Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
APORTES TEÓRICO-METODOLÓGICOS
LATINOAMERICANOS RECIENTES AL ESTUDIO
DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Raúl Bernal-Meza*
Recibido: 20 Marzo 2006 / Revisado: 28 Abril 2006 / Aceptado: 3 Mayo 2006
*
Profesor Titular de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires y pro-
fesor de la Universidad de Buenos Aires. E-mail: cerial@infovia.com.ar.
1
Ver al respecto, Bernal-Meza, Raúl, América Latina en el mundo. El pensamiento latinoamericano y la teoría de relaciones inter-
nacionales. Buenos Aires, Nuevohacer/Grupo Editor Latinoamericano, 2005; Capítulo IX.
características de este tipo, presentes en los casos de Esta conclusión confirmaba lo que ya había
Brasil y Chile. No obstante, el aporte más relevan- descrito en estudios anteriores, referidos a los países
te, desde una perspectiva macro-regional, fue la latinoamericanos, en los cuales planteé que para ana-
identificación de “Estado normal”, cuyo ejemplo lizar en su profundidad las características y evolución
más acabado sería la Argentina del período de la política exterior era necesario poner ésta contra
Menem, pero que cuyas características también el telón de fondo del modelo de desarrollo o inser-
alcanzarían en parte al Brasil de la era Cardoso ción internacional (Bernal-Meza, 1994 y 2000).
(Cervo, 2000, 2001 y 2002). Mi hipótesis fue que ambas perspectivas, la
Al analizar el período histórico de la política variable tipo de régimen y el modelo de desarrollo
exterior correspondiente a las dos gestiones de la o tipo de Estado, en conjunto, permitían explicar
presidencia de Fernando H. Cardoso, el profesor las rupturas y continuidades de la política exterior
Cervo señaló que allí habían coexistido característi- y que ambas eran indisolubles para comprender
cas de los tres últimos modelos. La explicación esta- ésta (Bernal-Meza, 2003 y 2004). Para el caso de
ba en la aplicación sucesiva y simultánea de estrate- Chile, en el período 1974-2005, son los años entre
gias que se correspondían con cada uno de ellos y los cuales se produce la ruptura del orden político-
que llevaron al Brasil a un retroceso en el potencial democrático (luego la transición democrática) y la
acumulado por los esfuerzos del Estado y de la sustitución del modelo de Estado “desarrollista”,
nación durante los sesenta años anteriores a dicha basado en la industrialización sustitutiva de impor-
presidencia2. taciones, por una variante del modelo neoliberal
1.2. La formulación sobre tipo de régimen políti- que, con la transición democrática iniciada en
co y modelo de desarrollo o inserción inter- 1990 comienza a retomar poco a poco un papel
nacional para la comprensión de la política más relevante del Estado en las políticas sociales y
exterior se avanza en la construcción de un “Estado logísti-
co”, en el cual el sector privado se mantiene como
Diversos estudios que se ocuparon del análisis el eje central del crecimiento y la apertura econó-
de la política exterior latinoamericana, desarrolla- mica internacional.
dos desde los años de 1980, señalaron que había
determinantes internos y externos que condiciona-
ban no sólo los objetivos internacionales de las 2. INTERPRETACIONES SOBRE PROCE-
políticas, sino también la materialización de los SOS EN EL SISTEMA MUNDIAL: LA
mismo una vez decidido el curso de acción. “GLOBALIZACIÓN”
Entre los factores internos, de los que se deri- Aldo Ferrer, Luciano Tomassini, Mario Rapo-
vaban perspectivas analíticas, se destacó la “orienta- port y Raúl Bernal-Meza conformaron, durante los
ción del régimen”. Es decir, se establecía una rela- años noventa, parte del grupo que buscó reescribir el
ción entre régimen político y política exterior (Van pensamiento sobre política internacional, a partir de
Klaveren, 1984). Esta interpretación se ampliaba una interpretación del proceso histórico que dio ori-
en la medida que se analizaba la evolución de la gen a la actual etapa de globalización. Todos los auto-
cooperación política entre nuestros países, cuestión res comparten y son parte de la tradición de pensa-
donde la variable tipo de régimen adquiría signifi- miento del estructuralismo latinoamericano. Para
cativa relevancia (Muñoz, 1987). diferenciar la etapa más contemporánea de ésta, res-
No obstante, en el estudio comparativo que pecto de aquellas iniciales, se ha aceptado la denomi-
realicé, sobre las políticas exteriores de Argentina, nación de “neo-estructuralistas”, nombre con el cual
Brasil y Chile (Bernal-Meza, 2003 y 2004), para el son hoy reconocidos.
período desde los años de 1970 a comienzos del 2.1. La interpretación de Aldo Ferrer
siglo XXI, me resultó sorprendente el hecho que, si El aporte de Ferrer (1996; 2000) actualizó y
bien la variable “tipo de régimen” era relevante, no profundizó el conocimiento sobre los orígenes del
permitía explicar por sí misma los grandes cambios mundo moderno y la configuración de los primero
producidos en las respectivas políticas.
2
Cfr. Cervo, Amado Luis; Saraiva, José Flavio Sombra (orgs.), O crescimento das Relações Internacionais no Brasil. Brasilia,
Instituto Brasileiro de Relações Internacionais, 2005.
