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3 4 2 Sacaojos: crisis social y fantasmas coloniales

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Por ú l t i m o la señora E l v i r a es enfermera y nació en H u a r o c h i r i II.IM .'S

años. E l l a nunca creyó. E l rumor le pareció totalmente absurdo. X. El fundamento invisible: función y lugar de las ideas
Sobre u n total de diez casos tenemos 4 señoras que creen, ^ '\i>< racistas en la República Aristocrática*
dudan y 3 que no creen. E n diciembre, en medio del p á n i c o , 9 c r c y u u i
Las señoras que piensan que pueden regresar creen más en f a m i l i . i i c i y
vecinos que en el Instituto N a c i o n a l de O f t a l m o l o g í a , la Polici.i v ' ' I
M i n i s t e r i o de Salud. Los desmentidos de las entidades oficiales i m h i
merecen mayor c r é d i t o . Hecho explicable si se toma en cuenta que r .i n
señoras creen que los m é d i c o s están al acecho de sus pacientes para s.i« .n
les algo al menor descuido.
L a crisis d e s p e r t ó , en algunos m á s que en otros, sentimiento', di' Empecemos definiendo los t é r m i n o s que vamos a usar:
temor y ansiedad. Los sectores populares, en especial las sufridas m.i(hri la o l i g a r q u í a es u n r é g i m e n p o l í t i c o basado en una
de familia, justificaron su miedo creando esos personajes siniestros p a r t i c i p a c i ó n muy restringida, donde los d u e ñ o s de la
son los sacaojos. E l sentido de realidad se debilita y el miedo se c o n v u i i r riqueza, controlando la esfera de lo p ú b l i c o y la p o l í -
en p á n i c o . Muchos los vieron y casi nadie duda de su existencia. D o i in tica del Estado, tienen un poder desproporcionado,
res blancos sacan los ojos a los n i ñ o s . Estaban por todas partes y cualquin que usan, desde luego, para perpetuar el orden que los
descuido p o d í a ser fatal. fundamenta'. D e otro lado, el racismo es una doctrina
•PSíi elaborar el sacaojos la mentahdad popular c o n d e n s ó a t r i b u t » ^ que afirma la desigualdad radical de los seres humanos.
^iBe las figuras del pishtaco, el m é d i c o , el extranjero. L a desconfianza haci.i l.i E x i s t i r í a n grupos de seres humanos —-"razas"— defi-
modernidad se articuló con el resentimiento colonial de modo que ella el / nibles por ciertos invariantes g e n é t i c o s que d e t e r m i -
percibida como una posibilidad cerrada, accesible solo a un grupo racial" v nan sus posibilidades de logro intelectual y moral. Por
L a promesa de la modernidad fue que el progreso cerraría la herid:i > tanto, las j e r a r q u í a s sociales t e n d r í a n una base b i o l ó g i -
'''colonial. A través de la e d u c a c i ó n y el esfuerzo, las i n d í g e n a s , aunque ca, siendo entonces naturales e insuperables. Por ú l t i -
cada uno por su lado, c r u z a r í a n el abismo que los separa de los criollos mo, la aristocracia es un grupo que reivindica para sus
Todos t e r m i n a r í a m o s de mestizos. Pero, para bien o para mal, las cos.is miembros alguna clase de superioridad sobre la cual se
no han sido así de simples. Saberes ancestrales y viejos prejuicios tieneiv legitima la expectativa de derechos especiales y p r i -
plena vigencia en la mentalidad popular. ^ vilegiados. C u a n d o se piensa en la historia peruana
se comprende inmediatamente lo complementario de
estos t é r m i n o s . E n breve: el racismo fortaleció los sen-
timientos de superioridad de las élites, justificando, de
otro lado, la exclusión de las mayorías del manejo de lo

i '.te texto apareció en el libro Mundos interiores: Lima 1850-1950 (Aldo Panfichi y Felipe Portocarrero
I c'iilio de Investigación de la Universidad del Pacifico, Lima, 1995).
I ii-dii o este trabajo a mi padre, Filix Portocarrero Olave, pues presenta un esfuerzo por entenderlo mf|or.
3 4 4 El fundamento invisible GONZALO 1>0RT0CARH.EI<.0 3 4 5

p ú b l i c o . O l i g a r q u í a , racismo y aristocracia han estado tan í n t i m a m e n t e un papel clave: dieron nueva vida al colonialismo; es decir, permitieron
vinculados que ninguno de ellos puede concebirse por separado. la continuidad en una d o m i n a c i ó n ét ni ca basada en la violencia. C o n
E n efecto, las líneas que siguen son parte de un estudio mayor que la R e p ú b l i c a , sin embargo, esta d o m i n a c i ó n deja de fundamentarse en
apunta a fundamentar la hipótesis de que el "racismo científico" ( 1 8 5 0 - argumentos religiosos y tradicionalistas. No está además legalmente insti-
1950) fue la ideología implícita del moderno Estado oligá rquic o (1895- tuida. Pero a pesar de todo ello es igualmente violenta y despiadada. D e
1968), la base de su legitimidad y que; al mismo tiempo, el racismo per- hecho el "racismo científico" ha sido una de las trabas más grandes que
m i t i ó que las élites pudieran consolidar un sentimiento de superioridad ha encontrado la democracia en el Perú. Fue decisivo para la cristaliza-
que las ideas liberales y d e m o c r á t i c a s amenazaban^ Pero en el presente ción de lo que debería llamarse "neocolonialismo". L a d o m i n a c i ó n étnica
ensayo nos proponemos un objetivo m á s limitado. Trataremos de recons- no está legalmente instituida por un Estado metropolitano, n i siquiera
truir la d i n á m i c a que llevó s i m u l t á n e a m e n t e al auge y a la represión de : forma parte del ordenamiento legal; no obstante, es un hecho omnipre-
las ideas racistas. Situación paradójica que el título del ensayo pretende sente que se encuentra legitimado por la idea de la desigualdad i nt r í nseca
mostrar: el fundamento inuisible. E s así que cuando se hace evidente que entre las razas.
el racismo significa la n e g a c i ó n de un porvenir nacional para el P e r ú , Volvamos a las definiciones: podemos conceptualizar la oligarquía
las doctrinas racistas son proscritas de la ideología oficial pero a pesar de como un r é g i m e n político donde las mayorías están excluidas de manera
ello permanecen legitimando la exclusión política y el sentimiento aristo- que la participación está restringida a ciertas élites. Es necesario distinguir
crático. Las doctrinas racistas cumplieron estas funciones de una manera dos variantes básicas. E n la primera, la exclusión está legalmente sancio-
compleja y peculiar. Conviene entonces destacar cualquier simplismo: en nada, el r é g i m e n ol i gár qui co es entonces transparente: es reconocido y
el Perú fue imposible acomodar la realidad social a las teorías racistas: un su legitimidad es argumentada p ú b l i c a m e n t e . Por lo general, la franqui-
apartheid y una aristocracia de la piel estaban fuera de lugar. E r a inviable cia electoral, la ciudadanía, se limita entonces a los que poseen un cierto
(re)constituir grupos racistas. Pero a pesar de ello, estas ideas jugaron nivel educativo y / o de renta. L a segunda variante del mismo r é g i m e n
surge cuando la oligarquía no tiene fundamento legal alguno y la excl u-
2 Valorar el racismo científico como una ideología moderna, como una reacción antiigualitaria -protagonizada con fre- sión pasa a depender de la c o r r u p c i ó n del sistema electoral y / o del simple
cuencia por grupos decadentes o cuestionados en sus privilegios por la modernización- ante el avance de las ideas
desconocimiento de la normatividad d e m o c r á t i c a . L a voluntad popular
de libertad y democracia, es una hipótesis bastante generalizada. Se encuentra en, por ejemplo, Louis Dumont (Ensa-
yos sobre el individualismo, Alianza Editorial, Madrid, 1987), quien, a su vez la refiere a Myrdal y su estudio sobreesla adulterada o no se le toma en cuenta. E l fraude y los golpes militares
situación del negro norteamericano. También está en el análisis del "racismo científico" efectuado por Todorov. Para
se convierten en f e n ó m e n o s rutinarios. Finalmente, también son factibles
este autor, el racismo, al suponer diferencias cualitativas entre los grupos humanos, desvalorizó la democracia, justifi-
có el colonialismo y las oligarquías, preparando así el terreno para los intentos totalitarios del siglo XX (Tzvetan Todo- combinaciones de las dos posibilidades mencionadas. Es decir, regímenes
rov, Wosoíros y/os oíros. Siglo XXI, Hfléxico, 1991, pp. 190-199). Por su parte, León Poliakov considera que el "racismo
basados en una ciudadanía restringida y que en su funcionamiento e x c l u -
científico" trató de "construir un puente entre las viejas (e imaginarias) razas de la mitología y tradiciones europeas y
las razas que los antropólogos a través del mundo estaban catalogando". Poco a poco las doctrinas racistas van adqui- yen, además, a otros segmentos legalmente incorporados a la participación
riendo un significado exclusivista destinado a justificar primero la discriminación y luego el exterminio de pueblos
política. Se combinan, pues, la restricción legal y la exclusión de facto.
enteros. (León Poliakov, The Aryan Mit. A History of Racist and Nationalist Ideas in Europe, Sussex University Press,
1974, p. 225). Por último, Foucait señala el papel esencialmente conservador del discurso racista que "no fue otra C o m o o r g a n i z a c i ó n b u r o c r á t i c a , el Estado o l i g á r q u i c o es p e q u e ñ o ,
cosa que la invención hacia fines del siglo XIX, del discurso de la guerra de razas, o un retomar este secular discurso
tiene una base tributaria regresiva y sus funciones son básicamente a d m i -
en términos sociobiológicos, esencialmente con fines de conservadurismo social y, al menos, en algunos casos de
dominación colonial" (Michel Foucault, Genealogía del racismo. La Piqueta, Madrid, p. 73). En el Perú, la historia del nistrativas y coercitivas'. Está controlado por una élite e c o n ó m i c a que no
racismo está aún por escribirse. No obstante existen ya puntos de referencia de mucho interés. Ver de Alberto Flores
Calindo "República sin ciudadanos", en Buscando un Inca. Identidad y utopia en los Andes, tercera edición, Lima, Ed.
Horizonte, 1988; Nelson Manrique, Vinieron los sarracenos (El universo mental de la conquisto de América), 3 VerDeseo,
del autor "Ideologías, funciones del Estado y políticas económicas. Perú 1900-1980", en Debates en Sociol
Lima, 1993; y finalmente, Juan Carlos Callirgos, Racismo: el problema del otro (y del uno), Deseo, Lima, 1993. N° 9, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica, Lima, 1983.
3 4 ' ) Elfiiiidaiiicnto invisible
GONZALO 1'01(.T0CA1<.KEK0 3 4 7

