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A) ACTITUDES Y RACIONALIDAD
Y un día, antes que nadie, como dice Marías, y esto es de importancia capital, los
griegos en lugar de encontrarse entre las cosas, como confundidos con las planas, los
cerros, los ríos, los animales, se hallaron frente a esas cosas que suscitaron sus
interrogaciones y respuestas. Se contestaron que ellas tenían ciertas propiedades y
relaciones; es decir que consistían en algo de donde derivaban. Así quedó formulada la
pregunta filosófica, ¿en qué consisten estos que vemos?, o en otras palabras, ¿en qué
consisten las cosas?
La actitud teórica es, pues, aquella que tiene en frente a las cosas y las ve tales como
son (“Teoría” viene de ver). Es el pensamiento de hombre que interroga sobre esas
cosas que se encuentran ahí, y asume un esfuerzo desusado de darse una respuesta
que concuerde con los hechos. El hombre mítico, entonces, puso en cultura occidental
que, como se sabe, se formó a base de tres vertientes: el bárbaro, el romano y el
griego. San Agustín rescató a Platón, Santo Tomás a Aristóteles y el medioevo supo
conservar en sus bibliotecas las obras de la Antigüedad que, de haber sido de otro
modo, el mundo habría perdido para siempre el legajo cultural de la humanidad.
¿Cuáles fueron las bases de la racionalidad griega?
B) LA RACIONALIDAD GRIEGA
Tales principios formaron la arquitectura mental de los helenos hasta tal punto que su
mundo aparecía, racionalmente armónico, sin fisuras ni huecos de irracionalidad. Sin
embargo, ya en aquel tiempo el descubrimiento matemático de la raíz de (-1), una
cifra negativa, trastornó el armazón del pensamiento griego, por supuesto, sin
desarmar todo su sistema de racionalidad.
2. DISTINCIONES DE LA RACIONALIDAD
Francisco Miró Quesada dice en su Lógica, que en los modernos análisis descriptivos se
ha llegado a diferenciar los principios auténticamente lógicos de los principios
ontológicos; distinción que no repararon los lógicos antiguos. Es una cuestión distinta
enunciar verdades generales sobre los objetos del mundo, y expresar aquella otra,
sobre los pensamientos mismos. De allí, para nosotros, como lo asumimos en este
libro introductorio, resulta la distinción entre racionalidad ontológica respecto del
primero y racionalidad lógica en relación al segundo. Seguiremos en la exposición del
notable filósofo peruano.
A) RACIONALIDAD ONTOLÓGICA
B) RACIONALIDAD LÓGICA
La lógica ha sido siempre considerada como el estudio del pensamiento formal. En este
sentido, los principios de la racionalidad lógica son los que enuncian verdades sobre la
base de su propia estructura judicativa; entre otras palabras, en términos de
elementos componentes del juicio, que establece las condiciones o reglas de validez.
Los principios no enuncian las propiedades del ser, no dicen nada acerca de las
características que tienen o deben tener los entes a los cuales se refiere el enunciado,
sino debido a su propia forma lógica.
Los enunciados, entonces, son como siguen:
3. RACIONALIDAD Y ELEGIBILIDAD
A) ALTERNATIVAS Y RACIONALIDAD
a) Alternativas Diversas
Existen diferentes alternativas que llevan a elegir, de entre ellas, la más adecuada
para los fines de quien elige. Todas las condiciones sociales, políticas y de otra
índole, aunque pueden limitar su elegibilidad, contienen y deben contener cierto
margen que haga posible optar por uno u otro camino. Todos elegimos, en este
sentido, aunque, es cierto que existen circunstancias más estrechas o más amplias
para quien quiera elegir.
b) Que unas alternativas sean preferibles a otras
Que unas alternativas sean preferibles a otras, hacen posible evaluarlas y sacar
ventajas, es decir, maximizar el beneficio. Ellas no son iguales y siempre son
diferentes de algún modo para satisfacer nuestras preferencias.
a) Racionalidad Teórica
Cuando decidimos que cosas creer. En otras palabras, una racionalidad es teórica
cuando hemos decidido que pensar o que creer frente a otras alternativas de las
creencias o ideas existentes.
Por ejemplo, lo que pensamos o creemos sobre un postizo de material suizo en
comparación a otro italiano, español o peruano; o cuando pensamos que una
economía nacionalista es mejor que una neoliberal, etc.
b) Racionalidad Práctica
Existe racionalidad práctica cuando decidimos que cosas hacer. Es decir, decidimos
tomar una alternativa de acción que hemos evaluado como preferible a otras.
Por ejemplo, pagar el postizo al contado y no a plazos, para evitarse sobre precios
por los intereses; o cuando decidimos promover una economía nacionalista que
cree capital nacional por el ahorro propio, en lugar de constituirse en pasto del
capital internacional. Por supuesto, las decisiones pueden ser a la inversa.
Tanto la racionalidad teórica como la práctica, han sido desarrolladas por una
teoría formal, de carácter matemático, y otra, de naturaleza material. De modo
que existe una teoría formal y otra de naturaleza material de la racionalidad
teórica; y, además, una teoría formal y otra de índole material de la racionalidad
práctica. Pero el hecho importante y fundamental es que tanto la una como la
otra, se rigen por los principios lógicos de identidad y no-contradicción. Todo lo
que debe hacer el agente es que sus pensamientos y acciones sean consistentes
mientras las condiciones sean iguales.
a) Coherencia
Coherencia, es decir, que no exista contradicción; el científico está dispuesto a
revisar sus creencias o su pensamiento siempre que detecte en ellas alguna
inconsistencia lógica. Hay consistencia cuando no hay contradicción.
b) Clausura
Se trata de una implicación lógica. Si A implica a B, entonces la persona acepta
todas las consecuencias de B, que a su vez implican r, s, t. En sentido más realista y
más flexible, la persona está dispuesta a aceptar cualesquiera consecuencias de
sus creencias, por ejemplo “t”, en condiciones en que nadie puede conocer todas
las consecuencias. En este caso, el individuo no conoce “r” ni “s”.
c) Probabilidad
Si la persona asigna probabilidades a sus creencias o pensamientos, debe hacerlo
de modo compatible con la teoría de la probabilidad. Significa que la persona
acepte revisar la probabilidad de sus pensamientos cuando detecta en estos
alguna incompatibilidad con la teoría. Es decir, la probabilidad teórica puede variar
desde una simple evaluación del agente respecto de sus pensamientos, hasta la
teoría matemática que responde a este nombre.
Por eso debemos exigir que el conjunto de creencias de una persona tenga contenidos
perceptivos o basarse en los resultados establecidos por la ciencia. En otras palabras,
las inferencias lógicas son meras formas vacías, a las cuales llenamos con objetos que
nos proporcionan nuestras percepciones y también con los que provienen de la
investigación científica.
Las sensaciones nos revelan informaciones veraces sobre la realidad del mundo y es
cierto que nuestro pensamiento va más allá del mundo limitado de los sentidos; en
este último caso es posible examinar la evidencia matemática y empírica, por cuenta
propia o sobre la base de la aceptación de la opinión consensuada por la comunidad
científica. Es decir, contrastar conjeturas con los hechos de la experiencia.
1. Principio de la interrelación.
2. Principio de la contradicción.
3. Principio de los cambios cuantitativos y cualitativos.
4. Principio de la negación, y de negación de la negación.