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1.

La mexicana
https://www.youtube.com/watch?v=bBqWBmKzeNc

Comenzamos con una introducción del tema hablando sobre la popularidad que tuvo este tema en
youtube y como se hacer casi viral el año 2011. En este sentido comenzamos a hablar de la
musicalización de temas poco comunes en la música como es una quitada de droga y la utilización
de la jerga propia de los sectores populares. Acá creo que es importante hablar de la función del
trovador como un contador de historias y además del rescate que hace este autor de esta tradición
tanto como miembro de Calenda maia y así como también en tanto lutier.
2. Hay helao a cien
https://www.youtube.com/watch?v=8RV65j7jQXY
Ya entrando en las materias más concretas y específicas podemos analizar lo que hace este autor
en relación a recoger un paisaje sonoro (como en este caso una feria) y darle una sonoridad y
armonía muy propia. Acá Miguel puede hablar de su propia propuesta y además plantear las
potencialidades y antecedentes de este camino.
3. No le entregues el poder.
https://www.youtube.com/watch?v=FnIXORmh6yo
De esta sección en adelante podemos abordar las canciones más abiertamente políticas del Tata.
En específico es bueno entender la propuesta que el entrega en sus canciones principalmente
autonomista y libertaria (en su genuinos sentidos) y en el contexto en el que emergen estas
canciones, específicamente las movilizaciones estudiantiles.
4. En la tele.
https://www.youtube.com/watch?v=_FXeuKAPyy8
Acá yo pondría en tensión la poética del autor con respecto a ciertas propuestas que rayan, desde
mi punto de vista, en lo panfletario. En este mismo sentido se podría abordar la declarada influencia
del cristianismo en su carrera y postura política.
5. Te vas de mi
https://www.youtube.com/watch?v=mwv18TiVP-4
Por último es interesante poder abordar la temática del consumo de drogas y la descripción de las
experiencias de estados de conciencia alterados que el autor realiza en otras canciones como
“Terrileloco”.

Pedro Antonio «Tata» Barahona Venegas (Santiago, 17 de septiembre de 1971) es


un cantautor, trovador y luthier chileno.

Biografía[editar]
Nació en una familia modesta santiaguina, hijo de Juan Barahona y de Inés Venegas. En 1985,
influido por Víctor Jara, Violeta Parra, Eduardo Gatti, Silvio Rodríguez y otros músicos populares de
la nueva canción latinoamericana, inició sus primeros estudios musicales. A finales de la década,
debutó exitosamente como cantautor y participó en el movimiento cultural de resistencia contra
la dictadura de Pinochet con canciones de protesta como «Los cеrdos militares».
En 1991 ingresó a la UMCE para cursar estudios de pedagogía en música, donde entró en contacto
con trovadores como Alexis Venegas, Manuel Huerta y Francisco Villa, y al año siguiente se unió al
grupo de teatro y música medieval Calenda Maia. En 1993 publicó su primer trabajo musical, A los
amigos y a la compañera, un casete de diez canciones autoproducido y grabado artesanalmente.
Después de una década de trabajo junto a Calenda Maia y como artesano y luthier profesional, en
2003 apareció su segundo disco artesanal, Trovador, que registra un concierto suyo en el pub La
Máquina. A éste le siguió otro disco confeccionado artesanalmente, Andar por las cuerdas (2006),
grabado durante un recital que ofreció en el histórico bar La Piojera.
En 2011 grabó su primer disco de estudio, Fotografías, cuyo tema «La mejicana» (llamado también
«Tilacum chetumare») se convirtió inesperadamente en un fenómeno de YouTube, disparando la
popularidad de Barahona. Esta canción —narrada desde el punto de vista de un traficante de drogas
y caracterizada por el uso de un lenguaje popular y de modismos del coa o jerga delictual—, junto
con temas de excepcional armonía y sencillez poética como «República», «Pregón de la pobreza» o
«Dos vidas», forma parte de un mosaico de historias que reflejan la realidad cotidiana chilena.
En 2015 publicó su quinto álbum (y el segundo grabado en estudio), titulado Imágenes, el cual le
valió nominaciones a los Premios Pulsar 2016 en las categorías de Álbum del Año, Artista del Año y
Mejor Cantautor.