llega a ser representativa. L a fusión entre poder e c o n ó m i c o y poder polí- La estabilidad relativa del r é g i m e n oligárquico en la época que nos
tico le da un carácter patrimonial a la política, como si el Estado fuera • M upa (1895-1968) tiene que ver con la consolidación de un grupo social
propiedad de un grupo social. • .11110 resultado del crecimiento de las exportaciones de azúcar y algo-
E n el Perú, el r é g i m e n oligárquico m a r g i n ó a la mayoría. Los anal- luii, y el incipiente desarrollo del mercado interno. Grupo con un ethos
fabetos y las mujeres carecieron del derecho a voto. A d e m á s , el fraude era II isiocrático de base racista. Este grupo ha sido llamado plutocracia cos-
sistemático. Finalmente, el golpe de Estado fue siempre una posibihdad 1(11,1 (Víctor A n d r é s Belaunde), barones del azúcar y el a l g o d ó n (Apra),
abierta. Sobre todo cuando las presiones democratizadoras amenazaron iiligarquía (Izquierda). Gracias a las investigaciones de Felipe Portoca-
desbordar el control de los grupos dominantes. E n realidad, la normativa l u T o Suárez" podemos tener una imagen razonablemente precisa de su
democrática, aun cuando fuera restrictiva, era difícilmente compatible con li.ise e c o n ó m i c a y de sus antecedentes sociales. Respecto a lo primero,
la sensibilidad exclusivista de las élites. D e hecho, los grupos privilegia- estas investigaciones ratifican la idea de la agricultura de e x p o r t a c i ó n
dos no lograron marginar legalmente a todos los que hubieran querido. 1 orno fundamento. Es decir, la hacienda costeña. A ello debe a ñ a d i r s e ,
Encontraron resistencia en los grupos criollos-mestizos, se vieron carentes sin embargo, y esta es una c o n t r i b u c i ó n del trabajo que referimos, la
de argumentos. Emplearon entonces el fraude y los golpes militares. importancia de las inversiones inmobiliarias. E n cuanto a los o r í g e n e s ,
De cualquier forma, las mayorías indígenas quedaron marginadas, se destaca la novedad del grupo. Las fortunas de la élite se constituyeron
y para justificar su exclusión, el racismo fue decisivo. Las doctrinas racis- desde mediados del siglo X I X y fueron acumuladas sobre todo por e m i -
tas fueron la ideología implícita del Estado oligárquico. Decimos i m p l í - grantes italianos y españoles. N o obstante la v i n c u l a c i ó n con familias de
cita porque en el P e r ú no se i n s t i t u c i o n a l i z ó un apartheid, una exclusión origen colonial fue muy importante, pues p e r m i t í a avalar una aura de
basada en el color de la piel. E l racismo no llegó a ser una ideología nobleza. Pero en la l e g i t i m a c i ó n de los privilegios, tan importante como
social. Pero de todas maneras las ideas racistas justificaron no tomar en el principio genealógico, fue la "identidad racial". Sentirse miembros de
cuenta la o p i n i ó n de indios y cholos, puesto que siendo "brutos e igno- una raza superior hacía natural el reclamo de los privilegios. E n todo caso
rantes", acaso irredimibles, no p o d í a n saber lo que era bueno para ellos, lo que es claro es la vocación aristocrática del grupo.
menos aun para el país. E l trasfondo social del r é g i m e n oligárquico es la L a tesis de este trabajo es que las doctrinas racistas cumplieron las
d o m i n a c i ó n é t n i c a , el colonialismo. U n sistema c o r r o í d o por las ideas funciones mencionadas de forma encubierta. E n efecto, las formas más
liberales y d e m o c r á t i c a s durante gran parte del siglo X I X , pero reforzado radicales de racismo fueron reprimidas después de la Guerra con C h i l e , a
luego por las doctrinas racistas. principios del siglo X X . Sin mediar una polémica a fondo, se las descartó
E n todo caso, la d o m i n a c i ó n étnica se fundamenta más en la política del terreno de la expresión oficial. No obstante, sobrevivieron encarnadas
y la ideología que en el mercado y la propiedad, como ocurre en la socie- en comportamientos, r e p r o d u c i é n d o s e en los espacios más privados. E l
dad capitalista. E l control de la capacidad de ejercer violencia por gamo- rechazo tiene que ver con que el racismo radical descartaba la posibilidad
nales y patrones fue clave; t a m b i é n lo es la vigencia del (neo)colonialismo de un destino nacional para el P e r ú . Tampoco ofrecía una perspectiva
entendido como una ideología o sentido c o m ú n que afirma la desigual- alternativa. Podía ser seductor pues venía de Europa, auroleado del pres-
dad, la diferencia de deberes y derechos entre los miembros de los dis- tigio de la ciencia; a d e m á s , justificaba la servidumbre i n d í g e n a , aun el
tintos grupos étnicos. L a coerción y la desigualdad no están sancionadas exterminio de todos los "aborígenes", pero no ofrecía un futuro plausible
legalmente pero eso no importa tanto pues siguen moldeando la vida
4 Felipe Portocarrero S. Economic Elite and Entrepreneuriol Strategies, Perú I9I6-I332, St. Antony's
cotidiana. E l "racismo científico" vitaliza al colonialismo. 1990.
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a cambio. L a derrota en la guerra aceleró el proceso de a u t o r r e f l e x i ó n d e f i n i c i ó n de la raza i n d í g e n a como degenerada es una suerte de c o n -
en la sociedad peruana. N i el genocidio de los indígenas complementado cesión al sentido c o m ú n de la época, al sentimiento de desprecio que las
con la i n m i g r a c i ó n de las "razas enérgicas", ni la exclusión legal, el apar- doctrinas racistas han avivado. Pero postular la posibilidad de la reden-
theid, eran posibilidades reales. L a única forma coherente de ser optimis- ción implica romper con el racismo radical, significa que la d e g e n e r a c i ó n
ta era apostando a la i n t e g r a c i ó n . E l racismo radical llevaba al pesimismo está más en la cultura que en la biología. L a exclusión política del i n d í -
y a la desesperanza. E l Perú no tendría futuro. L a aspiración a constituir gena t e n d r í a que ver con la falta de educación, con su incapacidad para
una nación excluía pues al racismo extremo. E l deseo de tener raíces, la discernir su interés, y no con sus genes.
ilusión de ser parte de un colectivo. E l Perú tendría que levantarse. Este E n las páginas que siguen nos va a interesar el análisis de los dis-
fue el horizonte u t ó p i c o de la juventud de la época de la posguerra. Sin tintos discursos racistas elaborados en el Perú. Desde el racismo radical,
embargo la g e n e r a c i ó n arielista o del novecientos que a través de R i v a donde la influencia de los escritores europeos como Buffon tiene muy
A g ü e r o y V. A . Belaunde i m a g i n ó la i n t e g r a c i ó n y un mestizaje, no logró poco contrapeso, hasta la visión oficial del Perú, en la cual las ideas racis-
avanzar mucho en la realización de sus ideales. N o llegó a romper con el tas están diluidas. Empecemos por el racismo radical. Su caso es muy
colonialismo. significativo pues aunque vaya a ser proscrito de la expresión pública su
E n los discursos públicos, las ideas racistas estaban fuera de lugar, influencia en comportamientos y sensibilidades es firme y tenaz. R e p r e -
proscritas. Pero en los comportamientos, tanto en el hogar como en la senta el núcleo del discurso que valida el fraude y la dictadura, es el fun-
calle, el desconocimiento de los derechos y la d i s c r i m i n a c i ó n apenas se damento del resentimiento aristocrático y del reclamo de privilegios de
encubren, son m u y abiertos. N o obstante, tampoco se les exhibe con la élite.
orgullo. Todos lo saben pero nadie lo dice. Expresar la realidad, hacer
público lo privado, sería el primer paso hacia la desmitificación y la toma I . V i t a l i d a d y l í m i t e s del r a c i s m o radical
de conciencia. Pero son muy pocos los interesados en desarrollar un pen-
E l racismo radical está aún presente en nuestros días. Muchos peruanos,
samiento crítico. Se trata de una época donde se supone que todos somos
por ejemplo, se lamentan de que nuestro país no haya sido colonizado por
iguales pero donde se sabe, desde luego, que unos valen más que otros. E l
los ingleses pues en ese caso los indígenas h a b r í a n sido exterminados y
discurso racista más radical circula en voz baja, en pocas ocasiones llega
el P e r ú de hoy sería un país rico y desarrollado en vez de pobre y atra-
a la imprenta. A pesar de todo ello, este discurso es fundamental para
sado. Muchos otros, lamentando su color de piel y otros rasgos físicos, se
legitimar la exclusión política de facto de mestizos e indígenas. E n efec-
entristecen de tener antepasados indígenas, y sueñan ver a sus hijos más
to, ¿qué puede valer la o p i n i ó n de gente bruta e ignorante? T ó m e s e en
claros, de "mejor apariencia". E n f i n , el folklore racista es muy variado,
cuenta que con estos argumentos se justifica no tanto la exclusión legal,
i'ero todas estas ideas se remontan a fines del siglo pasado, cuando se
la restricción de la franquicia electoral, sino sobre todo el e n g a ñ o y el
cristaliza el racismo radical.
fraude, o el abierto cuartelazo.
E n 1897, a los 25 años, Clemente Palma publicó El porvenir de las
L a exclusión legal está legitimada por una mezcla de argumentos razas en el PeriÁ, obra que había presentado como tesis para optar el grado
paternalistas y e t n o c é n t r i c o s ; aquí la presencia del racismo es mucho más de bachiller en letras. Este trabajo puede ser considerado como el m a n i -
matizada. E l elemento biológico está muy diluido. L a idea oficial es que fiesto del racismo radical. Tiene por ello un valor p a r a d i g m á t i c o . Aunque
la raza i n d í g e n a está degenerada pero es regenerable. L a r e d e n c i ó n es muchas de sus afirmaciones serán reprimidas en los años siguientes, no
posible, los genes no lo determinan todo. L a e d u c a c i ó n es la clave. L a por ello dejarán de estar presentes. Desde el "racismo científico", Palma
3 5 0 El fundamento invisible GONZALO 1'Oll.TOCAH.REIVO 3 5 1

elabora — s i n concesiones— u n discurso sobre la realidad del país, |o)',i.i. presa de la fatalidad, casi sin salida. L o interesante de este relato,
mista pero pretendidamente lúcido. (|IIC- puede darle un status de ejemplar, es que articula un conjunto de

Es muy importante tener en cuenta que El porvetiir de las ra~,i\ i / i l ' . t u s que en otras visiones globales del país aparece diluido pero defi-
Peni es una tesis universitaria exitosa, un discurso razonado que i c i i l - m IIII i \e presente: me refiero a esa mezcla de distancia, pesimismo

la aprobación de un jurado llamado a representarla objetividad cieniili. i \, que se pretende, s i n embargo, l ú c i d a y d e f i n i t i v a .

Por la densidad de los estereotipos que transmite, por su valor de s i n i n '.MI putender un examen pormenorizado del texto, conviene ensayar, sin
ma, conviene citarlo en extenso: I inh.iigo, algunos comentarios.
Las principales razas que han constituido e l pueblo peruano, han sido y MMI Para decirlo en breve: estamos frente a una visión de la sociedad
1. la raza india, raza inferior, sorprendida e n los albores d e su v i d a inicit'i • r n i . i n . i marcada en profundidad por el colonialismo. Su coherencia y
tual por la C o n q u i s t a ; raza que representaba probablemente la ancianiil.id il*
^ • r o s i m i l i t u d testimonian la profundidad de la a l i e n a c i ó n c r i o l l a . L a
las r a z a s orientales, que eran, p o r d e c i r l o a s í , el desecho de c i v i l i / . u I U U K I
T i l M U I nación cultural de la m e t r ó p o l i s se proyecta en una c o l o n i z a c i ó n del
a n t i q u í s i m a s , que pugnaban por reflorecer en un recorsi lento y sin c i i c i n U i
propio de una decrepitud c o n d u c i d a i n c o n s c i e n t e m e n t e en las ven.is; U M i M f , i i i a r i o criollo, en u n concebirse como carencia y falta. Esta radical
raza e s p a ñ o l a , raza nerviosa, que v i n o precisamente e n una é p o c a d e i M«t«, .1. '.v .ilorización, de otro lado, se sustenta en una sociología confusa cuya
de s o b r e e x c i t a c i ó n de su sangre, de actividad desmesurada, y que p o r U l t l ^ . i p . K nl.id de s e d u c c i ó n y convencimiento reside en un determinismo
tenia que obrar m á s tarde con las en ergías gastadas, con el cansancio n c t v n i M I
Miiiplc pero aureolado del prestigio de la ciencia.
y la debilidad moral que sucede a los p e r í o d o s de mayor gasto; raza s u p c i m i
relativamente a la raza i n d í g e n a , pero raza de efervescencias y d e c a Í M i i e i l t l | |
l a perspectiva desde la cual Palma elabora esta visión del P e r ú está
raza idealista y poco práctica, raza turbulenta y agitada, raza m á s artisl.i pir'.ciile solo a través de sus efectos. E n n i n g ú n momento se le explícita.
intelectual, de carácter vehemente, pero no de carácter e n é r g i c o ; voliililc D N . i .ii>stante, mediante el análisis de las características que atribuye a cada
inestable; 3. la raza negra, r a z a inferior, importada para los trabajos de l . i i o<U
1 i . M . esta perspectiva puede ser reconstruida. E n efecto, la denuncia de
desde la selvas feraces del Á f r i c a , incapaz de asimilarse a la vida c i v i l i / a i l i i ,
niie'.iros vicios y defectos supone la existencia de virtudes y cualidades
trayendo tan cercanos los atavismos de la tribu y la vida salvaje; 4. I.i i>i«it
c h i n a , raza inferior y g a s t a d í s i m a , importada para la agricultura, cu.iiido U . | i i . n o poseemos, pero que otros pueblos sí tienen en alto grado. E s pre-
R e p ú b l i c a a b o l i ó la trata de negros, raza viciosa en su vida mental, c o m p l i i i i I luiente desde la realidad de esos pueblos supuestos como superiores
mente abotagada la vida nerviosa por la a c c i ó n del opio, raza sin j u v e n l i u l , «ni
. | i i e l o s calificativos usados por Palma tienen sentido. Si la "raza india"
entusiasmos, de un intelectualismo pueril a causa de su misma decrepiluii, y
es simplemente decrépita y sin futuro, es por que hay otras razas que son
en el que el carácter de la raza por el r é g i m e n d e s p ó t i c o se ha hecho s c i v i l y
cobarde; y 5. las razas mestizas que han provenido del cruzamiento d e Ui (un i l i i i . i m i c a s y progresistas. E l análisis de la "raza española" es más complejo
primeras razas, que si bien representan desde el punto de vista inteleitii.il uim V iii.itizado: es nerviosa pero gastada, sufre de debilidad moral, a d e m á s es
mejora s o b r e el indio y el negro, son insuficientemente dotadas del i,ii.uli»f . l e "efervescencias y decaimientos (...) idealista y poco práctica (...) vehe-
y espíritu h o m o g é n e o s que necesitan los pueblos para formar una c i v i l i z a c i á H
iiiiiiie, pero no de carácter e n é r g i c o ; voluble e inestable". E n resumen:
progresiva; les falta el alma de una nacionalidad^.
.!.• lo i n d í g e n a no se salva nada y de lo español muy poco. Las virtudes
Desenfadadamente, pero con elegancia y c o n v i c c i ó n , Clemente l'aliilil .|iii' Palma admira son el revés de los defectos que lamenta. Ante todo,
hilvana lugares comunes muy característicos. De la a c u m u l a c i ó n de e\li' i I vit.ilidad, la energía, la juventud, la laboriosidad, el rigor científico, el
reotipos emerge una imagen desdoblada: un país condenado por la biu i ' . p i i i t u práctico.
Si todo ello nos falta, somos entonces una suma de carencias,
5 Clemente Palma. £1 porvenir de las razas en el Perú, tesis para optar el grado de Bachiler en Letras, Impicnl.i hiiin
Aguirre, Lima, 1987. ^i^uienes tienen esas cualidades? L a respuesta de Palma es en este aspee-
3 5 2 El fundamento invisible c;oNZALü 1'ORTO(:AU.IÍ.I;RO 353