228
Aportes teórico-metodológicos latinoamericanos
recientes al estudio de las Relaciones Internacionales DEBATES HISTORIOGRÁFICOS
y segundo órdenes económicos mundiales; funda- la vinculación entre ambas esferas, logran resolver
mentales para comprender la gestación de la frac- el dilema de la inserción internacional, es decir el
tura desarrollo-subdesarrollo y centro-periferia. “desarrollo”. Estas capacidades están generadas por
En su primera monumental obra, Historia de las condiciones políticas y culturales de cada socie-
la globalización. Orígenes del orden económico mun- dad desde el origen del mundo moderno; lo que le
dial (1996), fundamentó la interpretación acerca permite sostener al autor entonces, como conclu-
de la configuración inicial de un sistema global. De sión para “nuestra historia presente”, de que siem-
su descripción se desprende cómo, a partir de los pre (es decir desde comienzos del siglo XVI) hubo
desembarcos de Colón en América y de los portu- globalización.
gueses en Calicut, ese orden mundial reflejó los Paralelamente, en un estudio de 1997, señaló
cambios en la tecnología y la productividad, sobre que sobre hechos y cambios estructurales del orden
cuyas bases posteriormente se transformaron tanto internacional, que constituían el ethos de esta glo-
las prácticas de poder como los sistemas de domi- balización, se había construido una ficción de la
nación que articularon las relaciones internaciona- realidad, cuya expresión era lo que él llamó como
les. “la visión fundamentalista de la globalización”. Esas
Su argumentación sostiene que la historia de ficciones eran: 1) que la revolución tecnológica
la globalización puede ser abordada a partir de una habría conducido a vivir en una aldea global, uni-
periodización, construida sobre la base de las carac- ficada por la revolución informática y el dominio
terísticas distintivas y de la naturaleza de las fuerzas del espacio; 2) que el comando de los recursos de la
operantes en la formación de este sistema planeta- economía mundial estaba en manos de los actores
rio. La primera etapa, o sea el Primer Orden Eco- transnacionales (las corporaciones), que adoptaban
nómico Mundial, comprendido entre 1500 y las decisiones fuera de los espacios nacionales, bo-
1800, fue objeto entonces del volumen I (1996). rrando las fronteras y reduciendo a la impotencia a
En su segundo volumen (2000), analiza como fe- los Estados en su esfuerzo por influir en las cues-
nómeno dominante a la Revolución Industrial, tiones cruciales; 3) que en el mercado global com-
abarcando desde los albores de 1800 hasta el esta- petían empresas, no países, imponiendo un darwi-
llido de la Primera Guerra mundial. Ferrer identifi- nismo económico donde sólo sobrevivía el más
ca en este último volumen las características de lo apto; 4) que este fenómeno no tendría precedentes
que denomina como “la globalización del Segundo históricos.
Orden Económico”: las profundas asimetrías eco- Ferrer señaló entonces que a partir de estas
nómicas y políticas entre los países centrales y los cuatro ficciones se había construido una visión “fun-
periféricos; describiendo también cómo este orden damentalista” de la globalización, la cual sugería
fue el primer escenario de la globalización financie- que el dilema del desarrollo en un mundo global
ra –así como el Primer Orden lo había sido de la había desaparecido. Según el autor, la propuesta
globalización del comercio–, señalando los factores fundamentalista proponía transformaciones estruc-
que estimularon el desarrollo de un mercado finan- turales que implicaba aceptar de manera incondi-
ciero de dimensiones globales: el crecimiento y la cional las reglas de juego impuestas por los intere-
integración a un sistema global de las economías ses y potencias dominantes en el sistema interna-
productivas y de servicios, el desarrollo de las tec- cional; en definitiva, no habría así alternativas a la
nologías en los transportes y las comunicaciones, la adecuación pasiva al orden global existente, con sus
estabilidad asegurada por el patrón oro, todo en un implicancias en términos de la formulación de las
contexto de una hegemonía imperial. políticas públicas.
Ferrer demuestra que el desarrollo económico A partir de aquí, el autor refutó, sólidamente,
y político de los Estados está determinado por la cada una de esas “ficciones”, contraponiendo lo
forma en que éstos crean, reproducen y combinan que señalaba la “sabiduría convencional” (visión
sus capacidades de poder, tangibles (recursos hu- fundamentalista) con lo que efectivamente demos-
manos y naturales) e intangibles (ahorro, acumu- traba la observación de la realidad, sosteniendo su
lación de capital, tecnología, conocimiento, etc.) y análisis en una perspectiva histórico-estructural del
los vinculan con su entorno externo, es decir, arti- mundo como un sistema global, cuyos orígenes y
culan su contexto interno con el contexto interna- evolución se remontaban a un pasado de cinco
cional. En la medida que resuelven positivamente siglos. Este proceso demostraba para el autor que la
229
RHA, Vol. 4, Núm. 4 (2006), 227-238 Raúl Bernal-Meza
3
Entre los cuales cita a Ferrer (1996) y Rapoport (1997); también a Héctor Guillen Romo, (“La globalización del Consenso
de Washington”. Comercio Exterior, 2 (febrero 2000), 128).
4
Siguiendo la interpretación de Aldo Ferrer (1996).
