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Antienvejecimiento

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• Artículo XI
• Artículo XII
• Artículo XIII

Antienvejecimiento I
Felicitaciones, usted llegò a esa etapa en la vida en la que, “hay que
cuidarse”. Y se ve estupendamente. Como dice, no se queja. Una
bella familia, éxitos en la vida… y todavía fuerte. Ok, con un
cauchito en la cintura, pero por encima del promedio. La vida le ha
tratado con cariño… aunque últimamente ha estado con cierto
pánico. A su amiga le diagnosticaron cáncer, su vecino se infartó, y
de un tiempo para acá la gente ve a través de usted. No a usted,
sino a través de usted. Le pasan al lado y es como si no existiera o
como si tuviera 50 (que es lo mismo). “¡50! Voy a cumplir 50!” Por
la mañana fue al trabajo y no hizo más que pensar en ello: “¡Voy a
tener 50! ¿Qué será de mi?” Como si no supiera. Pero adivine qué.
Usted no sabe. Ese es el punto. Que no tiene ni idea de lo
maravilloso que puede ser el tercer tercio de su vida… con el
suficiente ATP, Óxido Nítrico, Acetilcolina, TMG, Indole 3 Carbinol, y
Citoquinas C10. Así que bienvenido a la ciencia antienvejecimiento.
Ahora podrá prevenir y hasta revertir las enfermedades que más
teme. “Un momento, un momento” – dice usted. “No puede ser tan
maravilloso. Sino la gente no moriría o no enfermaría nunca”. Tiene
razón. No es tan maravilloso. Usted enfermará algún día. Como
dicen, de algo hay que morir. Pero lo que es verdad, es que después
de leer estos artículos estará lo mejor posible la mayor cantidad del
tiempo posible. Porque para tener un infarto o algunos tipos de
cáncer o inclusive Alzhimer, se requieren años de preparación.
Aunque la herencia juega un factor preponderante, uno se tiene que
coagular, oxidar, inflamar, y calcificar lo suficiente para que se
lleguen a producir. Y adivine qué. Eso es justamente lo que le está
sucediendo en estos mismísimos momentos. “Pero yo no siento
nada”. Ese es el punto. Que no se siente. Sus células son muy
pequeñas para poderlas sentir, pero créame, el proceso está en
marcha… en sus mitocondrias. ¿Se acuerda de bachillerato?
(Olvídelo) Imagine que el mundo es su cuerpo y que los continentes
son sus partes, y que los países son sus órganos, y que las ciudades
son sus células, y que los bancos, las escuelas, los centros
comerciales, y todos los sitios de trabajo son sus mitocondrias. Allí
se produce la energía. Usted piensa, se mueve, come, y respira
porque tiene mitocondrias. Cada segundo, estas centrales operan
dentro de nuestros tres trillones de células convirtiendo el oxígeno
en energía pura. Pero si tiene 50 años (o si está próximo a tenerlos),
este proceso es cada vez menor. Menor en todo. En cantidad y en
calidad, porque sus mitocondrias se dañan y sus células no las saben
reponer, sólo reparar. Si tienen suficiente CoQ10. Coenzima Q10,
nuestro invitado de la noche. El micronutriente que convirtió al Dr.
Peter Mitchell en merecedor del Premio Nobel de Química al
descubrir su papel en el organismo (transporta los electrones en las
mitocondrias, evitando que usted se coagule, inflame, oxide, y
calcifique). Y que usted produce, pero cada vez… correcto. Cada vez
menos. El Co Q10 es excelente en el tratamiento de las arritmias, la
insuficiencia cardiaca, y en la recuperación y prevención de los
infartos, además de ser un antioxidante 50 veces más poderoso que
la vitamina E. Existen estudios que demuestran su eficacia en el
tratamiento para la remisión de algunos tipos de cáncer (como dato
anecdótico escuché al Dr. Steven Sinatra - la máxima autoridad viva
en el tema – decir cómo curó a su perro de un cáncer terminal con
megadosis de este micronutriente). Para tratar las distintas
patologías se requieren de 200 a 400 miligramos al día, mientras
que para la prevención de enfermedades en general y mejorar el
nivel de energía, 100 miligramos es suficiente. Así que ya sabe,
agregue Co Q10 a sus mitocondrias y espere tres semanas. Verá que
se levanta a bailar la macarena.

Cuídese y hasta pronto,


Dr. Johnson.

Antienvejecimiento (II) (Elimine esas arrugas)


Antioxidantes. Ya usted los conoce. Y se los toma que es lo bueno. O
al menos eso le dicen: “La Vitamina E es buena para…” y usted sale
y se la compra. “La Vitamina C es buena para…” y usted vuelve a
salir y se la vuelve comprar. ¿Resultados? “Ni idea, pero algo me
harán”. Humm, no me gusta su filosofía, pero tiene razón. “Algo” le
hacen. Sin embargo, hoy no hablaremos de antioxidantes Wao (¿le
conté que existen de los tres tipos… los Wao, los Wao Wao, y los
Wao Wao Wao?). Hoy hablaremos de un antioxidante Wao Wao Wao
y permítame definir el término. Un antioxidante tres veces Wao es
aquel que se ingiere y se nota en el espejo. Como la Coenzima Q10
¿la recuerda? Que en dosis de 200 mg. al día es capaz de sacarle
cabello a un calvo y de pintárselo al que lo tiene plateado (lea Joven
más allá de los 50 (I) ). O como nuestro invitado de hoy que además
de hacerle lo mismo, también es capaz de mejorarle la piel al punto
que muchos comentan cómo les borra las arrugas de la cara. “¿Borra
las arrugas de la cara?… Nooooooooooo…”-. Pues siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Y
póngase de pie para recibirlo. Señoras y señores, con ustedes el
maestro Alpha Lipoic Acid. Aplausos por favor.

