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TEXTO 1

Los beneficios penitenciarios

En el último siglo se han ido introduciendo beneficios en nuestra legislación penal, que se traducen en
reducciones importantes (o derechamente eliminaciones) de las penas impuestas por los tribunales; en miras
a una mejor resocialización del condenado. En consecuencia, de poco sirve haber seguido un debido proceso
ante los tribunales y plasmar la pena del imputado en una sentencia, si esta no se va a ejecutar tal cual fue
dictada.

I. Qué son los beneficios penitenciarios

 Noción jurídica: Beneficios son privilegios de los que gozan determinadas personas por encontrarse
en una situación jurídica especial, para contrarrestar los perjuicios que se derivan de esa situación
determinada.

 Noción coloquial: Beneficio es mejora de la situación de una persona o cosa, pero como
consecuencia de la propia acción (y no de un estatus).

La expresión beneficio se usaba muy aisladamente en las legislaciones, y no fue sino hasta el último tiempo
en que se acuñó, se constituyó el término.

Beneficios siempre se ha entendido como un conjunto de recompensas que recibe el interno, como
consecuencia de su buen comportamiento.
Sin embargo, es una expresión desafortunada:

1. Porque se incluyen dentro de un mismo concepto, instituciones de la más diversa naturaleza:


permiso de salida, visita, libertad condicional.

2. Porque la ejecución de las penas privativas de libertad está diseñada de una manera demasiado
compleja, que es incompatible o que no admite que dicha pena se vea reducida o eliminada con una
buena conducta precedente. Si bien es cierto que los beneficios penitenciarios se suelen conceder
con miras a la resocialización del condenado, bajo esa lógica deberían concederse mirando hacia el
futuro (hacia los vínculos sociales, familiares y laborales del condenado) y no a la conducta pasada.

De aquí se concluyen las dos razones por las que es muy difícil elaborar un concepto de beneficios
penitenciarios:
a. Porque es una expresión que carece de raíces históricas, legislativas y doctrinales.
b. Porque es un concepto tan amplio, que admite tanto una definición formal como material.
 Concepto formal: beneficio penitenciario es todo instrumento reconocido por la ley como
tal (por ejemplo, la libertad condicional).
Pero no podemos quedarnos con esta definición, pues tiene el problema de que los
beneficios penitenciarios quedan sujetos a la voluntad del legislador.

 Concepto material: beneficios penitenciarios son aquellos instrumentos jurídicos


resocializadores que determinan unas condiciones penitenciarias más favorables para un
interno en comparación con las que sufren otros. Esta última definición es más amplia que
la anterior, porque entiende que los beneficios penitenciarios no son solo los establecidos
en la ley, sino que incluye además los que en general la ley no contempla, como el contacto
con el exterior (ejemplo: las comunicaciones).
Si bien esta es la definición con que nos quedamos, cabe hacer ciertos matices:
Cuando el legislador se refiere a los beneficios penitenciaros en general, solo incluye los que
están reconocidos en el ordenamiento jurídico: que serían el adelantamiento de la libertad
condicional y el indulto particular; y NO la libertad condicional, ni ningún otro. Esto se debe
tener ahora muy en cuenta, dado que con las últimas reformas se aumentó la exigencia para
acceder a los beneficios penitenciarios, pero jamás se especificó a qué beneficios afectaba
esta reforma.

II. Naturaleza jurídica: ¿derecho o gracia?

Se tratará de exponer razones de por qué los beneficios penitenciarios no son concesiones gratuitas de las
administraciones penitenciarias, sino elementos subjetivos de una nueva forma de ejecutar la pena de prisión.

No podemos preguntarnos por la naturaleza jurídica de los beneficios penitenciarios, sin antes delimitar cuáles
son los beneficios penitenciarios.

Son derechos de las personas, derivados de su condición de estar privados de libertad:

(1) Redención de penas por el trabajo o por la educación, semi- libertad, libertad condicionada, son
derechos de los internos.

