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EFECTOS DE LA MALA CALIDAD DEL SUEÑO EN EL

CUMPLIMIENTO DE LAS ACTIVIDADES BÁSICAS DE LA VIDA


DIARIA EN LA POBLACIÓN ADULTA MAYOR. HOSPITALES JOSÉ
CARRASCO ARTEAGA Y VICENTE CORRAL MOSCOSO DURANTE
NOVIEMBRE 2014-FEBRERO 2015.

Dra. Luisa Monserrath Delgado Noboa

Dra. Andrea Alexandra Martínez Sotomayor

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

INSTITUTO SUPERIOR DE POSTGRADO

POSTGRADO EN GERIATRÍA CLÍNICA

Quito, Junio 2015


EFECTOS DE LA MALA CALIDAD DEL SUEÑO EN EL
CUMPLIMIENTO DE LAS ACTIVIDADES BÁSICAS DE LA VIDA
DIARIA EN LA POBLACIÓN ADULTA MAYOR. HOSPITALES JOSÉ
CARRASCO ARTEAGA Y VICENTE CORRAL MOSCOSO DURANTE
NOVIEMBRE 2014-FEBRERO 2015.

Tesis de investigación presentada al instituto superior de postgrado previo


a la obtención del título de especialista en geriatría clínica.

Autoras: Dra. Luisa Monserrath Delgado Noboa

Dra. Andrea Alexandra Martínez Sotomayor

Director de Tesis: Dr. Diego Fernando Martínez P.

Asesor Metodológico: Dr. Galo Rubén Almeida S.

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

INSTITUTO SUPERIOR DE POSTGRADO

POSTGRADO EN GERIATRÍA CLÍNICA

Quito, Junio 2015


iii
iv
v

DEDICATORIA

Dedico este trabajo a la persona que siempre está conmigo, cree en mí y


me impulsa a ser mejor cada día, mi esposo Erick. A mis hijos sobre todo
a Eduarda por su fortaleza y valentía para comprender todo este proceso
y ser mi compañera y apoyo, a Renata y Francisco que fueron parte de
este postgrado.

A mi madre por su ayuda incondicional y amor infinito hacia mis hijos, a mi


hermana que siempre está pendiente de mí, apoyándome y ayudándome
en todo lo que necesito.

A mi padre que confía en que puedo siempre ir más allá y lograr mis
objetivos.

A la bis porque de ella aprendí el verdadero valor del ser humano, y a


conocer y querer a las personas más allá de lo que se puede ver o tener.

A Ketty y Santiago mi agradecimiento especial por ayudarme de manera


desinteresada, para haber podido terminar este postgrado.

Andrea

Quiero dedicar este trabajo investigativo a todas las personas que de una
u otra forma me dieron su apoyo, a mi pequeño hijo por la larga espera y
sacrificio de la distancia, a mis padres que cuidaron lo más valioso que
tengo mientras duró el posgrado, a mis hermanos que con palabras de
aliento fortalecieron muchos momentos difíciles, a mis sobrinos por su
cariño, su ayuda y compañía, y una dedicatoria especial a ti amor por
estar conmigo en las buenas y en las malas durante todo ese tiempo sin ti
no lo hubiera logrado.

Monserrath
vi

AGRADECIMIENTO

Este trabajo no hubiese sido posible sin la presencia y colaboración de


muchas personas que han aportado a nuestra formación.

Al Dr. Diego Martínez, Coordinador del postgrado de Geriatría, quien nos


brindó su apertura y apoyo durante toda la especialidad.

Al Dr. Galo Almeida, quien nos ayudó de manera constante con la


realización de este trabajo.

A todos los profesores y tutores, por enseñarnos y guiarnos de manera


tan acertada durante el postgrado

A todo el personal médico de las instituciones en las cuales realizamos


rotaciones, quienes de una u otra manera han estado presentes durante
nuestra formación.

A los hospitales José Carrasco Arteaga y Vicente Corral Moscoso por


permitirnos la realización de este trabajo.

A todas las personas que formaron parte de nuestro postgrado en algún


momento y que de una u otra manera fueron parte de nuestra formación.

Andrea y Monserrath.
vii

ÍNDICE DE CONTENIDO

RESUMEN .............................................................................................. xvii

ABSTRACT ............................................................................................ xviii

INTRODUCCIÓN ....................................................................................... 1

CAPÍTULO I ............................................................................................... 3

1. EL PROBLEMA .................................................................................. 3

1.1. Planteamiento del problema ........................................................ 3

1.2 Formulación de la pregunta de investigación ................................ 5

1.3 Objetivos de la investigación ........................................................ 5

1.3.1 Objetivo general ......................................................................... 5

1.3.2 Objetivos específicos ................................................................ 5

1.4 Justificación de la investigación .................................................... 6

CAPÍTULO II .............................................................................................. 8

2. MARCO TEÓRICO ............................................................................. 8

2.1. Definición de sueño ..................................................................... 8

2.2. Calidad del sueño ........................................................................ 8

2.3. Calidad del sueño en adultos mayores ........................................ 9

2.4. Actividades básicas de la vida diaria ......................................... 11

Dentro de estas actividades se encuentra: ....................................... 12

2.5. Herramientas de valoración: Cuestionario de calidad del sueño


Pittsburg............................................................................................ 13
viii

2.6. Índice de Katz ............................................................................ 15

CAPÍTULO III ........................................................................................... 17

3. MARCO METODOLÓGICO ............................................................. 17

3.1. Tipo de estudio .......................................................................... 17

3.2. Universo, población y muestra ................................................... 17

3.2.1. Población ................................................................................ 18

3.2.2. Muestra ................................................................................... 18

3.3 Criterios de inclusión................................................................... 19

3.4 Criterios de exclusión.................................................................. 19

3.5 Matriz de variables y operacionalización .................................... 20

3.6. Métodos, técnicas e instrumentos ............................................. 23

3.6.2. Instrumentos ........................................................................... 23

3.6.2.1.Índice de Katz ....................................................................... 23

3.6.2.2. Cuestionario de Pittsburgh ................................................... 24

3.7. Estandarización ......................................................................... 25

3.8. Normas éticas ............................................................................ 26

3.9. Procesamiento y análisis de la información ............................... 27

CAPÍTULO IV........................................................................................... 28

4. RESULTADOS ................................................................................. 28

4.1. Datos generales de la población ................................................ 28

4.1.1. Edad ....................................................................................... 28


ix

4.1.2. Sexo........................................................................................ 29

4.1.3. Estado civil .............................................................................. 29

4.1.4. Procedencia ............................................................................ 30

4.1.5. Residencia .............................................................................. 30

4.1.6. Instrucción .............................................................................. 31

4.2. Valoración del índice de KATZ .................................................. 32

4.3. Valoración global de la calidad del sueño .................................. 32

4.3.1. Prevalencia de mala calidad del sueño................................... 32

4.3.2. Componentes del cuestionario de Pittsburg ........................... 33

4.3.2.1. Calidad subjetiva del sueño ................................................. 34

4.3.2.2. Latencia del sueño ............................................................... 35

4.3.2.3. Duración del sueño .............................................................. 36

4.3.2.4. Eficiencia habitual de sueño ................................................ 37

4.3.2.5. Perturbaciones del sueño .................................................... 38

4.3.2.6. Utilización de medicación para dormir ................................. 39

4.3.2.7. Disfunción durante el día ..................................................... 40

4.4. Comorbilidades .......................................................................... 41

4.5. Asociación entre calidad del sueño y actividades básicas de la


vida diaria ......................................................................................... 42

4.6. Relación entre las actividades de la vida diaria con la calidad del
sueño. ............................................................................................... 43

4.6.1 Independencia para todas las funciones excepto una (Categoría


B en el Índice de KATZ) .................................................................... 43
x

4.6.2 Independencia para todas las funciones excepto baño y otra


función adicional (Categoría C en el Índice de KATZ) ...................... 44

4.6.3. Independencia para todas las funciones excepto bañarse,


vestirse, uso del retrete y otra adicional y otra función adicional
(Categoría D en el Índice de KATZ) .................................................. 45

4.6.4. Independencia para todas las funciones excepto bañarse,


vestirse, uso del retrete, movilidad y otra función adicional (Categoría
E en el Índice de KATZ) .................................................................... 46

4.7. Valoración de la calidad del sueño según características


demográficas .................................................................................... 47

4.7.1. Calidad del sueño según edad ............................................... 47

4.7.2. Calidad del sueño según sexo ................................................ 48

4.7.3. Calidad del sueño según estado civil ...................................... 49

4.7.4. Calidad del sueño según procedencia .................................... 50

4.7.5. Calidad del sueño según residencia ....................................... 51

4.8. Calidad del sueño según comorbilidades .................................. 52

4.9. Valoración de la dependencia funcional según características


demográficas .................................................................................... 53

4.9.1. Dependencia funcional según edad ........................................ 53

4.9.2. Dependencia funcional según sexo ........................................ 54

4.9.3. Dependencia funcional según estado civil .............................. 55

4.9.4. Dependencia funcional según procedencia ............................ 56

4.9.5. Dependencia funcional según residencia ............................... 57

4.9.6. Dependencia funcional según nivel de instrucción ................. 58


xi

4.10. Dependencia funcional según comorbilidad ............................ 59

4.11. DISCUSIÓN ............................................................................. 61

4.12. CONCLUSIONES .................................................................... 66

4.13. RECOMENDACIONES ............................................................ 67

CAPÍTULO V............................................................................................ 68

5. MARCO ADMINISTRATIVO............................................................. 68

5.1. Viabilidad o factibilidad del problema de investigación .............. 68

5.1.1. Recursos................................................................................. 68

5.1.2. Talentos humanos .................................................................. 68

5.2. Cronograma ............................................................................... 69

BIBLIOGRAFÍA .................................................................................... 70

ANEXOS .................................................................................................. 77
xii

ÍNDICE DE ANEXOS

ANEXO A CONSENTIMIENTO INFORMADO ......................................... 78

ANEXO B FORMULARIO DE RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN . 79

ANEXO C ESCALA DE CALIDAD DEL SUEÑO DE PITTSBURG Y


MANUAL PARA LA VALORACIÓN DE LAS RESPUESTAS ................... 81

ANEXO D ÍNDICE DE KATZ.................................................................... 88


xiii

ÍNDICE DE TABLAS

TABLA 1 OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES .............................. 20

TABLA 2 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN AM INVESTIGADA POR


GRUPOS DE EDAD. HOSPITALES VICENTE CORRAL
MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD
DE CUENCA, 2015. ................................................................ 28

TABLA 3 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN AM INVESTIGADA POR


SEXO. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y JOSÉ
CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA, 2015.29

TABLA 4 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN AM INVESTIGADA POR


ESTADO CIVIL. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO
Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 29

TABLA 5 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN AM INVESTIGADA POR


PROCEDENCIA. HOSPITALES VICENTE CORRAL
MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD
DE CUENCA, 2015. ................................................................ 30

TABLA 6 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN AM INVESTIGADA POR


RESIDENCIA. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO
Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 30

TABLA 7 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN AM INVESTIGADA POR


NIVEL DE INSTRUCCIÓN. HOSPITALES VICENTE CORRAL
MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD
DE CUENCA, 2015. ................................................................ 31

TABLA 8 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM INVESTIGADOS SEGÚN LA


VALORACIÓN DE LAS ACTIVIDADES BÁSICAS DE LA VIDA
DIARIA. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y
JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 32

TABLA 9 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM SEGÚN VALORACIÓN DE LA


CALIDAD DEL SUEÑO. HOSPITALES VICENTE CORRAL
MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD
DE CUENCA, 2015. ................................................................ 33

TABLA 10 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM QUE PRESENTARON MALA


CALIDAD DEL SUEÑO SEGÚN CALIDAD SUBJETIVA DEL
xiv

SUEÑO. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y


JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 34

TABLA 11 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM QUE PRESENTARON MALA


CALIDAD DEL SUEÑO SEGÚN LATENCIA DEL SUEÑO.
HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y JOSÉ
CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA, 2015.35

TABLA 12 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM QUE PRESENTARON MALA


CALIDAD DEL SUEÑO SEGÚN DURACIÓN DEL SUEÑO.
HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y JOSÉ
CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA, 2015.36

TABLA 13 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM QUE PRESENTARON MALA


CALIDAD DEL SUEÑO SEGÚN EFICIENCIA HABITUAL DE
SUEÑO. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y
JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 37

TABLA 14 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM QUE PRESENTARON MALA


CALIDAD DEL SUEÑO SEGÚN PERTURBACIONES DE
SUEÑO. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y
JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 38

TABLA 15 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM QUE PRESENTARON MALA


