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YULY ANDREA MONTEALEGRE PISCO

ENSAYO DE PENSAMIENTO CRÍTICO

¿POR QUÉ SOMOS POBRES LOS COLOMBIANOS?


AUTOR: yuly Andrea Montealegre Pisco

Quien no siente euforia cuando escucha hablar en los pasillos, en los medios de
comunicación o en cualquier lugar sobre las maravillas de nuestro país: país megadiverso
en biodiversidad, segundo a nivel mundial, de variados climas, con records en hábitat para
especies de animales (3000 especies de vertebrados, 1800 especies de aves, 27 clases de
reptiles, 712 tipos de anfibios, 127 especies de peces), líder en fauna con casi 35.000
especies de plantas , con infinitos recursos: petróleo, carbón, oro, níquel, plata, platino, gas
natural, esmeraldas, con tierras cultivables, frutas, verduras, ganado, café; entre otros.

Así es Colombia y todos los colombianos lo sabemos; más sin embargo preguntémonos
¿Por qué el país se percibe tan rico; pero a la vez es tan pobre? ¿Por qué Colombia con
todos estos recursos no ha podido posicionarse como un país desarrollado? ¿Por qué este
país con instituciones públicas mucho más sofisticadas que las de Guatemala, más
urbanizado que Bolivia y con un sector empresarial más pujante que el de República
Dominicana, está con ellos en la cola de América Latina, en materia de pobreza? ¿Por qué
después de haber más que duplicado su gasto público social (del 5,9 por ciento del PIB en
1990 al 12,6 por ciento en 2008 no consigue que esto se traduzca en menos pobres? ¿Por
qué sigue siendo del sector primario y no ha evolucionado hacia un sector de servicios o
industrial donde se le saque mayor valor agregado a sus productos? o, peor aún ¿Por qué en
el país ni siquiera se respeta la libertad y la vida de las personas?

Una primera explicación la podríamos encontrar en nuestra historia cultural. Colombia


viene de una época colonial, donde los conquistadores españoles no trabajaron mano a
mano con los indígenas sino que se apropiaron de las tierras y esclavizaron a los
aborígenes. Los nativos quedaron sin tierras y pobres. Adicionalmente, los españoles
explotaron las tierras y las minas para España. Durante los siguientes siglos no cambio
mucho la situación, los españoles y sus descendientes lograron mantener ese estatus
apoyados en tres factores: la tecnología militar, el poder económico y la religión. De esta
manera, América Latina estuvo durante muchos años, en manos de los españoles, quienes
saquearon tierras, trajeron productos ajenos, talaron bosques, instauraron sistemas agrícolas
y sistemas sociales radicalmente distintos a los que había en el continente suramericano;
esto significó una transformación paulatina y violenta de las costumbres de los pueblos
precolombinos y los convirtió en una cultura de sometimiento que ha marcado la vida de
los colombianos; pues aún persiste aptitudes a dejarnos someter sin darnos cuenta de ello.
Que mejor ejemplo un símil con el TLC con Estados Unidos. Acerva Jorge Enrique
Robledo, ex director de la Universidad Nacional:

El TLC con Estados Unidos es lo más malo que le ha ocurrido a Colombia luego de la
Independencia de España, el 7 de agosto de 1819. Porque lleva las relaciones entre los dos
países a unas muy parecidas a las que tuvo la Nueva Granada con la Corona española, le
arrebata al país toda posibilidad de resolver sus graves problemas económicos, sociales y
políticos, condenándolo, mientras dure el Tratado, a la pérdida de la soberanía, el atraso
científico y productivo, la desnacionalización económica, la concentración de la riqueza, el
maltrato laboral y ambiental, la corrupción, el desempleo y la pobreza.

