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Expediente Nº : 5654-2009

Especialista : Aracely Calle


Escrito Nº : 03
FUNDAMENTA NULIDAD
CONTRA SENTENCIA

Señor Presidente de la Sala Penal de Apelaciones con funciones de


Liquidadora de Sullana:

RENATO M. ESCOBEDO
MARQUINA, Abogado de Juan
Chumbe Chumbe, en el proceso
penal que se le sigue como presunto
autor del delito de tráfico ilícito de
drogas, en agravio del Estado; ante
Usted me presento y digo:

PETITORIO:

De conformidad con los artículos 292°, 294° y 300° del Código de


Procedimientos Penales, dentro del plazo legal, acudo ante su Despacho
con la finalidad de FUNDAMENTAR EL RECURSO DE NULIDAD
interpuesto contra la Sentencia, Resolución s/n del 09 de agosto del año
2017, con la finalidad de que admita nuestro recurso y eleve
inmediatamente los autos a la Corte Suprema, medio impugnatorio que lo
sustento en los siguientes fundamentos:

I. LA PRESUNCION DE INOCENCIA

Primero.- El derecho a la presunción de inocencia es uno de los


principios cardinales del Derecho penal contemporáneo 1, al tiempo
1
Sentencia del Tribunal Constitucional del 8 de mayo del 2005, Expediente N° 0618 – 2005-HC,
fundamentos 20 y 21. De la misma manera la Sentencia del Tribunal Constitucional Español N°
105/1994, del 11 de abril de 1994, fundamento jurídico 5. Así también en el R.N. N° 555-2003-Puno,
6 de junio del 2003, S.P.T., C.S.J., en Jurisprudencia Penal 3, José Luis Castillo Alva, Grijley, Lima
2006, p. 27.

1
que constituye, sin lugar a dudas, una de las claves de bóveda más
firmes en las que se asienta todo el Estado de Derecho. Este derecho
fundamental responde a una idea consustancial a la concepción
constitucional de la justicia y de la dignidad humana: para condenar
a una persona no basta la convicción del Juez, sino que se
requiere la existencia de pruebas que avalen esta convicción 2;
sin pruebas suficientes y concluyentes no se puede atribuir a
nadie un comportamiento que revista un significado
antijurídico, susceptible por ello de acarrear una sanción.

Segundo.- Lo esencial del proceso penal propio de un Estado


democrático no es sólo que el conflicto lo resuelva un Juez imparcial a
través de un diálogo igualitario, racional e informado entre las partes
enfrentadas, sino también el que ese Juez, al tomar su decisión, parta
de la presunción de la inocencia del acusado como regla de juicio.
Esta regla niega, por de pronto, que el acusado llegue al juicio con
una condición indefinida respecto a su culpabilidad penal que el Juez
haya de concretar en función de los argumentos que resulten más
abundantes o más convincentes. El acusado llega al juicio como
inocente y sólo puede salir de él como culpable si aquella
condición de inocente resulta plenamente desvirtuada por el
Juez a partir de las pruebas aportadas por la acusación. La
presunción de inocencia, en su vertiente de regla de juicio, opera, en
el ámbito de la jurisdicción ordinaria, como el derecho del acusado
a no sufrir una condena a menos que la culpabilidad haya
quedado establecida más allá de toda duda razonable 3.

Tercero.- Para que una actividad probatoria permita condenar sin


infringir el derecho a la presunción de inocencia es necesario que
reúna las dos siguientes condiciones: De un lado, que la acusación
aporte pruebas de cargo válidas, suficientes y concluyentes, y,

2
Sentencia del Tribunal Constitucional Español N° 55/1982, del 26 de julio de 1982, fundamento
jurídico 2. Así también del Acuerdo Plenario N° 2-2005/CJ-116, en Jurisprudencia y Precedente
Penal Vinculante. Selección de Ejecutorias de la Corte Suprema, Cesar San Martín Castro, Palestra,
Llima, 2006, p.40. Del mismo modo la R.N. N° 2772-2003-Ayacucho, 19 de agosto del 2004, S.P.P.,
en Jurisprudencia Penal 3, José Luis Castillo Alva, Grijley, Lima 2006, p. 380.

3
Sentencia del Tribunal Constitucional Español N° 220/1998, del 16 de noviembre de 1998,
fundamento jurídico 3. Así también del R.N. N° 306-2004-San Martín, 20 de julio del 2004, S.P.P, en
Jurisprudencia Penal, Editorial Normas Legales, Trujillo, 2005, T. II, p. 66.
2
de otro, que las diligencias probatorias se hayan practicado con
las debidas garantías procesales.

Cuarto.- Respecto de la necesaria existencia de prueba de cargo para


poder condenar a una persona, está dirigido a que el acervo
probatorio traído al proceso por la acusación debe ser suficiente, en el
sentido de que aporte objetivamente elementos de incriminación
respecto a la existencia del hecho punible y a la participación
en él del acusado, que no tiene la carga de probar su inocencia.
Esta suficiencia habrá de ser racionalmente apreciada por el Juez o el
Tribunal y explicada en la Sentencia. Sólo así cabrá confiar en que el
resultado de la prueba de cargo responde a la verdad.

