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UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO - SEDE SICUANI

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA - CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO


DERECHO COMERCIAL II
PATRIMONIO SOCIAL

CONTENIDO
PRESENTACIÓN ....................................................................................................................... 2
INTRODUCCIÓN....................................................................................................................... 3
EL PATRIMONIO SOCIAL ..................................................................................................... 4
1. DEFINICIÓN DE PATRIMONIO SOCIAL ................................................................ 4
2. EL PATRIMONIO SOCIAL EN NUESTRA LEGISLACIÓN GENERAL DE
SOCIEDADES ......................................................................................................................... 5
EL CAPITAL SOCIAL .............................................................................................................. 7
1. DEFINICIÓN JURÍDICA DE CAPITAL SOCIAL .................................................... 7
2. DEFINICIÓN DEL CAPITAL SOCIAL ...................................................................... 8
DIFERENCIA ENTRE EL PATRIMONIO SOCIAL Y EL CAPITAL SOCIAL ............... 8
CONCLUSIONES ....................................................................................................................... 9
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 11

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DERECHO COMERCIAL II
PATRIMONIO SOCIAL

PRESENTACIÓN

Uno de los principales anhelos de la juventud es su realización


profesional y la superación de clase social para ello, la
universidad se constituye como uno de los principales caminos
para alcanzar tan ansiada meta.
Conscientes de la gran competitividad que existe; la
realización y el desarrollo del curso de DERECHO
COMERCIAL II, presupuestos procesales y jurisdicción es
muy importante para nuestra formación como profesionales.
Agradeciendo su valiosa labor, a nuestro doctora KRISS
MASSIELL SARA FLORES vertiendo su amplia
experiencia en nuestras aulas universitarias y así pulir
nuestros conocimientos, sumado a las enseñanzas que nos
permiten día a día escalar un peldaño más en el eterno
aprendizaje de la vida.
Finalmente queremos agradecer a dios, a nuestros padres por
habernos permitido la vida y a nuestros docentes que hacen el
trajín diario en este Perú de grandes retos y oportunidades.

Atentamente:

Sus alumnos.

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PATRIMONIO SOCIAL

INTRODUCCIÓN
El patrimonio social y el capital social no tendrían por qué generarnos mayores problemas. En
efecto, el hecho de estar ambas instituciones reguladas en nuestra Ley General de Sociedades (en
adelante, LGS) podría generarnos la tentación de realizar el presente estudio desde un punto de
vista exclusivamente legal: Dicha apreciación no sería más que errónea.

Hoy en día hablar de patrimonio social y capital social no es tarea exclusiva del Derecho, vemos
que ambas instituciones como hechos sociales que ocurren en el mundo de hoy, y que como tales
escapan del celo jurídico para ser estudiadas por las más variadas disciplinas científicas, como la
Economía y Contabilidad.

En ese sentido el nuestro trabajo no es sino una primera pretensión que busca comprender mejor
estos hechos que se presentan en el que hacer social; hechos que guardan dentro de sí un
contenido primariamente económico y que como tales merecen ser estudiados de manera
interdisciplinaria para lograr su mejor aprehensión.

En vista de ello nuestra tarea se centrará en buscar una definición de ambas instituciones que
satisfaga no a las abstractas estructuras jurídicas diseñadas por la doctrina a lo largo de los años,
sino una que responda a la realidad de las cosas, es decir, una definición que tenga como punto
de partida su plena aplicación en la realidad para recién allí encuadrarla dentro de una categoría
normativa.

Dicha travesía no solo es personal, sino que es llevada a cabo por diversas personalidades que en
el mundo de hoy conciben que el enamoramiento por las construcciones lógico-jurídicas de
impecable arquitectura debe ceder ante la fuerza implacable de la realidad que reclama su
contención normativa1 .

1
VERLY, Hernán. “Apuntes para una revisión del concepto de capital social”. En: La Ley, Tomo 1997-A, p.
756

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PATRIMONIO SOCIAL

EL PATRIMONIO SOCIAL
1. DEFINICIÓN DE PATRIMONIO SOCIAL
La doctrina francesa devenida en clásica establece que el patrimonio constituiría el conjunto
de derechos y obligaciones de una persona apreciable en dinero2 .

Dicha concepción es también compartida por la doctrina española que menciona que por
patrimonio se debe entender al complejo o conjunto de relaciones jurídicas valorables en
dinero que pertenecen a la esfera jurídica de una persona, activa o pasivamente3 .

