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Araceli Jiménez C.

Derecho Natural

DERECHO NATURAL

Antonio López

Unidad 1: “Introducción a la Ética y moral”


Unidad 2: “El fin último humano”
Unidad 3: “El acto humano”
Unidad 4: “Las fuentes de la moralidad del acto humano”
Unidad 5: “La conciencia moral”
Unidad 6: “La virtud”
Unidad 7: “La ley”
Unidad 8: “El derecho natural”
Unidad 9: “La sociedad civil”
Unidad 10: “Parte Especial del derecho natural”

07-08-2017

UNIDAD I
Introducción a la Ética y moral

1. Equivocidad entre la ética y moral


2. Estatuto epistemológico de la Ética
3. Supuestos de la ética: Lo constitutivo de lo moral
4. Derecho y Filosofía moral

1. Equivocidad entre la ética y moral

Con la equivocidad mencionamos cosas que son distintas. Desde ya conviene aclarar que tanto ética como moral
son cosas distintas. No podemos negar que en la práctica cuando decimos que algo no es ético o no es moral,
muchas veces nos referimos a lo mismo.

En el origen etimológico tienen una fuente bastante similar y esto porque ética proviene del griego “ethos” que
significa primeramente carácter, (todo lo que constituye lo que una personalidad es), pero desde una perspectiva
secundaria significa ciertas costumbres de una sociedad, mientras que por otro lado a palabra moral proviene de la
voz latina “mor” que significa costumbre.

A lo largo de este curso vamos a distinguir claramente la ética de la moral como dos conceptos distintos. En primer
lugar la ética vendría siendo una disciplina epistemológica, es decir, una forma de ciencia. Ya sabemos que una
ciencia es aquel tipo de conocimiento de una realidad según sus causas últimas. La moral en cambio, es el objeto
que estudia la ética. Si podemos decir de manera muy preliminar que conforme a la moral un acto humano puede
decirse bueno o malo, mientras que conforme a la ética se estudia la bondad o maldad de ese acto humano.

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Un acto es bueno o malo porque encuentra su causa en la moral y eso está en el orden ontológico, en el orden del
acto mismo. En cambio la ética estudia el porqué, por lo tanto esta en el orden lógico, gnoseológico.

2. Estatuto epistemológico de la ética

Asentado que la ética es una disciplina del saber, y no del ser, es necesario que digamos algunas características de
esta disciplina o de este saber:

a) Es una disciplina filosófica. Estudia una realidad, en particular los actos humanos, según sus causas
últimas, bajo la luz de la razón natural. Su objeto formal es el de cualquier disciplina filosófica y su
objeto material son los actos humanos libres, que son aquellos en donde se verifica el fenómeno de lo
moral. En este sentido, la ética se puede llamar también como “filosofía moral”, es estrictamente un
conocimiento filosófico de la moral. Por lo mismo la filosofía moral o ética es también universal, en el
sentido que estudia la bondad o maldad de los actos humanos, más allá de consideraciones culturales, sino
que se pueden predicar de la naturaleza humana. En consecuencia esta disciplina es contraria a la
casuística.

b) Es una filosofía o disciplina práctica, esto significa que su objeto de estudio es el objeto del intelecto
práctico: los operables (las acciones humanas, que se caracterizan que pueden ser o no ser, porque
interviene en ellos la voluntad). Por tanto dentro de la gran división de las disciplinas filosóficas, esta se
encuentra dentro de la filosofía práctica, junto con la lógica y la estética.

c) Es una disciplina normativa. No se preocupa únicamente de describir las cosas como son, al ser una
filosofía practica lo que le preocupa a la ética es señalar de qué manera las conductas debiesen ser, no solo
como son. Establece ciertos criterios de operación. Ahora bien, no debemos por esto entender a la ética
como la ciencia “de lo permitido y de lo prohibido”, no es una imposición, no es eso lo que queremos decir
en cuanto a que es una normativa, sino que se preocupa del sentido o de la direccionalidad de los actos
humanos y en consecuencia del sentido o de la direccionalidad de la vida humana.

La filosofía moral le busca un sentido a los actos, en esa búsqueda resulta especialmente ineludible
referirse al fin de la persona humana. Ahora bien, dado que el estudio del sentido humano depende mucho
del fin o de la antropología misma, se sigue que las diferencias que existan en las del mundo filosófico
tendrán una consecuencia en la ética o en la filosofía moderna. Si, la antropología o la metafísica son de
una forma u otra esa diferencia tendrá in impacto en la manera de entender la ética. Como existen otras
formas de entender la antropología, se formaran otros sistemas de entender la ética. La ética sigue a la
metafísica.

A grandes rasgos se pueden identificar o dividir los distintos tipos de éticas:

i. Deontológicas: vienen del latín “dheon” que significa “deber” y en ellas el deber se impone por su
misma fuerza y no por referirse o remitirse a un cierto fin. El exponente más famoso de este tipo de
ética es Kant y es un claro ejemplo de como la ética sigue a la metafísica. Lo que hace Kant es
intentar llegar a un conocimiento verdadero cuya verdad sea alcanzada a priori (sin una experiencia
previa), lo que le impresiono mucho a él fue la revolución que había hecho Newton con la física. Lo
que termina concluyendo Kant, es que este conocimiento no es posible alcanzarlo sin experiencia
previa y para solucionar este problema (llegar a una abstracción de 3er grado), elabora las categorías

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trascendentales que ya tendríamos a priori mientras que el contenido de ellas se complementarían a


posteriori, con la experiencia. Esto tiene un correlato en la ética, en la metafísica de la costumbre no
hay un fin humano intencionalmente aprehendido, entonces, ¿cómo se justifica que una conducta se
debe hacer? Con la filosofía kantiana del “ser deber ser, el deber por el deber”. En definitiva bajo esta
ética, algo es bueno porque se hace de acuerdo a la ley. En la ética kantiana habrá que inventar alguna
ley que sea a priori y en esto está en el deber.

ii. Teleológicas: etimológicamente proviene de la voz griega telos que significa fin. Si no hay un
concepto univoco del ser, tampoco lo habrá del fin. Encontramos las hipotéticas que se sustentan en
un fin que no es absoluto ni objetivo sino que puede mutar dependiendo de las circunstancias. Este
tipo de ética demuestra cómo se sigue de la metafísica. Dentro de estas éticas podemos encontrar las
éticas

- Consecuencialistas: determina lo bueno y lo malo de cada caso según los efectos del actuar, según
los beneficios o las pérdidas que reporta una conducta.
- Proporcionalistas: lo bueno y lo malo se define por la entidad o relación proporcional que existe
entre los entes o bienes involucrados.

Luego encontramos a las categoriales que se sustentan en un fin que es objetivo que no depende de la
voluntad de los hombres ni de las circunstancias histórico-espaciales concretas. Aquí encontramos la
ética de Aristóteles y toda la ética de corte tomista, etc.

Teniendo presente todo lo anterior estamos más capacitados de dar una definición de ética: “la ética es una
disciplina filosófica que estudia loa actos humanos en cuanto son buenos o malos moralmente, en cuanto acercan
o alejan a la persona de su fin último” también podemos decir que es “la ciencia filosófica cuya misión es dirigir
la conducta humana hacia el fin último o el bien perfecto de una persona”

3. Supuestos de la ética: lo constitutivo de lo moral

La ética estudia los actos para saber porque son buenos o malos. Esto redunda en que los supuestos de la ética son
dos:

a) Los actos humanos: Entendemos por acto humano el acto específicamente humano, o determinativamente
humano. Es el acto libre o estrictamente racional, en donde interviene el intelecto y la voluntad. Son estos
actos en donde se tiene dominio o señorío, es aquel que permite por ejemplo ser sustento de los derechos.

b) El fin último del hombre: Aquel al cual se dirige la actividad humana y aquel que sirve de punto de
referencia o de baremo (conducta ideal) para determinar la bondad o maldad de la conducta humano. El
fin del hombre determina que hablemos no solo de actos humanos sino que incluso de una conducta
humana, o sea, no considerando las operaciones humanas como algo separado, sino como parte de una
globalidad de operaciones.

La ética o filosofía en cuanto considera el acto humano libre y el fin último estudia la bondad o maldad de dichos
actos humanos. Ahora bien, metafísicamente hablando el bien del acto humano es aquel que redunda
precisamente en el sujeto que realiza ese acto. Recordemos que la perfectividad del ser humano se puede analizar
de dos puntos de vistas: relativo, cuando el ser comunica su bondad o su actualidad a otro ente y en sí mismo

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porque entrega una perfectividad a sí mismo. Esas perfectividades es lo mismo que estudiamos en la sicología
filosófica, cuando estudiamos los movimientos trascendentes y los movimientos inmanentes. Esto determina
distintos bienes, desde el punto de vista trascendental será el bien factible, (El mal factible lo es desde el punto de
vista de la operación) mientras que del punto de vista inmanente será el bien agible. En cada acto humano queda
una bondad en el mismo ser humano y esto se debe por la perfectividad del ser humano.

Lo que le interesa a la moral es el bien que de manera inmanente queda en el sujeto, que es el bien agible. El bien
moral, el bien de la persona que surge como resultado de sus acciones libres, es el bien agible. El bien es el
resultado de la perfectividad o actuar humano del sujeto. El bien agible o bien moral es un bien que afecta a la
persona en cuanto tal o en su totalidad o integridad, sin ninguna consideración, ni bajo un cierto punto de vista.
Este bien también se le denomina “bien simpliciter”. Es por lo anterior que se dice que la ética estudia el bien
verdadero por sobre el bien aparente, donde el bien aparente es un bien en un sentido restringido o limitado cuya
extensión alcanza a un cierto ente u obra distinta de la persona, en cambio, el bien verdadero es aquel que
perfecciona al propio sujeto inconmensurable de suyo.

El bien agible se refiere a la integridad de la persona porque no considera de modo determinante en qué consista
el acto humano en particular, sino lo que lo determina es su conformidad con el fin último.

Considerando todo lo anterior, lo moral o lo moralmente bueno surge de la conjunción o de la unión de los actos
humanos libres y el fin último del hombre. Moral no es sinónimo de norma, es lo que se refiere a la actividad
humana con un sentido hacia el fin último, y como es humana no puede sino ser una que se gobierna por la razón
que se aprehende de forma actual o al menos habitual del fin último.

Cuando hablamos de un acto bueno, no hablamos de un acto heroico, ni santo. Cuando se exige una conducta
moral, no se exige nada que sea externo o distinto del comportamiento humano.

4. Derecho y filosofía moral

El derecho en su sentido objetivo es lo suyo de cada uno, es un bien debido a una persona y ese bien es un bien
agible, tanto para el que debe dar el bien como para aquel que tiene la facultad de exigir que le entreguen ese bien,
uno y otro demandan un bien agible. En consecuencia considerando, el derecho es una forma de bien moral, una
forma de bien agible, por lo tanto el derecho forma parte de la moral. Derecho y moral no se encuentran
separadas, sino que más bien forman una relación de género- especie (moral es el género, y el derecho la especie).
Epistemológicamente, el derecho es una parte de la filosofía moral. Otra consecuencia es que entre ley y moral no
existe tampoco una diferenciación absoluta sino que la ley ordena o dispone a aquello que es un bien moral, solo
aquello permite entender la ley injusta.

UNIDAD 2
El fin del hombre

1. ¿Existe un fin último?


a. ¿Existen fines? (si la naturaleza humana permite fines o no)
b. ¿Existe fin último?
c. ¿Existe un fin último único?
2. ¿Existe un fin último humano?

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Como toda filosofía, la ética no es un conocimiento solamente teórico, sino que su pretensión es ser un
conocimiento vivencial o experiencial. La filosofía es algo que se vive, en la ética este fenómeno es aún más
intenso todavía, porque el objeto de la filosofía moral es darle sentido a los actos humanos. Por lo mismo
debemos estudiar si existe o no un fin último.

1. ¿Existe un fin último?

a. ¿Existen fines?

La naturaleza humana no es estática, sino que dinámica y de suyo incluye diversos fines que se materializan en las
distintas potencias activas que tiene una persona. Además, en cuanto ente estructurado de materia y forma, la
persona posee de suyo una serie de limitaciones o imperfecciones que pueden o deben actualizarse dentro de los
límites de la naturaleza. La experiencia demuestra esto, por ejemplo los bebés, aprenden a caminar, etc.

Con esto podríamos concluir que la naturaleza humana incluye una serie de fines.

b. ¿Existe fin último?

Luego de haber concluido que la naturaleza humana implica fines, lo que inmediatamente percibimos es que esos
fines tiene carácter mediato, es decir, son medios para otro fin. Dado que ningún se sustenta en sí mismo sino en
otro que la sentido, no podríamos proceder al infinito en la cadena de fines sin que haya un fin primero, o ultimo
que sea sustento de todos los demás.

c. ¿Existe un fin último único?

El fin último debiese ser también único, porque si no lo fuera tendría perfecciones que otro fin último no tiene y
por tanto ese otro fin no podría ser verdaderamente sustento de los demás. Además el fin último por su propia
conceptualización, o por lo que implica en sí mismo, debiese ser sustento o justificación de todos los demás fines
intermedios, por lo que no podría carecer de perfecciones que otros si tengan. El fin último por definición debiese
incluir toda necesidad de deseo o de deleite y excluir a todo mal.

2. ¿Cuál es el fin último humano?

Lo que filosóficamente podemos hacer es identificar un fin último que sea aplicable para todos, porque todos
somos racionales, que sea acorde a la naturaleza humana, que es una (este fin entonces, es la felicidad). Entonces
en este análisis no cabe caer en empirismos o en consideraciones individuales sicológicas. Respecto de esto, se
han ensayado varias respuestas, las más relevantes son las que están en el libro I y X de la ética a Nicómaco, I-II,
q. 2-5. En estos textos se enumeran una serie de condiciones o atributos que debiese tener la felicidad
(universalmente considerado):

a) Ser un bien en sí mismo no subordinado a otros bienes.


b) Ser causa de los demás bienes, de manera que los demás bienes le están subordinados.
c) Ser autosuficiente de modo tal que la posesión de este bien basta para conseguir la felicidad.
d) Ser un bien perfecto, no sujeto a limitaciones intrínsecas (con esta característica se descartan los bienes
corpóreos)

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e) La posesión de este bien debe corresponder a una actividad continua. Primero debemos distinguir si es
un acto o una potencia, pero no es una potencia porque si lo fuera ya lo tendríamos, pero descartamos que
sea una acto primero, porque destruiría nuestra naturaleza, por lo tanto debiese ser un acto segundo, y si
es un acto segundo debiese ser una actividad permanente, porque si se deja de realizar dejo de ser feliz.

Para poder conocer adecuadamente el fin último humano, hay que distinguir entre fin último objetivo y el
subjetivo, para distinguir cuáles son sus características en sí mismos (el primero) y con nosotros (el segundo).

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 Fin último objetivo (en sí mismos): corresponde a algún bien que considerado en sí mismo incluya o
posea todos los atributos que acabamos de decir. Se puede concluir entonces, que el único bien que posea
esas características debe ser un ser que sea acto puro; que sea pura perfección, que no tenga ninguna
potencialidad, y que su esencia se identifique con el mismo acto de existir. Este ser entonces es lo que
culturalmente hemos denominado Dios.

Pareciera que el ente finito, no guardaría proporción con el fin último, porque el ente finito no tendría la
capacidad suficiente para dirigirse a un bien infinito. Sin embargo, no podemos olvidar que nuestro
intelecto y nuestra voluntad son objetualmente infinitos, o sea, intrínsecamente infinitos en relación a
su objeto pero extrínsecamente finitos, en relación a la corporeidad humana. De manera tal que el alma
humana puede querer y conocer cualquier cosa que exista, del modo que exista. De esta forma hay
una apertura hacia lo infinito y esto es lo que permite querer y entender un ente infinito.

Obviamente, dada la finitud intrínseca del ser humano, será ineludible contar con algunos auxilios
sobrenaturales y es esto lo que justifica la necesidad de hábitos sobrenaturales y de actividad
sobrenatural1 (que implique una elevación de la naturaleza humana, hacia el objeto sobrenatural), como
por ejemplo la gracia y las virtudes teologales (la fe sobrenatural, viene de Dios, necesita de una
elevación y es necesaria porque el fin humano es un fin sobrenatural. El intelecto tiene la capacidad de
llegar a lo sobrenatural, pero necesita ayuda de la fe)

 Fin último subjetivo (con nosotros): lo que queremos responder acá es como una persona podría tener o
debería poseer ese acto puro. La posesión 2 del bien tiene como efecto el deleite, entonces la posesión de
este bien en concreto, es la felicidad, este deleite se llama felicidad. Ese deleite debe ser necesariamente
consecuencia de una potencia activa, o sea debe consistir en una operación. ¿Cuál es esa operación? La
potencia activa involucrada será el intelecto y la voluntad dado que estas son las únicas que tienen la
apertura objetual hacia lo infinito. Considerando que existe una primacía del intelecto por sobre la
voluntad (por la mutua causalidad) entonces, la operación sería la contemplación del ente divino y esa
contemplación, es lo que se denomina lumin gloriae o visión beatifica. Es por eso que Platón identifica a
la felicidad como la contemplación de la belleza, el bien que no solo es sumamente bueno o verdadero,
sino que además su contemplación genera deleite.

De lo que concluimos, se sigue necesariamente que la felicidad completa o plena no es alcanzable en la vida
terrenal mientras exista el compuesto de materia y forma. La felicidad ocurrirá cuando se quiebre el compuesto

1
Que está por sobre la naturaleza humana
2
Significa que el apetito se actualizó hacia el objeto.

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de materia y forma; ahora esto no significa que no pueda participarse de la felicidad de la vida terrena, tendremos
felicidad, solo que esta no será plena.

En la medida que Dios está presente en el mundo a través de sus efectos (recordar los atributos operativos
trascendentes) el sujeto puede poseer algo de Dios mientras está en el mundo y por eso puede tener felicidad en la
vida terrena.

18-08-2017

UNIDAD 3
El acto humano

1. Concepto de acto humano


2. Formación del acto humano
3. Divisiones [Clasificaciones] del acto humano
4. Causas que afectan la voluntariedad

Lo que se va a estudiar en esta Unidad es el segundo supuesto de la ética y que es también el objeto material de la
misma. En otras palabras, nos dedicaremos a revisar qué tipo de actividad o de operación son estrictamente
racionales y tienen por ello el efecto de causar un bien en la integridad del propio sujeto (esto es, mediante sus
movimientos inmanentes).

Con todo, aún no entraremos de lleno al estudio de la "moralidad" del acto humano, es decir, cómo un acto en
particular es bueno o malo moralmente, es decir, cómo resulta especificado o "moralizado" por el Fin Último
Humano y qué necesita en consecuencia para que la persona que lo realiza se acerque o se aleje a dicho fin.

Previo a realizar lo anterior, debemos comprender al acto humano considerado en sí mismo, abstrayendo de su
moralidad. Con todo, nótese que esta abstracción es meramente lógica. En efecto, la "moralidad" de todo acto
humano es esencial al mismo, en tanto todo acto propiamente humano tiene un efecto inmanente en el sujeto que
lo acerca o aleja de su fin último.

1. Concepto de acto humano

En su "Ética a Nicómaco", Aristóteles define el acto humano como "aquel que procede de un principio intrínseco
con conocimiento del fin". De esta definición vemos que en un acto humano deben converger las dos potencias
estrictamente racionales, esto es intelecto y voluntad.

Cuando estudiamos la causalidad final, vimos que todo agente obra por un fin (principio de finalidad). En la
persona, ese fin es uno intelectualmente aprehendido, es decir, un fin que el intelecto posee de modo intencional,
no que otro entiende por él.

Veamos algunas particularidades de ambos elementos:

a. El elemento cognoscitivo del acto humano, consiste en la actualización del intelecto que conoce el fin y
ha deliberado sobre el modo de alcanzarlo. El intelecto debe actuar al menos con advertencia, esto es, con

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la consciencia de lo que se está realizando, no siendo necesaria por lo tanto una completa concentración,
que es la aplicación del intelecto al objeto que conoce. Si se cumple con la advertencia, se cumple con
este requisito del acto humano.

Se opone directamente al elemento cognoscitivo (al punto de suprimirlo), la actuación por ignorancia, o sea que se
encuentra causada por la ignorancia. Por ejemplo, cuando alguien dispara a un matorral porque ve un
movimiento y piensa que hay un animal, pero en realidad hay una persona. El efecto del acto causado por
ignorancia es que se suprime el elemento cognoscitivo, de modo que no hay verdadero acto humano. En el
ejemplo recién puesto, el frustrado cazador no ha cometido homicidio, de modo que no puede ser responsable de
este tipo de acto. En cambio, sí podría ser responsable por su negligencia en actos previos que lo pusieron en
situación de disparar a una persona, como por ejemplo estar cazando en un lugar no habilitado para ello (acto libre
"in causa", como veremos más adelante).

Distinto es el caso del acto que se hace con ignorancia, es decir una ignorancia que acompaña al intelecto, como
es el caso de alguien que compra un reloj de metal pensando que era oro, pero en realidad era otra cosa. Este es un
acto humano debilitado por la ignorancia que acompañó al elemento cognoscitivo, pero que no fue su causa. A
esta ignorancia concomitante nos referiremos en el capítulo 4 siguiente.

b. Por su parte, el elemento volitivo consiste en el apetito racional o la voluntad, que realiza un acto
específico denominado elección y que consiste en definir el medio para alcanzar el fin que se ha
propuesto.

Al elemento volitivo se opone tradicionalmente la violencia, es decir, la fuerza por la cual el principio de
operación no proviene intrínsecamente del mismo sujeto, sino que de otro que suprime la voluntad (por ejemplo,
es clásico –y casi imposible de ocurrir– el ejemplo de Derecho Civil en que alguien usa la mano de otro para
simular su firma en un contrato).

Considerando lo anterior, es claro que el acto humano se distingue de otros actos que provienen del sujeto
racional, pero en hay casos en los que no concurren ambas potencias racionales. Así tenemos los actos del
hombre, como sería respirar, digerir, etc. También existen los actos violentos, en que se suprime la voluntad. Las
consecuencias de estos tipos de actos (que no son verdaderos actos humanos ni morales), es que no existe
responsabilidad, o sea que no hay dominio sobre el acto ni los efectos del mismo. Por lo tanto, no cabe hacer
análisis moral, ni tampoco jurídico (pues ya sabemos que lo jurídico forma parte de lo moral).

2. Formación del acto humano.

Se traduce en sucesivos actos del entendimiento y de la voluntad. Así, en el análisis de un acto humano completo
se pueden identificar sucesivos actos de intelecto y voluntad. Unos relativos al fin, otros relativos a los medios
para alcanzar el fin y otros relativos a la ejecución del medio necesario para alcanzar el fin.

A continuación se expone dicho proceso completo, el cual consta de 12 pasos:

Actos del Intelecto Actos de la Voluntad

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Actos sobre el Fin 1. Simple aprehensión del bien 2. Simple amor o veleidad por
el bien
3. Examen 4. Intención
Actos sobre los medios 5. Deliberación o consejo 6. Consentimiento
7. Último juicio práctico 8. Elección
Actos sobre la 9. Imperio 10. Uso activo
ejecución del medio 11. Uso pasivo 12. Gozo o fruición

En cuanto al fin, lo primero que se realiza es la aprehensión del bien por parte del intelecto, que es el simple
conocimiento del objeto; éste es un acto de simple aprehensión. Respecto de ese objeto, la voluntad siente una
simple veleidad o amor, que surge espontáneamente (voluntas ut natura) porque en cuanto existe ese bien, tiene
alguna bondad (bonum) y es susceptible de ser amado. Luego el intelecto realiza un examen, que consiste en un
acto de juicio acerca de la posibilidad y la conveniencia de obtener ese bien. Tras ello la voluntad realiza un acto
llamado intención, mediante el cual la voluntad decide obtener ese bien y se lo propone como fin. Acá el bien
deja de ser cualquier bien y se convierte en un fin para el sujeto.

Relativo a los medios, el intelecto realizará un acto de razonamiento denominado deliberación o consejo,
mediante el cual el intelecto considera los distintos medios posibles para alcanzar el fin que se ha propuesto la
voluntad. Respecto de cada uno de esos medios, la voluntad realiza un consentimiento, que es el acto mediante el
cual la voluntad acepta o rechaza los medios sobre los cuales delibera el intelecto. Luego, el intelecto realiza un
acto llamado juicio práctico que es simultáneo a un acto de la voluntad que se llama elección, siendo este último
la causa eficiente de aquél. En efecto, la elección es el acto de la voluntad donde en mayor medida se manifiesta
la libertad o libre albedrío, pues mediante ese acto la voluntad determina cuál de los distintos medio posible sobre
los que delibera el intelecto va a ser el que se va a ejecutar. Ese medio elegido por la voluntad es el último juicio
práctico de la deliberación.

Finalmente, en cuanto a la ejecución (y una vez que la voluntad ha elegido el medio), viene el imperio que es un
acto de juicio del intelecto, por el cual ordena qué facultades deberán actualizarse para la consecución del medio
elegido. Luego, la voluntad mueve a las otras potencias en la realización del acto a través de un acto llamado uso
activo, cuyo movimiento puede ser despótico o político. Después, la voluntad realiza el acto denominado uso
pasivo, que consiste en esas potencias movidas por la voluntad. Por último, está el deleite que es el goce del bien
obtenido.

Con todo, el recién descrito corresponde a un acto humano completo, que culmina con el deleite del bien
intentado bajo razón de fin. Nada quita, pues, que un acto humano quede "a medio camino", sin formular una
intención de proponerse el bien como como fin o que el sujeto no ejecute el medio elegido para obtener el bien
intentado (como ocurre, por ejemplo, con la persona "negligente"). En esos casos, igualmente estamos frente a un
acto humano.

Asimismo, cada uno de estos doce actos puede ser considerado un acto humano susceptible de valoración moral
(se trata de "actos internos" y "elícitos", conforme a la clasificación respectiva del capítulo 3 siguiente). Por lo

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anterior, cada uno de ellos es susceptible de valoración moral (y posible de ser enjuiciado por la conciencia moral,
de la cual hablaremos más adelante).

3. Clasificación de los actos humanos

A continuación nos referiremos a las clasificaciones que más relevancia podrían reportar para el análisis de la
moralidad de los actos humanos.

1. Según la afectación e impedimentos sobre las potencias racionales en su actualización.


a. Perfectos: aquellos actos en los que sus elementos cognoscitivos y volitivos se actualizan de
modo pleno. Es decir existe una perfecta deliberación y una perfecta elección.
b. Imperfectos: aquellos actos en que algunos de los elementos del acto humano se ve afectado por
una causa externa o extraña. Si bien se ven afectados, siguen siendo actos humanos, solo que su
responsabilidad disminuye.

2. Según si el acto de las potencias racionales se agotan en su propio acto o mueven otras potencias.
a. Elicitos: son aquellos actos de una potencia racional que nacen y se agotan en ella sin
intervención de las facultades. Por ejemplo el acto de querer, imaginar, odiar algo, deliberar.
b. Imperados: son aquellos en donde la voluntad mueve a una potencia distinta.
i. Políticos: aquellos en donde las potencias pueden resistirse a ser movidas. Ej. La
memoria
ii. Despóticos: las potencias no pueden resistirse al influjo de la voluntad. Ej. El acto de ver.

El objeto de esta clasificación es mostrar que tanto uno como otro tipo de acto son verdaderamente
humanos, y por tanto susceptibles de análisis moral.

3. Según si el acto se manifiesta o no en el exterior del sujeto.


a. Internos: aquellos que no se manifiestan en el exterior, pero sigue teniendo efectos morales. Por
ejemplo: soñar con matar a alguien.
b. Externos: aquellos que si se manifiesta en el exterior.

Al igual que el caso anterior, el objeto de esta clasificación es mostrar que tanto uno como otro tipo de
acto son verdaderamente humanos, y por tanto susceptibles de análisis moral. Por ejemplo, fantasear con
asesinar a alguien –aunque nadie lo sepa– nos aleja de nuestro fin último.