Discografía[editar]

 A los amigos y a la compañera (autoproducido, 1993)


 Trovador (autoproducido, 2003)
 Andar por las cuerdas (autoproducido, 2006)
 Fotografías (2011)
 Imágenes (2015)

Tata Barahona

Cantautor independiente, integrante del grupo de música medieval Calenda Maia y con una
discografía iniciada en 1993. Sus orígenes se encuentran en circuitos estudiantiles, que luego
se fueron ampliando a los escenarios de la trova en un camino creativo marcado por
cantautores como Eduardo Gatti y Alexis Venegas.
En el 2011 alcanzó una inusitada difusión en YouTube y las redes sociales con su canción “La
mexicana”, el sencillo parlamento de un ficticio personaje popular, referido en parte, a los
efectos de la marihuana. El tema es parte de su cuarto trabajo Fotografías, donde su oficio de
compositor excede los límites de ese tema (como lo ha mostrado en toda su historia musical),
pero que le permitió multiplicar el alcance de sus canciones.
Desde los ochenta
Pedro Tata Barahona Venegas nació en Santiago dentro de una familia modesta, creciendo
con los tangos, cuecas y diversas músicas que escuchaba su padre, Juan Barahona, conserje,
y la música romántica de la radio de su madre, Inés Venegas, dueña de casa. Inició sus
primeros ejercicios musicales hacia 1985, influenciado por referentes de la música de
trovadores como Víctor Jara, Violeta Parra, Eduardo Gatti, el cubano Silvio Rodríguez y otros
similares provenientes de la cultura musical latinoamericana.
En 1988 se abrió espacio con canciones de contenido antidictadura en establecimientos
educacionales como el Liceo Lastarria, Liceo 7 de Niñas y el Liceo Blas Cañas. Luego de
intentar con la carrera de Ingeniería en Sonido, el año 1991 ingresó a estudiar pedagogía en
música en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), experiencia
enriquecedora y conflictiva a la vez. Enriquecedora por el roce con trovadores como Alexis
Venegas, Manuel Huerta y Francisco Villa, pero conflictiva por el contacto con la academia,
la cual si bien le entregó una serie de recursos técnicos, puso también en crisis su creatividad,
hasta entonces libre y espontánea.
En 1993 realizó su primera producción musical de manera autodidacta, editando con diez
canciones el cassette A los amigos y la compañera. En los años siguientes Tata Barahona
continuó componiendo, aunque más bien alejado de los escenarios de la trova nacional, esto
debido al intenso trabajo con el conjunto Calenda Maia (al cual se integró a fines de 1992) y
también a su labor como luthier, especializándose en instrumentos de cuerda y reproducción
de instrumentos medievales.
En el 2003 presentó el disco Trovador, con el registro de un concierto en el pub La
Máquina. Luego, el 2006, Andar por las cuerdas fue lanzada en el tradicional bar La Piojera. El
2011 marcó una nueva etapa en su carrera como cantautor. Fue el año de la primera
producción discográfica realizada en estudio, Fotografías, grabada junto a Pablo Urzúa (bajo)
y Pedro Urzúa (batería), marcando así una diferencia con respecto al formato acústico de
sus trabajos anteriores. Ese mismo año fue testigo de una acelerada expansión de su trabajo
a un público más amplio y diverso, sobre todo después de que un admirador subiera a la
plataforma YouTube una grabación amateur de la canción “La mejicana”, la cual incrementó
drásticamente sus visitas luego de su difusión radial.
Con respecto a la particular dinámica creativa de Tata Barahona, resulta muy interesante
encontrar un crisol de luces culturales provenientes de la sonoridad medieval, de la crónica
cotidiana, de la sátira y de aquellas emociones y vivencias tan anónimas como transversales a
lo humano, todo aquello expresado de una manera en que resulta nefasto hablar de límites
entre lo “popular” y “no popular”. Con una gran habilidad en la ejecución guitarrística y una
particular estética musical, el arte de Tata Barahona es el relato de nosotros mismos, el relato
de aquel maltratador de su familia, del vendedor de la feria, de ese microtraficante que termina
asesinando a quien le roba, del niño que vibra ante una melodía, de un enamorado
agradecido, etc. Tal cual ha dicho el mismo cantautor: «Mis canciones yo las definiría como
crónicas de la vida cotidiana, de los amores, los odios, las caídas y las esperanzas. Las veo
como un registro de los pensamientos e ideas de un tiempo y un país en constante
transformación […]. Soy un obrero de la música, un cronista, un cantacuentos de nuestra
sociedad».

