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tema 3

La Corona. Las Cortes Generales: composición,


atribuciones y funcionamiento.

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I.S.B.N.: 84-9731-876-5 Anagrama «LUCHA CONTRA LA PIRATERIA»


propiedad de Unión Internacional de Escritores.

Referencias Legislativas
• Constitución española de 1978.
• Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General.
• Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno.
• Reglamento del Senado de 3 de mayo de 1994.
• Reglamento del Congreso de los Diputados de 10 de febrero de 1982.
Auxiliares Ayuntamiento de Madrid

GUIÓN-RESUMEN

1. LA CORONA 2. LAS CORTES GENERALES:


COMPOSICIÓN, ATRIBUCIONES Y
1.1. Introducción
FUNCIONAMIENTO
1.2. El Rey
2.1. Las Cortes Generales
1.3. Funciones constitucionales del Rey
2.2. Composición
1.4. Sucesión, Regencia y Tutela
2.3. Funciones de las Cámaras
1.5. El Refrendo
2.4. Funcionamiento de las Cámaras
2.5. La elaboración de las leyes
2.6. Los Tratados internacionales

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1. LA CORONA

1.1. INTRODUCCIÓN
El Título II de nuestra Constitución lleva por rúbrica "De la Corona", y comprende los arts.
56 a 65, ambos inclusive.

Con la denominación de la Corona se está indicando a un órgano del Estado: la Jefa-


tura del Estado. Por ello, la Constitución dice que el Rey es el Jefe del Estado (art. 56.1); así
es fácil distinguir entre la Corona —órgano del Estado— y la figura del Rey —la persona
del Rey—, como dice también la Constitución al señalar que es el titular de la Corona.

A la Corona de España se le atribuye el carácter de hereditaria, en los sucesores de Su


Majestad D. Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica (art. 57.1).

1.2. EL REY
La figura del Rey viene definida en la Constitución por una serie de caracteres, así como
por el régimen de su proclamación y juramento. Cabe aclarar, antes de entrar en el estudio
de estos puntos, que el titular de la Corona puede ser lo mismo Rey que Reina; así, la Cons-
titución se refiere al consorte de la Reina, diferenciándole de la Reina consorte.

1.2.1. Caracteres
Se define al Rey en la Constitución (art. 56) como:

— Jefe del Estado.

— Símbolo de la unidad y permanencia del Estado.

— Que arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones (es decir, de los
órganos que encarnan los otros poderes del Estado, Gobierno, Cortes Generales,
Poder Judicial).

— Que asume la más alta representación del Estado español en las relaciones inter-
nacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica.

— Su persona es inviolable (lo que se refiere a la inmunidad penal, no puede ser dete-
nido) y no está sujeta a responsabilidad (política), ya que por sus actos responden
las personas que los refrendan, como más adelante veremos.

— Que ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las Leyes
(según estudiaremos en la pregunta de las atribuciones).

1.2.2. Título y tratamiento


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La Constitución (art. 56.2) dice que “su título es el de Rey de España y


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podrá utilizar los demás que corresponden a la Corona” (se hace referencia con ADAMS

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esta expresión a los que corresponden a la dinastía histórica, esto es, la dinastía borbónica).
Recibirá el tratamiento de Majestad.

La consorte del Rey de España, mientras lo sea o permanezca viuda, recibirá la deno-
minación de Reina y el tratamiento de Majestad. Mientras que el consorte de la Reina de
España recibirá la denominación de Príncipe y el tratamiento de Alteza Real.

1.2.3. Proclamación y juramento


La condición de Rey o Reina de España se adquiere, normalmente, por herencia, según
el orden sucesorio que luego estudiaremos. Es decir, se es Rey o Reina de España por el
hecho del fallecimiento o abdicación del Rey o Reina anteriores. Ahora bien, el Rey no puede
ejercer como tal sin alcanzar la mayoría de edad; mientras es menor entra en juego la
Regencia.

Al entrar en el ejercicio de sus funciones el Rey es proclamado ante las Cortes Genera-
les. En este mismo acto el Rey prestará juramento (art. 61.1) de “desempeñar fielmente sus
funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las Leyes, y respetar los derechos de los
ciudadanos y de las Comunidades Autónomas”.

1.2.4. La Familia Real y la Casa del Rey


La Constitución se refiere en alguna ocasión a la Familia Real y a la Casa del Rey (art.
65.1). También hemos visto que se hace mención de algunos parientes del Rey.

La Familia Real se caracteriza por los siguientes puntos:

— Para el sostenimiento de su Familia y Casa el Rey recibe de los Presupuestos


Generales del Estado una cantidad global que distribuye libremente (estos actos de
distribución no precisan de refrendo, como veremos).

— Existe un Registro Civil de la Familia Real que se regula por un Real Decreto de
1981, y que se lleva en el Ministerio de Justicia, a cargo del propio Ministro de Jus-
ticia; en su Libro se inscriben nacimientos, matrimonios, defunciones y otros actos
inscribibles relativos al estado civil de los miembros de la Familia Real.

— Los títulos y tratamientos de la Familia Real, están regulados por el citado


Decreto de 1981. Los hijos del Rey serán Infantes de España y recibirán el trata-
miento de Alteza Real; mientras que sus consortes tendrán el tratamiento que el
Rey, por vía de gracia, les conceda. Los hijos de los Infantes tendrán la considera-
ción de Grandes de España y el tratamiento de Excelencia.

La Casa del Rey está regulada por el Real Decreto 434/1988, de 6 de mayo, modifica-
do por el Real Decreto 1033/2001, de 21 de septiembre. Es un organismo que, bajo la depen-
dencia directa de su Majestad, tiene como misión servirle de apoyo en cuantas actividades
se deriven del ejercicio de sus funciones como Jefe de Estado.

La Casa de Su Majestad el Rey estará constituida por:


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— Jefatura (del Jefe de la Casa depende directamente una Oficina, como


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órgano de apoyo y asistencia inmediata). ADAMS

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— Secretaría General.

— Cuarto Militar y Guardia Real.

— Servicio de Seguridad.

Del Jefe de la Casa dependerán todos los Servicios de la misma.

Directamente dependiente del Jefe de la Casa existirá la Oficina, como órgano de apoyo
y asistencia inmediata cuyo titular tendrá la consideración de personal de Dirección y a la que
podrán incorporarse hasta cinco miembros, como personal técnico de asesoramiento.

Todos los miembros civiles y militares de la Casa son nombrados y relevados directa-
mente por Su Majestad el Rey, a tenor de lo dispuesto en el art. 65.2 de la Constitución.

1.2.5. Príncipe heredero de la Corona


Especial relevancia dentro de la Familia Real tiene el Príncipe heredero. A él se refiere
la Constitución en los siguientes extremos:

— Es sucesor de la Corona de España (art. 57.1), es decir, tiene derecho de suce-


der al Rey, cuando se produce su fallecimiento y su persona viene predeterminada
por las reglas de sucesión, según veremos.

— Como dignidad y tratamiento (art. 57.2) tendrá desde su nacimiento o desde que
se produzca el hecho que origine su llamamiento la dignidad de Príncipe de Asturias
y los demás títulos vinculados tradicionalmente al sucesor de la Corona de España.

— Al alcanzar la mayoría de edad prestará juramento ante las Cortes Generales; es el


mismo juramento que hace el Rey, pero añadiéndose el de fidelidad al Rey (art. 61.2).

— Es llamado a la regencia cuando el Rey se inhabilita para el ejercicio de su autoridad,


si el Príncipe heredero tiene en ese momento la mayoría de edad (art. 59.2).

1.2.6. La Reina consorte o el consorte de la Reina


Según la Constitución (art. 58), ni la Reina ni el consorte de la Reina podrán asumir fun-
ciones constitucionales, salvo en lo dispuesto para la Regencia.

Hay que volver a insistir en que la consorte del Rey (es decir, la esposa del Rey), mien-
tras lo sea o permanezca viuda, recibe la denominación de Reina (no de Reina de España)
y el tratamiento de Majestad. Mientras que el consorte de la Reina (es decir, el esposo de la
Reina), recibe la denominación o dignidad de Príncipe y tratamiento de Alteza Real mientras
que sea su esposo o permanezca viudo.

1.2.7. Cese en el cargo de Rey


El cargo de Rey es de carácter vitalicio. Se extingue por fallecimiento o por
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abdicación. Es decir, la dignidad de Rey se tiene desde el nacimiento (así se ex-


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plica que la Regencia se ejerza en nombre del Rey), pero su ejercicio efectivo sólo puede rea-
lizarse cuando se alcanza la mayoría de edad y se presta el correspondiente juramento.

No obstante, puede cesarse en el ejercicio de cargo de Rey, en los siguientes supuestos:

— Por inhabilitación para el ejercicio de su autoridad, en el que entra en funciones


la Regencia (art. 59.2).

— Por abdicación, cuando el Rey cede su derecho en favor del Príncipe heredero
(art. 57.5).

1.3. FUNCIONES CONSTITUCIONALES DEL REY


Ya sabemos que las funciones del Rey son más bien simbólicas y que según la Consti-
tución se encuentra desprovisto de poderes efectivos; no obstante, sus funciones son impor-
tantes y se encuentran enumeradas en la Constitución y en las leyes, unas veces expresa-
mente y otras genéricamente; estas últimas, las genéricas, derivan del papel que se atribuye
al Rey como símbolo de la unidad y permanencia del Estado, como árbitro y moderador del
funcionamiento regular de las instituciones y como el más alto representante del Estado en
las relaciones internacionales.

Las funciones expresas atribuidas al Rey por la Constitución pueden ser clasificadas
en los siguientes grupos, constituyendo facultades legales regladas y, por lo general, actos
debidos.

1.3.1. En relación con las Cortes Generales


— Sanciona y promulga las leyes.

— Convoca y disuelve las Cortes Generales.

— Convoca elecciones generales.

— Convoca el referéndum.