Argumentos en contra de que su naturaleza jurídica sea la de DERECHOS:

a. No están explícitamente reconocidos en las legislaciones penitenciarias.


A esto se responde que el hecho de que no estén reconocidos, no impide que sean derechos, porque
sí hay otros derechos que las legislaciones sin problema reconocen.
b. Para que se concedan, deben concurrir requisitos subjetivos como tener un pronóstico favorable de
resocialización (es decir, altas probabilidades).
Sin embargo, esto tampoco impide que sean derechos, porque se hace de manera reglada (y no de
manera discrecional ni arbitraria), con un informe técnico que deberán lograr un convencimiento en
el juez para que pueda fundamentar la resolución que dicte.
c. Por algo se denominan beneficios y no derechos.
El hecho de que se llamen “beneficios” no es un obstáculo para que califiquen como derechos, ya
que un derecho puede ser beneficioso para quien lo disfruta.

Argumentos a favor:
a. Son los jueces a quienes corresponde concederlos, y si lo deniegan, se puede apelar: es decir, se
puede reclamar el legítimo ejercicio de esos derechos.
b. En un sistema penitenciario retributivo, la administración penitenciara concedía beneficios con una
meta meramente disciplinaria. En cambio, en un sistema penitenciario resocializador, son derechos
que juegan un rol fundamental, dado que estos beneficios forman parte del sistema de ejecución de
la pena. Son medidas que promueven que la persona que está cumpliendo condena, realice ciertas
conductas deseadas.

(2) Permisos de salida y visita íntima: son también derechos de los internos.

Y son derechos, básicamente porque están íntimamente relacionados con derechos fundamentales de las
personas, reconocidos en la constitución: ambos se relacionan con el derecho de toda persona a la familia.
Derecho que no tiene por qué perderlo por el solo hecho de estar privada de libertad (a menos que sean
incompatibles).
La ejecución de las penas debe ajustarse al principio de legalidad, y en virtud de este:
- Los derechos solo pueden ser limitados por una ley (no reglamento).
- Administración y jueces, a la hora de interpretar normas, deben promocionar los derechos que
tienen fines resocializadores.
¿Se debe conceder el beneficio cuando el condenado cumple con las condiciones objetivas y subjetivas y no
es peligroso?
El TC español consideró que, para conceder estos beneficios, habría que ponderar las necesidades de
seguridad colectiva (prevención general) con las necesidades de resocialización (prevención especial). Es decir,
poner en una balanza cuán peligroso es el sujeto para la sociedad, y por otra parte, la necesidad de este de
reinsertarse correctamente en la sociedad. Al hacer esta ponderación, debe considerarse
“fundamentalmente” estas últimas (razones de prevención especial), lo cual se desprende del 80 CP.
Art. 80 CP español permite al juez, mediante resolución motivada (es decir, justificada) suspender las penas
privativas de libertad inferiores a dos años cuando sea razonable pensar que no es necesario que cumpla la
condena para evitar que cometa nuevamente un delito, cumpliéndose determinados requisitos.
Con todo, en la práctica el juez tiende a conceder el beneficio toda vez que se cumplen los requisitos legales
objetivos (con eso le basta), lo cual atenta contra la voluntad del legislador. Es más: muchas veces los
tribunales están tan pre dispuestos a posteriormente suspender la pena, que a la hora de imponerla se
preocupan de que no sea superior a dos años para que después puedan optar a este beneficio.
Está claro que los tribunales cuentan con amplia discrecionalidad a la hora de conceder estos beneficios, y en
ese sentido el Art. 80 CPE ha exigido que la sentencia que los concede sea motivada, fundamentada, para
velar por la justicia y correcta concesión de los beneficios penitenciarios.

III. Principio de retroactividad a las normas que recogen los beneficios penitenciarios

PROBLEMA: ¿A las normas penitenciarias (esto es, las normas de ejecución de la pena) se les aplica el principio
de legalidad (y, por ende, su vertiente: el principio de irretroactividad) con el mismo rigor que a las normas
penales en sentido estricto?

