", exprcsióii cpe su seiio dclnctar. Dcsciealli ese terrlturio queliasido iíi-iicoy aiitocontei~ido

1
2 s j
l a Organización Nacional liidigena rie Colombia (ONlC) a finaiei d e
los ;;lic,s no\reiita, son exactaiiieiite lo mismo.
tiene qiie establcccr rcl~cioiicsy to!n.:r s~ist;liiciascic oti-os-"teriitorios." El
ser l~iiiiianoe11 sil ci.eciiiiieiito deber6 tuii;;ir siistaricias d e los espacios 1
i-i'
iiatiIra]c.; (t?ld~itas ). aiiiiiiales) qii? so11cl tei.ritorio cle c-ilrdcc5;lc;i!!i, !;ii155 E~tci:i<)~iclo tieiie coiic~~ciiencirisiiictodulógicas iiitercsiii~tes.Niiestra 1-cdctii~i-
nde]arite en su desarrollo, y,ileiitrare;i la etapa reprodiicti\-a, ~.iel?cr.ít O i i i c i i ci6ii d e territorio y 1.isit5ii territoriiil 110.; Iiace taiiiL3i?:: rcl7;antear el !,s!,i-
iiiin parcia de otro grupo huinaiio. Esta i~ccesiciadcstriictiirnl dc: \.a!ci-se d e ficri~lod e osdcii;iiiiieiiií, !crritorial. El iiiodelo ertriictural i p c asiiiiila 1cii.i-
los icrriiol-ios iie ()tic,'; (es decir, dcl cL:eiq>o ~ l otros)
c pnr.1 poder c;.i\ccr tnrio a 1:s' i.cyi.eseiitiicioiies cartográfcas dc 6rc.i~geogr6ficas caiiiliice ;i
rcp:.od~:cii.sc.,es lo q:;~hace que el tei-1-itoriose iiatiiraliic !rara iiic!iiir ia Lina ii~ctidoIogíade c-irJe:ian?ieiitiique consiste cn coloc:ar la "iiifori:-incióil"
ci-,agl.a, cs~,,cioscie c;:ccría, etc.) 1. se socialice al oL>lipr n esiablrce;. rc!;i- cii c a p s (seología, sucios, \.ei;etación, a:;ciitaiiiientos l~i:inanos,scr\.lcll ,-
cioiics, biiiii se;]d e conflicto o aciieriiv, con otros <!~:c~ites ii?.t?iralesciiiii~i?- - , y 1 ~ e s occ~ilibiii~iricio
~ ~ d b i i c oclc.) , y selcccioiiando es td.; c,ipzs d c iiiio:iii,i-
nos. ci6~-I, deliiiiita ireas que desagrega11 el coi-ijrinto dc ii~forinaciórieíi FLIE-
1-2 espacia!izacidi; del territorio geiic.:.a uil tcjiclo relncic~ii'l! ciiii 109
coiijuntos !ii;ís o meiios liomogéiieos. La ;lrsicíi-i 1112s scrfiskicaS,a cii. ES!.('
territorios de otros sercs. Eiia caractcrí\tica fiiiidaiiii.iiti1 de e.íh iioci5ii iii6:odo e s la ecología dcl~?ais;ijec?ue parte d e irn5);i:iies cie -eii5o!-cs re:i;o-
te:-riloria! ioi-nia tic rcii !;sil . ,tr~ictiiraciói~ n partir de !ii (4:~'dciioiiii- tos, identifica Arcas 1ioi::ogént.a~ (de acuci.~ioa siis co!oces, textriras, cien-
i:;iii;os "cai:,ilt;". C:il:.:l cs defiiiiciii c»mo apropiacióri de enci.:;í:: O ~ ~ i s t ~ i i i - sidades) y luego es:il~c'i estas Arc'is conio la conlbin':ciOr jcrnrqiiiaacia :?e
tia vitai de (;tro tci-i-itcrio, que cie\rieiic o bici1 en la tioininaci6i1, o pn el diferentes factores fi!riiiati\.os, ii:iridc piiiiiaii l<,slactoi-es; gcc~iGgicos,d e
conflicto y co!npi>tci-i-ia.o en el e:~inbleciiriieiil«cie rei;iciones o;dei?ndasl. clima, d e vegetacióii y de s~ieloi.
La siiitc-cis y a~ropi:,:iij:; d12 iilgiiiiíis nocioiies toninri'?!; del ?.':i:;.i:nii.::lo N~iestr~ \~isión
i territcirial, eii coiilr,iste, apunta a iiiiz inc:~il~>l~);í,: 'ir-
ii;i!ígcr,a, lios!3crr:iiie fo:-;n~ii;ii.iii-Lrnodelo d e ccpacinlizaci6n itc !<> jlii;icí:i oi-denamicnto que Iiace Gnfosis eii e! fui;cionar?-iiei~tt~ <-! ia ;-:.' L?ri.iior.iaI n
\ri:nl en 1~1i-iciitretejic!~ rei;icioi-:es, qiic d~~!;:)iiii!iariiostc1.1i!niio, \lc!efi~iii- pai-:ir d e ]iodos específicos csp:,cializados, 1. ;:oeri la ~4.t:fi:iicicin de 5ri.a.; yiic
el oyclcii;i;:ii-:;te teri-itprial coino c.1 orl.:c.iirirnic!iitodclo5 fliijc:: cic ~ i i ~ i a : ? i i , i ~ siiitctizan ~ i i ?eleiiit'iitos iorniaciorc:~a ;),>rrir tic 1ii;a c;l¿ci:'ia ~'xplicati\~ii
\li:,iiei; qut. rc3corr-12 c.05 i;inales y que ~c;i;l!f:\~?Ji frcciic~i-itcii.ieiiirJ lil COlll- jcrarq~iiznda.No qiicreinos plmtear 11i1iIi'i?orcioo coi-npeteiicia el-itre cctac:
petencia o d i s ~ u t : c:itre diit.rziikcs apchtos. ioi-mas alt~i-iia;i~:a~ d? coricebir ti! ter;.itori(>y ?u Lirci,i,i;nniie:.i;r~.Par ei co~iti.i,-
rio, istamíis propoiiiciido iin instr~iil;c!~icj (pie iius ;iiii:,i !a ri.i-;>luci!iiir::.ra
cntender el ierritcrrioconio iejidode r~l'icio:i~,s,~iiip,~::.cici- iieí ist;: í:j unter:ac:
\iisiÓn territorial d e ctroi instruixentns que ~ y u d a i ai o!itc.iif7r i!r;i~ visliiii e;~;:ci,il global.

. ,
E i t < 7ideas ~ i o cpc,:inite:: r,:ilefiiiir !.i c s t r ~ i c t ~ i rcspazi;:~
a de! ltri'itiirio y
reui.ic.ir la posiciííii dei ob<crvadnr o agc:-ite qlic "\-e" esc tci rikoriij desde Inierculiuralidad y manejo territorial e n áreas superpuestas
ui-121<-;cita"virióii territoriiii."
Nuesii.os Iiibitos cartc>grificosnos haii acosiiiiiiLiracio a h~iscarclterri- La nosi611 d e territci~iocomo tejiclc dc rc!aciones ~ L I P ser ~ C :!!i t>iifo(ji:!' a
torio en ioj: iiiapris hidirnensii>iia!i.s a escala. La \lisi¿.ii del ol?s;lr\!ador es adecuado para invnliicrar 1;i iiocicín de iiiiei-ciiItor.il~d;ide n la defiriicióii,
ci~scjea ~ r i b a). - i 1 1 r 1 i ! ! i i ! ! ~ ' i 7 snhrc todos los p~in!~.>s
c!cl m a p , puc::o cli!e la por r ~ ~ m p l cie o . 1111 sisieinn dí: Areas p:-o:c>,idas y proveer uii priiici13io
rcprcsi:ntación a csciila rtí; tiene ninguna distorsi6n depcripecti\:z. El decir, i~ietodoicígicoen la coiistrucción d e los p!aiies de 1-nanej:~ d e estas $reas.
el ol~icr\iadorestá nccesnr.iaincntt~fuera del mapa.
Encontrasir, la visión t~rritciri~il que planei?inos no parte dci !nodelo del
El aliocndo coloinlliaiio Roque Roliiríri I1a sci?aI'iiS~q::e cii las dreas
iicii~dcse rupei-poiieiiter;ilo~iosind;gc~?asyñrcas naiuralez l?roti.gitias "ilu •
iiiapa bidimeii:;io;~al a escala, sino del inodelo d e 1117 aicrpo h~i1.iiaiio p u e d e 'darse una coesiste!icici d e dos fi!::iiras d e adiiiii~ist-rncióii:;iinuitá-
crccc, ccxis~imc'alirnc:itos, tiei:c scxij; estaSIcce rti.lacioiie!s, i e rcllrodiiie !- ie neas", y tei:ie:ido e11 ci,enta la ii7,riyui-ji.rr,rqliía j~!riclicad e la figlirn del
eiiir;.tcje cori vtrr!: ki-rit<.ti-iosque iariibiGn crccei:, Cuiiqiiiiieii v tieiicii >ex-o. 1iesgu;irdo y la priinacia dc los del-eclios iic lus piieblos iii<lígenas "ci ciara
EII esta iiucióii, i , ~reyrcsentacióii esl-acial del territorio adqliií2r.e Ir, fnriiia la deducción qiie seiiala la iiiaplic,ihilidnd de los ?uskiiIatios ñdniiiiistra-
tivos dc los Parqueseii csie tipo d e tcrri tvrios" (Rolrl61-i2001: 37). El sisteii-ia
dc una rrd (1 entretejido dt, relaciones que p ~ i e d c nscr p¿~rcia!iii(-~itc
grafi;ib!cs y doiidr 1;i escala no es un eicinei~tocriici2l. Lo cri;ci;!l so11 10s
crir!»-
color:?l?iano d e parqiics iiail!rai~?s cs!á coi7cebido L x j el~ siipiicsto de que la
1Jiiiclnd Adi:iiiii!trati\la Especial d e Parc;ucs Níicioi-,ales N;itiirales

i ~ l i c i / l 'que
~ coiiec;;,~~ los 1-iodosdi. ia ri!ci. por otra parte, ei obser\;acio;., r11

1i I~igarde estar por fuera y por cr.ciina del territorio, est6 ~il'iicaciocii iii-ici de (UAEC;PNN), la Unidad dei Miiiistc-.rio del hlc~lioAnibieiite a cargc cle las
s u s nodos, n partir del c~ialconstruve y n:antit?iie los s?ii;iles o conciuct:).; Breas iiatiirnlcs ~iole;;icias, tenga iin pode; oiiiiiíiiiorio y iin coiitrci total

?f!,
coii los i-iodos i ~ c i i n u yi participa <ico:iiriLiiiyc del ordei; o <licoriien del
sic;teni.i en sil conilirito.
sobre elloi. Este ccxitrol total está lcjos clc scr In i-ea!ici,?ri para la grnn
ii-i;i!.cii-ía d e las 6i-c,ii;, y c.1 licclio dc Iiabci-se toi-niiiladci recieiiicniciitc iiii'i
:
2:' e
e
"política de pnrticipaci~írisocial en la concervacióii" (UAESPNN 2001) tivas O colonas q u e las ocupan y derival? d e allí s u susteiito, otras institu-
revela la ilecesidad de dialogar e iii:ei.actuar con otros actores territoriales ciones que tienensus jurisdicc~ones,etc.; el nodo-actor tieiie cjtic identificar
para alcanzar los objetivos del si5tei~iade 21-easyi-otegidas. Las áreas su- esos otros nodos territoriales y establecer y oriiz~iar.cai-iaiescon ellos. De nlií
perpues:as cc:iiResgiiardos indígcnns son Lin caso extreiiio, d o n d e el poder siirgen dos reglas inetodológicas: (,lj I,os crinales se ideiitifican, se estable-
d e decisión de la UAESPNN se ve limitado al ináxinio por 10s derechos d e cen y se ordenan 11770 por iriio, no todos a la vez; (b) los caiiales so11
dominio y fueros especia!es nacioni..les e interiiacionales d e 10s pueblos formales sino vitales; el n~anteniir-iientodel canal, además, cs ljrin aclix.iJc7d
iridígenasz . día a día y cara a cara. Esta forma ordei~ddad e proceder es efecti\rari-,ente
La "intercuih]ralidadn -)- otros ktrriiinos relacionados: participaci<ín, ordenamiento del tejido territorial.
diálogo, coiiceriaci6n, etc.- son coRceptos centrales en la p~aiiificaciói: d e Esto es el niicleo funciadcir d~ Lin "sistema" de áreas pi.o!ri;<ids, o iiiejnr,
los parques y arpas piotegicias. No obstante, bajo este rótulo pueden fAcil- d e un sistema territorial sobre Areas protegidas.
mente fabricarse apariencias d e iiite;-c!ilh~ralidad.A q ~~í ! a r , t e a m o scoino
. Uno i& los puntos m i s iiÍíciles d e esta nieio(iologír c i saber r 6 ~ r >
alternativa, el ensiientro de \-i-igncs teriitoriales (110 d e visini-ies ai::bientil- establecer, niñiiiener y cu!tivar esos rc!nales coi: los actores. Los prii:c-ipios
les) ciiferentes,coi::o iierramierit'~coiiceptu;il par'i abordar 12 coristr-ucción que pueden ayudar a guiar este tinhajo constituyen la basi. de ui-ia gtica d e
irlierclil/l,l.~I de planes maiic!o. Nurs!ra 1-~riil;i:estaes zdoptar 1ñ visión nuevos modos de relacióii, es decir, iiiia ped;-;o-íri 7o:ítica.
b o t
teriitnrial no-arcolar, en lugar d e t:,mn: fragmentos d e la "cosniovisióii"
llakiva y agregariu,s con10 pies cir !iCita a i:n plan coiztruido í~iii~laniei-itai-
iileille en una \.isii;i !erritcrj<iIarcolar \. zonific~ciora.Ce L1-i:tñ ¿e abordar La etnia niiroña, los mapas y el Convenio
la intt~rcu]i-Iirali~a?i cn:rio ciinibiiir<cióii! 1 creación, no COI??^ artificio; esto i
I
iIlll~licano ~ 6 1 el 0 gesto de "rcr:oiioci.i." y ".:alorar" el pensamiento iiidige- 1 Los Miraña est5n aselitados hoy eil e! ~ n r d i o.-bajo río Caqiicti cc:lon,.?iiaIio
(conocido en Brasil coini>Jayiirá) irs:i11;2:i iiiias ?(]O percoiia:;. -
. .
13a, sino tambiÉn adoptar!^ cnnio I x ~ I ? i ce, x p ~ ~ i m e n i a r l o12-crearlo. si> f ~-t,í~1 rfi:pc?-
trrita d e ilna suerte dc ic\.ei>i6nd e 1;:s ~.e!acioiiesh,ibitualcs d e he,,urmonía
iiiscursi\;a: en l~!gardc. pleczr !a "cosmovisión" iiidígeria a Lin paradigma i r13itacicis lingiiíc!ic;ii~~entf(011 10. Bor,i y [os h,Íl.iI~i;ii;r.Loc hfir;ifi<?dc]
hledio y Rnjo Caqwtii con los rest:,s di. iin;i ic>!~lnciói;o!roi-a nii:iierosa q ~ ! c
ambient.ilista, se ir;t,i de curnbii:ar la UAESPNN,por ejeinplo, e n el trrri- \.i\.ia en las ciieiicas dcl río C;iji~:ii-,zr< 1. del río F : I ~ ~ A
33L!e11[e
, dl:l ~ i ~ ; : ; . ; b r ~ ,
fo,;o indígena o socia! dciii!~actiín. Para iitilizar una feliz expresiói: de lo:; Fue c11 e! tien-ipí; tlel caiicho (19l!O-1930) qu. los blirañn. jiii:to con los iikrcs
riiiraiia en la p:-iii1t.i.a ?c~:nic.íi;del 0rgano Dircc:ivu para la ixiplc- gr~iposciclinterfliivio C d q i i e i i - P u t u r r ~ ~<iuec!arc~;i
~~o, diezirindo:: a C ~ I L ~ SíCl t ,
lllen~aciCl~ del Cnr,ve~iiriiic cii-gestiori pdra el inrinejn del Parque Caliaii-iarí, la? epideinias y las h-iitiiles exacciories d e la tristemente célebre P c . r ~ i ~ ~ ! ~ i ~
il-lterc::lturalidad .significa q u e "soriicis una sola inasa". Aniazon Conipany o Casa Arani:. Hoy eii día, pi-iícticnmc!ikciiirií;wio (!e los
Uno de ]os coni!;oiiei:ies centroles de los planils de rnanejo d e los Par- gr~ipocdel interfliivio Caqiietá-Pi;tui;iayo vive e n lc~sii.rriiorios q ~ i iiciipa- r
ql.:es es la zunificacií,n, segíii~Iii; esqi:eina rig~l.(jsoijLle iietcri:iii~an las ban a principicis del siglo XX (eii las cai.t,c;.i-as d e la:; quchincia5 tia.; tic
lejsrs, LA ap]icacih:i tic estas normas y de 10.. t9sc,ueniasd e elaboracióíi d e los ríos grandes), ;r se han reasentado en las inríi-gciies d e lo:; ríc:~!3ut~ilna\:o,
pl,~nesd e manejr, tiene qiie ser replanteada, inicialnlente en las áreas Sil- .. Caraparan& 1garaparaii;í y Cailuefi. Hacia los niíos c.~iarentay cinciieA(a
perpupstas, >, esto puede pros7orarcoiiiecuencias interesantes para !a meto- fxcron reasent5ildcise en la cLitinca del Cnquetá, <!oride vive11 a c t u a l i - i i i ~ n ~ ~ .
dología cic elaboración cielos p!iii~eseri todo el sistema d e árcas protegidas. Antiguameiite, los ~Miraiiaestaban organizados en clanes cxogAnijcor
En e! al :ícil]o citado arriba (Bolero y Eclieverri 2002) n~:ai~zan-ios e11 una pati.iliiieales qiie aparentemciite ociipabai-i territorios propios ): escl Li.qi\-os
~,rop:e",? rn"odo]ógica para el oidenainientc territorial d e i r e a s protegi- -por lo inenos así se sei-iala en uno de los "inap:, .: tradiciona!es" q:ie ~ 1 : ~ s
das, que constituye de iiec1:o una proyiicsta de c o i ~ s t f ~ r c iparticipativa
~ín mismos ha11elaborado-. Con la disn-iiiiución defii(igrijfica, los éxodos ios
d e p]arles de manejo. En la v.isiói-itcrritoriñ! no-a:-t.oiar que propo~iei~ius, el reasentamieiitos, niiichos clanes desaparecieron y los q u e sobre\.ivit?:on
observador actcr y agente porque está dentrodel territorio, no por fufi.d q.iedarnn debilitados si,cialinente y rediicidos i:~iniCricnínciite. En !os ac-
y por encii1;a de 61. tiiales arenbii~iei-itoseiico~tramosc«ii\~i\~i<ii~do d a n e s diversos, coi1 pres-
Los I i x o ~ l ~ e ~ t o d o l ó cdi ec eita
~ s forma dc ordenamiento territorial pro- tigio social y deniografía vnriables. Los Miraña tninbién han coi1t:aido
alianzas inatrimoniales con mujeres de otros gr:lpos, priiicipalmcnte J.:,-
\
'id
ccdi.ll as<:(i) i0eIitificar su "aPeiito", que e ~eli lenguaje ¡-istitucional puede
i denominarse IlliqiOilU 0bjetii.o d e conser\;ación; (ii) este ayetito iiistiiiicio- cuna, carijoi-ia y no-indígenas.
nal se eiicueiitra coi, otros acto1.c~q i i ~tlc11ci-iapetitos sobre ese inismc? Desdela crcaci6ndel Parque C a h ~ i i i ~ aen r í 1957 v del Iiesg~iardoI7rcdio
cspat-io, talilbiin resiioi>,dieiiiio a pi~lsioiiesrcproductii,as: piihlncioiies iia- Putiiiiiaj-o en 1YSS (superpiiesto a i i i i SS% cicl área del Parque), 1,~:; i.cla<iio-

~
0
l,ei: ei,kre los >,lii.a<,n ]a a~itoridadambieiital (LTAEsI'X'\:,
i-it,-iko ~ ~d e ~ ~ ~~r \ ~ ~ i i~ r s o s ~~ Rciio\-abiei; atur~ a l c yIT»ElllSNA\
~
ai~lcL:e; 1115-
~ li,ili ido!
Mncjer~sTropiiaies(í7JAfT), se rtitomó el asiinto d e jils
a 1ie:;n~ a ~ c i l e l ~ dpnrii o . ~ iina < t > a d í ~ i i r ! i ~ ! r , lde
~ i ~Par;l~lc,
-1-la., t.il
í ~ ~ se caili!,ió a
liasta algrinos aciicrd0~ ~iiiit:inlc? cn lo local. cjil[)clue iliiciai; ?e tintnha ri!iora de biisccir pillitol; de ellcul,ntro
desde lii opo';ici~i-,
,iill,io 20cjl se ,Llscribió111, "Coii':t.iiic> iiitern~~ii1iiiistra~i'~~c~ para ia c~!l~(-'i.cióll~l1~1niiiiica lo:; i:i!creses (ie la col\4,>r\,,i,,1,, L~~ liiq,~,s sc
trc la
o
co<,r~iIlaci<ili
~ ~ ~
de 12 f<liicióiipiibliea d e in coiiserl.acióny lilanejo dc'i cíi.c'l
>!atili.ni i ~~~ j ~~i i i n. e1iti.c
a r í~, el h,liilisti?rio
~ l cicl h.l-~iic~Ailihicll-
hier()li (~oi~lchtiiai~<lt?, por asi' dei:irit>, cii dos sclitiLjos, pul rill~a
ei!s;!J'arol-i nial.>,isi~idsccrci:nns n las \:ivici:das, a los usos actuales (ascntA-
SP.o
!c. \, i:, aiiiiirjc;nc: pGbiica ~l-iirafia",cliie ~epi-esc~ití) un graii avanc:C el1 d.?r 1~1iei~tc;r~ ciiz::r;l.s, sa~iiiiios,c-pdiios (le c;I(IC'I-;I,C,spdi?Osd r recLli.-
ti.;inino de <iicL',fios de tiisputas alredecior de la 1egiiiiiiid;id te!-i.i- i o ~ ~ i l ~ ' i . s t rEn e ~*1: ) .e i a b o r c i ~ i~i i esos
c las miijci-cs, los Iicscadort.s,
de elija iiila (le la- partes: 1~1s l~liraiia,qiie ;ifirmabni~cpie c.1 del cc~:~adOr?? te:iDn alsil ilirc decir, 110 ~ 6 1 0 ~ l por stra :Pi?i:E, ~ ~ ~
l:2ío,uc pcirtc. sil tc.i.r.i!ci.io tl.nciicionaI, y 1,i iiiitoridad ai-~ibilziital,q1.1e intei-di 'dí?~~-cl~;;l;~ll;iiaY i.1 mapa tra<jicioli31(,
l l c c e r i ~ a ci(2
~ IO
car21i5m j ~ t c r i 0 ~ScirCtO.5, st, intciitó trazar zoiins ele ni;i17eju,Lil a
;ileg,-15n cc;s;7clei,cic territoi.i;il d e protcccióii dc recT~irsos
atiior;d,;,l?,-i<! Eitacin ccrl tral.
cnlanac!a d c 13
2~' zo!?ifi~a~io>?.; anibii.i~.tn]es:zm;i d e \ ~ i ~y su!~si.;tcliciii, ~ i ~ ~ zniia
ll~i;lí,era
a~
~ ~ i ~
E[, 2s!sr di‘;j-,uta5,!(,S lli;i)~aslian jiigndo un papel el1 las rt'i\'illtiiía~i('-
'"n?
s % i ; i d ~ "ciiiiide ;lo ? l i d ? enkrar ii?ciie ni pucdr! hacerse j!i.,~pstigñcicjl.~, Q
iics conc,,--miI.i-~~i \- r c F ~ e ~ c ~ l : r ?territorini c i ~ í i ~ dc anibas partes. Nos prc-
- Siint,,mcs aq,L:;qLié!an efectivos s o n IQF mapas c0nlo al tefnctos [le rcpre-
!)~~i.:cCi<ili. ioiia de iiiancio c;pecial [je <icsoi.r~irOsdc la lol.iiia
-
cl:~ici;~a.. Quedni-on i;;ari,idas uiias s;etc í:,ji,as, d-liiiii!a:';as 1 ,or ,..., , .
O' Jz"3S
a
;,,,:;isci~.,l ,jci,,ierr2isricj"c!.l? culitribii:.e a iliistrar ni!c.skra nociói~de t e n - !h-lc,~l.;y i L ~ l j ~ ]Cllj-, ~ ! ~!z\>;[l,.;s,
~s
C.:< I . ~ ~ ~ I- ~- .--
i rL-:t;?!-,~jc: ; ~,c.~ . I . -3 las corii-encione.- ca-;osráficUr, hio.
'.~:.t,i-lles
:,,>:-ic. :~o-areii!nr.
:jc los i:o\-t.~?:nla e!aboracihn dc. m:;iar indf-cii?s co!:rA :í,ii;:s
-A)<!>

