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1
Este texto se basa en la conferencia del mismo título impartida en la Universidad de Granada en mayo de
2007.
M.ª del Valle Sierra López
I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
No crean que el sistema penitenciario occidental ha sido siempre como conocemos o intuimos
en la actualidad, con edificios modernos y funcionales orientados a la resocialización de los
condenados. La actual arquitectura carcelaria nace con la concepción moderna de la pena de
prisión. Esta afirmación nos sitúa en la época de la ilustración, siglo XVIII 3.
Hasta este momento, el Derecho penal es un instrumento de terror con castigos ejemplares,
crueles y, en muchos casos, arbitrarios.
2
Vid. Muñoz Conde, F./García Arán, M.: Derecho penal. Parte General, 5.ª edición, ed. Tirant lo blanch,
Valencia, 2002, pág. 569.
3
Vid. Entre otros, la interesante monografía de Fraile, P.: Un espacio para castigar, ediciones Serbal,
Barcelona, 1987; Cuello Calón, P.: La moderna penología, ed. Bosch, Barcelona, 1973, págs. 301 y ss.;
Neumann, E.: Evolución de la pena privativa de libertad, ediciones Pennedille, Buenos Aires, 1971, págs. 67 y
ss.
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“Arquitectura y sistemas penitenciarios”, iustel.com, RGDP, n.º 8, noviembre 2007
El suplicio, el sufrimiento del delincuente y la publicidad de estos tormentos son las notas más
sobresalientes 4, pues se creía que la única manera de educar a una sociedad analfabeta era a
través de imágenes. De ahí que todas estas torturas deban ser presenciadas, como un auténtico
espectáculo para el pueblo.
4
García Valdés, C.: “El nacimiento de la pena privativa de libertad” en Temas de Derecho Penal, Madrid,
1992, págs. 55 y ss.
3
M.ª del Valle Sierra López
Poco a poco estas penas van dejando paso a otras, hasta que en la segunda mitad del s. XVI,
y como antecedente de la prisión 5, se inicia un movimiento moralizante en Inglaterra y Holanda, a
través de la construcción de establecimientos correccionales: las llamadas casas de corrección 6 7.
Estas eran ocupadas por mendigos, vagos, prostitutas, en definitiva los estamentos más bajos y
débiles de la sociedad. La más antigua es la casa de corrección de Bridewell 8 (Londres), de 1552
(demolida en 1863). Consistían en un conglomerado de salas y grandes dormitorios abiertos.
Pero las más conocidas y notables son las casas de corrección de Ámsterdam: las Rasphuys
(1596 9) para hombres, y las Spínnhuyes (1597 10
) para mujeres, vagos y mendigos. La finalidad
perseguida con estos establecimientos era triple: la reclusión, la reforma, y el aprovechamiento
económico del trabajo de los internos.
11
En el Rasphuis cuya traducción aproximada es “casa de raspado” , la ocupación de los
detenidos es el raspado de madera de especies arbóreas empleadas como colorante de paños; de
ahí el nombre del establecimiento.
5
En el mismo sentido, Foucault, M.: Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, ed. Siglo XXI, Madrid, 14.ª
reimpresión, 2005, pág. 125 y Melossi, D./Pavarini, S.: Cárcel y fábrica. Los orígenes del sistema
penitenciario (siglos XVI-XIX), ed. Siglo XXI, 3.ª edición, 1987, págs. 34 y 35.
6
Cuello Calón, P.: La moderna penología…, pág. 304.
7
Una referencia a las casas de corrección en España en García Valdés, C.: “El nacimiento de la pena
privativa …”, págs. 83 y ss.
8
Neumann, E.: Evolución de la pena…, pág. 30.
9
Vid. Foucault, M.: Vigilar y castigar…, pág. 125, Cuello Calón, E..: La moderna penología…, pág. 303.
10
Cuello Calón, E.: La moderna penología…, pág. 303.
11
Cuello Calón, E.: La moderna penología…, pág. 303.
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“Arquitectura y sistemas penitenciarios”, iustel.com, RGDP, n.º 8, noviembre 2007
Rasphuis
Spinhuis
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El trabajo en los establecimientos se fundaba en dos ideas : la animadversión a la limosna
(por influencia del luteranismo), y la consideración del trabajo como instrumento de sufrimiento y
fatiga. Sobre esta base es lógico pensar que la disciplina sea tremenda. Los grabados de la época
reproducen los diversos castigos impuestos a los detenidos: azotes, latigazos, cadenas, cepos,
collares, ayunos. El reo salía de los establecimientos penitenciarios cuando estaba corregido, o
más exactamente, al parecer de los penólogos, cuando no era útil para el trabajo penoso
encomendado 13.