to u n eco de la o p i n i ó n europea. Las razas germanas, n ó r d i c a s o angln iiii.i lorma de pensar mística y esencialista, m á s cercana, p a r a d ó j i c a m e n -
sajonas. A la vez j ó v e n e s , e n é r g i c a s , p r á c t i c a s . Las d u e ñ a s del futuro. ic, de la "mentalidad primitiva", de la que hablaba L e v y B r u h l , que del
Destinadas a mandar a las razas inferiores. " E l hombre del pueblo es i . i i lonalismo moderno que los racistas "científicos" pretender encarnar.
casi siempre, entre nosotros, un noble que ha perdido su j e r a r q u í a " dice I.s decir, un f e n ó m e n o definido en t é r m i n o s muy simples es postulado
Renan^. Es evidente que esta perspectiva justifica el colonialismo y aun ( limo causa eficiente de una m i r í a d a de efectos. Se construye así el con-
el e x t e r m i n i o de pueblos enteros. Volveremos sobre este punto. ( epto de "raza" donde se mezclan diferencias reales e imaginarias y se les
A primera vista la sociología de Palma parece ser una d e d u c c i ó n explica apelando a esencias biológicas o culturales.
de la genética. L a "raza" sería una suerte de patrimonio g e n é t i c o donde E l hecho es que Palma brinda un panorama desolador, sin salida.
están inscritas las posibilidades de desarrollo de los pueblos. E n tanto las Id Perú estaría en el límite mismo de la viabilidad histórica. Desde luego
diferencias entre "razas" son fundamentales e insuperables, resulta iluso
que la "raza india" no tiene porvenir.
hablar de progreso o mejoramiento de las razas inferiores. Las leyes natu- (...) raza embrutecida por la decrepitud, es por su innata condición infe-
rales excluyen milagros. No obstante, el examen de las colectividades no rior, y por los vicios de embriaguez y lujuria, un factor inútil (...). Los
se agota allí. Otros rasgos que escapan de la genética, como la juventud elementos inútiles deben desaparecer y desaparecen. A medida que la civi-
y la vitalidad, son muy importantes. Es decir, la historia t a m b i é n cuenta; lización vaya internándose en la Sierra y las montañas, el elemento indíge-
pero en un sentido inesperado: el pasado del tiempo produce desgaste, na puro irá desapareciendo, como sucede en Estados Unidos con los pieles
acercamiento a una inevitable decrepitud. Hemos salido de la órbita de rojas (...). Habría un inedio para ayudar a la acción evolutiva de las razas:
la g e n é t i c a pero estamos a ú n en el campo de los f e n ó m e n o s d e t e r m i - el medio empleado en Estados Unidos; pero ese medio es cruel, justifica-
ble en nombre del progreso, pero censurable en nombre de la filantropía
nados por la b i o l o g í a . L o s pueblos son pensados como organismos que
y del respeto a la tradición, algo arraigados en el espíritu peruano: ese
tienen cualidades innatas y un ciclo vital definido.
medio es la exterminación a cañonazos de esa raza inútil, de ese desecho
Pero en otras ocasiones el t é r m i n o raza no se refiere a grupos de raza. Con otro carácter menos idealista y más práctico, con una super-
que comparten un patrimonio g e n é t i c o , sino que puede traducirse por abundancia de población superior con que cubrir el vacío que dejaría esa
n a c i ó n o pueblo; en este caso las características que los definen son ante raza infortunada, que de todos modos representa un recuerdo histórico,
todo hechos culturales que resultan históricos y contingentes. Cuando indudablemente que ese sería el método más expeditivo (...). En el Perú
Palma se refiere a las "raza española", y le atribuye ciertos rasgos, ha esa desaparición será lenta, porque el contacto de las razas costeñas con las
dejado ya el campo de la biología y se ha internado, acaso sin saberlo, en indígenas ejercerá una acción lenta de destrucción'.
el terreno de una sociología de la cultura. Atribuye a los españoles, por Si bien, para P a l m a el genocidio sería la solución ideal, hay diversas
ejemplo, defectos que la biología no sabría explicar: ser poco prácticos, razones que lo desaconsejan o lo hacen inviable. Para empezar, el c a r á c -
ter criollo es poco p r á c t i c o : demasiado apegado a la t r a d i c i ó n y a la
transitar sin mediaciones de la efervescencia al decaimiento, debilidad
filantropía como para considerar seriamente la posibilidad del e x t e r m i -
moral, cansancio nervioso. Estos rasgos tienen que ver con la cultura y
nio. A d e m á s , la ansiedad por el progreso es muy relativa y, por ú l t i m o ,
la historia y la p r o y e c c i ó n de ambas en la psicología social. N o obstante,
el sentimentalismo rechaza la crueldad. E s decir, no hay premura por
la cultura está pensada como algo que existe con independencia de la
lograr los cambios, tampoco consenso en torno a los medios a emplear-
sociedad y que se encuentra de una vez para siempre. E n realidad, tanto se. Para Palma, sin embargo, el exterminio es una o p c i ó n l e g í t i m a que
el racismo biologista como el culturalismo e t n o c é n t r i c o son variables de debe discutirse. Frente a la raza i n d í g e n a el dilema sería: exterminarla.

6 Ernst Renán, "La reforme intelectuelle et moral de la France" Citado por Tzvetan Todorov, ob. cit., p. 137. 7 Clemente Palma, ob. cit., p. 35.
3 5 4 El fundamento invisible GtlNZAUl l'ORTOCARKERO 355

acelerando el progreso; o tolerarla, r e s i g n á n d o s e a contemplar su lenta el hecho: toda persona lúcida tiene que ser por fuerza pesimista. Pero si
d e s a p a r i c i ó n . Esta ú l t i m a alternativa es m á s humana pero implica altos ( o m o colectividad estamos en desventaja, como individuos sí podemos
costos: pervivencia del atraso y la c o n t a m i n a c i ó n que disminuye la c a l i - salvarnos, es decir, conseguir el progreso, la felicidad.
dad del mestizaje. N o obstante, el dilema es abstracto pues en realidad E n nuestro mundo interior de criollos y mestizos la fantasía del
no hay posibilidad de elegir. Palma considera que sus c o n t e m p o r á n e o s exterminio nos convoca a la represión y al olvido de todo aquello que
no están preparados para planearse el exterminio como solución, hasta él nos vincula con el mundo andino. Esta es la premisa de cualquier opti-
mismo tiene dudas. mismo. Negar el pasado sería el primer acto de la r e d e n c i ó n . Y , f i n a l -

Se trata de una fantasía, de un deseo. U n país sin indios, sin taras, mente, aunque el exterminio fuera imposible, complacerse con su idea sí

que puede progresar r á p i d a m e n t e . Desde el punto de vista p r á c t i c o podía inspirar una empresa menos atrevida pero m á s viable: la destruc-

—sugiere P a l m a — el e x t e r m i n i o tampoco es viable pues la p o b l a c i ó n ción de la cultura andina en el país, y de todo aquello que nos vinculara

i n d í g e n a no tiene reemplazo de manera que las tierras que el genocidio con ella dentro de nosotros mismos. E l auge del racismo radical equivale

pudiera dejar libres, q u e d a r í a n vacías. Pero el argumento no impresiona a un nuevo episodio de la e x t i r p a c i ó n de idolatrías, de la c o l o n i z a c i ó n

demasiado pues la sierra pudiera quedarse sola aguardando a los i n m i - del imaginario criollo. Este es el significado profundo de la fantasía del

grantes que l a r e a v i v e n . E n realidad, Palma no llega a considerar los e x t e r m i n i o . E l l a supone la a r t i c u l a c i ó n de sentimientos de vieja data,

problemas prácticos que supone el genocidio: ¿ q u é pasaría con los due- como el desprecio, con ideologías supuestamente científicas y modernas,

ños de minas y haciendas?; ¿ d ó n d e o b t e n d r í a n mano de obra?; ¿sobre la como las doctrinas racistas. E l resultado de esta soldadura fue legitimar

base de q u é criterios se separarían los indios de los mestizos?; ¿quién se la d o m i n a c i ó n , pero t a m b i é n consolidar una visión desesperanzada del

haría cargo de la tarea?; ¿qué m é t o d o s h a b r í a n de emplearse?; ¿armas de porvenir del P e r ú . E n efecto, descartado el e x t e r m i n i o , solo q u e d a r í a

fuego, armas blancas, golpes?; ¿y q u é de las madres y los niños? Palma no esperar la "lenta acción de d e s t r u c c i ó n " que el contacto de la raza coste-

se plantea estas preguntas. Surge entonces la inquietud, ¿ p o r q u é Palma ña p r o d u c i r á en las razas i n d í g e n a s .

no realiza concretamente los supuestos, modalidades y las consecuencias E l porvenir de los negros no es, para Palma, más brillante*.
del exterminio? E n realidad no lo considera seriamente. E s un proyecto La raza negra por ser raza inferior, irá también desapareciendo (...). Hoy
mismo se observa cuánto ha decrecido, con el cruzamiento principalmen-
inviable y él lo sabe.
te, en los centros más populares y civilizados del Perú. La negra esclava
E l e x t e r m i n i o es una fantasía característica, reveladora. Ese s u e ñ o fue la que, en las casas señoriales, acudió en la familiaridad de la vida
criollo de aspiración a un nuevo comienzo u oportunidad, de rechazo a común al despertar de la virilidad de su joven amo. Por eso hoy, a pesar
lo i n d í g e n a . Pero la ilusión, en tanto se sabe imposibilidad, mero deseo, de las apariencias de orgullo de clase, no existe en lo íntimo de la natura-
leza del señor, del hombre civilizado, repulsión sexual por la raza negra y
llama a resignarse frente a una verdad amarga: tan lleno de indios el
menos por las mulatas y mezcladas. Ello si bien contribuye a conservar los
P e r ú no tiene futuro, tampoco merece mucho respeto. Las perspectivas
defectos de la raza, contribuye también a hacerla desaparecer por sucesi-
son pues s o m b r í a s . N o podemos soñar en ser como C h i l e , menos A r g e n - vos cruzamientos, que acabarán por extinguir o, por lo menos, disminuir
tina. Eso para no hablar de Estados Unidos o Europa. Y aunque no sean mucho la sangre africana. La raza negra está, pues, llamada a desaparecer
responsables, los blancos y criollos pagan las consecuencias. E l problema por absorción'.
no es moral. Tampoco depende de cada indio por separado. L a decre-
8 "La vida de la selva, la campaña diaria por la vida ha fortificado sus músculos y forrado sus nervios con un blindaje
pitud de la raza es una fatalidad del destino, una ley de la naturaleza.
sólido de estupidez que lo hace apto para las labores rudas de la vida material" Clemente Palma, ibid.
Nadie tiene la culpa. L a e v o l u c i ó n los ha condenado. Sería pueril negar
9 Ibid., p. 36.
M'i / ' liiiiil,iiiiciito invisible GONZALC:) l>ORTOCM\RERO 357