j xn:ljiica<iorni de "los b!ancosr', lo.; li',I;as iiIr:í~4t'llas fijeron pei.- a


ci2r:c, ,ii!.:2
l,;,r!,;- llal, el~~.OLaci.o
i;.,tl\ lil;;:d(~ 2 rei\~i17dlcaciune~ poiíticas. 10s Mir~ñ.1
\.2ii,~1. Ti, ~ j p ( ; .-11 i\iii;q, c.lahoraron iinrnaciiíiico msi'u
por e S: O : ;
E1 icrrit0ri.7 :!e cjve iir!l~s~~,os
i ! 1 ; .r!:ai;
~ ;3cr(, no el terr;tn:.io irjk31,
es ilitii] Y rE~aci~iIi,,:~ l,o c17rkogr6:ii0. :>oí,iIe
a
tl.n~ici,,,ia!, dc:.,aii aFarpc:;ii i-ioi~iiircs eii i~iirañadc toiias!aa q ~ i c h r n c i ~ í r!:ls F;"i":alr!!~?; cii<uriir;ii-a¡ ser i!i\,i(a&~~ ctj1l,~~ o i ; ~ i ~ ~llij ~ i ;I~r, r ,ta,!
,s 9
\- ,-ior,): .r-3,i!a:, s2icii;i>:;,los sitii3s initológicos \- 1 0 5 sitio.; cje oi.i~t.11
los C1,7iii5:, L;,' j!;l[;i de u n 11,npa de! "tei.riLoi-10 anct'itrai", <liic C ~ J ~ C J ri-.j!lr]~ i-l.ritorii) tic! c[~r~.vei~io":
"5; el espaí-io i-C;Liciu,i;il enCi.l(jil-
i3nrqilp C2hiijfiarí !. 1:i rebasa vaiiaiiVCLCS. E5tc 25 L l i i o ics apetilos i:ilii1.1~~,E:::<,tcIriiorio
,:.!t~?c.11~:::i.r1t1“?1i .@
c(>i:iplcta el lli, .-,ri;;l, i!n
ili;ili,-~ ][eiiu & r,ii5tl-rios,ciiiz re\lt.ln FarcinlinLbiitc iiiia ;.crciai! clilc 5 i ~ l l l ; ~ l . ~ @ L ! i . ? i ,i C I j l o s r;;ipis CinltiliCos J.
\:3
se iit.,s es,-;::,c; iL7r hi;ii?s';í,r-l hliellas d e Iiistorias n-iitQ!ó:=icas,;.?ro sil5 i c:iail:an(iS i'k3 a!i(i:?zr:tinii .I scilalar este tc;.ritr)rio. E~ ixiesos stls
iis,2i;icai;os i.pe:l;;a se jnsii;íla~,;ei.tá Ileiic~d e "secretos" cliie 1 2 0 ]?iic!!eii rei-
:~;i ;Ti;ipnils ili, iiiiiieii.;n y iictallado acto de posesiún sii;iiidica i
iilil:lic?- esc1i:iir~s(roiiiir~zri6n~x!inu;ii\r,~
ci{ic.'?rc!da-, ii~i!~:;rrccciC~ii
dc toiiU,qlos Si:i".; n,i!ol<jgicGs
ex!;,;i~qti\,;~J ? inlj;,,s las zollas fisioLráficas ,, , ! , a
re\,ei
y, r!i!,>~ic{nri.tc:5cii'; iletalies >7 sul6gica, ?;t.iiteiideinos iiiit! ':l.~l.t".it"!' \!cb-tacifi!i), !u qi:r estnkiaii sei-i,ilaiido crs3 e] déficit de 5ianifiracic!,. a
,li?n ;,<ji.:llaci:'in,-!c. legitiiniciad tei-rilcrial qiie ticiie fuerza )>o!íti-a pzra
disi'uiUr las ;?rc~\pri:,i~l:~r \c:rit\>rinles de las autoridades arnbi?i7tu1cs CO-
i ~ i c 5 ' 1 ~ i : ~ ~ th'ahli
t i . ~ . iiiapas pero n<lh,abíi c;~riiti:tru, iiil liabh jrieb,
J'knbínc-al-idl.F.;cic iiiapris -c!r. ios ~ i t . ~ k í f id~e~ios . - ,c~i;im;iiics- Seijalabán
,
a
iombi,ilias ';o!:;c rii Parqiic Cah!iinnrí.
Z .-
esie tcii.i!~i.io;,ei-ci -.o:. su a i i ~ c ~ ~ i ~ , 9
e
..
pjo si;rpw5n ei-,ierarse qlic poco? Mii:aii;i conocen eritienden 19- l.2 i.lim)iiti-ar ?:-!eIcr~itoi.ici, antes qiielos 1;ialjas drial]ados l-iecc.si-
kan pllilto:;
l,oniare5 y ii:F;irc5 e-kc 17:fi~a[raiiicional, a(;íc«mo tñnl-poco e:; sorprcs.i encLieil.tro. 1:; aren del Pnrqile Cnliilii~ai.í ,j que 1lelra
qiie .'blaricos" clltie;idai~10s mapas ciiie por su parte 1O.T cici.liiiic»- a l o s b l i ~ i : : :ir 3 1ñ LIAE!;I)NNn enco;,:i.;irsc. Micliir,is nis.;
sil:liicic~do e
-.$:c<ílogos, ccc;losi>:.;bot6iiicos- tai~iLiiériclabnran para j~istificarj. !iialic'iji.
sils srcn?p r i > t e g i ~ ~LOl:i~l~a~i6:i
t;: j ; ~ ~ l ó ~~cor~i~rfo1Ó~icr7,
i~a, ei!cfo!óhiea,
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iii~f~lS
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~ :!i(is i d (iibllje y l a cxplia?;e) másale/?
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tO,jO, charnClnesy cic;,tí:icos coli iy,a;?as iiidescifrabl~~ que no sc enciiciltran.
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CCSili; qUe ir;-i;;orlan.
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iiia~iii~critos
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pcir la Orgnriizaii6n li?!crilacioii.il
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.. f-lpl-ic;s diciio qu: este tcrritoriu es un rdnnl y lieinos tal, l~,ií.niiisiir~!acjo
qiic ull c ~ i i l p oclc jilego, i i i i e:q?acio rcg~iiadodonde se til,(rei,t;iii c!os
11'~"do:-cs.Ahora, ¿col1 qiici. ieglas sc j~iegnc..;tc ji!ego? 1--
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1 0
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El Convenio del Cahuinarí como diálogo intercultural ia conservación que deberá oriei~tarlos planes dc manejo del Parque. Para
los h,liraña, el manejo está fundamentado en dos principios que el!c,s deno-
De la pri:>iera reiinión en pleno dcl Órgaiio D;r@ctivopara la implemen- i~iinan"territorio" y "iey d e origen". En la reunibn del 6rgano Directi\;o,
iación dqr! C o i ~ \ ~ e nsobre io el I'arqiie Cal-iuinarí, qiiedó en claro q u e "el !os Miraña iio revelaron mucho del sentido d e estos coiiceptos, mrís allá d e
Coii\~<:iiior', más que un instruineiito legal qiic formaliza la coordiiiación dccir que son fundamentales y que para ellos tienen i:n sentido "nirís
entre la aiitor-idad ambieiital nacional y las ai:toridades indígenas miraíia, profiindo" y diferente de coma podrian entenderlo los idancas. Si11c:nbar-
es L:II p ~ o c e s opolítico y p~dagijgico.Se trata de uiia nueva forma d e hacer go, 1111 punto es c!aro: la noción de "territorio" qiie estd en la base dei riianejo
p o l í i i c ~en
~ el si?i;tido de compartir el ejercicio de la función pública d e la miraiia está centrada en el concepto de la vida l-iuntana y su reprodiiccióii.
consei.vc:cidii, que 110 coxisiste siniplen~enteen transferir a "las con-i:inida- Coino lo expresó el Cacique Boa, "E1 territorio niiestro t.s C,:ntro" y "Coii
jes;' e! cjeicici<, de unos c a r g o , siníi en coiiit!ii~nrdos riiodns d e coi~cebirel la naturaleza tenemos qiie consultzr". "Centro" qiiieic decir vida >,ii~;~a:ia
eje~ciiiode csa iiincicín pública: corLwrvar iui área protegida para UAESPILW (que se manifiesta social y espacialmente en faíriiiias, clnnes, cliagras, rzs-
y "cLiidar el teri-i:uri»" para las autoridades miraiia, Esta combinación trojos, iiiscripción del paisaje) y los seres naturales izrnbién tieficii sns
conaüce a iilievos modos de inanejo que 110 so:i estrictamente ni lo u110 ni "teri-i;«rios", por lo tanto, el mariejo tiene que ser "consultado", iicgociildo,
1s 3tr0, sino que nacen del diáiogo, la confianza y el miituo aprendiznjc y É! colocó los ejemplos d e la tl-iniba de tina cliagra (doncit. el hiii.icii.-io habla
ec~cefií~nza. f'or eso el Convei-iii~es u n ejercicio d e política a través d e ia a los ciiieiios explicái-idoles que \,a a tumbar u n peciazc' de monte, pero qiie
pciirigogía. lo va a reeiiipla~arcon árboles fruhles) y !a cacc.!.ís. (donde e1 !iiir;iaiic:, pide
Pero no se trata sri!lL~riicnte cie ~ 1 x 1niiitiic; aprctndizaje (el cual es esencial alguiiiis d e siis "frutas"). Ei territoiio es iin c-spacici \-ida
a! iliiciio ai-;iil-i'~l
yr.ra e! procc';~),sino que de aiiteinai:o c a j a unn d e las partes ha \-enido humana qiie se expande el: iwgociaci6n con oircs espncios (i~uturalesy
r:jerciondo si15iuiicioi-,cseii térii~iiiosde npr!~iidizajey ensefianza. Para !os socia!cs) ,i pxt-ir d e u11 Centro.
hicliraíia, cunio lo cxprcs6 ei Caciqiie Boa, iiesdt! loa primeros n-tapas q ~ ic;c t En co~i:r.aste,In noción territorial zic~dela ciencia d e In coii~ervriciiii
elal-ioraron a iinalcs de los aiios ochenta, todo ese tr:ihajo de "diseiio" era está ceritrada en la vida siivcstre, ::izi accicín iiiin~annconsiste c r ~:icl!::ii:'~r
''!\ara las riiie\-;is geiiernc-ionei, para que cc~nocieraiisu tt':iitoriu aiIcc?s- dtmarcar 6reas para garantizar la reprc>diicciónde esa vida si!::cstrc~. T j i i
Ii.al"; li«y e:? día, a~ifiiisino,e1 Con\-cnio con la LJAE.C12K\;Niiiiplica q u e los pequefin cusdri) piieclc iliistrar estos contrastes:
líderes y autoridades iiidígenas se fainiliariceri cori iiLir\rzsrecyonsabilidz,- -----
l
--.7---;7-7p T--'

T, r ~ u l - ! i ~
a iiiisii,a
n dc.1Organo Uirecti\'n se con\.irtió cn uiia oportuiii- ; -rerrilririo indijens
1 i Área t i i const,rvación 7i
i_ _ ~ - 1
Lad d e aprendizaje, cii iin taller. PLTOn o se trata de un a~reiidizajesólo
. i:iclígzn~s.La UAESPNN parece concebir j nianejar tocics los
p z r ~ los En la vida y rrproducci6a
liiiniana
1 En Ta \.ida y re/?r~?~li1cc16r1
de la vida sil\,estre 1
asiin tos tierivaZos dei Con\.enio coinu procesos d e a~re!-rdizajey enseiian-
za. prin;:i;la: actividi~ddesplegada por los fiiiicioilarios del Parql.re, por lúiiite cjiie segrega
--11
ejeiliplo, a pniíir de la firma del Corivenio, se ha eiiiocado en ~ i i t i i ~ a es u n 6n2a p i i a ~rutegerla
"scicinlizaiióii", que coi:sisten eii tailercs di\riilg~ti\~os para explicar el otros ceritros i
significado del texto del mis!no.
Eiio de los objetiiros del Coii\reiiio PS la "f~rinniióiiintcrcul tural". Eii la Obje!i\.os de Coiisolidaritii del terri toric Man teiii~nicritode las
reiinióii del -:$ano Directivo qiiedó claro que tal forinación 110 es iinn conwrvación (que se expresa en WI coiidicicnes para Ta
"plari de vida")
"cap'~c~tnción" que tieric lugar coi110 u11 adi tamtinto educa tivo fori-rial, si110
q ~ i eestá eii el centro mismo ciel Ccinvenio. Esto surge del hecho d e q i i sil ~ (
:.eprodiicció:i de i n vidd
siivestre (plan d e marejoj
1
1
espíritu es el de corii;~,li.f;r(y 1.10inerarneiiie delegar) la funcióii piiblica de
la coi-iser\racióii. Esto exige reric~i:ioclainieiltos ccjnieytua!~~ de ambas par-
tes e iil>!,oiie rctcs que sólo pueden ser supt.rcidos por inedio del diálogr~)'
'Territoric como ni~turalezay como cuerpc
el ;:prc:idjzaje iriutiio. Es decir, de anternaiio 17iit~iii~a (31: las ?artes salle
1 córiio deber5 ser esa forma coinhiiiada d e manejo; nnilios conoccii y Jonii- l
1

1
nan sus propias formas de i~ianejoy se asorrian coii curiosidad y perple~i-
dad a las del otro, advirtieiido cada \iez niár susiiiiitucis descoi~ocimienio~.
1-1 coii\fenioi!ci?e iinplic;icioiics eii la definición iiiisi~iade los objeti\,os de
La tabla anterior esquei-iiatiza el coiitraste, en t6rminos pcilíticos y de maneja
de u11 Arca, dc una visión aerolar (aiitoridades ainbiriitalcs) y no-areiilar
(autn!.idadcs iiiiraíia) dcl "territorio". N o se trata iiel cnc~ie!itrode\-isií~iies ic-1
e
"í:i:?~,it;ltale.;" diterc~7t;'sq i i - sería iieccsario poiier a dialogar. Sc trntaría, sii:h?r p~ixLcs,ncjiic~lliiso!>re lo (ILIC no cnbc iiiiig~iii,iciiicia, ci c! Arca ceo-
a
i;lt.jor, di."~~i~rcpei:ti;.a:," diferciites que cstríii coiisiru~.cncloeii :nodos c ~ i i - g15fic.i del P.ii-c]?icCaliuiiiarí, iin objcio ii~tiiral.:lcliii:llo qiie hay q i ~ coils- c
trackaritp. e1 c?'rjc.:ii mihnio d e !o qiic Ps negociable. friiii. 5017 l,i.: aicic>i?csy decisio:ic.; sol,re i5sta 6rc,;r, i i i i ";~landc ixniic.jii",
íiiiiiito sobre el ciinl est5ii dispiicrtos a conccrlar y iiegociar con los jncii-
Utilizo 21 t~r-ii.;i!ic~"prspecli\-a" cie i-iiaiiera deliberada, el: e! sciitido
c;->;.i-io!:r. si<!(>t.l,lh~ji.cidopor Eduardo Viveiros de Ca';tri) (este V O ~ L I I I I C I I ) . :;eiins c-ii i i i i i i siieric di. cii6!c]go i:itc~rciiIiiiral.iiicorpoi-;ir a los principio'; tic •
Vi\-ciros tiL> i ? ~ : i - corista o ta ciertos l-ie~lios irciiientcs eii la ehiografín siirii- 1.3 l>icii:?gí;l eie Ir'. k.Onicr~aii6rilo qiie se stipoiie so11iiiios piiiici~ioscoili-

i:~e;.ic.?~-,a segii:,iiliciit;. :nds allá) qiie i.e>ultaii difíciles de enteiidcr :icsdc


!y.,
p~-ir-,iL.lcs y conip1ciíi~ii:ari~~ dc ;~i,iiicjoiiici;;t-lii,i (dcri\.aci«.; dti una :isioi?. . .,

iiria yci.,p?cli\-a estr;cta?iicnte ~iaturalista,conio por cjeniplo la creeiiii.1 co- cl-ianiaiiística, ;.ectiiiar. etc.).
in:iii de q1:t' cicrko:: aiiiinrties (dniitas, tigres, p e ~ ' ? etc.) ~ , so11"geiite", y q;ie. Desde el pi:iitC de e-is!a de ias aiit«rid~idestradicioi?al~!~ niiraii,i, y
c<t..;iie cl puiiio de vist;i de el!~!s, nnsotros, liuniaiios, sc~iiios"animnles". k)i::¿ii:dci cilnicj liit7citcyis iiiicsti-o p~a;ite~i;iieiito <ir? iin:? \riii<jnlio-art.ci!,li
,\cji:c,lio q ~ ~ic;5dt. i ~ el plinto de vista niicstro (como wres Iiiiinaii~sji c i i ' i i1c.l t(?rrij.orirj,lo c ~ u c a 1 6 'darlo'' (y ir: qt:e seríii i:;:i,ilnicnte co:ním a !o>
>,
i l ~ > j :latiii.alc;
~~jo~ cl1.1ipadei.o 'le sni o fruta!ei sjl\.ertres-, dcide el 1~in:o
,
iii!zigei:cti, 2 ia UAESPNS irri otros actorcs tniiibibii) i s !a l~iiliióii1-itni y
d e \;icta tio ni1 tapir scría uliri naloca y tina c1ia:;ia. Erte tipo de afirii-incic~iics repi-odt:cti\-;Ide iin ciic-1-pci!Indi:-itliial y social) q.~:cv;i crcciciido 1-estatile-
. 7

ioii inin(p(igible5(de hecho, ii.raciciri~!es)desde una yt.r.;pectiva qi!c coricibc C1,n..< ~ . c . - c : c~::;de!: e inktrc?.iil.:bios con otros ciiery8os (ynciaici ;j-,,iiiir;i:..: ;; y
7

!z~?;itl~iraie::av 5;;s i:ibjc.tos (I'lra.nta::, n i ú n i a ! ~ piiisajcs,


~, etc.) C c j i l l c ) aqile iji1C ;il;i I~iZci:ci?e 1;:7i. i~:;5tr;~ii?y
l l ~ i i t : ?,< e: paisaji. socrin! 7 : ~i,jtzral dL;ii(i,; c:5:i?
..
tiado y es i;p7.1 tojc;~.Pnr Ir? taiitn, desde esta ~e:cpec:ti\-a iiahiia- ri.icr~)t.)\,':) c : ~ : ? : ~ : ; ~ ~ ~ ~; : .-:i ~ ~e op sr I~~~ < ~ i c ~ ~ ~] ?~c~i o~:i:L~ ~ : i ! j cl~c~lnil-l~~:l..
~nd~;lo,
7 -
1i.-:a, i;i; :?;-ir í.; irri t,;i'ii. v I U I i n i n i a f i ~es iui !i~iii~aiio, y i o n difci-eiites eiiim :iui?, :~~:i.ii~C-ricrdo aiinni,,:;, c ! ! - .
. .
sí. ;?e:;& iin I.,LI~~:o 06' ;:::;ti conkartniite, iio-i~iattiraliika,12 ~ S C V C ~ ~ Cdt? ~ Ó T ~ 1~.:<:i>al.i
' .l . 7 <.-.te rj;.!?:ILIS i~~~!{ge:>ac
, . . , , , < ..t.,i.>r>[;1.?ii-~c-,5
..+. tiri7pll \ ~ i s ~ ~ccg(.epcii-,-
> n ~ ~
Q,:,, i!; !apii.5 soji i;piitc. c> c;:teiidible si to:narnos conio pl.into de particla li.;s " ( ! I , ~ ! ~ ~ I L J : ; " s c ~ i ~z r!;
e;:) O:I? :~s:~ij~ii;iic)s q-,ic diido: pi-& cii. , t ~ l
;'q::clifi que er;ti " c i ~ d ~ i;ici:;e[lo ", que es c.siníiii para toci~s:110 ii:,tiira!('zn "tcrL:ti.íic"; 1 ~ 7 :c ~ ~ . ; : I I'iel ~ I :1'a:~.liit~.
I, Sc tr-atar<r!rnl(::;r-cr . il-,tcinta:cl-,tt.:i-
.

\ - .;u:; o[~:,,(,j
I - :;, C ~ I I C 911 siijcto qiic ci.,iicic:i. Lo: ser(-s hui~?;11:05 :oii i~ijctos,así 1.kr 1 isihi: d!fe:.ei~it![>::r 1neclic7cit>1111diilogc~ i:itL-rc~il\Lircil, ,:\ partir ,~:$-.]
c<:~i:.i: j(71; t2pl:.fi, y ~;Jp':!i!?, dei<!c su pi~iitode \.iita; "cc?!;.truvci" sil :iatii- . .
-.
a:i5li.;itr '?ritc)rio est;i:ía:lio.: dhndoiio:; ciieiit~d- cli~c:-!o';c. trlila iario trlc
.:.,,!t.za:
.- i[csdi~v i ~)i:i;:,, de vicia de los iiiiiiiancls, LIII'I iiahirciic:n ciuiidcel tapir \.i.::!!ii?: difc: c.nies sc~iiic!o r:ii5ji?i>,siiio, descii I,j pc.:.,;lycti\;a irldíl;er,n,
(y. t3rii y 111: i:!ii!;.'jcic:.u ~ i S;c:¡ e:; uri ih:ipaiiiro de sal; ciii.;~!t. el rt:iito dcvii;ta iiiia ii~is~nz. \,iaióii qiieconstiiive ai>ietosciifereiites.Eii n!ras nalabxn, l?,i:-;i
i i e i i i s :3tiiyc.r, iiiia iintiirnlc/~ cioiiijl' el 1iiii11,~ncies "tig;.?" (,por~]~ic e< 5L: i95 3 lic:?fia, el "pc-irqi:c"I:LI ?I:; !oi ~ i i ? , i i - , [~~ L I pC ' ? r ~;a 9:j1:5;'fix8 p,:t.o lu
í!c.;~~(ylado;.) ;. el chumderc:;- d e s;il cs i:na nialoca iionc3e baili?. ~ 1 1 - I P ::;2:-1'2 igu.ii e:; 1: "ii:iniaii!iiaJ" de c;iJ,i LII-,~.
,.:\sí I:-,:~;!uo 0c;Irrp coi>,e! "c:icrk)o". Eiicoi7trnn:uc fii:ciicniei:ientc eii !a 13i?p;i? " C ii7tcr\~encio!iesü':ii.niiicl;i piiinerz rc~iiiic;n dc.! ci;g,iio Dire-ti-,-o
etiicigriifh aiiirizi;iiica la cri,c.niii. gciiicraiizaii~d e qiic el I\ec;io tic trjici. Lin ::ir\.eii p r ' ? iliistrar eyte coiitr~ist12. l!:i zlto ki:iri!?i~~lrio c i ~ lJ! .+~YESj'>.'><<i:i!e-
c ~ ; ~ ? i -d.y o{oiiio s i i ; i i p i ; s iio ~5 ga:;iiitia par2 coiistitiiir un "hiiiiinnci". Eii tira!?,!así In iiliporta!icia ?el Coii\.eiuo (iiiis ciirsivasj: "El Cc~ii~.-ei~io no scíio
otrns pz!ai>r.,:r, el cuerpo de iiri !iiiiiiaiio no es iin oljjeko "natural"; ei ci:ci.po LI!? testo, sino iiiia 17iIC;!,J ii?ijiia!iciad eii ia ton73 dc dt:c:isi¿inc.s sobrc el maiii:jo