CALIDAD DEL SUEÑO SEGÚN UTILIZACIÓN DE
MEDICACIÓN PARA DORMIR. HOSPITALES VICENTE
CORRAL MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA
CIUDAD DE CUENCA, 2015. ................................................. 39

TABLA 16 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM QUE PRESENTARON MALA


CALIDAD DEL SUEÑO SEGÚN DISFUNCIÓN DURANTE EL
DÍA. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y JOSÉ
CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA, 2015.40

TABLA 17 DISTRIBUCIÓN DE 152 AM SEGÚN PRESENCIA DE


COMORBILIDADES. HOSPITALES VICENTE CORRAL
MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD
DE CUENCA, 2015. ................................................................ 41

TABLA 18 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM SEGÚN ASOCIACIÓN ENTRE


CALIDAD DEL SUEÑO Y ABVD. HOSPITALES VICENTE
CORRAL MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA
CIUDAD DE CUENCA, 2015. ................................................. 42
xv

TABLA 19 DISTRIBUCIÓN DE LOS ADULTOS MAYORES SEGÚN


ANÁLISIS DEL RIESGO PARA CATEGORÍA B DEL ÍNDICE
DE KATZ. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y
JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 43

TABLA 20 DISTRIBUCIÓN DE LOS ADULTOS MAYORES SEGÚN


ANÁLISIS DEL RIESGO PARA CATEGORÍA C DEL ÍNDICE
DE KATZ. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y
JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 44

TABLA 21 DISTRIBUCIÓN DE LOS ADULTOS MAYORES SEGÚN


ANÁLISIS DEL RIESGO PARA CATEGORÍA D DEL ÍNDICE
DE KATZ. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y
JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 45

TABLA 22 DISTRIBUCIÓN DE LOS ADULTOS MAYORES SEGÚN


ANÁLISIS DEL RIESGO PARA CATEGORÍA E DEL ÍNDICE
DE KATZ. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y
JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 46

TABLA 23 RELACIÓN ENTRE LA CALIDAD DEL SUEÑO Y EDAD.


HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y JOSÉ
CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA, 2015.47

TABLA 24 RELACIÓN DE LA CALIDAD DEL SUEÑO Y SEXO.


HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y JOSÉ
CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA, 2015.48

TABLA 25 RELACIÓN DE LA CALIDAD DEL SUEÑO Y ESTADO CIVIL.


HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y JOSÉ
CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA, 2015.49

TABLA 26 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM SEGÚN CALIDAD DEL SUEÑO


Y PROCEDENCIA. HOSPITALES VICENTE CORRAL
MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD
DE CUENCA, 2015. ................................................................ 50

TABLA 27 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM SEGÚN CALIDAD DEL SUEÑO


Y RESIDENCIA. HOSPITALES VICENTE CORRAL
MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD
DE CUENCA, 2015. ................................................................ 51
xvi

TABLA 28 DISTRIBUCIÓN DE LOS AM SEGÚN CALIDAD DEL SUEÑO


Y COMORBILIDADES. HOSPITALES VICENTE CORRAL
MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD
DE CUENCA, 2015. ................................................................ 52

TABLA 29 RELACIÓN DE LA DEPENDENCIA FUNCIONAL CON LA


EDAD. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y JOSÉ
CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA, 2015.53

TABLA 30 RELACIÓN DE LA DEPENDENCIA FUNCIONAL CON EL


SEXO. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO Y JOSÉ
CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA, 2015.54

TABLA 31 RELACIÓN DE LA DEPENDENCIA FUNCIONAL CON


ESTADO CIVIL. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO
Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 55

TABLA 32 RELACIÓN DE LA DEPENDENCIA FUNCIONAL CON


PROCEDENCIA. HOSPITALES VICENTE CORRAL
MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD
DE CUENCA, 2015. ................................................................ 56

TABLA 33 RELACIÓN DE LA DEPENDENCIA FUNCIONAL CON


RESIDENCIA. HOSPITALES VICENTE CORRAL MOSCOSO
Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD DE CUENCA,
2015. ....................................................................................... 57

TABLA 34 RELACIÓN DE LA DEPENDENCIA FUNCIONAL CON NIVEL


DE INSTRUCCIÓN. HOSPITALES VICENTE CORRAL
MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD
DE CUENCA, 2015. ................................................................ 58

TABLA 35 RELACIÓN DE LA DEPENDENCIA FUNCIONAL CON


COMORBILIDADES. HOSPITALES VICENTE CORRAL
MOSCOSO Y JOSÉ CARRASCO ARTEAGA DE LA CIUDAD
DE CUENCA, 2015. ................................................................ 59
xvii

RESUMEN

Los adultos mayores representan el 6,5% de la población Ecuatoriana (1);


en esta población se presentan patologías que afectan su condición de
salud como es la mala calidad del sueño lo que impactaría la realización
de las actividades básicas de la vida diaria.

Objetivo: Determinar los efectos de la mala calidad del sueño en el


cumplimiento de las actividades básicas de la vida diaria en la población
adulta mayor durante el periodo Noviembre 2014 – Febrero 2015.

Metodología: Estudio descriptivo de corte transversal, en 152 adultos


mayores de Consulta Externa de los Hospitales José Carrasco Arteaga y
Vicente Corral Moscoso de la Ciudad de Cuenca durante el periodo
Noviembre 2014 – Febrero 2015; mediante el uso de las herramientas:
formulario de recolección de datos, escala de valoración de la calidad del
sueño de Pittsburg y el Índice de Katz. Para el análisis de los resultados
se utilizó el programa SPSS en su versión 15.

Resultados: La media de edad fue de 74,20 años ± 7,28 años; la


prevalencia de mala calidad del sueño fue de 65,8%; de incapacidad
moderada de 32,9% y de incapacidad severa de 3,9%; la comorbilidad
más frecuente la HTA con un 30,3%; en la población con mala calidad del
sueño la frecuencia de los niveles de incapacidad fue la siguiente:
Categoría B 45%; Categoría C 35,3%; Categoría D 37,7%; Categoría E
5,7%.

Palabras Claves: Adulto mayor, trastornos del inicio y del


mantenimiento del sueño, dependencia funcional.
xviii

ABSTRACT

The senior population represents 6.5% of the entire Ecuadorian


population. This population shows pathologies that affect their health
conditions, such as poor sleep quality, and this impacts the basic activities
of daily life. The goals of this investigation is to determine the effects of
poor sleep quality in fulfilling daily basic activities in senior population
during the period comprised between November 2014 to February 2015.
The methodology used was a crosscut descriptive study in 152 senior
adults of outpatient consultation service in hospitals Jose Carrasco
Arteaga and Vicente Corral Moscoso of the city of Cuenca in the period
from November 2014 to February 2015. The tools used were data
collection form. Pittsburg sleep quality index, and the Katz index. The
results were analyzed with SPSS Program,versión 15. The results
showed that the average age was 74,20 years + 7,28 years; the
prevalence of poor sleep was 65.8%; moderate inability of 32,9% and
severe inability of 3,9%; co-morbility was more frequent with arterial
hypertension with 30,3%. In populations with poor sleep quality the
incapacity levels were the following: B Category 45%; C Category 35,3%;
D Category 37,7%; E Category 5,7%

Key words: Elder, sleep onset and maintenance disorders, functional


dependency.
INTRODUCCIÓN

En el Ecuador según el Censo Nacional de Población y Vivienda (1)


llevado a cabo en el año 2010 habitan 940.905 adultos mayores; lo que
representa el 6,50% de la población nacional; en la provincia del Azuay
según la misma fuente el número de AM es de 55.835, que representa el
7,84% de la población total, con lo que lo se puede evidenciar que esta
población es numerosa y se estima que va en aumento día a día.

La población de AM es blanco de diferentes patologías, que por el


proceso de envejecimiento se van presentando y/o aumentan el riesgo de
poseerlas sumándose a la dependencia que poseen, hace que esta
población se considere en riesgo por lo que su evaluación y cuidado son
motivo de análisis al mismo tiempo de preocupación por el estado (INEC,
2014).

El sueño es una de las actividades que más importancia posee en los


adultos mayores, otras actividades diarias también incluyen la conducta
saludable en lo que hace referencia a la nutrición, el realizar ejercicios
físicos, recreación, hábitos personales y autocuidado (Montalvo et al,
2013); al respecto de la calidad del sueño se expone que los principales
motivos para su mala calidad son el insomnio y el apnea del sueño lo que
obviamente genera malestar al adulto mayor a su familia y podría
contribuir a la presentación de otras entidades nosológicas como la
depresión, ansiedad e incluso trastornos del estado conductual (Cargua,
2011).

La mala calidad del sueño podría menoscabar la salud de los adultos


mayores y manifestarse en la realización de las actividades de la vida
diaria; como comer, bañarse, vestirse, etc., las cuales se consideran
indispensables para la vida (Acosta y González, 2010); además si

1
consideramos que la mala calidad del sueño es frecuente en nuestra
población de adultos mayores es de esperarse que las actividades de la
vida diaria se vean afectadas (Avendaño et al. 2006) (Espejo, 1997).

Las actividades de la vida diaria en los adultos mayores puede variar en


función de la calidad del sueño que tengan los adultos mayores; esta
asociación no ha sido abordada o estudiada en nuestra región, por lo que
se planteó como tema de investigación, adicionalmente se posee la
práctica clínica diaria en los Hospitales José Carrasco Arteaga y Vicente
Corral Moscoso donde se desconoce la frecuencia de mala calidad del
sueño y afectación de las actividades de la vida diaria, en la población
adulta mayor que acude a la consulta externa de estas casas de salud.

2
CAPÍTULO I

1. EL PROBLEMA

1.1. Planteamiento del problema

La mala calidad del sueño es frecuente en las personas adultas mayores


o ancianos. En general, los adultos mayores duermen de 30 a 60 minutos
menos que el resto de la población y su sueño es menos profundo y más
entrecortado que el sueño en las personas más jóvenes. Una persona de
70 años sana, puede despertarse cuatro veces durante la noche sin que
esto se deba a una enfermedad (Allen et al, 2012).

Carro y cols. mencionan que la mala calidad del sueño presenta una alta
prevalencia en la edad geriátrica, siendo una importante causa de
consulta médica. A pesar de su aparente benignidad debe ser
diagnosticada y tratada ya que por si provocaría alteraciones tanto en la
calidad de vida del paciente como en la de sus familiares y cuidadores
(Carro et al, 2007).

Según Gómez tras llevar a cabo un estudio en México expone que la mala
calidad del sueño es una entidad nosológica con una prevalencia muy
elevada en la población geriátrica y cuyas manifestaciones pueden
repercutir en todos los ámbitos de la vida de esta población; dependiendo
de la población en estudio los trastornos del sueño están entre el 44% y
el 56% en pacientes hospitalizados en piso; lo que hace de estas
entidades un problema a estudiar y a tratar (Gómez, 2011).

Las actividades de la vida diaria pueden ser expresadas en medida de la


independencia o capacidad funcional; este factor posee mucha
importancia en la valoración del adulto mayor; es así como cita Arboleda y
colaboradores (2009) “la salud del adulto mayor como mejor se mide, es

3
en términos de función”; también mencionan que la funcionalidad del
adulto mayor o la realización de las actividades de la vida diaria se
consideran prioritarias por tratarse de uno de los mejores indicadores del
estado de salud, de la calidad de vida, un buen predictor de
morbimortalidad y del consumo de recursos asistenciales (Arboleda et al,
2009).

Se han realizado estudios sobre las actividades de la vida diaria, es así


como en México se estableció que el 27,1% de adultos mayores tuvieron
una incapacidad leve en su estado funcional y el 15,6% demostraron un
deterioro funcional significativo (Soberanes et al, 2009); en Cuba se
observó que un 27,6% precisa ayuda para realizar al menos una actividad
de mantenimiento del ambiente (AMA) y un 15,9% es incapaz de realizar
al menos una, dicho estudio aporta la descripción del estado funcional de
mayores que, en la mayoría de los casos, es óptimo (Espejo, 1997); se
mencionan estos estudios para evidenciar la problemática del
incumplimiento de las actividades de la vida diaria.

En Quito en un estudio llevado a cabo por Avendaño (2006) se encontró


una dependencia en el 1.2% e independencia total en el 98.8 por ciento,
así también se observó que existía un 29.8% de adultos mayores que
presentaban un grado leve de dependencia. Luego de la aplicación del
Índice de Katz, se concluyó que la mayoría de ellos tuvieron su capacidad
funcional conservada. Con el mencionado estudio se determina en
nuestro país la frecuencia de dependencia; de esta manera conocemos
de manera amplia su prevalencia y podemos guiarnos a relacionarla con
la mala calidad del sueño. .