I I hombre c i v i l i z a d o , amo y señor, no sinció r e p u l s i ó n sexual por la que anteponiendo su i n t e r é s al nacional importaron a los culíes. Para
negra-esclava. Estas asociaciones entre cultura, p o s i c i ó n social y color los hacendados el c u l i significaba menores salarios y mayores ganancias,
de piel suponen que el orden de la sociedad está anclado en la biolo- pero para el conjunto del país c o n t a m i n a c i ó n de la raza y proliferación
gía. A cada raza corresponde una f u n c i ó n en la d i v i s i ó n del trabajo. de malas costumbres, el juego y el opio. Esta era la perspectiva de los
A los negros les toca la servidumbre y a los blancos el ejercicio de la criollos.
autoridad'". Pero Palma sugiere t a m b i é n que las razas inferiores pueden
L a raza c r i o l l a , a la que el mismo Palma se afilia"', le merece
desaparecer por absorción. E s decir, no está en contra de la idea de mes-
comentarios muy ambivalentes:
tizaje; por el contrario, la fomenta. Piensa que determinando las caracte-
L a ú n i c a r a z a , pues, que está llamada a un p o r v e n i r es la raza c r i o l l a cuyas
rísticas del mestizo, la c o n t r i b u c i ó n de las razas superiores es mucho más notas de c a r á c t e r he s e ñ a l a d o ya. R e p i t o , la falta de e n e r g í a es el defecto
decisiva. Para estas, el cruce es c o n t a m i n a c i ó n y p é r d i d a pero para las capital de esta raza, defecto que la i m p o s i b i l i t a para c o n s t i t u i r u n a n a c i o -
inferiores es una neta mejora. E n celebrar el mestizaje como posibilidad n a l i d a d . E s i n ú t i l que posea u n i n t e l e c t u a l i s m o b r i l l a n t e , sin ser p r o f u n d o ,
sin ser p r á c t i c o . Q u i j o t e s eternos, locos perseguidores de ideales, nos afa-
de desaparición de las razas menos evolucionadas, Palma se aparta de los
n a r e m o s p o r l a n z a r n o s entusiastas en pos de ilusiones. L e y e s , e d u c a c i ó n ,
racistas ortodoxos quienes sí predicaban la repulsión sexual, condenando
a d m i n i s t r a c i ó n h o n r a d a , fogosidades santas, severidades i n ú t i l e s , todo f r a -
al mestizaje como d e g e n e r a c i ó n potenciada que arrojaba productos aun casa porque no son las m e d i d a s particulares n i la e d u c a c i ó n las que p u e d e n
de menor calidad que el progenitor de raza inferior. e n c a d e n a r a la i n d o m a b l e bestia que se agita en el fondo de la raza {...). L o
m á s que se o b t e n d r á son m o m e n t o s de pasajero progreso, chispazos de a p o -
Respecto a los chinos, Palma tiene una opción contundente y nega-
geo (...). Sí s e ñ o r e s , la falta de c a r á c t e r coloca a los c r i o l l o s en la c o n d i c i ó n
tiva. Cree que constituyen una amenaza y no recomienda su mezcla.
de u n a raza m e d i a i n c a p a z de progreso, si no se la sujeta a u n a t e r a p é u t i c a
E s t á l l a m a d a a d e s a p a r e c e r p o r i n a d a p t a c i ó n o e x p u l s i ó n , c u a n d o haya é t n i c a que garantice su salud f í s i c a y su v i g o r m o r a l en u n p o r v e n i r m á s
el c o n v e n c i m i e n t o de los p e r n i c i o s o s efectos q u e esta raza degenerada, o m e n o s lejano. ¿ P o r q u é la R e p ú b l i c a A r g e n t i n a y hasta C h i l e son h o y
v i c i o s a y sucia puede o c a s i o n a r en la v i d a de nuestro pueblo. A u n q u e esta naciones florecientes? P o r el c a r á c t e r . ¿Y por q u é tienen c a r á c t e r ? Por que
raza se c r u z a d i f í c i l m e n t e y los frutos de este c r u z a m i e n t o t i e n e n p o c a los elementos inferiores de raza e n t r a r o n en poca cantidad en la c o n s t i t u -
vida, constituye u n a a l a r m a p o r los v i c i o s que e n s e ñ a a n u e s t r o pueblo,
c i ó n de su pueblo a c t u a l , y los superiores en m á s c a n t i d a d " .
por las e n f e r m e d a d e s que, a u n s i n f e c u n d a r a las m u j e r e s , dejan en el seno
de ellas ( . . . ) " . Nuevamente Palma no resiste el colonialismo mental, quizá porque los
estereotipos que los europeos nos ofrecieron como nuestra imagen, y
Palma considera a los chinos como inferiores a los negros. Peligrosos por que Palma reproduce, sintonizan con la actitud flagelante de la idiosin-
sus vicios, d e b e r í a n ser deportados. Felizmente son poco fértiles y su crasia criolla. E n efecto, en la d e s c r i p c i ó n de L i m a hecha por viajeros
descendencia tiene escasa vida. Estas valoraciones son originales, difie- extranjeros, la "falta de c a r á c t e r " o "energía", o la "indolencia" son los
ren de la ortodoxia racista, perspectiva donde los negros representan la lugares comunes mas reiterados. Sea como fuere, resulta que los vicios
raza inferior. E s claro que los j u i c i o s de Palma se fundamentan en el
sentido c o m ú n criollo, adverso a los chinos y crítico de los hacendados 12 Clemente Palma era hijo del gran tradicionalista Ricardo Palma. Como tal era mestizo, con una importante ascenden-
cia negra. En realidad ha habido un esfuerzo por blanquear a Palma. Véanse, por ejemplo, las fotos oficiales en los
textos escolares. Un estudio reciente deja en claro la raíz popular y mestiza del tradicionalista. Sus progenitores eran
10 Hacia fines del siglo esta idea es un lugar común: "La naturaleza ha hecho una raza de obreros, que es la raza china "gente parda", mulatos. Hecho nada gratuito puesto que si Palma es capaz de codificar la tradición oral de la Lima
(...) una raza de trabajadores de la tierra, que es la negra (...) una raza de amos y soldados, que es la raza europea popular es porque estaba enraizado en ella; porque desde niño, de su padre y abuela, escuchó las viejas historias y
(...). El hombre de pueblo es casi siempre, entre nosotros, un noble que ha perdido su jerarquía". Ernst Renán, ob. cit, se aficionó a ellas. Véase al respecto el interesantísimo libro de Osviialdo Holguin Tiempos de iníancia y bol
p. 137. Ricardo Palma (1855-1860) (Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica, Lima, 1994).
11 Clemente Palma, ob. cit, p. 36.
13 Clemente Palma, ob. cit., p. 37.
3 5 8 El fundamento invisible C'.ONZALCÍ l't5RTOC:AI<.RElU) 3 5 9

son profundos e incorregibles, mientras que las virtudes son aparentes o, i n m i g r a c i ó n de esta raza v i r i l , a q u é l que solicite la i n m i g r a c i ó n de algunos
militares de alemanes, que pague a precio de oro esos g é r m e n e s preciosos
en todo caso, no tan relevantes'".
que han de constituir la fiitura grandeza de nuestra patria (...) lo cierto es
Es claro que las opiniones de Palma testimonian la interiorización
que los pueblos son razadas de animales y que sus instintos y tendencias no
de una perspectiva e t n o c é n t r i c a y utilitaria, por lo general asociada al se modifican con leyes y c o n e d u c a c i ó n sino con cruzamientos acertados (...).
puritanismo anglosajón o germano. Todo lo que no encaja dentro de Será poco p o é t i c o aquello de tratar a los pueblos c o m o especies vacunas que
ella es inferior o inexistente. Así, valores criollos como la hospitalidad, se m e j o r a n haciendo c u b r i r a la hembra por u n toro de tales condiciones.

la alegría y la fiesta son desconocidos o comentados negativamente. Las Pero ¿ q u é importa que este concepto sea poco p o é t i c o , si él es la f ó r m u l a de
la felicidad y superioridad futuras del Perú? O h ! S e ñ o r e s , nada m á s prosaico
actitudes r o m á n t i c a s , el ethos caballeresco, la delicadeza como norma de
que el progreso'^.
conducta son t a m b i é n desechados. Las ú n icas cualidades mencionadas
Desde un racismo radical fluye un sentimentalismo escéptico y pesimista
—intelectualismo brillante, idealismo— son relativizadas por inútiles o
sobre el porvenir del Perú, casi totalmente cerrado a cualquier posibilidad
inconducentes. E n síntesis: falta el espíritu práctico y energía; he aquí la
de mejora. Por su c o m p o s i c i ó n racial, el Perú sería inviable como n a c i ó n .
sentencia fatal que convierte a los criollos en una "raza media incapaz de
L a ú n i c a salida es de largo plazo, el cruzamiento con los alemanes.
progreso". L a solución es de largo plazo e implica el cruzamiento de los
L a coherencia del texto de Palma testimonia la profundidad de la
criollos con migrantes bien escogidos. Solo así sería posible redimir al
influencia del "racismo c i e n t í f i c o " , su capacidad para dar sentido a la
P e r ú . N o existe otra oportunidad.
experiencia que del P e r ú t e n í a su g e n e r a c i ó n y grupo social. Mellado
La mejor terapia étnica para la raza criolla es el cruce con alemanes.
al á n i m o por el desastre de la Guerra con C h i l e , dominada la visión del
E l a l e m á n es físicamente fuerte: v i g o r i z a r á los m ú s c u l o s y la sangre de nuestra
país por el desprecio hacia lo que no fuera blanco, marcadas las ideas por
raza; es intelectual, profundamente intelectual: dará solidez a la vida mental de
nuestra raza, a r m o n i z a r á , en el cerebro de los escogidos, et sentimiento artís- la influencia del positivismo y la sociología biologista, Palma articula
tico, herencia de la raza latina, c o n el e s p í r i t u cientifico de los germanos; es una visión muy significativa del P e r ú . N o es que fuera original, creativa
sereno, e n é r g i c o , tenaz: será contrapeso a la vehemencia, debilidad e inconsis- o profunda. Su interés radica en otra cosa: en expresar cierto sentido
tencia de los criollos. E s la raza alemana en mi o p i n i ó n , la que m á s beneficios
c o m ú n sin represiones, casi hasta las últimas consecuencias.
hará en nuestra raza desequilibrada (...) el gobierno verdaderamente pater-
nal, celoso para nuestra patria, será aquél que favorezca c o n toda amplitud la ¿Hasta q u é punto encontramos en Palma una recepción sin resis-
tencias de las doctrinas racistas? E l autor m á s citado por Palma es L e
14 Anotamos tres ejemplos; el primer proviene de un inglés: "Los limeños son una raza tan insignificante que casi no son
B o n , la obra a la que se refiere es Lois psychologiques de l'evolution des
dignos de atención; nunca ha habido hombres tan incapaces para un empleo activo y beneficioso. Mientras pueden
gozar de su cigarro, parece que no tienen desgano, y si la pobreza los encuentra, se desesperan y caen en la miseria, sin peuples. Todorov considera a este autor como un
la energía de evitar el golpe, o la fuerza para soportar su inflexión. Es casi increíble que entre una población de 100,000
(...) vulgarizador de talento, cuyas obras, traducidas a una decena de lenguas,
habitantes, y con un gran comercio en el puerto, no haya más que dos o tres casas comerciales peruanas en Lima y el
Callao; se puede decir que el comercio progresa por los extranjeros que son principalmente chilenos y de Buenos Aires" han sido difundidas por centenares de miles; éste es el caso, en particular, de
(Robert Proctor, Nanative oí a Journey, Edimburgo, 1825, p. 235). sus Lois psychologiques de l'evolution des peuples (...). L e B o n es partidario del
El segundo es el testimonio de un francés: "Esos criollos blancos, con la excepción de algunos descendientes de poligenismo, y equipara las razas humanas con las especies animales'^.
españoles, parecen no tener nada de sus antepasados sino los vicios, más perfeccionados todavía, sin ninguna de las
virtudes de ellos. Son degenerados, tísica como moralmente. Débiles, indolentes, afeminados; una excursión de diez
horas a caballo es para ellos un récord que debía ser registrado en la historia heroica del país. Enemigos jurados de 15 Clemente Palma, ob. cit.
cualquier especie de trabajo" (Adolphe Joanne, Voyage ilustre dons le cinq parties du monde, París, 1849, p. 390). 16 Tzvetan Todorov, ob. cit, p. 132.
El tercero pertenece a un norteamericano: "Los limeños no son lo que un norteamericano lamaría 'progresivos' o Don Martindale, autor de Lo teoría sociológica: naturaleza y escuelas (Aguilar Madrid, 1968), hace la siguient
'agresivos'. Los ferrocarriles y las minas del Perú se hallan por la mayor parte en manos de industriales de los Estados ciación sobre Le Bon: "Toda la idea de Le Bon era destruir este 'mito' democrático describiendo las características
Unidos, el negocio de consignación en manos de los ingleses y de los alemanes, y el negocio al detalle en manos de los psicológicas que constituyen al alma de las razas, y mostrar cómo la historia de un pueblo y su civilización están
franceses, españoles y otros de la Europa continental" (James Bryce, La América del Sud, Nueva York, 1914, p. 46). determinadas por esas características. Sólo de este modo, pensaba Le Bon, se podría aplastar la democracia y el...//
¡ d o lilj'iiudamcnlo invisible CONZAU:) l'ORTC)t:ARREIU"> 361