230
Aportes teórico-metodológicos latinoamericanos
recientes al estudio de las Relaciones Internacionales DEBATES HISTORIOGRÁFICOS
sas etapas posteriores hacia la configuración de una configuración del primer orden económico mun-
economía-mundo, que es la etapa presente. dial estructurado por el mercantilismo y su expan-
Desde mi perspectiva, sólo es posible com- sión a ultramar; ii) que la globalización no era un
prender el sistema internacional –su forma actual, proceso distinto, autónomo, de la historia social y
sus contradicciones y conflictos– analizándolo des- económica del sistema mundial; por el contrario,
de un punto de vista histórico; en concreto, desde era eslabón de un largo proceso que se iniciaba con
la comprensión de sus características genético-for- la internacionalización y era seguido por la trans-
mativas, que se traducen en el desarrollo desigual nacionalización de la economía capitalista, y iii)
(político-estratégico y económico) de los Estados- que el antecedente ideológico de la globalización
nación y las regiones. estaba en el paradigma de las “relaciones interde-
pendientes”, el que sostenía una asociación entre
La aplicación modélica del andamiaje teórico desiguales y mediante la cual se configuraba una
se hizo al estudio de las relaciones internacionales hegemonía de los socios más poderosos. Esta argu-
de Chile5. La hipótesis central fue la persistencia mentación sería un elemento clave, mediante el
del proceso contradictorio entre los deseos nacio- cual la idelogía que acompañaba el proceso de glo-
nalistas, que se manifiestan en rasgos específicos, balización había logrado transformarse en el pilar
formulación y praxis de la política exterior y la su- de las nuevas alianzas trasnacionales de clases y gru-
misión, dependencia y adaptación estructural de la pos de poder entre el Norte y el Sur.
formación social nacional respecto de otras centra-
les y, específicamente, hegemónicas. Este último as- El punto central entonces fue distinguir entre
pecto se refleja en la especialización internacional el proceso que caracterizaba la actual etapa de la di-
de la formación social, a través de su estructura eco- námica del capitalismo, identificada como mun-
nómica y en la dependencia de un polo dinámico dialización y la ideología que, como concepción del
de expansión y crecimiento que está ubicado fuera mundo, ahora acompañaba a aquella.
del sistema nacional6, con lo cual la dinámica que La globalización (o sea “proceso” + “ideología”),
impulsa el crecimiento no es autocentrada y endó- desde mi perspectiva, no era una etapa distinta,
gena, sino exógena y extrovertida; por lo tanto asi- diferente, autónoma de la historia social y econó-
métrica y subdesarrollada. Esto último era lo que mica del sistema mundial. Era el más reciente esla-
ponía límites (por condicionantes e intereses deri- bón de un largo proceso, iniciado con el mercanti-
vados de la condición dependiente) a las aspiracio- lismo, seguido por la internacionalización y luego
nes autonómicas de la política exterior. la transnacionalización de las economías y de las
La identificación de la etapa contemporánea actividades económicas y productivas regionales y
de expansión capitalista, cuyas estructuras y proce- nacionales. La existencia de la globalización era
sos condicionaban las políticas públicas (internas y posible sólo y dentro de un sistema mundial. Un
externas) de los países en desarrollo, particularmen- sistema mundial cuya característica estructural era
te de los de América Latina, constituyó el eje arti- el modo de acumulación dominante (capitalismo-
culador de mi abordaje: “La globalización: ¿proce- liberalismo).
so e ideología?”7. Una de mis hipótesis sostenía que la globaliza-
Tres fueron las hipótesis básicas sobre las cua- ción, por vía de la autorregulación del mercado, era
les giraría la investigación: i) que el origen de la glo- una utopía reaccionaria, que se fundaba en “lo nue-
balización, como proceso económico, estaba en la vo” del sistema mundial: el deterioro de la forma
5
Se trata de nuestra Tesis Doctoral, Historia Social de las Relaciones Internacionales de Chile, desarrollada en parte en
l’Université de la Sorbonne y en parte en la Universidad Católica Argentina y defendida por esta última (Buenos Aires,
1996).
6
En la evolución histórica de la formación social chilena, estos polos fueron: Perú, en el período colonial; Inglaterra, durante
el período 1891-1920 y Estados Unidos, desde 1945 al presente.
7
Este fue el título que utilicé para la presentación de mis reflexiones sobre las diferencias que advertía en esta nueva etapa de
la globalización, efectuada en el “Segundo Congreso Nacional de Ciencia Política”. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, 1-4 de noviembre de 1995. Cfr. Facultad de Ciencias Politicas y Sociales,
Globalización, entre el conflicto y la integración. Resúmenes de ponencias, Publicación Especial 7, 1995, 20-21. El texto com-
pleto fue posteriormente publicado por Realidad Económica; cfr. Bernal-Meza, Raúl (1996a).
231
RHA, Vol. 4, Núm. 4 (2006), 227-238 Raúl Bernal-Meza
8
El análisis de toda su obra s encuentra en mi libro América Latina…, op. cit.
9
Tomassini, Luciano, “La Política Internacional después del Muro”. Estudios Internacionales, XXIII (julio-septiembre 1990),
281-338.