Las actividades de la vida diaria incluyen el baño, el vestido, uso del


sanitario, movilidad, continencia y alimentación; éstas pueden verse
afectadas por las características del sueño; Carrasco (2011) menciona
que la ausencia de un sueño reparador puede tener repercusiones más
graves en la funcionalidad de una persona mayor que de otro adulto. La
autonomía en las actividades de la vida diaria es de gran interés para su
calidad de vida; esta autonomía puede verse afectada si existen mala
4
calidad del sueño, o si su tratamiento es inadecuado. Puede ir desde lo
más leve hasta los más graves como el síndrome de inmovilidad,
accidentes y caídas graves, etc.

En nuestra población no se dispone de estudios sobre el impacto de la


mala calidad del sueño en las actividades de la vida diaria; razón por lo
que se plantea su estudio.

1.2 Formulación de la pregunta de investigación

¿Cómo afecta la mala calidad del sueño en el desarrollo de las


actividades de la vida diaria en adultos mayores que acuden a la Consulta
Externa de los Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco
Arteaga de la Ciudad de Cuenca?

1.3 Objetivos de la investigación

1.3.1 Objetivo general

Determinar los efectos de la mala calidad del sueño en el cumplimiento de


las actividades básicas de la vida diaria en la población adulta mayor
durante el periodo Noviembre 2014 – Febrero del 2015 en los Hospitales
Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de
Cuenca.

1.3.2 Objetivos específicos

Caracterizar la población adulta mayor según edad, sexo, estado civil,


procedencia, residencia, nivel de instrucción y comorbilidades.

Evaluar la calidad del sueño en adultos mayores mediante la aplicación


del cuestionario de Pittsburg.

Determinar el impacto en la realización de las actividades de la vida diaria


del Índice de Katz por la mala calidad del sueño.

5
1.4 Justificación de la investigación

El presente trabajo de investigación beneficia a los AM pues se evaluó en


ellos la mala calidad del sueño que es considerado un problema de salud
pública (Chávez et al, 2012); además su afectación en el desarrollo de las
actividades de la vida diaria; al determinar el impacto que podría tener se
podrá establecer la aplicación de medidas desde la perspectiva de la
geriatría clínica para mejorar esta situación. Tal es el caso de la búsqueda
de las causas o que estén aumentando el riesgo de mala calidad del
sueño pues de su mejoramiento se podría estar contribuyendo a la
adecuada realización de las actividades de la vida diaria.

Dentro de los beneficiarios se hallan también las instituciones


hospitalarias que están participando, tal es el caso de los Hospitales
Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga; pues esta investigación
proporcionara datos sobre la realidad de nuestra población adulta mayor;
al disponer de datos obtenidos en nuestra población se podrán plantear
intervenciones más eficaces y efectivas pues se elimina el uso de datos y
estadísticas extranjeras para la toma de decisiones locales; estos datos
foráneos pueden no ser exactos o no reflejar su verdadero impacto.

Las instituciones de salud buscan siempre alternativas para mejorar la


calidad de atención a sus pacientes, esta investigación proporcionará
datos como herramienta para tal fin, pues el disponer de datos sobre la
mala calidad el sueño y su afectación en la realización de las actividades
de la vida diaria en adultos mayores, se podrían generar cambios o
políticas de atención sanitaria en estos Hospitales.

A las autoras de este trabajo de investigación les beneficia directamente


pues es la oportunidad de aplicar sus conocimientos adquiridos dentro de
su especialidad, dentro de un tema específico de salud de los adultos
mayores; además al ser funcionarios de la institución también podrían
aplicar los datos y resultados de esta investigación en la provisión de
soluciones para el problema y ejecución de intervenciones destinadas a
controlar o mejorar la salud de los adultos mayores.

6
La comunidad científica se verá beneficiada, pues como hemos
mencionado existe un vacío en el conocimiento sobre el tema de la
calidad del sueño; de esta manera al concluir la investigación se
dispondrá de estadísticas para hacerlas conocer a la comunidad científica
y la comunidad en general.

7
CAPÍTULO II

2. MARCO TEÓRICO

2.1. Definición de sueño

Según Borquez el sueño es una función biológica fundamental, los


efectos no se limitan únicamente al propio organismo con la necesidad de
restauración neurológica sino que afectan al desarrollo y funcionamiento
normal de las capacidades cognoscitivas e intelectuales de las personas;
la calidad del sueño se refiere al hecho de dormir bien durante la noche y
tener un buen funcionamiento durante el día (Borquez, 2011).

Un trastorno del sueño es la dificultad en el dormir, incluye: dificultad para


conciliar el sueño o permanecer dormido, dormir en momentos
inapropiados, tiempo de sueño total excesivo o conductas anormales
relacionadas con el sueño; la mala calidad del sueño está asociada a
fatiga, deterioro de la actividad motora y cognitiva, problemas de
relaciones interpersonales y mayor número de accidentes tránsito (Pauta,
2011).

2.2. Calidad del sueño

La calidad del sueño constituye un aspecto clínico de enorme relevancia.


Así lo demuestran las estadísticas al respecto: 30-40% de la población
padece de insomnio, 1-10% sufre apneas de sueño y 60% de los
trabajadores por turnos informa de alteraciones del ritmo circadiano y con
un porcentaje de hasta el 65% en adultos mayores. (Sierra et al, 2002).

La mala calidad del sueño resulta ser una preocupación creciente en los
entes dedicados al cuidado de los adultos mayores.

8
No obstante, tal como se recoge en un informe estadounidense de 1994
de la National Commision on Sleep Disorders Research, nos enfrentamos
a uno de los problemas médicos más extendidos y a la vez menos
comprendidos. Por todo ello, es muy importante conocer de la forma más
precisa posible la incidencia de este trastorno, así como el impacto que
podría tener en la realización de las actividades de la vida diaria; si bien
es cierto la mala calidad del sueño afecta a toda la población presenta
mayor impacto en la población adulta mayor (Sierra et al, 2002).

2.3. Calidad del sueño en adultos mayores

Se han realizado estudios sobre el tema, revisando uno de los más


representativos encontramos que Tello y cols. en el año 2009 en Perú en
una muestra de 73 adultos mayores encontraron que “el 74% de los
participantes (54 personas) presentaba una mala calidad de sueño, el
análisis de los componentes mostró una auto percepción de calidad del
sueño bastante mala y muy mala en el 9,6% (7 personas), una latencia
del sueño prolongada en el 20,2% de los participantes (14 personas), una
duración total del sueño considerada como bastante mala y muy mala en
el 24,7% (18 personas) y un 52,1% (38 personas) tuvo una eficiencia
subjetiva de sueño menor al 85%. La frecuencia de somnolencia diurna
fue de 38,4% (28 personas). El 75,3% (55 personas) tenía una mala
higiene del sueño y se encontró que el 74,1% de los participantes que
tenían una mala calidad de sueño presentaban una mala higiene del
sueño, aunque la asociación no fue significativa”. Lo que refleja el impacto
de este tipo de trastorno en la baja calidad del sueño (Tello, 2009).

Varela y cols. evaluaron la higiene del sueño mediante una escala


modificada en adultos mayores: el Índice de Higiene del Sueño
modificado para Adultos Mayores (IHS-AM) mencionando la prevalencia
de mala calidad del sueño es de 63,8 %. Los problemas del sueño en la
población geriátrica se relacionan tanto al envejecimiento como a las
comorbilidades asociadas. Entre un 50% a 90% de pacientes con dolor
crónico reportan mala calidad de sueño (Varela et al, 2010).

9
Cortes y cols. en el año 2011, lleva a cabo una valoración integral de 234
adultos mayores chilenos, encontrando en los resultados que involucraron
la calidad del sueño que el 49,4% de los adultos mayores presentaron
problemas para conciliar el sueño en el último mes, 41% dormía menos
de 6 horas y cerca de la mitad de la población al levantarse por la mañana
se sentía cansado, además termina mencionando lo siguiente: “los
trastornos en el sueño presente en la mitad de los adultos estudiados
repercute en la calidad de vida, acentuando la depresión, padecimiento
psicogeriátrico más frecuentes en este grupo de edad” (Cortes, 2011).

Cargua en un estudio en la Ciudad de Riobamba encontró que el 28% de


los adultos mayores presenta sueño durante el día, lo que involucra una
importante población que podría presentar mala calidad del sueño
(Cargua, 2011).

Según lo menciona Alessi los trastornos psiquiátricos son una causa muy
frecuente de trastornos del sueño en la atención primaria, especialmente
geriátrica. Las alteraciones del sueño son especialmente frecuentes en la
depresión, como en el caso clínico que se describe más adelante; la
depresión causa insomnio, que se define como la dificultad para iniciar y
mantener el sueño y se caracteriza por: aumento de la latencia del sueño;
despertar muy temprano por la mañana; aumento de la vigilia nocturna; y
reducción del tiempo total de sueño. Además, la depresión reduce la
profundidad del sueño y se asocia a trastornos del sueño, con
disminución de la latencia del sueño en fase Rapid Eye Movement (REM)
y aumento de la actividad REM. Otros trastornos psiquiátricos que pueden
producir cambios similares son el duelo por la pérdida de un ser querido y
los estados de angustia y estrés; de hecho, muchos estudios clínicos
sugieren que la causa más común de dificultades del sueño en la
población general, a cualquier edad, es la ansiedad (Alessi, 2008).

Según Cabrera y cols los trastornos del sueño son entidades que se
relacionan con el envejecimiento por el empeoramiento de la calidad del
sueño durante esta etapa; lo que generaría mayor morbilidad (Cabrera et
al, 2014).
10
En otro estudio encontraron que el 33% de los encuestados presentaron
alguna dificultad en dormirse, el 48% tiene problemas en la continuidad
del sueño y el 22% despertar precoz; con una prevalencia del 31% con
predominio del sexo femenino en los sujetos de mayor edad, además se
propone la influencia del sistema endocrino pues durante la menopausia y
posterior a ella las cifras hormonales se ven aumentadas, lo cual podría
deberse a modificaciones en la respiración, cambios vasomotores y
alteraciones del estado de ánimo (Cabrera et al, 2014).

2.4. Actividades básicas de la vida diaria

El estado funcional puede describirse como la capacidad de desarrollar el


autocuidado, auto mantenimiento, actividades físicas y roles sociales. Es
una parte esencial de la valoración geriátrica, pues resume el impacto
general de la condición de salud en el contexto del ambiente personal y
redes de apoyo social; es una medida de desenlace para monitorizar la
respuesta a un tratamiento o proveer información pronostica para planear
cuidados futuros (necesidad de servicios de apoyo, intervenciones
médicas o terapias de rehabilitación) (Fernández, 2010).

La valoración funcional es el proceso mediante el cual se obtiene


información sobre la capacidad del anciano para realizar las actividades
de la vida diaria (AVD), las cuales se clasifican en actividades básicas
(ABVD), instrumentales (AIVD) y avanzadas (AAVD). Las ABVD incluyen
aquellas (baño, vestido, transferencias, ir al baño, continencia y
alimentación). Las AIVD son aquéllas en las que la persona interacciona
con el medio para mantener su independencia; son necesarias para
mantener su participación en la comunidad (transporte, compras,
finanzas, uso del teléfono, toma de medicamentos, cocinar, quehacer
doméstico y lavandería). Las AAVD permiten al individuo actividades
sociales, recreativas, trabajo, viajes y ejercicio físico intenso; incluyen
roles sociales, familiares y comunitarios, así como participación
ocupacional y de recreación (Fernández, 2010).

11
El deterioro funcional es común en los adultos mayores y tiene múltiples
causas potenciales, incluyendo cambios relacionados con la edad,
factores sociales y enfermedad. Cerca de 25% de los adultos mayores de
65 años necesitan ayuda para las AVD. Para los mayores de 85 años,
hasta 50% necesitan ayuda para las AVD. La información sobre la
funcionalidad debe incluirse en la evaluación de todos los adultos
mayores. La observación directa de la función es el método más fidedigno
para la valoración funcional, pero no es práctico en la mayoría de los
escenarios de atención de salud. El auto reporte de las AVD es fidedigno,
pero cuando sea posible o cuando el paciente se encuentre con deterioro
cognitivo debe ser corroborado por un cuidador. Deterioros sutiles o
nuevos en las AIVD pueden ser signos tempranos de depresión,
demencia, miedo a caer, disminución de la agudeza visual u otras
enfermedades. La pérdida de las ABVD frecuentemente señala
empeoramiento de enfermedades o un impacto combinado en las
comorbilidades en una etapa más avanzada (Fernández, 2010).

Conforme avanza el grado de deterioro funcional, aumenta el riesgo de


mortalidad, el número de ingresos hospitalarios y la estancia media,
complicaciones, las visitas médicas, el consumo de fármacos, el riesgo de
institucionalización y la necesidad de recursos sociales; uno de las
escalas de mayor utilización para esta valoración es el Índice de Katz
(Fernández, 2010).

