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urémico
Conjunto de síntomas y signos que reflejan la deficiencia de todos los sistemas orgánicos, entre ellos la
incapacidad renal para conservar la composición y el volumen del medio interno, lo cual es su
responsabilidad.
La uremia es un estado tóxico producido por la retención de productos de desecho nitrogenados.
Traduce clínicamente cualquier IR severa. En el síndrome urémico hay por lo menos un 80% de la masa
renal destruida de ambos riñones.
Los signos y síntomas se correlacionan con el grado de retención nitrogenada, cuyo marcador es la azoemia,
y alcanzan relevancia cuando la IR es severa y la azoemia rebasa niveles tóxicos, superiores a 1,7 g/l en
plasma. Esta sintomatología urémica puede también aparecer en situaciones de IR moderada pero que cursan
con alguna circunstancia agravante (estados infecciosos, hemorragias digestivas o ingesta proteica excesiva).
Características de la orina –
Cardiomiopatías. Los pacientes urémicos se pueden complicar con pericarditis (pericarditis urémica), y
además presentan una mayor incidencia de ateroesclerosis coronaria, hipertrofia ventricular
izquierda (por la hipertensión arterial), insuficiencia cardiaca congestiva, estenosis o insuficiencia
valvular, cardiopatía coronaria y cardiopatía dilatada.
Las más importantes desde el punto de vista clínico son: la pericarditis urémica; la hipertensión arterial;
la disfunción miocárdica; y las alteraciones del metabolismo de los carbohidratos y de los lípidos
asociadas con una ateroesclerosis acelerada.
Pericarditis: se manifiesta por frote o roce pericárdico acompañado por dolor precordial tipo puntada que
aumenta con la respiración profunda y cede con el tronco hacia delante (posición mahometana). El roce
pericárdico se busca en la zona paraesternal y se ausculta como un ruido inmediato, de tono áspero que
en general cubre todo el ciclo cardíaco y persiste durante la apnea (a diferencia de los roces pleurales).
La pericarditis urémica es una pericarditis con derrama que puede evolucionar al taponamiento cardíaco.
La semiología de un derrame pericárdico abundante y con taponamiento es: alteración hemodinámica
periférica con hipotensión arterial, ingurgitación e hipertensión venosa yugular con pulso paradojal,
taquicardia y alejamiento de los ruidos cardíacos.
Balance hidrosalino – Normalmente se excreta por la orina la misma cantidad de sodio que se ingiere
(100-200 mEq/día), pero cuando la FG se ha reducido a menos del 10%, se pierde la capacidad de
regular la excreción de sodio.
Como se pierde la capacidad de concentrar y de diluir la orina, la osmolaridad urinaria y plasmática son
muy similares. La concentración de sodio en el plasma (principal determinante de la osmolaridad
plasmática) varía según la proporción en que se retengan sodio y agua. Si se bebe más agua que la
excretada aparece hiponatremia por dilución; en el caso opuesto, hipernatremia.
Por lo tanto, si se mantiene la ingesta (exceso de agua y sodio) el espacio extracelular se expande y
origina hiperhidratación e hipervolemia (aumento del volumen intravascular).
La hipervolemia se manifiesta por:
Por el contrario, si se reduce exageradamente la ingesta de sodio y agua se produce la contracción del
líquido extracelular, lo que lleva a la deshidratación e hipovolemia (disminución del volumen vascular).
Esta situación puede agravarse si a las pérdidas renales se agregan pérdidas digestivas o cutáneas
(vómitos, diarreas, sudoración por cuadros febriles) y el paciente por otra parte no tiene acceso a la
ingesta de agua y sal, o la restringe en forma inadecuada. Esto puede provocar una menor FG y
empeoramiento de la insuficiencia renal.
La hipovolemia se manifiesta por:
○ Sed.
○ Paciente deshidratado, con pliegue hipolástico, lengua seca, globos oculares hipotónicos y mal
relleno venoso.
○ Hipotensión.
○ Mareos. Elementos de hipoperfusión
○ Síncope. periférica
Hiperhidratación hipervolemia:
Ingurgitación yugular
Hepatomegalia congestiva con hepatalgia y reflujo
hepatoyugular
Edemas de MMII
Disnea, estertores crepitantes bibasales
Taquicardia, galope – HTA
Hemodilución: hematocrito - albuminemia
Deshidratación hipovolemia:
Metabolismo del potasio: la hiperpotasemia aparece cuando la FG está muy reducida, en asociación con
oliguria, acidosis, aumento de la ingesta de potasio o empleo de algunas drogas. Provoca cambios en el
electrocardiograma por alteraciones de la conducción, bloqueo cardíaco, arritmias ventriculares y
asistolia (paro cardíaco). Muchas veces el paciente consulta por arritmias (palpitaciones).