4. Según la relación entre el fin intrínseco y el fin extrínseco del acto humano.
a. In se: aquellos actos que por sí mismo son objetos de la elección.
b. In causa: el objeto no es directamente elegido por la voluntad, pero puede preverse como efecto
de otro acto que si sea elegido o querido.

Por ejemplo, todos los casos de "dolo eventual" que se estudian en Teoría del Delito del Derecho Penal.
Otro ejemplo: el ebrio no es responsable de los actos ejecutados sin intelecto ni voluntad, pero sí es
responsable de haber bebido en exceso en cuanto se representó o previó que perdería el ejercicio o control
de sus facultades racionales.

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5. Según la relación entre la voluntad y las imperfecciones o aspectos no bondadosos del objeto moral y sus
circunstancias intentadas.
a. Puro: aquel que la totalidad de los aspectos del acto son queridos y búsquedas por el agente que
actúa
b. Mixto de involuntario: aquel en que existen aspectos no queridos pero que de todas maneras se
eligen para obtener otros aspectos que si son queridos por el sujeto. Como sabemos, el bien está
graduado, de modo que un bien está revestido tanto de bien como de imperfecciones o
materialidades.
En este acto, hay aspectos no bondadosos del objeto moral o bien circunstancias que no se desean
directamente, pero que de todas maneras se eligen como inevitables para conseguir el bien que sí se
quiere. En este caso, los aspectos no queridos directamente tienen un carácter "medial", es decir, son
necesarios como "medios" para conseguir el fin querido.

El ejemplo clásico es el marino que bota la carga en situación de tormenta para que la embarcación no se
hunda; la pérdida de la carga no es directamente querida, pero de todos modos se elige como medio
necesario para conseguir la supervivencia que sí se quiere directamente.

6. Según la relación entre la voluntad y los efectos del acto.


a. Voluntario directo: aquel en que todos los efectos son queridos y buscados directamente por el
sujeto.
b. Voluntario indirecto: aquel en que hay ciertos efectos del acto que no son intentados, pero que
previstos se aceptan por el sujeto para alcanzar otros efectos que si son intentados. A diferencia
del acto mixto de involuntario, en este caso lo aspectos no queridos del acto no son "mediales",
sino que "consecuenciales", se siguen del objeto moral elegido (no forman parte de él ni de las
circunstancias).

4. Causas que afectan la voluntariedad

Lo que se estudiará en este capítulo son ciertos factores que hacen que un acto humano sea ejecutado con menos
voluntariedad o menos libertad. Estos factores tienen un impacto en la reprochabilidad del acto. Es decir que la
persona va a ser responsable de ese acto, pero en menor medida que si no hubiese intervenido uno de estos
factores.

Ser responsable de un acto, etimológicamente viene del latín respondere, que significa dar cuenta de algo. La
responsabilidad es la contrapartida de la libertad. Entonces, así como uno actúa libremente, uno es igualmente
dueño de los efectos de ese acto, porque se pudo haber actuado de un modo diverso.

Metafísicamente, la causa de la responsabilidad, o sea, que haya dominio sobre los efectos de un acto, se
encuentra en la capacidad ontológica de ser dueño de ese acto y eso solo puede hacerlo un sujeto racional con
intelecto y voluntad. Las causas que afectan la voluntariedad se pueden dividir en dos grandes grupos: próximas y
remotas. Veámoslas.

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a) Causas Próximas: aquellas que afectan directamente a alguno de los dos elementos del acto humano".
a.1) Que afectan directamente al intelecto: ignorancia, error y olvido.

a.1.1) Ignorancia: falta de conocimiento debido en un sujeto capaz.

En primer lugar, la ignorancia se puede clasificar según la materia o aquello sobre lo que recae la
ignorancia, donde puede ser de hecho o de derecho.

En segundo lugar, se puede clasificar según si la ignorancia se puede superar, desplegando un grado de
diligencia razonable, siendo dividida en:
(i) ignorancia vencible, aquella que se puede superar, desplegando una diligencia razonable, que
a su vez se divide en:

 Simplemente vencible: aquella en que el sujeto realiza alguna gestión para salir de la
ignorancia, pero esta resulta insuficiente;
 Crasa o supina: aquella en que la persona no realiza ninguna gestión para salir de la
ignorancia; o, por último;
 Ignorancia afectada: en que la persona elige deliberadamente mantenerse en estado de
ignorancia, para no verse sujeta a las obligaciones que se siguen del conocimiento).
Esta división de la ignorancia vencible sigue un orden de reprochabilidad.

(ii) ignorancia invencible, que es aquella que no puede removerse o eliminarse del sujeto y
puede ser materialmente invencible (el sujeto no advierte que está en ignorancia) o formalmente
invencible (el sujeto está consciente de su ignorancia y a pesar de realizar todas las gestiones razonables
para salir de ella, no lo consigue). Cuándo una gestión es razonable o no para salir de la ignorancia,
depende de una virtud llamada prudencia.

a.1.2) Error: falsa representación de la realidad.

Desde el punto de vistas de las operaciones intelectuales, acá existe un acto de juicio que no se adecúa con
la realidad, es lo contrario a la verdad. El error admite las mismas clasificaciones que la ignorancia.

a.1.3) Olvido: pérdida actual de un conocimiento que se posee habitualmente.

a.2) Causas que afectan directamente a la voluntad: Pasiones y hábitos

a.2.1) Pasiones: movimientos del apetito sensible.


a.2.2) Hábitos: disposiciones estables y difíciles de remover, que asisten a la operación de una
potencia, haciéndola pronta, fácil y deleitable.

b) Causas Remotas: aquellas que afectan indirectamente a alguno de los dos elementos del acto humano.
Estos factores afectan la libertad pero no logran suprimirla por completo.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

 Carácter: disposiciones de personalidad o sicológicas de un sujeto. Ni esta ni las siguientes logran


suprimir la libertad ni el acto humano.
 Edad y sexo: como vimos en el curso de fundamentos, específicamente cuando hablamos de la
dignificación de las potencias inferiores a causa de la racionalidad, vimos que cuando una persona crece,
no solo lo hace en el orden corpóreo, sino que también en el orden espiritual; y esto es lo que llamamos
madurez. Entonces es bastante claro que una persona de poca edad no solo tiene un cierto crecimiento
corpóreo menor, sino que su desarrollo espiritual también lo es, lo que puede afectar por ejemplo, su
entendimiento de lo bueno y lo malo. Entonces como consecuencia de esto, una persona que no tiene ni
el intelecto, ni la voluntad completamente desarrollada, no tiene completa responsabilidad por sus actos.
En los sistemas jurídicos reconocen esta situación y por eso mediante normas positivas que se siguen de
la ley natural por especificación o por determinación fijan límites de edad a partir de los cuales existe
responsabilidad jurídica, estos límites son distintos en materia penal y en materia civil y dentro de esta
también en materia contractual y extracontractual y además estos límites pueden ir cambiando según el
tiempo y lugar. En relación al sexo, vemos que hombres y mujeres tienen distintas formas de entender
las cosas y esto puede afectar la manera en la que se toman las decisiones.
 Herencia: ciertos rasgos de personalidad que se heredan de los progenitores. Factores o inclinaciones de
carácter que se heredan de los padres.
 Ambientales: las condiciones socio culturales que afectan el modo de entender y de querer de una
persona.
 Psicopatológicas: anomalías sicológicas que pueden afectar la libertad, sin llegar a suprimirla.
21-08-2017

UNIDAD 4
Fundamentos de la moralidad

1. Objeto moral
a. Especie moral (Forma del objeto).
b. El objeto en cuanto a materia del acto humano.
c. Sentido del objeto: especies buenas, malas e indiferentes.
2. Intención
3. Circunstancias

En la unidad 3 que acabamos de cerrar, lo que estudiamos era cuando estamos frente a un acto humano voluntario
o un acto humano libre. Ahora ese estudio se hizo prescindiendo del carácter moral del acto humano,
olvidándonos si el acto es bueno o malo, se hizo abstrayendo del sentido moral, pero esta abstracción se hace
puramente lógica, porque no hay acto humano que sea indiferente en este camino de la persona para llegar a su fin
último, porque como dijimos, el acto del ser humano tiene una perfectividad y por lo mismo cuando realiza algo
este acto siempre tendrá alguna bondad. Es por esto que dijimos que el acto humano está indisolublemente unido
con el fin del hombre.

Estudiaremos cuales son las causas que hacen que un acto humano sea bueno o malo moralmente, o sea, que nos
acerque a nuestro fin último, entendiendo que no hay acto que sea indiferente a nuestro fin último.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

De manera general, la bondad del acto humano sigue el mismo criterio de participación del ser, o sea, en cuanto
mayor participación hay del fin último, o sea de Dios, el acto humano será más perfecto. Muy especialmente en
cuanto haya integridad [unidad] entre estas causas, fuentes o factores. De modo tal que si una de estas causas es
mala, el acto humano completo es malo moralmente. [Objeto moral, intención y circunstancias]

1. Objeto moral
a. Especie moral (La forma del objeto)

El objeto moral es el fin más próximo del acto y lo directa e inmediatamente querido por la voluntad. El objeto
moral se suele confundir con la acción moral en cuanto es lo que exteriormente se aprecia mejor al realizar un
acto humano y lo que primariamente determina su moralidad. Al objeto moral se le denomina también
simplemente objeto a secas, y también con la expresión latina “finis operis”, es decir, el fin de la operación o el
fin del objeto y se refiere a aquella finalidad a la que inmediatamente se dirige una cierta acción. Ese fin está dado
por la naturaleza misma del objeto con independencia de la intencionalidad o la finalidad subjetiva de la gente, es
a lo que el objeto se ordena naturalmente, entonces es una finalidad que se sigue de la propia naturaleza de ese
objeto. Ese fin está determinado por su relación intrínseca con el fin último humano. Dicho al revés, el fin último
humano determina o especifica el objeto moral y le da un cierto sentido y es por eso que al objeto se le denomina
una “especie moral” y de que sea esa especie moral y no otra depende de su relación con el fin último humano.

Esta especie moral se distingue de la especie natural o física (según lo cual se distingue un fin moral de un fin
meramente natural de un objeto). El fin natural o especie natural es lo que comúnmente se denomina “la mera
acción”, que es la simple actividad física en la que se sustenta el objeto moral. El objeto moral obviamente existe
en la realidad y ese sustento físico es la mera acción. Entonces lo que determina al objeto moral es su relación con
el fin último humano. En este sentido, el fin natural es accidental al objeto moral y viceversa, entonces por
ejemplo: el objeto moral “matar” [dar muerte a una persona] se puede sustentar en diversas especies naturales o
físicas, se puede matar con cuchillo, con veneno, etc. Ahora con independencia de eso, el objeto moral es uno, que
es matar. Al contrario una misma especie natural puede sustentar distintos objetos morales, por ejemplo: jalar un
gatillo, puede ser por deporte, por caza, por homicidio, etc.

La especie moral esta modalizada por el fin último que le da una cierta forma y por lo tanto la hace inteligible, o
sea hace que el intelecto práctico, la conozca y comprenda la relación de esa especie o de ese objeto con el fin
último humano. El fin último humano no necesita ser formalmente aprehendido basta que el intelecto comprenda
los fines naturales que se ordenan al fin último humano. ¿Cuáles son esos fines naturales? Los estudiaremos
cuando estudiemos la ley natural. [Primarios, secundarios y terciarios] entonces esos fines son los que sí se
pueden conocer al menos, y que permiten entender el sentido de la especie moral. El fin natural que debemos
conocer es la conservación de la propia sustancia. Los objetos morales se pueden entender en relación con este fin
natural, que es el de conservar la propia sustancia, esto significa que dependiendo de la situación se puede
considerar bueno o malo. Ej.: cachetada. Permite identificar si es bueno o malo en cuanto a que está vinculada con
el fin último humano, y eso es inteligible [el sentido moral] lo capta el intelecto práctico.

b. Objeto en cuanto a materia de acto humano.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Sin perjuicio de que un objeto moral tiene su propia forma que lo especifica como una especie distinta de otra
especie moral, el objeto en cuanto tal cumple el rol de ser materia del acto humano. Si estudiamos el acto humano
completo, el objeto no es forma si no materia, es la voluntad la que coloca este objeto a la especie moral en una
posición ordenada al fin último de ese agente. Por ejemplo; conversar en naturalmente bueno, porque estamos
manifestando nuestra interioridad, pero si se conversa con otras intenciones, en realidad parece malo. Entonces
ese acto que era naturalmente bueno, ahora es malo porque se sitúa en una posición dentro de la vida humana, que
hace que sea malo. La voluntad es la que hace que ese objeto este dentro de un orden moral particular.

En la práctica no hay acción moral o no hay acto humano sin una intencionalidad, es decir, una voluntad que haya
elegido ese objeto moral. En consecuencia, el objeto moral siempre cumple el rol de ser materia del acto humano.

c. Sentido del objeto: especies buenas, malas o indiferentes moralmente

Dado que la especie moral resulta determinada o especificada por su relación con el fin último, dicha relación nos
permite conocer el sentido de la especie en cuanto tal. Así, de este modo hay una serie de objetos morales que se
relacionan con el fin último en la medida que posibilitan la consecución de fines naturales. Bajo este punto de
vista, la gran mayoría de los objetos morales son naturalmente buenos, ese es su sentido. Entonces por ejemplo;
conversar, dar un paseo, recostarse, ver un cuadro, escribir, etc., son actos naturalmente buenos y decimos
“naturalmente” porque podrían volverse malos en virtud de la intención o la forma del acto humano. Son
naturalmente buenos porque implican la actualización de una potencia humana, y la consecución de un fin
humano.

Existe algunos objetos morales que resultan directamente contrarios a un fin natural y que no pueden elegirse
bajo ninguna circunstancia, porque cualquiera sea la circunstancia la finalidad del agente, siempre atentara al fin
natural, estos objetos morales son intrínsecamente malos, y se les llama “absolutos morales”. Ej. Matar al
inocente, mentir, robar, fornicar. La ciencia moral se preocupa de estudiar esto.

En filosofía, el listado de cosas que no se pueden hacer es más bien restringido. La gran mayoría de los objetos
morales son naturalmente buenos. Hay un tercer grupo de especies morales que podríamos llamar indiferentes,
aquellas que no son necesarias para el fin último, que podrían no realizarse sin causar detrimento al fin último, por
ejemplo; tocarse la barba, agarrar una brizna de pasto, etc. Las especies indiferentes son también reducidas, son
más bien limitadas.

2. Intención
La intención se conoce como finis operantis y se refiere al objetivo o a la finalidad que persigue el agente
mediante la elección del objeto moral. Esta finalidad no depende de la naturaleza del objeto sino que depende del
propio arbitrio del sujeto o del agente, que actúa libremente. La intención es la forma del acto humano, lo que
especifica y da sentido al acto. Por ejemplo la limosna tiene como fin ayudar a alguien, pero el objeto del agente
al elegir esta especie moral puede ser porque realmente quiere ayudar, o porque quiere que lo dejen en paz o para
figurar. Dentro del esquema del acto humano el objeto moral está relacionado con el juicio práctico.

Dado que la intención es la forma del acto humano, el acto humano resulta especificado por la intención, si esta es
buena o mala en relación al fin último humano, el acto es bueno o malo moralmente, le da sentido al acto humano.
Dejando fuera el problema de los absolutos morales lo que determina al acto humano es la intención. Así se dice

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

por ejemplo, que el que roba para cometer adulterio pero es más adultero que ladrón, porque ese robo su intención
está dirigida a cometer adulterio.

3. Circunstancias

Son los accidentes que rodean al acto y que de algún modo lo afectan o lo cualifican. Si consideramos la unión
que existen entre la intención y el objeto moral se puede decir de manera analógica que el acto humano tiene una
sustancia, donde hay una forma y una materia. Pues bien las circunstancias son los accidentes que pueden
sobrevenir a esa sustancia y pueden por tanto afectar su moralidad. Esas circunstancias pueden ser el quien, a
quien o con qué, el donde, el cuándo, y porqué medios. Entonces los efectos de las circunstancias son en general
dos siguientes:
I. Afectar el grado de bondad o maldad moral que tiene un objeto.
a. [Por el medio también se puede ver la bondad o maldad].

II. Un acto bueno con intención buena, se puede volver malo por las circunstancias.
a. Conversar con un amigo, pero si lo hago en una sala de clases, es malo.
b. Nunca puede volverse bueno un acto malo con intención mala.

Hay ciertas circunstancias que tienen un tratamiento especial porque tienen tal condición que modifican el objeto
moral y forman parte del objeto moral, en otras palabras, cambian la especie moral. Por ejemplo robarse una copa
de vino, es malo, pero en cambio sí me robo una copa consagrada, pero esto ya no sería robo, sino que sería
sacrilegio.

Principios que rigen la moralidad del acto humano

En general, los actos humanos son fáciles de juzgar, pero muchas veces se plantean problemas con
 el fin intrínseco,
 el fin extrínseco y
 las circunstancias.
Por ejemplo, robar es malo, pero si alguien roba comida porque está desnutrido, no es tan fácil de reconocer. Por
lo anterior, la filosofía moral ha enunciado ciertos principios o reglas para determinar la moralidad de un acto
humano concreto en casos más difíciles de juzgar. Con todo, estos principios son aplicaciones de las fuentes de la
moralidad. Son los siguientes:

1. El bien por la integridad de las causas

Este principio se enuncia "para que un acto humano sea bueno, se requiere que lo sea bueno, según su fin
intrínseco, su fin extrínseco y sus circunstancias" o "el bien por la integridad de la causa, o el mal por cualquiera
de sus efectos" (“bonum ex integra causa et malum ex quocumque defecto”). Constituye el principio general en
materia de aplicación o análisis de las tres fuentes o causas de la moralidad de una acción humana.

Como ya sabemos, la moralidad del acto humano implica su "sentido" o direccionalidad al fin último del hombre
(es decir, su conformidad con la ley natural, de la cual trataremos más adelante en el curso). Entonces, si el acto se
ordena al fin, va a ser bueno. Pero puede suceder que el acto deje de ordenarse al fin último por cualquiera de sus

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

elementos. En rigor, solo el fin, sea intrínseco o extrínseco, puede modificar radicalmente la dirección al fin
último. En cambio, en cuanto se refiere a las circunstancias, se debe distinguir, porque lo propio de ellas no es
ordenar o desordenar de manera esencial al fin, sino que lo modifica de manera accidental. Como vimos al
estudiar las circunstancias como fuente de la moralidad, vimos que sus efectos en el acto humano pueden ser:
i. modificar el grado de bondad o maldad moral del acto, o bien
ii. tornar malo un acto cuyo fin intrínseco y extrínseco sean buenos.

En aplicación de este principio, nos referimos a las circunstancias en relación a este segundo efecto. Con todo, lo
importante de este principio es resaltar que ninguna de las tres fuentes de la moralidad basta por sí sola para hacer
bueno el acto humano. Esto, porque el acto humano posee de modo constitutivo la intención, la especie moral y
las circunstancias. En cambio, si falla una de las fuentes se pierde la integridad o unidad del ser, y por tanto, de la
bondad (recordamos que bien y ser son metafísicamente convertibles).

2. El fin no justifica los medios

Este principio se enuncia como "no se pueden hacer males para que vengan bienes" y se aplica para actos
intrínsecamente malos, es decir, malo por su fin intrínseco. Por ejemplo, no es lícito mentir para conseguir un bien
(como la mal llamada "mentira piadosa"). En definitiva, no es lícito elegir objeto intrínsecamente malo, aun
cuando se lo intente con fines extrínsecamente buenos.

Al contrario, si el fin extrínseco bueno hiciera bueno al acto, no estaríamos frente a un objeto intrínsecamente
malo, sino a uno naturalmente bueno o indiferente. El fundamento de este principio es que sin él no se podría
explicar la moralidad de los actos humanos. Se debe admitir la necesidad de que existan cosas buenas por sí
mismas y no por el fin, porque las cosas que se quieren por el fin, requieren la explicación de por qué se quiere
ese fin y uno no puede proceder al infinito en la serie de fines justificantes que no son buenos en sí mismos, de
modo que se tendrá decir que existe un fin se quiere por sí mismo y no por otra cosa.

Cuando algo es bueno por el fin, ese fin tiene que estar justificado, ya sea por sí mismo o ese fin a su vez se quiere
en vista de otro fin, en cuyo caso no se puede proceder al infinito y nada justificaría la maldad o la bondad de los
actos.

Este principio se justifica también en que el mal moral es una condición cualitativa y esencial de la especie moral.
Por ello, su maldad se comunica al fin naturalmente bueno, volviéndolo en definitiva malo.

El origen de este principio se encuentra en el diálogo "El Critón" de Platón, donde Sócrates está prisionero y
condenado a muerte. Al llegar unos amigos, estos le dicen que pueden sobornar a los guardias y salvarlo para que
sea libre. Sin embargo, Sócrates se niega porque considera que el soborno es malo en sí mismo y les dice que lo
injusto no se puede cometer en ningún caso. Aristóteles, en su "Ética a Nicómaco", también sostiene que existen
actos que son malos o buenos en sí mismos, es decir, acciones que no admiten un punto medio. Por ejemplo, la
impudencia, la envidia, el adulterio, alegrarse del mal ajeno, etc. Estos son casos donde no existiría una manera de
actuar correctamente.

Se opone a este principio una ética consecuencialista, es decir, que los objetos o medios usados es bueno o malo
según el fin que se persiga. El problema del consecuencialismo puede ser confundir la especie moral con la

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

especie natural (la mera acción física, sin sentido ni contenido en relación al fin último humano ni a algún fin
natural humano), o bien por entender que todas las especies son moralmente indiferentes (ni buenas ni malas en sí
mismas), lo cual, como vimos en clases, es más bien excepcional.

3. El principio del mal menor

Este principio tiene dos vertientes o acepciones, una referida a los males morales y otra relativa a los males
físicos.
a. Es lícito tolerar un mal moral para evitar males mayores

Éste también se conoce como el "principio de tolerancia", que se aplica principalmente en la relación de los
superiores con los inferiores o del Estado con los individuos, cuando se prevé un mal mayor como consecuencia
de la represión de un mal moral. Por ejemplo, mentir es malo, pero si el Estado sancionara todas las mentiras,
intentar reprimir ese mal traería males mayores que el mal mismo que se sanciona.

El contenido de este principio es "tolerar", que significa "sufrir con paciencia". Así, el mal moral sólo puede
tolerarse (soportarse o sufrirse) pero no elegirse, porque para el agente no es lícito querer el mal moral. De este
modo, no es lícito querer o realizar un mal moral para evitar un mal mayor, sino que solo se puede tolerar.
Aquella especie moral intrínsecamente mala no es parte de lo voluntario directo y no es intentada por la voluntad,
sino que ésta solo omite o adopta una posición pasiva respecto de dicha especie moral mala para impedir la
ocurrencia de otro mal moral de superior entidad.

Como sabemos, los bienes particulares están graduados, lo que aplica para el bien moral y su contrario, el mal
moral. La entidad del mal moral se puede determinar según la necesariedad del fin natural envuelto o afectado por
el mal moral (qué tan necesario es el bien involucrado para la consecución del fin último).

Así, por ejemplo, un mal contra un fin natural objeto de un precepto primario de primer orden de la ley natural
(por ejemplo, el derecho vida de alguien) es de superior entidad o más grave que otro mal moral contrario a un fin
natural al que se dirige un precepto secundario (por ejemplo, el carácter privado de la propiedad sobre las cosas).

b. Es lícito intentar un mal físico para evitar un mal mayor

Este principio se enuncia diciendo que "es lícito realizar un mal físico si con ello se evita un mal moral mayor o
un mal moral". El principio se sustenta en el hecho que un mal físico es una privación desde el punto de vista
físico y no moral. Es decir, se sustenta en la distinción entre especie natural y especie moral. La especie natural
puede consistir en un mal físico (por ejemplo, abofetear a alguien), pero su especie moral puede ser buena si se
ordena hacia los fines naturales y el fin último humano (siguiendo el ejemplo, abofetear a alguien que no
reacciona a escapar frente a un incendio, es una especie moral buena, pues apunta a salvar su vida).

El mal que se procura evitar mediante el mal físico realizado puede ser (i) un mal corpóreo de mayor entidad (por
ejemplo, retirar una muela dañada para restablecer la salud corpórea), o bien, (ii) un mal moral, que por su propia
naturaleza es siempre de superior entidad a cualquier mal corpóreo.

4. El principio de doble efecto o del voluntario indirecto.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Este principio se enuncia "es lícito realizar un acto de suyo no malo, del cual se sigan dos efectos, uno bueno y
uno malo, con tal que: se busque o intente el efecto bueno y el malo solo se tolere, que el efecto bueno no se
obtenga por medio del malo, que exista una razón suficiente o proporcionada para tolerar el efecto malo y que no
haya otra manera del efecto bueno".

Lo que este principio busca es ayudar a resolver situaciones éticas en que se realiza un acto que de suyo no es
malo, pero del cual se sigue un efecto bueno y uno malo, y que por lo tanto no siempre resulta fácil responder a la
pregunta de si ese acto es lícito o no. Es necesario distinguir entre lo directamente querido o voluntario, y lo
indirectamente querido o voluntario. En ética, lo directamente querido se denomina también como la intención,
mientras que lo indirectamente querido se llama "efectos colaterales".

Recordemos entonces la división del acto humano entre "voluntario directo" y "voluntario indirecto". Lo
directamente voluntario es "aquello que forma plan del agente, sea que lo quiera como fin o como medio",
mientras que lo indirectamente voluntario son "los efectos de la acción, que el agente tolera, pero que no busca ni
como fin ni como medio, sin embargo lo cual, los acepta como inevitablemente ligados a la acción".

Este principio se fundamenta, en primer lugar y desde el punto de vista metafísico, en el principio de causalidad
eficiente y, más específicamente, enfocada la causalidad desde una perspectiva del movimiento. Así, toda
actualización de una potencia (como es por cierto una acción humana), da lugar a un acto segundo que a su vez
puede actualizar otras potencias diversas, generándose así una sucesión de actos y potencias. En otros términos,
toda causa puede dar lugar a varios efectos, unos directos y otros de modo indirecto o remoto. En el lenguaje
filosófico moral, tales efectos indirectos son lo que hemos denominado recién "efectos colaterales".

Considerando lo anterior, el principio del doble efecto se sustenta también en que no puede tener la misma
relevancia moral lo directamente voluntario que lo indirectamente voluntario. En otras palabras, considerando las
consecuencias que se pueden seguir de una acción humana en el orden social y físico, resulta ineludible reconocer
que una persona no puede ser responsable de todos los efectos de sus actos.

Si no se admite la distinción entre lo directamente voluntario y lo indirectamente voluntario, caeríamos en un


problema moral, que es que las prohibiciones absolutas no tendrían valor, porque serían imposibles de cumplir.

Hay una serie de acciones que tienen efectos colaterales, por los cuales si hago responsable al agente con la
misma gravedad que por los actos con intención, se caería en un absurdo ético, basando la ética en una cuestión de
mera proporcionalidad o meras consecuencias y prescindiendo totalmente de la intención del agente. Por cierto, lo
anterior supone que la ocurrencia de los efectos colaterales sea razonablemente previsible.

Como tercera fundamentación, se sustenta este principio en que no parece correcto o lícito que el agente renuncie
a un bien que puede realizar por el mal que se pueda seguir, cuando el bien que se quiere alcanzar sea de
suficiente entidad para justificar la tolerancia de ese mal.
Esta justificación dice relación con los requisitos de que exista una razón proporcionada y que no haya otra
manera de conseguir el efecto bueno.

