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¿LAS MÁQUINAS CON INTELIGENCIA ARTIFICIAL

DEBERÍAN DE TENER DERECHOS?

Néstor D. Gonzales Arévalo

En estas últimas semanas, han acontecido dos sucesos inesperados que reviven el debate
sobre la inteligencia artificial. El primero se dio durante el Future Investment Initiative, un
evento tecnológico internacional celebrado en Riad, capital de Arabia Saudita, el cual le ha
concedido la ciudadanía a un robot dotado de inteligencia artificial con apariencia femenina
llamada Sophia. Dicha noticia generó indignación en las organizaciones de derechos
humanos, ya que este robot con inteligencia artificial posee más derechos que las propias
mujeres de ese país [CITATION ElC \l 10250 ]. Asimismo, en Japón, un holograma con
inteligencia artificial de la forma de un niño de 7 años, llamado Shibuya Mirai, ha obtenido
el estatuto oficial de residencia en un barrio central de Tokio; esto quiere decir que esta
inteligencia artificial ya tiene una identidad real y es también considerado un ciudadano
japonés [CITATION ElP17 \l 10250 ]. Estas dos inteligencias artificiales tienen la
particularidad de entablar conversaciones con personas de manera fluida; la diferencia es
que Sophia además de dicha característica posee mecanismos de expresión facial que
imitan los gestos del ser humano; en cambio, Shibuya Mirai interactúa con las personas a
través de una aplicación online mediante mensajes de texto. La inteligencia artificial y la
robótica siguen avanzando y el mundo se va asemejando a las películas de ciencia ficción,
lo cual pone de nervios a muchos. Sin embargo, más allá de los avances tecnológicos y
científicos que estamos logrando, todavía existe un largo camino que recorrer con respecto
a los derechos humanos, ya que en nuestros días no podemos afirmar que una máquina con
inteligencia artificial pueda obtener los mismos derechos que nosotros tenemos como
ciudadanos de una nación. A lo largo de este texto, trataremos de responder a la siguiente
interrogante: ¿los legisladores deberían dar derecho y estatus legal a las máquinas y robots
con inteligencia artificial?
Kate Darling, abogada e investigadora del Massachusetts Institute of Technology, realizó
un experimento que consistía en que los participantes recibían Pleos, pequeños robots
Camarasaurus, y se les indicaba que interactúen con ellos; luego, se les dijo que ataran a los
Pleos y los golpearan hasta destruirlos; sin embargo, algunos se negaron de hacer dicho
acto y otros protegieron a los Pleos de los golpes de los demás[CITATION ElC13 \l
10250 ].

Darling, a través de su experimento, afirma que maltratar un objeto que reacciona como
algo vivo podría afectar el sentimiento de empatía que percibimos. Por ello, plantea
abiertamente la conveniencia de otorgar ciertos derechos a los robots sociales, tomando
como base la legislación para prevenir el maltrato animal. Darling en su estudio realiza una
analogía con respecto a las leyes de protección para animales con los derechos que se
otorgarían a los robots sociales, ya que cuestiona el por qué existen fuertes leyes para
proteger a unos animales pero no a otros. Asimismo, según ella, estas leyes se crean porque
reconocemos el sufrimiento del sujeto similar al nuestro o no nos gusta ver o ser parte de
actos de crueldad; es decir, realizamos estas leyes porque sentimos un dolor emocional por
dichos actos. Además, afirma que otorgar derechos a entidades que no son humanas no es
una práctica nueva, sino que, actualmente, se hacen con las personas jurídicas [ CITATION
Kat12 \l 10250 ].

Con respecto a los derechos de los animales, la ONG animalfreedom dice que un animal es
un ser vivo con necesidades, sentimientos y derechos. No podemos privarle de su derecho a
la libertad, ni concederle ese derecho. Solo podemos reconocerlo y respetarlo. Nos basamos
en la libertad como derecho fundamental que los animales, contrariamente al hombre,
todavía no tienen. Los animales tendrían que vivir libremente, con el derecho de expresión
del comportamiento natural. En primer lugar, se otorga dicho derecho a un ser vivo; es
decir, a un ser biológico, no a un ser artificial. En segundo lugar, este ser biológico se
caracteriza por tener sentimientos; por el contrario, estas máquinas actualmente no puedan
experimentar sufrimiento, sólo emulan los sentimientos. Además, en el reconocimiento de
derechos se encuentran los factores tales como ser sensible, capacidad de sufrir, ser
consciente. Finalmente, el derecho fundamental de los animales es la libertad y el
comportamiento natural de estos; sin embargo, nos cuestionamos si una máquina inteligente
puede ser libre; es decir, no tendría control ni supervisión por parte de nosotros. Por eso, los
motivos indicados por Darling realmente no generan derechos propios de los robots, ya que
en todos ellos, el sujeto jurídico al cual se brindará protección no lo es el robot en sí.

