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Se plantean dos ejes temáticos: por un lado, se analiza el contexto sociohistórico en el que
surge la Antropología como disciplina científica y, por otro, se observa de qué manera la
Antropología interpretaba tal contexto en los primeros años de su desarrollo.
Temas:
Caracterización de la Antropología como ciencia. Situación histórica y conocimiento en
Antropología: “la situación colonial”. La situación colonial en América Latina y en la
Argentina: la construcción de la “otredad” por Occidente a partir de la conquista de América
y cómo este hecho conduce históricamente a la configuración del objeto de la Antropología.
La descolonización del mundo después de la Segunda Guerra Mundial y su relación con el
objeto de la Antropología.
Es una ciencia con grandes aspiraciones, acusada por sus pretensiones de abarcar las
totalidades sincrónicas y diacrónicas. Esta aspiración la fue configurando a lo largo de su
historia. Y en relación con la unidad de análisis con la que trabajó: la pequeña comunidad
nativa.
Desde la última guerra, la Antropología considera que los conflictos sociales son inherentes
a las sociedades, como hechos fundamentales. Pocas o ninguna de las sociedades
muestran una marcada tendencia a la estabilidad.
El campo de intereses de la Antropología es vasto. Cubre todas las épocas, todos los
espacios, todos los problemas: Antropología política, económica, estudios de parentesco,
etc. Cubre tanto la dimensión biológica (hominización, clasificación de razas, etc.) como la
dimensión cultural.
Pretende explicar tanto las diferencias como las semejanzas entre los distintos grupos
humanos. Pretende dar razón tanto de la continuidad como del cambio de las sociedades.
Ese “otro cultural” objeto de la antropológica habría sido en primer término los pueblos
etnográficos o conjuntos sociales antropológicos, luego los campesinos, y por último y/o
simultáneamente, las clases subalternas.
En los años ‘60, además, la producción académica se ocupa de toda una serie de “otros”,
que establecen una “diferencia” respecto a la “normalidad” generada por los sectores
dominantes de las sociedades capitalistas avanzadas.
Entre ellos se incluía los campesinos y las clases subalternas, loa adolescentes, los
enfermos mentales, el lumpen-proletariado, etc.
Todos estos “otros” aparecen como ejemplos de una “diferencia”. Pero lo que permite
generalizaciones arbitrarias a partir de estas “otredades” es la falta de un análisis teórico
rigurosos. Esas otredades poseen diferencias de signo distinto, lo único que tienen en
común es la afirmación de la diferencia. La diferencia en sí no puede ser establecida como
un valor, puesto que puede servir como mecanismo de dominación. En términos abstracto
puede afirmarse el “derecho a la diferencia”, pero la diferencia ha servido en sociedades
históricamente determinadas para acrecentar determinadas expresiones de dominio
colonial.
Si bien el punto de vista y el equipo conceptual de los antropólogos han sido formados por
las investigaciones consagradas a las sociedades tradicionales, se han realizado numerosas
tentativas para ensanchar el campo de la investigación antropológica, así como para aplicar
sus métodos y sus técnicas a los diferentes tipos de sociedades.
Al intervenir en nuevos campos, el antropólogo tiende o a recoger los datos que escapan a
otros tipos de investigaciones o a aislar los significados de conjunto que a veces olvidan las
otras ciencias sociales.
Para Firth el antropólogo puede ser clasificado como un sociólogo que se especializa en al
observación directa sobre el terreno y a pequeña escala, y conservando un cuadro
conceptual que acentúa la idea de totalidad. Lo que el antropólogo debe proporcionar es un
conocimiento más sistemático de su microestructura y de su organización.
Por otra parte, es posible reivindicar el hecho de que la Antropología ha dado a la cultura
occidental el acceso a otras fuentes que aquellas de la antigüedad clásica con las que
contaba, haciendo posible un humanismo de más amplias resonancias.
Después del período clásico no encontramos unicidad en la metodología. Esta debe ser
referida a los paradigmas o estrategias de cada investigación, que dependen de lapídeas
básicas en torno ala pertinencia de la ciencia para la experiencia humana y en torno ala
presencia o ausencia de diferentes clases de procesos causales.
