Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
2003
Alba E. Gámez
REGIONALIZACIÓN Y GLOBALIZACIÓN: LOS PAÍSES EN DESARROLLO EN LA
POLÍTICA ECONÓMICA INTERNACIONAL DE LA POSGUERRA FRÍA
Aportes, enero-abril, año/vol. VIII, número 022
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Puebla, México
pp. 29-42
APORTES: REVISTA DE LA FACULTAD DE ECONOMÍA-BUAP. AÑO VIII NÚM. 22
APORTES
Los cambios en el tipo de participación del beneficios del libre comercio señalados en
Estado en la economía han modificado sig- el modelo ricardiano de comercio interna-
nificativamente las políticas gubernamen- cional. De esta manera, auspiciados por
tales en los países en desarrollo.2 La inser- una dinámica mundial que ha encontrado
ción internacional de estos países se ha acogida en sus países, conceptos como
alejado de enfoques proteccionistas de co- liberalización económica, regionalización y
mercio exterior, hacia la suscripción de globalización se han visto como referencias
políticas dirigidas a consolidar procesos de usuales en los discursos de sus gobiernos
apertura económica que descansan en los haciendo eco a las exhortaciones de los
países desarrollados y las organizaciones
1
económicas internacionales.
Agradezco los comentarios de Manuel Ángeles,
Alejandro Alvarez Béjar y dos revisores anónimos.
2
La definición de “Tercer Mundo” fue utilizada oportunidades de éxito resultantes de la integración
para describir al conjunto de países que no cabían en nacional a los mercados mundiales. El concepto de
la esfera de países desarrollados (industrialmente ‘tercer mundo’ ha dejado de utilizarse y con ello la
desarrollados, o Primer Mundo) ni en los países significación ideológica de confrontación o de campo
centralmente planificados (o Segundo Mundo). Pese intermedio entre los dos primeros mundos, auspicia-
a ser un grupo heterogéneo, la idea de tercer mundo se do por el crecimiento de economías de los países de
refería esencialmente a un nivel de desarrollo inferior nueva industrialización especialmente del sudeste
y al consiguiente poco peso político de los estados que asiático, y las economías emergentes. Sin embargo, la
lo componían como actores individuales (y como situación real de atraso económico y escasa influencia
colectivo). El fin de la Guerra Fría, con la desaparición política de los países en desarrollo sigue siendo similar
de la Unión Soviética y la incorporación de las econo- o más intensa que en los años de la guerra fría. Aquí
mías de la ex-República al mercado capitalista, dio se usa indistintamente países en desarrollo o tercer
lugar a la eliminación de ese término. La connotación mundo, y aunque se tiene presente la diversa compo-
política de “tercer mundo” (coexistente con el de sición e impacto de las crisis entre estos países, se les
“países subdesarrollados”) cedió lugar a conceptos considera como grupo para, a) comparar el discurso
tales como ‘países en vías de desarrollo’, ‘países en de los setenta con el de la posguerra fría, y b) porque
vías de industrialización’, y ‘países menos desarrolla- en términos absolutos, pese a contener la mayor parte
dos’ para referirse a niveles menores de desarrollo, de la población del mundo, les corresponde una parte
pero en el contexto de un discurso favorable a las menor en la distribución de la riqueza mundial.
[ 29 ]
30 ALBA E. GÁMEZ
nadas, y los análisis de la disciplina force- división tripartita del sistema internacional
jeaban para caracterizar el nuevo sistema en bloques económicos como sistemas de
internacional. Entre los escenarios posibles poder regional alimentados por la elimina-
se enfatizaron los beneficios de las políticas ción de la confrontación Este-Oeste [Hu-
económicas liberales y la globalización rrell, 1992; Lawrence, 1992] pero en la que
[Fukuyama, 1991], a la vez que el sistema regiones no-ordenadas, como África, serían
de la posguerra fría atestiguaba un regiona- "perdedoras" en tanto el acercamiento con
lismo económico progresivo [FMI, 1999a]. las regiones ordenadas dependería del inte-
Como se discute más adelante, los tomado- rés y no del altruismo [Lawrence, 1992: 27].