232
Aportes teórico-metodológicos latinoamericanos
recientes al estudio de las Relaciones Internacionales DEBATES HISTORIOGRÁFICOS
co de la modernidad y mirar la realidad internacio- Tomassini coincide con Aldo Ferrer y Raúl
nal contemporánea sin emplear esos lentes episte- Bernal-Meza, al interpretar la globalización como
mológicos. un proceso, dándole el carácter de “rasgo central de
“Este ejercicio –agrega Tomassini– permite nuestra época”, pero no le da la categoría de para-
descubrir que esa realidad está integrada por facto- digma, de una imagen o una visión del mundo. Su
res políticos, militares, económicos, tecnológicos, fundamento es que la globalización, en etapas ante-
sociales, culturales, étnicos, religiosos e incluso hu- riores del sistema internacional, careció de las con-
manitarios, así como elementos subjetivos, que ac- diciones necesarias para su desarrollo, las que esta-
túan en forma estrechamente entrelazada. Permite ban asociadas, como su producto, a las transforma-
percibir también que no sólo está configurada por ciones tecnológicas y culturales que, en la actual
los tipos ideales, las ideologías y las instituciones etapa se dieron y que determinarían un punto de
consagradas en que durante largo tiempo concen- inflexión en la evolución del mismo.
traron su atención los analistas, sino también por Según el autor, la historia del sistema interna-
una cantidad de elementos singulares, fragmenta- cional demuestra que en etapas anteriores de la
rios, transitorios, fortuitos e incluso marginales que actual, la globalización careció de las condiciones
emergen en cada momento y que interactúan entre necesarias para su desarrollo, concluyendo que ésta
sí para configurar situaciones más amplias y otor- es el resultado de las transformaciones tecnológicas
garles, sumados, algún significado. La principal con- y culturales que, en nuestro tiempo estarían deter-
secuencia de este procedimiento consiste, a nuestro minando un “cambio de época” (Tomassini, 1996).
juicio, en poder escapar a la homogeneidad im-
puesta por los conceptos y paradigmas admitidos,
aceptar el cambio y la diferencia, y reconocer la 3. APORTE DE LA TEORÍA DEL DESARRO-
coexistencia de lo uno y de lo múltiple” (Tomas- LLO A LA TEORÍA DE RELACIONES IN-
sini, 1991a:15-16). TERNACIONALES
Tomassini proclamaba la necesidad de rees- Por “Teoría del Desarrollo” comprendemos
tructurar el sistema cognitivo heredado de los clási- aquí una tradición de pensamiento construida en
cos y reformulado por los neorrealistas, replantean- distintas etapas; que comienza con las primeras for-
do el papel que ocupan la razón y la historia –la mulaciones de Prebisch y Furtado, continúa con los
teoría y la práctica– en el estudio de las relaciones aportes de la Dependencia y concluye con las con-
internacionales y adoptar una perspectiva que per- tribuciones de los neo-estructuralistas, algunos de los
mitiera reconocer que lo cambiante, lo marginal y cuales señalamos al presentar sus aportes a la identi-
lo emergente es parte integral de la realidad bajo ficación de la etapa sistémica de “globalización”.
estudio y expandir la agenda que guía el análisis de La Teoría del Desarrollo se basa en una inter-
la misma. pretación histórico-estructural del sistema mun-
En síntesis, el punto de partida de su inter- dial; esto es que, para comprender el desarrollo de
pretación sobre las características de la actual glo- los procesos económicos, políticos y sociales mun-
balización estaba en su pensamiento que reflejaron diales, no podemos detenernos en la imagen de un
las ediciones de La Política Internacional en un Mun- solo actor, sino que debemos mantener nuestros
do Postmoderno (1991a y 1991b). Allí estaban sus ojos sobre el desarrollo del capitalismo histórico y
reflexiones respecto de la necesaria revisión de los su impacto sobre los dos segmentos de la bipolari-
mapas cognitivos, a la luz de la dimensión del pro- dad global: centro y periferia.
ceso de cambios mundiales; las características de la Aceptamos en principio que puede haber una
regionalización; las relaciones políticas y estratégicas diferencia entre las teorías que buscan explicar el
internacionales; las transformaciones de la econo- desarrollo y aquellas que buscan comprender o
mía política internacional y las transformaciones explicar las relaciones internacionales y, aún más,
del concepto del poder, a la luz de las nuevas di- hacer entendible la política exterior. Andrew
mensiones que adquiría el conocimiento científico Hurrell, en generosos y atinados comentarios a la
y tecnológico. versión preliminar del libro en que he tratado estas
cuestiones10, me señalaba que no hay un vínculo
10
Se trata de América Latina…, op.cit.
233
RHA, Vol. 4, Núm. 4 (2006), 227-238 Raúl Bernal-Meza
fácil ni automático entre la política de desarrollo y mulación neoestructuralista, que interpreta cómo
la política exterior. Pero uno de los principales ob- funciona actualmente el sistema mundial, luego de
jetivos del libro de referencia fue justamente de- los cambios producidos en las últimas décadas, y
mostrar el nexo entre ambas cuestiones, el que está que comprenden los dos subsistemas esenciales: el
expresado en la tradición de pensamiento del es- sistema político (orden mundial) y el sistema eco-
tructuralismo latinoamericano. nómico (globalización/mundialización), que cons-
La visión del mundo desde la perspectiva sis- tituyen una sola y misma línea de interpretación
témico-estructural, que tiene como marco la eco- sobre la estructura y funcionamiento del sistema
nomía política, es tan válida como cualquier otra. mundial capitalista.