Iiliniario ci.,;t>csel. c(iii~iriiid(,ncti1-aiiieiitc)wr :ile(iio de !a a!iiii~:?tasión, tei-i-itoi-io".Coniparcii;«s ccir: 6.~2 oh3 .ifiriii,icióii pi-ci!ii~rici.add e! c;-
1'1s ciir<~.cii~i~:, 1<:sinarc~isy traiisinrniaciones. Si desde i i i i punto d e \:ista ciqiic. d c 10s A4ira:ia cii la nii::ii:i, i eiinitiii: "Yo CL: otro ~>e:i.qdi~~itj~ito (121 del
- ¡ i t c . i i o s i i ~ 11i I ~ qiie existe ci iina Giiicii iia tiii.alcz;i hci- cm\-eiiici), es cl riii.;~iia :>c.;i~aniiciitodi. iiciscit;~.;;6:;:~ c., la forrnx de iiacc.11~
n:niij, i«iji<lii J todrir;, scibrc !a ~.,1;11se coiistriiyeii iiiíiltipix "c'iiltiii.ns" ciiteiitier 3 la jleii:~.Así sc! soci.iiiz,i rl Coiivcrii«: !iabla:ido ccin la ge:iri.".
I;;iiiiaii>5; p j i iinn ~ ? c r s p e c t i \~oii!'.a$l;l~ite
-~ hahríaiiic? tic ciiitciitier qui' te- ?al-a In IjAESJ'NNIv iiiti3i-eqi?nledci Coni~eiiiiic,.; cjue e; un:: irino\.ación,
nciJior tina iínic.~ciiltiii.;: (1,i iii>:iiaii;i)scihrc l n C ~ I J ]se cc?iistiii!.eii iiiiíitip!ch iliia n i i ~ \ ~inniiern n de 1iacc.r 1,is c < > i n s .P,ii-a los indigerieis, cn cci;:iraste, c.1
i;a:ii:.i!ez.:i 1ii:iiiaii;is. IIii ]usar iic 1111 iii:iIticiiltiiralirt;io, coiiio afirnin '"1- co:iiTciiio iio ticiic por tqiié ct8r algo niici70,dehe ser io 11-iisirio,cl misnio
vcii.oc C;irtrci, !i:iLilaiíc!nns n:ds bien d e uii in~iltii~atiiralisi~in. puxairiieiitci; lo qiie hay c)ileliííc~rcs coi~iiinicarlciii ia jrciifc. Te];( ;11os n q ~ i í
Estas ri,;ii,i:;i's t j t 2 ] pcrspecti\risiiio, ~ a r t i c ~ d en iihicni- aqiic.ilo ~ L I ?CL, !u que npari~iiteintiiitves iiiicasn típico d e (n;al)c~~;i!i;ii,icióriiiiti:r~t~!t~.:i c?;;

' colicchjUci coiiio .'cin?,«" y nquelli, qiie e:: iieips;i-iocoii?truir, p ~ i c d.,)-iidax-


no5 a i:jtc!-pi-ctar el ciiacii-v cií~ndese coiiiparai; las \zisiuiics terri:oiin!i,q d r
t ?"O, h ~ c l i n ,6esdc :a pc~i~l>ec:i\~;i
tii:-alidail" no ticni' :iIiigiina trasccnde;~cin.No se trata de iin iniercai~ibic,
iiiciígc,ii,i, el asiiiibo d e la "interciil-

1 1:; 1,s d e 12,s;ii~!oriclac;cs i n i r a f i ~y, qiic eii priiicipio iie~nos idel?- d e sabt:cs, tioiidc riitraríaii eii di6!oi:o crincepcioiies ~ l i a i u ~ í i i i yc ~cic:ití- s
I
/ tificndri ioiiio iiiia l.isi6ii acrolai (la pi-iiiiei-a)\; no-ncrolai. (1'1 sc~,;iiid~i). ticas rii!ire la iiatiii-al~3:í;i1. 511 11-,ciccju.Para la UAESj3NW, c i g ~ i i ~ r i di ioi i , i ,
'2.7.1 , [.):sicic, el piiiiirl d- \,ista tic I J ljAl?C;I?NN,"lo i i , i d ~ "i, i cliic ~ c.: ií3!iiii:i ;icii-<i tc.iiLiciiiin:>ciii:rali~,nd,ide rccciiiociriiiciito y valoi.ilc.i0ii dp "](? iiidjgelia", LJ-2
este diálogo intercultiiral es u n avance político. Para los iiidígenas lo esen- los eleinentos d e la visión chamanística d e la naturaleza (p>oi -q ~ i e s o es uri
cial no es el intercambio d e coiiceptos, nociones y priiicipios (con-io se "secreto", etc.), n i los indígenas adquieren la reciprocidad i.;-&-tii~ia que
expresa en los objetivos del Coiivenio) para el iiianejo del Parque Cahuiiiarí, esFeran d e UII aliado (porclue eso no e s "lo importante"). h46s qtic cii6logo
sillo más bieii el iiitercainbio d e aliii~entosy objetos. Para expresarlo e n intercultural para entei-idcr el territorio (como naturaleza), lo que se iiilccsita
térininos d e Vi\-eiros d e Castro, no se trata d e la construccióii d e "alilias" soii buenas relaciones sociales para construir el territorio (coino ciierpo).l-l
(como serían los principios coriceptiiales d e un plali d e ma~iejo)sino de la
construcción de cuerpos. Por esta razón, tal vez, los tuncioiiarioi d e la
UAESPNN hni-i tenido la seii::aci611 d e que los indígenas n o parecen tener Notas
la conciencia de q u e ésta era iina oportunidad que Irs d a el Eitado d e sc:.
1 Por ejemplo, el ser liumano puede apropiarse de las sustancias de los anirna!es
partícipes en la definición d e Ias políticas ambicritale, y por el c ~ n t r a r i o
(111s cuerpos) para ~ons~imirlas sin darles nada a cainbio. A l ~ u i ! ~ nativos
':
11are(-::n estar niás iiiteresados eii el acccso a los cargos del I'arque (y sus consideran que estos seres animales son agentes q i i ~plieden "cobrar" 1 . s ~
correspondieiites salarios), a proyectos producti\~os,etc. apropiación en foriiia de enferinedades, y por lo tanto regulan esas apropia-
Ei Caciqiie lo expresaba d e ninnera adamaiitina: " N O es otro el pensa- i ciones y lincen ~iegociacioiiescon los dueños natiiraics coino si fiieraii relacio-
miento ciel Conl.enio, e < el misnio pcnsaniiento d e ilosotros", y ese pensa- i ne.<sociales de mutuo beiieficio. Algunosantropólogos han leído e,ta cmcep-
riiiento dci "norotros" (Ics seres liiirnanos, y ii1.e atrevería a a f i r ~ n a (que
r en
I ci6ii "chamánica" de la relaci6n con los aniniaks coino i:na ecolagfa iiati\,a.

j
esc nosotros el Caciciiie sin diriciiltad haria cabcr a todos !os 1-liiinaiioj) 119 2 Las lecciones que se recojan rn el mar.;js d e ireas si~pcr~ucitiis ciei.efiar!
e . ~ otra
; cosa ~1i;cvivir bici?, aliinentarsc, repr<idiicir cLicrpo.5 y ci!,iblect:r revelar carninos para >l nWiiejo de otras áreas doiide el coriirol y aiitcinon-iía
decisoria d e la Unidad estdii conipronie:idos en di\rersos gr;~dr>i
!ju; foriiiai d i
Liueiias relacioiies co!7 !os otros, iiic1uj~ci;dola UAE3I'KN y los Capires.
propiedad, dercchos 11ist6ricos,etc.
Lo interesante d e iin coi~\.enio(o, aesde otro plinto de vicia, un cn1,lial)no 3 Este niapa fue elaborado con asesoría de! sociólogo Nicoli, GtiiiiG~d~z \:
es tanto la fcii~niii1aciói-i d e prii-icipios y cor-iceptosno\.edosni, sirio ia circii- apoyo de la Fundaci6n Capacitar.
lación de~ustai-icia~ ';aliinei-itosinuhiamcnterepi-oilurh~ri:;.Esa cirrulñció:~
c!? siistancia>,por supiiesto, cs peligrosa, rcquicre i-cgiiación Y cuid'idci; esto a
es, parti los iii.iícen;i, el f~~ndainei-ito y principio del "i-i~ai-icjo?errit«rial".
Las palabras, conio "territorio", piiedcn ser las ii-iisiiias ;7si.o reprcientar
ariintos ent~ranici-itcdistii~tos.No es tanto qiic tengan "sigiiificados" dife- Botero, R. y Echeverri, J.
2002: "il'olítica territorial o !er;iiorializar la política?:Ensayo i>:e:odoJócico ri-z
i-ci-ites,si110 que, al estar ubicadas eii pi:r.~pecti\~ris diterentcs, n o tieaen inn-
la Uirciciijn Territorial Orinoy~iiaAi?iszoiiía" e11i'cirr!:ic~; coi: !o $rl:i,. 11: llaiii;,.n
nera d e l-iacer referencia a los mismos objetos. En el ejercicio polftico que de ~mrtici~locióiisocjnl eii lii cciisrri!iiiióii, Uiiidad Adiiiiiiistra!iva Fsp-cial ~ i e i
hemos revisado, el asunto central de la iiegr,ciación no cieri\ra de! probleina Cisterna de Parq~iesNacioiiales Naturales de Calonibia, Eogoi6: hIiiiistr!rio del
d e las diiei.eiites cts:;cepciones culturales qiie hii!iría necesidad de pcincr en Medio P.nibiente, pp. 267-28s.
"diG:logo", siiio m65 bien iiel problema d e estabiec:.: biienas relaciones ;oci!:- Echeverri, J. A.
ic9.i qilc pflniitaiiel i:resiniicnto y reprciducci.óndr los ciierpos. Asíio expresa .... ... 2000: "licílt'sio~iessobre el concepto ~ ~ d í g z ide i a :crriinriu y ord~,no:i~iento
clarainei~tc.el Cacique: "Así se socializn el coiiveiiio: hablando coi1 la gente". terri~oriai" en J. J. Vieco, C. Fr,iiiky y J. A. Echevcrri (eds.), 7ii.i.iici-i~i!i;tii!'
Si la UAECI'NN r5pcra de los indígenas un diálogo ii.itf?iciiltiira! en el
ciial ciertos priiicipios d e iiianrjo chailiánico con:plementen los princir>ios 2001: R~sgitcir~jos iiiii&cricis ~~nrqri('fi,ici:iii-nles e:?ColoiriOb7: 1I i ? i i re'7i9i.i6rzsoilr<x117
d e la biología d e la cn!iser\~ariónpara coi~striliruii plan de in;ii~ejode ese r;irr!1ilirirrd O !lo dc si! c»r~.~i~l~iic~iii
I ~ c c I ~sol .' - D~ciinieii-
I ir^ i l i i i~iisiiioi,spclcio t~~ritcric!,
objeto coniún qiie es el Parque C a h ~ i i ~ a rlos i , iildígcl-ias lo qiie espcraii de to dt. trabajo No. 8,Bogoti: Cniisolidación Ainazóiiica (COAh4A).
lii UAESPNN es qiie establezca so11 ellos uiia relación social que ies permita UAESPNN (Unidad Adiiiinistrativa Especial de1 Cisterna de P ~ r q i ~Nacionzles es
a aii-ibr~sreproducirse en s u s respectivos cuerpos: los inciígcnas reprodu- Naturales, Ministerio del Medio Anibiente, CoIoriibia)
ciendo siis faniilias, sus chagi-as, siis rnnl~icasy adquiriendo biei-iei y S ; :'- 2003: l'olitii-6 rie pnrtrci/incióri soiirii [vi !o coii~erimciói~, Bogotá. Mi;:iste:io di:!
Meuio A:iibirzntc.
triiici,is ~e los b!;:ncos que tainbi(.i; necesitan par-a SLI~ i d a!;la ; U~Ii5l'hiJ
Vieco, J. J., Fr'xnky, C. y Eclieverri, J. A. (eds.)
l
l
2-1
reproduciei-ido su nodo d e híicerse ciierpo en la forma de u n a cabafia,
cstacioiics d e i~ioiiitoreo,investigaci~ries,publicacio~ies,etc.
Las ficcioricj del "di6logo iiiterciilturnl" tieneii el e f ~ c t odc* ci~ic.ambas
necesidcicies, ambos apetiios, quclderi ii~satisf~clios: ni la U AESPNN o- tiene
2003: T~ri.itorioliiiiiii y oiiii~r:iiir~ieiiio
iii!ií~~~ii:i el: li7 Aiiin:oiii:.i, Bogotá: L!ilihibios. 1
l
Tif!RiiOEIOS l l i ~ ~ ü t t TGCAIID!!
-.
~k~: k
--ppppp--.-...
1AS PUERTAS LE1 IElitCHO - ..-.--
'
. --- m

cc;iecti\ro i::i:iispcnsable sillo cci:io iinU 1 ci.c'.,:ii~i.,-i liiiiiciisi(jii existciiri;~!i: :


czda ~ ~ i e b l cSLI ? . irata!~iiciit«;~.:rídiinrel.isic., p r r csci, i!ri:! irn!>~r:a:-,ci;~iie-
tci-!-riiniite para e! ejercicio dcl rcii3 de Icis idci-c,:lici:; c;irc lo.: p ~ i e b i f ~1.::~- i, 1)
claman.
Siii e~nbarroco;ictit~i.i-t. tini, d e Ii~s p;i:iri-is :!lis cc'!:"iclri:.os en e1 intento
~2 coiripatibiliz.ir ir,icrr~iitiii.a!i:ie!~:t~
q . ~ i t ? oi-il:iitz?.i-i
!os iiiii-i'\i!t~:+ju:;i!ir?s
n los E::i;idcs ni-:icrii;iíioz cnii ui:n c:iir;pii5i1 real: 3- !-i?i- io
7 .
.' - nccidi.iit:i!~.:: m
t,ii:i:? r a z o i i ~ b l c i n c ; ;ji!~t;i,
!~ iic 10 ,Lie tj !:.?::,!t,;L d c i:n í.iuehio i i l i l ; ~ ~ i n m
si::r~;Íicn ;-,ni-;i.<ii nc):nia! c!c:;cri\.o!\-iniienio cii t+r!iiin:js ririrticoi;.
Cinrc-, qiic 12s i1ific:ilt;dcs desay areccii I;II $1 ::i<~n~tinrc, ;;.c ci q u c n !: ;
!:ii(?bl~iiiiq.!igenas (dric~r~riiii,icioc. e ~ p c c í l i ~ ncoi-:
s , iii:,~,.,l-:.:'j~;-c~i:ioj i;c 12:; 3
!-t3CC'Ilo,!i:?12 !il?rc-3iicicr~:iiii?~ció:i co:rio piicblos. Eii i:i;~:ii~i-.!::j t.1 c;:!:<c;-!<)

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hleii-ieiitri cc~iiduciran :i-is piicbio~iiidí;;~!in" hacia p!~~ici.c,i-~cs ~!r:i:ic:\S,
iii~ocicnibiespara 1' c d ( ~ t i t . oiiic!ii.;i;
. n cor:a pltizo.
~ E s c ' .'7'1 ; rci
~ dcl !jc:crhn i'r: :a?;riicicdadc.~iiiode:-nas? ;DL:JP c i I?ci.cicl~:-, •
ro:iiii-,,!;irsit.:ido Ln 11errari;ii:nia dc d(>:niri,i~.úiiq1.1~:~ii~ii~i:"iii' c n i?-iii(:.-
n lirii i!,ti-sc a c:.!iiipli!- .su rol 01 i t i i t a j o a 1ri or.dciioci<ín i!in61iiica dc •
ic;r:rii~:ii? ~ 1 cintereses de acuerdo con los iraic.ícs a~q3!~tb!esp a r c iliia
i!c;cz.í1-iinac!;: socieci-2 el: iin niomeiiti, histórico dtii:~r::3;iiacir1? 1 -
El prohirilia de la Leri-iiorialidac!dc lo^ p~icb!oqi::cli);\.:>.:i rechiiia eii i i i i I ' a
e
l
csciiiiario poii'tic« cí::iii> í!i actiinl. L.;:s P.leili,ii?ias sc' ii:ii~i.oi:,rci-ci ins tcs1.i- 1 ...
1. - -
torios Acliuale- sig~icndivididos sin que alguieii l1ai.a co~-iiiiltacioa los terceros; no pueden iinporier normas de uso ni controlar los ríos y lag~ii-ias
Acl~iialcsal respecto. Las coloiiias se acaharoii, pero ciiaiquier ~obernaiite porque el Derecho n o lo perniite.
d e turiio puede decidir qiié tierras indigeiias pasarán ai servicio de las Sin embargo el Derecho no es ya, como sugieren los positivistas, u n a
iriu]tinacionales del petróleo. El niundo globalizado facilita la libertad ein- verdad estática e iriarno~rible,ui: oriieii donde el úi-iico actor es iir-i legislador
presarial, pero a los pueblos indígenas se les cierra ciialquirr posibilidad oi~inipotentee indiscutible. Es más bien el acta del rnoineiito I-iistórico por
d e coi-itri~lary ri-ianejar coi] lil-estad sus medios prodiicti\-os. el que atraviesa u19 determinado conflicto; que i-io sólo refleja el real e q ~ i i -
¿Hasta dónde es posible seguir ocultiindo qiie es en el prcsciite, y no eii librio entre las f ~ i e r z a sen tensión sino que también iiiserta al Derecho los
cl pasado únicaniente, doncie se prod~icc:a per~n;iriei~ii? conquistn d e Ainc- priiicipios, convicciones y valores reinantes en el e~itornoq ~ i cfuncionail
rica y el coniinuo d e los pucblos arnericai?os? como contrapeso d e los desequilibrios entre las partes en reliicicín. La ley,
1 un resultante d e ese proceso dináriiico,. oidena nioirieritánca~iii~i~t~: e! coi,-
El reconocimiento jurídico (y, por supuerto, el respeto de hcclio) d e la
territorialidad de los piieblo:; indígenas ~ u e d cayuci'ir a re.:am;:oncr, al : flicto y se eritrega a la iiiterpretacicn de los diferei-ites actores para vol\7er
n~eixospar~ialinente,la liistoria de América. ¿Existen las conciicioiic pa:J 4 a rel-iacerse una y otra vez.
esa recomposiciór~?
e-
i Si el Dereclio es dinámico, no puedi? ser el ci;lyable de la inAr,iox~ilidai:i
de preceptos que se estimzn c«ino i~ijustospara cualq~iiersociedad pero
1) Los pueblosindígeilas, coiJio cualq~iiersiiigularidad, tiene11 i i i i dervcho cuya aplicación a los pueblos americanos originarios parece dispensable.
inalienable n auto&fin.irse j; tratar de gcnerar iin eiitorno p ~ o y i o i~u!-
, La' explicaciún estA e n el mundo d e los valores. Y 110 p;ircce I?ab<-rotra
especizlmcnte en rcferei-lcia a los coixccpt:>sj~irídicosqiie ciefincii SUS esl~licaciónque esta: 1) las sociedndrs occideiitaies irciiisiiiitini.oi~a ios
diilieiisioncs existenciales; hoy en día IIJS piiel~losiiic'i;$eiias c u ~ i i t ~ i n gobernantes d e s u s ex coloi-iias \raloraciones respecto de !os ; i ~ i c b i ~ iniií-
s
con proPue5tíifiicfii!ida.; desde Iris c~ialesinririvar derecl~os?,in cicsco- genas que son consecuentes con los términos de iiria conq~iis:ncolonial; 2)
nacer el ordeii jurídico sino recreando Linu !iurvo sobre una base iiiter- ni las unas iii los otros hai-i sido capdces cie siipcrar esas v a l o r ~ c i ~ ~ ri ~ ei i.c;
cult~iral. iiiegac e! dereclio d e los pueblos sometidos: 3 org~iiizarseccriio !,icj<,r les
co!iYci-ip coilio pretcx!o para inanteiie; SUS L:PI rito:.ios bajc, un ioi-iirol dc
2) Si hoy se reconocen a l?. dierei-lcia \. k divcrcidaii conio t'iiciitez yrii-ici- corte coloniai; 3) !a caíua cie las roncepíior.e:, jiirídicar :;iit? pcriiii:icrt,;-i
es d r ICl ii~~ci.acióri- - c.1 cailipo Ur !o jurídico no escspa a tiski soii-ietiiiiiento d e unos pueblos por otros 1: u s ei-itori-io~;loL-ializadode res-
peto n los derechas tuinanos oblicrin :, 1i;> Estados i..i~ici-ic~irins 1. a sus
geiieralidad-, los piie!>lo- iiic!ígeiias podrírir, coiitribiiir dc>cisi\.ainerite
a renevar conceptos iiirí<!icos G ~ ~ : , o ~ c ~ o s . cocios econlíinicos a ~ 1 1 1 3pernian-nte esquizolreriia jiirídicn res;>ecio 2:
iratamieiito j u r í d i c ~d e la prob!einática indígena.
3) Por si: parte, el rezonociniiento de la niiilticiiltiirrilidad, lioy r f ~ ! aen !as .4 continu;iiióii se intenta presentar 1111 paiiornina iiitrod:ictorio d e las
Coi;.titiiciones americanas, reclaiiia proceso5 de intei-cult~iralid~id j~irí- di.;cusioi-ies inás frec~eritesque sc :;eiieran coi: ocasión d e las llainndas d e
di,, c!oildc la convi\-eiicia no sea uiia cuestisn d e sinipie iolerai7ii;: sino la territorialidad indigeria a las puertas dit! Dcreclic.
reflejo, negociado, de! mutuo recoiiocimicnto y de la n-iiil~ia\.alora-
ción entre c~ilturns.
Propiedad y territorios indígenas
iCii6les ron, eiitoiices, Ir?sc!ificiiitacics que impicli-n cniircl,?r deiid;is l?i:;tii-
f La ceiitralidaci d e la propiedad en los sisten-ias juridicus de oíiciitacibii
ricas con 10. peblí>s ori:;ii-iarios?iQu6 culr>.?le toca i-enli~iciitcal D~i-cciio?
E.:ii;lbitual coii-iprobai cómo, c.11 cualquier e';iei?ri?io de con!licto~,aboga-
cios d e parte responsal~iliz~~i- a! Derecho de todiis I~isiiij~isiisirisa las cliie
: occidental es den-iasiado obvia y no es de extrziiar que ios pueblos indíge-
nas hayan puesto LIS ojos en ella si bieii no t.anto con el p r o p ó s l : ~de
se soii-it.lea los yiiebl«s iiidígeiias. Estus p~ieblospuede11 iii,goi:ar i i i ? resla- d?ct:ribir s ~~erritoriaiidad
i sino para proteger SLISdcreclics terri torialcs. Ei~i
iri-11:o "iigth" dc i.c!arioiie.; coi1 tiiia petiolcrn prro iio piiedeii oponerse a efecti-1,d e entre las carácit.rí.~ticasde la ~3:opiedad occideni-a!, !O:, p ~ ~ e b j ~ ~
q1-icl una p~troleraiixgresc. ;r c1,is te:-ri!cirios I7nrq;ie el Derecl-!o io iili?idi.. indígeiins se h a 1 centrado en aqiiellas :-efi,~idas .?! cjc;rcicio dci p o d e r ~ . L I C
otorga e e derecho sobre la cosa: sii iarácter absoi::i:? ( r ~ r oriiiirs),
~o e~r_l~,~i\)o
1 i'ileciei1 !lega: a ohtciicr tíi;ilc>s sobre yartis niayores o int,iiores ¿e si15
y perinai-ieiite. Es ese punto -la prot~cciijiitotal d e ia proyirdad- lo q:!!:
/ ie:ritorios pero 110pueden sei-dueiios dc,S,: recursos c1cw e11 esas tierias 5;e .
j
1 ciiiiieiitraii p«.iliic Cs!«s yon d e ccinpetciiciit ~ s t a t aescliiiixa
l cle aii.iciíji; ircteresc', a los piie!7los iiid!geii~.s y no t<\iitosil capaci<lndcie di'scribir ii de
J con el L;tirecliu.Yo piieiicii icciipcrar tcrritorio.~pc11-~1irc i frci!itai las irlacioiics ~ucialesqiiese~ v o d i i c eni i ~ i~ri-ioJ l i t ~ r r i l < ~ r i a / i d a ~2:'
i.
. ., cxi$i:!ii dcr~~;lic~sde 6
Y ili?sde i!ic:,.d, tiiientrai; iio cristaii citrns pc,sibili~-l¿iii~;
j:iriiiiias d c dar rt17 si!~!ncir<i? de riesgi:. Es yor es» ql:e lc~i:r)~!:l,!c): i~iciígc~iiis sil \.cn oi-li~~:,~
pr.ci!eccij~lal~stiliit~?
L:~T.:! a lo-, derechos tei-i-itori,i!e:<iiiilii;eiias, esa opciC:i dos k~t'iinaiieiilcrnc~-~te a hacer ciirr.eccioiic:; ,:l "di~iiiic~ (3:-ifi:i.i!".

cs !a 111;ispriidente. Por ejeiiiplo el dtrcclio qiie incorpora ]a ;;r.opied'~tid e r-?ii-ponci liiii-e-


