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SANTO TOMÁS DE AQUINO

PLAN GENERAL DE LA OBRA

S UMA DE

02-095-029 - 9 Copias
TOMO I: Introducción general y Parte I.

TEOLOGÍA
TOMO II: Parte I-II.
TOMO III: Parte II-II (a).
TOMO IV: Parte II-II (b).

I
TOMO V: Parte III e Índices.

(HF Medieval)
PARTE I
COLABORADORES

José Martorell • Gregorio Celada • Alberto


Escallada • Sebastián Fuster • José María
Artola • Armando Bandera • Eliseo Rodríguez •
Fernando Soria

CUARTA EDICIÓN
(Reimpresión)

BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS


MADRID • MMI
1/9
Primera edición: marzo de 1988
Segunda edición: julio de 1994 EQUIPO DE COLABORADORES
Tercera edición (reimpresión): julio de 1998
Cuarta edición (reimpresión): marzo de 2001
PARTE I
Traducción y referencias del texto: José Martorell Capó.
Introducciones y notas doctrinales:
Introducción general: Gregorio Celada Luengo.
Introducción y notas al Prólogo y a la cuestión 1: Alberto Escallada Tijero.
Introducción y notas a las cuestiones 2 a 26 y 27 a 43: Sebastián Fuster Perelló.
Introducción y notas a las cuestiones 44 a 49 y 103
a 119: José María Artola Barre-
nechea.
Introducción y notas a las cuestiones 50 a 64: Armando Bandera Gonzá-
lez.
Introducción y notas a las cuestiones 65 a 74: Eliseo Rodríguez Gutié-
rrez.
Introducción y notas a las cuestiones 75 a 102: Fernando Soria Heredia.
© Biblioteca de Autores Cristianos
Don Ramón de la Cruz, 57. Madrid 2001
Depósito legal: M.-2.870-1997
ISBN: 84-7914-277-4 (obra completa)
ISBN: 84-7914-131-X (tomo I)
Impreso en España. Printed in Spain
2/9
736 Tratado del hombre C.79 a.11 C.84 Cómo el alma entiende lo corporal 759
se distingue del entendimiento como fronesis o sabiduría, pues a la sabiduría le Respuesta a las objeciones: 1. A la tender y el raciocinar, como acabamos
una potencia de otra, sino como el acto corresponde juzgar, como se dice en I primera hay que decir: La bulesis y la thelesis de decir (sol.).
se distingue de la potencia. Esta misma Metaphys. 60 Cuando ya posee algo como se distinguen no por la diversidad de 3. A la tercera hay que decir: El enten-
distinción se puede encontrar en los filó- cierto, esto es, comprobado, piensa potencias sino por la de actos. dimiento se relaciona con la voluntad
sofos 59, los cuales, a veces, mencionan cómo puede comunicarlo a los demás. 2. A la segunda hay que decir: La elec- como motor. Por eso, no es necesario
cuatro entendimientos: El agente, el posi- Esto es lo que constituye la disposición ción y la voluntad, esto es, el mismo que en la voluntad se distinga entre el
ble, el habitual y el consumado. De és- del lenguaje interior, de la que procede el querer, son diversos actos, sin embargo, agente y el posible.
tos, el agente y el posible son potencias lenguaje hablado exterior. No toda diferen- pertenecen a una potencia como el en-
distintas, ya que, como en todas las co- cia de actos origina potencias diversas,
sas, la potencia activa es distinta de la sino sólo aquellas que no se pueden re-
potencia pasiva. Por su parte, los otros ducir a un mismo principio, como diji-
tres, se distinguen en conformidad con mos anteriormente (q.78 a.4).
el entendimiento posible en sus tres esta- CUESTIÓN 84
dos: En potencia, y entonces es llamado ARTÍCULO 11
entendimiento posible; en acto primero, Sobre cómo el alma, unida al cuerpo, entiende lo corporal,
es la ciencia, y entonces es llamado en-
El entendimiento especulativo y el que le es inferior
tendimiento habitual; otras, en acto se-
práctico, ¿son o no son potencias
gundo, es el pensar, y por eso es llama-
diversas? Siguiendo el plan trazado, hay que tratar ahora sobre los actos del alma
do entendimiento en acto o entendimien- In Sent. l.3 d.23 q.2 a.3 q.a2; De Verit. q.3 a.3; De vinculados a las potencias intelectivas y apetitivas, pues las otras potencias
to consumado. An. 1.3 lect.15; In Ethic. l.6 lect.2. del alma no caen directamente bajo el análisis del teólogo. Los actos de la
Respuesta a las objeciones: 1. A la Objeciones por las que parece que el parte apetitiva corresponden al estudio de la ciencia moral. Esto será tratado
primera hay que decir: Si se acepta aquel entendimiento especulativo y el práctico en la segunda parte de esta obra, en la que se analizará la materia moral.
argumento de autoridad, por inteligencia son potencias diversas: Ahora, pues, estudiaremos los actos intelectivos. En dicho estudio seguire-
se entiende el acto del entendimiento. 1. Como consta en II De Anima 61, mos el siguiente orden: Primero nos centraremos en ver cómo entiende el
En este sentido se contrapone al enten- la fuerza aprehensiva y la motriz perte- alma unida al cuerpo. Después, cómo entiende separada de él.
dimiento como el acto a la potencia. necen a diversos géneros de potencias. La primera consideración será triple: Primero, cómo conoce el alma lo
2. A la segunda hay que decir: Boecio Pero el entendimiento especulativo es corporal, que le es inferior. Segundo, cómo se conoce a sí misma y qué hay
toma por inteligencia el acto del enten- sólo aprehensivo, mientras que el prácti-
dimiento, superior al acto de la razón co mueve. Por lo tanto, son potencias
en ella. Tercero, cómo conoce las sustancias inmateriales superiores a ella".
Por eso, allí mismo dice: La razón es una diversas. Por lo que respecta al conocimiento de lo corporal, se nos presentan tres
propiedad exclusiva del género humano, como 2. Más aún. La diversa formalidad cuestiones: Primera, por qué medio las conoce. Segunda, cómo y en qué or-
la inteligencia lo es solamente del divino. Pues de objeto, diversifica la potencia. Pero el den. Tercera, qué conoce en lo corporal.
propio de Dios es entenderlo todo sin objeto del entendimiento especulativo es La cuestión referente a lo indicado en primer lugar plantea y exige res-
análisis. lo verdadero, y el objeto del práctico es puesta a ocho problemas:
3. A la tercera hay que decir: Todos lo bueno, que son formalidades dis- 1. El alma, ¿conoce o no conoce lo corporal por el entendimiento?—
aquellos actos que enumera el Damas- tintas. Por lo tanto, el entendimiento es- 2. ¿Lo conoce por su esencia o por algunas especies?—3. Si lo conoce por
ceno, son de una sola potencia, la inte- peculativo y el práctico son potencias di- algunas especies, ¿las especies de todo lo inteligible le son o no le son inna-
lectiva; ésta primeramente se limita a la versas.
simple aprehensión de algo. Este acto es 3. Todavía más. En la parte intelec-
llamado inteligencia. En segundo lugar, lo tiva, el entendimiento práctico con res- dos los elementos de la solución tomista, aunque sin una elaboración adecuada y convincente,
que aprehende lo orienta hacia el cono- pecto al especulativo, es lo que en la y dudando entre la identificación real de las potencias con el alma (lo que haría de la voluntad
cimiento o acción de otra cosa. Este parte sensitiva es la estimativa con res- y la inteligencia energías diversas de una misma facultad y explicaría la participación del libre
acto es llamado intención. Mientras persis- pecto a la imaginativa. Pero la estimati- albedrío en ambas), o entre su distinción (y entonces sería sólo materialmente a la vez inteli-
te en la investigación de lo propuesto, es va y la imaginativa son potencias dis- gencia y voluntad, con la posibilidad de establecerse como facultad propia y distinta).