Quinto.- Existe una vulneración del derecho a la presunción de


inocencia cuando no haya pruebas de cargo válidas, es decir,
cuando los órganos judiciales hayan valorado una actividad
probatoria lesiva de otros derechos fundamentales o carente de
garantías, o cuando no se motive el resultado de dicha valoración, o,
finalmente, cuando por ilógico o insuficiente no sea razonable el iter
discursivo que conduce de la prueba al hecho probado. En estos
casos no existirá prueba de cargo válida o, más simplemente,
no existirá prueba de cargo4.

II. LA MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA

Sexto.- La falta de motivación interna del razonamiento [defectos


internos de la motivación] se presenta en una doble dimensión; por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas
que establece previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado,
cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como
un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Se trata, en

4
Sentencia del Tribunal Constitucional Español N° 189/1998, del 28 de setiembre de 1998,
fundamento jurídico 5 y Sentencia del Tribunal Constitucional Español 220/1998, del 16 de
noviembre de 1998, fundamento jurídico 3. Del mismo modo se desprende de la Sentencia del
Tribunal Constitucional, Expediente N° 1230-2002-HC del 20 de junio del 2002, fundamento 13.

3
ambos casos, de identificar el ámbito constitucional de la debida
motivación mediante el control de los argumentos utilizados en la
decisión asumida por el Juez o Tribunal; sea desde la perspectiva de su
corrección lógica o desde su coherencia narrativa.

Sétimo.- Existe deficiencia en la motivación externa de la sentencia;


justificación de las premisas, cuando las premisas de las que parte el
Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez
fáctica o jurídica. La motivación se presenta en este caso como una
garantía para validar las premisas de las que parte el Juez o Tribunal
en sus decisiones. Si un Juez, al fundamentar su decisión, ha
establecido la existencia de un hecho; ha llegado a la conclusión de que
el hecho ha sido realizado por “X”, pero no ha dado razones suficientes
sobre la vinculación del hecho con la participación de “X” en tal
supuesto, entonces estaremos ante una carencia de justificación de la
premisa fáctica, esto es una deficiencia en la justificación externa del
razonamiento del juez5.

Octavo.- La incoherencia narrativa se presenta cuando existe un


discurso confuso, incapaz de trasmitir, de modo coherente, las razones
en las que se apoya la decisión, produciéndose así una manifiesta
incoherencia narrativa, y cuya consecuencia lógica puede ser la
inversión o alteración de la realidad de los hechos, lo que la hace
incongruente e inconstitucional6.

Deficiencia en la motivación interna en su manifestación de


falta de corrección lógica

Noveno.- De la lectura de la sentencia emitida por la Sala Penal de


Apelaciones con funciones de Liquidadora de Sullana, advertimos que
su razonamiento se basa más en criterios subjetivos antes que en
aspectos objetivos como sería de esperar [más aún, si se trata de una

5
Sentencia del Tribunal Constitucional, Expediente 728-2008-PHC/TC Caso Llamoja Hilares,
fundamento 7.

6
Sentencia del Tribunal Constitucional, Expediente 728-2008-PHC/TC Caso Llamoja Hilares,
fundamento 20.

4
sentencia condenatoria que incide en la libertad personal y
tergiversando lo declarado en audiencia], permitiendo calificar de
manera indebida su apreciación personal como supuestos
jurídicamente no infalibles, lo que es manifiestamente arbitrario.

Décimo.- Así, efectuado un examen de suficiencia mínimo, resulta


evidente que no estamos ante una sentencia válida y
constitucionalmente legítima, sino, por el contrario, ante una decisión
arbitraria e inconstitucional que contiene una solución revestida de la
nota de razonabilidad, y que no responde a las pautas propias de un
silogismo jurídico atendible, sino a criterios de voluntad,
desconociendo la documentación y la realidad geográfica del Perú y
cuando de por medio existen otras conclusiones como posibles
resultados (cuanto mayor es la distancia, y por tanto mayor es el
número de probabilidades, menor es el grado de certeza de la
inferencia). Si ello es así, la sentencia expedida es arbitraria y carente
de un mínimo de corrección racional, no ajustada al principio de
interdicción de la arbitrariedad (artículos 3º, 43º y 44º, de la
Constitución) y a la debida motivación de las resoluciones judiciales
(artículo 139º, inciso 5, de la Constitución).

Deficiencia en la motivación externa de la sentencia

Décimo primero.- De otro lado, no se ha explicitado o exteriorizado


las circunstancias fácticas que permiten llegar a las conclusiones de la
sentencia expedida por la Sala Penal de Apelaciones con funciones de
Liquidadora de Sullana, esto es, que no se identifican debidamente las
razones o justificaciones en la que se sustentarían sus premisas y su
conclusión, pareciendo más bien, que se trataría de un hecho
atribuido en nombre del libre convencimiento y fruto de un
decisionismo inmotivado antes que el producto de un juicio racional y
objetivo.

