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Macri, el síndrome de Estocolmo

y las clases en Argentina.


Un relato de hegemonía sobre ruedas
Por Guido Galafassi

N o los une el amor sino el


espanto. El monstruo de dos
cabezas (por el liderazgo matrimo-
nial) finalmente fue derrotado y la
tilinguería, ampliamente extendida,
respira otra vez aliviada ante el am-
plio consenso, más por omisión que
por acción -como suele ser-, que
el restablecimiento de lo que “debe
ser” - de acuerdo a lo que dicta la
naturalización de ciertas verdades
parciales – genera en amplias capas
de la sociedad argentina que van
desde importantes sectores de la
clase trabajadora hasta la peque-
ña burguesía en sus más diversos
estratos y manifestaciones. Con-
senso, conservador, digámoslo sin
tapujos, que es propio de las clases
burguesas claramente constituidas
como tal, aquellas que no “aspiran”
a serlo sino que taxativamente lo
son. Y un consenso que habla de sus
privilegios de clase y de su lugar en
tanto propietarios de las decisiones,
y beneficiarios de la acumulación
de riqueza material, poder e idea-
rio intelectual. A contramano de
aquellas otras clases, trabajadores
y pequeña burguesía, que gastan
sus vidas –aunque obviamente no lo
quieran- en sustentar y alimentar a
las primeras.
Espanto decíamos, que como nunca
antes en la historia argentina en el
marco de elecciones sin restricciones,
congregó a los propietarios y sus laca-
yos en un grito común de “libertad re-
publicana”. Si bien el líder máximo en
el llamado a la “alianza de clases” es
el populismo, encarnado en estos pa-
gos por el peronismo, constituye una
alianza en donde la regla es el atem- PRO y sus aliados circunstanciales, y quedar libre de culpa y cargo. Pero
peramiento de las contradicciones (el de prácticas absolutamente anun- aquí radica el nuevo engaño del po-
intento por lo menos), y en donde el ciadas y previstas, sino las condicio- pulismo que sigue sin dar respuestas
poder político constituido como tal bajo nes socioculturales y políticas que a las contradicciones fundamentales
una figura carismática logra arrancar- permiten que esto ocurra. Porque a de una sociedad basada en la explo-
le ciertas concesiones a los dioses del diferencia de la enorme mayoría del tación y en los procesos de hegemo-
mercado para hacer así un poco más progresismo y la izquierda con- nía que dan vuelta, como un guante,
placentera la vida de los mortales que temporánea que están analizando esa explotación y la convierten en
constituyen la fuerza de trabajo. En todas y cada uno de las medidas “natural intercambio de capacida-
cambio, este consenso conservador conservadoras tomadas por Cam- des” entre agentes en el mercado
que de la mano del empresario hijo biemos como si fueran unos seres para que los explotados hagan suyos
de papá Mauricio Macri se presentó malvados, el problema de la Argen- estos principios y concentren sus
siempre como aquel que venía a res- tina post-dictadura (y el mundo post energías en el “fortalecimiento de la
tablecer las condiciones naturales de caída del muro de Berlín) radica democracia” como objetivo común
la vida, encarnadas por las reglas del en como los sectores explotados y pero fundamentalmente en la lucha
capital, en desmedro de los conflictos dominados, en muy diverso grado y individual por el bienestar material
y luchas que significaría el mundo de de muy diversas formas, eligen, cada bajo la lógica, tan remanida, de la
la política, que encarnaría confronta- vez más masivamente y sin remor- zanahoria delante del burro.
ciones “artificiales” que distorsionan el dimientos, “libremente” a los que Lejos, muy lejos quedaron las déca-
libre andar de la República. Consenso serán sus propios verdugos y que en das en las cuales el anticapitalismo
conservador largamente anunciado en la mayoría de los casos no solo no constituía la alternativa a la lógica
todas sus propuestas de liberalización ocultan su condición de justicieros de la explotación y de la hegemonía
de la economía, en una camino que de derecha sino que además lo ha- del mercado y lejos también quedó el
los ciudadanos argentinos recuerdan cen explícito, más allá de ciertas tre- tibio y superficial “piquete y cacerola,
muy bien, o deberían recordarlo, por tas y habilidades comunicacionales. la lucha es una sola”, que representó
cuanto fue el desencadenante de la Recientemente, por ejemplo, Horacio más que un resurgimiento sincero de
mayor transferencia de recursos hacia González (ex-director de la Biblioteca la explicitación de la contradicción,
las clases pudientes con altísimas Nacional) anduvo pregonando sobre un destello único y prontamente eva-
tasas de desocupación y pobreza y la las terribles finezas y cualidades del nescente en un momento de crisis
destrucción de importantes capas de PRO para encorsetar simbólica e aguda en el cual la pequeña burgue-
las clases medias y que terminó con ideológicamente al pueblo y hacerles sía se vio inmersa en una posibilidad
los levantamientos del 2001. creer lo que no es. Es esperable cla- cierta de extinción de sus privilegios
Pero convengamos que el problema ro que un integrante de un gobierno relativos. La tan pregonada “grieta”
a dilucidar para entender tanto este populista tan lamentablemente se ha constituido finalmente en una
triste presente y prever tareas para derrotado en las urnas intente atri- verdad que resume los problemas
