Atendiendo diversos criterios, es posible hacer variadas clasificaciones de los actos jurídicos.
A.- Atendiendo al número de voluntades necesarias
para que surja el acto jurídico a la vida del Derecho.
1.- Actos jurídicos unilaterales: “son aquellos que,
para nacer a la vida del derecho, requieren de la voluntad de su autor”. Por ej. el testamento, la renuncia de un derecho, el abandono, la aceptación o repudiación de una herencia o legado, la promesa de recompensa, la oferta, la aceptación, etc. Estos actos jurídicos unilaterales se llaman "simples" si emanan de una sola persona y "colectivos" o "complejos" si emanan de muchas personas que tienen intereses convergentes, varias personas físicas que manifiestan una voluntad común, por ej. el reconocimiento voluntario de un hijo por ambos padres, la renuncia de varios usufructuarios al derecho de usufructo, la renuncia a la cosa común hecha por varios comuneros conjuntamente, etc. Por tanto, podemos distinguir: a.- persona: “es todo titular de derechos”, b.- parte: “es la persona o personas que en un acto jurídico persiguen un mismo objetivo de derecho”. De manera que una parte puede estar constituida por una o muchas personas, según prescribe el art.1438 del Código Civil en su parte final, c.- autor: “es la persona o personas cuya voluntad es necesaria para dar nacimiento a un acto jurídico unilateral”. Téngase presente que no altera el carácter de unilateral de un acto jurídico la circunstancia de que éste, para producir la plenitud de sus efectos, pueda requerir en ciertos casos, la manifestación de voluntad que no sea la del autor. Por ej. en el testamento, la sola voluntad del testador basta para dar vida jurídica al acto jurídico unilateral, sin embargo, para que ese acto jurídico produzca la plenitud de sus efectos, será necesario que el heredero testamentario, una vez fallecido el 2 causante, manifieste su voluntad de aceptar la herencia. El testamento y la aceptación de la herencia son dos cosas distintas y la voluntad del heredero no es requerida para que el testamento nazca a la vida jurídica. Esto ocurre porque el momento que debe observarse para determinar si un acto jurídico es uni o bilateral “es el instante en que dicho acto jurídico se perfecciona”, es decir, “el momento en el que nace a la vida del derecho”. Distinto es, como ya señalábamos, que una vez nacido, para que produzca todas sus consecuencias jurídicas, se requiera de otra manifestación de voluntad. En conclusión, los actos a los que nos referimos siguen siendo unilaterales.
2.- Actos jurídicos bilaterales: “son aquellos que
para nacer a la vida jurídica requieren de la concurrencia de voluntades dos o más partes” (cada parte puede ser una o muchas personas). Las voluntades que aquí concurren toman el nombre de "consentimiento". Por ej. todos los contratos, la tradición, el pago, la novación, etc. La doctrina denomina al acto jurídico bilateral, "convención". La convención es el “acuerdo de voluntades de dos partes destinado a crear, modificar o extinguir derechos subjetivos o a producir otras consecuencias jurídicamente relevantes” (profesor René Moreno M.). El Código Civil hace sinónimos los términos "convención" y "contrato", en los arts.1437 y 1438. La doctrina en cambio diferencia claramente la convención y el contrato, estableciendo entre ambos conceptos una relación de género a especie. La convención es el género en tanto que el contrato es una especie dentro del género convención. Todo contrato es una convención pero no toda convención es un contrato, piénsese por ej. en la tradición y en el pago, que siendo convenciones no son contrato, ya que si bien son actos jurídicos bilaterales ellos no crean derechos y obligaciones. Sin embargo, hay autores como Víctor Vial del Río, que señalan que este aparente error carece de importancia, puesto que, contratos y convenciones se 3 rigen por las mismas reglas y principio generales. Cuando este acuerdo de voluntades de dos partes, tiene por objeto crear derechos y obligaciones toma el nombre de contrato. “Todo contrato es una convención destinada a crear derechos y obligaciones”. La creación de derechos y obligaciones es el efecto propio de los contratos La convención es el género y el contrato una especie de convención, habiendo otras como por ej. La tradición que es una convención destinada a extinguir obligaciones, o la novación, la cual tiene, por así decirlo, una naturaleza jurídica híbrida, pues por un lado es un modo de extinguir obligaciones y por otro lado es un contrato, pues crea derechos y obligaciones, es por ello que el Código Civil en el art.1630, habla del contrato de novación.
