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Leonard Shlain

EL ALFABETO
CONTRA LA DIOSA
El conflicto entre la palabra y la imagen,
el poder masculino y el poder femenino

Versión Castellana de
RAFAEL FONTES
Versión escaneada, editada y corregida por
Buddy Baker, Dark_Abysmal y ErebuS.
Sumario

Prefacio ………………………………………………………… 9
Agradecimientos…………………………………………........... 13
1 Imagen / palabra……………………………………………… 15
2 Cazadores / recolectores……………………………………… 24
3 Hemisferio derecho / hemisferio izquierdo (del cerebro)…….. 35
4 Machos: muerte / hembras: vida ..…………………………… 50
5 No verbal / verbal ……………………………………………. 66
6 Cuneiforme / Marduk………………………………………… 73
7 Jeroglíficos / Isis……………………………………………… 83
8 Aleph / bet……………………………………………………. 96
9 Hebreos / israelitas…………………………………………… 106
10 Abraham / Moisés…………………………………………… 124
11 Thera / Matzah ……………………………………………… 143
12 Adán /Eva …………………………………………………… 154
13 Cadmo /Alfa ……………………………………………….... 164
14 Safo / Ganímedes …………………………………………… 178
15 Dioniso / Apolo ……………………………………………... 183
16 Atenas / Esparta ..…………………………………………… 199
17 Lingam / yoni ……………………………………………….. 212
18 Nacimiento / muerte ………………………………………… 223
19 Yin / yang …………………………………………………… 237
20 Taoísmo / confucianismo ……………………………………. 246
21 a.C. / d.C …………………………………………………….. 267
22 Jesús / Cristo ………………………………………………… 279
23 Muerte / renacimiento ……………………………………….. 290
24 Patriarcas / herejes …………………………………………… 308
25 Razón / locura ………………………………………………… 327
26 Analfabetismo / celibato (500-1000) …………………………. 339
27 Velos islámicos / palabras islámicas …………………………. 361
28 Mística / escolástica (1000-1300) …………………………….. 379
29 Humanismo / egoísmo (1300-1500) …………………………. 401
30 Protestantes / católicos ………………………………………. 418
31 Fe / odio ………………………………………………………. 441
32 Brujería / ciencia ……………………………………………… 467
33 Positivo / negativo (1648-1899) ………………………………. 487
34 Ello / superyó (1900-1945) ……………………………………. 507
35 Página / pantalla (1945-2000) …………………………………. 524
Epílogo ……………………………………………………………. 554
Bibliografía………………………………………………………… 559
Prefacio

LA TESIS de este libro me vino a la mente en 1991, durante un viaje por los principales
yacimientos arqueológicos del Mediterráneo. El grupo de que formaba parte tuvo la fortuna de contar
con una docta profesora de la Universidad de Atenas, que en casi todos los yacimientos que visitamos
en Grecia nos explicaba con paciencia que los santuarios en los que nos encontrábamos habían estado
consagrados originariamente a deidades femeninas. Posteriormente, por razones que se desconocen,
personas cuya identidad ignoramos los volvieron a consagrar a otra deidad masculina.
Luego nos dirigimos a Creta para visitar las impresionantes ruinas de Cnosos. En los bellísimos
murales del palacio aparecían alegres cortesanas, muchachas acróbatas y sacerdotisas con serpientes
en las manos, mudo testimonio de la alta condición de la que, aparentemente, disfrutaban las mujeres
en la cultura minoica durante la Edad de Bronce.
El viaje concluyó en Éfeso, en la costa de Anatolia, donde se hallan las ruinas del templo de
Artemis, el mayor edificio dedicado a una divinidad femenina de todo Occidente. Hasta que la
jerarquía cristiana lo clausurase finales del siglo. IV, una mujer (o un hombre) podía oficialmente
rendir culto a una diosa, y las sacerdotisas podían oficiar en los rituales religiosos más importantes.
Mientras comentábamos estos hechos, nuestra guía nos relató la leyenda según la cual María, la madre
de Jesucristo, habría venido a Éfeso, donde murió. La guía señaló luego en dirección a la colina donde
se suponía que habían sido inhumados los restos mortales de María.
En el autobús, en el largo trayecto de vuelta hacia el aeropuerto, me preguntaba por qué María
habría elegido un lugar sagrado dedicado a una diosa «pagana» como lugar para su descanso eterno.
Incluso si la leyenda no respondiese a la verdad, ¿a qué se debería la difusión que alcanzó? Esto me
llevó a cavilar sobre una importante cuestión que me estuvo rondando durante todo el viaje: ¿qué fue
lo que originó la desaparición de la diosa en el mundo antiguo de Occidente?
Existen abundantísimas pruebas arqueológicas e históricas de que durante un largo período de la
prehistoria y de la historia antigua tanto hombres como mujeres adoraban a diosas: las mujeres eran las
sumas sacerdotisas de estos cultos y la propiedad se transmitía por línea materna. ¿Qué
transformaciones tuvieron lugar para que las jerarquías de todas las religiones occidentales condenasen
el culto a la diosa? ¿Por qué se les prohibió a las mujeres oficiar en los ritos de estas religiones? ¿Por
qué la propiedad comenzó a transmitirse exclusivamente -por línea paterna? ¿Qué acontecimiento de
la historia humana pudo haber tenido tanta influencia e importancia como para cambiar literalmente el
sexo de Dios?
Yo estaba al corriente de la explicación generalmente aceptada: poco antes del comienzo de la
época histórica, unos pueblos invasores que avanzaron desde el norte sobre sus caballos arrasando
todo a su paso impusieron sus dioses celestiales y su ética de la virilidad sobre las pacíficas culturas de
la diosa a las que vencieron. En cierta medida, esta respuesta me parecía inapropiada para explicar un
fenómeno social a escala universal que tuvo lugar en todos los lugares donde emergió la civilización y
que tardaría un milenio en tomar cuerpo.
Mi viaje por el Mediterráneo coincidió con la publicación de mi primer libro, Art & Physics:
Parallel Visions in Space, Time, and Light, en el que proponía la idea de que las innovaciones en el
arte han prefigurado los principales descubrimientos de la física. Arte y física son dos lenguajes
diferentes: el artista emplea la imagen y la metáfora; los físicos, números y ecuaciones. Para perfilar
las ideas que lanzaba en Art & Physics me había sumergido en el estudio de la influencia de los
diferentes medios de comunicación en la sociedad.
Allí, durante el viaje en autobús y quizá debido a mi interés por los sistemas de comunicación, me
vino la idea de que la desaparición de la diosa, el descenso de la posición social de las mujeres y el
advenimiento del patriarcado y de la misoginia tuvieron lugar más o menos en la época en que los
pueblos estaban aprendiendo a leer y a escribir. Quizá hubiese algún factor en la manera en que los
pueblos adquirieron esa nueva habilidad que tal vez alteró la propia estructura del cerebro. Sabemos
que en el desarrollo del cerebro de un niño ciertos tipos de aprendizaje refuerzan determinadas vías
neuronales y debilitan otras. Extrapolando la experiencia de un individuo a la de una cultura, me
pregunté si cuando una masa crítica de personas en el seno de una sociedad adquiere la escritura, sobre
todo la escritura alfabética, se refuerzan los modos de pensamiento que dependen del hemisferio
izquierdo a costa de los del derecho, lo cual se manifiesta en el declive de la imagen, de los derechos
de las mujeres y del culto a la diosa. Cuantas más vueltas le daba a esta idea más relaciones iban
apareciendo. Como un perro que juguetea con su hueso no dejaba de pensar que esta relación podía ser
atractiva. y no dejé de rumiar sobre ella hasta que la hube contrastado con diferentes períodos
históricos y con los principales hitos culturales de la humanidad. Este libro es el resultado de tan
ambiciosa idea fija, obsesiva y preocupante.
Mi verdadera profesión es la de cirujano. Dirijo un departamento de un centro médico y soy
profesor asociado de cirugía en una facultad de medicina. Como cirujano vascular he operado muchas
veces las arterias carótidas que suministran sangre al cerebro, y he tenido ocasión de observar con mis
propios ojos las funciones radicalmente distintas que desempeña cada uno de los hemisferios
cerebrales. Este punto de vista tan particular me llevó a proponer una hipótesis neuroanatómica para
explicar la razón de la desaparición de las diosas y las sacerdotisas de las religiones occidentales.
Mi hipótesis va a exigir a los lectores que reconsideren creencias muy intimas y que se abran a
formas totalmente nuevas de considerar acontecimientos muy conocidos. Con la idea de impedir que
los errores objetivos restasen valor a mis ideas, he contado con la colaboración de muchos expertos
que me han ayudado en todo el proceso. El original se ha ido puliendo y perfeccionando `a medida que
ha ido pasando por la criba colectiva de sus inteligencias.
Dado que el patriarcado existe incluso en culturas orientales no alfabéticas, me sentí obligado a
hacer un breve excursus por su historia para ver si era coherente con la estructura de mi tesis. El
resultado ha sido un libro que abarca un período histórico de muchos siglos y muchas creencias,
algunas de las cuales, desgraciadamente, han recibido poca atención. Mi objetivo ha sido presentar mi
argumentación en una extensión razonable ofreciendo a la vez un panorama de la condición humana.
Soy consciente de que se han dado numerosas y respetables explicaciones, diferentes a las mías, a los
trascendentales acontecimientos que narro. No he podido incluir en este libro todas las teorías
históricas, sino que he preferido centrarme en la relación entre escritura y patriarcado.
Soy por naturaleza un narrador de historias. Por eso he intentado que este libro sea lo más
entretenido posible, eliminando la jerga técnica. He tenido que equilibrar este objetivo con mi pasión
por la exuberante variedad del idioma inglés. A veces no he podido resistir la tentación de intentar
rescatar algunas de mis palabras favoritas de lo que me temo puede ser su inmediata desaparición por
abandono. Así pues, en las páginas que siguen el lector puede encontrarse de vez en cuando con un
ejemplar poco conocido de una especie en extinción de la lengua inglesa. Pido por ello su indulgencia.
Ahora, en un bello día de primavera, cuando hojeo el mamotreto del original recién salido de la
impresora que reposa en mi mesa, me doy cuenta de que mi parte en este absorbente, enloquecedor,
maravilloso, complicado y apasionante proyecto ha llegado a su fin. Ahora, lector, es su turno. Disfrute
de su lectura.

Leonard Shlain.
Mill Valley, California, 1998.
Agradecimientos

ESTE LIBRO abarca un vasto campo intelectual y su elaboración me ha llevado siete años.
Durante su gestación he ido puliendo continuamente mis ideas gracias a la ayuda. de una serie de
personas de muy diversas profesiones. Algunos son especialistas a los que he pedido que leyesen
partes específicas: otros son generalistas con diferentes convicciones políticas y sociales, a los que he
solicitado un juicio global. Algunos lo han leído al comienzo, en bruto, y otros tuvieron la oportunidad
de revisar una versión más acabada. A todas estas personas, que me han ayudado incondicionalmente,
mi más sincera gratitud.
Con todo, quiero dar las gracias especialmente a las siguientes personas cuya aportación ha sido de
gran valor: Maria Watts, Larry Darlington, Jerold Lowenstein, Earl Saunders, David Nelson, Harrison
Sheppard, Diane Roche, Duane Elgin, Edward Tamler, Pamela Nelson- Munson, Elinor Gadon, Fritjof
Capra, Marion Diamond, Andrew Rosenblatt, Toghra Ghaem Maghami, Jim Schultz, Dorothy
Donnely, fray Alvaro de Silva, MogidAlgar, Francis Dubose, Jennifer Ross, Marc Liberman, Bernie
Millman, Tiffany Shlain, Ken Goldberg, Laurel Airica, Clint y Cheryl Brown, Harry Newman, Hannah
Hirsch, Dean Echenberg, Fred Miller, Phyllis Andreae, Jennifer Loeb, Pat Fobair, Caroline Garrett,
Michael Parker, Mark Jackson, Adolphus Wong, Clifford Wong, Sheldon Levin, Karen Sirota, Carole
Pecorrini, Terry Horrigan, J. Humphrey, Benjamin Fleck, Yong Lam, Mickey Bourne, Sam Gray, Ann
Nadel y Linda Clever.
Varios de los lectores merecen un agradecimiento especial por sus comentarios acerca del estilo y
la sintaxis. En las primeras etapas de la elaboración del libro, Cynthia Stern y Barbara Szerlip me
hicieron sugerencias impagables. La atención por el detalle que William Henkin puso en sus
investigaciones específicas y sus muchos e inteligentes consejos al inicio me ayudaron inmensamente
y han dado más consistencia al libro.
A mi buen amigo Robert Stricker, que ha apoyado de manera inquebrantable el proyecto desde su
comienzo, quiero expresar mis más sinceras gracias.
A mi agente; Elaine Markson, que me ha pastoreado a mí y al libro a través de los barrancos
editoriales de Nueva Cork, le estoy muy agradecido por su apoyo entusiasta. He tenido la suerte de
contar con David Stanford como responsable de la revisión final para la editorial Viking; haber
trabajado con él ha sido todo un privilegio. La diligencia, los conocimientos y el buen humor de David
en la siguiente fase del proceso han convertido lo-que habitualmente es un trabajo tedioso en una tarea
placentera. También agradezco la labor de los compañeros de David, Kate Griggs, revisora de
producción del libro, y Francesca Belanger, a quien -se debe su diseño editorial.
También estoy en deuda con Judy Snyder, por haberme ayudado en la ingrata tarea de traducir a
tipografía mis casi ilegibles correcciones y numerosas revisiones. También quiero agradecer a Mark
Reynolds su magnífico trabajo de ilustración gráfica, y a Kimberly Brooks, que ha diseñado la página
web del libro. También quiero agradecer la minuciosidad de Connie Goffreddi; ella ha sido quien ha
rastreado en las bibliotecas mis muchas y confusas notas a pie de página, una tarea que ha resultado
fundamental.
Por último, quiero expresar mi más sincera gratitud a Ina Gyemant, mi mujer, que de forma tan
generosa y paciente ha sido mi caja de resonancia y me ha otorgado el regalo del tiempo para realizar
mi objetivo, y gracias a cuyas inteligentes observaciones he podado algunas de mis expresiones menos
ortodoxas.
CAPITULO 1
Imagen / palabra

Pero de entre todas las otras y magníficas invenciones, ¡qué mente tan sublime la de
aquel que concibiese cómo comunicar sus pensamientos más secretos a otras personas,
distantes en el tiempo o en el espacio! ¡Y sin más complicaciones que las distintas
disposiciones de dos docenas de pequeños signos en un papel! Hagamos que esta sea la
divisa de todos los admirables inventos del hombre.

Galileo1.

Incluso las cosas positivas tienen sus sombras... su excelencia irrepetible es a la vez su
trágico defecto.

William Irwin Thompson2.

DE TODAS LAS VACAS sagradas a las que se permite vagar libremente por nuestra cultura,
pocas son tan veneradas como la escritura. Sus beneficios han sido tan indiscutibles que, en los cinco
milenios transcurridos desde la aparición de la palabra escrita, numerosos poetas escritores han loado
sus virtudes. Sin embargo, pocos han sido los que han considerado su coste. Sófocles ya advirtió que
«Nada acontece en la vida de los mortales exento de desgracia» 3. La importancia de la escritura está
fuera de duda; en este libro intentaré investigar su maldición.
Existen pruebas abundantes de que toda sociedad que adquiere la escritura experimenta una serie
de cambios radicales. En su mayor parte, a estos cambios se los suele describir como progreso. Sin
embargo, existe un efecto pernicioso de la escritura que ha pasado inadvertido: la escritura favorece,
de forma subliminal, una actitud patriarcal. Todas las clases de escritura, pero especialmente las de
tipo alfabético, reducen los valores femeninos y. con ellos, la fuerza de las mujeres en la cultura.
Intentaré desarrollar a lo largo del libro las razones de esta transformación. Por el momento, mi
propuesta es que las características esenciales de la actitud femenina son una visión del mundo
holística, simultánea, sintética y concreta, en tanto que el pensamiento lineal, secuencial, reduccionista
y abstracto es definitorio de lo masculino. Aunque los dos sistemas representan modos perceptivos
opuestos, cada individuo está generosamente dotado de las características de ambos. En términos
gráficos, podríamos decir que coexisten como si fuesen deis campanas de Gauss solapadas y muy
próximas sin que en ninguna de ellas existan rasgos superiores a los de la otra.
Estos sistemas complementarios de comprenderla realidad recuerdan el antiguo símbolo taoísta de
integración y simetría en el que la tensión de la energía del yin, lo femenino, y del yang, lo masculino,
se encuentran en perfecto equilibrio. Un lado estaría incompleto sin el otro; juntos, forman un todo
unificado que es más fuerte que cualquiera de las dos mitades. La escritura, primero, y el alfabeto,
después, rompieron este equilibrio. Las culturas influidas por este fenómeno, sobre todo en Occidente,
adquirieron un fuerte sesgo yang.
En los años sesenta, Marshall McLuhan afirmó que el principal medio de comunicación de una
cultura la conforma en mayor medida que el propio contenido de esa comunicación. McLuhan
identificó expresión oral, pictogramas, ideogramas, alfabetos, imprenta, radio, cine y televisión como
medios diferentes de transmisión de la información, cada uno con su propia tecnología. Lanzó la
1
Giorgio de Santillana y Hertha von Dechand, Hamlet's Mill: An Essay Investigating the Origins of Human Knowledge
and Its Transmission Through Myth, 10.
2
William Irwin Thompson, The Time Falling Bodies Take to Light, 134.
3
Sófocles. Antígona, 610. Traducción de Luis Gil, Madrid, 1974.
propuesta de que estas tecnologías se manifiestan en la psicología colectiva de toda sociedad que las
utilice, y que, una vez asimiladas, siguen ejerciendo sigilosamente una poderosa influencia en las
percepciones culturales.
El aforismo de McLuhan, «el medio es el mensaje», es el leitmotiv de éste libro. Roben Logan,
autor de The Alphabet Effect, ha insistido en esta misma idea:

Un medio de comunicación no es meramente un conducto pasivo para la transmisión de la información,


sino una fuerza activa que crea nuevos patrones de comportamiento social y nuevas realidades
perceptivas. Una persona que sepa leer y escribir posee una visión del mundo diferente de la de una
persona que reciba la información exclusivamente por transmisión oral. El alfabeto,
independientemente de los idiomas hablados que transcribe o de la información que contiene, tiene su
propio e intrínseco impacto4.

En tanto que McLuhan, Logan y otros autores han investigado muchos de los efectos que la
adquisición de la escritura ha tenido en la historia de Occidente, yo querría concretar el objeto de mi
investigación en un solo aspecto: en qué modo la invención del alfabeto ha influido en el equilibrio de
poderes entre el hombre y la mujer.
El enunciado de que el alfabeto ha coartado las aspiraciones y logros de las mujeres parece, a
primera vista, contradictorio con los hechos históricos. La sociedad occidental, basada en leyes y en el
gobierno constitucional, ha ido aumentando cada vez más la consideración del individuo, y en los
últimos siglos las mujeres occidentales han adquirido derechos y privilegios que no se dan en otras
muchas culturas. Casi todo el mundo cree que las ventajas conferidas a las mujeres se deben
primordialmente al alto nivel de educación alcanzado por la población. Sin embargo, si estudiamos el
origen de la escritura en épocas de menor complejidad que la actual, hace miles de años, descubrimos
cómo la escritura, primero, y el alfabeto, después, alteraron el equilibrio de poder en detrimento de la
mujer.
Los estudios antropológicos de las sociedades agrícolas sin escritura demuestran que, en su
mayoría, las relaciones entre hombres y mujeres son o han sido más igualitarias que en sociedades más
desarrolladas. Los investigadores nunca han podido establecer sin lugar a dudas la existencia de
sociedades en las que las mujeres tuviesen poder e influencia en grado mayor o igual al hombre. No
obstante, existe una amplia diversidad de culturas agrarias sin escritura —los iroqueses y los hopi de
América del Norte, los habitantes de Polinesia, los !kung de África, y otras muchas culturas de todo el
mundo— que se han caracterizado, y aún continúan haciéndolo, por una considerable armonía entre
sexos.
El antropólogo Claude Lévi-Strauss fue uno de los poquísimos investigadores que cuestionaron el
valor de la escritura:

Hay un hecho que se puede afirmar con certeza: el único fenómeno que en todo tiempo y en todo
lugar del mundo parece estar vinculado con la aparición de la escritura ... es el establecimiento de las
sociedades jerárquicas, con amos y esclavos, en las que a una parte de la población se la obliga a
trabajar para la otra5.

La adquisición de la escritura ha favorecido que los hombres hayan sometido a las mujeres a lo
largo de los siglos, si exceptuamos la reciente historia de Occidente. La misoginia y el patriarcado
surgen y decaen paralelamente con la escritura alfabética.
La clave de mi tesis reside en la peculiar manera en que se ha desarrollado el sistema nervioso de
los humanas, lo cual, a su vez, permitió que la escritura alfabética afectara profundamente a las
relaciones de género. En los capítulos introductorios estudiaremos cómo y por qué hemos
4
Robert Logan, The Alphabet Effect, 24.
5
Georges Charbonnier, Conversations with Claude Lévi-Strauss. 29-30.
evolucionado de esta particular manera. En capítulos posteriores, basándome en pruebas
circunstanciales, daré una nueva interpretación a una serie de mitos y acontecimientos históricos,
poniéndolos en relación entre sí. La vinculación, sin embargo, no es prueba de causalidad: la desa-
parición de las estrellas al amanecer no es causa de la salida del sol. Al examinar diversos conjuntos de
hechos apelaré, pues, a lo que los prehistoriadores llaman verosimilitud competitiva, y le pediré al
lector que considere conmigo cuál de las explicaciones hipotéticas de los acontecimientos históricos es
la más creíble.

Aunque todos nosotros nacemos con un conjunto determinado de instrucciones genéticas,


comenzamos nuestra vida como una obra en marcha y esperamos que la diestra mano de la cultura que
nos rodea sea la que esculpa los toques finales. Entre los factores que más influyen en el desarrollo del
niño se cuentan el ambiente emocional de su familia y la configuración de la cultura imperante. Muy
de cerca le sigue un tercer factor, el medio dominante a través del cual el niño aprende a percibir y a
recomponer su información cultural. Este medio desempeñará el papel de configurar cuáles de las vías
neuronales del cerebro en crecimiento del niño serán las que se refuercen.
Observar a un niño de cuatro años embelesado mientras aprende las letras del alfabeto es asistir al
comienzo de un método de adquisición del conocimiento que durará toda la vida. La escritura, cuando
se haya enraizado profundamente, eclipsará y suplantará a la expresión oral como fuente primordial de
información capaz de cambiar las pautas culturales. Los adultos, durante tanto tiempo enredados en la
madeja visual del alfabeto, no pueden desenmarañarse fácilmente de ella para evaluar su efecto en la
cultura. Se podría decir, sin miedo a equivocarse, que los peces no han descubierto aún el agua.
Imaginemos que creciésemos en una cultura sin escritura y no tuviésemos conciencia del impacto
que la palabra escrita puede tener en nuestra vida. Supongamos que como adultos nos hallásemos de
pronto en una sociedad que conociese la escritura confrontados a otras personas que pareciesen poseer
poderes mágicos. Nuestra reacción, probablemente, no sería muy diferente de la del príncipe Modupe,
un joven de África occidental que, en su autobiografía, nos relata su encuentro con la palabra escrita:

Si un lugar de la casa del padre Perry estaba verdaderamente atiborrado, éste era su librería. Poco a
poco llegué a comprender que los signos que había en las páginas eran palabras atrapadas. Todo el
mundo podía aprender a descifrar los símbolos y liberar de nuevo las palabras para convertirlas en
habla. La tinta de la imprenta atrapaba los pensamientos; no podían salir, de igual manera que un
doomboo no puede escapar de un pozo. Cuando me di cuenta por completo de su significado,
experimenté la misma intriga y sorpresa que cuando vi por vez primera las brillantes luces de Konakry.
La fuerza con que deseé poder hacer yo mismo esta maravilla me hizo estremecer6.

El príncipe no podía saber qué en su intento de liberar al doomboo, el propio pozo le habría de
atrapar de una manera insospechada: las palabras escritas y las imágenes son «criaturas»
completamente diferentes. Cada una exige una estrategia perceptiva completamente distinta.
Las imágenes son principalmente reproducciones mentales del mundo sensible de la visión. La
naturaleza y los artefactos humanos proporcionan la materia prima del mundo exterior que el cerebro
reproduce en el sanctasanctórum de la conciencia. Debido a su estrecha vinculación con el mundo de
las apariencias, las imágenes son una aproximación a la realidad: son concretas. El cerebro percibe
simultáneamente todas las partes del todo, integrando de manera sintética las partes en una gestalt. La
mayoría de las imágenes se perciben en su globalidad y simultaneidad.
La lectura es un proceso diametralmente distinto. Cuando el ojo ve diferentes letras individuales
dispuestas en una secuencia lineal determinada, surge el significado de la palabra. El significado de
una frase, como la que ahora se está leyendo, va surgiendo palabra a palabra. La comprensión depende
de la sintaxis de la frase, la secuencia horizontal concreta en que aparecen los elementos gramaticales.

6
Marshall McLuhan, Comprender los medios. Barcelona, 1996.
La utilización del análisis para descomponer cada frase en las palabras que la forman, o cada palabra
en letras individuales, es un elemental ejemplo de reduccionismo. Este proceso sucede a tan gran
velocidad que se hace de forma inconsciente. Por definición, un alfabeto consiste en menos de treinta
símbolos sin significado propio que no representan ninguna imagen en particular; esta es una
característica que los convierte en abstractos. Aunque ciertas agrupaciones de palabras se pueden
percibir de manera total y simultánea, por lo general la comprensión de la palabra escrita se produce
de manera sucesiva y por partes.
Para percibir cosas como árboles y edificios a través de las imágenes que llegan al ojo, el cerebro
utiliza su capacidad de percepción global, la simultaneidad y la síntesis. Para descubrir el significado
de la escritura alfabética, el cerebro, por el contrario, utiliza la percepción secuencia', el análisis y la
abstracción. El hábito y el lenguaje asocian las primeras características con lo femenino, y las intimas,
con lo masculino. Cuando estudiemos los mitos de las diversas culturas veremos que estas vincula-
ciones no son arbitrarias.
La asociación de las imágenes con lo femenino parece ignorar los numerosos estudios científicos
que demuestran que los hombres son capaces de manipular mejor los objetos tridimensionales que las
mujeres. También existen numerosos estudios que demuestran que las mujeres jóvenes poseen mayor
facilidad de expresión, hablada y escrita, que los hombres. A pesar de estos estudios que atribuyen
diferentes capacidades en relación con la palabra o la imagen a cada sexo, voy a presentar muchos
ejemplos culturales, mitológicos e históricos que vinculan sólidamente el principio femenino con las
imágenes, y el masculino con la palabra escrita. De nuevo utilizaré los términos «masculino» y
«femenino» en su sentido trascendente. Todo ser humano es mezcla de los dos principios.
La vida de la mente se puede dividir en tres dominios: interior, exterior y sobrenatural. El mundo
interior, compuesto por las emociones y los pensamientos individuales, es por naturaleza invisible para
los demás. El exterior, el mundo concreto de la naturaleza, constituye nuestro medio: es la realidad
objetiva. Existe además un tercer dominio: algunos lo llaman espiritual; otros, sagrado, y otros más
prefieren denominarlo sobrenatural. Los humanos han reconocido y asimilado este tercer dominio en
todas las culturas que han creado.
Las cosmologías de todas las culturas son análogas a la psique del individuo. Sus mitos v su
religión revelan el modo en que la psicología del grupo conforma sus valores en relación con el sexo,
el poder, la riqueza y el papel de cada género. En las sociedades de cazadores-recolectores, los
individuos suelen rendir culto a espíritus masculinos y femeninos. En general, los espíritus viriles
tienden a gozar de mayor prestigio en las sociedades que otorgan un alto valor a la caza; los espíritus
femeninos gozan de mayor estima en aquellas en que la recolección es la principal estrategia de
supervivencia.
La humanidad descubrió la agricultura hace aproximadamente diez mil años. En el Mediterráneo,
la región más estudiada, los prehistoriadores han descubierto pruebas convincentes de que en todas las
civilizaciones agrarias emergentes que rodeaban su cuenca la principal deidad era una diosa madre.
Desde los inicios de la época histórica comenzamos ya a conocer sus nombres. En Sumeria, se llamaba
Inanna; en Egipto, Isis; en Canaán recibía el nombre de Asherah. En Siria se la conocía como Astarté;
en Grecia. Deméter, y en Chipre, Afrodita. Cualquiera que fuese el nombre con que la conociesen sus
adoradores, era reconocida por todos como creadora de vida, cuidadora de los pequeños, protectora de
los niños y otorgadora de leche, rebaños, plantas y cereales. Como reinaba sobre el gran misterio del
nacimiento; las gentes de la época suponían que también ejercía su dominio sobre la gran fuente de
problemas para los humanos: la muerte.
Con anterioridad al desarrollo de la agricultura, los espíritus masculinos personificaban los
atributos de los osados y valientes cazadores. Sin embargo, en la iconografía de la gran diosa, lo
masculino se desvanecía. El consorte de la diosa era un compañero de menor estatura, más joven y
débil que ella. Refundición de un hijo al que amaba maternalmente y de un amante al que abandona
tan pronto ha cumplido su deber de fecundación, era tan prescindible en estos antiguos mitos que solía
morir, ya fuera por asesinato o por accidente. En muchas culturas agrarias el sacrificio de un macho
joven en honor de la consorte era un ritual frecuente. Los participantes sembraban luego la sangre-
semilla de la víctima en la tierra para fertilizarla, para asegurar la abundancia de la cosecha del año si-
guiente. La manifestación más clara del poder de la diosa era su capacidad de devolverle la vida todas
las primaveras. Tanto si resucitaba a su consorte como si regeneraba la tierra, sus adoradores
reverenciaban profundamente su fecundidad. Durante varios miles de años, todos los pobladores del
Creciente Fértil veneraron a una diosa que era la personificación de la. Gran Diosa. Cuando nos
referimos a esta región como «cuna» de la civilización estamos reconociendo tácitamente la superiori-
dad del papel del principio femenino en el «nacimiento» de la humanidad moderna.
Luego, la Gran Diosa comenzó a perder poder. Los casi ilegibles documentos de los más
tempranos relatos escritos hace cinco mil años narran el anuncio de su caída. Su consorte, antes débil e
inconsecuente, fue ganando altura, categoría y poder hasta que finalmente usurpó la soberanía de la
diosa. El sometimiento sistemático, político y económico de las mujeres fue la consecuencia;
simultáneamente, la esclavitud se hizo moneda corriente. En torno a 1500 a.C. hubo en el ámbito
mediterráneo cientos de sectas adoradoras de la diosa. Hacia el siglo V d.C. ya habían sido
prácticamente erradicadas, momento en el cual también se prohibió a las mujeres oficiar en cualquier
rito importante de las religiones occidentales.
En su intento de resolver el misterio del derrocamiento de la diosa, distintos autores han echado
mano de invasores extranjeros, o de la aparición de la propiedad privada, la formación de estados
incipientes, la aparición de la plusvalía y las condiciones de inferioridad en que tenía lugar la
educación de las mujeres. Si bien alguno o varios de estos factores pueden haber tenido influencia, yo
propongo otro más: el declive de la diosa comenzó cuando a un sumerio se le ocurrió hacer unas
marcas con un palito afilado en arcilla fresca e inventó la escritura. La implacable difusión del
alfabeto, dos mil años más tarde, fue su acta de defunción. La introducción de la palabra escrita,
primero, y luego del alfabeto en el intercambio social de los humanos, supone el inicio de un cambio
fundamental en la forma en que las culturas que van adquiriendo la escritura comprenden la realidad.
Mi propuesta es que significó un cambio drástico en la forma de pensar, causa principal del ascenso
del patriarcado.
El Antiguo Testamento fue la primera obra en escritura alfabética que habría de influir en las
épocas venideras. Dando fe de su gravitas, siguen siendo multitud los que aún lo leen tres mil años
después. Las palabras de sus páginas son un punto de referencia de tres poderosas religiones: el
judaísmo, el cristianismo y el islam. Todas ellas son paradigmas de patriarcado. Todas las religiones
monoteístas muestran una deidad patriarcal anicónica cuya autoridad resplandece a través de la palabra
por Él revelada, santificada en su forma escrita. La concepción de una deidad que carece de una
imagen concreta abre el camino para el tipo de pensamiento abstracto que inevitablemente conduce a
los textos legales, a la filosofía dualista y a la ciencia objetiva, triada característica de la cultura
occidental. Mi tesis es que el profundo impacto que estas antiguas escrituras tuvieron en el desarrollo
de Occidente se debió en igual medida al hecho de que estuviesen escritas mediante un código
alfabético como a las lecciones morales que contenían.
El culto a la diosa, los valores femeninos y el poder de las mujeres son dependientes de la
ubicuidad de la imagen. El culto al dios, los valores masculinos y la dominación de la mujer por parte
del hombre están ligados a la palabra escrita. Palabra e imagen, como lo masculino y lo femenino, son
opuestos y complementarios. Siempre que una cultura promueve la palabra escrita a expensas de la
imagen, el patriarcado se hace preponderante. Cuando la importancia de la imagen sustituye a la
palabra escrita, florecen los valores femeninos y el igualitarismo. En este libro analizaremos lo que
esto ha significado en el pasado de la humanidad, y en los capítulos posteriores examinaremos lo que
nos dice acerca del presente y sus implicaciones futuras.
CAPÍTULO 2
Cazadores / recolectores

Las relaciones sociales de todos los mamíferos están determinadas de forma


primordial por la fisiología de la reproducción.
Solh Zuckerman7.

A partir de las pruebas existentes parece que las sociedades más igualitarias
son ... [las] tribus de cazadores-recolectores, que se caracterizan por su mutua
dependencia económica. La mujer ha de asegurarse los servicios de un
cazador... para garantizar el suministro de carne para ella y sus hijos. El
cazador ha de garantizar la presencia de una mujer que le provea de comida
para la caza y cuando la caza resulte infructuosa.
Gerda Lerner.8

A MEDIDA QUE los primates se iban diferenciando de los otros mamíferos, desarrollaron tres
cambios importantes por vivir en las ramas de los árboles. Estos cambios, en última instancia
influyeron en las relaciones entre los sexos de la especie humana. En primer lugar, los primates
desarrollaron las extremidades delanteras, con unas manos muy perfeccionadas en las que apareció un
nuevo y versátil apéndice, el pulgar oponible, una configuración anatómica que les permitía agarrar,
sujetar y manipular los objetos con gran eficacia. Su hábitat arbóreo influyó en la primacía de sus
sentidos. Su sentido olfativo, esencial para un animal terrestre, se atrofió. Lo que había sido un gran
hocico se convirtió en unos raquíticos orificios nasales. Pero, al igual que en las aves, lo que los
primates perdieron con la disminución de su sentido del olfato, lo ganaron desarrollando unos ojos
verdaderamente extraordinarios. La vista se convirtió en su sentido más importante. Al carecer de alas,
los primates arriesgaban su vida siempre que abandonaban la seguridad de las ramas y atravesaban a
saltos el terreno hasta encontrar la seguridad de otro árbol. Tenían necesidad de evaluar la resistencia
de las plantas trepadoras, estimar la dirección y la fuerza del viento y hacer trabajar los músculos de
sus complejas extremidades superiores y de las manos con suma precisión. La selección natural fue la
que otorgó a los primates su tercera y distintiva característica: un grande y complejo cerebro*.
Debido a los cambios acaecidos en la corteza terrestre hace cinco millones de años, el clima del
Great Rift Valley de África sufrió un cambio drástico. En algunas regiones se produjo un aclaramiento
de la cubierta arbórea. Este hecho creó un problema importante a los animales que vivían en los
árboles. Algunos grandes simios bajaron al suelo. Entre éstos, una especie dio el primer paso (también

7
Solly Zuckerman, The Social Life of Monkeys and Apes, 98.
8
Gerda Lerner. The Creation of Patriarchy, 29.
*
La evolución de las formas de vida depende de tres factores: las variables exigencias del medio, las adaptaciones de los
organismos a estas exigencias y la mutación de los genes a la que se deben las adaptaciones. En tanto que la división en
especies diferentes parece haber estado orquestada por una inteligencia suprema, son muchos los científicos que no creen
en la participación de ninguna causa sobrenatural. Su teoría consiste en que la ordenada progresión de las formas de vida se
debe a la constante fricción entre los tres factores anteriores. Ejerciendo el derecho del escritor a usar licencias literarias, en
las siguientes páginas voy a dar forma antropomórfica al proceso natural de la evolución; voy a emplear términos como
«naturaleza», «selección natural», «evolución» y «vida» como si fueran intercambiables entre sí. Más aún, como se trata de
un libro de divulgación y en estos primeros capítulos he de abarcar un ámbito científico de enorme extensión, me centraré
en las que se suelen considerar las teorías más verosímiles de cómo hemos llegado a ser como somos. No me voy a referir a
otras teorías diferentes, muy interesantes pero que nos pueden desviar de nuestro rumbo.
en sentido literal) al desarrollar una adaptación fundamental. El talón, liso, redondo y duro, carecía de
la sensibilidad y de la flexibilidad de la mano, mucho más compleja. Sin embargo, el talón fue algo
fundamental para permitir que los primeros homínidos caminaran erectos. El bipedismo resultante fue
un factor decisivo para su supervivencia. Con los pies de los homínidos firmemente asentados en el
suelo y sus extremidades superiores libres al no tener que moverse por los árboles, pudieron utilizar
sus delicadas manos para otros menesteres.