El Ácido Alpha Lipóico o ALA, como también se le conoce, es el


antioxidante estrella del organismo. Junto a la Coenzima Q10 es el
único que atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica y barre
los metales que se depositan en el cerebro como polvo en un cuarto
encerrado. Y por ser soluble en agua y grasa a la vez, protege las
células tanto por dentro como por fuera. Esta propiedad “anfibio” lo
convierte en el nutriente ideal para el tratamiento y la prevención de
la resistencia a la insulina, la diabetes, las patologías hepáticas, la
degeneración macular, las cataratas, la esclerosis múltiple, el
cáncer, los infartos, la hipertensión, y todas las condiciones médicas
en general (el envejecimiento incluido). ¿Qué le parece? Los
alemanes opinan igual. Tienen treinta años indicándolo por vía
parenteral inclusive (por la vena), y aunque usted podría obtenerlo
de los alimentos, las cantidades son tan pequeñas que el organismo
nunca sentiría la diferencia. ¿Debería, usted que se cuida y que hace
ejercicio, y que además quiere estar lo mejor posible el mayor
tiempo posible…, debería usted le pregunto… tomarse una pepa
más? Y la respuesta es, para usted que lo está preguntando desde
el fondo de su corazón,… por supuesto. Una excelente frase cuando
lo que se quiere es enfatizar un punto: ¡Por supuesto! Usted la
debe tener en su “pepoteca” privada. De lo contrario, la diferencia
entre usted y sus abuelos cuando tenían su edad es ninguna.
¿Quiere una piel más joven y de mejor aspecto? ¿Desea tener más
energía durante el día? ¿Tiene insulinorresistencia y quiere perder
peso a una mayor velocidad o necesita control con las harinas y
dulces? ¿Tiene diabetes y quiere normalizar su glicemia? ¿No tiene
ninguna condición médica, pero le preocupa mantener su salud?
Tome 200mg, 600 y hasta un máximo de 1200mg de Alpha Lipoic
Acid si su condición lo amerita (consulte a su médico). Eso si, tenga
cuidado: El ALA no es bien tolerado por aquellos con alguna
condición ulceropéptica (acidez estomacal). E inclusive si nunca la ha
tenido, tenga cuidado. Tómela después de la comida y comience con
una dosis única de 100mg para ver si la tolera. Luego aumente a
200mg dos veces por día y a las cuatro semanas toque su piel.
Escríbame su experiencia. ¡Ah! por cierto… el ALA no puede ser
patentada porque es una sustancia natural producida por el
organismo (con la edad cada vez en menor cantidad). Por eso, las
grandes empresas no han invertido para educarnos sobre sus
grandes beneficios. Pero usted ahora no tiene problemas. Usted
ahora tiene Sobre la Balanza.

Cuídese y hasta pronto,


Dr. Johnson.
Antienvejecimiento (III)
¿Sabe por qué por las mañanas… muy temprano a la salida del sol…
Picapiedra grita Yabadabadoo? Porque se toma sus minerales de
ascorbato, la vitamina C que usted no se toma. “Yo si me tomo mi
Vitamina C”. Eso no es vitamina C. Eso es Ácido ascórbico, tan solo
la mitad del cheque. La otra mitad le haría invencible. Permítame
explicarle: Usted requiere de 7 miligramos al día para no sufrir de
Escorbuto, pero Escorbuto y deficiencia de Vitamina C no es lo
mismo. Usted no tiene Escorbuto, pero si tiene deficiencia de C (a
veces sólo le llamaré C). ¿Por qué? Porque además de tener acné en
las nalgas o de andar con mal aliento o de pasársela con sinusitis o
con moco aguado en la nariz, hace tiempo que perdió la capacidad
de producirla (todos los animales la producen con muy pocas
excepciones). Una rata por ejemplo, produce en proporción a un
hombre de 70 kilos unos 15 gramos de Vitamina C al día. Y bajo
estrés cuadruplica esta cantidad. ¿Ha visto una rata enferma? Claro,
como la naranja contiene C, usted se toma su jugo y se va feliz,
pero no dice Yabadabadoo porque sólo toma el 0,46% de lo que
produce la rata. ¿Es esto suficiente? ¡No! El hecho de que la mayoría
de las especies continúen produciéndola sugiere que la dieta no
cubre las necesidades salvo en ambientes tropicales. Y usted, ni es
Adán ni es Eva, como para tener el tiempo de comerse los vegetales
y las frutas de las tierras orgánicas que ya casi ni existen. El Dr.
Linus Pauling, el dos veces laureado premio Nobel por esta Vitamina,
decía que no existe condición médica que produjera más muertes
por cáncer, infartos y enfermedades degenerativas que la falta de C.
“El escorbuto anda por todos lados de manera incógnita”. ¿Cuál es el
secreto mejor guardado de la medicina? La ingesta de 2000
miligramos de Vitamina C. Sus bajos niveles en sangre son un
excelente predictor de las llamadas enfermedades de la tercera
edad. Pero no sólo eso, existen médicos que han restringido sus
consultas al tratamiento con megadosis de estas patologías logrando
“curas milagrosas”. Entre ellos el Dr. Jay Patrick, actualmente con
90 años de edad y todavía libre medicamentos, con arterias sin
placas ateromatosas (CAT SCAN “0”), y con visión 20/20 (me consta
pues fue el único en un congreso que leyó sin lentes) y máximo
exponente vivo sobre el tema. ¿Qué toma Jay? 30 gramos diarios de
minerales de ascorbato, una dosis que intimidaría a cualquiera (en lo
personal jamás he indicado estas cantidades). Por cierto, los
minerales de ascorbato son, a diferencia del Ácido ascórbico, los
únicos que se podrían tomar en estas cantidades por no alterar el PH
ni estimular la formación de los cálculos renales que con más de 4
gramos se podrían producir. Y este es el punto: Tomar 1000
miligramos de ácido ascórbico y vivir en el 2006 es casi igual a no
tomar nada. Más aún si fuma o toma aspirina o pastillas
anticonceptivas o vive bajo estrés. Si quiere sentir la diferencia haga
la prueba. Necesita la aprobación de su médico (no la ingiera sin
ella) y tomar 1000 miligramos de minerales de Ascorbato dos veces
al día. Estos son los utilizados en los cientos de estudios que han
mostrado (con megadosis en estos casos) revertir los procesos
artríticos, cardíacos e inclusive de cáncer. Recuerde que la vitamina
C se elimina muy rápidamente, por lo que tomarla en un solo
momento no la hace efectiva. Evite las pastillas masticables porque
lesionan la dentadura y las de liberación prolongada porque no
elevan rápidamente su concentración. Si toma Ginseng hágalo a tres
horas de la ingesta de la Vitamina C. Y si toma Ácido ascórbico, no la
suspenda repentinamente. Le podría producir el efecto contrario
conocido como “Rebound scurvy” (ingresa al hígado y estimula la
producción de ciertas enzimas que dejaría con el “moño hecho”). Ah!
Una cosa más… consúltele al médico por el tipo de ascorbato
indicado para usted. Tómelo y espere dos días, gritará por las
mañanas antes de ir a trabajar.