No ob-taiite, 105 in(o!:\.c!~ie~:L~i(!e Id aiiapt;i.ci15;1soii I;IUC!!CS \.?. i l i : ~1;i ilitiitc cie la cosa -el iiis liii!iicz~iiii-,lin obligado 2 i;ilcsi-ar cii ic p!~t~fc;.ci::
I>:opicd;id !iciic ii!i rti~ii:ii.ii irga! propio, iii~iyc!;.~axc)lladiiliirttirica;i-iciitc i.eiviiidicati\ia iiiiiígeiin Lina e~cejcioiiniida~:,la s:ir:!nií;: di, ini!lici?:ibi--
y-niii\; espresi~cjd:~i ~ l i t i á1-nli:res ciil turales dcter~nii-lados,p c ~ c~~i!iri~icii- o licl~ici,inconipatib!e coi1 la eseiicia de !a jiiitiiiicitin; a1 »Ljeti\-c)c;iLie k;r iciiali
coi1 Lo- \-aio:pi. 1, 125 i~71-!11a':t-lc 1150 que lo< ir.dígena5 cinii i:i Iiii5i:;i! .: p2k"a~ pro~icdacicsin:iiohiliaria~ii i ! i i ~ i t.cciiioiiiia dc nic\ic:& cit. o:r~>ccr
l:atl~r~l.hf~ichas ese rcí.gin~.eiiva a causar prciiL)leiii:,s .;. e i i i : b ~ la?.(>.;
~ seguridad jurídica para gar'ii~ti~ar ci6ditos se le dcbr c~~ntranl:sai., ti!~i el

rlc 1;i iclariJii iiiti~rc~ilturdl. caco dcl ierritorio iiiiIígeiia,coii!a ,c;;r,irrí;t de iiii.r.ii;n!~abiliclail:!:I rí:rA,:ter - .
E! cgiicci'to de la I>ropicc!ad privada es la l ~ a s eclc todo el ~iskl?:iiíie<[?- iiidividi~al(:c,laci6n si;je:o-objeto) c i la ~ ri-il;ici6ii t ~ i : r ce! proy.ic.:nrio -: i;ii
i:úi-,iico occidcilt;:l. E'. cl á::i!,iio de poii:ir qiie r?! iiic~iii-id1.l~ !.ieiic soiirt: yropiedad I-ia ol~ligadoz crear :iii slijelci jurídico,artiiici;!l c.n 1; i:i;i.:.i::- ~nr:~r
cosas que le ~ e r : i i ; t tdispo!!~r a ~ L :!:tiij¿)
:T I
. .
d2 e1ja.q de líltIlIC'T,.i Ci;ClLiSl\';I c!e !os casos, la coni~iiiidad,i1uc h2 rota ei siiieiii;~de niii::ejc! :erriio;.ial dc
frei-!te a todos los c![!iná:;. cacia pueblo eii cientos di. par~ículat;,::ium:iia, \7ecec;incoiierns, eyl;,ci.il o
La yropierjad r ~ es o 5610 l.;base si:io taiiibiií.11cl nic>tor de !as socicdridcs poiilicairiente.
c.apit2.iistíis.La ami-ici!in ~ o ieiic: r sc.r;í id qtie inueva icis rt.'ortei scc!.:i~-i .-así siicesi\~air~enl~.
Y
7 . * ijcl otro 1;itio de la relacicín, lzs ccs;ii ii(j ~ r i ! ?(,iiicirc!it,'s. L-i ;~ri;;iiedad,
nnciri !c. pr»_srcso. Se trata, 1-ii~:;,de iii-;a cla\lc c~i1fi:r;;l o ~ c i d e i ~ i a i .
¡.a jl?ayorí;i de i:js p;iehlos ir:dígeii;:s ;?i:cJi jiii~iiri i i i cinri,iiLr; d c prci- e11ta:ito q u e iiisliti.iciG:i-nTa6redel sistcnin ji;rídicc>uccicliii~ei.?:ir? r>o:ii:r
),iedii~ecorióiliica. i-a escupeka, la caiiorr. so11cij?a.; "'i~:í?s" ~.~ic:d(? T.r dispci- perp?t~iarsi?co1oniza:iiio regicines ri~:~conoi.i,Ii,.;,viene ;idopr.i:;tiL! iric:r.ob
r:er dr: pllai. e~:~bari;i,,i:i~::: ~ i o c opur!>los
s i::iligei;as potjri;,:~a!re\.ei-se cada \:L'z niás iiíbriilos y desiiatiiraiizaclos O L . ~;Inieiir?mi>~ i 1 i 1: ! x ~ ~ i c ) - i ~ n ( ~ r
F~ iifilizar ese ceiicepto con rci'cii-ciiciaa la tierra, zLi:-q:,e px:.;1 t~iil~!:; +Ca clarcl la naturalriza d e I;i propia iíis1itu;ión. Par,\ Flidcise..p!ic~?ral caso irld:'::cr.a
,'f. te!;?: ;rrrjb!c:?-:as
c~.i;;~ es c! ei,a-io .;ic I2 iiat!.irniezii qiic puc2t.11disfnila:. 1,i prl?pieclad tieni? q.ie ciar ~ ' ~ i"ieii3s:
1 . iina pi-íipicd;i:l colt:~ti\-nq i i z i;o es
cnil oiros ~;iicbir.)% vt?ci!:!X. c~!-;iro~ieá;idi i i ~ i i n ~ ~í>tr:ii i icosa
~ rcclxi:)c~L~~~; ~ i ; ; i i : . ior:;.,~:: G8, : [ : I ~ ! P ~ K ~ ~ ~ L

E11 e1 caso occidei;!a!, 13 I'copii:ii:id dc la ticrra i:i 1::) c:lei.~,c!>u ci\.ii ( ~ L I Cl:a!:sitan, de acueido cilii la ocasifiii; vntrri !o colc$.:ti?.o,!o i:?C\-ik:i::I o
c ; ) l - r ~ ~ ~ onn uii d < ~iriiiii.idiiü. Eii. el ( : s o de Ins sucjci!;icit's i!-!~ii;t~iini,la lo sii!~racolectivo (lo poliiico, lo re!i:,.ii)so]; csp,>cic>i.cit, ir,.i<:s .:. c:;pai;:>? íic
iindic; iin iiererlio ,:ci.e:.alizaiii! d e i:,i» s i ? ! ~ r e b i c n(1i;'.i3rc~;>it-i;::-.c, . . . ii~r',ii:i.:--
.
c-it:~tj:iii de 12 tier-a ec. iiifcit:iile; cl te;i.itorio sc \;ii:riiia i 2 ~ hicin 6 ~ .?!;?i:ebic.
. .
c7iic al i:idii:iiiuo \r !iariic. piei?s;i q ~ i if i ~ ~ edispoiici
d#, dc 61 n 5Li ,!:tojo. !:.lb:i\ niiiindn, ii?cli!so de car6cl-er es;>i:itii,il i; aiií:riicc; di!rec-!ii-#1;4t: ,!ntigii,is Y
F.aI.cciAopui,de deciric. iiel ter)-ito~ia de Boiii.ia, ;-:a: ejcmylo. E:; ?ir1 i ~ " t b l o f i i tiirzs gawracioiii~s.cii 10s qiic t-1 sujeto actual est5 rt-strir ,fiidoy ~71iiigar;r);
b,o!i.,-ian«pero no pnrccc ci,ir.cc!o decir qut?es propicilad ci1.i: iic "uoii\.ia ~ i i ei-i fin ..., nada que ver con !a iiistitiiciCii de 1 , propieci;. 4 en si: i,i!:iiid~
miiclio nieri:)s d e nlilg~iriode. sus ci~c:ladaii~>s (a pesar de qiic, ~ i ac-!c!-~lc'
c ortocioxo (scntido fiitira del cu,il los instit~icio;-it~s jcríciica.; ciejiii ~ ' f ií-i r lo
c(;i; siis noi-i;i;ii internas. cnd;i ltignr conci'?!~d e Coli\)ia es:: ~..ii~~rui.i,:io c]:ie son para pnsni' a se:- oira ~ ( 7 ~ 2 ) .
juridic:iniei;ic a I.I;\ indi\-iduo n ,>iicbio o ioii-i:iriidr:c? conci.ttos). Eoil\;i:,, (J! Con ci?icbrade,.os de cabeza para los lzcisl~i?c~:.>i:~s i;Ir). pclíticos +e,
p ~ i e b l o sil.; i.eprescii;antes, iic; podría \.c.!id~:r s ~ teiritorio:i,icici:;i!
i a l,a;tc fi:ialni.nie, optan por roiiipcr con toa« v rediicir n! Códigi~Cicil toda lii
fie 6: pc::-ílLle deja::? dC.sc;r Boli\-id. ciiest16:i. en uiia deit.s;?c.i.aciaiinposicióii prc::i.ii;stiva de iir.2 \.crJacI iiirí-
Cuai~c!ohahlainoc 6121 ierri;orio de Goliyia c s r 2 n ~ oIiai~!niic<oc!i: .::!i. ,
dere<:iiopolítico (qiie se rcspeirj ;>[>Y otros 1~:ieblos)); i i de ~ L I : ~di~'_;ci;ü ci\.iI
dicn única que disia ni::rlio d e la coiicepció;; pl~ii-iciilturaiqiie la C : u i ~ ~ ~ i -
tucióii otorga a1 pziís.
-
( q ~ i ese d&e 1-espetar eiiti.~loi partiíularcs qLii2 \-i~;ciidci:i:o de ';i)!i\ i?.). Negar "lo otrci", si fuera Laii sólo unri .il.:gada \.
cle a\8i.htriiz, qlicdoría •
P;ira 10s puehlcjs indígci?a.;, el tei-ritorio corri~spo:ide1.16sbici-. a t1secoiicVt3-
t¿i de iicrtclio poiítico qiic 21 co~iceptoqLw eina:l;, del derecl-o ci\-il. Al
ú:-iicri:neii te coiiio una ~~1i:ciciii iiiú ti1 par;, resolver ei pr?hIi.in~i.Iiii rt'::!dad
?s nuc.110 inás que eso. Es ~re;er,i?crqiie iiiia c~11ti11.i: rci!rc~sentzIc :t!:;;i!
e
nial-cTc.~i~,
a- cLíii-,ot;e recli!e ;p. :eiiei?iia dc ticsras a r?i\.el intcrnci dc. c;ii!2
piii.l,ic:, ~ . s L t .iieccsita que dc;de t<l rxlcrior se icspctc su teriitciio íiittlgic?-
\:la:; ili-nids lo aiióiiislo y jiislificar 1n imposici6n eii el pi~!ii-iiii\:isii7o3e Ius
doiiiis. Se iccliaza atliielio qi.ie cc~ntradicvel sicrcina o 1 ~ )\.;i!iii-ei s ;t. lii:; qiie
e
1 rncnh,. resnoncle. ¡
j
!'uci.a dc ia escl~iii\.idad,¡a pri:!etiiidad o el poder absi,l~ctc> sobre la kiiriido esto ocliire, la noioin drja d e ser ii!i i:i-trii~iimito rc:iiiiiinr de
i-ealidacics sociales para c~ii\~ci:tirsee11 1117 iiistrl.iniei:i:> de re~!-a:::iJ!i del
1 a
' ticir,: que o l r e c ~la in!-~it~iii<lii,
- <:<, p r ( ! r i c d n j ~ O ;iii;iiiiiiiiiiialc
- .-
- : I
i>->!ii!>as de i , i - i?et::,is í:ardct~sktic:~s i!t la
;i1 c(?ricc~,ic;iiiciíi;eii,i ~ O i ! t r i a~ ~ L I : ; L ~ c ' i i J ~
l,. inds fiicrte. Y liis deirris cc>iisidcrar6iil;! i~ccesidaddisi-c3cigii,~rl;e tciii;?oial- lI-:.. . . ,
e
e
a
mei-ite o la alteriiativa d e !iacerse fuertes por los i-i-iedios que estéii a sil La propiedad es, i>ues, el centro del poder privado, iina i d e a que s c
'
ES ~ ; J I continuiiin cii la violenta histoi.ia d e las liicl-ias por la tierra a\.iri-ie inal con la concepción qüe los pueblos indígenas tier-ien sobre siis
e n Ainérica. lidhitats. Si bien es cierto qiie al interior del hábitat d e u n piiebio p u e d e n
Por otra parte, n o creemos que esta ;,retensión d e ii!-iiforinizaciÓi~tenga disti.ibiiirse, trarisi toria O deli~iiti\.ainen:e, deierininados derrclios (cxclusi-
efectos reales sobre la cii\~crsificaciónjiirídica. Por el coiitrario, la auniei~ta vos o no) a inclividuos o co1ec:ivos concretos, esos derechos riunca sor.
y la elilbrolla. Por una porte, las dificultades para encajar una institcción abso1u:os y siempre existen restriccior-ies qiie provienen d e uii coleci-ivo
jurídica cri u;? ni~iridosocial v e la descoiiocc, produce nuevos hílxidos Y mayor. Así 1iahr;í derechos ii~dividualesrestringidos por derechos familia-
adaptaciones que, periódicanci-ite, sc van renovando y recreando e n nue- res y estos, a su vez, obligados respecto a lo ccniuiial, nivel que, también,
vas fórlxulas adaptati:las riii que .;e abaiidoiieni-iiinca del todo las antjgiias está iin-iitado y norir.ado por rntes supra-comi~nalcs(las con-iunidades de
institucioiies conocidas y niaiitenicrido alguiios d e los lwe\ms )>arto5 que iina cuenca, Ics clancs, el p~icbloii~dígeiia,las normas d e los ancestros, o
han mostrado iiiilidad. las cie los duefios espiiit:tale, -la "madreu-. cle los recursos, etc.).
?or u!ro lado, la vciificación de la inadc.c~i:icióndel disfraz obliga a !os A! final, p o d r í a ~ ~ l ideiitificar
os iinpcc'olo i o n i i n háhitnt deterí-iiinado y,
legislaciores a i~ reforniclar~donilevas figcras ti.a~?sitoiiasqiie algo van dei-itro d e él, una seiie d e relncioncs en círculos conréi-itricos q u e llegnii
dejaiido a medida cji:? trtiriscurre su vi~el-icia. hasta los individuos. Pcro esta rclaciói-i piiebio-liábitat iio es esnctaiuente
El desencuen:rci iio p:.odiicc ~iiiiformidad.Por evadir la "otmda$': de la r e l a ~ i ó i ~ p r i v a dqiiedsfii-iela
n propiedad. Estamos aiite u;-i!~Rbitat iiemar-
iiiia institucióii cletcri~iinadaqiie, coi1 líi clehicia tuleraiicia y 111: .sa riim- cado por la !-iisiorja d r 1-in p ~ e h l oy, t a ~ t opor hitos físirros, ii:ia unidad
. . inciiy.isible en su escnci;: (iiiinque dividida en uscis en in yrríctica sucia1 *-*
pl-$nGijn,~ , ~ & r 'co;~.-.~;:i-
ii. coi] !a iíiskitucionalidad estatal si11des~nf:d;o d c
rii;iglllla, se asiste al iiaciinirnto {.leuna mu!tiplicidad tic ii~ie\~a:; figiir* iiiteriii.) qiie dcfiiie una reiación reiigiosa a veces, espiritual sieil-.pw, Lin
que amenazan de rni:er:e a ix instikiicionalidaci a cada lado d e la relacióii ~airiii:onio i.it!ispoi~ib!e, tri~ii~geneiacionni: cs por eso c l x d o s p~iel3los
iiitei-ciiltiiral. indígeiias 1iar-ireiviiidiciid:, el coi-icep:c>dc ic-riitclrio corno e! m i s ;iprc)biiadc
JIi dc.re-li(>occidc:itnl ha rcntrndo sii qwhacer eii la rcgiilació!: eficjei-itc pma driiiiir es,-, ~peiilliarreiaci.j:i.
de lils relacio;:ea socia!c.; ei1:rf las pci.soiias di? a~ilCld0a \'~.I@~cs, prii-ici-- I,~7:j textos ii-iteíi~.aci:)naleshan r:l:i.;zfii.a,lii ccta ccnceptrión lyor ser J z
pies): lic.cesiciaciesio:iiuiier, pero iio está riel-id» capaz de articil.ir relacio- mris ap:o>tiii-iz~la.J'crir Pi? los De:.-rh~~s ri;.cic?iiales csta ci;nc?~~c:5n ni', c s t i
ne,; ciiire per.i~;i;isy s«cie~i;ldcsq ~ i eno cc~iiipartene505 \.iiiculi>s,aui-ici:ie espiita cie probleiiiac.. b!c Sasir ;í?!i aceptnr :lila denoinin;?ción: e s precise
sí uj?a l>eceSid.id ccii.,vivencia. Y es entoiices ci:ai-icio se afii.ina la CUT?- c:):i~ct'rs u s C\!I?.~CCII+:I-~CI.X j. S U S posibles dificilltades:
rioi.idaci de lo? valorer rie i:iic>ss<:clo;t~sc~ciaicsi!etc;.inii-iado:, ~ii.;iicipa!-
ii-reiitc o q ~ i ~ l i oqiie
> píoviviiei-i dc, ci se liail alineado con, In nieritalidai!
exógena. Territorio y "terri!orios"
Basten estas rei]exiories pa:a eiitendi~rqiie ctiando !os p i i ~ l ~ l ii~díge- os
11~sri.claplnyL!a I::!>i2i':lad de sus tierras 1-lo !.;oncii el acento eii 1:s cliinc- Para P: Derec!io occi&n:al, e! territcriu es el ámbito dc !c p ! j i : i < o ::or:-i:! 1;i
terísticas eseiici;i!es di. la iiisiituci0ii di. la propicdad i-ii tnn?poco eii las _ _.- propiedad es eI ámbito d e lo pri\.acic;. El territorio e!icariia !a i t t t s ~ d eLin
valorel; qiie encicri-a para iiiia sccicdñii d c rriercadc (libertad d e ncciói? del patrimoniocolectivo, asiiíi-iido en forma a h s o l ~ t ae, x c l ~ ~ s i yv apeipch.~apero
Fropieini-io,iniiivitiiin!izacií,iidel trabajo €11la tierra, ctc.)ni niiicho meiio: d e uii inodci qu? nada tieiir qiic ver coi? !a propieddd pi.iis:o qiie es, nric-inds,
~rdnsgci~eracio~ial,
L , indiilisibie conieptiialmente, inapropiable. indiip(i!ii-
eii las sepcrcusioric?s ecoiioinicas que lleva aparejada la institucióii (ciivi-
sii,ilid,id, a~ic.r,,.+ir>ilidad,'circiilacióii mercantil, s~guricicidcrcditicia, etc.). ble, autónomo en s ~admii;iriríicióii.
i Hasta aqiií todo es cabal para defii-iir
Lo (11:" rexctanii d e la propicrlad snn la:: poibilicicidc.s defensi\,as qi!c le la relaciói~cuj.0 rc!ccricciiniei;!ci reclaii-ian los pueblos iiidígenac.
otorgüii ei carácter absoiiito d e sil c)crcicic, su e>tcliisi,~.ida<i y sil pci'pctiii- Sól- qiie !?1 territorio, concel~tuali:'ientc(e:] el Derecho Intl-rnncioi?al oc-
d2d. riiil-argo, :>!;as faciiltndes íoiicebidar para desarrollar rl iinperio ciden!alj, cs i:ricl sóla: :o time ccinpeiido:~~.Tic. ahí cl curiceptci d e libre
del ini-lividuo jdcil i i o i i i o ~ f ; ? i ~del
i , ~ , icoii~oecoiioriricri$) sob:-c! i i i ? ~ h j ~ ?ci1j.a
to deterininación que !-p?xiona una ui:idad histórico-rcicir.i (piieü!os, nacio-
característica priricipa) c.'; su circrilación iliercantil-, ciiaiidi: so;] aplicadas i:esj con i i i i territorio úiiico doiitie se ejerce no e! 1io~!ii;7~i:11!,sino el i:11;7~>1.ilii:l.
a cL1jetc \; a uii objeto jii!-ídico taii difereiitc, coino lo son 10s p~ie'slo: En iiucslro caso estan-ios hnblando d e ierriiorics a e pueblos ciiya libir
,' indígenas y riis es-acios d t vida, devieiieii en l? antíiesii, de u csciicia ya
q u e se rrclam;i:, ?recisamente, pdra iiu\icciir la circuiacióii rfafirmar S11
deterniinar;ón todnxria cski en disc~sióiiy que, cn todo casc., estriniiiinersos
en i i i ~icrriiorin n~.cloiial(único, ~ii-iiiario).Es posible q:ie :i;-i.ies d c q u e
.. - ~
iiidis~>oiiiiii!idad. termine esti. decada rsa i-oinpieja relacióii tci.nii:ie por ser siii~cradap o r 1-:
w

**
n i ~ c - \ ~ciii~ceptos
os cic i i ~ ii~o;ic.riio
i Qili.c.cho !iitci.iiacii~iiCil
ei, búc;qi:c,da de
soiicepios nbici-tos n la paz Y a 1;i lolerancia en Iac ri~!ariii:!t,i:ii~kc:rikriicax
iiocen-ios si ocurre de i~iia1maiiera eii loi r\i~de>), yiucl~lriiii:'ii:<ci;:i $ 2 hCi
af~i-mado :i-icdiaiite la iiittrrcl,icióri entre di\.~riiis:;i:i;7~< ic!e:iiiiic2ii«s con e
d c i ~ i r g los E~i~iiicir n a ~ i ~ ~ i i a lEe sx. cs lo qlir :,c derlprriicie 2ci bo;.r,icior espacios territoriales coiicretos (In ciicncri c l iiri ~ sí(, iiiayi>rri~eiitii), ali;iiji<~s
d e la I3c~iinrnciíiiide N,icloi:i~i L7iiid,is. o distai~ciadoseiitre sí-si bien t;ciiciali~iciiiei<:ii~iiciitr:~ iic ins rc.spocsa-
Ht1\7qiir txiiaicies t.1~1' !acondicicíii j~trídicaque 1111Est.d» «ta.,rgue a la? hilidncics comiiries en la dcft.:isa cic i i i liríbitrit
~ i ~ i ~ i ípczlt:c:rin-iei~te
i i ~ id-1:-
tii?i-rns iiid;;;ciin.; iio t's c-:ci-icialiiici:!e relc\.aii;e iel;p;to n ii? t,ilriepiii)ii
i!?ic;-:~acicl piicbla inilígcna. Sin eii~!>,ir:;!), les aíect;, dc niarie;a ii?sti.ui;icn-
tificado-; cii otros c,~s»s
~~ierite,
(12 innyor p,i:;c <deh.: rt%gio~ie:; :iiiia;.ór:ic:~.;), liii;il-
el cui-icepto p!.icblo-territc~rioscipoiidc n iii-i,! idci-iii,i.?,igii>b,il pes-
8
tal piicsto qiie la cargii de fiicrza deien5ii.a cl~icp - i e r a iin,i coi~ciicióii fectarnei~jeciefiiijda, .- , . - ~.
jurídica u otra, facilita, difici~ltao iii~posil~:!ita,en sii caso, la ioi-i:iiiiiidad
1iistiíi.ica iie la rclacibri pi:cbli~-tcrriti-lrio.
E! Estado s;ebe di?j,ir (le percibir la propIe,!ail co!i~tiv'i cuiii~!i:i:aria
coiiio una coricesiíii~iiiáxi~nay tr;iiisilorin c.:? 11 c~:;iiiio f~aci: !%Iiiiili!-i:!i!n-
e
1-:t r(:,;i!lacicín inti'i.ria cit. !'i tencniin d e las r i ~ r r z ies i!!i i ~ : i ; , i m~i11\. n L y tiiiilitar ir! lii~l<:
!izaci6;1 conii.iet,i de in prc>piec!ad te;-iitc;iial i:-iiií,.en..l e
compiejo dehfri.1 p o d ~ ' rdc!c!rse a !a df2te:-cii:i-cióii (ic cacia ,-;i~zbio,
ciip,íiic!ose el Tleieclio ni.5~por ILS garantías exie~i-iíis.
jireo- expresióii d e !A -i~oliiiitadde csios ?ucbloi arl~iirri~:iio \.i,is ii~giiies~ ~ L 1i'
permitan recorrer el camino coiitraric, si c s que> esa cs s ~.:oiii;ilni'.. i
I Ps
a
Por ejeinpl!~,pnra déscri!:ir los círciil~xc~i:c6;:iri<cs qiic caiaíiterizan
." ...< e las , ~ o s . i ~ ~ o l - i siiidigenas,
iiii:c!ias i ~ i ~ c ~ surgc.:i.:!:ii:ri:lfades seria:;: cdiiio
a
iRtfgrnr 10s !!ri.rci!~oi: de !as fa~iii!insic!;I ios d c l n ~i-'r:i;:ilidr7<d,

La caracicriz;.ci5i1 dc este iiiie\-« conceyio c?c. la ti,rritl;iialiiia' ii1~3ígi:iia


iiii~isi'iiii~nd~ dc,rcbs!?cis d r ia-: cri!i:iadí.:; dii cii ciilai conc6ntrico siipcriorv~, debe sei roiisis tente con sil pso;xísiio, qr,e iio (i:; olíci qii? pt-ri7:itir ia con-
só1í) p i i ~ d e r c ejcrcii;.?
r por:!'hs~,ieto. No p::edt. Iiaber cio- d i i e n o ~ci!isol~i!os tiniiidñd histiíriia Y ciii ti.irn! d e 10s pl.!t.lb!o; oriqiii;lr!c)s v de\.t,i,. ci:-!c?c: ;;is
( p ~ ~ i p i o liosj
- a ~s i i 5 r ~iil :7ii:.ina C D S ; ~)T ~ , s nl.rcci:,ii:rie:;:i:..
; es 1,:) qiic o;~iri.cei-i c~pcioncsc ! ~dcqai-riillo iii.grtd,is diirtintd ~ i i i c oii:;l:.i,:. L:iin tci riiui.jai:cir,c!
cn.:i todcs los ~;1?11!05 iiidi:;ti.:ias: !niiirii>iess~:jc!a,:(!:iclii~oi!e esc:-iclaz
S , < . ?

