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El epígono, hecho sacerdote de Dios por medio de la Fe en Jesús el Ungido siendo así por
su justificación participe de la tutoría del Paráclito; gracia y paz a todos los santos
discípulos de parte del Dios y Padre que nos amó desde antes de la creación, virtud en
nuestro Señor. Amen.
Pues bien acerca del “bautismo” como nuestro tema a tratar, es menester dejarnos
orientar e instruir por la enseñanza de los apóstoles la cual debemos considerar como
única fuente digna de ser creída y consultada porque en ella se contiene el Evangelio del
Reino de Dios cuya fuerza es incompetible e indetenible, ya que en esta se registra la
Voluntad del Dios y Padre manifestada a causa de su beneplácito por medio de
Jesucristo el Señor; pues esta doctrina tiene el carácter pedagógico concerniente al ideal
y anhelo de Dios para con nosotros, por tales virtudes manifestadas en su contenido se
le califica como Infalible e Inspirada.
Por tales motivos se la tiene por fuente de la Fe en Cristo Jesús, muy fiable y también
como un medio de obtenerla porque contiene las palabras de Dios las cuales necesitamos
oírlas para que le creamos con certeza y por medio de nuestra obediencia vivamos, pues
sus palabras son espíritu es decir tienen vida y son verdad por que transmiten su
voluntad.
Siendo así la autoridad de esta enseñanza podemos con toda confianza y sin lugar a
alguna duda acercarnos a ella y consultar cualquier cuestión ya sea de toda clase de
índole. Porque toda la enseñanza o doctrina comunicada por los apóstoles es inspirada
por Dios para hacernos conseguir la salvación que necesitamos por medio de la fe en
Cristo Jesús, también es provechosa para enseñar, para corregir, para enderezar, para
educar en toda justicia y virtud a fin de que el hombre este perfectamente formado y bien
provisto para toda clase de buenas obras según el plan de Dios.
En el año decimoquinto del gobierno del Emperador Romano Tiberio Cesar, cuando
Poncio Pilato gobernaba Judea, cuando Herodes era Tetrarca de Galilea, en tiempos del
Sumo Sacerdote Anas y Caifás llego el mensaje de Dios a Juan el bautista en el desierto
y este marcho por toda la región del Jordán predicando un bautismo de
“arrepentimiento” para “perdón de pecados”, así que decía al gentío que salía a ser
bautizado por él lo siguiente, “Arrepiéntanse, pues ha llegado el reino de los cielos”,
entonces toda Jerusalén y toda Judea y toda la región del Jordán salían a él y confesando
sus pecados se hacían bautizar por Juan en el río Jordán. Y al ver que iban muchos de
los Fariseos y Saduceos a su bautismo les dijo, “Engendros de Víboras, ¿Quién les
mostro el modo de escapar de la ira de Dios? Así que produzcan fruto correspondiente
al arrepentimiento. Y no se les ocurra decir en su interior tenemos a Abraham como
nuestro padre, pues les digo que Dios puede levantar hijos de Abraham de estas piedras,
ya está puesta el hacha a la raíz de los árboles, así que todo árbol que no produzca buen
fruto es cortado y echado al fuego. Yo les bautizo con agua para arrepentimiento pero el
que viene detrás de mí es más fuerte que yo.”
Vemos pues la Fe que tienen estas gentes de Judea al venir desde todos los rincones de
esta provincia romana hacia el Jordán, territorio que está bajo el ministerio del Bautista
cuya elección y comisión no viene de alguna autoridad en Jerusalén sino de la más alta
que se ha conocido, la de Dios; haciendo uso del mensaje, Juan exhorta al pueblo reunido
a que sean partícipes de un bautismo que solo se puede realizar por medio del
arrepentimiento con el propósito de que se realice el perdón de los pecados que solo
puede ofrecer Dios; así va el Bautista promoviendo la voluntad del Reino a estas gentes
que no eran ignorantes sino conocedoras de los designios Divinos, por tal motivo su
adhesión, es decir su obediencia hacia las palabras del Bautizador, llegándole el pueblo
a considerarlo a Juan como profeta y maestro y su mensaje venido del Cielo, así pues
este pueblo venía a él y confesando cada uno sus pecados se hacían bautizar por él para
obtener así el perdón de Dios y estar listos para recibir al Mesías, el cual Juan confiesa
que es mayor que él.