Dentro de estas actividades se encuentra:

1. Baño: Aunque los adultos mayores pueden no necesitar de un baño


completo a diario, ellos necesitan baños de esponja en áreas desaseadas
a diario, o tan seguido como sea necesario. El baño puede causar fatiga,
especialmente a aquellos que se encuentran limitados por padecer de
artritis. Puede que ellos no alcancen todas las partes de su cuerpo,
entonces se requiere asistencia para completar el baño (Blais y Elfenbein,
2009).

12
2. Vestirse: Vestirse puede también causar fatiga al adulto mayor. Los
cuidadores pueden ayudarlos a vestirse. Es importante permitir que el
adulto mayor escoja su ropa cuando sea posible, para que mantengan
algún control sobre su vida (Blais y Elfenbein, 2009).

3. Comer: incluye no solo el acto de comer una comida, también acciones


como ir a la tienda a comprar alimentos, la capacidad de llevarla al hogar,
y la habilidad de preparar el alimento. Aunque algunos adultos mayores
son capaces de alimentarse a sí mismo, puede que no sean capaces de ir
a la tienda, llevar paquetes al hogar, ni preparar sus comidas. Ellos
pueden estar limitados también en los ingresos para comprar alimentos
(Blais y Elfenbein, 2009).

4. Movilidad: A menudo los adultos mayores experimentan algunas


limitaciones en la movilidad relacionada con problemas crónicos de salud.
Las enfermedades tales como artritis y condiciones cerebro-vasculares
pueden tener como resultado dolor, dificultad, o incapacidad para mover
las articulaciones. Las enfermedades cardiovasculares y respiratorias
pueden tener como resultado problemas de la resistencia. Los adultos
mayores con enfermedades como la enfermedad de Parkinson pueden
tener también dificultad con la movilidad (Blais y Elfenbein, 2009).

2.5. Herramientas de valoración: Cuestionario de calidad del sueño


Pittsburg

Muchos estudios establecen una frecuencia elevada de alteraciones del


sueño. La prevalencia durante la vida es del 35%. Esta situación ha
conducido a desarrollar un gran número de instrumentos con la intención
de evaluar mejor estas alteraciones. Sin embargo, la mayoría carecen de
una validación adecuada y nacional. Buysse et al diseñaron el índice de
calidad de sueño de Pittsburgh (ICSP), considerado el instrumento más
capaz para establecer la calidad del sueño. Éste ha sido ampliamente
usado y validado, pero no existe una versión validada al castellano para
Colombia, ni instrumentos similares que permitan realizar estudios sobre
el sueño (Escobar et al, 2005).

13
Escobar y Eslava realizaron la validación de esta herramienta en
Colombia, con los siguientes resultados: la consistencia interna a de
Cronbach fue 0,78. Hubo puntuaciones diferentes clínica y
estadísticamente para los sujetos con alguna alteración del sueño (U de
Mann Whitney: z = –5,635, p = 0,000), con ‘muy mala’ calidad de sueño o
no (U de Mann Whitney: z = –2,90, p = 0,0037), con uso de hipnóticos o
no (U de Mann Whitney: z = –4,289, p= 0,0000) y con insomnio de
conciliación o no (U de Mann Whitney: z = –4,769, p = 0,0000). Se
encontraron diferencias clínicas en las puntuaciones de ancianos
comparados con jóvenes (U de Mann Whitney: z = –1,926, p = 0,0542).
No hubo diferencias por sexo. Los sujetos con puntuaciones extremas
tuvieron características clínicas diferentes, al compararlos con los que no
se encontraban en estos valores. Haciendo, según los resultados
evidenciados que esta herramienta (Escobar et al, 2005).

Esta validación ha sido utilizada por varios autores, en base a esto se


propone la utilización del Cuestionario de Pittsburg para la evaluación en
nuestra población.

Sierra y cols. En lo que respecta a los atributos de esta variable


mencionan que los datos psicométricos de este instrumento encontrados
en la población española, son satisfactorios. Así, se informa de una
consistencia interna que oscila entre 0.67, obtenida en una muestra de
estudiantes, y 0.81 de una muestra clínica, y de una fiabilidad test-retest a
los tres meses entre 0.27 y 0.55, dependiendo del componente. En cuanto
a la validez, la sensibilidad del cuestionario es de 88.63%, y la
especificidad de 74.19% (Sierra et al, 2002).

14
2.6. Índice de Katz

El instrumento que se utilizará para la recopilación de la información será


el índice de Katz, el cual evalúa el nivel de capacidad funcional de un
adulto mayor para la realización de actividades de la vida diaria básica:
baño, vestido, uso del sanitario, movilización, incontinencia urinaria y
alimentación, se puede auto administrar o hetero administrar, con un
tiempo estimado de realización de 15 minutos (Trigas, 2009)

Es un índice con una buena consistencia interna y validez. Su


concordancia con otros test de la actividad de la vida diaria (AVD) básica
es alta. Esta validado en varios idiomas, entornos culturales, niveles
socioeconómicos y países; tiene un índice de confiabilidad interna de 0.73
y 0.98. Consta de 6 ítems en los que se evalúan las actividades de la vida
diaria proporcionando un índice de autonomía-dependencia. De esta
manera convencional se puede asumir la siguiente valoración (Trigas,
2009). En el Ecuador se encuentra validado por el MSP (Moreno et al,
2013).

A. Independiente en alimentación, continencia, movilidad, uso del retrete,


vestirse y bañarse.

B. Independiente para todas las funciones anteriores excepto una.

C. Independiente para todas excepto bañarse y otra función adicional.

D. Independiente para todas excepto bañarse, vestirse y otra función


adicional.

E. Independiente para todas excepto bañarse, vestirse, uso del retrete y


otra función adicional.

F. Independiente para todas excepto bañarse, vestirse, uso del retrete,


movilidad y otra función adicional.

15
G. Dependiente en las seis funciones.

H. Dependiente en al menos dos funciones, pero no clasificable como C,


D, E o F.

Independiente significa sin supervisión, dirección o ayuda personal activa,


con las excepciones que se indican más abajo. Se basan en el estado
actual y no en la capacidad de hacerlas. Se considera que un paciente
que se niega a realizar una función no hace esa función, aunque se le
considere capaz (Trigas, 2009).

16
CAPÍTULO III

3. MARCO METODOLÓGICO

3.1. Tipo de estudio

Se trató de un estudio descriptivo de corte transversal ya que a la


persona que participó en el mismo se lo evaluó por una sola ocasión.

3.2. Universo, población y muestra

El universo estudiado se encuentra localizado en la Ciudad de Cuenca,


situada entre los 2.350 y 2.550 metros sobre el nivel del mar. Ubicada
sobre una gran planicie en la cordillera de los Andes, ocupó el mismo sitio
que una vez lo hicieron las capitales de las naciones cañari e inca
(Fundación Municipal de Turismo Cuenca, 2014); la provincia del Azuay
cuenta con 712.127 habitantes según los datos que arrojaron el Censo de
Población y Vivienda realizado por el Instituto Ecuatoriano de Estadísticas
y Censos en el año 2010. De esta cifra, la ciudad de Cuenca abarca el
69.7% con 505.585 habitantes, de los cuales 195.683 son hombres y
221949 son mujeres, con una tasa de crecimiento promedio anual de 2%.
La población se divide en pobladores de zonas urbanas y pobladores de
zonas rurales. Los primeros alcanzan el 66.4% con 277.374 habitantes,
mientras que los segundos llegan al 33.6% con 140258 habitantes.

Dentro de estas cifras, existe un equilibrio entre las personas jóvenes y


los adultos. Los menores de 15 años cuentan con el 32.3% del total de la
población, las personas entre 15 y 24 años alcanzan el 21.7%, los
individuos entre 25 y 64 años poseen el 39.2% del total de pobladores de
Cuenca, mientras que los ancianos llegan tan solo a ocupar el 6.8%. Los
pobladores del cantón son en su mayoría alfabetos.

17
Del total de pobladores, el 93.9% que son 308555 habitantes son
alfabetos, dejando el 6.1% de analfabetos, es decir 19923 habitantes, la
mayoría ubicada en las zonas rurales (Fundación Municipal de Turismo
Cuenca, 2014).

En la Ciudad de encuentran 2 Hospitales que son: Hospital José Carrasco


Arteaga y Vicente Corral Moscoso; el primeo de ellos pertenece al IESS
inaugurado en el año 2000, es zonal y docente, su área de gestión abarca
las provincias de Azuay, Cañar, Morona Santiago, Loja, El Oro (zona alta)
y Zamora Chinchipe (HJCA, 2014).

El Hospital Vicente Corral Moscoso pertenece al MSP, en su página web


institucional, menciona que al 2013 el HVCM, es un moderno y dinámico
sistema organizacional hospitalario con capacidad para gestionar
procesos que responden a la demanda de servicios de salud de tercer
nivel, aplica normas técnicas de referencia y contra referencia, sustentado
en los principios generales del Sistema Nacional de Salud: Inclusión y
Equidad Social, Bioética, enfoque de género, generacional,
interculturalidad. Con calificada y reconocida acción de su talento humano
especializado y capacitado, presupuesto acorde a sus reales necesidades
operativas, infraestructura funcional, tecnología de avanzada y abierta
participación social con veeduría ciudadana (HVCM, 2014).

3.2.1. Población

La población que participó en la presente investigación estuvo constituida


por los adultos mayores que acudieron a Consulta Externa del Servicio de
Geriatría de los Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco
Arteaga de la Ciudad de Cuenca.

3.2.2. Muestra

Para el cálculo de la muestra se utilizó el programa de libre acceso EpiDat


en su sección de cálculo muestral en base a proporciones con las
siguientes restricciones:

18
Proporción esperada: Se toma la prevalencia de menor frecuencia es
decir el dato provisto por Tello y cols. (2009) quienes encontraron un 9,6%
de muy mala calidad del sueño.

Nivel de confianza: 95%

Precisión: 5%

Con estos datos la muestra quedó constituida de 132 adultos mayores, a


lo que sumamos un 15% por probables perdidas es decir 20 pacientes,
quedando finalmente constituida la muestra por 152 adultos mayores.

La selección muestral se repartió de manera equitativa entre las 2


Unidades Hospitalarias que intervinieron en el estudio, en ambos casos la
selección fue de tipo aleatorio.

3.3 Criterios de inclusión

Pacientes mayores a 65 años.

Pacientes que aceptaron participar en la investigación y lo manifestaron a


través de la firma del consentimiento informado.

3.4 Criterios de exclusión

Pacientes que poseían un diagnostico establecido de depresión, ansiedad


o deterioro cognitivo.

Pacientes que a pesar de haber firmado el consentimiento informado


deciden en lo posterior no colaborar con la evaluación.

19
3.5 Matriz de variables y operacionalización

Tabla 1 Operacionalización de variables

VARIABLE DEFINICIÓN INDICADOR ESCALA

V.I. Cuantificación según


Cuestionario de
el instructivo de
Calidad del sueño Pittsburg de
Valoración de los calificación:
calidad de sueño
componentes del
tomando en Buena calidad del
sueño y su valoración
cuenta como sueño
objetiva de la calidad.
punto de corte >
Mala calidad del
5 puntos.
sueño

V.D. La capacidad de Escala de Katz A - B: Ausencia de


cumplir acciones Incapacidad
Actividades
requeridas en el diario
básicas de la vida
vivir,
diaria
independientemente.
C-D: Incapacidad
Moderada
Escala de Katz: ABVD

E-G: Incapacidad
A: Independiente en
Severa.
alimentación,
continencia,
movilidad, uso del
retrete, vestirse y
bañarse.

B: Independiente para
todas las funciones
anteriores excepto
una.

C: Independiente para
todas las funciones
excepto baño y otra

20
función adicional.

D: Independiente para
todas excepto
bañarse. Vestirse, uso
del retrete y otra
función adicional.

F: Independiente para
todas excepto para
bañarse, vestirse, uso
del retrete, movilidad y
otra función adicional.

