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ANÁLISIS

Construcción de la juventud en los 80. Identidad y adultocentrismo:

COMO SE CONSTRUYE LA JUVENTUD A PARTIR DE LA IDENTIDAD (LO ESCRIBE


EL JUAN, EN UNA DE UNA PLANA)

Por otra parte, como bien señalo Hall (AÑO), la juventud se constituye y consolida en
relación al Estado y las elites dominantes en tanto productores de violencias sociales, o
violencia simbólica como dijera Bourdieu (AÑO). El Estado inhibe las expresiones de
grupos sociales, y en el caso de los jóvenes, estos se encuentran sojuzgados bajo un
sistema de dominación adultocéntrica. Esto resulta fundamental para la construcción de la
juventud y en especial para la juventud chilena de los 80 en un contexto de dictadura.

Hall (AÑO) estableció que el adultocentrismo refiere a un sistema de dominación de la


sociedad adulta hacia la población joven. Es un sometimiento de los jóvenes frente a los
adultos en tanto que estos son organizadores y administradores de la vida social, en
donde el adulto refleja la figura del “deber ser”, mientras los jóvenes son invisibilizados en
la medida en que son posicionados como agentes principales de un futuro incierto, que no
existe. Esta dominación a la que se enfrentan los jóvenes en el plano sociocultural es
fundamental para construcción de un “subgrupo social” caracterizado por compartir una
identidad y una representación social afín.

En el caso chileno, esto resulta aún más evidente puesto que a la ya transversal
dominación adultocéntrica, se suma un componente político como es la dictadura y su
revolución conservadora en lo moral (EJEMPLIFICAR DE ALGUNA FORMA EL
CONSERVARURISMO. ALGO SIMILAR A LA IDEA DEL DISCURSO DE CHACARILLAS,
PERO QUE HAYA SIDO TOCADO EN LA TESIS, PARA EXPLICAR EMPIRICAMENTE
COMO FUNCIONA EL ADULTOCENTRISMO. ALGO CORTO, PARRAFO DE SEIS
LINEAS POR EJEMPLO).

La construcción de la juventud punk debe su origen principalmente a esta confrontación


que supone la cultura adultocéntrica dominante y concordante con una sociedad del
orden; se articula como movimiento contestatario a partir de la violencia adultocéntrica.

La cultura hegemónica adulta es un síntoma de cuestiones aún más complejas para la


construcción de la juventud. En el caso del movimiento punk en tanto juventud, se articula
como tal en torno a tres ejes estructurales. El primer eje, y el más determinante para el
caso chileno, dice relación con la tensión estructural que existe entre juventud y normas
sociales. Como segundo eje encontramos la tendencia de la juventud a la asociación, a lo
colectivo. Y por último, un tercer eje referente a nuevas formas de socialización. (SI ES
POSIBLE ALGUNA CITA DE ESTAS IDEAS, SERÍA IDEAL).

El caso del primer eje en la construcción de la juventud, a saber, la tensión entre juventud
y normas sociales resulta fundamental, pues como dijo Hall (AÑO), toda juventud se
organiza a partir de la dominación cultural adulta que se materializa en normas sociales,
pero que en el caso chileno se le da el plus de que en un periodo de dictadura, dichas
normas sociales resultan más explicitas y radicales. (OJALÁ EJEMPLIFICAR LA
TENSION DE ALGUNA FORMA). El hecho de que el hombre “debe” usar el pelo corto, la
mujer “debe” usar el pelo largo, los aros “no son” para hombres, entre otras cosas, son
ejemplos de que las normas sociales operan en todo orden de cosas al punto de coartar
la vida de las personas, de entrometerse en las decisiones privadas de los ciudadanos. A
este tipo de cuestiones se van enfrentando los jóvenes en dictadura, construyendo en
paralelo la identidad y representación social a la que adhieren.

