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La Huaca de la Luna, junto a la Huaca del Sol y la Zona Urbana Monumental aledaña forman el
conjunto Huacas de Moche, el principal centro urbano y capital de la antigua nación Mochica
que se desarrolló en el valle de Moche entre el año 50 d.C. y el 650 d.C.
La Huaca de La Luna es una pirámide escalonada que tiene un patio delantero cercado por un
grueso muro, un sector anexo y múltiples construcciones en su sima a la que se accedía por
una larga rampa.
Para las intervenciones en conservación de los murales polícromos de Huaca de la Luna, este
se apoyó conceptualmente en normas internacionales tales como la Carta de Venecia, la teoría
propuesta por Cesare Brandi y en las recomendaciones de la UNESCO, expresada en
documentos tales como la “Carta de restauro”, la “Carta Internacional para la gestión del
patrimonio arqueológico” y los “Principios para la preservación, conservación y restauración
de pinturas murales”, la cual, aunque posterior a los trabajos presentados en el presente
documento, posee importantes directrices y principios más específicos sobre la protección,
salvaguarda, conservación y restauración de pinturas murales. Es en estos principios en los
cuales podemos ver de manera crítica y especifica los trabajos desarrollados en la
conservación de los murales polícromos hallados dentro de la Unidad 12 en la Plataforma 1 de
Huaca de La Luna.
La metodología parte del planteamiento de Cesare Brandi cuando define la restauración como
“momento metodológico del reconocimiento de la obra de arte, en su consistencia física y en
su doble polaridad estética e histórica, en orden de su transmisión al futuro”. Primero es
necesario identificar en su integridad aquello que se va a intervenir, más aun teniendo en
cuenta que hablamos de material arqueológico expuesto a la intemperie.
Para los trabajos de conservación y restauración, se consideró al sitio como una “obra de arte
en actual estado de ruina”, con la obligación de rescatar sus valores documentales y estéticos,
por ser el sustento de su monumentalidad y su transmisión al futuro. Por tanto, la restauración
en este caso “no puede ser más que consolidación y conservación del statu quo, pues en otro
caso la ruina no sería tal, sino una obra que contendría una implícita vitalidad, suficiente para
emprender una reintegración de la unidad potenciaría originaria”. (Morales, 1997)
Trabajos preliminares: A fin de evitar la insolación directa de los sectores a intervenir, lo cual
implicaría una alteración de la materia y volumen de los objetos y estructuras a excavar, la
experiencia aconseja la instalación de paradores de vientos y cubiertas provisionales con
esteras de carrizo y parantes de eucalipto.
El movimiento estructural por acción sísmica o por simple desfase parcial de muros o bloques,
significa un comportamiento de riesgo en las superficies del muro, manifestándose como
grietas, fisuras y desprendimientos.
Al inmediato retiro del adobe que cubre el mural, es necesario realizar una operación de
readherencia de aquellos fragmentos sueltos, para evitar su desubicación y posterior dificultad
en la recomposición de la imagen.
Para ello es necesario humectar las caras a pegar o unir, con una solución de agua y alcohol en
proporción 1:1, para romper la tensión superficial y así facilitar la función adherente de la
arcilla líquida. En el caso de relieves de espesores considerables, el mortero arcilloso debe
reforzarse con un aditivo de acetato de polivinilo (PVA) al 2% en agua destilada.
(rojo, amarillo, blanco, negro y azul), así como la naturaleza y composición de los adobes y
morteros, planteó la recolección de muestras de 200 gr. De adobes y morteros y de 20 gr. de
los colores (fragmentos fuera de contexto).
La intervención es ejecutada en forma mecánica y en seco, salvo que el espesor del material a
retirar amerite una humectación parcial y progresiva, usándose para ello herramientas como el
hisopo de algodón humedecido, agua destilada, bisturí, bombillas de jebe, pincel de cerda
suave y miga de pan. Este último material es un recurso de excepcionales resultados, por no
ser abrasivo y retirar fácilmente el polvo adherido sobre el color sin afectarlo.
Conservación Definitiva
El procedimiento de aplicación fue por aspersión, evitando que el producto forme chorreras y
que la absorción sea pareja en toda la superficie, a fin de evitar la pérdida del pigmento y
desprendimientos de relieves o enlucidos por exceso de líquido. Para retardar la evaporación
del alcohol y propiciar una mayor penetración del consolidante, la superficie intervenida fue
cubierta con un plástico.
