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LA HUACONADA

Esta antigua danza es una tradición cultural del pueblo de Mito, que se encuentra en la
provincia de Concepción en el departamento de Junín, (Valle de Mantaro). La Huaconada de
Mito ya era patrimonio cultural en esta región peruana, y además fue declarada en el Perú
como Patrimonio Vivo de Interés Cultural Nacional. La ceremonia de Huaconada es un
lenguaje simbólico de justicia en interconexión con la cosmogonía andina.

La fiesta tradicional de la Huaconada de Mito se celebra una vez al año (1, 2 y 3 enero), con una
serie de preparativos hasta el desfile o danza de los Huacones con sus mantas (antiguamente de
lana de oveja) y máscaras de madera. Es importante resaltar que las máscaras son talladas por
hábiles “artesanos” del lugar.

El origen de esta antigua tradición se pierde en la oscuridad del tiempo y existen diferentes
teorías e interpretaciones de los especialistas, pero no hay duda de que tiene una connotación
simbólica de impartir justicia unido a la cosmogonía como otros pueblos antiguos del mundo.

La Huaconada es una danza (de Huacones) que representa al consejo de ancianos que como
máximas autoridades llegaban una vez al año al pueblo de Mito (en Junín) a impartir justicia, y
para ello llevaban unos látigos que llamaban “tronadores”.

Según la leyenda de estos pueblos los Huacones o ancianos se caracterizaban por llevar los
“tronadores” (para castigar a los que habían incumplido la ley) dando latigazos, llevaban
máscaras con prominentes narices y con movimientos del cuerpo que asemejan al cóndor,
“animal sagrado” en casi toda la región andina del antiguo Perú.

El cóndor es una criatura sagrada porque simboliza el espíritu de las montañas sagradas (los
Apus) y los Huacones (danzantes) representan una justicia mítica y severa, incluso las
autoridades locales renuncian a sus cargos y se subordinan a los ancianos, una tradición que se
ha mantenido de generación en generación aunque se ha ido modificando con el paso del
tiempo.

La danza de la Huaconada de Mito transmitida por generaciones

En la actualidad “los Huacones” se dividen en “Huacones Viejos” y “Huacones Modernos”,


estos últimos ya son en su gran mayoría los más populares. Los Huacones Viejos se caracterizan
por llevar máscaras con rasgos de ancianos y arrastran los pies en sus movimientos muy
peculiares.

Los Huacones Modernos son el resultado ya de los cambios que esta antigua tradición ha ido
teniendo, pues llevan máscaras con rasgos ya no tanto de ancianos sino de rostros más
solemnes, pero ha permanecido la prominente nariz (con cierta semejanza al pico del cóndor).

Los danzantes llevan unas mantas con diseños atigrados, propios del lugar de origen, emitiendo
gritos o rugidos, mencionando en lengua Quechua a los culpables que se encuentran entre la
multitud. Estos tienen que abrazarlos y dirigirse a ellos como Alcaldes (como pidiendo perdón),
y los Huacones o ancianos los castigan dándoles leves latigazos.

Esta ceremonia se realiza siempre al compás de una “orquesta” que se caracteriza por el sonido
de la “tinya”, un tamborín indígena, conglomerando y uniendo a varios pueblos andinos. La
danza se transmite tradicionalmente de padres a hijos y los trajes y las máscaras se heredan.

LA TRILLA – HUANCAVELICA
I. - BREVE RESEÑA HISTORICA
La trilla es una actividad agrícola tan antigua como el hombre mismo. En todas partes del mundo
donde se cultivó el trigo y la cebada existió una forma de realizar la trilla; y en muchos lugares como
Polonia y España con el acompañamiento de música y danza. En el Perú, específicamente en el
departamento de Huancavelica, en las provincias de Tayacaja y Acobamba, se conserva una de las
formas mas primitivas de trillar aprovechando la danza de los jóvenes solteros sobre la era donde está
depositada la cosecha. Es una costumbre mestiza, porque fueron los españoles que introdujeron la
explotación de estos productos agrícolas. En conclusión la trilla en nuestro país se remonta a la época de
la colonia. Los nativos también la conocen con el nombre de “cebada huaylarsh” y “trigo huaylarsh” o decir
la fiesta de la cebada y la fiesta del trigo.

