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EL HIDRÓGENO: UNA ALTERNATIVA VIABLE AL PROBLEMA

ENERGÉTICO

Marco Vinicio Félix Lerma1 , Ramón Navarrete Reynoso2 , Virginia Villa Cruz3 , Beatriz
Adriana Esparza Ramirez4
1,2,3,4
Instituto Tecnológico Superior de Lagos de Moreno,
1 mvfl123@hotmail.com, 2 navarrete_ramon@hotmail.com, 3 vivicdidi@hotmail.com,

RESUMEN

Se presentan los fundamentos de la electrólisis alcalina del agua como una alternativa
viable al problema de encontrar fuentes de energía no contaminantes. Se revisan
algunos de los métodos tecnológicos para la obtención de hidrógeno y se hace una
comparación entre ellos considerando tanto sus eficiencias como sus efectos sobre el
medio ambiente. Se plantea que La electrólisis es el método más importante para la
obtención de hidrógeno a partir del agua y se proponen los experimentos a seguir para el
desarrollo de un electrolizador óptimo, es decir, aquel que minimice el costo total del
proceso y maximice el beneficio energético obtenido. Asimismo se presentan los
fundamentos termodinámicos que dirigen la búsqueda del mejor electrolizador posible.

Palabras clave: electrólisis del agua, hidrógeno, energías renovables, electrolizador


óptimo.

I. INTRODUCCIÓN
Tecnología del futuro: la economía del hidrógeno

La utilización masiva de combustibles fósiles y nucleares representa un serio daño al


ambiente lo cual se traduce en un grave deterioro de los recursos naturales, emisión de
ingentes cantidades de gases contaminantes, generación de desperdicios y cambio
climático global. Como resultado de la conciencia pública de esta realidad se han
logrado acuerdos en el sentido de establecer la necesidad de sistemas de energía que
sean renovables, limpios, novedosos[1]. En este contexto, el desarrollo de energías
renovables, especialmente aquellas dedicadas a la generación de electricidad ha sido
espectacular en años recientes.

Las tecnologías del hidrógeno pueden ser un soporte y punta de lanzamiento para estos
retos mundiales de producir energía sin mermar el medio ambiente natural y contribuir
al desarrollo de nuevos sistemas energéticos [1], [8]-[10]. A este respecto la llamada
“economía del hidrógeno” considera un escenario futuro en el cual se produce
hidrógeno a través de procesos limpios de bajo costo que utilizan fuentes renovables de
energía. Diversos progresos tecnológicos recientes están contribuyendo a la reducción
de costos, avances en el conocimiento y mayor aceptación social de estas tecnologías
del hidrógeno [1], [16]-[23].

El hidrógeno es el elemento químico más simple y ligero de la tabla periódica. Su


densidad en estado gaseoso (0.0899 kg/Nm3 ) es quince veces menor que la densidad del
aire. El hidrógeno es un combustible con un amplio rango de inflamabilidad tanto en el
aire, del 4 al 75% en volumen, como en oxígeno, del 4 al 95% en volumen. Asimismo
es el combustible con el mayor contenido energético por unidad de masa siendo su
valor de calentamiento más alto igual a 3.54 kWh/Nm3 (39.42 kWh/kg), es decir, 2.5 y
3 veces mayor que el metano y la gasolina, respectivamente [24].

No obstante el hidrógeno es el elemento más abundante en el universo, no es posible