III. LA ILUSTRACIÓN
En este marco histórico aparece el pensamiento ilustrado. Este racionalismo es propio de una
nueva clase social que irrumpe en los viejos estamentos sociales introduciendo cambios políticos,
culturales y económicos que han marcado la Edad Moderna.
Esta nueva forma de pensar afectará indudablemente, también, al Derecho penal, de la mano
del conocido Marqués de Beccaria: objetividad, proporcionalidad, vinculación legal de la pena y el
delito, y una cierta moderación del castigo son los elementos más sobresalientes del discurso
ilustrado 14. Este discurso también alcanzó a la forma de ejecutar los castigos, pues funcionalidad,
eficacia y obediencia a la ley llevan a la inmediata reflexión sobre el sentido que debe tener la
15
pena. Para Beccaria tiene una doble finalidad: inocuización del delincuente e intimidación de los
ciudadanos.
De esta forma irrumpe el concepto de prisión tal como a grandes rasgos hoy la entendemos, y
con ello los planteamientos técnicos sobre cómo construir sus edificios. Tengan en cuenta que,
como ya hemos visto, la cárcel hasta ese momento era o bien un lugar de hacinamiento para
personas muy desfavorecidas o un centro de espera para ser ejecutado o castigado con penas
corporales, deportaciones o trabajos forzados. Por ello los sujetos están hacinados, mezclados
16
… Ante las ideas ilustradas de Beccaria, la preocupación fundamental para los pensadores del
momento es ¿cómo puede intimidar a los ciudadanos un castigo, la privación de libertad, que no
presencian?
Evidentemente esta nueva concepción del castigo exige nuevos lugares para llevarlo a la
práctica y aquí es donde se sitúa el surgimiento de la arquitectura carcelaria. En definitiva aquí
comienza la unión entre prisión y modos de ejecución.
12
García Valdés, C.: “El nacimiento de la pena…”, págs. 81 y ss.
13
Cuello Calón, E.: La moderna penología…, pág. 304. El autor se refiere al comentario de Radbruch sobre
la expresión “corrección” (Besserung), que según este último debía ser entendida como “doma” (Bändigung),
pues se ajusta mejor a la finalidad pretendida con estos establecimientos.
14
Beccaria, C.: De los delitos y de las penas, Alianza editorial, Madrid, Segunda reimpresión, 2002.
15
Beccaria, C.: De los delitos…, pág. 51.
16
Este es otro de los grandes problemas que presentaba la cárcel de custodia y que para resolverlo se
propicia la aparición de los sistemas penitenciarios. Vid. Fraile, P.: Un espacio para castigar…, pág. 34.
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“Arquitectura y sistemas penitenciarios”, iustel.com, RGDP, n.º 8, noviembre 2007
Hasta este momento las cárceles eran edificios construidos para distintos fines pero que
habían sido reutilizados para encerrar personas. Son torres, castillos, fortalezas... Pero, a partir de
finales del s. XVIII se construye una prisión que es paradigma y modelo de las siguientes: la
famosa “Maison de Force” en Gante edificada en 1775 17. Era de forma octogonal, con ocho patios
trapezoidales separados unos de otros, por ocho alas de dobles bloques de celdas, que
convergían en un gran patio central octogonal.
17
Vid. Howard, J.: El estado de las prisiones en Inglaterra y Gales, México, 2003.
7
M.ª del Valle Sierra López
18
Sobre el filántropo inglés puede consultarse el artículo de Gudín Rodríguez-Magariños, F.: “Crónica de la
vida de John Howard, alma mater del derecho penitenciario” en ADPCP, 2005.
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“Arquitectura y sistemas penitenciarios”, iustel.com, RGDP, n.º 8, noviembre 2007
Según los planteamientos teóricos de Bethan, el edificio debía tener forma circular cubierto por
un gran techo de cristal que le asemejaba a una linterna gigante 19. Cada celda tenía ventanas con
vistas a la parte exterior de la circunferencia, así como una puerta que se abriría por la parte
interior, y que consistía en una reja de hierro bastante ancha que exponía a los presos
enteramente a la vista 20.
