Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Fuente: Wikipedia
Santa Maria della Consolazione enTodi 1508-1607. Ejemplo de iglesia deplanta central. Trabajaron
en ella Cola da Caprarola, Antonio da Sangallo el Joven, Baldassarre Peruzzi, Galeazzo
Alessi, Michele Sanmicheli, Jacopo Vignola e Ippolito Scalza.
Villa Capra, Andrea Palladio, 1566. Ejemplo de arquitectura palladiana.
Períodos
La Historia de la Arquitectura del Renacimiento, como éste mismo, suele dividirse en dos
grandes períodos denominados en italiano por el numeral de los años:
La Escuela de Atenas, una de las escenas de las Estancias Vaticanas de Rafael Sanzio (1512-
1514) es una obra que muestra la relación del Renacimiento con el Humanismo y el Clasicismo. En
un entorno arquitectónico inspirado en las obras de la Basílica de San Pedro en que el propio Rafael
intervino, aparecen retratados, encarnando a los sabios griegos, muchos de los arquitectos y artistas
contemporáneos.
Renacimiento
La Arquitectura del Renacimiento estuvo bastante relacionada con una visión del mundo
durante ese período sostenida en dos pilares esenciales: el clasicismo y el humanismo.
Hay que destacar que los ideales y valores renacentistas no pudieron surgir totalmente
desvinculados del acervo medieval que le precedió, sin embargo, los conceptos que subyacen
a este estilo arquitectónico se construyeron sobre la consciente y efectiva ruptura de la
producción artística de la Edad Media, en especial del estilo gótico.
Podemos analizar las siguientes características generales:
Búsqueda del ideal clásico: A través del clasicismo, los hombres del Renacimiento
miraban hacia el mundo greco-romano como modelo para su sociedad contemporánea,
buscando aplicar en la realidad material cotidiana aquello que consideraban que
pertenecía a un mundo más idílico que real. En este sentido, la Arquitectura, en especial,
intentó concretar conceptos clásicos como la belleza, surgiendo así la teorización y
ordenación del movimiento, fundamentado en la Arquitectura clásica griega yromana.
Visión profana sobre temas religiosos: Los valores clásicos, desde el punto de vista
del Cristianismo, de enorme influencia en este período (teniendo en cuenta que el
Renacimiento surge en Italia, donde la presencia de la Iglesia Católica fue decisiva para el
Arte), eran considerados paganos y de carácter pecaminoso.
La importancia de la perspectiva
Plaza del Capitolio, en Roma, diseñada por Miguel Ángel, ejemplo de espacio perspectivo.
Santa Maria della Consolazione en Todi: Típica iglesia de planta central, tipología extendida en el
Renacimiento.
Comienza el Renacimiento en la Arquitectura: cúpula del Duomo deSanta María del Fiore.
La catedral de Santa María del Fiore, Florencia, fue inicialmente ejecutada en estilo tardo-
románico, pero su construcción duró varias generaciones (fue iniciada en 1296 y a la muerte
de Brunelleschi, en 1446, aún no se había concluido). No fue un edificio proyectado: su diseño
y su construcción se armaron de forma paralela. Aunque existía un plano general para su
forma y distribución interna, los detalles constructivos, según era corriente en la práctica
edificativa medieval, iban siendo resueltos a medida que avanzaba la construcción, en la
propia obra. Por tanto, a pesar de que la necesidad de construir una gran cúpula sobre un
determinado punto de la iglesia preexistía, la forma de la misma no había sido decidida de
antemano. Cuando llegó el momento de erigirla, los artesanos florentinos se encontraron con
un vano de 40 metros, imposible de cubrir con las técnicas constructivas tradicionales.
La solución encontrada en 1418, cuando la República de Florencia ya mostraba claras
intenciones de manifestar su poder económico en la arquitectura de la ciudad —con lo que la
catedral se convirtió, por tanto, casi en una tarjeta de visita—, fue promover una especie de
concurso de ideas para la conclusión del templo, que conllevaba, claro está, la solución al
problema de la cúpula. Filippo Brunelleschi, que era, en la época, un artesano relativamente
reconocido, aceptó el desafío. Decidió, para ello, viajar a Roma en busca de inspiración.