2 POSIBLES SOLUCIONES:

A. Principio de asimilación: asimila las normas de ejecución de las penas a las normas penales.

A las normas de ejecución de las penas se les aplica el principio de irretroactividad del mismo modo que
a las normas penales. Por ende, para ambas se toma como punto de referencia el momento en el que se
comete el delito: y desde ahí en adelante se entiende que la ley no puede operar retroactivamente, salvo
que favorezcan al reo.

B. Principio de diferenciación: diferencia las normas de ejecución de las penas a las normas penales.

Las normas penales son distintas a las normas relativas a la ejecución de las penas, por lo tanto, para las
primeras hay que tomar como punto de referencia el momento en que se comete el delito; mientras
que, para las segundas, el punto de referencia es el momento en el que se empieza a ejecutar la pena.
De ese modo, durante toda la ejecución de la pena se irá aplicando la norma de ejecución vigente. Por lo
mismo, aquí no es que la ley se aplique retroactivamente, sino que se aplica la ley vigente porque el punto
de referencia está constantemente actualizándose al tiempo presente, durante toda la ejecución de la
pena.

Con todo, ninguna de estas dos soluciones es aplicable, sin hacer previamente una distinción dentro de
las normas penitenciarias. Estas se dividen en dos:

1. Normas penitenciarias sustanciales: son las que se refieren a los beneficios penitenciarios, porque
son las que incluyen todas las normas relativas al cumplimiento material de la pena. Estas, a su vez,
se dividen en dos:
1.1 De carácter general: son las que no tienen en cuenta el delito particular, sino que la pena; en el
fondo, no tienen relación con el delito cometido, sino con la pena que se impone. Ellas se rigen
por el momento en que se inicia la ejecución de la pena.
1.2 De carácter específico: toman en cuenta el delito cometido. Ellas se regirán por el momento de
la comisión del delito.
2. Normas penitenciarias funcionales

TEXTO 2

Medidas alternativas a la pena privativa de libertad y penas sustitutivas

El 2012 la ley se modificó, de modo que las penas privativas y restrictivas de libertad podían ser reemplazadas
ya no por penas alternativas sino por penas sustitutivas.
Medidas alternativas son otra forma de cumplimiento de la pena privativa o restrictiva de libertad, sujeto
a determinadas condiciones que, si se incumplen, se aplica la pena privativa o restrictiva de libertad.
Penas sustitutivas restringen otros derechos distintos a la libertad, y el incumplimiento de estas no está
sujeto al cumplimiento de una pena privativa o restrictiva de libertad.

Si comparamos las penas sustitutivas con las penas privativas de libertad de corta duración, las primeras son
más convenientes porque evitan el hacinamiento carcelario y la desocialización.

a. ¿Cuáles son?

Tras la reforma, las penas sustitutivas son:


1. Remisión condicional
2. Reclusión parcial
3. Libertad vigilada
4. Libertad vigilada intensiva

5. Expulsión en el caso de un extranjero que es condenado a 5 años o más

6. Prestación de servicios en beneficio de la comunidad

La reforma mantuvo las penas alternativas que ya existían, con algunas modificaciones: incorpora la libertad
vigilada intensiva; y cambia reclusión nocturna por reclusión parcial. Las nuevas penas sustitutivas que se
incorporaron fueron 5 y 6:
Pero la 5, si bien es una pena sustitutiva, no tiene una naturaleza distinta a la de la pena que sustituye, porque
está afectando el mismo derecho: libertad.
La 6 en cambio es la única verdaderamente sustitutiva, porque no es otra forma de restricción de libertad
(como lo es la sustitutiva del número 5), sino que derechamente afecta un derecho distinto: libertad de
trabajo.

b. ¿Cuándo proceden?

