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AUI

Quienes nos desempeñamos como contadores, todo el


tiempo estamos escuchando el concepto de A.I.U. que
no es otra cosa que las siglas de las expresiones
Administración, Imprevistos y Utilidad.

El A.I.U es una figura utilizada en algunos contratos


como en los contratos de construcción de obra (Propio
de ingenieros civiles y arquitectos), y los servicios
prestados por las cooperativas.
El valor de un contrato de este tipo, está conformado
por dos partes. El costo del contrato y el A.I.U. Por
ejemplo, se contrata la construcción de una oficina, la
cual tiene un costo en materiales, mano de obra,
legalización, etc., de $20.000.000 y se acuerda un
A.I.U. de $5.000.000, el cual como su nombre lo
indica, es el valor que ha de cubrir gastos imprevistos
que no son propios de la obra, los gastos de
administración de la construcción y la parte que
correspondería a la utilidad que debe obtener, y a la
que tiene derecho el contratista, por tanto, el valor del
contrato será de $25.000.000.

El ingeniero, por la construcción de la oficina recibirá


el valor de $25.000.000, pero su ingreso sólo será de
$5.000.000, y es el valor que debe declarar para
efectos del impuesto a las ventas y el impuesto de
renta.
Según esto, el impuesto a las ventas se calculará sobre
los $5.000.000, es decir sobre el A.I.U., que en este
caso seria de $800.000 (5.000.000*16%)
Como ya se hizo mención, en los servicios prestados
por las cooperativas de trabajo asociado, también se
aplica el concepto del A.I.U., pero en este caso, y por
expresa disposición del artículo 32 de la ley 1111 de
2006, el impuesto a las ventas no se calcula sobre el
A.I.U. sino sobre el valor total facturado, y ya no a una
tarifa del 16% sino a una tarifa especial del 1.6%, que
aplicada en el ejemplo arroja un valor por Iva de
$400.000 (25.000.000*1.6%), lo que
indudablemente es mas beneficioso que cobrar el 16%
sobre el A.I.U., al menos en el ejemplo aquí planteado.
Así las cosas, para efectos de Iva, el ingreso gravado es
la totalidad del valor del contrato, pero el ingreso
tributario para efectos del impuesto de renta, es el que
corresponda al A.I.U., esto por expresa disposición del
artículo 102-3 del estatuto tributario.

Esta diferencia en el tratamiento del A.I.U., hace que


se genere una inconsistencia sustancial entre los
ingresos reportados en la declaración de Iva, y los
reportados en la declaración de renta, diferencia que
es plenamente justificable y que no debe representar
ningún inconveniente al contribuyente.

http://cipauditoresltda.blogspot.com.co/2013/08/sabe-usted-que-es-el-aiu.html

El concepto A.I.U. corresponde a los costos indirectos del


objeto del contrato y se utiliza en nuestro país para efectos
que tienen que ver con la determinación del Impuesto sobre
las Ventas generado por algunos servicios.
El concepto A.I.U. Administración, Imprevistos, Utilidad, es
utilizado en Colombia para efectos relacionados con la
determinación del Impuesto sobre las Ventas generado por
algunos servicios.

El AIU, no esta definido legalmente, pero corresponde


realmente a los costos indirectos del objeto del contrato y
aunque no pareciera sin la ejecución de estas actividades la
finalización del contrato no podría garantizarse.

La Administración, hace referencia a los costos indirectos


necesarios para el desarrollo y funcionamiento permanente
del proyecto, tales como honorarios, impuestos, costos de
personal, arrendamientos, costos de oficina, dotación en
general, etc.

Los Imprevistos a su turno, son un rubro predispuesto para


cubrir los eventuales sobrecostos en que pueda incurrir el
contratista durante la ejecución de sus obligaciones, los
cuales valga decir, hacen parte del aleas normal de cada
contrato; pues una conclusión en sentido contrario,
tergiversaría la figura y surcaríamos en ámbitos propios de la
teoría de la imprevisión como hecho generador de
desequilibrio económico del contrato, situación que es
totalmente contraria a la que aquí se estudia, pues
“imprevisión no es lo mismo que imprevisto”.

Los Imprevistos dependen de la naturaleza de cada contrato


y constituyen el alea del negocio, es decir los riesgos
normales en que incurre el contratista, razón por la cual el “I”
cubre situaciones inesperadas como: atrasos por efecto del
clima, accidentes de trabajadores, obras adicionales,
deslizamientos por efecto del clima, derrumbes, entre otros.

Finalmente, la Utilidad es el lucro perseguido por el


contratista y que éste espera recibir tras la ejecución de sus
obligaciones contractuales. Sobre el particular se ha
sostenido por la doctrina que: “El contrato como negocio
jurídico que es, tiene por objeto no solamente el
cumplimiento de los fines estatales y la debida prestación de
los servicios públicos, sino la percepción de una utilidad
económica para el contratista que debe ser garantizada por
el Estado”.

Casos de aplicación del A.I.U.


a) En la prestación de “servicios integrales de aseo y
cafetería”, de vigilancia, servicios trabajo temporal, los
prestados por las Cooperativas y Pre-cooperativas de
Trabajo Asociado CTA (artículo 462-1 del E.T.).

b) En la prestación de los servicios del numeral 4 del artículo


468-3 del E.T. Los servicios de vigilancia, supervisión,
conserjería, aseo y temporales de empleo, prestados por
personas jurídicas sin ánimo de lucro, bajo cualquier
naturaleza jurídica de las previstas en el numeral 1 del
artículo 19 del E.T.

c) En cuanto al cobro del IVA por el concepto A.I.U. para las


actividades de obra civil está reglamentado en el artículo 3
del Decreto 1372 de 1992. Se entiende que para este tipo de
contratos, donde se realiza la construcción de un bien
inmueble, el valor de los materiales, mano de obra, y los
demás gastos en los que incurra, así como la utilidad del
contratista esta incluido en el valor total pactado,
generalmente en este tipo de contratos el porcentaje del
A.I.U. nunca es menor al 10% del valor total del contrato.

Porcentajes por concepto de A.I.U.


a) Para los servicios establecidos en el artículo 462-1 del E.T.
la tarifa establecida por concepto de A.I.U. debe ser mínimo
diez por ciento (10%).

b) Para los servicios establecidos en el artículo 468-3 del


E.T., el A.I.U. es el que hayan pactado las partes (no existe
un A.I.U. mínimo).

c) De acuerdo al artículo 3 del Decreto 1372 de 1992, el


porcentaje de A.I.U. puede pactarse entre las partes en las
obras de construcción civil considerados como honorarios;
cuando no se pacten, el impuesto debe causarse sobre la
remuneración del servicio que corresponda a la utilidad del
constructor (Ut), la cual en ningún caso podrá ser inferior a la
que comercialmente se aplique para contratos iguales o
similares.

Normatividad que reglamenta la figura del


A.I.U.
1. Servicios integrales de aseo y cafetería, de vigilancia,
de servicios temporales y los prestados por las
cooperativas y Precooperativas de trabajo asociado en
cuanto a mano de obra se refiere. [Artículo 46, Ley
1607 de 2012]
2. Servicios de vigilancia, supervisión, conserjería, aseo y
temporales de empleo, prestados por personas jurídicas
constituidas con ánimo de alteridad, bajo cualquier
naturaleza jurídica de las previstas en el numeral 1 del
artículo 19 del E.T. [Artículo 49, Ley 1607 de 2012]
3. Contratos de construcción de bien
inmueble [Artículo 3°, Decreto 1372 20-08-1992.
MinHacienda y Concepto 044201 29-05-2009. DIAN]

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