II.- DESCRIPCION DE LA DANZA


Durante los meses de Agosto y Septiembre, en que se realizan las cosechas de estos
cereales los propietarios de cosechas o las autoridades comunales que administran los terrenos
de la comunidad organizan estas fiestas en la que solo deben participar jóvenes solteros. Por lo
general son fiestas nocturnas.

El carácter o mensaje fundamental de la danza es el amor al trabajo manifestado con fuerza


y alegría juvenil; en segundo término estaría el amor entre los jóvenes solteros y compromisos
de casamiento que surgen luego de estas noches.

Para comprender mejor el proceso, hemos establecido las siguientes características muy
bien marcadas:

II.1 Ccayakuy.- Es el canto en el género del “harawi” que entonan las doncellas al borde de la
era, invitando a los jóvenes a aproximarse.

II.2 Ccaritaki.- Los hombres premunidos de horquetas, entran a la era cantando y bailando
enérgicamente, pisando con suma fuerza las espigas dispuestas en el suelo. En los versos que
entonan expresan su valentía sobre las piedras y espinas al mismo tiempo se burlan de las
doncellas a quienes amenazan pisar igual.

II.3 Tusukuykuy.- Canción y baile conjunto entre hombres y mujeres sobre la míes. Las
primeras estrofas son una invitación al baile, las restantes son sátiras en contrapunto para
estimular la alegría y fuerza durante el trabajo.

II.4 Era Ticray.- En esta parte las doncellas entonan un “harawi” que permite a los hombres
trabajar separando la paja con las horquetas. En esta canción las letras son muy satíricas
refiriéndose a los hombres como astutos zorrinos.

II.5 Kahuaccaytuy.- Canto de alegría y triunfo entonado por hombres y mujeres que han
logrado terminar con el trabajo.

II.6 Culibrinaschay.- “harawi” satírico entonado por las mujeres mientras los hombres se han
recostado a descansar de la dura faena, las doncellas en la oscuridad simulan no ver a los
hombres y les dan pisadas en el cuerpo.

II.7 Tumbischay.- Canción de alegría y juegos juveniles. Los varones se levantan a bailar con las
muchachas. Sus versos expresan felicidad e invitación de las mujeres a que las tomen. Los
varones amenazan.

II.8 Apahuay.- El final, la expresión lírica del amor en que las jóvenes invitan a llevárselas; los
hombres prometen amarlas; luego proceden a capturarlas con sus chalinas por el cuello y se las
llevan a los bordes de la era para perderse entre la abundante paja.
III.- MUSICA

Sus canciones tienen dos ritmos muy diferenciados; el “harawi” que es de un ritmo lento
y las demás están en compases de dos y un tiempo.

Esta música es ejecutada por lo general a viva voz y con el acompañamiento solo de la
tinya. Pero los pueblos han asimilado diversos instrumentos musicales del viejo Mundo como
son: la mandolina, tuvo auge en el siglo XVIII, sobreviviendo la mandolina milanesa de Italia; el
rondín o armónica de boca muy popular en Alemania.

IV.- VESTUARIO

IV.1 Damas:

Sombrero negro de lana con cintas bordadas, botones y flores.


Lliclla de lana de oveja negra, cajonada
Blusa o chaqueta negra con el pecho bordado en grecas, cintas y piedras de fantasía.
Fustán de castilla o bayeta con tejidos de cocadas en los bordes
Falda negra con adornos de figuras geométricas de colores en los bordes, pastillas
tejidas y cintas multicolores.
Yanquis.

IV.2 Varones:

Sombrero negro de lana con cinta labrada y flores.


Pañuelo de fantasía color blanco para amarrar el sombrero a la cabeza.
Chullo huancavelicano con pompones de colores.
Chalina huancavelicana con pompones de colores.
Huaraca con pompones de colores, terciada al pecho.
Saco blanco.
Poncho huancavelicano colgado de la huaraca.
Faja o chumpi, con pompones en el trasero para los solteros.
Pantalón negro de bayeta.
Medias multicolores tejidas a mano.
Maquitos de colores tejidos a mano.
La Festividad en honor a la Virgen de la Candelaria, patrona de la ciudad de Puno, en el Perú, se realiza
en la primera quincena del mes de febrero de cada año, y representa la más grande e importante
manifestación cultural, musical y dancística del Perú, siendo una de las fiestas religiosas mas
significativas de Sudamérica, por la cantidad de símbolos y de manifestaciones artístico-culturales
propias de las culturas quechua, aymara y mestiza del altiplano andino y por el volumen de personas
que participan directa e indirectamente en su realización.

