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POR:QANCHIRUNA

LIC. ALEJANDRINO HALIRE CCAHUANA

Quechua, es el idioma de la Gran Civilización Inca, que en la actualidad se sigue usando


en casi la totalidad del territorio de América del Sur: Perú, Chile, Argentina, Bolivia,
Ecuador y Colombia. Ahora surgen interrogantes: ¿Cuándo? ¿Dónde surge este idioma?
¿Cómo se extiende al territorio del Tawantinsuyo? Contestaremos a estas preguntas con
la información que tenemos hasta el momento.

¿Cuándo y dónde surge el idioma quechua en el Perú?


Este idioma llega a Latinoamérica, con la inmigración de la etnia asiática de Polinesia;
este grupo asiático se posesiona en el nor - central del Perú, específicamente entre los
valles costeños y andinos, ubicados entre los ríos Chancay, Callejón de Huaylas,
Marañón, Huallaga y el valle de Supe, territorio de la primera civilización del Perú y
América. La ciudad de Caral se encuentra en el valle de Supe, Lima. La investigadora
Ruth Shad, después de realizar excavaciones en la ciudad de Caral nos informa de
que, laCivilización Caral se desarrolló en los Andes en el período denominado Arcaico
Tardío, y en la cronología de Guman Poma de Ayala sería en el Periodo de los
Paqarimuq Runas, entre los 3000 y 1800 a.C. Esta afirmación confirma el arqueólogo
estadounidense Richard Schaedel y su colega Paul Cosok. También el arqueólogo
francés Frederic Engel.

El lingüista Alfredo Torero, quien hizo investigaciones sobre la toponimia en el valle de


Supe, nos confirma del idioma quechua arcaica, surge en los valles de Supe y
Pativilca. Ruth Shady también identifica nombres quechuas del lugar en sus
investigaciones como: Caral, Miraya, Lurihuasi eran lenguajes de los habitantes cercanos
a Caral; en cambio los otros arqueólogos descubren el complejo arqueológico, con el
nombre de Chupacigarro Grande, Chupacigarro Chico y del Oeste. Chupacigarro es un
nombre español de un ave del lugar.

¿Cómo se extiende el idioma a las demás regiones del Perú?


Este proto - quechua se expande desde el territorio de la Ciiviliación Caral al territorio del
Tawantinsuyo, mediante los hijos de los habitantes de Caral, que se convierten en
patriarcas de las diferentes etnias quechuas, como de Chavín, Moche, Lima, Nazca, Wari
y en la región del Cusco los K’anas, Chunpiwillkas, Qanchis, Ayarmakas y otros. A la
región del Cusco llega por el territorio de Yauri, Chunpiwillkas y Qanchis; que en la
actualidad es la provincia de Espinar, Chumbivilcas y Canchis.

Los primeros habitantes quechuas en el valle de Huatanay se posesionaron a la falda del


cerro de Arahuay, posteriormente surge el grupo humano de Aqhamama, y posesionan en
el lugar donde está ubicada la ciudad del Cusco, de esa forma nace la etnia o tribu de los
Ayarmacas. Con la toma de Aqhamama por la etnia de Ayar – Manco, que es la etnia
Qheswa o Quechua; el idioma quechua inicia su desarrollo gramatical en armonía con la
fonética del “Runa Simi”, que quiere decir el lenguaje de la humanidad, por eso es
onomatopéyico. Manko Qhapaq, el primer inca del Tawantinsuyo, se ha preocupado por la
oficialización del idioma quechua, desde el principio, porque era una necesidad, para
comunicarse con los habitantes conquistados, y de ahí surge los maestros que
enseñaban este idioma del inca, para que sus ordenanzas o leyes sea entendidas en todo
el territorio inca y tenga un buen gobierno. Esta es una de las razones porque el quechua
del inca es más desarrollado y sea distinta. Ellos usaban las cinco vocales en su
lenguaje; la llamamos Runa Simi, Inka simi, el quechua pentavocálica, que es muy distinto
a la trivocálicas.

¿Cuáles son las características del Runa Simi o el Quechua?