Tal cual señala Smouts (1998), los grandes para- El primer “contrapunto” (como sinónimo de
digmas, es decir los principios generales a partir de confrontación y de debate interparadigmático) in-
los cuales trabajan los especialistas, son los paradig- ternacional se dio en los años de 1960, en el seno
mas alrededor de los cuales se reúne una parte in- de la UNCTAD, cuando Prebisch cuestionó la na-
fluyente de la comunidad científica en un mo- turaleza del orden económico internacional y las
mento dado, no un conjunto de proposiciones que concepciones entonces dominantes sobre el desa-
ha recibido la unanimidad […]. En relaciones in- rrollo económico.
ternacionales nunca se ha visto cerrar un debate11. Como los pensadores sistémicos o histórico-
Como “teoría de relaciones internacionales”, estructurales en general, los latinoamericanos siem-
es decir como un corpus de pensamiento, el estruc- pre consideramos que la existencia de una determi-
turalismo latinoamericano ingresó en el conoci- nada distribución del poder internacional no podía
miento difundido en Estados Unidos en los años ser explicada sin hacer referencia explícita al orden
70, cuando autores norteamericanos lo enfrentaron económico sobre el cual dicho poder se asentaba.
críticamente, a partir de la obra de André Gunder En esto diferían, para mí, una visión a-histórica o
Frank y que provocaría un gran impacto en Estados a-crítica (el realismo y sus reformulaciones) y otra,
Unidos. La publicación de André Gunder Frank, la visión histórica y crítica del sistema internacio-
Capitalism and Underdevelopment in Latin America: nal, que entiende a éste sólo como un subsistema
Historical Studies of Chile and Brasil (1967) sería así (el westfaliano), dentro de un sistema mundial en
el puente a través del cual la intelligentia norteame- el cual los Estados co-existen junto a otros actores.
ricana conocería más ampliamente un pensamien- Las teorías de relaciones internacionales son el
to que ya tenía casi dos décadas de desarrollo. resultado de un tiempo y un espacio social y políti-
Los tres momentos, en ciclos históricos de la co determinado. La interpretación del mundo que
evolución del pensamiento estructuralista latinoa- expresa un paradigma se hace desde un punto de
mericano, la teoría original de Prebisch (1949, vista definible en términos de nación, clase social,
1951; 1963), describiendo el funcionamiento de la poder ascendente o declinante. Esto es válido tanto
economía mundial, compuesta por un centro de para aquellas formulaciones originadas en el “Nor-
países altamente industrializados y una amplia peri- te”, como para aquellas construidas en el “Sur”. La
feria subdesarrollada, en la cual la estructura, con- predominancia de una determinada visión del mun-
secuencia de la división internacional del trabajo do, de un paradigma e, incluso, de una “escuela” o
heredada del pasado, impedía el aprovechamiento “tradición de pensamiento” expresa sólo eso y, en
de los frutos del progreso técnico; sus complemen- ningún caso, el dominio de la verdad.
tos o modificaciones posteriores; la teoría del des- La historia del pensamiento político demues-
arrollo de Furtado (1961;1976;1978), que analizó tra que nunca se ha cerrado un debate, menos en el
y explicó cómo funcionó históricamente dicha campo de los estudios internacionales. En mi libro
estructura; los enfoques de la dependencia, que creemos haber dejado claramente sentado que es
describieron cómo esta estructura se sostenía, muy difícil diferenciar qué es una teoría del des-
mediante alianzas de intereses entre clases y grupos, arrollo (o del “subdesarrollo”) y desligarla de lo que
externos e internos de las sociedades de ambos seg- es una teoría de relaciones internacionales, en la
mentos; para llegar a nuestro tiempo con la refor- medida que una estrategia de desarrollo –y de acu-
11
Smouts, Marie-Claude (direction), Les nouvelles relations internationales. Pratiques et théories. Paris, Presses de Sciences Po,
1998, 15.
234
Aportes teórico-metodológicos latinoamericanos
recientes al estudio de las Relaciones Internacionales DEBATES HISTORIOGRÁFICOS
mulación- implica una inserción en el mundo y, Los tipos y formas de vinculación de las eco-
por tanto, fundamenta acciones que corresponden nomías nacionales al mercado mundial, determina-
al ámbito específico de las relaciones internaciona- das por las relaciones entre el sistema económico
les, tanto aquellas que caen en el ámbito de la polí- nacional y el sistema de poder internacional (en lo
tica exterior (estrategias, alianzas, opciones por la económico y lo político), a través de alianzas,
autonomía, el alineamiento o la subordinación), acuerdos y negociaciones, y el dominio del sistema
como en las relaciones económicas internacionales, político doméstico, dieron origen a distintas estra-
que implican comercio (y sus negociaciones inter- tegias de desarrollo y condiciones para una mayor
nacionales) y finanzas, acuerdos comerciales prefe- o menor autonomía política internacional. Tal
renciales (lo que hoy son los comúnmente llamados como sostuvieron Cardoso y Faletto, “los procesos
“acuerdos de libre comercio”), acuerdos para esta- políticos y económicos aparecen como si fuesen la
blecer zonas de libre comercio (como ALCA) o expresión de una lucha entre estados-naciones pero
proyectos más ambiciosos de integración económi- envuelven también conflictos entre grupos y clases
ca (tal el MERCOSUR). sociales. La explicación del proceso histórico en tér-
El estructuralismo, desde las primeras formu- minos de los supuestos teóricos de la perspectiva de
laciones plantearía tres áreas donde puede encon- la dependencia requiere que se expliciten los víncu-
trarse el vínculo entre estrategias de desarrollo y los entre la pugna al nivel de los estados en el plano
relaciones internacionales: primero, a partir de mundial, con las luchas internas entre clases y gru-
1960 con las experiencias del Mercado Común pos y con los modos fundamentales por los cuales,
Centroamericano y de ALALC se consolida una en cada país y en el plano mundial, se da la organi-
reflexión sobre los esquemas formales de integra- zación social de la producción”13.
