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FRACTURAS DE TIBIA

Anatomía

La tibia o hueso de la canilla es el maá s largo, el medial y el que soporta el peso de


los dos huesos de la pierna. La tibia se articula por su extremo proximal con el
feá mur y con el peroneá y por su extremo distal con el peroneá y con el astraá galo del
tobillo. La tibia y el peroneá estaá n unidos por una membrana interoá sea.
El extremo proximal lateral de la tibia presenta un coá ndilo medial y un coá ndilo
lateral. Estos se articulan con los coá ndilos del feá mur para formar articulacioá n
tibia femoral (de la rodilla). La superficie inferior del coá ndilo lateral se articula
con la cabeza del peroneá . Los coá ndilos levemente coá ncavos se encuentran
separados por una proyeccioá n ascendente, la eminencia intercondíálea .La
tuberosidad tibial en el borde anterior es el sitio de insercioá n del ligamento
rotuliano. La tuberosidad tibial se continua hacia abajo a traveá s de un borde
afilado, que puede sentirse por debajo de la piel, denominado borde (o cresta)
anterior, tambieá n conocido como espinilla o canilla.
La superficie medial del extremo distal de la tibia presenta el maleá olo interno.
Este se articula con el astraá galo en el tobillo y juntos forman una prominencia
que puede palparse en a cara medial del tobillo. La escotadura peronea se
articula con el extremo distal. De todos los huesos largos del cuerpo, la tibia es el
que se fractura con mayor reiteracioá n y, ademaá s es el que presenta con mayor
frecuencia fractura expuesta.
El peroneá es paralelo y lateral a la tibia, pero es considerablemente maá s pequenñ o.
La cabeza del peroneá , su extremo proximal, se articula con la superficie inferior
del coá ndilo lateral de la tibia por debajo del nivel de la rodilla, formando la
articulacioá n tibio peronea proximal. El extremo distal presenta forma de punta
de flecha y presenta una proyeccioá n llamada maleá olo externo que se articula con
el astraá galo del tobillo. Como se ha dicho anteriormente, el peroneá tambieá n se
articula con la escotadura peronea de a tibia, formando la articulacioá n tibio
peronea distal.

La epidemiologia de las fracturas del eje tibial se ha evaluado en muchos


estudios. La incidencia se reporta en la literatura con variabilidad en los anñ os y
entre los diferentes paíáses y culturas. En general se ha encontrado que tiene una
incidencia 16-9/100,000 al anñ o . los varones tienen una mayor incidencia de
21.5/100,000 al anñ o con una mayor frecuencia entre la edad de 10 a 20 anñ os,
mientras que las mujeres tienen una incidencia de 12.3/100,000 al anñ o entre as
edad de 30 a 40. La mayoríáa de las fracturas ocurren al caminar o en actividades
intramuros y deportes.1

Lesiones

 La tibia es superficial en toda su longitud.


 Las fracturas de la tibia con frecuencia se complican con heridas en la piel
convirtieá ndose en fracturas expuestas.
 Debido a que la tibia es superficial, es extremadamente faá cil efectuar una
cirugíáa y fijacioá n con placa de la fractura. Desafortunadamente, aunque la
piel parezca intacta, puede haber danñ os no visibles. El desprendimiento
de la piel y la infeccioá n ocurren con demasiada frecuencia despueá s de tal
operacioá n.
Una fuerza de torsioá n produce una fractura en espiral de la tibia. Esta es una
fractura de baja energíáa, tales como las que ocurren a consecuencia de accidente
en esquíá. Hay relativamente poco danñ o al tejido blando. La violencia directa y las
fuerzas de flexioá n producen fracturas de alta energíáa con un danñ o relativamente
severo a la piel y tejidos blandos.
Los fragmentos de hueso se ven gravemente afectados y una mayor porcioá n de
hueso pierde su irrigacioá n. La ocurrencia de retardo en consolidacioá n y
pseudoartrosis es frecuente con este tipo de fracturas 2.
La arteria poplíátea se bifurca en las arterias tibiales anterior y posterior en el
extremo superior de la membrana interoá sea. En este lugar la arteria esta fija y
puede sufrir danñ o debido a una fractura desplazada del tercio superior de la
tibia.
La parte inferior de la pierna se encierra n la fascia profunda. Esta encierra
cuatro compartimientos fasciales bien definidos y localizados, eá stos son:

 Compartimiento tibial anterior.


 Compartimiento peroneo (lateralmente).
 Compartimiento posterior superficial.
 Compartimiento posterior profundo.

Estos compartimientos pueden permanecer intactos cuando hay fractura de la


tibia, los muá sculos profundos sufren danñ o y sangran provocando un aumento de
presioá n en el compartimiento cerrado. El resultado es una estasis venosa y
posteriormente una insuficiencia de la irrigacioá n sanguíánea. Finalmente el
musculo en el compartimiento muere y la masa necroá tica es reemplazada por
tejido fibroso, resultando una contractura. Si se sospecha esta condicioá n, se debe
llevar a cabo una cirugíáa conocida como fasciotomíáa para liberar los
comportamientos afectados.
Fracturas de los tercios medio e inferior de las diaá fisis de la tibia y peroneá
Estas fracturas transversas, oblicuas o conminutas son principalmente de alta
energíáa, resultando de una fuerza violenta considerable. A menudo se asocian
con otras lesiones generales en asociacioá n puede haber una fractura del feá mur
ipsilateral.

Complicaciones Generales
1. Fractura expuesta. Estas, con frecuencia son lesiones muá ltiples. A menudo
la piel se ve intacta, pero con grave contusioá n. Este tipo de danñ o a la piel
se observan en lesiones por aplastamiento.

2. Deformidad. Esta consiste en angulacioá n como resultado de una reduccioá n


imperfecta. La alineacioá n de la fractura debe ser casi perfecta en la vista.
En la vista lateral una angulacioá n de 10° es aceptable.
3. Deformidad por rotacioá n. El punto medio inguinal, la roá tula, el dedo gordo
deben formar una líánea recta.

4. Fractura conminuta, es posible que ocurra un acortamiento. Siendo este


de un centíámetro, se considera dentro de lo aceptable.

5. Retardo de consolidacioá n y pseudoartrosis.

Estas complicaciones ocurren como resultado de alta energíáa. El tiempo normal


para la unioá n es de 13 semanas, pero la fractura de cualquier paciente particular
puede llevarse 20 semanas en consolidar.