Cuídese y hasta pronto,


Dr. Johnson.

Antienvejecimiento (IV)
¿Cómo está su tensión? “A mi se me sube, pero es emocional… por
eso no me tomo el tratamiento”. Muy bien, cuando se infarte
diremos que murió por emocional. “Pero es que es por estrés”.
Deacuerdo, entonces diremos que fue por estrés. “Pero es que yo no
soy de pastillas…” ¡Uff! Mire… mejor olvídelo. Próximo por favor.
“Mucho gusto… yo siempre he sido de tensión bajita”. Deacuerdo, y
cuándo fue la última vez que se la tomó. “Hace tiempo”. Usted
parece hermano del otro. “Mi hermano es este y si es hipertenso” ¿Y
qué toma? “No toma nada” ¿Y ya tiene impotencia? “Ahhh… Será
eso” ¿A qué se refiere? “Que a mi hermano no se le…” ¿No se toma
el tratamiento? También se le podría reventar una arteria en el
cerebro. O tapársele. Eso que llaman accidente cerebrovascular o
ACV hemorrágico o isquémico. “Hay por Dios no diga eso. Dios lo
guarde”. Ese es el problema. Que Dios no lo guarda. El tratamiento
si. “¿Qué tratamiento?” ¡&#%@#! Olvídelo también. Ahora usted.
Mire, no se enrrolle. Usted está muy lejos de esas cosas porque
usted si que se toma su tratamiento. O está esperando terminar el
artículo para írselo a tomar. El de la tensión. Que la tiene alta.
Allllllta. Y hace bien en hacer como le dijo el doctor. Con más de 50
años se tiene 90% más probabilidades de presentar hipertensión en
la vida (Deacuerdo. Con más de 50 años se tiene 90% más
probabilidades de presentar cualquier cosa en la vida, pero para algo
son las estadística). Ok, rápidamente: El corazón es una pera que
expulsa sangre por un tubo. Entre la pera y el tubo hay una puerta
que abre cuando la empujan. De un lado hay ciento veinte hombres
y del otro ochenta. ¿Para dónde abre la puerta? Para los ochenta.
Ciento veinte empujan más que ochenta. Hipertensión es cuando
hay más de ochenta y cuesta abrir la puerta. Entonces el corazón
crece sin arterias nuevas hasta que cuelga como una bolsa de hielo…
y ya no es suficiente para empujar el cuerpo. Y la persona se ahoga
caminando y acostado. Por tener un corazón insuficiente. O
insuficiencia cardíaca. ¡Upss! Perdón, ya no íbamos a hablar de eso.
Decía… ha si. Decía que la tensión ideal es 115/75 mmHg. (120/80
también está bien), y que la tensión baja o diastólica no es la única
importante controlar (aunque antiguamente se pensaba así, hoy
sabemos que la sistólica o alta es tan o más importante en aquellos
con mayor edad), y que 25% de aquellos que toman tratamiento
todavía tiene la tensión alta, y que todas las pastillas que controlan
la tensión podrían tener efectos secundarios. ¿Qué hacer entonces?
En primer lugar, si está tomando algún medicamento para la
tensión, asegúrese que está siendo visto por un cardiólogo. Ellos son
quienes mejor le pueden ayudar en este sentido. Es frecuente ver en
consulta personas con sobrepeso que están tomando medicamentos
que no la primera elección por presentar resistencia a la insulina.
Los betabloquentes por ejemplo, que han mostrado ser excelentes
para evitar los reinfartos, no deberían indicarse en aquellos con
diabetes o intolerancia a la glucosa (la ahora nuevamente llamada
prediabetes). Y digo que no deberían porque en medicina siempre
hay excepciones. Pero en todo caso, si tiene tiempo sin ir al médico,
reevalúe su tratamiento de mano con su cardiólogo ¿Se siente
fatigado? ¿Bajo deseo sexual? ¿Deprimido? ¿Tiene tos o siente un
ligero ahogo? Consúltele si puede ser efecto del medicamento. Pero
no abandone el tratamiento. Mire que hay opciones. Fallarle a una
pastilla no es mortal, fallarle al tratamiento si. Y si quiere ser joven
más allá de los cincuenta, recuerde la tensión del joven: 115/75
mmHg. Supleméntese con Calcio, Vitamina D, Magnesio, y una dieta
abundante en potasio. Escríbame si quiere conocer sobre dosis. Y
haga ejercicio. La tensión permanece baja por horas luego de una
buena hora de ejercicio.