Es por ello que, si tomamos como punto de partida la definición de patrimonio que nos da la
más autorizada doctrina civil (que la define como un conjunto de derechos y obligaciones de
un determinado sujeto de derecho), no nos tendría por qué resultar extraña la respuesta que
da la mayoría de la doctrina nacional mercantil ante la pregunta de qué es lo que deberíamos
entender por patrimonio social: Aquel conjunto de activos y pasivos de una sociedad4.

En efecto, si hacemos un análisis de la sustancia que subyace bajo dichas definiciones nos
toparemos con que en realidad ambas concepciones son muy semejantes: Lo que se suele
denominar como activos de la sociedad no serían otra cosa que los derechos a que ella es
titular, mientras que lo que se suele denominar como pasivos de la sociedad no serían otra
cosa que las denominadas obligaciones en que ella incurre5.

En consecuencia, lo que existiría entonces no sería una diferencia sustancial entre una
concepción civil y mercantil acerca de los componentes que caen bajo el rótulo de patrimonio,
sino que en esencia ambas compartirían la misma sustancia en cuanto a sus componentes. Sin
embargo, es menester hacer hincapié en que si bien los componentes del patrimonio desde el
punto de vista civil (derechos y obligaciones) y los componentes del patrimonio desde el
punto de vista mercantil (activos y pasivos) son en sustancia los mismos, esto no significa
que ambas concepciones del patrimonio (tanto civil como mercantil) sean análogas.

2
PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge. Tratado práctico de Derecho Civil francés. Tomo III, Cultural Habana
S.A., 1946, p. 23.
3
DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio. Sistema de Derecho Civil. Volumen III, quinta edición, Editorial
Tecnos, p. 381.
4
LAROZA, Enrique. Derecho Societario peruano. Editorial Normas Legales, Trujillo, 1999, p. 73. Idea
también compartida por BEAUMONT, Ricardo. Comentarios a la nueva Ley General de Sociedades. Gaceta
Jurídica, Lima, 2004, p. 122.
5
Es menester hacer hincapié que en esta parte del trabajo utilizamos el término “pasivo” de una manera
amplia y que en ese sentido abarcaría a lo que, desde el punto de vista contable, se denomina pasivo y
cuenta capital (este último conocido erróneamente por la doctrina mercantil como patrimonio neto).
Ambos desde un punto de vista jurídico constituirían débitos de la sociedad: El primero estaría constituido
por las deudas que tendría la sociedad frente a terceros en general (pasivos) y el segundo estaría
conformado por las deudas que tendría la sociedad frente a sus socios (conocido como patrimonio neto).

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PATRIMONIO SOCIAL
En ese sentido el patrimonio social es considerado por la doctrina mercantil como aquel que
estará sujeto a un fin determinado. Dicha característica (estar sujeto a una finalidad) lo
diferenciará del patrimonio en general que, por su propia naturaleza, no tendría un destino
específico. En ese sentido, la finalidad específica a la cual estará sujeto el patrimonio social
será el ejercicio de una actividad económica6.

Es por ello que a nuestro entender el patrimonio social sería aquel conjunto de derechos y
obligaciones de contenido patrimonial que pertenece a una sociedad, y que está sujeto a un
fin específico o determinado7.

2. EL PATRIMONIO SOCIAL EN NUESTRA LEGISLACIÓN


GENERAL DE SOCIEDADES
Habiendo definido ya lo que entendemos por patrimonio social resulta interesante observar
que justamente es en este tema donde ciertas incoherencias lógicas de nuestra LGS saltan a
la vista, en especial nos referimos al artículo 31 del mencionado cuerpo de leyes, el cual
menciona que: “El patrimonio social responde por las obligaciones de la sociedad, sin
perjuicio de la responsabilidad personal de los socios en aquellas formas societarias que así
lo contemplan” (el resaltado es nuestro).

Partiendo de la premisa de que la doctrina nacional mercantil concibe al patrimonio social


como aquel conjunto de derechos y obligaciones de una sociedad, y el artículo 31 de nuestra
LGS expresa que será esta la que responda por las obligaciones de la sociedad, no resulta
difícil percatarse en la incoherencia lógica en que incurren: ¿Es posible que puedan responder