Cada pena tiene requisitos de procedencia distintos, pero hay algunos que son comunes a todas las penas
alternativas para que puedan aplicarse:
 No proceden en los delitos de secuestro, sustracción de menores, violación, violación de un menor
de 14, violación con resultado de muerte, parricidio y homicidio calificado, salvo que se hubiere
acogida alguna eximente incompleta como atenuante.
 No proceden en caso de condenas por robo simple consumado, si antes fueron condenados por robo
calificado, robo calificado o robo con fuerza en las cosas en lugar habitado o destinado a la habitación.
 No procede la prestación de servicios a la comunidad en los delitos de la ley de drogas, salvo en caso
de cooperación eficaz.

c. Efectos
Una vez que el tribunal dicta sentencia firme y ejecutoriada, tiene 48 horas para informar a Gendarmería de
la medida o pena aplicada, y el condenado deberá presentarse en un plazo de 5 días para cumplir la medida.
Si no se presenta, se le informará al juez, quien ordenará el arresto.
El cumplimiento satisfactorio de las penas sustitutivas tendrá mérito suficiente para la eliminación de los
antecedentes prontuariales para todos los efectos legales y administrativos, lo cual debe ser oficiado por el
tribunal al Registro Civil e Identificacion, el que practicará la eliminación.

d. Análisis particular de cada una:

Medidas alternativas

A. REMISION CONDICIONAL

Consiste en la suspensión del cumplimiento de la pena privativa de libertad y en la discreta observancia y


asistencia del condenado por la autoridad administrativa durante cierto tiempo, no inferior al de la pena:
mínimo 1 año y máximo 3 años.

Requisitos de procedencia:

1) Si la pena privativa o restrictiva de libertad que impusiere la sentencia no excediere de tres años;
2) Si el penado no hubiese sido condenado anteriormente por crimen o simple delito. En todo caso, no se
considerarán para estos efectos las condenas cumplidas diez o cinco años antes, respectivamente, de la
comisión del nuevo ilícito;
3) Si los antecedentes personales del condenado, su conducta anterior y posterior al hecho punible y la
naturaleza, modalidades y móviles determinantes del delito permitieren presumir que no volverá a
delinquir, y
4) Si las circunstancias indicadas en las letras b) y c) precedentes hicieren innecesaria una intervención o la
ejecución efectiva de la pena.

Al aplicar esta sanción, el tribunal impondrá al condenado las siguientes condiciones:

a) Residencia en un lugar determinado, que podrá ser propuesto por el condenado. Éste podrá ser
cambiado, en casos especiales, según la calificación efectuada por Gendarmería de Chile;
b) Sujeción al control administrativo y a la asistencia de Gendarmería de Chile, en la forma que precisará el
reglamento. Dicho servicio recabará anualmente, al efecto, un certificado de antecedentes prontuariales,
y
c) Ejercicio de una profesión, oficio, empleo, arte, industria o comercio, si el condenado careciere de medios
conocidos y honestos de subsistencia y no poseyere la calidad de estudiante."

La jurisprudencia ha determinado que ‘’en caso de que alguno de los sentenciados debiera cumplir
efectivamente la pena impuesta como consecuencia de la revocación del beneficio alternativo, deberá
ingresar a cumplirla y ella se contara desde la fecha en que se presente o sea habido, sirviéndole de abono el
tiempo que permaneció determino y en prisión preventiva durante la sustanciación del proceso.

B. LIBERTAD VIGILADA

Consiste en someter al condenado a un régimen de libertad a prueba que tiende a su reinserción social
mediante el sometimiento a una intervención individualizada y bajo control y orientación de un delegado.
Los requisitos para su aplicación son mas estrictos:

La pena privativa o restrictiva de libertad que Impusiere la sentencia fuera superior a 2 años y no excediere 3.
b) En caso de condenas por microtrafico que la sentencia privativa o restrictiva de libertad fuere mayor de
540 dias y no supere los 3 años.
c) Que el penado no hubiera sido condenado anteriormente por crimen o simpe delito. No se considerarán
las condenas cumplidas 10 o 5 años antes, respectivamente, del ilícito sobre el que recayera la nueva
condena.
d) Que los antecedentes sociales y características de la personalidad del condenado, su conducta anterior y
posterior al hecho punible y la naturaleza, modalidades y móviles del delito, permitieren concluir que una
intervención individualizada parece eficaz en el caso especifico, para su efectiva reinserción social.

