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LA LOGÍSTICA MILITAR: UNA EMPRESA

MODELO
El Ejército colombiano cuenta con una eficiente organización logística, encargada de planear, adquirir,
distribuir y administrar los recursos que requiere para su funcionamiento en tiempo de paz y para la
realización de sus operaciones en época de conflicto. La organización logística del Ejército es una
empresa modelo que puede tomarse como piloto en cualquier sistema organizacional de carácter oficial o
privado.
Por: REDACCIÓN EL TIEMPO

15 de junio 1991 , 12:00 a.m.

El arte de la guerra se sustenta sobre tres pilares fundamentales que son: la táctica, la estrategia y la
logística. Gran parte de los estrategas militares y civiles opinan con cierta propiedad acerca de las
dos primeras disciplinas.
Pero muy pocos, aun dentro de la institución militar, conocen con suficiencia la rama administrativa
que toma el nombre de logística cuando se trata de apoyar a las tropas en combate.
Es una ciencia compleja, toda vez que su campo de acción cubre las técnicas de adquisición y por lo
tanto se debe dominar todo el enrevesado y desueto sistema de contratación que sigue
inexplicablemente vigente en la legislación colombiana.
Se necesita conocer el régimen de comercio internacional para realizar los trámites del material y
equipo adquirido en el exterior y su posterior nacionalización. Tener conocimiento también de la
estructura presupuestal y manejar cuidadosamente su complicado lenguaje técnico.
Luego de adquirir o confeccionar el material destinado a la defensa nacional, continúa con la
responsabilidad de almacenarlo. Para ello, necesita conocer a fondo los sistemas de
almacenamiento de los equipos y el material, que requiere condiciones especiales de seguridad.
Siguiendo el proceso, la logística debe asumir la función de distribuir estos elementos, lo que obliga
a catalogar, inventariar, programar y desarrollar todas las técnicas adecuadas al sistema para
hacerlos llegar a los sitios de operación ubicados generalmente en áreas de combate de difícil
acceso.
El equipo distribuido a todas las unidades del país requiere mantenerse en óptimas condiciones de
operación y es allí donde entran en juego las técnicas de mantenimiento. Para cumplir este
propósito, se requiere contar con personal capacitado y disponer de una infraestructura acorde con
el sofisticado equipo que emplean las tropas en combate.
No escapa a la observación de un lector atento la dificultad que conlleva alimentar, vestir, curar y
abastecer de pertrechos, transportes, armas y municiones a un ejército de más de 100.000 hombres,
sin contar con los recursos indispensables en medio del caos de destrucción generado por la
subversión y la inexplicable indiferencia de la opinión pública. La Intendencia Un ejército no se
sostiene solo. Requiere de un sistema logístico eficiente que administre bien los escasos recursos y
que pueda llegar con todo lo que necesita al sitio adecuado y en el momento oportuno.

Esta labor es realizada por la Intendencia General del Ejército, organización altamente especializada
y dotada como ninguna de una completa infraestructura que le permite atender, desde un botón del
uniforme de un soldado hasta el manejo de un patrimonio global cercano al billón de pesos.

Dentro de esta gama de funciones, le corresponde encargarse de la alimentación, vestuario, equipo,


armamento, transportes, comunicaciones, instalaciones, sanidad, mantenimiento, manejo de
presupuesto, adquisiciones y, en forma general, administrar todos los recursos.

Para cumplir esta delicada misión, quizás la más importante institucionalmente, cuenta con 18.000
hombres, 21 batallones, una brigada logística, 2.728 vehículos, 250.000 armas, dos hospitales y 18
dispensarios médicos. Más las instalaciones y almacenes de material y equipo dispersos en todo el
territorio nacional.

Ninguno de los críticos gratuitos que tiene la institución militar se ha tomado la molestia de investigar
a fondo y con suficiente propiedad la organización logística del Ejército.

Además, el actual gobierno creó una comisión mixta conformada por expertos de la Consejería de
Defensa y Seguridad Nacional, del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), de la
Dirección General de Presupuesto, de Planeación Nacional y otros organismos rectores del manejo
presupuestario y fiscal de la nación con el objeto de analizar y evaluar el gasto militar y recomendar
políticas y criterios sobre este importante aspecto.

No solo por la categoría de los funcionarios sino también por el exhaustivo trabajo que han venido
realizando con profundidad, vale la pena conocer los elogiosos conceptos que han emitido sobre la
pulcritud, el manejo, la orientación y el desarrollo de todos los programas que el Ministerio de
Defensa Nacional ha realizado con el escaso presupuesto que recibe para atender el mayor
problema del país: la seguridad nacional.

Al cumplirse los 25 años de la creación del Sistema Intendencial el 12 de junio, vale la pena
reflexionar que, sin duda, se trata de una organización que aprestigia al Ejército y se consolida como
una de las empresas mejor constituídas y eficaces del país para bien de todos los colombianos. El
autor es el Subintendente General del Ejército. Capacidad de producción La Intendencia del Ejército
se constituye en la empresa logística más importante del país.

Como ninguna, realiza todos los esfuerzos posibles para generar sus propios medios a través de las
17 plantas que posee para confeccionar uniformes, botas de combate, raciones de campaña,
municiones, equipos, piezas, partes para motores, reparaciones menores y mayores, repotenciación
de motores, mantenimiento de equipos de comunicación y optrónicos, y todas las demás actividades
que corresponden al alistamiento, entrenamiento y movilización de un ejército en combate.

El personal técnico se prepara en los mejores centros de capacitación institucional, dentro y fuera del
país, lo que le permite alcanzar altos niveles de tecnología propios.

A manera de ejemplo, se aprecia que en condiciones normales la fábrica de calzado puede llegar a
producir en un solo turno hasta 700 pares de botas en un día; la fábrica de confecciones, 2.000
uniformes diarios; y la de raciones de campaña, 5.000 en un día.

Actuando en condiciones óptimas, los talleres de mantenimiento pueden simultáneamente en una


jornada reparar 23 motores de gasolina, 10 motores Diesel, arreglar 66 vehículos que presenten
fallas en conjuntos menores de caja, transmisión, suspensión, sincronización o electricidad.

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