Tata Barahona: “Los trovadores debemos crear


un momento de reflexión en las personas”
Fue en 2011, uno de los años más movidos para Chile en el último tiempo,
cuando el apodo del “Tata Barahona” se acercó a los oídos de todos. Una
recordada presentación subida a Youtube, en la que el cantautor interpreta
“La mexicana” –hoy con más de 1 millón de visualizaciones– terminó por
levantarlo como uno […]

Por Vanessa Vargas Rojas / 10.11.2014

Fue en 2011, uno de los años más movidos para Chile en el último tiempo, cuando
el apodo del “Tata Barahona” se acercó a los oídos de todos. Una recordada
presentación subida a Youtube, en la que el cantautor interpreta “La mexicana” –
hoy con más de 1 millón de visualizaciones– terminó por levantarlo como uno
de los nuevos referentes de la trova.

Sin embargo, la relación entre Barahona y la música había surgido muchos años
atrás. En una conversación con ElDesconcierto.cl, Pedro Barahona ahondó en el
sentido de sus canciones y en las motivaciones de su rol como cantautor en el
espacio social.

Pedro, cuéntanos cuándo empezaste a escribir canciones y qué cambió en


tu carrera con la viralización de ese video de La Mexicana en Youtube.

Yo empecé a escribir canciones como a los 14 años y en general me mantuve ahí,


siempre tocando, pero de forma muy piola. No me movía tanto en escenarios,
aunque en el colegio toqué harto. Yo empecé a tocar en público en 4to medio, en
un acto del colegio me tiré y ahí no paré nunca más.

En un momento me moví mucho, pero cuando ingresé a estudiar en la universidad


entré al grupo Calenda Maia y ahí me dediqué a trabajar en el grupo. En esa
faceta, seguí componiendo en la personal, como hobby mío no más. Y
ocasionalmente tocaba en público, hasta que en algún minuto toqué en una cosa a
la que me invitó Hernán Zúñiga, del Zócalo Producciones, un programa de la radio
de la Chile, Yo hablé con él, le pedí si me podía incorporar porque tenía ganas de
tocar hace tiempo y me dijo que sí.

En ese concierto yo me presenté junto a otras personas y, entre las canciones que
canté estaba La Mexicana, cuyo video después se viralizó. Y se hizo conocida la
canción esa y me empecé a hacer conocido yo, con otras canciones más y así,
poco a poco, empecé a ser llamado de diferentes lugares, locales y medios. De
pronto me vi envuelto en una expectación mediática impactante y gratificante, por
lo demás, porque me permitió dar a conocer mi trabajo y la obra mía, que por lo
que siento de la gente, es sólida, consistente, que repercute positivamente en las
personas y es bonito poder desarrollarse en eso. Era algo impensado para mí, una
novedad y sigue siéndolo.
¿A qué se debe este empujoncito de la trova en la música y cuál es la
importancia que tiene su regreso? Parece haber estado un poco dormida, al
menos en los circuitos más oficiales de la música chilena.

Yo creo que quizás es un fenómeno comercial, incluso, el que el hombre y la


guitarra hayan vuelto a sonar, pero esta veta se mantuvo siempre. Hay mucha
gente que viene componiendo hace años, que no tiene reconocimiento público y
es tremendamente talentosa. Yo, por la trova, cuando era muy cabro, consideré
que tenía la importancia de hacer una crónica historiográfica, cachai. Tenía ese
sentido, dejar un registro y testimonio de época. A mí me gustaba esa parte de la
composición. La música por sí sola es bella, pero yo quería que mi música tuviera
otra impronta, un testimonio. Opté por eso, políticamente, musicalmente, y
vinculando ambas cosas y también la libertad absoluta que yo tenía de poder
trabajar en otra cosa y hacer música libre de las gestaciones de la música
comercial.

¿Por qué crees que la trova llega con tanta facilidad a los estudiantes? En
las universidades se escucha mucho tu música y la de otros trovadores que
están sonando.

Chuta, no sé cómo explicármelo. Yo creo que, por una parte, muchas de mis
canciones se han convertido en una especie de música incidental en la vida de
muchos de ellos. En las movilizaciones escuchan ciertas canciones y otro montón
de situaciones por las que pasan en las que mi música está vinculada.

