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UNIVERSIDAD LATINA DE COSTA RICA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

TRABAJO FINAL:
TALLER INTRODUCTORIO A LAS ESTRATEGIAS
PSICOPEDAGÓGICAS
PARA LA ESTIMULACIÓN DEL APRENDIZAJE

CURSO:
COMUNICACIÓN BASES SISTÉMICAS

PROFESORA:
Laura Gutiérrez

ESTUDIANTES:
Cynthia Carmona
Elinor Marín
Laura Seas
Laura Vargas

2010
I. INTRODUCCIÓN

El presente trabajo aborda el tema del origen y estimulación del


aprendizaje, así como algunos de los sustentos teóricos que a nuestro parecer,
subyacen a dichos conceptos, tal es el caso de la Teoría Psicogenética de
Jean Piaget.

La diversidad es característica de todos los seres humanos, ya que


cada persona tiene un modo especial de pensar, de sentir y de actuar,
independientemente de que, desde el punto de vista de desarrollo, existan
unos niveles cognitivos, afectivos y conductuales con ciertas semejanzas. Esta
variedad, ligada a diferencias en las capacidades, necesidades, intereses, ritmo
de maduración, condiciones socioculturales, etc., nos da una idea clara de
cuánto debemos preocuparnos como terapeutas, en la atención y la respuesta
que tenemos que brindar a los niños para estimular su aprendizaje.
Consideremos que en todos los grupos de niños existe una variabilidad natural,
a la que se debe ofrecer una atención y una estimulación educativa de calidad
y por tanto, que debe ser respetada en su individualidad.

Partimos de la idea de que no son los niños los que deben adaptarse al
proceso educativo sino más bien, que son los docentes junto con la institución
educativa incluyendo a la familia, los encargados de crear las situaciones de
aprendizaje que se adapten a la mayoría y también, contar con un curriculum
diferenciado para aquellos niños que requieran una atención especial o más
individualizada. Asimismo, nosotros como terapeutas interesados en atender a
la población infantil, debemos dar una respuesta eficaz a dichas necesidades y
por tanto, tenemos el deber de prepararnos no solo profesionalmente sino
también en la parte emocional.

Se explicará en términos generales las principales implicaciones


psicoeducativas de la Psicología Genético – Cognitiva. También se explicará
ampliamente el concepto de aprendizaje según la Teoría Psicogenética de
Jean Piaget, la cual es esencial conocer para trabajar desde una perspectiva
de prevención y estimulación todas las áreas perceptuales y del desarrollo
intelectual de los niños, para propiciar también un clima terapéutico cooperativo
donde cada integrante se sienta útil e importante y tome un rol activo dentro del
proceso de estimulación y de recuperación de áreas, cuando sea necesario.

De igual forma, se dará una breve explicación de lo que es la Teoría del


Aprendizaje Significativo que propone Ausubel y que, junto con la Teoría
Psicogenética, constituyen un pilar de conocimiento teórico esencial para todo
terapeuta interesado y dispuesto a comprometerse en la atención del
aprendizaje de los niños.

Por tanto, el presente trabajo consta de dos etapas; por un lado, cuenta
con el sustento teórico mencionado anteriormente, parte del cual se explicará
en la sección introductoria del taller y por otro, posee una parte práctica en la
que se modelan presencialmente algunas estrategias pedagógicas efectivas
para estimular el aprendizaje en los niños.
II. OBJETIVOS

A. OBJETIVO GENERAL

Fortalecer el desarrollo de herramientas profesionales en el área


psicoeducativa a través de un taller teórico práctico.

B. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Demostrar mediante diversas estrategias psicopedagógias, cómo


estimular el aprendizaje en niños desde preescolar hasta sexto
grado.

2. Sensibilizar a los terapeutas sobre la importancia de respetar las


diferencias individuales de los niños en el aprendizaje.
III. MARCO TEÓRICO

A. PSICOLOGÍA GENÉTICO - COGNITIVA

Esta teoría se empezó a desarrollar desde el comienzo del segundo


tercio del siglo XX. Sus máximos exponentes son Piaget, Inhelder, Bruner,
Flavell y Ausubel. La Psicología Genético-Cognitiva, también llamada
psicogenética postula que el conocimiento no es el producto de la herencia ni
del ambiente por sí solos, sino que es el resultado del intercambio dinámico
que realiza el niño con el entorno en el que vive. El aprendizaje es el producto
de la construcción subjetiva que va surgiendo entre los intercambio que realiza
el sujeto con el medio circundante. Tal y como se afirma en el libro Aprendizaje
y Cognición “esa interacción se da de acuerdo con una motivación interior de
supervivencia y adaptación, y no obedece a ningún tipo de presión externa bajo
la forma de castigos o recompensas” (Méndez, 2004, p.13).