*~iiti~iiciidacoiiio 111-iniiic~tiiornroi-~cepturil5 - deii:;ic!,i 211 kCrii~ii;oriiíi?zq~ii.-


1 . r
a;i*:rtin:cis: i:>lccii: ,i, iiit.Ii\.idiinl, ;:o;íi:<a,rc!i;:i:?~,i, tipiiIiii,ii, cte.) cori iiiúi- 1105 :lo $?:-~!:r'i iii& qi!e id prolc)ii~n~.¡~~:iL ~ !:I i :1.i
P i - c ~ i i ~ - ( ~ iy ~ ! i~z~:acio~i
~~ cif'
tiples ciii'cri.!it:*-;;ic,i eciius, io).ui?tura!es <> d ~ f l r ! i : ~ V sovrc i ~ ~ . I r i kierr;! :,5uc i:iGltil?les po<ii!ilidancs q::i, ofiecc u:i ;;i!:, "e ia 5iv~isici~;ci y ;I~~LI:',<;: cr:l-
ricctisorios. El Estncin. 61 ií, p ~ i c d cti7!iei- el !;i,:)i'~!i!~~i 7:. u:; pa:-r~c~i!i; cl tural qi?,? car~irterizaiial l'cr<.
~:,>i,iiiiiiii i , F ~ S C I -C ti-;:ia cir ciuy d;fercn:i.s t i i 7 0 ~ C:t' :ieizc!io> d~>il!ro dc iin;i Desiic este p.~:i-itode vista es p r ( ? r i ~acl>ira:.
i~ ~ c n c ~ ~ ~ > t ; i , l i i ~al;:irii>::
iei~ite
sit~!~ici6ii q:ie, por el i?i~~:iii'iito, n o es rcldical-(icai ii2terior d e 105 p ~ i r b i r ~ s ilspcctor: U
i,i~!ígrn,issin ~ í ~ ! r az rtai1,:r cii cl teina dci 511 1it)rz dcterniiiiació!~.. 4
Si r,icia coniunici;:ci, entidati tei.i.iiori,:l o psrii~ioindigen?. se ciiiai-:;a Q u é esliacios .se int<'graiinl territorio indíyi,,-r!:ijiic y íliiién l i ~i!.ctii:e.
de de!inir los dcrechos, siir a!cances y $11.: 1ínii:e. al in:f?rip:. d c cada * Q u é reci:rsos iilcorpfirn ): en quti fornia. 4
pi.:el-lo, 1:s cu::as se scicari (le la coi-istr:icción j~1r;di:r.i c?i toci.o;ía Y se
~7'..r!!1~ri ilac~a1s c~!i~triicciíjii d e üii derecho p!uri- e iiiterc~i!tili-aldebi-
Cuáles s~:ii-i las caraciri-isticas qiie val: t i definir, e:? :Crii-iinos prdcticos,
. .<,ción
e,:-, - Jentro ~ i c ordenarnici-ito
l jiiiídico pliiri~iiliural.
4
danieiiii? ror:rdiii;i<.io. 4
Por o t r ~parte, tanio 121 co:icel;..ciiín iritti!-iia (c:ilti~rai)cic cadn piic.blo
iridígc~iriior;iú 51-iI>.istc>i-iart:ciei-~!ei ~ n i pr»diici;io i i;it~!aciones,e inci~iso
;ih;7irL~cioncc,mu.: di\ el-sns qi.ie ? S i:ecesaric co:i.idcrar.
No sl.5!0 los i i s i ) ii~tcrncsson di.:cxsificndo~., siiio qi!e taiiY~i:iii scin
i!iieren:c,:; los procc.;o:; di? ac111tiiraciói-iii:ie iiiski-icinn a un piiebic de ~ L L S a) D ~ f i n l c i ó nde los territorios iiidígcnns: s u dcanct,
4
concepcic;ies ori,g:n;,lrs o 10s ,?ic:.ian, er-i parte, 3 coiiccpcic~ii.~
d!>:;i~!cis.Eri am~~ii;r:; rcgioi~esniitiinac: -y ban-ibi,.::: ci; Linns p o r x i-t;io;ii?s
in;í:, ocii- \larlos l i n i i siclo lu.;ciirerios uiii!zadi~,\para di.fiiiir!: tic it-;.i~iii n c i indigciia. 4
Las iclcas, y la i::ur:ern (:e plaa:;inrie ci-i 10s diic.ren!c>sordi!~i;.ir:!cni-os
1 iimazcíiiicas- I:i $rt,liicdad in'jiviciuai o fan7iliar e3 ya iina a~pii;l~ii.ii; la jiirídicor, h;in ei-olucionaciii vertigii;i~sai~i~i-itc'eii las 1.íltinios aiios d e s - 1 4
,
~r~~niinl,!acl yropictai ia es i i i i:oi~cepto generdlizdclo desd? la legislrLci6ii
~

asiirn:do coiiio ! 3 finira posihiliciaii dc accede: n i i i i rcc~i!inciiiiicri-


iic la concepciCi~priiiiiti\,ñ de la p~teri-ialistn parcela f<?iiiiliarholivizria
« la tcneiicia cc.inlii::al di. la \,isid!i pei-~ia;ia,iii;iiilciiicia !,di. oc1iei:ia
1 4
I

dc tlereclios tcsrilori,i!cs; cii i;?iiclins zoiiiii se]!-dticas (dc5c~1- 8;iios (par;' c1 e:iqo d e !;i iicrra; ~eii-iiiciiico,p;iia c! c a w aci'izcíiiict~),
i ...(

4
t de sus ti'ri-itorios traeiicionales eii base a po!íticas coyiinturales cIetcrmi-
centrada en la coiniinidad como iin espacic~territorial completo e n sí i
mismo. nadas (iii; ejei~iploesti.ern, el caso d e las tierras inciígenas i-epartidas
! eiitre !as ainiita~iesd e los militares i-iarco-golpistas en !a Boli\-ia <ie
Las niievas concepciones ainplíai~sil foco iiiseiiando iiiievas iiguraz j

corno las ci-iiidader teii.i:c>;.ialf>s(q;ic pnedeii iden tificarse coino vinciila~ias t


A,!ezaj v a irrey,lilnriiiades procesales.
a iin piiehlo, o a unsector territorial local d e ~iiipiieh~o, en elcaso de pueblos i Criterio cie la ocupación actiinl. Es iin criterio qiie p u e d e definir la
o a u:ia realidad pluriétriicci cicternii~-iada,ei-i el caso cle plieblos 1 o~ci6i-icic ia legislacióii chilena. Deja 111ucho qUe desear \-a que acepta,
d e n-ienor pob1aciGn o iiiiriersoc en relacio~esii-iteréhicas), los niunicipios i i ; revisiói-i,
~ la ~ciiíticad e hechos consuinados. Piiedc. teiier d o s i-er-io-
ii-idígena.~,las tierras ccri-iuni!ariai de origeii, oios territorios Gb-iicos-incliiso . . .. una más ge!i-rosaque la-oJra.-La oc~ipaciónpuede. concebirse d,?
nes, .
. . a.

biiiaci15riall'- ,icerc5nciosb, pro~rerivñinciiica una concepción n-iiís cercana i ii-ianera extensiva, abarcniido la territorialidad real aciiial d e u-ip~ielilo
a la reclamada por los puebl(~sindígei-ias y que trata de identificar ui-i tal corno ha qiit.c':ridodespués d e los p r ü c e s o ~históricos, coi-i ui-i ~ ! r e \ - i o
piicblo y un te~ritijrio.Por obro Intio, y conio Iiiego \.(?reinos,estas coi-iccf- i prcictiso d e saiicainiento o iio (ei proyecto d e la OEA u la Ley peruaiia
! DI,.n." 20653 podria considerar.ce como Lin ejciliplo, aui-iqiie, en este
ciories va:? desprei-,ciiC':-id~se cada vez 1316s de las características dc I;i pro- i
piedsd privad;: y acerc?.i-idose l-iacia concepcic?nes políticas, o rr:ejor Ii'jcia caso, limitado a l«s espacios territoriales comunales) o con ~ i 1 - icritcrio
concti-pcioi-iesdc deiecl;~p ú b l i c ~d, e estn territorialidad especial indígci;n. l n;ás rcs!rictií-o, liiliitando c>cupaci¿i-iactual a la o c u p a ~ i c í id~e espa-
cio. agropecuarios ii otros 1:i.o~ecunómicos deterniinndos ( i i i tei-i;iprL- ~~
En cualqiiir:r caso, dcbci.t::;io.: coi-iceiitrariiosei-i esa ieri-ii~riaiid~id
ficz: 1,: q:ie corresponde ui-i I'iie!?ln. La propiedad coniiinal serin ! a con-
c-specí-
1 ci;, ii-isit:ilada rn ia niiP\ia Ley d c Tierr~isperuana 11." 26505).

11
c!csión d e 1111 pr',:(',..:,?L'dispo!;iiitín iiiterno de los iisoi terii:oriales d e iin Tcrritoriucomo espacio de vida (prodi!cción y ~epruductiGn), Se trato de
13..
L ,'I ~ ~c~mponcii-ites
io, eipecíiico~.d e iin sisie~nad e adniinistraci6ii terriio- ~iilaopri15i-iorii:ii:ac!~ hacia la protección de 10:: espacios iitilizados para
rial aiitiíi~omo.I.)csde ese plints d e vi si^, las opciones han sido di:,i!rsas: !a cobre:~iveiicia y el desarroiio p o r u11 de;erinir~aciopueblo iridígella.
Pi:ede iencr varias \:ei-sioiies. Por lo general los texios iio:iiiati\,o:; ilue lo
Criterio cic !a keriitorialidad ori_~iiiari~?. Reir.oii:a el derecho, j' ia dclii-ii- iiti!izan dcscrilleii espresaii-iente los crircrios e~paciales,los rcciirsos \,
. ,
tncitjr. trrrito:.ial, a la +oca pre\.i<i;i la Coiicuiqi;r. Yo eqtá d e s ~ r i ; ? . i t o 10s ::511~. i;ue si: van í: coiisi(:crar (Perú: EL.n." 20652,))! Iol; I;~iti,S(:
1 .. exc¡ii!;e:i (Fe: 2 : CL.11." 22175)!;S E ~01.;:pj~ii-i~l-it;i coi1 la posihiliclad d e
de razoi-ic-siii;ídic?i ya q u r el derecl-io de ioiic!iiiiia 110 ei; i-io~-ricey:~'t-~l~.
Lii t=iest»,iii !a, tierras de los ?ueblos »ri~;iiinriosse incoryc;r~iro~i ;_ini'1,i c!i~;.qai~ii~nt(i de t i ~ r r3~iici~i-::ie~:
~i~ cua:;do ];?S qi:e ciií>i-ital~ acihinln:c-lltr
f~ierzadi' la co!i<?~ii.itny liipgo sc. i;icicl,cncljznrí>n, sncudit;i-,iit>sede! i sc;i;i i i i ~ i ~ i ~ c itic
r ~nc:ierdu
tr~ a dciciriiiiiiadils critzrib-; js(:a ia ~ o b i - ~- -
i ! i ~ ' a s o ~ln, sitiiaciiín Lerritorinl ~ ~ i - i c r a daln nniparo i1t.l cit.reri.o ;di!]
coi;quisiador dcberíri revertir a fojas cero o, ciianto iiiei?oc, ;er ~oiiictiiia
1 vivc:?cia, las iieccsi~!ades-en sei-itidn a i ~ ~ p loi cliiiiitncio-, el dc?sarri:!lo
o la e\:oluciói~derliog~-aiic~+). A veces ?e otc21-ga1-idcrechns a d i c i o n ~ l e eii s
a un proceso d c coiisiilba y coi-icertacio[ies cori los piicblos originarics. ticrres ajenas para podt,r satisfacer esas nocei;idades (Convenio 169,
Sin cicscoiic.ct;r sil carácter reivindica[i\.o y <-lejlisticiri histórica, nos artíciiio 11; Perú: Lcy E." 26821, Art.17). Eii B o l i ~ i aa, p-.,ay d e c~p(at.c;e
pxe<:e u11 criterio poco viab!e, a1 rnei-ios por 1;í;is pacfiicas. declara!ivame:-ite pcircl crit1:rio d e la ter:-iiori.?lidad orlgjr~zriao b-ndicio-
Criterio de 1;: cicnpiicii,i? tradicio:ial. Al.injuc. siiiiilai- al aiitrrioi., es mLi- nal, uii 1-eqiiisitoprocesal -1 esiiiiiio d e zecesidades espaciales- orici;tn
cl-io iii2.i ~.ealistay, dc I-iec!lo, tia i d o asiiiiiido por iclr,is!arioi-icsniodcr- la r á c t i c a en -si;: diri.cció:i.
i-135,in<.liiidoe1 Co:-ivenio 1b9, qiie lo toiiiacoiiio una cie 511snlte;.iiati\-a';. Territorio como í-isbitat. L una \jerslón d e la ai-iteiior pr:ro no se centl-a
trata d e reivindicar y ciefinir CGilIo propios los espacios territoriales en las ric-cei.idades de ~obre\~ivc.ncia o de d e s a r r o l ! ~si;-ici qiie, iricc,rpo-
q ~ i eest611 e11 la n1eii~ioriacoii:cti\:a di! las actuales gciiei-acioi~es cliie 1-ii-idolas,172 1111icho inás a!lií, ex;?resandc la relación (o i;iterrelaci61-t)
todavía se rcconcicencuil-io el 11abit;it natiiiai clel p~iebloei;cucstióii, sea o Un espacio concreto d e la i-iatuialeza y con
peri1ia11c::te d e un p ~ e b l coi1
qiie est6 eiiteramciitt hijo 1 1 control o qiic hciya sido objeto de iisiir- sus eleilien tos (bosqi.ies, ríos, faiii-ia,flora, ninbiei~te,etc.j. El coi-iceptc d c
pacioi~i's y desll~eili!~rnniiei-!!osen los íiltin~osanos. Esta conct:pcicíii h6bitat se aviene biei? coi) L~I-ia d e !as dimc:isio:ies d e !a territ«rialid,id
exige, soiiiplen-iei-itLii.ia;neiitel!a detinicicíi-i de proceios d e ~c.stituci6i-i inc!ígtZn;:, aqueila Guc cfiiti.6, e!i la décacia d e 1980, la atc.nciíir! d e 10;
territorial defii-iiclos. El p r o ~ e c t ode Deciaracióii de Naciones Unida:: ainbientalistac: la din7e:isióii ':col6gica. ?rácticaniente, esta concepciói-I
coi-itrrnpla este iíitiino p~!iL(>eii 511 a:-tícrilo 27. Sii aplicasitj!i geiierali- est6 prese11'te e n toc!os 10s textos inodernos del Derectio Indígena (Col1-
znda podría dar liigar a incóinodas sitliacioiies sociales, siii e i ~ ~ b a i . ; ; ~ , venio 169, Proyecto de Declaracióri d e Nacioi-ies Unidas).
de aciierdo coi] las circiinstai~cias,podría ser iiiia altei-i-iativa j ~ i ~ th4iiy a. Sritcrios i1-itcgradore.i. La 1-iecesidad de ate;ider las dcriiandas indíge-
especialii-ieii!e en aqiiellos cac;os dc piieblos d e s p ~ ~ j a d oreciciiiciiiei~tc
s nas, juiito con el lieclio de que, d e aciieid?i coi1 las circrii-istniici;is, e ~ i r i s ii_ ,y-

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4
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b) D ~ t c r n l i n r c i ó nd e 10s recursos ijur incorpo;l
;,ocifili tcriiloij,!
C o i i i ~',-~Ixos,12 itxr!t<i~i-iidadiniiigena si;polle rlzi tci,io ricjni-,al c;l,lcdcbc
ti\-a. ., l~-fli!l?.rs~ap:opizda~iintr cii sil iar;:cieriiac:~~iiilr;:ica. La iilic.~iii;2d
D~ hcdio, !. niipiirJa;\ :;e a,j:!l:ic,ye por tr<:il~i~?i,ciiiii ~ ? ~ i ~ s : trarii-
~lil, [eu~tl:)riai es io~isiistni~cia~ r Ia fi1nci6n ~i~i!óiiiica;
2 !a ~ ~rco~<lgiid,
~ ~ ~ ~
, i ~ de dariciio
~ iiii j driitF l.li-:a I:;pl~tCtir.i piopic:dad. . .orig!!iai-ia (qiie pijdiía a la perccpcioii siibjctiiJa del siijnto ae! drrcclia v a ;a p;apiz l:~tilr2;fla
haber:.c .+,quiiidi; ;ip:ii~i;ici*li --de ii-,a ir. iii!il;ir-o .ni iiii? especial
~oiiii;iclr i>r;2ic;ivií)nilicifiricr por 1~ ~. i .e ~ i h i . i i i c ~del-teclio).
s t i - ~ ! Dad, C ~ U ? física del bi<?li.Ciialqiiirr aIteraci0ii de esa intccr;<:a;i Iiiodi~ic,i naful-a-
prapiz dc: ferritorio y dcsriridn h caIid;?i<di:l dcr,y410 recorloíido las
l<ispiir~i<is hdígcnis ;iil,ics :iali~iiiii;croiie~e derecli0,qce la s:tiiaci61i de pi1"i>l0.s indígeilas.
''i.p, Illi!jjli,i' 1,(1 ncepciol,: para i;"&cterizar ezp2ci05 !;a Wll]3ddus, Adt.ia~itemos<;"e esta visió;~cr:á a h s o ~ i i i s m e n ,clzra ~ el,i 105 ,pitos
lG5pllebiDs indísciI~,si~llL1,:y, diel.o:i ~ : J~I ~ l i s ~ ~ r l t icx;~!;ci!o ~ ~ i i c ~[Iibre
~ l t de-
~~ i~irídicos:nternacionales pens,jd<is ~ i p c . . l f i c ~ n i c i piiz
i : ~ ti.adi?cir ia i?a!u-
tirninlci&>.) a i j i i ñ i;ifogi,?ci~li dc pnsciiiie; ñ uiia eritidaci naiioliai r a k a real de Joi derechos ieriitoriniis ind$ei>.is (isír! i.onicllio 169 OJT
,?:i,,,, qtle ni> tiai:i dc.piii,ii:~>s~ o m c t i d uri coi1il;iisii PLlL'SiO qile 105 o 10s proyectos de I\i;iiiaiies U ~ i d ñ pi i d e la OE,fiL).En ics rasos e; qcs
pwuAl.,"s Z l ' \ i c n d ~qiie isllii,i;ii, o sobre t d o , 10s Ilcrilanus d e osigcn)
1 .
carácter vincul~iiiiy ha!an sido ratifirii6ns 'porel pni
~ ? X ~ Oieilg~~ii
S .id.
3,11a:ol, iil~ilieil;~n~i~ \.emi,s
, ~ z b i/;irídica
i al~iii~ia j h i ~ ~ l a ~ nl eo s hel-ente. las inconipaiibiiii,.ldrs iiitei~iascon el resto disl ~:d,=naliiiiiIl~o iii-
derc;hi, ci;;l l. iio dockriiinr po!ftic~:s) con .5iifi:i?iite pe?O Coilir) pal-a rídica deberán resoli~rrirsi11alterar la esciicii del Upr-cllo ri.con.icida, ~1
reconocer un c{erecl>!idi?:!.ibiiid«r rlel Estado sobre biciies qiic j a ticiieli tr:ritorio iiidfgelia no is la siin:i de los icciirsos qiip ~ ~ ~ Y i qtt i ej ~ ~ i ~
s~1::eptibies d e a p ~ o ~ ~ i z c L)i cde
i : ~ii.I,ic!o;;es ec<~no:n;~:a':
, . SI: llii:iirjlezn
basa cn e-a iiiiegraciiiii de eleinri-,;rs f i s i ~Y~l>ii,ir;ti.iñlei
s liie ~j~~~~~~ L,n
espacio c c la natu~aiezacoi? un piieblo detcrmi1iaao.
N@ob:;taliie, a l cuiitriri(; de 10 qiie ociiire coi? iii~ci:asfiyriras jciridicns
qLlc !iaii recibido u11 tratoiiiiciitu claraniciiic diiereiiciado ;-;ira ref:l;:ii s i l
.u~tolicia-conln es cl d e la p i o p i r ~ ~ iintelcc:iial-
id ej i~3iritorii.iiiit<$p-
Iia :o r e !-Laasumido todavía como una institución juridica nueva, inoderna tible corila propia fufición económica v social del terriloriu y, d e s d e luemo
Ci '
y con car;cterísticas propias, sino que s c la trata d e encajar eii los nioidt-s con los derechos a la identidad, al libre decenvo!viiniento, a! dcsdrroilu, y
disefiados 20: el ~rdcnaniientojurídico para describir reaiidaiies que ri;ida otros derechos fiinda111enta!es vincu!ados, en su ejercicio individua!, coi, el
1 respeio a la integración espiritua! y cultural de? u n pu:.:blo con sii terr:!or~o.
tiencii qiie \:ei ci7ii !a territorialidad coi;s~ista~icial a u11 p u e b ! ~ii-idígeria;
tina reaiidad que es m u c h ~más afíii al concepto d e patria que al concepto 4 En el caso d e los ieri-itcirios arnazóiiicos, esta l~isián es, .demás,
d e fundo. i ii~apropiridacon la nnt~iralezaeco!ógicri del bosque !i:~pic;il. Analicemos
En este sentido, el concepto del territoi,i7 indígena choca con ia propia i someramente estos trcr aspectos.
rloc;ón los bienes econámicos que se describen eii ia legislacicín civil !
( s ~ i s c ~ ~ t i de b i rderechos
s siiperpuestos, iiidi\ridiializab!es objetiva J-siibjv- 1) Las instituciones jurídicas deben permi!i: intesrar 10s \la!orec c ~ l t i i r a l e s
tivamesite) y con la f o r ~ i u lconcesionala que rigela legislación d e esta parle i de u11 griipo humano coi1 ciertos pi.incipic;s d e eficiencia p a r a tiria
del c~~ntiní..rite respecto d e los recursos riatiirales. 1 convenie:ite regiilacicín d e lc7s rtllaciiii~esh i l n i a n ~ s)r l a .<ztisfacci(jnd c
En electo, los valores culturaies del derec!-io occiden:;:l centran !a fuii- l 13s iiecesi~~ades sociale~.
ción social d e ios bienes e1-i sil cirsu!aciói~ mercantil y el Dprecho *a!?. de Il Aún dentro del x a r c c ~civ la concepción j~iríiiicaoccidental, la prc;~ie-
ofrecer al!erndiivas para iiiulliplicar la!; O C ~ S ~ O Pd~eSesc il:ovirnit~r.tc~CO- I d ~ d en , cuT~ii:Oi:istiiucióii, está nriei:iada a d a r se~-~:iidad j~in'dics5 1111
m e r c i ~ !Pars. . ello posibi1ita el dpj.oves;-arriiinto d e diferentes usos y la
distribi;ción de Ailcrentec. derpclios sobrr un mismo ~ b j c t ip;ra i animar t4.
1 hecho concreto de la vida sociei (ei de 12 posesi6n efecii\.a) y tieiiecoi3;o
raz6n dc so~.sufunción ccimdrnira. hacer q~!c~1 L~it2nsi:..\ úiil a! prci!:,jetz.i;o.
--
,;i,rcl-;dci
,, y dinñmjzar i n rco~iom;a. 1 Selo C;UP tnnio las fni-1~~z.s sociales de a p : o i v e c ~ ~ a i n ci tc.l~~~i ola
~ ~uti-
Por otro !;do, ¡os Esiaciu~d e 11, América de! Siir, p i . 5 ~a s u inoari.:~a 1 lidad de iin 1:iisrno bien p ~ e d e v;iriñr, n s:ibjrtiva y iiL~jeii\~a;nc.n re, de u;,.