Por otro lado, tengo muchas canciones que están vigentes en los carretes de los
cabros, porque son como divertidas y tienen un toque de lo que es la realidad
social, pero también tienen un toque de algo gracioso, que rompe las lógicas
porque dice garabatos, en fin. Hay algún enganche ahí. Y por otro lado, también
han descubierto reflexiones profundas, que son un aporte a la reflexión que
tenemos que hacer como país sobre muchas cosas.
Eso nos vincula. A mí me han invitado a muchas tocatas las federaciones de
estudiantes. Cada vez que voy a una universidad siento ese goce que se siente,
yo también estudié en la U, hay una alegría y energía en constante movimiento
ahí, entonces es bonito.

En temas como La Mexicana y Te vas de mí, entre otros, muchos leen una
fuerte relación de tus composiciones con la marihuana. ¿Por qué hablar de
eso de manera tan sencilla, simple y directa?

Me pasa que, como me hice conocido con La Mexicana, donde yo hablo de una
escena de la vida en donde la marihuana aparece, vinculan mis otras canciones
con eso. Sueño de abril, por ejemplo, sólo porque es sueño de abril y entre los
marihuaneros corre esta onda de abril, cogollos mil, suponen que se refiere a eso.
Hay muchas metáforas literarias de esa canción, que si tú las analizas, calzan.

A mí, hace un tiempo atrás, Cristóbal Briceño, de Ases Falsos, me habló de


esta canción. Y yo le explicaba que no, le contaba el real sentido metafórico de la
letra y él no la podía creer, se había hecho toda una idea. De todos modos,
llegamos a la conclusión de lo hermosa que es la libertad de la música, donde las
canciones toman su propio rumbo. En Te vas de mí, se puede adjudicar a tantas
situaciones de pérdidas dolorosas que encasillarla en una, al final, da lo mismo.

Yo soy un reconocido consumidor de la marihuana, no tengo ningún problema en


admitir y comentar una cosa así porque yo creo que está entre las libertades de la
gente y jamás doy jugo cuando me fumo un pito. Y además, socialmente, hace
mucho tiempo ya que estamos preparados para discutir un montón de cosas. Por
supuesto que encontrarte con gente que toma copete, que fuma cigarros, que
consume marihuana o come en exceso, es un detalle más dentro de todas las
relaciones humanas.
“Este gobierno todo se lo pasa por la raja”
Macarena Gallo 02 Julio, 2011

Es autor de la canción “La mejicana”, que la rompe en internet y que cuenta, a chuchada limpia, la
historia de una quitada de drogas. Pero ‘Tata’ Barahona es mucho más que ese tema. Luthier e
integrante del grupo medieval Calenda Maia, desde los 80 es un trovador que canta contra los
milicos, la injusticia social y el poder.

Pedro “Tata” Barahona (39) es el autor de “La mejicana”, conocida también como “Tilacum
conchetumare”, una canción que la está rompiendo en youtube y que dice así: “La marihuana me
deja los ojos rojos, lorea poh loco/ Qué zarpa conchetumare / Soy flaite y la conchetumare / Y el loco
viene así y me dice loco vende un mono / Y yo le dije tai weón, ando con puras manos de 5 pesos
loco, ando terrile cargao loco /Y el loco me dice ¿en serio loco?/ Entonce pásala toa conchetumare/
Y el loco saca la media hoja poh loco”.

El tema hasta unas semanas atrás tenía sólo 500 visitas. Como por arte de magia, cuenta Barahona,
su canción llegó a manos de productores de una radio que la pusieron al aire. Hoy suma más de 180
mil visitas. “Este tema lo compuse hace como siete años y en todo este tiempo no se había hecho
conocido. No sé por qué. Una popularidad inesperada, pero que me tiene contento y con ganas de
hacer más cosas”, dice el músico que hace poco sólo era conocido por algunos fanes que siguen
sus pasos en el grupo medieval Calenda Maia, donde toca hace 19 años.

En diciembre de 1992, fue invitado por Jorge Matamala, uno de los fundadores del grupo: “Empecé
pegando afiches y al año ya estaba tocando. Esa música me abrió un mundo nuevo, el de la luthería,
que me permitió confeccionarme mis propios instrumentos y los del grupo. También aprendí a
fabricar artesanías en cuero, como bolsos y zapatos, que usamos en nuestras presentaciones”, dice.
En Calenda Maia, también da rienda a una faceta más actoral, interpretando roles secundarios y
protagónicos en los montajes donde deja de ser el Tata Barahona y pasa a ser Guiraut, como le
pusieron sus compañeros en honor al gran poeta y trovador medieval.