res de decisiones en los países en desarrollo Estas tres visiones del sistema interna-
parecían compartir la percepción de que, en cional fueron parcialmente confirmadas en
un contexto de globalización creciente, una la posguerra fría. Los acontecimientos mun-
especie de selección natural dividiría a los diales desde 1989 han mostrado la existen-
estados entre ganadores y perdedores. cia de la globalización y la fragmentación
Adoptar el neoliberalismo económico, re- como fuerzas antagónicas que moldean el
presentado en una reestructuración de la sistema internacional. Aunque el mundo no
relación del estado-economía a favor de la se ha visto inmerso en una guerra sistémica,
desregulación, era la manera recomendada la recurrencia a la acción militar sigue
—explícitamente a los países en desarrollo— siendo una característica importante del
para escapar del aislamiento y el fracaso. comportamiento de los estados en la pos-
La necesidad de explicar estos eventos guerra fría. El poder político, económico y
produjo un debate entre los estudiosos de militar no está concentrado en un solo esta-
las relaciones internacionales en el que los do, sino compartido entre un número redu-
aspectos económicos tomaron gran impor- cido de países aunque no simétricamente, lo
tancia. La discusión se centraba en la pola- que ha permitido despliegues unilaterales
rización que adoptaría el nuevo sistema y de los Estados Unidos pero que, por ejemplo,
sus repercusiones en el comportamiento de coexisten con una bipolaridad monetaria (a
los actores internacionales. Principalmente raíz del surgimiento del euro). Por otra
tres opciones eran debatidas. La primera, parte, tampoco la urgencia de crear bloques
unipolaridad, proponía que sin la Unión económicos como las principales unidades
Soviética los Estados Unidos se converti- del sistema internacional se ha visto corro-
rían automáticamente en la superpotencia borada como un proceso automático. Sin
en el sistema [Krauthammer, 1991; Hun- embargo, y estrechamente ligada a esta
tington, 1988; Mandelbaum, 1991]. El se- última percepción de la organización eco-
gundo se refería a una concepción multipo- nómica mundial, una de las consecuencias
lar del sistema internacional que dejaba de del fin del Guerra Fría fue el reemplazo de
lado la unipolaridad, debido a la erosión en la confrontación Este-Oeste por una per-
el poderío de los Estados Unidos [Pfaff, cepción de un mundo unido por las fuerzas
1991; Carpenter, 1991]. Finalmente, una de la globalización económica. En esta pers-
tercera opción se relacionaba con el rol del pectiva, los estados —independientemente
factor económico. Esta opción sugería una de su grado de desarrollo— eran capaces
32 ALBA E. GÁMEZ
por ejemplo, a un menor control de los flujos crisis fiscal del estado (especialmente en
financieros, factor que parece caracterizar los países en vías de desarrollo).
la esencia de la globalización económica El punto a resaltar con lo dicho anterior-
[FMI, 1999b] y como de hecho ya se ha mente, es que la globalización no tiene una
sugerido (Impuesto Tobin). Ciertamente la vida propia. Esto no significa negar el im-
voluntad de reconocer y oponer los efectos presionante impacto de la revolución cien-
adversos de la globalización debe tener una tífica y tecnológica a nivel internacional;
condición mínima de compromiso a tal curso sino marcar en la línea de causación el
de acción, por lo que la selección de opciones importante papel que tienen los intereses de
(y los que las eligen) tiene un papel importante los estados y otros actores en promover ese
aunque no suficientemente discutido. fenómeno en cierta dirección. A pesar de
Esta idea ha conducido a autores como argumentos en contrario, el determinismo
Clark a sugerir que la selección de políticas en la posguerra fría no desapareció con el
de un “neoliberalismo globalizador” (tanto abatimiento político de la ideología comu-
en su dimensión nacional como internacio- nista y las utopías. El determinismo conti-
nal) es un fenómeno auspiciado por los nuó pero ahora asociado con la argumenta-
estados [Clark, 1997: 24]. Esta posición ción liberal de que la globalización es una
busca oponer la noción de que la globaliza- fuerza incontestable y permanente en el
ción durante y después de la Guerra Fría sistema, que resolverá conflictos regionales
ocurrió como una tendencia preordenada o y mundiales y promoverá un bienestar ge-
auto contenida. Clark propone que la globa- neralizado.7 Clave para la forma y paso de
lización ha sido un proceso promovido y los procesos de globalización es el tipo de
practicado por los estados poderosos en el distribución de los recursos en el sistema
sistema de acuerdo a sus intereses. En este internacional. Esto trae a escena el tema de
sentido, argumenta, los procesos de regio- la desigualdad entre estados, tema de im-
nalización —que pueden verse como una portancia en el curso de la globalización y
parte de la tendencia globalizadora— ejem- sus impactos desiguales en los estados [Hu-
plifican que algunos estados están en posi- rrell y Woods, 1995].
