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Britanny Betancourt
Mateo Pedraza
Nicolás Ulloa
18 de Marzo 2013
Relatoría No. 8
Parcial
Análisis de la psicología de las masas según Gustave Le Bon y según Sigmund
Freud
Síntesis temática
Pero es la primera idea la que nos interesa, aquella del inconsciente, es ésta la
que el controversial Sigmund Freud prestará atención. Al plantear la idea del
inconsciente, Le Bon lo hace desde una mirada netamente biológica, un
inconsciente de los instintos primarios del hombre, el cual dota a éste de un
salvajismo animal, como el que compone la masa. No obstante, Freud, a pesar de
desarrollar muchos de los principios psicológicos en la biología, y de creer que el
complejo de Edipo era algo biológico propio y universal del ser humano, plantea
un inconsciente con propiedades metafísicas, es decir, plantea una
metapsicología, idea contraria a la de Le Bon. De igual manera, le otorga al
inconsciente humano numerosas funciones que van más allá del simple salvajismo
colectivo del que habla Le Bon. En otras palabras, lo que va a hacer el padre del
psicoanálisis es rescatar ciertas ideas de Le Bon y elaborarlas más a fondo, ideas
como el tipo de masas (homogéneas y heterogéneas), sus cualidades y
características (sectas, clases sociales, castas, etc.) y especialmente como el
inconsciente influye en el comportamiento de aquellas. Freud va a complementar
dichas ideas con su teoría de la estructura de la mente humana y va a plantear
que el inconsciente se construye de adentro hacia afuera, tesis que explicaremos
a continuación.
Problematización
Freud plantea que los deseos primarios del ser humano son sexuales, y que las
primeras experiencias eróticas del niño son a través de la libido oral, con la madre,
al mamar de su seno. Asimismo, el infante desarrolla dos relaciones básicas que
van a marcar los pilares de su personalidad de por vida. Por un lado establece una
fijación sexual hacia el objeto materno, y por el otro en una primera instancia, una
admiración por el padre, luego, dicha admiración se convierte en identificación. El
niño quiere ser como su padre, lo imita en la forma como camina y en sus
expresiones corporales, u otros aspectos. Más tarde, el chico ve al padre como un
rival sexual, un obstáculo que le impide estar junto a la madre, es entonces
cuando la libido sufre una regresión y a través del principio de sustitución, el niño
introyecta de manera simbólica a la figura paterna. Él quiere ser su padre, quiere
suplantarlo y tener el acto sexual con la madre, quiere cometer parricidio, ahí
tenemos completo el complejo de Edipo.
Así, tenemos que los procesos psíquicos ayudan a entender el origen de las
instituciones sociales. Sin embargo, no siempre se encuentra una misma teoría del
origen de ciertas instituciones. En algunos casos se le atribuyen al trauma del
nacimiento (que descubre Otto Rank), el complejo de Edipo, el narcisismo, y en el
caso de algunos grupos y movimientos políticos, a la idea del sadismo y del
sadomasoquismo. Por ejemplo, los dogmas religiosos nacen de la gran necesidad
inconsciente que impulsa al enfermo a romperlos, más no lo hace, y a través de su
fe devota intenta esconder dicha necesidad. También, dentro de las
organizaciones religiosas se puede ver la formación de la masa, dentro de la cual
-explica Freud-, cada individuo se siente identificado con su líder (Dios, todos
quieren llegar al cielo para estar junto a él) y se aman unos a los otros por el
padecimiento de la misma condición (todos son amados de igual manera por el
Señor). En segunda instancia, Dios representa la figura del padre, en la Sagrada
Biblia podemos ver un Dios vengador y temerario, este es el símbolo del padre
castrador que es producto de la imaginería de las masas, debido no solo al miedo
a la castración, sino también a la culpabilidad no superada por la muerte del
padre.
Por último, estas teorías desataron otra serie de teorías que planteaban que las
guerras entre naciones eran proyecciones del odio hacia el aspecto oscuro del
padre. Que era una forma desviada de la libido de manifestar el instinto de muerte
y el deseo del parricidio, razón por la cual se manifestaba contra el “otro”, ya que
la patria era la representación de la familia, de lo propio. Según estas ideas, la
guerra era una orgía sadista, una forma pasional de liberar ese odio hacia el
padre, donde los submarinos y los aviones eran representaciones fálicas, y los
ejércitos se enfrentaban por la disputa del amor de la “madre patria” y otras
ocurrencias por el estilo. Todas estas teorías que parten de la noción que el
inconsciente se forma de dentro hacia afuera y que la realidad social no es más
que la proyección de los complejos y las neurosis psíquicas individuales, van a ser
replanteadas por sociólogos, antropólogos y psicoanalistas marxistas, cosa que
explicaremos a continuación.
Contextualización bibliográfica
Esto no quiere decir que la teoría Freudiana del psicoanálisis quede desmeritada
en su totalidad, por el contrario, las bases que brindó Freud al psicoanálisis fueron
inmensas, lo cual no quiere decir que no se deban cambiar ciertas instancias y
conceptos. Al igual que la constitución de cualquier otro paradigma, es su
naturaleza ser cuestionado y renovado, pues es ahí, en la reflexión y el
surgimiento de nuevas ideas y conceptos, que dichos esquemas se fortalecen.