COA Y EDAD MEDIA


A “La mejicana” se suman “Cuarto Piso”, “Terrile loco” y “Saludos y llamados”, canciones que
también circulan en la web (con las que está preparando un disco) y que destacan por la simpleza
de sus letras -sin ninguna chuchada- y por la maestría en la guitarra.

¿Cómo surgen tus temas?

-Por ejemplo, en “La mejicana” simplemente estoy reproduciendo una escena.

¿Y de dónde sacaste esa escena? ¿Fumándote un cuete?

-Sí. Tengo la impresión que en algún momento me habré mirado al espejo y dicho “oh, la marihuana
me deja los ojos rojos, poh loco”. Y fue como el chispazo. Nunca recuerdo el momento en qué
escribo un tema. Entro en un estado en que una idea se me metió en la cabeza, no la puedo soltar, y
tengo que componer. Es casi una obsesión. Mi única convicción al momento de hacerlo es que mis
canciones sean reflejo de algo real, concreto, como una especie de crónica de lo que veo.

Como en el tema “Cuarto piso”, donde narras un episodio de violencia en tu edificio…

-Ahí cuento la historia terrible y verdadera de una familia que se golpeaba en un departamento que
estaba encima del mío. Escuché esas peleas durante meses. Y era penca. Incluso, llamé a
Carabineros cuatro veces y siempre llegaban una hora más tarde, cuando el tipo ya se había
cansado de pegarle a su mujer. Entonces, qué hacía, no podía ir a pegarle al hueón. Esa impotencia
explotó en esa canción terrible.

¿Qué te parece que la marihuana sea tan perseguida por los más conservadores?

-Estoy a favor del consumo responsable y libre. No tiene ningún sentido estar prohibiendo una planta
tan natural como el choclo, que tiene miles de propiedades, por culpa de unos hueones que se les
paró decir esto es una droga dura… ¡me cago!

En “La mejicana” hay harto del coa. ¿De dónde viene tu experiencia con ese lenguaje?

-El coa viene de la Edad Media, de mezclar y jugar con las palabras, de usar melodías religiosas y
ponerle textos ultra profanos. Los tipos narraban lo que acontecía en su época y gracias a eso
sabemos mucho de su historia. De esa época te enterai que ya había curas que tenían esposas por
fuera y criaban a la hija como si fuera la criada… El hombre medieval era un hueón que se movía
haciendo muchas cosas, ojalá cantando, tocando y contando un cuento… y eso tiene mucho que ver
con lo que hago. ¿Por qué rescato ese lenguaje? Porque observo eso. Muchas veces he trabajado
en proyectos en lugares marginales, donde los niños se expresan así comúnmente. Los observo e
imito como hablan. A veces les hablo en flaite.

¿Y qué te dicen?

-Una vez a un alumno le pedí un tip top para cortar y el hueón me decía “shí, tío”. Y no me la
pasaba. Entonces le dije: “loco, pasa la huéa pa acá”. Y el pendejo quedó mirando y otro dijo “no
sabía que el tío era de los nosotros”. ¿Cachai?, me sentí tan querido. El coa es más del corazón.

¿Por qué?

-Cuando un loco te dice “culiao, conchetumare, eris güena onda”, eso lo veo como una expresión de
afecto, aunque no lo creas, pero en cambio cuando un tipo te dice “este huevón concha de su madre
buena onda, pos oye” (pone voz de cuico), no sólo te está sacando la madre, sino que te está
poniendo el pie encima… A mí me daría más vergüenza hablar así con la papa en la boca que como
flaite.

ESOS CERDOS MILICOS

El “Tata” Barahona descubrió la trova cuando estudiaba en el Liceo Lastarria a mediados de los 80 y
escuchaba por primera vez a Violeta y Víctor Jara. Quedó fascinado, vuelto loco: “Víctor Jara era un
mártir, un tremendo artista. Su compromiso se me pegó en la frente, cuando lo escuché me nació el
odio a los milicos, me hizo sentir que la música tenía que hacerla con contenido y no hacer sólo esas
cancioncitas de amor sencillas que no me convencieron nunca”, dice.

Este nuevo descubrimiento musical hizo que dejara de lado la idea de convertirse en un rockero y
aprender la guitarra eléctrica como Angus Young de AC/DC. “Soñaba con tocar con máscaras de
oxígeno un rocanrol. Este loco se hacía bolsa tocando la guitarra y le tenían que colocar oxígeno
para que sobreviva. Eso quería hacer yo”.