ción de influir, beneficiarse y anticipar las
consecuencias adversas de los cambios en III. Países en desarrollo
el sistema internacional. Más que un deter- y globalización
minismo inevitable, identificar como “inevi- El debate acerca de la definición del siste-
table” la integración de los países a los flujos ma internacional tras la Guerra Fría dio
de globalización refleja su preferencia por
ciertas elecciones de política ya sea a partir globalizante” que promueve y defiende la idea de
de la conformación de un cuerpo de ideas interrelación internacional [Gill, 1994: 182].
compartido6 o por razones vinculadas a la 7
En su análisis del fin de la Guerra Fría, Cerny
apunta que la difusión y centralización del poder en
un contexto de interdependencia transnacional com-
6
Es en este contexto que Gill introduce el pleja conducirá a mecanismos autoregulatorios o
concepto de “élites globalizadoras”, como “un ele- redes de poder más intrincados e interactivos (mis
mento directivo estratégico dentro del capitalismo cursivas, Cerny [1993]).
REGIONALIZACIÓN Y GLOBALIZACIÓN: LOS PAÍSES EN DESARROLLO... 37
lugar a perspectivas divergentes acerca del crisis de la deuda en los ochenta; pero
rol de los países del Tercer Mundo. Como también importantemente a la idea de que,
se señaló anteriormente, análisis relaciona- en una medida u otra, el discurso del libre
dos con la seguridad los presentaban como mercado encontró un consenso casi gene-
focos de inestabilidad para el mundo desa- ralizado entre los tomadores de decisiones
rrollado; otros como envueltos en una carrera de esos países; a lo que se añadió que las
por el éxito, mismo que dependía de su organizaciones financieras internacionales
compromiso con las reformas de mercado más importantes condicionan el intercam-
para reducir la participación del estado en la bio financiero a la reducción del tamaño y
economía. En cualquier caso, aun si siguie- alcance de la intervención estatal en la
ran la ruta económica recomendada por el economía [Gill, 1994].
neoliberalismo, el éxito de esta estrategia en Sin embargo, si uno considera las altas
los países en desarrollo se veía con escep- expectativas puestas en las políticas de libre
ticismo en los países desarrollados [David, mercado, los estados no parecen encon-
1992/93]. trarse en un sistema económico internacio-
A pesar de las dudas acerca de si los nal más estable. Los noventa presenciaron
países en desarrollo dejarían atrás sus pro- dos ralentizaciones importantes en el creci-
blemas económicos, los gobiernos de esos miento mundial (1991-1993 y 1998-1999)
países —como reconoce el Fondo Moneta- que situaron la tasa de crecimiento promedio
rio Internacional (FMI)— se han comprome- del producto mundial en 3 por ciento, indica-
tido a realizar profundas reformas econó- dor que estuvo por debajo de la tasa de
micas en un intento por cumplir tal tarea crecimiento de los 1980s (3.5 por ciento) y
[FMI, 1999a]. En política internacional su de los 1970s (4.5 por ciento) [FMI, 1999b:
comportamiento también ha cambiado. 14], y actualmente las previsiones de
Durante los setenta el Tercer Mundo mos- crecimiento mundial (incluyendo el de las
tró que era capaz de defender un conjunto principales economías en el mundo) no
de intereses comunes, manteniendo una parece halagüeña. En un contexto de crisis
posición común vis-a-vis el mundo desa- financieras internacionales (1994, 1997,
rrollado al menos en ciertas áreas de las 1998) que desbarató el crecimiento de las
relaciones internacionales. La relativa for- economías emergentes y de aquéllas que
taleza de los países subdesarrollados, an- parecían haberse beneficiado de las nuevas
clada en las políticas de estados desarrollis- condiciones de interacción económica
tas y el momento de oportunidad política mundial, durante 1991-1999 los países en
provisto por la erosión de la hegemonía desarrollo tuvieron una tasa anual de
estadounidense estimuló la voluntad de un crecimiento promedio del PIB de 2.4 por