G: Dependiente en las
seis funciones

V. Moderadora Enfermedad que se Tipo de patología HTA


mantiene durante un diagnosticada.
Comorbilidades Diabetes
periodo largo de
tiempo en
Cáncer
comparación con la
evolución de los EPOC
procesos agudos.
Cardiopatía
Isquémica

Enfermedad

Cerebrovascular

Artrosis

Otra______

Edad Periodo de tiempo del Años cumplidos 65 a 74 adulto mayor


adulto mayor que ha joven
vivido desde su
75 a 84 ancianos
nacimiento hasta la
fecha actual

21
+ de 85 viejos

Sexo Condición orgánica Caracteres Femenino


que diferencia sexuales
Masculino
hombres de mujeres
en el adulto mayor

Estado civil del Relación de pareja Tipo de relación. Soltero


paciente legalmente constituida
Casado

Viudo

Divorciado

Unión de hecho

Lugar donde nació Dirección Urbana

Procedencia del Rural


paciente

Lugar donde Dirección Urbana


permanece
Residencia del Rural
habitualmente
paciente

Instrucción del Nivel de escolaridad Cedula de Ninguna


paciente identidad
Primaria

Secundaria

Superior

Elaborado por: Delgado M, Martínez A.

22
3.6. Métodos, técnicas e instrumentos

3.6.2. Instrumentos

3.6.2.1. Índice de Katz

Este test se lo realizó para determinar la valoración funcional del adulto


mayor; se trata de una escala sencilla cuyos grados reflejan niveles de
conducta en seis funciones. Básicas: (baño, vestido, uso de sanitario,
movilidad, continencia de esfínteres y alimentación) en términos de
dependencia o independencia, agrupándolas posteriormente en un solo
índice resumen.

El concepto de independencia en este índice es distinto al de otras


escalas, se considera independiente a una persona que no precisa ayuda
o utiliza ayuda mecánica y dependiente a aquella que necesita ayuda de
otra persona, incluyendo la mera supervisión de la actividad, si una
persona no quiere realizar una actividad o no la realiza se considera
dependiente aunque pudiera hacerla en teoría.

Su carácter jerárquico permite evaluar el estado funcional global de forma


ordenada, comparar individuos y grupos y detectar cambios a lo largo del
tiempo.

Es un índice con una buena consistencia interna y validez. Su


concordancia con otros test de la actividad de la vida diaria (AVD) básica
es alta. Esta validado en varios idiomas, entornos culturales, niveles
socioeconómicos y países; tiene un índice de confiabilidad interna de 0.73
y 0.98. Consta de 6 ítems en los que se evalúan las actividades de la vida
diaria proporcionando un índice de autonomía-dependencia. De esta
manera convencional se puede asumir la siguiente valoración (Trigas,
2009). En el Ecuador se encuentra validado por el MSP (Moreno et al,
2013).

23
3.6.2.2. Cuestionario de Pittsburgh

Esta herramienta valora la calidad del sueño, posee los siguientes


indicadores de validez y confiabilidad: la consistencia interna a de
Cronbach fue 0,78. Hubo puntuaciones diferentes clínica y
estadísticamente para los sujetos con alguna alteración del sueño (U de
Mann Whitney: z = –5,635, p = 0,000), con ‘muy mala’ calidad de sueño o
no (U de Mann Whitney: z = –2,90, p = 0,0037), con uso de hipnóticos o
no (U de Mann Whitney: z = –4,289, p= 0,0000) y con insomnio de
conciliación o no (U de Mann Whitney: z = –4,769, p = 0,0000). Se
encontraron diferencias clínicas en las puntuaciones de ancianos
comparados con jóvenes (U de Mann Whitney: z = –1,926, p = 0,0542);
haciendo una herramienta viable para el objetivo propuesto.

Consta de 19 ítems autoevaluados por el paciente y 5 cuestiones


evaluadas por el compañero/a de cama. Las cinco últimas cuestiones son
utilizadas como información clínica, pero no contribuyen a la puntuación
total del PSQI. Los 19 items analizan los diferentes factores
determinantes de la calidad del sueño, que se agrupan en 7
componentes: calidad del sueño, latencia del sueño, duración del sueño,
eficiencia del sueño, alteraciones del sueño, uso de medicación para
dormir y disfunción diurna.

Cada componente se puntúa de 0 a 3. De la suma de los 7 componentes


se obtiene la puntuación total del PSQI que oscila de 0 a 21 puntos (a
mayor puntuación peor calidad de sueño). Se propone un punto de corte >
5.

Como instrumento auto administrado puede ser difícil de aplicar en


pacientes con bajo nivel cultural. El PSQI ofrece una medida
estandarizada y cuantitativa de la calidad del sueño que rápidamente
identifica a “buenos” y “malos” dormidores, pero no proporciona un
diagnóstico, aunque orienta al clínico hacía las áreas del sueño más
deterioradas.

24
Formulario de recolección de datos: este instrumento elaborado por las
autoras del presente trabajo de investigación sirve para recolectar la
información sintetizada de manera ordenada, se puede observar en los
Anexos.

3.7. Estandarización

El proceso de recolección de los datos fue estandarizado más aún a


sabiendas que se llevó a cabo en 2 instituciones diferentes, de esta
manera se llevó a cabo la recolección de la información sin errores y
confiable:

El proceso de estandarización conllevó las siguientes etapas:

1. Revisión documental: esta etapa incluyó la revisión de bibliografía


sobre el tema y análisis de la información, para poseer total manejo de la
teoría existente al momento sobre el problema de investigación.

2. Planificación y organización de la fase de recolección de datos del


estudio: contempló la elaboración y posterior aprobación del protocolo de
investigación por las autoridades respectivas, autorización por parte de
bioética y selección de las herramientas de recolección de datos; en este
caso las herramientas están descritas en el ítem 3.6.2.

3. Recolección de la información: en esta etapa se tomaron en cuenta


los siguientes aspectos:

• Dotación de materiales y suministros: los suministros incluyen


materiales de oficina, estos fueron provistos por las autoras del
trabajo de investigación en cantidades similares, incluyó la
impresión y provisión de los formularios físicos de recolección de
datos.

• Capacitación y estandarización de personal: el personal


directamente responsable de la recolección de datos fueron única y
exclusivamente las autoras, éstas fueron las únicas profesionales
responsables de los formularios que se propusieron para la
25
recolección de datos pues poseían conocimientos en el manejo de
estas herramientas dentro de su práctica clínica y han sido
estudiados dentro de su posgrado lo que garantiza un alto grado de
familiarización y experiencia en el manejo de estos instrumentos; la
calidad de los datos fue evaluada mientras se realizó la recolección
de los datos y los procedimientos fueron los mismos en ambas
instituciones donde se llevó a cabo el estudio.

• Prueba piloto de recolección de datos: Se llevó a cabo esta prueba


piloto en un 10% de la muestra en cada institución participante en
el estudio; de esta manera se evidenciaron errores o posibles
causas de sesgos de la recolección de datos los mismos que
fueron solucionados.

• Socialización con autoridades para la realización del estudio.

• Organización de grupos: Los grupos como se mencionó


anteriormente ya fueron seleccionados en base a la muestra
calculada para cada Hospital; de esta manera son grupos
homogéneos y similares en lo que hace referencia a la cantidad y
al tratarse de un estudio en la misma ciudad la representatividad de
la muestra en ambos hospitales está garantizada.

• Recolección de la información.

3.8. Normas éticas

El manejo de la información fue exclusivamente para motivos de nuestra


investigación, los formularios fueron manejados de manera anónima, no
se divulgaron los datos personales, se contó con un documento de
consentimiento informado donde el adulto mayor manifestó por escrito su
deseo de participar o no en la investigación.

Los participantes en el estudio pudieron retirarse del mismo en cualquier


momento de la investigación sin que esto repercuta en su atención de
salud.

26
3.9. Procesamiento y análisis de la información

Para el análisis de la información se utilizó el programa informático


EXCEL, tablas dinámicas y EPI-INFO 7, SPSS versión 15 que facilita el
postgrado a sus estudiantes; la presentación y el análisis de los
resultados obtenidos se lo realizó en varias fases, así: primero se realizó
el análisis univarial de todas las variables que entran en este estudio,
segundo se realizó el análisis bivarial, en el que se cruzaran las variables
de interés; en cada uno de estas fases se emplearan las técnicas de la
estadística descriptiva e inferencial y en ciertos casos se obtuvieron
valores de significancia estadística, por último para una mejor
comprensión de los resultados, estos fueron presentados en tablas.

27
CAPÍTULO IV

4. RESULTADOS

Una vez aplicados los cuestionarios implementados por las autoras y los
Índices de Pittsburg y de Katz a los 152 AM que participaron en la
presente investigación, se tuvieron los siguientes resultados:

4.1. Datos generales de la población

4.1.1. Edad

Tabla 2 Distribución de la población AM investigada por grupos de


edad. Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de
la Ciudad de Cuenca, 2015.

Edad Frecuencia Porcentaje

65 - 74 años 93 61,2

75 - 84 años 42 27,6

Mayor a 84 años 17 11,2

Total 152 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La edad de la población se encontró comprendida entre


los 65 y 92 años; la media de edad se ubicó en 74,20 años con una
desviación estándar de 7,28 años; se agrupó en tres categorías, la más
frecuente fue la de los adultos mayores entre los 65 y 74 años con el
61,2%; le siguió en orden de frecuencia el grupo de 75 a 84 años con el
27,6%; y, el grupo menos frecuente estuvo constituido por los mayores de
85 años con el 11,2%.

28
4.1.2. Sexo

Tabla 3 Distribución de la población AM investigada por sexo.


Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la
Ciudad de Cuenca, 2015.

Sexo Frecuencia Porcentaje

Femenino 100 65,8

Masculino 52 34,2

Total 152 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: Del grupo que hemos investigado el 65,8% fueron de


sexo femenino y el 34,2% de sexo masculino.

4.1.3. Estado civil

Tabla 4 Distribución de la población AM investigada por estado civil.


Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la
Ciudad de Cuenca, 2015.

Estado civil Frecuencia Porcentaje

Casado 62 40,8

Divorciado 16 10,5

Separado 12 7,9

Soltero 5 3,3

Unión libre 6 3,9

Viudo 51 33,6

Total 152 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

29
Interpretación: En lo que respecta al estado civil, el 40,8% refirió ser
casado; los demás estados civiles de los AM investigados presentaron
frecuencias más reducidas siendo la menor la del grupo de solteros con el
3,3%.

4.1.4. Procedencia

Tabla 5 Distribución de la población AM investigada por procedencia.


Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la
Ciudad de Cuenca, 2015.

Procedencia Frecuencia Porcentaje

Rural 48 31,6

Urbana 104 68,4

Total 152 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: De la población investigada 104 lo que representa el


68,4% procedían del área urbana de la Ciudad mientras que el restante
31,6% del área rural.

4.1.5. Residencia

Tabla 6 Distribución de la población AM investigada por residencia.


Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la
Ciudad de Cuenca, 2015.

Residencia Frecuencia Porcentaje

Rural 26 17,1

Urbana 126 82,9

Total 152 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

30
Interpretación: El 17,1% de la población lo que significan 26 pacientes
residían en el área rural de la ciudad mientras que el 82,9% es decir 126
pacientes en el área urbana.

4.1.6. Instrucción

Tabla 7 Distribución de la población AM investigada por nivel de


instrucción. Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco
Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Instrucción Frecuencia Porcentaje

Ninguna 4 2,6

Primaria 92 60,5

Secundaria 40 26,3

Superior 16 10,5

Total 152 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: En la población de adultos mayores investigados, el


60,5% tenían un nivel de instrucción primaria, seguido en segundo lugar
con un 26,3% de nivel secundaria, un importante 10.5% superior; y, la
minoría es decir el 2,6% de adultos mayores no poseía ningún tipo de
instrucción formal.

31
4.2. Valoración del índice de KATZ

Tabla 8 Distribución de los AM investigados según la valoración de


las actividades básicas de la vida diaria. Hospitales Vicente Corral
Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Índice de Katz Frecuencia Porcentaje

Ausencia de incapacidad 96 63,2

Incapacidad Moderada 50 32,9

Incapacidad Severa 6 3,9

Total 152 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: De acuerdo a los resultados obtenidos con esta variable,


se puede decir que el 63,2% de los adultos mayores no presentaron
incapacidad alguna; mientras que le incapacidad moderada se presentó
en el 32,9% y en un grado severo de incapacidad en el 3,9% de casos.

4.3. Valoración global de la calidad del sueño

4.3.1. Prevalencia de mala calidad del sueño

Para la evaluación de la calidad del sueño se procedió según el baremo


del test de calidad del sueño de Pittsburg, considerando la puntuación de
>5 puntos como punto de corte para los grupos.

32
Tabla 9 Distribución de los AM según valoración de la calidad del
sueño. Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga
de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Calidad del sueño Frecuencia Porcentaje

Adecuada calidad 52 34,2

Mala calidad 100 65,8

Total 152 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La mala calidad del sueño (Puntajes >5) se presentó en


el 65,8% de los adultos mayores; mientras que el 34,2% de la población
presentó una adecuada calidad del sueño.

4.3.2. Componentes del cuestionario de Pittsburg

Las siguientes tablas incluyen únicamente a los AM que presentaron mala


calidad del sueño.