¿Qué te atrae del heavy metal?

-Me gusta el rock pesado de Iron Maiden en la etapa de “Number of the Beast”, que es bien
melódico y tiene mucho de medieval. Las quintas paralelas que usan tienen mucho que ver con el
canto gregoriano. Y eso me atrae. Ahora, yo me siento un lobo rockero en una piel de oveja
trovadora.
La dictadura y la represión policial fueron caldo de cultivo para componer sus canciones. Como no
tenía derecho a voto, su única posibilidad era hacer canciones contra el tirano. Así nacieron sus
primeros temas, siempre en la línea rockera, grosera y frontal que lo caracteriza, como “Los cerdos
militares”, tema que le trajo más de un problema con sus compañeros fachos, la mayoría hijos de
milicos. “Ese tema dejó la cagada. Hubo desmanes una vez que la toqué en el liceo. Me gané
muchos enemigos entre mis compañeros. En esa época no éramos tan brutales como los pendejos
de ahora, pero sí hubo momentos de amedrentamiento, nada serio, sino que harta puteada”, dice.
Una puteada que aún recuerda es la que le dio un tipo de la aviación que había perdido un 0jo para
el Golpe. “El hueón quería sacarme la chucha. Más encima era grande y yo un pendejo chico. Al
final no pasó nada”.

En ese contexto escolar se hizo conocido el “Tata” cuando empezó a cantar con su guitarra de palo
en las fiestas del liceo, donde invitaban a las niñas del Liceo 7 para escoger al “mino más rico”. En
esa época, participó en movimientos estudiantiles democráticos, dice, donde recibió instrucciones
para aprender a fabricar bombas molotov. Pero no le sedujo la onda subversiva, sino que adoptó la
causa más pacifista. Y la tradujo en canciones.

Da la impresión que ahora cualquiera puede agarrar una guitarra de palo y lanzarse a tocar temas
antisistema. Por ejemplo, ¿qué te parece Manuel García?

-No me merece ningún tipo de rechazo. A mí él me gusta. Pero en mi taller de luthier me doy cuenta
de eso que dices. Llegan muchos tipos a hacerse una guitarra, pero pocos resisten aserruchar el
palo hasta el final. Pero mientras el tipo quiera intentarlo y vivir esa experiencia, todo bien… ahora
¿por qué hay personas que no tienen tanta calidad y destacan más que otras? Es una cosa de
marketing.

¿Qué opinas de los movimientos estudiantiles actuales?

-Maravillosos. Ojalá que estos pingüinos dejen la cagada y la dejen en grande, cosa que reviente
este sistema de mierda. Esta es una gran espinilla que ha estado mucho tiempo infectada. Y la
revolución pingüina sacó un poco de materia, pero esa hueá sigue ahí y hay que reventarla. Que el
ministro diga que hay pendejos dejando la cagada, corresponde al 0,05 por ciento y está bien que la
dejen porque este sistema es absolutamente violento con nosotros y es una mierda. Entonces, ¿qué
se esperan? ¿qué le tiren flores?

¿Has ido a las marchas?


-No he marchado, puta, porque tengo cuatro hijos chicos y no me alcanza el tiempo. Mi hija de 14
años está en toma con el consentimiento absoluto de sus padres. Y ella está por mí luchando. Yo no
salgo a la calle desde que murió el dictador. Ahí salí a celebrar.

Ahora con un gobierno de derecha, ¿se te ocurre hacer algún tema?

-Tengo muchas canciones que hablan de esta injusticia, como uno llamado “No le entregues el
poder” en virtud de que no asumiera este hueón de Piñera.

¿Y qué dice ese tema?

-(Se pone a cantar) “No le entregues el poder / Ellos pretenden comprarnos, ya nos calcularon
precio… / Tras su rostro de bondad / un infierno has de encontrar de seguro. /No le entregues esta
paz, no le entregues el poder/ O sus perros hambrientos, sus buitres, sus cerdos/ Vendrán a
cogernos de nuevo…/ No le entregues el poder / no le entregues el poder”.

Y lo entregaron, poh.

-Puta, un montón de hueones. Y aquí estamos pagando las consecuencias sin ninguna posibilidad
de expresarnos como sociedad. HidroAysén se lo pasan por la raja. Todo se lo pasan por la raja.
Este gobierno todo se lo pasa por la raja. Como tienen una Constitución culiá que los ampara, se
hacen los hueones, es un chiste.