frente común anclado en la percepción de ciento. Esta tasa se aleja del promedio 3.1
una identidad colectiva. En los noventa, los por ciento logrado durante 1981-1990 [FMI,
países en desarrollo optaron por maneras 1999: 126], uno de los períodos de crisis
menos controvertidas de negociar con el económica más aguda para el Tercer
Norte. Este comportamiento parece res- Mundo. Esta situación cuestionó las
ponder a la crisis fiscal exacerbada por la perspectivas de crecimiento de los países
38 ALBA E. GÁMEZ
en desarrollo previstas por el Banco Mun- proceso, el Estado debe redefinir su rol en
dial a finales de los noventa [FMI, 1999b]. En la economía y ser lo menos intrusivo en el
teoría, el compromiso de los tomadores de proceso económico interno. En términos
decisiones para reestructurar sus economías prácticos esto significa que el Estado debe
de acuerdo a los principios neoliberales, rechazar políticas relacionadas con el na-
tanto en los ámbitos interno como externo, cionalismo económico —definido éste como
debería haber sido suficiente para garantizar la intervención gubernamental en la con-
cierta estabilidad económica. Sin embargo, ducción de la economía orientando el creci-
a la luz de los resultados negativos, el FMI no miento y evitando la marginación de secto-
pudo sino concluir que el sistema económico res débiles en la asignación de recursos, es
internacional en los noventa tenía un gran decir, principalmente intervención a partir
“potencial para asignar recursos más efi- de la responsabilidad social del Estado. Tal
cientemente dentro y entre países, pero redefinición naturalmente afectó el com-
también... para [permitir] una inestabilidad portamiento internacional de los países en
macroeconómica recurrente aun cuando desarrollo. Más que oponer las bases con
las políticas macroeconómicas sean las que funciona el sistema económico in-
razonablemente disciplinadas, como en los ternacional (como hicieron en los setenta),
1990s” [FMI, 1999: 18]. Esta evaluación en los noventa los países en desarrollo
provino del reconocimiento de que los flujos optaron por seguir sus reglas; eligieron
financieros se mueven fácilmente a competir por oportunidades limitadas para
cualquier país o región que sea relativamen- un número creciente de países necesitados.
te dinámico en ese momento. Una explicación para este comportamiento
La incertidumbre y perplejidad del mun- es que las constricciones internacionales
do desarrollado tras la recomposición del son tan severas para los países en desarrollo
sistema internacional pudo representar la que no pudieron sino adherirse a tales
ocasión para que los países en desarrollo políticas. Sin embargo, un elemento
renegociaran colectivamente su posición importante en este proceso es que muchos
en el sistema internacional. Sin embargo, la países en desarrollo no parecieron resistir la
estrategia adoptada frente a problemas implantación de estas políticas.8 Adicional-
similares fue enfrentar los retos mente, la expectativa de ganancia econó-
internacionales de manera individual más mica también estimuló que algunos países
que colectiva. Para explicar esta situación en desarrollo (como en el caso de México,
la sabiduría popular indica que los países en cuando el ex presidente Salinas intentó
desarrollo finalmente internalizaron varios presidir la OMC) pudieran adquirir importan-
puntos: 1) Hay una escasez de recursos cia política.
internacionales; 2) En el contexto de un
8
número creciente de países necesitados, Algunos análisis sobre el proceso de reorienta-
sólo aquéllos que estuvieran más aptos para ción del estado en varios países en desarrollo expli-
can que, independientemente del tipo de régimen
la competencia tendrían acceso a esos re- interno, una especie de gobierno-clase socialmente
cursos escasos; 3) La eficiencia era la aislada surgió e implementó políticas de acuerdo a
clave para rebasar a otros países; 4) En este parámetros propios [Geddes, 1995].