No es propio de esta carta hacer una lección exhaustiva y exegética del bautismo pero
si el de mencionar datos históricos y culturales de este ritual conocido tanto por gentiles
y judíos; pues bien volviendo a las tierras áridas y regiones montañosas de Judea, a
Israel Pueblo elegido por Dios también se le estableció este ritual y se entiende así el
termino por ser una ceremonia, una regla prescrita establecida para el culto, luego ahora
vemos a Dios que se vale de este ritual nuevamente con el propósito de preparar a estas
gentes para la manifestación de su Enviado “el Mesías” por medio del baño simbólico
conocido como bautismo en el cual solo el penitente puede participar es decir aquella
persona que tiene conciencia de lo bueno y malo y que aun teniéndola a pecado y vuelve
a restauración por medio de su arrepentimiento y confesión de pecados así como
encontramos evidencia en el testimonio de San Lucas acerca de estas gentes.
Este estilo de práctica fue utilizado por Juan Bautista, el modo de inmersión, por
prerrogativa de Dios; es menester dejar por escrito el testimonio de Lucas cuando
registra lo siguiente acerca del bautismo del Señor Jesucristo; “Entonces Jesús llego de
Galilea al Jordán y se presentó a Juan para hacerse bautizar por él. Pero Juan quería
impedírselo diciendo, yo necesito ser bautizado por ti ¿y tú vienes a mí? Entonces se lo
permitió, cuando se bautizó Jesús, subió en seguida del agua y…”
Entonces con este dato de la escritura tendremos una mayor claridad del bautismo,
ahora situémonos en el texto que dice “cuando se bautizó Jesús subió en seguida del
agua”; bien en este corto texto eh aquí la evidencia de que el bautismo de Jesucristo fue
por inmersión es decir fue sumergido en agua y en las del rio Jordán, ¿De dónde sube
Jesús, según el texto citado? Del rio verdad, luego que ya había descendido con Juan
quien le bautiza, subió en seguida del agua porque estaba en la profundidad de la misma
con el propósito de que Juan le realizara el bautismo que como ya se enseñó este era un
rito de purificación, por el estilo de la inmersión; aunque Jesús no tuvo que hacerlo por
motivos de pecado como el pueblo si lo hizo sino para que se cumpla toda justicia como
él lo confiesa en su encuentro con Juan.
Jesucristo se bautizó en el Jordán por muchos motivos pero diré el que conviene para
este estudio y es el de darnos el ejemplo pues por el bautismo y a partir de este Jesús
entra abiertamente en el plan de Dios y es ahí donde su Padre da testimonio de El cómo
su hijo complaciente y le llena del Espíritu Santo, entonces hay un porque y para qué
encontrados en el bautismo de Jesús; ahora presentare los episodios posteriores a este
evento bautismal del Nazareno y nos ubicaremos en el final de su ministerio.
Identifiquemos este argumento mío con el testimonio de los evangelistas en lo que se lee
lo siguiente de ellos, “Y les dijo; Vayan a todo el mundo y anuncien el Evangelio a toda
la creación, el que crea y se bautice se salvara, pero el que no cree se condenara, porque
está escrito así, que el Mesías tenía que sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer
día y que tiene que predicarse en su nombre el arrepentimiento y perdón de pecados a
todas las naciones empezando por Jerusalén, y ustedes son testigos de estos
acontecimientos por tanto vayan y hagan discípulos a todas las naciones bautizándoles
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo
que les enseñe a ustedes y a los que crean en mi nombre les acompañaran estas señales,
expulsaran demonios, hablaran en lenguas nuevas, cogerán serpientes en las manos y
aunque beban un veneno mortal no les dañara, impondrán su manos sobre los enfermos
y sanaran; y miren yo envió sobre vosotros la promesa de mi Padre, ustedes quédense
quietos en la ciudad hasta que sean investidos del poder que vendrá de lo alto y escuchen
yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.
Vemos en el testimonio de los evangelistas esta comisión o encargo del Señor Jesucristo
confiado a sus apóstoles los cuales tienen la misión no solo de propagar el Evangelio de
Dios es decir el de dar testimonio del Cristo resucitado sino también el de bautizar a
todas aquellas personas que le acepten por medio de la fe su mensaje y crean en su
nombre; Fe que obtendrán los nuevos discípulos por el oír las palabras del Cristo pre
pascual por medio del lenguaje de los apóstoles y bautismo del que participaran solo
aquellos que hayan pasado por el acto del arrepentimiento para luego venir estos nuevos
convertidos a las instrucciones, aquellas enseñanzas en las cuales los apóstoles también
fueron instruidos, cumpliendo así ellos el papel de enviados legítimos y guías seguros
de Dios, prometiéndoseles una fortaleza la cual será venida del cielo como respuesta a
la promesa del Padre, poder maravilloso con el cual confirmaran el mensaje evangélico
del Cristo ascendido, acompañándoles su Señor siempre hasta el fin de todo el programa
divino.