encontrarlo en su estado puro en la naturaleza. De hecho hasta el 96% del hidrógeno
producido se obtiene a partir de combustibles fósiles y el restante 4% a partir del agua
[25]-[29]
. Los principales métodos para producir hidrógeno se clasifican según la materia
prima utilizada. Por cuanto concierne a los combustibles fósiles, llaman la atención la
vaporización y la oxidación parcial de hidrocarburos, especialmente del gas natural
(metano), aunque la gasificación del carbón también es utilizada en los países ricos en
este recurso [1], [26], [27] . Hidrógeno renovable puede también ser obtenido a partir de
biomasa a través de estos mismos procesos termoquímicos. Asimismo, el hidrógeno
puede ser obtenido de biomasa por medio de procesos biológicos como la fermentación.
Por último pero no menos importante, el agua es otra fuente renovable de gran interés
para la producción de hidrógeno. En este caso, el principal método de producción es la
electrólisis, aunque las descomposiciones térmica y fotocatalítica están también
atrayendo la atención actualmente. Con una cuota de mercado del 48%, la vaporización
del metano es el proceso más común para producir hidrogeno actualmente. Este
proceso reduce los costos de producción (entre 18 y 54 pesos mexicanos por kilogramo
de hidrógeno, incluído el costo de secuestro de CO 2 ) lo cual explica su amplia
aplicación y liderazgo. Y no solamente sino que la vaporización de metano es además el
método menos contaminante para obtener hidrógeno a partir de combustibles fósiles (lo
cual no significa que sea un método que no dañe al medio ambiente). Su eficiencia se
encuentra entre el 70% y 80% [25]-[27].

En el contexto de la economía del hidrógeno, los métodos de producción basados en


combustibles fósiles son considerados como tecnologías de transición, tecnologías
temporales que serán remplazadas por otras no contaminantes. Se ha acordado
ampliamente que el agua es la fuente más interesante de hidrógeno sustentable del
futuro debido a que la electrólisis del agua es un proceso fácilmente integrable con otras
fuentes renovables, como la energía solar. En efecto, la energía eléctrica requerida para
efectuar la electrólisis puede ser suministrada por paneles solares, y éste es un ejemplo
de integrabilidad entre sistemas basados en el hidrógeno y otros sistemas renovables.

La descomposición térmica está basada en la disociación de la molécula de agua por


calor. La producción de hidrógeno por este método emplea temperaturas alrededor de
los 2500o C [24]. Los ciclos termoquímicos con reacciones químicas intermedias abaten
dichas temperaturas hasta 850o C – 1000o C. Estos procesos tienen desventajas
relacionadas con la recombinación de hidrógeno y oxígeno, corrosión, problemas de
intercambio de calor causadas tanto por las altas temperaturas, los químicos utilizados y
la dificultad de obtener las fuentes de calor para dichos procesos. La fotoelectrólisis es
una tecnología en desarrollo que ha sido probada solamente en laboratorio que obtiene
el hidrógeno a partir de un proceso en el cual los rayos solares inciden sobre
semiconductores inmersos en soluciones acuosas que actúan como fotocatalizadores.

La electrólisis es el método más importante para la obtención de hidrógeno a partir del


agua. Es una tecnología madura basada en la generación de hidrógeno y oxígeno a
través de la aplicación de corriente eléctrica directa al agua para disociarla. El hidrógeno
obtenido con esta tecnología posee alta pureza que puede alcanzar hasta el 99.999% en
volumen una vez que el hidrógeno ha sido secado y las impurezas de oxígeno han sido
removidas. Ya que el hidrógeno electrolítico es adecuado para ser directamente usado
en celdas de combustible de bajas temperaturas, tales niveles de pureza son de gran
ventaja en comparación con los combustibles fósiles y los procesos basados en biomasa.

II. Costo de producción de hidrógeno por electrólisis


La electricidad es el contribuyente más importante de los costos de generación de
hidrógeno. Dependiendo del tamaño del electrolizador, las tecnologías actuales reportan
un costo de proceso entre los 54 y 270 pesos por kilogramo de hidrógeno producido.
Comúnmente las más grandes plantas de producción de hidrógeno electrolítico se han
situado cercanas a las plantas hidroeléctricas para aprovechar el suministro de
electricidad durante las horas de tarifa baja. Dos ejemplos son la planta Asea Brown
Boveri (que produce 22 000 Nm3 /h) instalada en 1960 en Aswan (Egipto) y la planta de
Ryukan en Noruega (con una capacidad de 27 900Nm3 /h) instalada en 1965. Otras
plantas de grandes dimensiones fueron instaladas en Trail, Canada (1939), Cuzco, Peru
(1958), Nangal, India (1958) y Alabama, EUA (1971) [30].

