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Clasificaciones de los actos jurídicos


Atendiendo diversos criterios, es posible hacer
variadas clasificaciones de los actos jurídicos.

A.- Atendiendo al número de voluntades necesarias


para que surja el acto jurídico a la vida del
Derecho.

1.- Actos jurídicos unilaterales: “son aquellos que,


para nacer a la vida del derecho, requieren de la
voluntad de su autor”. Por ej. el testamento, la
renuncia de un derecho, el abandono, la aceptación o
repudiación de una herencia o legado, la promesa de
recompensa, la oferta, la aceptación, etc.
Estos actos jurídicos unilaterales se llaman
"simples" si emanan de una sola persona y
"colectivos" o "complejos" si emanan de muchas
personas que tienen intereses convergentes, varias
personas físicas que manifiestan una voluntad común,
por ej. el reconocimiento voluntario de un hijo por
ambos padres, la renuncia de varios usufructuarios
al derecho de usufructo, la renuncia a la cosa común
hecha por varios comuneros conjuntamente, etc.
Por tanto, podemos distinguir:
a.- persona: “es todo titular de derechos”,
b.- parte: “es la persona o personas que en un acto
jurídico persiguen un mismo objetivo de derecho”. De
manera que una parte puede estar constituida por una
o muchas personas, según prescribe el art.1438 del
Código Civil en su parte final,
c.- autor: “es la persona o personas cuya voluntad
es necesaria para dar nacimiento a un acto jurídico
unilateral”.
Téngase presente que no altera el carácter de
unilateral de un acto jurídico la circunstancia de
que éste, para producir la plenitud de sus efectos,
pueda requerir en ciertos casos, la manifestación de
voluntad que no sea la del autor. Por ej. en el
testamento, la sola voluntad del testador basta para
dar vida jurídica al acto jurídico unilateral, sin
embargo, para que ese acto jurídico produzca la
plenitud de sus efectos, será necesario que el
heredero testamentario, una vez fallecido el
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causante, manifieste su voluntad de aceptar la
herencia. El testamento y la aceptación de la
herencia son dos cosas distintas y la voluntad del
heredero no es requerida para que el testamento
nazca a la vida jurídica. Esto ocurre porque el
momento que debe observarse para determinar si un
acto jurídico es uni o bilateral “es el instante en
que dicho acto jurídico se perfecciona”, es decir,
“el momento en el que nace a la vida del derecho”.
Distinto es, como ya señalábamos, que una vez
nacido, para que produzca todas sus consecuencias
jurídicas, se requiera de otra manifestación de
voluntad. En conclusión, los actos a los que nos
referimos siguen siendo unilaterales.

2.- Actos jurídicos bilaterales: “son aquellos que


para nacer a la vida jurídica requieren de la
concurrencia de voluntades dos o más partes” (cada
parte puede ser una o muchas personas). Las
voluntades que aquí concurren toman el nombre de
"consentimiento". Por ej. todos los contratos, la
tradición, el pago, la novación, etc.
La doctrina denomina al acto jurídico bilateral,
"convención".
La convención es el “acuerdo de voluntades de dos
partes destinado a crear, modificar o extinguir
derechos subjetivos o a producir otras consecuencias
jurídicamente relevantes” (profesor René Moreno M.).
El Código Civil hace sinónimos los términos
"convención" y "contrato", en los arts.1437 y 1438.
La doctrina en cambio diferencia claramente la
convención y el contrato, estableciendo entre ambos
conceptos una relación de género a especie. La
convención es el género en tanto que el contrato es
una especie dentro del género convención.
Todo contrato es una convención pero no toda
convención es un contrato, piénsese por ej. en la
tradición y en el pago, que siendo convenciones no
son contrato, ya que si bien son actos jurídicos
bilaterales ellos no crean derechos y obligaciones.
Sin embargo, hay autores como Víctor Vial del Río,
que señalan que este aparente error carece de
importancia, puesto que, contratos y convenciones se
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rigen por las mismas reglas y principio generales.
Cuando este acuerdo de voluntades de dos partes,
tiene por objeto crear derechos y obligaciones toma
el nombre de contrato. “Todo contrato es una
convención destinada a crear derechos y
obligaciones”. La creación de derechos y
obligaciones es el efecto propio de los contratos
La convención es el género y el contrato una especie
de convención, habiendo otras como por ej. La
tradición que es una convención destinada a
extinguir obligaciones, o la novación, la cual
tiene, por así decirlo, una naturaleza jurídica
híbrida, pues por un lado es un modo de extinguir
obligaciones y por otro lado es un contrato, pues
crea derechos y obligaciones, es por ello que el
Código Civil en el art.1630, habla del contrato de
novación.