Entendamos con más detalle el bautismo que administra la Iglesia a los que ya han
creído en Jesucristo como Hijo de Dios y Mesías prometido esto es para quienes no
solamente han aceptado esta verdad como un credo sino que también son obedientes al
Evangelio, por consiguiente las enseñanzas del Apóstol San Pablo se leen así; “¿O no
saben que los que llegamos hacer bautizados en Cristo Jesús, lo hemos sido en su muerte?
Porque en el bautismo fuimos sepultados con él para unirnos a su muerte a fin de que
como Cristo resucito de entre los muertos con el poder esplendoroso del Padre así
también nosotros caminemos con un estilo nuevo de vida”.
Tales confesiones son la evidencia del espíritu del bautismo, de su naturaleza, de, de su
propósito, de su alegoría, de su interpretación y estas siendo enseñadas por el Apóstol
a las iglesias gentiles que habían sido educadas bajo el auspicio del Espíritu Santo,
comunidades de occidente instruidas por su apostolado.
Antes de desarrollar dicho tema debe de considerarse el uso del agua en esta ceremonia
que se funda en parte de sus cualidades como gran elemento de purificación. Pues bien
por dichas enseñanzas escritas líneas arriba cabe en la cuenta decir que el bautismo
expresa una admirable alegoría pues su método es por causalidad la cual representa
nuestra muerte y resurrección con Cristo, aquí también se hace evidente el estilo original
que es por la inmersión, por causa de la palabra ya mencionada del Apóstol la que dice
“Sepultados”; sepultados o sumergidos seria otro termino correcto y evidente por causa
de la intención de lo que el apóstol está enseñando; además finaliza con la figura de la
resurrección la cual se representa con la nueva actitud hacia Dios, como una profesión
visible y publica de Fe en Cristo y su salvación, el de andar según sus preceptos hasta el
final de los días. Para dar por finalizada esta observación a la alegoría de dicho ritual
a saber el bautismo, dejare de manera sencilla un gráfico que nos brindara mayor
entendimiento al asunto.
Entonces siendo así, es nuestro deber atender estos preceptos con sumo cuidado y
reverente temor ya que quien lo establece no es alguna autoridad religiosa sino la suma
autoridad quien es Dios; si bien es cierto hay una secta en particular de gran
reconocimiento mundial, usurpadora del legado apostólico la cual alegan tener
procedencia en Ellos y que anda engreída e hinchada de vanidad, apelando aun a las
sagradas escrituras y a la antigua tradición de la Santa Iglesia de Dios haciéndose pasar
como sucesora y representante de Jesucristo aquí en la tierra, estoy hablando acerca de
la Iglesia Católica Romana, cuyo advenimiento fue en los días de Constantino
emperador del antiguo imperio romano el cual le dio fuerza y estabilidad para así darle
una versión pagana a la iglesia de aquel tiempo con el fin de estorbar los planes de Dios
y de su Cristo proyectándose para pervertir y tergiversar la antigua tradición la cual
viene desde los apóstoles por medio de Jesucristo el Señor y desfigurar la imagen de la
verdadera Iglesia de Dios.
Esta Iglesia llamada Católica no tiene ninguna relación, ningún vínculo con la Iglesia
Apostólica de Jerusalén la cual es la Iglesia Madre o Primera Iglesia; pues fue en esta
hermosa capital donde se disemina y expande el glorioso testimonio del Evangelio del
Dios viviente, y no desde Roma, no fueron ni los apóstoles Pedro y Pablo quienes
fundaron la Iglesia Católica de Roma sino es ella quien necesitada de origen apostólico
miente enseñando que es la iglesia madre de toda la cristiandad alegando su fundación
por medio de estos dos destacados apóstoles.