1850 - 1880 ® Contenido histórico: Entrada en la fase imperialista de reparto del mundo y
origen de las conquistas coloniales. Etapas del pensamiento Etnológico: Repitiendo la
dicotomía “primitivo-civilizado”, la antropología se constituye como disciplina independiente
y comparte con als ciencias de la época la ideología del evolucionismo.
Año 1870, inicio de un largo período de paz, que se prolongó hasta las puertas de la Primer
Guerra Mundial. El éxito al congelar las tensiones europeas se obtuvo a expensas del resto
del mundo, que en aquellos años fue escenario de luchas continuas y objeto de reparto entre
las grandes potencias. El hombre blanco debía soportar la “carga” de extender por todo el
mundo las formas materiales y espirituales de su civilización. El sentimiento de superioridad
de los blancos estaba asociado al gran progreso económico. El desarrollo industrial fue tal
que, si bien Gran Bretaña era considerada como la potencia de hegemonía económica de
Europa y todo el mundo, sólo diez años después se encontraba igualada y superada en
algunos sectores por Alemania y EE.UU. En este proceso de crecimiento y reestructuración
del sistema económico occidental deben buscarse las causas de la expansión colonial.
Los últimos 30 años del siglo XIX fueron de gran desarrollo productivo, pero de importante
y prolongada crisis: la gran depresión, que se prolongó hasta principios del siglo XX. Hubo
una clara disminución de las tareas de incremento en todas las ramas de la actividad
económica, por la falta de salidas suficientes para absorber las mercancías y los capitales
acumulados. El sistema productivo occidental tenía la necesidad de reestructurar sus bases
para no incurrir en un desastre económico. La crisis planteada estimuló en ciertos sectores
la concentración de la producción en pocas empresas industriales. Así nacieron auténticos
imperios económicos que controlaban las principales ramas de la actividad productiva
(acero, químicos, tejidos, fuentes energéticas). Por otro lado, la división entre capital
bancario e industrial iba desapareciendo y, con la unión de los bancos y las industrias, se
dio lugar a un nuevo capital, el financiero. La crisis se prolongada. Europa estaba cerrada
por barreras aduaneras, por lo que las potencias comenzaron a buscar en otra parte las
salidas para sus productos.
Ferry, primer ministro francés y promotor de la expansión imperialista, decía que la política
colonial es la continuación de la política industrial. Sistema proteccionista.
Entre 1875 y 1880 el valor de las importaciones aumentó en detrimento de las exportaciones,
y el déficit de la balanza comercial se dobló. Los ingleses se dedicaron a estimular las
inversiones en el extranjero, sobre todo en las áreas coloniales. La carrera por el reparto del
mundo entre las potencias revestía caracteres muy distintos de los de la época colonial
anterior. La búsqueda de mercados no basta para definir la lógica del imperialismo. Hay que
remontarse a las nuevas estructuras de tipo monopolista, los grandes monopolios en
formación para asegurar un rendimiento continuo e invertir en áreas ventajosas el exceso
de capital. En Europa esto no era posible, el crecimiento de los grandes trusts no podía
verificarse sino a expensas de lo territorios extraeuropeos donde la tierra a buen precio, los
salarios bajos las materias primas a bajo costo y la facilidad de asumir posiciones
monopolistas hacían prever inversiones altamente rentables. La posesión exclusiva de
regiones ricas en materias primeras era una necesidad esencial para los grandes grupos
económicos. El imperialismo se convirtió en la doctrina política de Gran Bretaña. El país que
le seguía era Francia, luego Bélgica, Alemania, Holanda y Portugal.
Esta era la situación de la economía política en la Europa del siglo XIX. La Antropología, a
la que se le confiere el estudio de las culturas diversas, diferentes de la cultura occidental,
debe colocarse necesariamente ante la “situación colonial”.
El abismo entre las civilizaciones era demasiado grande para un entendimiento mutuo. El
breve período de tolerancia no duró mucho. Esto dice Worsley sobre la expansión
colonial. La fase que terminó con la división triunfante del globo entero entre un puñado de
potencias europeas vino en 1885. Repetición de viejos modelos de imperialismo, marcó el
alba de una nueva era de la historia humana, caracterizada por un imperialismo de nuevo
tipo como respuesta a las presiones económicas y financieras en Europa. Dio lugar a la
unificación del globo en un solo sistema social. La nueva fase fue destruir la tradicional
nación-Estado europea occidental. Nació un sistema imperial más amplio.
