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Filosofía aquí y ahora – Canal Encuentro

El matadero, Esteban Echeverría

Esteban Echeverría nace en Buenos Aires en 1805. Realiza sus estudios primarios en la escuela de San Telmo y
luego ingresa en los estudios preparatorios de la Universidad de Buenos Aires. En 1825 parte hacia Europa. En
París asiste al colegio del Ateneo, toma cursos de dibujo, guitarra, historia, economía y política. Allí entra en
contacto con el romanticismo y se conmueve con la obra de Goethe y Byron. En París comienza a escribir sus
primeros poemas.
En 1830 regresa a Buenos Aires y comienza a publicar sus trabajos. A partir de 1835 participa en el Salón
Literario. En 1838 funda junto a Alberdi y Juan María Gutiérrez la Asociación de la joven generación argentina.
Enfrentado al régimen rosista se exilia en 1840 en Uruguay. Muere en Montevideo en 1851.
El matadero es publicado recién en 1874 por Juan María Gutiérrez en las obras completas de Esteban Echeverría.

1) La civilización pierde sus pasos.


En 1835 Rosas asume como gobernador de la provincia de Buenos Aires y asume, también, como el vengador
del Facundo Quiroga que había sido asesinado en Barranca Yaco. A Quiroga le encuentran ensangrentado entre
sus ropas el que es el documento político más importante de Juan Manuel de Rosas: la carta de la hacienda de
Figueroa; una hacienda en la cual Rosas y Quiroga se despiden y, desde ahí, Rosas le escribe la carta.
En 1835 lo que estaba pasando en Buenos Aires, en el ámbito intelectual, era que se había creado en la librería
de Marco Sastre un salón literario. Este salón literario es, quizás, nuestra primera generación de intelectuales. La
cabeza hegemónica fue Echeverría que había viajado a Francia y había vuelto de París con todas las últimas
novedades de la cultura francesa.
En el salón literario se reúnen Echeverría, Alberdi, Gutiérrez, Sastre. No hay que recuperar sólo al Alberdi de las
Bases o El crimen de la guerra; esta el Alberdi del fragmento preliminar al estudio de Derecho en el cual Alberdi
le ofrece a Rosas ser su ideólogo. Es el primer gran desajuste entre un intelectual y un líder de masas. Rosas no
lee a Alberdi y éste termina exiliándose en Montevideo.
El que es realmente agresivo con Rosas es Echeverría. Echeverría, que había publicado La cautiva, escribe un
cuento de una inusual brutalidad que, recién en 1874, Juan María Gutiérrez, en las obras completas de
Echeverría, habrá de publicar. Pero Echeverría lo escribe entre 1835 y 1840 y el cuento se llama El matadero:
trata de ser un cuento propagandístico, militante, un cuento para herir a la tiranía de Rosas.
Lo que narra el cuento es la diferencia entre los civilizados y los bárbaros. El cuento se llama El matadero
porque ocurre en el matadero donde Echeverría hace una descripción de la gente que trabaja en el matadero, que

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es la gente del rosismo. La descripción de esta gente es de un desdén, de un racismo, de un clasismo
impresionante. Los describe como animales: carnean animales y, a la vez, son animales.
En contraste con esto viene un hombre de la cultura, de la civilización, un hombre de la racionalidad: un joven
unitario que ha tenido la desgracia de extraviar sus pasos y de entrar en el matadero. El tema: la civilización
pierde sus pasos y entra en la barbarie. Este joven que viene en silla inglesa, que viene muy elegantemente
vestido, que tiene modales esquicitos porque es de la alta sociedad, pierde sus pasos en el matadero y ahí es muy
mal recibido. Todos los del matadero se dan cuenta de que quien ha llegado es un unitario.

2) La violencia y la condición humana.