Al igual que en el caso anterior, el tribunal impone al benefiario ciertas obligaciones, entre ellas: residir en un
lugar determinado, someterse a la vigilancia y orientación permanente de un delegado, ejercer un empleo,
satisfacer indemnizaciones y multas.
La jurisprudencia ha determinado que si por cualquier motivo el beneficio que se le otorga le fuera revocado,
deberá dar cumplimiento efectivo a las penas corporales impuestas, las que se le contarán desde que se
presente o sea habido para ese efecto, sirviéndole de abono a dicho cumplimiento los días que se ha
encontrado privado de libertad.

C. LIBERTAD VIGILADA INTENSIVA

Consiste en la sujeción del condenado al cumplimiento de un programa de actividades orientado a su


reinserción social en el ámbito personal, comunitario y laboral, a través de una intervención individualizada y
bajo la aplicación de ciertas condiciones especiales.
Tiene la misma naturaleza de la libertad vigilada, es decir, una forma de cumplimiento en libertad conforme
determinadas condiciones (medida alternativa y no pena sustitutiva). Agrega específicamente la sujeción a un
programa de reinserción integral bajo ciertas condiciones especiales.

Requisitos de procedencia:
a) Que la pena privativa o restrictiva de libertad que impusiere la sentencia fuera superior a 3 años y no
excediere de 5 años.

Además de los requisitos c) y d) de la libertad vigilada.

D. RECLUSION PARCIAL

La reclusión nocturna que contemplaba la Ley 18.216 fue reemplazada por la Ley 20.603 por reclusión parcial,
pero no cambia realmente la naturaleza. Sigue siendo una forma de pena privativa de libertad particular, un
‘’encierro’’ que ahora puede tener lugar en el domicilio del condenado o en establecimientos especiales,
durante 56 horas semanales. Esta reclusión puede ser:
 Diurna: consiste en el encierro en el domicilio del condenado durante un lapso de 8 hrs diarias y continuas,
las que se fijaran entre las 8 y las 22 hrs.
 Nocturna: consiste en el encierro en el domicilio del condenado o en establecimientos especiales, entre las
22 hrs de cada día y las 6 hrs del día siguiente.
 De fin de semana: consiste en el encierro en el domicilio del condenado o en establecimientos especiales,
entre las 22 hrs del día viernes y las 6 hrs del día lunes siguiente.

Requisitos de procedencia:

1) Que la pena privativa o restrictiva de libertad que impone la sentencia no sea superior a 3 años, es decir,
que no alcance a ser pena aflictiva.
2) Que el penado no hubiese sido condenado anteriormente por crimen o simple delito, o lo hubiese sido a
una pena privativa o restrictiva de libertad que no excediere de dos años, o a más de una, siempre que
en total no superaren de dicho límite.
3) Si existieren antecedentes laborales, educacionales o de otra naturaleza similar que justificaren la pena,
así como si los antecedentes personales del condenado, su conducta anterior y posterior al hecho punible
y la naturaleza, modalidades y móviles determinantes del delito, permitieren presumir que la pena de
reclusión parcial lo disuadirá de cometer nuevos ilícitos.

La jurisprudencia ha determinado que tanto la reclusión nocturna como la parcial domiciliaria son medidas
alternativas a las penas privativas o restrictivas de libertad, cuyo ortorgamiento queda entregado al juez de la
causa.