Importancia de esta clasificación de actos jurídicos
en unilaterales o bilaterales a.- Materia de vicios del consentimiento. Por ej. en materia de dolo, ya que si el acto jurídico es bilateral para que el dolo constituya vicio del consentimiento, además de ser principal, debe ser obra de la otra parte y si el acto jurídico es unilateral para que el dolo vicie la voluntad del autor obviamente debe provenir de un tercero, art. 1458 del Código Civil. b.- Desde el punto de vista de su formación, para que un acto jurídico bilateral llegue a existir se requiere de dos o más voluntades, con intereses divergentes, esto se traduce en la necesidad de que se forme el consentimiento, formación que está regulada por normas especiales. Las que se encuentran en el Código de Comercio, arts.99 y siguientes. c.- Desde el punto de vista de la interpretación, en materia de actos jurídicos bilaterales, se busca la común intención de las partes, art.1560 del Código Civil. En los actos jurídicos unilaterales, se busca la intención del autor, art.1069 del mismo Código. d.- Desde el punto de vista del estatuto jurídico a que se encuentran sometidos, los actos jurídicos 4 bilaterales se encuentran regulados por el libro IV, del Código Civil, arts.1437 y siguientes. Con respecto a los actos jurídicos unilaterales, no hay una normativa común para todos ellos, por ej. los arts.999 y siguientes regulan todo lo que dice relación con el testamento. Téngase presente que puesto que los actos jurídicos bilaterales toman el nombre genérico de convenciones, la expresión "acto jurídico" a secas, se reserva para designar a los actos jurídicos unilaterales. En este último sentido acto jurídico se contrapone a convención. Es por eso que el Código Civil al emplear las palabras "actos y contratos", engloba a todos los actos jurídicos, ya que toma la palabra contrato en el sentido de convención (acto jurídico bilateral). Y cuando emplea la palabra "actos" a secas, pareciera ser que sólo se está refiriendo a los actos jurídicos unilaterales.
B.- Clasificaciones de los actos jurídicos que se
basan en disposiciones del Código Civil a propósito de los contratos (arts.1439 a 1443).
I.- Los contratos, que son aquellas convenciones,
esto es, actos jurídicos bilaterales, destinadas a crear derechos y obligaciones pueden sub clasificarse en unilaterales y bilaterales, donde el criterio de clasificación es número de partes que resultan obligadas.
a.- El contrato es unilateral “cuando una de las
partes se obliga para con otra que no contrae obligación alguna”, por ej. el mutuo, el depósito, el comodato, la prenda, etc. En todos ellos sólo nace una obligación restitutoria, sólo resulta obligada aquella parte que debe restituir. b.- El contrato es bilateral “cuando las partes contratantes se obligan recíprocamente”, como por ej. la compraventa, el arrendamiento, la permuta, etc. Esta clasificación se encuentra consagrada en el art.1439 del Código Civil. 5 Respecto de los contratos bilaterales se aplican los llamados efectos particulares de los contratos bilaterales, cuales son: 1.- La resolución por inejecución (art.1489). 2.- La teoría de los riesgos: sólo opera en materia de contratos bilaterales. En resumen esta teoría se encarga de estudiar qué sucede con la obligación de una de las partes, cuando la obligación de la otra parte se ha extinguido porque la especie o cuerpo cierto debida por ésta última perece por fuerza mayor o caso fortuito (arts.1550, 1820). 3.- La excepción de contrato no cumplido: corresponde al principio de que la "mora purga la mora", es decir, en los contratos bilaterales, ninguna de las partes está en mora, si la otra parte también lo está (art.1552).