i0
a&,cripcirí:~ a las corriei-ites liberales, ml:ntieiicn3,inaposiciíjn trahiciori,?i- grupo C U ~ ~ L aI otrc, ~ P ~ d e 111-1 inedio ecológico a otro.
r:-i:!ritt. rstrt;s:ii e11 lo cjiie rerpccta a los recursos iiati;raIes. En F . S ~ Lsentido, La función econiímics n c la propiedad predia! en los sii.!c:ilas occi-
el Estado sc :-eser\.a derilchas sobre bieres c i ~!latiiral , y ;iiríliicamente, d-i:tales. referida, c ~ j i i o dijo, al coiii.t :,.io, <;sigt. espi-cificid;.!3 C';C-:'
fosmz,;i ?;.!:;ei~itegrx;~.tedel bienpr(r;cipai (comi)son 1osrcc;irsns fo;v;ii>!es, c!l~jrt:b yosi'oilidad d e a?ropincióii !.i:~l.Se relería s iir: dt.!?ii?~ij?iid~!
1. fziiil?., 1'1s dgidzs
id sTL:s
clemt!ritos concomitantes, cic.). 1 -
-, .- -
:,t.tiazo de 1; cortrza teirestrc, e! suelo a g i k n l a , iit,i:iniic!a a geiicrjr
De resultas de i:na coilitlinacióii c!e estos cios presi?p~ies{os se rsciirrt a p;.odiictus 11fr-utos m.ec:iii,z!e Ir: iiidiistrir: clel hoilibi e. Se [rata ilt- espacic;
iuia e:,:::dtageiva jurídica pala ?,?parar, coiitra n a h r a , la; partes :iiteg~,~siitec.
de LLT bien inciueb:e apiicaiidc r e g h e n e s legales difer-cnciados s, los distiii-
tos col-,ipo:ic.ntes de !a raturalri~a,reserváiiciore e: Estado ei doiiiinio x S r e
algunos d e e.05 ~ompoi-iei-it.;~s y pusihiiitái-iiiole la di.;tril>uciói-,de usos y
dprechos dif;i.enci;idos, y & ~ i ~ c r ~ ! m eo~i:estos, nte e:iirr riiierri~tcis~ijeto?.
511el c~isc,dc los ie:iiiorics iiidígcnas, rsct;: forma d e pcrcibir 13 nat::i-a-
if co:~crctoi,i~~divid-ua'lizacioL
~ .g..! i ~ o loi pec~iorio,

dar¡~~-iiiii<.has
l

tii .:ri!ur eco- címico pri~i-~grdia!


racional.
.
por el irabajo. de car:ícti:r princip~~linente
doilric lo nstii;.aI (fal.:ii'~y flora si;\;estrn) tiene 311
tr;.!aiiiiento ; i i ~ e s i ~ ri.2
i ~caza, 13 sscolrccirjn, la pc?cra, 5011 ijsris sc.ci;,,--
vece:; d e caricter iii~iico-y no constit~~~:;cnpor !oG-PI-,~:.,:~
que csrncterizn el predio coino U:, t ü i o

]eza del bien lo desi-,atura!izz v ie pri\f?. de s i p i f i c a d a .Es 130r eso qu(: :os Si el Estado requln por separado esos rciiirs0.s accesorios, e! to<t<-l
p ~ c b ! o incij'ge:iac
~: reclainrin un trata:nieiIto ;uiídico e<yccífico,deiciriicio- iricional de la heredad o dci f~utdona se rei,ieriie e:: s u c.st.licirj, aunque
nes j:~rídicas nuevns qi.;e, ;ti kner u n conteiiicio !jro]?io, lis obligcci! a sil xra!or económico p u c & ví2rse seri;:r:-:ente cifcrctado.
rer-i.irrir a malaberes 16sicos pala adecuC~rse a iiisritiicií:nes c.-eaiids para Pero iqu6 ocurre si, bajo estn perce;;ci6~ cul:l~ra!, limitai;~riria pro-
regulal. otras i i ~ s t i t i i ~ i ~ i i e ~ . .riedaci tcrritoria! iildigena a los espacios agrícoias y pecusrlos? Simt>le-
í i i j pi.iiiblc,sorigii,ilrios esi6n teiiiendo serios problen,is para el pacifico :ncnte lo desncituri!izafi:as. Poi-que cl derecho !erritorial indígc.;-;a íi!!:-
r!icii.~itede r ~ i st<!iritsrior Por la obstinación del Estado en zpijcni este damrnta su \ialur snciai en la viniuiocióri integral del !.ri-ii:orio y o i
Jes:ii?!-,-,bramiefio jurídico de la ii~iecridadterritoriii! indigeni. qii? piiec!c 11:1etio, !I ioc :?iiereiiter- conpor.ciI:!?s son, n o ya rrcuiso? ;ipropiables
cjar 1~1gar a sit:i;icioii~sde exirenla injiisticin (inc1i:ido ri ctnocidio: véase p ~ . ~ i I ,:iicn:>lent&,
i: sino coii!pc;ncr~tes a1;:n:icns dri un todo rzciorial difc-
si no el caso ias ~oniui:idades a:;hániiikac afectcidas por co:~cccioncc reiike 21 q ~ i c~racleriza
? u r ~funrlc?.F,esnnoc:?r i1.n ter!-i!oiio i:~cí~':~-iia ciri
1 m;dt.reras o los niúliiplrs c;:scs de rtiioclíiio cicasioi~adopoi esplotacioi~es sus rieinento: y fuerzas. iiatiirvles es reconoc-: :.I!, esiliielc-to irirconoci- I

/
j milieras y d e hiiirocnr'iurcs en tierras i~i!!i>enas t . j i todo el !nundo).
zyflj
.-
La ciesintegraci6n de Irjs territorius ii:díi;c,niis eii uiia ccii~stclcición?ci
derec?ioss0tn-s los diferciitcsconipcnentcc clue lo coiistituycii e5 iiIcoil~!?a-
bie, si13capacidatide vida. E1 derecho rici seria el s i ~ i i iuríciico o
tcx!l, la instiLiicióii n o pr~skaría.;egiiridac! jur;d¡cii a ia ver-d,:derz riil;:-
cióii entre el sujetc el objelo del dereclio.
r l ~!?ec~io
l

1
! 3"1
Pei-o, aiie:iil:s, 1. ?:ii (:rw clr &,i!fci;ci<;;icioii6iiiicii qtic, en cslt caso, Coiisidc?raiiciola \~iiictilacióiic~spiritti~il ciitrc. L I I i~licblo
~ \ ia te!-ritc~i-ici,

iio es el cnmt:rcil> i i i i i ~!.T rc.;)ic?<.iiicc13nd e 1.1:; coii~licio:i(~s d e sol-:re- !;idcsjiitcgi-as~óii de! cicreclho territori;il de !os p::cL>li:i iiidiseiias stipoiic
~.i\-encia1,dc iiesai-ni:!,>? c i i i i ;7:1cbi[1.Con escepci6ii iie algliiios 17iie- ti11 atc!:itado contra todos 10s iereclios d? 13 pcrsoiia ciue t:r:icii cc)iii»

blos in:iígci;a< i-:.il~icido::( i n i i ~ i - :-cccs, ~ , ; ~ pi t.ci.;;iiiiL~;itc, por c~i~iiíir- lega- ft~iidaíi~ciilo la ideiikid,id 1-10'; 1Lili:res y c!.eciic:i,ic qiic 1'1 uti..;tc1itii:i.l * ~ : ;
lch) ii ~ I I ~ CCI!;C~~C¡<::.,
L ? c : ~ ~ ~ ::I. ~~ ~~~ 7i ~:pz~ti! '~ I ~~ ,~[le>~1Lo.q
i ~ 1>a~ci11 SLI P C O I ~ O E I ~ J inrti tticionc:; socinies, c!. ei~!iaiii.ii:ii cic rclLicic!iics,IR pi.opia ( ; O P I . C I . ~ I - ~ ~ : < - ~ ~ ~
eii in di,:c>i5ici:id cft, ;t?C:ir-535 ;, ;:o en la cxplot,iiió;; q,ric.ola iiit~i:si\.a. colecti\;'i cicpcndeii d e la iiitt.;;rid;ici. !t!rrit!~rini y cr.a es i~? sce>;iii.iii:acljiirí-
En cl caso cl!: ir<piichlci a,i:az.j;iicos c:;c dcsi:i~nil~saniici:toafecta, dic;: qi!? loq~~~~b13~ii~it<í~~n~s:ec!ai-ii,~ii. Un territi~i-ioiiidí;yii,i dc:iidcjoi;
!lacia rriini~riizarlo,-1 :-ainr serio ~~oii61:iico del territorio. En efectc, para eicine~iLcisnattirali?s son t~:.cluidnscir la segiirirind j~ii.id!caabsiilti[a (cl;.<;n
.,
csios pueblos 1;: ca73, !<i ?c-cn, !a ,-qico:eccir.~rison la5 ncri\ idades econó- oi~i!..,.q)
c»ii.;!itiiye i:iia t>.prc:l,-iai:»ri: i i i i rc~~>nocii:iieiiio j~ii-Zicolictici12
micas ~ r i n c i p i ! e 5~:;: :.iJa dcpc!~,led c ell.-.s y !:i sc~gtiridadjiiriclica que que clistorsi1:nr. el hecl.10i-i'nl ~ j i i ci]i!icre describir lr !~i-otc~i;cr.
jlreteiiden para sua;icrr!:ur!c:': $e I?.:ir: eii c! conti-(:! d e la5 csi:ciicioncis El Icrrit~rioiiid<~i,i;iia r.~i!~c!i;c
e! i-e~tablcciiiiiciito cic coiidiciancs apro-
, ., . piadas parcala ~ c i . i - e \ - i v t ~~lc.
i ~;ltichlo.;
i que, j~i:it,:i-ilei-itecon cl r~.st!-,,
d e rep;'!;ciiicc'io:.i aci-e;,?? i~;!:i-so. ren-i-nh!es. Cuari~jc> I(:s p:!eblns indí-
genas proc!,-.rii,in eii el bi7~;qucc.st5 s ~ tarrliacia, i SLI ri?crcado, su logi.?í.c:i la iiidr.peiidéniici cie las inckrcipoiis cciloic~ales.Se trata d e uii
tiiiivcrridai, i.íixriczi, stis i~:y~ísiti~s de inaterialt.:; jxra la \-ivieiidn, rccanociinie:i!(; i.c'i.:i;iciii,til.i?: iin iicto poiílici1 reparacjor de tiiia irijtis-
iio eat:i!-1 esprcsaiic!~siiici U!iJ iesiiiidc! erci:óinica jcntre citrns cosas) ticir: !iisidrica. ?' iio pucdc. ser narcir,l si iii1i c.^, a custz d e pri\.arlc.
. . .
peco ri?ri;pic::s.i!l!~.rL+?rl qtiic:r,c2 no .,.¡ven e11 v de la se!.i-<i.Si L ~ S ~ Lue II?~ s:::iticio Si eso c!:iic;l c-cii Z ¡ $ L I ~ <prii;c!Fio:;
JS L) disposiii\-os pilri:;¿idcss

51?0 aiiris s i ha av,i!-.;:?.:d~:s n pl rcioí~ocimieiitodel dcrccho de 1~:spuc- p~r:. SL; nplicaiitín ii 8kiaS -!Ltiiicioi:c~ ciite!.c.:iics, >erA 1-lrecisoynr[ici;-
!.ic;s in<ilgeii?sr: síii t:)rritoi-iciz;. 110 :<e les puciiii n?ezc~uinaiesa territo- !a?-izar si! tralailiier~to~urí,<ico csclii\-ei7.60 ios ki:rritorios !iiLiígcnal; 1.i
ri?,lidaii cl)n ii.lqi!iñii:,i~i j~irícii;ni., por 10 de~?i<is j::nccesarias JI poro RpIiciiii$ii a 2 esos c!i~pcii:ivcj', g?iiernles.
icc7:des con el pens.iini .ii[ci ii.beia1 cjr;c. lc7s gobiernos taii :-irtem;ílicci-
, .
iri,-ntcanl:can, por !,jci;ipia, a xic:iisns tan priino:dia!<:s COi:),? Ia iiifra- 3) Ecp~icia!iiic~iitc. ciT.el i ; i S i i 2c lo: ciieiiloi iiiíii~1:i-1;:s
c
;iiiia-ii;:-iiros, la zl,li-
- .- ,. , ~ ~ ~ r?k;iiii~!-!
m ~ c : ~ . d(.?j $?:-.?ral, ?:I?.ACIS :?i-i!A c?i~~i:,ibili~~a~!. d? 1~): hicii125, c : ~ i
e s t r ~ r i t i r ?nacioiia!. I r ; ~ l i i i i ? 1.1 e,ti-atégicr:. ~ ?

el desti:i« i,gi-~'l3i.i~i..i.ic> d? la Lic,r:a la akribiiciúii ai d ~ ~ i i i t i i~ii>!


o
. ?
E:i~ilo d:. lo!< rcc::i-505 ii<:i;;rai;? del p : d i r i,ci-irs disii.ihui: :;o!ii-t, c!l:)i;
2) i'.i va!^^; cuitiir;l; ci:i,:ii;rií:~fin e! tzrritario ii-iriigei~difiere s:istn,ici,i!- ?:

:iii.iite valcr prn,'iiiciivo o C-on;erci;:?atribtiicio yor la sociedad ocii-.


c!ty!
difereiitei, dc:ec!-105,resti13 cllil[i-ndjctdii~ con la 1>i.opiaii.! Lt1ralc7~iein-
,,
.ii~;itiia la piíl;)ieci.iii nredial. El territorio iridígt?ria, por cscii<:ia, es iogica de !(,S i~osqticsti-o;->icaits.
inkgri:. No es posihie rc.con(.)ctirci tci-ritorio y dcscoi:ocer stis compc\- En priii-:ci l t i ~ a porque,
r eil1;i Aiiiazoiiía, el bosqiie valc. ~ 1 . PI 1 ~vi:,:io

i-idi-rc.5,rargadus de i.ali7i-es c:;piritlidics qiie le otorgan sentido. 1:nagi- forestal y I,or Jn vida .;ili-es[:? qiie íll.iye e11 siis diicrenl:-c;:; c.s:r::;i?,s ccii-
liar, por c:je!np:o, qiic loi veiic:lc,s -un aiiinial eii qiie ei:c;lrr~an los lcígicos !,a clclgadi., capa de si~cioferiil ec tin bieri sciciind;irio cizsci;. c.!
íilice~~ifi::--ion i i mero
~ iii:n- :.dos d e cariic ~feekaprofu:-idamentí? la ; i i i i i i c l devista ccoriuiiiiro; iiicltiso ic fertilidad (transitoria) de c.sc silelo

i:lrntiuad y !a c~iitura;de<cii:il-!cer a i i i i piiebio la capacidad d e c.on;~i- cici~~::iiilcd e la cul)it.r;¿iiorcital. E1 trabajo huiiiano r,o ii~divjdii,iiiz.i12
iiibii (que se trafiuc? en riipaciilad ilr control au trínniiio) sobre 15s ciie- ~"jj~ic'diid; !o.;frlitos iiidustri:ilc:; ir ;os proc!tictos ,ic ~ o t?li rcsii!tncio (?e
:ns, !as qiiebr:;kas, !.:S ~ a t a r ~ i i nt:ss , iic.i;ar valt3i-es tracsrendciitales. lu'o iii:a expiofacióii iri teiisiva ciel stit'lo. Po:- el cc!ntra:.io, stielec rcr írt~bos
se trata d t birnes ~-cnntíi~;icos, : e tr;i t;l d e L:!? iodo del que los lioii-,bres natuia1c.s (los propios Arboles 1 ~ son i l<lii:!liéii) C^LI)TI p r o ~ ~ i ~ idepcncic
ió~i
í'ormaii parte y,dcs!~ici:ibr;íri,~~ 'ir?, sc \~;:cíade reiitido con ciectos des- lila: ile tin ciiir!ario.;!~ci,incjo :., n~i.!cl-las~ ~ e c cilc s , la diicil2linn t.n el
,ir~ictivos
. sobre la ;!irnti!:ai:, 1;:- crevi-:ci;!s y I;! razón c!r ccir d e u n pitcblo. coiisuiiio. No es el trabaji7, siiio 1,i no riiteraci6:i C ~ L I!?osqiie lo qiie iii d a
Dad;) qlie los ri:ii;iis aii;ci-ii,iiios bon, pordi~finici6i?coi-1stilucioíinl ci-i S ~ vigor. I Si 10s piiiibios iiidigeiia< sc \:cii vbli;:<idi:s a iiitc:-isificar el iisí2
~riuci~ac, ocasionc~,paíics pliiriciiiit~ralts,los va1ort.i; qiie eii1:ariwn las agrícola de si!:; t?i-]¡!o:-ios para d e f i ~ n ~ i iiiriciii.~ii:iiite
cr stis doi;iiiii;:s
ii3stitu:-ii~:ics (ic sri or~!~iiai:?ie:ito jiiríc!icr! :ici piic~iciiser, por ianto, íiiicrstsales (coilio i!i hccliu iia surciiii<ii rcpc:i!.'nii:c.!ii-c.), st.5 propic-da-
munnri:!iuroles, si i i l j 1.5 a de la in1!30íicióii de una ctiltiii-a sobre des irñn pcxiciieiicio valcir y lus hi>:;~iiil~ ;':i \-~>rcic?iíc:.o
pctcricial.
las der~:.'ís.Al ,ip!iíarse ri grcipos LLI' .irales difcren!es, c m ~:i?lorescul- Si prr~tí!iiii6sc::ir?.;,iin basi a delerii.i!iacins r:lasificaci«!ies agrsiiéc-
ttir,:les y :;ecc-sidad:.. sociaies ditercii:es, !as ii-:siitucic;ncl:c?c:i-~t.n
asumir iiica>, rediicir el d ~ i e c i tcrriroriai ?~ <iciin p c b l o in(iigeiia ariiazóiiiro n
eia diferencia a tiii ~irique el iit.rec!ii~ii:org;ido sea del inisino \.aIc)i-par'i los espacios agricoias nos dciríaiiios coi: 1:; sorj,i.csri de qiw iio existe
i;,dos iii~icho111,í:;iici ?'%I tic lodo cl esp.icio .ii1iaz611icc1coi1 \.ocacicíii agi-íiola
o pecuaria. De lieclio, las cliacras dedicadas a la agrici~lturapor puel;.l«s dos desde la tonq~iista!;qiie constituyen !a base de s u s reiirii~dicaciones.
coino el aguaruria iio excede11 d e 113 d c liectárcn (lo que lei I-iapei-initido Y no sólo se ha li~chadopor el reconociiniento ii-itcrnaciona! d c esos dere-
soL,revi\iir sin depredar). Si un territorio indígena ainazónico llegara a clios, sino qiie se icr Iia ido llenando d c ccnkciiidas jitrídicos capaces 'ir.
ser del tainaiio di. sus espacios agríccilas (J. esa es la lógica del derccl-io reflejar las caractci-ístic<i. estiniadas conio i~ccesiriaspar<. q i i e r l derecllo
peruano, que excliiye d e la ierritoriaiiciad iiidigeiia los siirlos forestales fuera efectivo de cara a la coiitinuidad histórica d e cada pLicb!o.Es imiior-
y !as tierras de proiecci6-i) la expropiririóii seria abs01lil.i. Por 0t1.0lado, tante q u e cualquier propuesta de Ley para !o: Piieblzs T ~ i d i g e ~ iconsidere
is
s u Libicacióny su detesininación deveiidríaii imposibles: iii-,a cliacra se esas características qiie delimitan, en verdad, nLitv¿is i ~ ~ c i c w J r ; l e s ~ d L *-í -&-i.~ --,

Litilizadurante u n p e q i ~ e ñ operiodo d e tiempo, se abandoi-ia en el mol-iie ,casno wliside&w pii ~ ' w d p f i ~ 7 ~ ~ { « '' ~ , ~ ~ i ~ ' ~ ~
' -'

(se hace d e nuevo bosque) y se abren niievos peqiieñcs esyacior; d e Eii el caso del tcrriiorio, esas czracterísticas d i r t i ~ i ~ i i eyor
n , un lido, al
bosqiie en tierras sin otro valor agrícola que I?] l u t i !C (,:orza el "bii?ii territorio indígena d e otras iiistiiiirioiies ji!rid;cn~ cc:i:iciii~i;tei a p"iiieri
liacer" tradiciorial. Si cada vez que, eii la Amazoi-iíci indígena, u n espri- vista ji, por Otro, coniig~iranuna insiituciói? i ~ ~ i c \qlit:
; a no tielle
cio agrícola deviene ei-i espacio forestal éste reviertc ai Estado, 10s icrri- tes en ei ordenaiiiien~oactiial:
torios indígenas serían una metáfora.
LOSbosqiics ainaz.6nicos son iir~idadesccológiczs en las cuales sil: 1) Se fratclde iin denciio obsolut<~, erciusi:io y p p ~ p c , i ~ l~i , . ~ t , ~ ~
e!ementos (se consideren partes integrantes, accrcsorjos, Frutos natura- cdracteri~nnal drl-eclin i r it r - id ,i<pn
cs*'!
1 105 c r ~ ~ i i ; i r i i i c n ~jiiríc~;,r,s
o s
..- .
les, o caalquier otra denc,n:inaci6gj~~ídica) e~fáficiií n t h ? . i:-i!eirelnci6ii. occiiientales, 5311 asi!riiidas pnr !;: ai~ip!i!~ld1-si\ ;Lii!r7a pr(itcrkcra:
CLla!qcier elemento vive por, en y4c SS< relaciofies CC?L 103 de~n:!; poder freiite a todos y p2ra jieii-ipr!.. C ~ i ~ i S,: i o sr;ijcl, a t . 5 ~s v r~ri.Lice el
elenieritos, iiicluidcs ios lioii-ibrc-Sque-,en ei caso d e 105 p~icblusiiidíge- parecido qilc otras notas cfiiicuniii,:~!Le-, a ese ,:oiiczpto ,je13rcpj-dsd
l-tL1s,asumen (si bici1 cada ve:: con mci-ic-)Sc!-ia:ir~)iii-i roi-itrc'l niiiy cui- occii?.ental ~01.1
poco apropiadas par;? caiaskcrizn: ],? !ei-i-ikGriaiidaciin.
(j,qJoso dc. esa organización d e la \.ida. Es por eso qiie c! C;)i-i~eiiio169 dict*i~a.En cuaiquier caso, esas riotns;i<iqi!!eri.n ~iat;ci:s~?rL:~iIl,, cu;in,jo
o los ~i?.?ctos d e textos iiiicriiacioi-iales (?el 1;~ii:i~o L l t j ~ ~ iIndigcila
li~ S? aplican nl territgi.iii i n d í ~ e ; . ~ ~ :

llablan del :ei-ritcrio corno iiábitnt, I-iazien00 a!:jsiói3. n ii5;i iii~idad<oí?-


forniada pclr iin territo;-io integral y ~ 1 1 deicriiiiii.do
1 l~iirblnq i i ~ 10 ;id- NO ES un poder alisuli::~v c;ic!u$iro itiib;:irio 0
:nirustra en base a uiia c~nvivc.ilciaancc';t:al. Cualq~~it-5 c!t~rc.il?~ e22116- Estado a i ~iiidii,i~!iio
i rl a uji coiec!i\,o iii~icrr:to, ci; !.indiiii?co:-;,cpor
iill,,