La parte medular de la festividad es la expresión dancística y musical organizada por la Federación


Regional de Folklore y Cultura de Puno, que convoca la presencia de más de 150 conjuntos, entre
"danzas nativas" y otras copiadas de Bolivia que proceden de las comunidades y parcialidades de Oruro,
y los conjuntos de danzas organizados en los distintos barrios de la Ciudad de Puno, en su mayoría
denominados "danzas con trajes de luces", donde participan directamente 50 mil danzarines y unos 15
mil músicos, sumando su participación indirecta unas 25 mil personas más entre directivos, alferados,
bordadores, artesanos en la confección de caretas, botas y zapatos, cascabeles y otros elementos.

Esta festividad se presenta los siguientes momentos: los ensayos, las novenas, albas de fiesta, entrada
de cirios, entrada de k'apos, vísperas, 2 de febrero, octava, veneración, cacharpari.

La región de los Lupaqa fue evangelizado por los misioneros dominicos desde 1539 hasta 1574, con esta
finalidad establecieron doctrinas para la catequización de los nativos aymaras en los siguientes pueblos:
Pomata, Chucuito, Acora, Ilavi, Juli, Zepita, Yunguyo y Copacabana. En principio pertenecían a la
jurisdicción del obispado de Cusco, luego de 1552 a 1605 a la diócesis de La Plata y posteriormente al
obispado de La Paz.

La imagen de la Virgen de la Candelaria registra su presencia desde el año 1580, en la Meseta del Collao.

En el año de 1642 (?), se funda la Parroquia San Juan Bautista en Puno, en cumplimiento de la
ordenanza prelatural del obispo de La Paz, y se desmembra de la parroquia de Paucarcolla, de la que
dependía administrativa y parroquialmente. Hecho que el mismo año fue puesto en conocimiento del
Virrey García Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra, del Virreynato del Perú. La capilla guarda
la imagen de la Virgen de la Candelaria.

En 1887, el templo se encontraba totalmente reconstruido, casi tal como se aprecia actualmente. En
1988, en el día de la Fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, monseñor Jesús Mateo Calderón
Barrueto, obispo de la Diócesis de Puno, elevó el templo parroquial de "San Juan Bautista" a la categoría
de "Santuario de la Santísima Virgen de la Candelaria" el 7 de febrero de 1988.

[editar] Preparativos

Ensayos

En las comunidades ribereñas al Lago Titicaca y en las parcialidades agrícolas y pecuarias, al ritmo de
pinquillos, chaqallos, lawak’umus, sikus, bombos y zampoñas, se alistan los pobladores para participar
en el "Gran Concurso de Danzas Autóctonas" que se realiza el día 2 de febrero de cada año, en el Estadio
"Enrique Torres Belón" de la ciudad de Puno.

Un día antes de las albas de la "Octava", los conjuntos se alistan a recibir a la totalidad de las bandas de
músicos que los acompañarán en la festividad, dándoles la bienvenida con mixtura, serpentinas, cohetes
y bombardas, acompañados de ponches y licores,a tal acto se le cono ce como recepcion, para
posteriormente participar en el pasacalle: un ensayo por las principales calles de la ciudad.
Las novenas

Las novenas se realizan ocho días entes de la fiesta en honor a la Virgen de la Candelaria, se inician cada
24 de enero y culminan el 31 del mismo mes, éstas se llevan a cabo en el santuario de la virgen donde
los feligreses acuden al templo para agradecer a la Virgen por las bondades recibidas.

Asimismo, participan de estas ceremonias litúrgicas los representantes de todas las instituciones
públicas y privadas, a los que se suman el público en general, quienes acuden al santuario para recibir la
bendición de la Virgen María. Las ceremonias que se realizan en tres horarios, ocho de la mañana, doce
del medio día y siete de la noche.