Importancia de esta clasificación de actos jurídicos


en unilaterales o bilaterales
a.- Materia de vicios del consentimiento. Por ej. en
materia de dolo, ya que si el acto jurídico es
bilateral para que el dolo constituya vicio del
consentimiento, además de ser principal, debe ser
obra de la otra parte y si el acto jurídico es
unilateral para que el dolo vicie la voluntad del
autor obviamente debe provenir de un tercero, art.
1458 del Código Civil.
b.- Desde el punto de vista de su formación, para
que un acto jurídico bilateral llegue a existir se
requiere de dos o más voluntades, con intereses
divergentes, esto se traduce en la necesidad de que
se forme el consentimiento, formación que está
regulada por normas especiales. Las que se
encuentran en el Código de Comercio, arts.99 y
siguientes.
c.- Desde el punto de vista de la interpretación, en
materia de actos jurídicos bilaterales, se busca la
común intención de las partes, art.1560 del Código
Civil. En los actos jurídicos unilaterales, se busca
la intención del autor, art.1069 del mismo Código.
d.- Desde el punto de vista del estatuto jurídico a
que se encuentran sometidos, los actos jurídicos
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bilaterales se encuentran regulados por el libro IV,
del Código Civil, arts.1437 y siguientes. Con
respecto a los actos jurídicos unilaterales, no hay
una normativa común para todos ellos, por ej. los
arts.999 y siguientes regulan todo lo que dice
relación con el testamento.
Téngase presente que puesto que los actos jurídicos
bilaterales toman el nombre genérico de
convenciones, la expresión "acto jurídico" a secas,
se reserva para designar a los actos jurídicos
unilaterales. En este último sentido acto jurídico
se contrapone a convención. Es por eso que el Código
Civil al emplear las palabras "actos y contratos",
engloba a todos los actos jurídicos, ya que toma la
palabra contrato en el sentido de convención (acto
jurídico bilateral). Y cuando emplea la palabra
"actos" a secas, pareciera ser que sólo se está
refiriendo a los actos jurídicos unilaterales.

B.- Clasificaciones de los actos jurídicos que se


basan en disposiciones del Código Civil a propósito
de los contratos (arts.1439 a 1443).

I.- Los contratos, que son aquellas convenciones,


esto es, actos jurídicos bilaterales, destinadas a
crear derechos y obligaciones pueden sub
clasificarse en unilaterales y bilaterales, donde el
criterio de clasificación es número de partes que
resultan obligadas.

a.- El contrato es unilateral “cuando una de las


partes se obliga para con otra que no contrae
obligación alguna”, por ej. el mutuo, el depósito,
el comodato, la prenda, etc. En todos ellos sólo
nace una obligación restitutoria, sólo resulta
obligada aquella parte que debe restituir.
b.- El contrato es bilateral “cuando las partes
contratantes se obligan recíprocamente”, como por
ej. la compraventa, el arrendamiento, la permuta,
etc.
Esta clasificación se encuentra consagrada en el
art.1439 del Código Civil.
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Respecto de los contratos bilaterales se aplican los
llamados efectos particulares de los contratos
bilaterales, cuales son:
1.- La resolución por inejecución (art.1489).
2.- La teoría de los riesgos: sólo opera en materia
de contratos bilaterales. En resumen esta teoría se
encarga de estudiar qué sucede con la obligación de
una de las partes, cuando la obligación de la otra
parte se ha extinguido porque la especie o cuerpo
cierto debida por ésta última perece por fuerza
mayor o caso fortuito (arts.1550, 1820).
3.- La excepción de contrato no cumplido:
corresponde al principio de que la "mora purga la
mora", es decir, en los contratos bilaterales,
ninguna de las partes está en mora, si la otra parte
también lo está (art.1552).