Los etólogos suponen que los homínidos comenzaron a alimentarse de la carroña de los animales
a los que los grandes felinos habían dado muerte. Para poder tener acceso a estos restos, tuvieron que
ahuyentar a otros carroñeros peligrosos, como las hienas. Los protohumanos perfeccionaron una
habilidad que sus ancestros no habían utilizado más que de modo rudimentario: el lanzamiento de
objetos. Con el tiempo y la práctica, surgió un nuevo sistema para abatir pequeñas piezas. El primate
que caminaba se convirtió en el homínido que mataba, el primer animal superior capaz de matar a
distancia. Gracias al bipedismo, los homínidos pudieron liberar sus manos y acelerar su
transformación en tan sólo un millón de años, de herbívoro cazado por otros animales a carroñero
ahuyentador, a cazador incipiente y a consumado predador.
El tamaño del cerebro de los homínidos aumentó como respuesta a las necesidades de su nueva
situación en tanto que predadores de la escala natural. El mayor tamaño de los cerebros implicaba una
infancia más prolongada. La hembra de los homínidos, al tener que cuidar a sus crías, que cada vez
eran más inteligentes pero que tardaban más en dejar de ser vulnerables, se encontraron con una nueva
exigencia de la que hacerse cargo. Además de nacer desnudas, las crías de los homínidos perdieron su
capacidad de poder andar al nacer y eran demasiado débiles para agarrarse a sus madres. Ocupada de
alimentar, transportar y calentar a sus retoños, la hembra de los homínidos fue la primera madre de una
especie animal que no podía fácilmente cuidar de sí misma tras el parto. Necesitaba ayuda. Compartir
la comida se convirtió en rasgo característico de los homínidos y, con ello, sus corolarios, el altruismo,
la ternura, la generosidad y la cooperación.
El cerebro humano exige para su desarrollo gran cantidad de energía. Una madre que tiene que
alimentar a su cría durante dos años, un período larguísimo, muestra un apetito insaciable. Al estar las
hembras cada vez más ocupadas cuidando de sus pequeños, los machos estaban obligados a ayudar a
las madres y a sus hijos, con lo que comenzaron a hacer algo muy poco frecuente en otros predadores.
Los cazadores dominaron el instinto de consumir las piezas de caza en el lugar donde las habían aba-
tido y, en vez de ello, emprendieron la ardua tarea de arrastrar los trofeos a sus guaridas. Allí, los
ancianos, las mujeres y los niños compartían la carne. La creciente importancia de la caza indujo
ciertos cambios en la sexualidad femenina.
En los estudios etológicos se ha comprobado que en las raras ocasiones en las que los chimpancés
y los babuinos machos matan a otros animales para su alimentación, las hembras forman un círculo
alrededor de aquéllos, que consumen sus presas con gran estrépito. A juzgar por las posturas que
adoptan. y sus gestos, las hembras parecen pedir su parte. Muy a menudo los machos dan su carne a
las hembras en celo9. De este comportamiento los etólogos han deducido que todos los machos poseían
algo que querían las hembras: la carne. Sin embargo, sólo unas pocas de las hembras tenían algo que
todos los machos deseaban: sexo.
En la medida en que el consumo de carne se iba convirtiendo en la dieta fundamental de los
homínidos también aumentaba el intercambio de carne por sexo. Investigadores como Geza Teleki,
Helen Fischer y Jane Goodall creen que, con el tiempo, la selección natural fue favoreciendo a las
hembras cuyo estro era más largo de lo normal. Finalmente, el celo desapareció por completo en la
hembra de los homínidos. lo cual tuvo unas implicaciones muy profundas. La sexualidad y la
reproducción se disociaron. La hembra humana puede, si así lo quiere, estar receptiva hacia el macho
9
Donald Symons, The Evolution of Human Sexuality 138.
durante los 365 días del año, incluso durante los períodos menstruales y en el embarazo. Puede
mantener su sexualidad incluso después de la menopausia. En el proceso de transición de homínidos a
humanos, esta transformación radical en el comportamiento sexual le dio algo de inmenso valor para
trocar con los machos cazadores.
Otros grupos de primates y la mayoría de las especies de mamíferos tienen organizaciones
monárquicas. El macho dominante es el primero —y en muchos casos el único— que tiene acceso a
las hembras en su período de máxima actividad sexual. Sin embargo, su intenso deseo por cualquiera
de las hembras se desvanece al salir éstas de su período de celo. La desaparición del estro en los
homínidos hizo posible para otros machos de menor jerarquía el acceso sexual a las hembras sin tener
que desafiar al macho dominante. Cuando éste volvía de una cacería con parte de los despojos, podía
atraerse a una hembra, siempre que, por supuesto la cortejara. La sola proeza cinegética no era
bastante, ya que la hembra era muy selectiva en la elección del macho con el que aparearse*.
La obtención de carne implica la realización de un esfuerzo considerable. La presa en potencia
siempre trata de defenderse a toda costa. La carne, pues, va asociada al peligro. El cazador que
conseguía volver regularmente con carne mostraba audacia y valor, dos cualidades que las hembras
habrían de buscar en su potencial pareja. De esta manera, la caza tenía un matiz erótico: se podría
decir que la carne poseía las cualidades de un afrodisíaco.
En El segundo sexo, su obra más emblemática, Simone de Beauvoir afirma que la emoción de la
caza fue el origen de la divergencia de los sexos en los humanos por transformación del macho. Matar
le convirtió en trascendente, elevándole por encima de su existencia anterior, dándole un propósito, un
significado y un trabajo apasionante. La hembra, por el contrario, realizaba tareas rutinarias y
repetitivas que le proporcionaban poca gloria o recompensa y continuó siendo inmanente. El trabajo de
las mujeres no era estimulante porque no era arriesgado, aunque todos reconociesen tácitamente su
valor para el bienestar general de la tribu. Como la caza no siempre resultaba provechosa, los
alimentos recolectados siguieron siendo una fuente vital de sustento. En general, los hombres cazaban
y las mujeres siguieron recolectando.
Al desaparecer el celo de las hembras de los homínidos se hizo dominante un nuevo rasgo sexual:
la menstruación. La eliminación, cada veintiocho días, de los tejidos descamados del endometrio
producía pérdidas de sangre, con un apreciable contenido de hierro, un elemento esencial para la vida.
Otros grandes mamíferos experimentan períodos poco frecuentes de celo y un flujo menstrual mínimo.
Conservan el hierro al lamerse continuamente cuando sangran, algo anatómicamente imposible
para la hembra humana. El flujo menstrual en la especie humana, con diferencia el más intenso de
todos los mamíferos, predispone a las hembras a la anemia por carencia de hierro, que a su vez
conduce a falta de fuerza y a mayor facilidad para contraer enfermedades. Los niños de madres con
carencia de hierro son enfermizos desde que nacen, y su probabilidad de supervivencia menor.
En la mayoría de los vegetales el contenido de hierro es escaso, y en las regiones del norte,
durante el invierno, resultaba difícil conseguir plantas ricas en hierro. El alimento que siempre tiene un
alto contenido en hierro es la carne. Los machos no tienen una necesidad especial de hierro, pero para
las hembras es absolutamente imprescindible. Si el intercambio de sexo por carne fue lo que modificó
el comportamiento fisiológico de las hembras, su necesidad de hierro la hacía aún más apetente de
sexo. Esto, a su vez, haría aumentar el valor que el macho otorgaba a la carne. Su deseo sexual le
incitaría a correr cada vez mayores riesgos con el propósito de matar una presa para impresionar a la
hembra que deseaba. La menstruación fue el acicate que hizo que los mulos se con- viniesen en
audaces cazadores. La unión en parejas a la que llamamos matrimonio hunde sus raíces en esta
primitiva transacción.
Aproximadamente en este mismo punto de nuestra historia surgió un nuevo problema. Al ir
aumentando sin cesar la necesidad de inteligencia en los homínidos, el tamaño cerebral de las crías
*
A la desaparición del celo se debe también el inquietante hecho de que, entre los mamíferos, la violación sólo es frecuente
en nuestra especie y entre los orangutanes.
siguió creciendo. Sin embargo, las madres necesitaban seguir caminando erguidas. El hecho de in-
crementarse el tamaño de su pelvis para adecuarse a unas crías cuyo cerebro era mayor provocó el
aumento de la distancia entre las cabezas de los fémures. Como compensación, la hembra comenzó a
caminar con un característico balanceo de las caderas. El aumento del canal del parto a partir de un
determinado diámetro resultaba imposible, ya que la obligaría a caminar girando todo el cuerpo (como
un pato) y no adelantando sucesivamente cada una de las piernas, lo que reduciría seriamente su mo-
vilidad. Además, si los fémures se separasen demasiado no podrían soportar sobre ellos el cuerpo
erecto por razones exclusivamente mecánicas. Volver a los árboles estaba descartado, porque su talón
privaba ahora a los homínidos de su agilidad para trepar.
El factor individual que más limitaba la inteligencia de los homínidos 'era el diámetro de la pelvis
de las hembras, ya que el creciente tamaño del cerebro de los recién nacidos hacía que el parto, muy
sencillo en otros animales vivíparos, se convirtiese en una peligrosa prueba para los homínidos. El
parto se fue haciendo cada vez más traumático. Por vez primera entre los mamíferos, el parto se
convirtió en la primera causa de muerte de las hembras. La naturaleza intentó resolver el problema
alumbrando unas crías protohumanas e inmaduras con una cabeza tan grande que la criatura no podía
soportarla, y unas piernas tan cortas que no le servían para caminar. No obstante, las hembras de los
homínidos siguieron muriendo en gran número durante el parto. La solución a este problema dividió
aún más a los sexos.
Los cerebros de los homínidos neonatos se hizo más inmaduro que el resto de los cerebros de los
neonatos de otras especies de mamíferos. Las principales vías neuronales, como las de las
instrucciones instintivas que .informan automáticamente a todos los demás mamíferos de cómo
sobrevivir tras el nacimiento, desaparecieron. Como compensación, las piezas faltantes del cerebro del
neonato homínido se iban agregando después de que la cría se encontrase a salvo al otro lado del anillo
pélvico de la madre. Mucho después, a todas estas «piezas» las llamaríamos «cultura»*.
La cultura se introducía en el cerebro del bebé mediante la intervención de una sorprendente
innovación en la evolución: el lenguaje. La adquisición de la expresión oral separó radicalmente a los
humanos de los homínidos. En las especies anteriores, los cambios en el comportamiento dependían
fundamentalmente de que las mutaciones beneficiosas para la supervivencia modificaran la
composición de los cromosomas, proceso que duraba millones de años. Gracias al lenguaje, cuando un
miembro del clan aprendía algo que favorecía la supervivencia, lo podía transmitir a los demás en
cuestión de horas y no en millones de años. Más aún, el clan podía conservar los conocimientos dentro
de la red del lenguaje para las futuras generaciones. La cultura fue la solución al problema del tamaño
cerebral que había impuesto el bipedismo. El nuevo cerebro colectivo, llamado cultura, rondaba como
un fantasma bueno sobre cada tribu de cazadores-recolectores.
El lenguaje tuvo que tener un principio concreto. Tuvo que existir un momento preciso en el que
el pensamiento simbólico apareciese en la rudimentaria actividad mental del mundo animal. Quizá
empezase con el más elemental de los gestos humanos: señalar. Los humanos son los únicos animales
que transmiten información por este procedimiento **. Este proceso, en virtud del cual el que señala
extiende el brazo y el dedo, exigía que los que le observaban moviesen su línea de visión a lo largo del
brazo del que hacía esta señal y la continuasen en el espacio en la dirección que señalaba el dedo
índice. Como no hay nada que ver al final del dedo, este gesto insta a las personas a dar un salto visual
y mirar en la dirección del brazo extendido. Si así lo hacen, serán recompensados: verán lo que el que
señala quiere que vean. El espacio entre la punta del dedo del primer señalador y el objeto señalado
fue el origen de la sinapsis primigenia de la humanidad.

*
Mientras muchos otros animales sociales, como gansos, leones y monos, poseen unos comportamientos grupales
rudimentarios, que aprenden durante su maduración, en ninguna otra especie ha adoptado la cultura un papel tan decisivo
como en la nuestra.
**
A los perros se les puede adiestrar para que señalen con sus cuerpos, pero, al igual que caminar a dos patas, no es una
actividad que hagan de forma natural. También algunos primates son capaces de señalar.
En una de las pinturas más famosas de la cultura occidental, en el techo de la Capilla Sixtina de
Miguel Ángel, Dios extiende su dedo para tocar el de Adán. El artista quiere dar a entender que con
este contacto comenzó la aventura humana. Parte de la fuerza de esta imagen reside en el hecho de que
al extender Dios el brazo para tocar a Adán, está señalando. También Adán hace el mismo gesto. El ojo
del espectador salta entre la pequeña pero significativa distancia entre el dedo de Dios y el de Adán.
Hacer el viaje entre el pequeño espacio que separa sus dedos es recapitular el salto en el inmenso vacío
que cruzaron nuestros ancestros homínidos en el remoto pasado para pasar del pensamiento concreto
al pensamiento abstracto, un salto que les transformó en nosotros.
La capacidad de señalar originó otros gestos simbólicos más complejos. Pronto, los homínidos
comenzarían a gesticular moviendo las manos, de manera cada vez más compleja. Sin embargo,
existían limitaciones concretas para el lenguaje gestual. No funcionaba en la oscuridad; acaparaba la
visión del receptor porque había que mirar al que hacía el gesto; y el propio gesto mantenía ocupadas
las manos del sujeto, que no podían realizar ninguna otra tarea. Un lenguaje basado en gestos exigía
demasiado de unos recursos vitales para la supervivencia.
Al buscar un sustituto, la evolución creó la económica idea de utilizar la lengua humana para la
comunicación. Mientras prácticamente todos los demás grupos de músculos del cuerpo participan de
forma muy regular en una actividad vital, la lengua entre comidas permanecía sin más función que
ayudar a tragar la saliva. El cerebro, como si se tratase de un entrenador olímpico cargado de
paciencia, enseñó a la lengua a realizar una prodigiosa serie de ejercicios acrobáticos. Sus complejas
maniobras conseguían producir unos característicos sonidos durante la exhalación. Así pues, la lengua
se convirtió en el elemento indispensable en la conformación del habla (o del «lengua-je»).
El habla liberaba manos y ojos y también operaba en la oscuridad. Cuando se alcanzó un consenso
de que el sonido de la palabra «árbol» representaba la imagen de un árbol, el hombre primitivo fue
capaz de referirse a los árboles sin que hubiese uno a la vista. Esta habilidad, que los hombres aceptan
como algo obvio, es de un alcance tan profundo que crea la gran separación entre todos los animales y
nosotros. Las hormigas y las abejas pueden transmitirse una cantidad limitada de información
mediante señales acerca de la dirección y la distancia a que se encuentra el alimento. Los monos
pueden informar a otros miembros del grupo de la proximidad de un peligro. Sin embargo, sólo los
humanos pueden hacer una pregunta compuesta y. más aún, debatir y discutir la respuesta.
Para el homínido cazador, el lenguaje se convirtió en un arma importarte. Por ejemplo, una partida
de caza, al encontrar las huellas de una presa, podía debatir el tipo de pisada con un alto grado de
complejidad. ¿Hace cuánto tiempo pasó el animal? ¿Cuál es su tamaño? ¿A qué distancia se
encuentra? -¿Cuántos seremos necesarios para localizarlo? ¿Cuántos para matarlo? ¿Nos hemos de
dividir? ¿Qué estrategia debemos seguir? Esta capacidad para comparar y analizar la información con
los demás no existe en ningún otro predador.
El habla añadía una dimensión nueva a la alimentación de las crías. Además de dar leche a los
pequeños, la madre se hizo responsable de enseñarles el conocimiento de la cultura, imprimiendo en la
mente del niño enseñanzas vitales sobre amor, honor, respeto, valor, lealtad, honestidad, curiosidad,
juego y confianza en la propia capacidad. La comunicación entre madre e hijo comienza ya mientras el
feto está en el útero y aumenta drásticamente después del parto. Aunque hayan sido separados al cortar
el cordón umbilical, la madre y el bebé siguen vinculados por la envolvente red del lenguaje verbal y
no verbal: arrullos, cantos, balbuceos y bromas. Ambos están fuertemente enlazados a través de los
ojos; la cara de la madre es tan importante para el bebé como la de éste lo es para la madre. Ambos
aprenden a reconocer al instante los matices en la expresión del otro. De esta manera, las madres se
convierten en consumadas cuidadoras y los hijos comienzan el largo camino hacia la condición
humana.
La tarea cada vez más pesada de criar a sus hijos exigió que las mujeres establecieran pactos de
colaboración con otras mujeres. Para aumentar la probabilidad de supervivencia de sus cachorros, las
hembras también traspasaron la distancia cada vez mayor que diferenciaba los sexos y lograron que los
machos de la tribu se hicieran cargo de la integración de los hijos en la sociedad. Los machos adultos
ya habían aprendido de sus madres, cuando eran aún muy pequeños, el amor y el concepto de
compartir con los demás; estos comportamientos emocionales fueron vitales en la nueva aventura que
estaban emprendiendo y que muy pocos mamíferos habían experimentado: la paternidad.
La prolongada infancia de su progenie impedía que las madres cazasen. Una madre no podía
abandonar durante mucho tiempo a sus pequeños, y, como lloraban, no podían llevarlos en las
expediciones de caza.
Entre algunos predadores sociales como lobos, leones y orca, las hembras participan activamente
en dar caza y muerte a las presas. Los humanos se convirtieron en el primer grupo de predadores
sociales en el que las hembras dejaron esta tarea vital a los machos. En tanto que los hombres
perfeccionaron la tecnología de la caza, las mujeres aportaron otras contribuciones culturales que
mejoraban las condiciones de vida. El conocimiento de cómo transformar la piel de un animal muerto
en una cálida prenda de abrigo, tejer la ropa y fabricar cacharros de barro eran actividades tan
esenciales para la supervivencia de la tribu como el perfeccionamiento de las hondas o las lanzas.
Dado que la recolección exigía un profundo conocimiento de las plantas, sería más probable que hu-
biesen sido las mujeres las que descubrieran los secretos de la medicina y de la nutrición*.
En las latitudes boreales, las habilidades para la caza eran más importantes que las relacionadas
con la recolección. En invierno, frutos y granos desaparecían simultáneamente durante varios meses.
La necesidad de cazar animales mayores y más peligrosos en estas regiones implicaba mayor audacia
de los cazadores. Las pinturas rupestres y los útiles para descuartizar presas del Paleolítico demuestran
la importancia de la carne entre las culturas del norte de Europa. Sin embargo, la supervivencia de la
tribu dependía en igual medida de la capacidad de la hembra de criar a sus cachorros y del valor de los
cazadores. La existencia permanente de generaciones de niños sanos era tan vital como el suministro
constante de proteínas. Un alto grado de interdependencia vinculaba a ambos sexos aunque su
especialización iba divergiendo.
La caza exige «sangre fría» con cierta dosis de crueldad; la cría de los pequeños requiere
generosidad emocional y calor. Un cazador ha de tener en (rente un único objetivo cuando persigue a
una presa; una madre ha de estar pendiente de todo lo que sucede a su alrededor. Al explorar el terreno
en busca de alimentos, llevaba -a su pequeño en el brazo izquierdo, apoyado en el interior del codo, y
tenía que vigilar constantemente la actividad de los demás niños, que estarían jugando en la periferia
de su campo de visión y de su conciencia. Pocas veces podía realizar una tarea sin tener que
permanecer vigilante al mismo tiempo. Si no lo conseguía, significaba que sus pequeños morirían o
que sufrirían daños graves.
Debido a sus diferentes funciones, la evolución, al pasar el tiempo, proveyó emocionalmente a
hombres y mujeres para que respondieran de forma diferente ante diferentes estímulos. Esto hizo que
ambos percibiesen el mundo de forma distinta, tuviesen diferentes estrategias de supervivencia, formas
de compromiso y, en última instancia, formas diferentes de conocimiento: la forma del
cazador/matador v la forma de la recolectora/cuidadora. Para adaptarse a estas diferencias, la
naturaleza rediseñó el sistema nervioso humano, rompiendo radicalmente con todo lo anterior.

*
Es muy probable que las mujeres descubriesen que el digital contenía un potente estimulante cardiaco,(digitalina): que
chupar la corteza del sauce (aspirina) aliviaba la inflamación que las amapolas (Morfina) aliviaban el dolor, y que algunos
mohos (penicilina) curaban ciertas infecciones.
CAPÍTULO 3
Hemisferio derecho / hemisferio izquierdo
(del cerebro)

Y me puse a delinear de cualquier manera un plano del alma, en el que dos poderes
presidían, uno varón y otro hembra; y en el cerebro del hombre, el varón predomina,
y en el de la mujer, la hembra... Hasta en un hombre, la parte femenina del cerebro
debe ejercer influencia; y tampoco la mujer debe rehuir contacto con el hombre que hay
en ella. Esa, tal vez, fue a intención de Coleridge cuando dijo que una gran inteligencia
es andrógina. Cuando se opera esa fusión, la mente queda fecundada plenamente y
dirige todas sus facultades.
Virginia Woolf10.

DURANTE LOS DOS primeros millones de años, tanto el cuerpo como el cerebro de los
homínidos fue creciendo poco a poco. Luego, durante el siguiente millón de años, se produjo un
cambio significativo: mientras que la estatura se incrementaba en una proporción mínima, su cerebro
adquirió 500 gramos más de tejido neuronal, principalmente en el neocórtex. Simultáneamente, las
funciones cerebrales se dividieron en dos: un hecho revolucionario necesario, porque la evolución tuvo
que renovar sus conexiones neuronales para hacer posible el lenguaje.
Para situar este acontecimiento en su contexto, conviene hacer un repaso del funcionamiento del
cerebro. Todos los vertebrados, incluidos los peces, tienen cerebro bilobulado. En todos los casos, cada
uno de estos lóbulos hemisféricos simétricos desempeña el mismo tipo de funciones. Si bien los
lóbulos del cerebro humano son aparentemente simétricos, son funcionalmente diferentes. A esta
especialización se la llama lateralización hemisférica. Se ha comprobado la existencia de esta
característica en algunos otros vertebrados, pero sus manifestaciones en el comportamiento (el
lenguaje y la división en diestros y zurdos) son mucho más acosadas en los humanos que en cualquier
otra especie. Existe un puente de fibras neuronales llamado cuerpo calloso que conecta y une los dos
lóbulos corticales de manera que cada uno de los lados sabe lo que piensa el otro.
La prensa ha difundido ampliamente las características fundamentales de la asimetría entre el lado
derecho y el lado izquierdo del cerebro. Casi todo el mundo sabe que cada hemisferio del cerebro
controla los músculos del lado opuesto del cuerpo. Casi todos saben también que los dos hemisferios
funcionan coordinadamente.
Sin embargo, no se han descubierto hasta hace bien poco los atributos distintivos de cada
hemisferio. Los poetas y los místicos se han referido desde hace mucho tiempo a las profundas
divisiones de nuestra psique, pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando los investigadores
comenzaron a percibir estas diferencias. Donde con más claridad se podía observar el fenómeno era en
los pacientes con heridas traumáticas o derrames cerebrales. En las últimas décadas, los neurólogos,
mediante el estudio de pacientes con las dos partes del cerebro separadas.-y haciendo un mapa del
cerebro de las personas normales utilizando los escáneres más avanzados, han podido estudiar cada
uno de los hemisferios con relativa independencia.

10
Virginia Woolf, Un cuarto propio.
La disfunción que se produce en los diestros como consecuencia de los daños producidos en la
parte izquierda del cerebro es tan tremenda que los neurocientíficos suelen llamar dominante al
hemisferio cerebral izquierdo*. Si bien hay quien ha puesto objeciones a la excesiva simplificación que
supone el esquema de lateralización del cerebro, existen ciertos hechos incontrovertibles. Si un diestro
sufre un importante derrame en el hemisferio izquierdo (el lóbulo de control), con pocas excepciones
se producirá una radical deficiencia en el habla, una parálisis de los músculos del lado derecho o una
disfunción en su capacidad de pensamiento abstracto. Por el contrario, los daños en la parte derecha
del cerebro reducen la capacidad de la persona afectada para resolver problemas espaciales, reconocer
rostros, apreciar la música, además de paralizársele el lado izquierdo del cuerpo.