REGIONALIZACIÓN Y GLOBALIZACIÓN: LOS PAÍSES EN DESARROLLO... 39
En 1992 los países desarrollados expor- más) lados en una relación. Sin embargo, la
taron e importaron alrededor del 70 por globalización es un fenómeno que tiene
ciento del comercio mundial, mientras que efectos diferentes entre y dentro de estados
los países en desarrollo comerciaron entre y regiones, y los costos del ajuste difieren
sí y con el resto del mundo el restante 30 por dependiendo de la (real) fortaleza de los
ciento [FMI, 1993: 2-7]; esta tendencia ha países. Aun para aquellos países en desa-
continuado de modo que en 2000 aproxima- rrollo participantes en el TLCAN y el foro
damente los porcentajes se ubican en 75 por Económico del Pacífico Asiático (APEC),
ciento y 25 por ciento respectivamente como procesos de integración regional entre
[OMC, 2001a]. Sin embargo, como resalta la países desarrollados y en desarrollo, no
OMC, los países en desarrollo han tenido una existen mecanismos institucionales de polí-
participación importante en el dinamismo tica social. El tema de la distribución de la
del comercio mundial, especialmente en el riqueza no está explícitamente considerado
sector de productos manufacturados: 27 en la agenda de regionalización, lo que
por ciento en el total mundial en ese sector puede llevar a continuar la asimetría tradi-
en 2000, mientras que tal indicador había cional en las relaciones entre los países que
sido de 17 por ciento en 1990 [OMC 2001b]. se adhieren a los bloques regionales. Igual-
Esta situación, que parece contradictoria, mente, es importante considerar la brecha
se puede explicar por los flujos de inversión entre estos bloques y el resto de países que
extranjera a países en desarrollo facilitados no están en condiciones de beneficiarse de
por la reducción y/o eliminación de las las ventajas de la economía capitalista, como
barreras financieras en tales países. De ese es el caso del África negra, de buena parte
modo, países como México se encuentran de Asia, y de muchos países latinoamerica-
en el 13º lugar en el ranking de países nos. Finalmente, como demostró la crisis
exportadores aunque los niveles de pobreza financiera mexicana iniciada a fines de
en la población socavan los postulados teó- 1994, seguida por las de Brasil y Rusia, los
ricos del bienestar a través del comercio países en desarrollo que favorecen una
exterior. Además, a pesar de los llamados a retórica que recalca la competencia
la liberalización comercial, los países desa- internacional sin considerar adecuadamente
rrollados son aún sensibles a la importación la debilidad y vulnerabilidad de sus
de ciertos productos, principalmente los economías pueden tener resultados
primarios, en los que los países en desarrollo lamentables.