II.- Atendiendo la utilidad o beneficio que reporta


el acto jurídico para quienes lo celebran, los actos
jurídicos pueden ser:
1.- Actos jurídicos gratuitos (o de beneficencia):
“cuando sólo tiene por objeto la utilidad de una de
las partes”, esto es, una de las partes recibe una
prestación sin que ella a su vez deba realizar una
contraprestación. En otros términos, reporta
utilidad a una sola de las partes, sin que la otra
se vea beneficiada, por ej. donación, depósito,
mutuo sin interés, etc.
En el contrato de donación (donación irrevocable),
el donante por mera liberalidad, se desprende de un
bien en beneficio del donatario, sin que éste deba
darle nada a cambio, sólo el donatario reporta
utilidad del contrato.
2.- Actos jurídicos onerosos: “cuando tiene por
objeto la utilidad de ambos contratantes”, esto es,
una de las partes recibe una prestación debiendo
ella a su turno realizar a cambio una
contraprestación. Estos actos jurídicos se celebran
teniendo en consideración la utilidad o beneficio de
ambas partes, por ej. compraventa, arrendamiento,
etc. En la compraventa se tiene en consideración la
utilidad o beneficio de ambas partes, el vendedor si
bien se desprende de una cosa, recibe a cambio su
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precio, y el comprador por el precio que entrega va
a incorporar a su patrimonio la cosa comprada.
Estos conceptos están en el art.1440 del Código
Civil.

¿Cuál es la importancia de esta clasificación?


Si se trata de un acto jurídico gratuito el error
acerca de la persona del beneficiado vicia el
consentimiento, porque la regla general es que los
actos jurídicos gratuitos sean "intuito personae",
esto es, se celebran en consideración a la persona
del beneficiado (art.1455 inciso primero). Por el
contrario si se trata de un acto jurídico oneroso,
el error en la persona no vicia el consentimiento.

Sub-clasificación de los “contratos” onerosos


a.- Contratos onerosos conmutativos: “son aquellos
en que cada una de las partes se obliga a dar,
hacer, o no hacer alguna cosa que se mira como
equivalente a lo que la otra parte debe dar, hacer o
no hacer”, esto es, son aquellos actos en que las
prestaciones se miran como equivalentes, por ej. la
compraventa.
b.- Contratos onerosos aleatorios: “son aquellos que
envuelven una contingencia incierta de ganancia o
pérdida”, esto es, la prestación de una de las
partes consiste en una contingencia incierta de
ganancia o pérdida, por ej. la apuesta, el juego, la
renta vitalicia, etc.
Esta subclasificación se encuentra contemplada en el
art.1441 del Código Civil.

¿Cuál es la importancia de esta sub-clasificación?


a.- Sólo se pueden dejar sin efecto por medio de la
institución de la “lesión enorme” los contratos
onerosos conmutativos (se entiende por lesión
enorme, la desproporción que se produce entre las
prestaciones de las partes cuando en un contrato
oneroso conmutativo una de ellas sufre un grave
perjuicio de orden económico). La referencia al
contrato oneroso conmutativo, se da porque en ellos
se aplica más frecuentemente, pero, puede haber
lesión enorme en otros contratos e incluso en actos
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jurídicos unilaterales por ej. en la aceptación de
una asignación hereditaria.
b.- También sólo a los contratos onerosos
conmutativos se les aplica la “Teoría de la
Imprevisión”, fenómeno que se da sólo en materia de
contratos bilaterales, onerosos conmutativos, de
ejecución diferida o a plazo, en los cuales la
prestación de una de las partes se torna
excesivamente onerosa, más no imposible de cumplir,
debido a acontecimientos externos, que no dependen
de la voluntad de los contratantes y que sin ser
constitutivos de caso fortuito o fuerza mayor, sin
embargo, no fueron previstos por las mismas.