POR ESTOS MOTIVOS SE DEBE DECLARAR NULA LA


SENTENCIA POR DEFICIENCIA EN LA MOTIVACIÓN INTERNA

5
EN SU MANIFESTACIÓN DE FALTA DE CORRECCIÓN LÓGICA,
Y POR DEFICIENCIA EN LA JUSTIFICACIÓN EXTERNA;
fundamentos que detallaremos a continuación

III. SOBRE LA CONCLUSIÓN DE LA SALA PENAL ATRIBUYENDO


LA COMISIÓN DEL DELITO A JUAN CHUMBE CHUMBE:

Décimo segundo.- La Sala Penal de Apelaciones con funciones de


Liquidadora de Sullana (desde adelante Sala Penal), atribuye la
comisión del delito de tráfico ilícito de drogas al encausado Juan
Chumbe Chumbe, en base a los siguientes elementos de prueba:

a) El Acta de Entrevista Fiscal de folios 43.

b) La manifestación policial del sentenciado Enrique Mija


Chamba, de fecha 09 de mayo del 2008.

c) La declaración instructiva de Enrique Mija Chamba en su


declaración instructiva de fecha 01 de setiembre del 2008.

d) Examen oral que se le hace al ahora testigo impropio


sentenciado Enrique Mija Chamba.

e) El hecho cierto incontrovertible de encontrarse las


pertenencias del acusado Chumbe Chumbe en el lugar de los
hechos-, como resultado de la intervención cuando éste
acusado logra fugarse – de acuerdo con el Acta de Comiso de
Droga e Incautación de Armas de Fuego y otros, de fecha 28
de abril del 2008, de folios 29/31.

f) Hallazgo del aparato celular que reconoce ser suyo, así en el


Acta de Lectura de Memoria del Teléfono celular N°
96006620, encontrado en el lugar de la intervención por TID,
de fecha 29 de abril del 2008.

6
Así se desprende de la lectura del ítem VI. ANÁLISIS DEL CASO
CONCRETO literal “c)”, páginas 7 a 9 de la Sentencia del 09 de
agosto del año 2017.

Respecto a la inconsistencia en las conclusiones vertidas en la


sentencia por la Sala Penal:

Décimo tercero.- Para analizar esta falta de motivación de la


sentencia, respecto a considerar que puede atribuir la comisión del
delito a Juan Chumbe Chumbes, hemos advertido que sus conclusiones
se basan más en criterios subjetivos antes que en aspectos objetivos,
por lo siguiente:

1. Respecto al Acta de Entrevista Fiscal de folios 43

a) La Sala Penal debió considerar que, el acta de entrevista fiscal


fue realizada sin la presencia de abogado defensor y, esto debió
ser contrastada con el cumplimiento del artículo 139° inciso 14)
de la Constitución, por lo que su actuación y valoración debe ser
declarada inválida.

b) La Sala Penal debió apreciar que, lo declarado por Enrique Mija


Chamba en el acta de entrevista fiscal, no guarda
correspondencia con su declaración realizada a nivel judicial, a
saber:

1. En el acta de entrevista declara:

“La droga le pertenece a Chumbe Chumbe


conocido como el Zorro, quien la paga 30 dólares
para acompañarlo”

“fueron tres personas que lo acompañaron, pero


sus compañeros fueron quienes dispararon a la
policía y que las armas fueron del zorro”

2. En su manifestación policial del 09 de mayo del año


2008, declara:

“el propietario de la droga es Chumbe Chumbe


Juan, (a) El Gato.”
7
“me encontraba en el billar en el sector de Llanos
de Aragoto jugando billar en esas circunstancias se
presenta Tomas Landacay Maza y me pide que le
acompañe a Hualcuy manejando una moto que me
iba a pagar 30 desconociendo si eran soles o
dólares (fs. 24) (SEÑALA QUE QUIEN LE PAGO
FUE TOMAS LANDACAY Y NO JUAN CHUMBE
CHUMBE, ASÍ COMO DESCONOCE SI ERAN
SOLES O DOLARES)”

“dichas armas presumo que, al no ser mías, sean


del propietario de la droga a quien conozco que le
dicen el gato, pero su nombre es Juan Chumbe
Chumbe, pero a mí no me dieron arma alguna para
transportar (fs. 23) (NO MENCIONA LA
PRESENCIA DE TRES PERSONAS SOLO DOS).”

Siendo esto así, podemos concluir que lo señalado en el


Acta de Entrevista no es ratificado por Enrique Mija
Chamba en su declaración policial, siendo este elemento
insuficiente para acreditar la responsabilidad de Juan
Chumbe Chumbe. Mucho menos se puede contrastar en su
declaración de juicio oral, puesto que en esta declaro que
nunca leyó lo que firmo.

Es necesario precisar que, en el Acta de Entrevista, se hace


mención a tres personas más, pero durante la
manifestación policial y la declaración instructiva solo se
menciona a dos personas.

c) La Sala Penal debió apreciar que, el acta de entrevista fiscal, no


ha sido ratificada por el sentenciado Mija Chamba, por lo
siguiente:

1. Enrique Mija Chamba, en su manifestación policial del


09 de mayo del año 2008 declara:

“Que, al respecto quiero aclarar que efectivamente


firme una serie de documentos cuando me encontraba

8
en la Posta Médica de Ayabaca, pero debido al estado de
salud que afrontaba en esos momentos debido a la
herida de bala que momentos antes había impactado en
mi cuerpo, es que yo no podía leer dichos documentos.”
(fs.23)

2. El estado de salud del sentenciado Enrique Mija Chamba, se


corrobora con lo expresado en el Atestado Policial:

“G. Que, una vez restablecido el paciente Enrique Mija


Chamba y en lúcido estado mental se procedió a
recepcionar su manifestación…” (fs. 16)

3. En juicio oral el sentenciado Mija Chamba nunca ha declarado


respecto a los apelativos del acusado y nunca admitió
expresamente que lo conoce con el alias de “El Zorro” y
tampoco ha ratificado haber firmado el acta de entrevista.