Uno de febrero

 Albas de fiesta. A partir de las dos de la madrugada, se realiza el estallido de bombardas y


camaretazos que se oyen desde las inmediaciones del cerro Azoguini porque son los alferados
del día jubilar, quienes saludan desde muy temprano a la Virgen de la Candelaria. Desde lo alto
del cerro, las melodías de las bandas de músicos acompañan a los invitados, a quienes agasajan
con ponches calientes y licores. Posteriormente, al salir el sol inician la caminata hacia el
santuario, para celebrar la Misa de Albas a las seis de la mañana. Terminada la eucaristía, los
alferados invitan a los presentes a su domicilio para saborear platis regionales.

 Entrada de cirios. Por la tarde, los alferados desde su domicilio y acompañados de autoridades
e invitados se trasladan nuevamente al santuario de la Virgen portando cirios. Los alferados
necesariamente deben ser esposos, donde el esposo lleva el guión y la esposa lleva al niño en
sus brazos, los cirios más grandes y adornados son para las autoridades y los pequeños para los
acompañantes. Van acompañados de la banda de músicos.

 Entrada de k'apos. También en la tarde, los alferados de los conjuntos ribereños al Lago Titicaca
o comunidades, realizan un pasacalle por las calles de la ciudad, cargando en llamas y burros la
leña que posteriormente será quemada en el Atrio del Santuario de la Virgen, quienes, al
compás de bombos y tambores pasean por las calles, siempre acompañados de tarqas y
pinquillos.
 Misa de Vísperas. Se realiza una misa en el Santuario de la Virgen, luego de esa celebración, en
el atrio del templo se queman fuegos artificiales, las bandas de músicos invitan a la celebración,
allí se sirven ponches a los invitados y amigos, toda esta labor está a cargo de los alferados de
la fiesta. Es así que se vive esta fiesta mas grande de puno.

Dos de febrero. Día de fiesta.

Es el día central de la Fiesta. Al amanecer los conjuntos visitan los cementerios para saludar a los
integrantes fallecidos.

Se realiza una misa comunitaria a las diez de la mañana; la Misa de Fiesta esta a cargo del Párroco del
Santuario, allí los devotos rinden homenaje a la Virgen Morena.

Posteriormente se realiza la procesión por las calles de la ciudad, terminada ésta se efectúa el cambio de
alferados. Los feligreses acompañan a la imagen de la Virgen de la Candelaria en su recorrido, portando
velas, y acompañados de una banda de músicos.

Paralelamente a ello, el Estadio Enrique Torres Belón de la ciudad de Puno, es escenario del Gran
Concurso de Danzas Autóctonas, donde participan unos 70 conjuntos quienes también danzan a la
Patrona de Puno.

Cuando culmina su participación en el Torres Belón, los conjuntos van saliendo rumbo al Santuario de la
Virgen para saludar a la Mamita Candelaria.
Si el día de la Virgen no cae en domingo, entonces la fiesta se traslada al día domingo anterior al día
central de la festividad.

[editar] La Octava

La octava de la Festividad de la Virgen de la Candelaria se inicia siete días después del día central. Se
realiza igualmente una misa de Albas, entrada de cirios y misa de vísperas, posteriormente se queman
castillos, fuegos artificiales, y las bandas de los diferentes conjuntos así como las diferentes
agrupaciones de sicuris participan de esta actividad.

La octava propiamente dicha se realiza siempre un domingo, cuyo acto principal es la Santa Misa, acto
litúrgico de reflexión cristiana. La procesión, se inicia a las dos de la tarde recorriendo las calles de la
ciudad, estas actividades están a cargo de los alferados de la octava, acompañados por los devotos e
integrantes de los conjuntos.

Paralelamente a este acto los conjuntos participantes del Concurso de Trajes de Luces hacen su
participación en el Estadio Enrique Torres Belón, donde se desborda el colorido de los trajes y las
espectaculares máscaras, todos los conjuntos muestran coreografías alusivas a la Virgen de la
Candelaria, algunos de ellos forman figuras de candelabros, floreros, estrellas o siglas alusivas. Allí
también se aprecia a las bandas, que generalmente son más de cien músicos en cada conjunto, y en
algunos casos son tres y hasta cuatro bandas.

