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Ecoturismo en Nicaragua:

“El retorno del hombre a la naturaleza”

Kattya Sedó
kattya@elobservadoreconomico.com

Cansado de luchar, el sábalo real, el famoso


pez que carga de adrenalina a los
pescadores por su fuerte batalla a la hora de
ser pescado, decidió un día alejarse de los
canales de Tortuguero en Costa Rica. La
razón: el exceso de visitación turística y el
transporte de pangas de pescadores
sobrecargaron el área, poniendo en peligro
la misma sostenibilidad económica de esta
actividad. Para Danilo Saravia, director
general del Centro para la Gestión y
Estudios Ambientales y especialista en
ecoturismo, Nicaragua tiene entre sus
manos una gran posibilidad de desarrollar un ecoturismo de mejor manera, aprendiendo las
lecciones de los vecinos, para que situaciones como las del sábalo real no se repitan. Saravia
advierte que el ecoturismo es un turismo especializado, que de hacerlo bien, puede constituirse
en una fuente importante de aporte al Producto Interno Bruto de Nicaragua.

De acuerdo con Raquel Quesada, Coordinadora de la Unidad de Gestión Ambiental, del


Instituto Nicaragüense de Turismo (INTUR), dentro de la estrategia para el desarrollo del
turismo del 2002 al 2006 se está considerando el desarrollo del turismo alternativo y dentro de
este, el ecoturismo.

Un mercado en crecimiento y rentable

¿Qué es ecoturismo?
“Es un segmento especializado
del turismo, que consiste en viajar
o visitar áreas naturales
relativamente sin disturbar, con el
fin de disfrutar, apreciar y estudiar
los atractivos naturales (paisaje,
flora y faunas silvestres) de dichas
áreas, así como cualquier
manifestación cultural (presente o
pasado) que puedan encontrarse
ahí, a través de un proceso que
promueve la conservación, tiene
bajo impacto ambiental y cultural y
propicia un involucramiento activo
y socioeconómico de las
El turismo como tal es una de las actividades económicas poblaciones locales”.
de mayor crecimiento a nivel mundial. Según la
Organización Mundial de Turismo habían más de 663
millones de visitas internacionales en 1999. Los gastos Arq. Ceballos-Lascuráin (1983).
por estos turistas se estiman en más de 453 billones de Definición adoptada por la Unión
dólares. Se calcula que el crecimiento del sector turismo Mundial para la Naturaleza (UICN)
se dará a una tasa promedio del 4,1 por ciento para las y la Organización Mundial de
próximas dos décadas. Dentro del turismo, el ecoturismo Turismo (OMT) en 1993.
es una de las puntas de lanza de mayor crecimiento y de
las más atractivas formas de turismo a nivel mundial. Según el World Resourses Institute los
viajes a sitios naturales, en 1990, se encontraban creciendo a una tasa entre el 10 y el 30 por
ciento.

En la primera cumbre mundial sobre ecoturismo, que se llevó a cabo en mayo de este año en
la ciudad de Québec, Canadá, Oliver Hillel, Coordinador del Programa de Turismo del
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), manifestó que el
ecoturismo, en la práctica, es capaz de contribuir al alivio de la pobreza y a la protección del
medio ambiente.

De acuerdo con Saravia, el ecoturismo si bien no es una actividad masiva, es una actividad que
genera divisas netas, ya que los insumos para producir ecoturismo son los mismos recursos
naturales. Y aún cuando hay que invertir en su cuidado y conservación, las inversiones de esa
actividad económica son muy bajas en relación a los ingresos que se perciben.

Además, se considera que esta actividad tiene un efecto muy positivo en la distribución del
ingreso, ya que al hacerlo de una buena manera, gran parte de los beneficios se distribuyen a
nivel local.

Protección es clave
De acuerdo con Saravia, el ecoturismo ha sido hasta hace poco tomado por las manos de los
empresarios turísticos, que con un sello de ecoturismo, no han hecho más que otra forma de
turismo tradicional.

Sin embargo, para que el ecoturismo se mantenga a largo plazo es necesario cumplir con una
serie de normas y servicios especializados: “no es lo mismo un hotel de playa que un albergue
ecoturístico, con sus propias normas arquitectónicas, constructivas. Debe estar de acuerdo con
los materiales del entorno, el paisaje, etc. Todo el encadenamiento desde la tour operadora
hasta el guía turístico, pasando por las instalaciones, son especializados y demandan un nivel
de conocimiento y sensibilidad”, explicó Saravia.

A su juicio, una de las condiciones claves a asegurar es que las áreas que son objeto de
visitación se mantengan protegidas. Este es en su opinión uno de los graves problemas que
enfrenta Nicaragua si se quiere desarrollar el ecoturismo en una buena forma. “En nuestro país
no hay destinado el suficiente, ni siquiera el mínimo presupuesto para el mantenimiento de las
áreas protegidas”.

Según Octavio Guerrero, director general de Nicaragua Volcano Excusions, Ecotours de


Nicaragua, operadora turística que se especializa en el campo de ecoturismo y que ha estado
desarrollando actividades ecoturísticas en el volcán Momotombo “el grave problema de
Nicaragua es que las reservas naturales lo son por decreto de Estado, pero no tienen
presencia de guarda parques. Vos no podés llevar irresponsablemente grupos de ecoturistas
donde hay una degradación del ambiente”, explicó Guerrero.