Desde un punto de vista tecnológico, los actuales electrolizadores alcalinos están en


desarrollo para iniciar la producción de hidrógeno renovable. Sin embargo los costos de
producción son muy elevados y existe el acuerdo general que la economía del hidrogeno
requerirá de unidades electrolíticas con capacidades de producción mucho mayores a las
de hoy en día. Los costos de inversión han sido estimados en el rango de $1000
(dólares) a $5000 por kilowatt, dependiendo de la capacidad productiva de la planta [24].
Los electrolizadores alcalinos permiten una significativa eficiencia de operación con
valores típicos en el rango del 47% al 82%. En los últimos años se han observado
notables avances en los electrolizadores alcalinos en dos direcciones principalmente [30],
[50], [70], [71]
. Por un lado se ha incrementado la eficiencia de los electrolizadores
disminuyendo el consumo de energía eléctrica lo cual ha conducido a una reducción de
los costos de operación. Por otro lado, las densidades de corriente de operación se han
incrementado y también ello ha reducido los costos de inversión. Sin embargo, ha de
notarse que para unidades de dimensiones industriales los costos de inversión son
proporcionales al área superficial de las celdas electrolíticas.

III. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

III. 1 Principios de la electrólisis del agua

La electrólisis del agua consiste en hacer circular corriente directa (CD) a través de una
solución acuosa para romper la molécula del agua en sus componentes hidrógeno y
oxígeno [30]. La corriente eléctrica fluye entre dos electrodos separados e inmersos en un
electrolito para lograr la conductividad iónica. Los electrodos deben ser hechos de
materiales resistentes a la corrosión, tener una buena conductividad eléctrica, exhibir
buenas propiedades como catalizadores y mostrar una adecuada integridad estructural.
El electrolito debe conservar sus propiedades físico-químicas así que se debe evitar que
permita cambios durante el proceso, por ejemplo, no debe reaccionar químicamente con
los electrodos. El proceso de electrólisis requiere la implementación de un diafragma o
separador para evitar la recombinación de hidrogeno y oxigeno que fue generado en los
electrodos. La resistencia eléctrica del separador previene el corto circuito de los
electrodos. Sin embargo el separador debe poseer al mismo tiempo una alta
conductividad iónica. Los diafragmas deben mostrar una alta estabilidad física y
química. Los electrodos, el diafragma y el electrolito son los elementos que configuran
a la celda electrolítica. La reacción global de electrólisis que se lleva a cabo es

(1)

En el proceso de electrólisis los electrones son secuestrados o liberados por los iones
localizados en las superficies de los electrodos dando así lugar a un sistema multifásico
solido-liquido-gaseoso. La mitad de la reacción química total, la reacción de reducción
se lleva a cabo en el cátodo del electrolizador. Los electrones fluyen a este electrodo
desde el circuito exterior y lo polarizan negativamente. La reacción de oxidación ocurre
en el otro electrodo del electrolizador llamado ánodo. Los electrones fluyen desde el
ánodo hacia el circuito exterior polarizándolo positivamente. De esta forma, el
hidrógeno es generado en el cátodo y el oxígeno en el ánodo.

III.2 Termodinámica del proceso de electrólisis

Un electrolizador de agua es un dispositivo electroquímico que convierte las energías


eléctrica y térmica en energía química almacenada en un combustible (hidrógeno). El
proceso que se lleva a cabo en la celda electrolítica puede ser correctamente descrito de
acuerdo a los principios de la termodinámica [40], [41] .

Cuando una celda electrolítica opera a temperatura y presión constantes, la energía


requerida para que la reacción de electrólisis del agua se lleve a cabo está determinada
por el cambio de entalpía del proceso ( H). Para que esta reacción ocurra, parte de la
energía debe ser eléctrica. Esta parte corresponde al cambio de la energía libre de Gibss
( G). El resto es energía térmica (Q) que es igual al producto de la temperatura del
proceso (T) con el cambio de entropía ( S). La siguiente expresión muestra la relación
entre estas magnitudes termodinámicas:

(2)