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En particular, los requisitos de este principio son los siguientes:


 Que el objeto moral elegido sea naturalmente bueno o al menos indiferente (nunca un absoluto moral).
 (Que en relación a los efectos que razonablemente se prevean del acto, la voluntad intente (persiga como
fin) el efecto bueno, mientras que el efecto moral malo no es querido por la voluntad sino que sólo
tolerado (en aplicación del principio de tolerancia recién visto).
 Que exista una prelación en la ocurrencia de los efectos, de modo que el efecto bueno debe producirse
antes o al menos simultáneamente que el efecto malo. De lo contrario (es decir, si el efecto malo ocurriera
primero) tendríamos que el efecto malo sería "medio" para llegar al efecto bueno, lo que lo viciaría (en
aplicación del principio de que el fin no justifica los medios).
 Debe existir una "razón suficiente" para realizar el acto. Tradicionalmente, se han descritos los siguientes
elementos para determinar la existencia de razón suficiente:
o Cuando hay una causa grave para realizar el acto.
o Que exista proporción entre la entidad del efecto bueno que se busca y la entidad del efecto malo
que se tolera.
o Cuando no hay un medio alternativo o menos nocivo para lograr el efecto bueno que se busca.

UNIDAD 5
La conciencia moral

1. La verdad practica
2. Concepto de conciencia moral
3. Clasificaciones

Habíamos visto que es lo que determina que un acto sea bueno o malo, y ahí estudiamos el fin último del hombre.
Luego estudiamos cuándo estamos frente a un acto humano que mueve al ser humano a acercarse o a alejarse a un
fin último. Ahora cuando hicimos este estudio hicimos una abstracción de tipo lógica en donde separamos al acto
humano de sus sentidos, porque lo que en realidad le da sentido al acto humano, lo que hace que sea malo o bueno
son las fuentes de la moralidad. [Objeto, intención, circunstancia]. Luego vimos ciertas aplicaciones específicas
de las fuentes de la moralidad, que son los principios de la moralidad.

Vamos a tratar de acercar el fenómeno del fin último y de la ley natural a la experiencia propia. Hasta el momento
hemos apostado por un sistema filosófico bastante objetivo y realista porque en él o en las cosas, hay un acto de
ser que metafísicamente se identifica con su verdad, bondad y expresa una cierta belleza. Pero no hemos hecho el
ejercicio de aplicar eso en la vida práctica, en la actividad diaria. Entonces con el tema de la conciencia haremos
este aterrizaje, de esto que es algo extrínseco, se hace uno con nosotros. Entraremos a la subjetividad, esta
filosofía que parece objetiva y extrínseca [con cosas absolutas] se hace aplicable y se verifica de manera
individual en cada sujeto.

Ahora bien, antes de entrar al tema de la conciencia conviene repasar el tema de la verdad práctica

1. La verdad Practica

La verdad se define siempre como una adecuación entre un intelecto y un objeto conocido. Ahora bien, como
muchas cosas que estudiamos en filosofía, la verdad es un concepto análogo, en el sentido que puede

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

corresponder a diversas realidades que guardan una relación de semejanza, así tenemos la verdad ontológica o
metafísica, la verdad lógica y hay además un cierto tipo de verdad que es la verdad práctica que se puede
entender como la adecuación de la razón verdadera al apetito recto.

Ahora bien, dado que vamos a entrar de lleno a la valoración individual moral de cada sujeto en su vida diaria,
[como vida práctica y no teoría] resulta conveniente repasar el concepto de verdad práctica, que es la verdad de
las operaciones humanas.

Esta verdad es una que se sitúa en la dimensión práctica del intelecto, cuando estudiamos el intelecto dijimos que
habían dos dimensiones del mismo según su objeto y ahí encontramos el intelecto especulativo y el intelecto
practico. El especulativo tiene por objeto las esencias de los entes que se caracterizan por ser necesarias. La
dimensión práctica es aquella que tiene por objeto a los operables, que son entidades que se caracterizan por no
ser necesarios, sino que pueden ser o no ser y por tanto contingentes; aquí encontramos a las acciones humanas en
vías de realización. [Estos entes tienen, por lo tanto, un distinto estatuto ontológico y por eso se hace esta
distinción]

Más aun, se puede hacer una distinción dentro del intelecto práctico:
 La praxis: aquel conocimiento que se refiere al bien integral del sujeto. Aquí encontramos entonces al
bien agible, el bien del agente, no importa aquí el bien de la obra, sino el bien del sujeto que realiza la
obra.

 La poiesis: la que se refiere a objetos o entidades que tienen un bien o una perfección con independencia
del sujeto que la realiza, o sea tienen un bien en cuanto bien. Es lo que habíamos nombrado como bien
factible, o sea, el bien de la obra o el bien de la operación. Ej.: todo lo referido al conocimiento técnico y
también al conocimiento artístico. Ahora hacemos esta distinción, pero en un inicio todo esto
conformaba parte de la estética.

La verdad práctica entonces la encontraremos en el orden de la praxis, en cuanto a que se refiere al bien del
sujeto, al bien que el mismo recibe con aquello que estamos conociendo. El objeto de la verdad práctica es
entonces el bien agible. La adecuación en una y otra cosa sin embargo, se da de manera distinta; en la poiesis la
adecuación se da del objeto hacia el intelecto, ej.: una pintura será verdadera en la medida en que se ajuste a lo
que el autor quería. [Verdad de la poiesis]

En el ámbito de la praxis [verdad práctica], si bien el objeto [que es la acción humana], debe adecuarse de alguna
manera al intelecto, este a su vez, debe ajustarse al apetito recto. Así por ejemplo si el agente quiere comerse un
sándwich, esta acción será verdadera en la medida que se adecue al intelecto, [es decir, que se coma efectivamente
un sándwich y no un cartón] ahora esto no es suficiente, porque debe adecuarse además al fin. En el ámbito de la
praxis el objeto se constituye como fin y ese fin será moralmente bueno para el sujeto en la medida de que sea
correctamente apetecido. En consecuencia, el fin que se proponga es un fin intentado, un fin de la voluntad, y es
por esto que al final del día es el intelecto el que debe adecuarse al apetito, porque de esta forma se seguirá al fin.
[Este fin es un fin moral que apunta al fin humano, es el fin que perfecciona al sujeto en cuanto tal, en cuanto ser
humano, es por esto que este fin tiene algún sentido, no es neutro, porque determina lo que es bueno para el
sujeto]

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Es por esto que la definición de verdad práctica tiene dos elementos: la razón verdadera, o sea, la razón que
conozca las cosas como realmente son, sin error. Aquí hay mucho de verdad lógica, pero no solo en cuanto a la
esencia de los objetos, sino también en la contingencia de los seres. Y el apetito recto, que es la inclinación
humana al bien moral. Esta inclinación es de la voluntad hacia el bien, pero además es la inclinación de todas las
demás disposiciones o potencias humanas en cuanto a que son movidas o influidas por la voluntad, que están
dirigidas a un bien, como el apetito concupiscible, el irascible y las potencias vegetativas.

¿Por qué estudiamos el tema de la verdad practica? Se estudia porque la verdad práctica es lo que permite a cada
sujeto adoptar actuaciones o decisiones moralmente buenas, que le permitan acercarse al fin último. Y lo que
estudiaremos a continuación son aquellos principios intrínsecos que determinan la verdad práctica. Así, en
relación a la razón verdadera o elemento intelectual estudiaremos primero la conciencia moral y después una
virtud intelectual especifica que se llama prudencia. Y en relación al apetito recto, lo que estudiaremos son todas
las demás virtudes morales.

2. Concepto de conciencia moral

Cuando estudiamos al intelecto vimos que este tenía dos maneras de dirigirse a su objeto. Una manera directa o de
una manera refleja. En la función directa el intelecto se dirige intencionalmente al objeto conocido. En cambio en
la función refleja o también llamada reflexiva el intelecto se tiene a sí mismo como objeto de conocimiento, esto
significa que vuelve sobre sus propios actos y sobre si como sujeto cognoscente. El fundamento metafísico de
esto es que el intelecto es una facultad espiritual, que no depende intrínsecamente de la corporeidad y como no
tiene cuerpo, no tiene cantidad y si no tiene cantidad no tiene partes. Como no tiene partes puede volver sobre sí
mismo y sobre sus propios actos. Esto permite al sujeto racional tener un conocimiento reflexivo o de sí mismo.

Esta explicación o constatación de la capacidad reflexiva nos permite llegar a una primera aproximación de la
conciencia, la conciencia sicológica, que es la que tiene el sujeto de su propia actividad y este es el sentido más
habitual de la conciencia. La conciencia alude a la propia actuación, a lo que a uno mismo le pasa. Ahora dentro
de este ámbito o de esta gama de actuaciones de las cuales el sujeto puede ser consciente, solo una se relaciona
con el ámbito moral, es decir, aquellas actuaciones que tienen cierto carácter o sentido moral y por lo mismo me
acercan al fin último.

La conciencia entonces, es un acto de conocimiento acerca de la moralidad de nuestros propios actos y de su


conformidad con el fin último y la ley natural. Dado que se trata de un acto de conocimiento ¿Qué tipo de acto
será? La conciencia moral se identifica con un acto de juicio práctico, pues corresponde a un dictamen o una
ponderación de un acto concreto, en relación a su conformidad con el fin último y la ley natural. Ahora bien, en
cuanto acto de juicio es el resultado de un razonamiento o silogismo, donde la premisa mayor corresponde a un
principio moral general y abstracto, la premisa menor corresponde al acto concreto que se está enjuiciando y el
dictamen o la conclusión es el dictamen de conciencia que se pronuncia sobre la bondad o maldad del acto
concreto enjuiciado.

En los manuales se explica tradicionalmente que el principio moral y abstracto es uno que proporciona o que
tenemos como resultado de la sindéresis. La sindéresis es el hábito innato de los primeros principios, a través de
él, el intelecto practico conoce los primeros principios del obrar, siendo el primero de ellos “el bien debe hacerse

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

y el mal evitarse” o también el principio de “no matar al inocente” [otro principio practico que se puede captar por
la sindéresis]. Se explica tradicionalmente que la sindéresis nunca falla o yerra en el conocimiento de los primeros
principios. Sin perjuicio de lo anterior, en la premisa mayor también se pueden contener principios de ciencia
moral o filosofía moral que no se alcanzan con la sindéresis sino que con la ciencia moral. Y ahí podríamos tener
por ejemplo el principio de doble efecto [que se obtiene de la filosofía moral]. Lo que no se obtiene de la
sindéresis, sino que se obtiene de algo ulterior, si puede llegar a ser un principio práctico.

Los principios de la ciencia moral son determinaciones que vienen de principios más generales y evidentes que se
obtienen por la sindéresis. La ciencia moral en cambio requiere una cierta formulación intelectual, los principios
no son evidentes.

Por su parte, el acto concreto enjuiciado corresponde a aquel acto interno o externo que es objeto de dictamen de
la conciencia. O sea, lo que juzga la conciencia es la premisa menor y lo hace a la luz o a la conformidad de la
premisa mayor. De lo anterior se puede comprender la obligatoriedad del dictamen de la conciencia, o sea, este
dictamen se vuelve obligatorio porque en él se encuentra envuelto el primer principio práctico de “el bien debe
hacerse y el mal evitarse” [se encuentra contenido como premisa mayor].

Es por lo anterior que es a través de la conciencia moral que cualquier persona tiene su primera aproximación al
fin último humano y a la ley natural al punto de decirse que la conciencia moral es la ley suprema del obrar
humano. Es decir, que a través de la conciencia es que el ser humano primeramente conoce la ley natural, que son
los fines naturales y el fin último humano.

La experiencia moral nos permite concluir o afirmar que la conciencia moral es un dictamen distinto del juicio
práctico del obrar, es decir, distinto del juicio práctico que es elegido por la voluntad cuando se realiza el acto
humano, es distinto del juicio práctico que es objeto de la elección. Prueba de ello es que la experiencia nos
muestra de que muchas veces actuamos contrariamente u omitiendo el dictamen de conciencia [si fuese el mismo
jamás obraríamos contrariamente a la conciencia], luego el dictamen de la conciencia es un juicio distinto del acto
de elección. Más aun es un juicio que no solo evalúa el juicio de elección sino que dada su reflexividad se puede
referir a cualquiera otro acto interno que dé lugar al acto humano. Así por ejemplo; puede juzgar el acto de
deliberación y determinar que medio es bueno o malo.

Por último la experiencia práctica nos permite comprobar que la conciencia moral es un acto afectivamente
incausado o espontaneo, eso significa que no es debido a una decisión voluntaria o no es querido. Es decir,
aunque yo no quiera, la conciencia me dirá si es bueno o malo, realizara su dictamen siempre. Sin perjuicio de lo
anterior dada la mutua causalidad del intelecto y la voluntad en un mediano o largo plazo el dictamen de
conciencia si se puede ver afectada por la afectividad, en un fenómeno llamado la “cauterización de la conciencia
o deformación de la conciencia”. O sea con el paso del tiempo la voluntad y lo afectos van modificando nuestra
manera de pensar y por consiguiente esto afecta al dictamen.
La conciencia moral permite dar unidad y consistencia a la vida moral de una persona. Esto sifaca que si bien el
dictamen se refiere a un acto individual y concreto, la valoración de ese acto remite a la experiencia individual del
sujeto, a la experiencia ajena, a la ciencia moral y al fin último intencionalmente aprehendido por el sujeto. Se da
esta instancia de unificación personal, de manera tal de que si yo encuentro un polerón en una banca y yo vivo una
vida moral en donde respeto la propiedad, esa decisión de no dejárselo no es aislada sino que responde a una vida
persona y una manera de entender la propiedad con un sentido en relación al fin último. No solamente implica la

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Derecho Natural

experiencia personal, sino que también la ajena; al momento de tomar la decisión de tomar droga, podre ver en la
experiencia ajena los efectos que esto provoca.

3. Clasificaciones

A. Según la relación temporal con el acto enjuiciado la conciencia

a. Antecedente: antes del acto.


b. Concomitante: durante el acto.
c. Consecuente: después de realizado el acto

La diferencia de estas conciencias tiene importancia para entender sus efectos:

i. En el caso de la conciencia antecedente los efectos pueden ser que la conciencia ordene, que
prohíba, que aconseje o permita el acto que se piensa realizar. Este efecto dependerá de la
relación que tenga la especie moral [unida a la intención y las circunstancias] con la ley natural
o con algún fin de la ley natural. Así un acto directamente contrario a un fin de la ley natural
será prohibido. Un acto relativo a un fin necesario e ineludible para alcanzar el fin natural
será ordenado por la conciencia moral, lo prescribe. Si se trata de bienes naturalmente buenos,
pero no indispensables para el fin último la conciencia puede aconsejarlos o permitirlos
según la entidad o gravedad del bien que reporte ese fin.

ii. La conciencia concomitante tiene los mismos efectos recién descritos.

iii. Respecto de la conciencia consecuente, es obvio que la conciencia no afecta la moralidad del
acto, porque ya se consumó, pero si genera en el sujeto por un lado reproche, remordimiento o
acuse cuando fue un acto contrario a la ley natural, o bien le cause sosiego o la persona queda
excusada, o resulta justificada cuando el acto fue realizado conforme a la ley natural.

B. Según la conformidad del dictamen con la ley natural o moral.


a. Errónea: aplica la misma división del error cuando estudiamos el acto humano [de derecho o de
hecho, después vencible o invencible, etc.]. en relación al valor de la conciencia errónea, debe
decirse que esta es siempre contraria a la ley natural y a toda ley que se sustente en ella. En
consecuencia, la conciencia errónea no puede nunca primar sobre la ley, porque como ya vimos
la conciencia es siempre una conclusión o una aplicación de la ley, es decir, la ley es un requisito
o una premisa de la conciencia. ¿Cuál es el respeto o entidad que deba darse a una conciencia
errónea? Es decir, ¿es válido para una persona excusarse del incumplimiento de la ley por seguir
a su conciencia errónea? ¿la conciencia errónea siempre excusa a la persona de la responsabilidad
moral de lo que cometa la persona? ¿una persona no tiene reproche porque actúa bajo la
conciencia errónea? Estas dudas surgen porque ya quedó asentado que el dictamen o juicio de la
conciencia es siempre obligatorio.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Respecto de estas preguntas debemos hacer distinciones según la naturaleza del error que padezca
la conciencia y en dichas distinciones debemos tener presente que este principio de que la
conciencia siempre obliga implica una obligatoriedad no siempre absoluta, sino que en ciertos
casos se puede volver accidental. Dicho lo anterior, la conciencia venciblemente errónea nunca
puede ser regla del obrar puesto que el error se debe a causas no excusables y basta con ejercer
las acciones razonables para salir del error [esto es más grave con el error afectado, porque es un
error querido, deliberado, se quiso estar en error para quedar liberado de los deberes morales]. En
cambio la conciencia invenciblemente errónea si puede obligar, de hecho obliga y es obligatorio
seguirla, pero esa obligatoriedad es accidental y existe mientras subsista el error. [Cuando deje de
existir el error deja de existir la obligatoriedad]

El error en la conciencia, a su vez, puede ser relativo a fines primarios de la ley natural: en cuyo
caso el error solo puede ser transitorio. No puede haber un error habitual, sino transitorio, debido
a una fuerte conmoción en el intelecto, [por ejemplo una pasión]. Estos fines son evidentes
porque son obtenidos por la sindéresis. En cambio respecto de fines referidos a preceptos
secundarios y terciarios de la ley natural si podría haber un error invencible debido a causas
culturales o habituales que obstaculizan el conocimiento verdadero de estos fines. Puede ocurrir
que por convención cultural un cierto hecho a la ley natural se considere bueno, por esto es que la
conciencia es invenciblemente errónea, porque un está obligado a seguir lo que uno piensa bueno.

Surge otro problema sobre qué debemos hacer o que debe hacerse frente a una persona que tiene
una conciencia invenciblemente errónea, es decir, ¿tenemos derecho a intervenir en la conciencia
invenciblemente errónea de una persona? Enfocaremos la pregunta la intervención del estado
frente a la conciencia de los súbditos. Habrá que describir la materia del error y de las
circunstancias. Sobre la materia se puede hacer aplicación de dos principios:
i. el principio de reciprocidad: “la autoridad puede exigir al particular que cumpla la ley en sus
actos exteriores, en la medida que respete su conciencia interior”. Esto se justifica por el deber
de obediencia y la necesidad de contar con la paz social en una sociedad civil. Ej.; no se
condena por cultivar marihuana para el uso personal
ii. el principio de tolerancia: la autoridad podría permitir el mal de la conciencia errónea si con
eso pudiera evitar males mayores.

La circunstancias según el caso concreto la autoridad se puede ver en la necesidad de intervenir o


no, corrigiendo la conciencia invenciblemente errónea.
b. Verdadera.

C. Según el asentamiento del dictamen de la conciencia. Su firmeza


a. Cierta: la certeza que se necesita para obrar es una conciencia moral. [Puede ser certeza
metafísica, física o moral] solo la conciencia cierta engendra obligatoriedad en el sujeto, por tanto
el deber moral es buscar la conciencia cierta, buscar la certeza. La probable y la dudosa nunca
obligan
b. Probable: La regla es que si la actuación moral que se realizara no es urgente no debe nunca
actuarse con conciencia probable.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

c. Dudosa: Si no se logra salir de la conciencia probable o de la duda, es licito seguir la opción


objetivamente más probable y que involucre el mal menor [se asume que no es una especie
necesariamente mala] [¿? No sé si esto va aquí o en la probable]

D. Según la responsabilidad
a. Recta: aquella en donde el sujeto tiene la recta intención de conseguir el bien
b. Torcida: aquella que de forma deliberada el sujeto no quiere conseguir el bien. Ej.; el ladrón que
roba, pero solo lo hace a los ricos.

E. Según el modo habitual de juzgar


a. Delicada: aquella que juzga rectamente con detalle y esmero el bien moral.
b. Laxa: aquella que juzga acomodándose al mínimo, buscando cualquier excusa para la
inobservancia de la ley.
c. Cauterizada: aquella que se vuelve insensible frente al mal moral, a causa de una progresiva
deformación tanto en la razón como en el apetito.
d. Escrupulosa: aquella que advierte mal moral donde en rigor no lo hay.

UNIDAD 6
La virtud
1. Parte General
a. Introducción
b. Los hábitos
c. División de los hábitos
d. División de las virtudes
2. Parte Especial

1. Parte General

a. Introducción

La virtud es el segundo principio intrínseco del actuar moral. El principio extrínseco es la ley. Las virtudes son
determinantes en la consecución de la verdad práctica, porque mediante ellas se alcanza tanto la razón verdadera
como el apetito recto. Las virtudes tienen el beneficio o tienen la perfección de incorporar en el sujeto una
inclinación específica que le permite dirigirse de manera rápida, fácil y deleitable al fin último. En consecuencia,
la virtud si bien ordena a la especie moral buena, entrega su mayor perfección a la intención del acto humano, allí
es donde la virtud hace su “gracia”, es decir, el sujeto elige y quiere el bien, de mejor manera que el que no tiene
virtud. Una persona que no tiene virtud tendrá más dificultad para hacer el bien o llegar al fin último, será más
afanoso e incluso doloroso. Entonces, si no se tiene la virtud de la estudiosidad y se tiene que llegar temprano a
clases, se sufrirá.

Ahora para entender la virtud debemos primeramente entender los hábitos.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

b. Los hábitos

Son ontológicamente un accidente, en concreto un accidente de cualidad. Se puede definir como una cualidad
estable y difícil de remover que asiste a una potencia, haciendo su operación pronta fácil y deleitable. El hábito
como todo accidente no subsiste por sí mismo sino que tiene una existencia participada de la sustancia a la cual
inhiere, en este caso, el sujeto racional. En este sentido, la doctrina o teoría de las virtudes es opuesta a la filosofía
ética contemporánea que se centra en el concepto de valor. El concepto de valor es la consecuencia de una
filosofía que abandona el énfasis del ser y en sus atributos; para pasar a una concepción idealista del ser a una
concepción de estas entidades como desmembradas o desvinculadas del ser. Entonces la única forma de estos
atributos de existir es como valores [en el lenguaje moderno].

El hábito en cuanto accidente, lo que hace es “imprimir” una segunda naturaleza, de manera tal que realiza una
predisposición de la operación o actuación hacia el fin dispuesto por el hábito. El hábito se justifica porque la
racionalidad y específicamente la voluntad, realiza un influjo en ciertas potencias, las cuales están determinadas a
un objeto único o ad unum, adquieren una indeterminación, es decir, estarán determinadas ad multa [o sea, a un
objeto múltiple] y por ello se vuelven susceptibles de hábitos. Y porque existe esa determinación ad multa, es que
puede haber hábitos.

01-09-2017

De modo general, la concepción de hábito es el hábito natural, o sea, aquel que se adquiere mediante la repetición
de actos o por la costumbre. Hay algo en el sujeto que se modifica, la disposición a hacia la operación del sujeto,
por la repetición de actos, esto es siempre por la inmanencia o la perfectividad refleja que tiene la actividad
humana. Cuando se realiza un acto, hay una perfección de ese acto que queda en el mismo sujeto
inmanentemente, esa perfección causa en la voluntad una predisposición a que en lo sucesivo, la operación se
realice en el mismo sentido. Esto es el fundamento de la pena o del castigo, es la voluntad que queda predispuesta
a cometer el delito, entonces para que no quede predispuesta esta voluntad, se le aplica un mal, una sanción.
Distinto es el caso de los hábitos infusos, que son impuestos directamente por Dios.

Una vez que se ha adquirido el hábito o cualidad, esta sigue admitiendo alteraciones en su inherencia, que el algo
propio de la cualidad. La adquisición o pérdida de un accidente de cualidad, implica un movimiento y en este caso
siempre se da de manera gradual, entonces el hábito puede ir aumentando o disminuyendo su grado de inherencia.
En cualquier caso, una vez que este se posee, el efecto es que la operación que realiza la potencia activa se hace
pronta [esto en el orden cognoscitivo], fácil y deleitable.

Que sea pronta significa que el proceso de deliberación que precede a la elección es bastante rápido, porque el
intelecto no se da tantas “vueltas” porque ya sabe cuál va a ser el medio más idóneo para el caso, porque tiene un
hábito. Resulta fácil, porque no hay obstáculos a que se elija ese medio. La facilidad significa que en el orden
volitivo la voluntad no encontrara muchos obstáculos (las pasiones) para elegir el acto al cual tiende el hábito.

La elección y la operación misma resultan deleitables, es decir causan gozo espiritual y/o corpóreo.

c. División de los hábitos

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A. Según su causa

 Innatos: son más bien cuasi innatos, y son aquellos que se tienen por naturaleza, pero no en la
naturaleza, se despliega o actualiza de modo natural, no forma parte de la esencia, pero resulta
connatural realizar la operación propia del hábito. Esto no significa que se tengan desde que existe
la persona como tal, sino que se despliegan o actualizan de modo natural.
Por ejemplo, los hábitos de los primeros principios, ya sea de los primeros principios
especulativos o de los prácticos (inteligencia y sindéresis, respectivamente). Mediante ellos
alcanzamos principios especulativos como el principio de no contradicción, el de identidad y otros
derivados; mientras que, en el orden práctico, el primer principio práctico es que "el bien debe
hacerse y el mal evitarse".

 Adquiridos o naturales: son aquellos que se adquieren mediante la repetición de actos, o sea
mediante la costumbre. Dado que el acto nace y termina en el propio sujeto, el efecto del acto, es
decir, su bondad o perfectividad, queda en el sujeto y por ello el sujeto queda predispuesto a ese
bien. El hábito puede aumentar en el tiempo. Dado que es una cualidad, ese aumento es un aumento
cualitativo, lo que redunda en que aumenta la radicación en el sujeto. El hábito adquirido también
puede disminuir cualitativamente, si el acto en el que recae se deja de ejecutar o se ejecuta con
menos frecuencia. Finalmente, el hábito se corrompe (se separa en cuanto forma accidental de su
materia segunda o sustancia) o se pierde, cuando se adquiere un hábito contrario.

 Infusos o sobrenaturales: estos son aquellos cuya causa directa es la actividad divina. En este
sentido, su adquisición no depende del propio sujeto, sino que de Dios. Evidentemente, este tipo de
hábito no se adquiere por repetición de actos, sino que con un único acto de Dios. Por lo mismo,
puede perderse el hábito por la realización de un solo acto directamente contrario a Dios.
Surge la duda de si cabe alguna participación o disposición especial del sujeto racional para ser
sujeto de hábitos infuso. Al respecto, recordemos que el hábito es, ontológicamente, una forma
accidental y por ello para que pueda entregar su determinación propia debe existir una cierta
proporción entre dicha forma y la materia a determinar (es decir, con el sujeto), la materia tiene que
ser apta para recibir la forma. Esto se da de modo pleno en la materia segunda, que debe ser apta de
adquirir una forma accidental. Esto permite que uno adquiera algunos hábitos con mayor facilidad
que otros. Tratándose de un hábito sobrenatural, puede ocurrir que una persona tenga una
disposición material que no sea apta para recibir la forma accidental que es el hábito infuso.
 Ej. La gracia gratificante y las virtudes teologales.

B. Según su sujeto

 Entitativos: perfeccionan o determinan a todo el sujeto en cuanto tal, en su integridad. Entonces, la


perfección de estos hábitos se da en el orden del ser y a su vez pueden ser adquiridos o infusos,
como ocurre respectivamente con la salud y la gracia santificante.

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Derecho Natural

 Operativos: estos corresponden al sentido estricto de la definición de hábito, “la cualidad estable y
difícil de remover que asiste a una potencia”, o sea que perfeccionan o determinan a una cierta
potencia o facultad en su operación.

C. Según su efecto o perfectividad


 Virtudes: estas son los hábitos operativos buenos, que perfeccionan la operación de la potencia.