De los dos hemisferios de los humanos, el lado derecho es el hermano mayor. En el útero, el
hemisferio derecho del cerebro del feto humano incluso está en proceso de maduración antes de que el
lado izquierdo comience a desarrollarse. El viejo y sabio lado derecho: más relacionado con las
necesidades e instintos derivados de las primeras etapas la evolución, está más preparado para
ocuparse de este tipo de cuestiones que el lado izquierdo, más joven. En el hemisferio derecho están
situados los sentimientos, el reconocimiento de imágenes y la apreciación de la música. Su aportación
al conocimiento es la conciencia del entorno que nos rodea, sintetizando muchos factores
determinantes para que la mente pueda percibir las sensaciones de manera global y simultánea.
La parte derecha del cerebro es no verbal, y tiene más en común con los modos de comunicación
de los animales más primitivos: Se relaciona con el lenguaje de gritos, gestos, muecas, abrazos, de los
chupetones al mamar, de los contactos físicos y de las posturas corporales. Sus estados emocionales
poseen escaso control de la voluntad y delatan los verdaderos sentimientos merced a los movimientos
involuntarios, el sonrojo o la sonrisa.
La parte derecha del cerebro, en mayor medida que la izquierda, es capaz de expresar el modo de
ser o estar, esa compleja red de emociones encontradas que constituye nuestro estado existencial en un
momento dado. En el lenguaje habitual preguntamos «¿Cómo estás?» y la respuesta comienza por un
«Estoy...» El verbo «estar» forma parte tanto de la pregunta como de la respuesta. Ejemplos parecidos
se podrían poner con el verbo «ser».
La parte derecha del cerebro, con mayor frecuencia que la izquierda, genera sentimientos, amor,
humor o la experiencia estética, por ejemplo, que son no lógicos, y que desafían las reglas del
razonamiento convencional. Cuando Pascal escribió «El corazón tiene razones de las que la razón nada
sabe», se refería a este tipo de conocimiento vinculado con la emocional parte derecha del cerebro,
diferenciándola de lo que ocurre en el lado izquierdo.
Los sentimientos del lado derecho del cerebro son auténticos. Cuando una persona ha
experimentado el amor o el éxtasis, lo sabe. Hay una voz interior que verifica sin lugar a dudas la
experiencia. Son los sentimientos los que nos permiten tener fe en Dios, comprender un chiste, ex-
perimentar el fervor patriótico o sentir rechazo hacia un cuadro que otra persona juzga bello. Son
estados que poseen una cualidad no discursiva. Apoyándose en las sombras de nuestros más lejanos
orígenes, los sentimientos superan en mucho la facultad verbal del cerebro, recientemente adquirida en
el devenir de la evolución. No existe una nomenclatura clara y distintiva para describirlos. Cuando a
las personas se les fuerza a explicar sus experiencias emocionales, exasperadas éstas suelen recurrir a
la tautología: «¡Porque sí!» Lo que uno ama, las cosas por las que se vive y por las que se muere no
*
En toda la exposición me basaré en la organización cerebral de tos diestros. en los que la parte izquierda del cerebro es
dominante. No pretendo con ello hacer de menos a los zurdos, en los que domina la parte derecha del cerebro (de un 8 a un
9 por 100 de la población). Por el contrario, he preferido basarme en el modo más común y evitar la confusión del lector al
tener que hacer uso constantemente de calificativos. La mayor parte de la argumentación sigue siendo cierta, invirtiéndola,
para los zurdos, aunque el cerebro de un zurdo no es simplemente simétrico del de un diestro. Su cerebro tiene una división
menos radical entre el lóbulo que se ocupa del lenguaje y el lóbulo que se ocupa del resto de funciones, tal como sucede en
el caso de los diestros.
son fáciles de expresar con palabras*.
Los sentimientos no suelen progresar de forma lineal, sino que se experimentan de forma global y
simultánea. Cuando «se caza» un chiste, se produce una explosión de risa. Las intuiciones llegan de
forma súbita. Tanto Newton corno Einstein informaron que les había sucedido lo que el poeta Rilke
llamó «deflagraciones de claridad». El amor a primera vista, como el que Dante experimenta en su
encuentro con Beatriz, sucede en un instante. Las conversiones religiosas, como la que sacudió a Pablo
en el camino de Damasco, golpean como un rayo.
Una característica de la comunicación no verbal es que no existe proceso simbólico que interfiera
con la apreciación directa de la realidad. La parte derecha del cerebro percibe el mundo de manera
concreta. Por ejemplo, una expresión facial «se lee» sin hacer ningún intento de traducirla a palabras.
El hemisferio derecho es también la puerta que conduce al mundo de lo invisible. Es el dominio de
los estados alterados de conciencia, donde la fe y el misterio tienen preponderancia sobre la lógica.
Existen pruebas irrefutables de que los sueños tienen lugar primordialmente en el lado derecho del
cerebro11.
Cuando las personas creen necesario expresar en palabras una experiencia interior, como un sueño,
una emoción o un sentimiento complejo, echan mano de un tipo especial de lenguaje llamado
metáfora, que es la característica contribución del lado derecho del cerebro a la capacidad
comunicativa del lado izquierdo. La palabra metáfora resulta de la combinación de dos palabras
griegas, meta, que significa «por encima» y ferein, «llevar al otro lado». Las metáforas permiten saltar
al otro lado del abismo entre un pensamiento y el siguiente. Las metáforas tienen múltiples niveles de
significado que se perciben simultáneamente. Proporcionan una plasticidad al lenguaje sin la cual,
muchas veces, la comunicación sería menos interesante, más difícil o incluso imposible. El mundo
objetivo se puede describir, medir y catalogar con notable precisión, pero para comunicar una emoción
o un sentimiento empleamos metáforas. Decir a alguien que nuestro corazón está «volando como un
águila» o «frío como el hielo» revela la sinergia entre las imágenes concretas del lado derecho del
cerebro y las palabras abstractas del izquierdo. Las metáforas engendran la poesía: el mito forma parte
esencial de las parábolas religiosas y de la sabiduría de los cuentos populares.
El lado derecho del cerebro se distingue también por su capacidad para poner las imágenes en
relación. Puede integrar de una sola vez los componentes del campo de visión, sintetizando una serie
de elementos incongruentes de forma global y simultánea. La cara humana es la imagen con mayor
cantidad de componentes que ha de descifrar el lado derecho del cerebro. La modificación de las
expresiones faciales y la infinita variedad de caras humanas son factores que dan mayor complejidad
aún a la tarea, así como la posibilidad de que la persona que hay detrás de la cara esté intentando
engañarnos. El lado derecho del cerebro tiene en cuenta todos estos factores y habitualmente realiza
una interpretación perfecta. Buena prueba de esta habilidad del lado derecho del cerebro es la facilidad
con que la gente reconoce las caras de otros. Las arrugas o la calvicie pueden haber cambiado
radicalmente la cara de un antiguo amigo; sin embargo, seguimos siendo capaces de distinguir en
medio de la multitud a ese amigo de la infancia, al que no hemos visto durante decenas de años. Por
otro lado, algunos individuos que han sufrido daños en su hemisferio derecho no pueden reconocer ni
a los miembros de su propia familia ni a sus amigos; algunos incluso son incapaces de reconocer su
propia cara en el espejo.
El hemisferio derecho no habla, pero participa activamente en la comprensión de la palabra
hablada. Al escuchar con suma atención las formas del habla mientras el hemisferio izquierdo descifra
el contenido, el hemisferio derecho es experto en descubrir mensajes ocultos, interpretando las
inflexiones y los matices. Es consciente de la postura, de la expresión facial y de los gestos del que
habla. Por debajo del nivel de conciencia, va registrando el tamaño de la pupila y los temblores de la
*
Recientemente, los científicos han averiguado que los sentimientos de felicidad, optimismo y alegría están en el lóbulo
frontal izquierdo. lo que indica que no todas las emociones residen en el hemisferio derecho.
11
Joseph Bogen, «The Other Side of the Brain: An Appositional Mind».
mano. Esta habilidad no es especialmente útil cuando la información que se transmite es objetiva,
como por ejemplo temas legales, científicos, económicos o académicos. Pero cuando la conversación
es personal, las configuraciones faciales y las inflexiones vocales pueden dar al que escucha una
comprensión sustancial de lo que sucede realmente a veces mejor que con las palabras que han sido
pronunciadas. Como es prácticamente imposible describir la forma en que el hemisferio derecho
descifra el lenguaje no verbal, la mayoría de la gente se refiere a esta habilidad como «intuición».
Otro rasgo importante del lado derecho del cerebro es su capacidad para apreciar la música: la
percepción de sonidos, que el lóbulo derecho es capaz de integrar en un sentimiento placentero global
y simultáneo. Aunque es algo extremadamente difícil de definir científicamente, todos nosotros
tenemos la seguridad de poder distinguirla música del ruido. Durante la primera guerra mundial, los
médicos tuvieron oportunidad de examinar a muchos soldados que habían sufrido importantes
traumatismos en el hemisferio izquierdo (dominante), y que cómo consecuencia no podían hablar en
absoluto. No obstante, sí podían cantar muchas canciones aprendidas antes de resultar heridos.
Alexander Luria, el neurólogo ruso, informó del caso de un compositor que creó su mejor obra
después de quedarse sin habla por un derrame masivo en el hemisferio izquierdo 12. Estos ejemplos
reales dan verosimilitud a la leyenda según la cual Mozart le pedía a su mujer que le leyera relatos
mientras componía. Al distraer el hemisferio izquierdo de su cerebro por medio del lenguaje hablado,
es posible que la lectura de los relatos liberase su lado derecho del cerebro, el que se ocupa de la
música, para componer.
El hemisferio derecho está más capacitado que el izquierdo para la percepción del espacio y para
emitir juicios sobre equilibrio, armonía y composición de las gestalts, a partir de lo cual podemos
realizar distinciones estéticas entre lo feo y lo bello. Como el hemisferio derecho procesa sus datos de
forma instantánea, es el más capacitado también para apreciar dimensiones y distancias. En él residen
facultades como conducir un coche, esquiar o bailar. Los principales atributos de la parte derecha del
cerebro están relacionados con ser y estar, las imágenes, el holismo y la música.
Las funciones primarias del hemisferio izquierdo son opuestas y complementarias de las del
derecho. Éste se ocupa del ser y estar, el izquierdo del hacer. El lóbulo izquierdo controla la Volición.
Su agente, la mano derecha, recoge bayas, arroja lanzas y fabrica útiles. El lóbulo izquierdo conoce el
mundo merced a su característico sistema de simbolización, el lenguaje. En las personas diestras, el 90
por 100 de las facultades para el lenguaje residen en el hemisferio izquierdo. El habla proporcionó al
lado izquierdo del cerebro la ventaja necesaria para derrocar a su gemelo mayor de la soberanía de la
mente.
El habla y la acción están estrechamente vinculados. Las palabras son herramientas: la propia
esencia de la acción. Las utilizamos para hacer abstracciones, para discriminar, analizar y diseccionar
el mundo en fragmentos, objetos y categorías. Pero el habla no sólo está dirigida hacia fuera; dentro de
uno mismo, las palabras son- una herramienta del pensamiento. El análisis, al dividir las frases en los
elementos que las forman, es esencial para comprender el lenguaje hablado, sobre todo si el contenido
del mensaje esta relacionado con hechos objetivos. Esta función clave del hemisferio izquierdo se basa
en una progresión lineal, en contraste con la percepción holística del hemisferio derecho.
La propia facultad del habla es abstracta y depende de la facultad exclusiva que tiene el hemisferio
izquierdo de procesar la información sin utilizáis, imágenes. La mente coloca las palabras como los
niños montan su «lego», como sustitutos de las imágenes, construyendo conceptos que nos permiten
pensar sobre libertad, economía y destino sin necesidad de evocar las imágenes de estas palabras. La
capacidad de conceptuar que palabras abstractas como crimen, virtud, castigo y justicia están
relacionadas, es una de las cualidades supremas de la humanidad. Ser capaz de dar el salto desde lo
particular y concreto a lo general y abstracto nos ha permitido crear el arte, la lógica, la ciencia y la
filosofía. Sin embargo, esta capacidad nos ha separado de la rica matriz de la naturaleza. La parte que
se separó se convirtió en el ego. El hemisferio izquierdo separó el sentido integrado de globalidad que
posee el hemisferio derecho en una dualidad que hizo que los humanos creasen la distinción entre el
12
Roben E. Ornstein, The Nature of Human Consciousness, 104.
yo interior y el inundo exterior. El ego requiere de la dualidad para adquirir perspectiva. El dualismo
también realzó la tendencia humana al pensamiento objetivo —que a su vez aumentó nuestra
capacidad de raciocinio— y. con el tiempo, a la lógica. La lógica no es holística, no está concebida
como una percepción global. Va traqueteando por la vía férrea lineal del hemisferio izquierdo. Las
proposiciones Si [sucede tal cosa]... entonces [sucede tal otra], que son la base de la lógica, se han
convertido en la forma más fiable de predicción de hechos futuros. Han reemplazado casi por
completo a los augurios, las visiones y la intuición. Las reglas de la lógica son el fundamento de la
ciencia, la educación, los negocios y la estrategia militar.
Junto con las cualidades de hacer, del habla y de la abstracción, la cuarta característica exclusiva
del hemisferio izquierdo es la aritmética- matemática. Aunque la capacidad de contar comienza en el
lado derecho del cerebro, que controla las cualidades relacionadas con la espacialidad y la visión, la
capacidad para manejar números grandes le permite al hemisferio izquierdo la construcción de
cálculos muy complejos. En tanto que los otros animales son capaces de distinguir entre uno, dos y
muchos, sólo nosotros poseemos el concepto del álgebra y de la lógica booleana. La estrecha relación
entre el lenguaje abstracto y la abstracta capacidad matemática resulta evidente entre los niños
pequeños que aprenden el alfabeto y a contar en la misma etapa de su desarrollo.
Todos los rasgos innovadores del hemisferio izquierdo—acción, lenguaje, abstracción y matemática—
son de tipo lineal. Para desarrollar una habilidad manual, la lógica, la estrategia ola aritmética, la
mente ha de recorrer la línea que forman el pasado, el presente y el futuro, en un sentido y en otro. La
supervivencia y luego el éxito de los humanos como especie requirieron que la evolución reservase
una zona en el cerebro conforme iba aumentando de tamaño, en la que el concepto de tiempo pudiese
ser considerado sin las percepciones espaciales holísticas y gestálticas de los cerebros de anteriores
mamíferos y primates. La apreciación del tiempo lineal era un requisito imprescindible para el lengua-
je lineal.
Una conversación se puede entender sólo cuando las personas hablan de una en una. Por el contrario,
nuestro hemisferio derecho puede escuchar los sonidos de una orquesta de setenta instrumentos y
percibirlos de forma holística. Tiempo y secuencia son el factor crucial del lenguaje y de la
matemática: es imposible pensar en la aritmética fuera de su marco de referencia. Mi propuesta es que
el hemisferio izquierdo es en realidad un nuevo órgano sensorial creado por la evolución para la
percepción del tiempo]
Los investigadores han descubierto que, las mujeres poseen entre un 10 y un 33 por 100 más de fibras
neuronales en la parte anterior de su cuerpo calloso que los hombres 4. Cuanto mayor es el número de
neuronas de conexión. mayor ha de ser la integración entre los dos hemisferios. Las mujeres y la
mayoría de los hombres admiten que las mujeres son más conscientes de sus sentimientos y los
expresan mejor que los hombres. El mayor número de neuronas de conexión parece reforzar la
comunicación de las emociones e incrementar la conciencia global, la percepción del entorno y la
comprensión del estado de ánimo de sus hijos. En general. las mujeres son capaces de realizar tareas
múltiples y simultáneas mejor que los hombres.
Aunque el macho pagó un precio por el aislamiento relativo con respecto a las emociones de su
hemisferio derecho, adquirió la capacidad de no dejarse influir por sentimientos que en caso contrario
le habrían distraído mientras estaba ocupado en la peligrosa actividad de la caza. La capacidad de
centrarse en una sola tarea y la supresión de las emociones es un atributo más deseable para el cazador
de lo que son la conciencia de globalidad y la profundidad emocional. La independencia entre sujeto y
objeto también le permite al cazador distanciarse de las piezas que caza. La ausencia de pasión
inherente al dualismo, una forma de ver el mundo, indispensable para matar, es lo opuesto del apego
que una madre siente por su hijo.
Al igual que los miembros masculinos y femeninos de una sociedad de recolectores/cuidadores y de
cazadores/matadores, cada hemisferio cerebral ejecuta las tareas para las que está más dotado. Con el
propósito de garantizar la versatilidad en caso de una afección, cada hemisferio posee cierta capacidad
para realizar las funciones del otro. Del mismo modo, puede cada uno de los sexos de la especie
humana asumir las tareas que pertenecen primordialmente al otro. Las mujeres que no tenían a su
cargo niños pequeños podían cazar, y de hecho cazaban: también
ellas podían matar a sus presas desapasionadamente. Los hombres también poseían recursos como
recolectores: también ellos podían amar. Sin embargo. en general, la mayoría de los hombres eran
mejores cazando y matando. y la mayoría de las mujeres eran mejores cuidando de las crías y
recolectando.
Hace aproximadamente cien mil años hizo su aparición el Homo sapiens sapiens. el humano
inteligente. .A pesar de la distancia de nuestra civilización con las cuevas de Lascaux. seguirnos
estando enormemente influidos por el diseño neurológico original-que dio lugar a unos cazadores-
recolectores nómadas, que tuvieron gran éxito corno especie. La dicotomía entre los hemisferios
izquierdo y derecho es análog-a a las diferencias entre las estrategias del cazador/matador y - del-
recolector/ cuidador.' yetafóricamente. el tiempo es la referencia masculina y el espacio es la femenina.
El poeta William Blake escribió: «Tiempo y espacio son dos seres reales, masculino y femenino. El
tiempo es el hombre y el espacio es la mujer» 5:j
El nuevo y dual cerebro humano le proporcionó al primitivo Honró sapiens una enorme ventaja en el
proceso de la evolución. Los hemisfe-. ríos derecho e izquierdo pueden, llegado el caso, comportarse
de forma casi independiente, resolviendo los problemas de manera distinta, siendo cada uno capaz de
sus propias decisiones, recuerdos, juicios y acciones. La inteligencia se define como una respuesta
flexible ante estímulos variables. La división del cerebro en dos unidades funcionalmente separadas no
sólo duplicaba el número de respuestas potenciales que un humano podía dar ante una situación.
Debido a la constante relación entre los dos lóbulos, la lateralización hemisférica originó una casi
infinita variedad de respuestas, haciendo que nuestros antepasados fuesen loo más inteligentes, con
gran diferencia, entre los animales. Muchos investigadores piensan que también provocó la aparición
de dos subespecies de Horno sapiens: la mujer y el hombre.
Del mismo modo que el cerebro, el ojo humano también desarrolló, a través de la evolución, funciones
opuestas y complementarias. Cada uno de los ojos humanos es una perfecta imagen simétrica del otro,
aun cuando en cada una de las retinas existan dos tipos de células funcional-
William Blake. «Vision of the Last Judgement.. Norebook, sección c. edición Erdman, pág. 563. mente
diferentes. Con elegante simetría. las funciones contrapuestas de bastones y conos se corresponden con
la división de tareas entre los lados derecho e izquierdo del cerebro.
Los bastones. así llamados por su forma cilíndrica. son extremadamente sensibles a la luz. Como si de
un cable trampa se tratara. detectan los menores movimientos que se produzcan en el campo visual.
Distribuidos de manera uniforme en la periferia de cada retina. pueden ver en condiciones de poca luz
y percibir la tótaliddad del campo visual, viendo las imágenes como configuraciones globales
(gestalts). Los bastones tienen de común con el lado derecho del cerebro la capacidad para percibir la
realidad de forma global y si,nultdnca.
Los conos. por el contrario, están muy concentrados en un pequeño punto de la parte central de la-
retina llamado mácula. La for ea cenrralis del centro de la mácula posee la máxima concentración de
estas células en forma de cono y, por consiguiente. es el punto focal de la visión. Los conos poseen dos
atributos. Pueden percibir el colore intensificar la luminosidad. Como se concentrar en un solo aspecto
de la realidad. los conos perciben el campo visual como si lo hicieran a través de un túnel. Al igual que
los bastones, los conos transmiten la información a ambos hemisferios, pero el izquierdo sería tal vez
el más adecuado para procesar la información *..
El ojo divide el campo visual en dos elementos fundamentales: figura y fondo. La figura se visualiza
de forma clara y con detalle: el fondo es el contexto en el que se encuentra la figura. Los conos ven
mejor la figura: los bastones perciben mejor el fondo.
Como los bastones son los que proporcionan la imagen principal, son el componente clave de un
estado visual, físico y mental al que se conoce con\el nombre de contemplación. Los bastones
requieren la participación de todo el individuo para poder realizar su función. Disminuye la tensión
muscular. Desaparecen los surcos de la frente. La pupila se dilata. Los músculos estriados de los ojos
se relajan y la visión se desenfoca. Estas acciones sirven para permitir la entrada de la máxima
cantidad de luz en el ojo. En este modo de actuación relacionado con el hemisferio derecho, el
individuo es capaz de ver mejor la totalidad del campo visual que cualquiera de sus detalles
específicos. Al no mirar nada en particular,
* No existen. o al menos no se han identificado. vías neuronales específicas que conecten la periferia
de la visión con el lado derecho del cerebro exclusivamente, o los conos de forma dominante con el
izquierdo.
el ojo. en este estado. es capaz de ver todo. Esta receptividad afecta a todo el cuerpo. La conciencia se
relaja y la persona se desliza hacia el estado mental integrado de ser o estar.
Los bastones tienen un origen más antiguo que los conos: existen en todos los ojos de los vertebrados.
Pero tan sólo unos pocos animales poseen conos en abundancia. La historia evolutiva de los bastones y
los conos está comprimida en el desarrollo de los niños. Los bebés pueden ver con los bastones pocos
días después del nacimiento. La visión con los conos (color \ detalle) no se desarrolla por completo
hasta muchos meses después. Como legado de nuestra herencia de primates, los humanos tenemos una
de las mayores proporciones entre conos y bastones de los mamíferos. y, debido al mayor sentido del
tiempo lineal del hemisferio izquierdo, los humanos han perfeccionado en grado sumo esta cualidad.
La necesidad de conos es particularmente vital en las aves de presa, en los mamíferos predadores y en
los únicos primates verdaderamente pre- dadores, los humanos. Los herbívoros raramente los
necesitan: las plantas no pueden salir corriendo. Sin embargo, los depredadores han de ser capaces de
observar el lugar donde se encuentra su potencial comida, pero, también. hacia dónde se puede dirigir.
Los conos permiten a los animales la facultad de escrutar el campo de visión.
El escrutinio corresponde al estado mental de concentración. Se refuerza el sentido de alerta del
cuerpo. Los músculos estriados se tensan. Se frunce el ceño. La pupila se contrae. Estas acciones
reducen la cantidad de luz que entra en el ojo, desconectando la función de los bastones, que son
sensibles a la luz.l\lo es algo muy distinto a cuando los técnicos de un teatro oscurecen la iluminación
de la sala para que el público pueda ver el escenario con mayor claridad. La concentración intensa—
sobre los detalles y sus colores, característica especial de los conos, son todo lo contrario a la
contemplación holística, la actividad relajada y con los ojos abiertos de los bastones.
La cualidad analítica y discriminatoria del lado izquierdo del cerebro es más adecuada para la visión
concentrada que la cualidad holística del derecho. Los conos aíslan zonas del campo visual y a
continuación las examinan de forma secuencial. Esta capacidad de concentración de la fovea centrales
crea la ilusión del paso del tiempo porque las imágenes vistas en este estrecho círculo del ojo sólo se
pueden procesar de forma secuencial. Como la visión macular examinaba lo que era y luego pasaba a
lo que es, forzó al emergente cerebro humano a considerar la posibili dad de lo que sucedería después.
La visión de los conos, según pienso. creó los parámetros necesarios para que el hemisferio izquierdo
inventase la importantísima idea del después, que condujo inexorablemente a la previsión ( o visión de
lo que acontecerá después), es decir el concepto de futuro.
Pongamos un ejemplo de lo que hemos explicado: imaginemos que entramos en un teatro y que
nuestros ojos aún no se han habituado a la oscuridad. El acomodador nos guía por el pasillo, se para y
enciende una linterna. A medida que el rayo de luz recorre la fila, van apareciendo sucesivamente las
personas dentro del campo circular de la luz. Cuando la luz pasa a.la siguiente persona, la anterior
desaparece, y mágicamente surge la próxima. El reducido cono de la luz de la linterna se parece a la
visión en túnel de la mácula. Aunque todos los que están sentados en la fila del teatro se encuentran en
el espacio, la visión escrutadora los aísla. creando la ilusión de que existen solamente en una secuencia
temporal ordenada.
La especialización de las funciones visuales en cada ojo humano se corresponde con la lateralización
de los hemisferios cerebrales y con la bifurcación de los sexos humanos. La visión holística de los
bastones ayuda al hemisferio derecho en sus labores de recolección y crianza de los hijos. La visión en
túnel estaba en un principio subordinada a las peculiares necesidades del hemisferio izquierdo para la
caza. Las mujeres tienen más bastones en sus retinas que los hombres y, como consecuencia, tienen
mejor visión periférica. Pueden ver mejor en la oscuridad y percibir más cosas de un solo vistazQque
los hombres. Los hombres tienen más conos que las mujeres, lo que les permite ver un sector del
campo visual con mayor detalle y con mayor percepción de la profundidad que las mujeres 6.
[Pero no sólo los cerebros y los ojos de los humanos están especializados, también las manos lo están.
La mano izquierda, controlada por el hemisferio derecho, es más protectora que la derecha. La mano
izquierda es con la que se sostiene normalmente a los bebés, independientemente de la especialización
de las manos para realizar otras tareas (zurdos o diestros). También el brazo izquierdo es el que
utilizamos para protegemos de los golpes'. Sus movimientos son más burdos, es decir me-
nos coordinados que los de la mano derecha. Los cazadores y los guerreros llevan sus escudos con la
mano izquierda. La especialización de cada una de las manos cobró mayor importancia cuando los
homínidos pasaron de ser buscadores de alimentos a recolectores. En tanto que los buscadores
consumen en el lugar lo que pueden coger con facilidad, el homínido recolector posponía la comida
para llevar lo que había recogido de vuelta a su guarida. La mano derecha recogía y la izquierda
transportaba. Transportar, recolectar y defenderse se desarrollaron evolutivamente como tareas
vinculadas a las extremidades superiores izquierdas. Proteger. agarrar y transportar las crías son
funciones maternales imprescindibles debido al desvalimiento de los cachorros humanos.
Muchas culturas utilizan la mano izquierda exclusivamente para ayudar a la eliminación de heces y
orina, y la consideran sucia. por lo que reservan la mano derecha para comer*. Las pruebas de estos
prejuicios todavía persisten en nuestro lenguaje: «¡Ese niño no hace nada a derechas! o «Se ha
levantado con el pie izquierdo», son expresiones en las que queda de manifiesto la mayor jerarquía de
lo «derecho» frente a lo «izquierdo», como también «derecho», sinónimo de «ley». Consideremos
también la palabra «siniestro», que es sinónimo de izquierdo. pero también de lo malintencionado y
maligno en diversos idiomas, como el español, el inglés, el francés o el italiano.
La dominante mano derecha es agente de la acción. Con ella se arroja la lanza, se cogen las frutas o se
tallan los instrumentos de sílex. Sus movimientos son más precisos. La mano derecha es la que
sostiene el martillo; la mano izquierda sujeta el clavo, es pasiva. La mano derecha es la que se
extiende; la izquierda es la que sostiene.
El alto grado de especialización de las manos es un rasgo distintivo de los humanos. Para ayudar al
Horno sapiens a adaptarse en su tilcha por la supervivencia, por selección natural se dividió la corteza
del cerebro, se diferenciaron las dos funciones de la retina del ojo y se especializaron las manos. La
división entre izquierda y derecha refleja también las diferencias entre los modos perceptivos
primarios de los hombres y de las mujeres
Todos los animales dependen de un modo de supervivencia dominante. La mayoría de los ungulados
(caballos, vacas, cebras) viven en rebaños y comen hierba. Algunos depredadores (tiburones, águilas,
tigres)
• Hasta hace bien poco, a les niños zurdos se les solía pegar en la escuela para forzarles a escribir con
la mano derecha. ya que la izquierda se creía que estaba bajo el control del diablo. cazan en solitario.
en tanto que otros. los predadores sociales ( leones. lobos. perros salvajes). cazan en grupo y cooperan
estrechamente unos con otros para abatir las piezas grandes. Los humanos. cuando intentaban emular
la precisión de los carnívoros. no siempre tenían éxito: al contrario que otros predadores. nosotros
teníamos que aprender a hacerlo. Al alejarnos del modo de vida de los herbívoros, era necesario
conservar nuestras habilidades como recolectores. Así. nos convertimos en una de las pocas especies
que pueden sobrevivir de ambos modos.
¡Estas dos estrategias simétricas, recolectar/cuidar y cazar/matar. están combinadás en cada uno de
nosotros. En la sociedad en su conjunto. hay hembras que manifiestan rasgos predominantemente
masculinos y machos que muestran rasgos femeninos. La lateralización del cerebro. del ojo y de la
mano influye en el modo en que cada persona percibe. manipula, simboliza y, en última instancia,
concibe el mundo. Aquí radica el secreto del éxito de nuestra especie. Todo hombre posee, un aspecto
de recolector/cuidador en su personalidad, psique y mente, del mismo modo que toda mujer posee un
aspecto de cazador/matador. Los individuos tienen dentro de su cráneo un cerebro femenino y uno
masculino. Una sociedad determinada puede acentuar una u otra de estas dos formas de relacionarse
con el mundo, dependiendo de las exigencias del medio o de la influencia conformadora de sus
invenciones. -1

CAPÍTULO 4
Machos: muerte / hembras: vida

La ansiedad es el resultado de la percepción de la verdad sobre la propia condición. ,Qué


significa ser un animal consciente de sí mismo? La idea es ridícula por no decir
monstruosa. Significa saber que uno es alimento para los gusanos. Este es el terror: haber salido de la nada. tener un
nombre, una conciencia del propio ser. profundos sentimientos interiores, un incontenible anhelo por la vida y por la propia
expresión: y a pesar de todo, morir.
Ernest Becker'.

El miedo fue la primera madre de los dioses. Miedo, sobre todo, a la muerte.
Lucrecio =.

LA FA CULTAD CADA vez mayor de apreciar el tiempo lineal como algo proveniente del
pasadoayor y que se proyecta en el tiempo hacia el futuro hizo que la humanidad comprendiera dos
cuestiones fundamentales; una, relacionada con la muerte; la otra, con el sexo. Reflexionando sobre la
duración de su propia vida, los humanos se darían cuenta con el tiempo de que habrían de vivir sólo
durante un tiempo limitado. Los animales contemplan la muerte como un acontecimiento que les
sucede a los otros: un perro puede demostrar pena por la muerte de su amo, pero no es probable que
sepa que también él va a morir. Los humanos llegaron a comprender que en un determinado momento
ellos mismos habrían de sufrir la muerte de forma inevitable, con un grado de inexorabilidad que
Ernest Becker, El eclipse de la muerte. Lucrecio, Sobre la naturaleza de las cosas.
50 no admitía compromiso alguno y ante la cual no cabían argumentos ni alternativas. Cuando las
implicaciones de estos oscuros pensamientos , alaron en los hombres. empezó a atormentarles una
inquietante ansiedad, diferente del súbito miedo que todos los animales experimentan cuando se
enfrentan a un peligro inmediato*.
Para paliar la apabullante irrevocabilidad de la muerte. los humanos concibieron la existencia de una
vida futura. Al observar que los cuerpos de los muertos se corrompían, los vivos se imaginaron a sí
mismos como seres con un espíritu ectoplasmático que podía abandonar el mundo visible y continuar
viviendo: establecieron. así, complejos rituales para ayudar a la transmigración de las almas al
siguiente ámbito de existencia. Una de las características definitorias de todas las culturas humanas
fueron los ritos funerarios y los enterramientos rituales, de los cuales, los prehistoriadores han hallado
algunos de más de setenta mil años de antigüedad.
Aproximadamente en el mismo momento en que los humanos se estaban familiarizando con este
macabro tema, sin duda los hombres hicieron otro importante descubrimiento: se percataron por fin de
su papel en el proceso de la reproducción. Es muy probable que las mujeres comprendiesen esta
relación antes que los hombres. Su estrecha y constante relación con sus cachorros las habría ayudado
a percibir antes las semejanzas en los rasgos y en los caracteres de los hijos y de los padres. Los
hombres, que hasta entonces no eran conscientes de esta vital vinculación, se hicieron conscientes de
que también ellos desempeñaban un papel indispensable en laprocreación. Luego, en la mente del
hombre se fundieron estos dos decisivos conceptos, uno relacionado con la muerte, y el otro con el
sexo**.
El descubrimiento, por parte del hombre, de que podía tener herede- ros significaba que podía arrancar
de las fauces de la muerte una peque-
* Esta revelación paleolítica vuelve a producirse en cada generación, cuando el niño cobra conciencia,
aproximadamente a los siete silos de edad, de que sus padres son mortales. Extrapolando esta noción
temporal, el niño se da cuenta después de que también él ha de morir algún día_ un concepto cuya
adquisición ha de transformar su vida.
** Todos los niños, aproximadamente a los siete años, pasan por esta encrucijada de la evolución.
Habitualmente, toman conciencia de cómo se conciben los niños, casi al mismo tiempo que se dan
cuenta de que no van a vivir para siempre. Quizá sea por esta razón por lo que la Iglesia católica
admite que la edad de siete años es el inicio de la conciencia moral, y por lo que el confucianismo
chino considera los siete años de edad como el inicio de la madurez. Hasta hace muy poco, había
pueblos (los trobriand del Pacífico, por ejemplo) que no habían establecido la conexión entre sexo y
procreación. Desconocemos en la actualidad el momento en que nuestros antepasados adquirieron
estos conceptos.

victoria. engendrando un hijo al que podía transmitir su nombre. sus conocimientos v sus armas. Esto
le obligaba a asegurarse de que el recién nacido era resultado de su actividad sexual. La madre nunca
tenía dudas de su maternidad: literalmente, sus hijos procedían de ella. El hombre, por el contrario,
nunca podía estar completamente seguro. La torpe solución del hombre fue exigir a su compañera
virginidad antes del emparejamiento. v total castidad después. La procreación. un proceso sin restric-
ciones y en esencia placentero en animales con menos conciencia del tiempo. se convirtió en algo
enormemente serio para Ios humanos. Por las buenas o por las malas, la hembra se acomodó a este
restrictivo sistema. En cierto modo. disfrutar de la lealtad del hornbré también iba en su propio
beneficio y en el de sus actuales o futuros hijos. El intercambio de sexo por carne que habían
desarrollado los homínidos primitivos se convirtió ahora en algo muchísimo más complicado. El
nuevo contrato social trocaba la lealtad del macho por la castidad de la hembra, lo que en última
instancia habría de constituir la base del matrimonio. Una mujer sacrificaba su libertad sexual a
cambio de ayuda. de compañía y, tal vez, de amor. Un hombre se ofrecía a sí mismo y sus propiedades,
a una mujer y a su progenie común, con la esperanza de que los hijos que le daba fuesen suyos. La
castidad y la fidelidad se convirtieron en la primera piedra sobre la que se levantarían los futuros
patriarcados.
Entre los primates, el macho dominante es enormemente posesivo de sus hembras cuando éstas se
encuentran en el punto culminante de su celo; sin embargo, su necesidad de controlarlas no le obliga a
inmiscuirse en todos los aspectos de sus vidas. Cuando los machos humanos se dieron cuenta de que
sólo podían alcanzar cierto grado de inmortalidad a través de sus herederos, impusieron una tiranía
sobre las hembras _desde la menstruación hasta el climaterio. Gran parte de los temas más gbatidos en
nuestra cultura hasta el momento presente tienen sus raíces en la arcaica dicotomía machos/muerte y
hembras/vida.
El temor a la muerte subyace en otro rasgo peculiar de los humanos: la culpa. Comienza al tener que
matar a otra criatura para comer. Roberto Calasso. investigador de la cultura clásica, escribió:
El principal crimen es la acción que causa la desaparición de algo existente: el acto de comer. La,culpa
es, pues obligatoria rinextinguible.
Dado que los hombres no pueden sobrevivir sin comer. la culpa esta entretejida en su fisiología y se
renueva constantemente'.
En el Antiguo Testamento. la culpa entra en el mundo merced a un mordisco en una fruta.
__Cuando los cazadores-recolectores paleolíticos comprendieron que la vida era finita, todo lo vivo se
convirtió en sagrado. Sin embargo. para comer los cazadores tenían que matar a las presas, acto que
desgarró la urdimbre de la vida en la que ellos también estaban envueltos. De algún modo, los espíritus
de sus víctimas habían de ser apaciguados cada vez que un cazador extinguía la vida de otro ser para
alimentar a su familia. De los rebaños de toros. bisontes. uros y caballos que retumban en los techos de
Altamira y de Lascaux emana un sentido de esta sacralidad.
Las pruebas halladas por los prehistoriadores en los yacimientos con pinturas rupestres sugieren que
los paleolíticos veneraban también el principio femenino. Las entradas de ciertas cuevas están
custodiadas por figuras femeninas esculpidas. Halladas también en los lugares de habitación del
Paleolítico, sus exagerados pechos y nalgas y los abultadós abdómenes representan una glorificación
de la preñez. En el sur de Francia
se han identificado más de 130. objetos de este tipo4*.
Los prehistoriadores especulan con que en las mentes de los primitivos la muerte quizá no fuese sino
una fase invisible del ciclo vital. Como la hembra era la que alumbraba a los hijos, los primitivos
debían pensar que existía una hembra divina inextricablemente relacionada con la muerte (aunque el
macho era a menudo un agente). Todas las cosas que mueren regresan a la vida merced a la
intervención de la hembra: la tierra es ;a la vez seno materno y tumba **. Anne Baring y Jules
Cashford, en su libro The Myth of the Goddes (El mito de la diosa), han expresado con gran
elocuencia esta relación.
¿Podemos deducir de esto que en un principio no sólo había un solo mito fundamental, sino que había
dos: el mito de la diosa y el mito del cazador? Las figuras preñadas que aparecen en las esculturas
sugieren que
Roberto Calasso, Las bodas de Cadmo y Harmonía.
Anne Baring y Jules Cashford, The Myth of the Goddess: Evolution of an Image. 6
* Curigsamente, los prehistoriadores no han hallado jamás una imagen pintada de estas figuras
femeninas, y, a la inversa, en pocas ocasiones han hallado animales esculpidos.
** Juego de palabras que no se puede cóhservar.en español, que utiliza la rima de womb y tomb
(A. del T.I

