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Aprenda a distinguir

Kenneth Copeland
No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones
espirituales... Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu
es el mismo... Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de
sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro
fe...
1 Corintios 12: 1-9
“Sé que debo usar mi fe para recibir sanidad. Sin embargo, durante una reunión de
milagros, observé que muchas personas que nunca habían ejercido esa clase de fe,
obtuvieron su sanidad. Entonces ¿por qué no puedo recibir mis bendiciones de esa
misma manera? ¿Por qué debo esforzarme tanto?”.

¿Alguna vez ha escuchado este tipo de cuestionamiento? La pregunta es muy


buena; no obstante, muy a menudo causa confusión en la gente, en especial ahora que
estamos experimentando grandes derramamientos en la Iglesia. Incluso los ministros se
confunden, pues cuando llegan a una reunión y Dios simplemente derrama el don de fe
sobre ellos, y comienzan a obrar en poder, (más allá de lo que alguna vez hubieran
experimentado), se dicen a sí mismos: “No hice nada para ejercer esa clase de fe. El
Señor de manera soberana me la dio. Entonces creo que ya no debo tratar de
desarrollar mi fe, y sólo debo permitir que Dios me la dé según Su voluntad”.

Las personas comienzan a pensar de esa manera porque no tienen la capacidad de


distinguir entre la clase de fe que Dios le entregó a cada creyente, y la
manifestación especial del don de fe que se describe en 1 Corintios 12.
Es maravilloso y glorioso cuando los dones del Espíritu empiezan a fluir. Es grandioso
cuando Dios se manifieste en un lugar con Su propia fe y, por medio de la obra de
Su propio Espíritu, logra cosas que ninguno de nosotros alcanzaría; pues no hemos
desarrollado suficiente fe. Sin embargo, mantenga siempre en mente que esas
manifestaciones especiales del don de fe, no nos fueron dadas para vivir todos los días; es
necesario que desarrollemos y usemos nuestra propia fe, a fin de resolver los
asuntos cotidianos.
Entonces ¿por qué Dios en algunas ocasiones interviene en ese tipo de
necesidades a través de los dones; por ejemplo, en la sanidad? Yo me preguntaba lo
mismo hace años. Me percaté que eso sucedía en el ministerio de Kathryn Kuhlman, así
que le pregunté al Señor al respecto.
Y Él me respondió: La señorita Kuhlman es Mi enfermera. Tengo bebés espirituales
enfermos por todo el mundo. Ellos no saben vivir conforme a la Palabra, ni saben
cómo vivir por fe como tú. Y algunos de ellos son tan perezosos que nunca lo sabrán.
Sin embargo, deseo su bienestar.
Así que aprenda a distinguir entre la fe que usted está desarrollando y el don de
fe. Ambos son necesarios. Usted no desarrolla su fe sólo para sí mismo. El Maestro
lo está entrenando para que ayude a los miles de creyentes recién convertidos
que vienen al reino de Dios en el derramamiento de los tiempos finales.

Escritura de Estudio: 1 Corintios 12:1-11

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