2. Respecto a la manifestación policial del sentenciado Enrique


Mija Chamba de fecha 09 de mayo del 2008.

a) La Sala Penal debió apreciar que, de la manifestación policial de


Enrique Mija Chamba se desprende que se le muestra una
fotografía insertada en el DNI N° 00890642, y es en ese acto que
recién reconoce a la persona de “Gato” y que tiene el nombre de
Juan Chumbe Chumbe, pero nunca describe previamente las
características de Juan Chumbe Chumbe.

b) La Sala Penal debió apreciar que, Enrique Mija Chamba, declara


que la persona de Juan Chumbe Chumbe es de contextura
mediana, las demás características físicas no las pude apreciar
por ser de noche; esto es NUNCA DESCRIBE LAS
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE JUAN CHUMBE CHUMBE.

c) La Sala Penal debió cuestionar que, si Enrique Mija Chamba no


pudo apreciar las características físicas de Juan Chumbe

9
Chumbes ¿cómo es posible que pudo haberlo reconocido en una
fotografía?.

d) La Sala Penal debió apreciar que, en su declaración policial


Enrique Mija Chamba, señala lo siguiente:
“...y al pasar el río me dijo que íbamos a Yanta a
ver a un amigo llegado a Yanta a horas 21:00 nos
estaba esperando Juan Chumbe Chumbe con las
dos alforjas…” (fs. 24)

Esto significa que recién conoció a Juan Chumbe Chumbe en el


pueblo de Yanta y en la noche, declaración que entra en
contradicción con su declaración instructiva. En todo caso la Sala
Penal debió apreciar dicha contradicción y explicar cuál de las
dos tenía mayor credibilidad y el porqué de su razonamiento, lo
qe no ha ocurrido en autos.

Siendo esto así, podemos concluir que en su manifestación


policial Enrique Mija Chamba, jamás ha realizado una
descripción de las características físicas de Juan Chumbe
Chumbe y solo se ha limitado a reconocerlo por la fotografía
del DNI; además su declaración policial entra en contradicción
con lo expresado en su declaración instructiva y en el juicio
oral, por lo que la manifestación policial de Enrique Mija
Chamba, se convierte en un elemento insuficiente para
acreditar la responsabilidad de Juan Chumbe Chumbe.

3. Respecto a la declaración instructiva del sentenciado Enrique


Mija Chamba

a) La Sala Penal debió apreciar que, Enrique Mija Chamba señala


por primera vez que Juan Chumbe Chumbe era de la selva, antes
nunca lo había referido, ni lo indico en su manifestación policial.

b) La Sala Penal debió apreciar que, Enrique Mija Chamba declara


que Juan Chumbe Chumbe lo contrató para que le haga una
carrera en una moto lineal desde Llanos de Aragoto hasta la
localidad de Llanta (lo que entra en contradicción con lo señalado

10
en su manifestación policial, cuando declara que recién conoció a
Juan Chumbe Chumbe en el pueblo de Yanta y en la noche).

Siendo esto así, podemos concluir que la declaración


instructiva de Enrique Mija Chamba, es un elemento
insuficiente para acreditar la responsabilidad de Juan Chumbe
Chumbe.

4. Respecto al examen en juicio oral del testigo impropio


sentenciado Enrique Mija Chamba.

a) En su declaración en juicio oral, el sentenciado Enrique Mija


Chamba, ha señalado que Juan Chumbe Chumbe no es la
persona que intervino en el evento delictivo.

b) De igual modo ha sido enfático en señalar que solo reconoció a


Juan Chumbe Chumbe a través de la fotografía en el DNI y
nunca lo sindica directamente de haber intervenido en el
hecho delictivo.

Siendo esto así, podemos concluir que la declaración en juicio


oral de Enrique Mija Chamba, es un elemento insuficiente
para acreditar su responsabilidad.

11
5. Respecto al hecho cierto incontrovertible de encontrarse las
pertenencias del acusado Chumbe Chumbe en el lugar de los
hechos-, como resultado de la intervención cuando éste
acusado logra fugarse.

a) Este hecho es cierto y no ha sido negado por Juan Chumbe


Chumbe , sus pertenencias se encontraban dentro de una
mochila jean azul, pero dicha mochial fue sustraída y ante
indicado hecho se interpuso la denuncia policial
correspondiente.

b) La Sala Penal debió apreciar que, la existencia de la denuncia


policial nunca ha sido desvirtuada y al contrario ha sido
valorada y utilizada por el representante del Ministerio
Público en el interrogatorio del Juicio Oral.

c) Así mismo, durante el juicio oral, la Sala Penal ni el Ministerio


Público han cuestionado la validez y legitimidad de la
denuncia y nunca han solicitado que sea declarada inválida o
falsa, y por ser un documento público conserva su validez y
eficacia.

Siendo esto así, podemos concluir que encontrar las


pertenencias de Juan Chumbe Chumbe en el lugar de los
hechos, es un elemento insuficiente para acreditar su
responsabilidad.