el mito de la madre diosa estaba relacionado con la fertilidad y con lo sagrado de la vida en todos sus
aspectos, y, de igual manera, con la transformación y el renacimiento. Por el contrario, el mito del
cazador estaba relacionado por encima de todo con el drama de la supervivencia: quitar la vida como
acto ritual para poder vivir. El primer relato se centra en la diosa como imagen eterna del todo. El
segundo, en los humanos que, como cazadores, han roto continuamente esta unidad para vivir la vida
diaria del tiempo. Los dos mitos, ambos esenciales para la experiilcia humana, se separan como
respuesta a dos instintos humanos aparentemente diferentes: el instinto de relación y de encontrar
significado a la vida y el instinto de supervivencia. Parecen, pues, contar historias diferentes e incluso
excluyentes: en una, a la vida y la muerte se las identifica como fases de un proceso eterno; en la otra,
la muerte de animales y seres humanos pierde su vinculación con el todo y deja de ser sagrada. En este
caso, la muerte se convierte en algo definitivo, y trágica nuestra experiencia
vital 5.
En muchos mitos aparece una gran madre que controla los poderes gemelos de la vida y de la muerte.
Ereshkigal, en la mitología sumeria. era la.diosa,ma.dre del mundo subterráneo. Deméter era entre los
griegos diosa de la fertilidad y de la tierra, pero también madre de los muenos;; Estas creencias
también están presentes en las tribus de cazadores-re, electores de nuestros días.
El prehistoriador André Leroi-Ghouran, que ha estudiado con profundidad el período paleolítico, creía
que la divinidad femenina desempeñaba un importante papel en el sistema de Creencias. En palabras
de Joseph Campbell:
Así, desde los Pirineos hasta el lago Baikal, tenemos ante nosotros las pruebas de una mitología del
Paleolítico inferior en el que la figura individual más destacada era la diosa desnuda... 6
Entre los pueblos paleolíticos, el núcleo de un grupo de cazadores constaba aproximadamente de diez
machos adultos en plena madurez. La sociedad moderna sigue dependiendo aún de la cooperación de
apro\imadamente diez adultos, hombres o mujeres, para acometer las principales empresas. Hay diez
soldados en un pelotón, diez jugadores de campo en un equipo de fútbol, nueve en uno de béisbol,
doce miembros de un jurado, entre diez y doce en un consejo de administración, y son nueve los
miembros de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos. Diez adultos sanos y fuertes son
garantía de estímulo, de liderazgo, de cooperación y de unidad de objetivos.
Análogamente habría aproximadamente el mismo número de mujeres en edad de procrear, que habrían
de cuidar de entre treinta y cuarenta niños.,Si a esto añadimos los adolescentes y los viejos, el tamaño
más económico y eficaz del grupo de cazadores-recolectores estaba aproximadamente entre ochenta y
cien individuos. Al conocerse todos entre sí, todos estaban al tanto del estado de ánimo de los demás.
El contacto con extraños era relativamente poco habitual. Entraban nuevas esposas (o maridos) y otras
se marchaban, dependiendo de las costumbres sociales, pero la tribu mantenía una estrecha cohesión.a
tribu de recolectoras/ cuidadoras y de cazadores/matadores fue un modelo dominante en la sociedad
humana y se mantuvo casi inalterado durante 2.990.000 años.
6 Joseph Campbell, The tiqv of the Animal Powers, 73.
55
Venus de Laussel. fechada hace 22.000 años. encontrada en una cueva del sur de Francia. Ejemplo
representativo de las figuras de madres que aparecen en todo el mundo tanto en la actualidad como en
las culturas arcaicas anteriores a la aparición de la escritura.
Luego. en algún lugar. en un momento determinado. alguien se dio cuenta de que cuando las semillas
habían caído en torno de los basureros. crecían invariablemente los cereales en la siguiente estación.
Esta observación les hizo percatarse lógicamente de que si las semillas se plantaban y se cuidaban
intencionadamente. se podría conseguir una fuente de alimentación segura.
Más o menos por las mismas fechas. los humanos descubrieron que era posible domesticar y criar
rebaños de ciertos animales. La ganadería supuso una sustancial mejora en relación con la aventurada
actividad de la caza. Al difundirse su práctica, la pericia del cazador dejó de ser necesaria pata traer la
comida a casa: la comida ya estaba en ésta. alimentándose y reproduciéndose tranquilamente en los
rediles. En lugar de arriesgar su vida tratando de dar muerte a un peligroso jabalí salvaje, el hombre
podía entrar en el corral. elegir un cerdo y matarlo sin riesgo alguno.
La aptitud y conocimiento necesarios para recolectar y alimentarse se convertiría de forma gradual en
la agricultura. La horticultura acentuaba los atributos femeninos tanto de hombres como de mujeres*.
Una semilla sembrada en primavera, cultivada con paciencia y mimo, habría de convertirse en una
planta llena de grano que maduraba en otoño. Los agricultores tenían que recolectar sus cosechas; los
pastores tenían que alimentar sus rebaños. Fecundidad y fertilidad se convirtieron en los valores más
importantes de la sociedad y las mujeres se adaptaron fácilmente a la nueva forma de vida. Atender las
plantas y los animales eran tareas de cuidadoras, algo que habían estado haciendo siempre en su papel
de madres.
Los animales, sobre todo perros, gatos y caballos, se habían alimentado en los basureros de los
poblados desde el Paleolítico. En el alba de la época histórica, todos ellos eran ya animales
domésticos. El vínglulo del amor, un principio materno, ahora se ampliaba, más allá de los humanos, a
estas otras especies
La agricultura rompió el equilibrio entre recolectores y cazadores al declinar bruscamente la
importancia de la caza para la supervivencia. La rapidez con que los hombres abandonaron sus lanzas
y las trocaron en útiles de labranza sorprendió desprevenido a su sistema nervioso. Las sensibles vías
neuronales que les impulsaban a «luchar o huir», prestas a segregar adrenalina en el momento en que
apareciese el peligro, reforza-
• La horticultura es el cuidado de un hueno a pequeña escala. Agricultura es el cuidado de los campos
a gran escala. En tanto que el vigor necesario para guardar animales grandes es un atributo masculino,
el principio que subyace en la agricultura siguió siendo femenino. ban el valor de los cazadores ante la
embestida de un bisonte. La agricultura. comparada con la caza. no ofrecía demasiados alicientes. De
pronto. el macho pasó a ser necesario para alejar a otros depredadores decididos a comerse sus
cosechas v a matar sus rebaños. Para los hombre:. la vida de agricultores les exigía una drástica
adaptación psicológ:ca.
No obstante. la agricultura y la ganadería supusieron un avance tan de'cisivo que cuando las culturas
de cazadores-recolectores entraban en contacto con las agrarias. las primeras a menudo adoptaban el
nuevo y revolucionario modo de vida. por lo que. con el tiempo. la agricultura provocaría la
desaparición de la antigua forma de existencia. Las tribus de unos cien individuos vagando de un
cazadero a otro, como si de un único y gran organismo se tratase, se fueron haciendo más y más
escasasiln comparación con la cantidad de tiempo que los humanos habían vivido de forma nómada.
esta forma errante de vida casi desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Por todo el Mediterráneo y el
sur de Europa empezaron a germinar las sociedades agrarias, que habrían tenido su inicio hace unos
siete mil años.
El proceso de plantar semillas y esperar que la tierra diese sus frutos se convirtió en símbolo de la
fecundación y de la gestación. La necesidad de favorecer la fertilidad del ganado reforzó la imagen de
la hembra como dadora de vida. El paso de recolectores-cazadores a agricultores-ganaderos se
manifestó de forma simbólica en las religiones de la nueva cultura. Se produjo una decantación de los
múltiples espíritus relacionados con la caza y la reproducción de los recolectores-cazadores en favor
de una poderosa deidad femenina, a la que conocemos como Madre Tierra. No eran sólo las mujeres
las que oraban ante ella. Los hombres, cuyas proezas cinegéticas habían alimentado a toda la tribu,
reconocieron de inmediato su poder Como el generoso río de la agricultura y la ganadería se reducía a
un minúsculo goteo cuando la roya, las sequías o las plagas asfixiaban la tierra, los primeros
agricultores creían que les resultaba más provechoso aplacar a la maternal creadora que a los fieros
dioses de los cazadores. Mircea Eliade escribió lo siguiente sobre este período:
La mujer y la sacralidad femenina fueron elevadas a los principales puestos jerárquicos. Como las
mujeres realizaban una importante función en la domesticación de las plantas, se convirtieron en
dueñas de los campos de cultivo, lo cual aupó su posición social'.
Mircea Eliade, Historia de las creencias y de las ideas religiosas..
Conforme fue creciendo el tamaño de las comunidades asentadas. se fueron creando grandes proyectos
de riego  concibiendo rudimentarias funciones administrativas. Estas estructuras e instituciones
sustituyeron a las ya innecesarias empresas de caza cooperativa de los machos, aunque estas
actividades no violentas no podían satisfacer el ansia por chupar los tuétanos de los huesos de una
presa recién muerta. El instinto agresivo de los hombres, ahora reprimido. comenzó a acumularse de
manera tóxica. El deporte de la caza. las competiciones de valor, las muertes rituales y los sacrificios
humanos aparecieron por la necesidad de los hombres de encontrar un sustituto a las emociones de la
caza. Finalmente, la guerra a muerte sustituyó a la caza como principal medio para dar rienda suelta a
la agresividad innata de los hombres.
No obstante, la agricultura fue dominando poco a poco los impulsos predadores del hombre, al
vincular sus instintos asesinos al arado. Su actitud se hizo más dócil y sus callos más duros. Los
prehistoriadores han descubierto curiosos datos del período comprendido entre 7000 a.C. y 4000 a.C.
que indican una atenuación de la violencia en muchas de las primitivas comunidades agrícolas. Los
colonos solían ubicar sus poblados en los ricos lechos de los valles, y muchas de estas comunidades
carecían de fortificaciones, lo que quiere decir que estos pueblos no estaban preocupados por un
posible ataque. studiando los útiles encontrados en estos asentamientos, los prehistoria ores no ven el
predominio de las armas de guerra sobre los utensilios domésticos característico de civilizaciones
posteriores. A sus deidades no se las representa con lanzas o lanzando rayos, y en sus cementerios no
hay complejas tumbas de reyes guerreros enterrados con sus séquitos y enormes riquezas materiales 9.
A las mujeres se las suele enterrar en lugares mejores que a los hambres. Existen pocos datos que
confirmen el dominio de los muchos por parte de unos pocos. Si bien los prehistoriadores no saben a
ciencia cierta lo que sucedía en la vida cotidiana de estos pueblos, estos indicadores sugieren una
existencia relativamente libre de la violencia que parece haber caracterizado la mayor parte de la
historia de la que tenemos noticia. En todos los restos de estas culturas han acrecido fragmentos
escultóricos que representan una deidad femenina '0.
La prehistoria es una ciencia que no comienza propiamente hasta el
Anne Baring y Jules Cashford, 55. Riane Eisler, El cdfi: y la espada. '"Anne Baring y Jules Cashford,
56.
siglo XIX. habiendo estado dominada desde sus comienzos por los ' arones de raza blanca y de
religión cristiana. Con la arrogante condescendencia característica de la época victoriana, estos
primeros pioneros despreciaban las abundantes estatuas femeninas como reliquias de algún .culto a la
fertilidad» sin demasiada importancia. La idea de que hubiese un tiempo en que el mundo. que no
hacía mucho que se había hecho sedentario. rezase a una diosa, era sencillamente algo demasiado
estrambótico como para merecer un estudio detenido. A finales de la última década del siglo XIX.
Arthur Evans realizó excavaciones en Cnosos, el refinado palacio minoico de Creta que tuvo su
momento de esplendor entre 3500 a.C. y 1500 a.C:Ln 1957, James Mellaart informó acerca de sus
excavaciones de las primeras comunidades agrícolas en el sur de Turquía. en Catal Hü- yük y en
Hacilar, activas entre 7000 a.C. y 5000 a.Cjranto su trabajo como el de Evans contribuyeron a crear
una nueva metodología. obligando a otros prehistoriadores a revisar sus puntos de vista.
Mellaart llegó a la conclusión de que habían sido las mujeres las que halan creado la religión neolítica,
desarrollado la agricultura y controlado sus productos. Pensaba él que estos factores explicaban la
ausencia de castas militares, de autoridad central o de artes de la guerra en época neolítica". Los
arqueólogos no han hallado en sus excavaciones pruebas que confirmen que los pueblos neolíticos
guerreasen de forma organi-
zada 'Z.
Poco a poco se fueron acumulando pruebas de que las esculturas fe' meninas de la fertilidad no
formaban parte simplemente de un «culto», sino que eran iconos de la principal religión neolítica entre
8000 a.C. y 3000 a.C. Luego, en el curso de los siguientes dos mil años, el poder de la dióisa y su
posición sufrieron una rápida erosión. Los guerreros dioses celestes estaban en ascenso en todos los
territorios. Las culturas que se habían guiado en virtud del predominio de los valores ligados al hemis-
ferio derecho del cerebro se vieron sometidas por las regidas por los valores correspondientes al lado
izquierdo; se inicia la época de los patriarcados, a pesar de que las sociedades siguieron siendo
agrícolas. Elinor Gadon, una historiadora feminista, ha sugerido que «Cuando contemplamos la época
histórica del patriarcado... parece existir una terrible ineluctabilidad, un implacable deseo de aplastar la
esencia femenina, huma-
" James Mellaart, Excavation az Hacilar. 249.
'2 Entrevista al profesor Jean-Phillippe Rigand, National Geographic. 448.
na o divina. La razón de ello es una de las cuestiones más desconcertantes de nuestra época»'
En respuesta al interrogante de Gadon. la prehistoriadora Marija Gimbutas conjeturaba. en los años
sesenta. que un pueblo de pastores al que se conoce como cultura kurgana. domesticó el caballo en-el
sur de Rusia hacia 5000 a.C., organizándose las primeras tropas a caballo 14. Gimbulas afirma que
estos jinetes salieron de las estepas rusas a partir de 4500 a.C. y se precipitaron sobre unos pacíficos
asentamientos de agricultores. matando a los hombres, esclavizando a las mujeres y apoderándose de
sus riquezas y de sus tierras. El pueblo kurgano, según la hipóte- sis de Gimbutas. reprimió el culto a
la diosa de la tierra. sustituyéndola por sus dioses celestes.
Los libros de historia nos hablan de la existencia por doquier de estas brutales invasiones, y la teoría
de las hordas kurganas de Gimbutas parece una explicación verosímil del repentino declive de la diosa.
Riane Eisler, Merlin Stone, Jules Cashford y Anne Baring, entre otros, aceptan la teoría de los
kurganos. Sin embargo, la teoría de Gimbutas plantea serios problemas. Los historiadores saben muy
poco sobre la cultura kurgana. Existen pocos datos arqueológicos claros ,que apoyen sus argumentos.
Además, 'y lo más convincente de todo, los precedentes históricos son contrarios a esta teoría.
Siempre que un pueblo primitivo ha entrado en contacto con una cultura más avanzada, la transmisión
de valores-ha tenido lugar inevitablemente de la más avanzada a la más primitiva. Los pueblos de la
diosa. eran más avanzados que el nómada pueblo kurgano. La agricultura había hecho que las culturas
de la diosa creasen asentamientos permanentes, lo cual sirvió de estímulo para una mayor
diversificación económjya y para el progreso incesante en la técnica, en la metalurgia, en la
arquitectura y en el conocimiento en general.
Según Gimbutas, los pastores kurganos apreciaban astutamente las ventajas de la vida agrícola y
abandonaron sus costumbres nómadas, asentándose para así dominar a los pueblos agrícolas vencidos.
Pero como, en virtud de este acto de imitación, reconocían tácitamente la superioridad de sus súbditos,
¿por qué el pueblo kurgano no comenzó a rendir culto también a la diosa?
Elinor W. Gadon, The Once and Future Goddess. 213. " Marija Giinbutas, The Language of the
Goddess. xx.
La historia ofrece muchos ejemplos de vencedores de culturas primitivas absorbidos por los pueblos
más avanzados a los que vencían. Cuando Roma conquista Grecia. opta por las costumbres más
avanzadas de los griegos. Unos pocos siglos más adelante, cuando los guerreros visigodos
ostrogodos echan abajo las puertas de Roma, abandonan inmediatamente sus creencias politeístas y
adoptan la nueva religión cristiana de sus enemigos. Las hordas mongólicas, parecidas a las de los
kurganos de Gimbutas, salieron en tropel de las estepas asiáticas para- atacar las avanzadas ciudades
islámicas del siglo XIV. Bagdad. un gran centro de cultura y del saber del islam, fue totalmente
destruida durante el saqueo de 1348. Sin embargo. Bagdad siguió siendo islámica tras la conquista. y
el islamismo se convirtió en religión mayoritaria de Mongolia Exterior. La teoría de que los jinetes
kurganos destronaron a la diosa no explica de forma verosímil el comienzo simultáneo y universal del
patriarcado y los subsiguientes cinco mil años de dominación de este sistema.
El antropólogo Claude Lévi-Strauss creía que el declive de los valores femeninos comenzó como
consecuencia de la costumbre, muy anterior, del intercambio de esposas. Basándose en el tabú contra
el incesto. pensaba que la exogamia cumplía dos funciones: impedía los defectos congénitos heredados
que se dan con la endogamia y reforzaba las alianzas entre tribus. Como la edad a la que las mujeres
pueden concebir hijos es mucho menor que la edad con que los varones pueden tornar su lugar junto a
los cazadores,pechos y derechos, los jóvenes maridos. entonces como ahora, solían ser varios años
mayores que sus esposas. Por consiguiente, los ancianos de la tribu intercambiaban con mayor
frecuencia a las nias que a los niños, que tenían mayor edad. Lévi-Strauss propone que en el momento
en que los hombres comenzaron a considerar a las mujeres como objetos de intercambio, comenzaron
también a apropiarse del poder de las mujeres 15. Su hipótesis no explica el drástico movimiento de
ida y vuelta del principio masculino al femenino. primero. y del femenino al masculino después, que
tuvo lugar antes, durante y después de los primeros cinco mil años de agricultura. ¿Por qué tuvieron la
mayoría de sociedades esa orientación tan marcada hacia lo femenino inmediatamente después de la
adquisición de la agricultura, aunque los ancianos continuasen intercambiando a las niñas como
esposas?
" Claude LEvi-Strauss, Las estructuras elementales de parentesco. 179 y sigs.
6 61
En 1974. la antropóloga Sherry Ortner afirmó que los papeles de género entre el hombre  la mujer
divergieron porque existe una tendencia universal en las sociedades a asociar al hombre con la cultura
y a la mujer con la naturaleza. Todos los grupos humanos luchan por elevarse por encima de la
naturaleza, dominándola, dando tácitamente mayor valor a la cultura 'f._Ortner no hizo sino reiterar lo
que Freud y otros investigadores habían dicho en relación con la importante diferencia entre la edu-
cación de los niños y de las niñas: todos los niños aman a la primera mujer de su vida, su madre. Sin
embargo, para convertirse en hombres han de rechazar los valores que-ella representa. con la intención
de ser libres de identificarse con los hombres. Las niñas no experimentan esta ambivalencia: pueden
querer a la madre y seguir identificándose con ella, ya que aspiran a emularla. Este inevitable dilema
masculino ha llevado a la devaluación de las mujeres en todas las sociedades estudiadas por Ortner.
La tesis de Ortner no explica el predominio de la iconografía femenina en la mitología, en la escultura,
en el s embolismo y en los rituales de las sociedades de la diosa, una iconografía que parece venerar a
la naturaleza por encima de la cultura.
Friedrich Engels, cofundador del marxismo, creía que la desaparición de la Gran Diosa y la «den-ota
histórica del sexo femenino» se debió al surgimiento de la propiedad privada. Los cazadores —
explicaba Engels—, debido a sus costumbres nómadas, tenían una relación débil con la tierra. La
agricultura introdujo el concepto de propiedad de la tierra y produjo un excedente de alimentos, que a
su vez originó excedentes de riqueza, que se tradujeron.en poder. El concepto de propiedad de la tierra
—escribía Engels— facilitó la idea de «poseer» a las mujeres y sustituyó el concepto que tenían los
recolectores-cazadores de las mujeres como compañeras por e4l.paradigma de las mujeres como
bienes muebles. La «invención» de la propiedad privada, sin embargo, no explica convincentemente el
radical paso del culto a la diosa al culto al dios*. William Irwin Thompson y Jane Jacobs han
propuesto, más recientemente, que la creación de riqueza excedente que se da en la revolución agraria
redujo de tal modo la consideración social de los cazadores que tuvieron que recurrir a la conquista, lo
que a su vez originó la caída de las sociedades igualitarias y, en última instancia, la derrota de la diosa.
Shern B. Ortner, «Is Female to Male as Nature Is to Culture..
* El razonamiento de Engels. evidentemente, ignora la posibilidad de que los hombres en las
sociedades de cazadores-recolectores también buscasen la propiedad. De hecho, casi todos los machos
de los mamíferos, incluidos nuestros ancestros, los primates. muestran un intenso sentimiento de
territorialidad_
Gerda Lerner. una historiadora feminista actual. plantea que la calda de la diosa se debió a la
formación de los estados arcaicos. Los emer, : n- tes gobiernos exigían una organización compleja.
Para regular de forma eficaz el comercio, para almacenar los excedentes. defender las ciudades y
diseñar los proyectos de riego, el poder. necesariamente. se concentró en las manos de unos pocos.
Esta autoridad centralizada del primitivo e incipiente Estado favorecía a los fuertes. y el macho
dominante comenzó a ser llamado rey. Para justificar su autoridad, invocaba su parentesco
El arte de la cultura minoica. de la Edad del Bronce, indica que las mujeres gozaban de una alta
posición social. Sacerdotisa con serpientes (izquierda) y cortesanas (abajo).
divino. La esclavitud se convirtió en parte integral de la economía de estos estados arcaicos.
Los cazadores-recolectores recurrían en pocas ocasiones ala esclavitud: no se podía confiar en que los
guerreros capturados fuesen leales durante las cacerías. y eran demasiado peligrosos como para
dejarlos atrás con las mujeres y los niños. La agricultura hizo posible la esclavitud, ya que unos
cuantos guardianes podían supervisar el trabajo de muchos esclavos obligados a realizar las tareas más
duras de la agricultura.A las mujeres capturadas se las podía obligar a someterse sexualmente. aumen-
tando así su deshumanización. La fuerza bruta y_ la crueldad, dos atributos del cazador/matador, eran
muy admirados por los gobernantes de estas primeras civilizaciones. La doctora Lerner propone que la
elevación de estos valores a costa de los de la recolectora/cuidadora fue un factor decisivo en el
derrocamiento de la diosa.
Por muy sugerente que sea esta hipótesis. no explica las numerosas sociedades arcaicas basadas en el
culto a la diosa que existieron entre cinco y tres mil años antes de nuestra era. No tenemos más que
contemplar los alegres murales del palacio de Cnosos para percibir el carácter femenino de la cultura
minoica. El rey Minos, según la mitología griega, exigió a todos los territorios bajo su dominio que
enviaran como tributo jóvenes y saludables esclavos. Si la formación de los estados arcaicos fue lo que
dio pie al patriarcado, ;por qué entonces había tantos estados arcaicos adoradores de la diosa que
poseían esclavos, en el período que siguió a la invención de la agricultura, pero tan pocos tras los
comienzos de la historia escrita?
Yo planteo que el patriarcado no tuvo su origen en una invasión del exterior, sino que esta radical
transformación entre lo femenino y lo masculino, de los valores de la madre amantísima a los modos
dL 'patriarca dominante, se debió a unas fuerzas que sutilmente estaban operando en el interior de
estas sociedades. Algo ocurrió hace cinco mil años, tan importante en su momento como el
descubrimiento de la agricultura lo había sido cinco mil años atrás. No fueron los jinetes kurganos
procedentes del norte los que pusieron fin al reinado de la diosa, ni tampoco la aparición de la
propiedad privada, ni la aparición de los excedentes. Si bien todos estos acontecimientos tuvieron que
haber desempeñado un papel, yo planteo que el factor decisivo en la caída de la diosa fue una creación
revolucionaria que se produjo en ese mismo período: la escritura. Primero la escritura en sí, y luego el
alfabeto, su forma más perfeccionada, fue lo •
que firmó la sentencia de muerte de los valores femeninos. no sólo metafóricamente hablando. sino.
como veremos. de una manera bastante literal. Los alfabetos son la razón de que la percepción de la
cultura occidental se alterase de forma drástica. Este fue el coste oculto de la escritura. El guerrero-
dominador patriarcal que desempeña un papel tan prominente en todos los libros de historia de
Occidente alcanzó el éxito por la misn;aima invención de los libros.

CAPÍTULO 5
No verbal / verbal
En la comunicación oral. el ojo. el oído. el cerebro y los sentidos. y todas las facultades. actúan conjuntamente en frenética
cooperación y rivalidad. provocando. estimulando y complementándose unos aotros.
Harold Innis'.

Los datos indican que aprender a leer  escribir una lene ua durante la juventud influye en el modo de funcionamiento de
los hemisferios cerebrales.
Robert Ornstein 2.

pARA HABLAR necesitamos la cooperación de ambos hemisferios del cerebro, de igual modo que
utilizamos ambas zonas de la retina y ambas manos. Si bien el habla se genera fundamentalmen-
te en.el lado izquierdo del cerebro, el dominante, la articulación requiere la activación de músculos
controlados por igual por ambos hemisferios. Los conos y los bastones de la retina entran en
funcionamiento cuando hablamos y escuchamos; en muchos casos, el ojo del que escucha capta más
información sobre el significado del mensaje del que habla que su oído. La gestualidad es también una
actividad dual en la que participan ambas manos. Su papel varía, dependiendo del contenido
emocional de la conversación y del trasfondo étnico de los que hablan, pero la gesticulación siempre
está presente.
Cuando la palabra escrita comenzó a sustituir a la palabra hablada, el predominio del lado izquierdo
aumentó de forma importante. Para escri bir v leer. el individuo utiliza fimdamenralmenre el
hemisferio izquierdo. i"rnican;enre los conos del cazador v únicamente la mano que nata. Con los
golpes o trazos de millares de cinceles, estilos. pinceles  plumas. la escritura provocó la disminución
del papel complementario del lado derecho del cerebro en la creación y en el desciframiento del
lenguaje. reduciendo con ello la importancia de los bastones de la retina y de la mano izquierda.
Si bien nadie sabe exactamente cuándo comenzó a hablar la especie humana. existen suficientes datos
científicos como para poder hacer una cauta conjetura. Es posible que los gestos precedieran a la
vocalización. Unos milisegundos antes de que las cuerdas vocales comenzasen a vibrar. los músculos
de manos y cara comenzarían a agitarse?. De los 408 músculos de nuestro cuerpo, un número
desproporcionadamente grande de ellos está 'situado en la cara. siendo la función primordial de
muchos de ellos expresar emociones.
Otra característica humana que se desarrolló junto con la gestualidad es el peculiar color de nuestras
manos. Entre las diversas especies de primates, sólo los humanos. incluidos Ios nativos de África cuya
piel tiene un alto contenido melanínico, carecen de pigmento en la palma de la mano. Una explicación
de este rasgo tan peculiar es que hubiese contribuido antaño ala función de comunicación de las
manos. Antes del desarrollo completo del lenguaje hablado, nuestros antepasados se sentaban en
derredor dei fuego hablando y gesticulando los unos ante los otros. El que las palmas de las manos
fuesen de color claro tenía la ventaja de hacerlas más visibles en condiciones de poca luz°.
El gesto es un componente tan esencial del lenguaje que es casi imposible mantener una conversación
sin él. En algunos casos es el medio más eitpresivo. Cualquiera al que se le diga que describa una
escalera de caracol acompañará inevitablemente su respuesta hablada con un movimiento helicoidal de
la mano. Esta mímica es mucho más descriptiva de lo que pudieran serlo las palabras.
El oído es el sentido más importante para comprender el lenguaje hablado, pero mientras se escucha se
está controlando visualmente las expresiones faciales y el lenguaje corporal. Los bastones de la retina
permiten la percepción de las configuraciones (gestalts) y de los pequeños

' Harold Innis. The Bias of Communication, 105. Robert Ornstein. The Right Mind. 4a •

G. W. Hewes, .Current Status of the Gestural Theory of Language Origin». en Origins and Evolution
of Language and Speech.
Ibid., 498.

movimientos en la periferia del campo visual: en mayor grado que los conos. son expertos en detectar
sutiles indicios. Es posible que el oído del que escucha no perciba el golpeteo sobre la mesa de los
dedos nerviosos del que habla. pero la visión periférica reno pierde de vista» esta reveladora
información. Tampoco deja de percibir que su cabeza se mueve de un lado a otro (indicando rechazo).
mientras dice que está totalmente de acuerdo con una actitud. (De estos dos mensajes contradictorios,
el que escucha sabe intuitivamente que el no verbal es más fiable.)
La visión es también importante para el que habla. Al hablar, se mira constantemente al que escucha,
en espera de respuestas no verbales. Si cree que su mensaje está logrando el efecto deseado (o no
deseado), puede modificar su tipo de discurso a mitad de una frase. También puede reducir lo que dice
a una especie de taquigrafía oral si confía en que los gestos de asentimiento significan que sus frases
inacabadas y sus pensamientos incompletos están siendo anticipados y comprendidos.
Millones de personas asisten por televisión a debates electorales. Si se les pregunta por qué piensan
que es necesario observar a los candidatos por televisión, cuando ya han leído sus opiniones en el
periódico, muchos contestan que quieren ver cómo se comporta cada uno de ellos. Sin tener en cuenta
el contenido del discurso. el hemisferio derecho del espectador evalúa la sinceridad, la inteligencia, la
honradez, el ingenio y su franqueza. La conducta durante una conversación es, en muchos casos, más
esclarecedora que su contenido, lo que confirma la justeza del aforismo chino: «Acerquémonos al
fuego para ver mejor lo que decimos.»
En un determinado momento de nuestro remoto pasado, el habla sustituyó al gesto como principal
medio de la comunicación humana. Sin embargo, los centros del lenguaje del lado izquierdo del
cerebInunca eliminaron por completo la influencia que el lado derecho, más antiguo, tiene tanto en la
creación como en la comprensión del lenguaje oral. Si la palabra hablada fue resultado de un delicado
equilibrio en el reparto de tareas entre los lados femenino y masculino del cerebro, la invención de la
escritura lo trastocó por completo.
El que escribe una carta no percibe de forma instantánea la reacción para poder juzgar el impacto de
las palabras en el receptor; una carta, además, priva al lector del lenguaje corporal, de la expresión
facial y de otras claves que habitualmente se captarían del autor de la carta. «Leer entre líneas» es un
ejercicio mucho más difícil que evaluar las pistas no verba- les de la comunicación oral. Ferdinand de
Saussure. uno de los primeros investigadores en este campo. apuntó: «La escritura vela la apariencia
del lenguaje: no esotra faz del lenguaje sino su antifaz» * s
El habla y la escritura se diferencian fundamentalmente en un aspecto puramente mecánico. Todas las
lenguas habladas han de desarrollarse dentro de un margen de velocidad bastante estrecho: si es
excesivamente rápida, el que escucha tendrá problemas de comprensión: si es dema- siado lenta. el
receptor se aburrirá: si demasiado monótona. el oidor desconecta: si demasiado histriónica. el oidor se
agobia. Es el que habla el que fija el tempo que ha de seguir el (lúe escucha. Al leer sucede lo con-
trario: el hemisferio izquierdo del lector goza de un control absoluto. I
La apreciación de la música reside principalmente en el hemisferio derecho. La inflexión y el ritmo
son,cualidades musicales que forman parte esencial del habla. Un cambio en la forma de la exposición
y en el énfasis de ciertas frases y palabras puede reconducir sutilmente el significado total dei mensaje
del que habla. El hablador ** puede dar a entender o exagerar los giros con dobles sentidos, juegos de
palabras e interpretaciones en clave humorística simplemente con variar su inflexión. Por el contrario,
la palabra escrita es muda. Los escritores utilizan los signós.de puntuación para solucionar esta seria
desventaja. Es verdad que estos símbolos pueden dar vida a la prosa, pero un signo de interrogación
siempre será un pálido reflejo de ese gesto en que uno de los interlocutores enarca las cejas mientras
una sonrisilla burlona se apodera de su boca.
Con el lenguaje hablado, tanto el hablador como el oidor han de ocupar espacios físicos co'ttiguos y
simultáneos para que la interacción tenga lugar ***. La generación del habla y la comprensión del que
escucha son sucesos simultáneos. El mensaje de la palabra escrita se descifra en un determinado
tiempo futuro y habitualmente en un lugar diferente. Es lineal. El habla está determinada por el aquí y
el ahora. El contexto de la escritura es el allí y el después.
[El habla es el supremo acto de la improvisación, y todos, en un momento u otro, hemos quedado
sorprendidos por la elocuencia de nuestro
* Juego de palabras en el original entre guise (aspecto) y disguise (disfraz). (N. del Ti Jacques Derrida,
Of Grammatologv, 35.
** Parece absurdo que en nuestro idioma esta palabra sólo tenga oficialmente un sentido peyorativo y
no simplemente el de «persona que habla., que traduciría el speaker inglés. (N. del T.)
*** Durante la inmensa mayor pane de la historia de la humanidad, esta condición ha sido cierta,
Recientes avances. tecnológicos. comrnOlac 4grafo, la radio,, cl teléfono. etc., tan aportado nuevas
excepciones.
interlocutor. Todos los días pronunciamos complejas frases que no hemos planificado de antemano. De
alguna manera. en los intersticios del centro del habla de Broca, situado en el hemisferio izquierdo. se
van empalmando a toda velocidad frases gramaticalmente correctas que emergen en forma de dicción
relativamente continua.i En la mayoría de las con- versaciones hay pocas interferencias de ningún
corrector de estilo. Esto ayuda al oidor a poder evaluar el mensaje del hablador. No se puede rebobinar
un la¡).cirs linguae.or el contrario, eI escritor posee un control mucho mayor que el que habla, más
tiempo para pensar y calcular el efecto de las palabras. permitiéndose revisar y corregir lo que va a
recibir el que lo leaj
También falta en el lenguaje escrito la cualidad estética de la voz. Los diferentes tipos de voz —triste,
insinuante, forzada, evasiva, seductora, sincera. convincente o estentórea— evocan diferentes
respuestas emocionales. Mientras atiende de forma consciente al contenido del lenguaje hablado. el
receptor está evaluando subliminalmente el registro emocional del discurso*.
Aunque el lado derecho del cerebro puede a veces evaluar el contenido no verbal (grafológico) de la
escritura manuscrita, esta mísera cantidad de matices palidece si la comparamos con las claves no
verbales que se pueden deducir de la inmensa diversidad de expresiones faciales. En nuestros días, la
imprenta y luego la máquina de escribir aminoraron aún más la participación del lado derecho del
cerebro al reemplazar la individualidad del manuscrito con la uniformidad e impersonalidad de la ti-
pografía.
Mientras que en la conversación actúan a la vez los bastones y los conos en habladores y oidores, en la
lectura se requiere solamente un pequeño círculo de visión en túnel para poder seguir la progresión
lineal de las palabras en la página. La información contenida en un párrafo que se halla más adelante
no interesa hasta que el lector llegue a ese punto.
El ojo del escritor utiliza sólo la visión de los conos para seguir la
I.
ta de la tinta que va saliendo de la pluma en su avance por la cuartilla.
* Escuchar radio nos proporciona únicamente claves auditivas. Nos imaginamos el aspecto del ir habla
basándonos exclusivamente en las caí eterfsticas de la voz. Cuando vemos fotografías de alguien a
quien conocemos sólo por su voz, la imagen chirría al resultar por lo general completamente'diferente
del rostro que habíamos imaginado. escritura manuscrita. al igual que la lectura. opera de manera
lineal \ secuencial.. y como en todas las formas de visión en que participan los co nos, requiere un alto
grado de concentración– Si estamos escribiendo t o leyendo) en una habitación donde hay estímulos
periféricos que nos distraigan, generalmente nos levantaremos a apagar el televisor o nos iremos a un
lugar más tranquilo. Por el contrario. nuestra capacidad para mantener una conversación nos permite
hacer bromas en una fiesta atestada de gente, sin darnos cuenta de la cantidad de información visual o
incluso sonora que nos llega.
Los caracteres tipográficos de esta página tienen serifs o gavilanes. Son esos trazos horizontales en la
parte superior e inferior de la mayoría de las letras. Estos remates triangulares constituyen algo que
equivale a un conjunto de rieles que marcan unos caminos que los conos del ojo pueden seguir
fácilmente. Sirven para que el proceso visual del pensamiento del lector se deslice suavemente sobre la
página impresa. Acentúan el carácter secuencial de la palabra escrita. No hay gavilanes en la expresión
de una mirada o en una sonrisa.
El lenguaje hablado exige la participación activa de cada uno de los músculos somáticos gemelos de la
vocalización. La emisión de la palabra árbol implica un esfuerzo igual de los lados derecho e izquierdo
del diafragma, de ambas cuerdas vocales, la colaboración entre los lados
opuestos de la lengua y el cerrarse de ambas mitades de los labios. Todo el que haya salido de la
consulta del dentista después de que la anestesia le haya paralizado un lado de la lengua y los labios
comprenderá perfectamente que la articulas ón de las palabras depende de la musculatura de ambos
lados de la boca.
En la escritura participan solamente los músculos de un lado del cuerpo. En lk escritura propiamente
dicha, ya sea con estilo, pluma de ave, lápiz o pluma estilográfica, interviene la mano dominante,
controlada por el hemisferio dominante. La participación del lado derecho del cerebro se reduce de
forma notable. La mano izquierda no cumple función alguna durante esta actividad. La evolución ha
seleccionado a la mano dominante para que fuera la agresora, la mano que empuña la maza, que blan-
de la espada y que aprieta el gatillo. La colocación de la pluma en la mano de la lucha le da una
impronta agresiva al lenguaje escrito, lo cual la diferencia del habla, que depende en mayor medida de
una actividad dual de colaboración.
Signos no verbales, configuraciones concretas, música, inflexión, es-
¡wrttwteit1ad. simultaneidad. estética. emoción. lapsus linguae. gesticulación v visión periférica son
rasaos que el lado derecho del cerebro procesa mejor. El habla y su recíproco, la escucha. son
actividades cerebrales que requieren un intenso tráfico en ambos sentidos a través del cuerpo cal loso.
La palabra escrita emerge de linealidad. secuencia. reduccionismo. abstracción. control. visión central
v de la inane dominante. todas ellas características definitorias del cazador/matador. La escritura
supuso una alteración de proporciones inmensas que separó el carácter integrado de la comunicación
del recolector-cazador y la colaboración entre ambos hemisferios cerebrales. La escritura hizo que el
hemisferio izquierdo, apoyado por los incisivos conos del ojo y la agresividad de la mano derecha,
dominase Sobre el derecho. La marcha triunfal de la escritura, iniciada hace cinco mil años, venció a
los valores del lado derecho del cerebro, y con ellos a la diosa. El patriarcado y la misoginia fueron su
resultado inevitable.

CAPÍTULO 6
Cuneiforme / Marduk
En la historia del Homo sapiens. el libro es ur, desarrollo antropológico similar, en esencia. a la iris ención de la rueda.
Joseph Brodsky'.
Si una mujer habla contra su hombre. su boca será machacada con un ladrillo al rojo 2.
Del código de Urokagina de Lagash. el código
mesopotémico.más antiguo que se conoce,
h. 2350 a.C.

LAS IMÁGENES pintadas fueron anteriores a la escritura. El deseo de dominar a las fuerzas de la
naturaleza llevó a los humanos a crear imágenes del mundo que les rodeaba. Si los dioses habían
hecho el mundo, su imitación en imágenes era un acto divino, portador de la ilusión del poder.
Los pictogramas, primer intento de la humanidad de hacer de la comunicación algo perdurable, fueron
precursores de la escritura. Los ni- ños enfila guardería o en el jardín de infancia reproducen estas
primitivas formas artísticas cuando empiezan a dibujar figuras de palotes con lápices de colores. Dado
que el dibujo de imágenes miméticas requiere. en primer lugar, que el cerebro determine los elementos
esenciales, como forma, tamaño y la relación de las partes con el todo, los pictogramas y todos los
tipos de arte visual que habrían de venir después quedarían fundamentalmente bajo el control del lado
derecho del cerebro.
Los petroglifos (pictogramas sobre piedra, o arte parietal) aparecen
' R. Patton Howell. ed.. Beyond Literacy. The Second Gutenberg Revolution. 25. Gerda Lemer, The
Creation of Patriarchy, 63.
72
73
en todos los lugares donde han vivido los humanos. Prácticamente indescifrables. estas elementales
representaciones son el documento que los humanos anteriores a la escritura han legado a la
posteridad. La llegada de la agricultura modificó esta actividad artística. Aproximadamente en 3000
a.C. florecieron dos centros de civilización en el Creciente Fértil —Metiopotamia y Egipto— y cada
uno de ellos desarrolló una forma característica de escritura.
Entre los primeros pobladores de Mesopotamia se encuentran los sumerios. una agrupación poco
cohesionada de comunidades asentadas en la rica llanura situada entre los ríos Tigris y Éufrates. El
sistema de irrigación de los sumerios les proporcionaba abundantes cosechas y fue el origen de sus
pujantes poblamientos. Los asentamientos gemelos de Uruk y de Ur adquirieron tamaño suficiente
como para poder ser considerados ciudades. Al expandirse el comercio. el espinoso problema de re-
gistrar las transacciones comerciales hizo surgir la necesidad de un mejor sistema para darles
permanencia. Al concebir la solución,. los sumerios dieron el primer paso de un proceso que habría de
transformar. las relaciones humanas. A ellos se debe la invención del primer lenguaje escrito, que
consistía en realizar pequeñas marcas en forma de cuña en tablillas de arcilla fresca con un palito
afilado. La primera inscripción cuneiforme aparece hacia 3100 a.C.*.
En principio de carácter muy pictográfico, los ideogramas cuneiformes se fueron haciendo cada vez
más abstractos, hasta que cada uno de sus signos visuales se convirtió en un símbolo estilizado que
representaba una idea, un concepto, un objeto o una acción. Este proceso de abstracción, asociado con
el lado izquierdo del cerebro, fue compensado por otro característico del derecho: las figuras
realizadas con estaliemarcas en forma de cuña no estaban dispuestas en forma lineal. Los primitivos
escribientes sumerios colocaban los caracteres al azar, dentro de los límites de la tablilla 3. Los
escribas tenían que basarse en gran medida en el reconocimiento de patrones —la percepción
simultánea de todos los símbolos— para poder dar sentido a los mensajes.
Los primitivos sumerios nunca se dieron cuenta del potencial de su lenguaje escrito. Para ellos, la
escritura servía fundamentalmente como un medio de registrar el número de jarras de aceite de oliva
que un fiel
* Recientemente (mayo de 1999) se ha publicado que la escritura de los harappa se puede datar 400
años antes. (N. del T.)
C. B. F. Walker, «Cuneiform.” en Reading the Past. del templo ofrecía a un dios determinado. o el
número de carneros que sacrificaba. En un determinado momento, los sumerios comenzaron a
transcribir su literatura. si bien este tipo de tablillas representan un pequeño porcentaje de la escritura
sumeria que conservamos. Al reparar en la importancia de su innovación. los sumerios crearon
escuelas. Pronto emergería una influyente casta de escribas, y. a medida que las ciudades sumerjas
crecían en complejidad. también iba aumentando su posición social.
Los acadios, un pueblo procedente del norte, conquistaron Sumeria cinco siglos después de su
fundación. Fueron suficientemente perspicaces como para darse cuenta del valor de los minúsculos
triángulos impresos en arcilla. Como los acadios hablaban una lengua diferente de la de los sumerios,
tuvieron que adaptar la escritura cuneiforme. inventando fonogramas, símbolos que sustituían a las
sílabas habladas. Estas abstracciones fueron reemplazando cada vez en mayor medida a los primeros
ideogramas, basados en imágenes. Los caracteres cuneiformes cumplían ahora dos funciones: un
carácter aislado representaba tanto la imagen de un nombre como el sonido de una palabra. Así, la
necesidad. madre de todos los inventos, obligó a los acadios a crear el padre de todas las abstracciones:
la escritura fonética. Los acadios, en menos de un siglo desde la conquista de Sumeria, se habían
deshecho de la mayor parte del contenido pictográfico de la escritura cuneiforme. La proeza acadia de
transcribir sus palabras habladas mediante el sistema sumerio de escritura señaló el camino que
habrían de seguir otras culturas. Pronto 'aparecerían variaciones de la escritura cuneiforme en todos los
estados vecinos.
Influidos por la abstracción de su sistema de escritura, los acadios inventar9n palabras para conceptos
tan abstractos como justicia. destino y verdad. Comenzaron también a crear una literatura de gran
riqueza. La épica religiosa, que hasta entonces se había transmitido exclusivamente por vía oral, fue
grabada en arcilla y luego cocida en hornos. Durante la asimilación acadia de la cultura sumeria, la
escritura cuneiforme se convertiría en un lenguaje muy flexible facilitando la proliferación de docu-
mentos escritos.
Los acadios intuyeron que el significado sería más accesible si los signos cuneiformes se dispusiesen
de forma lineal. En un principio, las palabras se escribían de derecha a izquierda; otras veces, de
izquierda a derecha, y en unos cuantos casos, de arriba abajo. En torno a 2300 a.C., el sentido de la
escritura se estabilizó. La escritura cuneiforme mostraría
74 75
a partir de entonces la característica linealidad propia del hemisferio izquierdo  pasaría a realizarse
siempre de izquierda a derecha.
A pesar de estos perfeccionamientos. la escritura cuneiforme siguió siendo difícil de aprender. tanto
para la lectura corno para la escritura. porque los escribas estaban obligados a conocer una gran
cantidad deca- racteres distintos. Para asegurarse de ser comprendidos. a menudo los es-,_ cribas
grababan sus mensajes de forma redundante. El sistema resultaba confuso para todos excepto para un
grupo extremadamente pequeño de xonocedores. que constituyeron una elite especializada.
Los sumerios creían que la escritura cuneiforme había sido un.regato de Nisaba. diosa del grano y del
almacenamiento. Dado que la escritura cuneiforme es en esencia una manera ingeniosa de almacenar
los pensamientos. fue una atribución perfectamente coherente. Tras la conquista de Sumeria, con la
transformación de una escritura pictográfica en una más abstracta, secuencia) y lineal, la diosa fue
sustituida por Nabu, el dios acadio de la escritura.
En el panteón politeísta de los sumerios, las diosas tenían un considerable poder. Desde los estratos
más antiguos de su cultura, los sume- ríos veneraban una deidad suprema femenina. En una de las
tradiciones, la gran diosa Nammu, que representaba el agua, elemento primordial del Universo, creó al
dios del cielo An y a la diosa de la tierra Ki. La posición de privilegio de la madre Nammu se
correspondía con la alta consideración de que gozaba la mujer en la sociedad sumeria. Las excavacio-
nes de las tumbas reales de Ur revelaron que las reinas gozaban de la misma categoría, poder y riqueza
que los reyes.
Además de los documentos escritos, existen magníficas representaciones icónicas en las que se
representa a las mujeres con urgran respeto. De muchas de las figuras femeninas emana sabiduría y
autoridad. La primera voz claramente literaria identificable en los documentos sumerios pertenece a
Enheduanna, una mujer4.
An y Ki copularon y engendraron la primitiva familia divina de Mesopotamia, cuyo miembro más
importante era Inanna. Era una diosa sexual que otorgaba la fertilidad y la fecundidad a los mortales.
Su consorte, Dumuzi, era un dios menor cuya única función fue ser su paciente esposo y morir todos
los inviernos para que Inanna le pudiese resucitar en primavera. Sin embargo, Inanna no era una mujer
que estuviese cerca
' !bid.