33
4.3.2.1. Calidad subjetiva del sueño

Tabla 10 Distribución de los AM que presentaron mala calidad del


sueño según calidad subjetiva del sueño. Hospitales Vicente Corral
Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Calidad subjetiva del


Frecuencia Porcentaje
sueño

Muy buena 30 30

Bastante Buena 20 20

Bastante mala 33 33

Muy mala 17 17

Total 100 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: En la población que presentó mala calidad del sueño, el


33% presentó una mala subjetividad del sueño, pero también se presentó
un 30% de la población que posee muy buena subjetividad.

34
4.3.2.2. Latencia del sueño

Tabla 11 Distribución de los AM que presentaron mala calidad del


sueño según latencia del sueño. Hospitales Vicente Corral Moscoso
y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Latencia del sueño Frecuencia Porcentaje

0 puntos 17 17

1 punto 32 32

2 puntos 27 27

3 puntos 24 24

Total 100 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La latencia del sueño fue valorada mediante las


preguntas 2 y 5a; se puede observar que la mayoría de la población
presentó una latencia mala (3 puntos) con el 27% (a mayor puntaje peor
latencia); se puede observar otros puntajes en la tabla 10.

35
4.3.2.3. Duración del sueño

Tabla 12 Distribución de los AM que presentaron mala calidad del


sueño según duración del sueño. Hospitales Vicente Corral Moscoso
y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Duración del sueño Frecuencia Porcentaje

Más de 7 horas 10 10

Entre 6 y 7 horas 33 33

Entre 5 y 6 horas 26 26

Menos de 5 horas 31 31

Total 100 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La duración del sueño no presento variaciones


porcentuales significativas, el 33% de los AM duermen entre 6 y 7 horas,
con un puntaje menor es decir el 31% la población que duerme menos de
5 horas, las demás duraciones del sueño presentaron porcentajes
menores.

36
4.3.2.4. Eficiencia habitual de sueño

Tabla 13 Distribución de los AM que presentaron mala calidad del


sueño según eficiencia habitual de sueño. Hospitales Vicente Corral
Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Eficiencia habitual de
Frecuencia Porcentaje
sueño

> 85% 22 22

75-84% 12 12

65-74% 19 19

< 65% 47 47

Total 100 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: En lo que hace referencia a la eficiencia habitual de


sueño en el 47% de los casos esta fue inadecuada con menos del 65% de
eficiencia sin embargo el segundo porcentaje más frecuente fue el de la
población con una alta eficiencia de sueño (eficiencia del sueño > 85%)
con 22 casos lo que representa el 22%.

37
4.3.2.5. Perturbaciones del sueño

Tabla 14 Distribución de los AM que presentaron mala calidad del


sueño según perturbaciones de sueño. Hospitales Vicente Corral
Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Perturbaciones del sueño Frecuencia Porcentaje

Ninguna vez en el último mes 3 3

Menos de una vez a la semana 28 28

Una o 2 veces a la semana 60 60

Tres o más veces a la semana 9 9

Total 100 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: Analizando las perturbaciones del sueño encontramos


que en el 60% de los casos que representa 60 pacientes la frecuencia de
estas perturbaciones es una o 2 veces a la semana, en el 28% de los
casos menos de una perturbación a la semana, mientras que el 3% de los
pacientes no presentó ninguna perturbación en el último mes y el 9% tres
o más veces a la semana.

38
4.3.2.6. Utilización de medicación para dormir

Tabla 15 Distribución de los AM que presentaron mala calidad del


sueño según utilización de medicación para dormir. Hospitales
Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de
Cuenca, 2015.

Utilización de medicación para dormir Frecuencia Porcentaje

Ninguna vez en el último mes 16 16

Menos de una vez a la semana 30 30

Una o 2 veces a la semana 34 34

Tres o más veces a la semana 20 20

Total 100 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La mayoría de la población es decir el 34% lo que


representa 34 pacientes ha utilizado una o 2 veces a la semana
medicación para dormir, mientras que el 30% ha hecho uso de
medicación menos de una vez a la semana; el 16% de los pacientes con
mala calidad del sueño no ha usado medicación.

39
4.3.2.7. Disfunción durante el día

Tabla 16 Distribución de los AM que presentaron mala calidad del


sueño según disfunción durante el día. Hospitales Vicente Corral
Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Disfunción durante el
Frecuencia Porcentaje
día

0 12 12

1 39 39

2 21 21

3 28 28

Total 100 100,0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: Este componente del cuestionario indica que a mayor


puntaje mayor disfunción durante el día, es así como el 39% de los
adultos mayores presentaron mediana disfunción (1 punto); mientras que
revisando la mayor disfunción durante el día se presentó en un 28%.

40
4.4. Comorbilidades

Se analiza la totalidad de la población, es decir los 152 adultos mayores.

Tabla 17 Distribución de 152 AM según presencia de comorbilidades.


Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la
Ciudad de Cuenca, 2015.

Comorbilidad Frecuencia Porcentaje

HTA 46 30,3

Diabetes 29 19,1

Cáncer 10 6,6

EPOC 10 6,6

Cardiopatía isquémica 7 4,6

ECV 4 2,6
Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La comorbilidad más frecuente de los pacientes fue la


HTA con el 30,3% de los casos, seguida de la Diabetes con el 19,1%;
también se identificaron otras patologías cuyas frecuencias se pueden
observar en la tabla 16. Se puede observar que en la sumatoria da como
total 106 casos esta situación se debe a que un paciente pudo presentar
más de una patología.

41
4.5. Asociación entre calidad del sueño y actividades básicas de la
vida diaria

Tabla 18 Distribución de los AM según asociación entre calidad del


sueño y ABVD. Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco
Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Ausencia de Incapacidad Incapacidad


incapacidad moderada severa
Calidad
N % N % N %

Adecuada
36 69,2 12 23,1 4 7,7
calidad

Mala
60 60 38 38 2 2
calidad
Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: Se puede observar que en la población con mala calidad


del sueño (100 pacientes) el 38% presentó incapacidad moderada y el 2%
incapacidad severa; analizando la asociación entre estas variables no se
encontró que la calidad del sueño y las actividades de la vida diaria
tuvieran significancia estadística (chi cuadrado y p sin significancia).

42
4.6. Relación entre las actividades de la vida diaria con la calidad del
sueño.

En las siguientes tablas se obtienen resultados que determinan como la


mala calidad del sueño se relaciona con cada una de las ABVD se usa
como categoría de comparación el nivel A (independiente en todas las
funciones); y como variable resultado las otras calificaciones del Índice (B,
C, D, E o F).

4.6.1 Independencia para todas las funciones excepto una (Categoría


B en el Índice de KATZ)

Tabla 19 Distribución de los adultos mayores según análisis del


riesgo para categoría B del Índice de Katz. Hospitales Vicente Corral
Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Categoría B Categoría A
Calidad
n % n %

Mala calidad 27 45 33 55

Adecuada calidad 16 44,4 20 55,6


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: Se analiza la influencia de la mala calidad del sueño en la


presentación de incapacidad categorizada como B en el índice de Katz
(Independiente en todas las funciones valoradas con excepción de una);
es así como en la población con mala calidad del sueño la afectación de
estas actividades es mayor con el 45% versus en 44,4% que se encontró
en la población con una adecuada calidad del sueño.

43
4.6.2 Independencia para todas las funciones excepto baño y otra
función adicional (Categoría C en el Índice de KATZ)

Tabla 20 Distribución de los adultos mayores según análisis del


riesgo para categoría C del Índice de Katz. Hospitales Vicente Corral
Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Categoría C Categoría A
Calidad
n % n %

Mala calidad 18 35,3 33 64,7

Adecuada calidad 8 28,6 20 71,4


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: En la población que presentó mala calidad del sueño en


35,3% también presentó incapacidad categoría C (según el Índice de
Katz) lo que indica que esta población es independiente en todas las
funciones con excepción de baño y otra función adicional; en la población
con una adecuada calidad del sueño este porcentaje fue menor con un
28,6%.

44
4.6.3. Independencia para todas las funciones excepto bañarse,
vestirse, uso del retrete y otra adicional y otra función adicional
(Categoría D en el Índice de KATZ)

Tabla 21 Distribución de los adultos mayores según análisis del


riesgo para categoría D del Índice de Katz. Hospitales Vicente Corral
Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Categoría D Categoría A
Calidad
n % n %

Mala calidad 20 37,7 33 62,3

Adecuada calidad 4 16,7 20 83,3


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: Se observa que en la población con mala calidad del


sueño la frecuencia de pacientes independientes para todas las funciones
excepto bañarse, vestirse, uso del retrete y otra función adicional
(Categoría D del índice de Katz) fue de un 37,7% mientras que en la
población con adecuada calidad del sueño únicamente un 16,7% de la
población presentó categoría D.

45
4.6.4. Independencia para todas las funciones excepto bañarse,
vestirse, uso del retrete, movilidad y otra función adicional
(Categoría E en el Índice de KATZ)

Tabla 22 Distribución de los adultos mayores según análisis del


riesgo para categoría E del Índice de Katz. Hospitales Vicente Corral
Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Categoría E Categoría A
Calidad
n % n %

Mala calidad 2 5,7 33 94,3

Adecuada calidad 4 16,7 20 83,3


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: En la población de AM con mala calidad del sueño la


frecuencia de categoría E fue de 5,7% mientras que fue más elevada en
los pacientes con adecuada calidad del sueño con el 16,7% sin embargo
estos resultados deberían tomarse cierta precaución pues la población
que hemos comparado es pequeña y no permitiría obtener conclusiones
adecuadas.

46
4.7. Valoración de la calidad del sueño según características
demográficas

4.7.1. Calidad del sueño según edad

Tabla 23 Relación entre la calidad del sueño y edad. Hospitales


Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de
Cuenca, 2015.

Mala calidad Calidad adecuada


Edad
N % n %

65-74 años 60 64,5 33 35,5

75-84 años 29 69,0 13 31,0

Mayor a 84 años 11 64,7 6 35,3


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: No se encontró que la edad se asocie con la calidad del


sueño (p >0,05), la mala calidad del sueño se presentó más
frecuentemente en los adultos mayores de 75-84 años con el 69%;
aunque en los demás grupos también se encontró elevadas frecuencias:
64,7% en la población mayor de 84 años y de 64,5% en la población de
65-74 años. Chi cuadrado 0,27 y valor de p=0,87.

47
4.7.2. Calidad del sueño según sexo

Tabla 24 Relación de la calidad del sueño y sexo. Hospitales Vicente


Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de Cuenca,
2015.

Mala calidad Calidad adecuada


Sexo
N % N %

Femenino 63 63,0 37 37,0

Masculino 37 71,2 15 28,8


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La mala calidad del sueño se presentó más


frecuentemente en el sexo masculino con el 71,2% de este grupo;
mientras que en el grupo femenino se presentó en el 63% de los casos; el
sexo no se asoció estadísticamente con la calidad del sueño (p>0,05) con
un valor de chi cuadrado de 1,01.

48
4.7.3. Calidad del sueño según estado civil

Tabla 25 Relación de la calidad del sueño y estado civil. Hospitales


Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la Ciudad de
Cuenca, 2015.

Mala calidad Calidad adecuada


Estado civil
N % N %

Casado 40 64,5 22 35,5

Divorciado 9 56,3 7 43,8

Separado 8 66,7 4 33,3

Soltero 3 60 2 40

Unión libre 5 83,3 1 16,7

Viudo 35 68,6 16 31,4


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La mayor prevalencia de mala calidad del sueño en la


población que se hallaba en Unión libre fue la más alta encontrada con un
83,3%; mientras que los pacientes divorciados presentaron la menor
frecuencia de mala calidad del sueño con el 60%; el estado civil no se
asoció con la calidad del sueño. En números absolutos los casados
representaron la mayor cantidad de pacientes con mala calidad con 40
casos seguidos en segundo lugar de los viudos con 35 casos, la
asociación revelo un chi cuadrado de 1,77 y p=0,88.

49
4.7.4. Calidad del sueño según procedencia

Tabla 26 Distribución de los AM según calidad del sueño y


procedencia. Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco
Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Mala calidad Calidad adecuada


Procedencia
n % N %

Rural 32 66,7 16 33,3

Urbana 68 65,4 36 34,6


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La mala calidad del sueño afecta por igual a la población


AM en relación a la procedencia. En la población de procedencia rural la
frecuencia de mala calidad del sueño se ubicó en 66,7% mientras que en
la población con una adecuada calidad del sueño se ubicó en 65,4%; la
procedencia no se asoció con la calidad del sueño, no se demostró
asociación estadística entre las variables con chi cuadrado de 0,024 y
p=0,87.

