Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
afirmando derivas y calveros sin detenerse lugar (topos), sin presencia. Exceso menos
ni identificarse en ninguno, hoyando las presencia, inminencia más virtualidad.
estructuras de reconocimiento en un flujo Si técnicamente para Marx, lumpfen es lo
abstracto, soltando virtualidades sin posarse que prolifera como “resto”, como virtuali-
nunca en un inicio, en un medio, en un dad no subsumible en el choque de máqui-
final, deviniendo sin fábula (principio- nas heterocrónicas en devenir, el lumpen,
medio-fin) ni teleología, en turbulencias lo lumpérico, podría figurar como nombre
tópicas. para esa virtualidad que, siendo inmanente
Si el despliegue de la Jenny se expone repre- a las máquinas, no pertenece a ninguna, y
sentacional, pedagógicamente, a ratos, en el más bien crece entre ellas, erosionándolas;
texto de Marx, en un vía crucis discontinuo sin que lo lumpérico deje de subsumirse a
según eslabones y acoplamientos, su devenir máquina, clase o subjetividad alguna. En
abandonará la sintaxis discreta en un flujo este sentido la Jenny es lumpérica.
continuo, sin empalmes ni estaciones. Del
ℵ En el devenir transformista de la
mismo modo en que el aerolito sólo perse-
Jenny, así como en el proceso ampliado
vera mientras hiende la atmósfera, y el valor de valorización del capital, hay menos
de cambio lo hace sólo mientras crece y se devenir que proceso según el texto de
valoriza sin congelarse en ninguna cantidad, Marx. Si enfocamos el proceso más que
la Jenny muere si para de erosionar, de ero- el devenir, la abstracción de la Jenny, su
sionarse, si se establece, si deja de alterar y politecnia, deviene subsunción trascen-
de alterarse, si se identifica, aunque sea por dental fáctica de las singularidades, nihil
un instante. Al contrario del anánké sténai homogéneo, igualación de lo desigual; y
(es necesario detenerse) de Aristóteles, la no erosión y desbloqueo inmanente de
Jenny y el valor de cambio, se abisman en los trascendentales, como devenir puro,
un devenir sin principio, sin medio, sin fin, sin punto de partida ni punto de llegada; 141
aconteciendo sólo como plus o exceso. Y no devenir abstracto que no metaforiza, que
se trata de un exceso de esto o de aquello, que carece de eslabones, como un flujo sin
crece por superación de un estado anterior, cauce, sin marco, sin borde, sin recono-
sino de un exceso puro, nunca exceso de, sin cimientos, en medio de la inmanencia
Archivos de Filosofía 4-5 2009/2010 Dossier. Técnica y producción del hombre
7
El régimen de la composición está, para Descartes, La libertad de la imaginación carece, entonces, de
de punta a cabo gobernado por la imaginación soberanía. No tendría la posibilidad de declarar
como poder compositivo de paisajes de diverso el estado de excepción de los principios que la
orden: físicos y astrofísicos, biológicos y prescriben; no podría, por lo mismo, decidir
anatómicos, urbanos y campesinos, costumbristas sus principios. No es ella su propio poder
de distinto tipo y complejidad; retratos, pinturas constituyente. Resulta más bien ser un principio
anecdóticas o abstractas, más o menos coloridas; constituyente a partir de principios constituidos,
ilusiones, recuerdos, evocaciones con tintes de una especie de cónsul comisarial.
ánimo y pasiones de intensidad variopinta; ecos, A esos principios que la condicionan se
espectros, más o menos plausibles del sueño, el los denomina, comúnmente, principios del
ensueño y el artificio, etc. entendimiento. Tales principios, por constituir
Según su quehacer lo sugiere, la imaginación, las condiciones de la imaginación, decíamos, no
como facultad de componer paisajes, constituye pueden ser imaginados ni compuestos por ella,
un poder finito de composición infinita. Hace toda vez que ella imagina y compone desde ahí.
a partir de lo que ella no hace, y que le ha sido La imaginación encuentra su límite en el
dado. Requiere de materiales y de principios de entendimiento. Y el entendimiento, ¿es el
composición. Más que interesarle, a Descartes, entendimiento soberano respecto de sus categorías
el variado universo de las composiciones, lo y principios? ¿Puede éste declarar la excepción
que le atrae es el orden de los elementos, de los de sus principios? ¿Es el poder constituyente de
principios y las materias a partir de los cuales la los principios que lo constituyen?
composición se compone. Le atraen porque en Esta, creo, es la turbulencia donde hay que
tales elementos reside el poder, la posibilidad, centrar la cuestión de la soberanía del principio,
de la composición y, a la vez, la composición, del príncipe, de la máquina-genio-maligno, del
la posibilidad del poder. Quien gobierna los sujeto, como sujeto sin sujeción de la sujeción.