6
BRUNETTI, Antonio. Tratado de Derecho de las Sociedades. Traducción por Felipe de Solá Canzores,
1960, p. 348
Esta concepción del patrimonio social tiene coherencia con lo dispuesto por el artículo 2247 del Código
Civil italiano que menciona que “con el contrato de sociedad, dos o más personas aportan bienes o
servicios para la explotación en común de una actividad económica, con el objeto de repartirse sus
utilidades” (el resaltado es nuestro). Si la sociedad tiene como finalidad la explotación de una actividad
económica (y he allí la causa del nacimiento de la sociedad), es lógico entender que dicha finalidad
también afecte al patrimonio social puesto que este último al estar dentro de la sociedad y al haber sido
aportado en un inicio por los socios, se vería impregnado con la finalidad con la que la sociedad cuenta
desde su nacimiento, esto es, la explotación de una actividad económica en común. En nuestra opinión
dicha interpretación podría tener asidero en nuestra LGS que en su artículo 1 menciona que “quienes
constituyen sociedad se convienen en aportar bienes o servicios para el ejercicio en común de actividades
económicas” (el resaltado es nuestro). En ese sentido, al ser la actividad en común la causa del nacimiento
de la sociedad, es coherente que el patrimonio de la sociedad comparta dicha finalidad, toda vez que este
último habría sido creado para cumplir con dicha finalidad, es decir, su razón de existencia sería la
voluntad de los socios que la aportaron para conseguir el objeto social. Por todo ello consideramos que
todo patrimonio social siempre está sujeto a una finalidad determinada que, en todos los casos, será la
misma que tiene la sociedad.
7
Casos como la E.I.R.L. a quien se le otorga un patrimonio con un fin determinado, las sociedades
mercantiles, fundaciones, etc., nos dan la idea de que el patrimonio siempre estará sujeto a un fin y que
siempre puede ser desmembrado ateniendo a los requerimientos legales

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PATRIMONIO SOCIAL
por las obligaciones de una sociedad un ente que esté precisamente compuesto (además de
derechos) por esas mismas obligaciones? ¿Es lógico concebir que una determinada deuda
logre ser satisfecha por algo que contiene precisamente a esta (patrimonio social)? Si
afirmásemos que el patrimonio social es el que respondiese por las obligaciones societarias
llegaríamos al absurdo lógico de que los pasivos de una sociedad se podrían pagar con otros
pasivos de ella.

Por tal motivo, una correcta interpretación del artículo 31 de nuestra LGS nos llevaría a la
conclusión de que únicamente serían los activos de la sociedad los que responderían por las
obligaciones de esta, pues al ser los primeros valores positivos pertenecientes a la sociedad
podrían solventar dichos valores negativos (obligaciones) en que esta incurre. Sin embargo,
y salvando lo anteriormente dicho, es menester hacer una salvedad: Cuando hacemos
referencia a que son los activos de la sociedad los que responden por las obligaciones de esta
utilizamos dicho término en sentido restringido mas no amplio, es decir, nos referimos a
aquellos activos que por su particular naturaleza pueden cumplir dicha función.

Y es que hoy en día, y como producto de la constante evolución de los mercados, existen
“entes” que son reputados como activos de la sociedad pero que por su particular naturaleza
no pueden ser utilizados como instrumentos de satisfacción de obligaciones. Un claro ejemplo
de este fenómeno es el goodwill. Este es un anglicismo que hace referencia al buen nombre
de una empresa, producto, servicio, persona, etc. Este es reputado como un activo de gran
valor puesto que es por ese mismo buen nombre que la empresa puede obtener clientes,
proveedores, créditos, etc. Sin embargo (y he allí la peculiaridad de su naturaleza), la
materialización del goodwill (por decirlo así) solo se da en circunstancias especiales: En las
adquisiciones y fusiones de empresas donde este intangible aumenta el precio de venta de
esta.

En ese sentido, y no siendo materia del presente estudio el cómo es que se valoran los valores
intangibles de una sociedad, es menester reconocer la existencia de esta calidad de activos
que por su particular naturaleza no se adecuan como medio para la satisfacción de las
obligaciones de la sociedad. Por todo ello, a nuestro entender, una interpretación coherente
del artículo 31 de la LGS sería aquella que conciba a que son los activos de la sociedad (mas
no su patrimonio social) los que responden por las obligaciones de esta, entendiendo en
sentido restringido el vocablo activos, es decir, solo a aquellos que por su particular naturaleza
pueden cumplir dicha función.

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PATRIMONIO SOCIAL

EL CAPITAL SOCIAL
1. DEFINICIÓN JURÍDICA DE CAPITAL SOCIAL
Desde el punto de vista jurídico se considerará como capital social al monto correspondiente
a los aportes suscritos por los socios, con independencia de su total integración. En ese
sentido, dicha definición tiene plena correspondencia con los incisos 3 y 4 del artículo 54 de
nuestra LGS, y con el inciso 5 del artículo 55 del mismo cuerpo normativo.

En ese sentido, el inciso 3 del artículo 54 del mencionado cuerpo de leyes menciona que: “El
pacto social contiene obligatoriamente el monto del capital y las acciones en que se divide”.
El inciso 4 del mismo artículo nos menciona que: “El pacto social contiene obligatoriamente
la forma como se paga el capital suscrito y el aporte de cada accionista en dinero o en otros
bienes o derechos, con el informe de valorización correspondiente en estos casos”.