Roma, en ese período, era el lugar del mundo en el que las ruinas de la Antigüedad clásica
eran más visibles, casi integradas en el paisaje. La principal fuente de inspiración para
Brunelleschi fue el Panteón de Agripa: una estructura con un diámetro similar al de Santa
María dei Fiori, rematado con una cúpula en arco pleno. Brunelleschi no sólo observó la
solución constructiva utilizada en el Panteón, sino que comenzó a estudiar las relaciones
estilísticas, proporcionales y formales entre los diferentes elementos que componían ese
espacio. Y fue efectivamente esta actitud la que hizo que se gestara el espíritu del
Renacimiento: un individuo observa una determinada realidad a través del deseo y de la
intención con la que interfiere en aquella realidad antigua para buscar soluciones útiles
aplicables a la realidad moderna. Brunelleschi no tenía plena conciencia de la teoría clásica,
pero reconoció un modelo estilístico que usaría para construir e idear su propia arquitectura.
A su vuelta a Florencia, lleno de esa experiencia con el mundo clásico, Brunelleschi propuso
una solución para la catedral florentina: una gran cúpula de 42 metros rematada por una
linterna, basándose en sus pesquisas en Roma. Pero no se limitó a reproducir el modelo
romano, sino que propuso una forma totalmente innovadora: su cúpula sería la primera con
tambor octogonal de la historia de la arquitectura. Esta cúpula posee una función estética
(bella pero austera, sin dar sensación de pesadez), pero también una función ideológica:
representa la unidad cristiana. Para su construcción, Brunelleschi utilizó un juego de doble
cúpula, una interna y otra externa, formadas por dos capas construidas con dos roscas de
ladrillo separados por una rosca de ladrillo a perpiaño, que avanzan en forma de espiral que
hace más rígido el conjunto a la vez que configura un espacio como cámara de aire que da
ligereza a la cúpula, dibujando a la vez hilos directores y rematada con linterna.
El Quattrocento: El dominio del lenguaje clásico
Brunelleschi, por lo tanto, quedará en la Historia del Arte como el responsable de haber
trazado el camino que prácticamente todos los arquitectos del Renacimiento seguirán para
realizar sus obras. Como se ha dicho antes, sin embargo, el arquitecto florentino no tenía
pleno conocimiento de los diferentes órdenes sistematizados en el lenguaje clásico, lo cual se
pone en evidencia cuando acaba creando un lenguaje arquitectónico propio, en el que los
elementos clásicos aparecen pero no responden al estilo antiguo.
Los arquitectos que siguieron este método trazado por Brunelleschi fueron sin embargo
responsables de la plena recuperación del lenguaje clásico. El dominio del clasicismo se logró
de hecho a lo largo del siglo XV (aunque su sistematización definitiva no llegó hasta la
publicación del tratado de Sebastiano Serlio en el siglo siguiente) y encontró en Donato
Bramante a su figura más paradigmática. Para entonces (especialmente después de
que Alberti expusiera su teoría de la arquitectura en su tratado De re aedificatoria) ya se
conocían de modo más fehaciente las formas constitutivas de las
arquitecturas griega y romana como posibilidades de composición, y tanto sus soluciones
concretas como la síntesis espacial propia de la arquitectura clásica eran, en general,
conocidas. Así, los arquitectos renacentistas tuvieron a su disposición todo el potencial
creativo que ofrecían el lenguaje y las técnica clásicas y el espíritu de su época. El lenguaje
arquitectónico del Renacimiento se expresó a través, no de las copias de los clásicos, sino de
su superación.
También destacaron en esta época dos arquitectos de palacios
florentinos: Michelozzo (Palacio Medici Riccardi, 1444) y Bernardo Rossellino (Palacio
Rucellai, 1446-1451 -sobre un diseño inicial de Alberti-); y otros en torno al núcleo veneciano,
como Pietro Lombardo.
Es justamente en la obra de Donato Bramante donde este espíritu se concreta de una forma
más íntegra, lo que hace de él la figura que representa el paso del
Quattrocento al Cinquecento, en lo que se suele denominar fase madura del Renacimiento.