1.3.2. En relación con el Poder Ejecutivo (Gobierno y Administración)


— Propone el candidato a Presidente de Gobierno; lo nombra, en su caso, así como
pone fin a sus funciones.

— Nombra y separa a los miembros del Gobierno a propuesta de su Presidente.

— Expide los Decretos acordados en Consejo de Ministros

— Es informado de los asuntos de Estado y preside, a estos efectos, el Consejo de


Ministros.

— Confiere los empleos civiles y militares y concede honores y distincio-


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nes con arreglo a las leyes. VINCIT

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— Ejerce el mando supremo de las Fuerzas Armadas.

— Ejerce el Alto Patronazgo de las Reales Academias.

1.3.3. En las relaciones internacionales


— Ejerce la más alta representación del Estado.

— Acredita a los embajadores y otros representantes diplomáticos y los representan-


tes extranjeros están acreditados ante él (presentación de cartas credenciales).

— Manifiesta el consentimiento del Estado para obligarse internacionalmente por


medio de Tratados, de conformidad con la Constitución y las leyes.

— Declara la guerra y hace la paz, previa autorización de las Cortes Generales.

1.3.4. En relación con la Justicia


— En su nombre es administrada la Justicia.

— Ejerce el derecho de gracia, que nunca podrá implicar la concesión de indultos


generales.

— Nombra al Presidente del Tribunal Supremo, al Fiscal General del Estado y los
Vocales del Consejo General del Poder Judicial.

— Nombra al Presidente y demás miembros del Tribunal Constitucional.

1.3.5. En relación con las Comunidades Autónomas


— Ha de respetar los derechos de las Comunidades Autónomas.

— Nombra al Presidente de las Comunidades Autónomas, con el refrendo del Presi-


dente del Gobierno.

— Sanciona los Estatutos de Autonomía.

— Convoca los referéndums autonómicos.

1.4. SUCESIÓN, REGENCIA Y TUTELA

1.4.1. Sucesión
El sistema constitucional que regula el orden de sucesión en el trono se ins-
pira en las reglas clásicas del Derecho castellano. La determinación del sucesor
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se produce automáticamente según las previsiones legales. Este sistema pre-


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senta los siguientes caracteres: ADAMS

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— Se da preferencia a la línea recta descendente (la que une a padres e hijos) sobre
la colateral (la que une a sobrinos y tíos).

— Se da preferencia a los varones sobre las mujeres, y a la persona de más edad


sobre la de menor edad, en caso de igualdad de sexo.

— Juega el principio de representación, de forma que los hijos del Príncipe heredero
muerto antes que el Rey heredarían la Corona antes que los demás hijos del Rey
(esto es, los hijos del Príncipe heredero —nietos del Rey— representan a su padre
en la sucesión de la Corona).

Las reglas de la Constitución (art. 57) son:

— Regla general: la sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y


representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la
misma línea el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la
mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos (art. 57.1).

— Exclusión de la sucesión: aquellas personas que teniendo derecho a la sucesión


en el trono contrajeren matrimonio contra la expresa prohibición del Rey y de las
Cortes Generales, quedarán excluidas de la sucesión a la Corona por sí y sus des-
cendientes (art. 57.4).

— Abdicaciones, renuncias y dudas: las abdicaciones y renuncias y cualquier duda


de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resol-
verán por una ley orgánica (art. 57.5).

— Extinción de las líneas: extinguidas todas las líneas llamadas en derecho, las
Cortes Generales proveerán a la sucesión en la Corona en la forma que más con-
venga a los intereses de España (art. 57.3).

1.4.2. Regencia
Para tener una idea clara sobre la institución de la regencia, hay que partir de la base de
que ésta se refiere a los supuestos en que existiendo Rey o Reina, no se encuentra en con-
diciones de ejercer las funciones que corresponden al titular de la Corona, bien porque se ha
inhabilitado para el ejercicio de su autoridad o porque el Príncipe heredero es menor de edad.

Podemos definir la regencia como una institución jurídica mediante la cual se gobierna
un Estado durante la minoría de edad del Príncipe, ausencia o incapacidad del Rey.

Distinguiremos en el análisis de la regencia los siguientes puntos:

A) Supuestos de Regencia
Los casos en que se produce la regencia son la menor edad del Rey, o la inhabilita-
ción para el ejercicio de su autoridad y que esta imposibilidad fuera reconocida por las Cor-
tes Generales.

B) Clases de Regencia
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Podemos distinguir las siguientes clases: ADAMS

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a) Regencia legítima, que es la establecida por la Constitución al disponer las perso-


nas que han de ejercerla; a su vez tenemos que distinguir los dos supuestos de la
regencia:

— En la menor edad del Rey son llamados:

1. El padre o la madre del Rey.

2. El pariente mayor de edad más próximo a suceder en la Corona.

— En la inhabilitación son llamados:

1. El Príncipe heredero de la Corona, si fuese mayor de edad.

2. Si el Príncipe no es mayor de edad, se seguirá el mismo orden del apar-


tado anterior hasta que el Príncipe alcance la mayoría de edad (art. 59).

b) Regencia dativa, cuando no hay persona a quien corresponda la Regencia, según


las reglas que acabamos de transcribir, será nombrada por las Cortes Generales, y
se compondrá de una, tres o cinco personas (art. 59.3).

C) Requisitos y juramento del regente

— Para ejercer la regencia es preciso ser español y mayor de edad (art. 59.4).

— La regencia se ejercerá por mandato constitucional y siempre en nombre del Rey


(art. 59.5).

— El regente o regentes prestarán ante las Cortes Generales el mismo juramento del
Rey y además el de fidelidad al Rey (art. 61.2).

D) Dignidad y tratamiento

Según el Real Decreto de 1987, quienes ejerzan la regencia tendrán el tratamiento de


Alteza, e iguales honores que los establecidos para el Príncipe de Asturias.

E) Diferencia entre Regencia y tutela

La Institución de la tutela recoge la esfera privada del Príncipe, es decir, la defensa de


su integridad física, de sus bienes y el cuidado de su educación y enseñanza.

Por su parte, la Regencia recoge la esfera pública del futuro Rey, es decir, el regente
hará las funciones del Jefe de Estado.

En cuanto al requisito formal para ser Regente y tutor, se necesita ser español de origen
y para ser Regente ser español simplemente. Según el art. 17 del Código Civil, son españo-
les de origen los nacidos de padre y madre españoles y los nacidos en España
de padres extranjeros en diversos supuestos.
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SUPUESTOS QUE PUEDEN PLANTEARSE EN RELACIÓN CON LA SUCESIÓN, REGENCIA Y TUTELA

• Si el Príncipe heredero — Será proclamado Rey ante las Cortes


es mayor de edad — Prestará juramento

• Requisitos Español y mayor de edad


— Regente
1.° Padre o madre
• Preferencia 2.° Pariente más próximo 1
3.° Designación por las Cortes de 3
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• Si el Príncipe heredero 5
es menor de edad

1.° Testamentaria — Mayor de edad


— Español de nacimiento
— Tutor
Fallecimiento 2.° Padre o madre Viudos
(preferencia)
del Rey 3.° Designación por las Cortes

• No hay príncipe, pero — Si es mayor de edad Proclamación y juramento


sí persona con derecho
a suceder — Si es menor de edad Regencia y tutela

• No hay persona
alguna con derecho Las Cortes proveerán a la sucesión
a suceder

• Reconocida por las Cortes


Inhabilitación
• Regente Príncipe heredero mayor de edad

Abdicación
• Se regularán por Ley Orgánica
(o renuncia)

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1.4.3. La tutela del Rey

La tutela, como institución del derecho de familia, se refiere a la guarda de las personas
y bienes de las personas menores de edad o incapacitadas. Esta institución de la tutela se
refiere solamente, pues, a la persona o bienes del Rey o Reina de España, y no tiene nada
que ver con las funciones políticas de la Corona, que en estos casos de minoría de edad o
de incapacidad de su titular son ejercidas por la Regencia.

A) Clases de tutela del Rey

Según la Constitución (art. 60.1) son:

— Testamentaria. Será tutor del Rey menor la persona que en su testamento hubie-
re nombrado el Rey difunto, siempre que sea mayor de edad y español de
nacimiento.

— Legítima (esto es, establecida por ley, y en este caso por la Constitución), ya que si
no hay tutor testamentario, “será tutor del Rey el padre o la madre, mientras que per-
manezcan viudos”.

— Dativa (esto es, dada por otras personas, en este caso por las Cortes Generales),
ya que si no hay tutor testamentario ni legítimo, lo nombrarán las Cortes Generales.

B) Caracteres del cargo de tutor

Resulta ser un cargo el de tutor que implica la guarda de la persona y bienes del tutelado.

Según la Constitución (art. 60.1 y 2), el cargo de tutor del Rey:

— No puede acumularse este cargo al de Regente sino en el caso del padre, madre
o ascendientes directos del Rey (abuelos, por ejemplo).

— El ejercicio de la tutela es incompatible con el de todo cargo o representación polí-


tica (salvo lo que hemos dicho para el caso de que el cargo de tutor pueda acu-
mularse al de Regente).

1.5. EL REFRENDO
La institución del refrendo está íntimamente ligada al problema de la posible responsa-
bilidad del Rey por los actos que realiza en el ejercicio de la Jefatura del Estado. Ya sabemos
que la Constitución (art. 56.3) dispone que la persona del Rey no está sujeta a responsabili-
dad y, por tanto, sus actos estarán siempre refrendados (firmados por otra persona), care-
ciendo de validez estos actos si no van acompañados de dicho refrendo.

Las únicas excepciones del refrendo son (art. 65.2) el nombramiento y relevo de los
miembros civiles y militares de la Casa del Rey y la distribución de la cantidad global que el
Rey recibe de los Presupuestos Generales del Estado para el sostenimiento de
su familia y casa.
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1.5.1. Sujetos legitimados para refrendar (artículo 64)


La determinación de los encargados de los actos de refrendo se contiene en las siguien-
tes reglas:

— En general: el Presidente del Gobierno o los Ministros competentes.