E. EXPLUSION DE CONDENADO EXTRANJERO

La expulsión del territorio nacional de aquel condenado sin residencia legal en Chile es una pena restrictiva
de libertad y, entonces, no una sustitutiva (solo lo es respecto de la privativa de libertad).
La expulsión únicamente procede si la pena privativa impuesta no supera los 5 años y puede decretarse de
oficio o a petición de parte.
El condenado no podrá regresar al territorio nacional en un plazo de 10 años, contado desde la fecha de
sustitución de la pena.
En caso que el condenado regresare al territorio nacional dentro del plazo indicado, se revocará la pena de
expulsión, debiendo cumplirse el saldo de pena privativa de libertad originalmente impuesta.

Penas sustitutivas

PRESTACION DE SERVICIOS EN BENEFICIO DE LA COMUNIDAD

Tiene especial relevancia por ser la única real pena sustitutiva a la privativa o restrictiva de libertad y por su
novedad en el régimen adulto, al admitir una sanción de naturaleza distinta.
Consiste en realizar trabajos no remunerados a favor de la colectividad o de personas en precaria situación, a
cargo de un delegado de Gendarmería.
Requisitos de procedencia:
a) Que la pena originalmente impuesta fuere igual o inferior a 300 días.
b) Si existieren antecedentes laborales, educacionales o de otra naturaleza similar que justificaren la pena, o
si los antecedentes personales del condenado, su conducta anterior y posterior al hecho punible y la
naturaleza, modalidades y móviles determinantes del delito permitieren presumir que la pena de
prestación de servicios en beneficio de la comunidad lo disuadirá de cometer nuevos ilícitos.
c) Si concurriere la voluntad del condenado de someterse a esta pena. El juez deberá informarle acerca de
las consecuencias de su incumplimiento.

Esta pena procederá por una sola vez y únicamente para el caso en que los antecedentes penales anteriores
del condenado hicieren improcedente la aplicación de las demás penas sustitutivas establecidas en la presente
ley.
En caso de decretarse la sanción de prestación de servicios en beneficio de la comunidad, el delegado de
Gendarmería de Chile responsable de gestionar su cumplimiento informará al tribunal que dictó la sentencia,
dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que la condena se encontrare firme o ejecutoriada, el lugar
donde ella se llevará a cabo, el tipo de servicio que se prestará y el calendario de su ejecución. El mencionado
tribunal notificará lo anterior al Ministerio Público y al defensor.

e. ¿Cuándo se aplica el monitoreo telemático?

El monitoreo telemático como forma de control del cumplimiento de las llamadas penas sustitutivas se
presentó como la gran novedad de la ley 20.603.
Se alude en general a ‘’medios tecnológicos’’ de supervisión como ‘’monitoreo telemático’’ para determinadas
penas. Aparece específicamente para el control de la nueva ‘’reclusión parcial’’ y también para incorporada
‘’libertad vigilada intensiva’’.
Las formas de cumplimiento del monitoreo, como las medidas concretas, se rigen por el Reglamento del
monitoreo telemático de condenados a penas sustitutivas a las penas privativas o restrictivas de libertad,
publicado el 18 de enero de 2013.

Este mecanismo se aplica por un plazo igual al de la duración de la pena sustitutiva que se impusiere.
A solicitud del condenado, el tribunal podrá citar a una audiencia a fin de resolver acerca de la mantención,
modificación o cesación de esta medida. En este caso, podrá ordenar la modificación o cesación de la medida
cuando hubieren variado las circunstancias consideradas al momento de imponer esta supervisión.

f. ¿Pueden reemplazarse las medidas y penas?

Las medidas y penas sustitutivas pueden también reemplazarse por otras de oficio o a petición de parte
cuando se cumple la mitad del periodo de observación, si existe un informe favorable de Gendarmería.
Se da en dos casos:
a) En caso que la pena sustitutiva que se encontrare cumpliendo el condenado fuere la libertad vigilada
intensiva, podrá sustituirla por la libertad vigilada.
b) En caso que la pena sustitutiva que se encontrare cumpliendo el condenado fuere la libertad vigilada,
podrá sustituirla por la remisión condicional.
c) Cuando a un penado se le hubiere sustituido la libertad vigilada intensiva por la libertad vigilada, sólo
podrá reemplazarse esta última por la remisión condicional si se contare con informe favorable de
Gendarmería de Chile y el condenado hubiere cumplido más de dos tercios de la pena originalmente
impuesta.