Queda claro entonces que el aprendizaje se vincula con la dinámica del


desarrollo interno del individuo, es decir con su genética (factor importante pero
no determinante) así como con otros factores internos como la motivación y
factores sociales y afectivos. Como vemos, el énfasis de la psicogenética
difiere considerablemente de las teorías asociacionistas ya que la primera se
aboca al estudio del desarrollo y génesis de la inteligencia, mientras que las
segundas se enfocan en la investigación sobre el aprendizaje basándose
principalmente en la conducta observable (en animales).

Según la psicogenética, las personas poseemos estructuras mentales


que condicionan el aprendizaje, y que se van transformando y modificando a
medida que adquirimos nuevos conocimientos y estímulos. Las estructuras
mentales modificadas permiten la adquisición de otros aprendizajes de orden
superior (más complejos). Estas estructuras cognitivas son el producto de
procesos genéticos. “No surgen en un momento sin causa alguna, ni son el
principio inmutable de todas las cosas. También se construyen en procesos de
intercambio. Por ello, se denomina a estas posiciones como constructivismo
genético (Gimeno y Pérez, 1996, p.43).

La construcción de estructuras cognitivas es posible gracias a los


procesos internos de asimilación y acomodación. La asimilación es un proceso
integrador de información, conocimientos y estímulos nuevos a las estructuras
ya existentes. La acomodación modifica esas estructuras existentes y las
transforma como consecuencia de la información nueva. Ambos procesos son
los que posibilitan la adaptación del ser humano a su entorno. El concepto de
nivel de competencia, muy importante en terapia psicoeducativa se refiere a la
capacidad de un individuo de responder a los estímulos del medio ambiente.
Ejemplo de esto es el aprendizaje de operaciones matemáticas. En caso de
que un niño no pueda realizar operaciones de suma y resta, no contará con el
nivel de competencia que se requiere para aprender las operaciones de
multiplicación y posteriormente de división. Por lo tanto, el nivel de competencia
se refiere a los conocimientos que posee un niño (y los cuales debe conocer su
terapeuta) antes de iniciar la estimulación de algún aprendizaje o de reforzarlo.
Asimismo, la psicogenética afirma que en toda acción que realice un
sujeto para adquirir conocimientos (a través de la imaginación, la percepción o
la representación simbólica y otras) involucra actividad física, fisiológica y/o
mental. “La actividad pues, será la constante de todo tipo de aprendizaje…En
cualquier caso, los contenidos figurativos pueden ser adquiridos mediante
observación o recepción, pero los aspectos operativos del pensamiento solo se
configuran a partir de las acciones y de la coordinación de las mismas”
(Gimeno y Pérez, 1996, p.44).

Es importante destacar la distinción que hace Piaget de los diferentes


estadios del desarrollo por el que pasamos los seres humanos, y que de
acuerdo a ese desarrollo vamos adquiriendo destrezas y conocimientos que
nos preparan para adaptarnos al contexto en el que vivimos. Dichos estadios
son: 1) período sensoriomotor; 2) período preoperacional; 3) estadio de las
operaciones concretas; y 4) estadio de las operaciones formales. Cada etapa o
estadio ha sido descrito en la respuesta a la pregunta No. 1 de la presente
guía.

Con respecto a la aplicación de esta teoría en terapia


psicoeducativa, una de las tareas principales del terapeuta es organizar el
proceso de enseñanza – aprendizaje o de estimulación de forma adecuada,
desde el principio hasta el final. Para ello la definición de un perfil individual es
indispensables para poder contar con información valiosa y responder desde la
perspectiva psicoeducativa, social y afectiva a las necesidades e intereses de
los niños.

