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En las últimas décadas el comercio internacional y la globalización han permitido la

armonización de diferentes ramas del derecho. La creación de Organizaciones


Internacionales relacionadas al ámbito de los negocios internacionales (OMC, ICC,
OCDE), como también el aumento de BIT’s (Bilateral Investment Treaties[1]) son
hechos que demuestran dicha armonización en el ámbito comercial y en el derecho
privado en general. Ahora bien, la armonización de estas áreas trae consigo, también,
la convergencia normativa en ámbitos del derecho como el laboral[2], el de propiedad
industrial, de protección al medio ambiente, de propiedad intelectual, etc.

Así mismo, otra rama del derecho que ha sido influenciada por estas tendencias ha
sido el derecho administrativo. En las universidades colombianas los profesores
generalmente comienzan el primer curso de derecho administrativo con una visión
panorámica de los antecedentes de éste. De esta forma, la tesis mayoritaria considera
que el derecho administrativo en Colombia ha sido fuertemente influenciado desde
sus inicios por el derecho administrativo Francés[3]. Defendiendo esta tesis se
encuentran doctrinantes como Libardo Rodríguez, Jaime Santofimio[4], Orlando
García Herreros[5], Gustavo Penagos, etc. El primero de ellos, Rodríguez, sostiene:
“Conociendo ya las relaciones existentes entre el derecho administrativo colombiano
y el francés, es claro que la evolución en nuestro país se ha presentado de manera
similar a la estudiada –a la francesa-, con algunos años de diferencia.[6]” Sin embargo,
hay un sector minoritario de la doctrina que considera falaz sostener que el derecho
administrativo colombiano surgió principalmente del derecho administrativo francés.
Esta corriente, donde se encuentran académicos como Miguel Malagón[7] y Helena
Alviar, sostiene que el derecho administrativo colombiano si bien tiene influencia del
derecho francés, sufrió a lo largo del siglo XX distanciamientos con este modelo para
adaptarse así a un contexto socio-económico distinto al francés, con base en
influencias provenientes de España y principalmente de Estados Unidos[8].

Ahora bien, ¿cómo ha sido la evolución del derecho administrativo colombiano y qué
influencias ha tenido? Según Malagón, el Consejo de Estado se creó en 1815 con el acto
“Reforma del Gobierno de las Provincias Unidas de la Nueva Granada” y, a lo largo del
siglo XIX por motivo de las guerras civiles se fue creando y derogando varias veces
hasta 1886, año en que la Regeneración –movimiento político y cultural- lo incorpora
en la Constitución del mismo año[9]. Sin embargo, este mismo autor considera que el
funcionamiento del Consejo de Estado a lo largo del siglo XIX y su consagración en la
Constitución de 1886 no significaron la adopción del derecho administrativo francés.
Contradiciendo así la tesis mayoritaria que se representa en el autor Librado
Rodríguez[10], la cual considera que el derecho administrativo colombiano nació en el
siglo XIX con la creación del máximo órgano de lo contencioso-administrativo.

Así, Malagón sostiene que el derecho administrativo francés solamente influye en la


teoría colombiana del derecho administrativo en la primera mitad del siglo XX[11], y
de manera gradual. Luego de esta época, en la reforma de la administración pública
del año de 1968, realizada durante el gobierno de Carlos Lleras Restrepo e
influenciada por las misiones de Currie y Hiscmann[12], se observa un giro en la
teoría subyacente del derecho administrativo colombiano. Es en ése momento
histórico donde el derecho administrativo estadounidense influencia sustancialmente
el derecho administrativo colombiano. Según Alviar: “En los textos sustantivos de las
reformas [1968] se citan a autores norteamericanos, que pertenecen a la academia
norteamericana (Gunnar Mydral, Albert Hirschman, Lauchlin Currie) o que trabajan
para organismos multilaterales como la CEPAL (Raúl Prebisch).[13]” Igualmente,
López asegura: “En los años cincuentas ya resulta muy notorio para los analistas de la
época el crecimiento del Estado y particularmente de sus entidades semi-públicas: los
asesores internacionales, bebiendo ahora de la experiencia de los Estados Unidos,
recomiendan el regreso a la “unidad del ejecutivo”, por oposición a las
“administraciones autónomas” del derecho francés cuya lógica no acaban de
comprender (ni compartir) en su totalidad[14]”.

De esta forma, se demuestra que en Colombia las décadas de 1960 a 1980 se


desarrollan en el ámbito del derecho administrativo con base en planteamientos
doctrinales de profesores estadounidenses (Currie, Hirschman) que asesoraron al
gobierno de turno en su reforma a la administración. Lo anterior pugna directamente
con la tesis de los doctrinantes clásicos (Rodríguez, Penagos, Perdomo) quienes
consideran que la reforma de 1968 obedeció al desarrollo natural del derecho
administrativo que se estaba dando en otras latitudes como la francesa[15].

Por otro lado, la misión Bird-Wiesner (Bird quien era un economista canadiense) de
1981 realizó una serie de recomendaciones al gobierno de entonces para la
racionalización y la eficacia en la política fiscal y hacendista del país. En esta comisión,
que no se basa en el derecho administrativo francés, se crítica la descentralización
realizada en 1968 dado que ésta ha creado un espacio propicio para la corrupción
burocrática y tecnócrata.[16]

Así, se observa cómo la evolución del derecho administrativo colombiano no ha sido


exclusivamente influenciada por el derecho administrativo francés. Si bien éste ha
influenciado la teoría local, el desarrollo teórico surtido en Estados Unidos también ha
influenciado enormemente el derecho administrativo colombiano.

Con base en lo anterior, se observa que dicha convergencia entre el derecho


administrativo colombiano y el la teoría administrativa estadounidense tiene como
paralelo histórico el desarrollo del comercio internacional y del libre mercado. La
misión Currie de 1968 y la posterior reforma impulsada por el gobierno de Lleras
Restrepo coinciden con la época en que los países desarrollados habían llegado a
consensos sobre el comercio internacional. Por ejemplo, el GATT es suscrito en el año
de 1947 y su desarrollo se surte en la segunda mitad del siglo XX. Así mismo, el primer
BIT se suscribe en 1959 entre Pakistán y Alemania[17]. Por otro lado, la OCDE –
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico- se creó en 1960.

Lo anterior, permite observar el cambio de paradigma entre el siglo XIX y el siglo XX


en relación al derecho administrativo colombiano. Mientras en el siglo XIX los
colombianos querían crear un Consejo de Estado como el francés, demostrando la
influencia del derecho francés en la época; en la segunda mitad del siglo XX, con el
auge del libre comercio, es el derecho estadounidense que empieza a influenciar el
derecho administrativo colombiano. Con base en lo anterior, se puede pensar en
prospectiva que la suscripción del BIT entre Colombia y Estados Unidos en el 2011
puede llevar a desdibujar los rezagos del derecho francés en el derecho administrativo
colombiano y, comenzar una convergencia más nítida entre el derecho administrativo
estadounidense y el colombiano.

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