Respecto a esto, Quesada explicó que el Intur se encuentra trabajando en conjunto con el
Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), ministerio que se encarga de la
administración de las áreas protegidas. Explicó que de las 76 áreas protegidas que existen en
Nicaragua, actualmente solo diez cuentan con un plan de manejo, requisito importante si se
quiere desarrollar una actividad ecoturística en estos lugares.

El Plan Maestro
De acuerdo con Quesada, el país está en proceso de preparación para ofertar un ecoproducto,
y para esto será fundamental el tratar de ofrecer un ecoturismo que se apegue lo más que se
pueda al concepto mismo de ecoturismo: “El ecoturismo no es una actividad improvisada no es
solamente lucrativa. El ecoturismo es una actividad más allá, que involucra a la conservación, a
las comunidades locales, al retorno del hombre a la naturaleza, a la planificación territorial,
investigaciones de tecnología de bajo impacto”, asegura Quesada.

Según explicó Quesada, en 1995 se elaboró el Plan Maestro de desarrollo turístico de


Nicaragua y se identificaron los destinos ecoturísticos, los cuales se dividieron en destinos
ecoturísticos de primero, segundo y tercer orden, de acuerdo a su grado de desarrollo. Hasta el
momento existen cuatro zonas de primer orden o que se podrían desarrollar en el corto plazo,
doce de segundo orden a desarrollarse en el mediano plazo y 49 de tercer orden a
desarrollarse en el largo plazo.

Además, uno de los grandes potenciales de desarrollo del ecoturismo es el sistema nacional de
áreas protegidas de Nicaragua que representa aproximadamente el 17 por ciento del territorio.

Urge una estrategia


Para Saravia, es fundamental que el ecoturismo se inserte en un proyecto de país dentro de
una estrategia nacional y no como una actividad sectorial aislada. “Mientras no haya una
coherencia va a ser difícil que el ecoturismo se desarrolle a toda plenitud”, comentó.

Quesada explicó que contrario a lo que sucedió en Costa Rica, en donde el ecoturismo se
desarrolló en áreas protegidas, en Nicaragua el ecoturismo se está desarrollando por iniciativas
locales en áreas no necesariamente protegidas, ya que estas no cuentan con un plan de
manejo. “Con la caída de los precios del café, todos aquellos cafetaleros están buscando
alternativas. Hay una serie de cooperativas, que están buscando cómo diversificar su actividad
económica y están optando por el desarrollo turístico”, comentó.

Ante situaciones como esta, Quezada reconoce que a pesar que se tiene la voluntad política
para desarrollar el ecoturismo, será necesario fortalecer y modernizar el marco legal con
reglamentos y normativas específicas. Para Quezada este será todo un proceso, donde están
involucrados muchos actores, tanto del gobierno central, como del gobierno municipal, de la
empresa privada, de las organizaciones no gubernamentales y de las universidades. “Para el
desarrollo del ecoturismo tiene que haber una compenetración y una coherencia entre los
diferentes actores, si no, no vas a desarrollar ecoturismo”, asegura Quezada.
Lecciones desde los vecinos
Conociendo las experiencia de ecoturismo en las áreas protegidas
de Costa Rica o en las zonas mayas de Guatemala, entre otras, el
arquitecto Danilo Saravia, director general del Centro para la
Gestión y Estudios Ambientales y el licenciado Ricardo Cuadra
profesor de ecoturismo en la Universidad de Ciencias
Comerciales, encontraron las siguientes enseñanzas:

• No se debe confundir el turismo masivo con lo que es el turismo


especializado, como es el ecoturismo.

• Sobrepasar la capacidad de soporte que tienen las áreas


naturales, como ha pasado en otros lugares, atenta contra la
sostenibilidad de la actividad económica

• Deben haber normas específicas claramente definidas y


aplicadas para el desarrollo de la actividad

• El ecoturismo requiere de servicios especializados. Todo el encadenamiento desde la tour


operadora hasta el guía turístico son especializados y demandan un nivel de conocimiento y
sensibilidad en este tipo de actividad.

• El tipo de ecoturismo que se haga debe estar acorde con la categoría de manejo que
tengan las áreas protegidas

• En la medida que las comunidades se involucren en el manejo del ecoturismo y tengan


beneficio de esto, se garantiza la mejor permanencia de los valores estéticos paisajísticos y
naturales que son la base de la oferta.

• El ecoturismo debe ser hecho adecuándose a un plan de ordenamiento territorial a un plan


de ordenamiento ambiental del territorio donde se identifiquen las zonas y unidades de
manejo que sean de visitación y las que no.

• No se debe descuidar la identidad nacional. En este sentido es importante trabajar en


conjunto con la inversión extranjera, versus las áreas protegidas, para que no se pierda esta
identidad.

• La labor de mercadeo es sumamente importante. En el caso de Costa Rica todas las


embajadas tienen una persona que está dedicada 100 por ciento a hacer promoción y
mercadeo.

Actividades de tipo ecoturísta que se pueden


desarrollar
— Caminata en senderos interpretativos, con indicaciones del tipo
de especies que se encuentran y las características del ambiente.
— Actividades para investigaciones científicas.
— Observación de especies, por ejemplo aves u orquídeas.
— Estancias ecoturísticas, por ejemplo en albergues.
— Colecta de especies bajo normas.
— Paisajismo.
— Zoocriaderos o cultivación de especies en peligro de extinción.

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