Una implicación psicoeducativa importante del enfoque constructivista


supone que los objetivos de una secuencia de enseñanza, se definen en
función de los contenidos que se aprenderán y por el nivel de aprendizaje que
se pretende lograr.
Por otra parte, es sumamente importante que los niños puedan asumir
su autonomía en el aprendizaje, es decir, su derecho a tomar iniciativas y
decisiones de acuerdo con sus capacidades, lo cual les brinda la oportunidad
de construir verdaderamente su propio conocimiento y al mismo tiempo, les da
mucha seguridad en lo que estén realizando. Una situación en la que los niños
podrían asumir su autonomía sería al realizar dinámicas grupales en las que
deben ponerse de acuerdo para resolver un problema. De esta manera, el
terapeuta deja en sus manos la toma de decisiones, el análisis de la situación y
de las distintas variables involucradas, hasta que logren por sus propios medios
llegar a una posible solución.

Una terapia basada en un enfoque constructivista deberá incluir por lo


tanto, material muy variado, que sea significativo para el niño, que lo confronte
on situaciones problemáticas para que lo motive a proponer soluciones y a
propiciar discusiones, a poner en práctica su creatividad, etc. En el mercado
existe gran variedad de material que puede ser utilizado para promover la
construcción y estimulación del conocimiento, por ejemplo: rompecabezas,
tangramas, juegos de experimentación para la enseñanza de las ciencias,
programas educativos para computadora, mapas en relieve, plasticina y
muchos más. Vale la pena recalcar la importancia de utilizar también
materiales que se encuentren al alcance de los niños, que vengan de su propio
entorno o que sea construido por ellos mismos.

Tan importante es contar con material concreto y situaciones prácticas,


como también planear actividades que promuevan al mismo tiempo la
interacción social que hagan fluir las ideas y puntos de vista de los niños, sus
interpretaciones, sus limitaciones, con el objetivo de que logren ponerse de
acuerdo, concensuar los resultados y llegar en forma grupal a la solución del
problema. Esto es esencial, ya que las situaciones de aprendizaje no pueden
desligarse del desarrollo social, afectivo y moral. Un ejemplo de aplicación del
conflicto cognitivo en el aula podría ser a través de debates para discutir temas
de interés y/o de actualidad.

B. CONCEPTO DE APRENDIZAJE SEGÚN LA TEORÍA


PSICOGENÉTICA

Según la teoría psicogenética del biólogo y epistemólogo suizo Jean


Piaget, se distinguen dos tipos de aprendizaje: a) el aprendizaje como
sinónimo de desarrollo (en sentido amplio), y b) el aprendizaje como resultado
de la adquisición de conocimientos a través de la experiencia o interacción con
el entorno (en sentido estricto).

Piaget señala que el aprendizaje en sentido estricto, “es el resultado de


la construcción mental de estructuras cognoscitivas, que van siendo
progresivamente más complejas y equilibradas, facilitando así, la adaptación
del sujeto al ambiente que lo rodea” (Méndez, 2004, p. 37).
Para Piaget, esta construcción mental es el resultado de un intercambio
dinámico entre el sujeto y el medio en el que está inmerso, es decir, el sujeto
juega un rol activo y primordial en la adquisición de nuevos conocimientos. En
esta interacción del sujeto con su medio, éste lleva a cabo dos tipos de
abstracción: la física y la reflexiva. Ambos son muy importantes en las
construcciones mentales.

Por un lado, la abstracción física o empírica le permite al individuo


abstraer información de los objetos con los que tiene contacto, mientras que la
abstracción reflexiva permite reelaborar lo que ha abstraído del medio de un
nivel inferior (de estructuras mentales) a otro superior, con el fin de adaptarlo.

Las transformaciones progresivas de las estructuras cognoscitivas como


resultado de una actividad interna, suceden gracias a los esquemas de acción
que surgen entre el proceso de asimilación y acomodación que se produce
entre el sujeto cognoscente y el objeto por conocer.

La asimilación es el proceso de selección e integración por el cual


nuevos conocimientos o estímulos se incorporan a las estructuras mentales
del individuo, y estará en función de las estructuras mentales que el individuo
ya posea; esto quiere decir que la persona asimila sus vivencias a los
esquemas mentales ya construidos. La asimilación se complementa con un
proceso llamado acomodación. Como ejemplo de este proceso, podemos citar
el caso de un niño pequeño que toca el disco caliente de una cocina y sufre
una quemadura. A través de esta experiencia desafortunadamente dolorosa, el
niño asimila que los discos de las cocinas no deben tocarse.