Cuídese y hasta pronto,


Dr. Johnson.

Antienvejecimiento (V)
Esto no le va a gustar a muchos: el calcio que se toma lo puede
estar envejeciendo. “¿Cómo es esto posible?” “¿Acaso no hay que
prevenir la osteoporosis?” “¿No es verdad que el 40% de las mujeres
y el 20% de los hombres con más de 50 años sufrirán una fractura
que se puede evitar?” “Y peor aún, ¿no es cierto que cuando la
fractura es de cadera el 25% morirá antes del año?” Me temo que si.
“Y entonces… ¿No hay que ingerir calcio para evitar que esto
suceda?” Correcto. “¡Y por qué me dice que me puede envejecer!”.
Porque el calcio que usted se toma precipita y se le deposita en el
interior de sus arterias, de su cerebro, de su páncreas, de sus
riñones, y en prácticamente todos sus órganos hasta calcificarlos
cual Sodoma y Gomorra (la piel se petrifica y toma aspecto de
momia). “Noooooooo… ¡Dios mío! Hoy mismo dejo de tomarlo”. Eso
no sería inteligente. Mejor sería descubrir qué hacer para que le
ayude a prevenir la osteoporosis, pero sin envejecerle. “¿Sin
envejecerme?” Si. Mire… usted sabe que la osteoporosis no es una
enfermedad por deficiencia de calcio. La osteoporosis es una
enfermedad por excesiva pérdida de calcio o descalcificación de los
huesos, que es diferente. De hecho, las poblaciones que consumen
la mayor cantidad de lácteos son las que tienen la más alta taza de
mortalidad del mundo. En los países escandinavos por ejemplo, en
los Estados Unidos, y en Nueva Zelanda, el consumo es altísimo y su
mortalidad es conocida. Por otro lado, Portugal y Japón, países en
los que el consumo de calcio de origen lácteo es de los más bajos,
tienen las tazas de mortalidad más bajas del planeta. ¿Por qué?
Porque el calcio sin magnesio es como una llave sin cerradura (los
lácteos contienen muy poco magnesio). Sin este, el calcio se
deposita en todas partes menos en el hueso. Permítame explicarle:
Hace miles de años, sus ancestros ingerían dietas ricas en magnesio
y bajas en calcio, por lo que el organismo desarrolló la manera de
almacenar este último de manera muy eficiente (huesos). El
magnesio, por su parte, estaba siempre disponible en semillas,
frutos secos, y vegetales, y no existía la necesidad de almacenarlo.
Sin embargo, ahora es al contrario. Aunque nuestros organismos
continúan almacenando calcio y no magnesio, lo hacen con dietas
ricas en el primero y pobres en el segundo. No sólo eso,
consumimos azúcar y alcohol, y ambos aumentan la perdida del
magnesio por la orina, lo que ayuda a que el calcio precipite. En la
naturaleza, esto ocurre cuando el agua del carbonato de calcio se
evapora. Y en el cuerpo, inclusive con formas mucho más disolubles
como el citrato de calcio, también cuando no existe el magnesio que
lo dirija a los huesos. O como es el punto referir en este artículo,
cuando se ingieren cantidades de calcio que sobrepasan la ingesta
del magnesio. Y es que hay personas que en el intento de evitar la
osteoporosis, ingieren megadosis de calcio sin suplementarse con
magnesio. Advertencia: más calcio no es mejor que suficiente.
Segunda advertencia: Más calcio es peor. Los estudios han mostrado
una y otra vez que el suplemento de calcio es sólo eso: un
suplemento, no un tratamiento. El calcio por si sólo no detiene la
evolución de la enfermedad. Los medicamentos que su ginecólogo o
reumatólogo pueden prescribir, si. Consuma hasta 1500 miligramos
de calcio por día. Un yogurt o una taza de leche o de brócoli o 350
gr. de queso aportan 300 mgr. de calcio. Suplementarse entonces
con 600 miligramos sería ideal. Ingiéralos con comida (si toma
pastillas para la acidez estomacal ingiera el calcio en otro momento).
Si no come vegetales, granos y nueces, los 300 mgs. de magnesio
que típicamente acompañan las pastillas no serán suficientes.
Requerirá 600 miligramos al día (proporción 1/1), para evitar que
envejezca. Usted es “Joven más allá de los 50”. Haga ejercicio de
resistencia un mínimo de tres veces por semana. Le preservarán el
hueso. Y realícese la densitometría ósea para ir al médico. Hombres
inclusive. Recuerde que aunque no lo sienta, sus huesos podrían
estarse “ahuecando”. Y le prometo que se mantendrá durísimo.