50
4.7.5. Calidad del sueño según residencia

Tabla 27 Distribución de los AM según calidad del sueño y


residencia. Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco
Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Mala calidad Calidad adecuada


Residencia
N % n %

Rural 22 84,6 4 15,4

Urbana 78 61,9 48 38,1


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La mala calidad del sueño fue más frecuente en la


población que reside en el sector rural con el 84,6% mientras que en la
población que residían en el área urbana la frecuencia de la mala calidad
del sueño fue de un 61,9%; encontrándose una asociación
estadísticamente significativa entre la residencia y la calidad del sueño
con un valor de chi cuadrado de 4,9 y valor de p=0,026.

51
4.8. Calidad del sueño según comorbilidades

Tabla 28 Distribución de los AM según calidad del sueño y


comorbilidades. Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco
Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Mala calidad Calidad adecuada


Comorbilidad
n % n %

HTA

Si 30 65,2 16 34,8

No 70 66 36 34

DIABETES

Si 18 62,1 11 37,9

No 82 66,7 41 33,3

CÁNCER

Si 9 90 1 10

No 91 64,1 51 35,9

EPOC

Si 6 60 4 40

No 94 66,2 48 33,8

CARDIOPATÍA ISQUÉMICA

Si 5 71,4 2 28,6

No 95 65,5 50 34,5

ECV

Si 4 100 0 0

No 96 64,9 52 35,1
Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

52
Interpretación: Analizando la distribución de la mala calidad del sueño
según las patologías de los pacientes encontramos que fue mayor en los
pacientes con ECV con el 100% de los casos, también fue elevada en la
población que padece de cáncer con el 90% de los casos; analizando la
asociación entre las comorbilidades y la calidad del sueño: ninguna
comorbilidad resultó asociarse estadísticamente (p >0,05).

4.9. Valoración de la dependencia funcional según características


demográficas

4.9.1. Dependencia funcional según edad

Tabla 29 Relación de la dependencia funcional con la edad.


Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la
Ciudad de Cuenca, 2015.

Sin incapacidad Inc. Moderada Inc. Severa


Edad
n % n % n %

65-74 años 58 62,4 33 35,5 2,0 2,2

75-84 años 29 69,0 10 23,8 3,0 7,1

Mayor a 84 años 9 52,9 7 41,2 1 5,9


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: Se encontró que el grupo de edad más afectado por


incapacidad severa y moderada fue el de 75-84 años con el 7,1% y 3%
respectivamente; la edad no se asoció con la presentación de
dependencia funcional, estadísticamente no se halló asociación
significativa entre estas variables.

53
4.9.2. Dependencia funcional según sexo

Tabla 30 Relación de la dependencia funcional con el sexo.


Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la
Ciudad de Cuenca, 2015.

Sin incapacidad Inc. Moderada Inc. Severa


Sexo
n % N % N %

Femenino 63 63,0 33 33,0 4,0 4,0

Masculino 33 63,5 17 32,7 2,0 3,8


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: Tanto los niveles de incapacidad moderada como de


incapacidad severa fueron más frecuentes en la población femenina; el
sexo no se asoció con la presentación de dependencia funcional, no se
encontró asociación estadísticamente significativa.

54
4.9.3. Dependencia funcional según estado civil

Tabla 31 Relación de la dependencia funcional con estado civil.


Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la
Ciudad de Cuenca, 2015.

Sin incapacidad Inc. Moderada Inc. Severa


Estado civil
n % N % N %

Casado 38 61,3 23 37,1 1,0 1,6

Divorciado 8 50,0 8 50,0 0,0 0,0

Separado 9 75 2 16,7 1 8,3

Soltero 4 80 1 20 0 0

Unión libre 4 66,7 2 33,3 0 0

Viudo 33 64,7 14 27,5 4 7,8


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: El nivel de incapacidad moderada fue más frecuente en la


población de adultos mayores divorciados con el 50%; pero la
incapacidad severa fue más frecuente en la población separada de sus
parejas con el 8,3%; el estado civil tampoco se asoció con la presentación
de incapacidad funcional, no se encontró asociación estadísticamente
significativa.

55
4.9.4. Dependencia funcional según procedencia

Tabla 32 Relación de la dependencia funcional con procedencia.


Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la
Ciudad de Cuenca, 2015.

Sin incapacidad Inc. Moderada Inc. Severa


Procedencia
N % N % N %

Rural 30 62,5 18 37,5 0,0 0,0

Urbana 66 63,5 32 30,8 6,0 5,8


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La frecuencia de incapacidad moderada fue mayor en la


población rural con el 37,5% mientras que la incapacidad severa se
presentó en el 5,8% de los pacientes residentes en el área urbana. La
procedencia no se asoció con la procedencia, no se encontró asociación
estadísticamente significativa.

56
4.9.5. Dependencia funcional según residencia

Tabla 33 Relación de la dependencia funcional con residencia.


Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la
Ciudad de Cuenca, 2015.

Sin incapacidad Inc. Moderada Inc. Severa


Residencia
n % N % N %

Rural 16 61,5 10 38,5 0,0 0,0

Urbana 80 63,5 40 31,7 6,0 4,8


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: Al igual que en el caso de la procedencia: la incapacidad


moderada fue mayor en los pacientes con residencia en el área rural
mientras que le incapacidad severa se presentó únicamente en el área
urbana. No se encontró asociación estadísticamente significativa entre
estas variables.

57
4.9.6. Dependencia funcional según nivel de instrucción

Tabla 34 Relación de la dependencia funcional con nivel de


instrucción. Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco
Arteaga de la Ciudad de Cuenca, 2015.

Sin incapacidad Inc. Moderada Inc. Severa


Instrucción
n % N % N %

Ninguna 2 50,0 1 25,0 1,0 25,0

Primaria 58 63,0 29 31,5 5,0 5,4

Secundaria 26 65 14 35 0 0

Superior 10 62,5 6 37,5 0 0


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

Interpretación: La incapacidad moderada fue mayor en la población con


un nivel de instrucción superior mientras que la incapacidad severa se
presentó en un 25% en la población sin instrucción formal. El nivel de
instrucción no se asoció con la incapacidad.

58
4.10. Dependencia funcional según comorbilidad

Tabla 35 Relación de la dependencia funcional con comorbilidades.


Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga de la
Ciudad de Cuenca, 2015.

Sin incapacidad Inc. Moderada Inc. Severa


Comorbilidad
n % n % n %

HTA

Si 29 63 15 32,6 2 4,3

No 67 63,2 35 33 4 3,8

DIABETES

Si 15 51,7 14 48,3 0 0

No 81 65,9 36 29,3 6 4,9

CÁNCER

Si 6 60 3 30 1 10

No 90 63,4 47 33,1 5 3,5

EPOC

Si 7 70 3 30 0 0

No 89 62,7 47 33,1 6 4,2

CARDIOPATÍA ISQUÉMICA

Si 2 28,6 4 57,1 1 14,3

No 94 64,8 46 31,7 5 3,4

ECV

Si 3 75 1 25 0 0

No 93 62,8 49 33,1 6 4,1


Fuente: base de datos de la investigación
Elaborado por:: Delgado M, Martínez A.

59
Interpretación: Revisando la incapacidad moderada y la incapacidad
severa ésta se presentó mayormente en los adultos mayores con
cardiopatía isquémica con el 57,1%; y 14,3% respectivamente; la
incapacidad severa también fue frecuente en el grupo de pacientes con
cáncer con el 10%; estadísticamente ninguna comorbilidad se asoció con
la incapacidad.

60
4.11. DISCUSIÓN

En la presente investigación se analizó una población de 152 adultos


mayores de los Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco
Arteaga en la Ciudad de Cuenca; esta población presentó una media de
edad de 74,20 años ± 7,28 años, y con una distribución según sexo a
favor de las mujeres con el 65,8%; en lo que respecta a la edad según
datos del INEC (2012) se estimó que la esperanza de vida se encuentra
en 77,8 años para el sexo femenino y 72,2 años para el sexo masculino;
además de encontrar que a nivel nacional la distribución según sexo
también es a favor del sexo femenino con un 52,61% mientras que el
sexo masculino abarca el 47,38% de la totalidad de adultos mayores; por
lo que se concluye que los parámetros esperados se cumplieron en
cuanto a nuestra población de adultos mayores.

Dentro de las principales características sociales de los adultos mayores


encontramos que la mayoría de ellos es decir el 40,8% fueron casados y
el 3,3% solteros siendo estos los estados civiles más llamativos,
procedentes y residentes mayormente en el área urbana de la ciudad; y el
60,5% de esta población con un nivel de instrucción primaria; es
importante definir el grupo de estudio en base a estas características pues
es el entorno familiar, de pareja y social en donde el adulto mayor se
desenvuelve.

La valoración de las Actividades básicas de la vida diaria (ABVD)


mediante el uso del Índice de KATZ, encontramos que la prevalencia de
incapacidad fue de 36,8% (Tabla 5); con una distribución según gravedad
con el 3,9% incapacidad severa y 32,9% incapacidad moderada; de esto
resulta que el 63,2% de los adultos mayores no poseen incapacidad
alguna en las ABVD; revisando estudios similares encontramos que en
México se ha determinado que la incapacidad funcional es un problema
que aqueja a los adultos mayores en distinta frecuencia, es así como en
61
ese país el 27,1% de adultos mayores presentaron incapacidad leve y un
15,6% incapacidad significativo o severo (Soberanes et al, 2009); en
comparación con este estudio se observa que si bien es cierto los
porcentajes son menores en nuestra población es evidente que si
transformamos a proporción al menos 1 de cada 3 adultos mayores en
nuestra población presenta algún grado de incapacidad.

También a nivel internacional, se encontraron que las frecuencias de


incapacidad varían dentro de un rango que va desde un 15,9% hasta
alcanzar un 27,1% (Espejo, 1997); a nivel nacional Avendaño (2006)
encontró una prevalencia de dependencia del 29,8% lo que indica la gran
variabilidad de este factor dependiendo de la población, Fernández (2010)
estimó en proporción que al menos 1 de cada 4 adultos mayores poseerá
algún grado de dependencia funcional; comprando estos datos con
nuestra población de estudio es evidente que se halla entre los rangos
estimados.

Zavaleta (2011) tras la valoración de 232 adultos mayores encontró que el


65% de la población es independiente; un rango muy parecido al
encontrado en nuestra población lo que indica que la distribución de
dependencia en nuestros adultos mayores no varía significativamente de
lo establecido en otros estudios que abordan el tema; más bien se van
definiendo frecuencias ya establecidas y la de nuestra población cuadra
dentro del rango mencionado. Este autor también cita que en la mayoría
de la población se estimaría encontrar una frecuencia de 10% de
incapacidad parcial y un 10,6% de incapacidad total; lo que indica que
dependiendo de la población que estudiemos las frecuencias de
incapacidad varían.

Rodríguez y cols. (2014) mencionan que en la actualidad las


investigaciones señalan las limitaciones para desarrollar las ABVD y los
impedimentos físicos tienen un impacto considerable en el nivel de
dependencia; perjudicando la calidad de vida, en su estudio mencionan
que la edad es un factor determinante de dependencia funcional con un
valor de p=0,03; esta asociación no se logró determinar en nuestra
62
población siendo mayor en la población de entre 75 y 84 años en los
casos de incapacidad severa y también de incapacidad moderada.

Bejines y cols. (2015) menciona que la capacidad funcional es un


indicador de la salud de los adultos mayores, y tras analizar una muestra
de 111 adultos mayores con una media de edad de 81 años encontraron
que el 27,9% presentó independencia, el 28,8% dependencia leve; 14, 4%
dependencia moderada; 18% dependencia severa; sin encontrar
asociación estadísticamente significativa con las variables sexo;
concluyendo que la dependencia funcional alcanza hasta un 72,1% de los
adultos mayores; al respecto de nuestra población se puede observar que
la dependencia es menor a la reportada por este estudio.

Manrique y cols. (2011) establecieron tras evaluar una población de 1430


adultos mayores que la prevalencia de dependencia funcional se
incrementa con la edad 25,2% entre los 70-79 años; 38,3% de 80 a 90
años y 52% en la población con más de 90 años; con una diferencia de
incapacidad funcional según edad estadísticamente significativa
(p=0,001); en nuestra población también se vi esta tendencia pues la
incapacidad moderada aumenta conforme lo hace la edad; no así la
incapacidad severa que posee la mayor frecuencia en el grupo de 75-84
años.

