velocidad protegidas dentro de tubos de tereftalato de polibutileno y relleno de gel absorbente

de hidrógeno. Finalmente está envuelto por una corona de alambres de acero con
recubierto de aluminio y sentido de torsión izquierdo que le proporciona una gran
resistencia mecánica a la tensión longitudinal.

Esta prueba consiste en preparar una muestra de CGFO de al menos 20 m, para someterse a una
tensión mecánica del 2% de la carga nominal de ruptura del cable, y se le aplica un arco de
potencia a una frecuencia de 60 Hz producido entre un electrodo de hierro y el cable a una
distancia de 1 cm a través de un fusible metálico.

Se aplica una corriente eléctrica con una duración entre 0.5 y 3 ciclos y de una amplitud tal
que se produzca una transferencia de carga eléctrica en el arco de 100 a 110 C. El arco de
potencia debe aplicarse en tres zonas distintas del cable, separadas al menos 5 m una de
otra y no debe presentar alambres rotos en su corona externa.

Aunque cada muestra probada puede presentar daños a causa del arco de potencia establecido, la
corona no debe presentar alambres rotos (entendiéndose como alambre roto a la pérdida de
continuidad física del mismo). Posteriormente se realiza una prueba de resistencia mecánica a
la rotura del cable con el fin de verificar la carga máxima que el cable puede soportar antes de
fallar, cuyo valor debe ser mayor o igual a 52.5 kN correspondiendo a 75 % de la carga de rotura