 Vicios: estos son los hábitos operativos malos, que no perfeccionan a la potencia.

d. División de las virtudes

La virtud corresponde al hábito operativo bueno, es decir, aquel que perfecciona al sujeto en relación con el acto
más perfecto en relación son su operación más perfecta. Estas pueden ser:

I. Intelectuales

 Virtudes del Intelecto Especulativo:


a) Inteligencia o hábito de los primeros principios especulativos, virtud innata que dispone a
alcanzar dichos principios.
b) Ciencia: virtud que dispone al intelecto a conocer la realidad según sus causas próximas.
c) Sabiduría: virtud que dispone al intelecto a conocer toda la realidad según sus causas últimas.

 Virtud del Intelecto Práctico (poiesis):


a) Arte: la recta razón de lo factible, que dispone al bien de la obra.

A las virtudes recién indicadas (especulativas y de la poiesis) se les denomina dianoéticas, porque si bien apuntan
o disponen la perfección de la potencia hacia su acto más perfecto, no necesariamente conducen a la perfección
moral o integral del sujeto. Por ejemplo, crear una buena máquina de tortura puede ser un acto virtuoso en cuanto
al arte o la ciencia, pero no será un acto moralmente bueno.

 Virtudes del Intelecto Práctico (praxis): que apunta al bien integral del sujeto.
a) Sindéresis o hábito de los primeros principios prácticos
b) Prudencia: la recta razón de lo agible, que busca el bien del sujeto. Esta es una virtud
formalmente intelectual, porque inhiere en el intelecto, pero materialmente moral, porque se
dirige al bien moral del sujeto.

II. Morales o éticas

Las virtudes morales o éticas son aquellas que tienen por fin inmediato y directo el bien honesto, esto significa, el
bien que se quede en sí mismo en cuanto tal, no como medio y se quiere en cuanto tal, porque entrega un bien
integral al sujeto, un bien que perfecciona a todo el sujeto, que lo acerca a su fin último, que son conforme a ley
natural.

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De manera más precisa, podemos decir que la virtud moral consiste en un hábito selectivo, que permite
determinar un justo medio relativo a nosotros, conforme al orden de la razón. Que sea un hábito selectivo
significa que su influjo está en el acto de elección. Indirectamente también influye en la intención, porque
naturalmente no se intenta algo que no se quiera ni siquiera elegir. Pero, aun así afecta de manera más intensa la
elección, por eso se le llama hábito selectivo.

Es más, muchos autores de filosofía ética suelen agrupar a las virtudes morales, como virtudes de la voluntad, son
volitivas en oposición a las virtudes intelectuales, pero esta no es la tesis que se va a seguir, ya que también afecta
a las otras inclinaciones (el bien), que son el apetito concupiscible e irascible. Ahora bien, sin perjuicio de ello, la
voluntad se ve afectada por el apetito concupiscible y el apetito irascible, también están dentro de la elección
porque pueden afectar la voluntad de la elección. En este sentido aplica la explicación o definición del hábito de la
virtud como uno selectivo. En consecuencia, el hábito selectivo resulta selectivo porque afecta en su acto de
elección a la voluntad, y a otras inclinaciones o apetitos inferiores en cuanto ellos influyen en la elección de la
voluntad, como son el apetito concupiscible e irascible.

Este hábito selectivo permite determinar un justo medio, esto significa que el acto perfecto de la operación
siempre corresponde un justo medio entre dos extremos viciosos, uno por exceso y uno por defecto. Supongamos
que hay una potencia activa, y por la racionalidad está determinada a un fin unum o ad multa. Si es ad multa,
entonces esta potencia se puede mover o actualizar en distintas direcciones. Ej. Potencia activa de comer, uno
puedo comer sin moderación hasta morir. O no comer nada hasta morir, y en los dos extremos está en una
posición viciosa; entonces el acto virtuoso se da en el justo medio, comer conforme al orden de la razón o a lo que
necesidad la potencia.

Aristóteles dice que hay una manera de ser virtuoso, pero muchas de ser vicioso. Hay un solo punto medio, todas
las demás maneras no son virtuosas, obviamente hay grados de intensidad del vicio. Supongamos que se debe
pagar una deuda, si uno no paga nada está cometiendo un acto injusto, pero se pueden cometer otras maneras de
injusticia, como por ejemplo, pagar tarde, fuera del plazo, pagar menos, pagar más.

Este justo medio es siempre relativo a nosotros, no es siempre absoluto. No es una regla absoluta aplicable a todos
los casos. También cambia según las circunstancias. ¿Qué determina el punto medio relativo a nosotros para cada
caso concreto? La virtud de la prudencia es la virtud formalmente intelectual, porque inhiere en el intelecto y
materialmente moral, ya que perfecciona al intelecto practico para que este determine lo virtuoso en cada caso
concreto.

Las virtudes morales inhieren directamente en una cierta potencia activa que para esos efectos recibe el nombre de
sujeto próximo, es decir la potencia que resulta directamente perfeccionada por la virtud. El sujeto remoto de la
virtud es la persona. Según la perfección de la potencia activa y en consecuencia la perfección del bien al cual
tiende de ese sujeto próximo, se determina un orden de perfección en las virtudes. Según esto, las virtudes más
perfectas serán las infusas, y dentro de ellas las teologales, y dentro de ellas a su vez, por ejemplo la caridad.
Mientras que dentro de las naturales, son más perfectas las cardinales que las derivadas y dentro de aquellas
[cardinales] existe un orden de perfección: la prudencia, la justicia, fortaleza y templanza.

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 Cardinales

Estas son las cuatro virtudes naturales más importantes y entorno a las cuales giran las demás y la vida moral:
templanza, fortaleza, justicia y prudencia. Se les dice cardinales porque vienen etimológicamente del latín
cardinis, que significa bisagra, porque une toda la vida moral de una persona. Las demás virtudes morales se
encontrarán más o menos relacionadas con alguna de estas cuatro virtudes cardinales.

 Derivadas

Son aquellas que se relacionan con alguna de las cuatro virtudes cardinales. A su vez, las virtudes derivadas se
pueden agrupar según la relación que tengan con la virtud cardinal respectiva. Por ejemplo; la generosidad, que
está relacionado con la templanza y la justicia.

Así, en cada virtud cardinal es posible encontrar, por regla general, las siguientes partes/virtudes:

 Integrales: aquellos elementos y/o virtudes que deben concurrir para que se dé o para q exista una virtud
cardinal, es decir, son los requisitos de virtud cardinal.
 Subjetivas: virtudes que son especies de una virtud cardinal, que a su vez es su género.
 Potenciales: virtudes propiamente derivadas o anejas que no son la virtud cardinal completa, porque le
falta un elemento o parte integral de la misma, o porque se refieren a un cierto movimiento de la potencia
en la que inhiere la virtud cardinal.
04-09-2017
2. Parte Especial

Estudiaremos los 7 pilares de la vida virtuosa: 4 cardinales y 3 teologales.

a. Templanza

Es aquella virtud moral o cardinal que morigera el apetito concupiscible y sus movimientos, en cuanto influidos
por la voluntad en la consecución del bien sensible o lo placentero y en el rechazo del mal sensible o lo doloroso,
ahora puede ocurrir que, a causa de la racionalidad del hombre, esto se desordene por obra de la voluntad libre o
libertad.

La templanza es la primera virtud en el sentido que es la más básica y elemental. Y morigera aquellas
inclinaciones muy relevantes e importantes como son la conservación de la propia sustancia y la conservación de
la especie. Esas inclinaciones tienen tal importancia que por lo mismo a ellas se asocia o anexa un placer muy
intenso. Si estas inclinaciones no estuviesen asociadas al placer, no habría incentivo ni estimulo natural para
conseguir el bien que es necesario para la conservación de la sustancia y la especie.

En definitiva lo que busca la templanza es mantener la integridad del ser y la dignidad de la persona, que es el
respeto o la consideración a un ente por tener cierta naturaleza. La dignifica significa tratar a un ente por lo que
es, tratarlo acorde a su naturaleza.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Lo que hace la templanza es mantener la dignidad humana o preservar la integridad humana y que en sus
operaciones no se degrade de una manera no acorde a su naturaleza. En consecuencia, la acción de la templanza
se da especialmente en el orden de los afectos, es decir, de la voluntad hacia los bienes. Siendo el hombre de
naturaleza corpóreo espiritual sus afectos tienen comienzo con los bienes corporales de manera análoga a como en
el orden cognoscitivo, nuestro conocimiento tiene lugar a partir de lo sensible. En el orden volitivo ocurre algo
muy similar, los afectos tienen inicio con los bienes corpóreos.

La templanza busca el bien honesto, que es el bien que se quiere por sí mismo y que objetivamente perfecciona a
la naturaleza humana, dentro del orden humano, es decir, que sea de acorde con su naturaleza. Lo que hace
entonces la templanza es morigerar la inclinación al bien guardando o preservando la integridad o dignidad
humana y que en el fondo este afecto al bien sea un afecto propiamente humano o “amor personal”, que se
significa amar como persona, a todos los bienes que deben amarse a modo personal y no al modo animal.

En definitiva a lo que apunta la templanza es a preservar el amor personal a sí mismo y hacia los demás, y con
ello mantener la integridad o dignidad humana. La clave de la doctrina de la templanza es la doctrina de la
persona y todo lo relacionado a ella.

 Partes integrales
o Una que realiza su acción mediante una abstención: Vergüenza
 Cierta pasión que nos hace temer del oprobio que se sigue de la propia torpeza
o Mediante una disposición positiva actuar: Honestidad
 El amor al decoro y al bien que se sigue de la práctica de la virtud o del acto virtuoso.

Tanto la vergüenza como la honestidad permiten que el despliegue de la actividad afectiva, o sea de los apetitos
hacia el bien, se realice conforme al orden de la razón. El orden de la razón no significa que la razón o el intelecto
establezcan o definan lo bueno y lo malo de las cosas, sino que la razón descubre el bien moral en las cosas que
no es el bien meramente metafísico o bonum, sino el bien para nosotros o el bien del ente puesto en relación con
el fin último y la ley natural. En consecuencia el intelecto practico descubre o aprehende lo verdadero que hay en
las cosas, lo verdadero que hay en el orden real, de modo tal que la consecución de ese bien a modo de fin,
presupone haber conocido su verdad [verdad practica: la realidad de las cosas ordenadas al apetito recto] y por lo
tanto ese orden es un orden de la razón.

Por tanto ese orden, o como ese bien se ordena a nuestra vida moral es un orden de la razón, es el orden captado
por la razón, es el que tiene su propia verdad práctica y que la praxis lo capta. Entonces el orden de la razón es el
orden real de las cosas con respecto al fin último y que el intelecto capta. Básicamente concurriendo vergüenza y
honestidad el intelecto práctico estará en condiciones de captar o de percibir el bien moral de todas las cosas,
entonces ese es el lugar que ocupa el bien en nuestra vida humana.

 Partes subjetivas

Las partes subjetivas son especies de la virtud completa la cual es su género, se suelen dividir según sean del
gusto o del apetito genésico. Del gusto tenemos la abstinencia y la sobriedad que morigeran al apetito a la comida
y la bebida conforme al orden de la razón. En cuanto al apetito genésico es la castidad, que morigera la
inclinación sexual o la unión de los sexos según el orden de la razón y la calidad de los sujetos.

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Derecho Natural

El amor de una persona a otra es un amor personal. Este amor es un acto de elección y no de otros de otros
apetitos distintos o inferiores, el afecto es un amor volitivo, un acto de la voluntad, porque no es digno que un
sujeto racional sea amado con un apetito concupiscible o irascible. Este a su vez presupone todas las
características de la persona y su objeto de amor es la persona en cuanto tal, uno quiere a la persona completa.
Esto no quita que el amor tenga por base un bien útil o un bien corpóreo. La castidad mantiene el amor personal
en línea o conforme con el orden de la razón. Si no existe la castidad hay un serio riesgo de que este amor deje de
ser amor personal y se convierta en un amor de utilidad o corpóreo o concupiscible por sobre el amor volitivo.
Esta por lo tanto mantiene la integralidad del amor.

¿Por qué estudiamos esto? Por la verdad práctica. Siendo el derecho una realidad práctica, el intelecto practico no
puede ser verdadero sino se conforma a un apetito recto y no hay apetito recto, si no hay templanza. No podemos
tener una razón verdadera en el orden práctico si el intelecto no se conforma al apetito recto y no va haber apetito
recto si no hay templanza.

 Partes potenciales.

 Continencia: que morigera las pasiones muy vehementes.


 Mansedumbre: en relación a la ira
 Clemencia: aplicación de las penas o los castigos
 Modestia: morigera los movimientos interiores y exteriores.
o Humildad: movimiento respecto a si mismo
o Estudiosidad: movimiento del intelecto
o Eutrapelia: en relación a los juegos de azar
o La modestia corporal: movimientos corporales
o En el ornato: en relación al vestido.

b. Fortaleza

Realiza su acción respecto del apetito irascible. Es aquella virtud que enardece el petito irascible para no desistir
en la consecución del bien arduo o difícil ante los peligros. Ni siquiera ante el máximo de ellos que es la muerte.
La lógica que está detrás del apetito es que existe una cosa que se desea tener, pero no se puede conseguir porque
hay un obstáculo. Lo que parece más sencillo es renunciar, pero aquí surge la fortaleza y lo que hace es actuar
sobre uno de los afectos y potencialidades de la persona, en este caso, sobre los apetitos irascibles.
En este sentido son dos sus actos propios:

 Atacar: lo que se hace es acudir positivamente en la defensa del bien, con el objetivo de remover los
obstáculos o los peligros.
 Resistir: no desistir en la consecución del bien a pesar de los obstáculos o peligros

Lo más propio de la fortaleza es resistir, porque es más difícil y exige una mayor predisposición del sujeto. De ahí
se sigue que el resistir sea más propio de la fortaleza que el atacar.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Existen vicios (habito operativo malo) opuestos a la fortaleza. Para Aristóteles existe un punto medio, y es punto
medio es la virtud y se puede actuar por defecto o por exceso (solamente en virtud de cosas buenas). Lo mismo
sucede con la fortaleza, en consecuencia, hay vicios por defecto o por exceso:

 La cobardía: es el rehuir de los peligros de forma contraria al orden natural de la razón, respecto de
aquellos peligros que por naturaleza se deben enfrentar. Esto es por defecto
 Impasibilidad: se es indiferente o indolente respecto de los peligros, no se tiene una reacción frente al
peligro.
 Temeridad: consiste en el acudir o salir de forma injustificada al encuentro de los peligros que conforme
a la razón deben evitarse.

Partes de la fortaleza

Esta virtud es la más sencilla, porque no tiene partes subjetivas. Tiene partes integrales o esenciales y partes
potenciales (son exactamente las mismas, excepto porque las integrales se refieren a peligros de muerte y las
esenciales en relación a otros peligros).

 Partes en relación con el acto de atacar:


o Magnificencia: Es aquella virtud que dispone para realizar grandes obras, a pesar de los costos que
ello involucre. Esta virtud apunta al bien de la obra. Viene de magnus: grande y de sensi: hacer. Sus
vicios opuestos serán el despilfarro y la mezquindad, uno por defecto y otro por exceso.
o Magnanimidad: magnus animus. En donde se dirige la voluntad a la realización de grandes obras o
de grandes empresas, pero ya no del punto de vista de la obra, sino que desde el punto de vista del
agente.
La diferencia de estas radica en su énfasis, en el caso de la magnificencia está el énfasis en la obra,
mientras que en la magnanimidad está en el agente.

 Partes en relación con el acto de resistir:


o Relativas a males presentes:
 Paciencia: es una virtud que mueve a la persona a resistir los padecimientos físicos y
morales.
 Longanimidad: dispone a mantener el ánimo para tender a un bien que está muy lejano de
nosotros.
o Relativas a la prolongación del sufrimiento:
 Perseverancia: dispone a no desistir de la consecución del bien a pesar de los males
extrínsecos que se presenten.
 Constancia: dispone a no desistir de la búsqueda del bien a pesar de los males que
intrínsecamente se siguen de la vida virtuosa.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

c. Justicia

Respecto de la justicia existen varias acepciones:

I. Ulpiano: La voluntad completa y constante de dar a cada uno lo suyo o dar a cada uno su derecho. Se
puede identificar el sujeto de la justicia: la voluntad. Constante y perpetua quiere decir que radica en
la voluntad de cada una de las personas de manera repetida. El objeto de la voluntad es el bien.
Cuando decimos “dar a cada uno lo suyo” esto constituyes desde el punto de vista metafísico un bien.
Para poder determinar que una persona se diga justa debe haber una fijeza en el acto o que se efectúe
de manera regular.

¿Por qué debe ser la voluntad? Es decir, ¿Por qué radica en un apetito racional? Porque los apetitos
sensible se refieren a bienes que afectan al propio sujeto, en cambio las racionales pueden determinar
el bien exterior es decir, determinar el bien que le corresponde a la otra persona.

 Virtud Moral

II. Orden objetivo en que a cada cual se le atribuye lo suyo. Esta definición se refiere a la justicia
como un orden social, es decir, que existe un orden objetivo en que cada cual tiene lo suyo, o sea,
corresponde a la real y personal proporción que existe entre los hombres relativa a las cosas de las
personas, que conservando la sociedad y perturbándola la destruye.

III. Bondad moral o virtud en general. Se habla de que una persona es justa como sinónimo de persona
buena, por lo cual, la justicia seria sinónimo de todas las virtudes en general. Se dice que alguien es
justo, en virtud de que tenga todas las demás virtudes.

 Juridicidad

Nos dice que requisitos deben recurrir para tener una relación de justicia. Deben concurrir tres requisitos:
o Alteridad: viene del latín alter (otro), esto se refiere a que no nos referimos al bien propio, sino al
bien de otra persona, del que le corresponde al otro. Por eso hablamos de la voluntad perpetua de
dar a cada uno lo suyo o dar a cada uno su derecho. Las relaciones de justicia siempre serán
bilaterales, sin perjuicio de que existan multilaterales. Pero para efectos denla justicia es que debe
haber una alteridad perfecta es decir, la otra persona de ser alguien distinto e independiente. Esto no
sucede en el caso de:
 Padres e hijos
 Cónyuges: no es perfecta, y por lo tanto no hay justicia.
 Individuo respecto de la sociedad, porque el individuo es parte de la sociedad.
o Igualdad: no implica una igualdad entre personas, pues somos materialmente iguales y formalmente
distintos, sino que nos referimos o significa que lo que se debe es tanto como lo que el otro tiene
derecho a exigir. Entre el derecho existe una igualdad y el deber. Ej.: Una compraventa, se tiene que
entregar lo que se ofrece realmente y no otra cosa.  esto implica una igualdad, se entrega la cosa y
me pagan lo que equivale.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

o Exigibilidad: lo que me obliga es el conocimiento de lo debido. Esto es lo que le corresponde al


debitum, es decir, lo que tengo derecho a exigir es el objeto de la justicia (constante y perpetua de la
voluntad de dar a cada uno lo que le corresponde). En la justicia debe haber una fijeza, pero eso es
constante y perpetua, decimos que se da objeto justo, nos referimos que a cada persona se le tiene
que dar lo que corresponde, sea por ley natural, sea por ley positiva.

08-09-2017
Precisiones de la exigibilidad:

 Existe en virtud del derecho subjetivo: el derecho objetivo consiste en aquella atribución de derecho
que se hace previamente, ya sea por derecho positivo, ya sea por derecho natural. Por lo tanto para exigir
aquello se me debe, debe haber un derecho previo que se me dé, que es el derecho subjetivo.
 Esta atribución se da en virtud de un derecho objetivo: lo cual puede ser dado a través de la ley
natural o positiva. Tengo que tener un título que me permita exigir el derecho.
 Existe un derecho y un deber correlativo: se es más justo cuando se cumple con el deber, lo primero es
el cumplimento de un deber y posterior a él, la exigencia de un derecho [esto en el periodo clásico]. Lo
importante es distinguir el rango de la ley (es decir, por ejemplo, el reglamento de un colegio no es
equiparable con los temas legales)
o Deber: es la necesidad moral en la que esta una persona de dar, hacer o no hacer alguna cosa que
otro tiene derecho a exigir.
 Aquello que se debe, puede exigirse forzosamente: Eso sí, lo forzoso no es propio de su esencia, pero
puedo valerme de medios para valerme del derecho, entendiendo que la fuerza es un accidente del
derecho y no constituye esencia del mismo.

Clasificaciones de la Justicia

1. Legal o general: se habla de legal en virtud de su objeto, porque estará contenido lo que las leyes
mandan. Hablamos que es general porque de alguna forma comprende todas las demás virtudes. Su objeto
es justo y legal, y es general porque contempla la suma de las virtudes. Lo justo no se verifica solo en el
acto material de entregar la cosa, sino la intención de la acción. La intención hace que sea justo el acto
completo, así por ejemplo: si yo entrego algo porque tengo la intención de pagar, es completamente justo,
pero si yo entrego algo solo para librarme del compromiso, el acto será justo desde el punto de vista
objetivo, pero será menos perfecto desde lo subjetivo.
o El justo medio en cualquier virtud es un punto en donde no se está ni en el exceso ni en el efecto. En
este caso, el justo medio se define por lo que dice la ley.
2. Particular: se da en un caso concreto
a. Conmutativa: aquella que dice relación con los modos de trato entre los particulares y a la
igualdad a la tiende es una aritmética, es decir, se le debe entregar al otro tanto cuanto tiene
derecho a exigir. Por ejemplo: cuando se le restituye la cosa a alguien, tanto los sujetos como la
igualdad entre ellos son distintos. Las personas actúan en igualdad de condiciones, al menos en el
sentido formal.
i. El justo medio aquí es aritmético, es la que se da en los contratos y en los negocios
jurídicos, y de hecho muchos distinguen entre una justicia conmutativa como tal y entre

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

una justicia correctiva. En una es voluntaria y en otra resulta comedido a restituir lo


adeudado.
b. Distributiva: aquella distribución de bienes, cargas y méritos al interior de la sociedad
estableciendo una igualdad proporcional entre los individuos, como es en el caso del impuesto a
la renta, en donde mientras más se gana, más se paga. La igualdad [justo medio] a la que tiende es
proporcional.
i. Aquí el justo medio es proporcional, el en sentido de que el que menos tiene más se le da,
y al que más tiene más se le exige. Ejemplo de esto son los impuestos y los subsidios, o
también las vacunas.
ii. Los bienes a distribuir son los bienes comunes, los bienes susceptibles de distribuir entre
particulares, no son bienes privados.

Ejemplo de las tres justicias: en la comisión de un delito, suponiendo que un hombre agrede a otro gravemente,
hay una norma penal que sanciona el delito de lesiones corporales y todos los particulares están obligados a
respetar esa norma porque es algo debido al todo social. En ese caso se da una justicia total, porque involucra a
todas las demás virtudes, porque para que se pueda cumplir con esa norma, por ejemplo se necesitara la templanza
para evitar cometer el crimen. Ahora, si no se es templado y se comete el crimen de todas maneras, la sociedad le
dará una pena [representada la sociedad en el fiscal o ministerio público, que ejerce la coacción del estado para
perseguir al criminal], porque se ve interesada en evitar los delitos. La pena será la que diga la ley ¿pero cuál será
su justo medio? Será proporcional, en el sentido que no recibirá una sanción tan grave que como si lo hubiese
matado, pero si será más grave que como si lo hubiese estafado. Entonces la distribución de las cargas es
proporcional al delito.

Ahora, si la victima desea indemnización porque quedo con daño sicológico y quedo hecho pebre en la clínica,
esa justicia será una correctiva, o conmutativa en su sentido amplio y entra la indemnización por perjuicio, etc.

11-09-2017

La equidad

Se ha entendido por la filosofía jurídica clásica como una cierta especie de justicia o una perfección de la justicia.
Así se ha dicho que la equidad es la justicia pero aplicada a un caso concreto. Esta expresión de suyo no nos dice
mucho, porque la justicia siempre aplica a un caso concreto. Entonces es mejor decir que la equidad es una cierta
corrección de debe hacer un juez al momento de aplicar una ley o norma a un cierto caso concreto. A veces ocurre
esto porque la ley es siempre una ordenación general y abstracta definida ex-antes para regir hacia el futuro, casos
futuros. Entonces puede ocurrir que haya casos concretos que por su singularidad, la aplicación de la ley
signifique un resultado injusto. Y aquí es donde tiene aplicación la equidad, que se puede entender en los
siguientes sentidos:

I. Equidad interpretativa: aquella que mueve al sentenciador o sea al juez, a aplicar la ley en el
sentido más justo posible según el sentido o propósito del legislador al momento de dictarla, más que
a la materialidad de la hipótesis de tipo factico que la ley establece para su aplicación. Así lo
encontramos en el artículo 19, inc. 2, de nuestro código civil y en artículo 22 del mismo código.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

II. Equidad integradora: Es aquella que permite integrar o más bien completar el sistema jurídico
cuando parece no haber una norma que regule o gobierne en el caso concreto. Las primeras
manifestaciones de este tipo de equidad la encontramos entre nosotros en el artículo 76 inc. 2 de
nuestra constitución y en el Art. 10, inc. 2 del CODT [código orgánico del tribunal], ambos
establecen el principio de inexcusabilidad, es decir, si no hay una solución al caso concreto, el juez
debe fallar igual y aplicar el principio de equidad. Y también se encuentra recogida en el artículo 170
inc.5 del código del procedimiento civil, que establece que estableciendo los requisitos de una
sentencia definitiva, señala que el juez debe expresar los fundamentos de derecho o las leyes que
invoca para sustentar el fallo o bien los principios de equidad cuando no existe norma positiva que
regule la situación.
III. Equidad como justicia más perfecta no estrictamente obligatoria: corresponde a la justicia de los
árbitros arbitradores que resuelven o fallan en equidad. En esta justicia el árbitro ni siquiera se le
exige ser letrado.

Derecho y orden social

¿Cuál es el objeto del derecho entendido este como un fenómeno que exige de la alteridad, es decir, que implica
que existan otros ordenados o unidos por un bien común? Al respecto, el fin del derecho, siendo la justicia parte
de la ética, no es otro que el bien moral entendido este como el bien de una persona debido a otro o exigido a otro,
que conduce la perfección moral del acreedor y del deudor. Esto lo decimos únicamente para descartar que el
objeto del derecho positivo o de las normas sea únicamente la seguridad jurídica o la paz social, sin perjuicio de
que la certeza jurídica sea un medio para alcanzar el bien moral de la justicia y de que la paz social sea un efecto o
una consecuencia de la justicia.

Esto nos lleva a preguntarnos qué relación podría tener la justicia con las demás virtudes que impliquen el bien de
otro. La verdad es que necesitamos de estas otras virtudes para alcanzar el bien integral de los miembros, virtudes
como la generosidad, la bondad, etc., la justicia con su estricta igualdad solo permite conseguir el mínimo de paz
social, pero no permite que todas las personas puedan alcanzar el bien moral. “Justicia sin misericordia deviene en
una crueldad”. La justicia no es suficiente para alcanzar el bien moral de todas las personas y es por eso que
necesita de las demás virtudes

Principios Generales del derecho

La prudencia relativa a las cosas justas o al fenómeno de lo justo puede conocer ciertos primeros principios
jurídicos o del derecho, la formulación más clásica del derecho romano: dar a cada uno lo suyo, no dañar a otro y
vivir honestamente.

d. Prudencia

1. Concepto
2. Actos o funciones
3. Partes integrales
4. Partes subjetivas
5. Partes potenciales

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Derecho Natural

6. Vicios contrarios

1. Concepto

Se define como la recta razón de lo agible, también podemos decir que es la recta razón en el obrar o respecto de
lo que hay que hacer. Su sujeto próximo es el intelecto práctico, eso significa que la potencia activa directamente
perfeccionada por este hábito es el intelecto práctico. La prudencia es una virtud formalmente intelectual pero
materialmente moral, o sea, si bien inhiere en el intelecto su propósito es determinar el acto más perfecto en el
orden agible, no del orden factible.