Además puede generar alteraciones neuromusculares (parestesias, debilidad, parálisis fláccida
ascendente, falla respiratoria) y gastrointestinales (náuseas y vómitos).
Polineuropatía
Alteraciones o síndrome cutáneo-mucoso –
Alteraciones digestivas –
Halitosis.
Úlceras o lesiones periorales y orales, y necrosis de la punta de la lengua.
Lesiones de estomatitis y parotiditis (inflamación mucosa bucal y de las parótidas) con sobreinfección
bacteriana.
Alteraciones de la motilidad gastrointestinal (diarrea).
Pirosis, epigastralgia, cólicos abdominales.
Anorexia.
Nauseas y vómitos.
Hipo.
Hemorragias digestivas por úlcera esofágica, gastritis y esofagitis erosiva. Todo esto complicado por los
defectos en la función plaquetaria asociados a la uremia. Los sangrados digestivos pueden ser tanto altos
(hematemesis, melenas) o bajos (enterorragia, rectorragia).
Aliento urinoso
Estomatitis – parotiditis
Anorexia
Náuseas – vómitos
Hipo Síndrome urémico - Página 5 de 12
Diarreas
Hemorragia digestiva (gastroduodenitis, ulcus)
Repercusión general –
Junto con la anorexia, las náuseas y los vómitos, los pacientes presentan una repercusión general y una
alteración muscular importante: astenia, debilidad progresiva, adinamia, pérdida de peso, detención del
crecimiento (en parte por la desnutrición y por la osteodistrofia renal) y atrofia muscular.
Síndrome funcional anémico: a nivel encefálico se manifiesta por cansancio, mal razonamiento, mareos
y cefaleas, mientras que a nivel cardiovascular se manifiesta por taquicardia, palpitaciones, fatiga y
disnea (todo de esfuerzo).
Trastornos de la coagulación: prolongación del tiempo de sangría por disfunción plaquetaria (por lo
general son pacientes plaquetopáticos y no plaquetopénicos [trombocitopenia], es decir que las plaquetas
están pero no funcionan bien). A veces también se pueden observar estados de hipercoagulabilidad.
Esos trastornos se manifiestan a través del síndrome hemorragíparo, dado por sangrados cutáneo-
mucosos y víscero-parenquimatosos (a nivel del tubo digestivo y a nivel genitourinario).
Disfunción tiroidea.
Disfunción gonadal: en la insuficiencia renal avanzada es frecuente que las pacientes presenten
amenorrea por anovulación.
Alteraciones óseas –
ANTECEDENTES PERSONALES –
HTA mal controlada. Principales causas de uremia (falla renal crónica) y de hemodiálisis
Diabetes.
Factores de riesgo cardiovascular.
Infecciones urinarias a repetición (la pielonefritis crónica es causa de nefropatía crónica y de
hemodiálisis). Se pregunta acerca de si tuvo reflujo de chico y si se corrigió o no, infecciones urinarias a
repetición, o si le dijeron que tuviera pielonefritis crónica.
En el hombre preguntar sobre próstata: si alguna vez tuvo prostatitis, si tuvo que recibir 1 mes de
antibióticos porque se le había infectado la próstata, preguntar sobre síndrome urinario, si concurre al
urólogo, si se hizo alguna vez PSA y si le hicieron alguna vez tacto rectal (para mayores de 50 años).
Preguntar también síndrome prostático.
En la mujer preguntar todo lo que tiene que ver con lo ginecológico, fundamentalmente todo lo que
pueda generar patología obstructiva, toda la patología ginecológica-oncológica y todo lo que pueda ser
iatrogénico: si se hace PAP, cuándo fue el último y que le dio, si tuvo alguna maniobra ginecológica, etc.
Neoplasias, fundamentalmente de vejiga (tabaquismo, hematuria y uremia).
Cálculos: preguntar sobre cólicos nefríticos, nefrostomías, litotricias, etc.
Tóxico-farmacológico, consumo de yuyos y drogas (principalmente heroína).
ETS: HIV, hepatitis B y C.
Enfermedades colágenovasculares (vasculitis, lupus, etc.).
Mieloma múltiple (se presenta con anemia, dolores óseos e insuficiencia renal). Es una causa frecuente
de IR en pacientes mayores.