— En especial: el Presidente del Congreso en la propuesta y el nombramiento del


Presidente del Gobierno y en la disolución de las Cámaras y convocatoria de nue-
vas elecciones, cuando el candidato a Presidente del Gobierno no obtiene la con-
fianza del Congreso, transcurridos dos meses a partir de la primera votación de
investidura.

1.5.2. Efectos del refrendo


Son:
— Conferir validez al acto refrendado.
— Trasladar la responsabilidad que pueda derivarse del acto refrendado de la perso-
na del Rey a la persona que ha puesto la firma de refrendo (es decir, Presidente del
Gobierno, Ministros, etc.).

EL REFRENDO

En general: Presidente del


Sujetos legitima- Gobierno o Ministros competentes
dos para refren-
dar
En especial: Presiden- — Propuesta y nombramiento del
te del Congreso Presidente del Gobierno.
— Disolución de las Cámaras y con-
vocatoria de nuevas elecciones
2 meses tras la 1ª votación de
investidura candidato a Pre-
sidente de Gobierno no obtiene la
confianza del Congreso.

— Conferir validez al acto refrendado.


Efectos del refren- — Transferir la responsabilidad del acto refrendado de
do la persona del Rey a la persona que ha puesto la
firma de refrendo.
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2. LAS CORTES GENERALES: COMPOSICIÓN, ATRIBUCIONES Y


FUNCIONAMIENTO

2.1. LAS CORTES GENERALES


La Constitución regula esta materia en el Título III, arts. 66 a 96, bajo la rúbrica: “Las
Cortes Generales”. Dicho Título está dividido en tres Capítulos:

— Capítulo I: “De las Cámaras”

— Capítulo II: “De la elaboración de las Leyes”

— Capítulo III: “De los Tratados Internacionales”

Analizaremos sucesivamente cada una de ellas.

Las Cortes Generales representan al pueblo español y están formadas por el Congreso
de los Diputados y el Senado (art. 66.1 de la Constitución).

La representación política del pueblo español se expresa a través de las Cortes Gene-
rales, no por medio del Congreso de los Diputados o del Senado separadamente, sino a tra-
vés de ambas Cámaras conjuntamente, cuyos miembros son elegidos por sufragio universal.

El Régimen Electoral General viene regulado por la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio,
que ha sufrido numerosas modificaciones.

Una importante modificación de la LOREG tuvo lugar por la Ley Orgánica 1/1997, de 30
de mayo, de Elecciones Municipales, para la transposición de la Directiva 94/80/CE, que
introduce la posibilidad que todo ciudadano de la Unión Europea que resida en España sin
haber adquirido la nacionalidad española, tendrá derecho a ser elector y elegible en las elec-
ciones municipales de nuestro país, en las mismas condiciones que los nacionales del
mismo.

Otra modificación se ha producido por la Ley Orgánica 3/1998, de 15 de junio, que esta-
blece la celebración simultánea de las elecciones municipales y autonómicas y de las elec-
ciones al Parlamento europeo, siempre que coincidan en el mismo año para su celebración,
en un espacio no superior a cuatro meses.

Otra reforma ha tenido lugar por la Ley Orgánica 8/1999, de 21 de abril, y se centra en
dos cuestiones relacionadas con el gobierno local: una nueva regulación de las mociones de
censura a nivel local y la introducción de la cuestión de confianza.

La Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos, que reforma lo relativo a la


presentación y modificación y el recurso contra la proclamación de candidaturas y candidatos.

La Ley Orgánica 1/2003, de 10 de marzo, para la garantía de la democracia en los Ayun-


tamientos y la seguridad de los Concejales, reforma las causas de inelegibilidad de los con-
cejales, los representantes de las candidaturas, las subvenciones a las forma-
ciones políticas, las sustituciones de los concejales, las elecciones parciales y la
disolución de los órganos de las Corporaciones Locales, entre otras.
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La Ley Orgánica 16/2003, de 28 de noviembre, de modificación de la Ley Orgánica del


Régimen Electoral General, afecta a los artículos 215 y 220.2 relativos al sistema electoral y
a la presentación y proclamación de candidatos.

Los rasgos tipificadores de las Cortes Generales son:

2.1.1. Órgano constitucional del Estado


Las Cortes Generales tienen su origen inmediato y directo en la Constitución y partici-
pan en la dirección política del Estado.

2.1.2. Órgano representativo


Es el órgano en el que se delega la soberanía popular de manera directa, ya que es el
único órgano constitucional del Estado cuya composición se efectúa por sufragio universal.

La representación nacional se realiza a través de las Cortes Generales como un todo,


en la que, cada Cámara, incorpora un principio representativo distinto:

a) Principio representativo poblacional

Es el principio por el que se rige la elección de los miembros del Congreso de los
Diputados.

En este caso son los habitantes de toda España, divididos en circunscripciones


electorales provinciales, los que eligen un número de Diputados proporcional al
número de habitantes de la provincia.

b) Principio representativo territorial

Es el principio que rige para la elección de los Senadores.

En cada provincia se elige un mismo número de Senadores (4), con independencia


del número de habitantes de la misma (sin perjuicio de lo que se dirá sobre las islas
y Ceuta y Melilla).

Según el art. 69.5 de la Constitución, las Comunidades Autónomas designarán ade-


más un Senador y otro más por cada millón de habitantes de sus respectivos terri-
torios.

2.1.3. Órgano bicameral


Es un órgano compuesto por el Congreso de los Diputados y por el Senado.

Pero actúa a través de cada una de las Cámaras por separado, excepto en los supues-
tos expresamente determinados por la Constitución. En estos casos las Cortes Generales
actúan conjuntamente, rigiéndose entonces por el Reglamento de las Cortes Generales y sien-
do presididas por el Presidente del Congreso de los Diputados (art. 72.2 de la Constitución).

Los casos expresamente reservados a las sesiones conjuntas de las Cor-


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tes Generales son para ejercer las competencias no legislativas del Título II: VINCIT

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Las Cortes Generales

— Artículo 57.3 (para proveer a la sucesión de la Corona en el caso de que se extingan


las líneas sucesorias legitimadas en Derecho para ello).

— Artículo 59.2 (para reconocer la incapacidad del Rey).

— Artículo 59.3 (para nombrar la Regencia en el caso de ausencia de Regencia legí-


tima).

— Artículo 60.1 (para nombrar Tutor del Rey menor en caso de inexistencia de Tutor
testamentario y de Tutor legítimo).

— Artículo 61.1 (para recibir el juramento del Rey en la proclamación del mismo que
se hace ante ellas).

— Artículo 63.3 (para autorizar al Rey a declarar la guerra o hacer la paz).

Existen otros supuestos en los que los acuerdos se adoptan en sesiones sucesivas, por
mayoría de cada una de las Cámaras:

— Artículo 94.1 (consentimiento del Estado para obligarse mediante Tratados).

— Artículo 145.2 (autorización de los acuerdos de cooperación entre las Comunida-


des Autónomas).

— Artículo 158.2 (distribución de los recursos del Fondo de Compensación Interterri-


torial).

En el primer caso, la iniciativa corresponderá al Congreso; en el segundo caso, y en el


tercero, al Senado. En ambos supuestos, si no hubiera acuerdo entre Senado y Congreso,
se intentará obtener por una Comisión Mixta compuesta de igual número de Senadores y
Diputados. La Comisión presentará un texto que será votado por ambas Cámaras. Si no se
aprueba en la forma establecida, decidirá el Congreso, por mayoría absoluta. (art. 74).

2.1.4. Órgano deliberante


Es el órgano de integración de todas las opciones políticamente relevantes de la socie-
dad y, por ello, el lugar idóneo para deliberar y llegar a compromisos entre aquéllas. Com-
promisos que se realizan en las mayorías por las que se aprueban las resoluciones.

Las deliberaciones de las Cortes Generales, salvo en los supuestos de sesión conjunta,
se efectúan independientemente por cada una de las Cámaras por separado, aunque en un
proceso decisorio coordinado.

2.1.5. Órgano legislador


Es el órgano que detenta el poder ordinario de hacer leyes.

Es el poder supremo dentro del ordenamiento jurídico, únicamente someti-


do a la Constitución.
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Auxiliares Ayuntamiento de Madrid

La función legislativa de las Cortes Generales se realiza a través de procedimientos


legislativos independientes, aunque coordinados, de los dos cuerpos colegisladores: el Con-
greso de los Diputados y el Senado.

2.1.6. Órgano permanente


Como tal órgano no decae nunca. Su existencia es independiente de sus integrantes
individuales, periódicamente renovados en elecciones generales.

En los interregnos parlamentarios, por disolución de las Cámaras o por períodos de vaca-
ciones parlamentarias, son las Diputaciones Permanentes de cada una de las Cámaras las que
asumirán las funciones de las Cortes Generales.

2.1.7. Órgano inviolable


Así lo establece el art. 66.3 de la Constitución, con lo que se afirma que las Cortes Gene-
rales no podrán ser suspendidas en sus funciones, ni sus decisiones podrán ser ignoradas.

2.2. COMPOSICIÓN

2.2.1. Introducción
Las Cámaras son cada una de las dos Asambleas en que se dividen las Cortes Generales.

Su composición se rige por criterios electivos distintos e incorporan, igualmente, princi-


pios representativos diferentes:

— Senado: criterio mayoritario y principio representativo territorial.

— Congreso: criterio proporcional y principio representativo poblacional.

Las atribuciones de ambas Cámaras difieren sustantivamente entre sí.

El funcionamiento de las Cámaras, salvo en los casos de sesión conjunta, es indepen-


diente y separado.