Todo idioma tiene sus propias características y el idioma quechua también tiene y las
siguientes:

1. ONOMATOPÉYECO
Los fonemas quechuas nacen de los ruidos naturales, estos sonidos las escuchamos en
los diferentes fenómenos en la naturaleza, sonidos del viento, trinar de las aves como:
a. KHASAY = ERUCTAR, viene del sonido “KHA”
b. PHAQCHA = CATARATA, del sonido “PHAQ”
c. CH’AQLAY = LAPO, BOFETADA, del sonido producido por el lapo “CH’AQ”

2. POLISINTÉTICO O AGLUTINANTE
Se dice así, porque a base de una palabra raíz o lexema nacen otras palabras,
aumentando un morfema o sufijos; estos agregados modifican el significado de la palabra,
como en los casos siguientes:
a. WASI + Y = wasiy = mi casa
b. WASI + YKI = wasiyki = tu casa
c. WASI + N + MANTA = desde su casa

3. POLISÉMICO
Porque en este idioma una palabra tiene varios significados. Ejemplo:
a. CHAKA = pierna, o puente
b. ORQO = cerro, o animal macho
c. MOQO = rodilla, o morro

4. AFECTIVO
Es un idioma expresivo, manifiesta afecto, aprecio y confianza. Ejemplo:
a. URPICHA, SONQOCHA, T’IKAUYACHA = palomina, corazoncito, carita de flor.
b. YANA ÑAWICHA, SONQO SUWACHA = ojitos negros, roba corazoncito.

5. ENFÁTICO
El quechua es enérgico, cuando se trata de negar, advertir y llamar atención.
a. UPALLAY = ¡Cállate!
b. SAYARIY = ¡Levántate!
c. NAN HINACHU = ¡No es así!

ASOCIACION DE INVESTIGADORES EN LA LENGUA QUECHUA

Origen y expansión del quechua

I. La hipótesis del origen serrano

Es la versión más difundida, y la que atribuye al Cuzco el origen de la lengua quechua y a


las conquistas incaicas su difusión. A medida que los incas afianzaban su poder
conquistando a los pueblos, se imponía el aprendizaje obligatorio de la lengua del Cuzco.
La llegada de los españoles habría interrumpido el proceso de homogeneización
lingüística, lo que trajo como consecuencia que las lenguas particulares cobraran auge
nuevamente; por otra parte, y como otra consecuencia de la llegada de los españoles, se
incrementó el proceso de diferenciación dialectal.

Según esta versión, los dialectos modernos del quechua serían manifestaciones
evolucionadas de la lengua impuesta por los incas, particularmente de la variante
cuzqueña. Pero ¿hasta qué punto es sostenible esto?

Cerrón Palomino (2003) señala varias razones por las cuales esta versión es discutible:

En primer lugar, la hipótesis del origen cuzqueño se sustenta únicamente en una versión
elaborada por los estudiosos del quechua del siglo XVII en adelante. Sin embargo, gracias
a los aportes de la historiografía, hoy se afirma que los cuzqueños hablaban otra lengua.
Pero como el Cuzco gozaba del prestigio de ser la capital del imperio a la llegada de los
españoles, pronto cobró fuerza y aceptación la idea de que el Cuzco fue cuna no sólo del
imperio sino también del quechua. Por otra parte, gracias a los estudios contemporáneos
de dialectología, la filiación de las variedades modernas a un tronco cuzqueño no hallan
mayor asidero, como lo demuestran las variedades del grupo QI.

Otra de las razones por las cuales esta hipótesis es discutible es el hecho de que la
implantación del cuzqueño no ha supuesto la erradicación total de las variedades
lingüísticas habladas en los Andes centro-norteño peruanos. Esto se relaciona con la
reciente extinción de lenguas como la sec, muchi, o culli, y con la supervivencia, en tales
regiones, de variedades tales como la jacaru y la cauqui.

En realidad, el cuzqueño no sustituyó a ninguna lengua de los Andes centro-norteño


peruanos. Lo que sucedió es que los conquistadores incas encontraron a su paso por
dichas áreas las versiones antiguas de los mismos dialectos del quechua huáihuash y
yúngay hablados en la actualidad. Cerrón afirma, entonces, que tales hablas eran el
producto de una expansión preincaica y que a lo sumo la variedad difundida por los incas
se habría superpuesto sobre aquéllas a manera de dialecto de superestrato.