Bramante logró demostrar, a través de sus proyectos en palacios o iglesias, que no sólo
conocía las posibilidades del lenguaje clásico, sino que también entendía las características y
el ambiente de su época, ya que fue capaz de aplicar el conocimiento antiguo a una forma
nueva, inédita, sobresaliente y, sobre todo, clásica. Su Tempietto o Templete de San Pietro in
Montorio, en Roma(1502-1510), es prácticamente una relectura (aunque no una copia) de los
templos de planta central, circulares, a su vez derivados del tholos griego, típicos de un cierto
período de la arquitectura romana (por ejemplo, el Templo de Vesta, en la misma ciudad de
Roma). El modesto tempietto es casi una maqueta base del gigantesco proyecto (en
construcción desde 1506) de la cúpula de San Pedro, con una cúpula (42,5 metros) de
dimensiones comparables a la del Panteón (43,44 metros), a la de Santa Sofía de
Constantinopla (32 metros) y a la de Brunelleschi en Florencia (41 metros). Más tarde, en
época barroca, el arquitecto inglés Christopher Wren haría a su vez una relectura de la obra
de Bramante y Miguel Ángel, y propondría una nueva forma en la catedral de San Pablo de
Londres (32 metros, 1676), y lo propio hicieron en época neoclásica Francisco
Cabezas y Francesco Sabatini en San Francisco el Grande (Madrid, 33 metros, 1760-1784);
demostrando la potencialidad del proceso de creación renacentista (que va de la estética de
los edificios al pensamiento arquitectónico), para adaptarse a nuevos estilos en épocas
posteriores.
Bramante también popularizó otra forma profundamente clásica que fue desarrollada y
explorada posteriormente. Está inspirada en los arcos de triunfo romanos y fue brillante por
sus características compositivas aplicadas a los proyectos de palacios y villas, piezas clave
del Renacimiento en la arquitectura civil.
La principal imagen de este estilo bramantino se encuentra en las tríadas de aberturas
adornadas con arcos, dos de los cuales están a la misma altura y con el central mayor, el
denominado sistema de orden más arco, basado en la combinación del orden arquitectónico
clásico y el arco de medio punto. Frente al problema, entonces, de conectar en una misma
unidad dos entidades espacialmente similares pero de diferentes dimensiones, la solución fue
emplear dos sistemas de orden más arco de diferentes dimensiones siguiendo la norma de
que el extradós del arco del sistema de menor dimensión fuese tangente a la moldura inferior
del entablamento del orden mayor.
La superación de los clásicos, manteniendo siempre la búsqueda del clasicismo típica del
período, se dio especialmente en la medida que los arquitectos propusieron soluciones
espaciales clásicas para proyectos nuevos (como en los grandes palacios, diferentes de las
construcciones romanas, o en las nuevas catedrales o basílicas). Elementos como
las bóvedas y las cúpulas se usaron de una forma nueva, y se emplearon los órdenes (jónico,
corintio, etc.) característicos de la arquitectura de la Antigüedad.
Cúpula de San Pedro de Roma, construida finalmente con el diseño de Miguel Ángel.
El Cinquecento: La superación del clasicismo
Artículo principal: Cinquecento
A medida que el dominio del lenguaje clásico evolucionaba, fue creciendo en los arquitectos
renacentistas un cierto sentido de liberación formal de las encorsetadas reglas del clasicismo,
de forma que el eventual deseo de superación (que siempre existió en mayor o menor
medida) cambió de ser un elemento fundamental a ser fruto de la nueva producción de estos
autores. Tal fenómeno, considerado ya como un anuncio del movimiento estético que, años
más tarde, se concretaría en el Barroco, ganaría fuerza especialmente en las primeras
décadas del siglo XVI. El Cinquecento fue un momento en que la intención de sistematizar el
conocimiento de los cánones clásicos estaba plenamente superada, a través de los tratados
de Sebastiano Serlio o Jacopo Vignola. Así, los elementos compositivos del clasicismo dejaron
de usarse en edificios como experimentación "en busca de lo clásico", sino partiendo de su
plena conciencia, en "busca de su innovación".
En un primer momento, se siguieron fielmente las reglas clásicas de composición, pero
ampliando enormemente su ámbito de aplicación. Las reglas clásicas se aplicaron en especial
en las grandes obras públicas, los grandes palacios y templos religiosos (los edificios
considerados "nobles", dignos de recibir el estatus de arquitectura según el punto de vista
clásico). Por ello, aparecieron nuevas combinaciones de elementos. Andrea Palladio fue el
principal exponente de esta nueva forma de trabajar con el lenguaje clásico, como se hace
patente en sus proyectos de "villas" en los alrededores de las ciudades italianas. La
arquitectura de Palladio fue de tal modo peculiar y destacada con respecto a la de sus
antecesores que su método de trabajo acabó creando un nuevo estilo: el palladianismo. Dicho
estilo se caracteriza por la aplicación de la planta central en proyectos residenciales (como en
las villas) y por un cierto tipo de ornamentación de carácter sintético (denominada arquitectura
de superficie), entre otros fundamentos. El propio Palladio fue autor de un tratado bastante
completo sobre arquitectura clásica, en el que expuso su modo de pensar y su perspectiva
sobre esta cuestión.