Pseudoartrosis

La definicioá n de la no-unioá n se refiere a una fractura que no sanaraá sin una


intervencioá n quiruá rgica o no quiruá rgica adicional (usualmente de 6-9 meses) de
acuerdo a la FDA el diagnoá stico de la no unioá n puede ser establecido “cuando un
míánimo de 9 meses ha pasado desde la lesioá n y la fractura no muestra signos
visibles progresivos de curacioá n por 3 meses. 3 Este marco de tiempo sin embargo
es diferente para cada tipo de fractura: una fractura de el eje tibial no se
considera usualmente no-unioá n al menos hasta los 9 meses, mientras que una
fractura del cuello femoral puede ser definida como no-unioá n despueá s de solo 3
meses. Entre los huesos largos la tibia es el sitio maá s comuá n para el desarrollo de
la no-unioá n. La tasa actual de falla en la cirugíáa de no-unioá n es de
aproximadamente 20% para considerar todos los factores pueden estar
implicados en la no unioá n de la fractura, se deben considerar diversos elementos,
incluyendo el ambiente celular, factores de crecimiento, matriz oá sea y estabilidad
mecaá nica, eá stos forman el llamado “concepto de diamante” que ha evolucionado
hacia el “pentaá gono regenerativo”. Cuando se considera tambieá n la
vascularizacioá n.

El concepto tradicional de pseudoartrosis, mencionado como una ausencia de


consolidacioá n oá sea, en la que los extremos de los fragmentos aparecen
escleroá ticos y recubiertos de fibrocartíálago, con el conducto medular cerrado y
unidos por una capsula articular, pocas veces se observa de manera completa; la
mayoríáa de las veces se encuentra oclusioá n del conducto medular y una zona
fibrosa en los extremos fracturarios .
Algunos autores mencionan como retardo de consolidacioá n, aquella curacioá n de
la fractura que lleva en un tiempo mayor al promedio establecido, como por
ejemplo en una tibia maá s de 20 semanas
Durante el proceso de curacioá n de una fractura, existen factores que intervienen
a favor de la formacioá n del callo oá seo, en un periodo promedio, locales como tipo
de fractura, lesioá n de las partes blandas, calidad oá sea, zona de la fractura,
irrigacioá n, cubierta cutaá nea, etc., y externos como nutricioá n, estado de salud,
edad y tipo de tratamiento. Cuando alguno de estos factores se altera, la curacioá n
de la fractura puede retardarse o no llevarse a cabo y es por esto que aparecen
complicaciones como el retardo de consolidacioá n y la pseudoartrosis 4.
Por lo anterior se considera que si no existe una formacioá n de callo o eá ste es
míánimo, en el tiempo promedio en que debe aparecer, y ademaá s observamos
condiciones in- adecuadas de la fractura (inestabilidad, falta de soporte oá seo,
falta de cubierta cutaá nea, etc.); se debe actuar prematuramente, realizando un
diagnostico oportuno y un tratamiento temprano, sin importar si no han pasado
maá s de 20 oá 40 semanas.3

Etiologíáa: El proceso de consolidacioá n puede ser alterado por factores mecaá nicos
(fuerzas de compresioá n y flexioá n que favorecen la formacioá n de callo oá seo;
fuerzas de cizallamiento y torsioá n que inhiben la formacioá n de callo oá seo,
factores bioquíámicos como la produccioá n de colagenasa por los macroá fagos y
fibroblastos localizados en el foco fracturario lo que contribuye a la aparicioá n de
pseudoartrosis. Se ha observado que la ausencia de tejido neural, es tambieá n un
factor que podríáa afectar adversamente el proceso de consolidacioá n
Se pueden enumerar los siguientes grupos de causas:

 Generales: Edad, se ha demostrado que a mayor edad, hay mayor frecuencia


de retardos de consolidacioá n pero no de pseudoartrosis.
 Enfermedades sisteá micas: Tuberculosis, luá pus, diabetes, tabes,
hipotiroidismo, osteopatíáa descalcifíácante.
 Locales: Localizacioá n de la fractura, tipo de fractura, apertura del foco de
fractura.
 Por tratamiento: Fallas en la reduccioá n, contacto y en la inmovilizacioá n

Se ha visto que una inadecuada inmovilizacioá n por síá misma podríáa ser causa de
pseudoartrosis producieá ndose una detencioá n en el proceso de reparacioá n
natural; el resto de factores mencionados por si mismos produciríáan maá s que
nada un retardo en la consolidacioá n.5
Si analizamos con maá s detalle todos estos factores de riesgo la gran mayoríáa de
autores coinciden en que las fracturas diafisiarias que maá s se complican con
pseudoartrosis son las que se asientan en el tercio medio y en segundo lugar las
que se ubican en el tercio distal. Esto tendríáa como explicacioá n que el agujero
nutricio se encuentra en todas las diaá fisis en su tercio medio; en teoríáa, todas las
fracturas en dicha zona, por debajo de los agujeros nutricios, tienen un aporte
vascular limitado en la regioá n distal a la fractura
El riesgo de aparicioá n de pseudoartrosis puede relacionarse tambieá n al tipo de
trazo fracturario, es asíáá que las transversales u oblicuas cortas ocupan el primer
lugar de riesgo, seguidas de las conminutas, luego las segmentarias en su foco
distal y por ultimo las espiroideas u oblicuas largas. Esto se explica por la zona de
contacto entre los fragmentos oá seos siendo este pequenñ o para las transversales y
oblicuas cortas y mayor (hasta 3 veces) para las oblicuas largas
Entre 3-11% de los casos en donde se realiza apertura del foco fracturario puede
desarrollarse pseudoartrosis. Esto se explica por la perdida del hematoma
fracturario esencial en la formacioá n del callo oá seo, perdida de la vascularidad, de
inserciones musculares y de periostio

Tambieá n se puede observar necrosis focal que no solo es oá sea sino tambieá n de las
estructuras intraoá seas, lo cual retrasa el proceso regenerativo pudiendo
detenerse seguá n esta seríáa la principal causa de pseudoartrosis, opinioá n que no
es compartida por muchos6.
Finalmente hay que tener en cuenta algo que es de vital importancia a una
inadecuada inmovilizacioá n como causa principal de pseudoartrosis.
Si la inmovilizacioá n no es buena (presencia de macro movimientos continuos o
excesiva rigidez), entonces se presentaran anormalidades atribuibles al medio
inmovilizador tratante impidiendo lograr la formacioá n del callo, es decir
complicando a pseudoartrosis (hipertroá fica o hipotroá fica). Si alguá n fragmento de
la fractura estando bien reducida y bien inmovilizada, tiene alteraciones del
normal aporte vascular sanguíáneo, este fragmento se complicaríáa con una
necrosis vascular, por lo tanto no habraáá formacioá n de callo, es decir habraáá una
complicacioá n de pseudoartrosis (atroá fica). Si el caso es una fractura abierta
donde alguá n fragmento se complica con infeccioá n y este fragmento se degenera,
no habraáá unioá n oá sea por perdida de hueso, es decir tendremos una complicacioá n
de pseudoartrosis (atroá fica).

Factores de Riesgo: La apertura focal aguda traumaá tica, la sepsis, el trazo de la


fractura, el elemento oá seo y la regioá n en que se asienta la lesioá n, en orden
decreciente, son los factores que con mayor frecuencia conspiran contra una
consolidacioá n exitosa, en dependencia de su envergadura o su asociacioá n.
Las principales causas para no unioá n de feá mur son:

1. Falta de estabilidad,
2. Avascularidad del foco de fractura (fracturas expuestas, peá rdida oá sea, excesivo
rimado, excesiva desperiostizacioá n),
3. Hendidura en el foco de fractura,
4. Infeccioá n.