A su vez el inciso 5 del artículo 55 de la LGS nos dice que: “el estatuto contendrá
obligatoriamente el monto del capital, el número de acciones en que está dividió, el valor
nominal de cada una de ellas y el monto pagado por cada acción suscrita”.

En ese sentido, podemos apreciar que dichas reglas imperativas obedecen a una sencilla
razón: Independientemente del monto pagado por cada acción suscrita (y que quedará
materializado en el estatuto si es que pagó todo lo que se comprometió, o al menos el 25%)
lo que le importa a la normativa son dos cosas: El compromiso que el socio asumió al
momento de la suscripción de las acciones y que la cifra establecida en el capital social
(resultante de la suma total de todo lo suscrito) quede invariable. Si se pagó simplemente el
25% de la acción suscrita esto no influye en el capital social ya que la normativa se contenta
–por un decir claro está– que se desembolse como mínimo lo requerido por ella.

En palabras de Tulio Ascarelli esta regla significa que: “al tiempo de otorgarse la escritura
fundacional debe estar comprometida la aportación de todo el capital, cuya cifra la exprese la
misma escritura”8. A su vez el artículo 8 de la Ley de Sociedades Anónimas Española (fuente
inspiradora de nuestra LGS) establece como requisito del capital la íntegra suscripción de su
capital y el desembolso íntegro de una cuarta parte.

Por todo ello se considerará como capital social desde el punto de vista jurídico a aquella cifra
total que los socios se comprometieron a desembolsar en el momento fundacional de la
sociedad y que permanecerá indiferente a las circunstancias positivas o negativas de esta,
constituyéndose así en una suerte de cifra pétrea. Esta última característica es bien apuntada
por Jesús Rubio, para quien el capital social constituye una cifra matemática, un dato de valor

8
ASCARELLI, Tullio. Derecho Mercantil. 1940.

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PATRIMONIO SOCIAL
inmutable cuyo volumen no tiene que ver con las oscilaciones prósperas o adversas del
negocio9. A su vez para Efraín Hugo Richard la noción jurídica de capital lo considera a este
como un valor nominal inmutable dentro de la normativa societaria, el cual ha sido
confirmado por las disposiciones vigentes que privilegian el principio de unidad10.

2. DEFINICIÓN DEL CAPITAL SOCIAL


Capital social como la suma total de los aportes que los socios se comprometieron a dar a la
sociedad, cuyo valor se encuentra enmarcado dentro de las varias cuentas que tiene el capital
contable, y que constituye la primera fuente de financiamiento de la sociedad.

Para una mayor comprensión de lo dicho hasta ahora, véase la tabla II donde se podrá observar
el lugar donde se encuentra el capital social y las cuentas que lo acompañan para formar lo
que se conoce como capital contable

DIFERENCIA ENTRE EL PATRIMONIO SOCIAL Y EL


CAPITAL SOCIAL
Una de las diferencias más saltantes que existe entre el capital social y el patrimonio social es que
el primero de ellos siempre estará formado por las aportaciones que los socios se comprometieron

9
RUBIO, Jesús. Curso de Derecho Financiero de Sociedades Anónimas. Tercera edición, Editorial de
Derecho Financiero, Madrid, 1974, p. 70.
10
Consideramos oportuno reconocer que el mencionado autor diferenciaba ya las concepciones
económicas y jurídicas del capital social que en su época se esbozaban. En ese sentido nos afirma que
“desde una perspectiva general, existen al menos dos grandes nociones de capital. La primera de ellas
alude a su concepción vulgar identificando al conjunto de bienes o al patrimonio que se utiliza en el giro
comercial. Se trata de una noción económica, que difiere del concepto de capital que prevalece en materia
de sociedades, y particularmente en las anónimas, donde prevalece los tintes jurídicos. Una segunda
concepción, que da origen a la noción jurídica de capital lo tiene a este como el valor nominal inmutable
dentro de la normativa societaria y ha sido confirmada por las disposiciones vigentes que privilegian el
principio del capital social”. RICHARD, Efraín Hugo. Manual de Derecho Societario. Astrea, Buenos Aires,
1980, p. 233

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a dar, mientras que el segundo de ellos estará formado no únicamente por este, sino por activos y
pasivos que tiene la sociedad. En ese sentido, Brunetti afirma que: “el concepto de capital social
ha de distinguirse judicial y contablemente del de patrimonio social. La diferencia es cualitativa
y cuantitativa. Cualitativa porque el capital social está formado por la suma de las aportaciones
de los socios y, por consiguiente, por un conjunto de activos. Cuantitativa porque cualquiera que
sea el aspecto bajo el que se tenga se considere, el capital no es más que un componente del
patrimonio, y por consiguiente indica una entidad más reducida”11.