ELEMENTOS DE CRONICIDAD DE IR –
Azoemia mayor de 2.
Creatininemia mayor de 8. Criterios paraclínicos
PH menor de 7,1.
Potasio mayor de 6.
CAUSAS DE DESCOMPENSACIÓN –
Causas pre-renales: todo lo que hace que haya hipoperfusión a nivel renal:
- Abandono de la medicación.
- Trombosis de arteria renal.
- Hemorragia (anemia aguda).
- ICC con FEVI baja.
- Picos hipertensivos.
- Vómitos (deshidratación).
- Shock hipovolémico (los vómitos y la diarrea hacen que se
pierda líquido, con lo que baja el volumen efectivo a nivel
arterial y eso hipoperfunde al riñón).
Causas renales:
- Cálculos.
- Retención aguda de orina.
Examen físico
Estado nutricional: desnutrición calórico-proteica importante. El paciente edematizado puede dar una
falsa imagen de sobrepeso-obesidad.
TA, PA y pulso: importan las cifras tensionales, si el paciente está febril, y las características del pulso.
Piel. mucosas y faneras: la piel tiende a hipopigmentarse y se presenta pálida, seca y con finas escamas
("escarcha urémica"). Valorar presencia de equimosis, petequias, hematomas, etc.
Cuello.
Linfoganglionar.
Cardiovascular: son frecuentes la cardiomegalia y/o latido diagonal por la cardiopatía hipertensiva
isquémica subyacente. Observar la presencia o no de frote pericárdico en la región precordial.
En el sector venoso pueden hallarse signos de sobrecarga circulatoria (ingurgitación yugular, edemas
periféricos, hepatomegalia) o de déficit de volumen (ausencia de relleno venoso visible en los miembros
a nivel de la aurícula derecha, hipotensión ortostática.
Fosas lumbares:
○ Punto costovertebral o Surraco: intersección de la 12ª con la columna. Traduce
irritación de la cápsula renal, como en la pielonefritis.
Puntos renales
○ Punto costomuscular o Guyón: intersección de la 12ª costilla con los músculos de la
gotera. Traduce irritación perirrenal.
○ Giordano: percusión de la zona lumbar con el borde cubital de la mano. La presencia
de dolor puede traducir pielonefritis, perinefritis, litiasis urinaria o tumor renal.
Abdomen: se palpa en busca de epigastralgia (por gastritis), abdomen distendido, hilio (por disionías),
globo vesical o algún dolor. También se debe realizar la palpación renal y se deben evaluar los puntos
ureterales.
La palpación renal bimanual se realiza con el paciente en decúbito dorsal y el médico del mismo lado
del riñón a palpar. Una mano se coloca por debajo del paciente, en forma transversal, contactando con la
región lumbar (ángulo costovertebral) y la otra se coloca paralela a la línea media, por fuera de los
rectos anteriores del abdomen. La mano de abajo empuja hacia arriba el riñón y con la mano que palpa
se va ascendiendo lentamente desde la fosa ilíaca hacia arriba. El riñón pude palparse como una
tumoración, con peloteo (si la impulso con la mano de abajo, se percibe en la mano de arriba), con
contacto lumbar externo, que desciende al final de la inspiración.
La auscultación de las fosas lumbares, de los flancos y zona periumbilical puede evidenciar soplos,
traducción de estenosis de la arteria renal.
Puntos ureterales:
Se debe mirar además la uretra en busca de corrimiento, uretrorragia o inflamación. (En la mujer se
abren los labios y se mira el orificio uretral por debajo del clítoris).
Paraclínica
Azoemia: (normal 0,20 - 0,50 g%). Para la aparición de complicaciones por retención nitrogenada se
tiene como umbral un valor de 1,7 g/l.
Gasometría:
- pH (normal 7,35 - 7,45).
Ionograma:
- Na+ o normal (normal 135 - 142 mEq%). La hipernatremia es rara y se ve en
hipovolémicos y deshidratados.
- K+ (normal 3,5 - 4,5 mEq%). También puede ser normal o descendida.
Crasis sanguínea: en la uremia está alterada la función plaquetaria con alteración de la hemostasis y
tendencia hemorragípara.
Glicemia.
PA.
Orina con sedimento y urocultivo (aunque no haya fiebre siempre hay que pedirlo, ya que la infección
urinaria es causa de descompensación).
Ecografía renal y de aparato urinario: la disminución del tamaño evoca IRC, en contraposición a la
IRA que cursa con riñones de tamaño normal.
También aporta datos de obstrucción de la vía urinaria con repercusión renal y de litiasis urinaria.