III.- Atendiendo a sí el acto jurídico subsiste o no


por sí mismo, distinguimos entre:
1.- Acto jurídico principal: “Cuando subsiste por sí
mismo sin necesidad de otra convención”, por ej. la
compraventa.
2.- Acto jurídico accesorio: “Cuando tiene por
objeto asegurar el cumplimiento de una obligación
principal, de manera que no puede subsistir sin
ella” (todas las cauciones son actos jurídicos
accesorios) como la hipoteca, la prenda, la fianza.
Las cauciones se constituyen “para asegurar el
cumplimiento de una obligación principal, propia o
ajena” (art.46).
Cabe destacar que los actos jurídicos accesorios no
pueden subsistir sin un acto jurídico al cual
accedan, pero pueden tener existencia jurídica con
anterioridad al acto principal.
La regla general es que los actos accesorios se
constituyan con posterioridad o coetáneamente con el
acto jurídico principal, pero es posible que se
constituyan antes del acto a que accedan, por ej. la
hipoteca de obligaciones futuras, art.2413 del
Código Civil.
Es posible en consecuencia, que el acto jurídico
accesorio exista antes que el acto principal, pero
no es posible que subsista sin éste.
Esta clasificación se funda en la clasificación de
los contratos contenida en el art.1442 del Código
Civil.
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La importancia de esta clasificación dice relación
con el aforismo, "lo accesorio sigue la suerte de lo
principal", esto significa, que la extinción del
acto jurídico principal produce la extinción del
acto jurídico accesorio, ya que éste por definición
no puede subsistir sin el acto jurídico principal.
Algunos autores señalan, para referirse a este
efecto, que si el acto jurídico principal adolece de
un vicio que lo afecta en su validez, el acto
jurídico accesorio, del mismo modo quedará afectado
en su validez. Lo cual en estricto rigor no es
exacto, porque el acto jurídico principal y el
accesorio son distintos, de tal manera que el acto
jurídico principal podrá adolecer de algún vicio de
nulidad sin que esto implique que el acto jurídico
accesorio vaya también a adolecer de ese vicio. Lo
que ocurre es que aun cuando el acto jurídico
accesorio haya nacido a la vida del derecho no
contaminado por vicio alguno, si el acto jurídico
principal es declarado nulo, como la subsistencia
del acto accesorio está subordinada a la existencia
del acto principal, si desaparece el principal por
ser declarado nulo, desaparece el accesorio, por ej.
en materia de cláusula penal, el art.1536 del Código
Civil, en su inciso primero señala que, "La nulidad
de la obligación principal acarrea la de la cláusula
penal, pero la nulidad de ésta, no acarrea la de la
obligación principal". Propiamente no ha querido
decir el legislador que la cláusula penal sea nula
por el hecho de la nulidad de la obligación
principal, sino que la cláusula penal no puede
subsistir si la obligación principal no es válida.
Cabe destacar otra categoría de acto jurídico, es el
acto jurídico dependiente, que es diverso del acto
jurídico accesorio.
El dependiente nace válidamente a la vida del
derecho pero “se encuentra supeditado a otro acto
jurídico para poder producir sus efectos”. En otros
términos, “es aquel cuya eficacia está subordinada a
la celebración de otro acto jurídico posterior”.
Estos actos jurídicos dependientes no tienen por
finalidad asegurar el cumplimiento de una
obligación, por ej. las capitulaciones pre-
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matrimoniales (art.1715).
Las capitulaciones pre-matrimoniales “son
convenciones de carácter patrimonial que celebran
los esposos (futuros cónyuges)”, por ej. para
establecer el régimen de bienes que habrá de imperar
dentro de ese futuro matrimonio (es decir, pueden
por ej. decir que se casarán bajo régimen de
separación total de bienes) pudiendo también acordar
otros pactos no contrarios a derecho. Esta
capitulación pre-matrimonial necesariamente (como su
nombre lo indica) precede al matrimonio, pero para
que esta capitulación prematrimonial, que no es un
acto jurídico accesorio sino dependiente, pueda
producir sus efectos es necesario que quienes hayan
celebrado las mismas contraigan posteriormente
matrimonio.

IV.- Según la forma o manera en como se perfecciona


el acto jurídico, distinguimos entre:
1.- Actos jurídicos consensuales: “cuando se
perfeccionan por el sólo consentimiento”, por ej.
compraventa de bienes muebles, arrendamiento,
mandato, fianza.
2.- Actos jurídicos reales: “cuando para que sea
perfecto es necesaria la tradición de la cosa a que
se refiere”, por ej. la prenda civil, el mutuo, el
depósito, el comodato, etc. Téngase presente que, la
expresión “tradición” que utiliza el legislador sólo
es válida para el mutuo no así para el depósito,
comodato o prenda civil.
3.- Actos jurídicos solemnes: “cuando está sujeto a
la observancia de ciertas formalidades especiales,
de manera que sin ellas no produce ningún efecto
civil”, por ej. la compraventa de un bien raíz, o de
una servidumbre (art.1801 inciso segundo), la
permuta de un bien raíz (art.1900), la hipoteca
(art.2409), el contrato de promesa de celebrar un
contrato (art.1554),etc.
Importancia de esta clasificación, tiene relevancia
para precisar desde qué momento se ha perfeccionado
el acto jurídico, así tenemos que:
a.- el acto jurídico consensual se entiende
perfeccionado desde la manifestación de voluntad o
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la formación del consentimiento según corresponda,
b.- acto jurídico real, desde que se entrega la
cosa, y
c.- acto jurídico solemne, desde el cumplimiento de
la formalidad por vía de solemnidad prescrita por la
ley.