6. El hallazgo del aparato celular que reconoce ser suyo, así en el


Acta de Lectura de Memoria del Teléfono celular N° 96006620,
encontrado en el lugar de la intervención por TID, de fecha 29
de abril del 2008, de fojas 38.

a) Es necesario señalar que dicho teléfono celular ha sido


reconocido por Juan Chumbe Chumbe como de su propiedad.

b) Por tanto, la Sala Penal debió considerar que al ser el teléfono


celular de propiedad Juan Chumbe Chumbe, los contactos que
obran en la agenda del celular deben corresponder a gente
que tiene relación con Juan Chumbe Chumbe.

c) Es importante señalar que, las llamadas hechas datan hasta


enero del año 2008 y luego desde el 26 al 27 de abril del año
12
2008; la Sala Penal debió considerar que esto demuestra que,
durante el período del 02 de enero al 25 de abril del año 2008
no se efectuaron llamadas, algo que puede haber ocurrido
solo si el teléfono celular fue manipulado.

d) La Sala Penal, debió considerar que se recibieron solo


llamadas los días 26, 24, 23 y 15 de abril, luego el 5 de marzo,
el 26 y 18 de febrero, esto significa que luego de que fue
sustraído el celular de propiedad de Juan Chumbe Chumbe no
se hicieron llamadas sino hasta el 23 de abril.

e) La Sala Penal debió explicar cómo se desvirtúa por parte del


Ministerio Público la interrogante de que, si es que el señor
Juan Chumbe Chumbe mantenía el celular en su poder porque
no hizo llamadas durante los días 16. 17, 18, 19, 20, 21 y 22
de abril (más de una semana incomunicado).

f) La Sala Penal no ha valorado que, entre las llamadas


realizadas solo existe una de un contacto conocido, luego las
demás son realizadas a números desconocidos.

g) La Sala Penal ha obviado que, la lectura de memoria de


llamadas tanto hechas como recibidas, no cuentan con
ubicación desde donde se realizaron las llamadas (llamadas
salientes) y desde se recibieron las llamadas (llamadas
entrantes), por lo que el registro respectivo es insuficiente.

Siendo esto así, podemos concluir que la lectura de memoria


del teléfono celular N° 96006620 perteneciente a Juan
Chumbe Chumbe, es un elemento insuficiente para acreditar
su responsabilidad.

7. El acusado Chumbe Chumbe en el examen de juicio oral,


admitió saber el manejo de armas, pues refirió que sirvió en el
Ejército Peruano, en que manipulo el tipo de arma “Fall”.

a) La Sala Penal concluye que por esto, es creíble la declaración


del testigo Mija Chamba en el sentido que el acusado Chumbe
Chumbe portaba armas de fuego el día de los hechos, pero no
13
entrega una explicación lógica, convincente y sobre todo
fundamentada en datos objetivos que eliminen indicios de
arbitrariedad y subjetividad.

b) Es importante señalar que el dato de que Juan Chumbe


Chumbe manipuló armas cuando sirvió al Ejército no sirve
para corroborar su participación en el evento delictivo,
máxime si no existe ninguna prueba objetiva de tal acción.

Siendo esto así, podemos concluir que el manipular armas por


parte de Juan Chumbe Chumbe cuando sirvió al Ejército, es un
elemento insuficiente para acreditar su responsabilidad.

IV. SOBRE LA RESPUESTA DE LA SALA PENAL A LOS


CUESTIONAMIENTOS DE LA PRUEBA QUE REALIZO EL
ABOGADO DEL ACUSADO:

Décimo cuarto.- Respecto a la credibilidad del testigo


impropio Enrique Mija
Chamba, basado en lo expuesto en el
Atestado Policial, en cuanto a que por regla
general los intervenidos por tráfico de drogas
proporcionan identidades falsas de personas
que participan con ellos para que no sean
involucrados en los hechos.

La Sala Penal, con la finalidad de rebatir nuestro cuestionamiento,


señala equivocadamente lo siguiente: “no se ha identificado al sujeto
Tomas Landacay Maza, al respecto cabe precisar que el testigo
refirió que este reside en el Caserío Calvas de Samanga, como es de
conocimiento geográfico es territorio Ecuatoriano, lo cual no es fácil
su identificación por cuanto dicho sujeto no sería peruano, sin
embargo, respecto del acusado Chumbe Chumbe dijo que este
provenía de la Selva y como ha quedado evidenciado el acusado
reside en San Martín”

Frente a esto tenemos que señalar lo siguiente:

14
1. Calvas de Samanga es un caserío rural del distrito y provincia
de Ayabaca del Departamento de Piura, por lo que es falsa la
afirmación de la Sala Penal que sea territorio ecuatoriano.

2. Afirmar que el sujeto “Tomás Landacay Maza” no sería


peruano, sin ningún sustento o elemento periférico que
corrobore dicha afirmación, es una apreciación subjetiva sin
ningún sustento.

3. Así mismo, referir que Juan Chumbe Chumbe es natural del


departamento de San Martín no supera el cuestionamiento
sobre la credibilidad del testigo.
Décimo quinto.- Sobre la nulidad de los actos de investigación
policial

La Sala Penal con la finalidad de rebatir nuestro cuestionamiento


señala: “ los actos de investigación son válidos pues se han realizado
con la presencia del Fiscal y la declaración con la presencia del
abogado defensor del sentenciado Enrique Mija Chamba… y en
cuanto a las diligencias urgentes y preconstituidas que realizó la
Policía y el Fiscal se han realizado conforme a ley, en el sentido que
dada su naturaleza no es posible exigir la presencia de un abogado
defensor.”

Frente a esto tenemos que señalar lo siguiente:

1. El artículo 139° inciso 14) de la Constitución declara el


principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún
estado del proceso. Toda persona será informada
inmediatamente y por escrito de la causa o las razones de su
detención. Tiene derecho a comunicarse personalmente con
un defensor de su elección y a ser asesorada por éste desde
que es citada o detenida por cualquier autoridad.