a. Esta división tripartita, perfectamente lógica, se encuentra establecida en el Liber de cau-
llamado pensamiento. Al examinar lo pen- tintas, como dijimos anteriormente (q.78 sis, de donde seguramente la tomó Sto. Tomás. Esta obra tuvo extensa difusión y enorme in-
sado relacionándolo con nociones cier- a.4). Por lo tanto, también lo son el en- flujo en la Edad Media. La estima que el Sto. Doctor tenía de ella fue muy grande y el uso
tas, es llamado saber o conocer, esto es, tendimiento especulativo y el práctico. que de ella hizo muy amplio (cf. C. VANSTEENKISTE, Il «Liber de causis» negli scritti di S. Tom-
maso: Angelicum 35 [1938] 325-374), aun considerándola apócrifa y rechazando como herética
alguna de sus doctrinas. No sólo estaba convencido de que no se trataba de una obra de Aris-
59. Cf. ALBERTO MAGNO, Summa de Creatur. p.2.a q.54 (BO 35,449). 60. ARISTÓTELES, tóteles, como en un principio se afirmaba, sino que conocía su fuente originaria, el neoplatóni-
c.2 n.3 (BK 982a18): S. Th. lect.2 n.41. 61. ARISTÓTELES, c.3 n.1 (BK 414a31): S. Th. co Proclo (h.410-485), de cuya Elementatio theologica viene a ser un resumen. No obstante, la
lect.5 n.279. alta valoración en que la tenía le llevó a escribir un comentario que es, entre sus obras meno-
res, una de las más importantes: In librum de causis expositio. Con el seudo Dionisio, el Liber de
causis es la fuente neoplatónica que más le ayudó al establecer su síntesis doctrinal, prestándole
cielos fue desde muy pronto problema que preocupó a los pensadores cristianos, tanto en sí un impulso arquitectónico, atemperado en sus excesos con el realismo aristotélico y su atención
mismo como en su vinculación con la cosmogonía bíblica y con la doctrina de los ángeles. En a la naturaleza concreta. Ambas direcciones se manifiestan armonizadas en estas cuestiones de
Sto. Tomás el tema se halla presente tanto en sus comentarios a los libros de física, cosmología
y metafísica aristotélicos como en las obras teológicas (cf. F. FERNÁNDEZ DE VIANA, Motores de
3/9 la Suma. La procedencia del Liber de causis es problemática, posiblemente de un autor árabe
del s. X.
cuerpos celestes y ángeles en Sto. Tomás de Aquino: Estudios Filosóficos 8 [1959] 359-382).
760 Tratado del hombre C.84 a.1 C.84 a.1 Cómo el alma entiende lo corporal 761
tas por naturaleza?—4. ¿Le vienen o no le vienen de ciertas formas inmate- materia ni movimiento, que llamó espe- No es necesario que esto sea así. Por-
riales separadas?—5. Nuestra alma, ¿contempla o no contempla todo lo que cies o ideas, de cuya participación cada que también en las mismas realidades
entiende en las razones eternas?—6. ¿Adquiere o no adquiere el conoci- realidad singular y sensible recibe su sensibles vemos que la forma se encuen-
miento inteligible partiendo de los sentidos?—7. El entendimiento, ¿puede nombre, como el de hombre, caballo, o tra de modo distinto en unas y en otras.
cualquier otro. Afirmaba, consecuente- Ejemplo: en un ser la blancura puede
o no puede conocer, de hecho, mediante las especies inteligibles que ya po- mente, que las ciencias, las definiciones ser más intensa que en otro. En un ser
see sin referirse a las imágenes?—8. Al estar impedidas las potencias sensiti- y todo lo referente al acto del entendi- la blancura va unida a la dulzura; y en
vas, ¿queda o no queda anulado el juicio del entendimiento? b miento no se centra en lo sensible, sino otro, no. De la misma manera, la forma
en aquello inmaterial y separado, de for- sensible se encuentra diversamente en lo
ma que el alma no entiende lo corporal, exterior al alma y en el sentido que reci-
sino su especie separada. be las formas de lo sensible inmaterial-
ARTÍCULO 1 puede conocer lo corporal por el enten-
Esto resulta falso por un doble moti- mente. Ejemplo: el color del oro sin el
dimiento. vo. 1) Primero, porque, al ser aquellas oro. Igualmente, el entendimiento perci-
El alma, ¿conoce o no conoce lo
corporal por el entendimiento? En cambio está el hecho de que la especies inmateriales e inmóviles, de las be las especies de los cuerpos materiales
ciencia se encuentra en el entendimiento. ciencias quedaría excluido el conoci- y móviles, inmaterial e inmóvilmente,
De Verit. q.10 a.4. Por lo tanto, si el entendimiento no co- miento tanto del movimiento como de según su propia naturaleza, pues lo reci-
Objeciones por las que parece que el noce lo corporal, hay que deducir que la materia, que es lo propio de la ciencia bido está en quien lo recibe según el
alma no conoce lo corporal por el enten- no puede haber ciencia de lo corporal. natural, y quedaría también excluida la modo de ser de éste c. Por lo tanto,
dimiento: De esta forma, la ciencia natural, que demostración por las causas agentes y hay que concluir que el alma conoce lo
1. Dice Agustín en II Soliloq.1: Los trata del cuerpo móvil, desaparece. materiales. 2) Segundo, porque resulta corporal por el entendimiento inmate-
cuerpos no pueden ser comprendidos por el en- Solución. Hay que decir: Para demos- irrisorio que para llegar al conocimiento rial, universal, y necesariamente.
tendimiento. Nada corpóreo puede ser percibi- trar la solución a este problema, hay que de las cosas manifiestas tengamos que
poner como medio otras realidades dis- Respuesta a las objeciones: 1. A la
do más que por los sentidos. Y dice también tener presente que los primeros filósofos
tintas sustancialmente, ya que difieren de primera hay que decir; Aquella frase de
en XII Super Gen. ad litt.2: Sólo hay visión que investigaron la naturaleza de las co-
ellas en el ser. Así, aun cuando cono- Agustín hay que entenderla en cuanto
intelectual de aquello que está por su esencia sas, pensaron que en el mundo no exis-
en el alma. Los cuerpos no están así. Por ciéramos estas sustancias separadas, no referida a aquello por lo que el entendi-
tía nada fuera de lo corporal. Y porque
por eso podríamos emitir un juicio de lo miento conoce, no a lo que conoce.
lo tanto, el alma no puede conocer lo veían que todo lo corporal era móvil, y
corporal por el entendimiento. lo consideraban en un continuo fluir, sensible. Pues conoce lo corporal entendiéndolo,
2. Más aún. La misma relación que Parece ser que en esto Platón se des- pero no a través de lo corporal ni de
estimaron que no podíamos tener ningu-
vió de la verdad, porque, juzgando que imágenes materiales y corpóreas, sino a
hay entre el sentido y lo inteligible, se na certeza sobre la verdad de las cosas.
da entre el entendimiento y lo sensible. todo conocimiento se verifica por una través de especies inmateriales e inteligi-
Pues lo que fluye constantemente no
cierta semejanza, estimó que la forma de bles que pueden estar en el alma por su
Pero el alma no puede conocer de nin- puede ser aprehendido con certeza, pues-
lo conocido necesariamente está en quien propia esencia.
