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Ideología Libertaria y Liberal Igualitarista

El problema de cualquier organización social es la producción y el reparto de la


riqueza. Es claro que esto hace necesario hacerse las preguntas de ¿qué producir?,
¿cómo producir?, ¿A quién dar lo producido y según cuales criterios? En una
economía capitalista es el mercado quien responde a estas tres preguntas. El
beneficio (por vía de los precios) es el que orienta la producción, son los costos (por
consiguiente, el beneficio) los determinantes del modo de producción y son las
rentas (salarios y beneficios) quienes determinan la capacidad de cada uno para
consumir.

Por esto el mercado, para poder individualizar la participación de cada uno y por
consiguiente retribuirlo, ha necesitado de una diferenciación de las funciones que
no se realiza según los quehaceres del individuo sino por la exigencia del sistema.
La negación de la persona asume por ello la forma de una falsa autonomía del
individuo; así la fuerza del mercado es también la razón esencial para que esta sea
una organización nefasta, inicua de la sociedad.

Pensar en una Economía Libertaria quiere decir así recoger las mismas preguntas
dándoles respuesta distinta en función de satisfacer la necesidad de igualdad social,
de solidaridad y de libertad real. Esto significa impugnar los dos pilares sobre los
que se basa el capitalismo: mercado y división social del trabajo. Significa atacar
aquello que justificaría al mercado, a través de la eliminación de la propiedad
privada de los medios de producción (y luego del beneficio como fin) y la eliminación
del salariado (en cuanto mercantilización de la capacidad física e intelectual de cada
uno). Igualmente pasa, en tanto justificación de la división social del trabajo, a través
de la desaparición o el reparto de las tareas no gratificantes y la minimización de los
tiempos colectivos de producción.

El discurso libertario se reduce a: eliminar los impuestos directos, abolir la


intervención del Estado, ignorar las inequidades, asumir mercados perfectamente
competitivos, negar las externalidades (como el cambio climático) y aducir que el
crecimiento económico es el objetivo último de las sociedades. Viene al caso
mencionar cómo dicha propuesta del cartel libertario favorece al grupo que
concentra el acceso a factores productivos, a medios de comunicación, ergo, a
poder económico, político y social: Usemos de ejemplo el reducir impuestos directos
y el tamaño del Estado para crecer económicamente. La falacia implícita en este
argumento es asumir que el fin en una economía es el crecimiento del PIB (Producto
Interno Bruto).
Por otro lado, Rawls intenta fundamentar la ideología liberal utilizando el
procedimiento contractualista. Rawls inventa una situación originaria en la cual los
individuos son razonables todos, es decir que son todos desinteresados: Un rasgo
de la justicia como imparcialidad es el pensar que los miembros del grupo en la
situación inicial son racionales y mutuamente desinteresados. Rawls distingue entre
lo racional y lo razonable, lo racional es el egoísmo individual, aquello que nosotros
preferimos teniendo en cuenta nuestra conveniencia y aquello que deseamos
maximizar en beneficio propio. Lo razonable es tener en cuenta el interés ajeno en
nuestras consideraciones y buscar la cooperación, la mutua reciprocidad aun a
expensas de los intereses individuales. Y afirma que sin el concurso de ambos
principios no puede darse una cooperación social estable.
Rawls utiliza el término “natural lottery” para referirse a la asignación natural de
talentos y habilidades y no solo se asigna esto naturalmente y al azar, sino también
nacer en un hogar con un nivel de riqueza e ingreso.
En resumen, el enfoque libertario plantea un estado minimalista donde el estado no
puede utilizar su aparato coercitivo con el propósito de que algunos ciudadanos
ayuden a otros. Tener la lotería social y genética es un beneficio, es puramente de
la voluntad individual de redistribuir la riqueza y no por el mandato del gobierno por
vía de los impuestos.
Y el enfoque igualitarista es donde el estado se encarga de la distribución de los
recursos. Este sistema de redistribución resulta adecuado para aquellos
desequilibrios que no son productos del esfuerzo individual sino de la buena suerte
de nacer rico e inteligente. Esta redistribución resulta muy amigable para que las
personas puedan estar en la línea de competencia y correr en la vida con las mismas
posibilidades.
Por otra parte, Norman Daniels argumenta, que la salud es un elemento de la lotería
genética y social que genera diferencias injustas que se deben equilibrar. Ya que si
nacemos con una malformación congénita ciertamente esto nos limita a la hora de
desarrollar el plan de vida. “Funcionamiento normal de especie” Daniels llama a esto
al nivel de competitividad que permite una igualdad de oportunidades en la carrera
de la vida.
Ahora bien, Sen a la propuesta de Rawls le agrega que la salud es un
funcionamiento necesario para poder estar compitiendo en igualdad por el camino
de la vida, estar nutridos, escapar de la morbilidad evitable y a la mortalidad
prematura, son elementos esenciales del individuo, que no deben estar restringidas
por el hecho de haber nacido pobres.
Pero encontramos los extremos libertarios, anota Daniels, la restricción del estado
a su expresión minimalista no acepta que se transfieran recursos de los ricos a los
pobres por la vía de impuestos, pues ello equivale a una expropiación de la
propiedad privada. Cuando un pobre no tiene como pagarse algún tipo de
tratamiento, deberá apelar la caridad de las personas que quieran contribuirle. De
este modo se materializa la transferencia de ricos a pobres, pero como producto de
decisiones individuales, libres y autónomas, y sin intervención del estado. La
equidad es un asunto de preferencias personales y no un asunto de una obligación
moral como sociedad.
La óptica igualitarista reconoce como tal el derecho a la atención a la salud, pero en
la libertaria parece no haber una razón que sustente la transferencia de bienestar
de ricos a pobres y enfermos. Para el caso de Colombia, nuestra Carta Magna
parecería ser de corte igualitarista.
En conclusión el grupo de los libertarios se mueven en la lógica del mercado y el
enfoque igualitarista no necesariamente implica que la redistribución de los
beneficios de la lotería social y genética tenga que ser llevada a cabo directamente
por parte del estado.
Todos los consumidores deben tener plena información, sin embargo aun
teniéndola no se toman buenas decisiones. Si falta plena información el consumidor
no estaría eligiendo libremente. Fallos de mercado, - eso es imperfecto lo cual
significa lo perfecto está fallando. Cuando ese mercado no funciona perfectamente
está teniendo fallas y en economía es lo único que acepta al tercer agente (el
estado).

Referencias
1. Medel C. Pensar La Economía Libertaria: Un proyecto alternativo al mercado.
[Internet].[Consultado 2017 Sep 30 ]. Disponible en:
https://www.inventati.org/ingobernables/textos/pensarlaeconomialibertaria.ht
m
2. Pérez S. Economía libertaria. [Internet]. [Consultado 2017 Sep 30].
Disponible en: http://www.prensalibre.com/opinion/economia-libertaria
3. Castaño R. ¿Estado, mercado y análisis económico: ¿Complementos, o
Substitutos? Revista Gerencia y Políticas de Salud. 2005 Junio; 27

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