2. De igual modo el inciso 3) del artículo 72° del Código de


Procedimientos Penales, determina que las diligencias
actuadas en la etapa policial con la intervención del Ministerio
Público y las practicadas por el propio Fiscal Provincial, con
15
asistencia del defensor, que no fueran cuestionadas,
mantendrán su valor probatorio para los efectos del
juzgamiento (el subrayado y resaltado es nuestro).

3. Así observamos que, la asistencia del abogado defensor se


extiende a lo largo del proceso y desde que la persona es
citada o detenida por cualquier autoridad, siendo esto un
principio y derecho de la función jurisdiccional, que debe ser
respetado porque se convierte en un derecho fundamental.

4. En cuanto a la urgencia de las diligencias la Sala Penal no ha


expresado bajo que fundamentos legales se sustenta tal
urgencia y además no ha determinado la naturaleza de las
mismas, sobre todo si algunas diligencias se realizaron un día
después de ocurrido los hechos.

Décimo sexto.- Sobre la denuncia policial del 19 de abril del


año 2008, obrante a fojas 282 y que Juan
Chumbe Chumbe no ha podido estar en la
ciudad de Ayabaca.

La Sala Penal con la finalidad de rebatir nuestro cuestionamiento


señala: “dicha prueba instrumental queda totalmente desvirtuada,
primero, porque el acusado ha referido que sufrieron un asalto y
robo en el vehículo que viajaban, pero si leemos la constancia se
consigna que no se trata de la denuncia de un robo sino de una
denuncia de la pérdida de documentos y efectos personales; al
preguntársele en juicio oral respecto a este hecho, refirió que no fue
citado para declaración alguna ni menos a existido investigación por
ese supuesto robo.”

Frente a esto tenemos que señalar lo siguiente:

1. La copia de la denuncia policial debidamente certificada


nunca ha sido cuestionada en su legitimidad y validez, por lo

16
que tiene eficacia legal al constituirse en un documento
público.

2. El contenido de la misma denuncia tampoco ha sido


cuestionada y en ella se aprecia que ante la pérdida de sus
bienes personal, celular, billetera y DNI y al no ser posible su
ubicación se realizó la denuncia respectiva.

3. El que no haya existido alguna investigación al respecto no


puede ser atribuida a Juan Chumbe Chumbe, porque eso es
competencia del Ministerio Público.

Así mismo, La Sala Penal con la finalidad de rebatir nuestro


cuestionamiento continúa señalando lo siguiente: “En segundo lugar,
que también en la mochila iba el aparato celular 96006620,
MOVISTAR marca Motorola. Sin embargo, según el acta de Lectura
de Memoria del Teléfono celular se detallan la relación de llamadas
realizadas y recibidas del teléfono celular N° 96006620, con
posterioridad al 19 de abril del año 2008, fecha en que
supuestamente el Acusado Chumbe Chumbe ya había perdido o le
robaron ese celular, hasta el día anterior a la intervención policial
(28 de abril del 2008), existen llamadas realizadas y recibidas en el
aparato, efectuadas a personas que figuran en la lista de contactos
que está almacenada en la memoria del citado teléfono (chip), y
también a números telefónicos que aparecen consignados en las
tarjetas de presentación y notas que estaban en la billetera de
propiedad del aludido Acusado. Así, en el juicio oral declaró que la
tarjeta de presentación que iba en la mochila no le pertenece, pero al
preguntársele a quien correspondía el número telefónico 429614193
a nombre de Antonio, contestó que era su profesor, y justamente tal
nombre y número telefónico estaba apuntado en la tarjeta de
presentación antes aludida, con lo cual resulta evidente que hasta el
día anterior a la intervención policial, el referido Acusado estuvo
efectuando llamadas telefónicas a personas que él conocía, por lo
que ese teléfono nunca lo perdió y menos se lo robaron, sino que lo
tenía en la mochila de su propiedad conjuntamente con su ropa y su

17
billetera, en circunstancias que se produce la intervención policial,
dándose a la fuga y dejando abandonada la mochila.”

Frente a esto tenemos que señalar lo siguiente:

1. La relación de llamadas realizadas y recibidas del teléfono


celular N° 96006620, con posterioridad al 19 de abril del año
2008, son las siguientes:

1. Llamadas hechas:
01 de enero del año 2008 una llamada al contacto Eteni
(3 meses antes de la ocurrencia del evento delictivo)

27 de abril del año 2008 a un número desconocido.

27 de abril del año 2008 al contacto Romero, contacto


que no es reconocido por Juan Chumbe Chumbe.

26 de abril del año 2008, tres llamadas a números


desconocidos.

Siendo esto así, la afirmación de que existen llamadas


realizadas a personas que figuran en la lista de
contactos que está almacenada en la memoria del citado
teléfono y también a números telefónicos que aparecen
consignados en las tarjetas de presentación y notas que
estaban en la billetera de propiedad, es FALSA.

2. Llamadas recibidas:
26 de abril del año 2008 una llamada recibida de
“Desconocido”

24 de abril del año 2008 dos llamadas recibidas de


“Desconocido”

23 de abril del año 2008 una llamada recibida de


Kike, contacto que no es reconocido por Juan
Chumbe Chumbe.