Diagnóstico:

En esta patologíáa a diferencia de otras, la sintomatologíáa no es tan importante


como lo es la radiologíáa y la historia natural de la consolidacioá n oá sea
En los estudios radioloá gicos, el retardo de la consolidacioá n y la pseudoartrosis,
presentan caracteríásticas particulares.
En el retardo de la consolidacioá n hay descalcificacioá n de los extremos oá seos, el
canal medular no estaá cerrado, no hay fibrosis marginal y se encuentran sombras
de calcificaciones en las partes blandas en torno al foco de fractura (callo oá seo
incipiente).
En la pseudoartrosis se observa recalcificacioá n y esclerosis de los extremos oá seos
que se ven redondeados, uno de ellos adopta la forma convexa y el otro coá ncavo,
simulando una articulacioá n condíálea, hay cierre del canal medular, ausencia de
sombra de osificacioá n en torno al foco de fractura, separacioá n de los extremos
oá seos y a veces engrosamiento de los extremos oá seos (hipertroá fica) por
calcificacioá n del tejido fibroso cicatricial.
En los casos en los que no esteá n muy claras las imaá genes de radiologíáa simple, es
uá til la realizacioá n de una tomografíáa computarizada (TAC) la cual presenta mayor
especificidad con lo que nos ayudaraá a confirmar el diagnostico.
En todos los casos es recomendable tratar de descartar una etiologíáa infecciosa a
traveá s de la clíánica (viendo la herida operatoria, cultivando secreciones
sospechosas), anaá lisis y estudios de medicina nuclear como la gammagrafíáa con
Tc y Galio, las cuales no confirman la sospecha por síá sola, pero en conjunto con
las demaá s pruebas le brindan al cirujano mayor capacidad para definir
finalmente cual seraáá su actuar.

Clasificación.

La clasificacioá n mas ampliamente usada es el sistema Weber-Cech que clasifica la


no unioá n de acuerdo a su apariencia radiograá fica y eá sta se correlaciona con la
bilogíáa de la fractura3.
Esta clasificacioá n reconoce los siguientes tipos de no-unioá n:
-No unioá n hipertroá fica que tiene excelente potencial de curacioá n debida a una
excelente formacioá n de callo e hipervascularidad.
-No unioá n oligotroá fica, que esta vascularizada sin formacioá n de callo
-No unioá n atroá fica, en la que hay una ausencia de formacioá n de callo , hueso
troá fico y vascularidad de hueso deficiente.
Otra clasificacioá n fue hecha por Ilizarov quien clasificoá la no –unioá n en 2
categoríáas: laxa y ríágida. Radioloá gicamente una no unioá n laxa tiene un munñ oá n de
hueso atroá fico que exhibe un movimiento patoloá gico mayor de 7º y un
acortamiento mayor de 2cm. Una no-unioá n ríágida tiene un munñ oá n oá seo
hipertroá fico, con un movimiento patoloá gico menor a 7 º y un acortamiento
menor de 2 cm.
Una clasificacioá n fue descrita por Paley y Herzenberg en teá rminos de movilidad
clíánica y tiene 2 tipos. Tipo A; que es un defecto oá seo menor de 1 cm y tipo B que
el defecto oá seo es mayor a 1 cm.

La clasificacioá n de Paley y col, se basa en el defecto oá seo existente.


  Con peá rdida de hueso inferior a 1 cm:
  A1. Pseudoartrosis con deformidad moá vil y;
  A2. Con deformidad fija, con peá rdida de hueso superior a 1 cm:
  B1. Con defecto oá seo;
  B2. Peá rdida de longitud oá sea y;
  B3. Ambas

Ademaá s existen las pseudoartrosis infectadas las cuales se definen como falta de
unioá n y persistencia de infeccioá n por 6-8 meses.
El objetivo de una clasificacioá n es no soá lo describir un patroá n determinado de
alguna patologíáa dada, sino tambieá n, ayudar a la toma de decisiones para optar
por un determinado tratamiento definitivo, es en este sentido que en la praá ctica
ortopeá dica clíánica habitual se utiliza la clasificacioá n de Judet y Judet.

Tratamiento

El objetivo es curar la pseudoartrosis y lograr una funcionalidad del miembro


afectado lo maá s normal posible, mediante la reseccioá n de la cicatriz fibrosa,
reavivamiento de los extremos oá seos, apertura del canal medular y con
frecuencia aplicacioá n de injertos oá seos extraíádos de la cresta iliaca (de alto poder
osteogeá nico).5
La intervencioá n transforma el foco pseudoartroá sico en un estado fisiopatoloá gico
ideá ntico a la fractura primitiva, empezando de nuevo todo el proceso de
consolidacioá n. Para lograr esto, debemos abordar tanto el componente
quiruá rgico como el bioloá gico. Existe una gama amplia de intervenciones
quiruá rgicas e implantes las cuales se aplicaraá n seguá n los requerimientos de cada
paciente; y para optimizar el componente bioloá gico se pueden utilizar meá todos
claá sicos como decorticacioá n e injertos oá seo.5,7–10
Ciertos principios baá sicos deben ser respetados para lograr un tratamiento
oá ptimo:

I. Reduccioá n de fragmentos:
Fracturas alineadas: Evitar una diseccioá n amplia conservando el periostio, el
callo y tejido fibroso ya que mantienen la vascularizacioá n y la estabilidad. Cuando
el injerto se integra a los fragmentos, el tejido fibroso interpuesto y el callo se
osifican.
Fracturas desplazadas: Se reducen mediante traccioá n gradual y luego se coloca
un material de osteosíántesis adecuado (estabilizacioá n relativa o absoluta).

II. Injertos oá seos:


Pueden ser vascularizados o no vascularizados. Los no vascularizados se pueden
utilizar como procedimiento aislado asociado a fijacioá n externa o interna o
peroneá vascularizado.
Los vascularizados presentan muchas ventajas pero dependen de teá cnicas de
microcirugíáa; habitualmente se emplea el peroneá libre o la cresta iliaca libre,
vascularizados. Una gran ventaja es que se pueden preparar injertos
osteocutaá neos u osteomiocutaá neos que sirven para coberturas de lesiones
complejas.
El injerto oá seo es el tratamiento standard para las pseudoartrosis atroá ficas.
Dentro de eá stos, el autoá logo sigue siendo el de eleccioá n ya que presenta ventajas
como no haber reaccioá n inmunoloá gica, no transmisioá n de enfermedades
infectocontagiosas y conservan la capacidad de osteoconduccioá n y
osteoinduccioá n.
Constituyoá un principio fundamental al colocar el injerto, que el lecho fuera
propio y de tejido vital, con la maá xima precaucioá n de realizar el danñ o míánimo del
periostio y conservar en la medida en que fueran posible las inserciones
musculares mediante las cuales se facilitaríáa la nutricioá n del hueso y la
revascularizacioá n del propio injerto.