La prudencia se considera como las perfecta y la madre de todas las virtudes naturales. Lo que no es otra cosa sino
que reconocer la primacía del ser o del ente por sobre la verdad y la bondad. Es decir, si algo es buena
moralmente es por la verdad que tiene en ella la cual existe y depende de su ser, o sea su sustento ontológico. Es
entonces necesario que exista un hábito perfectivo que permita conocer verdaderamente el ser y el bien que ese
ser pueda reportar y ese hábito no puede ser otro que de carácter intelectual.

11-09-2017

Lo primero que conoce el intelecto es el ente, del ente se sigue el concepto del no ente, y entre el ente y el no ente
se sigue la división, así yo obtengo el Unum y el Aliquid, y la relación del ente con el intelecto es el verum. Luego
el bien se sigue de la verdad, y esta se sustenta en el ser, es necesario para dirigirnos para el bien moralmente
bueno conocer.

La prudencia es la virtud que permite que existan los demás actos virtuosos, por eso se dice que ellas es causa,
medida y forma de las demás virtudes morales.

Es causa de las virtudes morales porque ella es la que permite que exista un verdadero acto humano virtuoso, es
decir deliberado virtuoso. Es muy posible que una persona realice actos buenos moralmente, pero no son
necesariamente virtuosos. Es la causa del acto virtuoso porque permite que sea un acto deliberadamente humano.
En un acto concreto se es verdaderamente virtuoso cuando hay una deliberación, una decisión, y la prudencia
permite que sea elegido por el bien del acto. Ej. Llegar a la hora a una clase por temor al castigo, es un acto
humano deliberado, pero no virtuoso.

La virtud de la prudencia es medida de las demás virtudes porque es ella que permite determinar el justo medio
relativo a nosotros en el caso concreto para cualquier tipo de acto. Las otras virtudes solo perfeccionan en el orden
afectivo, pero no permiten definir lo que sea bueno en el caso concreto, es determinación es un acto cognoscitivo,
por lo tanto, debe provenir de la virtud que perfecciona el intelecto. Ej. Por eso el juez que quiere hacer justicia,
necesita previamente de la prudencia que le diga quien tiene el derecho, y en el caso del juez se llama
jurisprudencia, y después viene la justicia y la voluntad de restituirle lo suyo al que se debe, por la tanto aquí lo
justo es lo que determine el intelecto, y luego la potencia apetitiva se dirige a eso. Esto no es otra que lo ya
estudiado en la antropología filosófica de la mutua causalidad entre intelecto y la voluntad, que el intelecto mueve
a la voluntad y los apetitos a modo de causa final, el apetito se dirige siempre a un fin intelectualmente
aprehendido, por eso entonces la prudencia es medida de las demás virtudes. Es en este sentido también que

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

podemos entender mejor la definición de virtud, entendida como un hábito selectivo, precisamente la selección es
resultado de una deliberación, ya que es la determinación de un medio para el cual dirigirse a fin.

Por último la prudencia es también la forma de las demás virtudes, ya que la prudencia es la que determina que
acto se formalmente bueno o virtuoso, y no solo materialmente bueno. Estos tres elementos determinan la
primacía de la prudencia por sobre las demás virtudes naturales. No así respecto de las virtudes teologales o
infusas, que por su propia naturaleza poseen una entidad superior o más perfecta a cualquier virtud natural.

La prudencia es una virtud del intelecto práctico que ordena la operación, por lo que tiene un doble cariz, uno
cognoscitiva que permite conocer las cosas como son, y una segunda cara es operativa, que permita conducir o
dirigir la acción humana hacia un cierto fin, considerado como bueno. Como consecuencia de esto la principal
característica de la prudencia es que se refiere a los medios necesarios para dirigirse al fin, sin perjuicio de que el
fin es parte de la prudencia. El fin también es conocido por el intelecto prudente.

Lo anterior nos permite, comprender mejor la relación que existe entre la prudencia y sindéresis, que es el hábito
natural de los primeros principios prácticos, la sindéresis no permite aprehender intencionalmente el bien pero
entendido en su máxima universalidad, en cambio la prudencia permite conocer el bien agible o moral en su
máxima particularidad. La sindéresis se refiere a los fines universales de la naturaleza humana, mientras que la
prudencia se refiere a los medios particulares necesarios para alcanzar ciertos fines particulares. La sindéresis al
ser un hábito natural no puede borrarse de nuestra naturaleza, la prudencia en cambio al ser un hábito se puede
perder.

2. Actos y funciones de la prudencia.

Siendo la prudencia una virtud relativa principalmente a los medios y reconociendo esta doble faz, vemos que sus
actos y funciones son las tres siguientes.
- El consejo
- El juicio
- Acto de imperio: acto del intelecto que ordena a las demás potencias a que se muevan en el sentido
dispuesto por el juicio, y en dirección hacia el fin que se propuso la voluntad.
Estos tres actos de la prudencia se identifican con los actos respectivos que vimos en el proceso psicológico de la
formación del acto humano. El imperio es el que permite que el medio se concretice, que no sea un simple
proyecto. Esto se debe.

3. Partes integrales

Actos, virtudes y elementos que son necesarias a modo de requisito para que exista la virtud. En el caso de la
prudencia estas se pueden agrupar según si se refieren más al respecto cognoscitivo u operativo, las cuales son las
siguientes:
a. Memoria de lo pasado: Primera y más importante porque nos permite en lo acto o funciones de la
prudencia nos permite considerar las cosas como realmente son, muchas veces considerando que ellas no
se encuentran frente a nosotros de modo actual. Y nuestro intelecto necesita ser “fiel” a la realidad. No es
simplemente imaginación, porque se sabe en relación a si mismo.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

b. Inteligencia de lo presente: inteligencia que ya conocemos, que es el hábito de los primeros principios
especulativos, que permite conocer de modo real el objeto presente.
c. Docilidad: aquella que permite al hombre prudente buscar buen consejo, de personas igualmente
prudentes. Es muy importante porque el intelecto práctico es discursivo y aspectual, y no puede conocer
en acto todos los aspectos del objeto o del medio sobre el cual se delibera.
d. Sagacidad (solercia): consiste en la prontitud del intelecto para resolver de modo acertado casos urgentes.
e. Razón: capacidad de determinar el medio más adecuado en aquellos casos en lo que existe más tiempo
para una adecuado y completa reflexión.

Esto 5 se pueden decir que se vinculan al lado cognoscitivo de la prudencia. Los 3 siguientes se relacionan con el
lado operativo de la prudencia, en cuanto se relación con la contingencia del ser.

f. Providencia: que consiste en atender al bien lejano, y las consecuencias o efectos que pueden seguirse del
medio elegido. Providencia, ver hacia el futuro.
g. Circunspección: consiste en atender a todas las circunstancias que rodena al acto que se pretende realizar,
y la manera en que dichas circunstancias pueden afectar o influir en el acto realizado y en sus efectos.
h. Cautela: debida consideración de todos aquellos impedimentos intrínsecos que podrían afectar la
realización del acto.

4. Partes subjetivas

Que son las especies en la que se divide la virtud:


- Prudencia personal o monástica: que se refiere a los actos individuales del sujeto y que incluye las 8 partes
integrales recién mencionadas.
- Prudencia social: que se refiere al bien común o la vida en sociedad, y se divide según el tipo de sociedad. Si
se refiere a:
o Sociedad civil: prudencia gobernativa y prudencia cívica
o Sociedad familiar: prudencia familiar.

5. Partes potenciales
Que se dividen según el acto o función de la prudencia. Las dos se relacionan con el acto de juicio.
- Buen consejo (eubulia): se relaciona con el acto de consejo:
- Sensatez (synesis): juicio de aquellos casos corrientes o usuales que no tienen mayor complejidad.
- Juicio equitativo (gnome): acto de juicio en los casos excepcionales como por ejemplo aquellos no previstos
en la ley.

6. Vicios contrarios
Se dividen en dos grupos
- Vicios directamente contrarios.
o Imprudencia: vicio contrario a la prudencia en cuanto tal. Tiene varias subespecies.
o Negligencia: aquel vicio contrario específicamente al acto de imperio.
- Vicios falsamente parecidos:
o Prudencia de la carne: habilidad para encontrar loe medios más adecuados para satisfacer los fines
deshonestos

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

o Astucia: conseguir los fines deshonestos por medios simulados o aparentes.


o Solicitud excesiva sobre los medios materiales.
22-09-2017

Las virtudes teologales

Las virtudes teologales son las tres virtudes sobrenaturales es decir infusas, que son necesarias para alcanzar el fin
último. Estas virtudes son necesarias porque cuando estudiamos el fin último del hombre vimos que este era de
naturaleza sobrenatural, que desde el punto de vista subjetivo era la posesión del acto puro, de Dios. En
consecuencia es bastante claro que ningún sujeto racional por sus propias fuerzas naturales puede por sí alcanzar
la posesión de ese fin y no podría ser que no existan los medios necesarios para que el sujeto alcance ese fin,
porque estaríamos frustrados. A diferencia de los otros seres naturales que si pueden alcanzar su fin último, un
árbol que da una manzana cumple con su fin, sin embargo en el caso del sujeto racional, su fin es alcanzar el bien
sumamente bueno y verdadero y tener la posesión, la contemplación de ese fin y esto no se obtiene
completamente en virtud de nuestra estructura de materia y forma.

Entonces es necesario que existan teologales o sobrenaturales porque ellas será los medios necesarios para al
alcanzar el fin último. Las virtudes teologales además son infusas es decir se adquieren por acción u operación
directa divina sobre el sujeto racional y por tanto no se adquieren mediante repetición der actos, como si ocurre
con las virtudes cardinales o naturales. En este sentido que las virtudes sobrenaturales son un don o son gratuitas,
es decir, son un regalo, dadas de manera libre por Dios. Lo que puede el sujeto racional para recibirlas es tener o
ser misma una materia segunda apta para recibir esta forma accidental, lo cual incluye por cierto la voluntad de
recibirlas. Si además decide no creer en las promesas de Dios, no va recibir una virtud infusa, la de la esperanza.
Y más aún si decide no amar a dios no recibe la virtud de la caridad. Cuando decide no creer en Dios no recibe la
virtud de la fe.
No significa que baste solo querer, es necesaria la voluntad, pero de todas maneras si no se tiene la aptitud o la
materia necesaria para recibirla no reciba la virtud sobrenatural. Las tres virtudes teologales no son las únicas
infusas, pero las teologales si son las infusas principales. De hecho, puede darse que las virtudes cardinales
también puedan ser infusas.

 Fe

La fe en cuanto a virtud teologal es distinta de la fe natural. La certeza se puede obtener por evidencia, por vía de
demostración, y finalmente por vía de fe. La gran cantidad de conocimientos que poseemos son por la fe, sin
embargo esta fe es diferente de la virtud teologal.

Cuando hablamos de la virtud teologal de la fe, nos referimos al asentimiento sobre materias relativas a Dios, las
que tenemos por verdaderas en virtud de la misma autoridad de Dios, quien nos las ha revelado y quien no puede
engañarse, ni engañarnos a nosotros. El conocimiento de fe, en este sentido, es excluyente con el conocimiento
por demostración [pero no es contradictorio], es decir, lo que se sabe por demostración ya no se puede saber por
fe y viceversa. Por ejemplo; Dios se conoce por la fe, es decir, creemos en él. En cambio cuando demostramos su
existencia, es por vía de demostración, por lo cual cuando sabemos esto, y no simplemente lo creemos¸ es un
conocimiento por vía de demostración y no ya por la fe.

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Derecho Natural

En cambio existen ciertos contenidos de fe de los cuales no se pueden obtener por conocimiento natural, por
ejemplo que Dios sea Uno y Trino, para esas materias por tanto es necesario ineludiblemente la fe. La necesidad
de la fe se justifica porque en aquellas materias que incluso solo pueden alcanzarse por la fuerza de la razón
existen inconvenientes que impiden llegar a ese conocimiento. Así por ejemplo; el conocimiento por
demostración es patrimonio de muy pocas personas. También es necesaria la fe porque en las demostraciones no
es infrecuente caer en error, en donde muchas veces esta sustentados en opiniones de filósofos muy connotados en
el mundo.

La fe tiene por sujeto próximo el intelecto especulativo.

 Esperanza

Es la virtud teologal infusa por dios directamente en la voluntad, mediante la cual esta confía en la certeza de
poder alcanzar el fin último apoyado en los medios sobrenaturales proporcionados por Dios. En entre la fe y la
esperanza se completa el esquema de certeza que habíamos estudiado en el curso de fundamentos, recordemos
que tenían un lado objetivo y subjetivo. En la certeza subjetiva existe la convicción, de que se estaba excluyendo
que esto sea una mera opinión. La fe apunta al elemento objetivo de la certeza, que es la posesión efectiva del
conocimiento, mientras que la esperanza apunta al lado subjetivo de la certeza.

¿Cuáles son esos medios sobrenaturales? La filosofía no puede decir nada respecto de esto.

La esperanza tiene por sujeto próximo a la voluntad.

 Caridad

Es la virtud más importante de las teologales y en consecuencia la más importante de todas las virtudes.
Perfecciona a la voluntad y la dispone a amar a Dios por sobre todas las cosas y así mismo a las demás criaturas
por Dios. Dispone a un orden de los afectos.

UNIDAD 7
La ley
1. Ley en general
1.1. Concepto de ley.
1.2. Funciones de la ley.
1.3. Elementos de la ley.
1.4. Causas de la ley.
1.5. Analogía de la ley.
1.6. Actos de la ley
2. Ley eterna
3. Ley natural
a. Concepto
b. Racionalidad de la ley (ley natural o ley de la razón)
c. Propiedades de la ley natural
d. Los preceptos o contenido de la ley natural

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

e. Los efectos de la ley natural


4. Ley humana

1. Ley en general

1.1. Concepto

Lo que estudiaremos acá es el principio extrínseco de la bondad de los actos humanos, o sea, que determina que
un acto sea conforme al fin último. Los principios intrínsecos de la bondad son la conciencia moral y las virtudes.

La ley es una ordenación racional dirigida al bien común promulgada por quien tiene a su cuidado la comunidad.
Cuestión 90, Sto. tomas de Aquino. Una segunda definición de ley que podemos sacar de Tomas de Aquino nos
dice que la ley es una regla o medida de los actos u operación por la cual un ente es movido a obrar o es retraído
de ello.

1.2. Funciones3

A la ley se le pueden designar dos funciones principales, sin perjuicio de que pueda tener muchas otras.

 Es Regla o medida de los actos o de las operaciones de manera tal que se establece como baremo o
regla del actuar del ente, definiendo el fin al cual se deba dirigir dicha operación. Esto se estudió con la
estructura de naturaleza y legalidad. En el ente irracional dirigirse al fin es necesario, luego el acto
también está gobernado por la ley, no solo el fin mismo, porque existe necesidad de movimiento. En el
ente racional en cambio, el acto está dominado por la voluntad libre, lo que si no cambia es que el fin
está establecido por la ley natural [e incluso humana] lo que no está definido por la ley, es el movimiento
porque este está definido por la voluntad libre.
25-09-2017

 Tiene una función atributiva: que es una función específica relativa al sujeto racional, y en virtud de
ella la ley se establece o se impone como fuente de derechos, o sea atribuye o adjudica un cierto ius a un
sujeto racional [derecho en su sentido objetivo]. Esto significa que la ley es la causa de que alguien tenga
un derecho en su sentido objetivo, este derecho lo tiene porque una ley le atribuyo ese bien, sea natural,
sea positiva. Es objetivo, porque es el sentido focal de la atribución intrínseca del derecho.

Elementos del derecho objeto: Sujeto, objeto o materia, titulo [que es la fuente generadora]. Entonces
cuando decimos que el derecho objetivo tiene un cierto título ahí estamos aludiendo a la función atributiva
de la ley, entendida en un sentido amplio. Y también la ley natural en cuanto manifestación de la
naturaleza humana es también atributiva de derechos, que son los derechos naturales, que tiene su fuente o
causa en la naturaleza humana. Así, las leyes o derechos positivos, encuentran su fuente en el derecho
natural.

3
Otra función de la ley es la función educativa.

44
Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

1.3. Elementos de la ley.

 Cognoscitivo, directivo o contenido: corresponde a la prescripción de la razón ordenadora hacia un


cierto fin. Cuando estudiamos la causa final, habíamos visto que le fin hacia el cual se dirige el
movimiento era un fin siempre intelectualmente aprehendido, el motivo de esto porque siempre hay un
orden, este fin excluye a otros fines.
 Volitivo o mandato: corresponde al imperio de la voluntad del legislador o del autor de la ley, que la
promulga estableciéndola como obligatoria.

Algunos autores incluyen estos dos elementos como constitutivos de una definición real de la ley, donde el
elemento genérico es el que exista una ordenación racional mientras que la diferencia especifica es que exista una
promulgación que vuelva obligatoria esa prescripción racional. Cualquiera sea el caso, lo importante es que
ambos elementos deben concurrir para que exista verdadera ley. Si no existiera el elemento cognoscitivo la ley
será pura fuerza y arbitrariedad, sin dirigirse al bien común, por otro lado, si no tuviese el elemento mandato y
únicamente fuese contenido, este contenido no sería obligatorio y sería un simple consejo, como por ejemplo: la
vida sana, porque era una mera campaña y le falto la promulgación. La ley super 8 en cambio, es una ley.

De estos dos elementos, el más importante o el más relevante, que tiene una cierta preeminencia sobre el otro es el
elemento cognoscitivo, esto porque este actúa a modo de causa final. En cambio el volitivo actúa como causa
formal. El fin es extrínseco, porque la causa final es extrínseca, entonces claramente debe haber un elemento que
haga intrínseco un fin que es extrínseco y esta es la causa formal. En la ley es la promulgación. El fin es
establecido por el legislador entonces claramente es extrínseco al sujeto, por lo tanto debe volverse intrínseco a
través de su causa formal, la promulgación, que ira variando según el tipo de ley. En virtud de la promulgación se
vuelve obligatorio y esa obligatoriedad significa a que hay una necesidad del sujeto de dirigirse a su fin. Esa
necesidad es una necesidad racional y es racional porque racional fue el fin establecido.

Esta obligatoriedad o necesidad la decimos racional porque encuentra sentido en el fin establecido racionalmente.
Entonces los movimientos tienen sentido cuando van al fin y por eso es racional.

En consecuencia la obligación que es el efecto propio y adecuado de la ley, surge de la conjunción de ambos
elementos y manifiesta la proporción de un movimiento en relación al fin. Entonces es esta idea de
proporcionalidad la que permite entender el sentido o lo que significa la obligación, ¿Cuándo algo es obligatorio,
necesario racionalmente? Cuando existe una proporción entre el fin, y el movimiento del sujeto. En consecuencia
lo que resulta más definitorio para entender el sentido de la ley es el bien común, el fin, para saber cuándo algo es
verdadera ley o no.

Esto da un sentido especial a la obligación, que no debe entenderse con este sentido de que es algo limitativo a la
libertad o a la persona, dado que lo obligatorio es algo proporcionado al fin, luego es algo que es necesario
racionalmente para alcanzar un fin, que también es necesario. En consecuencia, nos queda también claro que de
los dos elementos, el que tiene primacía es el cognoscitivo y por esto esta manera de entender la ley, dentro de
una etiqueta filosófica, seria dentro de un intelectualismo moderado, o sea reconoce la existencia de elemento
volitivo, pero le da más importancia al cognoscitivo, pero es moderado porque no niega el elemento volitivo. En
oposición a una concepción voluntarista de la ley, que quedaría dentro de la ética deontológica, porque preside del

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

fin y sustenta el deber del propio deber, entonces es una manera voluntarista de entender, en donde se pone la
voluntad como centro, incluso negando la existencia de un elemento cognoscitivo.

Otra manera de entender la ley es aquella que le reconoce como una manifestación de la vida pública distinto de
lo que concierne al bien individual o privado de las personas. Esta tesis es la típica de una visión que separa el
derecho de la moral, entonces la moral concierne a las convicciones privadas y en cambio la ley se encarga de
regular la vida pública prescindiendo de lo privado de la persona. Entonces como no hay un fin común, la ley se
establecerá como el concurso de un consenso que apunte a fines intermedios.

1.4. Causas de la ley

Cualquier ente que exista se puede estudiar bajo sus distintas causas metafísicas. Cualquier ente estructurado tiene
causa4. La primera definición de ley de Tomas de Aquino se sigue estudiando porque recoge las cuatro causas
aristotélicas de la ley. En consecuencia, podemos estudiar las causas de la ley siguiendo los elementos de la
definición de Tomás de Aquino.

 Causa material: aquello de lo cual o en lo cual algo se hace. En el caso de la ley debemos distinguir:
o Causa material próxima: corresponde a la ordenación racional, o sea a un acto o prescripción de
la razón ordenadora hacia un cierto fin.
o Causa material remota: se identifica con los actos u operaciones movidos o gobernados por la ley.
 Causa formal: aquella en virtud de lo cual algo es lo que es y no algo distinto. En el caso de la ley la
causa formal es la promulgación. La promulgación es el acto de la autoridad o del legislador mediante la
cual se sanciona la ley y su contenido se vuelve obligatorio. Es entonces el elemento o diferencia
especifica de la ley. La promulgación depende del tipo de ley del que se trate, y del tipo del legislador.
Ahora bien dado que el legislador es la causa eficiente, la dejaremos para después.
 Causa eficiente: es aquella de la primariamente viene el efecto y se identifica con el agente. En el caso
de la ley corresponde al legislador. Aquí corresponde hacer la siguiente distinción:
o Causa eficiente principal: que corresponde al sujeto que promulga la ley. Esta autoridad o causa
eficiente debe tener la aptitud ontológica de producir el fenómeno de la atribución, dentro de una
cierta esfera de competencias. Entonces por ejemplo Dios quien gobierna todas las cosas, puede ser
legislador de todo lo que existe y este tipo de ley es la ley eterna. La ley humana es aquella que
depende de la voluntad de las personas en un cierto tiempo y lugar, pero esta persona para poder ser
legisladora debe estar también investida de la aptitud ontológica para producir la atribución. Así por
ejemplo el Presidente puede dictar leyes, que obligaran a la persona que vive en el respectivo país. E
o Causa eficiente secundaria: corresponde a los miembros de la comunidad, que obedecen
libremente los preceptos de la ley. Esta distinción aplica únicamente respecto del sujeto racional y
en consecuencia aplica solo respecto de la ley natural y la humana y no así de la ley eterna. En el
caso de la ley natural y humana ocurre que el sujeto racional aprehende el precepto, lo hace suyo y
decide conformar su operación al fin establecido por el legislador. De esta manera se cumple que el
fin extrínseco se vuelve intrínseco a él. ¿en qué acto intelectual se produce esto? En la conciencia.
Este conocimiento es uno de la conciencia moral y es por esto que se dice que las leyes obligan en
conciencia, porque es la conciencia moral la que aprehende el concepto, lo hace suyo y lo determina

4
La ley eterna adquiere cierta estructura luego de la promulgación en cada creatura.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

como obligatorio. Esta es la manera más interna de decir que algo debe hacerse. En consecuencia
descubre la proporción y la necesidad racional de un medio para dirigirse a un fin.

De esta manera en el fuero interno el sujeto racional también actúa como legislador, porque se dicta
su propia norma de obrar. Con esto podría pensarse que hay una subjetividad, pero ante esto
diremos que el fin no cambia porque el fin es objetivo. A pesar de que la obligatoriedad queda sujeta
a la conciencia, no hay un subjetivismo, dado que la objetividad de la obligación se sustenta en el
fin.

Entonces lo que obliga a la conciencia no es la coacción, no son los elementos definitorios de la


obligación, sino que son remedios extrínsecos que permiten que la conciencia se pliegue al fin de la
obligación.

Esta clasificación permite explicar que la ley natural sea una participación de la ley eterna en la
criatura racional.

 Causa final: aquello en vista de lo cual algo se hace y corresponde a bien común, que es el bien del
sujeto gobernado por la ley. Si bien el bien común es aplicable para cualquier ente o creatura pues se
identifica con el fin último de cada ente, la expresión nos resulta mucho más familiar tratándose del
sujeto racional dado que este es sociable por naturaleza y la vida en común. Bajo este punto de vista el
bien común es el bien de una persona que se consigue y se goza únicamente dentro de la vida social, o
sea, la persona no puede conseguir el bien si no es viviendo con otros.

1.5. Analogía de la ley

La ley hay una relación de analogía de atribución intrínseca en donde le sentido focal es la ley eterna., siendo
analogados secundarios la ley natural y la humana. Existe una relación de causalidad o de dependencia en el ser
de estos distintos tipos de leyes, así la ley eterna es la causa de la ley natural y esta a su vez es la causa de las
distintas leyes humanas las que se derivan de la ley natural, por vía de determinación o de conclusión.

1.6. Actos de la ley

 Mandatar o prescribir
 Prohibir: Disponer que algo no se haga
 Permitir: autorizar que algo se haga sin volverlo obligatorio
 Castigar o sancionar para el caso de contra versión o infracciona: La sanción no se tiene que asimilar al
castigo o a la pena sino que también contempla cualquier forma de ineficacia o de privar de efectos al
acto que contraviene la ley.

2. Ley eterna

En la unidad de teología natural estudiamos la relación de dios con las creaturas desde dos puntos de vista. La
primera yendo desde la creatura a Dios y con esta logramos explicar la existencia de Dios, en particular con la

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

quinta vía o fin del mundo. Luego tenemos otro estudio yendo de Dios a la criatura, donde estudiamos los
atributos operativos trascendentes, en particular la providencia que consiste en como dios mueve los entes hacia
su fin último. Entonces, esas mismas relaciones se vinculan mediante esto que estamos estudiando acá, mediante
la ley eterna. Lo que busca la ley eterna es explicar cómo la creaturas se mueve por acción o influjo de Dios, Dios
mueve a las distintas creaturas a través de la naturaleza, en consecuencia la ley eterna se concretiza o particulariza
en las distintas naturalezas.
02-10-2017

Es la razón de la divina sabiduría en cuanto ordena y dirige todos los actos y operaciones.

La ley eterna es el mismo Dios, cuando la definimos como la razón de la divina sabiduría estamos diciendo que es
lo mismo porque no cabe distinguir a la razón como algo distinto de Dios, entonces la ley eterna es el mismo dios
en cuanto gobernador o regulador de todo cuanto existe. Ahora dios gobierna o realiza este gobierno de los
movimientos en las distintas naturalezas, en las distintas esencias en cuanto principio de operación. Esta
particularización o esta concreción de la ley eterna que vuelve obligatoria ciertos movimientos es lo que ya
habíamos estudiado mediante la estructura de naturaleza y legalidad donde un ente tendencial se dirige siempre a
un mismo fin o siempre tienen una misma direccionalidad en sus movimientos y esto implica que el fin no es
solamente extrínseco sino que está incorporado de alguna forma intrínseca en él.

Las propiedades de la ley eterna son:


 Inmutabilidad: la ley eterna no puede cambiar, no puede mutar. Esto se explica porque la ley eterna es
la misma razón de Dios, y este es inmutable. A pesar de que el ente movido sea susceptible de
mutabilidad, todos esos movimientos se dan dentro del marco de su naturaleza, es decir, dentro de los
límites de su ley eterna.
 Universalidad: bajo el gobierno de la ley eterna se encuentran todos los entes, todo lo que existe.
Incluso no solo los seres vivos, sino también los inertes. En definitiva, todo ente estructurado de esencia
y existencia está bajo la ley eterna porque tiene una cierta naturaleza.
 Ser causa y fundamento de todas las demás leyes: la ley eterna es el analogado principal de toda ley,
en ella se dan de modo pleno todos los atributos y perfecciones de la ley (las causas de la ley) y actúa
como fundamento o causa de las demás leyes.

3. Ley natural

3.1. Concepto

La ley eterna, gobierna todos los movimiento y actos e la totalidad de los entes, de modo tal que vuelve
obligatorio esos actos y les impone una necesidad en su ser. En el sujeto racional en cambio, las operaciones
humanas se caracterizan por ser libres y por tanto no tienen esa misma necesidad, esto porque la voluntad elige
los actos para dirigirse al fin, es decir, la voluntad puede elegir hacer los actos para no dirigirse a ese fin. Luego es
claro que en el sujeto racional no existe necesidad de hacer los actos que conducen al fin último.