guna manera lo espiritual por los senti- to que desaparece antes de ser juzgado
dos, pues lo espiritual es inteligible. Por por la mente. Así, Heráclito dijo que no conoce de igual manera que en lo cono- 2. A la segunda hay que decir: Como
lo tanto, de ninguna manera puede co- es posible tocar dos veces el agua de la corrien- cido. Consideró que la forma de la reali- indica Agustín en XXII De Civ. Dei 4,
nocer lo corporal, que es sensible, por el te de un río, como nos refiere el Filósofo dad entendida está en el entendimiento no hay que afirmar que el entendimiento
entendimiento. en IV Metaphys.3 de un modo universal, inmaterial e in- conoce sólo lo espiritual como el sentido
3. Todavía más. El entendimiento Más tarde, Platón, para salvar la cer- móvil. Y esto resulta claro por la misma conoce sólo lo corporal. Porque, de ser
tiene por objeto lo necesario e invaria- teza de nuestro conocimiento intelectual operación del entendimiento, que entien- así, habría que concluir que Dios y los
ble. Pero todos los cuerpos son móviles de la verdad, sostuvo que, además de lo de de manera universal y con una cierta ángeles no conocen lo corporal. El por-
y variables. Por lo tanto, el alma no corporal, hay otro género de seres sin necesidad, pues la acción es algo propor- qué de dicha diversidad radica en que
cionado a la forma de ser del agente. De una potencia inferior no llega a lo que
este modo, sostuvo que las cosas enten- es propio de una superior; pero, la supe-
1. C.4: ML 32,888. 2. C.24: ML 34,474. 3. ARISTÓTELES, 3 c.5 n.12 (BK 1010a14): didas debían subsistir por sí mismas de rior lleva a cabo de un modo más emi-
S. Th. 1.4 lect.12 n.683. modo inmaterial e inmóvil. nente lo propio de la inferior.
b. En estas cuestiones Sto. Tomás se limita a la consideración de la actividad especulativa 4. C.29: ML 41,800.
del entendimiento. El conocimiento práctico, sus actos y hábitos, los tratará, en su inmediata
relación con la moral, en la Segunda Parte de la Suma. Y atiende aquí de modo primordial al c. Este adagio, muchas veces aducido en diferentes formas universales o particulares hasta
conocimiento de las realidades sensibles, a lo que dedica, con 20 artículos en total, tres de las nuestros días (el más común: quidquid recipitur ad modum recipientis recipitur), se atribuía en bas-
seis cuestiones que comprende el análisis de la intelección. Le interesa determinar tanto el obje- tantes ocasiones a Boecio, algunas al seudo Dionisio y otras a Aristóteles —posiblemente por
to propio de nuestra inteligencia —la esencia o quididad de las realidades sensibles— como atribuírsele la autoría del Liber de causis—. No obstante, sobre todo en su formulación más
el origen de las ideas, en una discusión y rechazo del empirismo puro, por un lado, y del idealis- universal, proviene directamente del Liber de causis, y a éste suele remitir Sto. Tomás en sus
mo por otro, siguiendo un método habitual en Aristóteles. Si, como punto de partida, las alu- citas expresas. El conocimiento intelectivo de la realidad material no se produce en virtud de
siones al empirismo se concretan en los filósofos jónicos —«los primeros filósofos»—, en He- una semejanza física entre el cognoscente y lo conocido; al contrario, se realiza en virtud de
ráclito y Demócrito, y las correspondientes al idealismo en Platón y Avicena, en el desarrollo la inmaterialidad del sujeto que conoce; pero en su asimilación del objeto hace a éste semejante
de la discusión se implican las diversas posiciones de sus contemporáneos. De ahí la notable a sí, al recibirlo no en su entidad física, sino de un modo inmaterial. Las consideraciones pos-
atención dedicada a las doctrinas innatistas, infusas y ontologistas y las abundantes referencias 4/9 teriores sobre la necesidad del entendimiento agente y su función abstractiva, y sobre las «espe-
a S. Agustín. cies» o representaciones cognoscitivas, tienen su fundamentación en este principio.
762 Tratado del hombre C.84 a.2 C.84 a.2 Cómo el alma entiende lo corporal 763
3. A la tercera hay que decir: Todo miento de lo corporal a través de los sentidos tanto, para que el alma lo conociera por los principios de todas las cosas ma-
movimiento supone algo inmóvil. Pues, corporales. En cambio, el alma no es cognosci- todo, no sería suficiente atribuirle la na- teriales, para que las pudiera conocer to-
cuando es la cualidad lo que cambia, la ble por los sentidos corporales. Por lo tanto, turaleza de los principios, a no ser que das. Es exclusivo de Dios poseer una
sustancia queda inmóvil, y cuando lo es no conoce lo corpóreo por su propia también poseyera la naturaleza y forma esencia que contenga inmaterialmente
la forma sustancial, la materia permanece sustancia. de cada uno de sus efectos, como la de todas las cosas, al modo como los efec-
invariable. En las realidades cambiables Solución. Hay que decir: Los antiguos los huesos, la carne, y demás, como ar- tos preexisten virtualmente en la causa.
hay relaciones inmutables. Ejemplo: filósofos sostuvieron que el alma conoce gumenta Aristóteles contra Empédocles Así, pues, sólo Dios lo conoce todo en
aunque Sócrates no esté siempre senta- lo corporal por su propia esencia. Pues en I De Anima 11. 2) Segundo, porque, si virtud de su propia esencia. No el alma
do, es absolutamente cierto que, cuando era de patrimonio común que lo semejante fuera necesario que lo conocido estuvie- humana ni tampoco el ángel.
está sentado, permanece en un lugar es conocido por lo semejante 9. Estimaban ra materialmente en quien conoce, no habría
concreto. Por eso, nada impide que haya razón para que las realidades materiales Respuesta a las objeciones: 1. A la
que la forma de lo conocido está en primera hay que decir: Agustín está ha-
ciencia invariable de lo cambiable. quien conoce del mismo modo que en lo exteriores carecieran de conocimiento,
puesto que si el alma conociera el fue- blando de la visión imaginaria que se
conocido. Los platónicos opinaron de realiza por medio de imágenes corpora-
ARTÍCULO 2 forma contraria. Pues Platón, percatán- go por el fuego, también el mismo fue-
go, que está fuera del alma, lo cono- les. Para formar dichas imágenes el alma
dose de que el alma intelectiva es inma- pone algo de su sustancia, a la manera
El alma, ¿conoce o no conoce lo terial y que conoce inmaterialmente, sos- cería.
corporal por su esencia? Por lo tanto, hay que concluir que los como se pone el sujeto para que sea in-
tuvo que las formas de lo conocido sub- formado por alguna forma. Es así como
sisten también de modo inmaterial. En objetos materiales conocidos están en
In Sent. l.2 d.3 p.2.a q.2 a.1; l.3 d.14 a.1 q.a2; De Ve- produce de sí misma las imágenes, no
rit. q.8 a.8; Cont. Gentes 2,98. cambio, los primeros naturalistas, por quien conoce no materialmente, sino,
más bien, inmaterialmente. Esto es así porque el alma o una parte suya se
estimar que lo conocido era corporal y transforme en ésta o en aquella imagen,
Objeciones por las que parece que el material, sostuvieron que también está porque el acto del entendimiento com-
alma conoce lo corporal por su esencia: prende los objetos que están fuera de sino al modo como se dice que un cuer-
materialmente en el alma que lo conoce. po se convierte en algo coloreado por-
1. Agustín, en X De Trin.5, dice: El Por eso, y para poder atribuir al alma el quien conoce, ya que es evidente que
alma recoge las imágenes de los cuerpos y se conocemos lo externo a nosotros. Ahora que se le da un color. Este sentido del
conocimiento de todo, sostuvieron que texto se desprende del contexto. Pues
adueña de las imágenes formadas en sí misma el alma era naturaleza común a todo, y, bien, por la materia la forma está deter-
de sí misma, ya que para configurarlas les minada a un ser único y concreto. Por dice 13 que conserva algo, esto es, lo no in-
como la naturaleza del ser originado está formado por tal imagen, que es aquello por
transmite algo de su propia sustancia. Pero constituida por sus principios, al alma le eso es evidente que la razón de la mate-
conoce los cuerpos por medio de las rialidad y del conocimiento son opues- lo que libremente juzga de tales imágenes.