C.- Otras clasificaciones, no contempladas por el


Código Civil a propósito de los contratos
I.- Atendiendo a sí el acto jurídico para producir
sus efectos requiere o no de la muerte del autor o
de una las partes, se distingue entre:
1.- Actos jurídicos entre vivos: “son aquellos que
para producir los efectos que le son propios no
requieren de la muerte del autor o de una de las
partes”, es decir, “su eficacia no depende de la
muerte del autor o de una de las partes”, por ej.
compraventa, hipoteca.
2.- Actos jurídicos por causa de muerte: “son
aquellos que para producir la plenitud de sus
efectos, requieren de la muerte del autor o de
alguna de las partes como supuesto indispensable o
necesario”, por ej. el testamento.
El problema de la muerte dice relación con los
efectos del acto, por consiguiente, tratándose de
actos jurídicos por causa de muerte, los actos
existen antes de la muerte del autor o de alguna de
las partes, pero para producir sus efectos, debe
intervenir la muerte, piénsese por ej. en el mandato
destinado a ejecutarse después de la muerte del
causante (art.2169), los efectos del mandato están
subordinados a la muerte del mandante.
II.- Atendiendo a la manera en que se producen los
efectos del acto jurídico.
1.- Actos jurídicos puros y simples: “son aquellos
que producen sus efectos de inmediato”, por ej.
compraventa de cosa mueble al contado. Son la regla
general.
2.- Actos jurídicos sujetos a modalidad: “son
aquellos cuyos efectos normales se encuentran
alterados por la concurrencia de alguna modalidad,
esto es, no producen sus efectos de inmediato, ya
sea por voluntad de las partes o del testador o por
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disposición de la ley, respecto de su nacimiento,
exigibilidad o extinción”.
Las modalidades son “elementos accidentales”, se
incorporan a través de "cláusulas especiales",
introducidas por la voluntad de las partes, o del
testador, o bien directamente por la ley, y que
alteran los efectos normales del acto jurídico,
respecto de su nacimiento, exigibilidad o extinción.
Clasificación de las de modalidades:
a.- desde un punto de vista amplio, se consideran
tales, la condición, el plazo, el modo, la
solidaridad, la indivisibilidad, la facultatividad,
la representación, etc.,
b.- desde un punto de vista restringido sólo se
consideran tales, a la condición, el plazo y el
modo.
“La condición es un hecho futuro e incierto del cual
depende el nacimiento o extinción de un derecho y su
obligación correlativa”.
“El plazo es un hecho futuro pero cierto del cual
depende la exigibilidad o la extinción de un
derecho”.
“El modo es la aplicación del objeto del Derecho a
un fin especial”. El modo en el Código Civil se
encuentra tratado a propósito de las asignaciones
testamentarias (arts. 1089 y siguientes), lo cual no
significa que no sea aplicable a la generalidad de
los actos jurídicos, lo que ocurre es que es de
mayor frecuencia en materia sucesoria y por ello el
legislador lo ha tratado a propósito de las
asignaciones testamentarias.
La regla general es que las modalidades deban ser
incorporadas por las partes al acto jurídico. En
otras ocasiones la modalidad es de la esencia del
acto, como en el caso de la promesa de celebrar un
contrato (art.1554), o en el fideicomiso, el cual
lleva la condición implícita de existir el
fideicomisario a la fecha del cumplimiento de la
condición (art.738). Por su parte hay actos
jurídicos que no admiten modalidad alguna, tal es el
caso por ej. del matrimonio (art.102).

III.- Atendiendo a sí están o no reglamentados por


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la ley.
1.- Actos jurídicos típicos: “son aquellos actos
jurídicos reglamentados por la ley”, producen los
efectos previstos por la ley aunque las partes los
ignoren, por ej. la compraventa, la hipoteca, la
fianza, el mandato, el comodato, el mutuo, etc.
2.- Actos jurídicos atípicos: “son aquellos actos
jurídicos que no se encuentran reglamentados por la
ley”. En estos la autonomía de la voluntad tiene una
enorme trascendencia, puesto que adquieren
existencia jurídica en virtud del poder de ella, los
particulares tienen la facultad de crear derechos y
obligaciones a su antojo, por lo que producirán los
efectos queridos por las partes y no otros,
rigiéndose eso sí, en forma subsidiaria, en lo no
previsto por ellas, por las reglas generales de los
actos y declaraciones de voluntad.