ción y diversas formas de cooperación inter-estatal La tradición estructuralista, tanto con su filo-
en condiciones de subdesarrollo, que son conduci- sofía de la historia como con su construcción teóri-
das desde las acciones de política exterior. Segundo, co-metodológica, permitió comprender el funcio-
a partir de mediados de los años sesenta, cuando namiento de la política exterior de distintos países
Prebisch pasa de la CEPAL a la UNCTAD (que en latinoamericanos, a través de ciclos de larga dura-
realidad es un pasaje de las preocupaciones a nivel ción, vinculados éstos a los cambios en el sistema
regional a los problemas de orden global) plantea la económico y político mundiales. El estructuralis-
necesidad de transformar tanto las instituciones mo latinoamericano, como el neorrealismo nortea-
internacionales de comercio y finanzas, como las mericano son teorías sistémicas, aunque sus preo-
reglas de juego y los vínculos centro-periferia. En cupaciones centrales se concentran sobre “subsiste-
tercer lugar, a partir de fines de los sesenta, cuando mas” distintos, pero ambas se centran en factores
se elabora más sistemáticamente una historia regio- materiales. Como señaló Andrew Hurrell en
nal inserta en la economía mundial, con autores comentarios a mi libro, “visto desde esta perspecti-
como Furtado (1961 y 1976), Cardoso y Faletto va no hay una gran diferencia teórica, aunque las
(1969), Dos Santos (1970), Sunkel y Paz (1973), perspectivas, agendas y prescripciones políticas
que fundamentan una teoría de las relaciones eco- sean diferentes, de acuerdo a dónde está situado
nómicas internacionales bajo los nuevos enfoques uno en el mundo[…], por lo tanto, teóricamente,
aportados por la Dependencia. Incluso, debe seña- el pensamiento latinoamericano (refiriéndose al es-
larse que en 1976 ya Furtado sostenía la necesidad tructuralismo) está muchas veces en el mismo lado
de recuperar la noción de “excedente”, en relación a que las principales líneas del pensamiento nortea-
una teoría de la acumulación12. Esta última postura mericano (centrándose en el poder, el interés y las
será retomada por el Prebisch de sus últimos años, fuerzas materiales)”.
quien en su obra sobre el Capitalismo Periférico El pensamiento estructuralista latinoamerica-
(1981 y 1987), plantea la necesidad de laborar una no dio origen a un nuevo enfoque para interpretar
“teoría global del desarrollo”, con base en los proce- las relaciones internacionales, cuya expresión con-
sos mundiales de acumulación del capitalismo. temporánea está en los trabajos de los autores neo-
12
Cfr. Furtado, Celso, Prefacio a nova economia política. Madrid, Siglo XXI Editores, 1976 y edición en español de 1978, bajo
el título Prefacio a una nueva economía política. México D.F., Siglo XXI Editores.
13
Cardoso; Faletto (1987), 167.
235
RHA, Vol. 4, Núm. 4 (2006), 227-238 Raúl Bernal-Meza
estructuralistas latinoamericanos que han dado una cas y políticas de dominación (internas e interna-
visión distinta acerca de la “globalización”, en la cionales) por otra, encontraron un vínculo estruc-
cual se inscribe el actual contexto de las relaciones tural que permitió una mejor comprensión del
internacionales, confrontando con la interpreta- conflicto internacional. Con esta tradición de pen-
ción neoliberal, más conocida bajo el apelativo de samiento las relaciones internacionales y las políti-
“pensamiento único”. Marcó el camino para el des- cas exteriores latinoamericanas tuvieron un nuevo
arrollo de nuevas perspectivas teóricas en los estu- paradigma, un modelo que permitía comprender
dios internacionales, particularmente sobre el siste- que los grandes temas que ocupaban la agenda
ma capitalista mundial. internacional de los países en desarrollo no podían
El énfasis en el sistema mundial sería la llave resolverse sin atacar a fondo la estructura misma de
para comprender las relaciones internacionales a relaciones de poder a nivel global.