19
Cuello Calón, E.: La moderna penología…, pág. 333.
20
Castellón, J.: “El famoso panóptico de Bentham” en Revista de Estudios Penitenciarios, n.º 5, 1945.
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Peculiar era la disposición del centro de vigilancia, pues permitía al inspector, sin ser visto,
vigilar todas las celdas. De manera que en tan solo un minuto podía contemplarse toda la actividad
21
del penal moviéndose en un espacio sumamente reducido . Además mediante unos tubos de
22
hojalata se facilitaba la correspondencia entre las celdas y la torre central . En resumen, el
panóptico puede ser descrito como dos cilindros uno dentro de otro. El interior sería la torre
central, separada por un espacio de la zona de celdas situadas en el cilindro exterior.
21
Fraile, P.: Un espacio para castigar…, pág. 134.
22
Ello en la primera versión del Panóptico, pues posteriormente la abandona; la razón, según Foucault,
podría haber estado en las dificultades acústicas reales del proyecto. Foucault, M.: Vigilar y castigar....,
pág.205, nota 4.
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“Arquitectura y sistemas penitenciarios”, iustel.com, RGDP, n.º 8, noviembre 2007
Desde el punto de vista del régimen penitenciario, el panóptico aparece como una propuesta
para guardar a los presos con más seguridad y economía y para actuar en su reforma moral con
23
nuevos medios que aseguren su conducta . Los internos deberán ubicarse en distintos
pabellones, con separación de sexos, adecuada alimentación, vestido y limpieza. Pero, aunque la
prisión era de tipo celular, en el sentido de confinar en celdas a los reclusos, cada celda podía ser
compartida por un cierto número de presos (dos, tres o cuatro) 24.
Aunque, el panóptico no tuvo el éxito que Bentham esperaba, quizás por su excesiva simpleza,
lo cierto es que con él aparece el primer diseño arquitectónico carcelario: el llamado de inspección
25
central al que, posteriormente, se le unirán el de pabellones laterales, el paralelo y el
actualmente utilizado en España, conocido como modular. Todos ellos conforman los diseños
imperantes en la arquitectura carcelaria, y vamos a verlos con más detalle a continuación.
Basado en el principio de inspección central, este diseño hunde sus raíces en el utilitarismo
inglés, que fundamenta la pena en la pura intimidación, y considera la pena correcta aquella que
mejor responda a este fin: prevención del delito a través del horror que inspira. En el plano
26
arquitectónico supondrá la construcción de edificios que provoquen un gran impacto visual , así
23
Fraile, P.: Un espacio para…, pág. 135.
24
Posteriores proyectos penitenciarios conforme al panóptico describen las celdas como un habitáculo
compuesto de dormitorio, sala de trabajo y pasillo. Vi. Foucault, M.: Vigilar y castigar…, Lámina 20.
25
García Basolo, JC.: “Introducción a la arquitectura penitenciaria” en Revista Penal y Penitenciaria, 1961,
págs. 68 y ss.
26
Vid. Cabrerizo, F.: Las prisiones de Londres y las nuestras, Madrid, 1911, pág. 117.
11
M.ª del Valle Sierra López
como construcciones que faciliten el máximo control del sujeto. Este diseño dio origen a varios
estilos: el ya comentado del panóptico, propiamente dicho, el circular y el radial 27.
4. Plano de Millbank
Respecto de prisiones tipo panóptico, en 1811 el parlamento inglés encomendó una comisión
del plano del panóptico y en 1816 se construyó la prisión de MILLBANK, en forma de octógono,
28
aunque no se edificó en su totalidad el panóptico . Esta prisión estuvo originariamente destinada
a la reclusión de los penados que habían de ser deportados. Cuando desaparece la pena de
deportación, los reclusos se dedicaron a elaborar zapatos; primero solos en sus celdas y luego en
una sala común.
27
En España, la introducción del diseño de inspección central se produce más tarde que en el resto de
Europa, concretamente en el Programa de 1860. En este Programa se pretende reformar las cárceles que
fueran susceptibles de reforma y crear nuevos edificios para los casos de prisiones inservibles o
irreformables. Admitió dos clases de arquitectura: la panóptica y la radial. Cadalso, F.: Diccionario de
legislación penal, procesal y penitenciaria, Tomo I, Madrid, 1916, pág. 140.