La acomodación implica una modificación de las estructuras mentales en


respuesta a las demandas del medio, es decir, es cuando el sujeto se ajusta a
las condiciones externas. La acomodación no sólo aparece como necesidad de
someterse al medio, sino que se hace necesaria también para poder coordinar
los diversos esquemas de asimilación. Para ejemplificar este proceso,
continuaré citando el ejemplo del niño que se quemó. La acomodación
sucederá cuando el niño tenga otro contacto con una cocina y en lugar de tocar
los discos calientes, se limitará a pasar de lejos frente a ella, ya que su
experiencia previa le ha enseñado que si toca los discos se podría quemar de
nuevo.

Además, se da otro proceso llamado equilibración que es la unidad de


organización en el sujeto. Son los denominados "ladrillos" de toda la
construcción del sistema intelectual o cognitivo que regulan las interacciones
del sujeto con la realidad.

De esta manera podemos concluir que según Piaget, el aprendizaje es


posible gracias a varios factores: el factor genético es muy importante en el
desarrollo cognitivo, pero no es determinante, ya que también reconoce la
influencia de otros factores internos como la motivación, intereses y
curiosidades por parte del sujeto, así como los factores morales y
socioafectivos.
Por otra parte, Piaget señala que el aprendizaje como sinónimo de
desarrollo es “el proceso mismo de desarrollo mental desde el período
sensoriomotor hasta la etapa de las operaciones formales” (Méndez, p. 42).

En este sentido, Piaget describe el desarrollo cognitivo en etapas o


estadios:

1. El primero se denomina sensoriomotor y abarca el período que va de los


0 a los 2 años. Esta etapa es importantísima ya que a su culminación, el
niño logra distintas habilidades motrices y mentales. Los primeros
movimientos voluntarios son extensiones de actos reflejos, de allí que la
mayoría de sus movimientos se dirigen al propio cuerpo y no a objetos
distantes. Ante la creciente coordinación visual – motriz, el bebé dirige
sus actividades a objetos más distantes. Hacia el final de esta etapa, el
niño ya estará en condiciones de representar el mundo en imágenes y
símbolos mentales, además de que dará inicio el habla que le permitirá
representar objetos ausentes y por último, las actividades lúdicas
constituyen un factor muy importante en este estadio.

2. El segundo período es el preoperacional que se extiende desde los 2


años hasta los 7 aproximadamente. Asimismo a éste lo podemos dividir
en dos subestadios: uno preconceptual que se extiende entre los 2 a 4
años en donde la habilidad más destacada pasa por el razonamiento
transductivo, esto significa sencillamente que los niños razonan, pero sin
el alcance inductivo ni deductivo, sino yendo de un caso particular a otro
caso particular con la finalidad de formar preconceptos. Un ejemplo de
esto sería cuando los niños observan a sus madres tomar el bolso
porque en esa ocasión ellas lo hacían para ir de compras; a partir de una
situación similar siempre asociarán el hecho de que su madre tome un
bolso con el salir de compras. Otra particularidad de este período es el
juego simbólico y las conductas egocéntricas.

El segundo subperíodo es el intuitivo, su edad mental transcurre entre


los 4 a 7 años aproximadamente, su inteligencia se circunscribe a ser
meramente impresionista, ya que solo capta un aspecto de la situación,
carecen aún de la capacidad de conservación de cantidad y esto se debe entre
otras cosas a que aún no han desarrollado la reversabilidad (el acto de
retrotraer el proceso al punto de origen).

3. El tercer estadio del desarrollo cognitivo es el operatorio concreto, su


período se extiende entre los 7 a 11 años aproximadamente. En esta
fase, el razonamiento se vincula exclusivamente con la experiencia
concreta. Tiene la capacidad de describir su medio, también el niño ya
ha adquirido la facultad de conservación de sustancias y pesos, así
como la habilidad de descentración y la formación de clasificaciones
coherentes.

4. Por último se encuentra el estadio operacional formal, éste lo ubicamos


entre los 11 años hasta la adolescencia. En esta etapa los jóvenes ya
pueden razonar de manera hipotética y en ausencia de pruebas
materiales. Asimismo está en condiciones de formular hipótesis y
ponerlas a prueba para hallar las soluciones reales de los problemas
entre varias soluciones posibles, alcanzando en esa oportunidad el
razonamiento hipotético deductivo.