La electrólisis es un proceso endotérmico ( ) y una reacción química no


espontanea ( El proceso inverso se da lugar en las celdas de combustión ya que
es exotérmico ( ) y espontáneo ( . El voltaje reversible de la celdaVrev
es el mínimo voltaje requerido para que la electrólisis pueda tener lugar. Este voltaje
puede ser expresado como una función de G por medio de

(3)

donde z es el número de moles electrónicos transferidos por moles de hidrógeno (z = 2)


y F es la constante de Faraday que representa la carga en un mol de electrones (96 485
C/mol). Si la energía térmica T S es suministrada por medio de la electricidad (como
sucede en la mayoría de los electrolizadores comerciales), el voltaje mínimo para que
ocurra la electrólisis se conoce como el voltaje neutro térmico Vtn . En un proceso ideal
Vtn es igual al voltaje de entalpia V H ya que la energía total requerida es igual al
cambio de entalpia H. En este caso tanto V Hcomo Vtn pueden ser obtenidos mediante
la siguiente expresión:

(Proceso ideal) (4)

Sin embargo, en un proceso electrolítico real Vtn >V H. La razón de esto es el consumo
adicional de energía, tanto eléctrica como térmica, causado por las irreversibilidades
termodinámicas que están principalmente relacionadas con el vapor de agua contenido
en los flujos de hidrógeno y oxígeno, las temperaturas y presiones de operación que son
más bajas con respecto a las teóricas, y por el hecho de que el proceso en realidad no es
adiabático y por ello hay perdidas térmicas por convección y radiación [42].

A presión y temperatura standard (298.15K y 1 atm), G0 = 237.21 kJ/mol , S0 =


0.1631 kJ/mol y H0 = 285.84 kJ/mol [43]. Sustituyendo G0 y H0 en las ecuaciones
(3) y (4), los voltajes reversibles y neutro-térmicos de una celda electrolítica en
condiciones standard son Vrev 0 = 1.229 V y Vtn 0 = 1.481V.

Sin embargo, el consumo de energía del proceso de electrólisis depende de la


temperatura y de la presión a las cuales se verifica. Los cambios en T y en P tienen una
influencia notable en los voltajes Vrev y Vtn. La figura 1 (referencia [44]) muestra la
evolución del consumo de energía del proceso a presión standard para un rango de
temperaturas de 298 a 1273 K (de 25o C a 1000o C).

Figura 1
Evolución del consumo de energía de un proceso de electrólisis ideal (a) como función de la
temperatura a presión standard (1 atm); (b) como función de la presión a temperatura standard
(298.15 K). Las gráficas fueron tomadas de la referencia [44].
La energía eléctrica demandada por la reacción de electrolisis G decrece conforme la
temperatura se incrementa; por otro lado la demanda térmica T S se incrementa. En el
estado líquido el consumo total de energía H decrece ligeramente (entre 298 y 373 K)
conforme la temperatura se incrementa, mientras que en el estado gaseoso sólo crece un
poco. Nótese que por encima de los 373K el calor latente para la vaporización del agua
(40.8kJ/mol) debe ser tomado en cuenta para satisfacer la demanda energética del
proceso. El consumo de energía eléctrica es significativamente más bajo a altas
temperaturas. Esta es la razón por la cual la electrolisis al vapor tiene un gran potencial.
En principio, mientras la temperatura se incrementa de 25 a 1000 o C, G disminuye de
237.2 a 177.5 kJ/mol, lo cual es una reducción del 25.1%. Sin embargo, se requeriría de
una fuente de calor a alta temperatura para satisfacer la exigencia térmica del proceso.
T S se incrementa de 48.6 a112.9 kJ/mol, es decir, un aumento del 132.3% en el mismo
rango de temperaturas. La figura 1(b) muestra la influencia de la presión sobre el
consumo de energía con el electrolizador operando a temperatura standard (298.15 o K).
A esta temperatura y con la presión en el rango (1-100atm), la reacción se lleva a cabo
en la fase liquida. La demanda de energía eléctrica G crece en forma logarítmica
conforme la presión aumenta; más precisamente, aumenta en un 7.3% cuando la presión
varia de 1 a 100 atm. Contrariamente a la demanda eléctrica, el consumo térmico de la
reacción T S disminuye con la presión en un 35.5 % en el mismo rango de presiones.
El consumo neto de energía de la reacción de electrólisis H permanece prácticamente
constante mientras la presión va creciendo. Decrece apenas en un 0.03% en dicho rango
de presiones. A este respecto, el incremento de la demanda eléctrica dentro del rango de
presiones considerado (alrededor de 17.2 kJ/mol) resulta compensado por el
decremento de la energía térmica requerida.