La p o s i c i ó n de L e B o n es la de un determinista: " B a s á n d o n o s en c r i - Continente los racistas científicos perciben el mestizaje con una mezcla
terios a n a t ó m i c o s bien claros como el color de la piel, la forma y la de repugnancia y temor. L o primero porque pensaban que la mezcla era
capacidad del c r á n e o , ha sido posible establecer que el g é n e r o humano contraproducente: los vastagos serían cuasiestériles, en ellos predomi-
comprende varias especies n í t i d a m e n t e separadas y probablemente de naría la "sangre inferior"; lo segundo, en tanto que la proliferación de
o r í g e n e s muy diferentes". Desde esta perspectiva, la raza aparece como las mezclas p o d r í a llevar a una d e g e n e r a c i ó n de la raza. L o deseable era
l í m i t e a la capacidad de progreso de un pueblo. N i siquiera la e d u c a c i ó n justamente lo contrario: purificar la raza. E l Estado d e b e r í a estar c o m -
puede producir un cambio significativo. Palma cita con mucha aproba- prometido en este proyecto eugenésico evitando, por ejemplo, la repro-
ción estas ideas del "sabio" L e B o n . d u c c i ó n de los individuos menos perfectos. Impedir los cruzamientos,

El abismo de constitución mental que separa a las diversas razas nos expli- mejorar la calidad de la raza blanca, tales los principios de la llamada
ca el por qué los pueblos superiores han fracasado cuando hacen aceptar "higiene racial", doctrina con amplia a c e p t a c i ó n " . C o n respecto a A m é -
su civilización a pueblos inferiores. La idea tan general aún de que la ins- rica Latina, L e B o n piensa que
trucción puede cambiar el carácter es una ilusión de las más funestas que
(...) el destino f i n a l de esta m i t a d de A m é r i c a es regresar a la b a r b a r i e p r i -
los teóricos de la razón pura hayan acariciado".
m i t i v a , al m e n o s que Estados U n i d o s le preste el i n m e n s o s e r v i c i o de c o n -

Hacer un análisis s i s t e m á t i c o de la influencia de L e B o n en la obra de quistarla (...). H a c e r bajar las m á s ricas c o m a r c a s del globo al n i v e l de las
r e p ú b l i c a s negras de Santo D o m i n g o y H a i t í : he a h í lo que la raza b l a n c a
Palma d e s b o r d a r í a el cauce del presente ensayo. Solo i n t e n t a r é algunos
ha r e a l i z a d o en m e n o s de u n siglo c o n la m i t a d de A m é r i c a " .
apuntes r á p i d o s , pertinentes para nuestro argumento. E s evidente que
el tono y las ideas centrales de Palma están tomados del "racismo c i e n - Palma ve en el mestizaje la ú n i c a posibilidad de salvación del P e r ú .

tífico". L a seguridad que subyace a j u i c i o s , que se postulan como c o n - C o m o en el cruzamiento las razas superiores imponen sus cualidades,

tundentes e inapelables, la distancia y objetividad respecto a la materia el mestizaje representa un avance firme respecto al progenitor de la

de estudio, todo ello evoca el positivismo de los racistas doctrinarios. raza inferior. E s claro que P a l m a no puede aceptar la idea del mestizaje

L a idea de la b i o l o g í a como hecho determinante viene t a m b i é n de la como d e g e n e r a c i ó n , ello c e r r a r í a las puertas a la esperanza, i m p l i c a n -
do entonces que no h a b r í a oportunidad para el P e r ú . Condenados a
misma fuente. N o obstante, hay una diferencia fundamental: para los
la a n a r q u í a , p e r m a n e c e r í a m o s siempre refractarios al progreso. E n ese
racistas doctrinarios el mestizaje está asociado a la d e g e n e r a c i ó n ; para
caso no m e r e c e r í a m o s ser sino una colonia. Pero hasta en una visión
Palma en cambio es la ú n i c a posibilidad de progreso. Otras diferencias
tan influida por el racismo c i e n t í f i c o , con sus sobretonos colonialistas y
tienen menor importancia: Palma considera los negros como superiores
a n t i d e m o c r á t i c o s , hay margen para la resistencia. Palma no propone la
a los chinos; L e B o n piensa lo inverso.
( r e ) c o l o n i z a c i ó n del P e r ú . Ayudados por europeos, los criollos pueden
Mientras que en Europa hay una aversión al mestizaje, en el Perú
r e d i m i r al P e r ú . E l progreso es posible, el escepticismo no es total.
se le rinde culto, hasta cierto punto al menos. E n efecto, en el Viejo
Pero la defensa del mestizaje tiene l í m i t e s : desde la perspecti-

//... socialismo (...). Le Bon sentía horror del socialismo y del sindicalismo. Consideraba que la ciencia y la industria va de los criollos blancos —o más blancos— no hay un tabú para el
habían precipitado el crecimiento de las ciudades, la concentración de la población, el desarrollo de las comunicacio- cruzamiento, no obstante este es v i v i d o como un descenso; un favor
nes, la extensión del sufragio. Todos estos factores y agentes democratizadores abrieron las eras de las multitudes.
Debido a su emocionalidad y facilidad de su gestión, estas son instrumentos en manos de aquellos líderes con pres- o un aporte que el c ó n y u g e m á s blanco hace a su c o m p a ñ e r o ( a ) m á s
tigio y habilidad para emplear la afirmación, la repetición, el contagio y la imitación a fin de modelarlas y dirigirlas"
(p. 356). 18 Ver León Poliakov, ob. cit., pp. 282-283 y 297; y también Tzvetan Todorov, ob. cit., p. 189.
17 Clemente Palma, ob. cit., p. 11. 19 Le Bon citado por Manuel González Prada, Obras, tomo II, vol. 3, Ed. Copé, 1986, p. 198.
3 6 2 El fundamento invisible
GONZALO 1'ORTOCARIÍ.ERO 3 6 3

oscuro(a)'''. E l racismo radical termina en un rechazo a lo i n d í g e n a y Fuentes trata de relativizar las opiniones de los viajeros extranjeros. Sus
a lo criollo, a la espera de una lenta regeneración posible solo gracias a estereotipos resultarán de observaciones casuales que la "injusta temeri-
migrantes que h a b r í a que traer al precio^ que fuera. Mientras tanto, se dad" eleva a la categoría de resultados de análisis detenidos.
infiere de todo lo dicho, el Estado debería estar controlado por esa raza
¿ P o r q u é pretender (...) presentarlo c o m o el tipo de u n a f a m i l i a , de una
criolla, la más apta para progresar. raza o u n g r e m i o ? (...) e x h i b i r l o s c o m o la muestra de una sociedad, no solo
es a g r a v i a r a ésta sino datiar la propia r e p u t a c i ó n del narrador. Nosotros

I I . Resistencias criollas al r a c i s m o presentamos e n nuestro bosquejo de c o s t u m b r e s lo que ellas f u e r o n y lo


que hoy son. N u e s t r o p r o p ó s i t o ha sido dar, en globo, una idea de nuestra
E s muy instructivo comparar las valoraciones de Palma con las que trein- o r g a n i z a c i ó n p o l í t i c a (...) hacer ver (...) que estamos tan adelantados c o m o
ta años antes produjera Manuel Atanasio Fuentes^'. E n su libro^^. F u e n - p o d e m o s estarlo (...) que no merecemos ser j u z g a d o s c o m o rudos habitantes
de las selvas, semicubiertos de plumas que r e c i b e n a flechazos a los h u é s p e -
tes ensaya presentar un panorama general de L i m a y los l i m e ñ o s , desde
des que llegan a sus chozas para devorarlos d e s p u é s , crudos en u n banquete
un inventario de los edificios, servicios públicos e industrias hasta una
de f a m i l i a " .
descripción de las costumbres y tipos raciales de sus habitantes. L a pre-
tensión es producir una imagen global. E l tono es a la vez científico y L a defensa de lo nativo está asociada a una e p i s t e m o l o g í a historicista,
nacionalista; al examinar y clasificar cosas y hombres, Fuentes pretende donde se subraya la diferencia y la particularidad. Así, en contra del esen-
afirmar un desapego y una distancia que le p e r m i t i r í a n ser objetivo. N o cialismo de Palma, para Fuentes los individuos no están determinados
obstante, al mismo tiempo es patente una actitud de reivindicación de lo por su pertenencia a una familia o especie. Conocer un caso no autoriza
nativo. E n t r e estas dos perspectivas hay a menudo fricciones. a hablar sobre el conjunto de casos. Las generalizaciones son peligrosas;

A l intento de defender el prestigio de L i m a y el c a rá c te r de sus ellas t e n d r í a n que basarse en un conocimiento detenido. Pero a pesar de

habitantes está dedicada la i n t r o d u c c i ó n de su libro Lima. Apuntes histó- cautelas y advertencias Fuentes recae con frecuencia en el estereotipo y

ricos, descriptivos, estadísticos y de costumbres, que empieza con las siguientes las descripciones genéricas.

palabras: E l carácter de los criollos le merece a Fuentes comentarios básica-


U n v i a g e r o f r a n c é s entraba á M a d r i d en e] m o m e n t o en que dos mozos mente positivos:
cruos s o s t e n í a n u n a l u c h a , c u c h i l l o en m a n o ; el v i a g e r o s a c ó , en el acto, su P o r m u c h o s que se haya querido deprimir el carácter de los l i m e ñ o s , no es
libro de m e m o r i a s y e s c r i b i ó : "a las d o c e del d í a todos los e s p a ñ o l e s se dan menos cierto que é s t o s tienen condiciones en alto grado estimables. L a since-
navajazos"^'. ridad y la franqueza son sus m á s dominantes cualidades, c o m o lo son t a m b i é n
la generosidad y el desprendimiento ( . . . ) las buenas dotes del c o r a z ó n , la
20 En su autobiografía, Adriana Vernuil, esposa de Manuel González Prada, cuenta cómo los sacerdotes españoles se sensibilidad, la ternura para el amigo y el amor e n t r a ñ a b l e a la familia están
enorgullecían de su raza y pensaban que al aparearse con indias y mestizas les hadan un favor. También cuenta cómo
en el colegio Belén, donde estudiaba, fue en un inicio objeto de burlas y desplantes. Pero después"(..) yo aprendí a c o m p a ñ a d a s de una i m a g i n a c i ó n brillante y despierta; y de una inteligencia
a contestarles a medida que me adiestraba en el castellano, lamándolas chunchas, cholas, zambas (...) según el precozmente desarrollada^'.
encrespado del pelo, que pronto supe distinguir. Esa calificación mía, por supuesto muy antojadiza, tenía el don de
herirlas en el punto más sensible de su vanidad (...) fue el arma de que me valí para vengarme" Adriana Vernuil de Comparte con Palma la idea del criollo como poseedor de una " i m a -
González Prada, Mi Manuel, Ed. Antartica, Lima, 1947, p. 49. g i n a c i ó n brillante ( . . . ) y de una inteligencia precozmente desarrollada".
21 Para una apreciación global de Fuentes ver Maida Isabel Watson, El cuadro de costumbres en el Perú decimonónico,
Esta coincidencia remite a estereotipos m á s antiguos: el l i m e ñ o como
cap. VIH, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica, Lima, 1980.
22 Manuel Atanasio Fuentes. Lima. Apuntes históricos, descriptivos, estadísticos y de costumbres. Librería Didot, París,
1867. 24 ibid., p. viii.
23 Ibid., p. iv. 25 Ibid., p. 100.
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poco educado, pero vivo y despierto, sensible e imaginativo. E l mestizaje E n el discurso que subyace a fotos y grabados esta ambivalencia
es valorado como hecho positivo. es m á s visible. E l libro de Fuentes está ricamente ilustrado por cientos
Hemos leído pero sin poder decir si en impreso o manuscrito que "un campo de grabados. L o s que representan a los miembros de la élite consignan
totalmente cubierto de flores blancas ofrecería un aspecto igual, en todas par- el nombre de la persona retratada y son a página entera". E n todos ellos
tes; que la igualdad es monotonía, que la m o n o t o n í a cansa los sentidos; que además, se a c e n t ú a la piel clara. Las mujeres aparecen en poses muy estu-
lo que cansa los sentidos es desagradable,' y que por consiguiente un campo
diadas, l á n g u i d a s , con una mezcla de frivolidad y c o q u e t e r í a . Los h o m -
totalmente cubierto de..."; el lector puede, si le place, terminar la proposi-
ción. Si la teoría del campo puede aplicarse a hs poblaciones, la de Lima tiene bres, mientras tanto, con gestos de r e s o l u c i ó n y altivez. Los grabados
por fuerza que ser agradable desde que toda ella no se compone de blancos y no es que corresponden al mundo popular, en cambio, representan a personajes
por lo mismo ni igual ni monótona, ni cansadora de los sentidos". a n ó n i m o s , no se trata de individuos, sino de "tipos"; es decir, interesan
E l hecho de que no todos los limeños sean blancos se convierte así en dis- no por su singularidad sino por ser representativos. D e m á s está decir que
t i n c i ó n y ventaja. L o que podría ser cuestionante se convierte en motivo son de piel oscura y la mayoría son apelados a partir de sus razas: "india
de orgullo. Pero al mismo tiempo se sugiere que la inmensa mayoría de de la costa sur", "indio soldado", "arriero indio", "negro de raza pura",
los l i m e ñ o s son blancos. Insinuación que contradice la supuesta satisfac- etc. Las miradas son inexpresivas; del mundo interno de los representa-
ción en torno a la diversidad. E n efecto, si las diferencias fueran realmen- dos i n s i n ú a n muy poco o nada. Tanto más vacía la expresión cuanto más
te causa de orgullo, no habría por q u é sugerir que casi todos los limeños lejano el personaje. E l extremo es "indio por conquistar", grabado que
son blancos. Tratemos de d e s e n t r a ñ a r el enredo. D e un lado, tenemos nos muestra una figura en quien apenas se reconoce la forma humana.
una o p i n i ó n precisa: el mestizaje, la diversidad étnica racial, es superior Recubierto casi í n t e g r a m e n t e de pieles, el rostro muy p e q u e ñ o y oculto,
— a l menos en terreno e s t é t i c o — a la homogeneidad. E s claro que ser las lanzas en la mano... es como si a ú n no terminara de emerger de la
consecuente i m p l i c a r í a celebrar la variedad. Pero, de otro lado, es e v i - naturaleza. C o m p á r e s e esta figura con la siguiente: la del "indio c o n -
dente, que la expresión "toda ella no se compone de blancos", revela una quistado". L a ropa es moderna y el rostro está descubierto, su c o n d i c i ó n
tendencia a encubrir, una dificultad para reconocer el mestizaje que tanto humana es evidente. L o que media entre ambas figuras es la conquista
se celebra. Podemos hablar entonces de una ambivalencia. E n principio que se entiende como s i n ó n i m o de adquisición de cultura. Ver la sección
la diversidad es asumida como motivo de orgullo pero, a un nivel más "Ilustraciones".
profundo, se la encubre. Fuentes considera que si el Perú no ha avanzado todo lo concebible
Tenemos pues una a m b i g ü e d a d , que es además característica. E l l a ello obedece a los "furores de la anarquía"; a las constantes guerras c i v i -
se encuentra, por ejemplo, en las personas que hablan bien del mestizaje, les que " . . . arrancan del hogar d o m é s t i c o al agricultor y al artesano a un
pero se pretenden "blancas". E l racismo está reprimido, pero no ausente. combate fratricida"'^.
E n este caso la celebración del mestizaje representa una reacción que trata E n cambio
de compensar sin lograrlo del todo, una valoración —anterior y más pro- (...) las cortas é p o c a s del descanso que el P e r ú ha podido disfrutar (descanso,