En caso que el tribunal se pronunciare rechazando el reemplazo de la pena sustitutiva, éste no podrá discutirse
nuevamente sino hasta transcurridos seis meses desde de su denegación.

g. ¿Qué son las penas mixtas?

Son una forma de reemplazo de la pena privativa de libertad que se produce por la interrupción de su
cumplimiento, cuando no supera los 5 años y 1 día, siempre que el sujeto no haya sido condenado por crimen
o simple delito, haya cumplido al menos de 1/3 de la pena impuesta y tuviere un comportamiento de bueno
o muy bueno en los tres bimestres anteriores a su solicitud.

*Siempre deberá ser controlada mediante monitoreo telemático.

TEXTO 3: Imputabilidad y personalidad psicopática

I. SENTENCIA

DOCTRINA: Los peritos calificaron la conducta de perversa o amoral, no obstante, es insuficiente para
configurar la eximente de responsabilidad del Art. 10 Número 1. Esta última exige para configurar la eximente
de locura moral, actos perversos constantes los cuales sean síntoma de una enfermedad que ataca y debilita
considerablemente el plano intelectual o volitivo.

VISTOS:

1. Defensa: se le debe eximir de responsabilidad penal porque es inimputable, por ser un loco moral.
2. Según el tribunal de primera instancia, los exámenes periciales reflejan que el reo no tiene ninguna
enfermedad que lo exima de responsabilidad penal
3. Ni si quiera al momento de cometer el delito padecía síntomas de sicosis o actuó totalmente privado
de razón.
4. El informe pericial fojas 134 dice que el reo es un sicópata, perverso.
5. Psiquiatras expertos estiman que el perfil del reo no coincide con el de un perverso o amoral. La
corte otorga a este diagnóstico pleno valor probatorio, por emanar de expertos, desestimando el
informe recién citado.
6. En consecuencia, no concurre la eximente. La versión que dio el reo a los peritos no es verosímil y es
intencionada, por lo que se estará a lo que dijo en las declaraciones indagatorias.
7. La locura moral no es por sí sola eximente: sino solo cuando es síntoma de una enfermedad que ataca
y debilita considerablemente el plano intelectual o volitivo. Debe ser de tal magnitud que impida
determinar libremente la voluntad y que fuerce por una obsesión impulsiva a cometer el mismo
género de delitos.

II. NOTAS

1) Una de las grandes dificultades para el juez es ponderar y ubicar dentro de la estructura del delito la
inmensa gama de enfermedades síquicas que pueden darse en el delincuente. Esto trae consigo
problemas anexos: opiniones contrapuestas de especialistas; las particularidades con que se dan las
enfermedades en los distintos sujetos que impide generalizar.
En efecto, es complejo determinar hasta qué punto de la enfermedad el sujeto es considerado normal,
dueño de sí, y por ende imputable; y desde cuándo se considera que está enfermo y no se le puede hacer
responder penalmente. De errar, se podría eximir a quien es perfectamente imputable, con lo cual el
Derecho Penal atentaría contra sí mismo; o culpar a quien no es dueño de sí, lo cual sería profundamente
injusto.

2) Para analizar el fallo hay que entender qué es imputabilidad y locura moral:

Locura moral (hoy conocida como personalidad sicópata): el sicópata es aquel que sufre por su
anormalidad, y con ella hace sufrir a toda la sociedad. Es un estado que se manifiesta en todos los
ámbitos de la vida del sujeto. Es impulsivo y le es indiferente el reproche que la sociedad haga de sus
conductas: no demuestra sentir culpa ni arrepentimiento. Y una de las modalidades que puede asumir el
sicópata es amoral o perverso.