III. Estabilizacioá n fragmentaria.


Es muy importante sobre todo en las de tipo hipertroá fico, que de base existe un
problema mecaá nico maá s que bioloá gico. Hay que evitar las fuerzas de
cizallamiento, rotacioá n y distraccioá n como lo hemos mencionado anteriormente
y para ello podemos emplear la fijacioá n interna o externa 4,7,11,2.
Teniendo claro los principios generales antes descritos recurrimos a la
clasificacioá n de Judet y Judet la cual define dos tipos de pseudoartrosis y en
funcioá n de ello tomar una decisioá n terapeá utica adecuada.
Pseudoartrosis hipertrófica: El fondo fisiopatoloá gico es de tipo mecaá nico
debido a ello se debe asegurar una adecuada estabilidad de la fractura, siguiendo
los principios ya expuestos.
Pseudoartrosis atrófica: La base del tratamiento radica en la eliminacioá n del
tejido fibroso y refrescamiento de los bordes de los extremos oá seos; decorticar
desde la altura de la fractura hasta llegar al hueso sano y colocar injertos de
hueso esponjoso; todo ello asociado a una fijacioá n adecuada.
Pseudoartrosis infectadas: Su tratamiento se basa en la secuestrectomia,
fijacioá n de los fragmentos, tratamiento de la herida e injerto oá seo, tratamiento
antibioá tico sisteá mico especíáfico por 6 meses, uso de fijacioá n externa y retirar
clavo centromedular en caso de que se colocara.

Clavo intramedular para tibia

Dado que el tejido blando y el periostio se danñ an frecuentemente en la fractura


de tibia distal grandes incisiones pueden por lo tanto incrementar este danñ o, a
pesar de que la fijacioá n con placa logra una fijacioá n ríágida y ha sido utilizada en
anñ os previos la teá cnica requiere de una extensa exposicioá n a la herida y diseccioá n
del tejido blando, lo cual limita su aplicacioá n clíánica. Con la llegada de la fijacioá n
dinaá mica de fracturas simeá trica míánimamente invasiva esta es una mejor opcioá n
para el manejo de las fracturas de tibia distal. El hecho de que el tejido blando
extra oá seo no pueda proveer riego sanguíáneo suficiente es uno de los factores de
mayor importancia que supuestamente causa unioá n retardada o no unioá n de la
fractura, ademaá s la falta de irrigacioá n arterial a la tibia distal contribuye a la
explicacioá n para una mayor incidencia o retardo en la unioá n o no unioá n de las
fracturas de la tibia en los felinos que en los caninos. La IMN puede beneficiar a la
fractura de la tibia distal ya que preserva la integridad del tejido blando
circundante y el riego sanguíáneo y que por lo tanto promueve la curacioá n del
tejido del hueso biloá gico. En el manejo de la tibia distal la INM posee ventajas de
disminuir el tiempo quiruá rgico, el tiempo hospitalario y e tiempo de unioá n asíá
como reducir la incidencia de infecciones.12c A pesar de eá stos efectos deseables
de la INM tambieá n puede causar efectos no satisfactorios ya que eá sta permite
micromovimiento que induce formacioá n de callo. Biomecaá nicamente el INM
puede no encajar bien al canal medular de la metafisis de la tibia y la perdida de
tornillos adecuados puede resultar en falla de ganar o mantener el alineamiento
tibial. Esto puede contribuir a la mayor incidencia de mal unioá n con la INM que
con la placa, en el manejo de la fracturas de la metafisis de la tibia distal la INM se
asocia a muchas complicaciones como malreduccioá n o mal unioá n. La disminucioá n
de la densidad de hueso esponjoso causado por el incremento en diaá metro del
canal medular distal puede explicar la mayor incidencia de mala alineacioá n y
menor unioá n con la INM que con la placa. En conclusioá n para las fracturas de la
tibia distal el tratamiento INM puede tener ventajas sobre la placa con menor
incidencia de infeccioá n superficial y tiempo de unioá n quiruá rgico, tiempo
quiruá rgico y tiempo hospitalario mientras tanto el INM se relacionoá con mayor
riesgo de mal unioá n por lo que aun se recomienda realizar mas estudios
comparativos.11

Placa de osteosíntesis en extremidad inferior


Desde 1950 la reduccioá n abierta y la fijacioá n interna, se ha utilizado para ver las
limitaciones de utilizar, tracciones e inmovilizacioá n con yeso, el manejo gentil de
los tejidos blandos, ha sido uno de los principios importantes en el tratamiento
de las fracturas, una marcada lesioá n de los tejidos blandos, puede llevar a retardo
de la consolidacioá n o No Unioá n del hueso, por verse afectado el aporte vascular al
hueso, por lo que la placa percutaá nea, es bioloá gicamente maá s compatible, segura
y mayor eá xito, presentado menos danñ o de tejidos blandos 11,2.
El fallo del tratamiento con placa, se ha visto relacionado con varios factores
como los son: inmunosupresioá n, paciente con problemas sisteá micos,
psiquiaá tricos, infeccioá n, osteoporosis.
Una fijacioá n ríágida es necesaria para la curacioá n de una fractura, una
construccioá n
insuficiente o muy ríágida puede llevar a una falta de consolidacioá n.

Otros tratamientos en estudio

Terapia celular.
Implante de aspirado de medula oá sea de la cresta iliaca comparado con el
tratamiento de ceá lulas autologas mononucleares purificadas utilizando equipo
sepax (sistema cerrado y automatizado para separacioá n y concentracioá n de la
fraccioá n de celular mononucleares obtenidas de la sangre perifeá rica, cordoá n
umbilical o medula osea) El aspirado de medula oá sea de cresta iliaca y s u
infusioá n en el sitio de no unioá n puede ser una opcioá n menos invasiva para el
tratameinto de esta patologíáa, ya que no se observan complicaciones sisteá micas
asociadas, una posible complicacioá n es el embolismo pulmonar durante la
aplicacioá n, la media de ceá lulas obtenidas del aspirado puro de meá dula osea fue de
12 a 1224 cl/cm3. Esta variacioá n depende de la cantidad de aspirado enfatizando
de la calidad de aspirado es critica para el eá xito de la terapia. Aun se requieren
mas estudios.13

Colgajo microvascular de peroné

Las caracteríásticas estructurales del peroneá , tales como fuerza, forma, longitud y
morbilidad limitada del sitio donador, lo convierten en una herramienta
excelente para la reconstruccioá n de grandes defectos oá seos de extremidades.
Varios autores refieren que si el defecto oá seo es menor de 6 cm, un injerto de
hueso convencional fijo con placas o fijadores es suficiente; tambieá n, es necesario
un colgajo de peroneá microvascular en los defectos mayores o en aquellos con un
pobre lecho vascular o con datos de osteomielitis croá nica.
El colgajo libre de peroneá es una excelente opcioá n en la reconstruccioá n de
defectos oá seos de 6cm o mayores, en extremidades superiores e inferiores
independientemente de la causa de lesioá n. Asimismo, agregar una isla cutaá nea
basada en ramas perforantes septocutaá neas de la arteria peronea aumenta la
versatilidad del mismo, ayudando a la cobertura de defectos cutaá neos, con
exposicioá n de tejidos profundos o material de osteosíántesis 6.