Antienvejecimiento (VI)
Busque su desodorante. ¿Qué contiene? “Aluminio”. Abra la boca.
¿Qué ve? “Mercurio”. Coma vegetales. ¿Qué come? “Fungicidas”.
Muy bien. De tres, tres. Casi gana. Le falta ser joyero o herrero o
plomero o peluquero o pintor o minero o herrero o mecánico ¿No
gana? Última oportunidad: ¿Se traga de vez en cuando, sin darse o
dándose cuenta… un sorbito del agua cuando se baña o se cepilla los
dientes? Si respondió afirmativamente, gana medalla de platino o de
plomo o de níkel o de uranio o de mercurio o de cadmio o de
bismuto o de arsénico o de uranio o de cualquier metal. Y no en el
pecho. En el pecho, y en el cerebro, los riñones, el hígado, las
arterias, los pulmones, la piel, y el corazón. Y en todo el cuerpo,
para ser específico (1974. Florencia, Italia. “Los metales pesados
son la causa del 82% de las enfermedades degenerativas
crónicas”. Organización Mundial de la Salud). “¿Quiere decir que
alguien puede presentar pérdida de la memoria o depresión o
ansiedad o cáncer o alzhimer o alguna enfermedad cardiovascular
por acumular metales que el cuerpo no pudo eliminar y que de
haber eliminado no hubiera presentado?” Correcto. “¿Y qué se
puede hacer para no absorber estos metales?” Vivir en la prehistoria
(había 500 veces menos cantidad (Lead). “Y si vivo en el 2008?”.
Buena pregunta. Respuesta: Coma cilantro (y si tanto). Permítame
explicarle: Si quisiéramos vender su cuerpo en el mercado, no
pasaría las pruebas de sanidad. Usted está intoxicado (si no lo cree
solicite un análisis de cabello). ¿Por qué? Porque su organismo
elimina menos metales de los que ingiere a diario. ¿Sabe por qué,
entre otras cosas, usted tiene esa tendencia a contagiarse de gripes,
a estar irritable, y fatigado? Porque las células de su organismo
parecen una ferretería. Hace 50 años, de 250.000 personas sólo una
tenía Alzhimer. Hoy es una de 25. Igualmente de 100.000 sólo una
presentaba autismo. Hoy es una de 500. Las enfermedades
degenerativas, los dolores articulares, el síndrome de fatiga crónica,
los mareos, los dolores de cabeza, y todas las enfermedades
cardiovasculares en general, se han visto incrementadas por estos
venenos. Haga la prueba: múdese a un edificio con alfombras
nuevas y pintura fresca. Los gases que absorberá serán suficientes
para disminuirle la vitalidad en días. Olvídelo. La vida es corta,
mejor no haga la prueba. ¿Pero qué hacer entonces sino puede
evitar el mercurio de sus amalgamas, el aluminio de su desodorante,
los fungicidas de sus vegetales, los químicos del maquillaje, los
gases del limpialfombras, de las industrias, de los vehículos, de los
perfumes, de las lacas, de los plásticos, y de todas las cosas que lo
persiguen y que huelen a químico? ¿Qué puede hacer? Respuesta:
Ingerir los nutrientes que ayudan a su organismo en el proceso de
quelación. “Quelación”, en griego “tenazas de cangrejo”. Y tenazas
porque es el proceso por el que los nutrientes recogen y atrapan los
metales, convirtiéndolos en nuevas moléculas que el cuerpo si
elimina. ¿Cuáles son? El Selenio, el Zinc, los aminoácidos Taurina y
Glutamina, la Vitamina C, la Co Q10, y el ya archiconocido maestro:
Alpha Lipoic Acid. ¿Dosis? Hoy le voy a ahorrar la ida a la tienda
naturista. Coma cilantro, es un excelente quelador. Ingiéralo a diario
y aumentará su energía en semanas. ¡Ah! y a partir del próximo
artículo todos a bordo. Hablaremos de las medicinas que toma a
diario y que “dicen por ahí” que dañan el hígado o que producen
dependencia o que restan salud. Ya se las imagina: medicamentos
para bajar el colesterol, anticonceptivos, diuréticos, pastillas para
dormir, multivitamínicos, y hormonas entre otros. ¿Son buenas?
¿Son malas? ¿Existen alternativas? Manténgase Sobre la Balanza y
descubra lo que la industria farmaceútica no quiere que se sepa y
que los médicos no siempre tenemos el tiempo de explicar.

Antienvejecimiento (VII)
Uno de tres tiene diabetes y la mitad no lo sabe. En un ascensor. Por
ejemplo. Si hay seis, dos tienen diabetes. Y uno lo ignora. Por
encima de 60, deacuerdo. Pero llegará el día en el que usted los
tenga. Sesenta, digo. Así que si la quiere evitar, lea nuestro artículo
anterior. Y si ya le tocó (la diabetes no dependiente de insulina), lea
el de hoy. Mire que del 50% que sabe que la tiene, una gran parte
anda mal medicada. Y en lugar de mejorar, empeora. Pudiendo estar
controlado, está descontrolado. Y pudiendo aprovechar el tiempo
para revertir la condición, lo está perdiendo sin retorno. Porque “un
médico amigo les mandó la pastilla”. Comencemos pues. A ver,
dígame. Cuáles son las tres razones por las que alguien no escucha
su televisión. Primera: Porque sus orejas no responden
suficientemente al sonido (tiene los oídos tapados). Segunda:
Porque las cornetas no elevan/producen suficiente el sonido. Y
tercera: porque los vecinos montan todas las noches un escándalo
con una picó. Con un Ipod, quise decir… es lo mismo. Bueno, no es
lo mismo… haaaaa… usted entiende… si tiene más de 60. Bien.
Ahora por favor, dígame, las tres razones por las que se tiene el
azúcar alto (o la glicemia), cuando se tiene diabetes no dependiente
de insulina. Primera: Porque sus músculos no responden
suficientemente a la insulina que su páncreas produce (resistencia a
la insulina). Segunda: Porque su páncreas, aunque si produce, no
produce suficiente insulina. Y tercera: Porque su hígado produce por
la noche más azúcar del deseable (neoglucogénesis
nocturna). ¿Comprende? Son tres eventos distintos que pudieran
estar o no en el paciente. Y las soluciones son diferentes para cada
una. Aunque el problema es el azúcar alto, el problema no está en el
azúcar alto. Usted debe saber a expensas de qué es que está alto.
Mayoritariamente digo. Porque generalmente, y eventualmente
siempre, es o será una mezcla de los tres. Igual con quien no
escucha la televisión. Si el problema está en la oreja, habrá que
ponerle el aparato en la oreja. Si el problema son las cornetas,
habrá que tomar una pastilla que “aumente la potencia de las
cornetas”. Y si el problema es que los vecinos tienen un escándalo
nocturno, habrá que hacer que se callen. Imagine que siendo este el
problema, la persona, en lugar de callar a los vecinos, se tome una
pastilla para “aumentar el sonido de sus cornetas durante el día”. Se
aturdiría, y seguiría por las noches sin escuchar. Nuevamente nos
quedó corto el espacio. Continuamos en el próximo. Del cómo y el
por qué usted debe ser medicado por el endocrinólogo, y no por un
médico amigo. Cuando de bajar el azúcar se trata.