Pero la situación colonial y la configuración del globo, en el que las potencias europeas se
reparte el mundo colonial, no va a ser percibida por la Antropología Clásica. Solamente va
a aparecer con al descolonización. Según Balandier la situación colonial es la dominación
impuesta por una minoría extranjera racial y culturalmente diferente, que actúa en nombre
de una superioridad racial o étnica y cultural, afirmada dogmáticamente. Dicha minoría se
impone a una población autóctona que constituye una mayoría numérica, peor que es
inferior al grupo dominante desde un punto de vista material. Esta dominación vincula en
alguna forma la relación entre civilizaciones radicalmente diferentes: una sociedad
industrializada, mecanizada, de intenso desarrollo y de origen cristiano, se impone a una
sociedad no industrializada, de economía atrasada y simple y cuy tradición religiosa no es
cristiana. Esta relación presenta un carácter antagónico básico, que es resulto por la
sociedad desarrollada mediante el ejercicio de la fuerza, un sistema de seudo justificaciones
y un patrón de comportamientos estereotipados operando en la relación.
Podría decirse que desde el siglo XV hasta ese entonces, situaciones de relación colonial
en América, Asia, África y Oceanía.
Los colonizados prueban la situación colonial como una empresa de desposesión material
y espiritual.
Según un autor No es natural, no es justo que los pueblos civilizados occidentales vivan en
espacios restringidos, donde acumulan maravillas de la ciencia, el arte, la civilización,
dejando la mitad del mundo a pequeños grupos de hombres incapaces e ignorantes… o
bien poblaciones decrépitas sin energía ni dirección, incapaces de todo esfuerzo.
Esta superioridad intrínseca de los europeos legitima la apropiación y para el colonizador,
el colonizado se va transformando en un vago, un desganado, desocupado. Pero la visión
imperial no es negación pura y simple de la otra. La diversidad del mundo es sabrosa para
el colonialismo de 1900. Esta diversidad, este exotismo, genera inspiración y curiosidad
científica. Son la doble compensación del imperialismo. Curiosidad de un tipo bien
determinado (para ella la religión se convierte en superstición, el derecho en costumbre y el
arte en folklore). Se va a pretender además estudiar científicamente los pueblos que se
colonizan y colonizar científicamente.
Las escuelas antropológicas que dominan la historia de la expansión colonial de los siglos
XIX y XX son el evolucionismo y el funcionalismo. No son las únicas pero son las
hegemónicas.
Durante el siglo XVIII los ideólogos del Iluminismo elaboran una visión progresista de las
sociedades salvajes, que no logra plasmarse en una teoría y en una práctica antropológica
en sentido estricto. Conserva la creencia en la universalidad de la naturaleza humana
concebida como la expresión, geográfica e históricamente, de la universalidad de la razón.
Las sociedades salvajes no son estudiadas por sí mismas, sino por la ayuda que puedan
aportar al establecimiento de una tipología de las operaciones de que es capaz el espíritu
humano Para los pensadores originales del siglo XVIII los salvajes son los representantes
contemporáneos de los hombres de origen o próximos al origen. Pero esta idea de salvajes
no es asimilable al a de los pensadores evolucionistas, para quienes el primitivo es el
representante del estado primero de la sociedad. El origen es concebido en el siglo XVIII
como auténtico, en tanto que en el siglo XIX será concebido como simple, lo tosco y lo
inacabado. En la medida en que el origen es lo auténtico, se puede obtener de él
enseñanzas teóricas y prácticas.
Y así el interés y las preocupaciones de las sociedades salvajes son las mismas que las de
Europa Los pueblos son comerciantes, cambian sus mercancías y Europa podría organizar
con ellos relaciones pacíficas si no hubiera una dificultad debida al hecho de que esas
relaciones han sido manchadas por la anterior violencia europea. El pensamiento dominante
a fines del siglo XVIII no pretende fundar en la violencia el establecimiento de relaciones con
las naciones salvajes, pero han tenido que “arreglar” estas concepciones ya que no eran
compatibles con una cierta colonización. Pero de ninguna manera es asimilable al
colonialismo que aparece a mitad del siglo XIX.