A la vez, la juventud punk se configurando como tal, de acuerdo al segundo eje propuesto
por Hall (AÑO), a saber, tendencia a la asociación. Este punto resulta evidente en la
configuración, a la vez, de una “comunidad de jóvenes” pertenecientes al movimiento
punk. Nace a partir de la tendencia de los jóvenes a agruparse en pos del ánimo de hacer
cosas; esto comienza a partir de la configuración de una fuerte amistad que tiene como
norma el compañerismo en un contexto de miedo y desconfianza como es la dictadura.
Los contextos, tanto a nivel barrial, universitario, familiar, etc., posibilitan la construcción
de lazos de amistad entre los jóvenes pertenecientes al mundo artístico-cultural. Con el
pasar del tiempo, estos lazos e intereses comunes comenzaron a masificarse, tanto a
otros jóvenes como a otros movimientos y/o expresiones artísticas. La incipiente
asociación entre los jóvenes comenzó a configurarse en un movimiento, en un circuito
contracultural multi-artistico, que sumado al conflicto ante las normas sociales, se ve
fuertemente influenciado por el contexto sociopolítico de la época a partir de la crítica al
sistema política y social mediante el arte.

El tercer eje en la construcción de la comunidad punk está directamente relacionado con


lo anterior, pues dice relación con la socialización de estos. En un contexto de dictadura,
en donde los jóvenes conflictuan con las normas, en donde tienden a la asociación
colectiva, el tema de la socialización resulta interesante pues va configurando el carácter
mismo de estos jóvenes. El hecho de ir, de forma incipiente, recuperando y reapropiando
espacios de expresión (DECIR CUALES ESPACIOS, MATUCANA, DOMEYKO, ETC.) en
un contexto de toque de queda, el hecho de hacer confluir en dichos espacios a diversas
formas de expresión artística como la música, la fotografía, la puntura, entre otros,
posibilita la construcción de una comunidad a partir de la particularidad que significa la
socialización de los jóvenes en dicho contexto.

Podemos decir así, que construcción de la juventud punk en tanto tal, se ve fuertemente
condicionada por el contexto en el que se desarrollan. Por un lado, se va constituyendo
una identidad y representación social a partir de las condiciones en las que se desarrollan
los jóvenes, es decir, a partir del contexto social, político, cultural, educacional, etc. Pero
además, el movimiento se va configurando a partir de una tensión estructural entre la idea
de juventud y la de normas sociales, en donde el conflicto entre libertad de expresión,
asociación y manifestación cocha y conflictua con normas sociales restrictivas en
dictadura. La expresión en la esfera cultural se ejemplifica en la dominación adultocéntrica
que padece y va configurando la juventud; el conflicto entre el “ser” y el “deber ser” resulta
fundamental en la construcción de la juventud como sujeto contestatario para el orden
social establecido. A la vez, se va configurando como juventud al alero de los márgenes
posibles en dictadura, cuestión que potencia la configuración de la dictadura en tanto que
el contexto invita a la construcción de lazos de amistad fuerte, ganas y necesidad de
expresión colectiva –principalmente contraria al régimen militar– y por tanto tienden a
asociación y socialización en espacios determinados, configurando un movimiento, que si
bien se basa en la espontaneidad, se ve fortalecido por las situaciones adversas a las que
se enfrenta.

JUVENTUD Y CULTURA. EL CONDICIONAMIENTO SOCIAL DE LA GENERACIÓN


PUNK

Una generación, como bien dijo Duarte (AÑO), refiere a un cumulo de experiencias,
memorias y recuerdos, y por tanto se constituye a partir de la historia. En el caso de la
juventud, esto se da de la misma forma. Ya entendida esta como un proceso de
construcción de identidad a partir de ciertos discursos y lugares de enunciación, como un
proceso de tensión entre los sujetos y las normas sociales expresadas en el
adultocentrismo, además de las tendencias a la asociación y socialización, hay que
incorporar nuevas temáticas a la concepción de la juventud, ligadas a la cultura y la
historia y que terminan por constituir al movimiento punk de los 80 en una generación.