28
García Basolo, JC.: “Introducción a la arquitectura…”, pág. 67: Neumann, E.: Evolución de la pena…,
pág. 80.
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En EE.UU., las ideas de Bentham fueron bien acogidas, pero no en su total concepción. En
1919 se fundó la prisión de STATEVILLE (Illinois), que tiene cuatro bloques circulares de celdas
con una torre central de vigilancia conforme al sistema panóptico 29.
En el estilo circular, a diferencia del panóptico, las celdas están cerradas con gruesas puertas
que impiden ver su interior. No obstante, mantiene algunas características del panóptico como el
colocar las celdas en la circunferencia del edificio y la posibilidad de colocar más de un preso por
celda 30. Así pues, el estilo circular tenía muchas menos pretensiones que el panóptico, pues no se
pretendía ver el interior de las celdas, aunque ambos, desde la torre central, pretenden resolver
los problemas relativos a vigilancia y movimiento de reclusos. Podemos verlo más claramente en
la famosa prisión de BREDA en HOLANDA.
29
Neumann, E.: Evolución de…, pág. 81.
30
García Basolo, JC.: “Introducción a la arquitectura penitenciaria” en Revista de Estudios Penitenciarios,
n.º 155, 1961, pág. 3372.
13
M.ª del Valle Sierra López
6. Prisión de Breda
Finalmente, el estilo radial fue el verdaderamente acogido de forma mayoritaria. Por eso las
prisiones radiales pueblan el mundo. Este estilo tiene diversas variantes: en Y o en T; en cruz; en
abanico y, finalmente en estrella 31.
Precisamente de forma estrellada tenemos ejemplos en EEUU, pero adoptando un peculiar
32
estilo denominado por los americanos “tipo Bastilla” en alusión a la construcción de edificios
fuertes, macizos, sombríos. Este tipo fue iniciado por el arquitecto inglés Haviland con la
construcción de la EASTERN PENITENCIARY DE FILADELFIA (cuya primera piedra fue colocada
en 1823) 33. Pertenecía al llamado “diseño radial” y fue la primera de este tipo. De su punto central,
donde se hallaba el puesto de vigilancia, arrancaban siete alas de celdas de dos pisos, cada ala
contenía doble hilera de celdas exteriores separadas por un corredor.
31
Ibídem, pág. 3373.
32
Cuello Calón, E.: La moderna penología…, pág.333.
33
García Basolo, JC.: “Introducción…” (RPP), pág. 71.
14
“Arquitectura y sistemas penitenciarios”, iustel.com, RGDP, n.º 8, noviembre 2007
34
En la EASTERN PENITENCIARY DE FILADELFIA , se aplica el primero de los sistemas
penitenciarios norteamericanos más famosos: el filadélfico o celular de los cuáqueros de
Pensilvania (aunque ya aplicado por primera vez en la prisión de Walnut Street Jail), también en
Filadelfia, Este sistema estaba basado en la potenciación del arrepentimiento del sujeto a través
35
de la meditación religiosa . Su fundador fue Willian Penn, un cuáquero que había cumplido
prisión en Inglaterra y que, en vista de la mala situación de las cárceles, emprendió una reforma
de las mismas. Así a principios del siglo XIX se aplicó el régimen de PENN sobre la base de la
clasificación de los penados en la EASTERN PENITENCIARY, que fue la primera de régimen
celular donde se aplicó el aislamiento continuo 36.
34
Lo singular de esta prisión es la conjunción entre arquitectura y sistema penitenciario, que precisamente
fue la que la hizo modelo y paradigma para posteriores prisiones en EE.UU. y Europa.
35
Cadalso, F.: Instituciones penitenciarias y similares en España, Madrid, 1922, pág. 246, nota (I).
36
Cfr. Cuello Calón, E.: La moderna…, pág. 334.
37
Ibídem, pág. 314.
38
Según Cadalso, este régimen nació en los monasterios y de aquí pasó a las Corporaciones laicas y
Ámsterdam en 1596, las ciudades de la Liga Anseática posteriormente y otras instituciones construyeron
prisiones de tipo celular. Así, por ejemplo, Clemente IX inauguró en Roma (1703) la conocida prisión de San
Miguel, dedicada a la corrección de menores y visitada años más tarde por Howard. Cadalso, F.: Instituciones
penitenciarias en los Estados Unidos, ed. Hispania, Madrid, 1913, págs. 116 y ss.