Hacia 1860 la reflexión antropológica toma un nuevo rumbo. Aparecen las obras clásicas de
Bachofen, Tylor y Morgan. Las mismas explican que las sociedades están alineadas según
un continuo homogéneo y único, jalonado por cortes: “estudios de avance. Toda sociedad
real se ve reducida en un determinado momento a un estadio de evolución técnico-
económico.
Ha caído en desuso la ideología del buen salvaje y ha sido suplida por la de la superioridad
de la sociedad civilizada o industrial.
Berque dice El imperialismo imponía al mundo una forma de concia al mismo tiempo que
una forma de gestión.
No reniego por completo del evolucionismo. Sigo creyendo en la evolución, los orígenes, el
proceso de desarrollo, pero veo que las respuestas a todas las preguntas del evolucionismo
deben derivarse del estudio empírico de los hechos e instituciones cuyo desarrollo pasado
queremos reconstruir. Malinowski . Antropólogo inglés que va a dar fuerza y carácter a la
corriente funcionalista. Su opinión es importante para demostrar que las rupturas científicas
y/o ideológicas no son taxativas y que se trata más de cambios de enfoque antes que de
cortes radicales.
El antropólogo debe abandonar su confortable posición y debe ir a las aldeas, ver a los
indígenas trabajando, debe navegar con ellos, observarlos en la pesca, en la caza y en las
expediciones. La información debe llegarle en toda su plenitud a través de sus propias
observaciones sobre la vida indígena en lugar de venir de informaciones reticentes. La
Antropología la aire libre.
Así postula Malinowski que debe ser recogida la información, en función de su mejor validez.
La concepción funcionalista con respecto a los pueblos colonizados era una mirada que
penetraba en la interioridad de esas culturas, conllevando un relativismo implícito, una
actitud romántica.
¿Qué efecto tuvo el medio ambiente colonial sobre el surgimiento del funcionalismo
británico?
Los antropólogos de este período pretendieron ser útiles al gobierno colonial. Algunos lo
fueron, otros no. El paréntesis que supuso el funcionalismo con respecto al a valoración de
superior /inferior adjudicados a Occidente y a los pueblos colonizados respectivamente fue
breve y restringido a los ambientes académicos, pues la sociedad y los administradores
coloniales siguieron manteniendo una concepción evolucionista en cuanto a la valoración e
los grupos etnográficos.
¿Qué sigue siendo válido del modelo clásico después del hecho concreto de la
descolonización?
La destrucción del régimen colonial en África en la década del 60 es uno de los grandes
acontecimientos del siglo XX. A muchas personas les parece un hecho de ingratitud. Para
otros es la consecuencia natural de una progresión deliberadamente planeada por las
potencias coloniales, que condujeron a los países coloniales hasta que fueron responsables
de sus actos.
Estos dos mitos tienen una cosa en común: ignoran, o niegan, la larga y continua lucha del
pueblo africano.
La conquista europea del África comenzó en el siglo XV por Portugal. En los siglos XVII y
XVIII las potencias europeas obtuvieron nuevos puntos de apoyo con Francia y Holanda. La
conquista de África por Europa se extendió a lo largo de cuatro siglos y sólo quedó
completada en 1935, con la invasión e Etiopía.
Los dos factores que ayudan a comprender la rebelión africana. En primer lugar, el gran
esfuerzo de las potencias europeas por dividir al África se produjo en vísperas de la época
imperialista, cuando los poderosos agrupamientos monopolistas europeos trataban de
expandir su dominio para apoderarse de materias primas, adquirir tierras para la
colonización y para fines estratégicos, y establecer nuevos puntos de dominio para el
comercio: es decir para encontrar nuevos campos al as actividad lucrativas. En segundo
lugar, ésta época de África provoca una creciente resistencia del pueblo africano, que
culmina en el movimiento de liberación de las naciones africanas.