Más estrictamente, esta generación se va construyendo como tal en la medida en que se


ve condicionada por la época misma en se sociabiliza, por los cambios culturales a los
que se ven enfrentados los sujetos y finalmente la relación que tienen estos con la
“memoria social incorporada”, dándole a la juventud un inminente carácter cultural e
histórico.

Cuando hablamos de memoria social incorporada nos referimos, según Margulis y Urresti
(AÑO), al cumulo de experiencias vividas por un grupo de agentes que se ve
condicionada por el contexto en el cual se desarrollan. Más concretamente, sería el
conjunto de experiencias sensibles, de habitus (BOUDIEU, AÑO) que adhieren los
jóvenes en un momento histórico-concreto.

En el caso de la juventud punk, hay que recordar que este se desarrolla en un contexto de
dictadura, esto quiere decir que los jóvenes socializan en un periodo caracterizado
principalmente por la fuerte represión y violación a los derechos humanos de la que se
valió el régimen miliar, una sociedad que se articula social y políticamente desde el miedo
y el individualismo, principios fundantes tanto de la dictadura como del neoliberalismo
implantado. En definitiva, la sociedad en la que se desarrollan los jóvenes punk se
caracteriza por la descomposición del tejido social y, por tanto, toda forma de
socialización de estos estará marcada por la singularidad del periodo social, político y
cultural.

En el plano cultural, si bien existían restricciones tanto sociales como políticas, se vivía
una situación un tanto diferente, pues se estaba en presencia de una “apertura” y
“expansión” cultural. Hubo una reemergencia de la cultura y con ello una multiplicación de
las formas artístico-culturales. No solo el ámbito musical vivió una explosión, sino también
lo hicieron la fotografía, la pintura, es decir, el arte en general. Junto con ello, las
expresiones culturales vivieron un cambio a nivel de contenido, pues reemerge la cultura
popular pero ahora no supeditada al dominio hegemónico de la izquierda tradicional, sino
que comienza a expresarse a través de los nuevos canales artísticos que emergen y que
se fundamentan en la experimentalidad en tanto proceso creativo.
Este contexto va configurando una forma de juventud específica, pues mezcla dos
componentes dispares: por un lado, un contexto social y político que minimiza a las
personas, pero a la vez un contexto cultural que posibilita la expresión de ellas. Es en esta
paradoja en la que se mueve la juventud punk en la década de los 80 y la que la
constituye en una generación singular.

El concepto de memoria social incorporada implica pensar a la juventud a partir de la


singularidad de la experiencia vivida en el espacio social al que pertenecen. La cultura
parental –adultos– responde de manera diferente a este contexto, asumen una posición
de sumisión frente al régimen militar pues tenían una mayor internalización del miedo al
ser ellos el objeto central de la represión y la perdida de la democracia, mientras que los
jóvenes, al nacer y socializarse en dictadura, se articulan como agentes contestatarios en
tanto que carecen del miedo característico de los adultos y son el germen del descontento
y malestar social. Son ellos los principales agentes de la resistencia a la dictadura que se
hizo sentir en la década de los 80, principalmente posterior al año 83, a razón de la crisis
económica que vivió el país.

Los jóvenes visualizan y experimentan la dictadura de una forma completamente distinta a


la cultura parental. A través de la música –principalmente– expresan esta diferencia con
respecto a sus “antepasados, se estructuran contestatariamente a través de esta, y ello se
deja ver, a priori, en las temáticas centrales de la música que se condensan en criticas
directas a la forma de sociedad y su cotidianeidad, al régimen político y a Pinochet.