III. 3 Electroquímica del proceso de electrólisis

Cuando se suministra corriente directa (CD) a una celda electrolítica para generar
hidrógeno el voltaje de la celda Vcel se incrementa con respecto a Vrev . Esto resulta así
debido a las irreversibilidades de la celda, como los sobrevoltajes y corrientes parásitas
que generan pérdidas de energía y limitan la eficiencia de la celda. El voltaje de la celda
Vcel puede ser expresado como la suma del voltaje reversible y los voltajes adicionales
que aparecen en la celda:

(5)

Los voltajes adicionales que aparecen en la celda son: Vohmque es el sobrevoltaje


causada por las llamadas “pérdidas óhmicas”. Estas pérdidas son causadas por las
resistencias de varios elementos de la celda (electrodos, colectores de corriente,
interconectores, etc) al flujo de electrones. También son consecuencia de la oposición
del electrolito al flujo de iones, las burbujas de gas y el diafragma. El voltaje Vohm es
directamente proporcional a la corriente eléctrica que fluye por la celda. El término Vact
conocido como el “sobrevoltaje de activación” es debido a la cinética de los electrodos.
La transferencia de carga entre las especies químicas (los reactivos) y los electrodos
demandan energía. Esta barrera energética que la carga debe satisfacer para fluir entre
los reactivos y los electrodos depende fuertemente de las propiedades catalíticas de los
materiales de que están hechos los electrodos. Esto provoca un sobrevoltaje a través de
los electrodos Vact . La reacción en el ánodo produce un sobrevoltaje de activación
mucho más alto que la reacción en el cátodo. Vact es altamente no lineal y cambia
logarítmicamente con respecto al flujo de corriente en la celda [45].
El término Vcon conocido como “sobrevoltaje de concentración” es causado por
procesos de transporte de masa (convección y difusión). Las limitaciones de transporte
reducen la concentración de reactivos con el incremento de la concentración de las
especies entre el electrodo y el electrolito. Generalmente Vcon es mucho menor que Vohm
y que Vact , especialmente en el caso de la electrólisis alcalina. La relación entre el
voltaje de la celda Vcel y la corriente Icel está dada por la curva característica I–V, la cual
caracteriza el comportamiento electroquímico de una celda electrolítica. La curva I–V
es altamente dependiente de la temperatura del proceso. Para una corriente dada los
voltajes reversible, óhmico y de activación decrecen conforme la temperatura aumenta,
y así también con el voltaje de la celda. Por otro lado, variaciones en la presión no
tienen efecto sobre las curvas I–V [44], [46].

Figura 2
Curva característica I – V de una celda electrolítica alcalina para temperaturas de 25o C y 65o C a
una presión de 20 bar. La gráfica fue tomada de la referencia [44].

En este documento se muestran dos curvas I – V típicas de una celda de electrólisis


alcalina para temperaturas de operación de 25 o C y 65o C (figura 2 tomada de la
referencia [44]). El punto de presión es de 20 bar para ambas curvas. Las curvas I – V
son comúnmente presentadas en términos de la densidad de corriente para poder
comparar celdas con diferente área superficial. Los voltajes reversible y neutro-térmico
se muestran también para las mismas condiciones de operación. Tanto Vrev como Vtn
disminuyen conforme la temperatura se incrementa, siendo Vrev más sensible que Vtn .
Al inicio, la evolución del voltaje de celda con la corriente es logarítmica y se hace
lineal conforme crece la corriente. En el rango de baja corriente de la curva los
fenómenos de activación son predominantes, mientras que para altas corrientes los
fenómenos óhmicos y de concentración son considerables. El voltaje de celda para
cualquier corriente y consecuentemente, el consumo de poder de la celda es menor a
65o C que a 25o C.

