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ISABEL ANAYA AVILES

19 de febrero de 2018

ESTILOS DE PENSAR

El texto de Mary Douglas aborda varias perspectivas críticas que ayudan a


comprender la diferencia entre los gustos y los disgustos desde perspectivas
antropológicas. Formas de pensar que influencian en el actuar de un individuo.

Primeramente, al hacer alusión a cuento de Caperucita Roja, la autora deja


entredicho que es importante analizar el contexto en el que se da una cuestión para
poder analizarla, simbólicamente no es la misma interpretación la que se da de
Caperucita en Francia que en Alemania. Y esto aplica para un sinfín de temas y
comparaciones que podemos realizar, el ambiente en el que se desenvuelve una
historia, una narración, un lenguaje influye directamente en lo que se quiera
entender de él, esto deriva en que no existe una interpretación absoluta, sino que la
pluralidad es inherente.

Se entenderá después que existen convenios sociales, marcos de interpretación


para ciertas cuestiones. Concepciones que se explican más adelante con el capital
simbólico, el cual nos dice el texto, puede ser un cumulo de conocimientos, de
cultura. Aquellos que puedan poseer capital económico y simbólico serán los que
logren imponer modas dominantes.

Aquí entra un factor determinante: la legitimación. Este concepto esta unido al


supuesto de que existen variedad de realidades, pero la realidad solo es una, la
cuestión esta en que lo que existe son “credibilidades” distintas. La legitimidad
intenta hacer creíble un conjunto de juicios o valores. Por eso es importante contar
lo material y lo espiritual (que llamados de otra forma son lo económico y lo
simbólico) puesto que ambos refuerzan las “credibilidades”.

Dentro de la legitimización existen tres elementos que influyen en este proceso: la


comunidad, las instituciones y la élite, entendidas de tal forma que cada una ejerce
una fuerza de credibilidad, en cada una de estas esferas se gestan convenios de
significados y particularmente desarrollan normas o roles a seguir en la sociedad.

En este camino, no se puede perder de vista la importancia del contexto, que


previamente se había mencionado, debido a que dentro de la dinámica que se
ISABEL ANAYA AVILES
19 de febrero de 2018

desarrolla en él, los individuos desarrollan una tendencia cultural, que esta vinculada
estrechamente con el rol que desarrolla, la relación que tenga con el contexto y el
principio de oposición, este último refiriéndose a que un ser concibe su cultura
definiéndose en oposición a otras culturas (soy lo que no soy).

Esto nos da a entender que un individuo se gesta en una cultura y que puede
pertenecer a más de una. La autora menciona que existen cuatro tipos de cultura:
el primero tiene que ver con la comunidad jerárquica, el segundo con la igualdad
dentro de un grupo, el tercero con la cultura competitiva del individualismo y la última
con el individuo aislado. Estas culturas se oponen entre sí, por lo que un individuo
no puede vivir en la formalidad de la jerarquía y a la vez evitar las formas opresoras
de la vida social dentro individualismo aislado.

Haciendo un resumen, todos estos factores afectan en nuestra toma de decisiones,


nuestra forma de adoptar patrones y por supuesto, en nuestra manera de actuar.
Los individuos viven en una dinámica de consumismo, el mercado genera
estrategias para influir en su elección, que se manifiesta en ir de compras. Una
acción que se dice, esta determinada por el mercado y las modas. Modas
cambiantes o que pueden establecerse por mucho tiempo.

La decisión de la compra puede ser un vaivén, pero en ella está implícita una
elección racional y un elemento optativo, lo que nos hace pensar que elegir puede
ser algo centrado y firme o pasajero y subjetivo. La cantidad de opciones
(elecciones) se convierten en estilos. Lo que le da al individuo una gama de
opciones para elegir.

Se debe entender que, en su conjunto, todas estas concepciones ayudan al estudio


del comportamiento del individuo con respecto a la forma de elegir o no, de comprar
o no, de gusto o disgusto con respecto a una adquisición. Comprendiendo, de igual
de forma, que el consumo no es únicamente económico, sino también simbólico y
que para que se lleve a cabo esta acción, muchos elementos están juego. Pero
siempre hay un factor determinante, llámese contexto, cultura o poder de
credibilidad.

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