2.2.2. Composición: Congreso de los Diputados y Senado

A) Congreso de los Diputados

La base de la composición del Congreso se encuentra en el artículo 68 de la CE, que en


el apartado 1 dice: “el Congreso se compone de un mínimo de 300 y un máxi-
mo de 400 Diputados, elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y
secreto, en los términos que establece la ley”. El número ha quedado fijado por
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la Ley Orgánica de Régimen Electoral General en 350 miembros (Ley Orgánica


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5/1985, de 19 de junio). ADAMS

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Las Cortes Generales

Son electores y elegibles todos los españoles que estén en pleno uso de sus derechos
políticos, aunque se ha de tener en cuenta el sistema de inelegibilidades y de incompatibili-
dades que se formula en el art. 70 de la CE y que se desarrolla en la Ley Orgánica 5/1985.

El art. 68.5 establece expresamente que la ley reconocerá el ejercicio del derecho de
sufragio a los españoles que se encuentren fuera del territorio de España y el Estado se lo
facilitará.

En cuanto al sistema electoral, el art. 68.3 de la CE dice que: “la elección se hará en
cada circunscripción atendiendo a criterios de representación proporcional”. Esto supone
que, como ha dicho el Tribunal Constitucional en Sentencia de 18 de diciembre de 1981,
“cualquiera que sea su modalidad concreta, atiende a la idea fundamental de asegurar a cada
partido político una representación si no matemática, cuanto menos sensiblemente ajustada
a su importancia real”.

La circunscripción electoral es la provincia, y las ciudades de Ceuta y Melilla son repre-


sentadas cada una por un Diputado. El número real de Diputados se distribuye por la Ley
Orgánica del Régimen Electoral, asignando una representación mínima inicial a cada provin-
cia, dos Diputados, y distribuyendo los restantes proporcionalmente a la población, según el
procedimiento que establece el art. 162.3 de la misma Ley Orgánica, con lo que se cumple el
mandato constitucional de la proporcionalidad.

El sistema adoptado es el de la fórmula D'Hont, con el correctivo de la existencia de un


mínimo de votos en cada distrito (el 3%) para tener derecho a la obtención de escaños. Y por
lo que se refiere a la forma de expresión del voto, se establece el sistema de listas bloquea-
das y cerradas.

Se establece que las elecciones tienen lugar entre los 30 y 60 días desde la terminación
del mandato (4 años, salvo el caso de disolución anticipada).

El Congreso electo debe ser convocado dentro de los 25 días siguientes a la celebra-
ción de las elecciones.

B) Senado

Por lo que se refiere al Senado, según el art. 69.1: “el Senado es la Cámara de repre-
sentación territorial”, lo cual influye en su composición, esencialmente diferente a la del Con-
greso de los Diputados, aunque después de las elecciones se puede adivinar que la relación
entre las fuerzas políticas representadas en las dos Cámaras sea parecida, como de hecho
ha ido pasando en estas primeras legislaturas. Pero el diferente sistema para elegir los miem-
bros permite que se pueda dar una conformación diferente a las Cámaras.

La circunscripción electoral es también la provincia. En cada provincia se elegirán cua-


tro Senadores por sufragio universal, libre, directo y secreto. La excepción de las islas se con-
creta en el mandato del art. 69.3 de la CE, desarrollado por la Ley Orgánica, según la cual:
“En las provincias insulares, cada isla o agrupación de islas, con cabildo o consejo insular,
constituirá una circunscripción a efecto de la elección de Senadores; correspondiendo tres a
cada una de las islas mayores: Gran Canaria, Mallorca y Tenerife; y uno a cada
una de las islas o agrupaciones de islas siguientes: Ibiza-Formentera, Menorca,
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Fuerteventura, Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma”.


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También suponen una excepción las ciudades de Ceuta y Melilla, que elegirán cada una
dos Senadores.

Por otro lado, el art. 69.5 establece que: “Las Comunidades Autónomas designarán ade-
más un Senador y otro más por cada millón de habitantes de su territorio respectivo. La desig-
nación corresponderá a la Asamblea Legislativa o, en su defecto, al órgano colegiado supe-
rior de la Comunidad Autónoma, de acuerdo con lo que establecen los Estatutos, que
aseguran, en cualquier caso, la representación proporcional adecuada”.

Esta novedad de los Senadores autonómicos es la que se ha considerado que respon-


de más a la naturaleza de la Cámara de representación territorial. En cualquier caso, estos
Senadores no son sólo representantes de la Comunidad Autónoma correspondiente, sino que
son auténticos representantes del pueblo español en su totalidad como miembros de la
Cámara Alta, integrada en las Cortes Generales.

Actualmente, el número de Senadores es de 259, siendo 208 de carácter provincial y 51


de Comunidades Autónomas.

TERRITORIO SENADORES

— Provincias 4
— Gran Canaria 3
— Mallorca 3
— Tenerife 3
— Ibiza–Formentera 1
— Menorca 1
— Fuerteventura 1
— Gomera 1
— Hierro 1
— Lanzarote 1
— La Palma 1
— Ceuta 2
— Melilla 2
— CC.AA. 1
y otro más por
cada millón de
habitantes

C) Estatuto jurídico de los Parlamentarios

La condición de miembro parlamentario, es decir, de miembro integrante de cada una de


las Cámaras (Senador y Diputado) conlleva una serie de peculiaridades jurisdiccionales, que
hace de los Parlamentarios un colectivo protegido por un fuero especial.

Según la Ley de Enjuiciamiento Criminal en la fase de instrucción del pro-


ceso penal, están exentos de concurrir al llamamiento del Juez pero no de
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declarar, pudiendo informar por escrito sobre los hechos de que tengan conoci-
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miento por razón de su cargo los Presidentes del Congreso de los Diputados y
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Las Cortes Generales

del Senado; si las cuestiones a que se refiere la declaración no han llegado a su conocimiento
por razón de su cargo, se tomará la misma en su domicilio o despacho oficial. En la fase de
juicio oral deben comparecer ante el órgano judicial salvo por los hechos que conozcan por
razón de su cargo, de los que pueden informar por escrito.

Los Diputados y Senadores están igualmente exentos de concurrir al llamamiento del


Juez, pero no de declarar, pudiendo hacerlo en su despacho oficial o en la sede del órgano
del que sean miembros, todo ello en la fase de instrucción del proceso penal. En la fase de
juicio oral, deben comparecer para testificar, ante el órgano judicial.

El fuero de los Parlamentarios se rige por las denominadas “prerrogativas parlamentarias”.

Las prerrogativas parlamentarias abarcan aquellas exenciones jurisdiccionales que


protegen la función parlamentaria, sometiendo la responsabilidad penal y civil por las actua-
ciones de sus miembros a un fuero especial.

Dicho fuero se rige por dos institutos jurídicos:

— La inviolabilidad parlamentaria.

— La inmunidad parlamentaria.

a) Inviolabilidad parlamentaria
Es una prerrogativa clásica que nuestra Constitución recoge en su art. 71.1.
Consiste en la no exigencia de responsabilidad jurídica por las opiniones o votos
que pueda manifestar el Diputado o el Senador en el ejercicio de su función.
Es una prerrogativa que ampara la función parlamentaria en sí misma (no al Parla-
mentario; no es, por tanto, un privilegio), garantizando al Parlamentario que su per-
sona no será objeto de acción civil o penal alguna por la expresión de opiniones
que su cargo conlleva.
b) Inmunidad parlamentaria

Es la prerrogativa complementaria de la anterior y, como ella, igualmente clásica.

Su contenido, como recoge el artículo 71.2 de la Constitución, consiste en prote-


ger a los Parlamentarios frente a cualquier arresto o detención, impidiendo que pue-
dan ser detenidos (salvo en caso de flagrante delito) y en garantizar el fuero de los
Diputados o Senadores frente a cualquier proceso, exigiendo para el procesamien-
to de un Parlamentario la autorización previa de la Cámara a la que pertenece.

El estatuto jurídico de los parlamentarios se completa con el régimen de incompatibi-


lidades que les afectan. La Constitución, en su art. 70.1, y la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de
junio, sobre el Régimen Electoral General, en su art. 155, establecen las causas de incom-
patibilidades de los Parlamentarios.

En primer lugar, en su sistema bicameral, la primera incompatibilidad deri-


va de la propia condición de Diputado o Senador, estableciéndose, como es
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obvio, que en ningún caso, nadie podrá ser miembro de ambas Cámaras (art.
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67.1 de la Constitución). ADAMS

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El resto de las condiciones o cargos públicos incompatibles con el ejercicio de la función


parlamentaria son, según la Constitución:

• Los componentes del Tribunal Constitucional.


• Los altos cargos de la Administración del Estado que determine la ley, con excepción
de los miembros del Gobierno (sí y por excepción, el Secretario de Estado puede
simultanear este cargo con la condición de Parlamentario).
• El Defensor del Pueblo.
• Magistrados, Jueces y Fiscales, en activo.
• Militares profesionales y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Policía,
en activo.
• Miembros de las Juntas Electorales.
• Los Senadores designados por las Comunidades Autónomas, sean o no simultánea-
mente miembros de las Asambleas Legislativas de éstas:
– Sólo podrán desempeñar aquellas actividades que como Senadores les estén
expresamente autorizadas en la Constitución y en la Ley de Régimen Electoral
General, cualquiera que fuese el régimen que les pudiera corresponder por vir-
tud de su designación por la Comunidad Autónoma.

– Sólo podrán percibir la remuneración que les corresponda como Senadores,


salvo que opten expresamente por la que hubieren de percibir, en su caso, como
Parlamentarios Autonómicos.

Según la reforma de la Ley de Régimen Electoral General, introducida por la Ley Orgá-
nica 8/1991, a la Ley 5/1985, deben tenerse en cuenta, sobre las incompatibilidades de Dipu-
tados y Senadores, las siguientes reglas que sintetizamos a continuación:

— El mandato se ejercerá en régimen de dedicación absoluta.