tienen una ventaja comparativa mayor (o
desventaja comparativa menor, según se IV. Consideraciones finales
vea). Si la mayoría del comercio mundial se A pesar del aparente caos en la transición
da por y entre los países desarrollados, las a la posguerra fría, existió un reforzamiento
oportunidades para los países en desarrollo y readaptación de los viejos patrones de
parecen dudosas. relaciones dentro de una economía capita-
La globalización está basada en la no- lista ahora casi mundial. La formación de
ción de interdependencia que sugiere de- bloques económicos en Asia, América del
pendencia recíproca (simétrica) de dos (o Norte y Europa Occidental se identificó
40 ALBA E. GÁMEZ
como parte de una tendencia irreversible el Norte por un nuevo orden económico
hacia la adopción global de valores y políti- internacional, como en los setenta, los paí-
cas de libre mercado. Las predicciones ses en vías de desarrollo aceptaron, sin
acerca de los bloques como polos en con- mucho conflicto, las reformas económicas
flicto con otros polos no se materializó, pero internas recomendadas por los organismos
tales predicciones mostraron el interés de financieros internacionales. El argumento
las grandes potencias de protegerse de los de que los tomadores de decisiones sólo
efectos adversos de las incertidumbres co- responden a las constricciones internaciona-
merciales y financieras durante los prime- les ha dado sombra, sin embargo, sobre la
ros años del período de la posguerra fría. participación de los gobernantes en la toma de
También, en la medida de sus posibilidades, decisiones y las opciones de política a su
los países en desarrollo han compartido ese disposición
enfoque a la integración en la búsqueda de La formación de bloques económicos no
mercados para sus productos y como re- se ha convertido en una guerra entre grupos
ceptores de inversión extranjera. No de estados. Más bien, la regionalización se
obstante, en todos los casos de la formación ha renovado como un acuerdo en el que la
de bloques, la integración económica no competencia entre estados se da en un
significó una integración plena en el sentido marco de compromisos orientados al bien-
de que los bloques no se convirtieron en estar recíproco. Sin embargo, mientras este
unidades políticas, si bien el discurso respecto proceso y el de globalización prometen
a la globalización como tendencia homoge- también la inclusión y bienestar para
neizante e irreversible sentó fuertes bases aquellos países y sus poblaciones en situación
para consolidar un sentido de unidad en de atraso económico, las condiciones es-
cuanto a la adopción de políticas de libre tructurales –que han evitado históricamente
mercado. que estos últimos se conviertan en compe-
En el caso de los países en desarrollo, tidores-colaboradores de los países
contrariamente a los setenta, éstos exhibie- avanzados– siguen siendo determinantes
ron un enfoque diferente en su búsqueda en la continuación de su subdesarrollo. En
por crecimiento económico y desarrollo, y momentos en que la economía mundial se
en las estrategias para una mejor integración enfrenta a una nueva desaceleración, si no
mundial. El fin de la Guerra Fría estimuló crisis, las políticas de apertura comercial
que estos países compartieran la noción de pero sin la capacidad de enfrentar la
que, en un grado importante, el desarrollo competencia internacional que se añade a
era un problema interno. La competencia la contracción usual de los mercados en
por la limitada disponibilidad de recursos estos casos, genera perspectivas de creci-
ofrecidos en el sistema internacional reque- miento poco alentadoras para los países en
ría una base interna económica sólida que desarrollo; especialmente para los ausentes
podía conseguirse a través de políticas de de los foros regionales ya consolidados o en
liberalización económica y especialmente consolidación. Los gobiernos de los países
de apertura comercial y financiera como en desarrollo han desistido en adelantar
base de crecimiento. Más que luchar contra políticas colectivas para resolver sus pro-
REGIONALIZACIÓN Y GLOBALIZACIÓN: LOS PAÍSES EN DESARROLLO... 41
BIBLIOGRAFÍA
Ángeles, Manuel (2001). Lineamientos del debate Fondo Monetario Internacional (1999a). “Part. II,
actual sobre el concepto de globalización: Chapter V: Trends and issues in the global trading
tendencias y problemas, Reporte No. 1, Procesos system”, World Economic Outlook, http://
de globalización y regionalización en el Pacífico www.imf.org/external/pubs/ft/weo/1999/02/
Asiático, Doctorado en Relaciones Internacionales index, October, (25 10 01).
Transpacíficas, Universidad de Colima, México. — (1999b). “Part. I, Chapter I: World economic
Bergsten, Fred (1997). Open regionalism, Working outlook and the challenges of global adjustment”,
Paper 97-3, Institute for International Economics, World Economic Outlook, http://www.imf.org/
http://www.iie.com/catalog/WP/1997/97-3.htm external/pubs/ft/weo/1999/02/index, October, (25
(08 12 02). 10 01).
Brzezinski, Zbigniew (1992). “The Cold War and its — (1999c). “Statistical Appendix”, World Economic
aftermath”, Foreign Affairs, 71 (4), 31-49. Outlook, http://www.imf.org/external/pubs/ft/
Carpenter, Ted G. (1991). “The new world disorder”, weo/1999/02/index, October, (25 10 01).