Inanna sosteniéndose los pechos, h. 2000 a.C.


del hogar. Al contrario que Dumuzi, corría muchas aventuras. Inanna controlaba el destino de los
mortales. Gobernaba desde el más alto trono celestial, realizando juicios y administrando los destinos.
Su tótem era el búhoky también era la diosa de la sabiduría. No tenía tareas domésticas y vivía como
un hombre joven.
Inanna era la compañera sexual en el ritual más importante de los sumerios: la hierogamia, el
matrimonio sacro. El deber religioso más importante de un rey sumerio era consumar sus votos para
con Inanna, en la santificada cámara nupcial. Merced a este acto, muy esperado por parte de todos sus
súbditos, un rey daba legitimidad a su reino. Una sustituta adecuada, elegida entre el pueblo, aseguraba
que el rey no quedase defraudado. Los sumerios consideraban que este ritual era imprescindible para
una buena cosecha y necesario para garantizar la fertilidad de las uniones humanas y de los animales.
No sorprende pues que los sumerios,
76 77
un pueblo de agricultores. veneraran el principio femenino. como debieron hacer también los acadios.
una cultura igualmente agrícola. El mito de la creación que crearon los sacerdotes acadios sorprende.
entonces; por su violencia misógina.
Las siete tablillas de la creación sustituyeron. en tomo a 1700 a.C., a los mitos anteriores sobre el
origen del mundo y fueron recitadas todas las primaveras en Babilonia durante los siguientes mil años:
fue la explicación más verosímil del comienzo de la existencia del mundo natural. Con el ascenso de
Babilonia, el poder previamente ejercido por los sumerios. primero. y por los acadios, después. pasó a
los babilonios.
Al comienzo de este poema de 170 líneas, se presenta a la gran diosa Tiamat. Su esencia era el agua
salada de los océanos y se podía manifestar en forma humana o como una serpiente marina. Su
consorte masculino era Apsu, un ser inferior. El relato comienza con una bulliciosa fiesta en el seno
primigenio de Tiamat. Los festejantes son un grupo de jóvenes dioses bajo su protección. «En verdad,
molestó en el vientre de Tiamat la canción en medio de la morada divina» s. Su escándalo molestó a
Tiamat pero enojó a Apsu. Después de muchas noches sin dormir, él le comunicó que pensaba matar a
todos los dioses jóvenes. Tiamat reprendió a Apsu, rogándole que considerase la poca edad de los
dioses y que fuese más tolerante. Esto les llevó a una encendida discusión.
Los jóvenes dioses, enterados de este tormentoso desacuerdo y temiendo por sus vidas, dan muerte a
Apsu. En el lugar de su muerte nacería el dios Marduk. Cuando le entregaron los vientos para que
jugase con ellos, los utilizó para agitar las aguas de Tiamat. Esto, y las continuas y molestas
actividades de los demás dioses jóvenes, enfureció a Tiamat, que juró vengarse de los asesinos de su
compañero. Alarmadovor la movilización de las fuerzas de Tiamat, los jóvenes dioses se aterrorizaron:
«En ningún lugar hay un dios que ataque a Tiamat. No escaparía con vida de la presencia de Tiamat»
6. Marduk, ya adulto, se ofreció voluntario, pero antes de aceptar la suicida misión, exigió que si
vencía, los otros dioses habrían de hacerle su jefe.
Marduk se preparó para su encuentro con la Gran Madre, metiéndose a hurtadillas en su vientre para
reconocer el terreno. (Este pasaje del poema épico refleja la confusión entre Tiamat como deidad
femenina con forma humana y como ser maternal que todo lo envuelve.) La lucha co-
Homer Smith. Atan and !jis Gods. 72.. " Ibid.. 73.
mienza con el astuto intento de Tiamat de desarmar a Marduk me :ante adulaciones. Al fracasar la
añagaza. ambos protagonistas comien:.Ti a proferir insultos. Ella acusa al joven dios de habérsele
subido los hurtos. ylarduk mira con desprecio a Tiamat y la provoca, diciéndole que e< demasiado
altiva y que hay que ponerla en vereda. De los insultos se nasa a los golpes y se produce una terrible
lucha. Los otros dioses permanecen atemorizados, sin atreverse a respirar.
Cuando parece que Tiamat va a derrotar a Marduk. ella abre la 'D,_-)ca para devorarlo. En este
decisivo momento, desata sus armas secretas. Después de todo, Marduk era el dios de las galernas y de
las tormentas. Siete tornados entran en la boca de Tiamat, bajan silbando por su garganta y le producen
una gran'hinchazón en su abdomen. Mientras Tiamat está distraída por el súbito abultamiento de su
panza, Marduk se recobra y logra poner una flecha en su arco y rápidamente la dispara. atravesándole
su hinchado estómago y partiéndole el corazón. Es Marduk el vencedor; ha dado muerte a la gran
diosa Tiamat.
Ante el enorme cadáver de Tiamat, Marduk decide crear el Universo, descuartizándola. Las nalgas de
Tiamat se convierten en las montañas, y sus pechos en las estribaciones. Atraviesa aquél sus ojos ,con
una pica y las lágrimas que surgen dé sus órbitas forman los dos grandes ríos. el Tigris y el Éufrates.
Luego pincha sus pechos en muchos lugares, creando los afluentes que aportan sus aguas a estos dos
grandes ríos. y. en un acto final de indignidad, utiliza el pubis de la gran diosa para sostener el cielo'.
Pronto stis dioses `vasallos protestan ante Marduk de que su existencia es aburrida porque carecen de
adoradores que les hagan ofrendas. La respuesta de Marduk es la creación de los mortales. Comienza
por perdonar 'i todos los aliados de Tiamat. Eligiendo a Kingu, el hijo favorito de Tiamat, que había
gobernado con ella a la muerte de Apsu, Marduk acusa al joven de haber instigado el ataque de su
madre. En un asesinato ritual presenciado por todos, Marduk hace que una sola víctima expíe los
crímenes de todos los demás. Ordena a Ea (padre de Marduk) que amase la carne y la sangre de su
desventurado sacrificio, como cuando un alfarero manipula la arcilla blanda. Después de crear las
multitudes de mortales a partir de esta sangrienta pasta, Marduk condena a estos insignificantes seres a
arrastrarse por la superficie del cadáver de Tiamat.
'Anne Baring y Jules Cashford, The Myth of the Goddess: Evolution of an Image. 278.
78
-9
Deberían pasar su breve asignación de vida trabajando para proveer a los dioses de comida v de vino.
Al adoptar este mito. los babilonios quedarían para siempre marcados por la culpa: debían su propia
existencia al martirio de un dios. Kingu. el hijo divino. había sufrido v muerto por los pecados de
otros.
Prácticamente todas las sociedades han inventado relatos de la creación para explicar la existencia del
Universo natural, el enigma de la existencia humana y las razones de la muerte y' del mal. En virtud de
la evidente relación entre los comienzos v los nacimientos. la gran mayoría de estos mitos giran en
torno a la unión de deidades masculinas y femeninas. Sin embargo, en la versión babilónica una
alegoría de la muerte ha sustituido a la metáfora del nacimiento. Despojada de sus intrincados ar-
gumentos colaterales, se trata de la rebelión de los hijos varones contra su madre. Uno de ellos asesina
a la poderosa mujer a la que deben su vida. La mata en el momento en que su abdomen está
enormemente abultado, parecido al de una mujer en su noveno mes de embarazo. El asesino crea
después el Universo a partir de los restos anatómicos de su cuerpo. En una significativa
transformación, los babilonios elevan a la suprema jerarquía a un dios que había vencido y después
mutilado a una diosa.
Según la teoría de Freud, se supone que los hijos arrancan el poder a sus padres, no a sus madres, a no
ser que sea la madre la que detente el poder. En comparación con los miles de mitos de la creación de
otras culturas. Las siete tablillas de la creación destacan por su singularidad. Poseen tres rasgos que las
definen. En primer lugar, en el campo de las religiones comparadas no existe un relato más misógino y
macabro. En segundo lugar, es el primer mito de la creación que aparece én forma escrita. En tercer
lugar, este mito tuvo su origen en una cultura que es antecedente de la occidental *.
El culto a Marduk se inició a comienzos del siglo XVIII a.C. Esta fecha aproximada es contemporánea
de Hammurabi, el gobernante babilonio que redactó un código legal en escritura cuneiforme. Las leyes
escritas se convirtieron en un nuevo e importante rasgo de la civilización
• Mttam. tuuuu. arios, e incluso indios, todos ellos conocedores de la escritura, lo adoptaron.
occidental. en el preciso momento en que era derrotada  desmembrada la diosa babilónica. Esta
peculiar correspondencia entre sucesos —el surgimiento de leyes escritas y el declive del poder
femenino— se poda. achacar a un rasgo peculiar de la escritura.
El habla es una habilidad que los niños pequeños aprenden con deleite y rapidez. El lingüista Noam
Chomsky ha explicado que los humanos nacen con una capacidad innata para aprender el lenguaje
orza. Las complicadas reglas de la sintaxis parecen estar genéticamente calificadas. Todas las madres
son testigos de la sorprendente habilidad de sus hijos para enlazar palabras en una secuencia correcta,
incluso cuando el pequeño nunca haya oído las frases que ahora es capaz de pronunciar sin esfuerzo.
Cuando están aprendiendo a hablar, los niños pequeños manejan el género, el número y los
pronombres con relativa seguridad.
Pero esta facilidad no es extensiva a la escritura. La escritura no está codificada genéticamente. Nadie
escribe a la vez que habla. A juzgar por las muchas tablillas dedicadas a su enseñanza, la gramática era
una de las partes más tediosas de los programas de las primeras escuelas de escribas, tardándose años
en dominarla. Todavía sigue siendo difícil. Los niños pequeños se pueden comunicar con gran destreza
a los cuatro años; la escritura clara y correcta es algo que muy pocas veces tienen la suerte de ver los
profesores de enseñanza secundaria.
Obligados a aprender las reglas de la gramática, los escribas introdujeron en la cúltura un nuevo
concepto: la transcripción de los códigos de la conducta humana: la ley. Para los iletrados, la conducta
está regulada por una serie de tabúes que todos los miembros de la tribu reconocen. Los ancianos y los
chamanes transmitían estas convenciones mediante la enseñanza oral. Las costumbres tribales se
oponen a la individualidad: todo el inundo se halla indefectiblemente unido a su comunidad, y, en
general, la violación de un tabú trae desgracias a todos. Incumplir una ley, sin embargo, señala
exclusivamente al individuo. Esta importante distinción favorece la individualidad y el desarrollo del
ego en las sociedades que poseen escritura. Las costumbres se desarrollan orgánicamente según
madura una comunidad; las leyes se imponen contra el pueblo y pueden ser promulgadas y
manipuladas por una elite de privilegiados letrados.
Los escribas transfirieron a la palabra escrita la autoridad de que antes estaban revestidos los hechizos
recitados por los chamanes. A partir de ese momento, una abstracción, llamada ley, estaba vigente
aunque ninguna autoridad-estuviese presente. Divulgadas en todo el reino me-
80
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diante estelas de piedra. estas abstracciones adquirieron vida propia. sobreviviendo a los mismos que
las promulgaron. Las leves civiles llevan el sello inequívoco de las reglas de la gramática. Son
abstractas, autoritarias y escapan a toda posibilidad de que el individuo las manipule.
La ;gramática v las leyes son prerrogativas del lado izquierdo del cerebro. Al ser abstractas, son la
antítesis de la espontaneidad y la intuición, e inherentemente refuerzan los principios masculinos*. El
sombrío registro de la descarada discriminación de la ley escrita contra el sexo femenino, si
exceptuamos la historia más reciente, es una prueba del sesgo masculino que tuvo esta innovación.
El código legal mesopotámico más antiguo que se conoce (2350 a.C.). atribuido al rey Urokagina de
Lagash. comienza con una proscripción de la poliandria. «Las mujeres de los días antiguos solían
tomar dos maridos, pero las mujeres de hoy [si lo intentan] deberán ser lapidadas» 8. El patriarcado es
el tema central en el Código de Hammurabi, promulgado en un momento de la historia de
Mesopotamia en el que los documentos escritos se multiplicaron por mil (y podemos suponer, sin
riesgo a equivocarnos, que también el número de personas que sabían leer y escribir) 9. El Código de
Hammurabi tenía un fallo fundamental: no se aplicaba de igual modo a Hammurabi y a sus súbditos.
La cuarta parte del texto se refiere a los derechos de las mujeres, o. dicho con más propiedad, a las
restricciones de los derechos de las mujeres. El código obliga a que los hijos honren a sus padres. No
existe una exhortación parecida en relación con las madres. Si bien el código confirmaba ciertos
derechos concedidos a las mujeres de la clase alta, relacionados con la propiedad, los negocios y su
participación en la religión en conjunto, los derechos sexuales y la libertad de la mujer quedaban
severamente restringidos. Se convirtió en costumbre que las mujeres (de las clases superiors) fuesen
aéompañadas siempre por eunucos, y que se cubriesen el rostro con velos. La caída de Tiamat
coincidió con la erección de la estela de Hammurabi.
• Por ejemplo. los depones de los niños tienen complejos reglamentos: en los tradicionales juegos de
las niñas. el reglamento carece de importancia, como por ejemplo en el avión, la comba, etcétera.
"Tikva Framer-Kensky, In the Wake of the Goddess. 79.
Harold Innis, The Bias of Communication, 12. CAPÍTULO 7
Jeroglíficos / Isis
El egiptólogo sabe que nunca existió una estirpe más orgullosa de la vida, más desenfadada' más
a.:e_re. Un rasgo encantador es la evidente igualdad entre los sexos: tanto en los relieves como en las
es..uituras. a la mujer se la representa cogiendo al marido por la cintura. v a las hijas pequeñas se las
representa con la misma dulzura que a los hijos varones.
Alain Gardner'.
¡Oh muchachos, en todo amoldados a las leyes del Egipto en el afeminamiento y en el tenor de vida!
Allí los varones pásanse la vida sentados en el ho__ar. la rueca en la mano, y salen a la calle las
mujeres a ganarse el pan de cada día.
Lamento de Edipo sobre sus hijos. Edipo en
Colono. Sófocles 2.
OS EGIPCIOS fundaron su civilización en el valle del Nilo. Desa rrollaron un sistema de escritura
completamente diferente de la cuneiforme, concibiendo una escritura pictográfica que recibe el
nombre de escritura jeroglífica. La aparición de esta escritura hacia 3000 a.C. señala el comienzo de la
civilización egipcia.
Si bien la escritura egipcia se basa en imágenes, es algo más que una forma perfeccionada de escribir
mediante dibujos. Cada dibujo/signo desempeña tres funciones: 1) representar la imagen de una cosa o
acción; 2) representar el sonido de una sílaba, y 3) aclarar el significado preciso de los signos
contiguos. La escritura de los jeroglíficos requería ciertas
Alain Gardner. Egypt of the Pharaohs, 91. Sófocles, Edipo en Colono.
dotes artísticas. lo que acotaba el número de los elegidos para aprenderla. A pesar de su complejidad.
los jeroglíficos fueron un sistema de escritura sorprendentemente expresivo.
El sentido estético guiaba la disposición de los dibujos con mayor frecuencia que las reglas de la
gramática. Por ejemplo. un signo alto debería preceder a uno cono. incluso si el orden de las ideas
indicase que debía ser al revés 3. En muchos casos. el lector percibe el significado de la frase al
reconocer la configuración del conjunto de las imágenes de forma simultánea
bien con los jeroglíficos se podían expresar la mayor parte de las ideas. algunos conceptos
representaban un desafío para un lenguaje basado en imágenes. Para resolver el problema. los egipcios
inventaron veinticinco signos, cada uno de los cuales representaba las consonantes de la lengua
hablada, lo que permitía al lector reconocer una palabra-concepto leyendo los sonidos. Es el mismo
principio del alfabeto. Aunque los escribas egipcios inventarán este primer y rudimentario alfabeto, lo
utilizaron con moderación. No supieron darse cuenta de lo útil y sencillo que podía resultar que un
pegtieño número de signos se correspondiese con los fonemas individuales de su lengua hablada.
Como cabría esperar de unas personas cuyo sistema de escritura se basaba en imágenes concretas en
lugar de en signos abstractos, en la mitología egipcia hallamos relatos de la creación de gran ternura y
contenido poético si los comparamos con los babilonios. En uno de los más antiguos, que se remonta a
comienzos del período dinástico (3100 a.C. - 2680 a.C.), dos deidades femeninas primigenias —
Nekbet, la diosa buitre del Alto Egipto. y Uadjet, la diosa cobra del Bajo Egipto— emergieron del
caos. Después de crear el mundo entre las dos, crearon a los humanos, cuya característica común era
su dependencia del Nilo5. ¡ir
Si bien el buitre no parece un símbolo muy apropiado de la esencia femenina. los antiguos egipcios
creían que todos los buitres eran exclusivamente femeninos (el jeroglífico que representa a la madre y
al buitre es el mismo). Los buitres, suprema manifestación de la muerte, representaban un importante
aspecto de la diosa. Además, los buitres parecían estar dotados del sentido de la anticipación, como
queda de manifiesto cuando
' W. C. Davis. «Egyptian Hieroglyphics, «en Reading the Past. " Ibld.
' Carols n Carrington (ed.), The Feminist Com¡;a,lion to Afyütoh~@^.•. 24-25. vuelan en círculos
alrededor del potencial alimento. mucho antes que
se convierta en certeza.
Desde tiempos remotos la cultura occidental ha vilipendiado a l: serpiente. relacionándola con el mal y
la tentación. Sin embargo. en el alba de la civilización la serpiente era un símbolo positivo de la
energía femenina. Los egipcios consideraban a la serpiente como una criatura benr ica v esencial,
íntimamente relacionada con la sexualidad femenina y. pr extensión. con la vida. El sinuoso modo de
locomoción de las serpientes evoca los andares y el baile de una mujer núbil. Sus movimientos en el
éxtasis del coito son serpenteantes en contraste con los movimientos mecánicos de las acometidas del
varón. En algunas culturas. el orgasmo se ha comparado a la liberación de la energía latente de una
serpiente enrollada.
Las serpientes también se parecen a tres otras imágenes de afirmación vital: los meandros de los ríos,
las raíces de los árboles y de las plantas y el cordón umbilical de los mamíferos. No existe una
estructura que simbolice mejor la idea de madre/cuidadora que el cordón umbilical. Su forma recuerda
dos serpientes enrolladas la una en la otra. Al surgir de los sinuosos vasos sanguíneos de la placenta,
no es difícil imaginar que pu diese inspirar la idea de que las serpientes formaban parte esencial de la
vida*. Además, las serpientes viven en profundas grietas y fisuras de la tierra, lo cual las ata a la Gran
Madre. Así mismo, corno la serpiente muda regularmente de piel, se la puede imaginar fácilmente
como una criatura inmortal y, por lo tanto. un potente signo de renacimiento. El uroboros. la serpiente
que forma un círculo y se muerde su propia cola, fue tema recurrente en el arte ñeolítico y se da en
casi todas las culturas primitivas. Muchos prehistoriadores creen que este símbolo representa la
constancia cíclica de lo femenino. La asociación de las serpientes con la vitalidad está tan incrustada
en nuestras psiques que el caduceo —dos serpientes enroscádas en un bastón—sigue siendo símbolo
de las artes de la curación.
Por último, la serpiente está asociada con la sabiduría. Su ojo es la apertura al conocimiento místico y
a la visión anticipada. Tan relacionadas estaban las serpientes benéficas y las diosas en la psique
egipcia que el jeroglífico de diosa es el mismo que el de serpiente. El uraeus, la cobra enroscada que
figura en el tocado de los faraones, era símbolo supremo del poder real egipcio.
* Como confirmación de que dos serpientes enrolladas entre sí son la imagen perfecta de la vida. en
1951 James Watson y Francis Cric. .(tescn br ron que la estructura del ADN consistía en un;: doble
hélice, la molécula subyacente en 'toda forma de vidá..
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85
Durante el Imperio Medio (2040-1600 a.C.l. cuando la escritura ya estaba firmemente implantada.
junto con los femeninos se popularizaron varios mitos de la creación de base masculina. Poco a poco
un dios único comenzó a diferenciarse de los demás. _Amón comenzó su carrera divina como deidad
local de Tebas. Conforme Tebas iba adquiriendo importancia. Amón comenzó a arrogarse el poder de
Ra. el dios sol. para convenirse en .Amón Ra. un dios que podía manifestar su filiación solar en forma
de hombre con cabeza de carnero. Durante el ascenso de Amón, las deidades femeninas siguieron
ejerciendo la jurisdicción en sus respectivos dominios, pero fueron perdiendo preeminencia de forma
cons'tanie.
Durante la transición desde la primera dinastía hasta el Imperio Medio, la sociedad egipcia siguió
enraizada en la agricultura. Los campesinos cultivaban los ricos limos del delta y llevaban sus
productos al mercado como aún hoy siguen haciendo. El sistema de gobierno siguió siendo una
monarquía hereditaria, equilibrada mediante la contraposición a una aristocracia feudal. A pesar de la
continuidad de los sistemas económicos y políticos de la sociedad, el género de sus principales dei-
dades se trastocó. La única innovación verdaderamente revolucionaria que se produjo en este período
fue la invención y la utilización de la comunicación escrita*.
Un relato de la creación que ilustra el alza del poder masculino es el relacionado con Atón. Como
creador, Atón se masturbó y creó la Enéada, una familia de ocho poderosos dioses y diosas. Mil
quinientos añds después del relato de Nekbet/liadjet, en el que dos hembras se entrelazan para crear la
vida, Atón es capaz de hacerlo con una sola mano**.
Cada uno de los nueve componentes de la Enéada (Alón más los otros ocho) representa una importante
fuerza de la naturaleza. Ddf.de ellos, Nut, diosa del cielo, y Geb, dios de la tierra, copulan para crear el
mundo y a todos sus habitantes. Nut y Geb tienen tres importantes descendientes. Isis, su hija. se
convierte en la principal diosa de la fertilidad. Ella es el rico suelo negro que flanquea el río sagrado,
creyendo los egipcios que les había enseñado el arte de la agricultura. Su hermano, el dios fluvial
* Aunque el sistema icónico de los egipcios siguió estando ligado al hemisferio derecho en mayor
grado que la escritura cuneiforme mesopotámica, pienso que cualquier método de comunicación
escrita escora a una sociedad determinada hacia los valores masculinos.
** Single-handedly. «sin ayuda de nadie.: para que se comprenda el juego de palabras he de emplear la
traducción literal. (N. de! T.)
Osiris. se convierte en su amante y esposo. El tercero. Set. en algunas tradiciones es un hermano
maligno, celoso de Osiris. Osiris es bien parecido. viril y admirado por todos. Set asesina a Osiris en lo
mejor de su J ida. corta su cuerpo en trozos v esconde cada una de las partes. !sis. tirándose del pelo y
arañándose la cara. busca sus restos. Tras muchos intentos. los encuentra en Oriente. Lleva sus restos
de nuevo a Egipto en una barca y lo devuelve a la vida. lo cual le granjea la reputación de diosa copn
el poder de resucitar la vida y las tierras. En este mito. el amor. femenino. vence a la muerte.
masculina.
El renacimiento de Osiris tuvo lugar en primavera; en Egipto se celebraba este milagro en su más
importante ceremonia religiosa. Sin embargo, todos los otoños debería regresar al mundo subterráneo.
Osiris muere una y otra vez. y durante esta fase oscura de su ciclo anual gobierna como Señor de los
Muertos.
Entre su triunfo y su tragedia, y (en una versión del mito) sin la ayuda de la inseminación masculina,
Isis da a luz a su hijo, Horus. Las numerosas esculturas en que Isis aparece cuidando a su hijo es una
prefigu-

!sis cuidando de liarla.


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ración con muchos siglos de anticipación del amor entre la N'irgen María y el niño Jesús. En tanto que
pariente próximo de los mortales. Horus es el intermediario entre humanos y divinos. Los faraones
lecitimaban su derecho para gobernar proclamándose encarnaciones de Horus.
Estos dioses y diosas constituyeron el cimiento de la religión egipcia durante los primeros mil
quinientos años de su período dinástico. En tanto que Isis y Osiris ocupan-lugar preponderante en la
pintura mural. el solitario Arnón va acumulando poder en los textos escritos. Luego, en algún
momento entre 1700 y 1 550 a.C.. tuvieron lugar unos cambios significativos en la cultura egipcia.
Tras varios milenios de monarquía faraónica, unos misteriosos invasores procedentes del este
arrasaron de golpe el valle. o se infiltraron poco a poco en él, haciéndose con el control de la parte
oriental del reino. Por vez primera en la historia de Egipto. unos extranjeros dominan a los nativos. La
mayoría de los especialistas identifican a estos odiados monarcas. a los que se conoce como hicsos,
con los cananeos semíticos del norte. Es probable que los hicsos conocieran la escritura cuneiforme.
La escritura había aparecido en Mesopotamia mil quinientos años atrás, y los conquistadores
procedentes de estas regiones tenían que conocerla*.
Poco más de un siglo después, los egipcios expulsaron a los hicsos, y a partir del siglo XVII a.C.
recuperaron el poder. Durante el período de dominio de los hicsos, sin embargo, los extranjeros
tuvieron que hacer patentes a los egipcios las ideas que trajeron desde Mesopotamia. Durante el
Imperio Nuevo (1550-700 a.C.), que siguió a la expulsión de los hicsos, el arte y la arquitectura
egipcios rompieron con las conservadoras convenciones que caracterizaron al Egipto anterior a los
hicsos. Grandes faraones militares como Tutmosis I, Tutmosis III y Ramsés II extendieron la
influencia egipcia mucho más allá de las fronteras oriental y meridional del valle del Nilo. Estos
faraones jalonaron sus reinados con imponentes monumentos.
Todos estos cambios decisivos que se producen en el Imperio Nuevo coinciden con una
transformación importante en el estilo de escritura de los egipcios. Según una tendencia que se aceleró
tras el derrocamiento de los hicsos, los escribas comenzaron a utilizar con mayor frecuencia una ver-
sión más antigua llamada escritura hierática. que empezó a suplantar a
• Sin embargo, no han aparecido documentos escritos de los hicsos. Es probable que dejasen algunos.
pero no sería de extrañar que los egipcios hubiesen destruido todo recuerdo de este ignominioso
capitulo de su historia la jeroglífica. Abandonando casi por completo el principio icónico de los
jeroglíficos clásicos. la escritura hierática se basaba en el principie de la pronunciación fonética. Las
consideraciones estéticas dejaron de tener influencia en la disposición de los caracteres escritos.
AI_unas veces. los primeros escribas disponían la escritura hierática en forma vertical. pero los
escribas del Imperio Nuevo la escribían en horizontal. Los escribas también transformaron los signos
que representaban consonantes individuales en letras abstractas. Aunque este paso es un antecedente
de .n N.erdadero alfabeto, inexplicablemente no se dio el siguiente. que hubiese su- pue~tto el
abandono de todas las demás formas de escritura en Pavo*.,de las letras abstractas.
Durante el período en que la escritura hierática. lineal y abstracta se impone sobre la escritura clásica
egipcia. icónica. en la cultura se da un auge del patriarcado. A comienzos del Imperio Nuevo. Tutmosis
III (1490-1436 a.C.) eleva por decreto a Amón por encima de todas las otras divinidades*. Antes de
Amón, la mayoría de los dioses y diosas de Egipto tenían rasgos animales y humanos. En el Imperio
Nuevo. las deidades van asumiendo con mayor frecuencia forma humana. En un si_nificativo rasgo
que se aleja de las convenciones egipcias, una de las manifestaciones de Amón era invisible. Es decir,
carecía de imagen. Amón se convierte en el dios sin cara en el momento en que la escritura egipcia
pasa de estar formada por iconos a estar basada en símbolos abstractos.
Durante ese mismo período, las principales deidades femeninas experimentan también una
reorganización. Durante las primeras dinastías. Nekbet, Uadjet, Nu`o Hator habían tenido importancia
capital. Mitad hu- manas y mitad buitre, cobra, cielo o vaca, respectivamente, estas primitivas diosas
eran protectoras del nacimiento, de los hijos y de la fecundidad. Isis, la principal diosa de la siguiente
generación, es más consorte. esposa, madre, hermana y amante. Sus rasgos más distintivos son la se-
xualidad, la fertilidad y la maternidad. Al personificar la naturaleza. también encarna lo relacionado
con la resurrección.
En el Imperio Nuevo, los sacerdotes elevan a una diosa que anteriormente había permanecido en la
oscuridad a una posición preponderante sobre las demás, pero en una desviación respecto a la tradición
tan sorprendente como el ascenso de un dios sin imagen, se divorcia profundamente de la naturaleza:
Maat es su nombre, y representa la verdad. Al
* En el momento del ascenso de Amón, el Imperio egipcio estaba en expansión. Los dioses locales ya
no eran suficientes para satisfacer el sentimiento nacional cada vez mas or de Egip c.
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igual que Amón. Maat había sido anteriormente una diosa menor de la fertilidad y de la naturaleza. No
alcanzó la culminación de su dominio sobre las personas hasta que Amón perdió su rostro. Luego su
forma física se hizo humana v su símbolo fue una pluma de, avestruz. En otra transformación respecto
a la tradición, dejó de ser amante de ningún dios: en lugar de a la sexualidad y a la fecundidad.
personificaba conceptos abstractos como ley. verdad, armonía y justicia. Cuando un hombre moría, su
corazón era pesado colocándoselo en uno de los platillos de la balanza de la justicia. poniendo en el
otro la pluma de avestruz de Maat. Si el finado había llevado una vida justa. la balanza quedaba
equilibrada. A veces a Maat se la representaba en forma hermafrodita. A pesar del ascenso de Maat
entre los intelectuales de la corte, el pueblo, en su mayor parte iletrado, continuó venerando a Isis y
esperando con ansia su indefectible acto de resurrección de todas las primaveras.
En este contexto, durante la XVIII dinastía, en el Imperio Nuevo, tuvo lugar una extraña perturbación;
una persona muy peculiar accedió al poder en Egipto. Amenhotep IV había heredado el trono por el
azar de la ruleta genética. Enfermizo de niño y desfigurado de adulto, a este adolescente que ascendió
a tan alta dignidad no le interesaba el pasatiempo habitual de los faraones, la caza, y poco le
preocupaba la estrategia de la guerra o la política. Reinó junto con su bella esposa, Nefertiti. Sus dos
pasiones fueron la renovación de la religión egipcia y su sistema de escritura.
i
El joven regente era contrario al culto de Amón, ya que los sacerdotes de sus templos habían
acumulado excesivo poder y riqueza. Desoyendo la opinión de sus consejeros, se propuso desmantelar
elboato que recubría el panteón egipcio. Decretó que sus súbditos deberían rendir culto sólo a Atón, un
dios poco relevante, al que el propio Amenhotep IV había elevado a la posición de Ser Supremo. Al
igual que Amón, su rival, Atón tampoco tenía imagen. Pero al contrario que Amón, Atón era tan po-
deroso y perfecto que reunía en su ser todo lo que existía en el Universo.
Para que la ruptura con la tradición resultase aún más nítida, Amenhotep IV cambió su nombre por el
de Akenatón, como deferencia a su recién creado Ser Supremo, prohibiendo el culto a las antiguas
divinidades. Sin .embargo, en una reveladora concesión, Akenatón reveló al pueblo que Atón había
elegido como consorte a Maat. Muchos historiadores han destacado la figura de Akenatón como
primer monoteísta. Aunque Maat carecía de las carnosas nalgas de las figuras de diosas neolíticas v
peronificaba principios abstractos. era. no obstante. un principio femenino complementario que
actuaba dentro de un sistema monoteísta supuestamente masculino. La presencia de Maat al servicio
de Atón anula la tesis de que Akenatón fuese el primer monoteísta de la historia*.
Los decretos de Akenatón irritaron a la atrincherada clase sacerdotal egipcia. Muchos fueron los que
acusaron de heréticas a las disposiciones del joven faraón. Para profundizar sus reformas. Akenatón
prohibió a los artistas que hiciesen imágenes de Atón, y en diversos edictos ordenó que los escribas
utilizasen la simplificada y anicónica escritura hierática. favoreciendo la utilización de una nueva
variante a la que los egiptólo_os llaman escritura egipcia tardía'. Existen datos para afirmar que esta
nueva religión encontró resistencia: en las pinturas murales se le representa con una guardia personal
cada vez más numerosa, seguramente corno
medida de protección '.
Desgraciadamente. Akenatón no había tenido en cuenta todas las implicaciones de su nueva religión.
Había desterrado de la vida del pueblo llano por decreto la presencia de Isis y de la Tierra de los
Muertos de Osiris. De la noche a la mañana desaparecieron profundos ritos y creencias que se habían
ido consolidando en el curso de decenas de siglos. Akenatón no había inventado una mitología que
acompañase el culto de Atón. Además, como los jeroglíficos dependían de las imágenes, Akenatón se
tuvo que enfrentar al primero de los numerosos problemas que su austera reforma había provocado: si
Atón carecía de imagen, ¿como sería adorado por el pueblo? Akenatón accedió a que los artistas
pudieran representar a este dios sin rostro y sin rasgos como un círculo vacío que representaba al disco
solar, derramando sus rayos hacia la tierra**.
El pueblo no estaba conforme. Habían desaparecido la pompa, la solemnidad y las imágenes
vinculadas a los antiguos mitos. Todo lo que restaba era una rígida ofrenda a un disco solar vacío y un
himno de alabanza escrito en la nueva y austera escritura hierática. El arte religioso, tradicional
expresión de creatividad, quedó bloqueado por la severa y restrictiva nueva
* Ya avanzado el reinado de Akenatón, ordenó éste que se borrase el símbolo de Maat de los muros de
los templos y de las estelas, dejando únicamente su nombre deletreado fonéticamente.
Cyrus Gordon, The Common Background of Greek and Hebrew Cirilcation, 118-119.
Donald Redford, Akhenaton: The Heretic King. 72.
** En el extremo de cada rayo había una pequeña mano que sostenía el anj, el símbolo egipcio de la
vida que la cultura occidental adoptó como símbolo de lo femenino.
90
91
religión del Estado. Quizá por esta razón florecieron las otras artes. La XVIII dinastía fue el único
período de la larga historia del antiguo Egipto en que el arte abandonó la rigidez de las convenciones
de su habitual estilo anguloso. La real pareja encargó numerosos retratos de sí mismos y de su familia,
en actitudes de reposo y de adoración. Las fluidas líneas de estas pinturas y relieves son sinuosas y
poseen una innegable gracia.
En 1908, los arqueólogos descubrieron en Tel el Amarna la correspondencia del reinado de Akenatón,
un verdadero tesoro histórico. Los gobernadores leales a Akenatón, y que en su nombre administraban
los confines del Imperio oriental de Egipto, escribían al faraón implorando que enviase refuerzos para
ayudarles a mantener a raya a los enemigos. El tono de pesadumbre que se desprende de estas cartas
indica que Akenatón no accedió a sus súplicas. Las cartas de Tel el Amarna nIs muestran
elocuentemente a Egipto como un gigante sin cabeza que camina torpemente hacia su caída. Tras un
tiránico reinado de diecisiete años, Akenatón murió y el cetro pasó a Tutankamón, un faraón de origen
incierto. Presionado por sus consejeros, el joven ordenó que fuese desmantelado todo el aparato del
culto de Atón y se volviese a instalar a Amón.
Si comparamos Mesopotamia con Egipto, dos civilizaciones vecinas que inventaron de forma casi
simultánea la escritura, tendremos una oportunidad perfecta para comprobar las hipótesis de este libro.
A pesar de su proximidad geográfica. las actitudes en relación con las mujeres de estas dos primeras
civilizaciones fueron tan divergentes como sus respectivas formas de escritura.
Los egipcios tenían muchas celebraciones festivas y crearon el primer arte verdaderamente erótico. En
algunos templos y criptas se han hallado representaciones de una exactitud anatómica sorprendente. A
veces incluso proveían a-los muertos con objetos que les sirviesen de ayuda durante los actos sexuales
de su vida futuras. Su religión se basaba mas en la magia y en la pompa que en las obligaciones o en la
moralidad. Las relaciones prematrimoniales eran libres y sencillas en comparación con las de los
mesopotámicos. Sus dioses eran abundantes y sus imágenes. mitad animales, mitad humanas,
aparecían por todas partes. En tanto .lue Anión y Atón eran las deidades supremas de los sacerdotes y
la aristocracia, el pueblo llano prefería a Isis, la gran madre. Isis no era diosa de la guerra y Osiris no
era guerrero. sino víctima *. No existe en Egipto un relato comparable al del matricida Marduk.
En tanto que las mujeres de Mesopotamia fueron perdiendo poder progresivamente, en el antiguo
Egipto conservaron su alta posición. El historiador Max Mueller ha comentado: «Ningún pueblo,
antiguo o moderno, ha otorgado a las mujeres un estatus legal tan alto como lo hicieron los habitantes
del valle del Nilo» 9. En las pinturas murales se representan mujeres comiendo y bebiendo en público
sin ninguna inhibición, caminando solas por las calles y ocupadas con libertad en la industria y el
comercio. Los historiadores clásicos griegos que visitaron Egipto comentaron el extraordinario poder
que las mujeres egipcias ejercían sobre sus maridos **.
Entre la realeza, los egipcios contraían matrimonio con sus hermanas, no por ue la proximidad familiar
favoreciera el amor, sino para partici- par en la herencia familiar, que en muchos casos se transmitía de
madre a hija 10***. Las palabras hermano y hermana en egipcio tienen el mismo significado que
amado y amada.
Lise Manniche, Sexual Life in Anden: Egypt, 51
* La diosa Sekmet, de cabeza de leona. era la diosa de la guerra, pero tenía muy poca impor tancia si la
comparamos con Isis.
R. Roben Briffault. Las madres. Buenos Aires, s.f., 82.
** El viajero griego Diodoro Sículo informó en el siglo II a.C. que los maridos egipcios tenían que
prometer obediencia a sus esposas al hacer los votos matrimoniales.
1" E. M. White, Woman in World History. 46
*** La propia realeza se transmitía también por línea femenina. (N. del T.)
.4kenutrín, .Veferritr •. .,u )iiju adorando u .4tF%;:-
92 93
En el conejo. las mujeres toman a menudo la iniciativa. y en la mayoría de los poemas y cartas de
amor es la mujer la que se dirige al hombre. Ella es la que sugiere los encuentros. la que se declara y la
que propone matrimonio al futuro marido ".
La guerra. el derecho, la ciencia y el comercio habían sido campos en los que habían descollado
sobremanera los mesopotámicos, como también en la moralidad. la crueldad. la conquista  en el
manejo de los conceptos abstractos. Habían obligado por ley a que los hijos honrasen a sus padres. La
sensualidad, la alegría, el respeto por la maternidad son rasgos principales que frecuentemente pueden
describir a los egipcios, que también destacan en las artes pictóricas, escultura y arquitectura. En
general, los babilonios forjaban espadas en sus fundiciones mientras los egipcios fabricaban en las
suyas exquisitas joyas. En Mesopotamia, Ishtar era la diosa de la lucha y de la sexualidad, Isis era
maternal, cariñosa y fértil. Marduk era severo y distante: el panteón egipcio es íntimo e imaginativo.
En Mesopotamia las mujeres comienzan su declive hasta la servidumbre: las mujeres egipcias gozaron
de la máxima posición que las mujeres han tenido en toda la historia de Occidente.
¿Cómo se podrían explicar estas diametrales diferencias? Las posibles respuestas son múltiples; sin
embargo. una clara distinción entre las
dos culturas era su forma de escritura: los mesopotámicos inventaron lo> signos cuneiformes.
abstractos y colocados en secuencias lineales: los e_ipcios desarrollaron un tipo de escritura basada en
imágenes concretas percibidas de forma simultánea. Pienso que estas diferencias. a su ez. influyeron
profundamente en el proceso de pensamiento de cada cultura.
La situación de las mujeres egipcias era mucho mejor que la de las mesopotámicas. Sin embargo. a
medida que se va difundiendo la escritura entre los egipcios. la situación de la mujer sufre un declive.
En tocas las sociedades que adquieren la escritura, la deidad femenina pierde terreno en favor de la
masculina.Antes- de la invención -de la escritura, estas dos poderosas fuerzas habían permanecido
enlazadas sexualmente. En todas las sociedades mediterráneas que adquirieron la escritura. las mujeres
pierden su poder y caen en desgracia, económica. política y espiritualmente. La escritura fue un don
aceptado con entusiasmo en la antigüedad. Desgraciadamente, agazapado entre las nítidas filas de
signos cuidadosamente ejecutados se escondía un demonio perverso: la misoginia. Estas dos culturas
son fundamentales para intentar comprender lo que de negativo sucedió en las relaciones entre los
sexos.
Las percepciones de todo aquel que aprendiera a enviar y recibir información por medio de filas
lineales, regulares y secuenciales' de símbolos abstractos se apartan radicalmente de una posición de
equilibrio en favor del lado dominante masculino de la psique humana. Este decisivo cambio generó
Una revolución en las relaciones de género tan sutil y capciosa que nadie se dio cuenta de lo que
sucedía. Sin embargo. los tipos de escritura que hasta ese'momento habían aparecido habían sido sólo
la jeroglífica y la cuneiforme. Los cambios más decisivos para las mujeres to-' davía estaban por venir;
en las tierras que se extendían entre Mesopotamia y Egipto se estaba formando una verdadera
tormenta.
95
IZQt4ERDA. Familia egipcia.
ABA/o. Marduk persigue a Tiamat antes de mutilarla.
" Merlin Stone, When God Was a Woman, 35-38.
94