funda— de carácter negativo, un sentimiento de inferioridad. E l resulta- decimos, porque j a m á s el espíritu inquieto de los aspirantes ha dejado al país

do final es que el optimismo sobre el mestizaje no llega a ser convincente


y que las valoraciones racistas sobreviven en lo más í n t i m o . 27 Es muy significativo que el nombre de los varones aparezca al pie de la página donde están representados mientras
que el de la mujeres lo haga solo en el índice, al final del libro. Sin llegar a ser anónimas, tampoco son del todo
individuos.
26 Ibid., pp. 77-78. 28 IVIanuel Atanasio Fuentes, ob. cit., p. iv.
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gozar de una paz verdaderamente tal) han bastado para extinguir esas añejas trinas racistas tienden a producir escepticismo sobre el futuro del P e r ú ,
costumbres que pudieron servir a nuestros malquerientes y difamadores''.
justifican el autoritarismo, (re)legitiman al colonialismo.
A partir de esta constatación. Fuentes recomienda una forma de gobierno
I I I . U n a c r í t i c a racista al r a c i s m o
que permita la estabilidad, que se base en la gente virtuosa aunque ello
implique la participación de las mayorías^". E l mismo argumento puede presentarse en t é r m i n o s más positivos: fun-
E n resumidas cuentas en Fuentesencontramos una clara resisten- damentar una esperanza sobre la viabilidad/el destino del Perú supone
cia al "racismo científico"; de hecho, su concepto de raza es m á s social una crítica radical al racismo, romper con la d o m i n a c i ó n étnica. Y sobre la
que biológica; que esta postura esté asociada con una r e i v i n d i c a c i ó n de base de esa crítica, imaginar la integración y la igualdad. L a ampliación de
lo criollo y una perspectiva optimista sobre el futuro del país, no es la ciudadanía. Todo ello implica una convicción d e m o c r á t i c a y, más aun,
desde luego sorprendente. E l orden y la estabilidad serían todo lo que disponibilidad para asumir el punto de vista de los postergados, identifi-
hace falta para el progreso. Obtenerlos sería el desafío fundamental de cándose con sus sentimientos, hasta cierto punto al menos. Esto significa
los peruanos. desde luego, reconocer lo injustificado y monstruoso de la d o m i n a c i ó n
E n el caso de Palma la absorción casi total de las doctrinas racistas étnica, y presentir, por tanto, el costo en violencia y sufrimiento que la
fundamenta una valoración b á s i c a m e n t e negativa de lo criollo y un sen- subversión del colonialismo tendría necesariamente que acarrear.
timiento pesimista sobre el futuro del país. ¿Por q u é la diferencia entre Esta es la p o s i c i ó n que M a n u e l G o n z á l e z Prada representa. L a
ambas? S i n pretender una respuesta exhaustiva, sí se puede anotar un denuncia de la podredumbre moral del orden a r i s t o c r á t i c o se comple-
factor muy importante la época. Fuentes escribe en medio del auge gua- menta con el deseo y el presentimiento, pero t a m b i é n el temor, de su
nero cuando era proverbial la prosperidad del Perú. Su libro además fue cancelación violenta. G o n z á l e z Prada no llegará a intuir el país que ten-
traducido además al inglés y al francés, quería ser una tarjeta de presenta- dría que emerger después de tales cambios. E n t r e el rechazo a la sociedad
ción. Palma elabora su ensayo en una época de pobreza y abatimiento. L a de su tiempo y la imposibilidad de imaginar la i n t e g r a c i ó n , la crítica de
derrota en la Guerra con C h i l e es el trasfondo. N o se trata como F u e n - G o n z á l e z Prada permanece lúcida pero aislada, sin propuesta; sin poder
tes, de gratificar la autoestima criolla o impresionar a extranjeros con la transformarse en acción política. L a crítica al racismo le permite redes-
belleza de L i m a ; lo que Palma intenta es convencer a la inteligencia de su cubrir la profundidad del hecho colonial pero lejos de movilizarlo, esta
época de la necesidad de atraer inmigrantes. constatación lo paraliza. L e sugiere un discurso esencialista y de confron-

Pero las posiciones examinadas, aunque representativas, no ago- tación que le impide imaginar la posibilidad de cambios. Aunque no lo

tan el espectro de las existentes. E n Fuentes hallamos un nacionalisnio quiera está a ú n preso en el discurso racista.

optimista fundado en una resistencia — a medias victoriosa— a las doc- E n efecto, para imaginar la integración después de la tormenta sería

trinas racistas. N o se valora, sin embargo la democracia y se justifican las necesario una toma de distancia frente a la idea de que el comportamiento

dictaduras. E n Palma, mientras tanto, la absorción del racismo lleva a la de personas y pueblos está determinado por invariantes o esencias. C o m o

fantasía de exterminar a los indios y a una valoración muy crítica de lo veremos, la crítica de G o n z á l e z Prada a la d o m i n a c i ó n étnica es veraz y

criollo. L a democracia desde luego no aparece como inquietud, las doc- contundente, le permite trascender su é p o c a , reconocer que la n a c i ó n
peruana solo puede emerger de la cancelación de la servidumbre i n d í -
29 Ibid. gena. N o obstante, su ruptura con el racismo es solo parcial: la idea de
30 Para el análisis de esta faceta del pensamiento de Fuentes ver de Paul Gootenberg Imagining Development. Econo-
mic Ideas in Peru's Fictitious Property of Cuano, 1840-1880 (University of California Press, Berkeley, 1993,"raza"
cap. 4). le impide imaginar una a r m o n í a social, una mayor i n t e g r a c i ó n .
3 6 8 El fundamento invisible GONZALO POt^TOCAIí.I!.EI<.0 3 6 9

Finalmente, como veremos, permanece prisionero — i n m o v i l i z a - a los indios, en González Prada se trataría de exterminar a los blancos. E n
do— en el siguiente dilema: si trascender la d o m i n a c i ó n es exterminar realidad tenemos en González Prada un racismo antiblanco. E s decir, critica
a los blancos, el precio es muy alto; pero la conservación del orden, no al racismo pero no lo trasciende del todo; antes que superarlo lo invierte:
es una mejor o p c i ó n : pues en este caso se p e r p e t ú a el escándalo moral y el racismo sirve ahora para afirmar la superioridad moral del indio, víctima
desaparecen las bases de cualquier optimismo. L a disponibilidad para el indefensa, y la intrínseca vesania del blanco, rapaz, cruel y ocioso.
sacrificio parece ser el precio de la esperanza, y el pesimismo el costo de ¿El racismo invertido — e l indio v í c t i m a inocente, el blanco i r r e -
permanecer en vida. N o encontramos en G o n z á l e z Prada una teoría del mediablemente opresor— es t o d a v í a racismo? E n sentido estricto, sí,
mestizaje. U n pensamiento movilizador pero desesperado. L a revolución puesto que se afirma que el carácter y comportamiento de las personas
social es una lucha anticolonial. está determinado por una suerte de esencia genética. Pero en otro sentido
L a esperanza en el futuro del P e r ú supone para G o n z á l e z Prada no se trata de racismo, ya que la función de estos estereotipos es combatir
una crítica despiadada del presente, un inventario de los males naciona- la d o m i n a c i ó n étnica, restarle legitimidad. E n todo caso se trata de racis-
les; pero ante todo esta esperanza implica comprender, justificar, y hasta mos muy distintos, fundamentados en emociones e ideas muy diferentes.
alentar la violencia que subvierta el colonialismo; es decir, terminar de L a re pre s e nta c ión del indio como un "desecho" — a lo Palma— se nutre
una vez para siempre con los abusos e injusticias impuestos por la clase de un desprecio secular que es racionalizado y potenciado gracias a las
a la que él mismo pertenece. Desde arriba, solo es posible soñar con un doctrinas racistas, a la creencia de que hay "razas" y que estas son i n t r í n -
P e r ú d e m o c r á t i c o si se está dispuesto a sacrificar ventajas, a luchar contra secamente desiguales. L a idea del blanco como explotador insensible,
amigos y parientes, a tolerar o apoyar la d e s t r u c c i ó n del grupo de perte- mientras tanto, se enraiza en un sentimiento de culpabilidad colectivo;
nencia. U n camino para virtuosos. Para la mayoría en los grupos d o m i - corresponde a la toma de conciencia de que la d o m i n a c i ó n étnica es un
nantes, esta esperanza tiene un costo demasiado alto. Tienen demasiado escándalo moral. N o obstante, el racismo t a m b i é n juega un papel aquí:
que perder. N o t e n d r á muchos seguidores en las élites, pero su mensaje al hacer depender el comportamiento de los blancos de invariantes b i o l ó -
será escuchado por la juventud universitaria, por los artesanos y obreros gicos dificulta imaginar un cambio. L a culpa se convierte en una suerte
ilustrados. de pecado original, en algo objetivo de lo que no se puede escapar. E l
E n realidad, el pensamiento de G o n z á l e z Prada sobre el Perú de- exterminio de los blancos sería la única manera de trascender la bestiali-
semboca en un callejón sin salida: la r e d e n c i ó n del indio r e q u e r i r í a del dad de la d o m i n a c i ó n . E n realidad, Gonzál ez Prada no imagina la forma
exterminio de los blancos. N o aparece la posibilidad de p e r d ó n y arre- en que los blancos puedan cambiar. D e ahí que en su obra predomine la
pentimiento, de r e c o n ciliació n y mestizaje. L a c o n t r a d i c c i ó n es a n t a g ó - denuncia, la crítica, la i n d i g n a c i ó n .
nica, absoluta.
Las Baladas peruanas, escritas en la década de los años 70, mientras
E l animal de pellejo blanco, nazca donde naciere, vive aquejado por el mal de
que G o n z á l e z Prada administra la hacienda familiar en el valle de Mala,
oro: al fm y al cabo cede al instinto de rapacidad (...). E n resumen el indio se
redimirá merced a su esfuerzo propio, no por la humanización de sus opreso-
representan el intento de ofrecer un panorama de la historia del P e r ú .
res. T o d o blanco es, más o menos, un Pizarro, un Valverde, un A r e c h e " . Cada balada narra un hecho crucial, individualizado, como " L a llegada de
Pizarro" o " L a cena de Atahualpa" o, en todo caso, imagina escenas cuya
Encontramos en González Prada un planteamiento radicalmente opuesto
reiteración definiría lo característico del coloniaje y la d o m i n a c i ó n étnica,
al de Clemente Palma. Si en Palma fortalecer al Perú implica exterminar
como " E l mitayo" o " L a hija del curaca". Es muy significativa la constan-
31 Manuel González Prada. "Nuestros indios", ob. cit., p. 203. te referencia al Inca Garcilaso de la Vega. U n intento de vincularse con
3 7 0 El fundamento iiwisiblc G O N Z A L O I'C)I!.T0C;ARK[-R0 371