[editar] Veneración

Los espectadores aseguran sus lugares para presenciar la Gran Parada desde el día previo.

El día lunes, directivos de la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno, autoridades


eclesiásticas, civiles, militares y políticas se congregan en el atrio del Santuario.

Por las calles de Puno pasan los conjuntos que danzan al compás de las bandas: las Diabladas Puneñas,
Rey moreno, Reyes caporales, Morenada Puneña, Caporales, Waca Wacas, Sicuris, Kullahuadas,
Kallahuayas, Llameradas, Ayarachis, Sikumorenos, Zampoñadas, Tinkus, Carnavales, Kajelos, Wifalas,
Chacareros, Chacalladas, entre otros.

El recorrido de los conjuntos se inicia en la esquina de la avenida El Sol con el Jr. Lampa, avanzando
hacia el atrio del santuario, al llegar al santuario, saludan a la Imagen Morena y reciben su bendición,
que también está presente en ese momento, donde los bailarines piden sus deseos y agradecen por los
ya recibidos, luego continúan su recorrido pasando por la Plaza de Armas hasta llegar al Jr. Branden
(Laykakota) donde finaliza el recorrido.

[editar] Cacharpari Se realiza al día siguiente de la veneración y consiste en realizar una misa de
despedida en el Santuario de la Virgen de la Candelaria, y luego concurrir al local institucional. Allí se
danza y se adquiere compromisos para el próximo año. En la tarde salen danzando por las calles hacia el
Arco Deustua, para luego retornar al local institucional donde finaliza la fiesta.

Como son numerosos los conjuntos, el Cacharpari se prolonga por 8 a 10 días, y a veces coincide con el
domingo de carnaval, continuando la fiesta por 20 días más.

Danzas que participan en la fiesta de la Virgen de la Candelaria


 Sicuris  Kullahuada  Kajelo
 Morenada  Kallahuaya  Wifala
 Diablada  Llamerada  Chacareros
 Ayarachi  Siku moreno  Chacalladas
 Waca waca  Zampoñada
 Tinkus  Carnavales
Cruz del Camino

La primera presencia española trae consigo la cruz, con sus leyes, ritos y ornamentos que
transforman la vida pública y privada del indígena conquistado. Fue usada en la fundación de
nuevos pueblos, se instaló en los cerros y colinas tutelares de aldeas y pueblos de indios, se
veneró en la nave de las capillas, en el atrio de los templos. Profundizada la costumbre, se jura
ante una cruz, se arrepiente ante una cruz.

Las cruces procesionales, de camino, de techo, familiares, se han convertido en una enraizada
costumbre de devoción pública y privada. Se diferencian por los atributos y advocaciones. Las
cruces de camino, protectoras de los viajeros, tienen los símbolos de la Pasión sobre peanas que
han ido modificando sus funciones. Podemos hoy observar que unas han sido cerradas, que se
han colocado asientos y hasta un púlpito para el oficiante. Esas decisiones son asumidas por las
cofradías o hermandades de la zona.

Las cruces de techo son objetos de uso mágico-religioso. En Junín son conocidas como
“safacasas” y en Pachagara (Oyón, Lima) como “cruz-masha”. Se colocan en la cumbrera de las
nuevas viviendas con fines de protección y prosperidad, al finalizar el techado, muy adornadas
con cintas y flores multicolores. Las colocan los padrinos elegidos por los dueños de las casas, al
son de harawis (cantos), se termina con baile y banquete general. Esta ceremonia está vinculada
con la de las vigas (tablas) pintadas de Sarhua (Ayacucho) que también son obsequiadas por los
compadres.

Después del techado, los padrinos dan la bendición y otorgan un nombre a la casa. En Junín,
desde el techo, arrojan a la comitiva caramelos, galletas y monedas. Son los padrinos quienes
mandan confeccionar las cruces. Pero en algunos lugares del Cusco son los ahijados los
encargados de llevarla como regalo. Las encontramos de fierro forjado, hojalata recortada o
soldada, algunas con policromía de esmaltes en la cara principal. En menor uso, hay cruces de
acero, madera, cerámica y paja.