Tras analizar los 7 ítems del Cuestionario de Pittsburg en nuestra


población se determinó que la mala calidad del sueño se presenta con
una frecuencia de 65,8% (tomando como punto de corte mayor a 5 puntos
en la baremaciòn del cuestionario); es decir en proporción al menos 2 de
cada 3 adultos mayores no posee una adecuada calidad del sueño en
nuestra población; los adultos mayores necesitan dormir una cantidad de
tiempo adecuada para cumplir con las funciones de éste; sin embargo
esta situación no sucede pues el sueño en muchos de los casos es
interrumpido o no cumple con su función reparadora (Allen et al, 2012).

La prevalencia de la mala calidad del sueño es variable, en un estudio en


el año 2011 se determinó que varía entre un 44% y un 56% siendo mayor

63
en las personas que se hallan hospitalizadas (Gómez, 2011). En Perú
Tello y cols. (2009) en un estudio con 73 adultos mayores encontraron
que el 74% de esta población presentaba mala calidad del sueño, el
análisis de los componentes mostró una auto percepción de calidad del
sueño bastante mala y muy mala en el 9,6% (7 personas), una latencia
del sueño prolongada en el 20,2% de los participantes (14 personas), una
duración total del sueño considerada como bastante mala y muy mala en
el 24,7% (18 personas) y un 52,1% (38 personas) tuvo una eficiencia
subjetiva de sueño menor al 85%.

En comparación con el estudio citado encontramos similitudes, la


prevalencia de mala calidad del sueño es elevada; además en nuestra
población también se vio una latencia del sueño elevada (Tabla 7); donde
el 15,8% de los adulos mayores tuvieron una latencia bien prolongada;
también en lo que hace referencia a la duración del sueño (Tabla 8) el
20,4% de los adultos mayores dormían menos de 5 horas al día; también
en la eficiencia del sueño (Tabla 9) únicamente el 37,5% de nuestros
adultos mayores posee una eficiencia del sueño > 85%; coincidiendo con
el estudio citado; esto nos muestra que la prevalencia de mala calidad del
sueño es elevada y además que los componentes de esta valoración
presentan similitudes.

Cortes y cols. en el año 2011 determinaron que en la mayoría de los


casos la calidad del sueño en los adultos mayores es mala, siendo uno de
los principales indicadores es la cantidad de horas que descansan, pues
al menos un 41% de los adultos mayores dormía menos de 6 horas; en
nuestra población el porcentaje se parece pues el 17,8% dormía entre 5-6
horas y un 20,4% menos de 5 horas al día.

Varela y cols. evaluaron la higiene del sueño mediante una escala


modificada en adultos mayores: el Índice de Higiene del Sueño
modificado para Adultos Mayores (IHS-AM) mencionando la prevalencia
de mala calidad del sueño es de 63,8 %; este porcentaje encontrado por
estos autores es muy similar al que hemos determinado en los adultos

64
mayores de nuestro estudio; esto nos indica que la prevalencia en general
de mala calidad del sueño es elevada en los adultos mayores.

Durán y cols. (2014) determinaron tras llevar a cabo un estudio en Chile


que la media de edad se ubicó en 70,7 años; siendo estadísticamente
significativas las siguientes variables: edad y actividad física al momento
de analizar con la cantidad de horas de sueño; como promedio los adultos
mayores reportaron que duermen entre 7 y 8,5 horas; reportando también
que la calidad del sueño podría influir de manera directa en la calidad de
vida de los adultos mayores; en nuestra población el 42,8% de los adultos
mayores dormía entre 6 y 7 horas; es decir un rango menor a la media
establecida por el estudio chileno; aunque la variación es pequeña.

Analizando la asociación entre la calidad del sueño y su impacto en las


actividades básicas de la vida diaria se encontró que en la población con
mala calidad del sueño únicamente la incapacidad moderada fue más
frecuente con el 38%; en lo que respecta a la población con incapacidad
severa el 7,7% fue de la población con adecuada calidad del sueño.

65
4.12. CONCLUSIONES

• La valoración con el Índice De Katz determinó que la prevalencia


de incapacidad moderada fue del 32,9%; incapacidad severa 3,9%
y el 63,2% de los adultos mayores fueron totalmente
independientes.

• La prevalencia de mala calidad del sueño se ubicó en 65,8%.

• La frecuencia de los componentes del Cuestionario de Pittsburg en


la población con mala calidad del sueño fue la siguiente: calidad
subjetiva del sueño inadecuada 17%; latencia prolongada del
sueño 24%; duración del sueño menos de 5 horas 31%; eficiencia
del sueño menor a 65%: 47%; perturbaciones del sueño 3 o más
veces a la semana 9%; utilización de medicamentos para dormir al
menos tres veces o más a la semana 20% y disfunción importante
durante el día 28%.

• La comorbilidad más frecuente fue la HTA con el 30,3% y aunque


la mala calidad del sueño, siendo la incapacidad funcional mayor
en la población que presentó comorbilidades.

• Según niveles de incapacidad éstos no se asociaron con ninguna


variable demográfica.

66
4.13. RECOMENDACIONES

• Las herramientas utilizadas en este estudio como el Índice de Katz


y el Cuestionario de Pittsburg se recomiendan en nuestro medio.

• Continuar y plantear nuevas investigaciones sobre el tema del


sueño y la afectación en otras esferas del adulto mayor.

• Los pacientes con una mala calidad del sueño deben ser valorados
a un nivel especializado en la búsqueda de sus desencadenantes
para corregir la mala calidad del sueño y aunque no se haya
demostrado estadísticamente que se asocie con las actividades
básicas de la vida diaria en la práctica es evidente que su impacto
está presente en nuestra población.

• El cuidado del adulto mayor implica también las valoraciones de


screening, por lo que recomienda evaluar regularmente la calidad
del sueño y la incapacidad en nuestra población.

• Una adecuada calidad del sueño y la independencia en la


realización de las actividades de la vida diaria del adulto mayor es
responsabilidad no solo de las instituciones de salud, sino de la
colectividad y familiares que en conjunto se evalúa y se mejora la
salud de esta población.

67
CAPÍTULO V

5. MARCO ADMINISTRATIVO

5.1. Viabilidad o factibilidad del problema de investigación

El problema que hemos planteado fue susceptible de ser evaluado


tomando en cuenta los recursos de tiempo, disponibilidad y acceso a la
información, el grado de dificultad y el financiamiento con que se contó
como se muestra a continuación.

5.1.1. Recursos

ACTIVIDAD Y COSTO FINANCIAMIENTO


MATERIALES
• Asesorías • $ 500 • Investigadoras

• Movilidad local y de • $ 100 • Investigadoras


campo

• Material de consumo: • $ 100 • Investigadoras


Papel, equipos de
computació • $ 100 • Investigadoras
• Materiales de oficina.

• $ 800 • Investigadoras
• Otros servicios de
terceros
TOTAL $ 1600 Investigadoras

5.1.2. Talentos humanos

Los datos fueron recolectados por las Dras. Monserrath Delgado y la Dra.
Andrea Martínez, médicos egresadas del Postgrado de geriatría Cínica de
la universidad Central del Ecuador; con la participación del personal de
salud de los Hospitales Vicente Corral Moscoso y José Carrasco Arteaga
de la Ciudad de Cuenca.
68
5.2. Cronograma

Tiempo en meses
ACTIVIDADES
Nov. Dic. Enero Febrero Febrero Febrero

Elaboración del proyecto

Socialización y aprobación del


proyecto

Recolección de datos

Análisis de datos

Elaboración del informe final

69
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f

76
ANEXOS

77
ANEXO A CONSENTIMIENTO INFORMADO

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

POSGRADO DE GERIATRÍA

-CONSENTIMIENTO INFORMADO-

Nosotras Dra. Monserrath Delgado y Dra. Andrea Martínez estudiantes de


Geriatría de la Universidad Central del Ecuador nos encontramos
realizando un estudio sobre la “EFECTOS DE LA MALA CALIDAD DEL
SUEÑO EN EL CUMPLIMIENTO DE LAS ACTIVIDADES BÁSICAS DE
LA VIDA DIARIA EN LA POBLACIÓN ADULTA MAYOR. HOSPITALES
JOSÉ CARRASCO ARTEAGA Y VICENTE CORRAL MOSCOSO
DURANTE NOVIEMBRE DE 2014-FEBRERO 2015.” Por tal motivo le
realizaré una valoración mediante un cuestionario durante esta consulta
médica. Tomará aproximadamente 35 minutos el contestar, además se
tomarán algunos datos de filiación como nombre, edad, sexo, residencia,
y se le solicita que nos colabore llenado unos formularios con sus datos
sobre el sueño y sobre sus actividades diarias. Toda la información no
tiene costo alguno para usted. El beneficio que obtendrá es saber si la
mala calidad del sueño está afectando en la realización de las actividades
de su vida diaria; la finalidad de buscar una estrategia para la solución del
problema.

Las Dras., autoras de este trabajo de investigación me han explicado


todas las preguntas de la encuesta y ha dado respuesta a todas las
preguntas que he realizado, habiendo entendido el objetivo del trabajo
libremente sin ninguna presión autorizo la inclusión de mi persona en
este estudio sabiendo que los datos obtenidos, así como mi identidad
representada se mantendrán en confidencialidad y los resultados serán
utilizados únicamente para la realización de este estudio.

Firma……………………………

CI…………………………………………………………..

78
ANEXO B FORMULARIO DE RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

POSGRADO DE GERIATRÍA

-FORMULARIO DE RECOLECCIÓN DE DATOS-

Formulario #__________
Fecha____________________

¿Cuantos años cumplidos tiene Ud?_________________

Sexo Masculino ( )

Femenino ( )

Estado civil Soltero ( )

Casado ( )

Viudo ( )

Divorciado ( )

Unión de hecho ( )

Procedencia Urbana ( )

Rural ( )

Residencia Urbana ( )

Rural ( )

Nivel de instrucción Ninguna ( )

Primaria ( )
79
Secundaria ( )

Superior ( )

¿Ud ha sido diagnosticado de alguna de las siguientes


enfermedades?

HTA ( )

Diabetes ( )

Cáncer ( )

EPOC ( )

Cardiopatía isquémica ( )

ECV ( )

Artrosis ( )

Otra ( ) Indique _________________

80
ANEXO C ESCALA DE CALIDAD DEL SUEÑO DE PITTSBURG Y
MANUAL PARA LA VALORACIÓN DE LAS RESPUESTAS

81
82
83
84
85
86
87
ANEXO D ÍNDICE DE KATZ

88
HOJA DE VIDA
INFORMACIÓN PERSONA

Apellidos: Delgado Noboa Luisa Monserrath

Fecha de nacimiento: 29 de mayo del 1978

Lugar de nacimiento: Cuenca – Ecuador

Cédula: 0103599403

Estado civil: Soltera

Teléfonos: 074090335 / 0984175667

e-mail: mon.se29@hotmail.com

Dirección: Alonso Damaso 2=100.

EDUCACIÓN

Primaria: Escuela “Sagrados Corazones” Cuenca

Secundaria: Colegio “Maria Auxiliadora” Cuenca.

Superior

Universidad Estatal de Cuenca. Facultad de Ciencias Médicas.

Universidad Central del Ecuador. Postgrado en Geriatría Clínica

TÍTULOS OBTENIDOS

Médico General, otorgado por la Universidad Estatal de Cuenca. Agosto 2003. Universidad

categoría A

Egresada de la Especialización en Geriatría Clínica. Universidad Central del Ecuador. Tesis en

curso. Universidad Categoría A

EXPERIENCIA PROFESIONAL

Ministerio de Salud Pública

ABRIL 2013 HASTA LA ACTUALIDAD: Médico Devengante de Beca Hospital Regional


Vicente Corral Moscoso Cuenca.

89
HOJA DE VIDA

INFORMACIÓN PERSONA
Apellidos: Martínez Sotomayor Andrea Alexandra
Fecha de nacimiento: 24 de mayo del 1979
Lugar de nacimiento: Cuenca – Ecuador
Cédula: 0102650454
Estado civil: Casada
Teléfonos: 0995300002
e-mail: andremarsotomayor@yahoo.com
Dirección: Ucubamba

EDUCACIÓN
Primaria: Escuela “Rosa de Jesús Cordero” Cuenca
Secundaria: Colegio “Rosa de Jesús Cordero” Cuenca.
Superior
Universidad Estatal de Cuenca. Facultad de Ciencias Médicas.
Universidad Central del Ecuador. Postgrado en Geriatría Clínica

TÍTULOS OBTENIDOS
Médico General, otorgado por la Universidad Estatal de Cuenca. Agosto 2004.
Universidad categoría A
Egresada de la Especialización en Geriatría Clínica. Universidad Central del
Ecuador. Tesis en curso. Universidad Categoría A

EXPERIENCIA PROFESIONAL
Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social
FEBRERO 2013 FEBRERO 2015: Médico Devengante de Beca Hospital José
Carrasco Arteaga Cuenca.

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