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La importancia de los neologismos en el lenguaje

El presente artículo tiene como tema principal la creación de nuevas palabras en el


léxico español, comúnmente conocidas como “neologismos”. Me parece interesante revisar
en detalle un fenómeno que no es reciente (las lenguas a lo largo de la historia van
constantemente incorporando vocablos nuevos, por medio de diversas fuentes) y que
ocurre comúnmente, sin que los hablantes puedan percibirlo conscientemente, lo cual da
cuenta de la vitalidad que tiene la lengua, su constante crecimiento y de la creatividad y
adaptabilidad de sus hablantes. Como contraparte a los neologismos, vamos desechando
un sin número de vocablos que ya sea por su poco uso, por su inexactitud para determinar
lo que se desea expresar o su inexistencia en la actualidad, pasan a ser arcaísmos, que
solo figuran como léxicos inamovibles en los diccionario.

Para la construcción de este artículo se consultó a autores como Gloria Guerrero


Ramos con sus textos “Neologismos en el español actual” y “ El préstamo lingüístico, uno
de los principales procedimientos de creación neológica”, Juan Manuel García Platero y su
artículo “Observaciones sobre el neologismo”, Carmen Varo con su artículo “Aproximación
teórico-práctica al procesamiento lingüístico de neologismos léxicos” y Fernando Vilches
Vivanco con su libro “El menosprecio de la lengua: el español en la prensa”,
específicamente el capítulo número siete titulado: “Neologismos y palabras mal utilizadas”,
de este modo se logró visualizar el estudio del neologismos desde diversas perspectivas, y
ver los puntos en común y los puntos dispares de estos teóricos.

Neología y Neologismo

Es importante hacer la distinción entre neología y neologismo, la cual a lo largo de


la historia suscito diversas discusiones, pero hoy en día parece haber un claro consenso al
respecto, el cual indica a la neología como la ciencia que postula un conjunto de reglas y
condiciones para tener en cuenta en la creación de una nueva palabra, en definitiva
sistematiza la creación, marcación y empleo del nuevo léxico, el cual será denominado
neologismo, es decir, este último es el resultado de dicha sistematización; en definitiva es
el proceso (neología) y el producto (neologismo). Tal como lo indica J.M García (1996:54)
“lo que caracteriza a la neología es la introducción de ciertas palabras nuevas, mientras a
los vocablos que ya existen en el sistema le proporciona sentidos nuevo, son entonces los
neologismos esas unidades de nueva creación, tanto de origen externo como interno. Se
trata, en definitiva, de la oposición entre el proceso y el producto”.

Por otra parte G. Guerrero Ramos (1995) amplia el concepto de neología aportando
tres principios, el primero de ellos tiene relación con la modificación de las lenguas según
el curso del tiempo, su necesidad de adaptarse para no desaparecer; el segundo principio
plantea, en contraposición del primero, que las lenguas tienen un sistema de autodefensa
que tiene como fin salvaguardar la comprensión entre las distintas generaciones evitando
una modificación de la misma demasiado rápido o muy lentamente, y el tercer principio
indica que cuando una lengua necesita una palabra, se acomoda o bien acomoda la
palabra. Bajo estos principios G. Guerrero Ramos (1995:11) indica “En definitiva, la
neología es una de las manifestaciones principales de la vitalidad de la lengua”,
considerando de este modo a la neología como una necesidad en las lenguas para
adaptarse y nutrirse continuamente.

Una tercera visión revisada en la elaboración de este artículo corresponde a Carmen


Varo, quien no se detiene a hacer distinción entre neología y neologismos, sino que, hace
directa referencia a la clasificación de la neología desde una perspectiva psicolingüística
dónde la importancia radica en la estrategia apelativa comunicativa, C. Varo (2013:147)
realiza la distinción entre neología formal que “se ha centrado en determinar qué clase de
representaciones, morfológicas o léxicas, maneja el individuo durante el procesamiento” y
neología semántica “tiende a dar por sentado que se accede a las nuevas interpretaciones
a través de significados canónicos”.

Cabe destacar que G. Guerrero Ramos también realiza esta clasificación y analiza
la diferencia entre neología formal o de forma y neología semántica o de sentido, para la
autora la primera corresponde a la creación solo de significantes nuevos, o también
significantes y significados, por otra parte, la segunda corresponde a la creación de nuevos
significantes para significados ya existentes en una lengua, por ejemplo gallina, que es un
ave de corral, es un término utilizado también para denominar a una persona cobarde.

Diversas fuentes de creación.


Dentro de la neología de forma encontramos diversas fuentes de creación de
neologismos, como la prefijación que es clasificada por G. Guerrero Ramos como el
principal procedimiento de formación de nuevas palabras, ya que muchos prefijos son
utilizados con un sentido distinto al que inicialmente tiene, otro recurso neológico es la
sufijación que permite crear un amplio espectro de palabras, las cuales pueden sub-
clasificarse como: sufijación nominal, que permite crear sustantivos, sufijación adjetival y
sufijación verbal, un tercer procedimiento de neologismo es la composición, que tiene
relación con la utilización de dos términos aislados y autónomos dentro de la lengua, que
se fusionan para la creación de una sola palabra, podemos encontrar también, como
recurso de creación de nuevas palabras, la acronimia que es la fusión de palabras a las
cuales se les corta ya sea la parte inicial o final, y por último tenemos el proceso de siglación
que es la palabra obtenida por las siglas de un enunciado, lo cual es hoy en día tan frecuente
en organismos públicos y privados, que finalmente se pierde la noción del nombre completo
y solo se conoce la sigla, por ejemplo ONU, UNICEF, SENAME, BANEFE, etc.