En ambos tipos de aprendizaje (en sentido amplio y en sentido estricto),


el común denominador sería la asimilación como proceso de incorporación de
estímulos y conocimientos nuevos a las estructuras mentales existentes.

C. TEORÍA DEL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO

Esta teoría fue impulsada por Ausubel, quien al querer determinar la


naturaleza del aprendizaje en el ser humano, desarrolló un programa de
investigación educativa que se fundamentó en una visión totalizadora del
problema y que incluye otros aspectos íntimamente ligados con el aprendizaje
en situaciones formales, como por ejemplo: la organización del material de
aprendizaje, el currículum, estilos de aprendizaje de los niños, significado que
le atribuye el estudiante a la enseñanza, la memoria y la transferencia.

Según Ausubel aprender es sinónimo de comprender e implica una


visión del aprendizaje basada en los procesos internos del alumno y no solo en
sus respuestas externas. Por lo tanto, el aprendizaje significativo se define
como “un proceso por medio del que se relaciona nueva información con algún
aspecto ya existente en la estructura cognitiva de un individuo y que sea
relevante para el material que se intenta aprender” (Méndez, 2004, p.91).

Este tipo de aprendizaje posee una base psicológica que supone la


asimilación de información nueva a través de una estructura específica de
conocimiento en el individuo (estructura cognitiva); y una base biológica que
supone la elaboración de cambios en el número o en las características de las
neuronas que intervienen en el proceso. Las entidades psicológicas que
conforman la estructura cognitiva son definidas por Ausubel como conceptos
inclusores, que juegan un papel muy importante en la asimilación de
información ya que se transforman y crecen.

Con la intención de promover la asimilación de los conocimientos, el


docente utilizará organizadores que favorezcan la creación de relaciones
adecuadas entre los conocimientos previos y los nuevos. Esos organizadores
tienen la finalidad de facilitar la enseñanza significativa, con lo cual sería
posible considerar que la exposición organizada de los contenidos, propicia una
mejor comprensión.

El siguiente cuadro refleja la manera como se debe realizar la


organización de los contenidos de enseñanza para propiciar un aprendizaje
significativo, siguiendo una secuencia que parte de conocimientos previos (que
se poseen) hasta llegar a nuevos conocimientos, tal y como lo propone
Ausubel.
Fuente: Tomado de www.educacion.idoneos.com

Entre las condiciones que deben darse para que se produzca el


aprendizaje significativo, debe destacarse:

1. Significatividad lógica: se refiere a la coherencia de la estructura interna


del contenido. Implica una secuencia lógica de los procesos y de las
relaciones entre los distintos elementos.

2. Significatividad psicológica: es relativo al individuo que aprende y


depende de sus representaciones anteriores, es decir, que los
contenidos sean comprensibles desde la estructura cognitiva del sujeto
cognoscente.

3. Motivación: debe existir además una disposición motivacional, emocional


y actitudinal por parte del estudiante para que suceda el aprendizaje
significativo.

Asimismo, la teoría expone dos principios básicos para que ocurra el


aprendizaje significativo, a saber la diferenciación progresiva y la reconciliación
integradora. La diferenciación progresiva se refiere a la transformación de los
inclusores, que constituye la base de la teoría de la asimilación. La
reconciliación integradora “incluye la capacidad de hacer referencia cruzada de
ideas, reconciliar datos o hechos que aparentemente no están conectados,
encontrar vínculos en toda la información disponible, explorar relaciones y
establecer nexos con situaciones que se vieron tempranamente en el proceso
de aprendizaje, ya que guardan relación con el concepto o con el conocimiento
que se está aprendiendo” (Méndez, 2004, p.96).
Uno de los puntos más importantes de la teoría de Ausubel que explica
el aprendizaje significativo es “la relación indisociable de aprendizaje y
desarrollo…Los nuevos significados se generan en la interacción de la nueva
idea o concepto potencialmente significativo, con las ideas pertinentes, ya
poseídas por el alumno/a, de su estructura cognitiva. Es evidente, según
Ausubel, que el bagaje ideativo del individuo se enriquece y modifica
sucesivamente con cada nueva incorporación” (Gimeno y Pérez, 1996, p.47).