CAPÍTULO 8
Aleph / Bet
Sólo cuando el lenguaje se convierte en escritura es posible pensar acerca de él. El medio sonoro. al no ser susceptible de
visualización, no puede ser reconocido como fenómeno totalmente deslieable de la persona que lo utiliza. Sin embargo. en
los documentos alfabetizados el medio se objetiviza. Allí estaba. reproducido perfectamente mediante el alfabeto... ya no
era sólo una función del yo del que habla, sino un documento con una existencia independiente.
Eric Havelock

C O CABRÍA suponer. los modos de escritura que afloraron en las tierras que se extendían entre los
imperios mesopotámico y egipcio fueron híbridos entre la escritura cuneiforme y la jero-
glífica. En ese momento los madianitas, pueblo caravanero seminómada, recorría las inhóspitas tierras
de la península del Sinaí; los mineros sexi-tas explotaban las minas de cobre cerca del golfo de Aqaba;
los marinos fenicios establecían enclaves comerciales en toda la costa de Levante. Tierra adentro se
encontraba Canaán, la tierra de la que másmtarde la Biblia diría que «manaba leche y miel». Gozaban
de un clima templado y de un suelo fértil, tal como lo demuestran las terrazas pobladas de viñedos y
olivares. Al norte se extendía el reino de los temibles asirios. Ugarit, una de sus principales ciudades
provinciales, se convirtió, durante un breve período, en próspero centro de actividad, experimentando
luego el destino inevitable de toda comunidad que se encuentre en el camino de los ejércitos en sus
desplazamientos hacia otros lugares. La legendaria ciudad de Jericó era el principal enclave del
extremo meridional de esta
región, punto de confluencia de importantes rutas comerciales. Desde las murallas de esta fortaleza,
entornando los ojos para protegerse de la intensa luz, hacia el sur v el oeste. no se vería más que
desierto. Al este. los cerros se iban hundiendo en el valle del Jordán.
Estas tierras eran recorridas por grupos de pastores en busca de pus- tos para sus cabras y ovejas. A
estos pueblos se los llama, en los tevtos mesopotámicos y egipcios. habiru. que quiere decir «viajeros
pol\ oriento, =. El parecido entre «habiru» y «hebreo» ha llevado a muchos im estigado- res a pensar si
estos habiru no serían los antecesores de los israelitas.
En los primeros dos milenios tras la fundación de Egipto  de los reinos mesopotámicos. la multitud
de clanes que habitaban en la región estuvieron muy lejos de adquirir la grandeza, perfección y
prosperidad de sus dos poderosos vecinos. Su arquitectura carecía de originalidad y sus edificios eran
pequeños. No conocían la ciencia. Los conservadores de los museos han relegado sus objetos a los
rincones más apartados. reservando las salas principales para el arte de Egipto y de Mesopotamia. Sus
formas de gobierno eran primitivas. Los reyezuelos locales que gobernaban sus ciudades-estado
provinciales han pasado a la historia sin pena ni gloria. Los sacerdotes plagiaron sin rubor las
religiones de los colosos que tenían por vecinos.
La heterogénea serie de protonaciones que ocupaban la re:zión delimitada por las actuales Israel,
Jordania, Líbano,. Siria y le península de Sinaí habrían permanecido en la más absoluta oscuridad a no
ser por un descubrimiento extraordinario. Una o varias personas de alguno de estos pueblos inventó un
método de comunicación escrita muy simplificado que habría de trastocar el sistema perceptivo por el
cual los individuos comprendían la realidad, modificaría las relaciones entre géneros y cambiaría el
curso de la historia. Este nuevo método de escritura era el alfabeto.
Lo que convirtió al alfabeto en algo tan revolucionario fue la facilidad con que la gente podía aprender
su uso. Los escribas de Egipto y de Mesopotamia guardaban celosamente el secreto de la palabra
escrita porque les interesaba que los demás no lo poseyeran. El que supiera leer y escribir tenía una
inmensa ventaja sobre los demás, tanto si eran ricos como si eran pobres.
El alfabeto puso fin a la hegemonía de la elite que conocía la escritura. En lugar de un complejo
silabario de más de seiscientos caracteres cu-
' Eric Haxelock. La musa aprende a escribir: reflexiones sobre oralidad y escritura desde la antigüedad
hasta el preserve, Btfce!ona, 1996.

' William H. StiebingJr.. Out ofrhe Desert, 53.

neiformes. o de seis mil jeroglíficos. con reglas gramaticales que hubiesen amilanado al más aplicado
aprendiz. el alfabeto constaba simplemente de veinte letras. más o menos*. Hasta los niños de cuatro
años de edad podían y pueden aprender a leer y a escribir los signos del alfabeto. Así. un conocimiento
que proporcionaba un gran poder al que lo poseía y que había sido guardado por unos pocos resultaba
ahora accesible a la gran mayoría. Las religiones que en lo sucesivo se extenderían por el mundo
gracias a los manuscritos escritos en rollos exigían que sus acólitos supieran leer y escribir. Hasta ese
momento. para conocer a la divinidad tan sólo había que ver la imagen u observar los ritos de la diosa.
Con la aparición del alfabeto. el conocimiento de la divinidad exigía leer previamente las escrituras de
su dios.
A pesar del poder de los imperios que las sostenían, los dos bastiones de la escritura de la antigüedad.
la escritura cuneiforme y la jeroglífica sucumbieron finalmente, quedando enterradas bajo las arenas
de la antigüedad. En su lugar emergió el humilde pero vigoroso alfabeto del pueblo. Con el tiempo, las
culturas que hicieron uso de esta nueva herramienta de escritura se hicieron monoteístas, reorganizaron
sus sociedades mediante las leyes, instituyeron la democracia, santificaron el individualismo,
inventaron el dinero y crearon la prosa, d teatro y la filosofía, una lista que no es en absoluto
excluyente. Estas mismas culturas, pero sobre todo las que estaban por venir, abusaron de la
naturaleza, glorificaron la guerra, llevaron el imperialismo a sus últimas consecuencias y mantuvieron
unas actitudes sexistas profundamente arraigadas. A pesar de las ventajas que les otorgaba la escritura
alfabética, todas ellas, con el tiempo, se desgarrarían internamente; por vez primera en la historia las
civilizaciones zozobraron merced a disputas internas puramente ideológicas. Esta actividad febril y
todas estas innovaciones se debieron al profundo cambio en la percepción que trajo consigo el
alfabeto.
Un corolario del alfabeto fue permitir que la sociedad sistematizara el conocimiento. Sin el alfabeto
serían inconcebibles los compendios, diccionarios, enciclopedias, archivos, índices, guías de teléfonos,
cotizaciones de bolsa y bibliotecas. La simplicidad del alfabeto hizo posible almacenar y recuperar
datos fácilmente, lo que a su vez sentó la base para el don más trascendental que el alfabeto otorgaba a
los que lo aprendían: la ciencia teórica.
' Por definición, un alfabeto es un sistema de escritura que consta de menos de treinta signos.
El alfabeto abstracto favoreció el pensamiento abstracto. Los pueblos que utilizaban el alfabeto
comenzaron a ver más allá de lo particular de la naturaleza en busca de lo universal. El fundamento de
la ciencia terica consiste en averiguar las leves que vinculan unos acontecimientos aparentemente
inconexos. El alfabeto, además de ser un método sencillo para clasificar y registrar las observaciones.
permitía investigar el funcionamiento de la naturaleza.
El pequeño grupo de científicos teóricos que aparece por vez primera en la Grecia clásica y- los
científicos de las posteriores culturas alfabéticas han hecho más por la transformación de la condición
humana que ningún otro grupo de personas o que cualquier otro factor aislado. Si. como se ha dicho,
«El pasado es el prólogo», entonces la aparición del alfabeto en el registro arqueológico es el prefacio
de lo que conocemos como civilización occidental. En otras palabras, la invención del alfabeto
configuró el mundo de una manera completamente nueva.
Además de los beneficios evidentes derivados de su facilidad de uso. los alfabetos produjeron un
cambio sutil en la cognición que hizo cambiar de rumbo al pensamiento humano. Por complejas
razones neurolingüísticas que los primeros que lo utilizaron no podían saber, los alfabetos reforzaban
solamente la mitad de la estrategia dual de supervivencia que se había desarrollado por evolución en
los humanos. Como hemos visto ya, esta estrategia tiene tres pares de componentes: hemisferio dere-
cho/hemisferio izquierdo , conos/bastones y mano derecha/mano izquierda. Cada uno de los elementos
de esta triple dualidad percibía y reaccionaba frente al mundo de diferente manera; sólo se producía
una respuesta unificada cuándo se utilizaban ambas mitades complementarias.
Todas las formas de escritura incrementan el predominio del lado izquierdo del cerebro en relación con
el izquierdo. Dado que la civilización progresaba de un sistema de comunicación basado en imágenes
—como los pictogramas o los jeroglíficos— hacia formas anicónicas —como la escritura cuneiforme
—, la comunicación escrita se fue orientando más y más hacia el lado izquierdo del cerebro. El
alfabeto, al ser la forma de escritura más abstracta que existe, refuerza en grado sumo los valores co-
rrespondientes al hemisferio izquierdo. Cada letra representa un sonido determinado; el significado se
manifiesta únicamente cuando las letras están insertadas en fila. Al contrario que los signos icónicos,
que a me-
nudo derivaban de imágenes de objetos. la palabra alfabética no guarda parecido alguno con el objeto
o acción que simboliza. La palabra perro no guarda parecido alguno con un perro. Existen ciertas
letras en los alfabetos actuales, como por ejemplo la w. con la que comienzan en las lenguas
germánicas muchas palabras relacionadas con el agua. que. en efecto. derivan del símbolo icónico que
representaba el aeua en la escritura jeroglífica. Sin embargo. este remoto antecedente hace mucho que
ha desaparecido en las lenguas escritas.
La versatilidad de las letras queda de manifiesto cuando se las dispone regular v linealmente en
secuencias establecidas por consenso. Cuan-
do. por ejemplo, formamos la palabra p-e-r-r-o. el lector de habla caste-
llana ve instantáneamente un perro con los ojos de la mente. Sin embargo, antes de la invención de la
escritura la imagen mental de un perro sólo estaba vinculada con un perro real, o con la palabra
hablada perro. La iniciación de uno cualquiera de los miembros de una sociedad (normalmente durante
la infancia) a los arcanos del alfabeto le oculta el hecho de que está suplantando una percepción
gestáltica global y simultánea con un nuevo sistema de cognición secuencia!, antinatural y de un alto
grado de abstracción. De esta forma, a medida que se fue extendiendo su uso, los alfabetos fueron
elevando subliminalmente la influencia del hemisferio izquierdo a expensas del derecho. Para leer esta
nueva forma de escritura los bastones no eran tan importantes como los conos.A medida que más y
más personas fueron aprendiendo a leer y a escribir, la mano derecha, la que sostiene la pluma, fue
desempeñando un papel cada vez más importante en la comunicación, masculinizando la cultura. Daba
igual si la mano pertenecía a una mujer o a un hombre: el hemisferio izquierdo hizo claudicar a ambos
por igual.
Toda forma de escritura altera drásticamente las percepciones de los que la utilizan. En las culturas
basadas en la escritura cuneiforme o jeroglífica estos cambios se manifestaron como un declive
inconsciente de los valores femeninos representados por el hemisferio derecho. Si el efecto de los
sistemas primitivos de escritura en el desarrollo humano se pudiese asimilar a un importante
corrimiento de tierras, la llegada del alfabeto se parecería a una avalancha de proporciones colosales.
Podemos desenmascarar la orientación sexual del alfabeto si estudiarnos los mitos de los pueblos que
lo han utilizado. Al aprender el alfabe: to. hombres y mujeres volvieron la espalda al culto de los
ídolos v de los animales totémicos que representaban imágenes de la naturaleza. comenzando a
venerar un logos abstracto. Un dios sin rostro sustituye a las imágenes sagradas que hasta entonces
atemorizaban a los fieles. El dios de los pueblos del alfabeto se hizo indiscutiblemente masculino y
desvinculado de las cosas terrenales. Era un ente abstracto que estaba a la vez en todas partes y en
ninguna.
¿A quiénes debemos atribuir Ta invención del alfabeto? Tradicionalmente les es adjudicada a los
fenicios. En el siglo V a.C.. Herodoto. primer historiador de Grecia. escribió: «... esos fenicios que
llegaron con Cadmo... introdujeron en Grecia muy diversos conocimientos. entre los cuales hay que
destacar el alfabeto, ya que, en mi opinión. los griegos. hasta entonces, no disponían de él»'. Muchos
siglos después, los arqueólogos hallaron en Canaán pruebas de un alfabeto anterior, fechado h. 1600
a.C. Como Canaán estaba íntimamente relacionado con Fenicia, estas pruebas parecen confirmar la
afirmación de Herodoto.
¿Quiénes. eran los fenicios y los cananeos? El nombre Fenicia significa, en griego, «púrpura», y deriva
de un tipo de tinte muy apreciado. que los habitantes de las regiones costeras extraían de un
determinado molusco. Los fenicios vendían el colorante fundamentalmente a las elites gobernantes de
otras naciones mediterráneas, quedando la púrpura asociada universalmente a los monarcas. El
«pueblo de la púrpura», como les llamaban lbs griegos, eran gentesdedicadas a la navegación, al
comercio y a la exploración de nuevas tierras. Tiro, Sidón, Biblos y Acre eran sus principales ciudades,
situadas en la estrecha franja costera que hoy forma parte de Líbano e Israel. La anchura de su
territorio tierra adentro nunca sobrepasó los quince kilómetros, en gran medida porque los fenicios
despreciaban la agricultura. Desde sus puertos establecieron enclaves para extender e incrementar su
floreciente comercio, y, con el tiempo, sus ciudades salpicaron toda la costa mediterránea. En las calles
de Cádiz, Marsella o Malta se hablaba el púnico, su lenguaje oral. En el siglo V a.C.. los fenicios
fundaron un imperio dependiente en las costas del norte de África, en tomo a Cartago, ciudad cuya
prosperidad haría palidecer a las primitivas ciudades fenicias.
Herodoto. Historia. Libro %. núm. 58.
Al otro lado del Mediterráneo, Roma. ciudad v nación. estaba atravesando un momento de gran
esplendor. Las tres guerras púnicas. entre Roma v Cartago. entre 264 y 146 a.C.. dieron la victoria a
Roma. Cuando el general romano Escipión conquistó Cartago. ordenó reducir a escombros todos los
edificios. Los que lograron sobrevivir al asedio fueron vendidos corno esclavos. Tras esta abrumadora
derrota. los fenicios desaparecieron del escenario de la historia y el púnico se convirtió en una lengua
muerta.
Podría esperarse que los inventores del alfabeto hubiesen poseído una poderosa cultura. o que gracias
a la creatividad que inspiraba el alfabeto se hubiesen producido otros significativos avances. Con todo,
el único campo en el que los fenicios lograron importantes innovaciones fue en el diseño naval. De los
inventores del alfabeto hubiera cabido esperar algún tipo de legado literario. Sin embargo no se
conserva ninguno. lo cual es bastante significativo, aunque la palabra 6iclos (libro) y Biblia derivan
del nombre de la ciudad fenicia de Biblos. El contraste entre sus escritores y los de la otra principal
cultura marítima del Mediterráneo, Grecia, es elocuente*. Entre los escasos nombres fenicios que
aparecen en los libros de historia universal destacan dos: el rey Hiram del siglo X a.C., aliado del rey
Salomón, y Aníbal, el.brillante general cartaginés. Las descripciones más vívidas de los fenicios no
han salido de sus propias plumas sino de las de sus enemigos, los romanos. Durante los últimos
momentos del sitio romano de Cartago, los fenicios arrojaron varios centenares de niños procedentes
de las más importantes familias al fuego encendido en la panza de bronce de su dios Moloch. Esta
cruel divinidad sólo se apaciguaba con sacrificios humanos. Si el sacrificio era de un hijo muy
querido, tanto mejor 4. Las autoridades de la ciudad ordenaron que los niños fuesen quemados vivos
para salvar sus propios elltjos. Este relato está confirmado por las numerosas urnas funerarias que se
han hallado en las excavaciones de los yacimientos cartagineses, que contienen huesos y cenizas de
niños 5• La inmolación de niños indica que los fenicios no habían adquirido aún un grado muy
avanzado de religión o moralidad. Un artículo del primer número de American Journal of Archae-
* Cuando los romanos destruyeron Cartago, prendieron fuego a su gran biblioteca. Algunos
pueden decir que el legado literario fenicio desapareció en la contienda. a pesar de que el Mediterráneo
estaba tachonado de numerosas colonias fenicias. Si hubiese existido un Euripides fenicio, ¿acaso no
se hubieran conservado sus obras en algún lugar?
Will Durant. The Story of Cirili:arion. vol. 3, Caesar and Christ. 42.
A. R. W. Green, The Role of Human Sacrifice in the Ancient Near East, 182-183. ology. publicado en
1885. resumía la cultura fenicia del siguiente modo:
Los fenicios, por lo que sabemos. no aportaron una sola idea fructífera al mundo... sus artes... casi no
merecen ser llamadas artes: eran predominantemente comerciantes. Su arquitectura. escultura. pintura.
carecían totalmente de imaginación.
En un siglo de excavaciones desde que fuese escrito este juicio. pocas cosas de importancia han
aparecido como para que tengamos que modificar esta opinión.
Tanto en las culturas contemporáneas como en las posteriores. como veremos, la introducción de la
escritura alfabética tuvo un profundo impacto en la religión. Con todo, los fenicios no instituyeron
reforma religiosa alguna. Sus deidades principales eran un dios severo. violento y autoritario, y una
diosa fiera. guerrera y sexual, similares a otras deidades del Creciente Fértil. El primitivo dios fenicio
El y su consorte Asherah. y la posterior pareja Baal y Astarté, eran idénticos a otras divinas parejas de
distintas regiones geográficas.
Han existido cuatro tipos de escritura con un importante impacto en el devenir histórico: la
cuneiforme, la jeroglífica, la china y la alfabética. Las culturas que se desarrollaron a partir de las tres
primeras fueron originales y creativas. La cultura fenicia, no. La penuria de sus innovaciones
culturales sugeriría la posibilidad de que no hubiesen sido los fenicios los inventores del alfabeto.
¿Serían acaso los cañaneos los inventores? ¿Lo transmitieron después a los fenicios? No existen datos
arqueológicos o históricos que confirmen esta idea. En el tesoro de Tel el Amarna, datado en 1450
a.C.. se hallaron Muchas cartas de dirigentes cananeos aAkenatón: todas ellas están en escritura
cuneiforme. Las pocas inscripciones alfabéticas que se han identificado como cananeas no indican un
gran nivel de pensamiento literario, ético, religioso o filosófico.
Muchos son los que atribuyen a los egipcios «el descubrimiento del alfabeto», porque ya habían
inventado el principio del alfabeto. Sin embargo, no ha aparecido ni un solo documento alfabético
egipcio hasta la adopción del copio, casi dos mil años después de la introducción del alfabeto semítico.
Fenicia, Canaán y Egipto se citan como los tres más probables lugares de origen del alfabeto. Sin
embargo, la mayoría de los arqueólogos re-
conocen que e's alfabeto más antiguo que se ha descubierto es el hallado en el desierta del Sinaí. En
1905. William Flinders Petrie. en las excavaciones de un templo egipcio dedicado a una diosa.
encontró una escritura que recordaba las letras hebreas. Petrie encontró más pruebas de la existencia
de este alfabeto en las rocas de los alrededores del lugar. llamando a estas precursoras letras. datadas
en tomo a 1 800 a-C.. alfabeto protosinaítico.-Pocos se han pronunciado en contra de que las
inscripciones sinaíticas scan la escritura alfabética más antigua que se conoce. Petrie las halló en uno
de los paisajes más desérticos v_lunares del mundo. No hay ciudades en el Sinaí, no hay ruinas de
imperios desmoronados, escasas son las fuente de agua y casi nula la vegetación; sin embargó, tenía
ante sí. contemplándole a través de los milenios. desde las escarpadas superficies de las rocas
abrasadas por el sol, las pruebas del alfabeto más antiguo que se conoce.
Los numerosos y exóticos topónimos del mundo antiguo nos traen recuerdos de la opulencia oriental y
de importantes acontecimientos históricos. Las pinturas murales y los jeroglíficos egipcios recogen
con gran detalle los grandes fastos de Tebas, Menfis y Karnak. Las ciudades babilónicas de Ur, Uruk y
Nínive rememoran escenas de intrigas, batallas y coronaciones.
Sólo existe un acontecimiento importante asociado con el nombre «Sinaí». Fue aquí donde Yahvé
entregó a Moisés los Diez Mandamientos del pueblo hebreo. Parece un extraordinario designio del arar
y una sorprendente convergencia de mito y ciencia que el alfabeto más antiguo fuese hallado en el
lugar donde se produjo el episodio más importante en la historia del pueblo hebreo.
La versión bíblica de lo que aconteció en el Sinaí narra la conversión de todo un pueblo a un Dios
único. El monoteísmo fue una idea revolucionaria. y son muchos los que creen que ha sido el princiral
legado de los hebreos a las generaciones futuras.
La otra idea revolucionaria que emergió en el Sinaí conformó el futuro de todas las aspiraciones
humanas: Yahvé proclamó un código moral que había de regir las relaciones entre los hombres. Los
Diez Mandamientos afectaban a todos los individuos de forma universal. Ni reyes, faraones o
potentados estaban por encima de la ley. Si la sociedad humana tenía que organizarse sobre un
principio distinto al del «poder del más fuerte», todos tendrían que obedecerlo. Los derechos Miranda
*, los có dioos de Dracón. Solón y Justiniano. la Carta Magna y la Constitucion de Estados Unidos
tienen su origen en lo que sucedió en el Sinaí.
¿Pero cómo pudo un pueblo nómada. sin tierras. sin poder. que pulu- laba por un paisaje polvoriento y
surcado de rocas, adquirir estas ideas por sí mismo? La clave es que Yahvé esperaba que todo el
pueblo eegido leyese lo que Él había escrito. Para imponer esta nueva forma de religión. prohibió que
nadie pudiese dar forma a los rasgos físicos de su ttersona y que nadie intentase imaginar la forma de
otro dios. A partir del Sinaí. proscribió la realización de todo tipo de imágenes: sólo daba su
aprobación a las palabras escritas. No es mera coincidencia que el primer libro escrito en forma
alfabética fuese el Antiguo Testamento. No existe ninguno anterior.
Anteriormente, Akenatóñ y Hammurabi habían hecho intentos para introducir respectivamente el
monoteísmo y la ley en sus pueblos. pero estos conceptos abstractos no arraigaron en un principio
porque ambos monarcas gobernaban sobre sociedades en las que sólo una minoría conocía la escritura.
La razón de por qué no una sino ambas extraordinarias ideas se les aparecieran a la vez cabrilleando en
un espejismo, en mitad del desierto, a un grupo de esclavos huidos, casi al borde de la muerte, lejos de
cualquier centro del saber de la época, es uno de los grandes enigmas de todos los tiempos. Quizá el
acontecimiento decisivo que se produjo en época tan remota. al pie del Sinaí, fuese la invención del
alfabeto.
Nombre que reciben en EE UU los derechos de los detenidos por la policía. (N. del 7.1

CAPÍTULO 9
Hebreos / israelitas
Yo soy el primero y el último. fuera de mí, no hay ningún dios.
Isaías 44:6.

La aparición del monoteísmo. las leyes codificadas y el alfabeto en el mismo momento de la historia no pudieron deberse a
una coincidencia... Las tres innovaciones se apoyaban unas en otras. merced al caricter abstracto de todas ellas.
Robert Logan'.
L

A BIBLIA es el documento escrito más antiguo e influyente de toda la historia de la humanidad y


fuente principal de información sobre el nacimiento del judaísmo. Además de inmortalizar
la historia del origen del monoteísmo, ha servido de respaldo a las estructuras religiosas, mitológicas y
morales de la civilización occidental. Habla de forma tan elocuente de la condición humana que sus
verdades espirituales han tenido resonancia a través de muchos, diversos y tumultuosos períodos de la
historia. En casi todo el mundo á estas sagradas escrituras se las conoce como Antiguo Testamento,
para distinguirlas del Nuevo Testamento. Para los judíos, son simplemente la Biblia, el Libro. Los
primeros cinco libros de la Biblia conforman la Torá (o Pentateuco), la raíz más profunda y nudosa de
la literatura y de la tradición de Occidente.
Los libros más antiguos de la Torá fueron transcritos por primera vez entre 1000 y 900 a.C.-.
Posteriormente sería sometida a tres importantes
' Roben Logan. The Alphabet Effect, 87. 2 Martín Bernal; A:enea negra': "

revisiones. y. más tarde. en el curso del milenio siguiente. se le at re,_arían otros libros. Al estudiar los
cinco primeros libros. los investi_adores de la Biblia han identificado cuatro voces diferentes que nos
hablan a través de los siglos y que los expertos conocen como yahvista (J. por su inicial en inglés).
elohísta (E). sacerdotal (P. de priestly en inglés v redactor (R). Al autor de las partes más antiguas se le
llama yahvista porque identifica a Dios con el nombre singular Yahvé. El autor elohísta se refiere a
Dios mediante el nombre plural Elohim, y narra una versión diferente del Génesis y del Éxodo que J;
E también incluye unas partes que cuentan la historia del reino de Judea. P recibe su nombre por el
carácter litúrgico de sus escritos. Los expertos creen que todos estos libros fueron concluidos en el
siglo VII antes de nuestra era. R, el redactor final. realizó las últimas revisiones importantes de la Torá
en algún momento entre 430 y 400 a.C. Existen pruebas circunstanciales que nos llevan a suponer que
el redactor fuese el profeta Ezra. Quienquiera que fuese esta persona. él o ella revisó las versiones
anteriores entretejiendo los característicos estilos de J y E, por lo que sus relatos, a menudo
contradictorios. parecen ser uno solo. Los expertos bíblicos actuales han logrado separar las dos
versiones y creen que J es anterior a E entre cien3 y quinientos años'.
En el caos que siguió a la conquista de Judea por los romanos, aproximadamente en la época de Cristo
(año 70), los rabinos, tratando desesperadamente de preservar la identidad judía, se negaron a
sancionar cualquier revisión posterior del Antiguo Testamento. Sin embargo, las nuevas generaciones
tenían necesidad de reinterpretar las Escrituras a la luz de los nuevos tiempos, y loSteólogos añadieron
unos valiosos compendios al documento original. El más conocido de estos escritos posteriores a la
Diáspora es el Talmud.
En 3f7, los cristianos canonizaron el Nuevo Testamento, reconociendo al antiguo libro de los hebreos
como parte integral de su propia historia. Luego, los musulmanes harían algo parecido. Los tres
elementos que conforman el Antiguo Testamento, el monoteísmo, la ley y el mandato de vivir según
un criterio ético se convirtieron con el tiempo en los valores universales de Occidente.
Para poder estudiar mejor las circunstancias que rodearon el origen del Antiguo Testamento, debemos
tener en cuenta la hipótesis de que es
Elaine Pagels, Adán, Era c la serpiente. .
Anne Baring y Jures Cashford. The Myth of the Goddess, 418.
posible que 1:: escritura alfabética no sólo diese forma a su propio mensaje. sino que fuese la causante
de que apareciese cuando y en el lugar que lo hizo. La conversión de lo que había sido una mezcolanza
de tradiciones orales fragmentos escritos en una Torá. coherente y elocuente. se produjo
aproximadamente en tiempos del rey David. No se conserva ni un solo fragmento del documento
original. Suponemos su existencia porque se lo menciona en las sucesivas versiones del Antiguo
Testamento. Según todas las tradiciones. la Torá fue escrita utilizando letras. La Biblia Slptuaginta fue
traducida al griego por un grupo de setenta rabinos a partir de un manuscrito del siglo II a.C.. en
arameo, casi mil años después de la primera versión de David que. a su vez, fue escrita muchos siglos
después de los hechos descritos en los primeros libros del Antiguo Testamento. Una diferencia de
tantos siglos entre los sucesos y su transcripción debió influir profundamente en su redacción. Es
probable que una poderosa tradición oral hubiese mantenido vivos los relatos mientras los hebreos
forcejeaban con la evolución de la gramática alfabética, hasta que un verdadero genio literario la
escribiese en un estilo tan elocuente que hoy el libro sigue imponiendo respeto. Los datos
arqueológicos sugieren que ya en el siglo VII a.C. los israelitas. al contrario que sus vecinos, conocían
perfectamente la escritura alfabética. Las letras alfabéticas hebreas aparecen sistemáticamente en los
sellos cilíndricos utilizados en el comercio diario a partir de esta fecha. en lugar de los más frecuentes
símbolos icónicos de los sellos cilíndricos de las culturas vecinas 5. Pienso que al surgimiento de la
escritura alfabética entre los israelitas se deben algunos de los rasgos más peculiares del Antiguo
Testamento, que lo diferencian de la historia, la religión y la literatura de otras sociedades con-
temporáneas.
El propósito de todos los relatos históricos o míticos relécionados con la fundación de una nación es su
propia glorificación. No es probable que un pueblo invente la historia de su derrota y esclavitud a no
ser que el relato sirva para dignificar su pasado. Sin embargo, el Éxodo comienza cuando el pueblo
hebreo es sometido a la esclavitud. La falta de exaltación nacionalista de este relato es absolutamente
inusitada.
Una posibilidad no carente de base es que jamás sucediera lo que se relata en el Éxodo. Los faraones
egipcios hacían escribir en piedra a sus escribas los hitos fundamentales de sus reinados. Excepto para
unos po cos períodos que permanecen oscuros. los egiptólogos han podido reconstruir la cronología de
todas las dinastías egipcias. A pesar de la obsesión por inmortalizar su historia. los egipcios guardaron
silencio en relación con el terna que se nana en el Éxodo. Podría parecer que el Éxodo y la fundación
de la nación israelita fueron acontecimientos hinchados desproporcionadamente por una tribu
seminómada propensa a la exageración, o que los egipcios trataron de restarle importancia a un
innoble episodio de su historia. simplemente echando tierra sobre el asunto.
¿Cómo es posible que los hebreos fuesen los adalides del monoteísmo y de la ley en un período
imbuido de politeísmo y de los derechos divinos de los reyes? ¿Acaso las grandes ideas de la historia
no han estado vinculadas a comunidades asentadas? ¿Cómo es posible que el concepto de un Dios, que
era supremo porque no existían otros dioses. tuviese lugar en una cultura que no poseía arte. artesanía
o arquitectura característicos, ni innovaciones en el tipo de armamento y, lo que es más significativo,
no poseían una patria propia? ¿Por qué un principio tan elevado y abstracto como la ley surge en un
pueblo cuya actividad principal era pastorear cabras y ovejas? ¿Existe algún otro caso en la historia en
que un pueblo de pastores saliese del desierto llevando en sus morrales las claves de la civilización
occidental?
En la nueva concepción hebrea de la religión, fue Dios quien eligió a un pueblo concreto para que
fuese su súbdito, y no al revés. En el mundo antiguo, lqs dioses siempre habían sido deidades locales:
su jurisdicción se extendía sobre un territorio limitado. Al trasladarse a otro lugar una persona, lo
mejor que podía hacer era aprender los nombres y rituales de sus nuevos señores divinos, si bien la
elección entre la multitud de posibilidades se dejaba a su entera libertad.
Pero existe un enigma más: ¿por qué Yahvé les dio a los hebreos los Diez' Mandamientos en forma
alfabética y no en escritura jeroglífica? Moisés había sido criado y educado como un príncipe egipcio.
En el caso de que Moisés conociese bien una lengua escrita, ésta sería la que había aprendido de niño.
¿Cómo, pues, los hebreos, esclavos en Egipto durante los 430 años anteriores y sin una lengua propia
escrita, fueron capaces de leer los mandamientos de Yahvé?
Otra difusa pero brillante idea que surgió como el calor del desierto fue la importancia que atribuían a
la justicia. Lo que distingue al Libro de otras creencias de la época es el tema de la rectitud en el
comportamiento. que impregna todo su contenido. Vivir una vida piadosa y obedecer

las leyes escritas era más importante que ganar batallas. honrar al rey o hacer sacrificios a un dios
local. La justicia para todos lúe un rasgo peculiar en una época en que el principio dominante era el
puño levantado. Junto a esta idea de rectitud moral. o quizá debido a ello. surgió entre los israelitas un
nue%o tipo de dirigente. el profeta. Los profetas bíblicos eran testigos y críticos de la conducta de los
israelitas. a los que nadie había elegido o nombrado. y luchaban constantemente contra los instintos
más abyectos del pueblo.
En otras cosmologías contemporáneas. los héroes eran cazadores, guerreros. magos y reyes. Por el
contrario. los personajes fundamentales de la Biblia eran hombres adustos. que clamaban contra la
injusticia y la impiedad. Reconvenían constantemente a los israelitas recordándoles que a Yahyé, al
contrario que todas las deidades anteriores o contemporáneas. con la posible excepción de la diosa
egipcia Maat, sólo le preocupaba que su pueblo viviese en la verdad. Los profetas no alcanzaban su
posición por nacimiento, nombramiento, elección o imposición, sino porque estaban inspirados por
Dios y eran justos. Por la mera fuerza de-sus personalidades, estos hombres carismáticos hacían
cumplir la ley de la Alianza. Los reyes se humillaban ante ellos y el pueblo llano respetaba sus pro-
nunciamientos. Los profetas clamaban contra la apostasía, la idolatría y la iniquidad. Arremetían
contra los abusós de los ricos y las`calamidades de los pobres. Apuntalaron la resistencia de los
israelitas contra las muchas y opulentas tentaciones de otras religiones menos exigentes de las culturas
que les rodeaban. Los profetas llevaron a cabo estas tareas sin ejército, policía o castigos; consiguieron
mantener a su joven nación en el camino recto y estrecho exclusivamente mediante la exhortación, ya
que podían hablar con autoridad sobre los principios expuestos en un libro escrito por Dios. a¡r
Quizá la desviación más extraordinaria de las convenciones imperantes en aquella época fue que la fe
hebrea no creía en la vida futura. La Tierra de los Muertos desempeñaba un papel dominante en el
sistema de creencias egipcio, y, aunque Moisés y los hebreos surgieron de la cultura egipcia, en ningún
lugar de la Torá se menciona la existencia de la vida después de la muerte. La renuncia a la idea de la
inmortalidad planteaba sin duda un problema espinoso para los profetas. Un sacerdote egipcio podía
apercibir a los fieles de que, al morir, Maat pesaría sus acciones humanas en la balanza divina de la
justicia en presencia de Anubis, el dios con cabeza de chacal, temible señor del mundo subterráneo. Un
profeta israelita no podía invocar el espectro de un juicio similar en el mundo futuro porque. según las
creencias de los israelitas. el mundo_rsiruro no s
tía. Sin embargo. los israelitas eran sin duda el más pío de todos los pueblos de la antigüedad. Los
profetas de Israel convencían y obligaban a sus seguidores a observar la ley. inculcando en su pueblo
la creencia de que un juez severo y omnisciente les observaba constantemente en todas sus acciones.
en todo tiempo y en todo lugar. Es así como el sentido de la culpa surgió entre los israelitas.
Egipcios, babilonios, griegos y romanos no tenían en su lengua ninguna palabra que significase
«pecado»: los israelitas aportaron la palabra y el concepto a la corriente de la civilización occidental. y.
con ello. lograron desviarla de su curso. Babilonios y egipcios creían que el destino de las personas
estaba en manos de los dioses. Los profetas de la Biblia convencieron a todos los israelitas de que las
decisiones eran de su exclusiva responsabilidad. Los profetas introdujeron la idea del libre albedrío e
hicieron que la angustiosa decisión entre el bien y el mal recayese en última instancia sobre la
conciencia del individuo.
Los egipcios nunca crearon un código legal que explicase en detalle las reglas morales. Durante la
mayor parte de la historia de Egipto. el pueblo dependía de la clase sacerdotal, que era la que realizaba
el número exigido de sacrificios y llevaba a cabo las ceremonias para apaciguar a los dioses *. Los
mesopotámicos y los griegos de la época arcaica creían que su panteón éstaba poblado por dioses y
diosas que tenían otras cosas mejores que hacer que pasar sus días vigilando los defectos de sus súb-
ditos mortales. Como sis deidades estaban enfrascadas a menudo en sus propias debilidades, la gente
creía que sus actos inmorales también pasarían inadvertidos. El ingenio era tenido en la más alta
consideración. En la Odiska, Atenea alaba a Ulises del siguiente modo:
Así dijo y sonrió la diosa de ojos brillantes, Atenea, y lo acarició con su mano... Astuto sería y
trapacero el que te aventajara en toda clase de engaños, por más que fuera un dios el que tuvieras
delante. Desdichado, astuto. que no te hartas de mentir, ¿es que ni siquiera en tu propia tierra vas a
poner
fin a los engaños y las palabras mentirosas que te son tan queridns76.
* El juicio de los individuos después de la muerte fue una convención tardía en la religión egipcia. Fue
adquiriendo importancia en la medida en que Maat fue ganando ascendiente c la escritura hierática
suplantó a la jeroglífica.
6 Homero, Odisea, cap. XIII, 289.