Pobreza que conseguirá Colombia con ese TLC y pobreza que seguirá teniendo si sigue
propiciando una mentalidad cortoplacista, individualista e indisciplinada que nos
caracteriza actualmente. En ese sentido es acertada la frase que dice Pedro Juan Gonzáles,
experto en geopolítica que aparece en el documental ¿por qué somos pobres los
colombianos? “Los Colombianos somos faltos de disciplina en términos económicos, casi porque
somos improvisadores, pero más que del colombiano, es de la sociedad colombiana y de los
aparatos que la sociedad ha instrumentado”

Entonces, la disciplina se convierte en una solución de la pobreza; Colombia ha


desaprovechado la práctica de la disciplina; mientras que otros países como por ejemplo:
Japón y Suiza si la han usufructuada. Los japoneses sin tener recursos naturales como los
de Colombia, sin tener buenas tierras para sembrar y siendo una nación súper poblada; se
convierten en la tercera potencia económica del mundo. ¿Cómo lo hicieron? A punta de
disciplina y no de inteligencia como muchas personas creen; pues a los japoneses no les
interesa la inteligencia, sino la disciplina; tienen la creencia de que tarde que temprano la
disciplina vencerá la inteligencia. Hiroshi koneko, un japonés radicado en Colombia,
comenta:

La disciplina es importante para los japoneses; la cual trae cooperación para trabajar bien
con los otros; ni crear, ni pelear, ni tumbar porque eso no vale la pena para los japoneses,
estar bien con los otros, es más importante. (Documental por qué somos pobres los
colombianos)

Eso por el lado de los japoneses porque por su parte los suizos son tan disciplinados que les
alcanza el tiempo para todo y no siempre se los ve trabajando a cada momento. Un
empresario colombo-suizo, René Albisser, manifiesta lo siguiente:
Yo pienso que el secreto de la productividad es la intensidad como se trabaja. Allá no se
trabaja muchas horas, sino que verdaderamente las horas que se trabajan, se trabajan
eficientemente; es así como un suizo trabaja normalmente entre 38 y 40 horas, donde
efectivamente se dedica a trabajar y con eso le queda su tiempo libre para hacer las otras
cosas. (Documental por qué somos pobres los colombianos).

Al contrario los colombianos sólo trabajan 6 horas diarias porque hay que ir al baño, tomar
una taza de café, hablar con el compañero, pedirle permiso al jefe, entre otras. Cosa que se
pierden dos horas, que en la cultura de los suizos deben ser aprovechadas porque para ellos
se debe trabajar eficazmente porque su producto debe ser el mejor en el mundo: sus relojes
deben seguir siendo un éxito en el mundo, sus chocolates los más exquisitos del mundo, sus
quesos de la mejor calidad, su tecnología la más competente y sus bancos deben estar
siempre en las primeras posiciones en los servicios financieros.

Así los japoneses y suizos nos dan nuestra primera lección “ser disciplinados” y trabajar en
colectivo; que a los colombianos nos hace tanta falta. Jaime Garzón dijo alguna vez que
uno de los principales problemas colombianos que conlleva a la pobreza es que no tenemos
conciencia colectiva “tenemos una posición cómo e individual ante la vida, el problema soy yo,
me salvó yo y ¿el resto qué?” (Conferencia palabras de Jaime Garzón)

Lastimosamente, esta frase de Jaime Garzón refleja la cruda realidad del pueblo
colombiano, que se ha caracterizado por el individualismo absoluto, por la búsqueda del
interés de cada quien y por la concentración de la riqueza. Según un informe de las
Naciones Unidas, la desigualdad entre ricos y pobres aumentó en América Latina en las
últimas décadas y en la actualidad el 20% de los más opulentos acapara el 56,9% de los
recursos, mientras que en las ciudades de la región se hacían 127 millones de pobres. El
20% de la población más pobre recibe apenas el 3,5% de los ingresos, lo que hace de
América Latina la región más desigual del mundo.