Imputabilidad: Para que el sujeto sea imputable y, por ende, culpable, debe ser capaz de comprender el
mandato de la norma (elemento intelectual) y ajustar a este su conducta (elemento volitivo): si no se
configuran ambos elementos, es inimputable y, por ende, no responde penalmente.

Elemento intelectual: ¿qué tan imposibilitado está el loco moral de conocer lo injusto de su obrar?

Expertos han sostenido que es una enfermedad que compromete el intelecto, por lo que tendrían un
defecto a la hora de formular los conceptos morales (aunque no lo reflejen).

Sin embargo, la opinión mayoritaria hoy considera que no es que no entiendan las normas y valores que
rigen la sociedad: de hecho, los entienden como cualquier persona normal, pero actúan totalmente en
contra de ellos porque no les ven la razón de ser, el sentido; y por lo mismo no se comprometen con ellas;
por ende, tienen un defecto de los sentimientos morales más que del intelecto.
En consecuencia, cumplirían con el mínimo intelectual para ser considerados imputables, ya que no están
imposibilitados de conocer lo injusto de su obrar.

Elemento volitivo: ¿hasta qué punto son dueños de sus actos, pudiendo dirigir su voluntad?

La personalidad se divide en tres capas:


 Una relativa a lo somático
 Otra a lo anímico o temperamental
 Y otra a la inteligencia, conciencia y voluntad
La alteración del sicópata está en la segunda capa, y la voluntad en la tercera, por lo que sería
imputable. Pero lo anterior es una conclusión errada, ya que la división hecha es arbitraria y además
las capas están en constante interacción.

Todo comportamiento humano está determinado no solo por la inteligencia y voluntad, sino además
por un motivo que mueve a la voluntad hacia una meta determinada. En un hombre normal, la
voluntad pondera razonablemente los posibles móviles, sin que los impulsos lo controlen a él. En el
sicópata en cambio, el impulso pesa más sobre la voluntad que en el hombre normal, e incluso podría
ser tal la fuerza del impulso que le impide la posibilidad de elección, perdiendo el control total de su
voluntad.
De la magnitud de la fuerza con que la afectividad presiona al sicópata, hablaremos de siocopatía
grave o simple. Si no pierde el control sobre sí, es simple. Pero si es un mero objeto de sus impulsos,
es grave, y configura causal de inimputabilidad (Art. 10 número 1).

3) Análisis del fallo

Ya aclarado que se tiene una personalidad sicópata, queda en evidencia que se requiere una forma de actuar
constante, y no un acto aislado. Por ende, el tribunal tiene razón cuando señala que, si bien la conducta es
amoral, es insuficiente para configurar el eximente.

Además, dentro de los requisitos de la locura moral es que sea tal el nivel de impulsividad agresiva, que la
persona pierda totalmente el control sobre su voluntad. Por el contrario, cuando con un mayor esfuerzo
podría haberse controlado, será imputable (pero imputabilidad disminuida).

La imputabilidad disminuida tiene dos elementos:


a. El sujeto es imputable
b. Su culpabilidad está disminuida porque debe hacer un esfuerzo mayor para conocer el hecho
constitutivo de delito, o bien para ajustar su comportamiento a la norma.

Los rasgos sicópatas se manifiestan en los más diversos aspectos de su vida, por lo que, si lo que está haciendo
el considerando 7 es establecer como requisito de la locura moral que la voluntad del sicópata está marcada
por una obsesión compulsiva a cometer el mismo género de delitos, se equivoca. No es que tenga una fijación
hacia cometer ciertos y determinados actos una y otra vez, pues como se señaló, es una personalidad sicópata,
que por ende envuelve todo lo que el sujeto hace y es.

El fallo del tribunal fue acertado no solo desde el punto de vista jurídico (se ajusta a las exigencias impuestas
por la culpabilidad), sino también científico (se ajusta a los actuales conocimientos de los expertos).

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