Además de su valore inteligencia, la conducta deshonesta de Ulises es el rasgo clac e que le convierte
en héroe. En el sistema israelita. la falsedad es recalificada como maligna. Si Ulises hubiese sido judío
habría sido un pecador empedernido.
Sin la existencia de consortes o parientes que distrajesen su atención, Yahvé podía preocuparse por
todos y cada uno de los individuos de su pueblo elegido. Y en verdad que lo hizo. La compasión era
una característica que estaba significativamente ausente en los panteones de otras culturas. Al
contrario de los confiados dioses politeístas. Yahvé se preocupaba con verdadero celo. Si alguien
trataba de estafar a una viuda o a un huérfano, o no era hospitalario con los forasteros. Yahvé lo sabía y
se enojaba. Los antiguos israelitas establecieron una relación personal con Yahvé. Al contrario que los
distantes Marduk, Amón y Baal, Yahvé actuaba en la vida cotidiana y no dejaba de intervenir en los
asuntos diarios de la gente corriente. Había explicado con estremecedor detalle lo que esperaba de to-
dos y cada uno de los israelitas. Todas sus leyes habían sido puestas por escrito y todos las conocían,
ya que era mandato imperativo del judaísmo que todos los varones debían saber leer ) escribir. La
ignorancia de la ley no eximía de su cumplimiento.
Friedrich Nietzsche proclamó en 1888 «Dios-ha muerto» porque había observado que Dios había
pasado a tener solamente una importancia marginal. Nietzsche señaló que la ciencia. la filosofía, la
psicología y las leyes constitucionales habían empequeñecido el papel de Dios en la vida cotidiana de
la mayoría de las personas. Sin embargo, en el Creciente Fértil, hace 3.800 años, el culto divino era
una actividad crucial de la actividad humana. Poco era lo que sucedía a un individuo que no estuviese
ligado a las fuerzas sobrenaturales. En las lenguas mesopotámica, egipcia o hebrea de la época no
existía siquiera una palabra qué significase «religión», porque la religión no era una categoría distinta*
del diario vivir. Cualquier innovación que cambiase la forma del culto habría constituido una
verdadera revolución.
Desde los tiempos más remotos de los que poseemos datos sobre la evolución de la humanidad, los
pueblos han creado santuarios sagrados. Las gentes de un determinado lugar identificaron en un cierto
momento árboles. rocas, cuevas, bosques, arboledas, bosquecillos, ríos y montañas como lugares de
morada de los dioses o de otros espíritus. La existencia de lugares sagrados ha sido un rasgo invariable
de todas las religiones. Poro los hebreos no tenían este apego ni sentían esta reverencia por lose"

lugares sagrados. Considerando el carácter milagroso de lo que sucedió al pie del monte Sinaí. uno
podría esperar que los hebreos hubiesen señalado el lugar mediante la construcción de un santuario o
un templo. Hasta hoy. los teólogos y los arqueólogos no han sido capaces de establecer la situación de
este legendario lugar.
Desde el punto de vista de la práctica, los israelitas no consideraban sacro ningún lugar porque no
tenían un territorio propio y siempre estaban de aquí para allá. Como para ellos no había ningún lugar
sagrado. el Dios al que adoraban no se podía vincular a un lugar fijo. Un concepto que explica en parte
por qué la idea de Yahvé era nueva es. que al contrario que las deidades anteriores. Él estaba en todas
partes.
Aunque nunca designaron ningún lugar determinado como sagrado. los israelitas creían que los Diez
Mandamientos que Yahvé les dio en el monte Sinaí eran la posesión más preciada de la tribu. Para
honrar este don divino construyeron una caja de madera en la que transportar la palabra escrita de
Yahvé durante sus correrías por la región. A esta caja llamaron Arca de la Alianza y la consideraron el
sanctasanctórum.
Cuando Moisés o alguno de los levitas la abrían periódicamente a los fieles, la congregación temblaba
de miedo al saber que estaban en presencia de la divinidad. Pero al contrario que en los
sanctásanctórums de otras religiones, en éste no había una imagen de un dios: dentro del Arca había
palabras escritas. Por primera vez en la historia los pueblos no veneraban una imagen de la divinidad,
sino sus palabras escritas. y por primera vez la religión exigía que sus fieles supieran leer: «Y Moisés
les dio esta orden: `... leerái esta Ley a oídos de todo Israel» (Deuteronomio 31:10-11). La lectura de la
Torá sigue siendo la más sagrada obligación de todos los judíos *. Leer sobre la divinidad en lugar de
contemplar su imagen supuso una ruptura tan radical con las prácticas anteriores que. en un principio,
las palabras compartían el lugar en el Arca con unos cuan-
* En todas las culturas del mundo, los ancianos establecen un rito de tránsito para los jóvenes que
llegan a la edad adulta. En prácticamente todas las demás culturas contemporáneas. la tarea tenía un
carácter físico: matar un león, ayunar, sobrevivir en la selva o en el desierto, o someterse a dolorosas
escarificaciones. Sólo los hebreos obligaban a sus jóvenes a demostrar que habían adquirido la
compleja facultad de la lectura. Durante la fiesta del Bar Mitzvah, el joven que acaba de cumplir trece
años ha de leerla Tora ante la congregación. En el judaísmo, se trata de un ritual tan importante como
lo puede ser una boda o un funeral. Hasta hace poco sólo los niños podían ser Bar Mitzvah. En la
actualidad, también las niñas pueden participar en la ceremonia y convertirse en Bat Mitzvah. Aunque
se trata de un ritual antiguo, no se lo menciona en la Tora. Ciertos documentos del signo II mencionan
I 1 'I de trece años oco la edad adultu.,para la religión, si bien la práctica nó se extendió hasta cl
nic:dievo.

tos iconos. especialmente una serpiente de bronce realizada por el propio Moisés. Posteriormente. los
israelitas destruirían todas las imágenes. La palabra no se dignaba compartir su sitio con ninguna otra
reliquia, estatua. símbolo o mandala*.
En otros lugares. todos los demás pueblos siguieron invistiendo a las imágenes de las divinidades con
poderes divinos, creando amuletos de fertilidad. postes totémicos o estatuas de diorita. Sólo en el Sinaí
se abandonó esta práctica. ,Qué factor —podríamos preguntamos— permitió que los antiguos hebreos
dieran el salto desde el culto a una estatua concreta hasta la abstracción de un logos divino?
La respuesta está en las páginas del Antiguo Testamento, al que muchos consideran un relato histórico,
razonablemente verídico, de un pueblo rodeado por un nimbo milagroso. Yo pienso que ni su
liberación de la esclavitud ni la separación de las aguas del mar Rojo fueron un milagro. Tampoco lo
fue el surgimiento del monoteísmo o las leyes: y tampoco lo fue la exaltación de la rectitud en las
acciones humanas. Todas estas epifanías fueron resultado del milagro. El milagro, pienso, fue la
reducción de millares de símbolos gráficos a dos docenas. Todas las cuestiones y los enigmas
planteados en las páginas que anteceden pueden contestarse y comprenderse si suponemos que los
antiguos hebreos fueron los primeros que ádoptaron la escritura alfabética.
Los Diez Mandamientos fueron transmitidos, con toda probabilidad, en una forma alfabética no muy
diferente a la del español moderno en que se estén leyendo estas páginas. Las letras abstractas, la
secuencia gramatical y los fonemas uniconsonantes del hebreo antiguo se basan en los mismós
principios. Al alfabeto se debe el que todos pudieran aprender a leer y escribir. Una tecnología de la
comunicación tan absolutamente novedosa habría de cambiar de tal modo las percepciones culturales
que los primeros en utilizarla fueron los que introdujeron los rasgos fundamentales que subyacen en la
civilización occidental.
El sonido de las palabras habladas puede tener un gran poder. Por ejemplo, existe un profundo
parecido entre la recitación de la misa católica y los cánticos del hinduismo. La introducción de las
sagradas escrituras judías significó que la palabra escrita y silenciosa sustituyó a la au-
* Josefo. en La guerra de los judíos. nos cuenta cómo Pompeyo, el general romano, esperaba
convenirse en el primer gentil en entrar en el sanctasanctórum del Templo cuando Jerusalén cayó ante
los romanos en 63 a.C. Según los rumores, en este lugar había un ídolo monstruoso del dios de los
judíos. Al entrar y profanar el lugar, Pompeyo retrocedió: en la sala no habla absolutamente
nada.
toridad v al carácter sagrado de la palabra hablada. reduciendo así la importancia de los sonidos en la
liturgia y de las imágenes concretas en d culto.
Para los antiguos. la escritura era brujería. La escritura es algo tan presente en la sociedad occidental
moderna que son muchos los que no logran imaginar lo que representó para, aquellos que por
primera \ ez adoptaron esta herramienta que habría de transformar la cultura. La palabra escrita tiene
peso, gravedad y autoridad, caracteres de los que carece la palabra hablada; una firma compromete el
honor de una persona en mayor grado que un juramento: las habladurías no pueden competir con una
declaración escrita:-hablar no cuesta nada.
La palabra escrita es fundamentalmente inmortal. A un primate hiperconsciente que se hubiese dado
cuenta de la inevitabilidad de la muerte, el descubrimiento de un método de proyectarse a uno mismo
más allá de la vida le parecería algo milagroso. Quizá esta característica de la palabra escrita explica la
ausencia de vida después de la muerte en el revolucionario sistema de creencias israelita.
En otras religiones de la época, unos sacerdotes resplandecientes en sus túnicas de brillantes colores
realizaban sacrificios ceremoniales y rituales procesionales. El aire estaba impregnado de incienso, y
el pulso rítmico de la música y la danza contribuía a una sobrecarga de impresiones sensoriales. Estos
acontecimientos religiosos tan coloristas, en los que todos los sentidos participaban y a los que se
asistía en grupo, dependían más directamente del lado derecho del cerebro.
La nueva fe israelita exigía a los hombres que leyeran un texto escrito sagrado, siendo la escritura una
función claramente vinculada al lado izquierdo del cerebro. De hecho, la primera religión basada en el
alfabeto, y las que luego se crearon a partir de ella, prohibirían con el tiempo por completo el uso de
los colores brillantes, de la misma manera que suprimieron ídolos, campanas, tambores, danza,
incienso, címbalos y todo tipo de imágenes. En un determinado momento, aunque podían formar parte
de un grupo mayor, los judíos ortodoxos (los primitivos cristianos, los musulmanes ortodoxos o los
primeros protestantes) se vestían sólo con colores negro y blanco, entrando en íntima comunión con su
divinidad invisible leyendo un texto en blanco y negro. Todos los taleds y yarmulkes (solideos) se
limitaban también a estos colores*.
* Por razones que explicaremos en capítulos posteriores, esta tendencia se está invirtiendo.
En comparación con las epopeyas religiosas de Canaán. Egipto y Mesopotamia. en la Torá abundaban
los gestos de compasión y de carácter ético progresista. Por ejemplo. al guerrero israelita se le prohibía
violar o esclavizar a las mujeres del enemigo; a las viudas de los soldados muertos se les permitía
llorar la muerte de sus esposos. Todas aquellas que no se casasen con los guerreros israelitas habían de
ser puestas en libertad (Deuteronornib 21:10-14).
A pesar de estos avances en las posiciones 'éticas del mundo antiguo, la nueva religión israelita
introdujo los primeros ejemplos de intolerancia religiosa en la historia de la humanidad. La xenofobia
ideológica de los israelitas servía para preservar su identidad. pues sin ella hubiesen contraído
matrimonios con otros pueblos; ante la adversidad, habrían abandonado su fe, y probablemente
habrían desaparecido de las páginas de la historia. Se podría decir que su celo religioso no admitía
compromiso. Yahvé despreciaba el culto de las imágenes. y al convertir la fe en un solo Dios, en
criterio supremo del valor de los hombres, los israelitas adoptaron una postura de superioridad
respecto a los pueblos que siguieron adorando a los ídolos.
Los sectarios prejuicios de los israelitas se destacaban vivamente de las otras religiones de la época.
En el politeísmo existían muchas categorías jerárquicas. Había dioses nacionales, locales, familiares y
hasta personales. Entre los antiguos existía una especie de regla de oro. Todos respetaban a los dioses
de otros pueblos y esperaban que, en reciprocidad, sus dioses fuesen respetados*. Para todos, excepto
para los israelitas, parecía evidente que tenía que haber un gran número de dioses y de diosas, y era
frecuente que una cultura incorporase rasgos de otras religiones foráneas a la suya propia. No existe ni
un solo caso documentado en que los seguidores del dios egipcio Tot saqueasen los templos de los que
honraban a Ptah. Los devotos de Marduk no asesinaban a los que adoraban a Baal. Los partidarios del
militarista Ares jamás atacaron a los seguidores del belicoso Apolo. Por naturaleza, las religiones
politeístas fomentaban la tolerancia. La piedad no conducía indefectiblemente al odio religioso, como
tantas veces ha sucedido a lo largo de la historia. Si bien hubo muchos y sangrientos conflictos
territoriales, por mujeres, botín o la venganza de una afrenta, en la antigüedad, antes de la aparición
del monoteísmo, no existieron guerras de religión.
* Tras la conquista de territorios enemigos, no era raro que los vencedores derribaran las imágenes de
los dioses de los vencidos. Esta profanación era una torpe demostración de poder. Sin embargo. lns
guerras jamás se debieron a motivos religiosos.
Una posible explicación podría ser que el monoteísmo no es un reflejo de la sociedad humana. Los
hombres son ante todo animales sociales. Una deidad que estuviese sola no por decisión propia. sino
porque no existían compañeros. era un concepto que no tenía parangón en la sociedad humana. El
Dios de los israelitas no tenía mujer. hijos. padre o madre.
El monoteísmo favorecía que la gente pensara de forma diferente. Un Dios monoteísta no vinculado a
una imagen concreta es un concepto muy abstracto. La abstracción es un componente decisivo del
razonamiento lógico. y su uso puede liberar a los hombres de la superstición. Sin embargo. para poder
adorar un Dios abstracto se tuvo que pagar un precio terrible. Si todo el mundo acepta que existe un
solo Diós, y los diferentes grupos lo conciben de forma diferente, ¿cuál de todas las percepciones de la
divinidad es la correcta? Esta cuestión ha incitado a los monoteístas a guerrear con una intensidad y
unos objetivos que jamás conocieron las culturas politeístas. Fuera del Occidente monoteísta, los
pueblos se han matado entre sí porque su aspecto, sus vestidos, su habla o sus gestos eran diferentes;
pero matar sólo porque alguien cree en una idea abstracta diferente desató en el mundo un aliento de
odio sin precedentes. Asolar otro poblado para robar sus caballos tiene una lógica práctica. Matarse
por abstracciones religiosas, filosóficas o económicas es demencial.
Si amontonásemos en un solo lugar los cráneos de la gente que ha muerto en nombre de Dios,
Jesucristo o Alá en las guerras y persecuciones religiosas, formarían una montaña enorme. Si
calculásemos el coste eh términos de sufrimie' ito humano del monoteísmo, no pensaríamos que las
otras religiones que existen o han existido en el mundo son primitivas. El monoteísmo fue un avance
importante en el progreso de la humanidad, pero su coste fue terrible.
¿Cómo se puede explicar este singular rasgo de la revolucionaria fe hebraica? ¿Qué otro u otros
factores inspiraron este extremismo? Uno.de los efectos que pudo tener este nuevo medio de
comunicación, abstracto, lineal, secuencial y reduccionista, fue la transformación de los pueblos que lo
aprendieron hacia un modo de actuación masculino característico del hemisferio izquierdo del cerebro.
¿Y acaso no es una manifestación de esta transformación en favor del lado izquierdo del cerebro la
enorme certeza en la justeza de las propias causas? El monoteísmo era una idea muy abstracta. El
alfabeto, de forma subliminal, hizo que sus practicantes fuesen intolerah cs con otros sistemas
religiosos icónicos. Conforme va) amos
avanzando a través de la historia, iré presentando otros ejemplos de este. oscuro aspecto de la escritura
alfabética.
El segundo mandamiento resulta también curioso: «No te harás escult,:-a ni imagen alguna ni de lo
que hay arriba en los cielos. ni de lo que h.:, abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de
la tierra» 1 É\odo 20:4). Esta proscripción de las imágenes se repite en toda la Torá.
Los Diez Mandamientos son el núcleo de la fe de los israelitas, y la ética que en ellos sube ace era
mucho más perfecta que la de otras culturas contemporáneas. El mandamiento de honrar al padre a la
madre. por ejemplo. reconoce la importancia de la madre en las relaciones familiares. Con todo. para
el lector del siglo XX algo se echa en falta. Yahvé no incluyó en sus mandamientos el amor a los
demás. Este mandato se encuentra oculto en Levítico 19:18: ....Amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
Los últimos seis mandamientos no nos resultan extraños. Sería un caso insólito el que una sociedad
pudiese mantenerse sin que sus miembros cumpliesen la obligación de honrar a sus padres y de no
matar, robar, mentir. codiciar los bienes de otro, calumniar o cometer adulterio. Los cuatro primeras,
sin embargo, resultan muy peculiares. Todos ellos parecen querer favorecer la escritura alfabética al
rechazar la forma de conocimiento característica del hemisferio derecho.
El primer mandamiento, «Yo Yahvé soy tu Dios... No habrá para ti otros dioses delante de mí» (Éxodo.
20: 2-3), anuncia la desaparición de la diosa. El metamensaje del mandamiento es: «Yo soy la única
divinidad. Yo soy un hombre y no tengo ni necesito esposa o compañera.» Si bien nunca se afirma
explícitamente en el Antiguo Testamento que Yahvé sea masculino, todos sus títulos —Señor, Sebast,
Rey. Soberano y Maestro— son masculinos sin lugar a dudas. Más aún, los dos nombres que recibe en
la Biblia, Yahvé (Adonay) y Elohim, son nombres masculinos. La Shekina, un aspecto femenino de la
espiritualidad entre los judíos, muy posterior, no se menciona en la Torá *. tt-
El primer mandamiento declara que Yahvé no va a tolerar la mención de una diosa. Puesto que los
hebreos, y Moisés con ellos, procedían de Egipto —la cultura de todo el mundo antiguo que más
adoraba a las diosas—, el primer mandamiento representaba una ruptura radical con el pasado. Dado
que todo el mundo admite que la vida es una conjunción de principios masculinos y femeninos, la
exclusión de toda presencia femenina que se desprende del primer mandamiento la convierte en la
frase más radical jamás escrita.
* Autores judíos posteriores identificaron la Shekina como la fuerza femenina. Su nombre no aparece
hasta el siglo I.
Tened mucho cuidado de vosotros mismos... no vayáis a per\ emir°, os hagáis alguna escultura de
cualquier representación que sea: figc-a masculina o femenina. figura de alguna de las bestias de la
tierra. figc-;: de alguna de las aves que vuelan por el cielo, figura de alguno de los reptiles que serpean
por el suelo, figura de alguno de los peces que hay en las aguas debajo de la tierra. (Deuteronomio
4:15-18.)
La explicación tradicional del segundo mandamiento es que trataba de evitar que el pueblo adorase a
otros dioses. Esto podría parecer razonable si Yahvé sólo hubiese proscrito hacer imágenes esculpidas.
pero su prohibición es total: ninguna figura de ninguna cosa. ¿Por qué ;1 dibujo de un pájaro en vuelo
o un pez saltando al sol podría representar una amenaza para Él? El segundo mandamiento prohíbe a
los israelitas transmitir cualquier tipo de información icónica: ilustraciones. dibujos o cualquier tipo de
arte. En el estado actual de nuestros conocimientos. jamás existió una cultura que prohibiese el arte
figurativo. ¿Por qué la prohibición contra las imágenes fue el segundo mandato en orden de im-
portancia para llevar una vida justa? Si los Diez Mandamientos se dispusieran según el orden de su
relativa importancia en la sociedad actual. con seguridad el segundo sería colocado el último por la
mayoría de las personas, y el segundo lugar se le concedería al sexto, que dice «No matarás». Así
pues, según el Decálogo, el arte es más peligroso que el asesinato..
En el Antiguo Testamento, la intolerancia religiosa se manifiesta principalmente en el odio a las
imágenes. La palabra ídolo procede del latín idolum, que a su vez deriva de la palabra griega eidolon,
que significa imagen. No fue la fe pagana en los dioses o el ritual de su culto lo que inflamó las
pasiones de los hebreos, sino el apego de los paganos a las imágenes de los dioses. En todo el Antiguo
Testamento, los principales profetas y los israelitas más observantes de su religión arremeten contra el
pecado de idolatría. En Reyes 2, 10:30, Yahvé alaba a Jehú por haber dado muerte a los sacerdotes de
Baal, porque adoraban ídolos; cuando los israelitas se disponen a invadir Canaán, El les da las
siguientes instrucciones:
arrojaréis delante de vosotros a todos los habitantes del país. Destruiréis todas sus imágenes pintadas,
destruiréis sus estatuas de fundición. saquearéis todos sus altos. (Números 33:52.)
Una posible explicación de la profunda hostilidad de los israelitas hacia las imágenes es que. al haber
descubierto la inmensa utilidad de la escritura alfabética. consideraban que la información icónica era
una amenaza para su recién adquirida habilidad. Aprender a pensar sin recurrir a imágenes es algo
indispensable en la escritura alfabética. «No hagas imágenes» es una prohibición del sistema de
conocimiento por patrones del hemisferio derecho. Todos los que obedezcan este mandato comenzarán
inconscientemente a volver la espalda al arte y a las imágenes asociadas a la Gran Madre, y. dando un
giro de 180 grados. buscarán por el contrario la protección e instrucción de las palabras escritas de un
Padre Todopoderoso.
El tercer mandamiento prohíbe pronunciar el nombre de Yahvé. «No tomarás en falso el nombre de
Yahvé, tu Dios: porque Yahvé no dejará-sin castigo a quien toma su nombre en falso.» Este
mandamiento situado inmediatamente después de la proscripción de las imágenes, refuerza la im-
portancia de las palabras sobre los iconos. En tanto que en el segundo mandamiento se prohíbe todo
tipo de imágenes, Yahvé señala la importancia de las palabras prohibiendo sólo el uso de una: su
propio nombre. Como los fieles no pueden utilizar imágenes para honrarle, la única manera de
glorificarle es utilizar todas las otras palabras disponibles. Todas ellas caen dentro de la jurisdicción
del lado izquierdo del cerebro.
En el Génesis, la primera orden que Yahvé da a Adán no es algo práctico, como la forma de hacer
fuego o la fabricación de un arma!5La primera cosa que enseña al primer hombre es a nombrar todas
sus criaturas. En este acto, Yahvé quiere dejar claro que la capacidad de nombrar es la facultad más
poderosa que confiere.a los mortales. Al nombrar las cosas, Adán adquiere «el domino sobre toda la
tierra»*. El nombre confiere significado y orden. Nombrar es conocer. Conocer es dominar.
El cuarto mandamiento es una instrucción para llevar el cómputo del tiempo: «Recuerda el día del
sábado para santificarlo. Seis días trabajarás harás todos tus trabajos. pero el día séptimo es día de
descanso para Yahvé. tu Dios...» Siete días no es ningún punto natural de ruptura en ninguno de los
ritmos cíclicos de la naturaleza. excepto en los cuartos de la luna. Las nubes y los tres días de la
lunación en que la luna no es visible hacen bastante dificultoso poder calcular siete días mediante la
obsen ación de la luna *7.
Contar los días entre los sábados era el más sencillo de los mandatos dependientes del tiempo del
Levítico. Los cálculos matemáticos se iban haciendo más y más complejos. y algunos requieren una
gran dosis de rigor para calcularlos. Veamos un ejemplo:
Seis años sembrarás tu campo... pero el séptimo año será de completo descanso para la tierra...
Contarás siete semanas de años, siete veces siete años; de modo que el tiempo de las siete semanas de
años vendrá a sumar cuarenta y nueve años. Entonces en el mes séptimo, el diez del mes. harás resonar
clamor de trompetas... Declararéis santo el año cincuenta. y proclamaréis en la tierra liberación para
todos sus habitantes. Será para vosotros un jubileo. (Levítico 25:3-10.)
Como un jubileo era un acontecimiento feliz en el que se liberaba a los esclavos, incluso a los
oprimidos les interesaba este ejercicio aritmético. Ninguna otra cultura en ese momento de la historia
instruyó jamás a todos sus seguidores, nó sólo a la clase sacerdotal, para que calculasen estos períodos
de tiempo tan complejos..
El décimo mandamiento sienta las bases de la idea de justicia_ ya que un correcto sentido del tiempo
lineal es necesario para poder concebir la dilación del castigo y el aplazamiento de la recompensa. A
los pueblos iletrados no les interesa tanto la noción de justicia como a los que conocen la escritura,
porque no conciben el tiempo como algo lineal. El día del juicio sólo aparece en las culturas que
poseen escritura. Los pueblos que no la poseen tienden a concebir la muerte como un tránsito hacia
otro mun-
i
" Los que visitan las pinturas rupestres prehistóricas suelen salir sobrecogidos. Con una gran maestría,
los artistas paleolíticos imbuyeron a las imágenes de bisontes, renos y caballos del espíritu de estos
animales. y de una misteriosa manera adquirieron algún tipo de dominio sobre ellos. Pero Yahvé no
enseñó a Adán a dibujar miméticamente a los animales. En esta nueva religión. bazada en la palabra. el
poder de que antes se había revestido a las imágenes quedaba transferido a la palabra.
* Según las investigaciones modernas, siete es la mayor cantidad de números de una serie aritmética
que la mayoría de las personas pueden recordar con cierta seguridad. Esta es la razón por la que los
números de teléfono sólo tienen siete dígitos.
Roben W. Funk. Roy W. Hoover y The Jesus Seminar, The Five Gospels: R'har Did Jesus RvnIlv . ay,
28. •