las tradiciones indigenistas. Los blancos son descritos como ambiciosos y "Nuestros indios", q u i z á el ensayo cumbre de G o n z á l e z Prada,
crueles. Es el cura perverso e hipócrita que, buscando oro, primero tortura representa una síntesis deslumbrante de la realidad del país. L a capacidad
y asesina, y luego... "ante el cadáver,/ se arrodilla en santa paz,/ y el oficio abarcadora, el temple moral, la seducción del estilo. Todo ello al servicio
de difimtos/ empieza humilde a rezar" (p. 108). Es el corregidor cruel y de un ideal de justicia y reparación. E n efecto, los lectores, interpelados
prepotente, aliado del cura. Es el seductor hipócrita y avezado, que trata por una fuerza que moviliza nuestros sentimientos, somos llevados dé' la
de aprovecharse de la inocencia de la india. E l indio mientras tanto es el crítica al racismo a la denuncia de la d o m i n a c i ó n étnica, de la desmi-
trabajador forzado que va a la muerte segura pues sabe que "... el pecho tificación de las pretensiones republicanas a la a f i r m a c i ó n de fe en las
de los blancos no se conmueve j a m á s " ; es el conscripto que es arrastrado posibilidades creativas de los i n d í g e n a s " . E n definitiva: convocados a
a morir a una guerra ajena ("maldita la guerra, malditos los blancos"); es una acción transformadora. Por vez primera, en el pensamiento político
el cacique torturado hasta la muerte en el afán de que confiese el lugar peruano, se formulan las condiciones que deben fundamentar una a u t é n -
donde oculta el oro; o es el cacique que prefiere asesinar a su hijo antes tica democracia. Sacudirse del racismo, distanciarse del abuso, solidari-
que dejarlo v i v i r en un mundo donde solo le aguarda " . . . la servidumbre, zarse con los indios.
el trabajo/ la mina oscura y helada...". Es también el Atahualpa traiciona- A pesar de ello, G o n z á l e z Prada no c u l m i n a su tarea. N o llega a
do, que, cautivo e impotente, fingiendo proximidad con Pizarro, murmura imaginar una a r m o n í a entre distintos grupos étnicos, permanece prisio-
su odio para sí: " L i c o r más puro y sabroso/ beberé muy pronto acaso:/ L a nero de una suerte de racismo invertido de raíz culposa y frutos parali-
sangre v i l de extranjeros/ en la copa de tu c r á n e o " . zantes. "Nuestros indios" queda inconcluso y no será publicado duran-
Es desde luego muy significativo que la única relación í n t i m a sea te la vida del autor^^. Esta limitación debe explicarse. E l l a es tanto más
puramente ilusoria: es la que vive la india mientras dura la s e d u c c i ó n curiosa cuanto que, en otros ensayos, G o n z á l e z Prada insistió en la idea
del español. Pero cuando este se entera del lugar del tesoro, puede dejar de que la p o b l a c i ó n peruana era ya fundamentalmente mestiza, que ya
de fingir el amor que aparenta. E n realidad, la intimidad y el amor son no existirían algo así como blancos puros. ¿Por q u é la c o n t r a d i c c i ó n ? D e
imposibles. Todo fue una celada. Pero es aun más significativo que esta un lado, rechazar la existencia de "razas puras"; pero, del otro, asociar,
sea la única ocasión donde un personaje del mundo dominado, una mujer, r í g i d a m e n t e , comportamientos con rasgos físicos, como si estos fueran
alce el brazo contra su opresor. E n efecto, cuando la india descubre que la causa de aquellos. Su ruptura con el racismo es pues incompleta. N o
se ha enamorado de una fantasía, que su total entrega y confianza no han llega a imaginar un mestizaje o una integración donde las diferencias no
hecho mella en el español, que ha sido alevosamente e n g a ñ a d a , entonces,
la violencia es su respuesta: "... ciega de furor,/ Y un p u ñ a l agudo clava/ 32 La crítica al racismo se basa en Durkheim y Novicow; "estas pretendidas incapacidades de los amarilos y los negros
E n el pecho del español". Los españoles nunca apreciarán a los indios, son quimeras de espíritus enfermos" La denuncia de la dominación étnica tiene las características de un destape:
"No se escribe pero se observa el axioma de que el indio no tiene derechos sino obligaciones. Tratándose de él la
solo los usarán en la medida de sus intereses. Iluso (a) quien piense lo con- queja se toma por insubordinación" (p. 204). La desmitificación de las formas políticas es extraordinariamente preci-
trario. G o n z á l e z Prada describe un mundo donde la resignación i n m u - sa; "Nuestra forma de gobierno se reduce a una gran mentira, porque no merece lamarse república democrática un
Estado en que dos o tres milones de individuos viven fuera de la ley. Si en la costa se divisa un vislumbre de garan
niza frente al sufrimiento pero a costa de perder la ilusión. U n a realidad tías bajo un remedo de república, en el interior se palpa la violación de todo derecho bajo un verdadero régimen
triste, sin esperanza. D e la expectativa del amor puede renacer la ilusión, feudal" (p. 204). Por último, la fe en las posibilidades del indígena pasa porque logren sustraerse de la influencia de
las autoridades y puedan, a partir del orgullo, enfrentar la injusticia con violencia.
pero esta será abortada por el e n g a ñ o y de allí nacerá la violencia. L a v i o - 33 Esbozado en 1904, "Nuestros indios" permanece inédito hasta 1924, cuando la viuda de González Prada, Adriana
lencia no será pues obra de los resignados sino de los que se atrevieron a Vernuil, decide incorporarlo a Horas de lucha. César Pacheco Vélez considera que este hecho tuvo profundas con
secuencias pues impidió que la generación arielista o del novecientos pudiera construir sobre base tan importante
sentir amor y esperanza. {Ensayos de simpatía. Sobre ideas y generaciones en el Perú del siglo XX, Universidad del Paci
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impliquen desigualdad y d o m i n a c i ó n . G o n z á l e z Prada señala el camino como forma política de la sociedad peruana. D e t r á s de estas transfor-
pero no vislumbra un paradero final. maciones están las a m b i g ü e d a d e s de la élite: un deseo contradictorio de
E n Nuestra aristocracia brinda un retrato crítico y desmititlcador de cambio; la b ú s q u e d a de una imposible modernidad señorial. E n el inicio
la élite. Subraya su origen reciente vinculado a fraudes contra el erario de la R e p ú b l i c a Aristocrática las élites costeñas —hacendados, mercade-
piiblico o a la sobreexplotación de los culíes chinos, sus ridiculas preten- res, industriales— no se opusieron al cambio; pretendieron dirigirlo. Ser
siones de nobleza y de no estar mezclada — l o que le impide reconocer sus artífices de la " r e c o n s t r u c c i ó n nacional". A diferencia del gamonalismo
orígenes y el mestizaje de la que resulta— y finalmente su clericalismo y su serrano, que t e n d i ó a ser antimoderno, la élite costeña no estuvo contra
fervor supersticioso, asociado al conservadurismo social y la falta de vitali- la escuela y una paulatina e x t e n s i ó n de la c i u d a d a n í a . Sus intelectua-
dad intelectual. Señalar que la "aristocracia" es mestiza tiene el sentido de les formularon un proyecto de i n t e g r a c i ó n que aunque no fuera toma-
arrancar la aureola o corona con que estos sectores quieren ennoblecerse. do muy en serio por los miembros de la élite, sí tuvo una significación
Sin embargo, se está aún dentro de la órbita del racismo, puesto que implí- d e m o c r á t i c a en la población criolla que inició bajo este auspicio un lento
citamente se acepta que ser "blanco puro" sí sería especial. Los aristócratas camino hacia la ciudadanía y la participación política. Pero, precisamente
no son los blancos que pretenden, están "africanizados" por el contacto a medida que los sectores populares comienzan a ganar a u t o n o m í a , las
secular, la "promiscuidad porcina", con la servidumbre negra. " E l menos élites dejan de lado esta vocación de modernidad y apertura al cambio, y
africanizado de nuestros j ó v e n e s aristócratas posee blancura de albayalde muestran entonces un comportamiento distinto, muchas veces violento y
con un diez por ciento de brea" (p. 138). Todo el que en Lima entre a un reaccionario: clausura del espacio deinocrático, imposición de dictaduras.
salón aristocrático donde se hallen reunidas unas diez o doce personas, L a m o v i l i z a c i ó n popular revela que el racismo de la élite está mucho más
puede exclamar sin riesgo de engañarse: "Saludo a todas las razas y a todas enraizado, que el credo d e m o c r á t i c o es a ú n una impostura, tanto más
las castas". "Somos una paleta donde se mezclan todos los colores, un barril convincente cuanto menos cuestionado. Pero no nos adelantemos tanto
donde se juntan vinos de todos los viñedos (...) y lo repetimos sin ánimo en nuestra historia.
de ofender, pensando que de esa mescolanza o fusión, donde tal vez predo- Antes de 1900, d e c í a m o s , era posible profesar ideas racistas abier-
minen las buenas cualidades y se anulen las malas, puede surgir una síntesis tamente. N o es que todo el mundo las suscribiera pues ellas p o d í a n ser
humana, algo muy superior a lo antiguo y a lo moderno" (p. 139). Es pro- resistidas, como lo demuestra en alguna medida el caso de Fuentes. Pero
bable que este apunte sea aun más cierto en el campo de la cultura: a través lo que interesa es que no había una censura que las proscribiera del domi-
de las crianza de sus amos, la servidumbre negra dejó su huella —miedos y nio p ú b l i c o . D e hecho, estas doctrinas eran prestigiosas, contaban con el
gustos— en la mentalidad criolla. aval de grandes autoridades europeas, p e r m i t í a n , a d e m á s , "explicar" el
atraso peruano en t é r m i n o s de una incapacidad de los indígenas para la
I V . L a r e p r e s i ó n del r a c i s m o y la v i s i ó n oficial del P e r ú vida civilizada. Las élites tendieron a ser muy permeables a estas doctri-
nas, la idea de una desigualdad intrínseca fue siempre parte de su sentido
A partir de un cierto momento, que tentativamente podemos fechar hacia
c o m ú n . N o t e n í a n , además, n i n g ú n problema en expresarlo. Pedro Paz
1900, el racismo tiende a quedar proscrito del dominio público. D e esta
S o l d á n y Unanue (Juan de Arona), por ejemplo, define al ciioío, en su
fecha en adelante el credo oficial es la igualdad de razas. Anteriormente
Diccionario de peruanismos, de esta manera:
las doctrinas racistas y el credo d e m o c r á t i c o p o d í a n coexistir abiertamen-
C:iiolo; una de las muchas castas que infestan el Perú; es el resultado del cru-
te. E l cambio significa la represión del racismo, que queda confinado en
zamiento entre el blanco y el indio. E l cholo es tan peculiar a la costa como
la esfera privada y, paralelamente, una renovada insistencia en la república
374 ElJundamcnto invisible c;oNZALo i>oRrcH:ARKi:iu) 37S

el indio a la sierra, y aunque uno y otro se suelen encontrar en una y otra, X I X el cholo es el sirviente, separado de su familia, traído de la sierra.
no están allí, m á s que de paso, suspirando por alzar el vuelo; el indio por v o l - N o es indio, tampoco criollo. E s un desarraigado, no tiene un grupo
verse a sus punas y a su llama, y el cholo por bajar a la costa a ser diputado,
de referencia. H a y muchos cholos pero no hay una cultura chola o un
magistrado o presidente de la R e p ú b l i c a ; porque sin duda por e x a g e r a c i ó n
d e m o c r á t i c a , los primeros puestos de nuestro escenario p o l í t i c o han estado
grupo cholo. Solo individuos que no encajan en el sistema de castas y
ocupados por cholazos de tomo y lomo. E s pues un g r a n d í s i m o error creer que permanecen marginales. L a soledad del cholo expresa la debilidad
que c o n d e c i r c h o l o está designado el pueblo peruano, c o m o lo e s t á n en del mestizaje, su o p r e s i ó n , la fuerza del colonialismo reforzado por las
M é j i c o y C h i l e cuando se dice el l é p e r o y el roto. E l cholo aquí no es más
ideas racistas. " E l cholo era el vastago de una raza vencida e inferior, a la
que u n individuo del pueblo, o de la sociedad o de la p o l í t i c a ' ' .
que sólo quedaba la s u j e c i ó n " ' ^ Flores Galindo transcribe algunos avisos
Desarticular el estereotipo para rastrear la genealogía de sus elementos publicados en El Comercio, donde puede sentirse que los "cholos" son tra-
componentes es una tarea que excede las necesidades de nuestro argu- tados más como objetos que como personas:
mento. Pero algunos comentarios son imprescindibles. N ó t e s e el desenfa-
Aviso- Anoche ha fugado de la casa de sus patrones un muchacho de siete a
do y la naturalidad con los que se discrimina al cholo. L a d i s c r i m i n a c i ó n ocho años de edad, llamado Gregorio, casta indio, gordo, cara redonda, ñato;
resulta de una suerte de compromiso entre dos ideologías contradicto- varias cicatrices en la frente; muy cerrado para hablar el castellano, como hijo
rias: racismo y democracia. E n efecto, ella implica que en la práctica se de una de las provincias de Ayacucho; ha salido vestido con una camisa de
desconocen derechos que en principio son postulados como universales. color morado, pantalón de casimir plomo sin sombrero ni zapatos".