Manierismo: Los grandes maestros y el fin del Renacimiento
Artículo principal: Manierismo
Fachada interior sudoeste del Palacio del Louvre (París), diseñada por Lescot y cubierta por relieves
deJean Goujon.
La recepción del Renacimiento italiano en Francia llegó con fuerza cuando Carlos VIII volvió
rodeado de artistas italianos en 1496, tras la conquista de Nápoles. Es detectable el uso del
nuevo estilo en los chateaux del Loira, como Castillo de Amboise, donde Leonardo da
Vinci pasó sus últimos años. Las formas renacentistas pasaron a ser predominantes durante el
reinado de Francisco I (1515-1547). EnChambord (1519-1536) aún se dio una combinación de
estructura gótica y ornamentación italianizante con la presencia de Sebastiano Serlio, que
trabajó después de 1540 en Fontainebleau. Allí, artistas italianos como Rosso
Fiorentino,Francesco Primaticcio, y Niccolò dell'Abbate formaron la primera Escuela de
Fontainebleau.
Arquitectos locales, como Philibert Delorme, Jacques Androuet du Cerceau o Pierre Lescot, se
expresaron ya con el lenguaje arquitectónico renacentista, que continuó desarrollándose con
fuerza durante el periodo siguiente, en el trágico contexto de las Guerras de Religión.
Arquitectura renacentista en España
1ª etapa: Plateresco[editar]
Artículo principal: Plateresco
El Palacio de Santa Cruz (1486-1491) de Valladolid fue el primer edificio renacentista construido en
España.
Con el paso de las décadas, la influencia del Gótico fue decreciendo, llegándose a alcanzar un
estilo más depurado y ortodoxo desde el punto de vista de las formas clásicas. El purismo se
caracteriza por una mayor austeridad decorativa, que se limita a algunos elementos concretos,
generalmente de inspiración grecorromana. Hay un cierto cansancio de la exuberancia
decorativa italianizante a mitad del siglo XVI y se imponen los edificios de aspecto más
sereno, armónico y equilibrado. Algunos arquitectos consiguen reciclar su producción tardo-
gótica para iniciarse en este nuevo estilo: tal es el caso, por ejemplo, de Alonso de
Covarrubias, Rodrigo Gil de Hontañón y Pedro de Ibarra. Además de la Meseta, donde
desarrollan su obra éstos, un extraordinario centro de la producción renacentista se localizó
enAndalucía, donde destacan las figuras de Diego de Siloé (fachada de la Catedral de
Granada y Sacra Capilla del Salvadorde Úbeda), Pedro Machuca (el más decididamente
clásico, con su atrevida intervención en la Alhambra de Granada: elPalacio de Carlos
V), Andrés de Vandelvira (catedrales de Jaén y de Baeza) y Diego de Riaño (Ayuntamiento de
Sevilla).
La influencia de la tratadística italiana, especialmente de Sebastiano Serlio, ha permitido
denominar esta época como fase serliana. Es muy notable que España fuera el primer país en
desarrollar una literatura arquitectónica propia dentro de los cánones renacentitas, con Diego
de Sagredo (Las Medidas del Romano, 1526).
3ª etapa: Herreriano
A mitad del siglo XVI, la iniciación del Monasterio de San Lorenzo del Escorial como símbolo
del poder de Felipe II de España por Juan Bautista de Toledo (fallecido en1567) y Juan de
Herrera supuso la aparición de un nuevo estilo, que se caracteriza por el predominio de los
elementos constructivos, la ausencia decorativa, las líneas rectas y los volúmenes cúbicos.
Significa además el definitivo triunfo de los postulados manieristas provenientes de Italia, con
el aporte de sobriedad castellana.
Este estilo bautizado posteriormente como "herreriano" en honor de Juan de Herrera, dominó
la arquitectura española durante casi un siglo, y entre sus seguidores se encuentran figuras
tan relevantes como Francisco de Mora, Juan Gómez de Mora o Juan Gómez de Trasmonte.
Los conceptos arquitectónicos y urbanísticos del renacimiento español fueron llevados a
las colonias españolas de Américadónde encontraron campo fértil para su difusión dada la
urbanización extensiva que se dio a lo largo de tres siglos y que también recibió el impacto de
estilos posteriores como el Barroco y el Neoclásico.