do. no corno un día ante un tribunal. Los alfabetos extienden el sentido del tiempo  hacen a los que
lo poseen más conscientes de la posibilidad de una recompensa en un momento muy alejado.en el
tiempo.
Los pueblos que poseían la escritura alfabética también tomaron conciencia de las posibilidades que
ofrecía la escritura de la historia: la secuencia cronológica de los acontecimientos. Ahimaoz. autor del
Libro de Samuel. es anterior a Herodoto en varios siglos. Sin una guía previa, escribió una obra
maestra de la historiografía. llena de intensidad dramática, estilo literario e introspección psicológica.
El cuarto mandamiento parece guardar escasa relación con la ética. Lo que hace realmente Yahvé es
dar instrucciones a su pueblo para que sea consciente del curso del tiempo, para que lleve el cómputo y
para que conmemore su paso. La conciencia de un concepto abstracto como el tiempo habría de ser de
interés crucial para las posteriores culturas basadas en el alfabeto. Serán ellas las que inventen y
queden fascinadas por relojes de sol, clepsidras, péndulos, disparadores de relojes, ruedas dentadas,
engranajes y calendarios. Finalmente. un grillete que señala el tiempo colocado en la muñeca les hará
esclavos del tiempo para siempre. El tiempo. como ya he señalado, es el rasgo clave del hemisferio iz-
quierdo del cerebro.
Cada uno de los cuatro primeros mandamientos refuerza la capacidad de las personas para pensar de
forma abstracta, lineal y secuencial. En conjunto, favorecen un estado mental que refuerza el uso de la
escritura alfabética. El aprendizaje del alfabeto, a su vez, refuerza la creencia en la justeza absoluta de
los cuatro primeros mandamientos. En otras culturas han existido otras normas de conducta escritas.
Sin embargo, los cuatro primeros mandamientos no se encuentran a la cabeza de ninguna otra relación
de preceptos éticos fuera de Occidente.
Pongámonos por un momento en el pellejo de Moisés, jefe de un grupúsculo de personas que han
descubierto un avance tecnológico que al parecer puede ayudar a conformar una sociedad muy
cohesiva. Imaginemos que Moisés es un visionario y que advierte que este nuevo método de per-
cepción puede tener efectos muy profundos en toda cultura que lo emplee. Supongamos, por último,
que nos enfrentamos al problema de cómo persuadir a otros de que aprendan el nuevo método. Si
lográsemos investir a las palabras de poderes mágicos, podría aumentar de forma significativa el
interés en ellas de la gente corriente. Para empezar, las palabras escritas ya son mágicas para los que se
están iniciando; de ahí a afirmar que son la creación de un Dios omnisciente v omnipotente no hay
más que ..n paso. Su mensaje estaba escrito en un código secreto. Los que desea.en acceder al secreto
v liberar la fuerza sobrenatural contenida en las p..ibras tendrían que aprender a leer y a escribir. Para
eliminar la competencia. declararíamos que el culto a las imágenes. el otro método de perce7,ción de
la realidad, quedaba prohibido. A Dios se le despojó de to. a imagen. De hecho. era un pecado terrible
intentar incluso imaginárselo. Tal corno Yahvé había advertido a Moisés: «Pero mi rostro no podrás '
e-- lo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo» (Éxodo 33:20). Un israelita sólo podía
verle leyendo lo que Él había escrito. La letra escrita había reemplazado a la imagen esculpida.
El Antiguo Testamento fue un poderoso instrumento social que logró reestructurar la cultura. Muchos
grupos humanos se beneficiaron de ello: otros lo sufrieron. Los vencedores fueron la gente corriente,
pobres, viudas, huérfanos, esclavos. levitas, los que sabían leer y escribir, guerreros. abogados, jueces,
profetas, agricultores, negociantes, hijos. padres. maridos y bígamos. También resultaron triunfantes la
escritura alfabética. la ley, la lógica, la justicia, la ética, la moralidad, el dualismo, la democracia, la
conciencia y el individualismo. Los perdedores fueron esposas. profetisas, reinas, artistas, hijas,
esclavas, las víctimas de las violaciones. las personas promiscuas y las sacerdotisas. Imágenes, belleza,
naturaleza, el concepto de globalidad, la tolerancia y la intuición experimentaron también un franco
retroceso. El judaísmo, entonces como ahora, está cimentado en un culto inquebrantable a Dios por
medio de la palabra escrita. Los hebreos fundaron la primera religión sostenida en la escritura. y, por
primera vez en la historia, un pueblo repudió al mismo tiempo a la diosa y a las imágenes en el arte.
122
123
CAPÍTULO 10
Abraham / Moisés
Pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré.
Jeremías 31:33.
De todas las grandes uniones híbridas que alimentan una violenta liberación de energía y de
transformación, no existe ninguna que sobrepase al encuentro entre la cultura escrita v la cultura oral.
Probablemente. la escritura fonética, al dotar al hombre de un ojo ,que le sirviese de oído es. social y
políticamente. la explosión más radical que se puede producir en cualquier estructura social.
Marshall McLuhan'.
L
OS COMIENZOS del judaísmo señalan el inicio de un nuevo capítulo en la historia. Todo lo sucedido
antes de su aparición nos parece remoto y desconectado de las sensibilidades occidentales. Las con-
quistas hurritas, las luchas entre los mitanni y los ritos egipcios no sintonizan con nuestra forma de
sentir. Los antiguos hebreos aporláion a la comunicación humana una serie de ideas que otros pueblos
sólo habían ensayado o explorado dúrante un breve período, además de introducir una serie de
conceptos sorprendentemente novedosos.. Los hebreos pastorearon estas construcciones de la mente a
lo largo de los siglos hasta que se difundieron por todas partes y calaron, finalmente, en la conciencia
occidental.
La escritura alfabética alteró profundamente la relación entre los hebreos y su deidad y entre los
hebreos y sus vecinos. Sus sagradas escrituras les, imbuyeron de una fe tan inquebrantable que entre
sumerios, hi-
NrM McLuhan y Frank 7.ingrone (eds.). The Essential McLu6an. 175. titas. hurritas. cretenses.
babilonios. mitanni. asirios. persas. cananeos. egipcios. griegos, fenicios y romanos son el único
pueblo de la antiriledad cuyo sistema fundamental de creencias ha sobrevivido a los embales de los
siglos, a pesar de haber sufrido una sucesión de calamidades que debieron haberlo extinguido por
completo*.
Los orígenes del judaísmo son importantes para la tesis de este libro por el excluyente primer
mandamiento, proclamado en un momento en que la diosa todavía ocupaba un lugar preeminente en el
corazón y en las vidas de las personas. Que una religión se cimente en el precepto de que una deidad
masculina es creadora de la vida sin participación femenina aIguna indicaba una transformación
radical**.
Una de las principales razones de que el Antiguo Testamento haya seguido teniendo influencia en
generaciones sucesivas es su gran legibilidad. Incluso un no creyente puede valorar su texto como
materia literaria. Las preocupaciones, acciones y respuestas de sus personajes revelan una profunda
comprensión de la naturaleza humana. Cuando la nonagenaria Sara escucha por azar cómo Dios
promete a Abraham. su marido, que la progenie de la anciana pareja, sin descendencia aún. se
convertirá en la multitud de una nueva nación, se burla de la confianza con que Dios pronuncia estas
palabras. Veinticuatro años han pasado desde que Yahvé mencionara el tema por primera vez y a Sara
le molesta que su crédulo esposo siga creyendo. Nunca sabremos si Nefertiti le recriminó a Akenatón
su obsesión, o la mujer de Hammurabi pensó que el código «Ojo por ojo y diente por diente» de su
marido era excesivamente duro: nisla historia ni la literatura se han hecho eco de estas conversaciones.
En otras culturas contemporáneas conocedoras de la escritura, su literaturabo devela los sentimientos
más profundos de las personas. Sus escritos están imbuidos de un tono artificioso y adulador. Los
escribas reales no recogen los fallos o debilidades de sus gobernantes. La jactancia de los faraones y el
autobombo de sus subordinados y sacerdotes no logran ganar nuestras simpatías. Al contrario que las
leyendas y mitos de Mesopotamia y Egipto, el Antiguo Testamento trata por igual a la gente corriente
y a las personas de rango. Lo que ensalza a los antiguos hebreos
* Sigue habiendo egipcios, griegos y romanos, pero sus actuales sistemas de creencias religiosas no se
parecen a los de antaño.
"*Los dioses-egipcios Atón y Rail h«hías'creado la vida sin la participación de una compañera
femenina, pero en su culto las diosas desempeñaban un papel protagonista.
124
125
ante nuestros ojos es su inquebrantable sinceridad cuando narran las debilidades de sus gobernantes y
las suyas propias.
José. el futuro patriarca. se comportó como un verdadero delator con sus hermanos. El engaño de
Jacob. la ebriedad de Noé y la perfidia de David merman el respeto del lector por todos ellos. Si el
propósito de un documento fundacional de una nación es inspirar respeto y consideración, ¿,por qué el
Antiguo Testamento incluye estas anécdotas tan humillantes? Acaso la razón de que estas debilidades
hayan sido conservadas fielmente a través de los siglos sea que narran hechos verídicos. La
caracterización crítica que hace el Antiguo Testamento de sus protagonistas lo con- vierte en la
primera obra literaria relativamente objetiva de la historia. La objetividad depende de un análisis
racional y la utilización de un alfabeto acrecienta la capacidad del hemisferio izquierdo del cerebro
para la objetividad.
El Antiguo Testamento es una antología de fragmentos literarios dispares. desde poesía. proverbios y
literatura sapiencial hasta profecía, revelación y leyes positivas. Su núcleo, no obstante, es la narración
histórica. En este capítulo dividiré de forma arbitraria sus relatos en mito, leyenda e historia y buscaré
pruebas del papel del alfabeto como motor oculto de la Biblia. A la primera parte del Génesis —desde
la historia de la creación, los padecimientos y tribulaciones de los primeros padres, Adán y Eva, hasta
el relato de Noé— la voy a clasificar como mitológica. Muchos de sus temas, incluidos ciertos
elementos clave en los relatos del Jardín del Edén, el Diluvio y la Torre de Babel. eran fábulas apa-
rentemente tomadas de la cultura mesopotámica.
Desde el Libro de los Jueces hasta el Libro de Samuel se hace un relato detallado de la ascensión y
caída del Reino de Judea entre 900 a.C. y 400 a.C. con el sello inconfundible de la historiografía.
Elutor (o los autores) narran con detalle unos relatos sobre los reinados de Saúl, David y Salomón,
entre otros, que resultan realmente convincentes. A pesar de que los relatos contienen gran cantidad de
lecciones niorales, los protagonistas casi con seguridad son seres reales, y para la mayor parte de los
historiadores existen pocas dudas de que estas narraciones estén basadas en personajes auténticos.
La parte intermedia del Antiguo Testamento, desde los últimos libros del Génesis hasta Jueces, incluye
el relato de los patriarcas, de la esclavitud en Egipto, el Éxodo, el Sinaí, la Alianza, la travesía del
desierto y la conquista de Canaán. Como ninguno de estos relatos ha sido corrobo rado por pruebas
arqueológicas. voy a designar estos pasajes corno leendas.
Imagine el lector que se le adjudica la tarea de compilar la historia de la fundación de su pueblo. Sin
duda. empezaría con los hechos fundamentales que distinguen su cultura de las demás. Luego. después
de haber recogido los acontecimientos fundamentales que hubiesen hecho necesaria la redacción de un
documento cultural diferenciador. haría aparecer un mito de la creación que se insertaría antes de la
principal línea argumental. Los estudiosos de la Biblia creen que los primeros y poéticos capítulos del
Génesis fueron redactados por el. autor denominado «sacerdotal» h. 600 a.C.
Los anónimos autores del Antiguo Testamento fundieron mito, historia y leyenda con tanta habilidad
que resulta imposible saber cuándo empieza o termina cada uno de los géneros. Los legendarios
Abraham. José y Moisés parecen tan .reales como los históricos Saúl, David y Salomón. La distinción
entre los dos tipos de narración reside en que los personajes más antiguos se ven envueltos en sucesos
milagrosos, y los posteriores, no. Comenzando con el relato de Abraham, la narración aparece fresca,
vívida, compleja, y no tiene aspecto de ser mitológica. Vamos a suponer a efectos de nuestra
argumentación que la transición entre mito y leyenda comienza con Abraham.
El pueblo judío comienza a diferenciarse aproximadamente en '1800 a.C. en «Ur de los caldeos». Fue
un período de prosperidad y de progreso en las artes y en las ciencias. Merced a las conquistas y a las
alianzas militares, Hammurabi estaba formando un floreciente imperio delque Ur representaba una
parte importante. Hammurabi honraba el conocimiento y utilizó la palabra escrita para proclamar su
famoso código legal.
Entre los pueblos de lenguas diferentes que vivían en Ur, había un hombre de nombre Téraj que se
dedicaba a fabricar ídolos. Dada la mezcla de religiones que se practicaban en Ur —Babilonia,
después de todo, fue el modelo sobre el que se inspiró el relato de la Torre de Babel—, a Téraj le iban
las cosas de perlas. Su talento artístico y su sagacidad política le granjearon un considerable respeto.
Su oficio consistía en tallar imágenes sagradas en bloques de madera, una vocación que tendría que
haber hecho que Téraj no se decantase de forma clara
126
127
por ningún culto en particular. (Es probable que'un fabricante de ídolos para religiones rivales se
contase entre los primeros escépticos de la historia.)
El Antiguo Testamento. al recitar su genealogía. no nos dice el nombre de la mujer de Téraj. Esta
omisión resulta extraña va que Téraj tenía tres hijos. uno de los cuales era un imponente mocetón de
nombre Abram, que luego habría de convertirse en Abraham. patriarca"de todas las religiones de
Occidente. El florecimiento de las artes en Ur habría puesto a Abram en contacto con la cultura de su
tiempo. Haciendo uso de la licencia poética de la que goza un autor, trataré de imaginar cómo habría
sido la vida para Abram en Ur, ciudad en la que creció.
Debido a la posición de su padre, el precoz mozalbete pudo aprender la escritura cuneiforme. Sentado
en el taller de su padre practicando las lecciones de su cartilla en las tablillas de arcilla. Abram
contemplaría embelesado cómo los extranjeros, con sus característicos acentos, encargaban diferentes
talismanes a su padre. Con su percepción alterada en virtud de su aprendizaje, quizá sintiese desdén
por los ídolos acumulados en el taller del padre. y despreciase a los que creyesen que de algo fabricado
por el hombre pudiese emanar el espíritu de lo divino. Presenciando a diario la transformación de la
muda madera en dioses y diosas, Abram pudo haber sentido una aversión cada vez más intensa hacia
la idolatría.
En determinado momento, y por razones que no quedan claras, Téraj reúne a su familia y abandona Ur
en dirección a Canaán, al oeste. Dentro de la pequeña tribu estaba Saray, esposa de Abram. No tarda
mucho el Antiguo Testamento en informarnos que «Saray era estéril, sin hijos» (Génesis 11:30). Poco
después de llegar a Canaán, Téraj murió, lo que obligó a Abram a ponerse al frente de la pequeña tribu.
Con sus rebaños, Abram comenzó una vida nómada como jefe de un grupo de mercaderes. De vez en
cuando, rentaba pastos para su ganado a los terratenientes cananeos; con toda probabilidad, Abram y
sus patronos llevaron una existencia pacífica. Debido a la sequía, se desató una hambruna en Canaán,
pero Abram no regresó a Ur sino que, por el contrario, condujo a sus rebaños en dirección opuesta,
hacia Egipto.
La fecundación cruzada entre culturas siempre ha sido tarea de viajeros, aventureros y peregrinos, que
llevan las ideas de una cultura a otra como las abejas llevan el polen de una flor a otra. Mientras vivió
en Egipto, Abram tuvo que haber sentido curiosidad por la lengua escrita del pueblo que le había
acogido, tan diferente de la escritura cuneiforme que ha- bía aprendido de chico. Como hijo de artista.
tuvo que admirar la capacidad que los jeroglíficos tenían de comunicar ideas mediante unas ima_enes
bellamente compuestas. Pasado un tiempo. no especificado. regresó con su mujer y su tribu a vivir en
Canaán.
Las andanzas de Abram le dieron la oportunidad de.observar las costumbres de los diferentes pueblos
y su idiosincrasia religiosa. Los pueblos que desarrollan actinides cosmopolitas se vuelven menos
leales a religiones particulares de un lugar determinado y tienden a adoptar' otros credos más
universalistas. Tal vez las cavilacione-teol4pfd s' abstractas de Abram. estimuladas por su
conocimiento de la escrituro.-le persuadieron de que. después de todo. había un solo Dios, y no
tenleaeintagen.
Quizá Abram se dedicara al arte de la escritura cho cual habría ex perimentado dos métodos
radicalmente opuestos de conseguir un mismo fin. Tal vez le rondase en la cabeza la idea de que quizá
hubiese una manera mejor de escribir. Otros cananeos estaban t aié.=ttxéntando crear un sistema de
comunicación escrita más sencillo Apes-ar-cle los esfuerzos de-los innovadores, la aristocracia
cananea; inmovilista, no se dio cuenta del valor de sus experimentos. Los escribascnteos; al haber te-
nido que tomarse la molestia de aprender la engorrosa lengua acadia, no estaban dispuestos a ceder el
poder derivado del flujo restringido de la información. El registro arqueológico. de Tel el Amarna
indica que continuaron escribiendo su correspondencia en cuneiforme.
Muchos epigráfistas consideran que es poco probable gyelos hebreos utilizasen el alfabeto antes que
los cananeos o los fenicios, porque no se han encontrado pruebas de ello. La pequeña tribu hebrea y
otros grupos análogos no conectados con el poder no guardaban lealtad ni a la escritura jeroglífica ni a
la cuneiforme: Como estaban viajando constantemente de un lugar a otro, no controlaban ninguna
ciudad, no mandaban erigir monumentos y no construían edificios de piedra, por lo que no tallaron en
ésta ningún tipo de escritura que legar a la posteridad. Convie- ne señalar que no existe una forma
lapídea del alfabeto hebreo. Cualquiera que fuese su forma de escritura, se tuvieron que limitar a los
diferentes tipos de pergaminos, ninguno de los cuales se ha conservado. La inexistencia de pruebas,
debemos recordar, no es prueba de inexistencia.
Tras una larga y próspera vida corno comerciante, mercenario y pas tor, Abram, que a la sazón contaba
99 años, experimentó una epifanía: es-

cuchó la voz de Yahvé. El Antiguo Testamento nos dice que Yahvé «se le apareció» (Génesis 17:1), lo
cual sugiere que Abram representa una fase intermedia entre el culto a la imagen v el culto a la
palabra. En esa época existían en Canaán numerosos cultos religiosos. Anat. Asherah y Astarté eran las
principales diosas: más del 90 por 100 de las figuras votivas halladas en los estratos de la Edad del
Hierró en Canaán son representaciones femeninas 2• Hacia 1500 a.C., los dato"lscritbs comienzan a
indicar un cambio a favor de un dios llamado El que compartía muchos de los atributos de Yahvé, y
tenía una diosa consorte, Asherah Cuando el solitario Yahvé le habla a Abram, se supone que aquél no
tiene aún seguidores: Noé. e incluso Matusalén, los anteriores-adalides de , Yahvé, hacía mucho
tiempo que habían muerto. No existe ningún dato en el registro arqueológico de Canaán o de ningún
otro lugaisl:Creciente Fértil que indique la presencia de un pueblo adorador de Yahvé.
Un día, cuando Yahvé (el dios sin seguidores) estaba hablando con Abram (el hombre sin hijos y sin
dios) le hizo saber que un día su semilla se convertiría en multitud y que sus sucesores. heredarían la
tierra de Canaán. Han pasado veinticuatro años `. ninguna de las promesas se ha hecho realidad. De
nuevo Yahvé se le aparece a Abram, pero esta vez le propone un pacto (la Alianza). Si Abram le presta
a Yahvé una fidelidad sin fisuras, éste cumplirá todas sus promesas anteriores. Yahvé le dice a Abram
que su descendencia sería « ... como el polvo de la tierra: tal que si alguien puede contar el polvo de la
tierra, también podrá contar tu descendencia» (Génesis 13:16).
Para sellar la Alianza, Yahvé exige que los varones de esta nueva fe se 'distingan sacrificando el
prepucio de sus penes. Esta orden es con toda seguridad el más extraño intercambio de la historia de
las religiones, pero considerado en el contexto de un desplazamiento culturalty psicológico hacia los
valores masculinos y el patriarcado, esta demanda tiene su sentido, aunque cruel. Al exigir la
circuncisión, Yahvé eliminaba la posibilidad de que las mujeres participasen de forma activa en la
Alianza. Al no tener prepucio que ofrecer, las mujeres se convirtieron en accesorias, neutralizándose su
poder y su influencia. El anciano Abram tuvo que haberse estremecido al saber que una de las
condiciones de la Alianza era que él debía dar ejemplo. Abram accede a las dos condiciones, la fideli-
dad y la circuncisión, a cambio de las dos promesas de Yahvé: nación y
=
Tikva Frymer-Kensky, In the Wake of the Goddess. 158-159. tierra. Abram reúne a su clan v les
comunica el acuerdo que acaba de concluir. Se puede imaginar lo que pasó por las mentes de sus
parientes masculinos, de los trabajadores del campo_y de los esclavos cuando supieron que la
circuncisión formaba parte de sus obligaciones para con la nueva deidad, pero el relato bíblico sugiere
que todas las personas importantes accedieron. Yahvé les dice a Abram y a Saray que cambien sus
nombres por los de Abraham v Sara como signo de la nueva situación. convirtiéndose en los primeros
israelitas.
Sorprendentemente, la Alianza entre Yahvé y Abram era un acuerdo oral. Nada de ello se escribió ni en
piedra ni en-pergamino. aunque en la cercana Ur la escritura cuneiforme se llevaba utilizando desde
hacía más de mil años. Considerando que los contratos relativos``-t-cosas tan prosaicas como las
consignaciones de aceite de oliva se ponían por escrito de forma rutinaria, resulta extraño que ni Yahvé
ni Abram diesen legitimidad a su Alianza mediante un documento escrito.
Para felicidad de Sara, Yahvé finalmente cumple la primera parte del pacto. Al saber que estaba
embarazada, Sara se convierte en la segunda y entusiasta conversa. Y se manifiesta: «Dios me ha dado
de qué reír: todo el que lo_ oiga se reirá conmigo. ¿Quién le habría dicho —a Abraham que Sara
amamantaría hijos?; pues bien, yo le he dado un hijo en su vejez.»
Abraham y Sara quieren con locura a Isaac, su recién nacido hijo. Al darse cuenta de lo que este niño
significa para sus nuevos fieles, Yahvé decide poner a prueba el compromiso de Abraham, ordenándole
que le ofrezca a su hijo en sacrificio. Abraham no lo consulta con Sara, sintiéndose obligado a cumplir
por su Dios esta terrible tarea, diciéndose para sí que la fidelidad a Yahvé es superior a su lealtad hacia
su hijo único o hacia su mujer. Cuando entre sollozos se dispone a degollar a su amado hijo, Yahvé
detiene su mano, revelándole que su orden no había sido sino una prueba. El haber dejado al margen a
Sara en asunto tan grave es algo muy significativo.
Aunque el sacrificio de un niño para la mentalidad actual resulta algo execrable, tenía una lógica
intrínseca aunque macabra. La humanidad se había esforzado siempre por mantener lo que parecía ser
un cierto tipo de control sobre las fuerzas caprichosas de la naturaleza, haciéndole a los dioses
frecuentes ruegos para conseguir sus favores. En las relaciones normales entre los mortales, todos
comprendían que el trueque era algo necesario: si alguien quería un objeto del vecino tenía que
ofrecerle algo de igual valor. Cuando se pedía a un dios o a una diosa que le librasen a uno
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por ningún culto en particular. (Es probable que un fabricante de ídolos para religiones rivales se
contase entre los primeros escépticos de la historia.)
El Antiguo Testamento. al recitar su genealogía. no nos dice el nombre de la mujer de Téraj. Esta
omisión resulta extraña ya que Téraj tenía tres hijos. uno de los cuales era un imponente mocetón de
nombre Abram, que luego habría de convertirse en Abraham. patriartade todas las religiones de
Occidente. El florecimiento de las artes en Ur habría puesto a Abram en contacto con la cultura de su
tiempo. Haciendo uso de la licencia poética de la que goza un autor, trataré de imaginar cómo habría
sido la vida para Abram en Ur, ciudad en la que creció.
Debido a la posición de su padre, el precoz mozalbete pudo aprender la escritura cuneiforme. Sentado
en el taller de su padre practicando las lecciones de su cartilla en las tablillas de arcilla. Abram
contemplaría embelesado cómo los extranjeros, con sus característicos acentos, encargaban diferentes
talismanes a su padre. Con su percepción alterada en virtud de su aprendizaje, quizá sintiese desdén
por los ídolos acumulados en el taller del padre. y despreciase a los que creyesen que de algo fabricado
por el hombre pudiese emanar el espíritu de lo divino. Presenciando a diario la transformación de la
muda madera en dioses y diosas, Abram pudo haber sentido una aversión cada vez más intensa hacia
la idolatría.
En determinado momento, y por razones que no quedan claras, Téraj reúne a su familia y abandona Ur
en dirección a Canaán, al oeste. Dentro de la pequeña tribu estaba Saray, esposa de Abram. No tarda
mucho el Antiguo Testamento en informarnos que «Saray era estéril, sin hijos» (Génesis 11:30). Poco
después de llegar a Canaán, Téraj murió, lo que obligó a Abram a ponerse al frente de la pequeña tribu.
Con sus rebaños, Abram comenzó una vida nómada como jefe de un grupo de mercaderes. De vez en
cuando, rentaba pastos para su ganado a los terratenientes cananeos; con toda probabilidad, Abram y
sus patronos llevaron una existencia pacífica. Debido a la sequía, se desató una hambruna en Canaán,
pero Abram no regresó a Ur sino que, por el contrario, condujo a sus rebaños en dirección opuesta,
hacia Egipto.
La fecundación cruzada entre culturas siempre ha sido tarea de viajeros, aventureros y peregrinos, que
llevan las ideas de una cultura a otra como las abejas llevan el polen de una flor a otra. Mientras vivió
en Egipto, Abram tuvo que haber sentido curiosidad por la lengua escrita del pueblo que le había
acogido, tan diferente de la escritura cuneiforme que ha-
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bía aprendido de chico. Como hijo de artista. tuvo que admirar la capacidad que los jeroglíficos tenían
de comunicar ideas mediante unas imágenes bellamente compuestas. Pasado un tiempo. no
especificado. regresó con su mujer y su tribu a vivir en Canaán.
Las andanzas de Abram le dieron la oportunidad de.©bsen ar las costumbres de los diferentes pueblos
y su idiosincrasia religiosa. Los pueblos que desarrollan actitudes cosmopolitas se vuelven menos
leales a religiones particulares de un lugar determinado y tienden a adoptar otros credos más
universalistas. Tal Vez las cavilaciones--teolóticas` abstractas de Abram. estimuladas por sil
conocimiento de la escritor le persuadieron de que. después de todo. había un solo Dios, y no- ;tent.in
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Quizá Abram se dedicara al arte dé la escritora cho cual habr a ex= -= perimentado dos métodos
radicalmente opuestos de cgnseguir un mismo fin. Tal vez le rondase en la cabeza la idea de gtie quizá
hubiese una manera mejor de escribir. Otros cananeos estaban 1aiét -rnténtando crear un sistema de
comunicación escrita más sencilla. A pesar-de los esfuerzos de-los innovadores, la aristocracia
cananea; inmovilista, no se dio cuenta del valor de sus experimentos. Los escribas cananeos, al haber
tenido que tomarse la molestia de aprender la engorrosa lengua acadia, no estaban dispuestos a ceder
el poder derivado del -flujo restringido de la información. El registro arqueológico de Tel el Amarra
indica que cono-
nuaron escribiendo su correspondencia en cuneiforme.'
Muchos epigráfistas consideran que es poco probable gye.los hebreos utilizasen el alfabeto antes que
los cananeós o los fenicios, porque no se han encontrado pruebas de ello. La pequeña tribu hebrea y
otros grupos análogos no conectados con el poder no guardaban lealtad ni a la escritura jeroglífica ni a
la cuneiforme. Corno estaban. viajando constantemente de un lugar a otro, no controlaban ninguna
ciudad, no mandaban erigir mo1iumentos y no construían edificios de piedra, ponlo que no tallaron en
ésta ningún tipo de escritura que legar a la posteridad. Convie- ne señalar que no existe una forma
lapídea del alfabeto hebreo. Cualquiera que fuese su forma de escritura, se tuvieron que limitar a los
diferentes tipos de pergaminos, ninguno de los cuales se ha conservado. La inexistencia de pruebas,
debemos recordar, no es prueba de inexistencia.
Tras una larga y próspera vida corno comerciante, mercenario y pastor, Abram, que a la sazón contaba
99 años, experimentó una epifanía: es-
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diferentes tipos de escritura. se le debieron suponer cualidades de un gran valor „. Si José hubiese
servido a un faraón hicso. la fecha del Éxodo sería tres o cuatro siglos más reciente de lo que hayan
podido conjeturar los investigadores. Unos cuantos especialistas como Martin Bernal. Cyrus Gordon y
Donald Redford han propuesto. de hecho. que el Éxodo 'coincidió con el dominio de los hicsos sobre
Egipto.
El Antiguo Testamento deja constancia de cómo el pueblo egipcio amaba efusivamente a José. Dado el
carácter de la naturaleza humana es posible que experimentasen una emoción distinta. En el curso de
la historia. el hecho de que un gobierno arrebate las tierras de alguien sólo ha engendrado amargura en
éste. El papel de José en la expropiación de las tierras en favor de la monarquía originó una
transferencia masiva de la riqueza de Egipto. Durante las calamidades de la sequía se sembrarían las
semillas de la revolución, circunstancia agravada por el hecho de que el faraón era además un
conquistador hicso. Por otra parte. José. al ocuparse de sus hermanos. tuvo que haberse hecho muchos
enemigos. Resentimiento y envidia de los que no pertenecen al círculo familiarvan siempre de la mano
del nepotismo.
Si José fue contemporáneo de los hicsos. podríamos entender por qué los egipcios trataron tan mal a
los hebreos tras la muerte del faraón. Un poderoso ministro extranjero a las órdenes de ún faraón hicsó
inevitablemente tuvo que haber acumulado enemigos entre la población nativa sometida. Si la muerte
de José hubiese coincidido con una revuelta popular contra la dominación de los hicsos. las tomas se
habrían vuelto súbitamente contra los judíos. Tras su triunfo, el nuevo faraón egipcio y los leales fun-
cionarios de su Gobierno habrían dirigido su furia, con toda seguridad, contra los consejeros
extranjeros de los hicsos. Sin embargo, tras haber esclavizado a los hebreos, el faraón y sus consejeros
aún les temían. A instancias de los consejeros de la corte, el faraón proclamó un edicto decretando la
muerte de todos los primogénitas varones de las mujeres hebreas.
Las noticias del decreto del faraón llegaron hasta los campamentos de esclavos. Una desesperada
madre de la tribu de los levitas colocó a su hijo en una cesta y lo dejó flotando en el Nilo. Los gritos
del pequeño en su cesta, enganchada entre los juncos, atrajeron la atención de la hija del
* La familia de José experimentó el mismo éxito embriagador y las calamidades subsiguientes que
predijeron los visires judíos a los califas en el siglo VIII. los ministros judíos a los reyes españoles en
el siglo XV y los judíos alemanes durante el siglo XX. En todos los casos, fue el dominio de la lengu•i
escrita por parte de los judíos lo que les hizo a c ds-.a.a,CÚspide de todas esas culturas. faraón y de
su séquito. La princesa adoptó al bebé y le puso de nomre Moisés.
Moisés pasó su infancia entre príncipes, en el palacio real. donde se le enseñaron el arte de la guerra y
la habilidad de leer y escribir jero_I: i- cos. Moisés destacaba en las competiciones atléticas por su
gran estatura y fuerza, pero el Antiguo Testamento nos hace saber que tenía dos defectos: uno de ellos
era una cierta dificultad al hablar; el otro. su mal genio. Su tartamudez le hacía rehuir hablar en
público. Según reconocía el propio Moisés, «Yo no he sido nunca hombre de palabra fácil» (Éxodo
4:10). Las deficiencias en el habla estimulan en los que las padecen un interés en formas distintas de
comunicación, como la escritura. No se tartamudea al escribir.
Un día, el joven príncipe ve cómo un capataz fustiga a un trabajador hebreo. y le ordena que se
detenga. Aquél, irritado de que un miembro de la casa real interceda en favor de un esclavo, le dice a
Moisés que el caso no es de su incumbencia. Se produce una lucha y Moisés mata al capataz.
Temiendo las repercusiones de este suceso, Moisés abandona el reino. Finalmente llega a la tierra de
los madianitas, los mismos que habían rescatado a José.
Poco después, Moisés llega hasta un pozo donde un grupo de hombres está molestando a las mujeres
que tratan de sacar agua. Se produce una pelea y Moisés resulta victorioso. Al llegarle noticias de un
extranjero que ha luchado en favor de las mujeres madianitas, Jetró, un sacerdote de alto rango, anima
a Moisés a que se case con su hija Seforá *. Moisés abandona su real cuita y se establece para llevar
una vida apacible cuidando los rebaños y ayudando a Jetró, quien probablemente iniciase a Moisés en
el culto madianita del fiero dios-volcán Jahve ** 3.
Los madianitas eran caravaneros. Viajaban por muchas tierras y tenían oportunidad de observar y
aprender de primera mano las costumbres de otros pueblos. Al igual que los pueblos de alrededor, es
probable que los madianitas estuviesen experimentando una nueva forma de escribir no muy diferente
de la que José aprendiera de su padre en Canaán. Los epigrafistas están de acuerdo en que al alfabeto
habría comenzado en algún
* En este matrimonio mixto participaba un patriarca hebreo, por lo que iría contra las convicciones
religiosas del credo judío, lo cual, al hai r sido recogido por la Biblia, hace suponer que fue un hecho
cierto.
** Freud. entre otros. ha señalado ia.s.núnieliik`g Sfitilitudcs entre Yahvé y Jahve. ' Sigmund Freud.
Moisés i. lo religión monoteísta.
136
137
lugar de esta región. El territorio donde vivían los madianitas era la península de Sinaí. la misma
región en la que Petrie descubrió pruebas del más antiguo alfabeto que se conoce.
Un día, cuando estaba en el campo, Moisés tuvo una visión sobrenatural: una zarza ardía en una
ladera. pero las llamas no la consumían. De repente. la atronadora voz de Yahvé se dirigió a Moisés
desde el fuego. Su voz divina había estado en silencio durante el largo sufrimiento del pueblo elegido,
que aún se hallaba en Egipto castigado por los egipcios. entre otras cosas. por su inquebrantable fe en
su Dios. En realidad, fue ésta la primera vez que Yahvé se pronunciaba ante los mortales desde la
muerte de José: según el Antiguo Testamento, habían pasado 430 años.
Yahvé informa a Moisés que le ha elegido para liberar a los hebreos. Su sufrimiento y contrición
habían hecho llegar el momento de su liberación. Al preguntarle el atónito pastor cómo habría de
conseguirlo, Yahvé le dijo que fuese a la corte del faraón y exigiese la liberación de los hebreos. Si el
faraón no accedía. Yahvé intervendría. Como incentivo suplementario aseguró a Moisés que cumpliría
su promesa a Abraham de proporcionar una tierra propia a los israelitas. Moisés, no de muy buen
grado, recogió sus pertenencias. dejó a su mujer y emprendió su heroico viaje.
Ahora ya mayor y con barba, Moisés no es reconocido en la corte. Consigue una audiencia con el
faraón y le ordena que deje marchar a su pueblo, advirtiéndole de funestas consecuencias si no les
concede la libertad de inmediato. Tras la sorpresa inicial, la corte se burla de él. Si Yahvé era un dios
como es debido, preguntaban los egipcios, ¿por qué había permitido a su pueblo sufrir durante tanto
tiempo, desoyendo sus súplicas? ¿Por qué Egipto, el más poderoso imperio que el mundo había jamás
visto, tenía nada que temer de este invisible dios del desierto, que hasta entonces, que ellos supieran,
no había realizado milagro alguno Más aún, le preguntaron qué clase de dios habría de enviar como
representante a alguien con un defecto en el habla. La petición de los hebreos parecía totalmente
ridícula, y el faraón la rechazó.
Entonces Yahvé desató una serie de plagas cada vez más mortíferas sobre la tierra de Egipto: insectos,
ranas, úlceras, pestes del ganado, tinieblas y la conversión en sangre de las aguas del Nilo. Sin
embargo, el faraón se negó a liberar a sus esclavos. Por último, Moisés advirtió al faraón que el Ángel
Exterminador* pasaría por la ciudad durante la noche
* En las versiones modernas de la Biblia es el propio Yahvé el qu: lleva el epíteto de «Exter"'thinador..
y no un ángel: sin embargo, mantengo el texto del autor. (N. del T.)
138 matando a todos los primogénitos de Egipto. Aunque se estaba dando cuenta de que se hallaba
ante algo sobrenatural, el faraón siguió sin .e- der. Moisés, entonces, se apresuró en acudir a los
campamentos de los esclavos, donde dio instrucciones a los hebreos de que sacrificaran un cordero. lo
desangrasen y utilizaran la sangre para marcar un aspa en las puertas de sus propias moradas. El Ángel
Exterminador de Yahve n, se detendría en las casas marcadas, salvándose sus primogénitos.
Por la mañana, un grito de dolor se extendió por el reino de Egipto. al descubrir los padres a sus hijos
muertos en sus lechos. Un desconsolado faraón. cuya familia no se había librado de la maldición,
llamó a Moisés y le ordenó que reuniera á su pueblo' y que partiera inmediatamente. Moisés,
extiltante, congregó a toda prisa a los hebreos y comenzó el Éxodo.
Tras unos días de viaje, llegaron al mar de Cañas, que les impedía el paso. La desconfianza de los
hebreos hacia el sentido de orientación de su jefe era cada vez mayor, agravada al ver que un ejército
con el faraón a la cabeza les estaba pisando los talones. El faraón estaba resuelto a v olver a apresar a
sus antiguos esclavos. Cogido entre el mar infranqueable y la acometida del ejército, Moisés apeló a
Yahvé, que respondió separando las aguas; permitiendo cruzar a los hebreos por el lecho del mar.
Cuando el ejército del faraón intentó seguirlos, Yahvé hizo que las aguas' volviesen a juntarse,
pereciendo ahogados el faraón y sus huestes.
Después de esta penosa huida, los hebreos emprenden su marcha de cuarenta años por las inhóspitas
regiones del desierto. Al llegar al pie del monte Sinaí, Moisés pide a su hermano Aarón, un hombre
conocido por sus dotes de orador, que sea su representante en su ausencia. El propio Moisés asciende a
la montaña para mantener su segunda audiencia con el Dios carente de imagen. En recompensa por la
fe de Moisés, y cargado de amor hacia su pueblo, Yahvé otorga a los hebreos un valioso don: Diez
Mandamientos grabados en dos tablillas de piedra escritas por el dedo .de Yahvé* (Éxodo 32: 15-16).
Después de su: conversación con Yahvé, Moisés baja de la montaña con las tablas en sus brazos. De
regreso en el campamento, descubre consternado que su pueblo se prosterna ante la estatua de un
becerro. Du-
* La elección por parte de Yahvé del sistema aleph-ber en la escritura de los Diez Mandamientos es la
primera constancia de la existencia del alfabeto en la literatura de la región. No existen referencias en
los escritos alfabéticos de cananeos y fenicios que indiquen que considerasen como algo
revolucionario esta nueva forma de comunicación. Tampoco el alfabeto desempeña un papel signi-
ficativo en sus mitos.

rapte la larga ausencia de Moisés. los hebreos. inquietos al verse sin jefe, habían asediado a Aarón
pidiéndole que hiciese un ídolo al que poder adorar. Todos aportaron sus joyas de oro. y. tras fundirlas,
fabricaron un becerro de oro.
Enfurecido porque tan débiles acusaciones contra su persona les hubiesen hecho retomar a la
adoración de una imagen —una práctica expresamente prohibida por Yahvé—. Moisés levanta los
brazos como para asestar un golpe y las tablas de piedra caen al suelo. haciéndose añicos. Lleno de ira.
Moisés destruye el becerro de oro, y reprende a Aarón y luego al resto de la gente. Al enfrentarse las
primeras palabras escritas de los hebreos con su última imagen. ambas resultan -destruidas en el
choque. El conflicto simbólico entre palabra e imagen no se podía manifestar de manera más
dramática. Al observar el revuelo, Yahvé lleva a Moisés aun lado y le da instrucciones para realizar un
duplicado de las tablas. Durante los siguientes cuarenta días y cuarenta noches, sin detenerse ni a
«comer pan o beber agua». Moisés escribe mientras Yahvé le dicta (Éxodo 34: 27-28). Este importante
pasaje implica que Yahvé le enseña a Moisés a escribir valiéndose del alfabeto*.
Comprendiendo su error, los hebreos prometieron honrar los mandamientos de Yahvé y cambiaron su
propio nombre por el de pueblo de Israel. Colocaron las preciadas tablas en un arca de madera y
llevaron consigo, hasta lo más profundo del desierto, esos signos abstractos colocados en líneas. La
Alianza que había sellado Yahvé con Abraham había sido puesta ahora por escrito, como cualquier
otro contrato. Por instrucciones de Moisés. de tiempo en tiempo el Arca se colocaba ante la gente y se
abrían sus puertas. Los hebreos adoptaban una actitud reverente en presencia de las divinas palabras de
Yahvé**.
Los hebreos permanecieron en el desierto durante cuarenta años, preparándose para la conquista de
Canaán. Como la distancia entre Egipto y Canaán se puede atravesar en coche en dos horas y media,
surge la pregunta de ¿por qué tardaron tanto tiempo? Los expertos en el Talmud dan la siguiente
interpretación: Yahvé comprendía que tras varias genera-
* El pueblo advierte que tras el regreso de Moisés de su decisivo encuentro con Yahvé, su semblante
había cambiado de manera que nadie se atrevía a mirarle. Durante los cuarenta años siguientes llevó
un velo. El hombre al que se atribuye haber dado la palabra a su pueblo, al igual que su solitaria
divinidad. había perdido su imagen más característica: su rostro.
** Transcurridos cuatro mil años, la tradición continúa. En todos los sabbath judíos y en otras fiestas
religiosas se abre el Arca. y el rabino extrae los sagrados rollos de pergamino pasándolos entre la
congregación Cada Prr r!. los fieles tiene el deber (y la opcnunidad) de besar la paiabra escrita.
140 ciones en cautividad. los israelitas habían adquirido mentalidad de esclavos. Tenían que
desprenderse de esta actitud mental si querían conquistar a los hien defendidos cananeos. Yahvé dio
instrucciones 3 Moisés de que mantuviese a su pueblo en el Sinaí durante dos generaciones. tiempo
suficiente para engendrar una tercera generación. que no hubiese conocido las ataduras de la
esclavitud. Estos jóvenes formarían la urdimbre de un ejército que habría de construir una nueva
nación. Cuando finalmente los israelitas pudieron ver en la distancia las murallas de los enclaves más
meridionales de Canaán. el anciano Moisés transfirió el mando a Jo- sué. hijo de la nueva generación.
Agotado en su ancianidad. el último acto de Moisés fue escribir en un rollo de pergamino los
acontecimientos más importantes acaecidos al pueblo hebreo. Luego les ordenó leer todo el rollo,
párrafo por pári afo. en orden y de forma periódica. para que este documento escrito quedase grabado
en la memoria *. Moisés murió cuando la tierra de Canaán estaba ya a la vista y fue enterrado en el
desierto. Su popularidad era tan grande y fue tan grande el duelo por su muerte que Yahvé tomó
medidas para que los israelitas no le adoraran como a un dios: sus restos fueron enterrados en un lugar
desconocido y sin dejar huella alguna.
Tras asumir el mando de su pueblo, Josué dirigió a los hebreos. a quienes el desierto había endurecido,
hasta el otro lado de la frontera y atacaron y vencieron a los bien defendidos enclaves cananeos. A
pesar de su juventud, la táctica militar de Josué fue magnífica. Al ir cayendo cada uno de los bastiones
cananeos, Yahvé le dijo que pasara a cuchillo a todos los hombres, mujeres y niños, salvando sólo a las
muchachas vírgenes, que habrían de ser adoptadas por la nación israelita.
En muchos pasajes del Antiguo Testamento, los cananeos no habían sido hostiles hacia los israelitas:
habían arrendado sus pastos a Abraham. habían querido casarse con las hijas de Jacob y, en un gesto
de amistad. habían vendido la cueva de Hebrón a Abraham para que pudiera enterrar a Sara. Sin
embargo, como los cananeos adoraban las imágenes, Yahvé ordenó a su pueblo que se les diese
muerte.
Esta guerra se llevó a cabo también por la posesión de territorios, algo que no resulta nuevo para el
estudiante de historia. El asesinato de los vencidos tampoco era algo especialmente extraordinario en
la san-
-*. Durante e),reinado de Josías (421 a.C.) se descubrieron estar instnfccic:res perdidas hacía mu• cho
tiempo. utilizándoselas como base del modemo ritual judío. Algunos historiadores creen que (u.: en
realidad Ezra, el sacerdote del templo, el autor de esta parte. atribuyéndosela a Moisés.
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grienta crónica del género humano. Lo que diferenciaba a este episodio de barbarie es que por vez
primera en la historia un pueblo inocente era exterminado por el celo religioso de otro pueblo.
Las razones de la guerra entre cananeos e israelitas se pueden resumir del modo siguiente: los
primeros adoraban a sus dioses a través de sus imágenes, los segundos adoraban a su Dios a través de
la palabra escrita. Las palabras resultaban vencedoras en la primera de las muchas confrontaciones
entre texto e imágenes.

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