Por otra parte, allí donde los incas impusieron el quechua, fácil es advertir que las
diferencias entre el cuzqueño moderno y otras variedades, como el boliviano, son
relativamente superficiales. Por otra parte, si los dialectos huáihuash por un lado y el
boliviano por el otro son el resultado de la expansión incaica, ¿cómo se explica que los
dialectos del huáihuash sean tan diferentes del cuzqueño y el boliviano muy similar a éste,
siendo como se pretende, todos descendientes de un mismo antecesor? Resulta más
lógico suponer que los dialectos centro- peruanos y el boliviano no pueden haber derivado
de un mismo tronco. Debe concluirse, forzosamente, que los dialectos centrales y
norteños del Perú ya existían en sus territorios actuales a la llegada de los incas. El grado
de divergencia que muestran las variedades de QI no pueden explicarse a partir de un
origen cuzqueño.
Otro argumento que señala Cerrón Palomino es el alto grado de fragmentación de los
dialectos de QI frente a la relativa homogeneidad de las variedades del QII B y C. La
distribución homogénea de una variedad es producto de una expansión reciente, al par
que su heterogeneidad corresponde a una difusión mucho más antigua.

Cerrón señala una hipótesis de difusión preincaica. La expansión del quechua no solo se
debió a la conquista incaica y a la difusión española. La mayor parte de las lenguas del la
sierra del Perú se usaban bajo el gobierno de los incas, además de la quechua oficial
cuzqueña, a manera de dialectos locales. Para Cerrón, la difusión del quechua por los
incas en los extremos del imperio (Ecuador y NOA) es debatible, pero la distribución
preincaica de los dialectos centro-norteño peruanos es evidente.

II. La hipótesis del origen costeño

Según esta versión, el quechua se habría originado en la costa peruana, más


precisamente en la localidad costeña de Chincha, al sur de Lima.

Para Cerrón Palomino, esta versión encuentra cierto asidero científico en los trabajos de
Parker y Torero en la década del ’60 y ’70. Si bien el estudio de los dialectos modernos
demuestra que la mayor antigüedad de las variedades corresponden a la rama central
peruana llamada huáihuash, hecho que se evidencia en la marcada fragmentación de
esta hablas y en el mismo carácter arcaico de las mismas. Por otra parte, otro hecho que
señala esta mayor profundidad de los dialectos centro-peruanos es la existencia de
formas transicionales cuasi imperceptibles que corresponden a las variedades huáihuash,
yúngay y chínchay. Por ello, Cerrón Palomino sigue a Torero (1964) en afirmar que el
centro de difusión del quechua fue la costa y sierra centro-peruanas.

En lo que hace a las fases de expansión del quechua a partir de la costa y sierra centrales
del Perú, Cerrón señala tres para esta hipótesis.

La primera fase de expansión, como PQ, se debe haber llevado a cabo alrededor del año
880 de nuestra era (época IIA del Horizonte Medio), y debió haber cubierto los territorios
actuales de los departamentos de Anchas, Huánuco, Pasco, Junín y el norte de Lima.

La segunda fase expansiva se habría dado alrededor del siglo XIII (Época IV del
Horizonte Medio), en dos direcciones opuestas: hacia la costa y la sierra norteñas
llegando a Cajamarca, por un lado y hacia la costa y la sierra sur.

La tercera fase se habría producido a fines del siglo XV a partir del Chínchay.

III. La hipótesis del origen forestal

Según esta hipótesis, el origen del quechua se encontraría en la ceja de selva o selva
alta, en el área comprendida entre Chachapoyas y Macas (Amazonas). Esta versión se
basa principalmente en fundamentos o razones arqueológicas y ecológicas. William H.
Isbell (1974), su promulgador, correlaciona la expansión del quechua con dos eventos
culturales específicos: la difusión de un estilo cerámico (ollas de color rojo o marrón, con
cuellos de boca expandida, con un temperante muy grueso) y la adaptación gradual del
cultivo del maíz. Todos estos eventos asociados con los hablantes de la lengua quechua,
de donde la alfarería de este tipo y el idioma constituyeron partes integrantes de un
mismo sistema cultural. Esta difusión se daría para unos alrededor del año 100 de la era
cristiana y se habría propagado de la montaña suroeste de Ecuador hacia el noroeste del
Perú.

Sin embargo, Cerrón advierte un punto conflictivo de esta hipótesis.