Muchas son las formas de expresión que han tomado los movimientos de liberación
nacional. La defensa de la tierra, la resistencia al comerciante extranjero, al so impuestos y
a los trabajos forzados, la oposición verse complicados en la primera guerra mundial, la
tentativa de formar una iglesia y escuelas africanas independientes, la lucha por salarios
más altos y por derechos sindicales, la oposición al as leyes de tránsito y otras formas de
discriminación racial, la lucha por las libertades civiles y por el pleno derecho político, la
campaña por la africanización de los empleos públicos, contra la barrera de color en
industrias y la falta de educación. Y de estas exigencias surgen los movimientos de
liberación de las naciones africanas.
1919-1944: Congresos panafricanos debaten todos los problemas y elaboran las exigencias
y normas políticas.
Continente asiático: independencia de la India, revolución comunista en China y en Vietnam
del Norte.
El rencor contra Occidente, la inquietud ante la tensión creciente entre China y los EE. UU.,
el temor de una guerra desastrosa, el deseo de los gobernantes de la India de aclarar los
términos de las relaciones con China, la necesidad de conocerse mejor y coordinar
esfuerzos entre todos: hacen que cinco estados de Asia y del sudeste asiático lancen la
iniciativa de una Conferencia entre todos los jóvenes países de esos dos continentes.
- Promover la voluntad y la comprensión entre las naciones de Asia y África, para estudiar y
favorecer sus intereses mutuos.
- Examinar los problemas y las relaciones sociales, económicas y culturales entre los países
representados.
- Examinar los problemas que interesan especialmente a los pueblos de Asia y África,
aquellos que afectan la soberanía nacional, el racismo y el colonialismo.
Debaten estos objetivos y sintetizan las conclusiones en diez puntos que expresan los
principios de la coexistencia entre las naciones.
Esos lazos jurídicos y políticos no los van a configurar como naciones independientes en
toda la amplitud del término. Su relación con el occidente europeo y con los EE.UU. Va a
seguir siendo de dependencia. Como lo es también la relación de las naciones centro y
sudamericanas. Pero esa dependencia no se va a manifestar a partir del mismo tipo de
relaciones configuradas durante le siglo XIX.
El estereotipo del conjunto de las clases sociales europeas y de las “ciencias” que se
encargaban de estudiar ese objeto. Los propios líderes políticos asiáticos y africanos
ejecutarán la denuncia de las relaciones coloniales. Después de la segunda guerra mundial
la ciencia oficial reconoció teóricamente esta situación.
Los conceptos de situación y relación colonial apuntan básicamente a criticar el planteo: los
europeos (colonizadores) y los americanos/africanos/asiáticos (colonizados) configuran una
situación total en la cual cada una de las partes es lo que es parcialmente, en función de
esa relación.
Las sociedades se han determinado mutuamente y no son lo que son por factores
metafísicos, predestinados o racistas. Estos nuevos planteos transformaron la matriz
teórica, modificaron el tipo de preguntas al objeto y produjeron nuevas respuestas. La
función esencial de la descolonización fue crear la necesidad de una reestructuración del
saber. La Antropología redescubre la Historia.
En el centro de la reflexión científica se introduce una crítica, realizada por los antropólogos
indígenas. En el continente africano, se constata y verifica el reclamo de estas naciones por
poner fin a la antropología clásica.
Años 30,a parición de obras de antropología elaboradas por intelectuales africanos, árabes,
de la India, de China y de los países andinos. Los estudiosos se apropian del instrumento
teórico que los constituía en objeto. Aparece una modificación en el estén sentido de estas
teorías, no sólo en la crítica de algunas tesis sino en el cuestionamiento al tipo de lenguaje
cosificante que en ese entonces usaba el funcionalismo.
La asimetría de las hitación no es criticada en tanto tal, sino apropiada, interiorizada por
algunos colonizados, que consideran en lo sucesivos a sus compatriotas, los otros
indígenas, con una óptica antropológica.
El antropólogo africano puede defender la cultura de su país, justificar sus valores y prácticas
dominantes, contra las interpretaciones deformantes e interesadas del europeo. Pero se
trataba en ese entonces de una impugnación que operaba dentro del mismo lenguaje de la
antropología funcional.