Las curvas I – V muestran que cuando el voltaje de la celda es menor que Vrev la
corriente en la celda se anula y la reacción de electrólisis no se lleva a cabo. Cuando el
voltaje de la celda está entre Vrev y Vtn se debe hacer entrar calor a la celda para que la
electrolisis pueda ocurrir. Este contenido energético es igual al producto entre la
diferencia Vtn – Vcel y la corriente de la celda Icel. Cuando el voltaje de la celda es mayor
que Vtn el poder suministrado a la celda es siempre mayor que el mínimo requerido por
el proceso (Vtn x Icel) y entonces la electrólisis puede ocurrir.

A partir de la ley de Faraday puede mostrarse que la tasa de producción de hidrógeno en


una celda electrolítica ideal es proporcional al flujo de transferencia de carga, es decir, a
la corriente de la celda Icel. Si se supone que la misma corriente fluye a través de
cualquier celda electrolítica, la tasa de producción de hidrógeno f H2 , en Nm3 /h, puede
ser expresada como

(6)

donde es la eficiencia de Faraday, N cel es el numero de celdas del modulo e Icel es la


corriente de la celda en Amperes. La eficiencia de Faraday, llamada también efeciencia
de corriente, puede definirse como la razón entre la carga electrica ideal requerida para
producir una cierta cantidad de hidrógeno y la carga eléctrica real consumida por el
módulo electrolítico. Una eficiencia de Faraday menor que 1 es causada por las
corrientes parásitas que aparecen en una electrólisis real y no contribuye a la generación
de hidrógeno útil. Parte de estas corrientes parásitas fluyen entre las celdas aun sin
tomar parte en las reacciones de óxido – reducción o participan en reacciones
electroquímicas no deseadas. El resto de las corrientes parásitas generan hidrógeno pero
es perdido entre las membranas de las celdas. alcanza su valor máximo (por encima
de 0.95) cuando el electrolizador opera en condiciones de producción específicas [44],
[47]
.

El consumo específico de energía C E relaciona la energía consumida con el hidrógeno


producido (expresado en kWh/Nm3 ). CE se incrementa con la tasa de producción,
naturalmente. En cuanto concierne solo al proceso de electrólisis C E puede ser calculado
para un intervalo de tiempo t dado como sigue:

(7)

Ya que la expresión anterior se refiere a un proceso de electrólisis solamente, no se está


considerando el consumo de energía de equipo periférico como válvulas magnéticas,
sensores, microprocesadores, unidades de purificación de hidrógeno, etc. Tampoco
considera pérdidas en la fuente de poder. Pueden existir pérdidas adicionales de
hidrógeno como las que se presentan en los sensores de pureza, en los sistemas de
alimentación de agua, en válvulas y control de los gases producidos. Estos consumos
energéticos y pérdidas adicionales deben ser considerados en el cálculo de C E para el
sistema global.

Otro parámetro muy importante de un electrolizador es su eficiencia E. Este parámetro


representa la razón entre la energía contenida en el hidrógeno producido y la energía
requerida por la electrólisis. E se puede calcular como la razón entre HHV de
hidrógeno (3.54 kWh/Nm3 ) y el consumo de energía C E en kWh/Nm3

(8)
IV. Perspectivas de desarrollo: ¿Cómo abatir los costos de generación de
hidrógeno?

1. Incrementando el área superficial de los electrodos (geometría de las celdas


electrolíticas). Si se utilizan electrodos circulares se obtendrán diversas ventajas: la
geometría circular es más fuerte y resistente a las presiones altas. En un electrolizador
con electrodos rectangulares puede haber más pérdidas eléctricas debido a las corrientes
parásitas originadas en los vértices del electrodo (efectos de esquina) como
consecuencia de la acumulación de campos electromagnéticos en dichos vértices
ocasionada por una densidad de corriente no uniforme, fenómeno que no se daría en
electrodos circulares. Incrementando el área superficial del electrodo se reduce la
densidad de corriente real y el sobrepotencial asociado, con ello se abate el voltaje
operacional del electrolizador lo cual se traduce en una reducción de los costos de
operación. La búsqueda de materiales porosos (o incluso nanoporosos) para incrementar
el área de contacto entre la solución y el electrodo forma parte de las actuales
investigaciones.