principios de composición de los mundos, La pregunta por la soberanía de los principios
gobierna no sólo los mundos, sino la posibilidad del entendimiento abre, en el texto cartesiano
misma de estos. la turbulencia hiperbólica de la soberanía, de
Se trata pues, en un primer movimiento, de la posibilidad de un principio compositivo o de
suspender el universo de las composiciones o una imaginación que, por sobre el entendimiento
imaginaciones para desentrañar, en ellas mismas, o por sobre los principios, sea la que, como
los elementos y mecanismos a partir de los cuales estado de excepción, decida sin principio los
están hechas y funcionan. La estrategia para su principios; una imaginación que sin regla, sin
desentrañamiento consistirá en buscar, en ellas motivo, sin preocupación, sin condición, con total
mismas, aquello que sin ser compuesto constituye indiferencia y como fiat puro, incondicionado,
la base de su composición: los principios y pueda crear, entre otras cosas, los principios y
materiales a partir de los cuales la imaginación los condiciones del entendimiento como límites
compuso. Principios y materiales que condicionan de una imaginación no soberana, sujeta a otra
el poder de la imaginación como posibilidad soberanía (“Las verdades matemáticas, que
constructora de mundos. Una vez despejados usted llama eternas, han sido establecidas por
los principios y elementos de la imaginación,
en una analítica que va de lo compuesto a lo no
Dios y dependen enteramente de él, lo mismo
que todo el resto de las criaturas (...) decir que
143
compuesto en lo compuesto, queda a la vista, estas verdades son independientes de él, es
por decirlo así, la escena de las condiciones de hablar de Dios como un Júpiter o Saturno. De
la imaginación; condiciones las cuales no serían ningún modo tema publicar en todas partes que
producto de la imaginación, sino, por el contrario, es Dios quien ha establecido estas leyes (...)
su ley, su límite, la prescripción a partir de la cual como un rey establece las leyes en su reino (...)
ella es libre de producir cuantas composiciones Le dirán a usted que si Dios ha establecido esas
quiera, infinitas probablemente, pero siempre verdades, las podría cambiar como un rey hace
sujetas a los principios que la gobiernan, sin poder con sus leyes; a lo que hay que responder que
gobernarlos ella. sí, si su voluntad puede cambiar. Pero yo las
Archivos de Filosofía 4-5 2009/2010 Dossier. Técnica y producción del hombre
comprendo como eternas e inmutables. Y pienso las mercancías reviste, a lo sumo, frente a su
lo mismo de Dios. Pero su voluntad es libre (...) valor de uso, la forma autónoma del dinero: en
y su poder es incomprensible; y generalmente cambio, aquí se nos presenta súbitamente como
podemos asegurar que Dios puede hacer todo lo una sustancia pro gresiva, con movimientos
que podemos comprender; pero no que no puede propios, de los que la mercancía y el dinero no
hacer lo que no podemos comprender; pues sería son más que simples formas. Aún hay más. En
temerario pensar que nuestra imaginación tiene vez de representar relaciones entre mercancías, el
tanta extensión como su poder (...) El ha sido tan valor aparece revistiendo, como si dijéramos, una
libre de hacer que no fuera verdadero que todas relación privada consigo mismo. Considerado
las líneas tiradas del centro de la circunferencia como valor originario se distingue de sí mismo
fuesen iguales como de no crear el mundo (...) en cuanto plusvalía, a la manera como el Dios
Pero no me parece que deba decirse jamás de Padre se distingue del Dios Hijo, aunque ambos
ninguna cosa que no pueda ser hecha por Dios; tengan la misma edad y formen de hecho una sola
puesto que toda razón de lo verdadero y de lo persona, pues la plusvalía de 10 libras esterlinas
bueno depende de su omnipotencia, ni siquiera es lo que convierte a las 100 libras esterlinas
me atrevería a decir que Dios no puede hacer en capital, y tan pronto como esto ocurre, tan
que exista una montaña sin valle o que uno y pronto como el Hijo, y, a través de él el Padre, es
dos no sean tres; sino solamente digo que él engendrado, se borran de nuevo sus diferencias,
me dio una mente tal que no puedo concebir la y ambos se reducen a una unidad, a 110 libras
montaña sin valle o una adición de dos y uno esterlinas” (Marx, El capital, op. cit., cap. IV).
que no sea tres, etc., y que tales cosas implican 9
Técnicamente para Marx, el lumpfen es lo
contradicción sólo en mi concepto”. Descartes R.,
que prolifera como “resto” entre modos de
“Correspondencia”, Oeuvres et Lettres, op. cit.).
producción. En gran medida el lumpfen es una
8
“El valor pasa constantemente de una forma a otra,
figuración precisa del devenir, del entre, del
sin perderse en estos tránsitos y convirtiéndose
medio, del choque entre modos de producción.
así en sujeto automático. Si plasmamos las 10
Todas las referencias anteriores han sido tomadas
formas o manifestaciones específi cas que el
de Marx, El capital, op.cit., Volumen I, sección 4,
valor que se valoriza reviste sucesivamente
a lo largo del ciclo de su vida, llegaremos a Maquinaria y gran industria.
las siguientes definiciones: capital es dinero;
11
La forma revestida, el fetiche adoptado por el
capital es mercancía. En realidad, el valor se instrumento de trabajo inmediato en el que una
erige aquí en sujeto de un proceso en el que, bajo fuerza de trabajo es cogida, por algún ángulo
el cambio constante de las formas de dinero y especial de su virtualidad, y puesta a desgastarse
mercancía, su magnitud varía automáticamente, en el devenir productivo, es abolida: en adelante es
desprendiéndose como plusvalía de sí mismo, según el capital mismo, en un crecimiento a-telos,
como valor originario, valorizándose a sí que las indefinidas actividades se exponen como
mismo. En efecto, el proceso en el que engendra fetiches de un único acto abstracto en que las
plusvalía es su propio proceso, y, por tanto, actividades usuarias (las terminales específicas)
su valorización, la valorización de sí mismo. se revelan como pura abstracción: valor en