La cruz como elemento religioso del mundo cristiano se halla arraigada en el acervo cultural y
la exteriorizamos a través del folklore. Cada uno de los pueblos del Perú tiene una festividad,
mayor o menor, en la que interviene la cruz. En esta muestra podemos ver diferentes cruces
realizadas por los artistas populares, piezas únicas que constituyen ejemplos de arte y devoción.

MASCARA EN EL MUNDO ANDINO

ANTECEDENTES PREHISPANICOS
En las pinturas rupestres de Toquepala (Tacna) y Sumbay (Arequipa), se aprecia cazadores
enmascarados, lo que da cuenta del uso de mascaras incluso en la Edad de Piedra. También
hay evidencias de su utilización en culturas como Paracas, Nazca, Mochica, Sican y Chimú. En
todos estos casos, se cree que las mascaras cumplían funciones religiosas o rituales. Los
mochicas, por ejemplo, usaban las de figuras humanas en oro, plata y cobre con incrustaciones
de conchas y piedras preciosas. Además, en su cerámica, se aprecia personajes que llevan
mascaras de animales.

EVOLUCION
Con distintas formas y funciones, el uso de mascaras continuo después de la llegada de los
españoles, Los misioneros usaron mascaras de demonios y del arcángel San Miguel para
dramatizar su mensaje evangelizador. Tambien se siguieron usando en danzas y fiestas
populares, como los carnavales. En la región andina, por ejemplo, se desarrollo el empleo de
mascaras para distinguir a los personajes que participaban en sus danzas. Muchas de estas
mascaras son autenticas obras de arte. Prácticamente, en todas las fiestas de las regiones
andina y selvática, se utilizan mascaras. Aquí presentamos solamente algunos ejemplos.

EN PUNO
La fiesta de la Virgen de la Candelaria es vitrina de una gran variedad de mascaras. Entre todas,
seguramente la mas conocida es la máscara del diablo rey, que luce corona dorada, carece de
mentón y tiene como apéndices siete pequeñas cabezas con cuernos y dragones, que
representan los pecados capitales. La mujer del diablo, por su parte, lleva un decorado de
reptiles y dos cuernos sobre la cabecera dorada. Ambas mascaras suelen estar hechas de
latón. Otra figura conocida es el rey moreno, personaje de la morenada que lleva una pipa
entre los dientes, tiene el rostro oscuro, el labio inferior grueso y la nariz muy ancha.

EN CUSCO
Muchas danzas que se practican durante la fiesta de la Virgen del Carmen, en Paucartambo
(del 15 al 18 de julio), emplean mascaras de yeso y papel mojado. En la contradanza (sátira del
baile colonial de salón), el caporal o machu usa una máscara de rasgos grotescos de un
hombre blanco de ojos azules, bigotes y lunar en su enorme nariz. En tanto, los maqt'as
(jóvenes campesinos) exhiben mascaras con enormes sonrisas que silban o llevan la lengua
afuera. Otros personajes son los qhapaq negro (esclavos negros de la Colonia), que llevan
mascaras negras con rasgos dorados y lagrimas azules. Los saqras (diablos traviesos) exhiben
rasgos de animales y adornos de reptiles e insectos.

EN CAJAMARCA
Durante los carnavales, los integrantes de las patrullas llevan mascaras de alambre o antifaz.
También se usan mascaras en la fiesta de la Virgen del Rosario. Los bailarines que interpretan
la danza de los diablos usan mascaras de masilla, polvo blanco, agua encolada y tocuyo. La
careta muestra gestos candorosos acompañados por cuernos de carnero; los ojos son de
vidrio, mientras que las orejas y dentadura suelen ser de latón. El rostro es de tono rosado y
los cabellos son de varios colores.

EN LA SELVA
Los boras, grupo étnico del noreste amazónico, exhiben mascaras de animales durante la fiesta
de Pijuayo, que se celebra en febrero en honor a los frutos de la palmera del mismo nombre. A
través de festivas danzas, se muestra mascaras de boas, zorros, sajinos, loros pequeños,
gallinazos, peces, tortugas, pirañas, murciélagos y escarabajos. Son mascaras hechas con
madera y telas de llanchama y cauchomacho, confeccionadas por los hombres boras de las
comunidades de Pucaurquillo y Brillo Nuevo. El decorado y pintado, que incluye el símbolo de
la tribu, es trabajado por las mujeres.

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