Todo esto caracteriza a la cultura juvenil que deviene generación, una generación singular
basada en la forma en la que experimenta la realidad social, diametralmente opuesta a
sus antepasados, la cultura parental. La memoria social incorporada de estos sujetos dice
relación con una visión y una forma de vida opuesta a las normas de la dictadura, una
opción de vida basada en la rebeldía y la visión critica de la sociedad chilena en dictadura,
pero sin dejar de estar directamente condicionada por ella.

Por tanto, tenemos a una juventud marcada por la época en la que se originó y desarrollo.
Los jóvenes punk se articulan en el seno del miedo y el individualismo, a través de la
represión, la desmemoria, el desarraigo social y la expansión cultural, pero, por el
contrario, en vez de someterse al estado actual de las cosas, el movimiento underground
opta por ser una voz disidente del régimen dictatorial y sus múltiples expresiones. La
música es la formula que sintetiza la disidencia al ser lisa y llanamente una expresión
cultural anti-dictatorial, que se articula desde y en contra de la dictadura y sus figuras, a
saber, principalmente Pinochet.

CULTURA JUVENIL Y ESTETICA DEL MOVIMIENTO PUNK. IMÁGENES


CULTURALES DE LA DISTINCIÓN

La singularidad de la época en que vivieron estos jóvenes, es decir, la dictadura y todo lo


que ella acarrea, las vivencias que ella supone, la apertura cultural de la que fueron arte y
parte los jóvenes del movimiento punk durante los 80, construyeron una figura de
identificación, una representación social de los jóvenes. Como bien señaló Hall (AÑO), los
jóvenes tienden hacia lo colectivo, pero en este caso, más allá de la asociación, lo que
tendió a lo colectivo fue la expresión misma de estas vivencias, de esta representación
social y en la medida que esto ocurrió, las vivencias de los jóvenes en los años 80
comenzaron a constituirse en cultura juvenil. Pues, al decir de Feixa (AÑO), una cultura
juvenil es tal cuando las experiencias sociales de los jóvenes son expresadas
colectivamente mediante la construcción de estilos de vida distintos.

Durante los 80, la cultura juvenil, tal como lo estableció Feixa (AÑO), se articula a partir de
distintos ejes. A priori, salta a la vista aquello que ya hemos tematizado más arriba, a
saber, la construcción de una identidad juvenil – y con ello una representación social– a
partir de ciertos discursos y posiciones de enunciación, que hacen de los jóvenes sujetos
fácilmente identificables por los demás; el posicionamiento a partir de las formas que
adopta la cultura hegemónica y que en este caso hemos decidido llamarla adultocéntrica;
la constitución de los jóvenes como una generación que comparte formas de socialización
y patrones culturales específicos. Todas estas temáticas están, según Feixa (AÑO)
cruzadas a la vez por el género, la etnicidad, el territorio, la clase social, entre otro. Pero
el punto central al que aquí nos referimos dice relación con la forma, a partir de lo que
Feixa denominó (AÑO) “imágenes culturales”.

Las imágenes culturales son atributos ideológicos y simbólicos, materiales e inmateriales


que son apropiados por los jóvenes (FEIXA, AÑO) y que devienen identidad y
representación cultural, haciendo el paralelismo con Hall (AÑO).

La utilización de la semiótica como central en la construcción del estilo y por tanto en las
imágenes culturales en la que devienen los jóvenes punk de los años 80, resulta
fundamental para el análisis de estos últimos y para comprender el “cómo” de su
distinción en el plano estético.
El estilo o la estética de los jóvenes punk de la época resulta a priori lo más característico
en la forma de ser del movimiento underground de los años 80. Este posee aspectos
simbólicos e ideológicos que marcan la diferencia con el común de la gente y que se
sintetizan en el lenguaje, la música, las producciones culturales y las actividades focales.

En el caso del lenguaje, al decir de Feixa (AÑO), este se altera, es modificado por la
juventud, volviéndose un momento de distinción entre quienes pertenecen al movimiento y
quienes no (CHAMULLAR UN POCO CON EL LENGUAJE QUE UTILIZABAN, TIRAR
ALGUN EJEMPLO).