mico otorgado fuera de esecontiol, coii siguriiilc!, recl1iiiii;ir6eii pegi.:i- p-rsona jurídica, ccij;az cie Ci-i-ccr :od(i? 1~)s dtr.;.:ciho: ill~3rr,ol-aC!c~,S
cio drl valor r w l del terriiorio y del piieblo que lo :icne poi. hábitrit. c ~ l i ~ ~dce plat propiedad.
~ l-:!s pcrsc,!~:asel: qiie s e i.oi;ire(a el
~~1colic]lisión,creemos que el territorio indígrna debe iiefiiiii-se Col113 derecho actiia! n a ~'i;elien,por ejeiiipio, d i ~ ~ o r ide! c . ~i?iri:oriii (iris
un todo integr;iI y cuaiicio sc rrcoiioceil cieterntiiiadc~sc:c.recl?osteri-ito- (iUlifei!di),ysu disfriit!? (ius ~ift!i!di,¡;[S fi.~!!'i:i!i) C S : mil;:
~ eondi~i~i;~d~
ri;i!es a "!-, pueblo ( p r ejernplo, la propiedad coi-isiderc~~-ido s~ acepcióri por o:ios (lerecli<~s conru!:iitantfs (de Otro6 ii?di\~icIiio5o ~ ; x 1 ~ 7 0¡:le5
d e derecho ab+oluto, exclusivci y perpetuuj ese reco~iocii~iccto debe y olras generacioi?es).Para lo:; niit-rribros i i - < r l i ~ ~ i do; c-olec- ~~i~s
c?r.teiiderse a Ir7 totalidad :le siis cí>iiiporientcs. tivos de un piieblo, e1 tcr~itorinsii;>oii~de:-ecl-.os pero tarilbjéIi
si la p r ~ m p a ~ i del
6 1 Eslado
~ cs cl buen inni?cjo,de12eri concpriar re3i- chos deberes y responsabiiiciades, i1~clii:o la re~piinsi~hilidnd d,- s"
lacioiic-s en el uso; si lo qiie pre:eiidc su11 i!ib~t:sos, dcl~ci-á~ i > ~ ; i isisl~:inas
la~ c-iiniiiiisti.aci6~-~ y su defeiisa conio coi-idiciói: esig;cIa c»J(~cti\~ni-neI-i~e
de cal-'facirj";si trata d e icsei?ar derediossn:irr dclt.in-kL~ados rec~irsorde para gozai- del derecho ci disfrutar d e sus usos y b e ~ i e f i c i o ~ .
íar.ícter estratégico, o de interés com~íiia todos l<ispiiebiss del Perú, si. Eii fii-i,pocas son las similit~ides:: : i n t ~el caráctcr absoluto coi,io
dr:,erán establecer paiittis claras prra !a co;iccrtacif~i~ de SLG usos coii el la excliiividacl del drrecho territoriíil i;\c"oena asuni,.rj tan sól"
puehio quelos detenb en su terrikorio. 1'e:o !o que rio se puede luier es finsir coino notas para res.altar sil identificación" (abrol:ii,>,O
e ~ c l ~ i s icoi1
~'~)
el reconoiiiz~iei-iioj~irídicoae vil tierccho i-iistórico,eritregii-ido una piltrafd u:l pueblo deteriiii:iado y pur sil valor d i ~ ~ c r i p i i :;,a:,i . ~ rt.n:ni.car s ~ i
de ese derecho. E! terlitorio Gil, recursos es LU; cscpit'!?to sin siislancia. ~ : ~ i t o n o myí asu proiección respecto a los rio-inicmbcos,
el Estntio.
I,a perpetuidad no re liinitri a señalar siis diferencias coi^ otros de-
,-) Airibu:os que detieri caractcii~arjiirídicarncnte u11 territc:~rioiiidír,enn
a

rrclios de cai.dcicr teinporai (coma el iis~~lT~icto), sino qiie eiiti-cfia uiin


1
L)t.scie [ 7 a ~ Ireinta
f anos, los p~ieh!osindíjiencis ha11 asuii'ido la ii-iiciati\.a diiiiensión 1iist6ric»-ciiltiiral J I I I I co~icrcia.
~ Ali::il~os e j ~ ? ~ i ~ p l ~ 1I~ :
221 dc. definir uiia plataforina política qiie rrfiejc aqirellos del-cciio~ expíoiii.- !.- :c,j
Sc trnta d c un dc:.cciiu ui igiiiario (iio dept.i~ciic:iic,t.:-~ !i<ii-ía,de El caricl-ei. trari-Donterizo del derecho en el caso d e qLir existar,
~Ieci~~~~i~ii::; ,idi:liiiiitrerjva::), cliie es16 f ~ i n i i a n i c ~ i tc11 i i i?ijtos 1, piieblos a arnbos lados cie iiiia frontera estatal.
;:ii~iitccir!ii.iiito;; liis!Órico? aiiici-iorcs ,i 12 co~isliliiciWn d e 10s !'.lcarácter trai!spei-sonal del derecho en sí. Lo que se tradlice no :jcílo
mocii~irio;!31riLios.No :;e !itiila ci territorio cic ii:i piicblili ; : i i / . i l ij:ic' eíi el carácter dcl dereclio eii sí mismo (un patrimoiiic, colectivo
<i7!? pijfic!!;?i-io sii:c ~:orqiíi,(Y: propietario aiicei;trdl, para qiie los l~istórico)cirio cn iñ existencia de pautas colectjvas que iiitcgrnii,
'
;i(i::i,;s l ü r t . ~ ~ , : : < > i i y ~intcgrdrse ~ ~ d ' i ci>cilercchoc.iil.is relaciijncs definen y lirnitari los ~lerechosque puedai-i ser atribiiidos c o n s w -
ji.:ríi!icaq :noii?riias c m o t r x sujctus ric dcrt.chi~,ccan p~':blicus t~15iiinriameiite 3 SUS niiembros, en forma individual o agrupada.
~:-i\.aO:¿is. Sii condiciór-ide atributo eseiicial al propio c o n c ~ p t odepiieblo, q ~ i e
bro i-st;:. .;u;-',-. , c i d 4 co:iciisitjn íir c;ii.iícirr ie!i;;~ori:l; por t'jcrn~ici,no hzce que el d~rcclic:territorial indígena escape cie la esfera de lo
, .
csta >i:!eto ri pi;izo, !?o presciiLc, 113p ~ i c ~~r ? e «Lljeto de abni-ii?oi>o ;triv:do y se enmnrqus uentro d e una concepción crrcaiia a la dei
i o r ilh~!~:l.-i~iiiio O iÍi7s\.a:icci~nic:iti>dcl put.hIr- c.ciiiii. tzl etc. dert:r!)o plLbiico eori indudables coiiiii>tacionrspclíticas. En efwkci.
.
- i l - ! i

,
i..;:i; ~.;incii~iic!o .t ie i!~lr?:i6n d:.!a vid2 l . i l . ~ : l l ~(dc
i ~ ~los act~ia- 2 J n coiisiderar~di~ la 1;bre iietcrniiriaci6ii d e los pitehlos coino un
i\'(,
..
j t , ~:i-iic:nt>ioS dc! p~ieiiioi~id;gci:;l) ! ; es ir:cu;-ilpatiL'ic ciliicep- ciericho a scr ejercidri dimrro del ámbito nacioiiai d e los Estúi-lo,.c!i.ie
tua;:iivctt. con la si:ceiióii tal y coino In eiiiici:cc! e! dc.ic3':ti:) ci\,il Inc: integran, la r~!;tción pi:rl>lo-territbrio (qiie coiistiruyc una de !as
(':la 20; j ; i &.-:o ii~!:xr:iirl:!s, sca ~!loi-iis¿c;isn), iio que, pe:-maneiiti~- dir:-~ilisioiicseieniialc:; d e la !ibre determii~aciiíj:) ~ ~ i q u i cconsis- re
nic:~tc,coii\;ii:en ;intiri:3s y i>:iL\ríiS ~ ~ l - i c ~ . i . ~di ~ pu:?!\ii? i1i < \ Liidí- tsrlria e:: 6.1 derecho iii:crin-ionai e, i i i r i i i s ~dentro dci Dei.ec!io
g 2 i i ~ ;i!inoivi$:id~at.
. las pcr;,:int::: en c! iraiisc~rr:rii?clc.!iiijdc>del ostút;:!, las cararreristicas jürídicas de SU recor.oi.ilniel.it~se ñsi2íiiei;;:i
5ujeri; del dczcchu. F 19; t6rniirii:s de i!n Trztado m2s que a iir, ñ
.w..,n
i i la
N(> icomicn;:?, ni trriiiirii. c o ~ii: r i títiilci. Rt.coi;ocicio i j iio,el dcrrcho ?hci!~~.i~iistra:.:i.órL.
c imyi.aciicablej;.>r(,I in?jiera:ivo
e,., <,,,..., ...> i JL. L: I C. L. T, . :niiiii:>s r ~ s o sea 31: ~~inciilariijncoi? otros derechos deorden no ri7.aic.i-;al originada en
"d* ki? c i ~ c i ~ ~ ~ ~í:.:i~ c~ ~~; ,~~l ~i ~c LISO, u~ i~~ : y:s-. t?rii-,i~~~>s k~i.&c:;cos, Inc e::periílies relaciones di. iin piichio con s u territoriri ,A;;, rii ci-:e-
e.<:,: ra:;.,ci,ir~~iit;ciiiliic?~;~ tl~p~~l;iP.:-;i~ (!I :C~\.~;L<?~C.~C!O:I 1' j.es!i- c:;o t~.:.site.: ial es16 íiitiinanentc reiacionado con d c r c c h ~ !:oni>
s ci 2c
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. t:$:>zrios
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~ j 5 ;:lt:ciTi;l>:t~~>ip la ici::ntid;id! la cultura, !as creencias y los cultos religiosos, !a t.>?¡-
.::,.b: $2; ;>!-!,:>i!~
. L ~ . i v i . ~ clc~r:-i:~>;~ic?!;
~?c~ t~il?biCi? acl~tr;: q:~tf1 ~ 1fi:iit;:s
~ : ril..i:~iidúii, !a d i ~ r i i d a dco!r~ctiva,!nintegridad psíqaicn y nioral, etc.
!I : :-iicirinles1;o ci-,:á:.i ct~~itiicii~!in~ii.i pLir el rí.i-c;iii!c i~:iii>::ta~~jai:,l 51; ir;.!(,::-iciarl: i!na cn;ac:críjtici? co~sustanciaia ia relacibi: piick)io-
-~~-,i:~cl-i:!s L : L > ~ C > iiiiii;a&i a ; > C , ; L . ~ isli~i?:; ~ ~ O Y tc.:ritc~ria!e::-- y e,i~.y? tc:.!.itc!;io dt:síic i i i v t r s ~pu!~tos
~ cie T~ista:
[udi?;:i.!ehií~ p~c'<!enia:!!?:-'~!r 511s : ~ t ~ h : ? iii,lst,i u ~ c!!ic. 1.1li:rri to!io - E! tr.r;.itc)rio¿t:ht. cuíisolic?arjun'dicaineiite todzs la? h ~ r n a ds e uso,
:ei:iiioiidc: coi:lriti;i cpii e i !;.';kitat rc::l q:ic c.orr(:sp:,nde a cada posc.qión, ii-ia?iejo,acceso y adn-iirus:raciói~que dviint.!i 1.;, rrlsciriii
::i:c~bli, p ~ ci"r ei.l:c~hiikui-Ico, o bis: i.,csici;ni-!o': i i así ici (,stiini,:i ~ricioeinriúmicadcl pvetih con sii hdbitat; r s cn!o:iccs ti1 hábikit
; i c a * s , ~ r oi oc c i i ~ ~ e i ~ iciL?c¡a:; e ~ i t ~!<::;c i r c ~ i i ~ s l a i i r i ~ , ~ . pziinordiil be u n dcterrniriadc :jiieb:o iiidísei ),t.
- E! tcrri:crio d-,bi. responder a esa globñliciad cie conc~pi.ión,F O i
Lj Es L i i l iierecho ati-ibiiicioa L i i - 131 ;(:i;lci, iirCsuj~ko
jiiiítii~oCSII luia ei~iiciaii -si: ciibc peími tir ci eje)-ciciod!) toc7ns las foririns, estabies o itine-
csi,.c~icli q i i i ' s c a p ~ dc la csfi:iii p!.i\.ail,i dcl Iércclio Civil 1.: c i ~ . \ . rc,co-
o rcji::es; dr; ci>ntroi !rri.rito~inlco,i!aa::iplitiid con q u e ese coiitrt~1c.c
nocin'ii~iito:ic.:ic dei~r:iiiiiatiascc>ni;ci.~;c.i i i i , ? ~211 el D~i.~c.lio
Ii-itsrnacjij- ;~iri-~ifiesta en i a r.?alidail. IJr, Lcrrilorio desptld,izado c:ri islas co-
!:ni )-di'bc:.;il !tii~;:il~::;:-.ne!uriicinaniieiitoii-itcr:~ad e uii pnís ~li::i~!iiicci. nicnaies, nioc:hni:o o reiaceaiio, con ireas cxcliiidas cit.! coiiirrji
i'<cihis clrrivadas tic: esla irii;. t:i;lrc otras: 6hiico iwr divrrsns razones (protecci&iiecológica, coloriiz,-ici6i1,
etc.) no es un territorii? indígena todavh.
E¡ caiActei traiis~::~ieraiioi~ai dc.12i.rt.cl-io,cuya ii:i,ili<i;id2s >,íi.n:itir la - El ijereclio rerritorial debe abarcar todos ios c.!cinentos: bupci.ficic,
11istcí:ic~id!: L I I ~pi~ch!n<,, qlie,
ci~i:ii:iii~c~~~ci . por t21iti:i, !:a~i.xit>i\di?:a s~ibsuelo,viielo foics~il,agcas y cuchas, faiina y flora, ri-ci:rsos
\-aii:!itad~!i,;pociti\.a de la ac;::al ~ci~eiaciiíii, !o ~ C FIL. : ~ ~ ~ e i i ~ j , ~ s p ~ i ~ i i D l e y~ii~!!.;cos,los 4iCercntes í:cosistenias ii-iii~ipendientcn>ei!:r 662sii cla-
hi
(i:i,iliciiable, ir1cri1:?argnl.!e) S iiii!ivisil?le ci;iice~-,~~ialiiir:itc (su cii:risióil s:f;cnciijii econóinica. Uii Lerri tcjric~que se ofrecc <jcsci)m:,uesto eii
a l + ~ icicl
aíc.ci,%ríala ~ ~ a t ~ i ~inisina i k,ieii),iiLinqi.ic di\,iaihlc iiiternrti.iieiilr~ ::!-:a serie de eli.rneiitoxj:iríc~icam~nte Jiferei;ciadoc, con siste~nasdc
cn ?i:;(i5,tciiipora1r.s o dc5iii(i\~rls, de nci:crd« rc:npr<í.clica';cii:iii~iclxpnr ndriiiiústració:i sr?prirac!os, coi1 distiiito órzano cjcci:tor, in-i?ii',e a
cl cipi~;~:!i~~ clc c,iclLi;3~1ck~lo.
i~c>;?~i:<'!i~diil~~rit:) >-
Lin piieblo ejercer e1 nccesarici control ci~itiiral econóii~ice~.
Por fin, la autoiioniía con qiie se ejercita el derecho territorial d e iin , La aiitoiioinía e:, un concepto no controversia1 para los tciiierosos de
piieblo iridígena qiie constituye ui-ia nota definitoria d e la territoria- independcnciils p~iestoque, por definición, S? da al interior d e l o s Estados
lidad de los pueblos indígenas. I y conlleva iiiia :elacióii jurídica y ~iarm;iLivaentre el ente aütonómico y el
Estado ceiitrtil. Expresa, precisamenke, el caricter de esa relacicín entie el
poder central y siis c o n i p » i i ~ ~ isociales,
es cultura!es y t e r r i t ~ r i a ! ~E~s .unn
Autonomía y territorio indígena ! fornia de organizar el pluralisn-io p ~ l í t i c oe n una sociedad construida en
forin;; multiétnica.
La disciisión acerca de la aplicabilidad del derecho de libre detern-iinación Si bien la aiitononiíri, corno autogobierno, se tratará erpecíficamente eri
a los pueblos indígenas parece ya decantada l-iace tiernpoi. No existe nin- sil momento, es preciso adelantar que iuici autonoinía para los piieblos hdí-
oiina razóii de peso para excluir a los pueblos indígenas d e los beneficios ge~iastiene con?ofiuidamento el s~istentoterritorial, en siic aspectos mitteriai
d e ese "derecho natural" d e pueblos y naciones. Las dificultades no son de y simbólico. Siii u n nivel defiiudo de control autonómico del ierritgrio y las
tipo conceptual sino operativas. El miedo a poner e n peligro ciertas prerro- recilrsos nci hlrales, la autonomía cc ciesvar~eceen lo cieclarati-,,o.El krri torici.
gativas (como las replías concesionaies) poiie en boca d e los Estados i defvrido @orrii finalidad de garantizar 1~ coritinuidad históricu-culbral d e ui-i
piicbic, encariiíi u-ia espcificidad a Ic. que se viiiculiiii los sentimieiitos de
arcY~1inento.ique, en muchos casos, co!indan con la paranoia. Ese de "un 1
E s t , d o dentro del Estado" ES uii clásico.
*La mayor de lo<;tra tndistas insisten en qiie !A libre determinación
1
I
pef?nen"a e identidad d e uri pii+!o, aqi.rc!iosc;ii~le perini ten dcsnrroil?,~L::ia
dii15mica culkral c ~ p a de z a!cai~uz:.a!tos ~ o á o des encz«;i p,jTa la pro7~,isióii
n o es LIII dereche c7i6, siiiii la condicióii, el ~ r e ~ i - e q u i s ipara
t o el ejt'rcicio cic su Jesarrolio ec3nóiriiccj, socia! J' cul!:irdi.
f
Oel Test<_,de 105 derechos de u n i_.iiel:loo de i:ria nocióc (cor-iformnr c i7o 6. Con un recorocirr>t:nto aprcpiar'o Ue los derw!ios temtoiialc.5 rt'vestido de
5s:arios e:. una pcisibilicind qiie existe como ~ o n s e i ~ ~ e i - i cde i a ese i fimies garantías externas y de ~ii:onuíi~'ai, inteniar, eI pan:!i.nnia de iiir; llueblos
prerreyiiisito). s i se reconocen dcrechos a tin detvri~iir-iadoconjui-ito d e U i d i ~ e n ~a ns i e i j r m ~ podda
s coi;ieiv,ar a vis!~x.-ibrarsecon mayor dandad.
pueblos, como así es en el caso dc los piipblos indígenas, no se Ser puede
negai e¡;->reir~qi;isito.
S;-,la p!akicirni3 rri\~indicati\~a ir.dígena esta preteiisiór. se centra en
cl puiito ?:le ~fjrn;;! iierecl-io a ia librc jisposiiión de s u s riquezas !.
recursos ni?kurales como elemeni3s necesarios para la provisión de sii
ciesarro!:o económico, social y ci~ltiiral.No parece digerible el temor d e Un coi-iirnl autó!?oino d e las ticri-as 17 ius rilcursos. !.n autonon~í,i:;llk70Ei.
q u e s e reivindiqiic~ice:iaraciones o cosas similares. Incluso nadie t ? ~ t á una c¿:rnpetericia, rr~~coiiocida exicri;an-iei~lt,,para ilispi>iierl a s prcjpis:,
disp~ii'stoa disciitir el dercclio eminente de IosEstados sobre u n tfrritcirio iiorrnas respecto a iin área dc:ernii;i:.da.
uiiitririo r!acic>i;al.Y si ios i~-iteresi?dos110 Io arg~iinentaiino v:?inos la La aiitonofiiía d e uso y administraci6ri ?!!e excliiyi- iriiposición d e S6i-
nt.<:esic!xd de meternos en explicaciones para de:.viar el punto centra!. mi.iSas d e expiotaciói-i o do reglsmeiitcs dc usci aienos a los detr.rmil?adoi
U173 de ias formar de ejercitar la libre delci-miilación es a trav6s de la por cada pucblo de acuerdo cori sus pecuiiaridades cultur;iles.
autonomia, una fsciiltad viable deiitra de contextos riacioi-iales integrndos. Lin contrci! sociall ~spirittialy culli?ral sobre el t ~ r r i t w i oy siis recursor,
Los diccioii;irios jtiribicos definen 12. acitonomía ccitno "la facultad ~ U P incluyendo la pri~tecciói-id e los prol~ioscoiiociiiiiei-itos s o j r e !a bio-
posee, o que es i.c.c»nocids, n iina p»blacicin o ente, para dirigir sin hitelaje diversidad, el control sobre 13 trzsiriisión d e los valores que cai-istituyc::
ixtrafio 10s iilterescs específicos d e 51.1vida interna, que puede cxprc.sarse en la ética económica d e cada piieblc y la cíi~acidadde ai:ingeneraci<jiidi>
!a creación de ins!itucioi;ts propias para los cspr7cios ciondc se de+arrcl!a" conociciientos en los nuc\.os contextos interriiiturales.
(Rzlii Chal-iñnié:Diccionario juridico inuderiio, Yd. %in hPlarcos, Lima, 199.5). * Una lib,,rtad para organizar la redistribuciói-i internri de derecht
En esos términos, la autoiiorriía está i ~ p l í c i t aen el Ccnrenio 169. Con- obligaciones ei-itrc siis ixieinbros, para f;stablecer siijetos (le dereciio
secuei-iielnente, ha sido i-itrodiicids en divitrsos t ~ x l o scoi?r,tituc~on;iles,
como el perun:-io (qiie J..I plantea coii;o iin dcsyrendii~iieritopilrcial de
- in!crno y para :egu!~ir la iransiiiicióri
El :.>ntroleconónico de ias vaiiables 411~~ c e c l e nafr:ctar las relacionrs
tsptcíficamen\e concretado a los aspectos económicos, admiiiis- s o c ~ ~ idees proc-:,..icción,reposición y redistribiición de los recursos (en- !
1
ir3 tivos, :e~riiorir?les,laborales y organizatií~os),o el iiicari.giieiise (que
conipi-oinete 1. dación de iina L,ey reguladora). Eii Roli~~i3,Coloi1-ibia,
giiay y otros e1 reconocirnientc esti iiiip1íciLoen el dereclioa a~itonor;iini.se.
Para-
tre otras, la libre Cieterrr~inacióndel desarrollo).
IJii marco regiilaiorio d e las relacioiiei i;)ii el resto de las eri!idari<?i
sosiopolíticas, centrales o descciitrnl~zadas,que prevea garantías d e \:'?'
1
29s
-.
sc'guriz!?.~j:!rídica v eficaz reacciíir. fruiite a las pert~irlraciorics,Ai~itlik(;.; c i Ei dominio cniiiieiite del Estadostibre tos recursos y la autoiloinín
de coinpcLe!icia defiiiidos y dise50 adeciiadcj d c meciios dc resoi~iciún territorial indígena
dc con!lictos. I Eii efecto, e5 el podcr c o i ~ ~ ~ s i oden los ~ t lEstzdos sobre los recu!sos ~ibicaiic?~
: VI-,dnibito de j~!rit;dicci~jn sobre e! territorio, qLie pcriuita Ir, regiilaci6ii (,!i i»s territorios iiidígena4, ): las regalías rcsu1icintt.s; e! qiiid qul,. t?korpt.ce

iii!erna d e ia tenencia 7 u i o le los m u r s g L ; 5.