IV.- Actos de administración y actos de disposición.


1.- Actos de administración: “son aquellos que
tienen por objeto conservar o incrementar el
patrimonio de una persona”.
2.- Actos de disposición: implican al contrario de
los anteriores “una disminución del patrimonio de
una persona”, también son de éste tipo de actos
aquellos que en forma aparente provocan la
disminución de un patrimonio si se considera que por
otro lado ese patrimonio experimenta una
compensación, un enriquecimiento.
Según algunos autores, para distinguir entre un tipo
y otro de acto, debe estarse a la función económica,
y reputar actos de disposición aquellos que
conciernan al valor capital del patrimonio, los que
pueden por lo mismo importar pérdida o disminución
del mismo, y actos de administración a los que
tiendan a la conservación y no tocan más que a los
productos, aun cuando consistan en la enajenación.
Así por ej. la enajenación de frutos destinados a la
venta no es posible dejar de considerarlos actos de
buena administración.
Planiol y la doctrina francesa estiman que los actos
de disposición son aquellos que comprometen
definitivamente el porvenir de un ente económico,
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por ej. la hipoteca, servidumbres, enajenaciones, en
general. Y los actos de administración son aquellos
que no comprometen definitivamente el porvenir de un
bien, sino por un tiempo corto y son renovables,
piénsese por ej. en el arrendamiento.

Importancia de esta distinción, piénsese en los


bienes de personas incapaces, las facultades de
administración que competen al representante de ese
incapaz, se entienden como poderes amplios, en
cambio cuando se trata de actos de disposición
respecto de esos mismos bienes las facultades del
representante ya no son tan amplias sino que se
hayan fuertemente restringidas y condicionadas por
la ley para cautelar los intereses del incapaz. Por
ej. el tutor o curador puede y debe administrar los
bienes del pupilo (art.391), pero no puede sin
previo decreto judicial, enajenar los bienes raíces
del pupilo, ni gravarlos con hipoteca, censo o
servidumbre, ni enajenar o empeñar los muebles
preciosos o que tengan valor de afección, además la
venta de cualesquiera de dichos bienes deberá
realizarse en pública subasta (art.393).

V.- Actos constitutivos, traslaticios y meramente


declarativos.
1.- Actos jurídicos constitutivos: “son aquellos que
persiguen la finalidad de hacer nacer un derecho, de
crear una situación jurídica nueva”, por ej. el
matrimonio, la ocupación, los contratos.
2.- Actos jurídicos traslaticios: “son aquellos que
por su naturaleza sirven para transferir un derecho
ya existente”, por ej. la cesión de un crédito, la
tradición de un derecho real.
3.- Actos jurídicos declarativos: “son aquellos que
se limitan a reconocer o a individualizar de un modo
definitivo, un derecho preexistente”, éstos se
limitan a constatar situaciones o derechos
existentes con anterioridad al acto que formula el
reconocimiento o la declaración, por ej. la
partición, que pone fin a la comunidad, las partes
indivisas que tenían los comuneros en la cosa común
son sustituidas por partes divididas, éstos por
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regla general producen efecto retroactivo. Otro ej.
lo encontramos en materia de transacción pues si
ella se limita a reconocer o declarar un derecho
preexistente no forma nuevo título, pero si
transfieren la propiedad de un objeto no disputado,
constituyen nuevo título y luego el acto sería
traslaticio (art. 703 inciso final).
Hay algunos actos en que se presentan dudas en
cuanto a su calificación, por ej. el reconocimiento
de un hijo. El profesor Arturo Alessandri cree que
se trata de un acto constitutivo pues sus efectos
sólo se producirán a partir del reconocimiento. El
profesor Manuel Somarriva en cambio cree que es un
acto declarativo, pues sus efectos operarían desde
la fecha del nacimiento.

VI.- Actos jurídicos abstractos y actos jurídicos


causales.
1.- Actos jurídicos causales: “tienen su eficacia
subordinada a una causa”, esto es, en cuyo
perfeccionamiento debe concurrir como elemento
existencial la causa, la que debe ser real y lícita,
por ej. los contratos.
2.- Actos jurídicos abstractos: “son aquellos para
cuya eficacia no es un elemento existencial la
causa, su eficacia es independiente del elemento
causa”, por tanto, deben buscar la misma en una
relación extraña al acto, por ej. actos jurídicos
cambiarios.

Apuntes preparados por las profesoras doña Ximena


Moreno Concha y doña Cecilia Orellana Alfaro.

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