15
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No obstante, dado los múltiples inconvenientes del régimen (su coste y la afectación
psicológica de los presos) 39, con los años dejó de aplicarse el sistema filadélfico puro.
Dentro del estilo radial, pero en forma de ABANICO se construyó en Inglaterra en los años
1840-1842 la prisión de PENTONVILLE con cuatro alas radiadas en forma de ABANICO.
Perpendicular a ellas se encontraban los edificios que contenían la administración y demás
servicios. Esta prisión sirvió de modelo para las siguientes prisiones que se construyeron en
Inglaterra y Alemania (prisión de Moabit, en Berlín) 40.
En ellas se implanta el régimen filadélfico, es decir, silencio absoluto, y salidas al patio con
máscaras para carecer de identidad.
Utilizando la misma forma EN ABANICO, a mediados también del siglo XIX se abrió la prisión
de HOLLOWAY en Islington, en Londres. Al principio se usó como prisión mixta que albergaba
tanto a hombres como a mujeres, pero debido a la demanda creciente de espacio para reclusas en
1903 se convirtió en cárcel de mujeres 41.
Finalmente como representativa de la variante en CRUZ tenemos las prisiones de Wandsworth
(Inglaterra) y Fuchu (Japón). La prisión de WANDSWORTH 42 (en el suroeste de Londres), es una
de las más grandes de Europa Occidental. La prisión fue construida en 1851. En todas ellas, el
régimen penitenciario era el pensilvánico.
39
Es curiosa la anécdota que Cadalso recoge en su monografía para reforzar las posiciones contrarias al
sistema celular puro. Según los defensores de este sistema sus efectos positivos los producen la misma
soledad de la celda que incita a la reflexión. Pero estos efectos son más teóricos que prácticos, pues el
general Lafayett cuando más pensó en la revolución fue precisamente cuando estuvo preso en la prisión de
Olmutz por revolucionario. Cadalso, F.: Instituciones penitenciaras…, pág. 118.
40
Cfr. Cuello Calón, E.: La moderna penología…, pág. 334.
41
Una descripción del régimen de la prisión puede encontrase en Cabrerizo, F.: Las prisiones de Londres y
las nuestras, Madrid, 1911, págs109 y ss.
42
En http://www.hmprisionservice.gov.uk/prisioninformation/locateaprision. 02/04/2007.
16
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43
A partir de 1972 la prisión acogió a presos denominados de clase B (tendencia delictiva avanzada) y F
(extranjeros que necesitan un tratamiento diferente frente al resto de los japoneses) (se excluyen los
miembros de las Fuerzas Armadas Estadounidenses).
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El sistema pensilvánico tuvo mucho éxito en Europa pero con variantes: algunas prisiones lo
aplican sólo a determinados presos; en otras se les permite contacto entre ellos pero con
máscaras (PENTONVILLE)….
Pueden ser muchas las razones, pero quizás las de mayor peso puedan ser de naturaleza
teleológica, pues con este sistema se pretendía una corrección absoluta del sujeto a través de su
“conversión”, incidiendo en lo más profundo de su conciencia con el recogimiento y aislamiento
44
total. En definitiva, la conversión como elemento primordial de la corrección . Este sistema
supuso la puesta en práctica de las teorías correccionalistas 45.
No obstante, al otro lado del Atlántico (en EE. UU.), el sistema pensilvánico no tiene el éxito
que tuvo en Europa. Algunos penólogos lo achacan a que no se adaptaba al sistema práctico de
los norteamericanos (no había trabajo) 46.
44
Precisamente en la discusión entre las excelencias del sistema pensilvánico y auburniano, este fue uno
de los temas de debate. Vid. Foucault, M.: Vigilar…, pág. 242.
45
En Europa, su máximo exponente se encuentra en el penalista alemán Röder; quien desarrolla todo un
planteamiento preventivo especial basado en la “mejora” o “enmienda” del sujeto. Entre otras, mantiene un
concepto subjetivo de antijuricidad en virtud del cual, ésta es entendida como intención contraria al Derecho,
o mala voluntad. Por ello, la pena no se impone ya por el hecho, sino por la “intención” del autor.