Tanto el significado psicológico como la potencialidad significativa del


material son subjetivos y se encuentran subordinados a las características de
cada individuo, esto es, a su bagaje o estructura cognitiva, la cual según esta
teoría, está organizada jerárquica y lógicamente “en la que cada concepto
ocupa un lugar en función de su nivel de abstracción, de generalidad y
capacidad de incluir otros conceptos…El material aprendido de forma
significativa es menos sensible a las interferencias a corto plazo y mucho más
resistente al olvido, por cuanto no se encuentra aislado, sino asimilado a una
organización jerárquica de los conocimientos referentes a la misma área
temática” (Gimeno y Pérez, 1996, p.48).

Según esta teoría, el aprendizaje significativo favorece la transferencia.


Entendemos por transferencia o generalización la “aplicación de las habilidades
o los conocimientos en situaciones nuevas o de manera novedosa” (Schunk,
1997, p.450). Esto significa que cuando el proceso de enseñanza – aprendizaje
está bien estructurado (en cuanto a contenidos y materiales), su resultado será
un aprendizaje de conocimientos que serán fácilmente aplicados en otras
situaciones o contextos y en la resolución de problemas. Sin embargo, esta
teoría también enfrenta algunas dificultades, tal y como se señala en la lectura.
“El modelo de estrategia didáctica que sugieren los planteamientos de Ausubel
es excesivamente racionalista, estático y receptivo, por lo que plantea
importantes problemas, especialmente cuando la intervención educativa tiene
lugar en contextos culturales muy alejados de las exigencias conceptuales de
las disciplinas del saber, y el principal reto didáctico consiste en interesar
activamente a los alumnos/as en los contenidos del currículo” (Gimeno y Pérez,
1996, p.49).

En cuanto a las implicaciones psicopedagógicas de esta teoría


encontramos que la misma ha resuelto la aparente incompatibilidad entre la
enseñanza expositiva y la enseñanza por descubrimiento, porque ambas
pueden favorecer una actitud participativa por parte del alumno, si cumplen con
el requisito de activar conocimientos previos y motivar la asimilación
significativa.
IV. METODOLOGÍA

La metodología del trabajo es de tipo teórico – práctico, y se ha dividido


en dos partes:

a) La primera de ellas consta de un trabajo escrito en el que se define el


marco conceptual que sustenta la Teoría Psicogenética y la Teoría del
Aprendizaje Significativo que, juntas constituyen los pilares esenciales con los
que debe contar todo terapeuta para asumir la tarea de estimular el aprendizaje
en los niños y/o ayudarles en la recuperación o mejora de áreas del desarrollo
intelectual que así lo requieran.

b) La segunda parte la constituye un taller teórico – práctico en el que se


describirán en términos generales, los puntos medulares de las teorías
mencionadas y a la vez, se modelarán de forma presencial algunas de
las estrategias psicopedagógicas que promueven la estimulación del
aprendizaje en los niños y que a su vez pueden ser utilizadas en
sesiones de trabajo de recuperación de áreas preceptúales.

La Agenda de dicho taller se describe a continuación:

Hora Actividad
1:30 p.m. – 2:30 p.m. Inscripción y entrega de materiales
2:30 p.m. – 2:45 p.m. Presentación de profesionales a cargo del taller y
de los participantes
2:45 p.m. – 3:00 p.m. Actividad de integración grupal
3:00 p.m. – 3:15 p.m. Actividad de sensibilización: dibujando una estrella
3:15 p.m. – 3:30 p.m. Breve repaso teórico acerca de las estrategias
psicopedagógicas
3:30 p.m. – 3:45 p.m. Receso – Coffee Break
3:45 p.m. – 4:00 p.m. Ejercicio de obstáculos: estimulación del
aprendizaje de nociones espaciales, lateralidad y
texturas – Para niños de Preescolar hasta Primer
Grado
4:00 p.m. – 4:10 p.m. Ejercicio de enhebrado: estimulación de la motora
fina – Para niños de preescolar
4:10 p.m. – 4:25 p.m. Tangrama: estimulación del pensamiento lógico –
Para niños de Primero a Sexto Grado
4:25 p.m. – 4:45 p.m. Analogías: estimulación del razonamiento – Para
niños de Cuarto Grado en adelante
4:45 p.m. – 4:55 p.m. Revisión del material adjunto y demostración de
algunos ejercicios adicionales incluidos en el
mismo
4:55 p.m. – 5:00 p.m. Cierre del taller