II.- Atendiendo la utilidad o beneficio que reporta
el acto jurídico para quienes lo celebran, los actos jurídicos pueden ser: 1.- Actos jurídicos gratuitos (o de beneficencia): “cuando sólo tiene por objeto la utilidad de una de las partes”, esto es, una de las partes recibe una prestación sin que ella a su vez deba realizar una contraprestación. En otros términos, reporta utilidad a una sola de las partes, sin que la otra se vea beneficiada, por ej. donación, depósito, mutuo sin interés, etc. En el contrato de donación (donación irrevocable), el donante por mera liberalidad, se desprende de un bien en beneficio del donatario, sin que éste deba darle nada a cambio, sólo el donatario reporta utilidad del contrato. 2.- Actos jurídicos onerosos: “cuando tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes”, esto es, una de las partes recibe una prestación debiendo ella a su turno realizar a cambio una contraprestación. Estos actos jurídicos se celebran teniendo en consideración la utilidad o beneficio de ambas partes, por ej. compraventa, arrendamiento, etc. En la compraventa se tiene en consideración la utilidad o beneficio de ambas partes, el vendedor si bien se desprende de una cosa, recibe a cambio su 6 precio, y el comprador por el precio que entrega va a incorporar a su patrimonio la cosa comprada. Estos conceptos están en el art.1440 del Código Civil.
¿Cuál es la importancia de esta clasificación?
Si se trata de un acto jurídico gratuito el error acerca de la persona del beneficiado vicia el consentimiento, porque la regla general es que los actos jurídicos gratuitos sean "intuito personae", esto es, se celebran en consideración a la persona del beneficiado (art.1455 inciso primero). Por el contrario si se trata de un acto jurídico oneroso, el error en la persona no vicia el consentimiento.
Sub-clasificación de los “contratos” onerosos
a.- Contratos onerosos conmutativos: “son aquellos en que cada una de las partes se obliga a dar, hacer, o no hacer alguna cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte debe dar, hacer o no hacer”, esto es, son aquellos actos en que las prestaciones se miran como equivalentes, por ej. la compraventa. b.- Contratos onerosos aleatorios: “son aquellos que envuelven una contingencia incierta de ganancia o pérdida”, esto es, la prestación de una de las partes consiste en una contingencia incierta de ganancia o pérdida, por ej. la apuesta, el juego, la renta vitalicia, etc. Esta subclasificación se encuentra contemplada en el art.1441 del Código Civil.
¿Cuál es la importancia de esta sub-clasificación?
a.- Sólo se pueden dejar sin efecto por medio de la institución de la “lesión enorme” los contratos onerosos conmutativos (se entiende por lesión enorme, la desproporción que se produce entre las prestaciones de las partes cuando en un contrato oneroso conmutativo una de ellas sufre un grave perjuicio de orden económico). La referencia al contrato oneroso conmutativo, se da porque en ellos se aplica más frecuentemente, pero, puede haber lesión enorme en otros contratos e incluso en actos 7 jurídicos unilaterales por ej. en la aceptación de una asignación hereditaria. b.- También sólo a los contratos onerosos conmutativos se les aplica la “Teoría de la Imprevisión”, fenómeno que se da sólo en materia de contratos bilaterales, onerosos conmutativos, de ejecución diferida o a plazo, en los cuales la prestación de una de las partes se torna excesivamente onerosa, más no imposible de cumplir, debido a acontecimientos externos, que no dependen de la voluntad de los contratantes y que sin ser constitutivos de caso fortuito o fuerza mayor, sin embargo, no fueron previstos por las mismas.