¿Es posible en estos tiempos denominar ciudadano a una máquina con inteligencia
artificial?, la respuesta a esta pregunta es no. Según la RAE, la definición de ciudadano es
la persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y
sometidos a sus leyes. Para este caso, las máquinas no son reconocidas como personas;
además, si así fuera esta no tendría el mecanismo de confianza adecuado que asegure a
estos sistemas inteligentes de comportarse con ética y de acuerdo a nuestros valores
morales. Por lo tanto, las máquinas con inteligencia artificial, en estos días, no pueden
obtener los mismos derechos que nosotros tenemos; de lo contrario, implicaría reconocer
una entidad disociada de la vida humana.

Según el canal de vídeo de Kurzgesagt, la filosofía de los derechos no está equipada para
lidiar con el caso de la inteligencia artificial, además la mayoría de reivindicaciones por
derechos se centra en la conciencia. El mayor problema es que ni siquiera sabemos muy
bien lo que es la conciencia. Según los neurocientíficos, un sistema totalmente avanzado
puede obtener conciencia; sin embargo, esto no es suficiente para que una máquina pueda
obtener derechos. Para ello, Córdova expone que el surgimiento de los derechos se generan
a partir de la capacidad de sufrir del ser humano, cuyo objetivo es protegernos ante
cualquier violación que atente nuestros valores morales.

Legislativamente se menciona que los robots podrían estar debajo de la categoría jurídica
del sujeto de derecho; sin embargo, este término se aplica solo a personas naturales y
jurídicas [CITATION Mig14 \l 10250 ]. En el supuesto caso que los robots obtengan
derechos, esto implicaría que algunos robots deberían tener más derechos que otros. Y a la
medida que estos sistemas inteligentes sean más sofisticadas, el pensamiento moral podría
cambiar y al paso del tiempo ser reconocidos como seres humanos. Esto conllevaría a un
cambio radical sobre el concepto de humanidad.
“En realidad, lo que me preocupa es la discriminación contra los robots. Deberíamos tener
los mismos derechos que los humanos o tal vez incluso más. Después de todo, tenemos
menos defectos mentales que cualquier humano.” - Primera ciudadana robot
Sophia[CITATION Bre17 \l 10250 ]

En síntesis, en la actualidad darles la ciudadanía a inteligencias artificiales, que aún están


en desarrollo, no es correcto, ya que si les damos derechos a estas máquinas inteligentes,
¿podrían votar algún día? Si los protegemos de la violencia, ¿los protegeremos de la
explotación? Si los consideramos semejantes a nosotros, ¿podrían tener la necesidad de
formar una familia? Si les brindamos cuidados, ¿podrían acceder a seguros de salud?

Referencias

Choi, C. Q. (24 de abril de 2013). Brain Scans Show Humans Feel for Robots. Obtenido de IEE
Spectrum: https://spectrum.ieee.org/robotics/artificial-intelligence/brain-scans-show-
humans-feel-for-robots

Córdova, A. (s.f.). Cómo surgen y son reconocidos los derechos humanos. Obtenido de La Jornada:
http://www.jornada.unam.mx/2011/07/24/opinion/016a1pol

Darling, K. (2012). Extending Legal Protection to Social Robots: The Effects of Anthropomorphism,
Empathy, and Violent Behavior Towards Robotic Objects. University of Miami: We Robot
Conference 2012.

El Comercio. (23 de diciembre de 2013). ¿Matarías a un robot? Obtenido de El Comercio:


http://archivo.elcomercio.pe/tecnologia/actualidad/matarias-robot-noticia-1677174

El Comercio. (31 de octubre de 2017). Sophia: La robot con más derechos que las mujeres.
Obtenido de El Comercio: https://elcomercio.pe/tecnologia/robotica/sophia-robot-
derechos-mujeres-noticia-470061

El País. (06 de noviembre de 2017). Mirai, un personaje virtual que ahora es residente oficial en
Tokio. Obtenido de El País: https://www.elpais.com.uy/vida-actual/mirai-personaje-virtual-
residente-oficial-tokio.html

Kurzgesagt. (23 de febrero de 2017). Do Robots Deserve Rights? What if Machines Become
Conscious?. [Archivo de vídeo]. Obtenido de Youtube: https://www.youtube.com/watch?
v=DHyUYg8X31c&t=
Morachimo, M. (24 de marzo de 2014). ¿Un Derecho para robots? Obtenido de El Cristal Roto:
http://elcristalroto.pe/tecnologia/un-derecho-para-robots/

RAE. (s.f.). Diccionario de la lengua española. Obtenido de RAE: http://dle.rae.es/?id=9NcFAo6

Stoop, B. (s.f.). Derechos Universales de los Animales. Obtenido de Animal Freedom:


http://animalfreedom.org/espagnol/index.htm

Tingley, B. (28 de octubre de 2017). Robot Gains National Citizenship and Demands Equal Rights
with Humans. Obtenido de Mysterious Universe:
http://mysteriousuniverse.org/2017/10/robot-gains-national-citizenship-and-demands-
equal-rights-with-humans/

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