Plasma rico en plaquetas autólogo


El plasma rico en plaquetas (PRP) es osteopromotor, actuá a estimulando la
mineralizacioá n oá sea y la revascularizacioá n local de los tejidos blandos.
EL PRP se define como el volumen fraccioá n de plasma, obtenido a partir de
sangre autoá loga, con un recuento de plaquetas cinco veces superior al de la
sangre. Las plaquetas contienen graá nulos (α, δ, λ). Los graá nulos α contienen maá s
de 30 proteíánas bioactivas tales como: factor de crecimiento derivado de
plaquetas (PDGF), factor de crecimiento transformante beta (TGF- ß), factor de
crecimiento del endotelio vascular (VEGF), factor de crecimiento semejante a la
insulina (IGF) y factor de crecimiento epideá rmico (EGF). Los factores de
crecimiento estimulan la duplicacioá n, activacioá n y crecimiento de ceá lulas
mesenquimales, y promueven la quimiotaxis y la angiogeá nesis.
En el tratamiento de la pseudoartrosis atroá fica es primordial mantener una
adecuada estabilidad de los fragmentos y promover factores locales
bioloá gicamente activos que aseguren la curacioá n oá sea. Tradicionalmente se ha
descrito que la forma maá s sencilla de lograr la consolidacioá n es mediante injerto
oá seo autoá logo. Sin embargo ensayos clíánicos y estudios de casos han sugerido la
superioridad de la aplicacioá n del injerto oá seo enriquecido con PRP sobre la
aplicacioá n aislada de injerto oá seo esponjoso.
Los resultados obtenidos son comparativamente equivalentes a estudios previos
publicados. En el estudio preliminar realizado por Chiang y col en 12 casos de
pseudoartrosis recalcitrantes de feá mur y tibia tratados con injerto oá seo
enriquecido con PRP encontraron 91% de consolidacioá n con un tiempo
promedio de consolidacioá n de 19,7 semanas. En un estudio maá s reciente
realizado por Hakimi y col en 17 pacientes con no unioá n persistente atroá fica
tratados con injerto oá seo de cresta iliaca enriquecido con PRP encontraron 100%
de consolidacioá n con tiempo promedio de consolidacioá n de 20 semanas .2 Los
resultados obtenidos y contrastados con la literatura actual nos demuestras que
el manejo pseudoartrosis atroá fica con PRP da un buen horizonte para su
tratamiento.
En conclusioá n, el manejo de pseudoartrosis atroá fica de tibia y feá mur con plasma
rico en plaquetas representa una teá cnica complementaria con resultados
favorables al obtener consolidacioá n oá sea. Sin embargo requieren estudios con un
mayor nuá mero de muestra10.

Tratamiento de la fractura de tibia de acuerdo al tratamiento ortopédico


establecido

Tratamiento Ortopédico

Los objetivos son

o Alineamiento

Cualquier fractura con maá s de 4mm de depresioá n, que se deja sin reducir, se
puede asociar a una deformidad en varo o valgo importante e inestabilidad asíá
como aumento del riesgo de cambios degenerativos. Por ello se tratan
habitualmente con reduccioá n y fijacioá n interna.

o Estabilidad
Se consigue cuando se restaura la congruencia del hueso y se realiza la fijacioá n
ríágida con material de osteosíántesis.

Tratamiento Rehabilitador

Objetivos de rehabilitacioá n.
o Amplitud de movimiento
Restablecer el rango de movilidad de la rodilla tan pronto como sea posible, para
limitar la incapacidad funcional. Restablecer y mantener el rango de movilidad
completo del tobillo14

Movimiento Normal Funcional


Rodilla
- Flexioá n 130º-140º 90º
-Extensioá n 0º-10º 0º
Tobillo
-Dorsiflexioá n 25º-30º 0º-10º
-Flexioá n plantar 40º-50º 20º

o Fuerza muscular
Mejorar y restablecer la fuerza de:
 Dorsiflexores
o Tibial anterior
o Extensor largo del primer dedo
o Extensor largo de los dedos
 Flexores plantares
o Gemelos
o Soá leo
o Flexor de los dedos
o Flexor largo del primer dedo
 Inversores
o Tibial posterior
o Tibial anterior
 Evertores
o Peroneo largo y corto

o Objetivos funcionales

Normalizar la marcha y restablecer la estabilidad de la rodilla durante la fase de


apoyo.
Tiempo previsto de rehabilitacioá n: 12 a 24 semanas

Métodos de tratamiento ortopédico.


Yeso.
 La biomecaá nica es el sistema de distribucioá n de cargas
 La forma de consolidacioá n oá sea es secundaria
Indicaciones: El tratamiento mediante un yeso largo es satisfactorio para las
fracturas del eje tibial con conminucioá n míánima que son estables y
aceptablemente alineadas una vez que se inmovilizan. Los criterios relativos de
estabilidad incluyen el desplazamiento menor de 50% de la anchura de la tibia y
el acortamiento menor de 8cm. La alineacioá n debe restaurar la rotacioá n y la
angulacioá n en todos los planos con menos de 5° a 10° de la tibia no lesionada 15.

Vástago intramedular.
 Su biomecaá nica es un sistema distribuidor de la carga si el clavo se
entrelaza dinaá micamente; y de proteccioá n parcial de la carga si el clavo de
entrelaza estaá ticamente.
 La forma de consolidacioá n oá sea es secundaria.
Indicaciones: Este tratamiento es el objetivo estaá ndar para las fracturas
inestables y segmentarias de tibia o aquellas que no se pueden alinear
adecuadamente e inmovilizar por medios no quiruá rgicos. Este permite la
movilizacioá n precoz del paciente asíá como la movilidad precoz de la rodilla. La
colocacioá n de clavos entrelazados proximales y distales a la fractura es necesaria
en las fracturas inestables con fragmentos en mariposa o conminucioá n severa.
Produce una fijacioá n estable y previene el acortamiento y peá rdida de la
alineacioá n rotacional. Las fracturas transversas y aquellas con conminucioá n
míánima se pueden dejar sin fijar en uno de los extremos. Esto produce una
fijacioá n dinaá mica y permite la compresioá n entre los fragmentos cuando se carga
peso, y esto estimula la consolidacioá n.
Fijador externo.
 Su biomecaá nica es un sistema de distribucioá n de carga.
 La forma de consolidacioá n oá sea va a ser secundaria.
Indicaciones: se usa en las fracturas abiertas con perdida oá sea significativa o
conminucioá n, asíá como contaminadas. Se utiliza junto con un desbridamiento
quiruá rgico e irrigacioá n pulsatil. Este tipo de tratamiento se considera provisional
hasta que se realiza una cobertura de tejidos blandos mediante injertos de piel 6,7.
El vaá stago intramedular generalmente es la forma definitiva de tratamiento.

Reducción abierta y fijación interna con placas.