Antienvejecimiento (VIII)
Usted puede estancarse a los 40 y no entrar “en el declive normal de
la edad”. Hasta los 95. Y caerse de un plomazo. Pero ùnicamente si
cree en la tercera opciòn. Porque usted sòlo cree en la primera y en
la segunda. Acelerar el envejecimiento, y envejecer “tipo normal”.
Sabe que si es sedentario, fuma, y come mal, envejece màs ràpido.
Y sabe que si no hace nada, envejece “normal” (para los que desean
esta opciòn, felicitaciones. Existe “Normal”. Usted puede envejecer
como le toca. Quèdese quietecito como un buen niño). Pero lo que
no cree, es que puede envejecer lento. Despacio. O cree, pero no le
emociona. Porque en el fondo allà, muy en el fondo, en realidad no
lo cree. Tomàs, ven y mete tu mano en el secreto del Ph. El cuerpo,
su cuerpo, permitirà que a usted le de càncer, infartos, Alzeimer, y
osteoporosis, o dolores articulares, alergias, y demàs, con tal de
mantener su Ph sanguìneo en 7.4. O neutro que es lo mimo (lo
mismo no es la enfermedad del lomo). No del Ph de la piel, ni de la
vagina, ni de las làgrimas, ni de la saliva, no. Estamos hablando del
Ph de la sangre. Que debe permanecer entre 7, 35 y 7,45. Asì que,
cada vez que usted se acidifique, es decir, cuando tenga estrès en
exceso o sienta odio o miedo o coma harinas y dulces refinados, su
organismo sacarà calcio del hueso y magnesio de las cèlulas para
mantener su Ph “en la raya”. Porque entre otras cosas, el calcio y el
magnesio son alcalinos. Y por eso amortiguan o compensan su ph.
Sin importarle un còmino, como ya dijimos, que sus òrganos y
tejidos queden descompensados con un ph màs àcido del que
tenìan. Si usted evita que esto suceda, no solamente evitarà y
revertirà enfermedades (se ha demostrado en laboratorios
experimentales, como las cèlulas cancerìgenas crecen màs
ràpidamente en medios àcidos y còmo dejan de crecer en alcalinos)
como las condiciones inflamatorias, que en oportunidades aparecen
asociadas a alergias y enfermedades reumàticas, sino que
enlentecerìa losprocesos de oxidación, inflamación, y calcificaciòn al
que todos estamos con los años expuestos. En una frase, retardarìa
el envejecimiento “normal de la edad”. En este sentido, la buena y la
mala noticia es que los alimentos, ademàs de ser grasas,
carbohidratos, y proteìnas, tambièn son àcidos, neutros, y alcalinos.
Y si usted consume una dieta con 70% de sus alimentos con Ph
alcalino, evitarìa que su organismo canivalice o envejezca sus
propios òrganos cada vez que deba amortiguar el Ph sanguìneo.
Porque utilizarìa los amortiguadores provenientes de su dieta. Tarea
para la acsa: Buscar cuàles son los alimentos alcalinos. Una pista:
crecen del suelo hacia arriba. Y haga jugos con ellos. Verà su piel en
tres semanas.