El cuento se llama El matadero porque es el matadero de las reses y el matadero del unitario. Todo a manos de
esta turba salvaje que son los hombres que adhieren a Rosas, el personaje odiado por los unitarios.
El unitario es visualizado por los hombres del matadero y ya se produce un encuentro brutal. El unitario viene
montado en una silla inglesa; ésta, para Sarmiento, en el Facundo, va a ser muy importante. Sarmiento va a decir
que si Lavalle hubiera hecho la campaña de 1840 en silla inglesa, la habría ganado. O sea que estos elementos de
la cultura europea son muy valorados por los hombres de la elite cultural de Buenos Aires. Los del matadero,
comandados por Matasiete, apenas lo ven venir en silla inglesa dicen: ahí viene un unitario.
El unitario, como todo unitario que se enfrenta con la “chusma”, es muy altanero, los desprecia con sus gestos, su
mirada. Hay un juez que lo que primero le pregunta al unitario es lo más visible: por qué no trae la divisa punzó.
Éste contesta que porque es libre y Matasiete: “Nosotros, a los libres, la divisa punzó se la hacemos llevar a la
fuerza” = al orgullo de la racionalidad iluminada oponerle la fuerza brutal de la barbarie.
Matasiete y sus amigos son constantemente asimilados a la condición animal. Como el proyecto unitario era
liquidar a todos los gauchos bárbaros es fundamental que NO pertenezcan a la condición humana. El hecho de
que Echeverría describa a estos hombres como animales está preparando el terreno para una represión feroz que
el unitarismo va a llevar sobre las provincias. Entre tanto, lo que hace Echeverría es mostrar la crueldad de los
federales.
Los federales humillan al unitario, lo desnudan. Algo que él no quiere aceptar de ninguna manera y, antes de
aceptar estas terribles humillaciones se produce un hecho inesperado: el unitario revienta de sangre. Sus asesinos
quedan sorprendidos por toda la sangre que tiene el unitario y por cómo ha reventado antes de que pudieran
dejarlo más. Así termina el cuento: “Esa es la federación rosina y es en el matadero donde tiene su lugar”.

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3) La refalosa.
Otro texto absolutamente sangriento de la literatura argentina que está muy unida a la historia porque la literatura
argentina se ha hecho, sobre todo en el siglo XIX, expresando a los hechos políticos. Tantos es así que hay
muchos unitarios que, después de leer el Facundo, decían “ahora sabemos por qué luchamos”.
La refalosa de Hilario Ascasubi es un poema gauchesco con la característica que es un poema gauchesco escrito
por un poeta unitario. En El matadero y La refalosa se va a basar un cuento de Borges y Casares que escriben
presumiblemente en Montevideo: “La fiesta del monstruo” (1947). Cuento antiperonista. Ellos sientes que Perón
es la reencarnación de Rosas.
Ascasubi toma la voz del masorquero y, a través de lo que el mazorquero dice, Ascasubi muestra la infinita
crueldad de los hombres de la mazorca. Lo que se le hace al martirizado: con el cuchillo lo van cortando de a
poco; él está parado, va sangrando y se crea a sus pies un charco de sangre. Por eso se llama la refalosa, porque
él refala en su propia sangre.
“Ahí es donde empieza su aflicción”; describe la tortura y la crueldad de los mazorqueros.
“Con un puñal bien templao y afilao, que se llama el quitapenas le atravesamos las venas del pescuezo…”
“larga sangre que es un gusto, y del susto entra a revolver los ojos…”
“De ahí se le cortan las orejas, barba, patilla y cejas; y pelao lo dejamos arrumbao, para que engorde algún
chancho o carancho…”
Ricardo Rojas en la Historia de la literatura argentina dice que no conoce un texto de mayor crueldad que La
refalosa de Ascasubi.
¿Si este hombre, el mazorquero, mata así, cómo deberá morir?

4) El monstruo y los excluídos.


La refalosa y El matadero es retomado por Bioy y Borges en La fiesta del monstruo. Se publica en Montevideo a
pocos días de la caída de Perón. [comenta el cuento].

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