partir de la existencia de unidades –los Estados- Por su parte, las obras de autores neoestructu-
que no podían ser considerados similares en abs- ralistas, a partir del inicio de la década de 1990,
tracto sino como partes de un sistema global. pusieron atención en sus análisis a las nuevas carac-
Entre las primeras formulaciones del pensa- terísticas del capitalismo contemporáneo, como el
miento estructuralista (Prebisch, 1949-1951) y papel dominante de la gran corporación, profundi-
aquellas de la Dependencia (hasta fines de los 70’s), zándose ahora la preocupación sobre la extraordi-
podríamos señalar al menos cuatro aportes sustan- naria importancia del capital financiero y de la gran
ciales a la teoría de las relaciones internacionales, en banca, el “gran Estado” (es decir los principales
la medida que mejoraron, complementaron y supe- actores del capitalismo central que se benefician de
raron los abordajes teóricos para la comprensión de la nueva fase de la revolución científico-tecnológi-
los procesos internacionales. En primer lugar, la ca y de las nuevas lógicas de la acumulación mono-
identificación de la configuración morfológica polista) en condiciones de hegemonía imperial,
polarizada del sistema mundial, entre un centro y ofrecidas por el escenario abierto con el fin de la
una periferia. En segundo lugar, la identificación Guerra Fría; en sus cuestionamientos –y propues-
del papel jugado por la tecnología en el proceso his- tas– de reestructuración del sistema comercial y fi-
tórico de configuración de un sistema internacional nanciero mundial; en las iniciativas para una mayor
sostenido por la estructura económica global y, por apertura al comercio internacional y la integración
tanto como un elemento clave que generaría con- industrial eficiente, a través de la revisión crítica de
diciones estructurales de desarrollo y subdesarrollo. los modelos de integración como el Mercosur; en
En tercer lugar, complementó las teorías del sus análisis para retornar –desde una visión renova-
Imperialismo, al incorporar la perspectiva de los da– al neokeynesianismo en la política pública; en
países dependientes, los que configuraban una rea- las propuestas para un programa financiero regio-
lidad propia, con una identidad específica, dentro nal; en el cuestionamiento del “Estado hobbesia-
del proceso global de las etapas históricas del des- no”, etc. Esto se vio reflejado en las obras de Fur-
arrollo de la sociedad mundial. En cuarto lugar, la tado, Ferrer, Tomassini, Sunkel, Rapoport, Bernal-
identificación de factores estructurales, internos y Meza y más, que otros autores, desde visiones neo-
externos, que contribuían a la violencia internacio- marxistas y nacionalistas también compartirían en
nal. Este tema –una de las preocupaciones centra- sus preocupaciones.
les, clásica– de los estudios sobre política interna-
cional, fue abordado desde una perspectiva multi- CONCLUSIONES
dimensional y compleja. No fue el punto de parti- En esta síntesis, que presenta algunos de los
da de la preocupación analítica, pero sí uno de sus desarrollos teóricos y empíricos producidos en
puntos de llegada: los procesos políticos y econó- nuestra región he querido esbozar aportes del pen-
micos que aparecían (hasta las teorías del Impe- samiento latinoamericano a la interpretación de las
rialismo y aún después, con el realismo clásico) co- relaciones internacionales, desde una perspectiva que
mo expresiones de una lucha por el poder entre trasciende el ámbito puramente latinoamericano y
“Estados-naciones”, envolvían también conflictos que ha aportado enfoques, modelos teóricos y abor-
entre grupos y clases sociales. Al abordar la relación dajes significativos y originales, que ponen de ma-
entre las luchas políticas entre grupos y clases, por nifiesto la riqueza del pensamiento propio. Al
una parte y la historia de las estructuras económi- mismo tiempo, que han permitido abordar la reali-
236
Aportes teórico-metodológicos latinoamericanos
recientes al estudio de las Relaciones Internacionales DEBATES HISTORIOGRÁFICOS
dad desde nuestra propias perspectivas, que son aquellos que se sitúan en la porción dominante de
distintas –por la naturaleza de los procesos históri- la jerarquía del poder mundial.
cos– de aquella propia de los países centrales y/o de
BIBLIOGRAFÍA
– Bernal-Meza, Raúl (1991), Claves del Nuevo Or- – Id. (1994b), “Relações internacionais do Brasil”,
den Mundial. Buenos Aires, Grupo Editorial La- en Amado L. Cervo (org.), O Desafio Interna-
tinoamericano. cional. Brasilia, Editora da Universidade de Bra-
– Id. (1994a), América Latina en la economía polí- silia, 9-58.
tica mundial. Buenos Aires, Grupo Editor Lati- – Id. (2000), “Sob o signo neoliberal: as relações
noamericano. internacionais da América Latina”. Revista
– Id. (1994b), “Globalización, Regionalización y Brasileira de Política Internacional, XLIII-2, 5-27.
Orden Mundial: los nuevos marcos de inserción – Id. (2001), Relações Internacionais da América
de los países en desarrollo”, en Mario Rapoport Latina. Velhos e novos paradigmas. Brasilia, FU-
(ed.), Globalización, Integración e Identidad Na- NAG/Instituto Brasileiro de Relações Interna-
cional. Análisis comparado Argentina-Canadá. cionais.
Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano, 45- – Id. (2002), “Relações internacionais do Brasil:
65. um balanço da era Cardoso”. Revista Brasileira de
– Id. (1996a), Historia Social de las Relaciones Política Internacional, XLV-1, 5-35.
Internacionales de Chile. Tesis doctoral, Buenos – Id.; Bueno, Clodoaldo (1992), História da Po-
Aires, Universidad Católica Argentina. lítica Exterior do Brasil. São Paulo, Editora Ática.