Antienvejecimiento (IX)
¿De qué quiere morir… de cáncer o de infarto? Porque de eso es que
va a morir. A menos que le caiga una pared o lo choque un carro,
decía Pepé. Y nadie le replicaba con "hay por Dios no diga eso". Al
contario, lo entendíamos ¿Con dolor o sin dolor? Era su estilo.
Vamos… - decía. Si tuvieran que escoger… Y todos "de infarto, de
infarto". Nadie respondía otra cosa. Estábamos en segundo año de
medicina y todavía teníamos la "Mentalidad Paciente". Paciente:
persona que le aterran los médicos y que está sana. No va a
consulta porque: "Yo soy sano. Yo siempre he sido sano". Es la
mentalidad Cáncer/Infarto. Y cómo es educado y le importa su
salud, todos los años se hace las cuatro preguntas: Cómo está mi
tensión, cómo está mi colesterol, cómo está mi azúcar, y cómo están
mis triglicéridos. Y se va a casa feliz. Luego en tercer año nos
enteramos que tampoco queríamos responder “Infarto”. Existe
infarto, si. Se murió y ya, ok. Ni lo sintió. Unos pocos segundos de
dolor… y chao. Sin sufrimiento. Bien por usted. Mal por los suyos.
Pero el problema es que también existen otras cosas. Existe por
ejemplo, el famosísimo "ahora me ahogo subiendo las escaleras de
siempre" o el archiconocido "me despierto sin aire en medio de la
noche", primo hermano del "me caí desplomado en el baño y me
recogieron ensangrentado por el golpe en la cabeza", que es primo
segundo de “he perdido el apetito últimamente… y tengo una fatiga
extrema”. Condiciones todas que usted podría llegar a sufrir con la
mentalidad “Segundo Año” y que son en su mayoría evitables
cuando no se sienten. O cuando se pueden curar. Primer mito: Yo
estoy bien porque me siento bien. Segundo Mito: Yo estoy bien
porque mis exámenes salieron bien. “Debo ir al médico”. Correcto.
“Ojos que no ven corazón que no siente” no es verdad en medicina.
Tal vez por un rato, pero algún día lo sentirá. Y ese es el punto.
Usted no lo “quiere sentir”. NO quiere que nada malo le suceda.
Quiere saber todo lo que pueda saber para que los últimos diez años
de su vida sean lo mejor posible. Por eso para usted, que consulta a
su médico anualmente, y que le ha escuchado decir que su corazón
está como muchachito e quince, este tercer y último mito que con
mucho cariño le traigo el día de hoy (y que por cierto no le va a
gustar a muchos): “Yo estoy bien, porque mi médico me encontró
bien”. Wooooouuu!!! Dice usted. “Ahora si que estoy perdido”. Pues
si. Está perdido. A menos que sepa. Que conozca. Que entienda.
Que se vuelva estudiante de tercer año. Que lea nuestros próximos
artículos. La nueva serie. Corazón como muchachito e quince. Para
que comprenda mejor a su médico, y la historia del corazón de su
abuelo, o de su padre o de su madre. O del tío Lorenzo. Pero por
sobre todo para eso. Para llegar independiente a cualquier edad.
Aquí lo espero.
Antienvejecimiento (XI)
Primero usted: Magnesio. Si su papá o mamá o hermano se
infartaron antes de los 60, consulte a su médico si lo puede tomar.
Médicos: en el texto “New Perspectivas in Magnesium Research”,
está todo sobre la patología cardiovascular y su prevención con este
mineral. De vuelta a usted: No espere. Como leyó en nuestros
anteriores, es una condición que avisa tarde dominada por la
genética. Muy bien, a otra cosa mariposa. Cómo no ahogarse. Ahí lo
dejamos. Usted lo ha visto en los mayores. “Le costaba respirar, lo
llevaron al médico, y le consiguieron agua en los pulmones” ¿Pero ya
está mejor? “Bueno si…, le están dando unas pastillas que lo ponen
a orinar mucho, pero el doctor dijo que a más tardar mañana le
daban de alta”. Puede tener 80 o 70 o 60. Frecuentemente a los 50
se esta bien, pero con la tensión “un poquitín elevada”. La tensión
arterial. Esa es que usted llama emocional porque tiene estrés. Pero
su vecino también tiene estrés. Pero no tensión elevada. Por eso
usted debe tomar su pastilla. Porque ese “poquitin elevada” es
suficiente para hacer que el corazón crezca como el músculo de un
pesista. Pero sin nuevas arterias. Y un músculo sin arterias no es un
músculo. Con el tiempo cae. Fleja. Y toma la forma de una bolsa de
hielo. Y no empuja la sangre. Le llega si, pero no la empuja.
Entonces se empoza. Se acumula. Hasta que se devuelve y trasvasa.
Y aparece el ahogo. Primero al caminar trayectos conocidos. Y con el
tiempo, al dormir con abrupto despertar. Entonces se necesitan
varias almohadas detrás de la cabeza. “Pero yo no me ahogo”.
Justamente. La idea es que usted, que se siente bien, no espere a
sentirse mal. Revise su tensión. Y no se conforme con una diastólica
(o mínima) igual o superior a 90 mmHg. No sea de quienes deciden
no tomar la medicina que le indicó el cardiólogo porque lo “mío es
estrés”. No importa. Igual está alta. Y empujar una puerta contra
cien hombres es más esfuerzo que empujarla contra 80. Es la
primera parte del futuro ahogo. Se siente bien o no se siente,
cuando el corazón compensa. Y usted pregunta para qué tanto rollo
con eso de la tensión, si apenas está un “poquitín”. Mal juicio. “Yo no
soy de pastillas”. Mal juicio. A su corazón no le importa. Igual
crecerá y luego flejará. Puede durar años asi. Hasta que un día… le
falta el aire en un trayecto conocido. Va el médico y le dicen que el
corazón ya no es suficiente. No empuja completo. Que es
insuficiente. Insuficiencia cardiaca. Y usted la pudo prevenir años
atrás, de haber sabido que un “poquitín” alta si importa. Cuando se
sentía bien.