Véase también: Arte colonial hispanoamericano
La lejanía de esta zona con respecto a Italia diluyó la influencia del Renacimiento, pero existen
valiosos ejemplos de edificaciones que combinan elementos renacentistas con la tradición
arquitectónica local. En Hungría, ya antes de la segunda mitad del siglo XV se construyeron
casas de estilo italiano. El rey húngaroMatías Corvino contrató a constructores y escultores
italianos, uno de los cuales,Aristóteles Fioravanti, viajó de Hungría a Moscú para levantar la
Catedral de la Asunción en el Kremlin. Bajo el reinado de Luis II de Hungría y Bohemia, se
construyó la Capilla Bakócz de la Catedral de Esztergom, ejemplo de decoración renacentista.
Otras obras influidas por el Renacimiento en Europa oriental son, enPolonia el Castillo de
Wawel, la Capilla de Segismundo en Cracovia y el conjunto de la ciudad de Zamość;
en Lituania el Palacio Real y las Iglesias de San Miguel y San Esteban de Vilna; y en
la República Checa la localidad de Telč o el Castillo deČeský Krumlov.
Arquitectura renacentista en Inglaterra
Queen's House, (1616) en Londres, primer ejemplo de Arquitectura renacentista importada al Reino
Unido.
En Inglaterra las formas del renacimiento italiano tardarán mucho más tiempo en imponerse
que en España o Francia. Durante el periodo final del siglo XV y todo el siglo XVI, se
desarrolló el denominado estilo Tudor, una prolongación del gótico con marcadas
características locales inglesas. A finales del siglo XVI y comienzos del XVII, la
denominada arquitectura isabelina significó una apertura a influencias externas, entre las que
estaban las italianas, pero también las de la arquitectura holandesa.
No fue hasta bien entrado el siglo XVII cuando se impusieron las formas clásicas,
fundamentalmente a partir de la obra de Iñigo Jones (1573-1652), que había estudiado
en Italia y se había visto influenciado por Palladio. De vuelta en Inglaterra, Jones diseñó
edificios como la Queen's House de Greenwich (1616) y la Casa del Banquete del Palacio de
Whitehall (1619). Estas construcciones de líneas sencillas y simetría fueron revolucionarias en
un país donde aún se diseñaban edificios con ventanas partidas, almohadillado y torrecillas.
Hatfield House fue mandada a construir en su totalidad por Robert Cecil, primer conde de
Salisbury, entre 1607 y 1611, y es el ejemplo perfecto de la arquitectura de transición entre el
estilo Tudor y el Renacimiento. El edificio conjuga un ala Tudor, con ventanales con parteluz y
tejado almenado y dos alas claramente influenciada por las fachadas de los palazzi italianos.
Su fachada central, originariamente en forma de logia abierta, había sido atribuida a Iñigo
Jones, aunque el porche central de estilo jacobino, hace probablemente falsa esta atribución.
Dentro, la elaborada escalera tallada muestra la influencia italiana en la ornamentación
inglesa.
La obra de Jones fue continuada, ya dentro del clasicismo de época barroca, por maestros
como Christopher Wren con su diseño de la Catedral de San Pablo de Londres y de muchos
edificios públicos e iglesias londinenses que se construyeron tras el Gran Incendio de
Londres de 1666. La devastación de la ciudad fue una oportunidad única para una nueva
generación de arquitectos seguidores de la arquitectura clásica, que construyeron a una
escala superior a la que nunca probablemente se había construido en una ciudad.
Posteriores arquitectos, como el veneciano Giacomo Leoni, durante el siglo siguiente,
adaptaron y modificaron el estilo para ajustarlo al paisaje y gusto inglés, conservándose el
gusto por la influencia italiana en los edificios. Lyme Hall en Cheshire es un ejemplo soberbio
de esta tendencia.
La influencia de la arquitectura3 renacentista italiana pervivió en especial en el ámbito
anglosajón, a consecuencia del Palladianismo, forma de interpretación peculiar de la
arquitectura de Palladio, que mantedría el clasicismo hasta la llegada de estilos más
modernos como el Neoclasicismo. Durante el siglo XIX, se produjo
un historicismo neorrenacentista especialmente importante en el Reino Unido y Norteamérica.
Arquitectura renacentista en Rusia
El príncipe Iván III introdujo la arquitectura renacentista en Rusia, al invitar a una serie de
arquitectos de Italia, que trajeron nuevas técnicas de construcción y algunos elementos de
estilo renacentista con ellos, al mismo tiempo se siguieron diseños tradicionales de
la arquitectura rusa. En 1475 el arquitecto italiano Aristóteles Fioravanti realizó una
reconstrucción de la Catedral de la Dormición, ubicada en el Kremlin de Moscú, la cuál fue
dañada por un terremoto.