– Id. (1996b), “La Globalización: ¿Un proceso y – Id. (2002), História da Política Exterior do Brasil.
una ideología?”. Realidad Económica, 139, 83-99. Brasilia, Editora da Universidade de Brasilia/Ins-
– Id. (2000), Sistema Mundial y MERCOSUR. Glo- tituto Brasileiro de Relações Internacionais.
balización, Regionalismo y Políticas exteriores Com- – Id.; José Saraiva, José Flavio Sombra (orgs.)
paradas. Buenos Aires, Nuevohacer/Grupo Edi- (2005), O crescimento Relações internacionais no
tor Latinoamericano y Universidad Nacional del Brasil. Brasilia, Instituto Brasileiro de Relações
Centro de la Provincia de Buenos Aires. Internacionais.
– Id. (2003), “Política Exterior de Argentina, Chi- – Dos Santos, Theotônio (1970), “La crisis de la
le, y Brasil: Perspectiva comparada”, en José Fla- teoría del Desarrollo y las relaciones de depen-
vio Sombra Saraiva (ed.), Foreign Policy and Po- dencia en América Latina”, en H. Jaguaribe et
litical Regime. Brasilia, Instituto Brasileiro de al., La dependencia político-económica de América
Relaçôes Internacionais, 237-276. Latina. México D. F., Siglo XXI Editores, 146-
– Id. (2004), “Política Exterior de Argentina, Chi- 188.
le, y Brasil: Perspectiva comparada”, en Denis Ro- – Ferrero, Aldo (1996), Historia de la Globaliza-
lland; José Flavio Sombra Saraiva (eds.), Political ción. Orígenes del orden económico mundial. Bue-
Regime and Foreign Relations. A Historical pers- nos Aires, Fondo de Cultura Económica.
pective. Paris, L’Harmattan, 183-212.
– Id. (1997), Hechos y ficciones de la globalización.
– Id. (2005), América Latina en el mundo. El pen- Argentina y el MERCOSUR en el sistema interna-
samiento latinoamericano y la teoría de relaciones cional. Buenos Aires, Fondo de Cultura Econó-
internacionales. Buenos Aires, Nuevohacer/Gru- mica.
po Editor Latinoamericano.
– Id. (2000), Historia de la Globalización II. La
– Cardoso, Fernando Enrique; Faletto, Enzo Revolución Industrial y el Segundo Orden Mundial.
(1969), Dependencia y Desarrollo en América La- Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.
tina. México D. F., Siglo XXI Editores.
– Furtado, Celso (1961), Desenvolvimento e subde-
– Cervo, Amado Luiz (org.) (1994a), O Desafio senvolvimento. Rio de Janeiro, Editora Fundo de
Internacional. Brasilia, Editora da Universidade Cultura.
de Brasilia.
237
RHA, Vol. 4, Núm. 4 (2006), 227-238 Raúl Bernal-Meza
– Id. (1976), Prefacio a nova economia política. – Smouts, Marie-Claude (1998), Les nouvelles rela-
Edición en español de 1978, bajo el título Prefa- tions internationales. Pratiques et théories. Paris,
cio a una nueva economía política. México D. F., Presses de Sciences Po.
Siglo XXI Editores. – Sunkel, Osvaldo; Paz, Pedro (1973), El subdesa-
– Muñoz, Heraldo (1987), “El estudio de las polí- rrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo.
ticas exteriores latinoamericanas: temas y enfo- México D. F., Siglo XXI Editores.
ques dominantes”, en Manfred Wilhelmy (ed.), – Tomassini, Luciano (1990), “La Política Inter-
La Formación de la Política Exterior: Los países de- nacional después del Muro”. Estudios Interna-
sarrollados y América Latina. Buenos Aires, cionales, XXIII, 281-338.
RIAL/Grupo Editor Latinoamericano, 287-315.
– Id., con la colaboración de Carlos J. Moneta y
– Prebisch, Raúl (1949), El desarrollo económico de Augusto Varas (1991), La política Internacional
América Latina y sus Principales Problemas. San- en un Mundo Postmoderno. Santiago, RIAL, Do-
tiago, CEPAL. cumento de Trabajo nº 10.
– Id. (1951), Problemas teóricos y prácticos del creci- – Id., con la colaboración de Carlos J. Moneta y
miento económico. México D. F., CEPAL. Augusto Varas (1991a), La política Internacional
– Id. (1963), Hacia una dinámica del desarrollo en un Mundo Postmoderno. Buenos Aires, Grupo
latinoamericano. México D. F., Fondo de Cultu- Editor Latinoamericano.
ra Económica. – Id. (1996), “El proceso de globalización. Sus im-
– Id. (1987), Capitalismo Periférico. Crisis y trans- pactos políticos”. Estudios Internacionales,
formación. México D. F., Fondo de Cultura Eco- XXIX-115, 315-353.
nómica. – Van Klaveren, Alberto (1984), “El análisis de la
– Rapoport, Mario, “La globalización económica: política exterior latinoamericana: perspectivas
ideologías, realidad, historia”. Ciclos, VII-12, 3- teóricas”, en Heraldo Muñoz y Joseph Tulchin
42. (comp.), Entre la autonomía y la subordinación.
– Id. y colaboradores (2000), Historia económica, Política Exterior de los países latinoamericanos.
social y política de la Argentina (1880-2000). Tomo 1. Buenos Aires, Grupo Editor Latinoa-
Buenos Aires, Ediciones Macchi. mericano, 14-49.
238