Foreign Policy, 4, 24-39. Freedman, Lawrence (1992). “Order and disorder in
Cerny, P. (1993). “Plurilateralism: structural the new world”, Foreign Affairs, 71 (1), 20-37.
differentiation and functional conflict in the post- Fukuyama, Francis (1991). The end of History and the
Cold War order, Millennium, 22 (1), 27-51. last man, Free Press, New York
Clark, Ian (1997). Globalization and fragmentation. Gaddis, J.L. (1992). “International Relations Theory
International Relations in the Twentieth Century, and the end of the Cold War”, International
Oxford University Press, New York. Security, 17 (3), 5-58.
Craig, Murphy (1983). “What the Third World wants: Gamble, Andrew y Anthony Payne (1996).
an interpretation of the development and meaning “Conclusions: The new regionalism”, in A. Gamble
of the New International Economic Order and A. Payne (eds.). Regionalism and world
ideology”, International Studies Quarterly, 27, order, Macmillan, Basingstoke, 247-264.
55-76. Geddes, Barbara (1995). “The politics of economic
David, Steven (1992/93). “Why the Third World still liberalization”, Latin American Research Review,
matters”, International Security, 17 (3), 127-159. 30 (2), 195-214.
42 ALBA E. GÁMEZ
Gill, Stephen (1994). “Structural change and global — (1992). «Latin America in the new world order: a
political economy: globalizing élites and the regional bloc of the Americas?, International
emerging world order”, Yoshikazu Sakamoto (ed.). Affairs, 68 (1), 121-139.
Global transformation: challenges to the state — y Ngaire WOODS (1995). “Globalisation and
system, United Nations UP, New York. inequality”, Millennium, 24 (3), 447-470.
Held, David, Anthony McGrew, David Goldblatt, y Ikenberry, John (1996). “The myth of the post-Cold
Jonathan Perraton (1999). Global War chaos”, Foreign Policy, 75, 79-91.
transformations. Politics, economics and culture, Krauthammer, Charles (1991). “The unipolar
Polity Press, Cornwall. moment”, Foreign Affairs, 70 (1), 23-33.
Hettne, Björn (2000). “Global market versus Mandelbaum, Michel (1991). “The Bush foreign
regionalism”, David Held and Anthony McGrew policy”, Foreign Affairs, 70 (1), 5-22.
(2000, eds.). The global transformations reader Organización Mundial de Comercio (2001a). World
.An introduction to the globalization debate, Polity trade statistics, 2001, http://www.wto.org/
Press, Cornwall, UK english/res_e/statis_e/its2001_e/its01_toc_e.htm
156-166. (25 10 01)
Hoffman, Samuel (1990). “A new world and its — (2001b)., “World trade slows sharply in 2001 amid
troubles”, Foreign Affairs, 60 (4), 115-122 the uncertain international situation”, 2001: Press
Holsti, K. J. (1982, ed.). «Restructuring foreign policy: releases, http://www.wto.org/english/news_e/
a neglected phenomenon in foreign policy theory», pres01_e/pr249_e.htm (25 10 01)
Change in the international system. Essays on the Pfaff, William (1991). “Redefining world power”,
theory and practice of International Relations, Foreign Affairs, 70 (1), 34-48.
Edward Elgar, Great Britain, 83-100. Spindler, Manuela (2000). New regionalism and the
Huntington, Samuel (1988). “The US decline or construction of global order, Centre for the Study
renewal?”, Foreign Affairs, 67 (2), 76-96; of Globalization and Regionalization, The
— (1993). «The clash of civilizations?», Foreign University of Warwick, Working Paper No. 93/
Affairs, 72 (3), 22-49. 02, March.
Hurrell, Andrew (1995). “Regionalism in theoretical Wyatt-Walter, Andrew (1995). “Regionalism,
perspective”, Louise Fawcett y Andrew Hurrell globalization and world economic order”, Louise
(eds.). Regionalism in world politics, Oxford Fawcett y Andrew Hurrell (eds.). Regionalism in
University Press, Oxford, 37-73. world politics, Oxford University Press, Oxford,
75-121.