III.- Atendiendo a sí el acto jurídico subsiste o no
por sí mismo, distinguimos entre: 1.- Acto jurídico principal: “Cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de otra convención”, por ej. la compraventa. 2.- Acto jurídico accesorio: “Cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una obligación principal, de manera que no puede subsistir sin ella” (todas las cauciones son actos jurídicos accesorios) como la hipoteca, la prenda, la fianza. Las cauciones se constituyen “para asegurar el cumplimiento de una obligación principal, propia o ajena” (art.46). Cabe destacar que los actos jurídicos accesorios no pueden subsistir sin un acto jurídico al cual accedan, pero pueden tener existencia jurídica con anterioridad al acto principal. La regla general es que los actos accesorios se constituyan con posterioridad o coetáneamente con el acto jurídico principal, pero es posible que se constituyan antes del acto a que accedan, por ej. la hipoteca de obligaciones futuras, art.2413 del Código Civil. Es posible en consecuencia, que el acto jurídico accesorio exista antes que el acto principal, pero no es posible que subsista sin éste. Esta clasificación se funda en la clasificación de los contratos contenida en el art.1442 del Código Civil. 8 La importancia de esta clasificación dice relación con el aforismo, "lo accesorio sigue la suerte de lo principal", esto significa, que la extinción del acto jurídico principal produce la extinción del acto jurídico accesorio, ya que éste por definición no puede subsistir sin el acto jurídico principal. Algunos autores señalan, para referirse a este efecto, que si el acto jurídico principal adolece de un vicio que lo afecta en su validez, el acto jurídico accesorio, del mismo modo quedará afectado en su validez. Lo cual en estricto rigor no es exacto, porque el acto jurídico principal y el accesorio son distintos, de tal manera que el acto jurídico principal podrá adolecer de algún vicio de nulidad sin que esto implique que el acto jurídico accesorio vaya también a adolecer de ese vicio. Lo que ocurre es que aun cuando el acto jurídico accesorio haya nacido a la vida del derecho no contaminado por vicio alguno, si el acto jurídico principal es declarado nulo, como la subsistencia del acto accesorio está subordinada a la existencia del acto principal, si desaparece el principal por ser declarado nulo, desaparece el accesorio, por ej. en materia de cláusula penal, el art.1536 del Código Civil, en su inciso primero señala que, "La nulidad de la obligación principal acarrea la de la cláusula penal, pero la nulidad de ésta, no acarrea la de la obligación principal". Propiamente no ha querido decir el legislador que la cláusula penal sea nula por el hecho de la nulidad de la obligación principal, sino que la cláusula penal no puede subsistir si la obligación principal no es válida. Cabe destacar otra categoría de acto jurídico, es el acto jurídico dependiente, que es diverso del acto jurídico accesorio. El dependiente nace válidamente a la vida del derecho pero “se encuentra supeditado a otro acto jurídico para poder producir sus efectos”. En otros términos, “es aquel cuya eficacia está subordinada a la celebración de otro acto jurídico posterior”. Estos actos jurídicos dependientes no tienen por finalidad asegurar el cumplimiento de una obligación, por ej. las capitulaciones pre- 9 matrimoniales (art.1715). Las capitulaciones pre-matrimoniales “son convenciones de carácter patrimonial que celebran los esposos (futuros cónyuges)”, por ej. para establecer el régimen de bienes que habrá de imperar dentro de ese futuro matrimonio (es decir, pueden por ej. decir que se casarán bajo régimen de separación total de bienes) pudiendo también acordar otros pactos no contrarios a derecho. Esta capitulación pre-matrimonial necesariamente (como su nombre lo indica) precede al matrimonio, pero para que esta capitulación prematrimonial, que no es un acto jurídico accesorio sino dependiente, pueda producir sus efectos es necesario que quienes hayan celebrado las mismas contraigan posteriormente matrimonio.
IV.- Según la forma o manera en como se perfecciona
el acto jurídico, distinguimos entre: 1.- Actos jurídicos consensuales: “cuando se perfeccionan por el sólo consentimiento”, por ej. compraventa de bienes muebles, arrendamiento, mandato, fianza. 2.- Actos jurídicos reales: “cuando para que sea perfecto es necesaria la tradición de la cosa a que se refiere”, por ej. la prenda civil, el mutuo, el depósito, el comodato, etc. Téngase presente que, la expresión “tradición” que utiliza el legislador sólo es válida para el mutuo no así para el depósito, comodato o prenda civil. 3.- Actos jurídicos solemnes: “cuando está sujeto a la observancia de ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellas no produce ningún efecto civil”, por ej. la compraventa de un bien raíz, o de una servidumbre (art.1801 inciso segundo), la permuta de un bien raíz (art.1900), la hipoteca (art.2409), el contrato de promesa de celebrar un contrato (art.1554),etc. Importancia de esta clasificación, tiene relevancia para precisar desde qué momento se ha perfeccionado el acto jurídico, así tenemos que: a.- el acto jurídico consensual se entiende perfeccionado desde la manifestación de voluntad o 10 la formación del consentimiento según corresponda, b.- acto jurídico real, desde que se entrega la cosa, y c.- acto jurídico solemne, desde el cumplimiento de la formalidad por vía de solemnidad prescrita por la ley.