2. Utilizando los materiales óptimos para los electrodos y el diafragma.


Es fundamental que los electrodos del sistema estén hechos con materiales que
presenten buena actividad electro-catalítica que presente bajos sobrepotenciales para el
HER (reacción de evolución de hidrogeno) y el OER (reacción de evolución de
oxigeno). Se requiere pues de materiales que presenten buena conductividad eléctrica y
que al mismo tiempo favorezcan la reacción de electrólisis en el medio. Un buen
material conductor que resista a las condiciones del medio abatirá el consumo eléctrico
y no deberá ser reemplazado con frecuencia por el desgaste con el medio. Hay una gran
variedad de materiales reportados en la literatura como candidatos a ser el electrodo
ideal.
Con respecto a los diafragmas, el desarrollo de nuevos materiales avanzados están
reemplazando a los diafragmas hechos comúnmente de asbestos. El uso de membranas
inorgánicas de intercambio iónico se ha vuelto más amplio. Algunos ejemplos son las
membranas basadas en poliácido de amonio impregnadas con polímeros [73], un
composito poroso sintetizado en una matriz de polysulfone y ZrO 2 (Zirfon) [74], y
separadores basados en sulfatos de polyphenyl (Ryton) [47].

3. Control de los parámetros idóneos de operación de la celda electrolítica.


El proceso de electrólisis requiere de una energía de entrada que será de tipo eléctrico.
Los parámetros de entrada evidentes serán el voltaje V y la corriente aplicada I al
electrolizador. I y V representan un costo energético que abatir. ¿Cuáles serán los
valores idóneos de corriente y voltaje que aplicar en el proceso? Evidentemente la
corriente y el voltaje de operación no son los únicos parámetros relevantes en el proceso
de electrólisis. Emergen inmediatamente la temperatura T y la presión P a las cuales la
reacción de electrólisis se lleva a cabo. ¿Cuáles son las T y P que optimicen la eficiencia
de generación de hidrógeno? En la parte teórica de este documento se presenta la
influencia de estos parámetros en el consumo energético del proceso. Hay otros factores
que determinan la influencia de la electrólisis. Claramente el medio acuoso en el cual se
lleva a cabo la reacción será fundamental en la determinación de la eficiencia del
proceso.
4. Optimización de la distancia entre los electrodos.
Encontrar el espacio idóneo entre los electrodos provocara la reducción de pérdidas
óhmicas y permitirá la operación de mayores densidades de corriente. Actualmente son
típicas las distancias por debajo de 1mm lo cual es referido como la configuración de
cero-gap. Algunos fabricantes producen celdas donde los electrodos y el diafragma son
un solo elemento llegando realmente a una configuración de cero-gap [50], [72] .

5. Desarrollo de electrolizadores de alta temperatura


Está demostrado que si se opera un electrolizador alcalino a temperaturas de hasta
150o C la conductividad del electrolito aumenta y esto promueve la cinética de las
reacciones electroquímicas en las superficies de los electrodos.

6. Desarrollo de materiales avanzados electrocatalíticos


Nuevos materiales reducirán los sobrevoltajes en los electrodos. El ánodo representa un
reto especial porque la reacción de oxidación es más demandante. Óxidos de cobalto
están actualmente siendo considerados para fabricar este electrodo.

7. Integración con otros sistemas renovables.


La integración del sistema generador de hidrógeno con otros sistemas renovables de
energía representa uno de los mayores atractivos en la generación de energía limpia.
Uno de estos sistemas es aquel basado en la energía solar. Los electrolizadores pueden
ser alimentados por un grupo de celdas fotovoltaicas reduciendo así los costos por
energía eléctrica suministrada por compañías comerciales.

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