El malestar en la cultura - Sigmund Freud

Freud en su texto se plantea una serie preguntas y todo esto se basa en una idea
principal la cual es la imposibilidad de ser feliz del hombre: ¿Qué cosas que se
encuentran externas al hombre no le permiten llegar a ser feliz? ¿Qué factores de la
cultura afectan el libre actuar de la persona y no le permiten desenvolverse de una
forma “libre” que le permita ser feliz?

Para esto Freud define la cultura como “la suma de las producciones e instituciones
que distancian nuestra vida de la de nuestros antecesores animales y que sirven a
dos fines: proteger al hombre contra la Naturaleza y regular las relaciones de los
hombres entre sí”. A partir de ello Freud intenta mostrarnos cómo esa “cultura”, que
es un invento del hombre, presiona muchas de las diferentes formas de actuar del
hombre, impidiéndole ser feliz pero brindándole una cierta “paz” para convivir en
comunidad. Dejar de lado las pasiones para darle mayor importancia a una
convivencia pacífica.
Freud quiere mostrar que el malestar por la cultura es producto del inconformismo
que genera dejar de lado lo que lo haría feliz para vivir en comunidad.

Luego de este análisis formula la tesis de que el hombre no logra ser feliz porque
accede a dejar de lado sus pasiones e impulsos especialmente de carácter erótico y
agresivo, a favor de vivir en paz por medio de la formación de la cultura.

Freud desenvuelve el texto a través de 8 secciones a través de las cuales

desenvuelve sus ideas al respecto.
Las primeras tres secciones sirven a modo introductorio del tema y en ellas
principalmente habla del “yoico” que es el sentimiento que se refiere a los límites del
yo hacia el exterior. Al explicar este sentimiento, Freud brinda las herramientas para
comprender la importancia del estudio de dicho tema.
En las secciones siguientes en donde explica ampliamente las formas en cómo la
cultura obstaculiza la felicidad del hombre.
Uno de los argumentos que Freud usa, es la sexualidad que debe ser en un ámbito
de monogamia, negando la naturaleza propia del placer. Freud considera que para
muchos el amor le da sentido a sus existencias, sin embargo, el amor en lo más
profundo no deja de ser un sentimiento puramente carnal y sexual. Además de la
limitación de la agresividad, genera que se canalice en el propio sujeto. El hombre
entonces internaliza lo agresivo en lo que Freud denomina el “Superyo” y la dirige
hacia el “Yo”.
Todo esto sumado al hecho de que a mayor cantidad de privaciones, aumentan las
tentaciones, sin embargo las satisfacciones ocasionales hacen más ligeras las
tentaciones. Por eso el hombre vive con malestar a la cultura.