El caso de la música también es fundamental para hacer la distinción, pues esta cumple
un rol central en las formas de socialización y percepción del mundo que caracterizan a la
juventud de la época. En este caso, el rock, no solo como música, sino como “ideología”
resulta ser el tipo de música identitaria característica de los jóvenes; el rock como forma
de ver el mundo, como utopía, en tanto que se buscaba cambiar el mundo a través de la
música es una característica distintiva de los jóvenes y en especial del movimiento punk
de la época. Sin referentes culturales nacionales, este movimiento Underground
espontáneamente comienza a crear música mirando a las subculturas y contraculturas
inglesas y norteamericanas. Inspirados tanto en la música de Ramones, Sex Pistols. The
Cure, The Clash, entre otras, estos jóvenes comienzan a hacer música para compensar el
vacío cultural que entregaba por un lado la televisión y la radio a través de programas de
entretención, Sábado Gigante o el Festival de Viña, y la sensibilidad de la izquierda
tradicional devenida en Canto Nuevo. Comenzó a constituirse la idea de la música como
una forma de protesta, como expresión de rebeldía a partir del malestar que significaba la
vida en dictadura y sus repercusiones, cuestión que se transformó en un rasgo distintivo
de esta “microsociedad”.

Finalmente, el caso de las producciones culturales y las actividades focales están


íntimamente ligadas y en el caso de los jóvenes punk, van de la mano; las producciones
culturales de cada grupo y las instancias de participación de diferentes rituales,
constituyen una particularidad interesante del underground en los años 80, pues bajo el
contexto de dictadura y lo riesgoso que eran las agrupaciones masivas, el construir
comunidad a partir de actividades y espacios comunes cobraba un sentido aún mayor.
Este grupo de personas, no sólo desde el ámbito musical, sino que también dentro del
campo artístico en general empezó a articularse como un circuito contracultural y
Underground, ganando y conquistando espacios como El Trolley o el Garage
Internacional Matucana para utilizarlo como plataforma para exponer e interpretar sus
creaciones. Entonces, en múltiples ocasiones las tocatas o festivales Punk coexistían con
exposiciones de pintura, fotografía, poesía, teatro y performance. Todo esto a causa de la
articulación de un grupo de amigos que buscaba espacios de representación. Quien
personifica esta articulación entre creación artística y musical es Sergio Cristián Sáez
Jara, mejor conocido como Tv Star. Voz y bajo de la banda Dadá y también pintor y artista
visual, fue Tv Star el que estableció los primeros lazos entre el movimiento artístico de
vanguardia en Chile y el movimiento musical Punk y New Wave.

Todas estas características resultan fundamentales para establecer la existencia de una


cultura juvenil underground o punk y constituyen las bases del estilo como forma básica
de distinción. El estilo que se constituye, como dijo Feixa (AÑO), a partir del “bricolaje” y la
“homología”, componentes de la semiótica, son la consumación de la distinción entre un
nosotros y un ellos.

El bricolaje, es decir la utilización de distintos objetos para re-significar algo general,


resulta ilustrativo al momento de ver la forma en la que estos jóvenes se visten. El hecho
de utilizar ropa vieja y usada, pelo endurecido con “cola fría”, aros y bototos de milico –
particularmente– llevan a la construcción de un imaginario colectivo que asocia a quienes
se visten así, al hecho de pertenecer a un grupo de “vándalos”, “desvividos”,
“drogadictos”, “vagos”, incluso “homosexuales” (principalmente por los aros)
(CORROBORAR LA VERACIDAD DE ESTO; NO ESTOY 100% DE QUE SEAN ESOS
LOS CONCEPTOS), por el simple hecho de verse y ser diferentes. Estos jóvenes
debieron padecer los prejuicios y la estigmatización por parte de sectores de la sociedad
chilena que no comprendían la vestimenta ni los peinados. Para la izquierda tradicional,
que era defensora acérrima de la Nueva Canción Chilena y el Canto Nuevo, estos jóvenes
estaban a favor del imperialismo, puesto que la música que escuchaban era extranjera y
“extranjerizante”. Para los uniformados, estos jóvenes o eran militantes de algún
movimiento político, drogadictos, o en algunos casos, homosexuales. Los adultos se
asustaban, por lo que lo mejor era no salir de noche. Lo que implicaba ser detenido en
múltiples ocasiones, a raíz de la detención por sospecha y el toque de queda.