atribuyeron la misma naturaleza de su Esto lo llama mente o entendimiento. En
imágenes de los cuerpos. Por lo tanto, principio. Así, quien sostuvo que el pri- tos. De este modo, los seres que reciben
por su propia esencia conoce los seres sólo materialmente las formas de otros cambio, en lo que se refiere a que es in-
mer principio de las cosas es el fuego, formada por las imágenes, esto es, por la
corporales, que emplea para configurar así también sostuvo que el alma es de seres, no pueden conocer de ningún
tales imágenes a las que transmite su modo, como, por ejemplo, las plantas, imaginación, dice que nos es común con los
naturaleza ígnea, lo mismo cabe decir animales.
propia esencia. con respecto al aire y al agua. Empédo- tal como se dice en el II libro De Ani-
2. Más aún. El Filósofo, en III De ma 12. En cambio, cuanto más inmaterial- 2. A la segunda hay que decir: Aristóte-
cles, que estableció cuatro elementos les no admitió, como lo hacían los anti-
Anima 6, dice: En cierto modo el alma lo es materiales y dos agentes, sostuvo que el mente un ser posee la forma de lo cono-
todo. Por lo tanto, como quiera que lo cido, más perfectamente conoce. Por eso guos naturalistas, que el alma estuviera
alma estaba constituida de dichos ele- compuesta de todas las cosas, sino que
semejante es conocido por lo semejante, el entendimiento, que abstrae la especie
mentos. De este modo, al determinar dijo: En cierto modo el alma lo es todo. Y
parece que el alma conoce lo corporal que las cosas están en el alma material- inteligible no sólo de la materia, sino
por sí misma. también de las condiciones materiales in- esto en cuanto que está en potencia con
mente, sostuvieron que todo conoci- respecto a todo; por los sentidos, a lo
3. Todavía más. El alma es superior miento del alma era material, ya que dividuantes, conoce más perfectamente
a las criaturas corporales. Los seres infe- que los sentidos, los cuales reciben su sensible; por el entendimiento, a lo inte-
confundían y no distinguían el entendi- ligible.
riores están en los superiores de un forma de lo conocido sin su materia,
miento de los sentidos.
modo más perfecto que el modo que tie- Pero este modo de pensar es inadmisi- pero con sus condiciones materiales. De 3. A la tercera hay que decir: Toda
nen en sí mismos, como dice Dionisio 7. ble. 1) Primero, porque en el principio entre los sentidos, el de la vista es el criatura tiene el ser finito y determinado.
Por lo tanto, todas las criaturas corpó- material al que hacían referencia, no se más capacitado para conocer, porque, Por eso, la esencia de una criatura supe-
reas se encuentran de una manera más encuentran los seres que se originan de como dijimos ya (q.78 a.3), es el menos rior, aunque tenga cierta semejanza con
digna en la sustancia del alma que en sí él a no ser potencialmente. Y nada es material. Entre los entendimientos, la de una criatura inferior, por coincidir
mismas. Por lo tanto, por su propia sus- conocido en cuanto que está en poten- cuanto más inmaterial, más perfecto. en un mismo género; sin embargo, tal
tancia puede conocer las criaturas corpó- cia, sino sólo en cuanto que está en acto, Se concluye claramente que, si hay un semejanza no es perfecta, ya que está de-
reas. como consta en IX Metaphys.10 Por eso, entendimiento que conozca todas las co- terminada a una especie a la que no per-
En cambio está lo que dice Agustín ni tan siquiera la misma potencia es co- sas por su esencia, es necesario que las tenece la criatura inferior. Pero la esen-
en IX De Trin.8: La mente llega al conoci- nocida a no ser a través del acto. Por lo posea todas inmaterialmente. De modo cia divina es la semejanza perfecta de
semejante a como los antiguos suponían todo con respecto a todo, como princi-
la esencia del alma compuesta en acto pio universal de todo.
5. C.5: ML 42,977. 6. ARISTÓTELES, c.8 n.1 (BK 431b21): S. Th. lect.13 n.878.
7. De Cael. Hier. c.12 § 2: MG 3,293. 8. C.3: ML 42,963. 9. Cf. ARISTÓTELES, De An.
1 c.5 n.5 (BK 409b24): S. Th. lect.12 n.178. 10. ARISTÓTELES, 8 c.9 n.6 (BK 1051a29): 5/9 11. ARISTÓTELES, c.5 n.5 (BK 409b23): S. Th. lect.12 n.178.
n.4 (BK 424a32): S. Th. lect.24 n.556.
12. ARISTÓTELES, c.12
13. De Trin. l.10 c.5: ML 42,977.
S. Th. lect.10 n.1888.
C.85 a.1 Sobre el conocer: modo y orden 773
772 Tratado del hombre C.84 a.8
miento aún es más lento, las imágenes se imagen. Sin embargo, en parte está ata-
seemos imágenes. De este modo, cono- tirse un juicio completo de algo si no se ofrecen ordenadas, como sucede sobre do al sentido común. Por eso, aunque la
cemos la verdad misma reflexionando conoce todo lo que está referido a este todo al acabar el sueño y en aquellos realidad la distinga de ciertas imágenes,
sobre el objeto cuya verdad investiga- algo, en especial si se desconoce el tér- hombres sobrios y dotados de una po- con otras se engaña siempre. Así, pues,
mos. Como dice Dionisio 42, a Dios le mino y el fin del juicio. Dice el Filósofo tente imaginación. Si el movimiento de en la medida en que el sentido y la ima-
conocemos en cuanto causa y por vía en III De Caelo 45: A si como el fin de la los vapores es mínimo, no sólo queda li- ginación se van recobrando paulatina-
de eminencia y negación. En lo que se ciencia práctica es la operación, así también el bre la imaginación, sino también y en mente durante el sueño, también el en-
refiere a las demás sustancias incorpó- de la ciencia natural es lo que principalmente parte el sentido común, de tal manera tendimiento recobra el juicio, aunque no
reas, no podemos conocerlas en el esta- se percibe por los sentidos. Pues el herrero que, incluso durmiendo, a veces el hom- totalmente. Por eso, los que durmiendo
do presente de vida más que por vía de no busca conocer lo que es un cuchillo bre juzga que lo que ve es un sueño razonan, siempre reconocen que se equi-
remoción o a través de una comparación a no ser para su trabajo, es decir, para como si distinguiera entre realidad e vocaron en algo.
con lo corporal. Así, para conocer algo forjar este cuchillo en concreto. Igual-
de estos seres, aun cuando no disponga- mente, tampoco el naturalista busca co-
mos de sus imágenes, es necesario recu- nocer la naturaleza de la piedra o del ca-
rrir a las imágenes de lo corpóreo. ballo a no ser para conocer las definicio- CUESTIÓN 85
nes de lo que le ofrecen los sentidos. Es
ARTÍCULO 8 evidente que ni el juicio del herrero so- Sobre el conocer: modo y orden
bre el cuchillo sería perfecto si ignorase
El juicio del entendimiento, ¿queda su funcionalidad, ni tampoco lo sería el
o no queda impedido cuando el Ahora hay que tratar lo referente al modo y orden en el conocer. Esta
juicio del naturalista sobre los objetos cuestión plantea y exige respuesta a ocho problemas:
sentido está anulado? naturales si ignorase lo sensible. Ahora
2-2 q.154 a.5 ad 3; In Sent. l.3 d.15 q.2 a.3 q.a2 ad
1. Nuestro entendimiento, ¿conoce o no conoce lo corporal y lo mate-
bien, todo lo que en la vida presente en-
2; De Verit. q.12 a.3 ad 1-3; q.28 a.3 ad 6. tendemos lo entendemos por compara- rial abstrayendo especies de las imágenes?—2. Las especies inteligibles abs-
Objeciones por las que parece que el ción con lo sensible. Por lo tanto, es traídas de las imágenes, ¿se relacionan con nuestro entendimiento como lo
juicio del entendimiento no queda impe- imposible que el juicio de nuestro enten- que se conoce o como el medio por lo que se conoce?—3. Nuestro entendi-
dido cuando el sentido está anulado: dimiento sea perfecto cuando están im- miento, por naturaleza, ¿conoce o no conoce ante todo lo más universal?—
1. Lo superior no depende de lo in- pedidos los sentidos por los que conoce- 4. Nuestro entendimiento, ¿puede o no puede conocer al mismo tiempo
ferior. Pero el juicio del entendimiento mos lo sensible. muchas cosas?—5. Nuestro entendimiento, ¿conoce o no conoce a través
está por encima de los sentidos. Por lo Respuesta a las objeciones: 1. A la de la composición y la división?—6. El entendimiento, ¿puede o no puede
tanto, el juicio del entendimiento no es primera hay que decir: Aunque el entendi- equivocarse?—7. ¿Puede o no puede alguien conocer mejor que otro una
impedido por el embotamiento de los miento sea superior al sentido, sin em- cosa?—8. Nuestro entendimiento, ¿conoce o no conoce antes lo indivisible
sentidos. bargo, y en cierto modo, depende de él. que lo divisible?