C.- Otras clasificaciones, no contempladas por el
Código Civil a propósito de los contratos I.- Atendiendo a sí el acto jurídico para producir sus efectos requiere o no de la muerte del autor o de una las partes, se distingue entre: 1.- Actos jurídicos entre vivos: “son aquellos que para producir los efectos que le son propios no requieren de la muerte del autor o de una de las partes”, es decir, “su eficacia no depende de la muerte del autor o de una de las partes”, por ej. compraventa, hipoteca. 2.- Actos jurídicos por causa de muerte: “son aquellos que para producir la plenitud de sus efectos, requieren de la muerte del autor o de alguna de las partes como supuesto indispensable o necesario”, por ej. el testamento. El problema de la muerte dice relación con los efectos del acto, por consiguiente, tratándose de actos jurídicos por causa de muerte, los actos existen antes de la muerte del autor o de alguna de las partes, pero para producir sus efectos, debe intervenir la muerte, piénsese por ej. en el mandato destinado a ejecutarse después de la muerte del causante (art.2169), los efectos del mandato están subordinados a la muerte del mandante. II.- Atendiendo a la manera en que se producen los efectos del acto jurídico. 1.- Actos jurídicos puros y simples: “son aquellos que producen sus efectos de inmediato”, por ej. compraventa de cosa mueble al contado. Son la regla general. 2.- Actos jurídicos sujetos a modalidad: “son aquellos cuyos efectos normales se encuentran alterados por la concurrencia de alguna modalidad, esto es, no producen sus efectos de inmediato, ya sea por voluntad de las partes o del testador o por 11 disposición de la ley, respecto de su nacimiento, exigibilidad o extinción”. Las modalidades son “elementos accidentales”, se incorporan a través de "cláusulas especiales", introducidas por la voluntad de las partes, o del testador, o bien directamente por la ley, y que alteran los efectos normales del acto jurídico, respecto de su nacimiento, exigibilidad o extinción. Clasificación de las de modalidades: a.- desde un punto de vista amplio, se consideran tales, la condición, el plazo, el modo, la solidaridad, la indivisibilidad, la facultatividad, la representación, etc., b.- desde un punto de vista restringido sólo se consideran tales, a la condición, el plazo y el modo. “La condición es un hecho futuro e incierto del cual depende el nacimiento o extinción de un derecho y su obligación correlativa”. “El plazo es un hecho futuro pero cierto del cual depende la exigibilidad o la extinción de un derecho”. “El modo es la aplicación del objeto del Derecho a un fin especial”. El modo en el Código Civil se encuentra tratado a propósito de las asignaciones testamentarias (arts. 1089 y siguientes), lo cual no significa que no sea aplicable a la generalidad de los actos jurídicos, lo que ocurre es que es de mayor frecuencia en materia sucesoria y por ello el legislador lo ha tratado a propósito de las asignaciones testamentarias. La regla general es que las modalidades deban ser incorporadas por las partes al acto jurídico. En otras ocasiones la modalidad es de la esencia del acto, como en el caso de la promesa de celebrar un contrato (art.1554), o en el fideicomiso, el cual lleva la condición implícita de existir el fideicomisario a la fecha del cumplimiento de la condición (art.738). Por su parte hay actos jurídicos que no admiten modalidad alguna, tal es el caso por ej. del matrimonio (art.102).
III.- Atendiendo a sí están o no reglamentados por
12 la ley. 1.- Actos jurídicos típicos: “son aquellos actos jurídicos reglamentados por la ley”, producen los efectos previstos por la ley aunque las partes los ignoren, por ej. la compraventa, la hipoteca, la fianza, el mandato, el comodato, el mutuo, etc. 2.- Actos jurídicos atípicos: “son aquellos actos jurídicos que no se encuentran reglamentados por la ley”. En estos la autonomía de la voluntad tiene una enorme trascendencia, puesto que adquieren existencia jurídica en virtud del poder de ella, los particulares tienen la facultad de crear derechos y obligaciones a su antojo, por lo que producirán los efectos queridos por las partes y no otros, rigiéndose eso sí, en forma subsidiaria, en lo no previsto por ellas, por las reglas generales de los actos y declaraciones de voluntad.
IV.- Actos de administración y actos de disposición.