Otra de las diferencias existentes entre ambos conceptos es que mientras el capital social es una
cifra de valor inmutable que no varía salvo acuerdo expreso de los socios, el patrimonio social
varía en función del manejo ya sea positivo o negativo que tuviese la sociedad.

A su vez, otra diferencia existente entre el patrimonio social y el capital social es que el último
de ellos es reputado por la normativa societaria como requisito de validez del acto constitutivo de
la sociedad, mientras que el primero no. En ese sentido, Galgano nos afirma que: “distinta de la
noción de patrimonio social es la noción de capital social pues la primera indica un conjunto de
bienes ya sean ellos en dinero, otros bienes muebles e inmuebles; la segunda designa, en cambio,
una entidad numérica que expresa en valores monetarios el valor total de los aportes prometidos
(capital suscrito) o efectuado por los socios (capital pagado) y una entidad numérica a la cual la
ley le atribuye el carácter de elemento esencial de la escritura de constitución de sociedad”. Por
último, y como bien nos lo menciona Mascheroni, el capital pasa a ser una expresión nominal, un
rubro más del balance y una mención en el contrato o estatuto social, con cifras que dejan de ser
representativas del haber patrimonial de la entidad, es decir, el capital social no refleja la situación
real en que la sociedad está, sino que dicha función será hecha por el patrimonio social.

CONCLUSIONES
1. Bajo el rótulo de patrimonio social y capital social se encuentra una realidad subyacente: El
ser ambos hechos sociales. En efecto, reconocer como hechos sociales a dichas instituciones
sirve de base para que las más variadas disciplinas científicas (léase economía y contabilidad)
puedan estudiarlas, por lo que hoy en día resulta imperioso realizar un estudio
interdisciplinario de los enfoques que cada disciplina da acerca del patrimonio social y capital
social para de esta forma lograr su mejor aprehensión.
2. El patrimonio social es aquel conjunto de derechos y obligaciones de contenido patrimonial
que una sociedad posee y que están sujetos a una finalidad específica y determinada. Dicha

11
BRUNETTI, Antonio. Tratado de Derecho de las Sociedades. Traducción por Felipe de Solá, Utera, año
1960, p. 635.

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característica (estar sujeto a una finalidad) lo diferenciará del patrimonio en general que, por
su propia naturaleza, no tiene un destino específico.
3. El artículo 31 de nuestra LGS considera que es el patrimonio social el que responde por las
obligaciones de la sociedad: Craso error. Afirmar que el patrimonio social es el que responde
por las obligaciones societarias nos haría llegar a la conclusión de que los pasivos de la
sociedad se podrían pagar con otros pasivos en la medida en que al ser el patrimonio social el
conjunto de activos y pasivos de una sociedad no existiría coherencia lógica de que un
componente de esta (pasivos) sea satisfecho por algo que precisamente la contiene. Por todo
ello es que una correcta interpretación del artículo 31 de nuestra LGS nos llevaría a la
conclusión de que únicamente serán los activos de la sociedad los que responden por las
obligaciones de esta, pues al ser los primeros valores positivos que pertenecen a la sociedad
estos podrían solventar a los valores negativos (obligaciones) en que esta incurre.

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BIBLIOGRAFÍA
ASCARELLI, T. (1940). Derecho Mercantil.
BEAUMONT, R. (2004). Comentarios a la nueva Ley General de Sociedades. Lima: Gaceta
Juridica.
BRUNETTI, A. (1960). Tratado de Derecho de las Sociedades. Traducción por Felipe de Solá
Canzores.
DÍEZ PICAZO, L., & GULLÓN, A. (s.f.). Sistema de Derecho Civil. Volumen III: Quinta
edición, Editorial Tecnos.
LAROZA, E. (1999). Derecho Societario peruano. Trujillo: Editorial Normas Legales.
PLANIOL, M., & RIPERT, J. (1946). Tratado práctico de Derecho Civil francés. Tomo III:
Cultural Habana S.A.
RICHARD, E. (1980). Manual de Derecho Societario. Buenos Aires: Astrea.
RUBIO, J. (1974). Curso de Derecho Financiero de Sociedades Anónimas. Madrid: Tercera
edición, Editorial de Derecho Financiero.
VERLY, H. (1997). Apuntes para una revisión del concepto de capital social”. En: La Ley.
Tomo - A.

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