Con la finalidad de estabilizar el deterioro descrito, los colores deben ser fijados con una
solución de resina acrílica (Paraloid B-72) diluida en thinner acrílico, en porcentajes ajustables
a los problemas que presentan los colores, derivados de su propia y particular naturaleza como
por la técnica pictórica empleada. Para el blanco, rojo y amarillo, es de 2%; mientras que con el
negro es posible usar el 3 ó 4%. Este último color presenta serios problemas de consistencia
por su estructura laminar.
La aplicación de esta solución se realiza en forma mecánica, con pincel pelo de marta, en las
zonas con color, evitando el contacto con las áreas no policromadas, por generar un ligero
oscurecimiento del color del barro.
c) Los fragmentos fueron ubicados en una caja con arena para proteger los bordes de posibles
fracturas.
e) Consolidación del reverso de los fragmentos de relieve con Silicato de Etilo 40.
Presentación Final: La última fase de este proceso de intervención consiste en lograr una
correcta presentación estética del documento, sin que ello implique un cambio o alteración de
su contenido testimonial. Esta se plantea en tres aspectos: tratamiento de lagunas, de grietas y
fisuras y de cabeceras de muro.
Ambos constituyen un factor negativo para la correcta y buena presentación del relieve, por
permitir la acumulación de material suelto y ser un potencial albergue de insectos. Como
criterio específico manejamos la idea de mantener la evidencia de la fisura o la grieta, por ser
expresiones naturales del comportamiento del material y parte de la patina del mural. Sin
embargo, en lugares que son demasiado profundos se plantea el relleno o emboquillado de las
grietas, con cargas de mortero de barro hasta dejar 2 a 3 mm. de profundidad con respecto a
la superficie. Los rellenos hasta el nivel de esta, constituyen un problema estético por ser
excesivamente notorios y desfigurativos.
Unidad 12
La unidad 12 se trata de una trinchera orientada con el eje mayor de sur a norte, de unos 17
metros de largo, cuyo ancho podemos dividirlos en dos partes, una primera de 2m. y una
segunda de 4m. Se localiza entre los cuadrantes noreste y sureste de la plataforma 1 de la
Huaca de la Luna (Tello, 1997). Se trata de un área muy disturbada por hoyos de huaqueo
realizados antes de iniciarse los trabajos de excavación arqueológica correspondiente.
Desde el inicio del proyecto, esta unidad ha tenido diversas intervenciones en lo que respecta
al a conservación de las pinturas murales que se hayan presentes, las cuales pasaremos a
señalar a continuación, mencionando la temporada de trabajo correspondiente y los
problemas y soluciones presentados de acuerdo a la documentación publicada por el mismo
proyecto. El principal motivo iconográfico presente dentro del muro este de esta unidad,
corresponde a la llamada “Deidad de las montañas”. El área total a intervenir tiene una
superficie de 13 m2.
Temporada 1996
Unidad 12 A/ Edificio C
Fragmentos colapsados del personaje mayor del muro este, en la unidad 12 (Morales y Torres, 1998)
Tratamiento Conservador
Liberación: Después de proteger el área de trabajo con cubiertas y cortavientos provisionales,
fabricados con esteras y eucaliptos, se inició la liberación o descubrimiento del mural y el
tratamiento preventivo. Para ello se siguieron las pautas generales explicadas previamente.
La consolidación química de este sector cubrió una extensión de 13.00 m2, habiéndose
realizado conforme a los lineamientos descritos anteriormente.
Fijación: Una fase elemental en el tratamiento integral del mural es la readherencia o fijación
de la capa pictórica a su enlucido, en consideración al pésimo estado de conservación que
demostró desde su liberación hasta la fase anterior. Se debe de revertirse el estado de
pulverulencia o exfoliación mediante la aplicación de una resina acrílica en bajo porcentaje,
para que cumpla la función del aglutinante original.
Los bordes de los fragmentos y lagunas interiores fueron texturados como una superficie
rugosa, irregular y de color similar al sector tratado. EL mortero empleado es de barro simple
sin aditivos plásticos, por ser un material que rigidiza la presentación. Esta textura se obtiene
mediante la impronta que dejan los fragmentos de adobes.
Temporada 1997
Las escorrerías de las lluvias antes del sellado de este edificio y un probable sismo, han
causado severos daños en los relieves, al punto que los personajes centrales de dos rombos se
han desprendido y fragmentado totalmente y otros han sido desmontados intencionalmente al
momento de sellar el edificio, y parte de estos fueron ubicados en estado fragmentario en el
sello.