El hombre podría elegir no dirigirse a sus fines, así ocurre con los fines naturales o los fines de la naturaleza, el
sujeto racional no se dirige a ellos de modo necesario, sino que los sigue a su manera natural, que es una manera
racional y libre. Luego, en el sujeto racional debe haber una especie de adhesión a los fines naturales, o sea el

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

sujeto racional debe hacer suyos los fines naturales, aprehenderlos, para luego dirigirse a ellos naturalmente.
Luego, la ley eterna no puede mover al sujeto racional como lo hace con los otros entes, sino que debe moverlos
conforme a la naturaleza del sujeto racional y surge de este modo el concepto de participación de la ley; el sujeto
se adhiere o participa de la ley eterna. Así tenemos entonces que la ley natural es la participación de la ley eterna
en la creatura racional, donde lo participado es la ley eterna y el participante es el sujeto racional. Esta definición
está en la Prima secunda de la suma teológica, cuestión 91 art. 2.

La Suma teológica es un manual de teológica, donde las cosas se dan desde el punto de visa filosófica. Tiene 3
partes, y a parte segunda en una primera parte y una segunda parte. Cada parte tiene distintos tratados, así está el
tratado de la ley, de los actos humanos, etc. y cada tratado tiene cuestiones y cada cuestión tiene artículos y la
metodología es de cuestión disputada, que es un problema que es polémico del cual existen distintas posiciones.
Esto refleja la dialéctica

En esta cuestión 91, se explica que la ley es una regla o medida de las operaciones. Y así entendida la ley esta
puede encontrarse o verificarse de dos maneras:
 Como el principio regulador o mensurante, es decir, lo que mide o
 Como aquello regulado o medido por la ley. De este último modo, la ley eterna se encuentra presente en
todas las creaturas o en todos los entes. En cambio en el sujeto racional se encuentra como principio
regulador que participa de la ley eterna de modo activo, y así llegamos a la definición de la ley como la
participación de la ley eterna en el sujeto racional.

Es por esto que habíamos dicho, cuando hablamos de la causa formal de la ley [promulgación], que en el sujeto
racional existe una causa formal secundaria que consiste o que se identifica con el mismo sujeto racional que
conoce la ley y se adhiere a ella en conciencia y en ese acto se produce la promulgación, se promulgan sus
preceptos en él. Esa adhesión de la ley eterna es la promulgación de ella en el sujeto racional y a eso le llamamos
ley natural.

3.2. Racionalidad de la ley natural [ley natural como ley de la razón]

La ley natural se puede entender como ley de la razón natural o ley del intelecto practico. En este caso, la
expresión natural, no quiere decir la naturaleza entendida de un modo biologicista o fisicista, no es natural en el
sentido de que cumpla una composición genérica. Naturaleza hace referencia en primer lugar a la natural
disposición del intelecto de conocer el bien el orden práctico, es decir, al intelecto practico. Y dentro de él al
habito natural de conocer el bien, que es la sindéresis. La sindéresis es un hábito natural no en cuanto estos
principios se poseen de modo innato, no que de manera apriorística se sepa que es lo bueno y que deba de
conseguirse, sino que el intelecto práctico de manera espontánea o de manera connatural conoce el bien o lo que
es bueno para la propia naturaleza.

Así, el conocimiento práctico del bien y por tanto la racionalidad de la ley no es un acto puramente intelectual o
que sea de un modo puro-formal cognoscitivo, sino que remite siempre al fin, de esta manera la ley natural es un
“concepto límite” entre la metafísica y la ética, o sea, un lugar donde se junta lo objetivamente bueno con lo
moralmente bueno, o sea el bien que estudia la metafísica, con el bien que estudia con la moral. Esta vinculación
de la ley con el fin está dada por la causa final de la ley. En el caso del bien humano no es bien exclusivamente

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

individual sino que es uno que se consigue en la vida social, porque la sociabilidad forma parte de la naturaleza
humana.

Entonces mediante la sindéresis y luego de una experiencia básica y elemental del bien y el mal el intelecto
practico conoce los fines de la naturaleza y con ello la proporción o adecuación que existe entre sus propios actos
y ese fin; esos actos de ese modo se vuelven obligatorios y los fines a los cuales se refieren dichos movimientos se
conciben o se aprehenden como preceptos, o sea, como normativos.

Tomás de Aquino hace una comparación: los preceptos de la ley natural son en el orden práctico, lo que los
primeros principios de la demostración en el orden especulativo. Acá se está haciendo una analogía de
proporcionalidad, intrínseca o de tipo propia entre estos dos pares.

Entonces, señala luego que hay un cierto orden, por lo tanto el primer principio de la demostración o especulativo
es el de no contradicción, que a su vez se sustenta en la noción de ser y no ser. Esto porque el ser es lo primero
que cae bajo la razón del intelecto especulativo. Luego así como el ser o el ente es lo primero que cae bajo el
intelecto especulativo, el bien es lo primero que cae en el intelecto práctico o razón práctica. El bien se sustenta o
se fundamenta en el ser, de hecho el bonum, el Pulcrum y el verum son trascendentales derivados de otros.

Luego en base o a partir de la noción de bien se podría conocer el primer principio practico: “el bien es lo que
todos apetecen”. Luego, a partir de este primer principio practico, surge el primer precepto de la ley natural “el
bien debe hacerse y el mal evitarse” y este es el primer principio que conoce el intelecto practico a través de la
sindéresis. Entonces este no requiere de mayor explicación porque es el intelecto práctico y por lo mismo
evidente. Es natural porque se sigue de la inclinación natural de la voluntad de querer el bien general, que es la
voluntas ut natura [voluntad según la naturaleza].

Acto seguido, viene el argumento más importante: que es que aquellos fines que el intelecto practico conoce como
buenos, son en consecuencia obligatorios y por lo tanto deben hacerse. Dado que el bien es razón de fin a todo
aquello que se tiene natural inclinación, la razón práctica identifica como necesaria y por lo tanto obligatorio. Y lo
que es contrario es. Aquí se encuentra el salto de la necesariedad y de la obligatoriedad. En consecuencia, para
conocer los preceptos de la ley natural lo que el intelecto práctico debe conocer son los fines naturales, o sea,
cuales son los fines de la naturaleza.

Esto es la racionalidad de ley, es decir, que la ley natural sea ley de la razón significa que sus preceptos se
conocen por el intelecto practico en cuanto que se conocen las inclinaciones naturales o los fines de la naturaleza.

Entonces el gran problema humano es dilucidar cuál es un fin último y por eso el curso partió con el capítulo
sobre el fin último. Sin embargo no todos conocer el fin último. Cuando no se puede conocer el fin último, el
intelecto práctico al menos puede conocer los fines naturales que compartimos con todos los entes, vivientes y
fines estrictamente humanos.

No podemos olvidar que la naturaleza humana incluye fines, el concepto de naturaleza es uno finalizado, no
estático sino que dinámico y con esto podemos dar respuesta a la falacia iusnaturalista. Es una postura que está
dada desde la postura positivista que dice que el concepto de ley natural adolecería del defecto de establecer una
consecuencia normativa o deontológica a partir de un antecedente puramente facto u ontológico, o sea, se

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

reprocha de seguir el deber-ser a partir de un ser o de un hecho, lo cual no podría ser, porque el deber-ser es
impuesto a partir de un hecho o para regular un cierto hecho. El problema de este argumento es que la naturaleza
incluye fines, no es estático, como si es el concepto de esencia, por lo tanto es mejor usar el concepto de
naturaleza, que hace referencia necesaria a fines, que son parte de la naturaleza, del “factum” positivista, que sin
embargo no están conseguido, sino que está en vías de alcanzarse, no existe como algo satisfecho como algo que
se posea o entregue un deleite, es algo de lo que no se goza. Entonces de esto se deriva que aquello que se
configure para conseguir el fin es necesario y por lo tanto obligatorio.

Entonces por eso cuando partimos la unidad del fin humano la pregunta era si el hombre tiene fines.

Lo obligatorio se vuelve precepto.

El intelecto practico por tanto cuando conoce los fines naturales, lo que está conociendo son los fines de sus
distintos apetitos y potencias activas. Es por esto entonces que el estudio de la ley natural se encuentra antecedido
por un estudio de antropología filosófica. Entonces el estudio iusnaturalista depende de una cierta antropología o
de una metafísica.

3.3. Contenido [preceptos] de la ley natural:

“La ley natural es la participación de la ley eterna en la creatura racional en donde el participado de la ley eterna y
el participante es la creatura racional”

¿Quién participa en quién? ¿La ley en el sujeto o el sujeto en la ley? Lo que participa es la ley en la criatura y no
la criatura en la ley, en el caso de los seres racionales. En el caso de los animales, los animales participan en la ley
natural. Esto porque los primeros tiene razón y los otros carecen de ellas, por lo cual, el hombre puede elegir ir
hacia su fin o no.

¿Qué es la ley eterna? Es la razón de la divina sabiduría en cuanto que ordena todos los actos, de todos los entes.

¿Ley eterna y ley natural son lo mismo o son distintas? Formalmente uno las distingue, pero el contenido es el
mismo, porque lo que hace la ley eterna es dirigir los actos de todos los seres, en consecuencia la ley es como una
manguera, es decir, hay artes de ellas que se dirigen a ciertos tipos de seres, entre ellas la ley natural, que se dirige
a los seres racionales. Por consiguiente, formalmente se distingue en virtud de su aplicación entre un ser y otro,
pero el contenido es el mismo.

Ahora la participación que se tiene de la ley eterna es distinta, en virtud de los tipos de seres que existen, en
concreto no es lo mismo un ser participa de manera activa de lo que la ley manda, de un ser participa de manera
pasiva de lo que la ley establece. Nuestra “ley eterna” seria la ley natural. En los seres irracionales, se dice de
ellos que participan de la ley eterna, conforme a su naturaleza. En el caso de la ley natural es la ley la que
participa en la creatura, en los animales es al revés, porque el ser humano es capaz de entender el precepto y
hacerlo suyo, en cambio en el caso de los animales se pliegan necesariamente a lo que dice la ley.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

El desempeñar un papel activo o pasivo no es indiferente, si el sujeto es capaz de comprender y entender la ley y
decidir si aplicarlo o no. Ahora el contenido no está dado al azar, sino que tienen una razón de ser y es lo que
corresponde a los preceptos de la ley natural.

La ley eterna es la que gobierna todo los actos y esta ley eterna toma un nombre especial en el caso de los seres
naturales, en cuanto que es la ley la que participa en la creatura y no la creatura en la ley, toda vez que la creatura
racional es capaz de entender los mandatos de la ley y hacerlos suyo o no.

¿Qué es lo que se tiene que obedecer? Es lo que se conoce como contenido de la ley natural. Este contenido está
contenido en un solo principio: “el bien debe hacerse y el mal evitarse”. Este principio contiene toda la vida de la
ley natural, captado por el intelecto práctico, en colaboración con el hábito de la sindéresis. Ahora, este principio
es evidente [en el intelecto practico], porque sin este no se puede obrar, así como sin los primeros principios del
intelecto especulativo no se puede pensar.

Entonces a partir de esto Santo Tomás, mediante de la observación de las inclinaciones de las personas, lo que
hace es distinguir distintos preceptos de la ley natural.

Los preceptos son importantes porque esto dice relación con todo lo que gobierna los movimientos de los seres
racionales y a partir de los cuales se derivan los derechos en particular. Es la parte de la ley natural que tiene
relación con las relaciones de justicia.

Hay tres preceptos:

 Primarios: Se refieren a los fines necesarios y naturales del hombre.

¿Pueden existir dos leyes naturales? No, porque es una sola naturaleza la de las personas, por lo tanto es solo una
la ley. La ley tiene razón de fin, porque está contenida en la naturaleza de las personas. Las inclinaciones tienden
hacia un fin, ahora bien, después de ver toda la tendencia de los seres que se dirige a los fines determinados por su
naturaleza, se concluye que los fines están contenidos en la naturaleza humana. La ley natural es una, puesto que
la naturaleza humana es una, y la ley se refiere a los fines necesarios y naturales de las personas. La ley natural es
una, pero contiene preceptos, es decir, hay una unidad, pero esta tiene una multiplicidad. Hay un principio y de
este principio emanan principios/preceptos primarios, secundarios y terciarios.

Los fines son necesarios porque tienen que estar si o si presentes y naturales porque pertenecen a la naturaleza del
hombre.

Estos son:

De 1° orden:
 Aquellos relativos a las inclinaciones naturales que compartimos con los demás entes. Relativos a la
conservación de la sustancia y de la especie. Este principio entonces es evidente, porque de esta forma si
algo me hace mal o daño, yo me alejo de ello, esto es una inclinación natural que incluso compartimos
con los demás seres, se extiende a los otros.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

De 2° orden:
 Se refiere a los Fines que compartimos con los demás vivientes, esto es a la conservación de la especie.
Este orden tienen actos propios, desde la procreación, la crianza y hasta la educación de la prole. Es
decir, ya no basta con que se conserve la propia integridad o individualidad, sino que al mismo tiempo se
conserva a la especie. Cuando hablamos de crianza estamos hablando se la satisfacción material de los
hijos y la educación se refiere a algo más espiritual.
De 3° orden:
 Se refiere a la inclinación de los fines específicamente humanos. Acá no lo compartimos con las demás
especies, porque es exclusivamente racional, lo cual se refiere al intelecto y a la voluntad. Ej.: estudiar,
porque estamos desarrollando una potencia racional.

 Secundarios: se refieren a los medios necesarios biológicamente naturales para conseguir los fines
primarios. Estamos hablando por ejemplo del matrimonio, de la propiedad privada. ¿Es necesario que el
matrimonio sea entre hombre y mujer? En principio sí, en cuanto a institución natural. Es un medio
necesario para el cumplimiento de los fines primarios porque hay que hacer a los niños de manera
natural. Al mismo tiempo, la estabilidad del matrimonio le da cierta estabilidad al hijo. Entonces el
matrimonio es necesario para llevar a cabo el segundo orden de los fines primarios. Así mismo, se habla
de que la propiedad privada es necesaria para el cumplimiento de ciertos fines.

No son tan evidentes porque exigen un raciocinio.

 Terciarios: corresponde a las condiciones necesarias que se derivan a su vez de los preceptos primarios
de la ley natural, para la consecución de los medios necesarios naturales de los preceptos secundarios.
Las conclusiones sobre deben ser realizadas por hombres sabios y prudentes, por su lejanía de los
preceptos primarios.
Ej.: régimen patrimonial del matrimonio. Es natural que haya una comunidad de cuerpos y de bienes.

3.4. Propiedades de la ley natural

 Unidad: hay una sola naturaleza, por lo tanto la ley debe ser una. Es decir, hay un solo principio, del cual
se derivan preceptos, por eso hay una unidad pero a la vez una multiplicidad dentro de ésta. La ley
natural es solo una, no obstante que esté compuesta de preceptos, pero es una y está contenida en el
principio de hacer el bien y evitar el mal.
16-10-2017

 Universal: rige para todas las personas, en todos los tiempos y en todos los lugares. Esto significa que lo
que hoy es derecho natural lo es hoy y lo fue siempre. Los preceptos primarios rigen para todos, porque
son de derecho natural estricto y son infalibles por lo mismo. sin embargo, los secundarios y terciarios
podría haber una suspensión de su vigencia en atención a cuestiones culturales. Obliga a todas las
personas sin importar las condiciones históricas que rodean a las personas. Se da de manera absoluta
respecto de los preceptos primarios y puede haber una suspensión de la vigencia respecto de los
secundarios y los terciarios, esto porque los preceptos primarios son evidentes por sí mismos, en cambio
para acceder a los preceptos secundarios y terciarios hay que hacer una fuerza intelectual, por lo que se
puede errar y por tanto son más difíciles de acceder.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Los preceptos de la ley natural tienen una relación directa con la cultura, pero ¿esta puede eliminar
aquello que es mandado por la ley natural? no, porque no se comporta como ley física, no responde a
criterios sociológicos, sino que responde a la maldad o bondad intrínseca de los actos. Por más que la
cultura vaya en una dirección eso no quiere decir que se suspende la obligatoriedad del precepto, sino
que simplemente es una cuestión que se da en los hechos, pero que para efectos de determinar la bondad
o maldad del acto, es indiferente.

La cultura es un fenómeno accidental ante el fenómeno previo de la ley natural, por lo tanto la cultura es
el accidente respecto de una naturaleza previa, que es la sustancia. Sin naturaleza no hay cultura,
entonces hay cuando la cultura diga que algo está bien, eso no quiere decir que el precepto cambie.
Cuando la conciencia es errónea hay que hacer una distinción. Una cosa es seguir a la conciencia
errónea, pero hay distinguirlo de lo que es objetivamente bueno o malo. Así si toda una población cree
que algo es bueno, pero en realidad es malo, hay que considerar los factores que llevaron a pensar de esa
manera, pero eso no cambia la bondad o maldad objetiva.

 Cognoscibilidad: es susceptible de ser conocida por personas que estén en posesión de sus condiciones
mentales. Un sujeto capaz en posesión de sus facultades mentales puede conocer el contenido de la ley
natural. Porque la ley natural puede ser conocida en acto o en habito. En acto significa que se está
verificando el proceso de conocimiento. En cambio es en habito cuando se tiene la capacidad o
posibilidad de conocerse, pero aún no se ha verificado (personas en coma, niños), tienen la potencia de
conocerla por ser miembros de la especie humana y tienen la facultad de conocerlo.

 Indelebilidad: la ley natural es indeleble, es decir, la ley natural no se borra ni de la mente, ni del
corazón de los hombres. Cuando hablamos de verdad y ley natural, son sinónimos, porque son elementos
que emanan de la naturaleza, es decir, el contenido de la ley natural se vuelve sinónimo respecto de la
verdad. Esta característica se da de forma más fuerte en los preceptos primarios, porque estos son
evidentes a diferencia de los demás.

Cuando una pasión es muy fuerte, puede darse que de cierta forma se suspenda de manera temporal la ley
natural, porque la pasión modifica la voluntariedad del acto, respecto de la voluntad. Lo mismo puede
suceder con los demás preceptos.

 Inmutabilidad: la ley no cambia o muta. Esto porque no puede ser que una cosa que en principio sea
mala, se vuelva buena o viceversa, entonces cuando hablamos de la inmutabilidad significa que lo que en
principio era bueno no se puede volver malo y viceversa, porque no sería perfecto. Pero tenemos que
distinguir:
o Mutabilidad formal: Significa que permaneciendo el objeto, la ley deja de obligar. La ley cambio,
la ley dejo de obligar. No puede haber una mutabilidad formal, porque la ley natural emana de la
naturaleza humana, y esta es una sola y no cambia, por lo tanto si esto sucediese estaríamos en
presencia de una naturaleza distinta.
o Mutabilidad material: significa que estando la ley presente, el objeto deja de estar presente. El
precepto sigue obligando, pero lo que cambia es el objeto. Por ejemplo: alguien le roba a su amigo,

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

pero su amigo se lo donó, porque le dio pena. Entonces el precepto es el mismo, porque robar sigue
siendo malo, pero el objeto ahora no es robado, sino que donado. Si puede haber mutación material,
se pueden añadir objetos a la ley.

¿Si la naturaleza humana es dinámica como decimos que no cambia? Esto hay que relacionarlo con los
preceptos imperativos, que son aquellos que mandan a hacer algo de forma positiva, y obligan según las
circunstancias y a su vez están los prohibitivos, que son aquellos que prohíben realizar algo de forma
absoluta, bajo toda circunstancia. Hay ciertos actos específicos que jamás se pueden hacer, como no
matar, no robar, no mentir. A diferencia de los preceptos imperativos que pueden irse adaptando según la
circunstancia.

Entonces la naturaleza humana es susceptible de cambio, pero existen ciertos mínimos que no pueden
cambiar.

¿Existen actos indiferentes respecto de la ley natural? Todo acto puede ser en principio indiferente pero se
conduce de forma remota al fin ultimo.

3.5. Efectos de la ley natural

 Derecho en sentido objetivo: hablamos que es el sentido fuerte del derecho, y como consecuencia de
este derecho que se atribuye, existe la facultad moral de exigir la prestación debida, que es el derecho
subjetivo.
 Deber o la obligación: necesidad moral de cumplir con los preceptos de la ley natural. Es la necesidad
de cumplir con los bienes propios para la consecución del fin último. Las obligaciones pueden ser:
o Naturales o absolutas: son aquellos deberes que provienen directamente de la ley natural. Por
ejemplo: es de ley natural conservar la vida.
o Hipotéticas o adquiridas: se siguen de forma directa de la ley natural, pero cuya vigencia existe a
contar de cierto hecho. Por ejemplo: obligación es adquirida cuando se celebra un contrato con una
persona, que por una cuestión de justicia conmutativa se debe cumplir con lo que se debe. Esto
significa que a partir de un hecho especifico como es un contrato de compraventa, surge la
obligación natural.
 Nulidad de los actos contrarios a la ley natural: el acto no va a producir los fines intentados por el
agente, aun cuando esto si se produzcan del punto de vista material, es decir, cuando es contrario a la ley
natural es nulo, sin perjuicio de que se verifique en los hechos desde el punto de vista material.
o Un acto es nulo cuando quien lo realiza no tiene la potestad para realizarlo.
 Por ejemplo: la bigamia, o cuando se enajena lo que no es suyo.
o Cuando falta un requisito esencial para la validez del acto.

4. Ley humana

La ley positiva es aquella que entra en vigencia o que se promulga en un cierto momento histórico, o sea es
aquella que entra a regir en un cierto momento y lugar. La expresión positiva viene de la voz latina possitum que

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

significa poner. O sea la ley positiva alude a una normativa que se pone o se coloca en un lugar y momento que
antes no estaba. En estricto rigor es posible identificar una ley positiva divina y una humana.

 Divina: es aquella que en algún momento histórico Dios le da vigor o vigencia, como las Tablas de ley.
No es lo mismo que la ley eterna, sino que es una que entra a regir en un cierto momento histórico. En el
lenguaje más coloquial,

Cuando hablamos de ley positiva nos estamos refiriendo a la ley positiva humana

 Humana: aquella que depende de la voluntad de los hombres. Le corresponde la misma definición de
tipo causal que vimos para la ley general, es decir, la ordenación racional dirigida al bien común,
promulgada por quien tiene a su cuidado la comunidad. Lo que cambia es la persona del autor de la ley y
también su forma de promulgación. Entendiendo esto, cuando hablamos de ley positiva vamos a estar
aludiendo a la ley humana.

A pesar de lo anterior, la expresión ley humana es muy amplia, porque bajo ella vamos a poder designar cualquier
designación prescriptiva u ordenación racional que emane de una voluntad humana, por ejemplo los decretos, las
ordenanzas municipales, un oficio de una autoridad, la jurisprudencia de algún juez, contratos y cualquier
ordenación racional que emane de un sujeto racional que tenga la aptitud ontológica de producir la atribución de
derechos. El autor de la ley debe tener la aptitud generar la atribución. Uno de los elementos importantes en la
causalidad formal de la ley es que el autor tenga la aptitud ontológica y además convencional de causar la
atribución, de generar el fenómeno de la atribución de un derecho.

La manera en la cual se profiere una ley depende de esta causa formal, y atendiendo a esto se sabe cuándo alguien
tiene la aptitud de causar la atribución.
UNIDAD 8
El derecho natural y derecho positivo

1. Derecho natural
2. Necesidad del derecho positivo
3. Relaciones entre derecho natural y derecho positivo.
4. Conflictos entre el derecho natural y el derecho positivo
a. Obligatoriedad en conciencia de la ley Humana (Ley Injusta)
5. Relación entre ley positiva y ley natural o ley moral

1. Derecho natural

Es aquella parte de la ley natural referida o relativa a las relaciones de justicia. En cuanto atributiva de derechos y
obligaciones da lugar o tiene como efecto al derecho en su sentido objetivo, que es lo que hemos llamado como
justo natural. En este sentido la ley natural da lugar a ciertas relaciones de justicia naturales donde lo suyo de cada
uno viene de la misma ley natural, no de una ordenación racional distinta. Por ejemplo: en una compraventa el
justo natural es que se entregue lo que se prometió y que a su vez se le entregue el precio por esa cosa. Si no se
paga se estaría siendo injusto y esto es un ejemplo de afectación del justo natural.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Hay una noción de lo que es Justo con independencia de las normas positivas y la misma ley natural es la causa de
que exista lo justo natural. Es a esto lo que hemos llamado ley natural, donde la Ley natural tiene como efecto el
derecho en su sentido objetivo. Entonces da lo mismo lo que digan las normas positivas, porque hay una noción
de un justo natural, la misma ley natural en la parte de las relaciones de justicia es la causa de que exista lo justo
natural y es esto a lo que llamamos derecho natural. En el ejemplo dado anteriormente el justo medio es pagar por
la cosa y exigir por lo que se acordó.

En un sentido amplio el derecho natural es aquella parte de la ley natural referida a las relaciones de justicias. Las
relaciones de justicia son aquellas donde un sujeto está en la necesidad moral de dar, hacer algo o no a favor de
otra persona bajo un criterio de justicia total o particular. Lo que forma parte del derecho natural es la vida moral,
pero siempre respecto de las relaciones de justicia.

En un sentido restringido la expresión derecho natural alude a cualquier ius o derecho objetivo que en encuentra
directamente su fuente y medida en la ley natural, como por ejemplo el derecho de vida, o el derecho a la
propiedad [El derecho a poder exigir algo determinado a una persona determinada ese es un derecho positivo
porque nace del contrato, pero el derecho que tengo a hacerme dueño de una cosa o derecho a la propiedad ese es
el derecho natural].

2. Necesidad del derecho positivo

A pesar que hay muchos derechos que encuentran su fuente en el derecho natural, es necesario que exista la ley
positiva, porque la ley natural es insuficiente para regular toda la convivencia social, no basta la sola ley natural,
porque hay una serie de aspectos de la vida social que se encuentran indeterminados por la ley natural, por
ejemplo el de la justicia legal o total en que los miembros deben contribuir a la sociedad natural y la ley natural no
dice cómo debe hacerse. Esas determinaciones no materia necesaria de la ley humana, entonces debe existir ara
regule todos estos aspectos der la vida social que se encuentran indeterminados por la ley natural. En este sentido
vemos que la ley humana no colisiona con la ley natural, sino que precisamente es una exigencia de la ley natural
y estos aspectos no determinados por la ley natural van a depender según el autor de la ley y del ámbito de
autoridad que esta tenga.

3. Relaciones entre el derecho natural y el derecho positivo

Una de las principales tesis de este curso es la tesis de la unidad del sistema jurídico en una cierta sociedad civil.
Es decir, la ley natural y la ley positiva no son dos realidades que estén disociadas o separadas entre sí, sino que
ambas confluyen a constituir un único sistema jurídico con vigencia y obligatoriedad para un cierto tiempo y
lugar. En otras palabras, de manera análoga que la ley eterna se particulariza o se concretiza en el sujeto racional
mediante una cierta participación o sea mediante una ley natural, así mismo la ley natural se concretiza o se
particulariza en un cierto momento bajo la ley positiva.

De las 4 causas de la ley, [eficiente, final, material y formal] la causa que más definitoriamente distingue a la ley
positiva de la ley natural es la causa formal, que es la manera en que se promulga una ley y la promulgación se
deriva inmediatamente el autor. Mediante la promulgación de la ley positiva algún precepto de ley natural
adquiere una especial vigencia en un cierto tiempo y lugar.

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Derecho Natural

Los preceptos de la ley natural se concretizan luego de que hay un negocio jurídico especifico, que no es una cosa
abstracta, el derecho positivo es una concreción del precepto de ley natural que adquirió una vigencia para el
momento especifico.