Antienvejecimiento (XII)
Cuál es su posición favorita… después del infarto. ¿Cuál es? Fácil: La
que no le oprima el pecho. Pero hoy el tema no son las posiciones.
Hoy el tema es el sexo después de los 90. O de su punto de quiebre.
De ese que usted llama “Yo antes era… y ahora no puedo…”
echándole la culpa a la edad. Porque Súper Sexo no es exclusividad
de los más jóvenes. La necesidad por una vida excitante, por el
placer, y por la intimidad continúan de por vida. Aunque la
capacidad cambie. Pero no para una vida sin Súper Sexo. En la
mujer, por ejemplo, aunque existe poco o ningún crecimiento de los
senos durante la excitación sexual, la sensibilidad al estimulo
continúa. Aunque sus músculos disminuidos conllevan a una menor
contracción y a orgasmos menos intensos, igual hay orgasmos
intensos. Y aunque la elasticidad y la lubricación vaginal disminuyen,
la sensibilidad del clítoris no. Si es hombre, tenga entonces cuidado
con las mujeres “mayores”, pero que se ejerciten, hagan yoga y
pesas, y que transmitan con la mirada (por cierto, existen cremas
con estrógenos que el ginecólogo indica y que corrigen aquel último
problema). En el hombre, por su parte, con su mayor necesidad de
estimulación para conseguir la erección, y menor intensidad y
urgencia en la eyaculación, igual es capaz de tener el mejor sexo de
su vida… (por cierto, desconocer estos cambios puede hacerlo o
hacerla sentir que ha dejado de serle atractivo a su pareja.
Conocerlos, sabiduría. Con la edad, concéntrese en lo que puede
hacer. No en lo que no puede hacer. Pero primero consulte su
estado hormonal. Mujeres: baja la progesterona, primer strike.
Luego los estrógenos, segundo strike. Y finalmente la testosterona,
tercer strike. No en todas, cuarenta por ciento con la edad, tienen
altos niveles de esta, que por cierto es la que domina el apetito
sexual. La primera la tranquilidad y la segunda las características
feminizantes. Si lo necesita y lo puede usar, su ginecólogo le
ayudará con el reemplazo hormonal (que sean bioidénticas,
“Bioidentical Hormones”). Hombres: Testosterona,
Dihidroepiandrsoterona, Estradiol, progesterona, y al urólogo a que
lo salude. Si se siente irritable, triste, y cansado, con pérdida de la
masa muscular y una barriguita, discuta con este y el endocrino la
posibilidad/necesidad del uso de “parches”. No le digo más.
Consulte. Porque puede suceder que habiendo tenido más hormona
masculina y menos femenina, ahora tenga menos de la primera y
más de la segunda. Y por eso no disfrute de su Súper Sexo (por
cierto, en la mujer puede ocurrir lo contrario. ¿O no las ha visto que
con la edad se vuelven más pragmáticas?) Y no olvide los abrazos
sostenidos, la piel sobre la piel, y el mirar largo a los ojos.

Antienvejecimiento (XIII)
Usted cree que el insomnio es el problema, pero no. El problema es
que no tiene suficiente de la hormona que rejuvenece, adelgaza,
controla el reloj biológico del sueño y la vigilia, y relaja los músculos
al dormir. ¿Quiere saber cómo se llama? Melatonina, y se consigue
en cualquier tienda naturista (Okey, es cierto. No todo insomnio es
por falta de Melatonina, pero este es el tema nuestro último artículo
sobre hormonas y fatiga). ¿Rejuvenece y adelgaza?-. ¡Correcto! La
melatonina además de ser un excelente antioxidante, normaliza las
altas concentraciones de cortisol, estimula la producción de la
hormona de crecimiento, y convierte la tiroides inactiva en activa.
(De acuerdo, no “adelgaza”, pero digamos que acelera el
metabolismo). “Me sirve igual. Mañana mismo la compro”. No tan
rápido, si no le hace falta le producirá taquicardia, resaca, pesadillas
y más insomnio todavía. De hecho, este es el caso de muchos que
se automedican. Si sufre de insomnio le recomiendo que solicite los
exámenes T3 libre y Cortisol 8 a.m. en su laboratorio de confianza.
Si el primer valor es cercano al límite inferior y el segundo al
superior, usted es candidato. Consúltele a su médico y comience
con un cuarto de la dosis comercial media hora antes de ir a la
cama. Utilice la presentación sublingual si es de los que no concilia
el sueño o de liberación prolongada si el problema es que se
despierta de madrugada. Ahora bien, si sus resultados son opuestos
a los descritos o si sufre de alguna condición autoinmune, no debe
usar este tipo de reemplazo hormonal. Y es que como le dije
anteriormente, no todo insomnio es por falta de melatonina. La
mayoría de los problemas con el dormir se deben a otras causas. Ya
hablaremos de ellas. Mire que no dormir acorta la vida. El que no
duerme muere primero. Así de fácil… y estos son números, no es
una opinión. Pero no se apure, manténgase sobre la balanza y es
muy probable que en un futuro cercano pueda dar con su solución y
corte definitivamente con esas pastillas para dormir, que desde
hace tiempo tanto quiere dejar, pero que hasta ahora no ha podido.
Muy bien, rápidamente: No ingiera melatonina si tiene
hipertiroidismo, fatiga adrenal, Enfermedad de Addison, altas
concentraciones de T3 libre, alguna condición autoinmune o sin
consultarle a su médico de cabecera. ¡Uff!… lo logramos.
Terminamos con tanta palabra rara. “Estos términos médicos no los
entiendo muy bien” – dice usted. Pues déjeme felicitarlo porque
aguantó hasta el final en esta serie sobre la fatiga y las hormonas.
Antes de pasar a otro tema permítame cerrar con un último detalle:
la fatiga es un tema poliédrico donde las hormonas son sólo una de
las probables aristas. Algunos alimentos, ciertas enfermedades, la
depresión, el hacer lo que no se desea, y el vivir bajo constante
estrés son todas situaciones que podrían producirla. No se quede sin
consultar hasta conseguir con la solución. Muy bien, ahora si. A
partir de la próxima entrega hablaremos sobre todo lo que puede
tomar y no está tomando… para retardar el envejecimiento. ¿Le
interesa? Un amigo me decía que no. Que debemos aprender a
envejecer porque después de la muerte, es lo único que tenemos
seguro. Yo estoy de acuerdo. Aprender a envejecer… lo más joven
posible. Podríamos titular nuestra próxima entrega “Cómo vivir cien
años viendo, oyendo, hablando, recordando, caminando y
comiendo”. ¿Qué le parece? Ya tendré tiempo para pensar en un
buen título, por ahora sólo le adelantaré que se envejece porque se
inflama o se oxida o se calcifica el organismo, o porque en el
cerebro se promueve una “PAUSIA” que usted puede evitar. ¿La
está evitando? Ya lo veremos, en Siete días Venezuela.

Cuídese y hasta pronto,


Dr. Johnson.

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