Proceso de descubrimiento del muro este del patio polícromo. (Morales y Torres, 2000)
El control del efecto erosivo y destructivo de los factores medio ambientales, ha permitido
realizar los trabajos de investigación y conservación arqueológica sin alterar los materiales. La
construcción y ubicación adecuada de las cubiertas y paravientos ha generado un microclima
con humedad y temperatura en rangos que fluctúan en los márgenes recomendables para la
preservación del barro policromado.
Tratamiento Conservador
Reestructuración: Las secciones superiores del muro estuvieron seriamente afectadas por la
depredación colonial, la presión del RAT y la visita contemporánea, a consecuencia de ello los
adobes estuvieron desfasados y fragmentados. De allí que todos los elementos claudicados,
por fractura, salinidad o erosión eólica, fueron retirados y remplazados por adobes originales.
Limpieza de Capa Pictórica: Las escorrentías de agua de lluvia se han filtrado entre el sello y el
relieve formando chorreras sobre la superficie pictórica. Esta estructura arcillosa de capas
gruesas ponen en riesgo la permanencia de la frágil capa pictórica, debido a las contracciones
bruscas por los cambios de temperatura y humedad.
Para facilitar su eliminación y no causar daños en la capa pictórica, debido al excesivo grosor
de este material, se humectó progresivamente su superficie hasta reducirlo a una lámina
delgada de arcilla, fácil de eliminar, para lo cual se empleó una solución de agua y alcohol en
partes iguales. La complejidad de este proceso condicionó un trabajo lento y de poco avance
físico, que contrasta con la excelente recuperación de la policromía y del relieve en su
totalidad.
Detalle de las chorreras de arcilla y barro que cubren la capa pictórica (Morales y Torres, 2000)
Detalle del muro este luego de la limpieza de la capa pictórica. (Morales y Torres, 2000)
Readherencia: Las causas o factores naturales y humanos, has afectado la estabilidad de las
estructura y su adherencia con los estratos de superficie, provocando el desfase y separación
de enlucidos y relieves, y que entre estos se formen vacíos que se rellenan de tierra suelta y
que posteriormente funcionan como cuñas. Ante este pre-colapso, la intervención se diseña
de acuerdo a las características de estos vacíos o “bolsas”. Ello implica la abertura de orificios
en la sección superior e inferior del vacío, para expulsar la tierra y oxígeno con bombillas de
jebe y así facilitar la penetración del material estabilizador.
Los sectores que presentaron esta problemática fueron retirados para un tratamiento de
estabilización y su posterior reubicación y readherencia.
Unidad 12
Tratamiento Conservador
Las actividades preliminares se orientaron, dentro del esquema de intervención del Proyecto, a
la protección ambiental del área de trabajo. Es decir, la instalación de las cubiertas y
cortavientos usuales, de tal manera que las superficies polícromas no queden expuestas a la
intemperie. Paralela a esta actividad, los conservadores desarrollaron los registros del estado
de conservación de las estructuras, pisos y murales.
Limpieza capa pictórica: La capa pictórica de los murales presentan generalmente un velo de
arcilla y chorreras de barro, producto de los escurrimientos pluviales y exposición del muro
antes de ser sellados. Este proceso de características reversibles y frecuentes en varios
sectores del templo, determinó una intervención en los términos ya establecidos por la
metodología explicada anteriormente.
Detalle de limpieza mecánica de las superficies policromas pulverentas (Asmat y Morales, 2004)
Readherencia definitiva: Las naturales dificultades de readherencia entre el muro soporte y las
superficies arquitectónicas, sean relieves, pintura murales o enlucidos, fueron tratados como
parte final de la técnica de consolidación, con el propósito de reforzar la unión de la capa
consolidada en la superficie como el muro soporte. Para el efecto, la propuesta técnica plantea
la introducción de cargas de barro acuoso al interior de los vacíos o bolsas que se forman entre
ambos estratos. Otra técnica que se desarrolló en más de un sector y con resultados óptimos,
es el desmontaje de ciertas superficies pro falla del Muro-soporte, una suerte de “stacco” para
ejecutar el desprendimiento de un mural. Previamente se registran los detalles en toda la
extensión del área a intervenir, se consolidó el relieve con silicato de etilo y se fijó el color con
Paraloid B-72 al 4% en thinner acrílico, se calcó el área al mínimo detalle y se desarrolló un
registro fotográfico y fílmico. El mural fue retirado por fragmentos en función a las fracturas y
fisuras, luego colocados en una “cama de arena de acuerdo al calco y cuidando no afectar los
bordea. La estructura fue reforzada y estabilizada, de tal manera que posibilite la readherencia
de los fragmentos desprendidos, operación realizada con mortero de barro reforzado con una
emulsión de PVA al 2% en agua destilada.