2. Más aún. Raciocinar es un acto Y en lo sensible se fundamenta su pri-
del entendimiento. Durante el sueño, los mer y principal objeto. De este modo, es
sentidos están impedidos, como se dice necesario que el juicio del entendimiento
en el libro De Somn. et Vigil.43 Sin em-
ARTÍCULO 1 2. Más aún. Las realidades materia-
quede impedido al quedar estancados los les son realidades naturales en cuya defi-
bargo, hay quien razona durmiendo. Por sentidos. Nuestro entendimiento, ¿conoce o no
lo tanto, estancados los sentidos, no conoce lo corporal y lo material nición entra la materia. Pero nada puede
2. A la segunda hay que decir: Los sen- ser entendido sin conocer lo que entra
queda impedido el juicio del entendi- tidos pierden su actividad en quienes abstrayendo especies de las imágenes?
miento.
en su definición. Por lo tanto, los seres
duermen debido a ciertas emanaciones y Supra q.12 a.4; Cont. Gentes 2,77; De Spirit. Creat.
a.10 ad 17; In Metaphys. 2 lect.1. materiales no pueden ser entendidos sin
En cambio no se consideran actos vaporizaciones, como se dice en el libro la materia. Pero la materia es principio
pecaminosos aquellas acciones contrarias De Somn. et Vigil. 46 El mayor o menor Objeciones por las que parece que de individuación. Por lo tanto, las reali-
a las rectas costumbres y que se realizan embotamiento de los sentidos depende nuestro entendimiento no conoce lo cor- dades materiales no pueden ser entendi-
durante el sueño, como dice Agustín en de la disposición de estas evaporaciones. poral y lo material abstrayendo especies das abstrayendo lo universal de lo parti-
XII Super Gen. ad litt. 44 Esto no ocurri- Cuando su movimiento es grande, no de las imágenes: cular, que consiste en abstraer las espe-
ría si, estando dormido el hombre, pu- solamente se paralizan los sentidos, sino 1. Cualquier entendimiento que en- cies inteligibles de las imágenes.
diera usar libremente de la razón y del también la imaginación, hasta el punto tiende una cosa de modo distinto a
entendimiento. Por lo tanto, el estanca- que no se ofrece ninguna imagen, como como ella es, está equivocado. Ahora 3. Todavía más. En el III De Anima 1
miento de los sentidos impide el uso de ocurre sobre todo al dormirse después bien, las formas de las cosas materiales se dice que las imágenes se relacionan
la razón. de haber comido y bebido demasiado. Si no existen abstraídas de los objetos par- con el alma intelectiva como los colores
Solución. Hay que decir: Como diji- el movimiento de los vapores es algo ticulares, cuyas representaciones son las con la vista. Pero la visión no se verifica
mos (a.7), el objeto propio y proporcio- menor, se ofrecen imágenes, pero desfi- imágenes. Por lo tanto, si conociéramos abstrayendo especies de los colores, sino
nado a nuestro entendimiento es la natu- guradas y desordenadas, como les ocurre las realidades materiales abstrayendo sus por la impresión de éstos en la vista.
raleza de lo sensible. Pero no puede emi- a los que tienen fiebre. Si dicho movi- especies de las imágenes, la falsedad es- Por lo tanto, tampoco el entender se ve-
taría en nuestro entendimiento. rifica abstrayendo algo de las imágenes,
42, De Div. Nom. c.1 § 5: MG 3,593. 43. ARISTÓTELES, c.1 (BK 454b13): S. Th. 6/9
lect.13. 44. C.15: ML 34,466. 45. ARISTÓTELES, c.8 n.6 (BK 306a16). 46. ARIS- 1. ARISTÓTELES, c.7 n.3 (BK 431a14): S. Th. lect.12 n.770.
TÓTELES, c.3 (BK 456b17): S. Th. lect.5.
774 Tratado del hombre C.85 a.1 C.85 a.1 Sobre el conocer: modo y orden 775
sino porque las imágenes se imprimen corporal. En cambio, es una facultad del na no pertenece a la esencia del color, y, de hombre no puede ser abstraída por
en el entendimiento. alma que es forma del cuerpo, como que- consecuentemente, no hay inconveniente el entendimiento de la carne y de los
4. Y también. Como se dice en III dó demostrado (q.76 a.1). Y por eso, le en que consideremos el color sin referir- huesos.
De Anima 2, en el alma intelectiva se en- corresponde como propio el conoci- nos para nada a la manzana. Igualmente, Las especies matemáticas pueden ser
cuentra el entendimiento posible y el miento de la forma presente en la mate- lo que pertenece a la esencia específica abstraídas por el entendimiento, no sólo
agente. Pero extraer las especies inteligi- ria corporal individual, si bien no tal de cualquier objeto material, una piedra, de la materia sensible individual, sino
bles de las imágenes no le corresponde como está en la materia. Pero conocer lo un hombre o un caballo, puede ser con- también de la común. Sin embargo, no
al entendimiento posible, sino que le co- que está en una materia individual y no siderado sin sus principios individuales, de la materia inteligible común, sino
rresponde archivar las especies ya abs- tal como está en dicha materia, es abs- que no entran en el concepto de esencia. sólo de la individual. Pues se llama ma-
traídas. Pero tampoco parece que le co- traer la forma de la materia individual En esto consiste precisamente abstraer teria sensible a la materia corporal en
rresponda al entendimiento agente, que representada en las imágenes. De este lo universal de lo particular por la espe- cuanto que es sujeto de cualidades sensi-
se relaciona con las imágenes como con modo, es necesario afirmar que nuestro cie inteligible de las imágenes, esto es, bles, como el calor, el frío, la dureza o la
los colores la luz, la cual no abstrae nada entendimiento conoce las realidades ma- considerar la naturaleza específica inde- blandura. Y se llama materia inteligible
de. ellos, sino que, más bien, influye en teriales abstrayendo de las imágenes. Y pendientemente de los principios indivi- a la sustancia en cuanto que es sujeto de
ellos. Por lo tanto, de ninguna manera por medio de las realidades materiales duales representados por las imágenes. la cantidad. Es evidente que la cantidad
entendemos abstrayendo de las imáge- así entendidas, llegamos al conocimiento Por lo tanto, cuando se dice que está está presente en la sustancia antes que
nes. de las inmateriales, pero de forma dis- errado quien entiende algo de modo dis- las cualidades sensibles. Por eso, las can-
5. Por último. El Filósofo, en el III tinta a como lo hacen los ángeles, los tinto a como es, se está diciendo algo tidades, como números, dimensiones y
De Anima 3, dice: El entendimiento conoce cuales por lo inmaterial conocen lo ma- verdadero si la expresión de modo distinto figuras, que son límites de la cantidad,
las especies en las imágenes. Por lo tanto, terial. se refiere a lo entendido. Pues es falso pueden ser consideradas sin las cualida-
no abstrayéndolas. En cambio, Platón, atendiendo sólo a el entendimiento que entiende algo des sensibles, y esto es abstraer de la ma-
En cambio está lo que se dice en III la inmaterialidad del entendimiento hu- de modo distinto a como es en realidad. teria sensible. Sin embargo, no pueden
De Anima 4: En la medida en que las cosas mano y no al hecho de que de algún Por eso, sería falso el entendimiento ser concebidas sin referirlas a la sustan-
son separables de la materia, se aproximan al modo está unido al cuerpo, sostuvo que que abstrajera de la materia la especie cia en cuanto sujeto de la cantidad, ya
entendimiento. Por lo tanto, es necesario su objeto son las ideas separadas y que de piedra de manera que entendiese que que esto sería abstraerías de la materia
que las cosas materiales sean entendidas nosotros entendemos no abstrayendo, no está en la materia, como sostuvo Pla- inteligible común. Sin embargo, no es
por abstracción de la materia y de las re- sino, más bien, participando de las reali- tón. Pero no es verdadero si la expre- necesario referirlas a esta o a aquella sus-
presentaciones materiales, esto es, de las dades abstractas, como se dijo anterior- sión de modo distinto está referida a quien tancia. Esto equivaldría a abstraerlas de
imágenes. mente (q.84 a.1). entiende. Pues no hay falsedad en que su la materia inteligible individual.