En el caso de Colombia, el 49,1% de los ingresos del país va a parar a las arcas del 10%
más opulento, frente al 0,9% que se queda en el lado de los más miserables. Situación que
es abismal porque no se puede creer que en el país exista una conducta nepotista por parte
de las personas. Y mientras más nos tardemos en superar esta aptitud nepotista combinada
con un fenómeno más pronunciado que es la corrupción, será más difícil salvar al país de
las posibles dominaciones por otras naciones, de los atropellos por parte de los opulentos
hacia los más marginados, del irrespeto de la dignidad y vida de las personas. ¿Pero de qué
dependerá superar estas actitudes y formas de pensar del colombiano? Seguramente de
varios factores:

El primero, como lo dijo Jaime garzón depende de que los jóvenes reaccionemos
sobre el control de nuestro país, leamos la constitución a conciencia y veamos que
el voto es una buena solución para llegar a escoger a los dirigentes más capaces.
En eso Jaime Garzón sí que tiene razón; ya que nosotros como futuros profesionales
tenemos el deber de velar por los intereses de nuestra nación en el futuro, tenemos que
estudiar las mejores propuestas de cada candidato para tratar de convencer a nuestras
familias, amigos de la importancia de votar por ese candidato, para que no se vuelva a
presentar la misma situación que se afronta actualmente en el Valle del Cauca, con el caso
del ex gobernador Héctor Fabio Useche; quien gobernaba en doble cuerpo ajeno, de la
mano de sus dos mentores políticos: el condenado ex senador Juan Carlos Martínez
Sinisterra, preso por la „parapolítica‟, y el destituido ex gobernador Juan Carlos Abadía.

Segundo aprender la frase de Jaime Garzón “Nadie podrá llevar por encima de su
corazón a nadie ni hacerle mal en su persona, aunque piense y diga diferente”

Tercero, creo que Colombia debe adoptar una nueva forma de pensar; insertando la
creencia de que éxito es a largo plazo y que los colombianos deben entender que el
país es demasiado grande y se debe estar a la altura del mismo, destruyendo el chip
de pobres y mendigos.

Aunque hay que destacar que un cambio de mentalidad sería muy difícil, pero claro está no
es imposible; nos tocaría seguir algo del ejemplo chino para poder superar estos saberes
populares; porque si la China logró salir de su atraso técnico del siglo XIX Y XX que
afectaba la psique nacional, consiguió evadir esas derrotas militares acompañadas de
humillaciones y ha podido conquistar al mundo entero con sus inventos; entonces por qué
en Colombia no se podría aplicar esa dichosa revolución cultural proletaria propuesta por
Mao Zedong; la cual buscaba acabar con los denominados “cuatro viejos”: las viejas
costumbres, los viejos hábitos, la vieja cultura y los viejos modos de pensar; o sino por qué
no hacer algo del modelo coreano, el cual propone que para cambiar la forma de pensar de
los habitantes se debe invertir muchísimo en educación de todos los niveles.

Por último añado que a Colombia le hace falta desarrollar la capacidad tecnológica,
la productividad y propiciar la competitividad, para sacarle mayor valor agregado a
sus productos.

Y para concluir se puede decir que el fenómeno de la pobreza disminuirá sí y solo sí cada
persona deja de pensar como individuo y empieza a considerarse como una comunidad,
para enfrentar y superar la corrupción y hacer que el gobierno sea capaz de implementar y
generar recursos para combatir la ausencia de instrumentos educativos, formativos,
informáticos, tecnológicos y universales que ayuden a la formación de jóvenes íntegros,
capaces de desarrollarse, servirle y sacarle provecho a una sociedad. Pues si no se tiene
conciencia de la ausencia de estos factores Colombia no saldrá del círculo vicioso de la
pobreza en donde ha caído.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Documental ¿por qué somos pobres los colombianos?

Robledo, J. (2011). El TLC con Estados Unidos: lo peor para Colombia en 192 años.
Bogotá. Extraído de http://robledosomostodos.com/tlc-con-estados-unidos-lo-peor-
para-colombia-en-192-anos

Conferencias: Palabras de Jaime Garzón

Informe por la ONU. (2010). Río de Janeiro. Extraído de
http://www.caracol.com.co/noticias/economia/fuerte-concentracion-de-la-riqueza-
en-colombia-y-america-latina-advierte-la-onu/20100325/nota/976910.aspx

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