¿Estamos en un buen momento para la trova?

-Cada tiempo tiene su crisis y como tal debe denunciarse. Primero fueron los milicos, luego la
esperanza trunca de una Concertación que se transformó en mamona y negociante, y para terminar
este desmoronamiento con la cagada de gobierno que tenemos. Todos los tiempos dejan algo, lo
que nos sirve a los trovadores.

Calenda Maia fue fundado en mayo de 1988 por Italo Fuentes y Jorge Matamala. Su primer
concierto lo realizaron en el Colegio Teresiano de Ossó. En verano de 1989 viajan por primera vez
fuera del país a Mendoza. Desde mayo de 1994 trabajan como cofradía, lo que significó un mayor
compromiso como comunidad, así como el nacimiento de sus personajes. Con ello además se dio
paso a la formación de distintos oficios como carpintería y lutería, sastrería, batanería, y se iniciaron
los talleres de investigación histórica iconográfica y literario-musical.
Calenda Maia ha realizado presentaciones a lo largo y ancho de Chile, incluyendo Isla de Pascua y
Punta Arenas. En el plano internacional han tenido giras por diversos países de Europa y América,
entre los que se pueden contar:Italia, Alemania, Francia, España, EE.UU. Bolivia, Perú y Argentina.
Junto a sus 4 producciones musicales, cuenta también con dos producciones audiovisuales Vinum
2008 e In Via...un caminos de 25 años 2013 en conmemoración a sus veinticinco años de trayectoria
artística.

Miembros

Jorge Matamala - flauta dulce sopranino, contralto y tenor; flauta irlandesa; flauta traversa; cromorno;
rebeca; arpa; gaita; flauta de una mano; psalterio frotado; giga; flauta de pan; coros (desde 1988
hasta hoy)

Italo Fuentes - darabukka, caja, pandero, tromba marina, psalterio percutido, voz recitada y coros
(desde 1988 hasta hoy)

Francisca Márquez - Flauta dulce tenor, busina, darabukka, campanas, mazos, voz y coros (desde
1989 hasta hoy)

Ricardo Quiroga - Pandereta, palmas, mazos, voz, coros (desde 1989 hasta hoy)

Miriam Gusella - Organo portativo, sanfónia (viela de rueda), psalterio frotado, dulcimer, busina,
carillón, voz y coros (desdes 1991 hasta hoy)

Rafael Egaña - bombo, castañuelas, voz y coros (desde 1992 hasta hoy)

Tata Barahona - Flauta dulce sopranino, soprano, contralto, tenor; gaita gallega; fídula; cítola; tiple;
psalterio; saz; voz y coros (desde 1992 hasta hoy)

Leonardo Mellado - Guitarra sarracena; shawn; darabukkas; flautas dulces sopranino, soprano y
contralto; psalterio; cítola; nacarios; Saz; tiple; voz y coros (desde 1995 hasta hoy)

Rosario Abarzúa - Campanas, voz y coros

Miembros pasados

Francisco Matamala - (desde 1989 hasta 1991)

Sergio Contreras - (desde 1989 hasta 1991)

Pedro Espinoza - (desde 1989 hasta 1991)

Katalin Karakay - (desde 1989 hasta 1991)

Pamela Barake - (desde 1989 hasta 1991)


Carlos Boltes - (desde 1991 hasta 1994)

Mario del Solar - (desde 1991 hasta 1994)

Cristian Serrano - (desde 1994 hasta 1995)

Nora Miranda - (desde 1993 hasta 1999)

Pamela Flores - (desde 2000 hasta 2000)

Discografía

Álbumes

Nada te turbe - 1992

Calenda Maia - 1995

Tempus Calenda Maia - 2000

Vinum:Rito y Fiesta / Calenda Maia – 2007

El coa es una jerga o forma de criminolalia1 utilizada por los chilenos. Respecto al origen de la
palabra «coa», se ha dicho que proviene del término gitano-español «coba» ('embuste',
'adulación'), aunque también se ha sugerido que viene de la germanía, una antigua
jerga española.
Muchas palabras del coa provienen principalmente del doble sentido y significado en clave
propia de la jerga delictual, otras proceden del lunfardo argentino y algunas se forman
por metátesis (inversión de sílabas).
El primer estudio acerca del coa lo publicó Julio Vicuña Cifuentes en 1910, con el título Coa.
Jerga de los delincuentes chilenos. Estudio y vocabulario.
Ejemplos de la jerga coa

Abrir el tarro: Hablar más de la cuenta.