 Biomecaá nica es sistema de distribucioá n de carga.
 La forma de consolidacioá n oá sea es primaria.
Indicaciones: requiere de una afectacioá n de los tejidos blandos para la fijacioá n,
asíá como un importante decorticacion de periostio. Por estas razones, la
reduccioá n abierta y la fijacioá n interna se limitan a las fracturas del eje tibial;
ocasionalmente se realiza en fracturas con fragmentos separados con injerto de
hueso.

Tratamiento rehabilitador por fases


Precóz-inmediato (1er día a 7mo día de la lesión)

 Yeso: evaluar si hace puntos de presioá n, puntos dolorosos, el yeso se debe


ajustar si fuera necesario para permitir la exposicioá n de los dedos y
proteger la piel en los maá rgenes. En el yeso largo donde la rodilla y el
tobillo esta inmovilizados se debe ensenñ ar al paciente a realizar ejercicios
isomeá tricos de cuaá driceps y de tobillo a tolerancia.
 Vaá stago intramedular: asegurar que el paciente logra mover de la posicioá n
neutra a la dorsiflexioá n y flexioá n plantar. El tobillo y la rodilla estaá n libres
por lo que se deben mantener los arcos de movilidad normales
 Fijador externo: examinar puntos de entrada de los clavos en busca de
exudado, edema o cualquier signo de infeccioá n instruir al paciente en
mantener el cuidado de las heridas y la buá squeda de signos de infeccioá n.
Evaluar el mantenimiento de la posicioá n de la fractura por control
radiograá fico. La rodilla y el tobillo estaá n libres por lo que se puede inicial
movilizacioá n activa en eá stas.
-Precauciones
Evitar la rotacioá n con el pie fijo en el suelo, vigilar la compresioá n nerviosa asíá
como complicaciones agudas de acuerdo al tratamiento ortopeá dico establecido
-Amplitud del movimiento
Movimientos activos del tobillo y la Rodilla si lo permite el tratamiento
ortopeá dico
-Fuerza
Ejercicios isomeá tricos de cuaá driceps, tibial anterior, soleo y gemelos
-Actividad funcional
Apoyos sobre la extremidad sana y no cargar peso con dispositivos de ayuda en
las fracturas inestables. La carga de peso se permite parcialmente con
dispositivos de ayuda en las fracturas estables
-Carga de peso
La carga de peso se tolera en las fracturas estables (restauracioá n del contacto
cortical, no conminucioá n y no peá rdida oá sea segmentaria)
No se permite la carga de peso ni el apoyo en las fracturas inestables (míánimo
contacto cortical, conminucioá n y peá rdida oá sea segmentaria)
-Control radiograá fico
radiografíáas anteroposteriores y laterales que incluyan la articulacioá n de la
rodilla y tobillo. Se deben comparar siempre con las anteriores. La imagen debe
mostrar no mas de 5º de angulacioá n asíá como acortamiento de 1cm como
maá ximo. No debe haber movilidad de la fractura y el contacto cortical debe ser
menor del 50%. Evaluar la alineacioá n de la fractura y buscar cambios en la
posicioá n del material de osteosíántesis

Dos semanas
-Consolidacioá n oá sea: fase de consolidacioá n; inicio de la fase de reparacioá n de la
consolidacioá n de la fractura, las celular progenitoras oá seas se diferencian en
osteoblastos que se depositan en el hueso.
-Precaucioá n
Evitar los movimientos de rotacioá n con el pie fijo. Vigilar la adecuada movilidad
de todas las articulaciones (evitar el pie en equino) . Vigilar llenado capilar,
edema y dolor. Mantener vigilancia de neuropatíáa por compresioá n
-Amplitud del movimiento
movimientos activos de rodilla y tobillo (si no tienen yeso). El edema debe
comenzar a disminuir.
-Fuerza muscular
Continuar ejercicios isomeá tricos de cuadríáceps y los isotoá nicos. El gemelo actuá a
como una bomba vascular evitando las estasis venosa. Es importante evitar la
tromboflebitis y la trombosis venosa profunda.
-Actividades funcionales
continuar uso de muletas y/o andador al mantenerse de pie o realizar
transferencias. Traslados sobre la pierna sana y traslados sin cargar con
dispositivo de ayuda en fracturas inestables. La carga de peso seguá n tolere o la
carga parcial con dispositivos de ayuda.
-Carga de peso
YESO. Las fracturas del eje medio de la tibia con suficiente estabilidad con el
tratamiento de yeso largo se benefician de una carga precoz. La carga cíáclica
favorece la osteogeá nesis . las fracturas transversas deben cargar peso seguá n la
tolerancia. La fractura oblicua o en espiral puede tener una carga inicial parcia.
La carga de peso aumenta seguá n aumenta la estabilidad de la fractura.
VASTAGO INTRAMEDULAR. Se continua con carga de peso seguá n tolerancia en las
fracturas estables. No se debe cargar o solo parcialmente en las fracturas
inestables
FIJADOR EXTERNO. Continuá a sin cargar o apoyar utilizando auxiliar para la
marcha.
-Marcha
Marcha en 2 o 3 puntos de apoyo en superficies lisas, subiendo escaleras con
dispositivo de ayuda. Cuando suben escaleras el paciente comienza con la pierna
sana, cuando las baja se comienza con la pierna lesionada. 16