Las teorías correccionalistas tuvieron gran éxito en España, creándose, incluso, una Escuela española de la
mano de Concepción Arenal y posteriormente Dorado Montero, aunque este último es considerado más
correccionalista-positivista. Vid. Antón Oneca, J.: “La prevención general y la prevención especial en la teoría
de la pena” en Obras, T II, ed. Rubinzal, Buenos Aires, 2002, págs. 37, 38 y 39; Quintero Olivares, G.: Curso
de Derecho Penal. Parte General, ed. Cedecs, Barcelona, 1996, págs. 183 y ss.
46
Cuello Calón, E.: La moderna…, pág. 313.
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Por este motivo, en el estado de Nueva York se implanta un nuevo régimen carcelario, el
47
llamado sistema de Auburn . Los antecedentes de este sistema se encuentran en la prisión de
NEWGATE, construida en la orilla izquierda del río Hudson.
Estaba compuesta por dos edificios independientes: uno para hombres y otro para mujeres. Se
hacía especial incidencia en el trabajo diurno en común y los patios para paseos. A los diez años
se había quedado pequeña. Ya para entonces, el sistema pensilvánico había fracasado, por lo que
en 1816 se empieza a construir la prisión de AUBURN, y con él surge un nuevo diseño
arquitectónico: el diseño de Pabellones Laterales 48.
2. Pabellones laterales
El nacimiento de este nuevo diseño es lógico si pensamos que el, a su vez, nuevo sistema
penitenciario permitirá el contacto entre los presos; pues hay salidas al trabajo, a los patios. El
edificio no puede ser ya radial pues dificulta las salidas en orden, la custodia y seguridad de los
funcionarios. De ahí que el edificio tenga otra forma geométrica: la rectangular.
Volviendo al nuevo régimen penitenciario, en la prisión de AUBURN, el Capitán Lynds, su
director, implantó el régimen auburniano, tal y como luego siguió en la posteridad, sobre la base
49
del aislamiento nocturno y la vida en común durante el día, bajo la regla del silencio .
47
Cadalso, F.: Instituciones penitenciaras…, págs. 105 y ss.
48
Cfr. García Basolo, JC.: “Introducción a la arquitectura…” pág. 78.
49
Cuello Calón, E.: La moderna penología…, págs. 334 y ss.
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Curiosamente este sistema tiene las mismas bases que las mantenidas en el Hospicio de San
Miguel en Roma y en la prisión de Gante en Bélgica medio siglo antes 50.
Pero el sistema auburniano fue terriblemente más riguroso, pues la infracción de la regla del
silencio era castigada con pena corporal, con azotes o con el famoso “gato de las nueve colas”.
Incluso se recurría al azote colectivo de grupos de reclusos para que el culpable no escapara al
castigo. El preso estaba por completo aislado del mundo pues no se le permitía recibir visitas ni
aún de su familia.
El aislamiento celular nocturno tenía para Lynds una doble finalidad: materializaba el descanso
de la fatiga diaria y evitaba la contaminación de los reclusos entre sí. El trabajo en común (otra
característica del sistema) evitaba los inconvenientes del sistema pensilvánico, pues el trabajo en
celda exigía de una infraestructura muy costosa, evitada con el sistema mixto auburniano
mediante la creación de zonas de trabajo colectivo. La regla del silencio absoluto era,
evidentemente, el punto más vulnerable del sistema. Además hay que tener en cuenta que para
mantener esta regla se utilizaban los castigos corporales 51.
El sistema auburniano fue el adoptado en la mayoría de las prisiones de los Estados Unidos
quizás por adaptarse al sentido práctico de los norteamericanos, pues permitía combinar una dura
disciplina con un trabajo productivo.
Así como el diseño de inspección central aparece en sus comienzos unido al sistema
filadélfico, el diseño de pabellones laterales está vinculado al régimen auburniano. Los autores
americanos describen el edificio para este sistema como una caja con dos grupos o bloques de
celdas. Entre los bloques de celdas y el muro exterior existía un estrecho corredor de la longitud
52
del edificio . Como las celdas eran interiores, el aire y la luz sólo podían penetrar por las
estrechas ventanas abiertas en los muros exteriores de la prisión. Sus celdas eran de muy
50
García Basolo, JC.: “Introducción…”, pág. 78.
51
Por ejemplo con el famoso látigo de las nueve colas. Vid., su descripción en Cabrerizo, F.: Las prisiones
de Londres y las nuestras…, pág. 77.
52
Cadalso, F.: Instituciones penitenciarias…, págs. 122 y 123.