15 de abril del año 2008 dos llamadas recibidas de


“Desconocido”

5 de marzo del año 2008 4 llamadas recibidas de


“Desconocido”
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Siendo esto así, la afirmación de que existen llamadas
recibidas de personas que figuran en la lista de
contactos que está almacenada en la memoria del citado
teléfono y también a números telefónicos que aparecen
consignados en las tarjetas de presentación y notas que
estaban en la billetera de propiedad, es FALSA.

2. Juan Chumbe Chumbe declara que la tarjeta de presentación


(en donde se consigna el nombre de “Antonio”) y que iba en la
mochila no le pertenece, pero en el caso negado hay que
señalar lo siguiente:

i. El nombre “Antonio” no aparece en la tarjeta de


presentación.
ii. Al preguntársele a Juan Chumbe Chumbe por el nombre
“Antonio” señalo que no lo conocía.
iii. Juan Chumbe Chumbe declaro que su profesor era
“Edwar Guerra”
iv. El número que corresponde al nombre de contacto
“Antonio” es el 99233321, tal y como puede verse en la
agenda del celular, siendo este número distinto al
4296114193.
v. En todo caso la llamada hecha al contacto “Antonio” se
realizó el 26 de febrero del año 2016 esto es un mes
antes de ocurrido los hechos.

3. La afirmación de que “resulta evidente que hasta el día


anterior a la intervención policial, el acusado estuvo
efectuando llamadas telefónicas a personas que él conocía” no
se encuentra corroborada con ningún dato objetivo.

4. La afirmación de que el teléfono nunca lo perdió y menos se lo


robaron, sino que lo tenía en la mochila de su propiedad
conjuntamente con su ropa y su billetera, en circunstancias
que se produce la intervención policial, dándose a la fuga y
dejando abandonada la mochila, tampoco está corroborada
con ningún dato periférico objetivo

19
5. Es necesario señalar que de acuerdo a la declaración de
Enrique Mija Chamba, el único que llevaba celular era Tomás
Landacay Maza.

Décimo sétimo.- Sobre la afirmación de que la falta de


argumentación del acusado no puede
completar una prueba inexistente o
insuficiente sin que ello vulnere la
presunción de inocencia.

La Sala Penal con la finalidad de rebatir nuestro cuestionamiento


señala: “Al respecto cabe precisar que el acusado no ha guardado
silencio sino por el contrario pidió declarar, no sin antes el director
de debates hacerle conocer el derecho que tiene a guardar silencio,
pero que para ello consulte con su abogado, luego de conferenciar
con éste decidió declarar, declarando libremente sin ningún tipo de
coacción”

Frente a esto tenemos que señalar lo siguiente:

1. La Sala Penal no ha determinado lógica ni razonablemente,


porque atribuir la declaración de Juan Chumbe Chumbe un
contenido incriminatorio, solo se limita a señalar que declaró
de acuerdo con las reglas del Código de procedimientos
Penales.

2. La Sala Penal no ha determinado que inconsistencia en la


declaración de Juan Chumbe Chumbe corrobora y abona a la
carga probatoria inexistente del Fiscal, esto es que el acusado
no pueda explicar lo inexplicable.

3. La Sala Penal no ha desvirtuado lo sustentado por nuestra


defensa, en cuanto a que existe deficiencia en la carga de la
prueba.

Décimo octavo.- La Sala Penal al determinar que, si Enrique Mija


Chamba señala que Juan Chumbe Chumbe es de la selva y como
luego Juan Chumbe Chumbe ha reconocido en Juicio Oral que es de

20
la localidad de San Martín; entonces se concluye que si estuvo en el
lugar de los hechos, elabora una hipótesis totalmente abierta y débil
y sobre todo que no guarda logicidad, por lo que su conclusión es
subjetiva y arbitraria, lo que acarrea una falta de motivación en la
sentencia.

Décimo noveno.- Es necesario recordar que la Sala, al apreciar la


declaración instructiva de Enrique Mija Chamba, concluye con la
siguiente interrogante: ¿Entonces nos preguntamos, como dice el
acusado Chumbe Chumbe que nunca ha venido por esta localidad?
Pero nunca da respuesta clara a dicha interrogante, ni menos
desarrolla una solución en base a la lógica ni a los elementos de
prueba aportados, originándose de esta manera una arbitrariedad y
una falta de motivación evidente.

V. EL NO CUMPLIMIENTO DE LOS PRESUPUESTOS


MATERIALES LEGITIMADORES DE LA PRUEBA INDICIARIA

Vigésimo.- Si bien el Juez es libre para obtener su convencimiento


porque no está vinculado a reglas legales de la prueba y, entonces,
puede también llegar a la convicción de la existencia del hecho
delictivo y la participación del imputado, a través de la prueba
indirecta (prueba indiciaria o prueba por indicios), será preciso
empero que cuando ésta sea utilizada, quede debidamente
explicitada en la resolución judicial; pues no basta con expresar que
la conclusión responde a las reglas de la lógica, las máximas de la
experiencia o a los conocimientos científicos, sino que dicho
razonamiento lógico debe estar debidamente exteriorizado en la
resolución que la contiene.

Vigésimo primero.- Justamente, por ello, resulta válido afirmar que


si el juez puede utilizar la prueba indirecta para sustentar una
sentencia condenatoria, y si ésta, a su vez, significa la privación de la
libertad personal, entonces, con mayor razón, estará en la obligación
de darle el tratamiento que le corresponde; solo así se podrá enervar

21
válidamente el derecho a la presunción de inocencia, así como se
justificará la intervención al derecho a la libertad personal, y por
consiguiente, se cumplirán las exigencias del derecho a la debida
motivación de las resoluciones judiciales, conforme a las exigencias
previstas por el artículo 139º inciso 5 del a Constitución.