Agila'o: Persona exagerada en sus acciones, persona que actúa mal ante un problema. Sobrepasa a
un "gil" o persona incauta.

Andar "con la pera": Andar asustado

Arturito: Billete de diez mil pesos.

Ascurrirse: Comprender, darse cuenta de algo.


Bacán: Bueno, genial, espectacular. De origen lunfardo y con amplio uso fuera del coa.

Brígido: Peligroso o increíble.

Caleta: Gran cantidad de algo.

Cana: Prisión o cárcel. De origen lunfardo.

Dar filo: Deshacerse de la compañía de alguien.

Despabilar el moco: Estar atento a una situación en específico, dejar de estar pegado.

Doméstico/a: Quien le roba pertenencias a alguien de su mismo barrio o compañeros de celda.

Estar piojo: Estar bajo los efectos de las drogas, muy raras veces se usa para referirse a alguien
bajo los efectos del alcohol.

Flaite: Posiblemente del término inglés fly ('vuelo'). Actualmente se ha transformado su uso a
maneras más despectivas, sobre todo a la gente más pobre o sin estudios, utilizado generalmente
para referirse a personas que siguen cierta manera de vestir, viven en ciertos barrios o simplemente
delincuentes cualquiera.

Goma: Aquel a quien se manda a hacer cosas.

La meca y la seca: Lo bueno y lo malo.

Machetear: Pedir alguna cosa, sobre todo comida o dinero.

Mexicana: Quitada de droga.

Mina: Mujer. De origen lunfardo y con uso fuera del coa en la actualidad.2

Perkin: Se refiere a los súbditos de un maleante o tipo con más poder. O también a quien es un
novato o muy inocente o débil.

Ponerse vi'o: Llamado de atención para que una persona que esté atenta.

Pulenta(o): bueno/genial. También al decir "la verdad" (la pulenta). Proviene del habla huasa
(campesinos de la Zona Central).

Rajar el paño: Provocar herida en el rostro con algún objeto cortopunzante

Raspa la pipa: Expresión para referirse que la persona debe irse.

Rati: Variante al revés de "tira" (de origen lunfardo), apodo despectivo de los funcionarios de la
Policía de Investigaciones de Chile (PDI).
Registra: Expresión para referirse a personas con un alto prontuario delictual, las cuales son
respetadas por ese tipo de acciones.

Sapear: Vigilar o delatar a alguien.

Un luthier, lutier, laudero, lutero o violero1 es una persona que construye, ajusta o
repara instrumentos de cuerda frotada y pulsada. Esto
incluye violines, violas, violonchelos, contrabajos y violas da gamba y todo tipo
de guitarras (acústica, eléctrica, electroacústica,
clásica), cuatros, laúdes, archilaúdes, tiorbas, mandolinas, clavecines, timples, etc.

Lexicografía[editar]
La palabra francesa lutherie, usada en una gran variedad de idiomas, hace referencia al arte
de construir instrumentos de cuerda. El nombre luthier se relaciona con los primeros luthiers, y
proviene de la palabra francesa luth, a su vez procedente del árabe ‫ العود‬al-ʿūd ('laúd').
Genéricamente al-ʿūd significa 'la madera'; la variante alemana de luthier es Luther, palabra
que se ha transformado también en apellido (Lutero) y en nombre (Martin Luther King).
En buena parte del mundo hispano se traduce el término como «laudero» o «lutero», que
proviene de la palabra laúd, o el término tradicional «violero», que tiene el mismo significado
que luthier de 'constructor de instrumentos de cuerda';1 sin embargo, luthier, «laudero» o
«lutero» han ampliado su significado a quien construye cualquier tipo de instrumento de
cuerda. En Argentina, el término se usa a veces, por extensión, a todo constructor de
instrumentos musicales (idiófonos, membranófonos, cordófonos o aerófonos).
No obstante, el galicismo luthier ha sido adaptado en castellano y se encuentra en el avance
de la vigesimotercera edición del diccionario de la Real Academia Española como «lutier».2
Luthier, sin embargo, es una palabra de uso extendido,1 corriente en los textos sobre música
y que aparece en los diccionarios de uso.3

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