Temporada 2000
Tratamiento Conservador
Se continuaron con las diversas actividades realizadas durante la temporada 1999, las cuales
fueron complementadas durante la temporada 2000. Las primeras acciones fueron orientadas
al control y neutralización de los factores de degradación, en especial las de carácter medio
ambiental, luego se ejecutaron las tareas preliminares, a nivel de conservación preventiva y de
limpieza de las superficies arquitectónicas.
Fijación del color: Por la expuesta falta de adhesión del estrato pictórico laminar y la corrosión
del color, fue necesario readherir éste a la superficie del relieve, es decir, fijarlo con una
solución de resina acrílica preparada con Paraloid B-72 y thinner acrílico de uso automotriz, al
2% (20 gr de resina por litro de solvente), aplicado a los colores blanco, amarillo y rojo;
mientras que para el olor negro se aumentó al 3%. La aplicación se realizó en forma mecánica,
con un pincel de “pelo de martha” y solo en las áreas policromadas.
Temporada 2001
Los trabajos ejecutados en el Muro Este, Edificio C, de la unidad 12, han estado abocados a la
liberación, conservación preventiva, adecuación turística e investigación para la conservación,
como una continuación de los trabajos iniciados en temporadas anteriores y que aún no han
sido culminados, con un saldo por ejecutar estimado en un 5%. En la temporada 2001, las
actividades prioritarias fueron orientadas a corregir los problemas de estabilidad estructural,
así como de la cubierta y paraviento.
Reestructuración de RAT (relleno de adobes tramados): La destrucción de este sector por
acciones vandálicas de los huaqueros realizadas previamente a las investigaciones dentro del
sitio, han genereado una inestabilidad general de los bloques constructivos o RATs. Dada las
condiciones físicas del relieve se planteó una intervención lenta y paralela a la excavación
arqueológica, evitando el desplome y colapso de los rellenos, muros y relieves.
La técnica constructiva, alternando hiladas de soga y cabeza con mortero de barro arcilloso
para el asiento y las juntas, y además obturadas con arena y cascote de adobes, fue respetada
en todos los sectores intervenidos y reforzados. La reintegración de los bloques respetó el
carácter de esta técnica, habiéndose reutilizado adobes originales recuperados de las
excavaciones, manteniendo una diferenciación notoria entre lo reintegrado y lo original, pero
sin contrastes que disuenen o alteren la presentación del sector.
Sistema de paravientos: Debido al carácter altamente erosivo del viento, se han colocado
estratégiacamente en el flanco este de la Unidad 12, paradores de caña brava, bambu y doble
estera de carrizo para proteger y controlar el ingreso del viento a las áreas de visita. A ello hay
que agregar el pintado de las esteras de carrizo con un color similar al del barro, con el
propósito de integrar o mimetizar la estructura al entorno monumental.
Sistema de cubiertas provisionales para el área con relieves policromos. (Morales y otros, 2008)
Conclusiones
Bibliografía
Publicaciones científicas
MORALES GAMARRA, Ricardo, Neil TORRES VELÁSQUEZ, Miguel ASMAT, Jorge SOLÓRZANO,
Carlos GAMARRA y Manuel ASMAT
2008 “Conservación Arqueológica: Intervención en la Huaca de la Luna; Estructuras y
superficies arquitectónicas”. En: Investigaciones en la Huaca de la Luna 2001, Santiago
Uceda, Elías Mujica y Ricardo Morales, editores, págs. 197-204. Trujillo, Facultad de
Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad - Trujillo.
TELLO, Ricardo
1997 “Excavaciones en la Unidad 12 de la Plataforma 1 de Huaca de La Luna”. En:
Investigaciones en la Huaca de la Luna 1995, Santiago Uceda, Elías Mujica y Ricardo
Morales, editores, págs. 29-37. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad
Nacional de La Libertad - Trujillo.
Cartas y Documentos