— Será incompatible con el desempeño, por sí o mediante sustitución, de cualquier


otro puesto, profesión o actividad, públicos o privados, por cuenta propia o ajena,
retribuidos mediante sueldo, salario, arancel, honorarios o cualquier otra forma. En
caso de producirse el pase a la situación administrativa o laboral que corresponda
en aquéllos, deberá garantizarse la reserva de puesto o plaza de destino, en las
condiciones que determinen las normas específicas de aplicación.

— El régimen de dedicación absoluta y de incompatibilidades será aplicable, sin que


en ningún caso se pueda optar por percepciones o remuneraciones correspon-
dientes a puestos o cargos incompatibles.

— Se establece la incompatibilidad con el desempeño de actividades privadas; esta-


bleciéndose, asimismo, excepciones determinadas a la prohibición de ejercicio de
actividades públicas o privadas.
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— Los Diputados y Senadores están obligados a formular declaración de


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todas las actividades que puedan constituir causa de incompatibilidad. ADAMS

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Las Cortes Generales

— Según el art. 18 del Reglamento del Congreso de los Diputados, modificado el 23


de septiembre de 1993, los Diputados estarán obligados a formular declaración de
sus bienes patrimoniales en los términos previstos en la Ley Orgánica del Régimen
Electoral General.

COMPOSICIÓN Y ATRIBUCIONES DE LAS CÁMARAS

CIRCUNSCRIPCIÓN DURACIÓN ATRIBUCIONES


COMPOSICIÓN ELECCIÓN
ELECTORAL MANDATO GENÉRICAS

— Sufragio Universal, — Provincia: número de


• Mínimo ......300 libre, igual, directo y Diputados proporcional al • Representar al pueblo
número de habitantes. español.
secreto.
• Máximo .....400
CONGRESO — Ceuta: 1
• Actualmente350 — Electores y elegi-
bles: españoles en — Melilla: 1 • Ejercer la potestad legis-
pleno uso de sus lativa.
derechos políticos.

— Criterio de repre- — Provincia: 4 Senadores 4 AÑOS


sentación propor- — Gran Canaria: 3 • Aprobar los presupuestos.
• Senadores Pro- cional. (Mayoritario — Mallorca: 3
vinciales ...208 en el Senado). — Tenerife: 3
— Islas restantes: 1 cada
• Senadores Co- una • Controlar la acción del
SENADO munitarios...51 — Fecha elecciones: — Ceuta: 2 Gobierno.
entre los 30 y 60 — Melilla: 2
• Total ..........259 días desde la termi-
nación del mandato. — Comunidad Autónoma:
• 1 por ser C.A.
• 1 más por cada millón de
habitantes.

2.3. FUNCIONES DE LAS CÁMARAS

Son las contenidas en art. 66 de la Constitución en sus dos primeros apartados, es decir:

– Representar al pueblo.

– Ejercer la potestad legislativa del Estado.

– Aprobar los Presupuestos del Estado.

– Controlar la acción del Gobierno.

Analizaremos detenidamente cada una de ellas.

2.3.1. Funciones normativas de las Cortes Generales

A) La Ley: Leyes orgánicas y ordinarias

Ley es la norma jurídica emanada del poder legislativo (Cortes Generales) según un pro-
cedimiento establecido y solemne. El ordenamiento constitucional reconoce una
pluralidad de instrumentos normativos con valor y fuerza de ley, y dejando apar-
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te las disposiciones del ejecutivo con rango de ley que son objeto de estudio
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más adelante, podemos distinguir las siguientes normas legales:


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a) Leyes orgánicas

Las leyes orgánicas suponen una limitación al poder legislativo: las Cortes no pue-
den legislar como quieran, sino que, en ciertas materias ha de seguir un procedi-
miento especial.

1. Materias reservadas a ley orgánica (Art. 81.1 de la Constitución)

Son materias reservadas a ley orgánica, es decir, materias que únicamente


pueden ser reguladas por las Cortes mediante ley orgánica:

– El desarrollo de los derechos fundamentales y libertades públicas (Sec-


ción 1ª del Capítulo II del Título I de la Constitución).

– Las leyes que aprueban los Estatutos de Autonomía.

– El régimen electoral general.

Además, la Constitución impone la expresa reserva de ley orgánica a deter-


minadas materias ( regulación del Defensor del Pueblo, bases de la organi-
zación militar...).

2. Procedimiento de aprobación

La aprobación de las leyes orgánicas requiere mayoría absoluta del Congre-


so (en el Senado basta la mayoría simple) en una votación sobre la totalidad
del proyecto.

b) Leyes ordinarias
Las leyes ordinarias son el instrumento normal de realización de la función legislati-
va por parte de las Cortes y pueden referirse a cualquier materia que no esté reser-
vada por la Constitución a otro tipo de norma, constituyendo la legislación habitual.
Las Leyes ordinarias pueden ser:
1. Leyes de Pleno y Leyes de Comisiones.
Junto con las leyes ordinarias aprobadas por el Pleno de las Cámaras exis-
ten las que podrían denominarse leyes de Comisión caracterizadas porque
suponen un traspaso interno de competencia del Pleno de la Cámara legisla-
tiva hacia sus Comisiones. Según el art. 75.2 de la Constitución “Las Cáma-
ras podrán delegar en las Comisiones Legislativas Permanentes la aproba-
ción de proyectos o proposiciones de Ley”.
Conviene destacar: por una parte que el órgano plenario puede en cualquier
momento recabar el debate y la votación de los proyectos o proposiciones de
ley que hayan sido objeto de delegación; por otra parte, debe de
ponerse de relieve que existen límites importantes para la utili-
zación de ésta fórmula. Así, se exceptúan de la aprobación
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mediante leyes de Comisión las cuestiones que se refieren a la


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reforma constitucional, asuntos internacionales, leyes orgánicas y de bases y


Presupuestos Generales del Estado.
Es obvio también apuntar, que el valor jurídico que las leyes de Comisión, una
vez perfeccionadas y puestas en vigor, es idéntico al del resto de las leyes
ordinarias.
2. Leyes marco y leyes de armonización.
3. Leyes de las Comunidades Autónomas.

2.3.2. Funciones de control de la actividad del Gobierno


Que son también funciones consideradas hoy principales entre las del Parlamento, hasta
el punto de que algún autor, como CAZORLA PRIETO, ha escrito que “se puede afirmar que
se ha pasado de un Parlamento legislador a un Parlamento controlador”. Estas competencias
se pueden resumir del modo siguiente:
— Otorgar la confianza al candidato a la Presidencia del Gobierno (sesión de investidu-
ra), que sólo compete al Congreso de los Diputados, según el artículo 99.
— Someter a interpelaciones y preguntas al Gobierno sobre su actuación o intencio-
nes, en virtud del artículo 111 (ambas Cámaras lo pueden hacer).
— Pronunciarse sobre la cuestión de confianza planteada por el Presidente del
Gobierno, según el artículo 112, facultad que también corresponde sólo al Con-
greso.
— Exigir responsabilidad política del Gobierno mediante la moción de censura en los
términos del artículo 113, igualmente sólo concedida al Congreso.
— También se otorgan con exclusividad al Congreso de los Diputados las facultades
concedidas en orden al control y autorización del Gobierno sobre la declaración de
los estados excepcionales del artículo 116 (alarma, excepción y sitio).

2.3.3. Función presupuestaria


Es también competencia de las Cortes el examen, enmienda y aprobación de los Pre-
supuestos Generales del Estado. Facultad regulada en los artículos 134 y siguientes de la
Constitución, y que entronca con las funciones económicas primitivas que dieron origen a las
Asambleas representativas medievales, que debían aprobar los subsidios que solicitaba el
monarca. Hoy día, en toda la elaboración del Presupuesto se observa un aumento de las
competencias del Gobierno en detrimento de las del Parlamento, lo que se explica tanto por
el mejor conocimiento del Gobierno de las necesidades públicas como porque el Presupues-
to es el instrumento que le permitirá desarrollar su programa político.

2.3.4. Funciones en relación con la Corona y las personas de la Familia


Real
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— Prohibir expresamente la celebración de matrimonio de aquellas per-


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sonas que tengan derecho a la sucesión de la Corona (art. 57.4). ADAMS

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(Necesita el concurso de la prohibición expresa del Rey para que pueda producir el
efecto de la exclusión en la sucesión de determinadas personas).

— Reconocer la inhabilitación del Rey para el ejercicio de su autoridad (art. 59.2).

— Nombramiento del tutor del Rey, en su caso (art. 60.1).

— Nombrar Regente (una, tres o cinco personas) si no hubiera ninguna persona a


quien corresponda la regencia (art. 59.3).

— Tomar juramento al Rey, Regente o Príncipe heredero (art. 61).

2.3.5. Funciones en materia de relaciones internacionales


— Velar por el cumplimiento de los tratados internacionales y de las resoluciones ema-
nadas de los organismos internacionales o supranacionales (art. 93).

— Otorgar la previa autorización para facultar al Estado para obligarse por medio de
Tratados o de Convenios Internacionales en los casos que establece el art. 94.

2.3.6. Funciones de orden interno de las Cámaras


Además, en virtud de la soberanía e independencia de que gozan las Cámaras tienen
las siguientes potestades en orden a su funcionamiento interno:

– Establecer sus propios Reglamentos.

– Aprobar sus Presupuestos.

– De común acuerdo ambas Cámaras, regulan el Estatuto de Personal de las Cortes


Generales.

– Elegir sus respectivos Presidentes y los demás miembros de sus Mesas.

Funciones todas ellas recogidas en el artículo 72 de la Constitución.

2.4. FUNCIONAMIENTO DE LAS CÁMARAS


El funcionamiento de las Cámaras se rige por el Reglamento interno de cada una de
ellas, exceptuados los casos de sesión conjunta de ambas Cámaras que se regirán por el
Reglamento de las Cortes Generales (art. 72.2 de la Constitución).

Según el artículo 72.1 de la Constitución, las Cámaras elaboran autónomamente sus


propios Reglamentos, requiriendo su aprobación la mayoría absoluta de la Cámara corres-
pondiente.

