Вы находитесь на странице: 1из 2

CESAR VALLEJO Si descubro mi dolor

temo un injusto castigo;


Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo. y muero si no lo digo.
Me moriré en París —y no me corro— ¿Qué me aconsejas, Amor?
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso


estos versos, los húmeros me he puesto No es poco infeliz estado
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto, en el que yo me sentencio
con todo mi camino, a verme solo. a tormento de silencio
o a culpa de declarado.
César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro
Nicolás Fernández de Moratín
también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros, Admiróse un portugués
la soledad, la lluvia, los caminos... de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supieran hablar francés
Julian de Casal ¡Arte diabólico es!
dijo torciendo el mostacho
Piedra soy en sufrir pena y cuidado ¡Que para hablar el gabacho
y cera en el querer enternecido, un fidalgo en Portugal
sabio en amar dolor tan bien nacido, llega a viejo y lo habla mal
necio en ser en mi daño porfiado, y aquí lo habla un muchacho

medroso en no vencerme acobardado,


y valiente en no ser de mí vencido,
hombre en sentir mi mal, aun sin sentido, Ruben Dario
bestia en no despertar desengañado.
Canción de Otoño en Primavera
En sustentarme entre los fuegos rojos,
en tus desdenes ásperos y fríos, Juventud, divino tesoro,
soy salamandra, y cumplo tus antojos; ¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y las niñas de aquestos ojos míos y a veces lloro sin querer...
se han vuelto, con la ausencia de tus ojos,
ninfas que habitan dentro de dos ríos. Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña, en este
mundo de duelo y de aflicción.
Juan de Tassis
Miraba como el alba pura;
Sépase, pues ya no puedo
sonreía como una flor.
levantarme ni caer
Era su cabellera obscura
que al menos puedo tener
hecha de noche y de dolor.
perdido a Fortuna el miedo.
Yo era tímido como un niño.
Ella, naturalmente, fue,

1
para mi amor hecho de armiño,
Herodías y Salomé... En vano busqué a la princesa
Juventud, divino tesoro, que estaba triste de esperar.
¡ya te vas para no volver! La vida es dura. Amarga y pesa.
Cuando quiero llorar, no lloro... ¡Ya no hay princesa que cantar!
y a veces lloro sin querer...
Mas a pesar del tiempo terco,
Y más consoladora y más mi sed de amor no tiene fin;
halagadora y expresiva, con el cabello gris, me acerco
la otra fue más sensitiva a los rosales del jardín...
cual no pensé encontrar jamás.
Juventud, divino tesoro,
Pues a su continua ternura ¡ya te vas para no volver!
una pasión violenta unía. Cuando quiero llorar, no lloro...
En un peplo de gasa pura y a veces lloro sin querer...
una bacante se envolvía... ¡Mas es mía el Alba de oro!

En sus brazos tomó mi ensueño


y lo arrulló como a un bebé...
Y te mató, triste y pequeño,
falto de luz, falto de fe... Pablo Neruda

SABRÁS que no te amo y que te amo


Juventud, divino tesoro, puesto que de dos modos es la vida,
¡te fuiste para no volver! la palabra es un ala del silencio,
Cuando quiero llorar, no lloro... el fuego tiene una mitad de frío.
y a veces lloro sin querer...
Yo te amo para comenzar a amarte,
Otra juzgó que era mi boca para recomenzar el infinito
el estuche de su pasión; y para no dejar de amarte nunca:
y que me roería, loca, por eso no te amo todavía.
con sus dientes el corazón.
Te amo y no te amo como si tuviera
Poniendo en un amor de exceso en mis manos las llaves de la dicha
la mira de su voluntad, y un incierto destino desdichado.
mientras eran abrazo y beso
síntesis de la eternidad; Mi amor tiene dos vidas para amarte.
Por eso te amo cuando no te amo
y de nuestra carne ligera y por eso te amo cuando te amo.
imaginar siempre un Edén,
sin pensar que la Primavera
y la carne acaban también...

Juventud, divino tesoro,


¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.

¡Y las demás! En tantos climas,


en tantas tierras siempre son,
si no pretextos de mis rimas
fantasmas de mi corazón.
2

Вам также может понравиться