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reducidas dimensiones de unos dos metros de fondo y uno de ancho de longitud, 4 de anchura y 8
de altura 53. Característicos de esta prisión eran sus bloques de celdas de piedra y acero a prueba
de toda herramienta.
53
Cuello Calón, E.: La moderna penología…, pág. 335.
54
Cadalso, F.: op. cit., pág., 123.
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convictos de los de mejor conducta y mayor habilidad para, bajo su mando, dedicarlos a las obras
55
. En 1828 se terminó la prisión que recibió el nombre de “SING SING”, a la que fueron
trasladados los reclusos de Newgate.
3. Paralelo
56
Finalmente nos queda por analizar, el Diseño Paralelo , que tiene su máximo exponente en
Francia. En 1898 se habilita la Prisión de Fresnes cerca de París para el cumplimiento de penas
cortas. Su arquitectura se aparta de los cánones imperantes hasta el momento. Su arquitecto crea
así el diseño paralelo, denominado también partido en espina, o en doble peine o poste telefónico.
Dicho arquitecto dispone los pabellones rectangulares de celdas exteriores y otras dependencias
paralelamente entre sí y perpendiculares a un corredor central. En un extremo del corredor central
coloca el edificio de administración y en el otro la capilla 57.
55
Cfr. Neumann, E.: Evolución de la pena…, pág. 127.
56
García Basolo, JC.: “Introducción…”, pág. 79.
57
García Basolo, JC.: “Introducción…”, págs. 80 y ss.
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El régimen penitenciario en esta prisión es de aislamiento total . Sin embargo los detenidos,
los condenados por contravenciones de simple policía, los detenidos por deudas, los delincuentes
políticos, podían, si lo solicitaban, ser dispensados de llevar el capuchón, pero solo podían circular
por la prisión fuera de la presencia de los otros reclusos. Cada detenido está provisto de una placa
de metal con el número de su celda. Dicha placa, mientras el preso está en su celda, permanece
colgada fuera y cuando sale de la misma, la coge y se la cuelga en el pecho. Está prohibido llamar
a los reclusos por su nombre, que sólo conocen contados funcionarios. FRESNES se dulcifica y
permite el contacto de los reclusos con su familia dos veces por semana 59.
58
Navarro de Palencia, A.: Las prisiones extranjeras (Francia, Belgica e Italia), Madrid, 1918, págs. 35 y ss.
59
Romero de Aguilar, D.: Ciencia Penitenciaria. Historia de las instituciones penitenciarias en Francia y
Bélgica, ed Alcalá de Henares, Imprenta de la Escuela de Reforma, 1935, págs. 219 y ss.
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Finalmente, el régimen penitenciario que queda por comentar es el llamado Sistema Progresivo
60
, que actualmente, con variantes y reformas lógicas, se mantiene en Europa. Surgió en Inglaterra
a finales de la primera mitad del siglo XIX, aunque su germen se encuentra en la obra del Capitán
61
Alexander Maconochie en la isla de Norfolk (Australia) . A esta isla enviaban los ingleses a los
delincuentes más temidos y peligrosos. Nombrado Maconochie director de la prisión, puso en
marcha un nuevo régimen que sustituía la severidad por la benignidad. En el momento del ingreso
el recluso era destinado al aislamiento celular absoluto, pero con el transcurso de la condena,
buen comportamiento y el trabajo en prisión se le concedían ciertos beneficios de forma gradual.
En España se introduce por mediación del Coronel Montesino, quien puso en marcha una
variante del sistema progresivo en el presidio de Valencia, donde fue director.
El sistema que más éxito ha tenido es el progresivo, con las pertinentes modificaciones por
países. Este éxito tiene su causa en el hecho de que es el que mejor se adapta a las modernas
políticas penitenciarias que desde los años 60 del pasado siglo se orientan a la reinserción de los
penados.
4. Modular
Evidentemente, esta nueva política penitenciaria afectará a los edificios surgiendo en España
un nuevo diseño arquitectónico, el MODULAR, que actualmente se mantiene. La presencia de
este nuevo diseño hay que situarlo a partir de 1950, ajustándose al nuevo sistema penitenciario (el
progresivo), que requería otro tipo de construcciones adaptadas a una mayor individualización de
los reclusos y que potenciara la política de reinserción. Los edificios del diseño modular son
construcciones autónomas con las dependencias necesarias dentro de cada módulo, para impedir
que se mezclen internos, lo que permite una mejor clasificación de los mismos.
