LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA EN MÉXICO: REFLEJO

DE UN PAÍS QUE QUIERE SER GRANDE.

Oscar Mendoza Angeles

A LOS SERVIDORES PÚBLICOS DE:

SECRETARÍA DE ENERGÍA.
SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO.
COMISIÓN REGULADORA DE ENERGÍA.
COMISIÓN NACIONAL DE HIDROCARBUROS.
CENTRO NACIONAL DE ENERGÍA.
PETRÓLEOS MEXICANOS.
COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD.
SECRETARÍA DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES.
Y,
A LOS AMIGOS EMPRESARIOS DEL SECTOR ENERGÉTICO.

ESTIMADOS TODOS, BUENOS DÍAS.

Agradeciendo el favor de su atención y en el entendido de la importancia de

esta reunión expongo ante ustedes lo que a juicio de muchos y mío propio es el reto
de implementación de la TRANSICIÓN ENERGÉTICA en nuestro país, México; es
decir, como abonar el terreno para dar los primeros pasos en el sector energético
que se pretende a raíz de los cambios constitucionales recientemente dados a
conocer.
En el marco de la economía global en este siglo XXI y en donde todos los
países están involucrados, México no puede hacerse a un lado, ya de hacerlo así
sería arrasado por la hecatombe de la movilidad mundial. Por ello, estamos
obligados a actuar y a hacerlo bien en favor de los mexicanos.
Tomo como ejemplo de esta implementación energética, la transición a
energías limpias.
Para nadie de los que están aquí es un secreto que nuestro país posee una
riqueza cultural extraordinaria, y lo mismo sucede cuando se habla de recursos
naturales; somos muy afortunados de vivir en este territorio en donde podemos
satisfacer nuestras necesidades sin ningún problema, a grado tal que no pensamos
ni nos damos cuenta que con nuestras acciones estamos lastimando la Tierra que
nos da de comer y de beber.
Por lo que uno de los objetivos es, entonces, exponerles sobre la
necesaria y nueva implementación energética por medio de una transición de
lo que tenemos a energías limpias; si una transición pero que haga valer el
respeto al ambiente, la equidad social y la sustentabilidad.
 Otro objetivo central de esta implementación radica en la importancia
de conseguir una transición ordenada, productiva y competitiva entre los que
de ella participarán económicamente.
Y, por último, establecer la importancia de la utilización de certificados
de energías limpias.
Propongo que la implementación de la transición energética a energías
limpias en el país, se lleve a la misma velocidad y ritmo a gran escala (industria)
y a pequeña escala (casas habitación), de esta manera se cumpliría con los
objetivos marcados anteriormente respecto a equidad social, productividad y
sustentabilidad. Al mismo tiempo, si se reconoce el manejo de energías limpias por
haberle inyectado recursos a la tecnología, se hablará entonces de productividad,
competitividad y cuidado del ambiente.
Estas acciones incrementarán las inversiones en el sector energético, habrá
mayor eficiencia al hacer transparente la ejecución y los mercados habrán de
ser más eficientes.
Si al consumidor final, que es el pueblo, se le toma en cuenta desde el inicio
de la implementación energética la transición será más rápida y sin problemas.
Se debe trabajar con mayor peso en nuevas alternativas como el sol, el
aire y el agua como generadores de energía y no sólo en la quema de combustibles
para tal fin, es aquí donde la casa habitación se convierte en el espacio propicio
para inversión a pequeña escala.
Ahora bien, toda propuesta tiene en su camino la posibilidad de rechazo,
veamos tres riesgos potenciales y su posible solución:
1) Falta de voluntad política. Aterrizar la Reforma Energética significa hacer
valer la ley con todos y mencionando un programa de trabajo calendarizado.

2) Falta de apoyo social. Instrumentar un programa de difusión que promueva

la identidad sobre lo que es nuestro, y los beneficios que aporta.

3) El presupuesto no alcanza. Fuera corrupción y elaborar un programa de

inversión fundamentado en gasto/tiempo.

Se invierte para mejorar, se invierte para cubrir necesidades, se invierte para

tener un mejor país, el país que merecemos !!!!!!!!!!!!

MUCHAS GRACIAS.