Cuatro a seis semanas


-Fase de consolidacioá n: Fase de reparacioá n, ha comenzado la organizacioá n del
callo y la formacioá n precoá z de hueso laminar. Se aprecia puente oá sea en el foco de
la fractura y esta es generalmente estable. Sin embargo la fuerza del callo
especialmente para la carga torsional es menor que el hueso normal.
-Amplitud de movimiento
Ya no debe existir malestar (a menos el que el paciente tenga un yeso) durante
los movimiento activos de rodilla y tobillo. Se debe conseguir un arco de
movilidad completo.
-Fuerza muscular
Continuar con ejercicios isomeá tricos e isotoá nicos de la rodilla y tobillo
-Actividad funcional
Mantenerse de pie o caminar en descarga con dispositivos de ayuda para las
fracturas inestables. Iniciar la carga seguá n se tolere, desplazamientos con carga
parcial a total y caminar con dispositivos de ayuda dependiendo del meá todo de
tratamiento.
-Carga de peso
YESO. Continuar con carga de peso a tolerancia en las fracturas transversas.
Cuando se visualiza el callo, se puede permitir la carga parcial o total del peso en
las fracturas oblicuas cortas y en las espirales.
VASTAGO INTRAMEDULAR. Se continuá a con la carga de peso tolerada por los
vaá stagos intramedulares fijados dinaá micamente. Como la carga de peso aumenta,
se debe evaluar buscando posibles rotaciones. Se debe continuar con descarga
parcial en los vaá stagos que se fijan estaá ticamente. El paciente debe continuar con
dispositivo auxiliar para la marcha.
FIJADOR EXTERNO. Continuar sin carga de peso utilizando dispositivo auxiliar
para la marcha hasta que la congruencia del hueso se haya establecido, iniciando
carga parcial en ese momento.
-Marcha
Marcha en dos o tres puntos de apoyo. Observar acortamiento de extremidad
peá lvica, se puede necesitar un alza. Trabajar en actividades estaá ticas o con carga
de peso cambiante. Centrarse en el entrenamiento de la marcha. El balanceo
postural y el riesgo de caíáda disminuye con el entrenamiento de la fuerza y los
ejercicios.
Ocho a doce semanas
-Fase de consolidacioá n. Fase de remodelacioá n, el hueso trabecular es
reemplazado por hueso laminar. El proceso de remodelacioá n puede durar meses
o anñ os.
-Amplitud de movimiento
Continuar movimiento en todos los planos de cadera, rodilla y tobillo. Es el
movimiento estaá limitado, se deben realizar ejercicios activo-asistidos y pasivos
cuando las fracturas empiezan a ser estables
-Fuerza muscular
Dependiendo de la formacioá n del callo y de la estabilidad del foco de fractura, se
inicial ejercicios isotoá nicos con aumento de resistencia de la musculatura del
tobillo. Se continuá a con los ejercicios, que ya se habíáan iniciado.
-Actividad funcional
Realizar marcha, si el foco de fractura aun es doloroso se puede precisar
continuar con dispositivo auxiliar para la marcha
-Carga de peso
YESO. Se debe tolerar carga completa con el yeso roá tula-tendoá n o la ortesis.
VASTAGO INTRAMEDULAR. Se continua con la carga de peso si se tolera, si la
fractura no esta unida, se debe considerar el refuerzo del yeso o una ortesis como
tratamiento complementario para disminuir el movimiento en el foco de la
fractura.
FIJADOR EXTERNO. Se debe iniciar la carga parcial de peso una vez que se ha
retirado el fijador externo y se coloca el yeso o la ortesis o si el fijador externo se
reemplaza por un vaá stago intramedular

Aspectos especíáficos
-Yeso. Se deben retirar todos los yesos y evaluar la estabilidad clíánica del
miembro. Se debe palpar el foco de fractura en busca de dolor y presencia de
callo. Inspeccionar la piel subyacente y tejidos blando, el eritema producido por
la excesiva presioá n del yeso. Las fracturas que presentan estabilidad clíánica y
míánimo o ninguna sensibilidad en el foco de fractura se pueden tratar con un
yeso roá tula-tendoá n. Se debe usar yeso corto en los pacientes sin dolor en el foco
de fractura y callo bien formado.
-Vaá stago intramedular. Se descarta cualquier fisura en el foco de fractura. Si hay
fisura se debe dinamizar el vaá stago retirando el tornillo proximal. Si el peroneá ya
estaá consolidado y la fisura esta todavíáa presente, se debe realizar una
osteotomíáa de peroneá o una osteotomíáa en el momento de la dinamizacioá n. Se
pueden utilizar tratamiento encaminados a la induccioá n de la consolidacioá n. Se
debe continuar con el rango de movilidad y los ejercicios de fortalecimiento de la
cadera, rodilla y tobillo.
-Fijador externo. En este momento todas las heridas deben estar cerradas por
cicatrizacioá n primaria o injertos o colgajos. Se debe retirar el fijador y se explora
la estabilidad de la fractura y se palpa el callo. Se debe colocar un yeso roá tula-
tendoá n o una oá rtesis roá tula tendoá n. se debe continuar con el rango de
movimientos y los ejercicios de fortalecimiento. Se deben iniciar los ejercicios
suaves de resistencia de la rodilla con peso de forma gradual. Se debe continuar
hasta que se restaure la consolidacioá n normal17.
Fracturas del platillo tibial
Las fracturas del platillo tibial afectan a la parte proximal o metaá fisis de la tibia y
frecuentemente a la superficie articular. Se divide en seis grupos seguá n
Schatzker2.
1. Tipo I es una cunñ a o hendidura del platillo tibial lateral.

2. Tipo II es una depresioá n separada del platillo lateral que produce una
lesioá n articular.

Fractura tipo II del platillo tibial, una fractura que combina la separacioá n y
depresioá n del platillo tibial lateral, donde una porcioá n de la superficie
articular estaá deprimida.

3. Tipo III es la depresioá n franca del platillo lateral que tambieá n afecta a la
superficie articular.

4. Tipo IV es la depresioá n separada del platillo tibial medial que puede


afectar a la eminencia intercondilea y se asocia con lesioá n de los
ligamentos cruzados. Generalmente se asocia con lesioá n de la superficie
articular.

5. Tipo V fractura bicondilea que afecta a ambos platillos. Se conoce como la


fractura en Y invertida y generalmente se asocia con lesioá n de la superficie
articular.

6. Tipo VI es la fractura de la unioá n diafiso-metafisaria proximal tibial.

Mecanismos de Lesioá n.
Las fracturas del platillo tibial son el resultado de fuerzas mediales directas, que
producen una deformidad en valgo (claá sica fractura de parachoques). Tambieá n
puede ser debidas a fuerzas laterales directas lo que produce una deformidad en
varo y por fuerzas de compresioá n axial o la combinacioá n de fuerzas axiales con
cualquier fuerza directa medial o lateral.

Objetivos del tratamiento.

Objetivos ortopeá dicos.


o Alineamiento

Cualquier fractura con maá s de 4mm de depresioá n, que se deja sin reducir, se
puede asociar a una deformidad en varo o valgo importante e inestabilidad asíá
como aumento del riesgo de cambios degenerativos. Por ello se tratan
habitualmente con reduccioá n y fijacioá n interna.

o Estabilidad
Se consigue cuando se restaura la congruencia del hueso y se realiza la fijacioá n
ríágida con material de osteosíántesis.
Objetivos de rehabilitacioá n.

o Amplitud de movimiento
Restablecer el rango de movilidad de la rodilla tan pronto como sea posible, para
limitar la incapacidad funcional. Restablecer y mantener el rango de movilidad
completo del tobillo y la cadera.

o Fuerza muscular
Mejorar y restablecer la fuerza de:
 Cuaá driceps
 Recto femoral
 Tendoá n de la pata de ganso
 Gemelos

o Objetivos funcionales
Normalizar la marcha y restablecer la estabilidad de la rodilla durante la fase de
apoyo.

Tiempo previsto de rehabilitacioá n.


Catorce a veinte semanas.

Meá todos de tratamiento.


-Ortesis en bisagra.
 Su biomecaá nica es sistema de distribucioá n de cargas.
 su forma de consolidacioá n oá sea es secundario.
Indicaciones: este es el tratamiento de eleccioá n para las fracturas del latillo tibial
lateral con o sin míánimo desplazamiento, asíá como las fracturas y con depresioá n
del platillo lateral con míánimo o menos de 3mm de depresioá n de la superficie
articular. Estos dispositivos se pueden considerar como tratamiento definitivo
solo si la inestabilidad en valgo o varo no excede de 10° y si no hay fractura en
cunñ a posterior. Ademaá s las oá rtesis en bisagra se pueden usar para el tratamiento
definitivo en el manejo de fracturas conminutas severas o en pacientes que no
son buenos candidatos a la cirugíáa. Despueá s de la mayoríáa de las reducciones
abiertas con fijacioá n interna, se coloca una oá rtesis con bisagra externa en el lado
lesionado mientras se produce la consolidacioá n oá sea.