L a c i u d a d a n í a significa posibilidad de elegir y ser elegido. N o obstante A partir de principios de siglo, como venimos diciendo, el racismo tiende
Paz S o l d á n considera que el cholo con poderes es una a n o m a l í a , una a ser reprimido. N o es que hubiera una polémica ideológica que desem-
" e x a g e r a c i ó n d e m o c r á t i c a " . Si desde la ideología d e m o c r á t i c a ellos es
bocara en el aislamiento y el retroceso de las doctrinas racistas. E l racis-
posible, desde la perspectiva racista es desaconsejable, pues el cholo esta-
mo y la d i s c r i m i n a c i ó n c o n t i n ú a n por no hablar de la d o m i n a c i ó n étnica.
ría g e n é t i c a m e n t e incapacitado para un ejercicio responsable del poder.
L o que sucede es que la idea del indio como un irrecuperable desecho
O b s é r v e s e además que la d i s c r i m i n a c i ó n es abierta, no oculta o solapada
desaparece de la escena oficial. Se afirma en cambio la imagen de un
como acontecerá más tarde. E l cholo es definido, sobre todo aunque no
indio degenerado pero regenerable. D e t r á s de este cambio está la gue-
exclusivamente, en t é r m i n o s biológicos: resulta del cruce entre el blan-
rra con C h i l e y el surgimiento de un proyecto de i n t e g r a c i ó n nacional
co y el indio. N o obstante, se le atribuye una suerte de habitat natural:
elaborado por las élites intelectuales. L a e d u c a c i ó n es la idea-fuerza de
la costa, y una v o c a c i ó n : la búsqueda de poder. Aparece pues como una
la época. Mediante la escuela, el indio podría civilizarse, convertirse en
suerte de criatura peligrosa a la que es necesaria contener. Finalmente, es
ciudadano.
muy significativo que Paz Soldán se detenga en aclarar que el cholo es
L a idea oficial la he analizado en otro lugar'^ y solo cabe por tanto
un individuo y, ciertamente, no un tipo social representativo, una clase
una breve recapitulación. Para estudiar los cambios en el sentido c o m ú n ,
o grupo étnico.
una fuente privilegiada son los textos escolares. Cristalizan el consenso de
¿Por q u é el cholo no equivale al roto? L a explicación la da Alberto
las élites intelectuales y políticas y, al mismo tiempo, lo amplifican. Sobre
Flores Galindo en su " R e p ú b l i c a sin ciudadanos"". A mediados del siglo

34 Pedro Paz Soldán y Unanue (Juan de Arona). Diccionario de peruanismos, Librería científica francesa J. Calland, Lima, 36 Ibid., p. 285.
1884. Según establece su autor, se trata de una obra de lenta maduración, elaborada durante la década de los años 37 Ibíd., p.281.
sesenta y setenta. 38 Ver del autor y Patricia Oliart El Perú desde la escuela, Inst. de Apoyo Agrario, Lima, 1989. También del autor "De la
35 Flores Galindo, Buscando un Inca, ob. cit. puesta etnocida al nacionalismo andino", en Debates en Sociología, N° 17, Pontificia Universidad Católica, Lima, 1992.
3 7 6 El fundamento invisible G O N Z A L O I'C1RT0C:ARRER0 377

todo los textos que podemos llamar "clásicos", es decir los que perma- portamientos. Pero un juicio de conjunto remarcaría el cambio: el indio
necen décadas y se convierten en modelos de los demás. Si comparamos es redimible, el problema no está tanto en su biología como en su cultura.
los libros de Sebastián Lorente, quien domina la divulgación escolar de la La representación de lo indígena deja de estar dominada por la biología,
historia del P e r ú hasta cerca de 1890, con los de Carlos Wiesse, que va a y su sesgo antihistórico, para girar en torno a un etnocentrismo que abre
hacer lo propio desde principio de siglo hasta 1950, encontramos diferen- una perspectiva de ciudadanía para quienes estén dispuestos a "educarse".
cias fundamentales. A pesar de ser un hombre de convicciones liberales, E s claro que el cambio en la imagen del indio está vinculado al
Lorente está demasiado influido por el discurso racista. E l indio estaría proyecto p o l í t i c o de la llamada R e p ú b l i c a A r i s t o c r á t i c a . E n efecto, de
condenado por la biología. ¿ C ó m o fundamentar entonces una esperanza 1895 a 1919 (o hasta 1929, si contamos a Leguía como parte del periodo)
sobre un destino nacional para el P e r ú ? L a respuesta de Lorente ese el se suceden uno tras otro, gobiernos civiles (con la excepción de Benavides
mestizaje, cruzar la población indígena para formar "mezclas más avan- el a ñ o 1914-15). Sobre el trasfondo de una moderada pero firme pros-
zadas". C o m o la raza blanca es superior, los mestizos t e n d r í a n más de peridad e c o n ó m i c a y el alejamiento del ejército de la política, se inicia
blanco que de indio. A la larga, el P e r ú se blanquearía. Paralelamente, la una nueva etapa en la vida del país. Se consolida un gobierno oligárquico
e d u c a c i ó n , la "difusión de las luces", c o m p l e m e n t a r í a esta mejora g e n é - dentro de una legalidad democrática. L o que permite la coexistencia de
tica. E n el Perú i r í a m o s pues a un blanqueamiento de los cuerpos y una ambas realidades es, en primer lugar, un sistema eleccionario donde la
o c c i d e n t a l i z a c i ó n de las almas. T e r m i n a r í a m o s siendo como cualquier adulteración del voto está institucionalizada y, en segundo lugar, la con-
país europeo. solidación incipiente de los sectores medios y populares, aún incapaces de

E n los textos de Carlos Wiesse el factor biológico no tiene la misma una m o v i l i z a c i ó n a u t ó n o m a y, por tanto, solo espectadores de un proceso

importancia. Imagina un pueblo indígena "satisfecho y contento" duran- político que les es ajeno.

te el imperio incaico y no "débil y m e l a n c ó l i c o " como lo había hecho E l sistema eleccionario tenía deficiencias de principio y de funcio-
Lorente. E l problema está en la Conquista; desde entonces se habría dado namiento. R e f i r i é n d o s e a la Junta Electoral Nacional, institución encar-
un proceso de " d e g e n e r a c i ó n " del indio. Los trabajos excesivos y la ser- gada de organizar el sufragio, Basadre escribe:
vidumbre, el alcoholismo y el consumo de coca: las causas apuntan a la E n andamiaje electoral partía no de la fuente de la s o b e r a n í a popular — o r i -
gen perfecto si el P e r ú no hubiese tenido desniveles graves en su estructura
culpabilidad de españoles y criollos. "Tratado con menos c o n s i d e r a c i ó n
s o c i a l — , sino de la voluntad exclusiva de unos cuantos s e ñ o r e s en L i m a que
que las bestias (...) el indio se c o n c e n t r ó y se volvió a ú n más callado,
r e u n í a n en sus manos las funciones originarias y garantizadoras del sufragio''.
más reservado, más indiferente, más perezoso y profundamente hipócrita
y s e r v i l " . D e cualquier forma, para Wiesse la e d u c a c i ó n hará posible la Por su lado Manuel Vicente Villarán dice:
r e d e n c i ó n del indio. Su propuesta puede sintetizarse como "una promesa (...) la i n s t i t u c i ó n m a r c h ó r á p i d a m e n t e al desprestigio porque, contra el p r o -

a cambio de un olvido". Los indios deberían olvidar los agravios recibi- p ó s i t o de su existencia, lejos de ser un regulador y un purificador del sufragio,
d e g e n e r ó en el m á s poderoso agente de c o r r u p c i ó n de la vida electoral de la
dos, tendrían que considerar su cultura y costumbres como caducas y sin
R e p ú b l i c a . Se c o n v i r t i ó en caucus partidarista y l l e g ó hasta descender de su
valor; de esta manera estarían ya preparados para convertirse en ciudada-
e n c u m b r a d o puesto, entrando algunas veces en cabalas y en claudicaciones
nos peruanos; ello o c u r r i r í a en la escuela con el aprendizaje del castellano, escandalosas'".
la lecto—escritura y las nociones básicas de Historia del Perú y E d u c a c i ó n
C í v i c a . N o obstante, Wiesse no ha roto del todo con el racismo. U n a y 39 Jorge Basadre. Elecciones y centralismo en el Perú, Universidad del Pacífico, Lima, 1980, p. 55.
40 Manuel Vicente Villarán. "Costumbres electorales". En Páginas Escogidas, Talleres gráficos Villanueva, Lima, 1962,
otra vez reintroduce la genética como la explicación de diferentes c o m - p. 201. Publicado por primera vez en el Mercurio Peruano en 1918.
3 7 8 El fundamento invisible .379

L a ausencia de participación de los sectores populares y medios tiene que


ver con la falta de una vocación d e m o c r á t i c a en las élites y, de otro lado, XI. Perú, el país de las memorias heridas*: entre el
con el predominio de las ideas anarquistas de rechazo a la política entre (auto)desprecio y la amargura-
los micleos organizados de los sectores populares urbanos. E n realidad,
los políticos de la é p o c a sabían muy bien que se m o v í a n en un vacío
de representatividad, que el r é g i m e n en él que actuaban distaba de ser
d e m o c r á t i c o , que no estaba anclado en la sociedad. Pero esta conciencia
no estaba asociada a un proyecto de creación de una sociedad c i v i l , de
reforzamiento de su legitimidad. A l contrario, encontraban esta situación
normal y c ó m o d a . A lo m á s , procuraban el consentimiento del pueblo
LA SOCIEDAD VIABLE DEBE MANTENEl! DESPIEHTOS
—ciertamente no mediante partidos y organizaciones propias, o su parti-
Y RENOVAR C O N T I N U A M E N T E E LSABER Y LA C O N C I E N C I A

cipación deliberante. L a raíz de esta falta de vocación d e m o c r á t i c a tiene QUE TIENE D E SÍ M I S M A Y D E SUS FUNDAMENTOS.

Imre Kertesz
que ver con la persistencia del colonialismo y de las doctrinas racistas
que dificultaron cualquier nivel de id en tificació n con las clases popu- Quiero explorar la idea de que en el P e r ú los intentos
lares y alentaron una conciencia aristocrática. Aunque las fortunas de la por elaborar una "memoria feliz" no han tenido éxito.
o l i g a r q u í a se acumularon desde mediados del siglo X I X , y la m a y o r í a N i la narrativa criolla, que representa la historia o f i -
de las familias d e sc e n d í an de migrantes recientes, es un hecho que ellas cial, ni menos aun la "idea crítica", que puede conside-
gustaron imaginarse como herederas de la nobleza colonial. Diferentes rarse como un discurso neoindigenista, han significado
y superiores a la gente c o m ú n ; cholos, zambos, indios y d e m á s mezclas. la e l a b o r a c i ó n de una "historia j u s t a " que reconozca
Prefirieron acomodarse antes que transformar la estructura social. los éxitos y sufrimientos de las distintas comunidades
L a i d e o l o g í a d e m o c r á t i c a y la institucionalidad j u r í d i c a son muy y que, por tanto, cristalice una imagen en la que todos
débiles. E l etnocentrismo oficial se articula con el racismo extremo para los peruanos podamos reconocernos. E s decir, no se ha
justificar un r é g i m e n político excluyente, que supone la vigencia de la forjado una narrativa que nos abarque a todos, insti-
d o m i n a c i ó n étnica. Beneficiaría de toda esta situación es una pretendi- t u y é n d o n o s como un pueblo de ciudadanos iguales en
da aristocracia que absorbiera s i m u l t á n e a m e n t e el racismo extremo y el derechos pero diferentes en otros muchos aspectos. L a
etnocentrismo. constatación de este hecho no debería hacernos renun-
ciar a la c o n s t r u c c i ó n de una "memoria feliz". Por el

• Este texto apareció en el libro Memorias en conflicto Aspectos de la violencia política contemp
Estudios Peruanos -lEP / Instituto Francés de Estudios Andinos -IFEA / Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en
el Perú, Lima, 2004).
1 Como el lector tendrá oportunidad de advertir, el presente ensayo tiene una vocación marcadamente sintética y toma en
cuenta obras anteriores mías que no necesariamente cito. Entre ellas, las más importante son El Perú desde la escuel
Instituto de Apoyo Agrario, Lima, 1989) escrita en colaboración con Patricia Oliart y Razones de sangre (Fondo Editorial
Pontificia Universidad Católica, Lima, 1998). Quisiera dejar constancia de que el presente trabajo se nutre de un diálogo con
Jorge Basadre, Alberto Flores Galindo, Carlos Iván Degregori, Nelson Manrique, Guilermo Nugent, Felipe Portocarrero, Víctor
Vich, Jorge Bracamonte y muchos otros autores que por no ser en exceso prolijo, dejo de mencionar

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