De acuerdo a la naturaleza de un negocio jurídico se sigue un determinado justo natural, ahora el precepto de ley
natural, por ejemplo: “el comprador debe pagar el precio” se concretiza o se particulariza o adquiere una vigencia
especial luego de que hay un negocio jurídico especifico [en el ejemplo un contrato] y esto engendra un derecho
positivo, que es de exigirle al comprador el pago de ese precio, es decir, “Antonio debe pagar el precio”, y es una
concreción del precepto de ley natural que adquirió una vigencia específica para este momento. Lo mismo con la
ley eterna, que se concretiza o se particulariza y adquiere una vigencia especial en el caso del sujeto racional, en
forma de ley natural.

Luego se hace una unidad, no es que sean dos preceptos separados, sino que funcionan como una compenetración
no como una yuxtaposición ni como un paralelismo, sino que ambos se encuentran unidos de manera tal que el
del derecho positivo contiene en sí el precepto del derecho natural. Este precepto natural siendo ya vigente,
adquiere una obligatoriedad específica para un caso concreto luego del fenómeno de la positivación. Una cosa
distinta es que la autoridad civil establezca ciertos elementos constitutivos de los contratos que formen parte de su
naturaleza o que formen parte de la tipicidad del contrato y que operen en ausencia de pacto expreso por las
partes. El saneamiento de la elección que no lo pactaron las partes, sino que lo promulgo el legislador civil es
también en sí misma una particularización o concreción de un precepto de la ley natural.

Entonces la relación entre el derecho positivo y el natural es de unidad, de compenetración, es decir, en la ley
positiva están contenidos preceptos de la ley natural.

¿De qué modo se sigue los preceptos de ley positiva de los de ley natural?

 Por vía de conclusión: se siguen o se derivan todas aquellas normas positivas que siguen de la ley
natural en relación a su materia. En estos casos, la promulgación es positiva, pero su materia es natural.
Así por ejemplo está el delito de homicidio, otro ejemplo es una pena más alta para el homicidio
calificado. No solo en la figura del homicidio existe una positivación por conclusión, sino que además
dentro del homicidio, se puede distinguir por ejemplo el homicidio simple del homicidio calificado,
como una determinación por vía de conclusión.

Por ejemplo las distintas formas de impuestos son una concreción específica de como aportar al bien
común.

 Por vía de determinación: que corresponde aquellas leyes humanas o positivas cuya materia es positiva,
por ser indiferente a la ley natural. En el caso del homicidio, matar a alguien no es indiferente a la ley
natural entonces su materia es natural, pero hay otros en donde es indiferente a la ley natural cómo es la
conducción por vía publica.
23-10-2017
La ley positiva especifica o determinan algún aspecto que se encuentra totalmente indeterminado o que es
indiferente para la ley natural, pero sin perjuicio de ellos, en estas leyes hay al menos un fundamento
natural que de alguna manera actúa como limite a la potestad del legislador positivo. De manera tal que la

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

determinación que hace este último no puede ir más allá de la racionalidad. Así por ejemplo en el caso de
un delito como el homicidio, la ley positiva por determinación es la que establece la naturaleza y
extensión precisa de la pena, entonces que ley sea con una pena de presidio mayor por ejemplo, esa parte
es una ley positiva por determinación, la que establece la pena.

La ley natural no dice la naturaleza de la pena, lo que si dice es que se debiese reparar un injusto, pero no
dice la pena en cuanto tal. Ahora naturalmente hay límites para el legislador para establecer la ley por vía
de determinación, por ejemplo: que exista en la proporcionalidad en las penas, así para un homicidio
calificado la pena será más fuerte que para un homicidio simple. Además la naturaleza de la pena debe ser
acorde al orden de la razón, así la pena no será un azote o un desmembramiento, ni tampoco será una
simple multa. [En el caso del homicidio]

Existe también un derecho positivo por vía de conclusión en este ejemplo, es decir, “el que mate a otro
será penado”, esa parte es un derecho positivo por conclusión, que se deriva del precepto natural que es
que no hay que matar al inocente. Ahora, si es un parricidio, el objeto moral es distinto, ya no es un
homicidio, de manera tal que tiene un artículo distinto, a pesar de que emanan del mismo precepto natural
como es el de que no matar al inocente, pero sigue siendo una ley positiva por conclusión. Y si bien el
legislador es libre para determinar la pena por vía de determinación no podría por ejemplo saltarse una luz
roja tener una pena mayor que la de un homicidio.

En el caso del impuesto a la renta, es una norma por vía de conclusión porque es de derecho natural la
obligación de dar lo debido a la sociedad civil, porque hay que proveer al bien común, esto bajo un
criterio de justicia legal o total. El impuesto a la renta es uno que grava los ingresos de una persona, y esta
obligación de concretiza aún más por vía de determinación, que es el porcentaje o la tasa aplicada a cada
caso concreto. El hecho de pagar el impuesto es por vía de conclusión, pero la tasa es por vía de
determinación.

Aquí también existe un límite natural, porque la tasa no puede ser cualquiera, entonces la determinación
se ve restringida por ejemplo por el límite de quien “nadie puede pagar no lo que no tiene” o que no tenga
una extensión tal que le impida a la persona por si misma subsistir”. En el caso del impuesto a la renta en
la tasa se sigue una determinación o justo medio que sigue un criterio de justicia distributiva, así va a
aumentando la carga de manera proporcional, de modo que el que tiene menos paga menos y el que tiene
más paga más

En el caso de la prescripción por las que se adquiere la propiedad o se extinguen los derechos y
acciones. Es un principio de ley natural el “que las cosas se saneen con el tiempo”. En este caso el
principio puede llevar a las normas positivas establecer por conclusión de prescripción por ejemplo la
prescripción adquisitiva.

Lo mismo para la prescripción extintiva, así si me prestan algo a plazo y no me lo cobran, la obligación se
extinguió. Igualmente un delito que afecte a toda la humanidad se podría entender como imprescriptible.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Detrás de todo esto está la unidad del sistema jurídico, los preceptos naturales y jurídicos se encuentran
compenetrados incluso en aquellas materias en donde la ley natural es indiferente. Normalmente todas las normas
positivas legales o generales tienen siempre una parte por conclusión y una por determinación, son siempre
positivas por la promulgación que las positiviza y las hace vigentes en un cierto momento y lugar. Las normas
que sean exclusivamente por conclusión sin determinación podrían hacer aquellas meramente declarativas o
enunciativas de algún precepto de ley natural, como por ejemplo, las declaraciones de derecho, o sea, por ejemplo,
el hombre tiene derecho a la vida. En cambio, no puede haber nunca una norma que sea exclusivamente de
determinación porque siempre habrá un fundamento natural.

4. Conflictos entre el derecho natural y el derecho positivo


a. Obligatoriedad de la ley humana

La ley humana en cuanto participa de la ley natural es verdadera ley. Dicha participación esta determinada por si
la ley se deriva efectivamente de la ley natural por vía de conclusión o de determinación, con límites naturales
correspondientes, esa ley positiva será verdadera ley y participara por tanto de la fuerza obligatoria de la ley
natural. La obligatoriedad de la ley positiva así como de la ley natural está dada por la proporción natural que
existe entre la conducta debida y el fin al que se dirige ella, existiendo una necesidad racional de uno para
conseguir lo otro.

Esto es importante, no por la coacción, no es obligatoria por esto, sino que por la relación al fin. Aquí la norma se
hace tal por referirse al fin y no por la sanción, como lo diría por ejemplo el positivismo jurídico, porque para el
positivismo se vuelve obligatoria una ley por tener una coacción, mientras que en la escuela iusnaturalista una ley
es obligatoria por referirse al fin, que es el bien común. En consecuencia, la ley humana que es verdadera ley
puede ser aprehendida por la conciencia moral y en consecuencia resultar obligatoria en conciencia. Así la ley
humana se hace obligatoria en nosotros de la misma manera que en la ley natural, una vez que es aprehendida por
la razón práctica.

Esa aprehensión puede ser más o menos intensa según cada persona. Por ejemplo pagar el micro puede ser porque
es justa retribución, porque es un deber o porque nos pueden sancionar y muchas otras cosas, o porque quiero
mantener el sistema de transporte: todos estos ejemplos demuestran que a cada uno aprehende de forma distinta la
ley. Cualquiera sea la profundidad del conocimiento de las causas constitutiva de la ley, entre más perfecta sea el
conocimiento de una más en conciencia va a obligar la ley. Lo mismo pasa con la ley natural.

Entonces la obligatoriedad exige la proporción de un movimiento hacia el fin, la pena induce a obrar pero no
define la necesidad racional. Así la ley humana se vuelve obligatoria igual que la ley natural.

b. El problema de la ley injusta.

Surge aquí el conflicto de la ley humana que está en conflicto con la ley natural. Al respecto, la primera idea que
se nos presenta es que únicamente se puede hablar de ley injusta cuando tiene que ser conforme a otra ley con
vigencia anterior a ella. Si siguiésemos la doctrina del positivismo puro no podría haber ley injusta, porque se
sustenta en sí misma y en el legislador. Entonces todo lo que venga del legislador será algo normativamente eficaz
y en consecuencia justo.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Con todo, hay que distinguir aquellos conflictos aparentes en que no hay verdadera contrariedad entre la ley
positiva respecto de la ley natural. Así ocurre por ejemplo en:

 Aquellas leyes que no dirigen de modo perfecto al bien común, como ocurre por ejemplo con la ley que
establece el impuesto al valor agregado y se demostrara técnicamente que el 19% de tasa no es la más
justa, sino que debiese ser una distinta como un 18% o 20%, entonces no dirige de modo perfecto al bien
común. Aquí la ley es igualmente obligatoria y se sigue por determinación y por esto es obligatoria,
además en este caso aplica el principio de filosofía política de “la razón excluyente del legislador”, que
significa que habiendo varias alternativas licitas o posibles el legislador sanciona una de ellas
volviéndola obligatoria y no siendo por tanto seguir las demás.

 Cuando la ley humana prescribe la tolerancia de actos contrarios a la ley natural, o sea se trata de casos
de aplicación valida del principio de tolerancia. Así por ejemplo encontramos una ley que deroga el tipo
penal de la prostitución o como delito el adulterio, que ahora no tiene sanción penal, es decir ya no es
delito, esto por el principio de tolerancia.

 La no sanción penal al auto cultivo de marihuana, así por el principio de tolerancia no se sanciona el auto
cultivo, aunque no signifique un bien moral

 Cuando la ley humana no da protección a ciertos bienes o derechos naturales: Por ejemplo, el contrato de
esponsales, si es que uno de los dos decide incumplir con el contrato, no pasa nada. Otro ejemplo es la
falta de protección al derecho al lecho matrimonial.

 Cuando la ley positiva exige formalidades o solemnidades para el reconocimiento o validez de ciertos
actos jurídicos en cuales tampoco hay verdadera colisión entre derecho natural y positivo, son requisitos
establecidos por motivos de seguridad jurídica conforme a la prudencia gubernativa de la autoridad. En
cuanto al reconocimiento tenemos por ejemplo que los contratos de compraventa se deban celebrar por
escritura pública. En cuanto al establecimiento de requisitos de validez, la exigencia de que existencia 2
testigos para la celebración del matrimonio, pero es la voluntad de los cónyuges la que perfecciona el
matrimonio, los testigos son más bien para dar seguridad jurídica al dar fe de la inexistencia de
impedimentos.

 En el caso de que el legislador civil deja sin sanción un acto contrario a la ley natural: un acto de
suicidio. Esto se evita para que la persona no sufra más de lo que ya sufre, entonces se decide no aplicar
la pena.

En estos casos, es la potestad de la autoridad la que ordenando al bien común establece estas prescripciones y que
aparentan estar contra la ley natural, pero que en realidad son verdadera ordenación al bien común. Un fenómeno
similar es el de las leyes meramente penales, que son aquellas cuya materia es estrictamente positiva y cuyo
fundamento natural parece tan remoto que no obligan en conciencia sino únicamente a cumplir con la pena para el
caso de contravención. Un ejemplo seria: suponiendo que hay un cartel que diga no estacionar, y alguien se
estaciona de 3 a 3 y media de la madrugada y siente que no obliga en conciencia, porque no hay nadie,
objetivamente piensa que no está haciendo nada injusto, en ese caso la norma no obliga en conciencia, porque no
ordena al bien común, pero si llega un carabinero y le pone la multa, no se podría alegar no estar obligado a

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

pagarla. Si el carabinero decide no aplicar la sanción igual sería justo, porque estaría aplicando el principio de
equidad. Esta ley meramente penal es un caso de obligatoriedad especial de la ley civil

Los casos de real conflicto entre ley natural y ley positiva

En estos casos, falla o falta alguna de las causas de la ley y estamos frente a una ley que no es verdadera ley
porque le falta una de las causas y en consecuencia no engendra obligación alguna, no producen el efecto propio y
adecuado de toda ley que es la obligación. Estas leyes en principio, solo podrían obligar de modo accidental, en
aplicación del principio de la tolerancia, según el caso.
 Aquel caso en que la ley humana ordena o prescribe la ejecución de un acto o un objeto moral
intrínsecamente malo. Ej.: el proyecto de ley que pretende obligar a los médicos a hacer el aborto bajo
ciertas circunstancias, de manera que se permitió la objeción de conciencia. Aquí la persona o el
gobernado está obligado a no obedecer, porque el mal moral no puede ejecutarse bajo ninguna
circunstancia.
 Cuando la ley humana es injusta por adolecer de nulidad por excederse el legislador de sus atribuciones.
Por ejemplo: cuando una ley del legislador disuelve el congreso cuando no está facultado para hacerlo.
Aquí la persona está en principio obligada a obedecer, si con ello se logra evitar males mayores y
siempre que también su conducta sea pasiva y no activa respecto de un mal moral. Se puede desobedecer
si se da los requisitos de legítima defensa civil, o del derecho de rebelión [y que exista un grado de éxito]
Un ejemplo sería también la ley de divorcio, que es injusta por la indisolubilidad del matrimonio, yo
puedo acatarla, pero no me pueden obligar a divorciar.
 La norma positiva afecta o va contra la justicia distributiva incurriendo en el vicio de acepción de
persona, el acto directamente contrario a la justicia distributiva. Aquí la norma no obliga en conciencia,
pero se debe obedecer si uno es actor pasivo de la norma y si de la desobediencia no se siguen males
mayores. En consecuencia, la obligatoriedad es meramente accidental.

5. Relación entre la ley humana y la ley natural o moral.

Aquí nos preguntaremos es si a la ley humana le corresponde o compete prescribir todas las virtudes o prescribir
todos los vicios. Al respecto, no olvidemos que la ley humana se deriva del derecho natural y este a su vez es la
parte de la ley natural referido a las relaciones de justicia, entonces indudablemente, el derecho natural está
contenido en la ley natural o en la moral. Entonces se puede concluir que el derecho esta íntegramente contenido
en la moral y por eso la ley podría mandatar o referirse a los actos de todas las virtudes o prohibir la totalidad de
los vicios. La respuesta es que respecto de los actos virtuosos que directa o indirectamente se ordenan al bien
común, lo que incluye todos los actos de justicia y puede incluir actos de otras virtudes en la medida que al menos
indirectamente se refieren al bien común, por ejemplo un acto de sobriedad, no conducir bajo los efectos del
alcohol.

Respecto a los actos viciosos la ley humana los puede prohibir en cuanto se refieran a los injustos más graves que
afectan al bien común y a los cuales se puedan inhibir la generalidad de las personas.

UNIDAD 9
Parte especial del derecho natural

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Seguiremos el orden de las inclinaciones naturales, el primero de ellos el de la conservación de la sustancia que es
el que compartimos con todos los entes, en consecuencia veremos el derecho a la vida. Luego estudiaremos la
inclinación que tenemos con los demás vivientes, que es la conservación de la especie, y aquí estudiamos al
matrimonio. Como tercera inclinación vamos a estudiar la inclinación estrictamente racional siendo la más
importante de ellas la vida en sociedad y aquí estudiaremos la sociedad civil. Finalmente estudiaremos la
capacidad humana de apropiarse de los bienes, siendo capaz de ser dueño de sus propios actos, es
ontológicamente capaz de apropiarse de entes de menor entidad y aquí se estudiara la propiedad privada.

Antes de entrar en materia debemos clasificar a los derechos, de ahí que sean innatos o adquiridos.
 Innatos: son aquellos que se tienen por el hecho de constituirnos como ser humano. Son aquellos que
todos tienen por igual. Así por ejemplo tenemos el derecho a la vida
 Adquiridos: proviene de un acto distinto de la naturaleza. Son accidentales para el sujeto, así por ejemplo
tenemos el derecho se exigir el precio que se debe en una compraventa.

1. El derecho a la vida.

Es un derecho particular en su naturaleza y se define como aquella facultad moral de exigir el respeto a la propia
vida y con ella a la integridad de la persona. En consecuencia, se tiene el derecho de exigirle a la otra persona que
se abstenga de dañarme. Lo que el núcleo de este derecho dice es que todos los terceros deben abstenerse de
conductas que afectan a la integridad y vida de una persona, deben abstenerse de realizar conductas contrarias
al derecho a la vida y a la integridad.

Este derecho es el más importante, por una relación ontológica y lógica, porque el derecho a la vida es lo que
sustenta a los demás derechos. Es lo mismo como si sin sustancia no hay accidente, es decir, si no hay vida no
hay vivientes y si no hay vivientes no hay derecho.

Naturalmente tenemos el derecho de dominio que incluye uso, goce y disposición en donde claramente se
distingue un sujeto de derecho, respecto del objeto de derecho. ¿Sujeto y objeto son lo mismo o no? Son
claramente diferenciables, son entidades distintas. En el derecho a la vida no pasa esto, por eso es un derecho
especial, porque no se da esta distinción entre sujeto y objeto de derecho, esto porque la vida es una propiedad
del ente, o sea, la vida es la modalizacion de la esencia del ente, entonces hay una identificación entre esa
propiedad y ese ente, porque la propiedad es una específica de ese ente. Entonces sujeto y objeto son la misma
cosa, y por eso el derecho a la vida es un derecho especial, porque uno no habla de la vida y el ente como cosas
distintas.

En principio debiera haber una distinción entre objeto y sujeto, como en la relación jurídica de dominio, pudiendo
el sujeto disponer del objeto. El sujeto tiene título sobre el cual pueda disponer de ese objeto y si esto lo
aplicamos al derecho a la vida vamos a ver que existe una identificación entre sujeto y objeto lo cual implica que
el sujeto y objeto son lo mismo, de ahí que se afirme que el sujeto no puede disponer de la vida, por eso decimos
que es un derecho indirecto. ¿Por qué el hombre no puede disponer de su propia vida? Porque es un derecho
indirecto o de administración que significa que se le da la vida, puede usar de ella, pero no puede disponer de ella,
es decir, no puede ponerle fin, esto porque no somos causa de nosotros mismos, sino que tenemos causa en otro.
Y esto implica que no puede poner fin a su vida o disponer de la misma.

63
Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Entonces se establece un precepto prohibitivo de primer orden [pensando en el contenido de la ley natural] que
consiste en “no atentar contra la vida propia o ajena”, que puede ser precepto, derecho o deber que rige el derecho
a la vida. Esto no implica sin embargo que siempre se tenga que obedecer el precepto, puesto que somos libres
por naturaleza, y es por esto que hay gente que se suicida o que mata a otro sin causa. Esto implica no obstante
una consecuencia: la responsabilidad respecto del acto. ¿Entonces pueden verificarse actos contrarios a la ley
natural? Si, puesto que nuestra naturaleza es libre, sin embargo somos responsables de nuestros actos y genera un
reproche en nuestra conciencia.

Resumiendo entonces el derecho a la vida es un derecho indirecto y de administración. El derecho a la vida exige
cierta conducta de terceros por lo tanto es un derecho negativo, lo cual implica que tenemos derecho que los
demás no nos agreda. En segundo lugar es un derecho indisponible, porque es un derecho de administración,
viene una causa distinta de nosotros, además es fundamento de los demás derechos.

1.2. Fundamentos del derecho a la vida

¿Por qué no se puede disponer de la vida?

 Teológico: el alma es infusa por Dios, y los seres vivientes son seres que tienen alma. De ahí entonces
que la vida sea algo que Dios nos da. Entonces el acto de Dios de crearnos es un movimiento
trascendente que termina fuera de Dios y es un mero acto de liberalidad, porque dios es acto puro, lo
cual significa que no requiere de otra cosa o movimiento para ser perfecto porque ya lo es. Por lo tanto
Dios nos crea por mera liberalidad, por acto de amor. De ahí entonces que la vida es un regalo que os da
dios de pura generosidad y atentar en contra de ella seria atentar en contra de Dios.

 Ontológico: vida y viviente son cuestiones indisociables, porque son lo mismo. La vida es la que permite
la subsistencia del ente de ahí entonces que sustenta la existencia y los demás derechos. Esto es
importante porque la vida se relaciona con los preceptos primarios de la ley natural, en particular con los
de primer orden, que son más evidentes y necesarios para alcanzar el bien propiamente humano. En
consecuencia se concluye la primacía del derecho a la vida por sobre otros derechos. Entonces por
ejemplo: esta primero el derecho a la vida y de este se deriva el derecho del matrimonio y también se
tiene derecho educar a los hijos que se tengan. Dentro de todos estos derechos tienen como base un
derecho anterior que es el derecho a la vida, es el que funda a los demás derechos. Se indica que el
derecho a la vida es el principal que permite que los demás derechos puedan ejercerse y tenerse.

 Ético: implica que todas las personas tienen derecho a que se les respete su vida porque ella es condición
necesaria para la perfección de cualquier otro atributo humano y para alcanzar el fin último. De ahí que
nadie tenga derecho de mermar a una persona de que alcance su fin último.

Se derivan ciertos preceptos imperativos respecto del derecho a la vida: la legítima defensa.

1.3. Conductas contrarias al derecho a la vida

1. Homicidio: consiste en un acto de dar muerte al inocente o a un ser humano inocente sin que medie una
razón suficiente. Cuando hablamos de inocente es aquel que no realiza un daño a otra persona y la razón

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Derecho Natural

suficiente se da para justificar la muerte del sujeto, es decir, cuando es legítima defensa, la persona deja
de ser inocente y hay razón suficiente para defenderse. Esto no ocurre en el homicidio, como si lo existe
en la legítima defensa. El homicidio consiste en que se le quita la vida a una persona inocente en donde
no se tiene derecho o razón para hacerlo, ya sea por acción positiva, o por omisión.

¿De dónde proviene que sea un acto intrínsecamente malo?

Se debe considerar el primer precepto/principio de la ley natural, que indica no matar al inocente, que esta
formulado de forma negativa, por lo tanto es un principio prohibitivo, que indican absolutos morales, que
significa que nunca bajo ninguna circunstancia se puede realizar. Entonces ¿Qué es lo que hace que el
homicidio sea intrínsecamente malo? En primer lugar es intrínsecamente malo, porque el derecho a la
vida no está dentro del dominio humano. En segundo el titular del derecho a la vida, tiene una atribución
jurídica respecto de ella. El derecho a la vida consiste en un derecho que administración, es decir, se
puede gozar y usar pero no disponer. En tercer lugar es que el individuo es parte de la sociedad, porque
todos contribuyen a la realización del bien común, entonces si se mata a una persona, no solo se atenta a
la vida de esa persona, sino de toda la sociedad en su conjunto.

Clasificación:
 Directo: Aquel en el cual se realizan acciones positivas que están destinadas a causar la muerte del
individuo. El hecho de que sea destinada es lo que lo distingue del homicidio indirecto. Aquí existe
voluntariedad del acto, por lo tanto hay responsabilidad total.
 Indirecto: aquel en el que la muerte de una persona no se causa por una acción querida, sino que se
tiene como efecto de una acción que no es intencionada, por el concurso imprevisto de otro agente.
Aquí hay que ver cuál es el elemento que produce la realización del acto, puede ser por error o por
ignorancia, por lo tanto en principio no produce una responsabilidad moral.

2. Suicidio: es la occisión de sí mismo o la muerte a propia mano.


 Directo: es la destrucción de la propia vida directamente procurada sea por medio de una acción o
de una omisión.
 Indirecto: es aquella que proviene de una causa ajena a nuestra voluntad, aunque nosotros
colaboremos con la acción, es decir colabora con la acción material que hace que lo mate. Ej.:
Arturo Pratt cuando se tira y le pegan un balazo.

Estos dependen si el agente lo realiza de forma consiente y deliberada. Cuando lo hace, es un suicidio
directo, cuando no, es un suicidio indirecto.

¿Es licito suicidarse o no? Desarrollo de Santo Tomás.

 Objeciones
Lo primero que trata santo tomas son las objeciones de la ilicitud del suicidio, es decir, seria licito cometer
suicidio.

Un primer argumento es que el homicidio constituye un atentado a la justicia y uno de los requisitos de la
juridicidad es la alteridad, es decir, requiere de dos personas, pero el suicidio solo implica una persona, por lo

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

tanto no sería contrario a la justicia, porque nadie puede cometer una injusticia consigo mismo. El segundo
argumento es que si es licito que quien ejerce la autoridad aplica la pena de muerte de ciertos casos, puede darse
la posibilidad que sea la propia persona que ejerce la autoridad quien caiga en la causal para aplicar la pena de
muerte, entonces en virtud de esto sería licito cometer suicidio. Un tercer argumento es que se cometan
suicidios para evitar males morales mayores, como por ejemplo la vergüenza.

 Argumentos para rechazar la licitud del suicidio

En primer lugar, cada cosa por naturaleza se ama a sí mismo, por tanto lo que busca es conservarse en su
existencia. Por tanto entonces el suicidio sería un acto contrario a las inclinaciones propias de la naturaleza
humana. Es también contrario a la caridad, en el sentido que se desprecia la propia vida (El ser humano proviene
de otra fuente que es Dios). Un segundo argumento es que una parte pertenece al todo, y el sujeto en cuanto
parte pertenece a la sociedad en el sentido del bien común, porque la sociedad necesita de las personas para
realizar el bien común, entonces el suicidio le hace daño a la comunidad.

 Respuestas a las objeciones.

El suicidio si constituye un acto contrario a la justicia y a la caridad, en el sentido que ya vimos. En segundo
lugar, en el caso de la autoridad que aplica la muerte a una persona, no puede darse en el caso del suicidio porque
quien ejerce la autoridad en donde cae la causal de aplicar la pena no puede ser uno mismo, nadie puede ser juez
de uno mismo, sino que tiene ponerse a disposición de otra persona, como por ejemplo, los jueces de la corte
suprema. En tercer lugar, un hombre es dueño de sus propios actos, y tiene el uso y el goce de este derecho a la
vida, pero no la disposición, por tanto estar vivo o dejar de estarlo no está dentro de la potestad de un hombre, es
ajeno a su voluntad. Y como dice Aristóteles el mayor mal que nos puede pasar es estar muerto, porque el sujeto
no puede realizar ningún otro acto, porque carece de acto primero.

 Occisión indirecta

Basta con decir, que una cosa es la prohibición absoluta de no cometer ninguna acción en contra de la vida y una
cosa distinta es proveer los medios para conservar la vida. Existe la obligación de conservar la vida a través de
medios comunes y que no existe la obligación de proveer medios extraordinarios.  Esto se refiere a la eutanasia

3. Aborto: es definido como la interrupción voluntaria del embarazo o es un conjunto de acciones positivas,
directamente orientadas a producir la muerte del embrión, sea cuando se separe de la madre cuando aún
no es viables, o por su occisión directa. En términos médicos, se habla de que un feto es viable a partir del
tercer trimestre. Cuando se separa de la madre es que se induce al parto de un feto que no es viable, y no
se le otorgan los medios para que conserve la vida. Cuando es prematuro, las probabilidades de que viva
es más baja.

 Clasificación
o Espontaneo: es el que se produce sin intervención de la madre y generalmente se confunden con
causas generales, es decir, que la madre tenga ciertas anomalías biológicas que provoquen el aborto
o Provocado: se realizan acciones positivas destinadas a poner fin al feto.

