1. No me consientas porque sé que no es tu obligación cumplir cada uno de mis
deseos. 2. No temas ser directo conmigo. 3. No permitas que desarrolle malos hábitos, será más difícil enseñarme que los deje. 4. No me hagas sentir como si mi opinión no importara, así me comportaré aún peor. 5. No me corrijas frente a otras personas, entenderé mejor la información si me regañas a solas. 6. No me hagas sentir como si mis errores fueran crímenes terribles. 7. No me protejas todo el tiempo de todos mis actos, debo aprender que cada acción trae una consecuencia. 8. No prestes atención a mis pequeños caprichos, a veces solo busco comunicarme. 9. No te pongas triste si te digo que te odio; no te odio, simplemente me rebelo en contra de tu poder. 10. No repitas todo cien veces, de lo contrario fingiré que estoy sordo. 11. No me hagas promesas falsas, me pondré triste si no las cumples. 12. No olvides que aún no siempre puedo explicar bien lo que siento. 13. No exijas que te diga la verdad cuando estás enojado, de lo contrario te puedo engañar por miedo. 14. No seas voluble, eso me hace mucho daño. 15. No dejes mis preguntas sin respuestas o empezaré a buscarlas en otra parte 16. No digas que mis miedos no importan. Importan mucho, no son insignificantes y tengo aún más miedo cuando no te das cuenta de eso. 17. No finjas que eres perfecto y no cometes errores. Me pondré muy triste cuando descubra que no es así. 18. No creas que pedirme disculpas te quita dignidad. Si me pides disculpas cuando no tengo razón, me enseñarás algo. 19. No olvides que estoy creciendo muy rápido. Y tendrás que reajustarte a cada instante. 20. Adoro hacer experimentos. Sin esto no siento desarrollo, así que tómalo en cuenta antes de regañarme. 21. Y, por último, recuerda que no puedo crecer como una persona feliz si en mi casa no me quieren con todo el corazón, ¡pero eso ya lo sabes!