En la actualidad los Reglamentos existentes son:


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— Reglamento del Congreso de los Diputados de 10 de febrero de 1982.


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— Reglamento del Senado de 3 de mayo de 1994.

Los órganos internos de las Cámaras establecidos por la Constitución (art. 72.2) y sus
respectivos Reglamentos dirigen y ordenan el funcionamiento de cada una de las Cámaras.

Los órganos internos de las Cámaras son de dos clases:

— Órganos administrativos y funcionales.

— Órganos políticos.

Además de esta clasificación tenemos que hacer referencia a los importantísimas Dipu-
taciones Permanentes que son órganos permanentes de las Cámaras.

2.4.1. Órganos administrativos y funcionales


Este tipo de órganos son, esencialmente, cuatro:
— El Presidente de la Cámara.
— La Mesa de la Cámara.
— El Pleno.
— Las Comisiones.

A) El Presidente de la Cámara
Según la Constitución (art. 72.2), las Cámaras eligen a sus respectivos Presidentes.
El procedimiento para la elección se recoge en los Reglamentos.
Tanto en el caso del Congreso de los Diputados como en el del Senado la elección del
Presidente requiere la mayoría absoluta de la Cámara en una primera votación. Si esta mayo-
ría no se consigue, resultará elegido en segunda votación aquél más votado de entre los dos
que más votos hubiesen obtenido en la primera vuelta.
Las funciones del Presidente de la Cámara son:
— Ostentar la representación de la Cámara en las relaciones con los órganos consti-
tucionales.
— Dirigir la Mesa de la Cámara de la que es miembro.
— Dirigir los trabajos parlamentarios, especialmente los debates del Pleno de la
Cámara.
— Hacer cumplir el Reglamento, interpretándolo en caso de duda y supliéndolo en
caso de omisión.
— Ejercer las funciones económicas y de disciplina propias de cada
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B) La Mesa de la Cámara

La Mesa es el órgano colegiado rector de la Cámara.

La Constitución únicamente establece que la elección de la Mesa es facultad de cada


Cámara.

La Mesa se compone por el Presidente de la Cámara, que rige y coordina su actuación,


cuatro Vicepresidentes (2 en el caso del Senado) y cuatro Secretarios.

Las funciones de la Mesa son:

— Ordenar y garantizar el conjunto de los trabajos parlamentarios. Entendiéndose por


esto:

• Fijar el calendario de actividades del Pleno y de las Comisiones.

• Determinar el comienzo y terminación del período de sesiones.

— Gestionar la actividad económica interna de las Cámaras, lo que comprende:

• Elaboración del presupuesto de la Cámara.

• Controlar su ejecución.

• Ordenar los gastos de la Cámara.

C) El Pleno

Es la reunión de todos los miembros de la Cámara. Las sesiones plenarias tienen carác-
ter solemne y, por ello, los debates en el Pleno deben reducirse a los planteamientos gene-
rales y a las cuestiones políticas fundamentales, dejando el trabajo técnico y de detalle para
las Comisiones.

Para la constitución del pleno no es necesaria la presencia mínima de miembros (quó-


rum). Cuestión distinta es la relativa a las votaciones. Cuando éstas deban realizarse deben
estar presentes al menos la mitad más uno de los miembros.

D) Las Comisiones

Son secciones de las Cámaras a través de las que se opera la división del trabajo par-
lamentario. Las Comisiones son, en este sentido, auténticos órganos de trabajo de las Cáma-
ras.

Las Comisiones están compuestas en función de los Grupos Parlamentarios y en pro-


porción a la importancia numérica de los mismos. Todos los Grupos Parlamentarios estarán
representados en todas las Comisiones, cuando menos por un miembro.
Las Comisiones se dividen en:
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a) Comisiones Permanentes: como su nombre indica, son fijas y pueden ser a su


vez legislativas o no legislativas:
— Comisiones permanentes legislativas: en la actualidad son las siguientes:

CONGRESO SENADO

• Constitucional. • General de las Comunidades Autónomas.


• Asuntos Exteriores. • Constitucional.

• Justicia. • Administraciones Públicas.


• Justicia.
• Interior.
• Interior.
• Defensa.
• Defensa.
• Economía y Hacienda.
• Asuntos Exteriores y Cooperación.
• Presupuestos. • Economía y Hacienda.
• Fomento y Vivienda. • Entidades Locales.

• Educación y Ciencia. • Presupuestos.


• Fomento y Vivienda.
• Trabajo y Asuntos Sociales.
• Cultura.
• Industria, Turismo y Comercio.
• Agricultura, Pesca y Alimentación.
• Agricultura, Pesca y Alimentación.
• Industria, Turismo y Comercio.
• Administraciones Públicas. • Educación y Ciencia.
• Cultura. • Trabajo y Asuntos Sociales.

• Sanidad y Consumo. • Sanidad y Consumo.


• Medio Ambiente.
• Medio Ambiente.

— Comisiones permanentes no legislativas: son Comisiones importantes,


pero no por la función legisladora que cumple (no son legislativas), sino por la
relevancia parlamentaria de otros aspectos de funcionamiento de la Cámara.

CONGRESO SENADO

• Reglamento.
• La Comisión de Reglamento. • Incompatibilidades.
• La Comisión del Estatuto de los Diputados. • Suplicatorios.

• La Comisión de Peticiones. • Peticiones.


• Asuntos Iberoamericanos.
• La Comisión de Control Parlamentario
sobre Radio Televisión Española. • De la Sociedad de la Información y del
Conocimiento.
• Comisión de Cooperación Internacional
para el Desarrollo. • De Nombramientos.
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b) Comisiones no Permanentes: son las que se crean para un asunto concreto, extin-
guiéndose con la terminación del mismo y, en todo caso, al concluir la legislatura.

— Comisiones de investigación: son las más importantes por constituir un


importante instrumento de control político del Gobierno.

— Comisiones mixtas (art. 74.2): estarán compuestas por igual número de


Diputados y Senadores y se constituirán cuando no exista acuerdo entre
ambas Cámaras acerca de alguno de los siguientes temas:

• Autorización para suscribir un Tratado Internacional.

• Autorización de un acuerdo de cooperación entre Comunidades Autó-


nomas.

• Distribución del Fondo de Compensación Interterritorial.

La Comisión presentará un texto, que será votado por ambas Cámaras. Si no


se aprueba, decidirá el Congreso por mayoría absoluta.

Hay otro tipo de Comisiones mixtas que están constituidas no para resolver
discrepancias entre las Cámaras sino para relacionarse con órganos o insti-
tuciones determinadas. Así, entre otras, existen las siguientes:

• Comisión mixta Congreso-Senado para las Relaciones con el Defensor


del Pueblo.

• Comisión mixta Congreso-Senado para la Unión Europea.

• Comisión mixta Congreso-Senado para las Relaciones con el Tribunal


de Cuentas.

• Comisión mixta Congreso-Senado para el Estudio del Problema de las


Drogas.

• Comisión mixta Congreso-Senado de los Derechos de la Mujer y de


igualdad de oportunidades.

El Real Decreto-Ley 5/1994, de 29 de abril, regula la obligación de comunicación de


determinados datos a requerimiento de las Comisiones Parlamentarias de Investigación; la
obligación de proporcionar tales datos afecta tanto a la Administración Tributaria como a las
Entidades de Crédito, en general, y se refiere a personas que desempeñen o hubieren
desempeñado, por elección o nombramiento, su actividad como Altos Cargos o equivalentes
en todas las Administraciones Públicas, sus Organismos Autónomos, Entidades de Derecho
público y Presidentes y Directores, Ejecutivos o equivalentes, de los Organismos y Empresas
de ellas dependientes. La materia de información se refiere al cumplimiento de obligaciones
fiscales y a movimientos bancarios, en relación con el desempeño de aquellos
cargos.
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Las Cortes Generales

La reforma de 16 de junio de 1994 del Reglamento del Congreso de los Diputados sobre
publicidad de las Comisiones de Investigación, modifica algunos artículos del Reglamento y
establece que las Comisiones de Investigación elaborarán un plan de trabajo y podrán nom-
brar Ponencias en su seno y requerir la presencia, por conducto de la Presidencia del Con-
greso, de cualquier persona para ser oída.

En dicha reforma se establece la necesidad de que las sesiones de las Comisiones de


Investigación sean públicas, salvo en algunos supuestos en los que serán secretos (cuando
lo acuerde la mayoría absoluta de sus miembros, a iniciativa de su respectiva Mesa, del
Gobierno, de dos Grupos Parlamentarios o de la quinta parte de sus componentes, así como
las sesiones de dichas Comisiones preparatorias de su plan de trabajo o de las decisiones
del Pleno, entre otras).

2.4.2. Órganos políticos


Este tipo de órganos son, esencialmente, dos:

— La Junta de Portavoces.

— Los Grupos Parlamentarios.

A) La Junta de Portavoces
Está compuesta por los Portavoces de todos los Grupos Parlamentarios bajo la presi-
dencia del Presidente de la Cámara.

Las decisiones en la Junta de Portavoces se adoptan siempre según el criterio del voto
ponderado, es decir, en función de los votos que cada Grupo Parlamentario tenga en la
Cámara.

Las funciones de la Junta de Portavoces son, sobre todo, las de dirección política de la
Cámara, ya que los Portavoces de los Grupos Parlamentarios son, usualmente, los dirigen-
tes de los partidos políticos que forman dicho Grupo Parlamentario.

Además, corresponde entre otras funciones, a la Junta de Portavoces:

— Ser consultada por la Mesa de la Cámara a la hora de fijar el calendario de activi-


dades del Pleno y de las Comisiones.

— Ha de expresar su parecer favorable cuando el Presidente de la Cámara, en el ejer-


cicio de su facultad supletoria de los vacíos del Reglamento, decidiese emitir una
resolución de carácter general.

— Ha de ser oída en la composición de las Comisiones que decidan los Grupos Par-
lamentarios.