V. CONCLUSIONES
Mediante la realización de este proyecto teórico – práctico, llegamos a
las siguientes conclusiones:

1- Los niños y niñas merecen y necesitan desenvolverse en un ambiente


menos restrictivo y más estimulante, donde puedan desarrollar todas sus
habilidades y fortalezas. Para que esto suceda en las sesiones de terapia
psicopedagógica, el papel del terapeuta es vital para crear un clima propicio
para esto, donde involucre a todos los niños en el proceso sin hacer distinción
alguna, en caso de que trabaje con grupos pequeños y no individualmente.

2- El papel de mediador que juega el terapeuta entre los docentes y las


familia es de gran relevancia para la adecuada estimulación del aprendizaje de
los niños. En este sentido, deberá sugerir a los maestros definir un
planeamiento lo suficientemente flexible como para que el éste pueda
estructurarlo y reestructurarlo de acuerdo con las necesidades e intereses de
los niños.

3- Para definir sesiones psicopedagógicas de estimulación del aprendizaje,


el terapeuta debe definir anticipadamente un perfil general del niño con el que
va a trabajar, tanto sobre sus competencias perceptuales como de sus
competencias cognitivas, puesto que dicho plan se realizará de acuerdo con
las necesidades del menor. Es importante no realizar dicho perfil a manera de
diagnóstico, sino más bien tender hacia la descripción de un perfil de entrada e
ir valorando los avances conforme se ejecuta el programa de estimulación para
actualizar dicho perfil en forma semanal o quincenal.
VI. VIVENCIAS

A nivel grupal consideramos que la realización de un taller demostrativo


es una excelente oportunidad, ya que combinar la teoría con la práctica genera
un aprendizaje más significativo y nos permite incluso valorar nuestros propios
intereses y habilidades personales para ir definiendo desde ya, o por lo menos
para ir vislumbrando, en cuál área de la Psicología quisiéramos desarrollarnos
profesionalmente una vez que nos graduemos.

Toda la planificación del taller, tanto la parte teórica como la práctica,


nos demandó mucho trabajo en cuanto a la definición de actividades que
realmente tengan un impacto positivo en los otros compañeros, ya es tan
amplia y variada la respuesta estratégica que se puede brindar a nivel
psicopedagógico, que realmente hubiéramos querido contar con más horas
disponibles para mostrar más posibilidades de trabajo incluso a través del
análisis de casos.

Resulta interesante también percibir las diferentes ideas que surgen de


cada una de nosotras y toda la creatividad que se puede explotar cuando se
trabaja en equipo; sin embargo, el hecho de ser el último grupo en presentar el
taller, nos hizo sentir un tanto presionadas por llevarles a los compañeros un
trabajo que nos represente a todas y que además, sea de beneficio y provecho
para ellos, ya que si alguno está pensando en enfocarse en la Psicología
Educativa, nuestro taller puede representar para ellos un gran aliciente o una
gran decepción en cuanto al trabajo que realizan los terapeutas avocados al
campo educativo. Por tanto, es de suma importancia para nosotras mostrar
aunque sea una pequeñita parte del gran trabajo que éstos terapeutas realizan,
pero de una forma amena, interesante y profesional.

Hemos planeado todo con mucho cariño y con una gran disposición y
buena voluntad, así que daremos lo mejor de nosotras para que durante la
última clase del curso la pasemos muy bien y logremos aprender mucho unos
de otros.

B. Vivencias durante el taller (para una semana después)


VII. BIBLIOGRAFÍA

Gimeno Sacristán, J., Pérez Gómez, A. I. (1996). “Comprender y


Transformar la
Enseñanza”. Madrid, España: Morata S.A.

Méndez, Z. (2004). “Aprendizaje y Cognición”. San José, C.R.:


EUNED.

Méndez, Z. Evolución Psicogenética de los Conceptos Geométricos


Elementales en los Niños Costarricenses. Tesis de Doctorado, Universidad de
Barcelona.

Schunk, D. (1997). “Teorías del Aprendizaje”. México: Pearson


Educación.

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