En España la modernización de las prisiones viene de la mano de la actual etapa democrática
y sobre 1985 se les encomienda a tres equipos de arquitectos la proyección de las nuevas
prisiones. Uno de ellos fue el que proyectó los prototipos de las prisiones de ALAHURÍN,
62
ALGECIRAS y JAÉN . Esta última fue terminada en 1990. Un año antes de publicarse
oficialmente el “Plan de Creación y Amortización de Centros Penitenciarios de 1991”. Las nuevas
construcciones pretenden dignificar la actividad penitenciaria partiendo del respeto y la defensa de
los individuos. Los pabellones son independientes y autosuficientes, procurando una organización
de no más de 50 celdas individuales. Se intenta reinstaurar lo que las cárceles antiguas negaban a
60
En España su precursor fue el Coronel Montesinos. Vid. Tome Ruiz, A.: “Montesinos, precursor del
sistema progresivo irlandés” en Revista de Estudios Penitenciarios, 1945 y Cuello Calón, E.: “Montesinos
precursor de la nueva penología” en Revista de Estudios Penitenciarios (Homenaje al Coronel Montesinos),
1962.
61
Cfr. Neumann, E.: Evolución de la pena…, págs. 131 y ss.
62
http://www.upm.es/canalUPM/notasprensa/Doc2006041901.html.
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“Arquitectura y sistemas penitenciarios”, iustel.com, RGDP, n.º 8, noviembre 2007
los reclusos: actividad física e intelectual. Por eso los nuevos centros penitenciarios cuentan con
todo tipo de servicios y actividades cívicas para el desarrollo de las personas.
Interesante fue el proyecto arquitectónico del Centro Penitenciario de Alahurín de la Torre
(Málaga) 63, cuyo plano de planta principal vemos a continuación:
63
Arquitectos: J.M. Aparicio Alonso, J.M. Rodríguez Noriega y Emilio Tuñón Álvarez.
64
AAVV.: Edificios judiciales, penitenciarios y administrativos, Ministerio de Obras Públicas, 1986, pág.40.
65
Al igual que establecía el anterior artículo 14 de la Ley Orgánica General Penitenciaria de 26 de
septiembre de 1979.
25
M.ª del Valle Sierra López
del Reglamento: “En los Establecimientos que alberguen detenidos, presos, penados y sometidos
a medidas de seguridad, se observará una estricta separación entre ellos, de acuerdo con su
situación legal”.
Esta separación exigió duplicar determinados servicios y, teniendo en cuenta, además, la
diferente situación de los internos, se establecieron dos estructuras diferentes. Cocina,
economato, lavandería, polideportivo, capilla, salón de actos y biblioteca, junto con las
dependencias de funcionarios, constituyeron un núcleo de servicios que sirvió a la totalidad del
66
centro . Finalmente los dos espacios y estructuras diferentes acogían a presos preventivos y a
los penados. Cada zona tenía un carácter distinto, apoyándose en régimen diferente de cada uno
de los grupos de presos. La zona de preventivos era un recinto más controlado, donde la vida de
los internos se desarrolla en cada módulo, con independencia absoluta entre ello, mientras que la
zona destinada a cumplimiento contiene una población más homogénea y un régimen más
continuado de trabajo, por lo que el tratamiento de los espacios debía ser diferente (los talleres
aparecen concentrados en un núcleo común a todos los módulos). De esta forma se produce una
configuración de los módulos como pabellones independientes, dentro de un gran espacio común,
controlado desde el perímetro 67.
En fin, únicamente para terminar me gustaría incluir los últimos edificios construidos como
prisiones. Por un lado, aunque parezca increíble, como adelanté al principio, también las prisiones,
a pesar de la función que cumplen, pueden llegar a ser bellas; valgan de ejemplos estas
impresionantes construcciones.
66
AAVV.: Edificios judiciales…, pág. 41.
67
Cfr. AAVV.: Edificios judiciales…, pág. 42.
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“Arquitectura y sistemas penitenciarios”, iustel.com, RGDP, n.º 8, noviembre 2007
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Ambas fotografías están sacadas del libro Prison Architecture: Policy, Design and Experience, una
selección de trabajos recopilados por L. Fairweather y S. McConville, publicada por la editorial Architectural
Press, Oxford, 2003.
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