B) Los Grupos Parlamentarios


Son las unidades políticas colectivas de la Cámara.
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Es en los Reglamentos donde se contienen las condiciones para formar


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— Título II (arts. 23 al 29) Reglamento del Congreso.

— Título II (arts. 27 al 34) Reglamento del Senado.

El número mínimo exigido para formar Grupo Parlamentario es:

— En el Congreso de los Diputados de 15 miembros. No obstante, también podrán for-


mar Grupo Parlamentario aquellas formaciones políticas (partidos) que, aunque no
hubiesen obtenido el número mínimo (15), hubiesen conseguido no menos de 5
escaños y, como mínimo, el 15 por 100 de los votos en la circunscripción electoral en
que se hubiesen presentado o el 5 por 100 de los votos emitidos a nivel nacional.

— En el Senado el número mínimo para poder formar Grupo Parlamentario es de 10


Senadores.

Los parlamentarios que no integran un Grupo Parlamentario constituido con denomina-


ción específica pasarán a integrar el Grupo Mixto, con idéntica participación en las activida-
des de la Cámara. No podrán formar un Grupo Parlamentario separados, parlamentarios que
pertenezcan a un mismo partido político. Y tampoco quienes al tiempo de las elecciones, per-
tenezcan a formaciones políticas que no se hayan enfrentado ante el electorado.

Las funciones, entre otras, de los Grupos Parlamentarios son:

— Designar los miembros que de cada Grupo Parlamentario habrán de integrar las
diferentes Comisiones.

— Determinar la composición y elección de los miembros de la Mesa de la Cámara.

— Coordinar, de hecho, todas las funciones de la Cámara, ya que todas ellas son
desempeñadas por miembros parlamentarios en función de los criterios estableci-
dos por los Grupos Parlamentarios a través de la Junta de Portavoces.

— Ejercer la iniciativa legislativa parlamentaria.

2.4.3. Órganos permanentes


Estos órganos se corresponden con las Diputaciones Permanentes de las Cámaras.

Las Diputaciones Permanentes son órganos de trabajo puesto que son las que asumen
las funciones de las Cámaras cuando éstas no están reunidas, bien por no hallarse en perí-
odo de sesiones, bien por haber terminado el período de mandato parlamentario. De forma
que su misión fundamental es asegurar la continuidad de las Cámaras; por ello se estudian
más propiamente como órganos de continuidad o permanencia. Se regulan en el artículo 78
de la Constitución, cuyo apartado primero establece que: “En cada Cámara habrá una Dipu-
tación Permanente compuesta por un mínimo de 21 miembros, que representarán a los gru-
pos parlamentarios en proporción a su importancia numérica.”

Sus funciones son:

— La prevista en el artículo 73 (es decir, la de pedir la reunión de las


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Cámaras en sesión extraordinaria cuando se estuviese fuera del perío-


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do ordinario de sesiones). ADAMS

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Las Cortes Generales

— Asumir las facultades de las Cámaras en los supuestos del artículo 86 (convalida-
ción de decretos-leyes) y artículo 116 (estados de alarma, excepción y sitio), en
caso de disolución o expiración del mandato de las Cámaras. (Sólo son funciones
de la Diputación del Congreso.)

— En el supuesto mismo de expiración del mandato o disolución, las Diputaciones


Permanentes seguirán ejerciendo sus funciones hasta la constitución de las nue-
vas Cortes Generales (artículo 78.3).

— Velar por los poderes de las Cámaras cuando éstas no están reunidas (incluso en
los períodos en que no haya sesiones (artículo 78.3).

— Reunida la Cámara correspondiente nuevamente, la Diputación ha de dar cuenta


de los asuntos tratados y de sus decisiones (artículo 78.4).

Las Diputaciones Permanentes están presididas por el Presidente de la Cámara res-


pectiva.

• Ordinarias Celebradas dentro de un período ordinario (septiembre a diciembre o febrero a junio)

• Celebradas fuera de un período ordinario


Régimen
de
sesiones
• Extraordinarias
{ {
— Gobierno
• Convocadas por — Diputación Permanente
— Mayoría absoluta de Diputados o Senadores

• Conjuntas Para ejercer las competencias no legislativas que el Título II atribuye a las Cortes

Presidente Elegido por la Cámara respectiva


Mesa Compuesta por el Presidente, 4 Vicepresidentes (2 en el Senado) y 4 Secretarios
Pleno Sesiones públicas, como regla general.

— El pleno puede delegar en ellas la aprobación de leyes


{

{
• Permanentes — Excepciones: leyes orgánicas, de bases, presupuestos, etc.
FUNCIONAMIENTO
DE LAS
CÁMARAS
Comisiones • De investigación { — Creadas por Congreso, Senado o por ambas Cámaras
— Investigan cualquier asunto de interés público
— Sus conclusiones no vinculan a los Tribunales

— Composición: igual número de Diputados y Senadores


Órganos • Mixtas
{ — Creación: si no hay acuerdo entre ambas Cámaras
acerca de determinadas materias

{
• Composición Mínimo, 21 miembros
Diputación
Permanente • Atribuciones { — Velar por los poderes de las Cámaras
— Convalidar decretos-leyes
— Convocar sesiones extraordinarias

Junta de portavoces Presidida por el Presidente de la Cámara respectiva

— 15 Diputados (regla general)


Grupos parlamentarios { — 10 Senadores

Adopción
de
acuerdos
{ • Reunidas reglamentariamente las Cámaras
• Asistencia de la mayoría de sus miembros
• Aprobación por mayoría de miembros presentes, salvo excepciones

2.5. LA ELABORACIÓN DE LAS LEYES


La función más importante de las Cortes es la de aprobar las leyes. Los
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pasos que deben darse hasta que la ley entra en vigor son abundantes y relati- VINCIT

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vamente complejos. En este epígrafe trataremos de resumirlos para que le resulten más fáci-
les de entender. Recuerde que los gráficos ayudan no sólo a comprender sino también a
memorizar. Obsérvelos con detenimiento.

La función legislativa de las Cortes Generales se realiza a través de las actuaciones


independientes, aunque coordinadas, de ambas Cámaras.

Todas las leyes requieren la aprobación de ambas Cámaras, salvo en el caso (muy
improbable) de veto por parte del Senado (artículo 90.2 de la Constitución), en que la ley
se aprobaría tan sólo por el Congreso.

El proceso legislativo ordinario comprende el conjunto de procedimientos y trámites que


impulsan y acompañan a la ley, desde la presentación del proyecto hasta la aprobación del
texto definitivo.

El proceso legislativo puede dividirse en tres fases:

— Fase introductoria.

— Fase constitutiva.

— Fase integradora de la eficacia.

2.5.1. Fase introductoria


Designa el momento de la presentación del texto del proyecto ante las Cámaras o “ini-
ciativa legislativa”.

De acuerdo con la Constitución (artículo 87.1), los legitimados para iniciar el proceso
legislativo son:

• El Gobierno.

• El Congreso.

• El Senado.

• Las Asambleas de las CC.AA. (art. 87.2 de la Constitución).

• El pueblo español (art. 87.3 de la Constitución).

Dependiendo entonces de dónde se origine el impulso tendremos cuatro formas de ini-


ciativa legislativa.

A) Iniciativa gubernamental

Cuando el texto presentado tiene su origen en una resolución aprobada por


el Consejo de Ministros se denominará “proyecto de ley” (artículo 88) y se
introducirá obligadamente a través del Congreso. Se debe acompañar de una
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exposición de motivos y de los antecedentes necesarios.


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Las Cortes Generales

La iniciativa gubernamental goza de preferencia en la tramitación parlamentaria respecto


de la iniciativa del resto de los titulares de la misma (artículo 89.1).

El Gobierno ejercerá la iniciativa legislativa prevista en los artículos 87 y 88 de la Cons-


titución mediante la elaboración, aprobación y posterior remisión de los proyectos de ley al
Congreso de los Diputados o, en su caso, al Senado.

El procedimiento de elaboración de proyectos de ley, a que se refiere el apartado ante-


rior, se iniciará en el Ministerio o Ministerios competentes mediante la elaboración del corres-
pondiente Anteproyecto, que irá acompañado por la memoria y los estudios o informes sobre
la necesidad y oportunidad del mismo, un informe sobre el impacto por razón de género de
las medidas que se establecen en el mismo, así como por una memoria económica que con-
tenga la estimación del coste a que dará lugar.

En todo caso los anteproyectos de ley habrán de ser informados por la Secretaría Gene-
ral Técnica.

El titular del Departamento proponente elevará el Anteproyecto al Consejo de Ministros


a fin de que éste decida sobre los ulteriores trámites y, en particular, sobre las consultas, dic-
támenes e informes que resulten convenientes, así como sobre los términos de su realiza-
ción, sin perjuicio de los legalmente preceptivos.

Una vez cumplidos los trámites a que se refiere el apartado anterior, el titular del Depar-
tamento proponente someterá el Anteproyecto, de nuevo, al Consejo de Ministros para su
aprobación como Proyecto de Ley y su remisión al Congreso de los Diputados o, en su caso,
al Senado, acompañándolo de una Exposición de Motivos y de la Memoria y demás antece-
dentes necesarios para pronunciarse sobre él (art. 21 Ley de Gobierno).

B) Iniciativa parlamentaria

Corresponde tanto al Senado como al Congreso y ha de ser presentada por un Grupo


Parlamentario o por 15 Diputados o 25 Senadores.

En caso de iniciativa parlamentaria el texto presentado se denomina proposición de ley.

C) Iniciativa comunitaria

Este procedimiento se recoge en el art. 87.2 de la Constitución y permite a las Asam-


bleas de las Comunidades Autónomas una doble vía:

— Solicitar del Gobierno la adopción de un proyecto de ley.

— Remitir a la Mesa del Congreso una proposición de ley, delegando ante dicha
Cámara un máximo de 3 miembros de la Asamblea Comunitaria para su defensa.