-Reduccioá n abierta y fijacioá n interna.


 Biomecaá nica: dispositivos de proteccioá n de carga
 Su mecanismo de consolidacioá n oá sea es primario, a menos de que no se
produzca una fijacioá n soá lida, en cuyo caso se produce tambieá n una
consolidacioá n secundaria.
Indicaciones: para fracturas con marcado desplazamiento o maá s de 3mm de
depresioá n articular, fracturas asociadas con maá s de 10° de valgo o varo, fracturas
con cunñ a posterior, fracturas asociadas con la afectacioá n de menisco y fracturas
que afectan al platillo medial, la fijacioá n interna es necesaria para restablecer la
superficie articular y posibilitar la reparacioá n o reposicioá n del menisco. La
teá cnica de reconstruccioá n articular generalmente consiste en el uso de injertos
oá seos en el hueso metafisario y la colocacioá n de placas de contrafuerte o tornillos
largos para mantener la reduccioá n.
-Fijacioá n externa.
 Biomecaá nica: sistema de proteccioá n de carga.
 El mecanismo de consolidacioá n oá sea es primario a menos que no se
consiga una fijacioá n solida del hueso, en cuyo caso tambieá n es secundario.
Indicaciones: es temporal, se coloca a traveá s de la rodilla e impide el movimiento
de la misma. Una vez que se haya producido la consolidacioá n de los tejidos
blandos, se pueden realizar injertos de piel o colgajos y colocar un fijador
interno, o el fijador externo se puede reemplazar por una ortesis en bisagra.
Consideraciones especiales de la fractura.
 Edad
 Localizacioá n
 Lesioá n anatoá mica

Lesiones asociadas.
Cuando la fractura es del platillo lateral se asocian frecuentemente con la lesioá n
del ligamento colateral medial o el ligamento cruzado anterior.
Las fracturas del platillo medial se asocian frecuentemente con lesiones
complejas de ligamento lateral colateral, cruzados, nervio peroneá o y tambieá n
puede producirse una lesioá n de la arteria poplíátea, tambieá n se asocian con
luxaciones de la rodilla ya que son maá s inestables.
Todas las fracturas de platillo tibial se deben evaluar cuidadosamente por el
posible desarrollo de síándrome compartamental. Cuanta maá s energíáa se absorbe
durante el traumatismo, mayor es la lesioá n de partes blandas 15.

Tratamiento
Inmediato a una semana.
Vendaje con yeso Reducción Fijador externo
abierta y
fijación interna
Estabilidad Ninguna Ninguna Ninguna
Ortopédico Ajustar el yeso a la Realizar Evaluar la entrada
articulacioá n cuidados de la de las agujas y las
metacarpo falaá ngica cicatriz o de las heridas abiertas.
para permitir la heridas
flexioá n dorsal y abiertas.
plantar de los dedos.
Elevar la extremidad
para disminuir el
edema.
Rehabilitación Se permite Igual que en el Si el fijador es
flexioá n/extensioá n vendaje con hibrido, el
activa y pasiva de la yeso tratamiento sigue
rodilla de 40°a 60° las instrucciones
De flexioá n mientras anteriores.
se protege a la Si el fijador cruza la
rodilla del estreá s en rodilla, no se
varo y valgo. permite el
movimiento.
Dos semanas.
Vendaje con yeso Reducción Fijador
abierta y fijación externo
interna
Estabilidad Ninguna a míánima. Ninguna a míánima Ninguno a
míánimo
Ortopédico Ajustar el yeso y Retirar las suturas Evaluar el punto
continuar con la y continuar con de entrada de
elevacioá n para evitar los cuidados de la los alambres y
el edema herida. Si el seguir con los
paciente tiene un cuidados de las
yeso realizar las heridas
instrucciones de la abiertas.
columna anterior.
Rehabilitación Se permite Igual que con el Si el fijador es
flexioá n/extensioá n yeso. hibrido se
activa y pasiva de la siguen las
rodilla con al menos instrucciones
90° de flexioá n. del vendaje con
No se prescriben yeso.
ejercicios de fuerza. Si el fijador
Continuar con los cruza la rodilla,
movimientos activos y no se permite la
pasivos de la cadera y movilidad.
el tobillo.

Cuatro a seis semanas.


Vendaje con yeso Reducción abierta y Fijador externo
fijación interna
Estabilidad Parcialmente Parcialmente estable Parcialmente
estable estable
Ortopédico Ajustar el yeso y Evaluar la herida en Evaluar la herida
repararlo si fuera busca de signos de y los sitios de
necesario. Ajustar infeccioá n. entrada de los
el vendaje para alambres en
permitir el busca de signos
movimiento de infeccioá n
Rehabilitación Movimientos Igual que en el de Igual que en el de
activos y pasivos vendaje con yeso vendaje con yeso
de la rodilla de al
menos 90° de
flexioá n, y
continuar con
movimiento activo
y pasivos de
cadera y tobillo

Ocho a doce semanas.


Vendaje con yeso Reducción Fijador
abierta y fijación externo
interna
Estabilidad Estable Estable Estable
Ortopédico Si hay callo adecuado Igual que en el Igual que en el
y no hay inestabilidad vendaje con yeso. vendaje con
se retira el vendaje. yeso.
El paciente puede
necesitar de a
retirada del
inmovilizador o la
Ortesis en bisagra
solo mientras camina.
Rehabilitación Movimientos activos, Igual que en el Igual que en el
activos-asistidos de vendaje con yeso. vendaje con
flexioá n/extensioá n de yeso.
la rodilla al menos
90° de flexioá n.
Ejercicios suaves de
resistencia del
cuaá driceps, tendoá n de
la pata de ganso,
cadera y tobillo.
Actividades con carga
de peso en la semana
12 sin dispositivos de
ayuda.

Doce a dieciséis semanas.


Vendaje con yeso Reducción abierta y Fijador externo
fijación interna
Estabilidad Estable Estable estable
Ortopédico Carga peso seguá n Igual que en el de Igual que en el de
tolerancia, inicialmente vendaje con yeso vendaje con yeso
con la Ortesis cerrada,
pero progresando de 0°
a 90° de flexioá n de la
Ortesis.
Rehabilitación Movimientos completos Igual que en el de Igual que en el de
activos, activos asistidos vendaje con yeso vendaje con yeso
y pasivos de la rodilla.
Ejercicios de resistencia
pasiva de la cadera,
tobillo y rodilla.
Carga seguá n a
tolerancia.

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MONOGRAFIA DE FRACTURA DE TIBIA

JESSICA ROSSELA GARCIA MORALES


RESIDENTE DE SEGUNDO ANÑ O DE MEDICINA EN REHABILITACION

25.ABIRL.2016

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