Solución. Hay que decir: Como diji- Respuesta a las objeciones: 1. A la modo de ser cuando entiende sea dis- Hay esencias que pueden ser abstraí-
mos (q.84 a.7), el objeto cognoscible primera hay que decir: Hay dos maneras de tinto del modo de ser de la realidad exis- das incluso de la materia inteligible co-
está proporcionado a la facultad cognos- Abstraer. 1) Una, por composición y di- tente, puesto que lo entendido está in- mún, como son el ser, la unidad, la po-
citiva. Hay tres grados en la facultad visión, como cuando entendemos que materialmente en quien lo entiende, se- tencia y el acto, los cuales también pue-
cognoscitiva. 1) Hay una facultad cog- una cosa no está en otra o que está sepa- gún el modo de ser del entendimiento, y den existir sin materia alguna, como es
noscitiva que es acto de un órgano cor- rada de ella. 2) Otra, por consideración no materialmente, según el modo de ser el caso de las sustancias inmateriales. Y
poral, y es el sentido. Por eso, el objeto simple y absoluta, como cuando enten- de la realidad material. porque Platón no tuvo presente este do-
de cualquier potencia sensitiva es la for- demos una cosa sin pensar en ninguna 2. A la segunda hay que decir: Algu- ble modo de abstracción, sostuvo que
ma en cuanto presente en la materia cor- otra. Así, pues, abstraer según la prime- nos 5 pensaron que la especie del objeto era abstracto realmente todo lo que, tal
poral. Como dicha materia es principio ra manera indicada, esto es, abstraer con natural es sólo la forma, y que la materia como dijimos (ad 1), es abstraído por el
de individuación, las potencias de la par- el entendimiento cosas que en la realidad no es parte de la especie. Pero, según entendimiento.
te sensitiva sólo conocen realidades con- no están abstraídas, no puede darse sin esto, la materia no entraría en la defini- 3. A la tercera hay que decir: Los co-
cretas. 2) Hay otra facultad cognoscitiva error. Pero no hay error en abstraer se- ción de las cosas naturales. Hay que te- lores existen del mismo modo en la ma-
que ni es acto de un órgano corporal ni gún la segunda manera, como resulta ner presente dos tipos de materia, esto teria corporal que en la potencia visiva,
está unida de ninguna manera a lo cor- evidente en el orden sensible, pues si es, la común y la concreta o individual. y, así, pueden imprimir su representa-
póreo, y ésta es el entendimiento angélico. pensamos o decimos que el color de un Común, como la carne y los huesos; in- ción en la vista. Pero las imágenes, por
Así, el objeto de esta facultad cognosci- cuerpo no le es inherente, o que está se- dividual, como esta carne y estos hue- ser representaciones de individuos y
tiva es la forma subsistente sin materia, parado de él, hay falsedad en el juicio o sos. El entendimiento abstrae la especie existir en órganos corporales, no tienen
pues aunque conozca las realidades ma- en la expresión. En cambio, si conside- de la materia sensible individual, no de el mismo modo de existencia en el en-
teriales, sin embargo, no las conoce más ramos el color y sus propiedades sin re- la materia sensible común. De este tendimiento humano, como resulta claro
que viéndolas en las inmateriales, ya sea ferencia alguna a la manzana en que está modo, abstrae la especie de hombre de por lo dicho (sol.), y, por lo tanto, por
en sí mismo, ya en Dios. 3) El entendi- el color, o expresamos de palabra lo que esta carne y de estos huesos, que no per- sí mismas no pueden imprimirse en el
miento humano ocupa un lugar interme- así entendemos, no habrá error ni en el tenecen al concepto de la especie, sino entendimiento posible. Pero en virtud
dio, pues no es acto de ningún órgano juicio ni en la expresión. Pues la manza- que son partes del individuo, como se del entendimiento agente, que actúa so-
ice en VII Metaphys.6 . Pero la especie bre las imágenes, en el entendimiento
2. ARISTÓTELES, c.5 n.1 (BK 430a14): S. Th. lect.10 n.728. 3. ARISTÓTELES, c.7 n.5
(BK 431b2): S. Th. lect.12 n.777.
n.714.
4. ARISTÓTELES, c.4 n.8 (BK 429b21): S. Th. lect.8 7/9 5. Cf. AVERROES, In Metaphys. l.7 comm.21 (8,171 I); comm.34 (184D). 6. ARISTÓTE-
LES, 6 c.10 n.11 (BK 1035b28): S. Th. lect.10 n.1492.
776 Tratado del hombre C.85 a.2 C.85 a.2 Sobre el conocer: modo y orden 777
posible se produce una cierta impresión acto es el mismo entendimiento en acto. ideas, entendidas en acto. 2) Segunda, se entiende es la realidad representada en
o representación de los mismos objetos Pero nada de lo entendido está en el en- porque se repetiría el error de los anti- la especie inteligible.
a los que se refieren las imágenes, pero tendimiento de quien entiende en acto, a guos, los cuales sostenían que es verdade- Esto se comprueba partiendo de la
exclusivamente en lo que respecta a su no ser la especie inteligible abstraída. ro todo lo aparente. Así, lo contradictorio opinión de los antiguos, quienes sos-
naturaleza específica. En este sentido, se Por lo tanto, esta misma especie es lo sería simultáneamente verdadero. Pues si tenían que lo semejante se conoce por lo se-
habla de abstraer las especies inteligibles entendido en acto. una potencia no conoce más que su pro- mejante. Pues también afirmaban que el
de las imágenes, no en el sentido de que 2. Más aún. Es necesario que lo en- pia impresión, sólo juzga de ella. Pero alma conoce la tierra exterior a ella por
una forma numéricamente la misma, y tendido en acto esté en algún ser. De no lo que algo parece, depende del modo la tierra presente en ella, y lo mismo las
que antes estaba en la imaginación, pase ser así, nada sería. Pero no está en la como es alterada la potencia cognosciti- demás cosas. Por lo tanto, si en lugar de
al entendimiento posible, tal como un realidad exterior al alma, porque, por ser va. Por lo tanto, el juicio de la potencia la tierra ponemos su especie inteligible,
cuerpo pasa de un lugar a otro. ésta una realidad material, nada de lo cognoscitiva siempre tendría por objeto según la doctrina de Aristóteles 10, para
4. A la cuarta hay que decir: El enten- que hay en ella puede ser entendido en aquello que juzga, es decir, su propia al- quien en el alma no está la piedra, sino la
dimiento agente no sólo ilumina las imá- acto. Por lo tanto, lo entendido en acto teración tal y como es. Consecuentemen- especie de la piedra, tendremos que el alma
genes, sino que también abstrae de ellas está en el entendimiento. Consecuente- te, todos sus juicios serían verdaderos. conoce por medio de las especies inteli-
las especies inteligibles. Las ilumina por- mente, no es más que la especie inteligi- Por ejemplo, si el gusto no siente más gibles la realidad exterior a ella.