A partir de los años 50 surge una impugnación de otro tipo. La voluntad de los africanos de
hacer su propia antropología, junto con su recusación a la antropología clásica, los lleva a
intentar elaborar una nueva aproximación, en la cual las culturas del Tercer Mundo no serían
percibidas desde un punto de vista redentor, sino en la significación que se dan ellas mismas
y a sí mismas. Opondrían a la contemplación distante, “astronómica”, “externa”, el valor de
la larga familiaridad, de la relación histórica con el objeto estudiado.
Son los mismos africanos, nacidos y crecidos en África, quienes conocen mejor que nadie
el África de ayer y de hoy, quienes comprenden más profundamente las voluntades y los
deseos de los pueblos africanos. Así las investigaciones africanas hechas por los sabios
africanos pueden alcanzar más fácilmente la verdad y extraer conclusiones justas. (Liu Se
Mu de China Popular).
En los EE. UU. Los antropólogos trabajaron en los servicios de Inteligencia Militar,
Departamento de Estado, Oficina de Servicios Estratégicos, Junta de Economía de Guerra,
Servicios de Bombardeo Estratégico, Gobierno Militar, Servicios Colectivos, Oficina de
Información de Guerra, Oficina Federal de Investigación, y otros organismos oficiales.
Trabajaron en investigaciones aisladas. Había que preparar un manual para los soldados
de servicio en Eritrea. Había que redactar un libro de frases militares en ingles. Se preparo
un manual para ayudar a los aviadores perdidos a reconocer y preparar alimentos
comestibles. Se aconsejo sobre la manera como debían diseñarse la ropa y el equipo para
el ártico y los trópicos. Las tareas encomendadas variaron entre las elección el so reclutas
indios y la preparación de un memorándum sobre cómo reconocer los pescados en mal
estado. Se prepararon materiales de educación visual para ayudar a instruir al personal
destinado a realizar trabajos secretos en el extranjero y los antropólogos pronunciaron
conferencias en muchos cursos de orientación. (Kluckholin).
En el plano político se discute el rol del antropólogo y su nivel de compromiso con la realidad
social. En el plano académico se dirime la objetividad de las ciencias sociales y los alcances
del nivel ideológico-valorativo.
Todas estas fueron expresiones diferentes del modelo clásico que se apartan de él y
comienzan a ejercer una reflexión crítica con respecto al mismo.
- Otra reacción ha sido admitir que la realidad existente, las sociedades particulares, o los
sectores de esas sociedades, están determinados por la política estatal centralizada y por
la economía internacional. Recuperan del modelo su forma de aproximación totalizadora,
definida críticamente, dejando de lado “la falsa o ilusoria totalidad”. Una parte de este grupo
considera no realista, impracticable, el intentar hacer análisis holístico de las unidades
sociales contemporáneas de gran escala como la nación-Estado. Y han tratado de definir
unidades de investigación y análisis que se hallen a mitad de camino entre la pequeña aldea
y la nación-Estado.
- Algunos decidieron hacer una pausa en “el trabajo de campo” y prosiguieron el desarrollo
teórico. Esta postura es posible sólo transitoriamente, ya que una ciencia necesita de sus
datos, de su referente empírico para elaborar su teoría.
- Otros se han consagrada a investigaciones acerca de enclaves raciales, étnicos, religiosos,
situados dentro de sociedades más amplias, dentro de las cuales se diferencian o no en
algunas de sus identificaciones. La profundización en la noción de etnia obliga a reservar
este término a un cierto tipo de sociedades. Esta profundización ha sido esencialmente el
elemento primordial de la antropología soviética, orientada hacia la resolución el os
problemas teóricos y políticos de las nacionalidades y de las diversidades étnicas.
Todas las ciencias sociales se están haciendo menso diferenciadas y especializadas en sus
metodologías, más interdependientes en la investigación, en el análisis y en la aplicación,
desplazándose colectivamente hacia un nuevo tipo de holismo. Las realidades de un mundo
que se uniformiza, de una decadencia en cuanto a variedad cultural y a autonomía llevan a
todas las ciencias sociales a apoyarse unas en otras, a utilizar las formas de penetración,
las técnicas y los datos de las otras como la mejor forma de tratar los temas y problemas
que preocupación común de todas las disciplinas.