Esta idea de re-significación de objetos particulares en una imagen general, se ve


fortalecida, a la vez, por aquello que se denominó homología, que consiste en reflejar
dicho estilo en prácticas artísticas y de socialización particulares. Los lugares
frecuentados –actividades focales– y las expresiones artísticas –producciones culturales–
dan cuenta de un movimiento contestatario, irreverente, totalmente contrario a las normas
establecidas como válidas por parte de la dictadura y la cultura adultocéntrica y que era
totalmente concordante con el estilo transgresor que los representaba. La música y las
diversas expresiones artísticas contra la dictadura, la crítica personificada en la figura de
Pinochet, como los “Pinochet Boys” dan cuenta de ello.

Así, se va configurando la idea de una cultura juvenil que se funda y expresa en diversas
esferas, tanto de la vida cotidiana como de vida artístico-cultural y que tiene como
finalidad la distinción de grupos sociales, en este caso del movimiento punk ante la
sociedad en general, o dicho en términos ideológicos: la rebeldía contra las normas
sociales impuestas, pues con su look, los jovenes representaban un grupo desafiante,
irreverente y disidente frente a la dictadura. Esta diferenciación de la cultura juvenil a
partir –principalmente– del estilo, da cuenta de una suerte de condicionamiento de la
sociedad hacia los jóvenes, pues las formas de expresión musical y artístico en general,
más la estética misma de los jóvenes, está directamente influenciada por el contexto
económico, sociopolítico, económico y cultural de la época. El hecho de atravesar una
crisis económica implicaba la limitación del acceso a ciertos bienes, la ropa usada y la
estética de la carencia son ejemplo de ello, la articulación de un movimiento rebelde
puede encontrar su germen en las normas sociales y la limitación de la política que
supone una dictadura, además de verse potenciada –la cultura juvenil– por la explosión
cultural de la que fueron promotores los mismos jóvenes de la época.

RELACION ENTRE CONTEXTO SOCIAL, POLÍTICO Y CULTURAL CON EL


MOVIMIENTO UNDERGROUND DE LOS 80.

RESPONDER DE FORMA DIRECTA CUALES SON LAS DETERMINANTES DEL


CONTEXTO SOBRE LOS JOVENES. SACAR LAS RESPUESTAS DE LOS ANALISIS
ANTERIORES. EN EL CASO DEL ANALISIS DEL ESTILO, LA RESPUESTA ESTÁ EN
EL ULTIMO PARRAFO. AQUÍ ES DONDE DEBES RESPONDER A TU PREGUNTA DE
INVESTIGACION DE LA FORMA MÁS EXPLICITA POSIBLE. ESTO LO TIENES QUE
HACER TU JUAN ALBOHEMIO EN NO MÁS DE TRES PLANAS (TRES YA ES MUCHO),
QUE SEA PRECISO, CONCISO Y SIN COMPROMISO.
CONCLUSIONES

BASICAMENTE HACER UN RESUMEN DEL ANALISIS DESCRIPTIVO Y EL ANALISIS


GENERAL, TENIENDO EN CUENTA LA PREGUNTA DE INVESTIGACION. UNA PLANA
Y MEDIA A LO MUCHO, DEBE SER CORTO PERO PRECISO, COMO TU PENE.

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