D) Iniciativa popular

Se encuentra contenida en el art. 87.3 de la Constitución y desarrollada en


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la Ley Orgánica 3/1984, de 26 de marzo, reguladora de la iniciativa legislativa


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Auxiliares Ayuntamiento de Madrid

El trámite exigido comprende la presentación por la Comisión promotora de la iniciati-


va de una proposición de ley ante el Congreso.

Una vez admitida por el Congreso, la Comisión promotora deberá obtener un mínimo
de 500.000 firmas que avalen la iniciativa, obtenidas en el plazo de 6 meses.

La Constitución y la Ley Orgánica 3/1984 excluyen de la iniciativa legislativa popular:

— Materias propias de ley orgánica.

— Materias de naturaleza tributaria.

— Asuntos relativos a la prerrogativa de gracia.

— Materias de carácter internacional.

— Materias del art. 131 de la Constitución (planificación económica).

— Materias del art. 134.1 (cuestiones presupuestarias).

— La reforma Constitucional.

2.5.2. Fase constitutiva


Es la fase que comprende los trámites en los que se desarrolla la elaboración y aproba-
ción del texto presentado.

El procedimiento es esencialmente el mismo en ambas Cámaras y se compone de los


siguientes trámites:

A) Presentación de enmiendas
Una vez presentado el proyecto de ley, la Mesa de la Cámara abre un plazo para la pre-
sentación de enmiendas, es decir, para la presentación de modificaciones al texto original.

Las enmiendas pueden ser:

— Enmiendas a la totalidad: rechazan todo el proyecto o presentan otro alternativo.

— Enmiendas parciales: que pueden ser de adición, de supresión o de modificación.

B) Debates a la totalidad en el Pleno


Las enmiendas a la totalidad se debatirán en el Pleno. Si estas enmiendas se recha-
zan, el proyecto original pasará a la Comisión para el debate de las enmiendas parciales.

Si alguna de las enmiendas a la totalidad es aprobada, el proyecto o pro-


posición se devuelve al iniciador, aceptándose el texto alternativo, que se tras-
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ladará a la Comisión para su ulterior debate y tramitación. Al texto alternativo no


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podrá presentársele nuevas enmiendas a la totalidad. ADAMS

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Las Cortes Generales

C) Debates en Comisión

Tienen lugar una vez concluido el debate de totalidad en el Pleno, si es que se ha pro-
ducido.

La Comisión a la que corresponda el proyecto o proposición nombrará una Ponencia,


que redactará un informe que servirá de base para el debate en la Comisión.

El dictamen final sobre el proyecto o proposición originario es lo que se devuelve a la


Mesa del Congreso para el siguiente trámite.

D) Deliberación en el Pleno

Se inicia 48 horas después de recibir el dictamen de la Comisión.

Concluida la deliberación y debate del Pleno del Congreso, el texto finalmente aproba-
do se por el Presidente del Congreso al Senado. Esta Cámara repetirá todo el procedimien-
to descrito, pudiendo, al final, optar entre:

a) Vetar (rechazar) el proyecto de ley enviado. En este caso, el Congreso podrá:

— Ratificar inmediatamente por mayoría absoluta el texto rechazado por el


Senado (es decir levanta o quita el veto que impuso el Senado).

— Esperar dos meses desde la interposición del veto y volver a aprobar el texto
rechazado por el Senado por mayoría simple.

b) Enmendar el proyecto enviado, en cuyo caso las enmiendas del Senado se deba-
tirán en el Congreso y quedarán incorporadas al proyecto las que obtengan mayo-
ría simple, si se trata de una Ley Ordinaria, o mayoría absoluta, si se trata de una
Ley Orgánica.

El Senado dispone, tanto para enmendar como vetar, un plazo de dos meses, salvo que
el proyecto sea declarado urgente por el Gobierno o el Congreso, en cuyo caso se dispone
de 20 días naturales.

2.5.3. Fase integradora de eficacia

La forman aquellos trámites que dotan de eficacia a la ley aprobada por las Cortes Gene-
rales.

Estos trámites son:

• Sanción.

• Promulgación.
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• Publicación. VINCIT

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A) Sanción y promulgación

El art. 91 de la Constitución establece que el Rey sancionará las leyes aprobadas por
las Cortes en el plazo de quince días, y las promulgará y ordenará su publicación.

Se trata de vestigios históricos: antiguamente el Rey tenía que dar su consentimiento a


las leyes. Hoy no tiene ningún poder decisorio sino que se limita a firmarlas (sanción) y a pro-
clamarlas como tales (promulgación), implica, formalmente, la concesión de fuerza obligato-
ria. Pese a todo, son requisitos indispensables para la validez de una ley.

B) Publicación

La publicación de las normas no es un simple requisito formal: es un dato esencial del


Estado de Derecho, garantizado además por el art. 9.3 de la Constitución. La publicación es
el hecho determinante para la entrada en vigor de las leyes.

Hay que hacer referencia al Real Decreto 489/1997, de 14 de abril, sobre publicación
de las leyes en las lenguas cooficiales de las CC.AA., que establece que las leyes, los
Reales Decretos-Leyes y los Reales Decretos-Legislativos, una vez sancionados por el Rey
serán publicados en castellano en el BOE (art. 2.1 del Código Civil), derivándose de dicha
publicación su plena eficacia.

Dichas disposiciones podrán también ser publicadas en las demás lenguas oficiales de
las diferentes CC.AA., si así lo decidieran los órganos competentes de las mismas. Se podrán
publicar en el BOE o en el Boletín propio de la Comunidad Autónoma.

2.5.4. Derogación y vigencia de las leyes


En cuanto a su vigencia, “las leyes sólo se derogan por otras disposiciones posteriores.
La derogación tendrá el alcance que expresamente se disponga y se extenderá siempre a
todo aquello que en la ley nueva, sobre la misma materia, sea incompatible con la anterior”
(art. 2.2 del Código Civil).

Las leyes entran en vigor a los 20 días de su completa publicación en el BOE, a no ser
que en ellas se dispusiera otra cosa (art. 2.1. del Código Civil).

Las leyes estarán en vigor mientras no se deroguen, con la sola excepción de las leyes
temporales cuyo vigor cesará cuando cese el plazo para el que se dictaron o cesen las con-
diciones que las motivaron.

2.5.5. Eficacia de la ley. Principio de irretroactividad

Su eficacia no es retroactiva, salvo que la misma ley lo disponga así. Además, “la igno-
rancia de las leyes no excusa de su cumplimiento”, lo cual no significa que ese desconoci-
miento no pueda tener consecuencias jurídicas, sin mengua de la seguridad jurídica.

El art. 9.3 de la Constitución garantiza la irretroactividad de las disposicio-


nes sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales.
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Las Cortes Generales

LA ELABORACIÓN DE LAS LEYES

INICIATIVA

• Congreso Proposición
Proyecto de Ley • Senado de
GOBIERNO
• Asambleas Legislativas Ley
• Pueblo (500.000 firmas)
CONGRESO

Publicación proyecto
MESA Ordena
Apertura plazo de 15 • Se tramita igual que
días para presentar un proyecto de ley
Envío enmiendas • Debe ser tomada en
a la consideración
COMISIÓN
correspondiente

Enmienda Enmiendas Debatidas


a la al y votadas en
totalidad articulado la Comisión

El
Debate de proyecto Deliberación
totalidad vuelve y aprobación
en el a la por el PLENO
PLENO Comisión

Aprobación Rechazo Se repite, en líneas genera-


de la de la les, el procedimiento expuesto
SENADO
enmienda enmienda puede ocurrir
Tramitación en 2 meses (20
días, si el proyecto es urgente)
Devolución
al
Gobierno, etc.
2.° que se aprueben 3.° VETO mayoría absoluta
enmiendas
1.° Que no se
presenten enmiendas

CONGRESO CONGRESO

Finaliza
tramitación Si la enmienda del
en las Cámaras Senado obtiene • Ratifica texto por mayoría
mayoría simple, absoluta
se incorpora al • O espera 2 meses, bas-
proyecto tando mayoría simple

• Sanción y promulgación Rey 15 días

• Publicación en el BOE
En el plazo señalado por la propia Ley
• Entrada en vigor
En 20 días, si no establece plazo
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Auxiliares Ayuntamiento de Madrid

2..6. LOS TRATADOS INTERNACIONALES


De acuerdo con el artículo 96.1 de la Constitución “Los tratados internacionales válida-
mente celebrados, una vez publicados oficialmente en España, formarán parte del ordena-
miento interno”. Por lo tanto, el único trámite previo necesario para formar parte del ordena-
miento es su publicación en el Boletín Oficial del Estado.

La regulación constitucional de los tratados distingue tres tipos diferenciados, tanto por
su elaboración como por su contenido:

El primer tipo es el contemplado en el artículo 93 CE según el cual “mediante ley orgá-


nica se podrá autorizar la celebración de tratados por los que se atribuya a una organización
o institución internacional el ejercicio de competencias derivadas de la Constitución”.

Estos tratados suponen una delegación de competencias, aunque no una cesión


de soberanía y ese contenido justifica la vía de la ley orgánica.

El segundo tipo de tratados es el de los que requieren en consentimiento de las Cortes


Generales, pero no mediante ley orgánica (art. 74.2 CE). Esta exigencia viene dada por por
las materias sobre las que versa este tipo de tratados. (art. 94.1 CE)

El último tipo es el de los restantes tipos de tratados o convenios (art. 94.2 CE) que son
directamente aprobados por el Gobierno, el cual solamente deberá informar de su celebra-
ción a las Cortes.

En cualquiera de los supuestos, los tratados internacionales están siempre subordina-


dos a la Constitución como lo prueba el hecho de que para celebrar un Tratado que pueda
contener estipulaciones contrarias a la Constitución se deberá previamente reformar ésta (art.
95.1 CE), como ha ocurrido ya en el caso del Tratado de Maastricht.
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