Vigésimo segundo.- En ese sentido, lo mínimo que debe observarse


en la sentencia y que debe estar claramente explicitado o delimitado
son los siguientes elementos: el hecho base o hecho indiciario, que
debe estar plenamente probado (indicio); el hecho consecuencia o
hecho indiciado, lo que se trata de probar (delito) y entre ellos,
el enlace o razonamiento deductivo. Este último, en tanto que
conexión lógica entre los dos primeros debe ser directo y preciso,
pero además debe responder o sujetarse plenamente a las reglas de
la lógica, a las máximas de la experiencia o a los conocimientos
científicos.

Así, se exige que, entre los indicios y la conclusión exista una regla
de la lógica, máxima de la experiencia o conocimiento científico, y
que, el razonamiento esté debidamente explicitado y reseñado en la
sentencia. Y es que, a los efectos del control de calidad del curso
argumental del juez (control del discurso), ello supone mínimamente
que de su lectura debe verse cuál o cuáles son los indicios que se
estiman probados y cuál o cuáles son los hechos a probar. Pero
además, se exige que se haya explicitado qué regla de la lógica,
máxima de la experiencia o qué conocimiento científico han sido
utilizados, y si hubieran varios de estos, por qué se ha escogido a uno
de ellos.

Vigésimo tercero.- Cabe señalar que, si bien la convicción es


individual o personal del juzgador, también lo es que mínimamente
debe exteriorizarse el proceso razonable lógico utilizado para llegar
a dicha convicción. Entenderlo de otro modo supone la aceptación
práctica del hecho de que el juez pueda situarse potestativamente
por encima de un deber constitucional, inequívocamente impuesto. Y
es que, desde una perspectiva estrictamente constitucional, no se

22
puede establecer la responsabilidad penal de una persona y menos
restringir la efectividad de su derecho fundamental a la libertad
personal a través de la prueba indiciaria, si es que no se ha señalado
debidamente y con total objetividad el procedimiento para su
aplicación. Ello aquí significa dejar claro cómo hay que hacer las
cosas, es decir, las sentencias, si se quiere que definitivamente se
ajusten al único modelo posible en este caso: el constitucional 7.

Vigésimo cuarto.- En el caso de autos, se aprecia y resulta evidente


que la Sala Penal, no ha explicitado o exteriorizado su razonamiento
lógico, esto es, no ha explicitado qué regla de la lógica, qué máxima
de la experiencia o qué conocimiento científico le ha motivado la
conclusión de la responsabilidad Penal de Juan Chumbe Chumbe. No
ha motivado debidamente el procedimiento de la prueba indiciaria.
En consecuencia, al no haber obrado de ese modo, la sentencia
resulta una vez más arbitraria y, por tanto, inconstitucional.

CONCLUSIÓN

Vigésimo quinto.- Llegado a este punto, consideramos que,


definitivamente, la sentencia impugnada no se encuentra dentro del ámbito
de la sentencia penal estándar, sino que forma parte de aquellas que se
caracterizan por el hábito de la declamación demostrativa de dar ciertos
hechos como probados; luego de lo cual tales hechos son declarados de
manera sacramental y sin ninguna pretensión explicativa como
constitutivos de un ilícito penal como si de una derivación mecánica se
tratase, por lo tanto:

1. LA SENTENCIA ES NULA POR DEFICIENCIA EN LA


MOTIVACIÓN INTERNA EN SU MANIFESTACIÓN DE FALTA
DE CORRECCIÓN LÓGICA Y POR DEFICIENCIA EN LA
JUSTIFICACIÓN EXTERNA.

7
Sentencia del Tribunal Constitucional, Expediente 728-2008-PHC/TC Caso Llamoja Hilares,
fundamentos 25-28.
23
2. LA SENTENCIA ES NULA POR VULNERACIÓN A LA
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, POR FALTA DE VALORACIÓN
DE LA PRUEBA, CONCLUSIONES BASADAS EN LA
PROBABILIDAD Y LA SOSPECHA E INVIRTIENDO LA CARGA
DE LA PRUEBA, VULNERANDO EL DERECHO A NO
DECLARARSE CULPABLE Y NO DECLARAR CONTRA SI
MISMO.

3. LA SENTENCIA ES NULA POR VULNERACIÓN AL DEBIDO


PROCESO Y AL DERECHO DE DEFENSA.

4. LA SENTENCIA NO HA CUMPLIDO CON LOS PRESUPUESTOS


MATERIALES LEGITIMADORES DE LA PRUEBA INDICIARIA.

5. SE DEBE DICTAR SENTENCIA ABSOLUTORIA, PORQUE NO


ESTÁ PLENAMENTE PROBADA LA PARTICIPACIÓN DE JUAN
CHUMBE CHUMBE.

Por estas consideraciones:

A Usted Señor Presidente, sírvase por tener fundamentada el recurso de


nulidad contra la Sentencia impuesta en contra de Juan Chumbe Chumbe,
Resolución s/n del 9 de agosto del año 2017, admitir el presente recurso y
elevar los autos a la Corte Suprema.

OTROSÍ DIGO.- Solicito se me notifique en la Casilla Electrónica N°


51382

Tumbes, 17 de agosto del año 2017.

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