que, así como el sentido se perfecciona ble anteriormente mencionada. que su propia impresión, cuando alguien
en su capacidad por su unión a la facul- 3. Todavía más. Dice el Filósofo en Respuesta a las objeciones: 1. A la
tiene el gusto sano y juzga que la miel primera hay que decir: Lo entendido está
tad intelectiva, así también las imágenes, I Periherm. 7: Las palabras son signos de las es dulce, hará un juicio verdadero.
en virtud del entendimiento agente, se impresiones que hay en el alma. Pero las pa- en quien entiende por medio de una re-
Igualmente emitiría un juicio verdadero presentación. Y así se dice que lo enten-
hacen aptas para que de ellas puedan ser labras significan las cosas entendidas, quien, por tener el gusto afectado, afir-
abstraídas las especies inteligibles. Y pues por ellas expresamos lo que enten- dido en acto significa que la representa-
mara que la miel es amarga. Pues ambos ción de lo entendido es la forma del en-
abstrae estas especies inteligibles de las demos. Por lo tanto, lo entendido en juzgan según les indica su gusto. De ser
imágenes en cuanto que, en virtud del acto son las mismas impresiones del tendimiento, como la imagen del objeto
así, se deduciría que todas las opiniones sensible es la forma del sentido en acto.
entendimiento agente, podemos conside- alma, esto es, las especies inteligibles. son igualmente verdaderas. Lo mismo
rar las naturalezas específicas de las co- Por eso, no se sigue de aquí que la espe-
En cambio, la especie inteligible es cabría decir de cualquier percepción. cie inteligible abstraída sea lo entendido
sas sin sus determinaciones individuales, con respecto al entendimiento lo que lo Por lo tanto, hay que afirmar que la en acto, sino que es su imagen.
en cuanto que el entendimiento posible sensible con respecto al sentido. Pero la especie inteligible con respecto al enten- 2. A la segunda hay que decir: Cuando
es informado por las representaciones de especie sensible no es lo que se siente, dimiento es como el medio por el que se dice lo entendido en acto se implica tanto
dichas naturalezas. sino, más bien, aquello por lo que el sen- entiende. Se demuestra de la siguiente lo entendido como el acto de entender.
5. A la quinta hay que decir: Nuestro tido siente. Por lo tanto, la especie inte- manera. Como se dice en IX Metaphys.9, Igualmente, cuando se dice el universal
entendimiento abstrae las especies inteli- ligible no es lo que se entiende en acto, la acción es doble. 1) Una, que perma- abstraído, se implica tanto la naturaleza
gibles de las imágenes en cuanto que sino aquello por lo que el entendimiento nece en el agente, como ver o entender. misma del objeto como su abstracción o
considera de modo universal la naturale- entiende. 2) Otra, que pasa a una realidad externa, universalidad. Así, pues, la naturaleza
za de las cosas. Sin embargo, las entien- como calentar o cortar. Ambas se reali-
Solución. Hay que decir: Algunos 8 que puede ser abstraída, entendida o
de en las imágenes, porque no puede en- zan de una forma determinada. Así
sostuvieron que nuestras facultades cog- concebida de modo universal, no existe
tender nada, ni siquiera lo abstraído, a como la forma según la cual se realiza la
noscitivas no conocen más que las pro- más que en los singulares, mientras que
no ser recurriendo a las imágenes, como acción que tiende a una realidad exterior
pias pasiones. Por ejemplo, que el senti- su abstracción, intelección y universali-
dijimos anteriormente (q.84 a.7). es imagen del objeto de dicha acción,
do no conoce más que la alteración de zación conceptual es propia del entendi-
su órgano. En este supuesto, el entendi- como el calor de lo que calienta es ima- miento. Algo parecido podemos obser-
ARTÍCULO 2 miento no entendería más que su propia gen de lo calentado, así también la for- var en los sentidos. Pues la vista ve el
alteración, es decir, la especie inteligible ma según la que se produce la acción color de la manzana sin su olor. Por lo
Las especies inteligibles abstraídas que permanece en el agente, es una re-
de las imágenes, ¿se relacionan o no recibida en él. Según esto, estas especies tanto, si se pregunta dónde está el color
son lo que el entendimiento conoce. presentación del objeto. Por eso, en con- que se ve sin el olor, la respuesta tiene
se relacionan con nuestro formidad con la imagen del objeto visi-
entendimiento como objeto? Pero esta opinión es evidentemente que ser: en la manzana misma. El que se
falsa por dos razones. 1) Primera, por- ble ve la vista, y la representación de lo perciba sin el olor depende de la vista,
De Verit. q.10 a.9; q.18 a.1 ad 1; Cont. Gentes 2,75; que los objetos que entendemos son los entendido o la especie inteligible, es la en cuanto que posee la imagen del color
4,11; De An. 3 lect.8; Quodl. 7 a.1; Compend. Theol. forma según la que el entendimiento co- y no la del olor. Igualmente, la humani-
c.85; De Spirit. Creat. a.9 ad 6. mismos que constituyen las ciencias.
Así, pues, si solamente entendiéramos noce. dad conocida no existe más que en este
Objeciones por las que parece que las especies presentes en el alma, se se- Pero porque el entendimiento vuelve o en aquel hombre. El que sea percibida
las especies inteligibles abstraídas de las guiría que ninguna ciencia trataría sobre sobre sí mismo, por un único acto re- sin las condiciones individuantes, en lo
imágenes se relacionan con nuestro en- las realidades exteriores al alma, sino flexivo conoce tanto su propio entender cual consiste su abstracción y de lo que
tendimiento como el objeto: sólo sobre las especies inteligibles que como la especie por la que entiende, y, se sigue su universalidad conceptual, le
1. Lo entendido en acto está en hay en ella. Así, los platónicos sostenían así, secundariamente, la especie inteligi- viene del hecho de ser percibida por el
quien entiende, porque lo entendido en que todas las ciencias tratan sobre las ble es lo entendido. Pues lo primero que entendimiento, en el que se encuentra la
7. ARISTÓTELES, c.1 n.2 (BK 16a3): S. Th. lect.2 n.3. 8. Cf. S. TOMÁS, In Metaphys. l.9 8/9 9. ARISTÓTELES, 8 c.8 n.9 (BK 1050a23): S. Th. 1.9 lect.8 n.1862. 10. ARISTÓTELES, De
lect.3. An. 3 c.8 n.2 (BK 431b29): S. Th. lect.13 n.789.