Ella define, difunde y enseña que el bautismo tiene carácter regenerador, que se puede
realizar esta ceremonia por el rito de la aspersión es decir por medio del rociamiento de
agua en la cabeza, manifiesta que los niños que no son bautizados no pueden disfrutar
de la gracia vivificante de Dios y que el sacramento del bautismo nos libra de la muerte
espiritual; estas sus enseñanzas lo único que realizan es ir contra lo establecido por el
Señor Jesucristo, y solo estoy mencionando el tema del bautismo porque si detallara su
catecismo pues no podría más que calificarla a esta comunidad mundial como guarida
de demonios por su antagonismo con el Evangelio verdadero de Dios y su oposición
acérrima contra él. Todo niño no debe de ser bautizado en agua a no ser si tiene edad
suficiente para arrepentirse de lo malo y de creer en Jesucristo como señor y salvador
pues ya estuvo entendido por la enseñanza apostólica que es solo para los que han
pasado por el acto del arrepentimiento, ahora te digo ¿acaso un niño de pocos días o de
los primeros años puede elegir su fe en Cristo, podrá arrepentirse de sus pecados? esto
no es más que una estrategia de Roma con el fin de mantener vigente sus ambiciones las
cuales no las expondré aquí. Toda persona debe de ser razonable y cuestionar toda
autoridad y sus pretensiones menos la que viene de Dios. Pues es absurdo e ilógico que
los niños de pecho y los infantes se bauticen en agua y más aún todavía si se utiliza el
método de aspersión. No hay ningún sentido en esto, solo en que Roma se llene los
bolsillos por aquel supuesto sacramento que bien saben ellos que no tiene validez, por
otro lado delante de Dios no significa nada más bien es un acto aborrecible porque se
viola su verdad, practicando el error. Todos aquellos que promueven tanto quienes
aceptan estos bautismos están pecando, están siendo participes del engaño Católico
Romano, están fornicando con el error y si no escapan de este sistema religioso pagano
tendrán su herencia en el juicio de Dios. Así pues ahora confrontemos las enseñanzas
apostólicas con estas novedosas enseñanzas Católicas Romanas que no tienen más edad
que la herencia que la Iglesia de Dios ha recibido de los apóstoles y pesemos quien de
estas dos tiene el peso Divino; porque o estamos de lado de la Verdad la cual viene de
Jesucristo el Señor por medio de sus apóstoles o estamos de lado de la Mentira la cual
viene del Papa Obispo de Roma por medio de la Iglesia Católica quien es madre de toda
falsedad, promotora de sangrientas guerras y saqueadora de las naciones.
Juzguen por ustedes mismos si esta carta es por algún prejuicio contra la Iglesia
Católica o por alguna locura o alguna fiebre mía o si de verdad viene con la fuerza del
Espíritu Santo para sacar de la ignorancia en la que el mundo se está manteniendo por
tener el oído y la vista pegada a cuestiones que no edifican.
Iglesia del siglo XXI ¡Oíd!, es desde el siglo I y no desde el IV, es desde Jerusalén y no
desde Roma o desde otra ciudad, es por medio del Apostolado y no por el Papado, es por
medio de San Pablo y los demás apóstoles y no por un tal sucesor de San Pedro, es por
medio de una antigua tradición y no por la pluma de los padres, no por los concilios, no
por tradiciones de origen pagano y tampoco por el derecho canónico, es por medio de la
Fe y no de falsas doctrinas, es por medio del Espíritu Santo y no por los hombres, es por
medio del Amor y no por la fama o el dinero, es por medio de buenos siervos-sucesores
y no de asalariados ni ambiciosos, es por medio de la Verdad y no de la Hipocresía, es
por medio de la pasión y no del prestigio. Porque la sucesión apostólica no es una teoría
sino es un testimonio porque “solo los testigos hacen testigos” y nosotros los menos
prominentes seguimos el ejemplo de los más notables a saber el de los Apóstoles del
Dios venido en carne.
Quien no se someta a la enseñanza de un apóstol no se somete a la autoridad del Cristo
y siendo así desecha la gracia misma de Dios Padre y afrenta al Espíritu de la
consolación y de toda verdad, el no someterte afecta tu salvación, ¡ten cuidado! que no
te engañen aquellos que no tienen la sucesión, es decir aquellos que no atienden a la
antigua instrucción te lo declara “La Iglesia de Dios”.
La Iglesia de Dios, desde el siglo I hasta el XXI, seguimos siendo los conservadores de
una antigua tradición y esta la que viene por los apóstoles del Divino Señor.
¡La mentira gobierna hasta que la Verdad llega!, la verdad nos une o nos divide…
No hay algo más valiente que resistirle a tu enemigo amándole.
La fe nos socorre.
Caminamos detrás de la Verdad. Somos compañeros de ella.