el futuro, no es el la caracterización buirle al contrincante habilidades de argentinos. Una buena parte de la
del actual gobierno conservador del ganador para así justificar su derrota sociedad argentina se ha apropia-
do de tal verdad y la ha hecho suya del individualismo extremo. económica (mercado, fábricas, em-
como si fuera su reflexión perso- Es clave para empezar a entender presas) ni aquellas otras vinculadas
nal, sin siquiera percatarse que ha como los desfavorecidos eligen a sus directamente con el Estado (fuerzas
mordido el anzuelo de las clases en propios y más crueles verdugos para de seguridad, tribunales, burocracia,
el poder que de una buena vez han que los gobiernen, el complejo en- etc.) juegan un papel fundamental a
conseguido construir un sistema de tramado existente entre prácticas de la hora de construir hegemonía vía el
creencias que bajo el amparo del clase, libertad individual, consenso y consenso. Me estoy refiriendo pun-
consenso les ha permitido sostener y construcción de hegemonía y domi- tualmente en esta etapa a los medios
ampliar su dominación sin la necesi- nación. Imponer la propia voluntad de comunicación, los partidos políti-
dad de recurrir al uso sistemático de en desmedro de los intereses de las cos y las organizaciones sindicales. A
la fuerza y la violencia, que se expre-mayorías vía la violencia no deja lugar esto habría que sumarle obviamente
sa en la fuerza militar, los golpes de a dudas respecto a los bandos en el importante papel que juegan siem-
Estado y las dictaduras consecuen- disputa y las voluntades de un lado pre los intelectuales orgánicos y que
tes. Los medios de comunicación de y de otro; todo se hace bien visible o en estos últimos años han desem-
masas, fomentados y promovidos por lo menos mucho más visible. La peñado un papel fundamental, dado
incluso por el propio populismo, han larga serie de dictaduras latinoameri- justamente el clima ideológico de
reemplazado en las últimas décadas, canas así lo ejemplifican. Pero luego predominancia de los valores indivi-
no solo en Argentina sino en toda de estas, los mecanismos de domi- dualistas y la ignorancia ampliamente
América Latina al poder de fuego de nación se han refinado y la violencia extendida en términos de formación
los batallones militares, y vaya que ha dejado su lugar para el consenso, política del “pueblo”.
los han superado en efectividad. Pero mejor dicho la creación de consen- En síntesis, a pesar de que la
que quede claro que la actual cons- so. Creación de consenso que hace gran mayoría de los intelectuales,
trucción dominante vía el consenso que los explotados elijan las recetas periodistas, político de izquierda
es posible gracias a la feroz violenciade los explotadores como si fueran y opinólogos ponen el acento en
desatada entre los años setenta y fórmulas salvadoras. Y aquí radica la las medidas conservadoras de los
ochenta por las dictaduras más san- complejidad de la trama, por cuanto gobiernos de la derecha (actitud
grientas de la historia que aplicaron estas fórmulas salvadoras aparecen obvia y esperable desde el poder), lo
una limpieza casi total a través de lasefectivamente como soluciones a los que importa es el fenómeno am-
prácticas de desaparición forzada de problemas de todos para los cuales pliamente extendido de las masas
personas, aniquilando así al mons- “hay que trabajar todos juntos”, como posibilitando, promoviendo y apo-
truo de la liberación y revolución rezan las publicidades del macris- yando a la derecha en el gobierno,
que venía creciendo enormemente a mo en el gobierno, siendo la de la amparándose en la “apoliticidad”
partir de la victoria de los “locos de empanada la máxima expresión del que los mueve. Y que esto último
la Sierra Maestra” y la instalación del“cinismo” democráticamente elegido. no sea un motivo de preocupación
Mauricio Macri, y el extendida es, a ojos vista, lo más
la violencia de las fuerzas armadas es poder detrás de él, es preocupante y lo que menos espe-
reemplazada por lo que Gramsci lla- quien ha mejor explo- ranza otorga a la hora de esperar
tado estos muy básicos algún cambio “progresista” con
maba la “sociedad civil” y sencillos engaños y alguna base sólida en una amplia
la simplicidad de estas franja de la población. Quizás la
fórmulas es aquello fábula posmoderna del fin de la his-
socialismo en Cuba y su foco de irra- otro que nos debe llamar la atención toria y la muerte de las ideologías
diación hacia el resto del continente. pues nos habla de un momento de se esté convirtiendo en una profecía
No es ninguna casualidad que toda la una muy alta inmadurez política como autocumplida. No será fácil salir de
derecha latinoamericana desprecie para creer en tan básicos mensajes este profundo momento histórico de
las reivindicaciones por los derechos de salvación. Y para esto, la violencia conservadurismo “genético”, pero
humanos, por cuanto su contrario de las fuerzas armadas es reem- es ahora cuando más es necesario
hace honor a su origen, y mal pue- plazada por lo que Gramsci llamaba asumir que “la acción no debe ser
den desentenderse de aquellos que la “sociedad civil”, es decir esas una reacción sino una creación”
fueron los mentores de la presente instituciones que sin ser ni aquellas para finalmente “cambiar la vida y
época de paz de mercado y vigencia vinculadas directamente con la esfera transformar la sociedad”.

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