No puede dar cuenta de la alta fragmentación de los dialectos del huáihuash. Isbell se
limita a conjeturar las posibles ramificaciones del huámpuy sin mencionar cómo se
derivaron los dialectos centro-peruanos o huáihuash.

IV. La hipótesis de origen ecuatoriano

Al finalizar el siglo SVIII existió en Quito una tradición según la cual los quiteños habrían
sido conquistados por un pueblo de los países marítimos después del año mil de la era
cristiana y entonces introdujeron la lengua quechua. De este modo, la lengua habría sido
introducida antes de la llegada de los incas.
Sin embargo, la tesis del origen ecuatoriano afronta la dificultad de explicar las variedades
peruanas a partir de las ecuatorianas (según el método comparativo utilizado por Parker y
Torero las primeras son anteriores en el tiempo al surgimiento de las variedades del QIIB)

Otra autora defensora del origen ecuatoriano, Louisa Stark (1973), sostiene que el
quechua habría provenido del oriente ecuatoriano y que se difundió primeramente a la
sierra del Ecuador y posteriormente al sur. Para sustentar esta hipótesis la autora se
remite a un método de reconstrucción de la morfología de los dialectos ecuatorianos de la
sierra, en el caso de seis sufijos, llegando a diferenciar dos grupos dialectales: el
ecuatoriano A, que presentaría mayor fragmentación y sería nativo de la zona, y el
ecuatoriano B, más homogéneo y que sería el descendiente del llevado por los incas.
Para refutar esta argumentación, Cerrón Palomino menciona el trabajo de R. Hartmann
(1979), quien rebate los argumentos lingüísticos y arqueológicos de Stark al señalar que
el corpus manejado es demasiado precario como para elaborar toda una hipótesis acerca
del carácter más o menos arcaico de las variedades ecuatorianas A y B.

Cerrón Palomino: el aymara y el quechua son de origen del centro del Perú
El evento académico, se desarrolló en el Teatro Municipal de Puno, que se vio colmado
de participantes, al que también asistió el alcalde de Puno Iván Flores Quispe, que le
condecoró con la Medalla de la Ciudad al gran maestro Cerrón Palomino, en mérito a su
aporte a la cultura puneña.

Durante su disertación, el reconocido lingüista huancaíno, puso en claro que el quechua


no es de origen del Cusco, sino en la sierra centro-andina. Ni el aymara del Altiplano
como se creía, sino en la costa y en la sierra centro-andina.
“Son falacias demostradas por los lingüistas hace 50 años, con hechos y evidencias, no
solo con apasionamientos. Es más difícil probar que el quechua se haya originado en
cusco, ni el aymara en Bolivia”, aseguró Cerrón Palomino.

Sustentó su tesis en base a las investigaciones lingüísticas realizadas, indicando que el


aymara fue la primera lengua que llegó al altiplano y luego el quechua, expandiéndose
luego entre los actuales territorios de Perú y Bolivia, además de Chile y Argentina.

Del mismo modo, explicó que los incas hablaron el aymara hasta el siglo XV e hicieron
sus cortes en el centro del mundo considerado como el “Taipe Cala”, hito central de
piedra o sea el Tiahuanaco.

Cerrón, también considera que el puquina ha sido el predecesor del aymara y quechua, y
era la lengua que se hablaba en el altiplano junto al uro, el habla del Tiahuanaco. La
lengua oficial de los incas míticos procedentes del Titicaca era la lengua tiahuanaquense.

Su suposición está basada en las crónicas de Inca Garcilaso y otros cronistas, que
aseguran que el puquina dio origen a las lenguas quechua y aymara, se trata de una tribu
que habitaba en los alrededores del lago Titicaca.

FALACIAS HISTÓRICAS

El papel del puquina en la génesis y el desarrollo del imperio incaico, se sustenta en seis
tipos de nombres correspondientes a nombres propios: de divinidades, de personajes
míticos, de epítetos reales, de incas, instituciones y topónimos.Con esas evidencias,
Cerrón Palomino, se contrapone a los argumentos chauvinistas, de decir que el aymara
es de Bolivia, o el quechua sea de Cusco, al que llama una separación artificial que
enarboló Riva Agüero, en decir; que Perú es Quechua y Bolivia aymara.“Esas alegaciones
no tienen sustento, se sustentan solo en la creencia y en el sentimiento, en la cognición
popular que se ha aprendido en la escuela”, comentó; además indicó que hay la
necesidad de refundar la historia del Perú, con aportes lingüísticos que viene a ser una
disciplina científica.Incidió, que mientras no se tenga una reflexión histórica pasada,
siempre estaremos en ese problema. La historia que aprendimos desde la escuela hasta
la universidad, es una historia distorsionada, fundada desde la base del desconocimiento
de la realidad prehispánica.