778 Tratado del hombre C.85 a.3 C.85 a.3 Sobre el conocer: modo y orden 779
12
representación de su naturaleza específi- Physic. dice que antes conocemos lo ro de sus partes. En cambio, conocer salidad. Como la intención de universali-
ca y no la de sus principios individuales. definido que las partes de la definición. distintamente lo que contiene un todo dad, esto es, que una y la misma cosa se
3. A la tercera hay que decir: En la Pero lo más universal es parte de la defi- universal es tener conocimiento de algo refiera a muchas, proviene de la abstrac-
parte sensitiva hay una doble operación. nición de lo menos universal, como ani- menos común. Así, conocer indistinta- ción del entendimiento, es necesario que
Una, consistente en la alteración. Es la mal es parte de la definición de hombre. mente al animal significa conocerlo úni- lo universal, bajo este aspecto, sea lo
operación del sentido, que se realiza por Por lo tanto, conocemos con posteriori- camente en cuanto animal, mientras que posterior. Por eso, en I De Anima 16 se
la alteración que en los sentidos produce dad lo más universal. conocerlo distintamente significa cono- dice que el animal universal o no es nada o
lo sensible. Otra, formativa, que se da 4. Por último. Por los efectos llega- cerlo en cuanto racional o irracional, lo es algo posterior. En cambio, según Pla-
cuando la potencia imaginativa forma la mos a las causas y a los principios. Pero cual significa conocer al hombre o al tón, que admitió los universales subsis-
imagen de algún objeto ausente o nunca los universales son ciertos principios. león. Así, pues, nuestro entendimiento tentes, el universal considerado así sería
visto. Esta doble operación se encuentra Por lo tanto, los conocemos con pos- conoce antes al animal que al hombre. Y anterior a los singulares, los cuales, se-
en el entendimiento. terioridad. la misma razón es aplicable a lo más uni- gún él, no son más que participaciones
Pues, en primer lugar, el entendimien- En cambio está lo que se dice en I versal respecto de lo menos universal. de los universales subsistentes llamados
to posible sufre una modificación al ser Physic.13: Es necesario pasar de lo universal Y porque el sentido pasa de la poten- ideas. 2) En un segundo aspecto, el univer-
informado por la especie inteligible, y a lo particular. cia al acto, como el entendimiento, en el sal puede ser considerado en cuanto a su
luego, una vez informado, establece una sentido encontramos el mismo orden de misma naturaleza, esto es, su animalidad
definición, división o composición, que Solución. Hay que decir: En nuestro conocimiento. Pues por los sentidos for- o humanidad, tal como existe en los in-
expresa por medio de la palabra. La ra- conocimiento intelectual es necesario te- mamos un juicio de lo más común antes dividuos. Y entonces debemos distinguir
zón significada por el nombre es la defi- ner presentes dos aspectos. 1) Uno, que que de lo menos común, tanto con res- un doble orden de naturaleza. 1) Prime-
nición. La proposición indica la compo- el conocimiento intelectual se origina de pecto al espacio como al tiempo. Ejem- ro, el de la generación y el tiempo en
sición o división hecha por el entendi- algún modo en el sensitivo. Y porque plo: con respecto al espacio, al ver un conformidad con el que son anteriores
miento. Por lo tanto, las palabras no los sentidos perciben lo particular y el objeto lejano nos damos cuenta antes de las cosas más imperfectas y las potencia-
indican las especies inteligibles, sino lo entendimiento percibe lo universal, es que es cuerpo que de que es animal; y les. Desde este punto de vista, lo más
que el entendimiento forma para juzgar necesario que el conocimiento de las co- antes nos damos cuenta de que es animal que común por naturaleza es anterior, como
las realidades exteriores. sas particulares en nosotros preceda al de que es hombre; y antes nos damos cuen- resulta evidente en la generación del ani-
conocimiento de las universales. 2) Dos, ta de que es hombre que de que sea Sócrates mal y del hombre, ya que antes se genera el
que nuestro entendimiento pasa de la o Platón. Con respecto al tiempo, porque animal que el hombre, como se dice en el
ARTÍCULO 3 potencia al acto. Todo lo que pasa de la el niño empieza por distinguir al hom- libro De Generat. Animal. 17 2) Segundo, el
potencia al acto, antes que al acto per- bre de lo que no es hombre antes que a orden de perfección o finalidad de la na-
Nuestro entendimiento, por fecto llega a un acto imperfecto, inter- este hombre de aquél. Como se dice en turaleza, a la manera como el acto por
naturaleza, ¿conoce o no conoce medio entre la potencia y el acto. El I Physic.15, los niños al principio llaman pa- naturaleza es anterior a la potencia y lo
antes lo más universal? acto perfecto al que llega nuestro enten- dre a todos los varones, hasta que más tarde perfecto es anterior a lo imperfecto. En
dimiento es la ciencia completa, por la distinguen quién es cada uno. este sentido, lo menos general por natu-
In Phys. 1 lect.1; Post. Analyt. 1 lect.4; In Metaphys. que conocemos las cosas de forma clara El porqué de esto es evidente. Porque raleza es anterior a lo más general, como
1 lect.2. y determinante. El acto incompleto cons- quien conoce algo indistintamente aún lo es el hombre con respecto al animal,
tituye la ciencia imperfecta, por la que está en potencia para conocer el princi- pues la finalidad de la naturaleza en la
Objeciones por las que parece que lo conocemos las cosas de un modo inde- pio de su distinción, como quien conoce generación humana no se alcanza con la
más universal no es lo primero en nues- terminado y confuso, ya que lo que así el género está en potencia para conocer generación del animal, sino con la del
tro conocimiento intelectual: conocemos, en un cierto grado, lo co- la diferencia. Resulta claro que el cono- hombre.
1. Lo que por naturaleza es primero nocemos en acto, y de alguna manera, 2. A la segunda hay que decir: Lo uni-
cimiento confuso es algo intermedio en-
y más conocido, es para nosotros pos- en potencia. Por eso, el Filósofo en I versal más común es con respecto a lo
tre la potencia y el acto.
terior y menos conocido. Pero lo uni- Physic.14 dice que primero nos es evidente y Por lo tanto, hay que decir: El cono- menos común como el todo a la parte.
versal es por naturaleza lo primero, por- claro lo más indeterminado, y, después, conoce- Como un todo, en cuanto que en lo más
cimiento de los singulares nos es anterior
que es anterior aquello que en su existencia mos distinguiendo con precisión los principios al de los universales, de igual modo que universal no solamente se incluye en po-
no lleva consigo reciprocidad con sus deriva- y los elementos. Es evidente que conocer el conocimiento sensitivo es anterior al tencia lo menos universal, sino, además,
dos 11. Por lo tanto, lo más universal es algo en lo que estén contenidas otras otras cosas, al modo que en animal no
intelectivo. Pero tanto en el sensitivo
posterior en nuestro conocimiento inte- muchas cosas sin un conocimiento par- sólo está incluido el hombre, sino tam-
como en el intelectivo, el conocimiento
lectivo. ticular de cada una, es conocerlas confu- de lo más común es anterior al de lo bién el caballo. Como parte, en cuanto
2. Más aún. Lo compuesto es ante- samente. De este modo pueden ser cono- que lo menos común en su concepto
menos común.
rior para nosotros a lo simple. Pero lo cidos tanto el todo universal, en el que contiene no sólo lo más común, sino
universal es lo más simple. Por lo tanto, las partes están en potencia, como el todo Respuesta a las objeciones: 1. A la también otras cosas, al modo como en
lo conocemos con posterioridad. integral, puesto que de uno y otro cabe primera hay que decir: El universal puede hombre está incluido no sólo el ser ani-
3. Todavía más. El Filósofo en I un conocimiento confuso sin tenerlo cla- ser considerado bajo dos aspectos. mal, sino también racional. Así, pues,
1) Uno, en cuanto que la naturaleza del animal, considerado en sí mismo, en
universal implica la intención de univer- nuestro conocimiento precede a hombre,
11. Cf. ARISTÓTELES, Categor. c.12 (BK 14a29).
184b11): S. Th. lect.1 n.10.
12. ARISTÓTELES, c.1 n.5 (BK
13. ARISTÓTELES, c.1 n.4 (BK 184a23): S. Th. lect.1 9/9 15. Ib. 16. ARISTÓTELES, c.1 n.5 (BK 402b7): S. Th. lect.1 n.9. 17. ARISTÓTELES,
n.10. 14. ARISTÓTELES, c.1 n.3 (BK 184a21): S. Th. lect.1 n.10. 2 c.3 (BK 736b2).

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