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Derecho Natural

o ¿Qué se entiende por aborto terapéutico?: el aborto terapéutico es aquel que se produce de una
consecuencia no deseada por una intervención médica. La máxima del paciente es siempre salvar a
ambos paciente, no obstante se pueden ejercer acciones para salvar a la madre, pero puede darse
como efecto no querido la muerte del feto, y este es un efecto que va más allá de la intención del
agente. Su fin entonces no es poner término a la vida del feto, sino que se tiene como efecto.

Debido al debate público se entiende como aquel que provoca la muerte del feto como fin, para
salvar la vida de la madre.

 ¿el concebido no nacido es persona?


o Respuesta filosófica: el primer paso para entender esta respuesta es que los sujetos se conocen por
los accidentes. Sin embargo lo que determina al sujeto es la forma, entonces un ente se va a
reconocer por sus accidentes, pero estos no lo determinan, porque lo que determina a la sustancia es
su forma. En segundo lugar los accidentes pueden estar en acto o en potencia; si están en potencias
basta el mero paso del tiempo para que se actualicen, entonces desde el punto de vista de la línea de
continuidad de los accidentes aquello que une al accidente en potencia al acto es la forma sustancial
y la forma es el acto primero y es lo que permite que en definitiva que en solo la sustancia puedan
inherir los accidentes.

¿Si el accidente no se ha actualizado, eso quiere decir que el ente deja de ser en virtud de la forma?
No, de ahí entonces que si el embrión no parece humano o no luce como uno no significa que no lo
sea. El embrión va a adquirir todos los accidentes de carácter humano, realizara acciones de
naturaleza espiritual, como pensar o querer, y si el ente es espiritual en el presente quiere decir que
lo fue en el pasado y lo será también en el futuro.

Todas las potencias en el embrión, propias del ser humano se encuentran en hábito y no en acto, esto
significa que ya las tiene, pero que aún no puede llevarlas a efecto, no puede actualizarlas, pero esto
no quiere decir que no estén presentes.

o Respuesta científica: AUDIENCIA PUBLICA ROL 3729 DIA UNO GRUPO EXPONENTE 1

 Argumento del violinista

Es una analogía respecto del aborto en caso de violación. Pero en toda analogía es en parte igual y en parte
distinta. Existe un precepto general de que nadie está obligado a hacer el bien respecto de su próximo, lo que no
se puede hacer es causar daño, pero a la inversa no se tiene la obligación del hacer el bien para cada uno de los
individuos. Este argumento del violinista esconde tras sí una falacia, porque la madre respecto del feto tiene una
posición garante porque tiene ciertos deberes respecto de otros sujetos y en el caso de incumplimiento se genera
una obligación. En el caso de la madre existe la posición del garante de un modo sustancial y no accidental y la
diferencia entre que el feto este en el vientre y afuera es solo un cambio de medio, y todo ser vivo depende de un
medio ambiente y se relaciona con él. Entonces ese medio ambiente especial que constituye la madre para el feto
es la posición de garante con respecto del feto, considerando que en ambos existe una alteridad imperfecta.

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Derecho Natural

Del punto de vista positivo no cabe ninguna duda de que el padre tiene un deber de cuidado especial con respecto
de los hijos, ya sea civil o penalmente. Esto es aún más intenso en el derecho natural, porque el hijo depende de
los padres, específicamente de la madre.

En el caso del violinista se tiene una posición de garante, pero esta es una posición accidental. Además que
cuando se desconecta del violinista el fin es solo desconectarse, en cambio en el aborto se tiene como fin acabar
con la vida del feto.
 Métodos

Entre la semana 5-13 (primer trimestre): lo que se hace es abrir el cuello del útero y se mete una
aspiradora y con eso se elimina el feto y empezar a raspar lo que queda para que no se produzca una
infección.
Entre la semana 14-24 (segundo trimestre): hay que abrir el cuello del útero, y lo que se hace es sacar al
feto por trozos y la cabeza se tritura.
Entre la 25 y las que quedan (tercer trimestre): aquí la mujer corre más riesgo. Se mete un líquido dentro
del líquido amniótico para efectos de que la guagua se muera dentro y se expulse el cadáver.

Consecuencias:
 Se puede desangrar la mujer porque el cuello del útero no está hecho para ser abierto.
 Infección
 Perforación del útero, vejiga e intestino
 La técnica del raspaje provoca que la mujer tenga más riesgos de tener partos prematuros.
 Produce en la mujer un incremento en patologías mentales como la ansiedad, depresión. De hecho podría
decirse que el suicidio de las mujeres está íntimamente ligado con el aborto que se han hecho.

El aborto en tres causales:


 La mujer se encuentra en peligro tal que está en riesgo su vida: lo que se produce es el principio del
doble efecto, que de hecho ya está presente en los protocolos clínicos. Entonces esta causal no dice nada
o podría decirlo todo, porque el riesgo de la madre se dan en presente y no al futuro, pero ¿Cómo
sabemos que es lo que constituye un riesgo para la madre?
 Inviabilidad del feto (patología congénita de carácter letal): la patología congénita letal se define de
diferentes maneras. Por tanto la pregunta que se va a entender esta anomalía y como se va proceder
respecto de ella. [se tiene que acudir a un médico especialista en el tema] ¿Cómo determinamos que ese
feto es efectivamente inviable? Esto es imposible
 En caso de violación.

4. Eugenesia:
5. Eutanasia:

06-11-2017
1.4. La legítima defensa
1.4.1. Concepto
1.4.2. Requisitos

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Derecho Natural

1.4.3. Clasificación

1.4.1. Concepto

La legítima defensa es aquel derecho natural que permite a su titular a repeler o defender la vida o la integridad,
de una agresión injusta. La legítima defensa no es una excepción del derecho a la vida, sino que es una derivación
o se sigue del derecho a la vida, muchas veces se entiende que en ciertos casos excepcionales uno puede dar
muerte a alguien, pero ya habíamos visto que matar injustamente es un absoluto moral, por lo tanto es contrario al
derecho a la vida. La legítima defensa es un objeto moral específico, o una especie moral distinta de matar aunque
pueda compartir de modo accidental el mismo objeto o especie natural que el objeto moral o especie moral de
matar o de agredir a otro.

El fundamento de la legitima defensa consiste en la subrogación que hace un particular respecto del ius puniendi
del estado, mediante la cual frente a casos urgentes el particular está habilitado para no acudir a la autoridad y
defenderse por sí mismo de una agresión injusta. El ius puniendi es uno de los atributos de la autoridad política
que consiste en el monopolio de la fuerza de la autoridad para aplicar castigos o penas, a aquellos injustos que
atenten especialmente contra la justicia total o la particular conmutativa. El derecho penal o el administrativo
sancionatorio son expresiones jurídico-positivas del ius puniendi de la autoridad.

Sin perjuicio de que en la legitima defensa la especie moral “defenderse” es una moralmente buena, de todas
maneras deben recurrir todos los otros elementos o fuentes de la moralidad, para que el acto de defensa que se
pretende sea moralmente bueno, en consecuencia, la intención y las circunstancias también deben ser moralmente
buenas. En cuanto a las circunstancias se refieren principalmente los requisitos de la legítima defensa.

1.4.2. Requisitos
 En relación a la agresión
o Injusta: que proviene de un sujeto racional que no tiene derecho para realizarla. Cuando
estudiamos la justicia habíamos visto que su justo medio es objetivo y no atiende tanto a la
persona del acreedor o del deudor. En consecuencia, por ejemplo, un niño que me agrede
también es un agresor injusto y tengo derecho a defenderme.
o Actual o inminente: actual significa que la agresión esté presente y la inminencia significa una
futuridad pero muy próxima a realizarse o volverse actual. Lo que define la inminencia es la
posibilidad para acudir o no a la autoridad.

 En relación a la defensa
o Que la defensa sea “ultima ratio”: o sea que no haya otro medio disponible para defenderse o
para repeler la agresión. Este requisito es el equivalente de la actualidad o inminencia de la
agresión. Es decir, dado que la agresión sea actual o inminente, la defensa tiene que ser el único
medio disponible.
o Proporcionalidad: en la medida que sea el medio necesario para conseguir la defensa de la vida
o de la integridad.

1.4.3. Clasificación

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Derecho Natural

 Propia
 De terceros.

Según los afectados o las víctimas de la agresión injusta:

 Individual: unos
 Colectiva: varios.
o Pena de muerte: es posible justificarla como legítima defensa, en que incluso teniendo el agresor
en la cárcel aun así no se logra evitar que atente contra la vida o integridad de las personas. Ej.:
Pablo Escobar.
o El derecho de rebelión: es aquella forma de legítima defensa colectiva en el cual la sociedad
civil se defiende de un gobierno injusto. Los requisitos que tradicionalmente se exigen para el
derecho a la rebelión son:
 Que el gobierno sea injusto o ilegitimo, que significa que no solo no se dirija al bien
común, sino que existe una injusticia radical y manifiesta que afecte de modo
generalizado los preceptos primarios de la ley natural.
 Que de la rebelión no se sigan males mayores para la sociedad
 Que los líderes de la rebelión tengan la real intención de restaurar un orden jurídico
injusto
 Que la rebelión tenga reales posibilidades de éxito.

2. Matrimonio
2.1. Concepto
2.2. Fines
2.3. Propiedades

2.1. Concepto

El matrimonio se puede entender en dos sentidos. Una como la comunidad de vida que forman marido y mujer,
con el fin de procrear y auxiliarse mutuamente. Este sentido es un sentido habitual, existencial o subsistente, in
facto esse, aquí el efecto se mantiene, la comunidad subsiste después de la unión o sociedad conyugal. Esta
sociedad es una sociedad natural porque es exigida por la naturaleza. Otro sentido es el de la unión actual de los
cónyuges que se donan mutuamente en el acto conyugal, este sentido es el in fieri, así se constituye el
matrimonio, y en consecuencia así se renueva o se actualiza en la sucesión de la sociedad conyugal.

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Derecho Natural

En el matrimonio la causa material son los propios cónyuges y la causa formal está dada por la mutua donación
personal del uno al otro. Las causas intrínsecas del matrimonio son siempre los mismos cónyuges, y aquí son al
mismo tiempo objeto y sujeto de la relación, dado que el respectivo cónyuge se dona o se da a sí mismo al otro y
en ese darse es “objeto” y al recibir al otro es “sujeto”. Es por eso que la concepción del matrimonio como un
contrato resulta restringida porque en el contrato dos sujetos intercambian bienes u objetos distintos del propio
sujeto, en cambio en el matrimonio el objeto son los mismos contrayentes y por eso se define como una sociedad
y no como un contrato, como una unión que da lugar a una tercia pars, una entidad distinta de los miembros que
la componen y de la mera suma de los miembros que componen la sociedad.

La causa eficiente del matrimonio es el mutuo consentimiento de los cónyuges, en cuanto a darse mutuamente.
Este consentimiento queda afirme y consumado luego del acto conyugal in fieri. Este es el matrimonio “ratio y
consumado”. En cuanto a la causa final alude a los fines del matrimonio los cuales determinan su forma y da
lugar o justifica sus propiedades o atributos. En definitiva lo que da lugar al matrimonio es la unión de los
contrayentes que no puede ser otra sino una unión personal, entonces para entender esto recordemos en primer
lugar que entre las manifestaciones de la personalidad se encontraba la comunicabilidad, la intimidad o
interioridad y la capacidad de donación. En el matrimonio estos atributos o características de la personalidad se
manifiestan en grado sumo o máximo, así ocurre especialmente con la capacidad de donar, que se da en el grado
más completo posible pues su objeto es la donación de la propia persona a la otra. Es por esto que siempre se ha
explicado que en cualquier matrimonio los ministros que concurren a su celebración son los propios contrayentes,
los que se casan siempre o los que son causa eficiente del matrimonio son los mismos contrayentes de modo tal
que el cura o el funcionario oficial del registro civil solo es un ministro de fe que permite dar certeza jurídica
acerca del conocimiento libre y de la inexistencia de impedimentos o de vicios del matrimonio.

En consecuencia en un estado donde no haya curita o registro civil, de todas maneras existirá el matrimonio como
institución natural. Y de igual manera el amor que da lugar al matrimonio es también es un amor de tipo personal,
de persona, que es aquel que nace de un sujeto y de la integridad del sujeto y no solo del apetito concupiscible
hacia la otra persona íntegramente. Luego la donación que tiene lugar en el matrimonio es una personal, en donde
de cierto modo cada cónyuge pierde dominio de sí mismo pues se ha entregado al otro y sin que el otro lo ocupe
como medio.

Por último, esta unión personal da lugar a una tercera entidad que podemos denominar como una familia. La
familia, es una sociedad natural cuyo origen está en la unión conyugal personal, es una sociedad natural y
necesaria. Natural porque es el resultado de la inclinación natural a la unión de los sexos y la conservación de la
especie y es necesaria porque sin ella no pueden conseguirse ciertos bienes necesarios para la perfección humana.
Sin embargo, es una sociedad incompleta, porque no puede por sí sola proveer de todos los bienes que los
miembros necesitan para su perfección. En la familia es posible encontrar una relación de analogía, en otras
palabras, la realidad familiar se puede dar de distintas maneras con diversos grados de participación de la
perfección familiar. Así por ejemplo, si un matrimonio no tiene hijos también son familia.

En el caso de la unión homosexual puede amor personal, pero habrá que examinar si participa o no de los fines
matrimoniales y por lo tanto de los fines de la familia. Entonces, para esto hay que ver la causa final y podría
haber matrimonio.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

Por último, la sociedad civil es una sociedad artificial en su concreción y por tanto si bien es natural en su origen,
esa “naturalidad” de la sociedad civil es en grado menos intenso que en la sociedad familiar. En otras palabras, las
personas nacen y se vinculan con su familia y a través de ella se vinculan con el estado, y de esto se sigue una
prioridad ontológica de la familia respecto del estado. Esta tesis, nos permite rechazar dos extremos de gobierno
político: un sistema totalitario que destruya la familia y del otro un sistema absolutamente liberal o individualista
que considere solamente a la persona con exclusión de la familia.

2.2. Fines

Aquí nos referimos a cual sea la causa final del matrimonio. Ahora, desde el punto de vista metafísico, la causa
final de un ente solo puede ser una, porque de lo contrario el ente no sería solo un ente porque tendría más de una
naturaleza, es por eso que cuando se habla del punto de vista metafísico del matrimonio se distingue un fin
primario que se identifica con la causa final del matrimonio que le da su forma y otro fin que se dice secundario
que no corresponde a la causa final pero que si es una finalidad en un orden entitativamente inferior.

 Fin procreativo:

El fin primario del matrimonio es la procreación, crianza y educación de la prole. Se habla de una procreación y
no de una simple reproducción como ocurre con los demás vivientes. La explicación filosófica es que en el caso
de los otros vivientes el único principio de individuación es la materia del sujeto [materia asignada por la
cantidad], pero la forma es la misma. En cambio el ser humano o el sujeto racional, tiene en su alma sustancial
tiene también un principio de individuación, porque el alma humana es subsistente y por tanto individual, y cada
alma solo puede ser resultado de infusión de Dios y no producto de los padres, entonces se habla de procreación
en el sentido de que hay una participación de la creación de Dios en el acto de infundir un alma en el sujeto.

El resultado de esta procreación es otro ser personal, otro sujeto racional y por tanto el deber de los padres a ese
respecto es el de criar y educarlos. La crianza alude a la provisión de bienes materiales o corpóreos mientras que
la educación alude a la trasmisión de bienes morales, que es enseñar la cultura [idioma, historia, costumbres] y las
virtudes. Esto justifica el derecho preferente de los padres de educar a sus hijos.

Del carácter primario de este fin se sigue el principio general del derecho que es el interés superior del niño, o sea,
en una familia o entre los cónyuges el interés principal o el fin principal debe ser buscar el bien de los hijos. Y ese
es uno de los principios angulares del derecho de familia. En consecuencia, cuando se discute la relación directa y
permanente de los padres separados respecto de los hijos [derecho de tuición y derecho de visita], en el derecho
chileno actual es derecho positivo por conclusión y el criterio para determinar la relación directa y permanente de
los padres hacia los hijos, es el interés del niño.
En el caso de la adopción se cumple también el fin procreativo, porque si bien no se procreó a ese sujeto, se le
incorporo a la familia para su crianza y educación.

 Fin unitivo:

Implica la unión personal de los cónyuges, por lo tanto es una unión de vida que responde a la vida mutua y al
mutuo auxilio o socorro. De este fin se siguen diversos derechos específicos como el de mutuo respeto, el de
fidelidad y el deber de vivir en la misma casa. Esta unión encuentra su origen en la unión conyugal, entonces

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

como se puede ver la unión conyugal y no solamente sexual tiene fines esenciales o naturales que determinan a
su vez los fines del matrimonio, que es personal en donde cada cónyuge ve al otro como fin y no como medio
para la satisfacción del placer y por lo tanto degradar a la otra persona. En la práctica, esta degradación afecta más
a la mujer, porque es la que con el tiempo resulta ser más repudiada por no proveer de todo el placer que quisiera
conseguir el hombre y eso será en la medida que no sea amor personal, sino que se vea a la otra persona como
medio sino como medio, en una amor de utilidad.

El problema de la impotencia:

Se puede manifestar de dos maneras:


 Cohuendi: impotencia para copular, que es la que impide la unión conyugal. Esta impotencia puede ser
causal de nulidad del matrimonio, porque en este no se puede consumar el matrimonio que es su concepto
actual [in fieri], y quedaría en un estado meramente potencial.
 Generandi: es la que no inhabilita para realizar el acto conyugal, pero no dará lugar o es inepta para
producir o engendrar hijos. Este tipo de impotencia no afecta la validez del matrimonio, sin embargo resta
ver si esa condición es una condición oculta o si se engañó al cónyuge, y si fue así, el matrimonio también
podría ser nulo por ausencia de un consentimiento valido.

La unión conyugal, es un caso muy raro donde producto de la unión corpórea tiene lugar una unión que va más
allá de lo corpóreo, así mismo ocurre en el amamantamiento, que es una cosa corpórea que sin embargo tiene
efectos que van más allá de los corpóreo y se produce un vínculo entre la mamá y el hijo.

2.3. Propiedades

Son consecuencias de la mutua donación que implica su constitución. Son además, preceptos secundarios de la
ley natural, pues constituyen medios para conseguir los fines del matrimonio que a su vez son de orden primario.

 Unidad: la unión de dos sujetos como resultado de la donación radical del uno a otro. Luego, esta unidad
es además de un hombre con una mujer. Para explicar esto, necesitamos hacer una profundización de
antropología filosófica de lo que significa ser hombre y mujer. Qué implica ser hombre o mujer, o a que
se ordena ser hombre o ser mujer, lo podemos ver analizando las diferencias entre ambos en los distintos
niveles en que estas se manifiestan:
o A nivel cromosomático: ya a nivel celular el hombre tiene una constitución XY y la mujer XX
o A nivel orgánico: el hombre tiene ciertos órganos distintos de otros órganos que tienen las
mujeres.
o A nivel anatómico: por lo general la mujer tiene caderas más anchas, tiene distinta proporción de
brazos y piernas, a diferencia al hombre, tiene mayor tejido adiposo que el hombre, etc.
o A nivel sicológico o de carácter: las mujeres suelen ser más delicadas y sensibles que lo hombres,
preocupadas por los detalles, más reflexivas, y el hombre suele ser más rudo y preocupado del
resultado, mas acertivo en lugar de reflexivo.

Vistas estas diferencias, surge la pregunta de porque surgen estas diferencias. La respuesta es que las
diferencias de las mujeres apuntan a la maternidad y en el caso de los hombres apuntan a la
paternidad, luego las diferencias permiten los fines del acto conyugal y por tanto del matrimonio

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Derecho Natural

(procreativo y unitivo). Estas diferencias además son complementarias entre sí. Así se justifica que la
unión matrimonial sea entre hombre y mujer, porque es esa unión la que ordena o posibilita la
procreación que es el fin primario. De este modo se descartan las distintas formas poligamias donde
tenemos a la poliandria [Mujer - muchos hombres] y a la poliginia [hombre - muchas mujeres] y a la
unión del mismo sexo. Esto no significa que no pueda realizarse estas cosas, solo significa que son
contrarias al matrimonio.

 Indisolubilidad: significa que la unión conyugal entendida en su sentido existencial [in facto esse] es una
unión que no puede ser disuelta ni aun por consentimiento mutuo de los mismos cónyuges. Es
consecuencia de la donación, ya que cada cónyuge al donarse pierde dominio de sí, no puede solicitar que
se le devuelva. Si no, se genera el riesgo de abandono, y aquí la parte más afectada es la más vulnerable
es la mujer. La indisolubilidad implica que el vínculo matrimonial es indisoluble, pero no implica que
hombre y mujer deban estar juntos siempre bajo cualquier circunstancia, como por ejemplo cuando uno
golpea al otro, pero el vínculo no se disuelve, porque si se pudiera disolver, significaría que hay un
incentivo para librarse del otro, por lo tanto no necesita cuidarlo y por ende lo maltrataría.

 Perpetuidad: significa que el matrimonio dura hasta la muerte y se extingue con ella. La explicación de
esto está nuevamente en los fines del matrimonio y es que ambos fines, están intrínsecamente unidos a la
existencia corpórea, o sea, la generación de la prole depende del cuerpo y así mismo la unión conyugal.
Luego cuando se produce la muerte, y se rompe la unidad de cuerpo y el alma, el matrimonio pierde
sentido y no puede cumplir sus fines, por lo tanto se termina el vínculo.

El matrimonio es un medio necesario para alcanzar el fin último. Es necesario para la conservación de la especie y
es necesario para que cada sujeto alcance perfecciones que no puede conseguir sin el matrimonio. Ahora bien,
este fin de la conservación de la especie es un fin universal de la especie, es la especie humana la que tiene la
obligación de conservar su especie, y puede ser que un sujeto en concreto no cumpla con ese fin, por lo tanto no
se afecta ese fin universal si un sujeto particular no lo consigue. ¿Cuándo es lícito para un sujeto no dirigirse al fin
universal? Hay dos casos:
 Sacerdote: es una persona que consagra su vida un bien de tipo teologal o sobrenatural. En estos casos, la
abstención del fin es lícita, porque hay un fin de tipo sobrenatural que la justifica, hay un fin
entitativamente más perfecto. ¿Qué pasa si el sacerdote es el último hombre de la tierra? No queda
liberado del fin de conservar de la especie, porque es el único que puede conservar la especie, por lo tanto
estaría obligado a buscar la conservación de la especie.
 Una persona naturalmente no tiene hijos o no se casa: hay que ver o juzgar desde el punto de vista de la
reprochabilidad y según los motivos o las causas de él. Si una persona decide no tener hijos porque
preferiría obtener un bien egoísta si sería malo. Sin embargo, es lícito que una persona postergue el
matrimonio y lo mismo con la decisión de tener hijos.

3. Sociedad Civil

La sociedad civil o política es la sociedad perfecta en el orden político que se constituye como sociedad de
sociedades y que se ordenan de manera tal que se dirija al bien común, esto es, al bien de sus miembros dentro de
dichas sociedades.
3.1. Características de la sociedad civil

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Derecho Natural

 Es un ente real o extra mental: existe fuera de la mente, sino que existe la sociedad en otro, es decir, es
un accidente y en particular un accidente de relación
 Es natural en su origen y artificial en su concreción: natural porque es una manifestación de una
inclinación natural de vivir con otros [inclinación primaria de tercer orden]. Artificial, porque que exista
una sociedad civil en concreto no es de ley natural, sino que es positivo o depende de la voluntad de los
hombres. Ej.: no es de ley natural ser de alguna nacionalidad
 Es sucesiva: se va renovando a través del tiempo, del mismo modo en que se renuevan sus miembros.
Frente a esto surge la pregunta de cómo se logra que mantenga una cierta subsistencia. Esta unidad de la
sociedad civil se logra de dos maneras:
o Desde una causalidad eficiente mediante la acción de la autoridad
o Desde una causalidad material, la unidad a través de la sucesión se logra con la cultura y en
particular la tradición de una sociedad civil. El resultado de esto es que los miembros se
reconocen con una identidad propia y distinta de las otras sociedades.
 Es necesaria y completa: al igual que la sociedad familiar es necesaria porque la naturaleza humana
exige o demanda vivir con otros para alcanzar la perfección, y además se dice completa porque en ella se
pueden conseguir los bienes necesarios para alcanzar el fin último.

3.2. Causas de la sociedad civil

 Material: son los miembros que la componen. Sin embargo dichos miembros tienen una Asociatividad
que exige distinguir los siguiente:
o Causa material primaria: que son aquellos cuerpos o grupos intermedios en los que de modo
más inmediato se asocian los individuos. El primero y más importante es la familia. Estos grupos
permiten conseguir ciertos fines particulares
o Causa material secundaria: son los individuos que componen la sociedad, que se relacionan con
el estado siempre y únicamente a través de los grupos intermedios.
 Causa formal: corresponde al mismo bien común en cuanto intencionalmente aprehendido por los
miembros de la sociedad. Entonces por ejemplo la forma más común de hacer esta aprehensión es con el
cumplimiento de la ley. [aunque también se puede dar por ejemplo en el caso de un partido, donde todos
están pensando lo mismo, o en la teletón]
 Causa eficiente:
o Primaria: que es la autoridad que dirige al bien común. La principal manera de dirigir al bien
común es a través de las leyes, luego a la autoridad legislativa es la primera o la más importante
autoridad. Es la causa de la unidad de la sociedad civil, puesto que es ella la que propone el fin
al cual deben dirigirse los grupos intermedios de la sociedad.
o Secundaria: son las sociedades intermedias y las personas que obedecen la ley y acatan las
ordenes de la autoridad
 Causa final: es el bien común, que es el bien del hombre que se consigue únicamente dentro de la
sociedad civil. El bien común incluye diversos tipos de bienes:
o Los exteriores, como por ejemplo que exista una estructura gubernativa.
o Los corpóreos, que son bienes comunes que se distribuyen entre los particulares. Por ejemplo los
subsidios, alimentación, etc.

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Araceli Jiménez C.
Derecho Natural

o Los espirituales, que si son bienes estrictamente comunes, porque se pueden comunicar a otros y
se pueden gozar por varios o por muchos sin agotar por ellos agotar el bien, por ejemplo la
educación.

El bien común consiste entonces en el adecuado modo de relación entre estos tres tipos de bienes
dispuestos por la autoridad y esto es lo que les permite a las personas alcanzar su fin último, dentro de la
sociedad civil.

4. La Propiedad

La propiedad se entiende como derecho natural, el derecho a la propiedad, a adquirir bienes o distribuir bienes,
que se entiende como consecuencia de la capacidad ontológica del hombre de ser dueños de sus propios actos. Las
cosas o los bienes están destinados naturalmente a la satisfacción de la especie humana, sin embargo la escasez
de los bienes, exige a su vez que se genere el fenómeno de la adjudicación. Entonces, esto justifica la propiedad
privada, que los bienes que no obstante que estén ordenados al bien de todos, se atribuyan o se adjudiquen a un
determinado sujeto.

El derecho de propiedad le permite a su dueño usar, gozar y disponer de ellos con libertad. Sin embargo la
propiedad privada tiene ciertos límites:
 La función social de la propiedad: el bien tiene que satisfacer a alguien. Esto también justifica límites
administrativos a la propiedad, así, si tengo un auto, este no puede contaminar el aire y por eso tiene que
ir a revisión técnica.
 El uso inocente.
 El estado de necesidad: en un estado de necesidad extrema de un fin primario la propiedad privada puede
ceder en favor de esta persona que está en esta situación extrema. Lo que ocurre entonces es que se
produce un cambio en el objeto moral, si es que robo una manzana para comer, en este caso no es robo, es
una especie moral distinta que se denomina estado de necesidad.

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