Fuente: CERRÓN PALOMINO, Rodolfo. Linguística Quechua. Cuzco: Centro de Estudios


Regionales Andinos Bartolomé de las Casas.1987.
Cuando los Incas salieron del Collao y llegaron al Cuzco, en los tiempos míticos de Manco
Cápac, su lengua era el puquina, hoy ya desaparecida, y que se hablaba desde el la zona
del Altiplano hasta los actuales departamentos del sur del Perú y el norte de Chile. En el
Cuzco, los Incas se familiarizaron con el aymara y lo adoptaron como lengua hasta los
tiempos de Huiracocha. Ya con Pachacútec, con la necesidad de la expansión militar, las
relaciones comerciales y la construcción del Tahuantinsuyo, se apropiaron del “runa simi”
o quechua, lengua que ya se encontraba extendida por la región del Chinchaysuyo, acaso
desde la época del imperio Wari, según algunos lingüistas.
¿Dónde empezó la difusión del quechua más antiguo? De acuerdo a las más recientes
investigaciones, se habría originado en la costa y sierra centrales del Perú, concretamente
en el departamento de Lima, debido a que en la costa central y en sus serranías
inmediatas es donde se ha registrado la mayor diversidad del quechua. Los lingüistas
Alfredo Torero y Rodolfo Cerrón Palomino coinciden en ubicar en la sierra de Lima el
origen más remoto de la lengua “oficial” del País de los Incas. De lo que sí están de
acuerdo todos los especialistas es que el quechua llegó tardíamente al Cuzco y que no se
originó allí.
El quechua es una gran familia formada por diversas lenguas que se hablan actualmente
en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina. Sin embargo, solo en el Perú alberga
representantes de sus dos grandes ramas: el quechua I o huaihuash y el quechua II
o yungay(el primero de estos sería el heredero del que encontraron los Incas en la
extensa región del Chinchaysuyo). El quechua que se habla en los demás países andinos
corresponde al quechua II, que es el que se diseminó en una geografía más amplia
debido no solo a la expansión del Tahuantinsuyo sino también a la prédica de los
misioneros durante los tiempos del Virreinato. El quechua I, también llamado “central” es
el que presenta mayor concentración geográfica. Se habla en los departamentos de
Ancash, Lima, Pasco, Huánuco y Junín; su límite al sur es el valle del Mantaro, en la
frontera con el departamento de Huancavelica, donde ya se empieza a hablar
el quechua II; el límite norte del quechua I está marcado por el “Callejón de Conchucos”,
departamento de Ancash. El quechua II se habla no solo en la sierra sur (Huancavelica,
Ayacucho, Apurímac, Cuzco, Puno y Arequipa) sino también en la sierra de Ica, parte de
Madre de Dios y en buena parte del norte del territorio peruano, como Lambayeque,
Cajamarca, Amazonas, Loreto y San Martín.
Además de estas dos grandes divisiones de la familia quechua, los especialistas han
encontrado que también se pueden separar ramas menores según la afinidad de las
características gramaticales que se aprecian en las distintas formas de hablar. Por
ejemplo, hay diferencias entre el quechua I que se habla en el valle del Mantaro y el de la
zona de Conchucos. Del mismo modo, hay divergencias entre el quechua II de Ayacucho
y Cuzco, y, más radical aún, entre éstos y los que se hablan en la sierra norte peruana.
Por último, habría que añadir que el quechua es una “lengua sufijante”, es decir, que a
una raíz le podemos añadir una serie de elementos con significado propio, los morfemas,
para formar palabras cada vez más precisas y complejas. Esos morfemas, al ubicarse
después de la raíz, se llaman sufijos y de allí la definición de “lengua sufijante”. Veamos
un ejemplo:

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