1.- Actos de administración: “son aquellos que tienen por objeto conservar o incrementar el patrimonio de una persona”. 2.- Actos de disposición: implican al contrario de los anteriores “una disminución del patrimonio de una persona”, también son de éste tipo de actos aquellos que en forma aparente provocan la disminución de un patrimonio si se considera que por otro lado ese patrimonio experimenta una compensación, un enriquecimiento. Según algunos autores, para distinguir entre un tipo y otro de acto, debe estarse a la función económica, y reputar actos de disposición aquellos que conciernan al valor capital del patrimonio, los que pueden por lo mismo importar pérdida o disminución del mismo, y actos de administración a los que tiendan a la conservación y no tocan más que a los productos, aun cuando consistan en la enajenación. Así por ej. la enajenación de frutos destinados a la venta no es posible dejar de considerarlos actos de buena administración. Planiol y la doctrina francesa estiman que los actos de disposición son aquellos que comprometen definitivamente el porvenir de un ente económico, 13 por ej. la hipoteca, servidumbres, enajenaciones, en general. Y los actos de administración son aquellos que no comprometen definitivamente el porvenir de un bien, sino por un tiempo corto y son renovables, piénsese por ej. en el arrendamiento.
Importancia de esta distinción, piénsese en los
bienes de personas incapaces, las facultades de administración que competen al representante de ese incapaz, se entienden como poderes amplios, en cambio cuando se trata de actos de disposición respecto de esos mismos bienes las facultades del representante ya no son tan amplias sino que se hayan fuertemente restringidas y condicionadas por la ley para cautelar los intereses del incapaz. Por ej. el tutor o curador puede y debe administrar los bienes del pupilo (art.391), pero no puede sin previo decreto judicial, enajenar los bienes raíces del pupilo, ni gravarlos con hipoteca, censo o servidumbre, ni enajenar o empeñar los muebles preciosos o que tengan valor de afección, además la venta de cualesquiera de dichos bienes deberá realizarse en pública subasta (art.393).
V.- Actos constitutivos, traslaticios y meramente
declarativos. 1.- Actos jurídicos constitutivos: “son aquellos que persiguen la finalidad de hacer nacer un derecho, de crear una situación jurídica nueva”, por ej. el matrimonio, la ocupación, los contratos. 2.- Actos jurídicos traslaticios: “son aquellos que por su naturaleza sirven para transferir un derecho ya existente”, por ej. la cesión de un crédito, la tradición de un derecho real. 3.- Actos jurídicos declarativos: “son aquellos que se limitan a reconocer o a individualizar de un modo definitivo, un derecho preexistente”, éstos se limitan a constatar situaciones o derechos existentes con anterioridad al acto que formula el reconocimiento o la declaración, por ej. la partición, que pone fin a la comunidad, las partes indivisas que tenían los comuneros en la cosa común son sustituidas por partes divididas, éstos por 14 regla general producen efecto retroactivo. Otro ej. lo encontramos en materia de transacción pues si ella se limita a reconocer o declarar un derecho preexistente no forma nuevo título, pero si transfieren la propiedad de un objeto no disputado, constituyen nuevo título y luego el acto sería traslaticio (art. 703 inciso final). Hay algunos actos en que se presentan dudas en cuanto a su calificación, por ej. el reconocimiento de un hijo. El profesor Arturo Alessandri cree que se trata de un acto constitutivo pues sus efectos sólo se producirán a partir del reconocimiento. El profesor Manuel Somarriva en cambio cree que es un acto declarativo, pues sus efectos operarían desde la fecha del nacimiento.
VI.- Actos jurídicos abstractos y actos jurídicos
causales. 1.- Actos jurídicos causales: “tienen su eficacia subordinada a una causa”, esto es, en cuyo perfeccionamiento debe concurrir como elemento existencial la causa, la que debe ser real y lícita, por ej. los contratos. 2.- Actos jurídicos abstractos: “son aquellos para cuya eficacia no es un elemento existencial la causa, su eficacia es independiente del elemento causa”, por tanto, deben buscar la misma en una relación extraña al acto, por ej. actos jurídicos cambiarios.
La mejora de la calidad normativa: Estudio comparado de procedimientos para la elaboración de normas e instrumentos para la mejora y evaluación de su calidad