, CI 1-espetoexter:w de esas el a\-ai~ce cic.1 proccso de institucicjnalización d c las re¡\-inaicacioiies juií-
iioi.m;is y d e 133 órganos comii;-ialec e n c a i ~ i i t l cde
; ~ aplicari~is. dicns del inoviiriicnto iiidígei-ia.
--lierrns,
. aguas, t~osqi!cs,recursos madereror, reciii-sos gecéticos, paisa-
(111ntoda:; estas notas podemos enttmdci qii"! concc~ptodc territorio !<;.Sy,sobre ~w:o, rtcursos del siib.s~ielo d e los: !crritorios indígenas consti-
iiidíg;>r!;: tiene, ccimo re dijo, coni-iotaciorwc;políticas que lo sitúnii por fuer;i tiiy:en :in s~ic~ilento botín qiie los Estni1,os n o están dicpiies:os ;: soltar. Se
i..?i? 2,: iiri rezago cie co!oiiialisnio que se inteiila oculfai en argumentos
del %lerechopatrimonial. Si bien, a efeckxde rcco;iocirnirnto,paca la prueba
c<efa camfirensi5ri y razonabilidad jun'dica ii-iterc:ili~irnl, tal y co;iio l:err:i~s m,<s si>iistiiacio:;. e
i~-i:rnt?,cic? iier;;ostrar ni6s nrriba, sii esencia reclaiiia uri t:atainier:to coii!,Ii- 'Í t>sasí qiie, ii;ego d e reconocerse a los k~1ebio.rindígrnas derrclicis
Liiciona! especifico. td:.ri:ori;tles, el Lstddn ce reserva uiia serie d e pcsibiliciadrs dt>ii-i~i,i.\;enciór;
Lr.s Constik~c,ui:es a:nciicana.; que han dado uii yaso zdel,mt~cr; c.2 dc- 'ii intci-jor d e esos territorios. A veces, coino eii el caso periiznc:, lo "rescr-

finicihn, cs c l k r , una buerin pirtc di. las viFnfe5, rcsiarcan !as difci-eiiciascoi1 lr-in'O"Iiiiprra con (:reres lo conc -dido hasta desfii;urar s u e>i.ncia c.:? !->na
i;+ :j:-r>;,ird;:d c c > i n h(i>~:idencianc!o tina sustanea j-Liríciica6ift.r~-:!te)p:,ro si;i cnricati;r;l I~mcntabledc la territorialidad.
;;.?~.e\~crsr ;' ui 5:to crextivo que, cie i:na treí?por iocins, int;titiic;%?:.ili.re a d t ~ i i ~ i - t i s t ~; u n t o es tr~scer~cientn!, ya que !os mavorcs probtcnas d e iiis puii-
c:,?;::-i-itc la reol:d.id dcla coii:'c;;mac-ióii c ~ a c i a h i c i i t .iiiiilh6biicri
? c!e los paises bias ii;Liit;eiias (i:icl~:ic!o ei g~nc?ciilio de niiiclio? d e ellos) proviineri cle es'l:,
ni~eiica;-!os2. R ~ f i e r e atributos
r pci-ri nadefincr: esencias y :ilia!idadt.s. :c>cxiJas dc duniinio que se hace el Estado (conccsinnes ioresiriles, slii:rrns,
p c k í lir.rn-)
~ ).que, ii?i!chas veces, promueven perturbaciones :an ~!-;:\-i.sciuc
!Ici.nii n pueblos ciittrris a su r!esaparicióri.
5 ) irit..gí~rión¿e lo: coniponcntrs tcriitoriale!, a ? a estrucf~ra.política ); Es p x c i s o sti;. ~ 1 3 ~ a! 0 srer;pecio. En el Perfi, i i i i j>;iei-,!? como el no-
i:,rritori-tl dei yaís i - ~ ~ ~ ~ : t ~ i ~es;;; i i i ~110).
i i geii
a Liiia ~it3~iación desc::!?erada a c;.iisa d c !(.)S iiite-
E1 pr~"lernciJc cómt .<eii-icorpi~raiiesm tt~rikoricjs;:~itc?ii(j~iic@i al ierri(c:i iii i..?2c.Sccr iiiiiinicos dt, t-iiatro ~ r a i i i i e seiiip:c.sas 131;1Ci~rei a>. Los p i i e b l ~ :
narií~rio],polític~ine:;!eciefiiiido c:iii~ounit;irio y sni~er,ii,o, iii7i il iici~ei;ier k!ar,:kri-!k>ut<c. ii,:ii :isto :.eii~icidosdei~io~rcíficahente cn i!n corio pcriciio
'<erii:!ltitiiri d e circi:r,staricias de aciierdo con los difeieiites pi.i>cc>~os Iiis- cic 25 ai:,os, por las ,;iert:ii.haciones oc;ision.iclas p o r las cins::riiciiri.isl
t,:..',.:c - . F ~ ' ya iriiicl-ias experiencias y pr(?!,ectos dt: los cualc.4 acai-
.- i.::tsn directas u iiidirrctds, d. la iiiii-icrín aiirifera otras inir~isioiic~s territoyin-
provecho: las e:i:inades territ<~riaI(:s colombianas y los prc-~;>iosResguardi~:: ics. Los pueblos cliiichua jr acl-i~iarde 10s ríos Tigre y Cor~icintcstit,!-ieii
1.. t , ~-"..,
: & t TI" ((defini.dos como ur-clades , ~ ~ i o p o l í t i c a s
el) ,p r o ~ ~!mli\,iaiin
~ t o :,erias di~iíiiliaclrsdc sob:evi\~eiiciatras el paso, por 30 a:ios, d e !a com-
d e i-i;i:niclpnli?ncií,ri, !as A:ialdi,>j Auxilia:es d e G ~ k t e n i a i ao ia 1.i:: dc l?:tF.ía
' OXY.
A .: Ai respecto pariciera q i c i o iicxi~ires e! sileiicio y la :oiriprr~i-isi¿ndeque
r:ii:uiii>mía de la C O S ~Atlinticz
;~ cit. Kicaragua. I'ero tc1nibihn alqiinas
niiicllo mas cuii?.olidadas, ioriio cl estatuto de ia Coinarca Ahya-Yala de
I2anaii?á,e ! Gohierrio Aiitói~orno(indijena) de Crotrila:idia, las Coiniii~idn-
i i tinta d - intr:-eses iiitocablcs. Si hay petr6ii.o todo qiicida rr.l~i,.ndoa
seguiido plano Incluida la vida de ii:i piichlo.
c.
e
d e s kii!Ónoiiias espaliolas, la Confederación IlelvPtica (uno de id? casw en 21 esns i.cscr\.as de domiiiio se f~indarnentanc1-i lcs graridis intercer,
iiniic~i-in!cspcidri~ii?iosver cii5!es cic eroc: graiii!es inter;,sc': h21isid:; I,ivci-
qiie t.1 problema está incjos :ratnrlo) o h estruc!ura !ccierc?!iva de los USA,
p o r citar 10s r t i s C C ! I ~ ~ - I C ~ ~ O C . rcclc1,c)s <(ir csas expiotricioi1t.s. ¿La ciigi~idad¿L$ la ~cr-ciii?.?,11:: ci~torno e
Si i n p k s e ~Conlo Espc?fia o S i i i u , donde existe L ! I ~ siitrato socio- sniic?, iia segiiridnci iiacionnl?, jtl desarrollo cqdilibrado?, iclgiinu tic ioc
ci~lt,~iral bdstante ~iniio:i:ie, haii con?prcndi~lola i-ir:cesidad d ? dar 7 . i ~ i ~ i ~icfii-iidos~oiislitii~'ic1i~!i1iente coino los ~ á21tt)ss iiitcrcses, ra;:»ii y fiiiida-
s;ilid;i yaci5cr: y coi~\:eiiiri~!ea las e~pecificidadest:cpiic~o-ci~!tiiraifccil-!e I-riciiiíod e la cieli~~aciói-i d e poiier del pueblo al E ~ : a . ~ o ? e
56!o por i ~ : ~ ' i i c i ~c1 > p.!i~tc
n~~i riesiirrollo nacioi-iai, señaleri~c-i rji:e, por
se d a n ai i t ~ r i d~e i6 i : S po:ses, las dudm par?, acometer, de i i i i ~vez p:
todas, la ~:obleinática espacial y aiitcnómica de los pii:,blos indígenas eji -:pir), -11 el l'ci-ú iodos los Distritos d e do+ se extra;<?por 3r3 a.i?c>s 1 •
anic.rica!ios no se ja.sfifica sil-i«pcir motivos iiiezqiiiiios. pekijieo t i - I la froiitcrii norte linn sidoclite:;oi.iz,idoF oficia!meiite como d e 1
"cstrciria pobreza", que la conipafiía, de>yuCs d e 3(3 aiins, ha transterido
::lis dcrcc1;os ::iii qiic ti:iicioiiario nlgiiiio lia\a reílaiiiaiio el ciiiiipliiiiieiito
! . ()
~2
e
e
e
del plarl de salidd i i i super\,isado los daíios ai~ibientales;que r i r;o T i ~ r e i paeblo qiie Ic hahita; esa reiacióii que el C~)!i\,ei:io 169 califica co111o est.11-
cial para las ciiliui.as ylos vrilores espii itiiales d e lospiieb!os indígei~as.Un
h.?qLicdaJo iidiabilitado para s~ibvenirlas necesidades d e la poblnci6i-i y I
que lo: 1,ucblor cluichun y arliuar d e :;Ircgiór! han quedado traumatizados espacio n~ intercn~ri'uiahiepor ningiín otro.
pc;r I'i experielicin. Hoy sólo quedan retazos de la nat~iralezaque fue y uria 1 Si ese carici;ii- está i.ecoi-iocidb, y defiiie el biei-i jiirídico a p i otegei-, n<i
peyiosa selisación do abancicinio en ia nahiraleza :J los hombres.
L,zd;, lacorrelacijc de f1:erzas existciites, los pi?(i.blosi n d í g ~ n a sse ven
7-
j pucde estar sujeto a la <?esintegracióná e sus pzrtes integi.antes (fauna,
fl31a, espacios sagrados, ríos, ingi-innrjsin riesgu d e destruirse, ~ietc~iora~:;~:
I
O alterar s u eseiicia
obligacios n acepiar li; includibie y pelea11poi 10- procrdiii?ienios coii el fin í s:i fiiiajidad.
dc.eyitnr dacoi rnt.i-\ores.Pero n o cni-,ocenios e! caso d e una empresa minera 1
No cabe d u d a db que los usos del agua, la lcfia, la niadcra O ~ C recurso5 S

o peti.dlira el; fase c2~trachvaque 110 haya deteriorado de ta! in;int.ra cl d e 10. bosqiies soii, por síiiiisinos, OL ..:ilai iinportaiicia ?¿ira 10s i~ohlsdorcs
tcrrit<:rio i?<líat.~iaqup 1;) 1la);il ipJli-ibiiitado para $11finalidad. Por eso, pose i ir)d;genas, p e x partirnos d e In I-iipbtcsis d e oiic SOTI,entre l c s piiei-io:;
inrlígenas, a!g0 17iá~q u e 1111 conji~iltod e rccttrsos. Ei dg~la,1!)s sercJs vivo;
n eici ciirioso coiisenio de que no s e piicde decir 1x0, eshxnamos qiie, 211
pjii<lsii, 1~ prudei1te, 1; rt.gla: ,:I?i.eiía ser la conkaria. Es decir, io niás cuerdo j c; lo5 m u r s u s i'orcs!;ilc~ de ;o-:bocques, descle IJ pers->ecti\:¿~ iiidísl,,-ia, son
t
rpi-ia a;ii"ri;:ar im.7 ac:jx:idad sólo si io consie:i:e el pueblo, -i la actividad es
c-i;,ii-,p:'il!~2 c(!!i i.3 ii:-iali&,? del teri.i:oria iiidígcna y si la acti~idclde.;tA
i
!
e!cnientos iio ~ 6 1 matcriiiies ;~ sLig tamiii6ii iiij~L><íliccc vi:iculado.; espe-
cíficamente ;ll iiibitat in(ogra! qi!e zinn;ir,:.sii b;,jo conrío: ct:!:i:l-;i! :; los
disefiad;.. coi1 iss siificir~iitc.:siirai-ii-ías r:!i?:itras c a s gai-antias respcincian
,
1 zei?iiiiiieiiloc s::!sjetivij< ,.,i~ ir~rtc,ii~-li,:ia,d e i6c,i:iriad y diil,nicJari v a la
2

efi,:t: ..::>lr,::;i,' !:i prííiiic2-!. Si sc ? > r ~ l u í cicitas < ~ i artivida(5c~sriesgosaz en - r dindrí!icn c - ~ : i ~ ~ dc31 i r a lpi:ebio.
!
a;c.ar; =,.iLci...>.les . <
ci!,f~cidas cim;?do so!) jncoiz~r>a:ib!c~ cuii !a fiilaiidad Jcl I
i
El ~ v . I ; ~duc 1;arlida de 1"s intcrescs lorñlcis no s e rer'i!'? :; !F. c<lnic~:\:n-
,írpa, ci.ij;~;!,,lil;is :cr& i?e:.c!saii!, t::;tablecc:. csas !irnitacioi~iscuarido 10 ci61i (.!e 10s rt:cu::w o a ~ ~ i -erlia~~~.ic~lk(j
o\ s~i~ir::l.ablt?,cli~e:;><-,rc i i r ~j;3{lí,,
1
>c. p u r , ~c!-,1ic-s;:~es la -;ida de cn i3d0 un yLi?b!o. J
3,.
-{itLi ,.,?r~2SL? ~ : L ) I I ! ~ T ! I : ~ ~ Sl?ibihrira,
<~ si11~2E,! rLivei ~ o ; - ~~ f ~~ !(.,5 ~~ l ! c ~
E-,t.9 cii,!iqiiipr ra:;c, i:n pl.into ;m polé!ilico, donc!t ¡os ifitereses en ~?ohl':riores ;?:ic~idr,~? iu;ir.ker:e; so!,rc un tjp,-,rirj -e1 iei.i.;t!,:.ifi- c o l i ~ e ~ i d , ~
4I COi?li) L : 2 ;?jl;,l1:?i-it2 Lci-r-ii.)ria!p?:'c'w?~'ado:¡<I s;i!a
j~:y<~ 1.!1; grL~':,!p~ (de 10- ci«s Iadus) y La: podero.;os (de i i i i !&da),qi.ie 4 iio :a coriqi:icts cxtt.,il..~r.
1s ;jprirt.;iZc-ón si::c>
Jiscuyií,n 5. rn:;~lrt.t:;l1: ni-, 5;. ccritra e!-\ lo que, j~irídicaineritr,e s t i en
jiii>go:la piic~rizacióii ~ ~ 0 i ~(3~. i: ; i : ; ~ i l e::
í ~ ~!al Colistitl.iriC>ii)
~ ii-itere>~S
.4y I'odrin zscgaraise ;ue 165 b:?sqiic::, icl.sos, c,~!+i~ra(Ias, cerr.oi, ,:.:bc,-id?s
.
ii,ii!on;ll~-,(r.cciler.;:?.o. c;~!: !a ~ii;i$ti;~;cidli
1^1it? ~ U S

pi'rila!?zpr;ci+:l, t i i 51.1cabtcera,
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poi~sabiiliciade,) de cni.,íiier soci,?l, adi;iiliisli-atil-o,l:,ri!ítico o espii-iltinl
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c~imp1i.nun roi f~iniiaiiiti:?:l. Tal \-ez sea el rlriiieiito h6cico dicsdc el ciiit' \-as d e c',ciei;zo p:itrik~oiiiaiv ~ ú i l ~ ien ),difi'ri~i~ coyiintura,
t~ q ~ i e i l a ne11
t.1 rtiiijlii:to de las :c;niili?j, ci~i:iiiiiidaci~s :,cü;i!qiiicr otrz eiitidac', It.rriicri;i! ~ c g i i i i d oplnno; c6iiio e! coisún ri~nccii~?i-. irt:i:tr ;icunii.;~iieriniciativa cit:
d,teriliinada $-. pelciben (:on-?.(.)i i i i piiel?lt~.L..a irnportaiic~nd c no altc:ai- 10s s ~ l j t ~iri:;tilucic~iit?ic~s
t~:~ de i;:i ri':ctiic í!e iiicliisiiin suiial qlic quiei-a
ai.tifjciailrieiite e525 ieiiicion~sy ~ I ~ C ) C C . ~s«cia!t's OS rr?lzti\'o$Íi 1;i g ~ ( : l i O ~ i
c)rcic~i,:.:i. hciicficics o .-3 t~.ibu~icnc:- q:ic ;:ori.cspondt:ii :i c~ trcis círciiios cie
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I.>rO!,y,:l')!i [erritiiii.;?j,h;:yr, sido est,i i-:,r5c!e!- riiz,tc:-izi o juriclico. Niiigi~- !os priiriei-os ~iii:il~>.; (;arililia, coini:i:i:i~;!) p u ~ i z:iior
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ps, sil! c i ~ b ~ r ~!:2 , r >2\t1:7-;do
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p~c:.t.?sincíl; a i::(:nor; \;:tis:;ci,~rin:; 21.1e; drrcclio ci7:il \; ti; e>! dsr;.
siciil;p'.<r!la i.eaparei:l.<;) ~ i i ; l l : $ i i > c~~i!lq~:i.,?rr, 11:. 1;:s iíi:,t,iici;ii ha l>rcten;!ido cjgrarici.
c?c.rt~cl.,os i!:;poci,iles pi>1r<i si !ris!iias. A parti:. d e .:!-i;, ..
al!:iii;os ti.~;>i,~:)~i.2s:>o:i~1ii'iiIc:; a C ~ L - S U~;?á::
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;i\ii!arid;3d g!í+al del ~;\trii-\ii;i~is k;.r;itoria!, i:11a tittiia: idni que eitasía (coiiic: los i'1a11c:s L:i:+;.!ros bajo cori!rc>l cic ia a~:!c.iridaJ .iompe!t:iit~).
co!il :!i?,jida rrii~uii coiicci?!3tic> subcrílnía ciii.zrziadn eii circiiiios i,:riplios P2.n los círc~iii>c:DA:. ~:>:tei-:~os, ei derechii cc~si!i;,,ose vería o!,!igadu a
de iiiciiiid?,~i~~~~~~tiva. eciiar maiio d e iii~!lti.icioi~esde! :ii:rec!i;: ~:iii;ico3.L c c i ~ i - trc~ ' ~ L I P ,
..
vi11ri:iLlai-go, ios iiios est:irí,;i-I ~ilic:ila(?:,s CIC c!i\~ti~sas nl;i:ic?ns iii~iii.!;ldcsdi:ícilmerl:e, cc:;iociría ilegar 2 dcii:ribir, ciesdi: c.! d ~ i - i : c li-tocic;rCp:l, ~~i la
:roci~]!.~s:ie d;iereii'eni\;~ideUicI~u!iói~. Si Fe traini-;l dcdiiiujar In iii~adt.10iliie co!:iplejidnd dc ira.; rel;,riciri~spi:rblo-ierrikorio. '!c.i ;jr elio qiie la -:~i!ica
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ci;-c~!o::c,31!c@ntricoi q ~ i i-c,flc)isi:
c uiGdadcs de idci~hdai-13 i i ~ i icnd? l vea inríi:
c!? c a d n pnebi-!a regutaí:ión, la protecci61-iy i?l n;;ro:'. :-.3-.1i?nlo cic siis
cnl.~íil.;t!l:ti..; \iincula::;is :I c!eic-.ri:iiiiiidos iisw: c!- dctci-i?:in;idos espacios. l-iiz ieriit:orios y :s.:; i-ec!!rso.; que los intt-s:.ai?..
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~ ~3i/,i!
si csJn p!iel?!i> ini:1;gci-i<iIi:.iia,, eqi;ihlecidas esas cr?r!-c:;li~~nclci~ciris + ,,Tr:ritoriqj Irídígei:,is: kocan<!c~a la; pij?s:d~. d ~ Dereclio",
! ci;, i'ee:re> Garcia
tj., nc~icrdocoi1 5i.i der2chi; ;i~iis~iet~idiriario, iratni-eiiios de cirii. u11 c,j?i?!pl(i Fiierro ]-\a sido I - : c : ~ : : I prrvia~ieiite
c~~o can c! niii!~io t?tiila eii :.i. R~.ui:-ii; JI
p.il)lic;il:\o. Así, cii L I ; I ~cxpresifi!: coi;^.^: las tierras dc. la inr;iili;i Kiak, dci: I!i~ii:rs,i;" 22;, p;i. L19-647, 2W1.
iii~:li+:l - s ~ ~ ~ , , da ej $12~~i ~ ~ - ) ~ ~ ~hfai~i>y:k
~ ~ ; i i i d ~121a c l; > ~ i t , bj<\'?.r~
l~ ag<:?.i.~iiia
d~:l f eiiepa, se cstaría!~descrióici~dn.de cienti.:, iiacin f~ieria,c;r~.~iIi>:;
j i:fi,icfritricos ii!ci-itiiic~cióiicolcciivn (fainilin Kiak - linaje ?'sanitlji'ii
1 - - ~ ~ . ~ i ~ ~ ~ ~ r ~ i ~ ~ ~ i ~ i ~ ~ l ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ : - \ ~ a l l ~ ~ l e l ~ ~ ! ~ ~ i e ~ ~ z - - ~ ~ : . ~ e ~ ~ l o ~ ~ g ~ ~ ~ ~ - i ~ i i ~ - ~ í ~ ~ ~ ~ ~ )
1 El I'royecto cit., Íic~:.?r,rciíiii de i.J:~ciunesUiiiiioi !.3 )1: iniurpcr.i si11ri:'i:iccio-
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rcla:ii~~~iiclo:;c o ; ~dctcriiiiii;iclc>s espacio-, nií coiiiii coi; cici(iri:-\i~incliis
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.: 8 . iics. Ciiatitio I;is grai?kii.s;ialaiiins tocan ri In piierta d c los T:n:acios iri!ci-nacio-
l.icliicf~c:c,sY reslo:i:~,it:iliilncics !:cspcct<i a ~!lo.;.
nales ha!; q u e dar por segiiras dos cosas: qiie acabarán entrando y que tc~-drin
RESENADE LOS EDITORES --
que pagar el precio de la entrada.
2 Ld qlle ido es la colombiana, pero R O K s ~ a t e ~ o r i z a c i ó(coilio
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entidades territoriales) rio por iina ri?fiiiici¿)nllreclia.
Ciiestión el1 I n qLiese centra la disciisiói~sobre 1'1 aiit»determinaci6il t:l Alexandre Surrallés esdoctor en aiitropuiogía por la Écoi<<ic.iincjtcs i . i i i Y 2 ~
~ropiiestaqiie S; debate en Nacioiies Unidas rii ~~~~~~~es cocinlrz (Ef-iESS) e investigador d(e planta del C!?ii:i-ti i!!:;io~ii7/ dr
fa reclicrclir siiciiiifiqiie (CNIIS) co:;io niienibro ti?! L:iDo~.nfoii.c>
d'aiiflrropolo~ie sociiiJ~d e París. Enseña aritr:~:~~.:l C I I 13 El iEJ<; ;is<
como en las universidades d e Uarce!oria, di, Cl1iica;n v Corrli-li?t-iiise,
cr:tre otras. !<S ~ ~ i i b l i c ~z Id~ ~~ I T I ~ T C I cT iLiItSí < ~ . ~el)
ii~rf.,vir,t,is
s crj;~ciirlizri~ins
3. es a1;:oi. del l ~ b r oAii rnciii, ,:ic se::.;; pc/.cc>;lfio!:,cj:if:i'::.~lj/i, ficfj~i:!(:/irz !(-S
Cn~idoslii(CNTIS-Maisor. des sclenie: c!? l'i-i~~ni:-iic, !'ri;.i~,~20GT;). I-fa qirlu
aiesor de la AcociaciGi~InterSti-ijcn c!c Scc;:irro!lo <!t. !*? Sei~::: Ieri:.?i?n,,
AIDESEP, (1992-1996) COIIIÜ resp~,r.sci'ol: ,.,t: p r o ~ c t r i e!; c .'-1Ajií-, tq:nzo-
. .
nas peruana. Apzi-tgde iL1: iabor es EL;:( c.micas f!it'ii-i:ic:,:::ri ~ ~ i i - ; - : i i ide
~:.
pr~y'ctos ( i t : desnr;-01101. d c rec~ii?eriii:: :!I c i j pat-i;.iic-jnii:;i-;i:-,i :íii-!:ll )Tara
p ~ ~ b liridígenas,
os y ha sido ciirric!~~i-(.. ~~rii.í;ai.lo . . b~,r;>::.:i
( i e in ei.ví.>:;:c:c~:l . .
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i ~de
, ogiln; l(7 ?;dn ii:d(q(vin 1:11 ~ , J ~ ! , ~ Z U p! I:Le ~s ,~ ~ n i a ,P:I
? ?I.i.i:?(?-s;:,-i:í~~
C~ilturalDeqain;arad~>s)en el 2003.

I'c-dro García I!i?rro es al-iugaclo por ln 12:~ilvirsidadC!i!-:;;l.,.


ririd y la I'oiitiíici~ Ilniversidod Cat6ljca drl ??ri'.. ki.- !rnira;i:.l,
. . . ,,
ios últiincrs 35 siíos coi1 di\-ers.is ci!.Sr~:xzncione ii;,:;;;~~..?,, tc:riii ;icrii;:-

iias c«ii~oiiiterriacionales el; temas re!¿;i'it?:~n:.?occ:ori i;: i8t.ntiiir;~i;~r-i y


desarrollo cie demclios cc!lcc'ii'c~~ (Z irn:x!:c d e rciL!r:i:n'; cicl;>i<!cr;íiji:,?:;
iii!ercul!uraies. Con ??te o?:,jet-i\:o1-,n f~ii;i~.:;io!;?:S asoiiac-ie:ies D~.:;ai.;-~:j~o
Alto hlarañCii (??70)y GIYI~IO i e 7'r¿-,i~aji)
Icatin-!os eje i.'iifili~,> hui (G-rL<l!j
(1994). Hñ pai-ti::ipado corno pi.rson~ii::: 1?lCii7ta- cnpníitncini . e:i !z
OrganizaciGn cie Coriiamidndrs kri.u;-,ti.;. . Izr:.; c1c.l Caiic:;jn, 1?1 Cc.jiseio
Aguaruna jr I<iicir.ibisa)i la A.;»ci;tci6~iíiiterétnica cir rJcsarroilo d e 12
Selva Peruai::j. Ha pi~blicadc~ y iolai?orado ei: diuer~risobsai cie ciiiiicii:,n
d e los íi~.rec!iosi n d i p ~ n a sri1ti.c la:; qiie dcs:aca Ei iilii'k,>ilu11 si; :i,rriiorio
(ccn A. Cliirif y li. C. S~uith,O;YI.AM Ainsilca y COlCP.. I>iiiia, 19-1).
.4ctualme11te es rt:;punsnble dcl Prc~grarnaCalucl !nd!g~iia y Equidad
Social y co-responsable de ios ~~rcgi-ar~:a"~ci;i-rri;i:i~~? Terri!ori;il v A u -
tor-iomia Iiidígciia y I?cfoi.n ias Dei:.iocrii:ic~s di;l GTR'u;. E s !si-n5ií.n prir tp
del Eqüipo d e Andlisis iii;cigr;;.l d e Ssliid de I'.i?(~!?los:iitiígenn:; de ¡a
Oíicina General de Epid?iiii¿ilogía dc! Perú.

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