Otro aspecto a considerar dentro de la creación de nuevos vocablos en una lengua


es el préstamo lingüístico, tal como indica J.M. García (1995:57) “sean palabras-citas o
vocablos convenientemente adaptados, así como los calcos semánticos” tienen igual
oportunidad de generar neologismos en una comunidad, G. Guerrero Ramos (2013:117)
respecto a el préstamo lingüístico haciendo referencia al Alvar Ezquerra (1993) considera
que “en un sentido estricto, el préstamo consiste, según la caracterización de Josette Rey-
Debove, en un proceso mediante el cual una lengua cuyo léxico es finito y fijo en un
momento dado toma de otra lengua (cuyo léxico es también finito y fijo en un momento
dado) una voz (en su forma y contenido) que no poseía antes” y también cita a Bermúdez
Fernández (1997) quien indica que “un préstamo es todo rasgo lingüístico (de tipo léxico,
sintáctico, semántico, morfológico, fonológico o formal) que un sistema lingüístico B
(receptor) toma, adapta o traduce de un sistema lingüístico A (donante) y que previamente
no existía en B”, ambas definiciones son, desde mi perspectiva, muy representativas del
préstamos como recurso de creación neológica, y muestran la trascendencia de este en la
creación de léxicos nuevos en todas las lenguas, respecto a esto quiero agregar, según lo

investigado, que ninguna lengua viva esta en condición de no poseer en sus filas palabras
provenientes de otras lenguas.
Concepciones a favor y en contra de los neologismos.

Como en toda área de estudio, siempre encontramos discursos a favor o en contra,


y la neología no es la excepción, siempre existen teóricos más puristas respecto a las
lenguas, que consideran que si una palabra no está en el diccionario, entonces dicha
palabra no existe, y por ende es inutilizable, es cierto que muchas veces una persona crea
una palabra pasando por alto los principios de creación que expuse anteriormente, pero
que aun así cumple la función de apelar al destinatario y este a su vez logra comprender el
término y finalmente el mensaje, pero no por eso se adoptará dicho término como una nueva
palabra, de estos ejemplos está lleno el texto de Fernando Vilches Vivanco (1999:397)
dónde expone el desparpajo de los periodistas de crear palabras como “Cannes prefirió la
modernez brillante a la poesía”, el cronista podría haber utilizado sin inconvenientes la
palabra modernidad, inventa un término que si bien se logra intuir a lo que se refiere, no
suena bien, para mi gusto, pero al ser este texto ya de algunos años, nos encontramos con
un sin número de términos utilizados por F. Vilches para ejemplificar la mala utilización de
estos por parte de los periodistas, pero que hoy en día ya no son extraños, es más, ya ni
siquiera son neologismos ya que la RAE los considera dentro de sus filas, como son
fidelizar, desclasificación, inadmitir, cohabitación e incluso modernez.

Por otro lado para G. Guerrero Ramos y Carmen Varo es necesaria la creación
constante de nuevos léxicos que den cuenta de la necesidad de la comunidad hablante de
una lengua de renovar y ampliar constantemente su léxico.

Conclusión.

Para finalizar quisiera referirme a la importancia que vi en este tema, ya que la


neología, al ser un acto tan inadvertido y automatizado, no se toma en consideración la vital
importancia que tiene, y que como recurso educativo puede ser una herramienta de gran
utilidad, ya que si vemos diacrónicamente la creación de una lengua, esta está constituida

de manera total por neologismos, no sabemos en qué punto exacto se crearon, pero en
algún momento fue así, y mientras se mantenga en vigencia dicha lengua, seguirá creando
nuevos términos mediante los diferentes recursos ya mencionados, en este proceso
creativo siempre existirán dos posturas, la tradicionalista o purista de la lengua, que ve
como amenaza la integración de nuevos términos, y la actual, que acepta y ve la
importancia de crear nuevas palabras, porque la sociedad día a día crea nuevos objetos o
conceptos que necesitan ser denominados y porque también las personas necesitan de las
palabras ya sea para traducir o designar algo que con el actual léxico no logra denotar.

Los autores revisados, a excepción de Fernando Vilches Vivanco, me parecen en


extremo acertados y explicativos respecto al tema tratado, no existen mayores diferencias
en las posturas teóricas en relación a los neologismos de forma y de sentido, como tampoco
a la creación de estos.

Dejo entonces la invitación a aceptar la lengua como un ente vivo que escapa
muchas veces de los límites que los propios hablantes hemos querido establecer, llevando
consigo un conjunto de palabras y trayendo de vuelta un sin número de términos, que no
buscan dejar en desuso las ya existentes, sino por el contrario enriquecer el vocablo.

Bibliografía.

 García Platero, Juan Manuel “Observaciones sobre el neologismo”. Revista de


Lexicografía, Volumen 11 (1995)
 Guerrero Ramos, Gloria. “Neologismos en el español actual”. Cuaderno de Lengua
española (1995)
“El préstamo lingüístico, uno de los principales procedimientos de creación
neológica”. Quaderns de Filologia. Estudis lingüístics. Vol. XVIII (2013)
 Varo, Carmen. “Aproximación teórico-práctica al procesamiento lingüístico de
neologismos léxicos” Revista signos. Estudios de Lingüística (2013)
 Vilches Vivanco, Fernando con su libro “El menosprecio de la lengua: el español en
la prensa”. Editorial: Dykinson, Madrid. (1999)

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