Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Las foliosas más populares en la gastronomía guatemalteca, por su alto valor nutritivo y bajo costo.
PorPORANALUCÍAGONZ
ÁLEZ
14 de Septiembre de 2014 a las 0 0:00h
0
PUBLICIDAD
El biólogo Luis Villar Anleu sostiene que estas plantas fueron la razón de las
primeras comidas guatemaltecas. "Las maneras, tiempos y espacios como se
preparan y consumen no son consecuencia del azar. Al contrario, responden a
patrones culturales forjados por muchos factores, desde los sociales hasta los
ecológicos, valores que distinguen a la cocina popular de la gourmet", comenta
Villar Anleu en su estudio Hojas en la dieta y cocina popular guatemalteca.
PUBLICIDAD
Rituales y marginación
"Fue un grano básico, junto al maíz y frijol, posteriormente, también sirvió como
símbolo religioso usado en rituales paganos y sacrificios humanos", relata
Martínez.
Corrobora, además, cómo estas plantas nativas fueron reemplazadas por otras
introducidas a partir de la Conquista, como la lechuga, la espinaca, el repollo o la
col de bruselas. "Los cultivos autóctonos fueron abandonados, primero, por los
estratos sociales superiores, y luego por las capas más bajas".
Sin embargo, esta imposición tampoco fue la mejor opción. Según un estudio de la
FAO, las plantas nativas tienen más vitaminas y aminoácidos, sin contar que su
producción requiere menos cuidados y gastos en fertilizantes e insecticidas.
Herbolaria
No todas las plantas crecen en todas las regiones del país, aunque por lo general
pueden cultivarse todo el año, explica Villar Anleu. Estos patrones de cultivo han
fijado, por ende, ciertos modelos de conducta culinaria, debido a que la gente
consume lo que tiene más cerca, lo que ha provocado patrones de identidad
cultural, comenta el biólogo.
Macuy
Más conocido en kaqchikel como majcuy, quilete o hierbamora. "El nombre de esta
hierba se ha castellanizado, pues antes tenía una h en medio", dice Villar Anleu.
Con el tiempo, se fue perdiendo esta grafía y por eso quedó macuy o hierbamora.
Bledo
Es una hoja de alto consumo en el altiplano. Conocida también como amaranto,
Villar Anleu identifica hasta siete especies distintas, incluso algunas no
comestibles, como el Amarantus hispidus –tóxica—, pero hay muchas otras.
También se aprovecha su semilla. "El grano puede contener hasta 16 por ciento de
proteínas de alta calidad, con lo que supera al trigo, maíz y arroz", refiere
Castellanos. En poblados de Chimaltenango se elaboran atoles y dulces con su
semilla, combinados con panela.
Quilete
Su nombre científico es Sinclairia sublobata, un arbusto que crece entre uno y dos
metros de altura y cuyas hojas se aprovechan en caldos, sopas o frituras.
Chipilín
Chayas
"Es más rica en hierro que la espinaca, y es una buena fuente de potasio
y calcio. Además, contiene proteínas, fibra, vitamina C y caroteno;
proporciona estos nutrientes en niveles que son tres veces mayores que los que se
encuentran en la mayoría de los vegetales de hoja verde", refiere Castellanos.
De acuerdo con Villar Anleu, esta hoja es muy popular entre los peteneros. Sin
embargo, "si está mal cocinada puede ser tóxica", advierte. De esa cuenta, los
estudios de la UVG recomiendan que no se cocine en recipientes de aluminio y que
se cueza al menos durante 10 minutos.
Otras hojas
Las hojas tiernas de la palma, conocida como palmito, son populares entre los
pobladores de la Franja Transversal del Norte, asegura Villar Anleu, una región
lluviosa donde las palmas crecen rápidamente. "Todas las palmeras producen
palmito comestible", comenta el experto. Sin embargo, en los supermercados el
producto es menos accesible, por su precio.